347 b
TDAH -II-

Ritalín - Prozac - y TDAH -II-

Este título, como capítulo es parte del Intermedio en el escrito 348; AUTOSANACIÓN. Por su importancia cual complemento para el título anterior 347, lo enfatizo como unidad aparte en la sección drogas y drogadicción.
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Es lo más fácil del mundo
que un hombre se engañe a sí mismo.
Benjamín Franklin

Estamos tan acostumbrados a usar disfraz
delante de los demás que finalmente
no logramos reconocernos.
François de la Rochefoucauld

Miro los anaqueles de la biblioteca, busco y hay un libro de humilde aspecto que me saluda o, ¿me está llamando? Me sorprende que no lo tengo subrayado por ser ese mi método de lectura, quizá porque nada encontré para mi óptica que fuera destacable o porque, a pesar de los años, no lo he leído. Se trata de "La Nueva Humanidad de la Intuición" cuyo autor es Jinarajadasa (1877-1953), editado al finalizar el año 1945, en este libro me siento atraído por un capítulo: "Agentes de Dios: Los Niños". En él, Jinarajadasa expone una Enseñanza que me hizo recordar el anterior escrito 347, sobre  TDAH y Ritalín. La Guerra estaba recién terminada, la voz de alerta de Jinarajadasa podría ser escuchada por muchos. Hoy: ¿Qué sucedió con esta Enseñanza? ¿Quiénes lo escucharon? ¿Cuántos pueden hoy actuar sensibilizando a niños y jóvenes en lo ético-moral bajo la Luz del Amor? Él hace 64 años escribió:

Hay dinero para ejércitos y armadas, pero poco para beneficiar a la infancia; y, sin embargo. nadie ignora que como sea hoy el niño, serán mañana el Estado y la Nación. Si los niños crecen en la ignorancia y el abandono, no cabe duda que la política del futuro Estado será mezquina, antipática y grosera, pues los niños ignorantes y abandonados de hoy serán los estadistas de mañana.

En esta revolución ya iniciada, y que algún día se extenderá y dominará el mundo entero, sobresalen los nombres de tres insistentes precursores cuyo pensamiento dirige la gran revolución: Pestalozzi, Frobel y Montessori. Estos pedagogos tratan de la trina naturaleza física, emocional y mental del niño. Son insignes revolucionarios porque enfocaron su atención en el niño como alma, como ser psíquico y espiritual. 

Johann Heinrich Pestalozzi (1746-1827) amaba al niño, no lo consideraba como un problema pedagógico, sino una manifestación de Dios. Decía:

La enseñanza no es lo primordial en la educación. Lo primordial es el amor. Porque el amor es la eterna emanación de la Divinidad en nosotros. Es el punto céntrico de toda educación.

Frédéric Froebel (1782-1852) fue quien ideó los kindergarten, él postulaba que:

Para la felicidad del hombre y del ciudadano es necesario empezar por el niño.

La Dra. María Montessori (1870-1952) su primer axioma es que:

Cada niño posee ya su carácter y una conciencia dispuesta a funcionar con tal de que reciba el adecuado estímulo. He aquí la finalidad de la educación: Primeramente descubrir al niño y liberarlo. Cuando los niños hallan lo que les interesa, desaparece la indisciplina como por encanto, y cesa por completo la falta de atención mental.

Y así os revelo este grandioso misterio de la vida de hoy día: ¡Los Agentes de Dios: los Niños!

Al leer una parte de la Enseñanza de Jinarajadasa con las referencia que él destaca de Pestalozzi, Frobel y Montessori: Pienso en la actualidad en los millones de niños con variables problemas escolares por el desamor, como lo son falta de atención, rebeldía e inquietud por una enseñanza en la que se ha olvidado la importancia del niño en general y, en especial, de niños que son perceptivos y NORMALES quizá algo hiperactivos o faltos de atención en clase, que, por "error", son rotulados de TDAH y reciben la droga Ritalín. Además he recibido testimonios sobre ese escrito 347. Esto me lleva a complementarlo, en el Intermedio, cual solitaria VOZ DE ALERTA en el aullido del lobo estepario:

Un 1% a lo más de los niños necesita terapia para el TDAH (
Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad), necesario tratamiento por su especial patología genética con un sustrato cerebral. Un 10% a más del 20% del total de los niños, según la localidad y el país, por "inadecuado" diagnóstico reciben el Ritalín que al niño sano lo apaga y... ¿Hay AMOR docente en quienes tan a la ligera piden esa droga para sus alumnos? ¿Hay AMOR médico en quienes tan a la ligera lo prescriben? ¿Hay AMOR de hogar en quienes lo solicitan para así poder "soportar" a sus hijos sin preguntarse el por qué están inquietos? Entiendo que los tiempos que vivimos la norma es el desamor.
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El anterior escrito 347 fue motivado por una enfermedad infantil llamada TDAH o el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad y su terapia estrella el Ritalín. Sobre este mal hay un amplio abanico de opiniones que van desde el extremo de afirmar que no existe y solo representa un mega lucro... hasta el otro extremo que infla las cifras del 1% a más del 10 o 20% de los niños en, al parecer lo que sería un mega lucro. Luego de estudiar el tema mi posición se encuentra en el centro del abanico, señalo que el TDAH es real para un 1% a lo más de los niños y, en esta posición nace mi personal preocupación del por qué de 10 niños tratados 9 no son real TDAH ni necesitan Ritalín.

El Ritalín o 
metilfenidato actúa como anfetamina con efectos cerebrales similares y superiores a los de la cocaína. Esta droga, por ahora es necesaria para estos niños con TDAH. No olvidemos que por algo al Ritalín lo llaman:

La pastilla de la obediencia
La cocaína pediátrica
La heroína de los pobres

Es más, la Agencia Federal norteamericana encargada del control de las sustancias estupefacientes conocida como DEA (Drug Enforcement Administration) 
con agencias en todo el mundo, señala:

El Ritalin está clasificado como una droga de Cuadro II, es decir entre las drogas más peligrosas y adictivas que se pueden recetar legalmente. La DEA define así al metilfenidato o Ritalín:
El Metilfenidato es una sustancia que pertenece a la Lista II de Sustancias Controladas, tiene un alto potencial para el abuso y produce muchos de los mismos efectos que la cocaína o las anfetaminas. El abuso de esta sustancia ha sido documentado entre adictos a los narcóticos que disuelven las tabletas en agua y se inyectan la mezcla.
De las muchas sustancias psicoactivas prescritas a los niños y jóvenes en Estados Unidos sólo dos sustancias controladas son utilizadas ampliamente por los médicos americanos para tratar a los niños: el methylphenidate (normalmente conocido como Ritalin) y la anfetamina (principalmente Adderall y Dexedrine). Las dos son aceptadas y usadas en el tratamiento de ADHD o ADD (TDAH o TDA). Ambas sustancias son poderosos estimulantes que han estado en la Lista II del CSA desde 1971. La Lista II de la CSA contiene aquellas sustancias que tienen el riesgo de abuso potencial y perfil de dependencia más alto de todas las drogas que tienen utilidad médica.
En términos más simples los datos indican que ni animales ni humanos encuentran diferencia entre cocaína, anfetamina o metilfenidato cuando se administran de la misma manera a dosis comparables. Para abreviar, producen efectos que son prácticamente idénticos.  
La FDA ordenó finalmente cambios en el prospecto de los productos que contengan Metilfenidato [Ritalin], incluyendo Concerta, para advertir de que estas drogas pueden causar 'eventos psiquiátricos'. Estos se describen como 'alucinaciones visuales, ideas suicidas y conducta psicópata así como agresión o conducta violenta. Ritalin y algunos otros medicamentos han sido asociados con informes de alucinaciones y pensamientos suicidas.

Se dice que los niños con TDAH padecen de una disfunción neurológica con menor actividad en varias regiones cerebrales, como el giro cingular anterior, área relacionada con la capacidad de fijar la atención a un estímulo, la corteza prefrontal que se relaciona con el control de impulsos y la planificación de actividades, la corteza auditiva superior cuya disminución de actividad impide al niño entender lo general por parecerles el mundo como si estuviera fragmentado, en donde estímulo tras estímulo disputan su atención sin lograr centrarla, las drogas psico estimulantes dan a estos una conducta más controlada y equilibrada. Se sabe que existen alteraciones no sólo en las áreas cerebrales relacionadas con la atención y la concentración, sino también en regiones implicadas en la motivación, en concreto en el núcleo accumbens del cerebro mediopodría tratarse no sólo de un problema de atención, sino también de motivación. Se ha corroborado que el cerebro de los niños con TDAH es un 5% más pequeño que el de los niños de su misma edad.

En el TDAH la dopamina está bloqueada y por ello se les da un psico estimulante como el Ritalín, única forma de brindarles una vida útil. INSISTO y recalco, el problema surge con más del 90% de los niños en tratamiento y que no padecen de real TDAH.
Ellos reciben una droga similar a la cocaína que a la larga daña su cerebro bloqueando la mente. El mecanismo de acción de los fármacos eficaces para el TDAH actúan incrementando la disponibilidad de dopamina en el micro espacio intersináptico.


En resumen, la dopamina en el cuerpo estriado activa la llamada vía directa estriado-talámica, que facilita la iniciación del movimiento; en el núcleo accumbens contribuye a los aspectos motivacionales de una acción determinada; y en la corteza prefrontal participa en la toma de decisiones, inhibición de estímulos, memoria de trabajo y planificación de estrategias. Es del mayor interés entonces observar si los niños con TDAH muestren problemas en aquellas funciones moduladas por dopamina: problemas de atención y organización conductual, impulsividad, hiperkinesia y, a veces, problemas de coordinación motora que realmente sean propios del TDAH.
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Por su importancia para una mejor comprensión del tema no menor del TDAH que tiene bajo terapia con Ritalín a millones de niños que no lo necesitan, destaco este extenso y actualizado trabajo sobre Neuro Imaginología Cerebral moderna:


2005
Luis Guillermo Almeida Montes
ALTERACIONES ANATÓMICO-FUNCIONALES EN EL TRANSTORNO POR
DÉFICIT DE LA ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD
Salud Mental,
junio, año/vol. 28, número 003
Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente
Distrito Federal, México


Las nuevas tecnologías de imaginología cerebral han contribuido con información reciente sobre las anomalías en pacientes con diversos trastornos psiquiátricos. Ejemplos de estas tecnologías son la resonancia magnética (RM), la tomografía por emisión de positrones (PET), la tomografía por emisión de fotón único (SPECT) y la resonancia magnética funcional (RMf), entre otras. Enfermedades tales como trastornos por ansiedad, depresión, demencias, trastorno obsesivo compulsivo, esquizofrenia, enfermedad bipolar, trastornos del aprendizaje y trastorno por déficit de la atención con hiperactividad (TDAH), actualmente se conceptualizan como enfermedades que implican una interacción entre las anormalías en el funcionamiento cerebral y/o en la estructura neuroanatómica y las influencias ambientales.
Los estudios genéticos apoyan la hipótesis de que el TDAH tiene una base biológica, y la aplicación de las nuevas técnicas de imagenología cerebral ha permitido la identificación de los sustratos neuroanatómicos de esta patología. Inicialmente se propuso que existía una alteración en el funcionamiento de algunas estructuras entre las que se cuentan los circuitos frontales y límbicos de los pacientes con TDAH, la que se denominó “hipótesis fronto-límbica del TDAH". No obstante, los estudios realizados desde el punto de vista de diferentes disciplinas, tales como la neuropsicología, la neuroimagen y los estudios neuroquímicos, sugieren que aunque la “hipótesis fronto-límbica del TDAH" sea la correcta, la neurobiología de este padecimiento es aún más compleja. Dada la complejidad de los circuitos prefrontales, aún no ha quedado  claro sí las anomalías prefrontales del TDAH se deben a “lesiones" en la neocorteza prefrontal y/o en las estructuras subcorticales (por ejemplo, el cuerpo estriado, el tálamo, y los núcleos subtalámicos) que están interconectadas con esta. Por esta razón, es más apropiado referirnos a la alteración funcional del TDAH como a una alteración de las estructuras “fronto-subcorticales".
Con el advenimiento de la RM que permite una evaluación anatómica detallada y precisa, ésta se convirtió en la técnica de elección utilizada en poblaciones pediátricas.
La utilización de criterios diagnósticos válidos y confiables así como la inclusión de grupos controles, mejoró las deficiencias metodológicas observadas en los estudios realizados con TAC. Los estudios anatómicos con RM en poblaciones de sujetos con TDAH, han demostrado disminución del tamaño del cuerpo calloso, del globo pálido izquierdo, y del cerebelo, así como de la corteza frontal derecha y del volumen cerebral total, comparados con los controles sanos.
Las técnicas de imagenología funcional, que incluyen PET, SPECT y la RM, en general apoyan la hipótesis del mal funcionamiento de los circuitos neurales entre los lóbulos frontales, el cuerpo estriado y el cerebelo, en el mecanismo fisiopatológico del TDAH.
Los estudios con SPECT han demostrado la presencia de hipoperfusión de la corteza frontal, del núcleo caudado e hiperperfusión en las cortezas occipitales, auditivas primarias y sensoriales izquierdas en los sujetos con TDAH. Con la utilización de PET en adultos con TDAH, se visualiza una disminución del metabolismo en la corteza frontal. La RM con pruebas de activación cerebral, indica que los circuitos frontoestriatales funcionan de manera diferente en los sujetos con TDAH en comparación con los sujetos normales.
En conclusión: los estudios de imagenología cerebral y los estudios neuropsicológicos, sugieren el involucramiento del circuito fronto-estriatal derecho, además de la influencia moduladora del cerebelo, en la neurobiología patológica del TDAH.

Los trastornos del aprendizaje y el trastorno por déficit de la atención con hiperactividad (TDAH) actualmente se conceptualizan como enfermedades que implican una interacción entre las anomalías en el funcionamiento cerebral y/o en la estructura neuroanatómica y las influencias ambientales. En particular, los estudios familiares, tanto de gemelos como de casos de adopción, apoyan que el TDAH tiene una base biológica. En 1971, Satterfield y Dawson fueron de los primeros clínicos en proponer que los síntomas del TDAH se debían a un mal funcionamiento de los circuitos fronto-límbicos. Propusieron que el control cortical inhibitorio normal que se ejerce sobre el sistema límbico, es débil en estos pacientes. El éxito de la terapéutica con medicamentos estimulantes y de los estudios realizados en modelos animales que involucraron a las vías dopaminérgicas, contribuyeron a reforzar la “hipótesis fronto-límbica del TDAH". No obstante, los estudios realizados a partir de diferentes disciplinas, como la neuropsicología, la neuroimagen y los estudios neuroquímicos, sugieren que, aunque Satterfield y Dawson estaban parcialmente en lo correcto, la neurobiología del TDAH es más compleja de lo que ellos supusieron.
Un primer enfoque para estudiar las alteraciones funcionales en diversas patologías, en particular el TDAH, ha recurrido al uso de pruebas neuropsicológicas. Estas miden las características de las funciones cognoscitivas, la percepción y la conducta humana, las que han sido clínica o experimentalmente ligadas a funciones cerebrales específicas.
Estas pruebas son útiles para desarrollar hipótesis acerca de la relación entre el cerebro y la conducta. De  esta manera, dichas pruebas proponen una hipótesis que puede someterse a escrutinio mediante estudios que miden de forma más directa la estructura y la función cerebral.
Los estudios en que se ha utilizado la prueba que mide esta función, han detectado deterioro en el test de desempeño continuo (CPT, por sus siglas en inglés: Continous Perform Test) en niños con TDAH (15). Estos niños también muestran un pobre desempeño en las pruebas que requieren inhibición de las respuestas motoras, organización de la información cognoscitiva, planeación, solución de problemas complejos, aprendizaje y recuerdo del material verbal. Algunos ejemplos de las pruebas que son comúnmente utilizadas y citadas en la bibliografía internacional para medir estas funciones cognoscitivas son las siguientes: Stroop test y Wisconsin Card Sorting Test, el factor de distractibilidad obtenido de la prueba de inteligencia de Weschler, la prueba de la figura de Rey-Osterrieth y la prueba de inteligencia verbal de California. Algunos estudios sugieren que estas alteraciones no se deben a la comorbilidad psiquiátrica que comúnmente acompaña al TDAH y que los problemas neuropsicológicos continúan, a lo largo de la adolescencia, hasta la edad adulta. Más aún, tener una historia familiar positiva de TDAH predice que el déficit neuropsicológico es más severo, lo que sugiere la existencia de un subtipo de TDAH que se caracteriza por antecedentes familiares heredados y por la presencia de deterioro neuropsicológico importante. Probablemente estos pacientes representan un tipo de TDAH que está más ligado a una etiología biológica.
A pesar de que no todos los estudios neuropsicológicos realizados en pacientes con TDAH han arrojado los mismos resultados y de que existen incongruencias entre ellos, es notable que la tendencia de las altercaciones encontradas se asemeja mucho al perfil neuropsicológico de los pacientes que padecen daño en el lóbulo frontal. De esta manera, los estudios neuropsicológicos apoyan la hipótesis de que la neocorteza frontal o sus aferencias, no funcionan de manera normal, por lo menos en un subgrupo de pacientes con TDAH.
Dada la complejidad de los circuitos prefrontales, unida a las limitaciones de la inferencia derivada de las pruebas neuropsicológicas, aún no ha quedado claro si las anormalidades prefrontales del TDAH se deben a lesiones en la neocorteza prefrontal, y/o en las áreas subcorticales (por ejemplo, estriado, tálamo y núcleos subtalámicos) que están interconectadas con ésta. Por tal razón, es más apropiado referirnos a la alteración funcional del TDAH como una alteración frontosubcortical.
Es muy probable que diversos circuitos de las áreas cerebrales interconectadas entre sí estén involucrados en el deterioro ejecutivo y de la atención en los pacientes con TDAH. La corteza del cíngulo juega un papel en los aspectos motivacionales de la atención, así como en la selección y la inhibición de la respuesta conductual. Un sistema que involucra a las cortezas prefrontal y parietal se activa durante la atención sostenida y dirigida a un estímulo específico. El lóbulo parietal inferior y las circunvoluciones de la neocorteza temporal son áreas de convergencia sensorial multimodal, responsables de la representación del espacio extrapersonal, la cual desempeña un papel importante en la selección y focalización de un estímulo específico. El sistema activador reticular ascendente, localizado en el tallo cerebral, y los núcleos reticulares talámicos, regulan el tono de la atención y filtran la interferencia sensorial respectivamente. Las variaciones en la memoria de trabajo implican una alteración de circuitos, que incluyen la región hipocámpica anterior, los núcleos talámicos.

ESTUDIOS EN EL TDAH CON TÉCNICAS DE IMAGEN CEREBRAL QUE EVALÚAN LA ESTRUCTURA CEREBRAL
Con el advenimiento de la RM, que carece de la emisión de radiaciones ionizantes, lo que la hace segura y posibilita su aplicación en ocasiones sucesivas a un mismo sujeto, aunada a su capacidad de permitir una evaluación anatómica detallada y precisa, fue la técnica de elección utilizada en poblaciones pediátricas en la década de los noventa y permitió la exploración de la maduración cerebral a través del tiempo. Desafortunadamente, se publicaron pocos estudios en muestras mayores a veinte sujetos por grupo, lo que resta poder estadístico a la mayoría de los estudios publicados; sin embargo, la utilización de criterios diagnósticos válidos y confiables, así como la inclusión de grupos de control, enmendó las deficiencias metodológicas observadas en los estudios realizados con TAC. En resumen, los estudios anatómicos realizados con RMN, en poblaciones de sujetos con TDAH, han demostrado disminución del tamaño del cuerpo calloso, de los núcleos basales, particularmente el globo pálido izquierdo, y del cerebelo, así como de la corteza frontal derecha y del volumen cerebral total en comparación con los controles sanos.

ESTUDIOS ANATÓMICOS REGIONALES DE IMAGEN EN EL TDAH
Volumen cerebral total
Aunque el tamaño total del cerebro humano alcanza a la edad de seis años de noventa a noventa y cinco por ciento del tamaño de un cerebro adulto, algunos de sus componentes continúan presentando cambios dinámicos a lo largo de la infancia y la adolescencia. El volumen de la substancia blanca se incrementa linealmente de acuerdo con la edad, lo que refleja el incremento en la mielinización y el volumen de la materia gris se incrementa hasta la adolescencia temprana y media, antes de disminuir en la adolescencia tardía, presumiblemente debido al proceso de poda sináptica. El tamaño cerebral es muy variable y depende de la edad, del género, la talla y el peso corporal. El tamaño total cerebral en los sujetos con TDAH es aproximadamente cinco por ciento más pequeño que en los controles comparados con sus pares por edad y género. No obstante, en el análisis regional de las anomalías cerebrales se deben controlar estadísticamente diversas variables que influyen en el volumen cerebral total, por medio del uso del análisis de covarianza (ANCOVA); desafortunadamente, en la mayoría de los estudios publicados no se ha realizado el análisis estadístico adecuado.

Cuerpo calloso
El cuerpo calloso consiste en aproximadamente doscientos millones de fibras, en su mayoría mielinizadas, que conectan áreas homólogas de los hemisferios cerebrales. A pesar de que la mayoría de los estudios han documentado que el área total del cuerpo calloso no es diferente entre controles y sujetos con TDAH, sí han demostrado que las regiones anteriores e inferiores de esta comisura son más pequeñas en los pacientes con TDAH. Prueba de ello es el estudio realizado por Castellanos y sus colaboradores en 1996, quienes documentaron que el promedio del área del rostrum, en cincuenta niños con TDAH, era de 25.5 milímetros cuadrados(d.e.± 10.3) versus 30.0 (d.e. ±12.1) de los controles sanos (t = 1.98; gl = 98, p = 0.05).

Area prefrontal
Normalmente, el área frontal derecha es un poco mayor que la izquierda. Diversos estudios han documentado concordantemente una disminución de esta asimetría normal en los sujetos con TDAH. En el único estudio publicado hasta la fecha, en el cual se realizó un análisis separado de las substancias gris y blanca cerebrales, se encontró que la materia blanca anterior, al igual que la materia gris, está reducida en pacientes con TDAH.

Núcleo caudado
El núcleo caudado y sus circuitos asociados han sido implicados en la fisiopatología del TDAH. Se han documentado anomalías en el volumen del núcleo caudado, así como en la asimetría normal de esta estructura bilateral. Los estudios difieren entre sí en cuanto al volumen del núcleo caudado y también respecto a cuál de los dos núcleos caudados es el más grande. Estas incongruencias pueden ser el resultado de las diferencias metodológicas utilizadas y de la comorbilidad de las muestras estudiadas.

Putamen y globo pálido
Pocos estudios han documentado anormalidades en el putamen de pacientes con TDAH. Sin embargo, los estudios publicados a la fecha han incluido muestras pequeñas, por lo que es difícil descartar un error tipo II. Sin embargo, Bradley S. y sus colaboradores, publicaron en el 2.000 un estudio que relacionó el tamaño del putamen y el globo pálido con los títulos de anticuerpos antiestreptocóccicos en pacientes con tics, trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y TDAH. Este estudio demostró que el nivel de anticuerpos se correlacionó positivamente con el volumen del putamen izquierdo medido en milímetros cúbicos. Por otro lado, al menos dos estudios han encontrado que esta región ha resultado significativamente reducida de tamaño en pacientes con TDAH.

Cerebelo
Es particularmente interesante observar que el cerebelo recibe proyecciones dopaminérgicas desde el área tegmental ventral del mesencéfalo y que los lóbulos posteroinferiores del vermis cerebeloso poseen la más alta concentración de transportadores de dopamina. Adicionalmente, existen conexiones entre el cerebelo y diversas áreas corticales, incluyendo la corteza prefrontal y los núcleos basales, a través del puente, los núcleos dentados y el tálamo. El vermis, por conducto de sus proyecciones fastigiales hacia el área tegmental ventral yellocus coeruleus, ejerce efectos poderosos sobre el recambio de dopamina y noradrenalina en el núcleo caudado y el núcleo accumbens. Existe suficiente evidencia de que el vermis cerebeloso puede estar involucrado tanto en la fisiopatología como en la respuesta al tratamiento en sujetos con TDAH. El cerebelo es el responsable de cierto procesamiento cognoscitivo con independencia de la función motora. El núcleo dentado recibe información del área 46 de Brodman (corteza frontal), la cual está implicada en el proceso de la memoria activa; también participa en la evaluación consciente de la información sensitiva. Por lo tanto, el núcleo dentado parece ser particularmente importante en la adquisición y el procesamiento de la información sensitiva para las tareas que requieren juicios temporales y espaciales complejos, que son esenciales para la programación de acciones motoras complejas y de secuencias de movimientos. En pacientes con TDAH podemos encontrar alteraciones de estas funciones. Por otro lado, el cerebelo está implicado en el aprendizaje motor. Las fibras trepadoras debilitan la sinapsis entre la fibra paralela y la célula de Purkinje, en un proceso denominado “depresión a largo plazo". La modificación de la intensidad de ciertas sinapsis entre las fibras paralelas y las células de Purkinje, da por resultado una adecuada programación de los movimientos del ojo, o de los miembros. Durante un movimiento, las fibras trepadoras proporcionan una señal de error, lo cual deprime a las fibras paralelas que están activas y permite la formación de movimientos correctos y sin ningún error. Con movimientos sucesivos, los efectos de la información de la fibra paralela, asociados a una orden central defectuosa, se suprimirían progresivamente, y con el tiempo surgiría un patrón de actividad más apropiado. De acuerdo con esta idea, las fibras trepadoras detectan diferencias entre la información sensitiva esperada y la real, en vez sencillamente de supervisar la información aferente. Esta es la base del aprendizaje motor. Es probable que los pacientes con TDAH tengan dificultades  en este tipo de aprendizaje motor, lo que los lleva a tener problemas en el control y la eficacia de su conducta motora.
Castellanos y sus colaboradores, en 1996, documentaron los resultados de un estudio cuantitativo en ciento doce sujetos con TDAH, y encontraron que los volúmenes de los hemisferios cerebelosos fueron significativamente menores en niños con TDAH. En esta misma muestra de pacientes, tras su seguimiento, se detectó que el vermis cerebeloso en total, particularmente los lóbulos postero-inferiores (VIII a X), fue menor en sujetos con TDAH. Esto apoya la hipótesis de que una anomalía en el circuito cerebelo-tálamo-prefrontal puede dar cuenta de las alteraciones en el control motor, en la inhibición de la conducta, y de las alteraciones en las funciones ejecutivas comúnmente observadas en el TDAH. Por otro lado, Anderson y sus colaboradores, en el año 2002, con la técnica de reflexometría (la cual es un procedimiento de RMf desarrollado para evaluar los cambios en el estado estable del flujo sanguíneo en diferentes áreas del encéfalo y que mide el volumen sanguíneo directamente), probaron los efectos de tres dosis diferentes de metilfenidato y midieron el volumen sanguíneo en el vermis de nueve niños con TDAH y de seis niños sanos. Los autores encontraron que las dosis moderadas y altas de metilfenidato incrementaron 5.1 por ciento el tiempo de relajación en el vermis de los niños con TDAH e hiperactividad, y 3.9 por ciento en los niños con TDA sin hiperactividad. La magnitud del efecto en los niños con TDAH hiperactivos fue de 2.13 (IC 95% = 0.82-3.44). Los autores concluyeron que el vermis desempeña un papel en la fisiopatología del TDAH.

ESTUDIOS EN EL TDAH CON TÉCNICAS DE IMAGEN CEREBRAL QUE EVALÚAN LA PERFUSIÓN SANGUÍNEA Y EL METABOLISMO CEREBRAL

La tomografía por emisión de positrones (PET)
Con la utilización de PET en adultos con TDAH, se ha demostrado una disminución del metabolismo en la corteza frontal. Sin embargo, los hallazgos han sido incongruentes entre los diferentes estudios, por lo que estos informes deben interpretarse con precaución. Las dificultades éticas para obtener el consentimiento informado en niños normales (grupo control), la escasez de estudios, la utilización de muestras pequeñas y la utilización de metodologías diferentes, dan cuenta de estas incongruencias; por lo tanto, hacen falta más estudios con metodología uniforme y adecuada para confirmar o refutar los hallazgos reportados hasta la fecha.

La resonancia magnética funcional
Al analizar estos estudios, se infiere que los circuitos frontoestriatales funcionan de manera diferente en los sujetos con TDAH que en sujetos normales, lo que concuerda con la mayoría de los estudios de imagen estructural y funcional publicados hasta ahora. Sin  embargo, los resultados deben tomarse con precaución, dadas las diferencias metodológicas utilizadas en los escasos estudios publicados y el reducido tamaño de las muestras utilizadas. La principal limitación de la exploración con RMf en los pacientes con TDAH es su sensibilidad extrema aun ante los mínimos movimientos del paciente durante el estudio; por ello se puede explicar en parte la escasez de estudios con esta técnica. Por ello, Vaidya y sus colaboradores, en 1998, utilizaron una barra que debían morder los pacientes para evitar el movimiento, y Rubia, en 1999, incluyó sólo adolescentes que pudieran mantenerse quietos durante el estudio. Dignos de comentarse son los resultados obtenidos, en 1999, en adultos con TDAH, por Bush y sus colaboradores, utilizando la prueba Counting Stroop: la activación del cíngulo anterior se observó únicamente en los controles sanos. En contraste, los sujetos enfermos activaron el giro frontal derecho y el inferior izquierdo, las ínsulas derecha e izquierda, el putamen, el tálamo derecho y el pulvinar izquierdo. Sin embargo, la falta de activación del cíngulo izquierdo no puede atribuirse exclusivamente a una falla de los sistemas neurales en el TDAH; puede haber otras variables que pudieron influir en los resultados y que deben tomarse en cuenta. Por ejemplo, las diferencias en el volumen del cíngulo que notaron los propios autores. De esta manera, la ausencia de activación podría reflejar únicamente variaciones anatómicas normales, más que una alteración en el TDAH, por lo cual se requieren más estudios con esta tecnología, muestras más grandes de pacientes y el control de diversas variables, para evitar confusión. Sin embargo, en este estudio se encontraron alteraciones en el pulvinar talámico, y hoy sabemos que esta estructura forma una serie de conexiones con la corteza parietal inferior, las áreas sensoriales primarias, la corteza parietal posterior y los colículos superiores, sentando así las bases de la atención. Verdaderamente hacen falta más estudios que analicen los circuitos cerebrales formados por estas estructuras en los pacientes con TDAH, particularmente en aquellos con predominio de desatención y sin hiperactividad/impulsividad.
Los estudios funcionales concuerdan con los estudios estructurales, dado que ambos implican al sistema fronto-subcortical en la fisiopatología del TDAH.
Notablemente, los circuitos fronto-subcorticales que controlan la actividad motora y la atención son ricos en catecolaminas, las cuales han sido implicadas en el TDAH, dado el mecanismo de acción de los estimulantes. Los estudios preclínicos muestran que los estimulantes bloquean la recaptura de dopamina y norepinefrina en la neurona presináptica e incrementan la liberación de estas monoaminas en el espacio extraneuronal. Estudios realizados en ratas, en los que se utilizó una sustancia llamada 6-hidroxidopamina que daña las vías dopaminérgicas, provocaron hiperactividad en estos animales, lo que constituye un  modelo animal de TDAH. Un modelo plausible que explica el efecto de los estimulantes sobre la sintomatología del TDAH, es que las vías dopaminérgicas/noradrenérgicas incrementan el control inhibitorio de la corteza frontal sobre las estructuras subcorticales. Los estudios hechos en seres humanos sobre la hipótesis de las catecolaminas del TDAH, que se han centrado en la medición de los metabolitos de las catecolaminas en el suero y en el líquido cerebroespinal, han arrojado resultados incongruentes. A pesar de esto, el consenso es que una alteración en el funcionamiento de las catecolaminas desempeña un papel en la fisiopatología del TDAH. La PET ofrece la ventaja de evaluar la neuroquímica del sistema nervioso central in vivo. Por ejemplo, en 1998 Ernst M. y colaboradores utilizaron la [Fluorine-18] fluordopa [18F] F-DOPA para marcar las terminales catecolaminérgicas en diecisiete adultos con TDAH no medicados. Los autores encontraron que la recaptura de [18F] F-DOPA se hallaba significativamente disminuida en la corteza prefrontal medial izquierda de los sujetos con TDAH. En contraste, el mismo grupo de investigadores en 1999, por medio de un estudio realizado en adolescentes, encontró que la recaptura de [18F] F-DOPA se elevó significativamente en el mesencéfalo (p=0.04, comparaciones múltiples no corregidas). Estos hallazgos apoyan la participación del sistema catecolaminérgico en la fisiopatología del TDAH.
Dougherty D. y su equipo, en 1999, utilizaron el ligando al transportador de dopamina que es altamente selectivo y cuyo nombre es [123]-I-Altropano, en seis adultos con TDAH, comparándolos con treinta sujetos sanos. El principal hallazgo fue que el potencial de unión del estriado (BiMax/Kd), comparado con los controles, se elevó en por lo menos dos desviaciones estándar en los seis sujetos con TDAH. Esto nos hace preguntarnos: ¿El incremento en el número de receptores a dopamina en el estriado está relacionado con la etiología del TDAH, o estos hallazgos reflejan sencilla mente intentos compensatorios del cerebro para regular el tono dopaminérgico estriatal; o simplemente representan los efectos de la exposición previa a los estimulantes. Estas preguntas esperan hallar respuesta en futuras investigaciones.

CONCLUSIÓN
Tomados en conjunto, los estudios de imagenología cerebral y los neuropsicológicos, sugieren la participación del circuito fronto-estriatal derecho, más la influencia moduladora del cerebelo, en la neurobiología patológica del TDAH. El circuito córtico-estriatal-talámico selecciona, inicia y ejecuta respuestas cognoscitivas y motoras complejas y los circuitos cerebelosos aportan la guía para estas funciones. Las implicaciones teóricas de los hallazgos anatómicos actuales en pacientes con TDAH son sólo tentativas. Se necesita la reproducción de estos hallazgos por otros grupos independientes de investigadores y la cuantificación de las subdivisiones cerebrales en forma más fina y detallada. El escaso poder estadístico encontrado en la mayoría de los estudios es un problema considerable, dada la alta variabilidad de las medidas cerebrales anatómicas. Por otro lado, en ninguno de los estudios se ha controlado el efecto de la exposición previa a medicamentos. Además, no se han estudiado de manera sistemática otros circuitos cerebrales implicados en la fisiología normal de la atención, como los formados por el pulvinar talámico, la corteza parietal inferior, las áreas sensoriales primarias, la corteza parietal postero-inferior y los colículos superiores. Sin embargo, los estudios de imagenología estructural y funcional serán en el futuro una herramienta clave para el entendimiento de los sustratos anatómicos del TDAH, parcialmente conocidos en la actualidad.
http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/html/582/58232801/58232801.html
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El TDAH es real y tiene una base anatómica cerebral ya demostrada, indesmentible y, que con el adelanto de la moderna tecnología, dará más luz sobre esta congénita enfermedad ayudando a su vez, así lo espero, a encontrar terapias estimulantes menos controversiales, para algunos peligrosas y cuestionadas.. Para estos casos, no más del 1%, ahora la terapia con Ritalín es útil y necesaria al actuar sobre la dopamina que estos niños tienen bloqueada en el cerebro, el Ritalín actúa aumentando la disponibilidad de dopamina...

Lo que intento destacar es el por qué si el real TDAH no supera al 1% de los niños, el 90 o más por ciento de los que están bajo tratamiento no lo necesitan...
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El Rabino Leib Kelemen, experto en crianza de niños suele señalar que él no está en completo desacuerdo con el Ritalin, pero si está en contra de utilizarlo sin intentar otras soluciones primero, como la dieta e incrementar las horas de sueño. Hay argumentos espirituales:
  1. El Ritalin en verdad funciona y su hijo probablemente llegará a la cima de la clase, pero será por siempre privado de la lucha por ser exitoso y el crecimiento personal que esta lucha produce.
  2. Los niños se sienten como un fracaso únicamente cuando sus padres los hacen sentir así. Si redefinieran el éxito de su hijo en términos de sus maravillosas cualidades en vez de sus calificaciones en la escuela, estarían dándole a su hijo una escalera que el podría subir exitosamente.
  3. La grandeza verdadera es estimada por la lucha y el esfuerzo. Nadie gana admiración por llegar al Monte Everest en un helicóptero. ¿Por qué? Porque el punto no es estar en la cima, sino llegar a la cima. El hombre que tiene el record Guinness por ser el más alto del mundo es una curiosidad; el hombre que tiene el record mundial de salto con garrocha es un campeón.
  4. El reemplazo de la educación a manos de las drogas es incluso más peligroso espiritualmente que físicamente. La facultad humana de ejercitar nuestro libre albedrío se desarrolla cada vez que una persona elige entre el bien o el mal. Un niño de seis años empleando su auto control al sentarse en clase durante cinco minutos, es mucho más valioso que todo un día de atención inducida por drogas.
  5. Es reconocido por todos que para los niños es difícil estar sentados y quietos. Nuestros sabios afirman: "La recompensa es de acuerdo al esfuerzo". Y ¿Cuál es la recompensa por el esfuerzo de los niños en controlar su inclinación por andar revoloteando? Ellos aprenderán que son capaces de elegir el auto-control, y cuando sean  adolescentes tentados por las drogas y luego un adultos tentados por robar de la corporación en la que trabajan, ellos sabrán que están en control de sus decisiones. Es por esto que ellos, como todos nosotros, estamos en este mundo.
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Recuerdo que más una vez en mi consulta cuando algún padre se manifiesta molesto porque su hijo tiene tal patología, le digo: Es FALLA DE FÁBRICA y mi dedo lo apunta, agrego: La fábrica debe hacerse responsable del producto... Lo enfatizo para que esos padres sean humanamente más comprensivos con debilidades genéticas de sus hijos, ya sea por una miopía, dislexia, déficit de atención, hiperactividad... Y, en especial, con ello motivar al niño para que mejore su autoestima y hacerle entender, por último, que DIOS igual LO AMA...

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La dopamina esta fuertemente asociada con los mecanismos de recompensa en el cerebro. Las drogas como la cocaína, el opio, la heroína, el alcohol, el Ritalín... promueven la liberación de dopamina. En lo que se conoce como tolerancia: cada vez se requiere una mayor cantidad de droga para obtener los mismos efectos. Lo que ocurre es que el cerebro se acostumbra a cantidades de dopamina anormalmente altas. Entonces, cuando el usuario deja de consumir, la cantidad de dopamina resulta escasa, por lo que el individuo se ve obligado a seguir consumiendo: DROGADICCIÓN...

El Ritalín puede causar adicción tipo cocaína al agotarse las reservas de dopamina, noradrenalina y serotonina y sus efectos serían similares al de la cocaína para lograr mas dopamina cerebral. 
La cocaína es una droga adictiva por su cualidad para impedir la reabsorción de la dopamina por las células nerviosas. El cerebro emite más dopamina como parte de su sistema de gratificación, lo que está directa o indirectamente involucrada en las propiedades adictivas de las principales drogas. Otro efecto de la cocaína es el desarrollo de tolerancia con el uso habitual: no se obtiene el mismo efecto con la misma dosis al cabo de un tiempo. Existe una peligrosa interacción entre la cocaína y el alcohol cuando se consumen de forma conjunta. El organismo las convierte en etileno de cocaína, cuyo efecto en el cerebro es más duradero y más tóxico que si se usan por separado, provocando una mayor pérdida de funciones cerebrales. Los trastornos que sobre la actividad cerebral causa la cocaína se deben, en su mayor parte, a su acción sobre la dopamina, pero también, aunque en menor grado, por su efecto sobre la norepinefrina o la serotonina. La cocaína a la larga afecta la estructura de la corteza cerebral. El metilfenidato o Ritalín actúa sobre los terminales de las neuronas demorando la absorción de la dopamina mejorando con ello en el TDAH las fallas en la concentración.

¿Cuál ya será el variable daño de la unión cerebro-mente en neuronas cuánticas de quienes ahora son niños, o fueron niños que no debieron ser tratados y hoy van por la senda de jóvenes y adultos? La mayoría no capta la diferencia de quien, pudiendo ahora ser LIBRE pasó a ser parte del condicionado gran conjunto hombre-masa......


ANEXO electrónico
Sobre el 347
Desde México

Hermano Iván:

Me ha llegado tu escrito exactamente a tiempo para pasárselo a una amiga, ya que su hijo estaba empezando un tratamiento con uno de los medicamentos mencionados en tu escrito. Mi amiga ha leído tu escrito y prácticamente se ha quedado fría, ya que estás describiendo exactamente el diagnóstico de su hijo, pero además como siempre en tus escritos, tus comentarios, siempre fundamentados y siempre actuales.
No cabe duda como me dice otra amiga la Planificación Divina siempre en acción.
Iván, por favor, no dejes de escribir, que siempre tus escritos nos enriquecen, y nos ayudan en nuestro diario caminar. Alguna vez te comenté como llegué por "Casualidad" a tu sitio y a partir de ahí no dejo de leer y releer tus escritos, y de recomendar tu sitio, a otras personas, aunque yo quisiera recomendarlo a todos, que todos leyeran tus escritos, pero tú sabes, la información no es para todos, la información llega cuando corresponde en el tiempo y en el momento exactos, no antes, no después.
Hoy doy gracias por haberte encontrado en mi camino, me ha servido, me sigue sirviendo mucho, sigo encontrando respuestas a muchas de mis interrogantes, y me ha incentivado en mis estudios, en mis cursos y en el encuentro con mi Ser.

Hermano Iván, la Luz te acompaña siempre, no dejes de escribir.
Un saludo y un abrazo fraternal desde Guadalajara en México.
M. T.
Este correo, sobre la base del anterior escrito 347, es una muestra del por qué usé en el presente escrito 348 un INTERMEDIO, lo hice para reforzar el TDAH y su terapia Ritalín... en lo que son menos de lo que suponen los niños afectados y muchos más de los que debieran los que reciben por error tratamiento.

08 - 04 - 2013

Comprensión o medicación: ¿cuál es el mejor tratamiento para los preescolares hiperactivos?
NUEVA YORK.-
Los padres de preescolares en riesgo de desarrollar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) deberían probar primero con el entrenamiento conductual antes de acceder a que se medique a sus hijos.
Un equipo halló que los fármacos mejoraban las conductas de los niños pequeños, pero que les elevaban las posibilidades de padecer trastornos del ánimo y de crecimiento.
En cambio, el entrenamiento de los padres para comprender las necesidades de sus hijos logró lo mismo sin efectos secundarios.
"El entrenamiento también ayuda a los padres a sentirse más confiados", dijo la doctora Alison Charach, autora principal del estudio del Hospital para Niños Enfermos de Toronto.
A los niños con TDAH les cuesta prestar atención, son olvidadizos y se distraen fácilmente hasta el punto de tener problemas en la escuela, el hogar y con sus amigos.
Un análisis reciente que realizó el diario "The New York Times" de las cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su sigla en inglés) mostró que al 11 por ciento de los escolares estadounidenses se les diagnosticó el TDAH.
Aunque es difícil diagnosticarlo en los menores de 6 años, Charach consideró importante empezar a orientar a los niños con conductas disruptivas, incluido el TDAH.
"Intervenir inmediatamente a esa edad, mejora la perspectiva de los niños en la niñez y la adolescencia", dijo la especialista. Pero, en la revista "Pediatrics", el equipo de Charach publica que falta información sobre la efectividad del entrenamiento conductual versus el fármaco más usado, el metilfenidato (Ritalina).
Los autores analizaron 55 estudios publicados entre 1980 y 2011 sobre distintos tratamientos en preescolares con riesgo de padecer TDAH. Identificaron ocho estudios "buenos" sobre el entrenamiento conductual, que consta de 10-12 sesiones para los padres.
"Lo más importante es ayudarlos a comprender a sus hijos y leer sus necesidades", dijo la autora. Un solo estudio había evaluado el uso de Ritalina en preescolares y había identificado una mejoría conductual similar, pero con riesgo de efectos adversos, como irritabilidad y retraso del crecimiento.
"Los niños a esa edad son más sensibles a los efectos secundarios de la Ritalina", indicó Charach. Aunque fue difícil comparar la efectividad del entrenamiento conductual y la Ritalina, el equipo llegó a la conclusión de que existen más pruebas de que el entrenamiento es efectivo en edad preescolar.
Thomas Power, director del Centro para el Manejo del TDAH del Hospital de Niños de Filadelfia, dijo que hay muchos casos en los que las sesiones no dan resultado y hay que optar por los fármacos.
Pero, en general, Power, que no participó del estudio, coincidió con los resultados. "Con el TDAH y los trastornos asociados en edad preescolar y el jardín de infancia, conviene comenzar con el entrenamiento conductual", indicó. Charach recordó que estudios previos habían demostrado que los padres deben completar el entrenamiento.
"Si asisten sólo a la mitad de las sesiones, no obtienen demasiado beneficio", aclaró.
El doctor William Barbaresi, del Hospital de Niños de Boston, señaló también la dificultad para encontrar sitios donde ofrezcan esas sesiones. La Asociación Estadounidense de Pediatría recomienda que los médicos evalúen a los niños entre los 4 y 18 años si tienen problemas de rendimiento escolar o trastornos conductuales y aconseja utilizar la terapia conductual en niños de 4 y 5 años, y los medicamentos con aprobación de la FDA a partir de los 6.
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_135611.html


El fraude de los niños hiperactivos, con déficit de atención, de su tratamiento con psicoestimulantes y su alternativa
MARCELA ÇALDUMBIDE
Una enfermedad inventada
Cinco millones de jóvenes norteamericanos son diagnosticados con el DHDA (desorden de hiperactividad/ Déficit de Atención).
Según Francisco Montañés "Uno de cada 20 niños sufre hiperactividad en España."
El déficit de atención y la hiperactividad son enfermedades inventadas, como afirma el renombrado neurólogo pediátrico, el Dr. Fred Baughman Jr. "Son una ilusión, una maquinación y una decepción".
Para entender esto hay que comprender cómo la definición del síndrome ha cambiado con el tiempo y cuales son los criterios diagnósticos actuales.
El ADHD (TDAH) fue identificado por primera vez como un desorden específico en 1902. En ese año, George Still describió 43 niños que presentaban agresividad, rebeldía, desórdenes emocionales, atención continua limitada y mala conducta respecto a atenerse a normas.
Desde la década de 1930 hasta los años 50, se usaba el término "daño cerebral mínimo" para describir el síndrome, aun cuando no había evidencias de daño cerebral en la mayoría de los niños calificados de esta manera.
A finales de los años 50, la hiperactividad comenzó a dominar la descripción del síndrome y se cambió el nombre oficial a "reacción hipercinética de la infancia" o "hipercinesis".
El uso de drogas estimulantes como el Ritalín (en España Rubifen Y Concerta) y las anfetaminas para tratar el ADHD comenzó en los años 60. (Algunas drogas que actúan como estimulantes o "aceleradores" en la mayoría de los adultos pueden tener un efecto calmante en los niños e incluso en algunos adultos).
En los años 70, los investigadores consideraron la falta de atención como algo central del síndrome, y se conoció oficialmente como "déficit de la atención" o ADD (por sus siglas en inglés).
En las décadas de los 80 y 90 se resaltó la combinación del déficit de la atención y la hiperactividad; de ahí el nombre actual: "síndrome de inatención e hiperactividad" (ADHD, por sus siglas en inglés).
Separando los palos de la portería en la biblia de los psiquiatras pastilleros
El diagnóstico de ADHD, fue introducido en la segunda edición de la biblia de los psiquiatras pastilleros (DSM) en 1968 con la etiqueta de ‘reacción hiperquinética de los niños'.
En posteriores ediciones 12 años después los palos de la portería diagnóstica se separaron añadiendo mas síntomas con el resultado lógico de que los futuros clientes se ampliaron (DSM-III). El diagnóstico se denominó ‘attention-deficit disorder' (ADD) con dos subgrupos.
Cuando salió el  DSM-IV en 1994, el ADD se convirtió en ADHD, y se clasificaron tres subtipos con más síntomas.
Luego en el DSM-IV-TR, la lista de síntomas que permitían diagnosticar el ADHD se volvió a ampliar espectacularmente hasta el punto de que casi cualquier niño podría ser diagnosticado de enfermo según sus criterios fraudulentamente presentados como científicos.
¿Cual es el resultado de estos cambios?
Muy sencillo, de medio millón de casos en 1987 ( cuando el DSM-IIIR salió) se pasó a más de 4 millones de casos 10 años después de que el DSM-IV fuera publicado y a 6 millones en 2001 un año después de la publicación de la nueva revisión de la biblia psiquiátrica (DSM-IV-TR).
Esta evolución pseudo científica del diagnóstico no es exclusiva del ADH, lo mismo ha sucedido en el caso del diagnóstico pediátrico del trastorno bipolar que prácticamente era inexistente antes de 1999 justo cuando salió el libro The Bipolar Child, de Demitri Papolos y ahora se extiende a millones de niños susceptibles de "beneficiarse" de los tratamientos (3).
Se ha propuesto además un origen genético, lo que puede dar lugar  a que un niño de meses pueda convertirse en un cliente si a su madre se le ha colocado esa etiqueta (4).
¿Cuáles son los criterios diagnósticos actuales?
El "Manual estadístico y de diagnóstico de desórdenes mentales IV" (Diagnostic and statistical manual of mental disorders IV), publicado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (American Psychiatric Association), describe 3 patrones de conducta que pueden indicar la presencia del ADHD: la constante falta de atención, la hiperactividad y la conducta impulsiva, o combinaciones de estas tres conductas.
Las señales de la falta de atención incluyen:
1- la persona es incapaz de prestar mucha atención a los detalles o comete errores por descuidos en los trabajos escolares, en el trabajo o en otras actividades;
2- la persona tiene dificultad en mantener la atención en actividades como tareas o juegos;
3- la persona frecuentemente parece no escuchar cuando se le habla;
4- la persona frecuentemente no sigue instrucciones y es incapaz de terminar trabajos escolares, tareas o deberes en el lugar de trabajo;
5- la persona frecuentemente tiene problemas organizando tareas y actividades;
6- la persona evita, o no le gusta, o se niega a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental continuo;
7- la persona frecuentemente pierde objetos necesarios para realizar tareas o actividades, tales como lápices o herramientas;
8- la persona se distrae fácilmente con estímulos externos -la bocina de un automóvil o un pájaro volando.
Una persona que presente 6 o más de estos síntomas de falta de atención durante más de seis meses pudiera ser candidata a ser diagnosticada con ADHD.
Las señales de la hiperactividad y la impulsividad incluyen:
1- sentirse impaciente, jugueteando frecuentemente con las manos o los pies, o retorcerse en el asiento;
2- correr o trepar excesivamente en momentos inapropiados;
3- levantarse anticipadamente del asiento en el salón de clases o en otras situaciones;
4- dificultad para dedicarse a actividades recreativas tranquilamente;
5- la persona frecuentemente está acelerada o actúa como si funcionara con un motor;
6- la persona frecuentemente habla en exceso;
7- la persona da respuestas antes de escuchar la pregunta completa;
8- la persona tiene dificultad para esperar en fila o por un turno;
9- la persona frecuentemente interrumpe o importuna a otros.
Una persona que presente 6 o más de estos síntomas de hiperactividad durante más de seis meses pudiera ser candidata a ser diagnosticada con ADHD.
Debido a que todos exhibimos algunas de estas conductas de tiempo en tiempo, el "Manual estadístico y de diagnóstico" especifica directrices adicionales para determinar cuándo estas conductas indican el ADHD:
1- algunas de las conductas tienen que haber comenzado muy temprano en la vida de la persona, antes de los 7 años de edad;
2- en los niños las conductas tienen que ser más pronunciadas que en otros niños de la misma edad;
3- Sobre todo, las conductas deben crear un verdadero impedimento en por lo menos dos áreas de la vida de la persona, tales como la escuela, el hogar, el trabajo o el ámbito social. Así que, por ejemplo, un niño no sería diagnosticado con ADHD si parece muy activo en la escuela pero funciona bien en las demás áreas.
En cada caso, las personas con ADHD frecuentemente tienen bajos rendimientos escolares (muchos abandonan la escuela temprano), tienen una baja autoestima y tienen dificultad para relacionarse con otras personas. Frecuentemente, las personas con ADHD son descritas como desordenadas, desorganizadas, faltas de atención, irritables y agresivas.
Debido a que sus vidas pueden ser frustrantes y poco gratificantes, algunas personas que sufren de ADHD pueden volverse hostiles y hasta violentas.
Un ejemplo tristemente famoso es el de T.J. Solomon, de 15 años, que le disparó a seis compañeros de clases de la Escuela Secundaria Heritage en Conyers, Georgia; un barrio de las afueras de Atlanta (5).
En ese momento, Solomon estaba tomando el fármaco Ritalín para el ADHD, de venta bajo prescripción médica en USA.
Las instituciones sanitarias locales inevitablemente apoyan este fraudulento diagnóstico; un ejemplo de ello es el informe del Instituto nacional de la salud y la investigación médica, Francia (Inserm).
El comité de ética del colectivo "No más cero en conducta", (CCNE) dio sus conclusiones y sus recomendaciones acerca de la valoración de los expertos del Inserm sobre los desórdenes de comportamiento entre los niños que se había realizado supuestamente con objeto de mejorar la detección, la prevención y asunción de niños con dificultades.
El CCNE califica las conclusiones de este trabajo de "científicamente ilegítimas" y su enfoque simplista del comportamiento humano. Denuncia también la medicalización (básicamente prescripción de Ritalín) de problemas ligados al entorno social, económico y cultural. Recuerda a los médicos que su papel es mitigar el sufrimiento, en el caso del niño, y no estigmatizar y enfermar con un diagnóstico que presupone una especie de "destino". Predecir no es prevenir.(6)
El doctor Stephen Borowitz, profesor de Pediatría de la Universidad de Virginia, USA, a propósito de esta tendencia declaraba que "la gente está obsesionada con ponerle etiquetas a sus problemas y encontrar un tratamiento fácil a lo que tienen"(7).
Una enfermedad inventada para vender un tratamiento
Entre los diferentes medicamentos psicoestimulantes destinados a tratar la hiperactividad y el déficit de atención en los niños el más utilizados son el Metilfenidato y el famoso Ritalín (que constituye más del 90% de las prescripciones en los EE.UU.
Los psicoestimulantes pertenecen a una clase de fármacos que tiene por objeto intensificar la actividad cerebral, es decir que ocasionan un aumento de agudeza mental, de atención y energía.
El Ritalín se trata de un derivado de las anfetaminas, el metilfenidato. Está químicamente emparentado con éstas y funcionalmente con la cocaína, es decir tiene una estructura molecular afín a la primera, pero actúa sobre el cerebro, con mecanismos similares a los de la segunda.
El Ritalín se prescribe como medicamento principal o de apoyo en el tratamiento de la narcolepsia, la depresión en los ancianos, la demencia senil, la enfermedad de Alzheimer, la fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica, los dolores secundarios en los cánceres, los síncopes, los traumatismos craneales, los shocks post-anestésicos, o bien después de un transplante de órgano, además de que su ingesta facilita el "desenchufe" de los aparatos respiratorios en las Unidades de Vigilancia Intensiva, y claro está, también en la hiperactividad infantil con o sin déficit de atención.
Los efectos adversos a largo plazo de este medicamento son sencillamente desconocidos.
Lo que diferencia el Ritalín -siempre y cuando se tome por vía oral- de la cocaína, inhalada o inyectada, es el tiempo que necesita el organismo para absorberlo: "Es la velocidad a la cual aumentan los niveles de la dopamina lo que constituye la llave del proceso adictivo de la drogodependencia". También tenemos que tener en cuenta otros peligros como las lesiones cerebrales, los problemas de atención y de memoria, problemas de corazón, favorecer el cáncer de hígado (8).
El Ritalín, puede tener efectos negativos en el cerebro en desarrollo según ha demostrado un estudio diseñado para controlar el efecto de la medicina en el cerebro de las ratas, que descubrió que se alteraban zonas del cerebro relacionadas con el funcionamiento ejecutivo, con la adicción y el apetito, las relaciones sociales y el estrés.
Aunque no hay necesariamente una relación directa entre los efectos en los animales y en los humanos, las ratas respondieron igual que los humanos cuando se les dio Ritalín por primera vez: pérdida de peso, que es lo mismo que sucedía cuando a los niños se les administraba el medicamento por primera vez (9).
Indudablemente la introducción masiva (sobre todo desde 1990) de este medicamento conlleva aparejados unos enormes beneficios económicos a favor de Novartis, fabricante del Ritalín. Tanto esta compañía farmacéutica como otras se proponen introducir nuevos fármacos en las escuelas como el Prozac o el Luvox, que acaban de ser aprobados por la FDA para su uso en pediatría.
El Ritalín tiene rigurosas advertencias sobre su uso en infantes: "no debe usarse en niños menores de 6 años de edad, ya que su seguridad y eficacia en este grupo no se ha establecido.  La experiencia clínica sugiere que en niños sicópatas, la administración de Ritalín puede exacerbar síntomas de trastornos de la conducta y desorden de pensamientos. No se han establecido totalmente aún, los efectos a largo plazo del uso de Ritalín en niños" (10).
Además en realidad no se entiende el funcionamiento de estas drogas que se administran a los niños, tal como lo podemos leer desde el informe científico del Departamento Médico y Químico del Laboratorio Nacional Brookhaven de Estados Unidos, titulado "Cinética del cerebro de Metilfedinato (Ritalin). 
"Nuestros estudios indican por primera vez, que hay un compuesto que es absorbido por el tracto gastrointestinal y luego entra al cerebro después de la administración oral de MP (Methylphenidate, Ritalin). Sin embargo, aunque nosotros confirmamos que el MP entra en el cerebro después de la administración oral, la forma química de la actividad en el cerebro después de la administración de MP, no es la del compuesto administrado sino la de un metabolito identificado tentativamente como 0-hydroxy-MP. Nuestros resultados sugieren la importancia y la necesidad urgente de entender bien esta droga" (11).
Más niños drogados. La hora R
La ultra ortodoxa Revista de la Asociación Médica Americana revela que en Estados Unidos se está dando Ritalín a niños desde los 3 años
(12).
El absurdo de esta situación es tal que muchas escuelas han inventado "la hora R", para que los niños supuestamente aquejados por la hiperactividad tomen a diario la píldora que les suministra la profesora.
Esta tendencia no se da solo en USA. Las recetas de Ritalín para niños en Inglaterra se han incrementado de 4.000 mensuales en 1994 a 359.000 en 2004 (13).
Además medio millón de menores de ocho años toman antidepresivos como el Prozac, que ahora es legal (14).
Según el artículo del Observer, 24 millones de recetas para Prozac son prescritas todos los años en Gran Bretaña, un país con una población de 60 millones de habitantes.
Los SSRI [S(elective) S(erotonin) R(euptake) I(nhibitor)] como el Prozac han sido polémicos en los recientes años. Estas medicaciones se prescriben cada vez más a niños, sin las pruebas de su efectividad.
Prozac ha sido ya autorizado en Europa para menores de 18 años.
Comercializado desde los años 80, la píldora de la felicidad, como la llamaba el laboratorio estadounidense Eli Lily, su inventor, hasta hace poco estaba en principio reservada a los adultos.
En 2003 la Agencia sanitaria británica evaluó el interés de este tratamiento administrado a los menores de 18 años. Según ellos en el informe beneficios/riesgos del Prozac aparecía mejor que sus competidores.
Las autoridades inglesas decidieron entonces presionar al laboratorio Lily para introducir en la Agencia europea del medicamento (Emea) una demanda de autorización del Prozac para uso pediátrico.
En junio de 2006, a pesar de las reticencias de la Agencia francesa de seguridad sanitaria de productos de salud (Afssaps), que preconiza el tratamiento psicoterapéutico de la depresión en los adolescentes y los niños, la Emea da luz verde al Prozac versión juvenil (15).
Un nuevo estudio estima que uno de cada 5 niños norteamericanos tienen enfermedades que limitan sus actividades diarias. Esta cifra es el triple de la que se estimaba hace 20 años. Los incrementos más importantes según el estudio se deben al aumento del asma, la obesidad y a la nueva etiqueta de hiperactividad ADHD (attention deficit hyperactivity disorder).(16)
Intereses millonarios de los laboratorios
Existen estudios que denuncian los efectos secundarios de las drogas propuestas para el ADHD como alteraciones del sueño, irritabilidad, comportamientos repetitivos, alteraciones del apetito, y trastornos del crecimiento, entre otros (17).
Los médicos están amenazando a los padres con que si sus hijos diagnosticados de ADH no se tratan pueden ser de mayores criminales para presionarles a que acepten tratarlos con drogas como el Ritalín (18).
Hace más de 10 años que hay evidencias publicadas en la literatura más oficial de los problemas que este tipo de drogas causan en los niños (19).
En febrero de 2007 la Food and Drug Administration (FDA) ha recomendado a los fabricantes de drogas para el ADHD que incluyan advertencias sobre el riesgo cardio-vascular y nuevos síntomas psiquiátricos que pueden producir.
Las recomendaciones se basan en informes de muerte súbita por infarto en niños menores de 18 años sin riesgo relacionadas con la toma de drogas anti ADHD según Tom Laughren, director de la División de productos Psiquiátricos de la FDA.
El 22 de marzo 2006 la FDA reconoció que había recibido cientos de informes de crisis de psicosis o maníacas, con alucinaciones, asociadas al uso de medicamentos anti ADHD en niños (20).
De hecho drogar a los niños y adolescentes con drogas "legales" es preparar el camino a que luego sean drogadictos "ilegales".
Muerte a un artista
Paso a relatar una triste historia dónde la pasión y después la vida de un artista ha sido destruida:
KURT COBAIN (cantante de NIRVANA):
Desde sus años preescolares le habían diagnosticado como "hiperactivo", lo habían colocado en una camisa de fuerza química. Un niño energético, talentoso y creativo, uno de los niños, que desde los 1960 y 1970 habían sido expuestos a drogas psicoactivas que alteran la mente bajo la excusa de "ayuda educacional". Cobain era un niño del Ritalín.
Recordemos que el Ritalín es una droga similar a la anfetamina que en los niños actúa como un tranquilizante, altamente adictivo en la misma categoría que la cocaína y la morfina; el abandono puede causar suicidio. Puede predisponer más tarde al niño a usar drogas (21,22).
Cobain tras años de tomar drogas adictivas prescritas, comenzó a tomar drogas ilegales. Su problema con las drogas se tornó crítico. En su desesperación su esposa y amigos le inscribieron en un centro psiquiátrico para recuperación de drogas. Treinta y seis horas después de ser admitido se suicidó. Dejó escrito " no tengo más pasión", esto significaba una agonía para su música. Anulado químicamente se le privó de la razón principal de su existencia (23).
Confrontación con los laboratorios
Afortunadamente no todos los especialistas siguen obedientemente las pautas marcadas por la ortodoxia médica. Pero no es fácil salirse del rebaño.
La Dra Gretchen LeFever, psicólogo clínico y profesora en el departamento de  pediatría de la Facultad de Medicina de Virginia es un ejemplo.
Ha sido despedida de su cargo, acusada de "mala conducta científica" y sus computadoras han sido confiscadas.
¿Cuál ha sido su "mala conducta científica"? Denunciar desde 1999 que más del 10 por ciento de los niños en el sureste de Virginia estaban siendo drogados con la excusa de que padecían ADHD (3 veces la media nacional) y que este diagnóstico había aumentado en un 17 % en 2002 (24).
Mejor aún, los familiares de los niños drogados están reaccionado como lo demuestra por ejemplo el hecho de que Tres demandas judiciales se hayan planteado en Texas, California y New Jersey contra los fabricantes del Ritalín y la Asociación Americana de Psiquiatras acusándoles de haber inventado las enfermedades para las que se prescribe con objeto de venderlo.
Las enfermedades inventadas son el déficit de atención y la hiperactividad.
La multinacional acusada es Ciba/Novartis y también la American Psychiatric Association (APA) la que ha recibido donaciones de CIBA y otras compañías farmacéuticas para inventar la enfermedad.
Los demandantes son las familias de los niños drogados.
Crear la demanda de un producto es una estrategia empresarial clásica de crear mercado que los industriales conocen bien incluyendo por supuesto a los de la industria médica (25).
Cada vez más personas entienden que la narcotización de los niños no tiene nada que ver con su salud, pero es en cambio, solo una parte del funcionamiento de un inmenso fraude, diseñado para provocar en la totalidad de la población un fenómeno psicológico conocido como "Disonancia Cognitiva" (26).
Es decir confusión producida por una amalgama de Organizaciones de Inteligencia, Autoridades Médicas y Conglomerados de los Medios de comunicación que actúan sobre la confiada población civil para narcotizarla.
Quizá debiéramos atender estas inquietudes infantiles como una señal de alarma de que algo no funciona en los distintos ámbitos de la sociedad, en lugar de silenciar algo que sólo sirve de alimento a un mundo material, una vez más, sin sentido.
¿Educar con amor y atención o con psicoestimulantes?
Dejando de lado etiquetas de enfermedades falsas y el uso de medicamentos asesinos creo que es imprescindible tener en cuenta los siguientes criterios fundamentales para lograr un desarrollo integral en el niño:
Debemos concebir al niño desde una perspectiva optimista, es decir, creer en sus potencialidades y su tendencia innata a la salud y al crecimiento. Es significativo tener una concepción holística del niño, tomar en cuenta la parte sensorial, la afectiva, la intelectual, la social y la espiritual para favorecer su desarrollo integral.
Cuando la tendencia al crecimiento sano esta bloqueada aparece el síntoma como manifestación de que algo ocurre, entonces no debemos ir contra el síntoma sino atender al niño como un todo.
El niño es un ser creativo en constante crecimiento, capaz de guiar conscientemente su comportamiento desarrollando su máximo potencial para satisfacer sus necesidades como un ser único e irrepetible.
El niño es merecedor de todo nuestro respeto, tratarlo con respeto es tenerlo en cuenta, no invadir, no agredir, ni ridiculizar, no pasar por encima de él para hablar con los padres, estar con todos nuestros sentidos y expresar también nuestros sentimientos.
El niño tiene que ser consciente de la parte de responsabilidad que tiene en su propia vida, siempre hay una parte que depende de él y esto significa que él tiene poder para modificar las cosas.
Cuando el niño esta emocionalmente perturbado no puede pensar bien, las tensiones emocionales prolongadas pueden obstaculizar las facultades intelectuales del niño y dificultar el aprendizaje.
Considero relevante destacar cuáles son las cualidades emocionales que tienen más importancia:
Empatía,
expresión y comprensión de los sentimientos,
control de nuestro genio,
independencia,
capacidad de adaptación,
simpatía,
capacidad de resolver los problemas en forma interpersonal,
persistencia,
cordialidad,
amabilidad,
y respeto.
La inteligencia emocional se define como un subconjunto de la inteligencia social que comprende la capacidad de controlar los sentimientos y emociones propios así como los de los demás, de discriminar entre ellos y utilizar esta información para guiar nuestro pensamiento y nuestras acciones.
El objetivo de la psicología y la psiquiatría es ayudarnos a llegar a nuestro autoconocimiento, a la satisfacción y al autoapoyo. Entendernos a nosotros mismos incluye más que el intelecto, el sentimiento y la sensibilidad.
Recordemos que en el cerebro se distinguen dos áreas: la parte pensante del cerebro, la corteza; y la parte emocional, el sistema límbico.
En realidad lo que define la inteligencia emocional es la relación entre estas dos áreas.
La corteza posee cuatro lóbulos y el daño a un lóbulo específico dará como resultado un problema específico. Por ej. una lesión sobre el lóbulo occipital puede destruir parte del campo visual de una persona. Por otra parte un daño en el lóbulo temporal causará problemas en la memoria de largo plazo. Aunque se considera que la corteza constituye la parte pensante del cerebro, también nos permite tener sentimientos sobre nuestros sentimientos.
Nos permite tener discernimiento, analizar por qué sentimos de determinada manera y luego hacer algo al respecto.
El sistema límbico regula nuestras emociones e impulsos, incluye el hipocampo, donde se produce el aprendizaje emocional y donde se almacenan los recuerdos emocionales; la amígdala, considerada el centro de control emocional del cerebro, y otras estructuras.
Otro componente del sistema neurológico que se relaciona con la inteligencia emocional es el más interesante dado que comprende la forma en que las emociones se trasmiten bioquímicamente a las diversas partes de cuerpo.
Se han identificado una serie de aminoácidos llamados neuropéptidos, almacenados en el cerebro emocional y son enviados a un complejo sistema de receptores a través de todo el cuerpo cuando se siente una emoción, indicándole  la manera de reaccionar. Estos elementos químicos también denominados neurotransmisores son los que hacen que la boca se seque, el rostro se sonroje y el abdomen se tensione por la excitación y además de actuar como mensajeros desempeñan un papel significativo en la protección de enfermedades. Cada neuropéptido es como un ladrillo utilizado para construir una casa, " puede usarse en el sótano o en el desván: cumple diferentes funciones en diferentes ubicaciones, pero es el mismo ladrillo".
El sistema nervioso, endocrino e inmunológico en realidad son uno sólo formando una red. Los tres sistemas deben verse como una red psicosomática.
La emoción es la fuerza básica que energetiza nuestra acción. La acción adecuada es la dirigida a satisfacer la necesidad dominante.
Es imprescindible para un funcionamiento sano vivir el presente, sin las interferencias de la memoria (el pasado) ni de las proyecciones inventadas (futuro). Los niños normalmente no tienen problemas en vivir en este marco de autenticidad.
Es relevante destacar que el humor es un reductor natural del estrés y produce respuestas claves en el sistema inmunológico. Concretamente produce aumentos en:
-    las células agresivas naturales que atacan los virus y  tumores.
-    las células T del sistema inmunológico.
-    Las inmunoglobinas que combaten por ejemplo una infección respiratoria.
-    El interferon gamma que pone en funcionamiento el sistema inmunológico, combate los virus y regula el crecimiento de las células.
-    Las células B, que producen anticuerpos contra microorganismos nocivos.
Podemos concluir afirmando que la capacidad de relajarse, el humor y la alegría son medicinas reales.
Indudablemente para conseguir que los niños construyan su inteligencia emocional, los padres debemos dedicarles TIEMPO y
desarrollar una atención positiva:
- elogiar al niño por las conductas adecuadas siendo preciso, sincero y sin excesiva adulación, por ej: has construido un castillo muy grande.
- demostrar interés por lo que hace, participando en la actividad, describiendo lo que vemos y reflejando nuestros sentimientos, por ejemplo: parece que disfrutas tocando esta canción, supongo que la letra te hace sentirte bien con los demás.
- lograr equilibrar límites claros con un ambiente estimulante en el hogar, por ejemplo: puedes jugar en el ordenador una hora al día siempre y cuando hayas terminado tus deberes.
- cuando se viola una norma aplicar un castigo adecuado, por ejemplo si juegas al ordenador más del tiempo previsto vas a estar dos días sin jugar.
- ofrecer orientación pero no ejercer control, podrías aprender esta canción nueva a la guitarra creo que vas a disfrutar.
- hablar con los hijos de los valores y las normas, por ejemplo comparte con tu amigo tus juguetes y déjale que disfrute, luego recogerlos juntos.
- reforzar la buena conducta con elogios y con afecto, por ejemplo
darle un abrazo cuando te dice que se quedó sin recreo para acompañar a un compañero que tenía un esguince.
-dar advertencias y señales sobre cuando se esta portando mal para desarrollar su autocontrol, por ejemplo te he pedido que bajaras la música para poder trabajar, no puedo concentrarme, atiende lo que te digo.
- permitir que los niños contribuyan en la toma de decisiones importantes, por ejemplo preguntarle si le gusta esta nueva casa para ir a vivir.
-comprometerles con criterios elevados de responsabilidad, por ejemplo: cuida de tu hermano que me voy a la compra.
- no protegerles del dolor y el estrés inevitable, entrenándoles a soportar el dolor y a relajarse para aguantar el estrés.
En un desarrollo sano el niño aprende a utilizar sus propios recursos. Un equilibrio adecuado entre apoyo y frustración lo capacita para llegar a ser independiente, libre para utilizar su potencial innato.
Debemos desarrollar nuestra capacidad de estar en un continuo "darnos cuenta", amplificar nuestra conciencia, mirar dentro y fuera como lo mismo y ponernos contentos al reconocernos autores de gran parte de nuestra realidad, el observador es quién la fija, sin él, aquella es sólo un campo de posibilidades.
Estar despiertos a esta magia nos ayuda a no escapar, no evadirnos, no huir y a tener una mirada más amplia.
No olvidemos que todas las perturbaciones neuróticas surgen de la incapacidad del individuo de encontrar y mantener el equilibrio adecuado entre el mismo y el resto del mundo.
En definitiva, sólo dedicándoles TIEMPO a los niños podemos conseguir que adquieran confianza en sí mismo, sean independientes, sinceros, empáticos, imaginativos, adaptables y simpáticos.
En la sociedad actual nos encontramos con  varios  problemas:
a) Padres que no tienen tiempo, lo que da lugar a un abandono educativo, sustituido en gran medida por la televisión, la Play y diversos videojuegos. Medios que sin duda no son los indicados para fomentar el crecimiento de este baile emocional que es la vida, alejándonos no sólo de la intensidad que requiere una buena comunicación, sino de la espontaneidad y autenticidad de nuestras expresiones, distrayéndonos de nuestros dolores y emborrachándonos con vulgares hábitos y risas sin contraste. 
b) Un sistema educativo en donde el amor al niño ha desaparecido, el otro es competencia, donde el saber es memoria, la falta de un acento es un suspenso, lo espontáneo es incómodo, lo natural es vergüenza, los instintos heredados anulados, la intuición animal ignorada, moverse es un castigo, lo importante no se toca,  el sentir pasa de largo, dónde en definitiva  se aburren los mejores y triunfan los más limitados.
Otra cuestión no atendida por nuestro sistema educativo de vital importancia es la de respetar los ritmos biológicos necesarios en los niños, tener en cuenta su capacidad de trabajo por día, incluyendo el trabajo hecho en casa, es decir los deberes. Nuestros hijos pasan 8 horas diarias en el colegio y casi todas las tardes emplean una o dos horas más en la realización de las tares escolares. Es un cruel y enfermizo disparate. En este sentido paso a señalar un resumen de edades del niño y el tiempo de trabajo máximo a realizar por éste, según un estudio del Dr. Guy Vermeil, Jefe del servicio de pediatría del hospital d´Orsay que ha sintetizado otros trabajos que concluyen lo mismo (27):
HORAS TRABAJO POR DIA

AÑOS                           
6     2 a 3
7     2 a 3   
8     3 a 4
9     3 a 4
10   4 a 5
11   4 a 5
Los niños de seis años de edad pueden mantener la atención de forma continuada un máximo de 20 minutos; y en la mayoría de los casos ni tan siquiera esa cantidad sino 15, 10 o 5 minutos.
Se puede conseguir mediante un entrenamiento progresivo un aumento de la duración de la concentración. Pero en ningún caso manteniéndoles de la noche a la mañana un montón de horas sentados en silencio pretendiendo que se concentren con clases de 90 minutos, lo que se convierte en algo insufrible para ellos (27).
La solución es muy sencilla: estar presente para dar y recibir amor. Enseñar fundamentalmente que no somos seres aislados del resto y que el camino sólo lo podemos hacer juntos. En definitiva, la psicología es el estudio de lo que sucede en la frontera de contacto entre el individuo y su ambiente, (ambos campos deben integrarse).
Somos responsables los mayores de la hostilidad con la que estamos cargando el medio ambiente de los menores y consecuentemente de impedirles que puedan desarrollar una adecuada interactuación con el mismo.
En lugar de esto nos topamos con la pseudo "ciencia" que está convirtiéndose en un Dios manipulador de nuestros cerebros, estableciendo recetas generalizadas, fabricando de forma estándar y mecanicista conductas iguales, creando hombres "ciegos" a los que se les estrangula sus reacciones naturales, su capacidad de discernir y de distinguirse.

http://www.tnrelaciones.com/cm/preguntas_y_respuestas/content/239/2364/es/el-fraude-de-los-ninos-hiperactivos-con-deficit-de-atencion-de-su-tratamiento-con-psicoestimulantes-y-su-alternativa.html


El psiquiatra que "descubrió" el TDAH confesó antes de morir que "es una enfermedad ficticia"
A la psiquiatría hace tiempo que se le ve el plumero. Son tantas las enfermedades y trastornos que se describen en sus manuales que hoy en día lo raro es no tener nada. Después de hacer saltar las alarmas al incluir las rabietas en el último Manual de Pediatría DSM (la biblia de los psiquiatras) y después de ver como el gobierno estadounidense declara en un informe que 1 de cada 5 niños tiene un trastorno de la salud mental, cifras que parecen un insulto al sentido común de la población, porque es imposible que tantos niños estén mentalmente enfermos, aparecen unas declaraciones de Leon Eisenberg, el psiquiatra que “descubrió” el TDAH, que no dejan indiferente a nadie que viva o trabaje con niños.
El semanario alemán Der Spiegel, en un artículo en que ponía en relieve el aumento de enfermedades mentales en la población alemana, explicó que Eisenberg dijo, siete meses antes de morir, cuando contaba ya con 87 años, que “el TDAH es un ejemplo de enfermedad ficticia”.
Los inicios del TDAH
Los primeros intentos por tratar de explicar que había niños con TDAH sucedieron en 1935. Por aquellos tiempos, los médicos habían tratado por primera vez a niños de primaria con un carácter inquieto y con dificultad para concentrarse en lo que se les pedía, bajo el diagnóstico de síndrome post-encefálico. Fue un intento que no cuajó porque claro, la mayoría de esos niños nunca habían tenido encefalitis.
En los años sesenta apareció el protagonista de nuestra historia, Leon Eisenberg, quien volvió a hablar de dicha enfermedad, pero esta vez con otro nombre, “reacción hipercinética de la infancia”. Bajo dicho diagnóstico pudo tratar a alumnos difíciles, probando diferentes psicofármacos con ellos. Empezó con dextroanfetamina y luego utilizó el metilfenidato, droga con la que consiguió su objetivo y que hoy en día prevalece como tratamiento de elección: los niños enérgicos se transformaban en niños dóciles.
En el año 1968 se incluyó la “reacción hipercinética de la infancia” en el Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM) y desde entonces forma parte de dicho manual, sólo que ahora recibe el conocido nombre de Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
El logro de Eisenberg y sus colaboradores fue conseguir que la gente creyera que el TDAH tiene causas genéticas, que es una enfermedad con la que se nace. Él mismo dijo, junto con las palabras en que decía que era una enfermedad inventada, que la idea de que un niño tenga TDAH (entendemos que la idea de que un niño sea muy movido y sea un alumno problemático) desde el nacimiento estaba sobrevalorada. Sin embargo, al conseguir que esto calara en la población y en los padres, el sentimiento de culpa desaparece, los padres se sienten aliviados porque el niño ha nacido así y el tratamiento es menos cuestionable. En 1993 se vendieron en las farmacias alemanas 34 kg de metilfenidato. En el año 2011 se vendieron 1.760 kg.
El conocido psiquiatra, que llegó a hacerse cargo de la gestión del servicio de psiquiatría en el prestigioso Hospital General de Massachusetts en Boston, donde fue reconocido como uno de los más famosos profesionales de la neurología y de la psiquiatría del mundo, decidió confesar la verdad meses antes de morir afectado de un cáncer de próstata, añadiendo que lo que debería hacer un psiquiatra infantil es tratar de determinar las razones psicosociales que pueden producir problemas de conducta. Ver si hay problemas con los padres, si hay discusiones en la familia, si los padres están juntos o separados, si hay problemas con la escuela, si al niño le cuesta adaptarse, por qué le cuesta, etc. A todo esto añadió que, lógicamente, esto lleva un tiempo, un trabajo y acompañado de un suspiro concluyó: “prescribir una pastilla contra el TDAH es mucho más rápido” (a lo que yo añadiría “y mucho más ventajoso para el negocio de la psiquiatría”).
El negocio de la psiquiatría
Como he dicho al principio de la entrada parece que la psiquiatría es un monstruo capaz de llevarse cualquier cosa por delante, con un hambre voraz, que no se detiene y que hará todo lo posible por tratar de conseguir que toda persona sana acabe tomando una u otra medicación para tratar su (no) enfermedad. Se les ve el plumero, y una prueba más de ello es que ya existe la próxima enfermedad que será difundida por toda la infancia: el trastorno bipolar o enfermedad maníaco-depresiva.
Hasta los años noventa era una afección desconocida en los niños. Ahora ya es uno de los diagnósticos más frecuentes en psiquiatría infantil, hasta el punto que las visitas por este trastorno se han multiplicado por 40 en menos de diez años, siendo muchos de los “enfermos” niños de dos y tres años.
Uno de los responsables de la llegada del trastorno bipolar a EE.UU. es el psiquiatra Joseph Biederman, que lleva años haciendo estudios y conferencias sobre el tema y que recibió 1,6 millones de dólares entre el año 2000 y el 2007, procedentes de las farmacéuticas que fabricaron los medicamentos para dicho trastorno, al parecer para dedicarlos a seguir investigando la enfermedad.
Pero esto no es todo. Para conocer el alcance real del negocio de la psiquiatría, para ver hasta qué punto se inventan las enfermedades para luego poder dar los fármacos que ya existen, un estudio realizado por la psicóloga estadounidense Lisa Cosgrove reveló que, de los 170 miembros del grupo de trabajo del DSM (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), es decir, los que hacen el manual de psiquiatría de referencia mundial, 95 (el 56%) tenía una o más relaciones financieras con las empresas de la Industria Farmacéutica.
¿Existe el TDAH?
Yo no sé si existe o no existe (y eso que el que la inventó dice que no), ni tampoco me toca a mí responder a esta pregunta, sin embargo estoy seguro de que son muchos los niños diagnosticados cuyo único pecado ha sido ser demasiado movidos, o ser demasiado insistentes a la hora de demandar de sus padres un poco más de atención. Ya hace más de dos años os ofrecí dos entradas en las que explicaba cómo se diagnostica el TDAH, para que vierais que no existe ninguna prueba diagnóstica de ningún tipo que determine que un niño tiene el mencionado trastorno. Todo se hace en base a la observación y en base al cumplimiento o no de unos criterios o parámetros que los niños normales deben hacer.
Ahora bien, ¿qué es ser normal? Krishnamurti dijo que “no es signo de buena salud el estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma”, así que quién sabe, quizás los niños que se rebelan ante el intento de domesticarles, aquellos que no soportan estar sentados escuchando cosas que no les interesan, aquellos que preferirían poder decidir qué hacer en sus vidas en todo momento, aquellos que quieren probarlo todo y no dejarse nada, quizás sean al fin y al cabo los más cuerdos.
No digo que ninguno de estos niños no tengan nada. No digo que no necesiten ayuda, porque es muy probable que muchos de ellos tengan muchos problemas, pero nunca he creído en la existencia de un trastorno que afecte al 10% de los niños y mucho menos he creído en la cura milagrosa del metilfenidato, porque si bien los niños cambian su comportamiento, los problemas que hicieron que el niño funcionara de un modo no aceptado siguen ahí.
http://m.bebesymas.com/salud-infantil/el-psiquiatra-que-descubrio-el-tdah-confeso-antes-de-morir-que-es-una-enfermedad-ficticia


Estudio muestra que Ritalin no mejora el rendimiento académico
Investigación siguió a 15 mil niños con déficit atencional por 14 años.
Niños medicados tenían peores notas y repetían de curso.

por Leyla Ramírez - 19/06/2013

El Ritalin, cuyo factor activo es el compuesto metilfenidato, fue creado en los años 40. Pero ha sido en los últimos 20 años que se ha disparado su uso en el mundo. Sólo en EE.UU., un 11% de los niños entre cuatro y 17 años está diagnosticado con déficit atencional con hiperactividad (en el mundo es un 5%), y más de la mitad toma Ritalin o alguno de los más de 30 fármacos que tienen su compuesto activo. 
Y aunque diversos estudios han revelado sus múltiples efectos secundarios, su uso se masifica por los beneficios que podría acarrear en el ámbito escolar: lograr niños quietos y concentrados, aunque esto nunca se ha probado en un estudio de largo aliento. 
Ahora, una investigación realizada por las universidades de Princeton, Toronto y Cornell a más de 15 mil niños de Quebec, a los que siguieron por 14 años, muestra exactamente lo contrario. Los resultados arrojan que los niños que lo usaban y que exhibían los síntomas más agudos del síndrome fueron más propensos a quedarse atrás en la escuela, repetir de curso y tener una puntuación inferior en matemáticas en el corto plazo. A largo plazo, los niños seguían lidiando con las matemáticas y eran más propensos a abandonar la escuela, mientras que las niñas tenían mayor predisposición a ser diagnosticadas con un trastorno sicológico.
Janet Currie, economista de la U. de Princeton y autora principal del estudio, dijo a La Tercera que si bien su estudio no prueba que el Ritalin no pueda ayudar a los niños a mejorar en la escuela, sí revela que en un gran número de niños que lo usaron en Quebec no tuvo efectos positivos. 
¿Por qué? Una respuesta es que el fármaco pueda no tener los resultados esperados a largo plazo. Pero los autores creen que también podría deberse a que el medicamento termina convirtiéndose “en un sustituto de otro tipo de intervenciones cognitivas y conductuales que podrían ser necesarias para ayudar al niño a aprender.” Es decir que, una vez quietos, los padres y profesores le entreguen todo el trabajo al medicamento y se olviden de darles a los niños la ayuda adicional que necesitan. 
Niñas más infelices
Los estudios han revelado que los niños con déficit atencional tienen resultados académicos más bajos que otros (incluyendo a sus propios hermanos), y es más probable que tengan que ser ubicados en escuelas especiales o repitan de curso. 
Pero a la par de esos resultados, otros han mostrado los efectos secundarios del fármaco, que incluyen riesgo cardiovascular, pérdida de apetito, insomnio, dolor de cabeza y estómago, y cambios de humor, incluyendo ansiedad y depresión.
Como se desconocen los efectos a largo plazo del fármaco, existe una controversia mundial sobre si los beneficios para los niños son más que sus efectos secundarios.
En el estudio -que analizó el aumento del uso de Ritalin en Quebec tras una norma que liberó el uso de fármacos en esa ciudad- los expertos no sólo no encontraron evidencia de que su consumo mejorara el rendimiento escolar. También se asoció a un aumento de la infelicidad en 24% y el deterioro en las relaciones con los padres, especialmente en las niñas, quienes también mostraron un incremento en la ansiedad y la depresión. “Se sabe que la ansiedad y la depresión son posibles efectos secundarios de los medicamentos estimulantes, por lo que no es tan sorprendente ver un efecto en este resultado”, dice Currie. Aunque sí preocupante. Como que cualquier médico pueda recetar este fármaco, afirman.
http://www.latercera.com/noticia/tendencias/2013/06/659-528966-9-estudio-muestra-que--ritalin-no-mejora-el-rendimiento-academico.shtml


Ritalín: Una sociedad que droga a sus niños
Mauricio Becerra Rebolledo
En sólo un año la cantidad de niños diagnosticados con déficit atencional pasó de 7.940 a 28.095. Era que no si rotular niños con TDAH aumenta la subvención escolar de de $51.138 a $141.746. Nos sumergimos en un extraño trastorno que surge después de que los laboratorios inventaran su fármaco: el Ritalín (hoy Metilfenidato), derivado de la anfetamina que se está dando a niños desde kinder en varios colegios o en dosis que superan las cien pastillas al mes.
Las pastillas están ahí. En la caja que la directora guarda en el tercer cajón de su escritorio. Los niños entran uno por uno y tienen que tomarse el medicamento delante de ella. Abra la boca – le dice a los más díscolos. Como una comunión cada mañana. Pero en este ritual no hay rezos, feligreses ni menos algún espíritu santo. La hostia viene calculada en miligramos. Tras la comunión cada uno vuelve a su sala a sentarse tranquilo en la silla a seguir atento las instrucciones dadas por el profesor.
Los niños inquietos de antaño, de los que se decía que “tenían pidulle”, ahora serían ‘portadores’ de un supuesto Trastorno por Déficit Atencional e Hiperactividad (TDAH).  En Chile afectaría al 5% en la población entre 4 y 18 años de edad, quienes en su mayoría son tratados con Metilfenidato (MFD), un derivado de la anfetamina. El profesor diagnostica, los padres (cuando pueden) pagan la consulta, el neurólogo receta, el psicólogo confirma y los inspectores dicen “tómese el remedio”. Tal como ayer fueron las varillas, hoy el MFD es ya una herramienta pedagógica y padres, agentes educativos y de salud terminan poniendo en la boca de un niño un fármaco que funciona en el cerebro de manera similar a la cocaína.
En el Consultorio Karol Wojtyla de Puente Alto entre enero de 2011 y agosto de 2012 se ha diagnosticado a 455 niños con TDAH. El promedio de MFD dado a cada niño son entre 30 y 60 dosis al mes. A un niño de 7 años le hacen tomar 80 dosis (2 pastillas al día) y otro niño de 10 años 60 dosis divididas en 3 pastillas cada día.  Algunos niños no responden al tratamiento y sin mayor análisis los neurólogos o psiquiatras aumentan la dosis. Es el caso de una chica de 8 años, quien tiene que tomar 4 pastillas de lunes a viernes, o sea, 120 al mes.
Para el 2013 la Cenabast licitó la compra de 5.647.200 dosis de 10 MG. de MFD. Si comparamos con la compra de Ibuprofeno (25.652.267 dosis), se estima que el MFD requerido es un quinto del remedio más usado en consultorios y postas. Y eso que por Cenabast sólo pasa el 47% de los insumos hospitalarios.
La Importación de MFD a Chile pasó de 24,2 kilos en 2000 a 297,4 Kl. en 2011. Durante el 2012 se diagnosticó a 28.095 estudiantes con TDAH. Si el año 2012 se compraron 133.430  cajas  de 30 comprimidos, gastándose $196.142.100; en 2011 fueron 174.536 cajas a un costo de $413.650.320.
El diagnóstico de TDAH es hecho mayoritariamente por profesores sólo a partir de la observación de la conducta del niño. El diagnóstico más difundido es el Test de Conner, que muchos profesores aplican en su versión abreviada de una página con categorías tan ambiguas como si el niño se distrae en la sala o no presta atención por periodos prolongados. Con el Decreto 170 el TDAH lo puede diagnosticar un profesor o un médico. Una condición para el diagnóstico de TDAH es que los síntomas se den tanto en el colegio como en la casa. Pese a esto, prima la percepción hecha en el entorno escolar.
¿QUÉ ES PRIMERO: EL REMEDIO O LA ENFERMEDAD?
A diferencia del común de enfermedades o trastornos, en el caso del TDAH surgió primero el medicamento, MFD, y después se hizo la nosología de la enfermedad. Inti Vega, médico del Programa de Bioética Médica de la Usach, comenta que “la aplicación del fármaco produce el criterio diagnóstico, validándose así la idea de un trastorno a partir del efecto del MFD. El remedio funciona en sanos y enfermos. Si lo tomo durante un mes voy a tener una funcionalidad distinta, al igual que los niños diagnosticados con TDAH”.
La neuróloga Ximena Carrasco define el TDAH como “un cuadro neuropsiquiátrico complejo, que se manifiesta en la esfera del comportamiento, de la conducta del sujeto, y que le genera desventaja o desadaptación en distintos ámbitos (personal, familiar, escolar, laboral, social). No es un trastorno en el estado de ánimo; tampoco es un déficit de la inteligencia general ni es una perturbación en el juicio de realidad. Se afecta la conducta”.
Francisco Aboitiz, neurobiólogo y director del Centro Interdisciplinario en Neurociencia de la PUC, sostiene que en dicho trastorno subyace “una alteración en los mecanismos de control cognitivo y conductual”.
En cambio para Andrés Garrido, Licenciado en Medicina e Interno Usach, “tomar a niños con problemas de conducta y transformarlos en objetos para la psiquiatría es producto de una escalada que pasa por la Disfunción Cerebral Mínima, y cada cambio mínimo de conducta va escalando hasta el DSM III y sus posteriores. Aún no hay claridad en su origen orgánico”.
Aboitiz sostiene que el TDAH se origina en una disfunción del neurotransmisor dopaminérgico, donde operan la noradrenalina y la  dopamina, las que están asociadas al comportamiento y la cognición, motivación, atención y aprendizaje, entre varias otras funciones. Para Aboitiz “una de las funciones primordiales de las catecolaminas tiene que ver con la regulación de la conducta orientada a metas, que consiste en la capacidad de responder a estímulos que predicen la aparición de un evento, y la subsecuente orientación de la conducta en relación a dicho evento”.
Marcela Henríquez, del Departamento de Psiquiatría y Centro de Investigaciones Médicas de la PUC, sostiene que sólo se ha encontrado evidencia en la asociación entre TDAH y 6 genes relacionados con la transmisión sináptica y el metabolismo de los neurotransmisores catecolaminos, siendo uno de ellos el gen codificante para el receptor de dopamina D4 (DRD4).
Carrasco y Aboitiz sostienen que en la gran mayoría de los casos de TDAH se trata de un trastorno hereditario (0,76 de heredabilidad, según algunos estudios) y concuerdan en que “el TDAH nos puede ayudar además a comprender los procesos del control de la conducta en la población general”.
NO HAY EVIDENCIA ORGÁNICA
Desde hace varias décadas el psiquiatra norteamericano Peter Breggin sostiene que no se puede relacionar a un niño que tiene un problema conductual con una alteración en su cerebro que estaría a la base de su conducta. “No hay evidencia que cualquiera de los trastornos sicológicos o psiquiátricos tenga un componente genético o biológico. Tampoco hay evidencia de que enfermedades mentales como el TDAH existan”- sostiene.
Lo apoya el neurólogo Fred Baughman, para quien los millones de niños que son medicados por hiperactividad son normales. “El país ha sido llevado a creer que cada emoción molesta es una enfermedad mental, y quienes dirigen la Asociación Psiquiátrica Americana saben muy bien que la están promoviendo como enfermedad cuando no hay información científica que confirme cualquier enfermedad mental”.
Carlos Pérez, quien acaba de publicar su libro Antipsiquiatría, dice que “el TDAH se inscribe en la inserción progresiva del modelo médico y la mirada clínica en las instituciones educativas con el fin de abordar problemas pedagógicos”. Pérez advierte  que “el Ritalin cumple una función en el escalamiento terapéutico, es precursor de cuadros de comportamientos más graves y de medicación”.
Garrido, agrega que el uso del fármaco “deja de lado las particularidades del padecimiento subjetivo: El proceso de subjetivación de un niño, la entrada al lenguaje, a ser parte de una familia, de una comunidad. Lo que se espera de un niño y si responde a las expectativas no pueden catalogarse de que el niño está enfermo. Cuando las salidas son fármacos, no hay esfuerzos por dilucidar que hay detrás de ese síntoma”.
Juan Gonzáles, académico de la Universidad de Chile e investigador del Observatorio de Políticas Educativas (Opech), advierte que diagnosticar TDAH “perjudica las relaciones que el niño tiene con su entorno y lo hace sentir discapacitado. Eso afectará su desarrollo, debido a la carga de construir la personalidad desde una patología”.
Al resolver problemas sociales con fármacos se acepta que el problema es de los individuos y no de la sociedad. Carlos Pérez acusa que “se subjetiviza el malestar, echándosele la culpa a los individuos por problemas que son sociales. Así, un sistema educativo en crisis no es producto de pocos recursos educativos y anacronismo de las técnicas pedagógicas, sino que de los niños. De esta forma ensombrecemos un  contexto escolar educativo precarizado y segregado. Pareciera así que el niño es único actor en el proceso de aprender”.
Pérez va más allá y sostiene que “los niños que medican con MFD no quedan más tranquilos ni tienen mejor rendimiento, sino lo que provoca es un efecto placebo. Los profesores que pierden la paciencia con un cabro chico, se relajan cuando le dan medicamentos y abandonan su posición estigmatizadora. Así se alivia el niño y el profesor. Es un efecto de la relación tras el uso del medicamento. No es que el Ritalin como pastilla haga algo bueno, sino que crea un contexto en que los implicados ven el mundo de manera diferente”.
COMO ACTÚA EL METILFENIDATO
Clasificado en el grupo de los psicoanalépticos (drogas estimulantes), el MFD tiene una estructura molecular similar a la anfetamina y actúa en el cerebro de la misma forma como lo hace la cocaína, según una investigación de Nora Volkow, directora del National Institute on Drug Abuse (NIDA), de EE.UU.
Garrido explica que “el medicamento activa los centros inhibitorios de la conducta, por lo que el chico se queda más tranquilo. Es un estimulante que eleva el nivel de neurotransmisores, como la dopamina, con un funcionamiento muy similar a la cocaína.  No se tiene claridad ni certeza sobre sus efectos a largo plazo”.
Aún no se conoce con certeza la forma en que el MFD interviene en la sinapsis neuronal. Aboitiz cuenta que “no se sabe el mecanismo de acción exacto del MFD. Se sabe que actúa bloqueando una molécula que es un transportador de dopamina, un regulador muy potente de la conducta, y en la recaptura de noradrenalina. Eso se llama reactividad cruzada. Así se mantienen los niveles de dopamina y noradrenalina al interior de la célula”. Algunos estudios indican que una dosis de Ritalin de 0,5 MG./K. es suficiente para bloquear el 70% de los transportadores de la dopamina.
El MFD actúa sobre el lóbulo frontal aumentando la carga de dopamina. Según Aboitiz  “al activarse el lóbulo frontal, se facilitan las funciones ejecutivas y el sujeto mejora su conducta; de allí que mejora su focalización atencional y al mismo tiempo reduce su impulsividad e hiperactividad, mejora su capacidad de perseverar y concretar tareas”.
El fármaco no mejora el supuesto trastorno, provocando su acción farmacológica “una conducta más autocontrolada por parte del paciente; y al terminar su efecto, el sujeto vuelve a ser el mismo”.
Matías tomó Ritalin desde Kinder hasta 7º Básico. Desde que un día una profesora le dijo a su mamá que “era un niño problema”, partió tomando ¼ de la pastilla, luego ½ y luego los 10 MG. De lunes a viernes. “Me sentía mal, me dolía la guata, me sentía ensimismado, sentía que la gente no me entendía. Pensaba que yo era el cuático, el extraño. No me gustaba hacer las mismas cosas que el resto de la gente. Con pastillas te concentras, pero al estar en el recreo, ante relaciones sociales, me sentaba y miraba lo que hacía el resto, no me sentía entendido. Era reacio al cariño”.
EL NEGOCIO DE DIAGNOSTICAR TDAH
Cuando Gloria Carrillo dijo que iba a retirar a su hijo, Matías, del Colegio José Joaquín Prieto, de La Pintana, administrado por la Sociedad de Instrucción Primaria, en el colegio hicieron lo imposible para que no se llevara al niño. “Yo era una apoderado problema, distribuía volantes entre los apoderados que mostraban el sobrediagnóstico y los efectos dañinos del Ritalin, interrumpía las reuniones de apoderados y decían que mi niño era un problema, pero no me querían dejar ir”- cuenta Gloria.
Cuando Matías estaba en Kinder, con sólo 6 años, lo empezaron a medicar. “Era inquieto, pero en el jardín nunca se quejaron”- detalla Gloria. “A los pocos días de entrar a clases me mandan a ver un neurólogo luego de hacerle el Test de Conner abreviado. Como era tan pequeño, el profesional pidió el apoyo de un psicólogo, quien lo mandó de vuelta al neurólogo y le hicieron un encefalograma. Al 2º Semestre ya estaba tomando 10 MG. de Aradix (MFD) al día. En Iº Básico subió a 1½  pastilla, en el curso siguiente 2 y después 20 MG. al día.
Un día Gloria quiso probar qué efecto le hacía la pastilla a su hijo y se la dio un sábado. “Quería saber qué efecto le hacía y al verlo me morí de pena. Se quedó como en el limbo, pegado. Siempre lo ví corriendo, saltando y esta vez se puso a ver tele y se quedó pegado comiéndose las uñas hasta salir sangre. No hablaba y tampoco comía y eso que se come todo”- cuenta.
Desde que tomaba el fármaco, Matías llegaba con la colación de vuelta a la casa y no participó en actividades extraescolares ni bailó en los actos. Su mamá cuenta que en 3º Básico quedaba tan somnoliento que sus compañeros le hacían bullying. La duda la hizo participar de un taller organizado por el Opech en su barrio, en el que fue aprendiendo de los efectos del Aradix. “Me costó más de un año tomar la decisión. Es que la presión de la psicóloga del colegio era fuerte. Lo interrogaba siempre si se tomó la pastilla. Sufrimos como familia, la presión es fuerte ¿Como mamá qué haces?”.
“No hablaba el tema sin llorar y el colegio manipulaba la situación. Yo le llevé información a la psicopedagoga sobre el medicamento, les decía que el problema tenía que ver con los métodos educativos que no se adaptan a los tiempos ni al avance de los niños. La psicopedagoga no tenía idea de los daños que puede causar el MFD y nunca se cuestionó medicar a niños. Me dijo que a ella le enseñan a tratar a niños con el medicamento”- cuenta Gloria.
Un día decidió no darle más Aradix y se la reemplazó por dulces. El chico siguió igual e incluso se volvió más sociable. Recién a los 10 años participó en alguna actividad extraprogramática y desde este año va a otro colegio. Aún hoy Gloria se pregunta por qué tanto interés del colegio para que Matías se quedara.
Desde que en 2010 entrara en vigencia el DL 170, el TDAH pasó a ser Necesidad Educativa Especial (NEE), lo que implicó pasar de una subvención de $51.138 dada por un estudiante normal a una de $141.746. O sea, casi tres veces más dinero para el sostenedor del colegio. En el curso de Matías, el año 2011 de 43 alumnos, 20 estaban medicados.
Hoy son 2.175 establecimientos que se acogen al programa PIE (Proyectos de Integración Escolar), que entrega recursos para contratar profesionales especializados para atender a los niños diagnosticados con TDAH.
Carolina Correa Braun, directora del Colegio José Joaquín Prieto de La Pintana, sostiene que no hay ningún niño de los 1.582 que educa el colegio que perciba subvención por Necesidad Educativa Especial (NEE) y que resuelven por si solos los casos de Trastorno por Déficit Atencional e Hiperactividad (TDAH).
Si el 2011 en la Región Metropolitana eran 2723 los estudiantes de colegios públicos y subvencionados diagnosticados con TDAH, en 2012 subieron a 8.339. En la VIIIª Región pasaron de 1.492 a 6.001. El total nacional pasó de 7.940 a 28.095.
Gonzáles opina que “debido al sistema de financiamiento por el vouchers y el aumento de las subvención por NEE, diagnosticar a niños con TDAH se ha transformado en un negocio. Los colegios con tal de subir la subvención están haciendo el diagnóstico al tun tun”.
Gloria cuenta que “te convencen de que tu niño es un niño problema, que es un cacho. Y que te digan eso es súper fuerte, por ello para muchos papás es un tabú. Los apoderados se creen el modelo médico. Se creen que su hijo está enfermo y hay que medicarlo, cuando en ese colegio los profesores aún hacen una clase entera escribiendo todo en la pizarra y me hacían problemas porque mi cabro no escribía. Un día les dije a los profesores ‘eres tú la que no innova en métodos pedagógicos. Usas una pizarra y un cuaderno en la época del play station’”.
Cuando María Pucheu, psicóloga infanto juvenil de un Cesfam en Puente Alto, intentó convencer a los profesores de los riesgos que conlleva la excesiva medicalización, estos le dijeron que “tienen a 40 más en la clase y lo sienta adelante y le repite la instrucción, pero no puede dejar que interrumpa a los otros niños. Los profesores son la piedra de tope de este sistema, se les exige estadísticas como el Simce o la PSU, que miden muy poco”.
El Opech ha recibido denuncias de que los apoderados son presionados por las escuelas para medicar a sus hijos, incluso condicionando su permanencia en  los colegios. Gisett,  profesora del Colegio Australia de La Pintana, cuenta que es habitual que en los colegios se les diga a los padres: “Su hijo no se controla en la sala, llévelo al médico. En el consultorio le darán las pastillas”.
Pucheu también lo ha constatado: “Se les dice a los papás que si no medicalizan a sus hijos, estos serán futuros delincuentes o van a tener trastornos mentales. Un papá que no tiene formación en salud así acepta la medicalización”.
Para muchos docentes y comunidades educativas medicalizar a niños con drogas se ha banalizado. Gisett acostumbra escuchar de sus colegas palabras como “tal chico está insoportable porque no se tomó las pastillas”; o a estudiantes decirle “tía: dele la pastilla luego”; o que un niño le dice a otro: “No te has tomado la pastilla”.
En una ocasión un niño de 2º básico fue a pedirle pastillas y otro de 11 años toma 3 al día en un colegio donde hay un promedio de 40 niños por sala y cuentan con 2 data con el cable malo y 2 notebook sin cargador para hacer clases. “Con menos alumnos y más recursos pedagógicos puedes manejar la situación. En un curso de 40, un alumno puede hablar sólo una vez en la clase”- destaca. La normativa permite tener hasta 45 alumnos por sala de clase, pudiendo caber más si se pide permiso.
DESMEDICALIZANDO
Matías un día decidió no tomar más pastillas y se lo comunicó a su mamá. Estaba ya en 7º Básico y llevaba 8 años tomando Ritalin. “Cuando creces empiezas a pensar por ti mismo y me di cuenta de que no quería tomar pastillas”- cuenta. Su proceso partió cuando asumió que realmente se sentía mal tomando Ritalin, luego cuestionándose el ¿por qué tenía que tomarlas?
Matías cuenta que al dejar el fármaco “me empezó a ir bien. Volví a pintar y dibujar, que es lo que hacía cuando chico”. Hoy estudia Pedagogía y “no recomendaría dar pastillas a niños. Una pastilla que afecte el cerebro a nivel cognitivo no va con la ética pedagógica. Educarse no es sólo concentrarse y sacar buenas notas”- destaca.
Gonzáles destaca que los problemas del aprendizaje “son educativos, no psicológicos. Hoy el enfoque es hacia encontrar cierto daño individual en las personas que no aprenden. La educación hace más de un siglo está entendida como un proceso colectivo, las ciencias de la educación son mucho más amplias que las ciencias psicológicas, del aprendizaje. Es fundamental resignificar el problema de las NEE, como un problema educativo, social y político y no como un problema psicológico o neurológico”.
Como todos los fármacos que actúan sobre el sistema nervioso con el MFD no se puede suspender su uso en forma abrupta. La interrupción debe ser progresiva y con el acuerdo del médico tratante. En caso de que un niño efectivamente sea inquieto y no logre concretar sus tareas, se recomienda escoger una terapia en la que la medicación sea el recurso último (y no el primero) y en la que participen diversos agentes de salud y que se tome en cuenta el contexto afectivo y social del niño.
Francisca Espinoza, psicóloga de Psicoymed, recomienda un tratamiento psicoterapéutico que considere las diversas dimensiones de la vida del niño. Los realizados en Psicoymed duran por lo menos 3 meses y se complementan con talleres de arte, flores de Bach y Reiki infantil. “La familia se incorpora al tratamiento para desarrollar competencias parentales, para que ellos sepan intervenir desde la casa y nosotros entregamos herramientas para que el niño trabaje su hiperactividad, que el mismo pueda controlar la impulsividad”- destaca.
Además de los talleres del Opech, diversos otros colectivos se han enfocado a disputar terreno a la excesiva medicación de la infancia. El Centro de Estudios de Contrapsicología ya diseñó un manual de abordaje y otros grupos han desarrollado trabajos locales. En una de estas experiencias participó Pablo Soto, estudiante de IVº de Sociología de la UAH en 2011. Se trató del Taller en la Población Exequiel Gonzáles Cortés, en el que participaron 15 papás junto a sus hijos, de los cuales 10 estaban diagnosticados con TDAH. “Luego de informarles de los riesgos del MFD, buscamos  alternativas como flores de Bach, involucrar a los padres en los estudios de sus hijos, que les pusieron más atención y los acompañaban”- destaca.
Gonzáles afirma que “los problemas de aprendizaje en la escuela deben ser abordados primero del sentido que tienen para estas los niños, de la gestión del tiempo, la cantidad de alumnos por sala y la didáctica del aprendizaje. Ninguno de estos ámbitos está siendo abordado hoy y termina sólo viéndose el problema desde el niño. Hay que involucrar a más actores en los problemas del aprendizaje, más allá del psicólogo, a los profesores y a la familia”.
En su propuesta educativa presentada en diciembre de 2011, la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) se integra la exigencia del fin de la medicación de la infancia.
Gloria Carrillo recomienda a otros padres que “cuando un profesor o médico te da un diagnóstico, no sólo es importante contrastar con la opinión de otro profesional, sino que también debes buscar tu misma la información. Su hijo, Matías, está ahora en un colegio de La Pintana con 27 compañeros en su curso, va con ropa de colegio sólo 2 días a la semana y no toma fármacos. “En el colegio Matte no le gustaba ir a clases, ahora está encantado con ir cada día. El colegio es el que tiene que adaptarse. Un niño que no está encantado en la sala no va a aprender nada. Y la tecnología está”- sostiene.
Tal como se recetan grandes cantidades de Ansiolíticos a los adultos, en los cajones de los directores de muchos colegios se guardan cientos de pastillas destinadas a menores de edad. Al acostumbrar a los niños a tomar fármacos para rendir según estándares impuestos por una sociedad obsesionada por los mecanismos de medición, se adiestra a  sujetos en el saber adaptarse a regímenes de competencia. Los fármacos promovidos no fomentan la autonomía y menos la creatividad, sino que el aceptar la autoridad y saber resolver tareas encomendadas en una sala de clases cuya estructura no ha variado en profundidad en los últimos tres siglos.
El objetivo de algunos científicos es ampliar el diagnóstico de TDAH a los adultos, aplicar el MFD en infractores de ley y a la inatención infantil, sobre todo de mujeres. Vega destaca que el MFD  se viene ahora como potenciador y los laboratorios lo promueven para estudiar”.
Hoy la pieza más bizarra del Museo de Pedagogía es una varilla que nos recuerda el mantra educativo de otras épocas: La letra con sangre entra. La industria farmacéutica ha hecho más infinitesimal el control de los vaivenes de la conciencia y la atención de muchos estudiantes inquietos: ahora ocurre en ese atómico espacio donde los neurotransmisores actúan reteniendo catecolaminas. Tan sutil como efectivo, el recuerdo de la pedagogía de nuestra época exhibirá en el futuro junto a la varilla una inocente y pequeña pastilla blanca.
http://www.elciudadano.cl/2013/01/03/62341/ritalin-una-sociedad-que-droga-a-sus-ninos/




Dr. Iván Seperiza Pasquali
Quilpué - Chile
Diciembre de 2009
Con la absoluta certeza que pasaremos 2013 y conoceremos la Verdad que nos Liberará.
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