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Sobre la glándula pineal o epífisis

Para conocer algo de esta espacial angelical glándula cuyo desarrollo anticipa el humano despertar, veamos algunas opiniones:


-I-

DOCTOR WALTER PIERPAOLI

Envejecemos porque en la glándula pineal del cerebro existe un programa que regula todas las funciones del organismo, por lo cual cuando la glándula pineal envejece, nosotros envejecemos. El envejecimiento, no es un hecho ineludible, es un
  programa evolutivo de la especie humana que se gesta en la evolución de la glándula pineal. En diez años podremos reprogramar la pineal. El hombre llegará a comprender porqué envejece y conseguirá interferir en el proceso de envejecimiento. Hoy no podemos bloquear el envejecimiento, sólo podemos esperar retrasar el proceso. Entonces la muerte resultará algo distinto, ya que si no envejecemos, habrá que saber porqué morimos. Tendremos la posibilidad de disociar el proceso de envejecimiento, del misterio de la muerte. 

La melatonina,  es una hormona que regula nuestro ritmo estacionario. Es un elemento de la evolución del hombre. El pico nocturno de la melatonina está en su máximo punto de pubertad y comienza a descender a los cincuenta años, hasta anularse después de  los ochenta, edad en la que inicia el mayor envejecimiento. Reconstruyendo artificialmente el pico nocturno de la melatonina, como hemos demostrado en los animales de laboratorio, reconstruimos las funciones de juventud del organismo. 

La Melatonina es secretada por la glándula pineal en el cerebro humano. Sin embargo, la cantidad secretada disminuye con la edad por motivo de calcificación progresiva de la glándula pineal. Es por eso que los adolescentes disfrutan de un sueño profundo, mientras que las personas de edad avanzada son más susceptibles al insomnio -- lo que con frecuencia causa que se sientan soñolientas durante el día. Es generalmente aceptado que la melatonina es nuestro reloj biológico, manteniéndonos informados minuto a minuto de la hora, el día, la temporada del año y el transcurso del tiempo. 

-II-

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FUNCIONES DE LA GLÁNDULA PINEAL (también llamada epífisis) 

Considerada por los filósofos antiguos como la cede del alma, está frente a la glándula pituitaria. Mide aproximadamente 1 cm de longitud y 5 mm de anchura. Sus dimensiones pueden cambiar con la edad, no obstante, a partir del séptimo año de edad esta glándula sufre una progresiva involución.

Existen muchos datos que sugieren que la secreción de la glándula pineal no es constante y que los estímulo adecuados para que se produzca la secreción son los estímulos luminosos, proporcionando de esta forma un "reloj circadiano" al organismo; se especula que por ello puede constituir una parte importante de los mecanismos que rigen las actividades cíclicas (sueño-vigilia, etc.)

Hormonas de la glándula pineal:

Melatonina: hormona capaz de aclara la piel, ejerciendo una acción antagonista respecto a la hormona menanófora hipofisaria. Otra acción es la inhibidora del desarrollo de las gónadas.

Adrenoglomerulotropina: hormona que estimula la secreción de la aldostesona.

INTERRELACIÓN ENTRE CHAKRAS

Sexto y segundo

"La glándula pineal, que suele asociarse con el sexto chakra, es rica en un derivado de la serotonina, llamado melatonina. Este compuesto se metaboliza fácilmente en una molécula de tres anillos llamada 10-metoxiharmalano, dotada de propiedades alucinógenas, es decir, que induce visiones interiores. La glándula pineal contiene foto receptores y... la luz y las experiencias visionarias desempeñan un papel importante en ese plano de la conciencia. Los estudios parecen indicar que la melatonina y la glándula pineal en general presentan efectos de inhibición sobre las glándulas femeninas y masculinas de los mamíferos. Y también se cumple la recíproca, es decir que las hormonas sexuales como la testosterona, los estrógenos y la progesterona, inhiben a su vez al secreción de melatonina. De ahí cabe deducir que la actividad sexual, por cuanto estimula dichas hormonas, podría afectar negativamente a la apertura de ese chakra del tercer ojo; inversamente, un exceso de actividad de los centros superiores tal vez perjudique al impulso sexual. Por desgracia las investigaciones se hallan en sus primeros balbuceos y no se dispone de pruebas suficientes para aventurar ninguna conclusión definitiva."

-III-

CRONOBIOLOGIA: EL RELOJ HUMANO

<>Desde su inicio en las investigaciones, la cronobiología, que es el estudio de ritmos biológicos, se ha establecido como un verdadero campo científico interdisciplinario dentro de la biología.
<>La mayoría de los cronobiologístas estudian lo que se denominan como Ritmos Circadianos, que son ciclos endógenos del comportamiento o actividad biológica con un período de 24 horas.
<>De esta manera a modo de ejemplo, tenemos, los seres humanos presentan un ciclo de sueño/despertar durante el periodo de un día.
<>Los ritmos circadianos, como dormir-despertar, son generados por un reloj interno que se sincroniza a su vez, a los ciclos luz-obscuridad en el ambiente y otras señales diarias.
<>Los ritmos circadianos se trazan con frecuencia en un actograma. Una exposición a la luz brillante, por ejemplo puede causar un desplazamiento de fase en relación a la coordinación, entre los elementos luz-obscuridad.Tenemos que recordar que durante millones de años, el ser humano ha estado regido por los ciclos de días o luz, y noches o en este caso la obscuridad, así también sus hormonas se han adaptado a esta actividad cíclica. Como un reloj, el reloj circadiano se debe sincronizar al tiempo local. Por ejemplo, los animales mantenidos oscuridad total mostrarán un ritmo corriente libre que sea independiente del tiempo local. Un reloj circadiano es el más útil, sin embargo, cuando se fija al tiempo local; el animal debe estar en sincronización con su presa y con otros miembros de su grupo social para sobrevivier. En mamíferos, el ciclo luz-obscuridad es un sincronizador importante o agente del arrastre para ritmos circadianos. Nos preguntamos en seguida, Dónde está el reloj? El reloj biológico en seres humanos está situado en el núcleo supraquiasmático, un grupo distinto de células encontradas dentro del hipotálamo en el sistema nervioso central, este sistema es solamente una porción del mecanismo por el cual el " tiempo " es guardado. Hay los receptores ligeros encontrados en la retina del ojo, que tienen un camino, llamada la zona retinohipotalámica, conduciendo al encéfalo. La glándula pineal es como una habichuela y se encuentra en el cerebro, detrás del hipotálamo en los seres humanos.
La glándula pineal recibe la información indirectamente del cerebro. De esta manera, parece que el encéfalo toma la información sobre longitud del día de la retina, la interpreta, y la pasa a la glándula pineal, que secreta la hormona melatonina en respuesta a este mensaje.
La obscuridad de la noche hace que la secreción de melatonina se incremente, mientras que la luz solar la inhibe.
El papel de la melatonina en los seres humanos no se entiende completamente y se está investigando, se plantea que desempeña un papel en fotoperiodismo estacional, en la crianza de los mamíferos.
Se conoce ya que el cerebro tiene receptores hormonales para la melatonina.
En consecuencia, el Sistema Nervioso Central también desempeña un papel en el sistema circadiano accionando una respuesta del aparato neuroendócrino en el hipotálamo, que entonces actúa en la glándula pituitaria.
Estas vías influencian a otras áreas del organismo, incluyendo las áreas endocrinas, inmunológicas, así como en las cardiovasculares, y urinarias.
Los ritmos en la mayoría de estos sistemas tienen una forma de onda simple similar a la de la temperatura del cuerpo, que es la más alta por la tarde temprana y lo más bajo posible antes de despertar por la mañana.
La actividad del sistema inmunológico, según lo representado por el número de linfocitos, que son glóbulos blancos de la sangre, también se parece incrementar por la tarde y es la más baja algunas horas después del pico de la hormona cortisol en horas de la mañana.
La sincronización de las funciones endocrinas y de los sistemas inmunes es clara. Es conocido que las hormonas aldosterona y cortisol, suprimen el sistema inmune, mientras que la melatonina lo incrementa.
En relación al ciclo de vigilia- sueño, tenemos que preguntarnos: Qué tienen en campo común? Todos estos problemas resultan de interrupciones del reloj biológico: por ejemplo, la abuela se va a dormir a las 7 de la noche y despierta a las 3 de la mañana; el bebé recién nacido mantiene a sus padres despiertos, nunca duerme en un horario.
Además podemos citar en relación al tiempo que ciertos tipos de medicamentos se deben tomar en una hora específica o pudieran ser mortales; y la sensación de desorientación de los viajeros en avión, son ejemplos.
Cada uno de nosotros que somos padres, si sabemos que raramente están los niños acordes con el resto de la familia. En los infantes, el ciclo dormir-despertar es casi al azar, de manera inicial, pero ya cerca de las 6 semanas de edad, en el niño ya se hacen presente los ritmos circadianos, y a las 16 semanas para tranquilidad de la familia, estos ritmos se inician formalmente.
Los infantes, en hecho, tienen un ciclo circadiano endógeno dormir-despiertar, y las señales sociales , como el horario de sus padres controlan directamente su comportamiento.
Muchos investigadores han estudiado el ciclo humano de sueño-vigilia. Uno del más intrigante, quizás, era el de Michael Siffre que pasó 6 meses solo en una cueva, si ver la luz del sol.
Una situación interesante en la curva del ser humano, en lo referente al dormir-despertar , es un período del sueño del día llamado una siesta. Aunque los hábitos napping varían a través de culturas, la investigación muestra que la siesta o napping es una característica común del comportamiento circadiano del adulto sano, incluso aunque no haya ocurrido en una deuda de sueño el día anterior.
Una pregunta obligada es, porqué todos no requerimos siestas. Al parecer, la siesta puede ser suprimida fácilmente (por ejemplo cuando uno está en el trabajo) porque las siestas " tienden para ocurrir como acontecimientos transitorios en una función circadiana.
En 1994, Aschoff descubrió que ni la duración del sueño principal ni el ciclo circadiano es afectado por la siesta.
Un aspecto interesante del reloj biológico, es el reloj de la tercera edad. Cualquier persona que ha tenido incluso un combate ocasional con insomnio sabe que puede afectar el funcionamiento del día próximo. Los envejecientes mayores de 65 años parecen ser propensos a los desórdenes del ritmo del sueño.
Actualmente la mitad de las personas mayores en estados Unidos, se quejan de los problemas para conciliar el sueño. En consecuencia casi la mitad de las prescripciones médicas contra el insomnio, son para las personas senectas.
Los problemas incluyen: menos sueño diario del total; se desvelan más frecuentemente y durante más tiempo, en la noche; un desplazamiento de las fases que los hace irse a la cama temprano, levantarse temprano (síndrome avanzado de la fase del sueño); y más y siestas más largas del día.
El porqué los ancianos tienen problemas para dormir, es otro tema de interés. Las razones pueden incluir medicamentos, problemas físicos, la configuración social que predomine, y las condiciones psicológicas.
En estudios de la gente añosa, pero en salud, los científicos han mostrado que algunos ritmos circadianos parecen ser interrumpidos por la edad provecta.
Por ejemplo, las amplitudes de la temperatura del cuerpo y de los ritmos de la producción del melatonina disminuyen con edad, y la producción de la insulina se incrementa.
Por qué los ritmos circadianos se interrumpen en los ancianos? Una razón posible es que los seres humanos que ya tienen 80 años o más, concluido 80 años o más tienden para tener pocas neuronas del sistema nervioso central.
Dr. Rafael Bello Díaz

-IV-

Margarita DÍAZ

Antiguamente se llamaba «konarium», que significa piñón en griego, precisamente porque la glándula pineal, alojada en el centro geométrico del encéfalo, tiene el tamaño y la forma de un piñón. «Durante un tiempo se pensó que era un órgano vestigial que no servía para nada, pero ahora sabemos que desempeña muchas funciones. La principal, ajustar al entorno que nos rodea nuestra temperatura corporal, la frecuencia cardiaca, la secreción de hormonas... Entre éstas, la melatonina, que es la encargada de informar a todo el organismo de la situación exterior», explica el profesor Julio Tresguerres, catedrático de Fisiología y Endocrinología Experimental de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense.
La glándula pineal es el centro del reloj biológico que pone en hora el ritmo circadiano de sueño-vigilia, día-noche. Sólo secreta la melatonina en la oscuridad, por la noche (con un “pico’’ hacia las dos de la mañana), y deja de hacerlo cuando hay luz; es nuestro sincronizador externo», añade el profesor José Luis Bardasano, director del Departamento de Especialidades Médicas de la Universidad de Alcalá de Henares. Por eso se produce el «jet-lag», propio de los vuelos transoceánicos: debido al desfase horario, nos «saltamos» un periodo de oscuridad, deja de producirse melatonina y el cuerpo queda sin regulador, alterándose la fatiga y el sueño.
Al ser una señal fisiológica para dormir, resulta un arma para recobrar fuerzas y producir otras hormonas, como la del crecimiento, así como para sintetizar proteínas, producir menos grasas y estimular el sistema inmunitario», explica el profesor Tresguerres. «Precisamente, a las personas mayores les cuesta más dormir porque la producción de melatonina decae con la edad y llegan menos señales a los tejidos.


-V-

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En qué consiste el tercer ojo

Un manuscrito sánscrito del siglo XVI a. C. decía que el tercer ojo otorga al ser humano la sabiduría divina, brillante como la luz del sol y de todas las estrellas del firmamento. Herófilo, anatomista griego del siglo IV a. C., decía a su vez que el tercer ojo regula el fluido del pensamiento. Los viejos textos ocultistas mencionaron el tercer ojo, y lo relacionaron con la sede de la segunda visión y de algunos poderes psíquicos, como la clarividencia, además del poder de la meditación.

En un congreso celebrado en 1978 en Jerusalén se definió el papel de este tercer ojo, del cual había dicho Descartes que es la sede del alma, por estar localizada en el cerebro, y que podía ser controlado por los mensajes recibidos a través de los ojos. Antes, se había dicho en la India que los chakras muestran al tercer ojo como puerta por la cual el cuerpo astral puede abandonar a voluntad el cuerpo físico. En realidad, se dijo en el congreso de Jerusalén, el tercer ojo debe ser llamado glándula pineal, aunque su nombre correcto sea epífisis. Se encuentra detrás de los ojos, a la altura de las cejas, y recibe este nombre de pineal por su forma de piñón.

Se creía antaño que la glándula pineal –o tercer ojo- era un órgano atrofiado en los mamíferos. Sin embargo, algunos lagartos poseen ese tercer ojo, cuya función es sumamente compleja. En las ranas la glándula pineal es sensible a la luz y actúa como un verdadero tercer ojo, que convierte en impulsos eléctricos la energía luminosa, según descubrió el alemán Eberhardt Dodt. Se ha comprobado asimismo que influye en los cambios de color de ciertos animales –pulpos y camaleones entre otros-, y también señala el momento de aparearse: los rayos solares les informan de ello, de acuerdo con su inclinación y su duración, y la glándula reacciona secretando hormonas que agilizan la actividad sexual.

En 1958, el Dr. Aaron Lerner aísla una hormona secretada por la glándula pineal: la melatonina, que controla a su vez la producción de melanina, pigmento que da color a la piel y el cabello. A su vez, esta melatonina produce una sustancia química conocida como serotonina, que abunda en algunas frutas como plátanos ciruelas e higos. Con justa razón, Buda solía tomara asiento a la sombra del bo, o higuera que crece en la India, árbol al que los orientes han mirado siempre como el árbol de la sabiduría.

Cuando la secreción de serotonina es normal, el cerebro funciona correctamente. Si falta, se sufren alucinaciones. Algunas drogas destruyen o reducen la producción de serotonina. Surgen entonces desequilibrios mentales que conducen a la locura, o acaso a la aparición de ciertos fenómenos paranormales.

VI-


http://www.amorc.es/glandula.html
Historia

     Los monjes tibetanos hablaban, y aún lo hacen hoy en día, de un tercer ojo, situado aproximadamente en el centro del cerebro y entre los ojos, que había sido el centro de la clarividencia y de la intuición, y que en el decurso de los tiempos se había ido atrofiando, por lo que era necesaria su recuperación. Posteriormente se asociaría este tercer ojo con la glándula pineal. 
     La existencia de la epífisis o pineal se conoce desde hace más de 2000 años. Galeno en el siglo II, escribió que a los anatómicos griegos le había llamado la atención la situación particular de dicha glándula, concluyendo que servía de válvula para regular el flujo del pensamiento, que se creía almacenado en los ventrículos laterales del cerebro. 
     Descartes, en el siglo XVII, expresó su creencia que la pineal era la sede del alma racional. Para él, las sensaciones percibidas por los ojos llegarían a la pineal, de la que partirían hacia los músculos, los cuales producirían las respuestas adecuadas. Los estudios modernos demuestran en éste, como en otros aspectos de su pensamiento, la gran intuición del filósofo. 

Características físicas, situación y relaciones

     El nombre pineal se debe a su forma, semejante a una piña, siendo su tamaño aproximado el de un guisante. Pesa una media de 173 miligramos, oscilando según las personas entre los 41 y 804 miligramos. 
     Las pineales recogidas en autopsias, pesan en el hombre un máximo en el mes de Marzo, y un mínimo si son examinadas en Julio; mientras que en la mujer, el máximo peso se obtiene de las recogidas en Enero y el mínimo, de las obtenidas en Mayo. 
     Está situada en el techo del mesencéfalo, entre los tubérculos bigéminos craneales, en la denominada fosa de la pineal. Su cara craneal está por debajo del cuerpo calloso, y su base limita con el tercer ventrículo. Su célula funcional es el pinealocito, que está capacitado para producir las encimas necesarias para la síntesis de la melatonina (su principal hormona) y la seratonina, a partir del triptófano. 

Pinealocito y síntesis de melatonina
   
     La melatonina fue descubierta en 1958 por el dermatólogo y bioquímico A.B. Lerner, quien se basó en las observaciones hechas por MC. Cord y Allen en 1917. Estas observaciones deducían que, al arrojar extractos de pineal de vaca en el agua en que nadaban unos renacuajos, se producía un blanqueamiento de su piel. 
     Lerner y Cols purificaron extractos de más de 200.000 pineales vacunas, aislando una sustancia que agregaba intracelulares de la melanina. La hormona melanocito-estimulante, por lo contrario, disgregaba dichos gránulos oscureciendo la piel. Se la denominó melatonina en contraposición a la melanocito-estimulante. 
     En ausencia de luz, el pinealocito recibe estimulación periódica en forma de nor-epinefrina (NE), seratonina o descargas eléctricas de fibras nerviosas, provenientes del núcleo supraquiasmático superior. Este, a su vez, recibe información que proviene del sistema vegetativo, a través de neuronas emergentes del ganglio cervical superior, el cual conecta con otros ganglios de la médula espinal. 
     En presencia de luz, natural o artificial, los fotoreceptores de la retina convierten la señal luminosa, especialmente en la banda amarillo-verde, en señal eléctrica, que es transmitida por el tracto retino-hipotalámico hasta el ganglio cervical superior, por donde abandona el S.N.C., conectando con los ganglios de la médula y aboliendo la señal circadiana enviada por dicho ganglio al núcleo supraquiasmático. Como consecuencia, dicho núcleo queda liberado de la influencia de la médula espinal y enlentece el ritmo de liberación de NE sobre la pineal, lo que se traduce por una menor captación de aminoácidos, especialmente triptófano, por parte del pinealocito; menor producción de adenil ciclasa y cAMP y, por consiguiente, menor producción y liberación de melatonina. 
     Cualquier activación del sistema simpático abole el efecto represor de la luz. 

Glándula pineal y pubertad

     La glándula pineal es de mayor tamaño en la infancia que en la madurez, comenzando a disminuir de tamaño a partir de los 7 años. Esta recesión en el tamaño era considerada como una involución o atrofia de una glándula que carecía de utilidad, pero en la actualidad se piensa que es un proceso madurativo. 
     Desde el nacimiento, testículos y ovarios poseen una estructura lo suficientemente preparada como que para que en presencia del adecuado estímulo de gonadotropinas se produzca su maduración en poco tiempo. Sin embargo, este estímulo no se produce. La hipófisis, capacitada para producir dichas gonadotropinas, en presencia del adecuado estímulo hipotalámico de gonadotropin-relaxin-hormona GnRH, no las produce por carencia de éste. 
     En el adulto, los esteroides sexuales se autoregulan, al unirse a receptores hipotalámicos específicos, que a partir de cierta concentración sanguínea, disparan la vía opatérgica productora de endorfinas (opiáceos fisiológicos). Esta, a su vez, distorsiona la pulsatilidad de la GnRH, que frena la producción y liberación de gonadotropinas, por lo que los ovarios o testículos (gónadas) en ausencia de dicho estímulo, dejan de producir esteroides sexuales, disminuyendo su concentración en la sangre. Con ello, los esteroides unidos a los receptores, se sueltan y se vuelve a activar la liberación de GnRH. En el niño debiera pasar lo mismo, y sin embargo, no sucede. 
     La melatonina tiene la misma afinidad, por los receptores hipotalámicos de esteroides sexuales, que éstos. En la infancia, se produce mayor cantidad de melatonina que en la madurez, de forma que constantemente se halla unida a dichos receptores, disparando la vía opiatérgica, impidiendo así la liberación de GnRH y, en consecuencia, la maduración gonadal. 
     A partir de los 7 años, la pineal disminuye progresivamente de tamaño, y en consecuencia disminuye la concentración sanguínea de melatonina hasta que llega un momento en que ya no se une a suficiente número de receptores hipotalámicos, se bloquea la vía opiatérgica y se produce por primera vez la liberación y síntesis de GnRH. Esto sucede a partir de los 11 años en la mujer, y de los 12 en el hombre. En los pueblos, la pubertad sucede más tardía que en las ciudades, lo que se debe al menos consumo de luz en éstos que en aquéllas. 

Otras funciones de la pineal

     Controla simultáneamente todos centros neuroendocrinos hipotalámicos, y en consecuencia todos los factores liberadores e inhibidores. Aunque se desconoce su mecanismo y acción, se conocen algunos de sus efectos indirectos sobre la hipófisis. Disminuye las concentraciones de GnRH y, en consecuencia, disminuye las de la hormona folículo-estimulante (FSH) y luteotropa (LH); disminuye la función tiroidea (TSH y T4), la insulina y también aumentan las concentraciones de glucosa sanguínea, disminuye el ATCH y la corticosterona. Aumenta la síntesis proteica cerebral, como también aumenta la producción y liberación de dopamina (DA). Como consecuencia, se puede esperar un aumento de hormona de crecimiento (GH) y disminución de TSH y prolactina (PRL).

Resumen: Funciones de la Pineal

1. Controla el inicio de la pubertad.
2. Armoniza el sistema vegetativo con el medio ambiente, a través de la vista, y probablemente también del resto de los sentidos.
3. Induce al sueño.
4. Probablemente regula los ritmos circadianos.
5. Es un interruptor que modula la intensidad de funcionamiento de todos los centros neuroendocrinos hipotalámicos.
6. Previene una calificación prematura en la infancia, al evitar las síntesis esteroideas, favoreciendo el crecimiento óseo por este mecanismo, indirecta y directamente a través de la DA y GH.

-VII-

Glándula pineal
Por el Dr. Enzo Inzhagi Soto

Es un órgano en forma de cono, cuyo peso suele oscilar entre los 100 y los 180 gramos y que está asentado en el surco formado por los dos tubérculos cuadrigéminos superiores. Procede en su inicio embrionario del epéndimo del techo del tercer ventrículo y está compuesto por células parenquimatosas.
A pesar de estar unida al epitálamo por un pedúnculo, no participa de la inervación directa de él, sino que la obtiene de los ganglios simpáticos cervicales; asimismo, la corriente simpática que recibe es regulada por impulsos que nacen en los números supraquiasmáticos, estructuras que están arriba del quiasma óptico.
Esto determina que los cambios de luz exterior ejerzan influencia en la glándula a través del quiasma citado, ya que éste está inervado por una vía nerviosa directa, que va desde la retina hasta el sitio y que se llama fascículo retinohipotalámico.
Por lo tanto, las modificaciones lumínicas influyen en la actividad de la glándula pineal —sobre todo en su producción endógena—, lo cual pone de relieve que hay un oscilador interior que determina los ritmos intrínsecos.
La glándula contiene una extensa variedad de sustancias neurotransmisoras como adrenalina, serotonina, hista-mina, melatonina, dopamina, octopamina y somatostatina (el factor liberador de la tirotropina), las cuales son péptidos hipotalámicos, y un péptido único que es la vasotocina, análoga a la vasopresina y a la oxitocina.
Casi la totalidad de estos compuestos permanecen en el cuerpo glandular, a excepción de la melatonina, que es enviada directamente al torrente sanguíneo y que es considerada como una verdadera secreción interna de la pineal.
A excepción de esta propiedad y la de ser reservorio de las demás, no se le conoce función específica alguna a la glándula, aunque su estudio resulta de gran importancia por la aparición frecuente en ella de calcificaciones y tumores; como los nódulos calcificados que se forman en una base de sustancia básica secretada por los pinealocitos; este proceso se inicia en la segunda infancia y va aumentando cada vez más a partir del segundo decenio de la vida, como se ha podido comprobar radiológicamente.
La calcificación no tiene efecto conocido sobre la función pineal, como se deduce de que las enzimas características de la glándula (monoaminooxidasa y transferasa) conservan concentraciones normales toda la vida.
Fuera de las calcificaciones, son raras las enfermedades del órgano. Sin embargo, se han señalado algunos casos de hipoplasia y aplasia, además de que se ha advertido cierto aumento en la incidencia de precocidad sexual relacionado a la actividad de la glándula.
Menos del uno por ciento de las neoplasias intracranea-les lo constituyen los tumores de la pineal que, como característica, se observan casi siempre en personas jóvenes.
El término pinealoma manifiesta un tumor de células parenquimatosas de la glándula pineal, que se identifica como pineoblastoma o pineocitoma según su grado de diferenciación. En tanto, al tumor más común sería mejor calificarlo como germinoma, porque al parecer nace de células germinativas; de éstos los que proceden de la glándula pineal suelen infiltrar el tercer ventrículo y el suelo del hipotálamo, y producir una triada característica: diabetes insípida, hipogonadismo y atrofia del nervio óptico.
Los tumores de la pineal rara vez son extirpables en el lapso en que surgen los signos clínicos; no obstante, el germinoma es radiosensible y se ha observado supervivencia duradera en el paciente.
Por lo regular los investigadores recomiendan el trépano con fines diagnósticos, pero puede intentarse la eliminación de la neoplasia si ésta tiene una localización adecuada o si es radiorresistente.

-VIII-

Melatonina: Una hormona para la vejez?

La melatonina es uno de esos claros ejemplos de sustancias que han pasado del anonimato más absoluto hasta convertirse en una gran "estrella" en la investigación farmacológica. La razón es obvia; esta sustancia había sido identificada hacía muchos años en la sangre de diversos vertebrados poiquilotermos, especialmente en peces y anfibios, y su acción más contrastada era producir un aclaramiento de la piel (una acción opuesta a la de la hormona estimulante de los melanocitos, MSH), aunque también estaba relacionada con determinados procesos estacionales, como la reproducción. El estudio de la melatonina quedaba, por tanto, restringido a unos cuantos grupos de investigadores dedicados a resolver afanosamente el papel de esta sustancia en la fisiología de los denominados "vertebrados inferiores". Nada importante. El panorama cambió, sin embargo, cuando se descubrió que la melatonina no sólo se encontraba en estos vertebrados, sino en todos (incluido el hombre) y sus acciones se extendían mucho más allá del aclaramiento de la piel de anfibios o el control de los ciclos reproductores. Lo que lanzó al estrellato a esta sustancia fue, sin lugar a dudas, su acción natural citoprotectora, previniendo en muchos casos los fenómenos de daño celular o muerte celular y, como consecuencia, actuando como una sustancia "antienvejecimiento" celular y orgánico.
No se trataba, pues, de un fármaco creado por el hombre, sino de una sustancia endógena, una hormona, producida por una glándula endocrina, la denominada glándula pineal o epífisis. Esta glándula, que se desarrolla embrionariamente a partir del techo del diencéfalo (una parte del cerebro anterior de los vertebrados), siempre ha tenido un papel relevante relacionado con la visión en la historia evolutiva de los vertebrados. De hecho, se cree que en los ancestros de los vertebrados actuales la epífisis formaba un ojo medial, el tercer ojo, que complementaba a los ojos bilaterales Œconvencionales?. Entre los vertebrados vivientes sólo algunos casos excepcionales como las lampreas y algunos reptiles presentan un ojo dorsal medial, que normalmente es muy pequeño. En estos animales este órgano funciona fundamentalmente para detectar cambios en los niveles de iluminación. En aves y, sobre todo, en mamíferos, la epífisis constituye un órgano enteramente glandular. Sin embargo, aunque la glándula pineal no constituya un ojo en la mayoría de los vertebrados, lo que sí es cierto es que recibe una información visual indirectamente a través de otra región diencefálica, los denominados núcleos supraquiasmáticos.
La hormona melatonina es sintetizada en los pinealocitos (células de la glándula pineal) a partir de la serotonina (5-HT), a través de dos pasos controlados por otras tantas enzimas (Fig. 1). La síntesis, y liberación, de la melatonina muestra un marcado ritmo circadiano, produciéndose el pico máximo de secreción durante la noche (aunque hay algunos pocos ejemplos de un incremento en la secreción durante el día). Este ritmo circadiano en la producción de melatonina proporciona al organismo una valiosa información sobre el momento del día y la época del año y, como resultado, este ciclo hormonal Œdirige? a otros ritmos circadianos así como a otros ciclos estacionales de reproducción.
Esta ritmicidad en la secreción de melatonina puede ser explicada por su relación con las neuronas del núcleo supraquiasmático. En los mamíferos, la enzima limitante de la síntesis de la melatonina (N-acetiltransferasa) está bajo el control de la noradrenalina liberada por los axones procedentes de las neuronas del ganglio cervical superior (un ganglio del sistema nervioso simpático). La acción de la noradrenalina sobre los pinealocitos de la epífisis resulta en un incremento en el AMPc que conduce a la inducción de la N-acetiltransferasa y síntesis de melatonina. Se cree que las neuronas de este ganglio están influenciadas, en última instancia, por las neuronas del núcleo supraquiasmático (NSQ en la figura 2). (Recordemos que el núcleo supraquiasmático recibía información directa de la retina, registrando así los cambios en los niveles de iluminación que le sirven para ajustar el reloj interno con el ciclo real de luz/oscuridad o día/noche. La mayoría de las fibras procedentes de la retina terminan, sin embargo, en otros grupos neuronales del encéfalo, como el tálamo dorsal y techo óptico, a partir de los cuales emergerá un conjunto complejo de conexiones hacia otras regiones encefálicas que serán responsables de la percepción visual y reflejos asociados a la vía óptica).
La melatonina es una hormona que tiene numerosas acciones. Además de las funciones relacionadas con la regulación de las variaciones estacionales y circadianas de otras hormonas y con la sincronización de muchos aspectos diferentes de la ritmicidad asociados al ciclo luz/oscuridad, la melatonina es, ante todo, un poderoso antioxidante, y actúa, por tanto, protegiendo a las células y los tejidos frente al daño causado por radicales reactivos. Además, comparado con otros antioxidantes como la vitamina E, el ácido ascórbico o el glutatión, la melatonina parece tener mayor eficacia protegiendo a las células frente al estrés oxidativo. La melatonina preserva macromoléculas como el DNA, proteínas o lípidos del daño oxidativo en numerosas condiciones experimentales dañinas para la célula. También tiene un efecto inhibiendo la síntesis de DNA (efecto antiproliferativo) en determinadas células tumorales Œin vitro?, y se ha demostrado que inhibe la muerte celular (apoptosis) en el timo.
¿Cuál es la relación entre la melatonina y el envejecimiento?. En la especie humana existen grandes variaciones en la producción de melatonina a lo largo de la vida (además de las variaciones diarias ya señaladas), siendo los niveles más altos en la infancia, declinando luego en la pubertad y, finalmente, disminuyendo considerablemente en la vida adulta.
Los experimentos con animales y con cultivos celulares sugieren que la melatonina puede tener efectos beneficiosos sobre ciertos aspectos del envejecimiento y enfermedades asociadas al mismo. De especial interés son los posibles efectos de la melatonina sobre el sistema nervioso central. Dada su alta lipofilidad (atraviesa fácilmente la barrera hematoencefálica) y su naturaleza no tóxica, la melatonina puede ser una molécula efectiva e importante en el sistema de defensa antioxidante en el cerebro. Actualmente se dedican numerosos esfuerzos para tratar de averiguar si, como ocurre en el timo, la melatonina podría inhibir la muerte celular que ocurre en enfermedades neurodegenerativas asociadas al envejecimiento tales como Alzheimer o Parkinson.
Si la disminución natural en la producción de melatonina asociada con la edad es o no responsable de algunos de los síntomas del envejecimiento está aún por demostrar, aunque se han notificado mejorías importantes en la calidad de vida de personas de edad avanzada, tras la administración exógena de esta hormona. En cualquier caso, se necesitan más datos experimentales para poder clarificar los posibles lugares y mecanismos de acción, así como estudios clínicos para identificar los posibles efectos secundarios que podría acarrear un tratamiento prolongado con melatonina, especialmente en ancianos y personas enfermas.
José Carlos Dávila es Profesor Titular de Biología Celular.

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RAQUEL BUZNEGO CUETO
MELATONINA ¿PANACEA DE NUESTRO SIGLO?

La melatonina en cápsulas hace furor en EE.UU y lo hizo aquí mientras se vendió; no salía de mi sorpresa cuando en un diario local venía la noticia: la melatonina se estaba vendiendo masivamente, para todo. De la noche a la mañana se retiró del mercado y las personas que con tanta ilusión la compraron en la tesitura de que era el final de todos sus males y, especialmente, del envejecimiento se quedaron a dos velas y estupefactos.
Comencé a interesarme en la cuestión y a leer todo lo que encontré sobre el tema. ¿Qué hay de cierto en sus poderes? Pues no lo sé, pero de todos es sabido que los laboratorios farmaceúticos iban a perder mucho dinero en ansiolíticos, antidepresivos, somníferos y otros productos.
Hace algo más de tres décadas los científicos descubrieron que la melatonina, liberada por la glándula pineal, era una hormona capaz de ayudar al organismo a regular sus funciones.
En el año 1991 el investigador de la glándula pineal, Pierpaoli, y un científico ruso, Vladimir Lesnikov, presentaron un experimento que ratificaba la idea de la influencia de la melatonina en el proceso de envejecimiento. Alimentaron a dos grupos de ratones y los criaron en idénticas condiciones, la diferencia estaba en que un grupo eran ratones viejos y el otro grupo ratones jóvenes. Anestesiaron a los ratones e intercambiaron la glándula pineal. Al cabo de unas semanas comenzaron a notarse los cambios, los ratones jóvenes mostraron síntomas que evidenciaron un envejecimiento acelerado y los ratones viejos, con glándula pineal joven, vivieron aproximadamente la mitad más que la duración normal de vida.
La glándula pineal es un órgano endocrino de origen neural que desempeña un papel esencial en el control y regulación de ritmos biológicos. Produce además de la melatonina otras sustancias, neurotransmisores cerebrales: serotonina, noradrenalina e histamina.
Por la noche la glándula pineal libera melatonina que produce relajación y dispone al organismo para un buen sueño; por el día la luz hace que cese la producción de melatonina. Este ciclo se ve alterado profundamente en las personas que se desplazan en avión a grandes distancias o que trabajan a turnos.
Según los investigadores de la melatonina, unas cápsulas de la misma servirán para regular los ciclos sueño-vigilia. No está aceptado por todos los estudiosos que esto sea así. Hay voces a favor y voces en contra.
En nuestro mercado no hay cápsulas de melatonina, el tiempo dará la última respuesta y sabremos quiénes tienen razón. Entretanto hay pautas de conducta propicias que influyen en la regulación de la liberación de melatonina. Son pautas saludables que a todos convienen. Examina algunas de ellas:
¿Sigue tu vida un programa ordenado y previsible? La luz y la oscuridad marcan la pauta general; el hombre, a fin de cuentas, durante la mayor parte de la historia se dedicó a trabajar por el día y a descansar por la noche. Es un ciclo natural, no lo alteres si no es absolutamente necesario.
¿Qué tiempo pasas al aire libre y al sol? Hay personas que pasan gran parte de su tiempo en espacios cerrados, de trabajo a un lugar cerrado y de ahí a casa. Nada tan poco saludable; hay que pasear, moverse y exponerse a la luz ambiental haya sol o esté nublado. La falta de exposición al sol puede producir depresión, insomnio, estrés, etc.
¿Cuántos medicamentos tomas? Cuantos menos mejor, algunos interfieren en la capacidad del organismo para producir melatonina.
¿Se hace notar tu organismo? ¿Crees que no acaba de adaptarse a tu estilo de vida? Cuando el organismo se manifiesta, escúchalo; algo no va bien, procede a algún cambio saludable, sin prisa pero sin pausa.
¿Sufres estrés? Sus efectos son devastadores, pero nadie quiere darle la importancia que tiene, al menos en las primeras manifestaciones. También el estrés incide en la tasa de producción de melatonina. Conviene detectarlo y atajarlo de lo contrario sus síntomas van cronificándose y minando el organismo. No lo desoigas.
La depresión. Hay numerosos tipos de depresión, algunas de las cuales tienen que ver con las horas de exposición a la luz solar: se trata de las depresiones estacionales. Se pueden tratar con fototerapia y con programas conductuales adecuados.
Todas estas pautas convienen a todos, se trata de un estilo de vida saludable que de forma natural contribuye a la regulación de la melatonina, todo lo que se pueda hacer para que nuestra calidad de vida sea mejor y para que nuestro organismo responda tal como se le demanda es una inversión.
La inversión más rentable que podemos y debemos hacer.

Para nada es una panacea la melatonina como algunos opinólogos intentan hacer creer, ni su merma en el parafernálico consumo es obra de alguna oscura maquinación de quienes en sus laboratorios producen antidepresivos, ansiolíticos, somníferos... La merma en su uso es por algo más simple: FALTA DE REALES y convincentes resultados con la sospecha de algún efecto negativo a corto plazo y por sobre todo a largo plazo. El organismo posee un mecanismo de regulación más allá de la imaginación, en el que las hormonas tienen un preciso balance de regulación con microdosis de autorregulación perfecta en el estado de salud. No es asunto de llegar y tomar una hormona, al hacerlo se rompe el equilibrio y se estimula el mecanismo de supresión de la misma si la microdosis precisa a ese organismo ha sido superada y ello daña en vez de favorecer. La Endocrinología es un arte médico que requiere de una alta especialización profesional más allá de comprar melatonina en un supermercado y tomarla como se hizo en EE.UU. sin los resultados favorables que la propaganda naturópata entisiasmada tanto pregonó. La mejor propaganda es la de boca a boca en la que un paciente realmente beneficiado lo comenta a otros, acá a lo más, muchos por efecto placebo por un tiempo se sintieron mejor, pero no por real acción de la melatonina ingerida...

En algunos de los escritos dejados en Mundo Mejor me correspondió señalar que la energía crística que entra al planeta iniciará una transmutación humana, la cual comenzará en la epífisis o glándula pineal y desde allí todo el organismo en un abrir y cerrar de ojos estará vibrando en un plano más sutil, el plano de la cuarta dimensión. El arte del buen pensar conlleva una activación de la glándula pineal y prepara el terreno para el cambio que habrá de suceder, pensar mejor es la mejor melatonina para el diario consumo y, para pensar mejor mejor recordaré un cuento de fantasía científica o ciencia ficción.

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Dr. Iván Seperiza Pasquali
Quilpué, Chile
septiembre 2004

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