Es natural que como padres se
desee que los hijos sean destacados, llevar ese anhelo a la
obsesión daña al niño y a los padres. Al
niño por no soportar él una carga superior a sus
posibilidades y
los padres por la frustración ante una realidad inferior a la
anhelada para el hijo. Esta Reflexión surge dado que una
conductora de un programa matinal de TV señaló que su
hijita era una niño índigo porque le gustaba el sushi o
bocadillos japoneses de arroz con pescado crudo. Lo del arroz
está bien, lo del pescado crudo me hace dudar...
Recordé que hace
algunos años se pusieron de modo Colegios especiales para
"niños genio". Pasaron los años y ¿qué fue
de ellos? El genio nace, no se hace y, por lo general, el genio
manifiesta su real potencial en la juventud-adulto y no a temprana
edad, salvo en lo musical y pasan a ser guiados por un maestro de
música calificado previo al Conservatorio Musical.
¿Qué fue de esos cientos de
niños genio que ahora son adultos? El ansia u obsesión de
sus padres y la comercialización de esa ansia por parte de
"especializados educadores" quizá hasta apagaron una potencial
genialidad de algunos niños entre un conjunto de
compañeros comunes y corrientes.
La TV, computación,
InterNet, telefonía móvil, aldea global planetaria,
acelerados cambios de todo orden; clima, capa de ozono, eje de la
Tierra, disminución del magnetismo... entre otros factores, dan
lugar al natural nacimiento en el ámbito mundial de niños
más despiertos, aptos para hacer frente al huracán del
cambio en el que vivimos. Es decir, son niños comunes y
corrientes para la escala de medición actual. Eso no elimina la
posibilidad que a su vez nazcan niños aun mejor preparados para
afrontar y guiar el cambio. No son índigos como suele
llamárselos, pues su aura
está en la gama del dorado, esa es la razón por la que
los llamo "De Luz".
Aunque sea duro decirlo, si
una madre públicamente señala que su hijo es
índigo: NO LO ES, es uno de los tanto niños nuevos
comunes y corrientes, más despiertos que ella por lo
señalado en
el párrafo precedente. Si una persona se presenta como
índigo, y los hay, con o sin querer queriendo es un
charlatán.
La Misión de los "De
Luz" no es pública ni parafernálica, sino la de pasar
desapercibidos en aras de su Misión. Saben que hay
oposición hacia ellos pues, para nada, al poder político,
filosófico, religioso, social... le agrada que nazcan humanos
dotados del don de verlos tal cual son bajo su máscara social.
Quien nace "De Luz" puede ser
apagado en su infancia al ser considerado distraído, inquieto,
poco sociable, hiperquinético y recibir terapia que es
bloqueante mental... No todo distraído, inquieto, poco sociable,
hiperquinético es "De Luz"...
En general la madre por
ligazón subconsciente con su hijo sabe que debe protegerlo sin
andar exhibiéndolo y alardeando de sus cualidades. Cuando se
consolida su desarrollo neurosensorial, la fuerza de su Misión
hará el resto sin ser bloqueado, es decir, se le darán
las
condiciones para cumplirla.
Esa misión es la de
ayudar a sacar al género humano del borde del abismo donde nos
encontramos, llevándolo, a su debido tiempo, a lugar seguro. Eso
no hace a los padres ni a sus hijos "De Luz" ser mejores o superiores.
Si
quieres ayudar a alguno de ellos, la mejor ayuda es dejarlo tranquilo
en su Misión de Luz...
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Padre, si en algo he de ser útil, dadme Fuerza para lograrlo