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Sobre el Concepto Verdad de Krishnamurti
Tomado de algunas de sus pláticas y Conferencias expuestas entre los años 1926 y 1936

El año 1926 Krishnamurti a quienes pretendían ser sus discípulos les decía:

Yo no quiero un "ashram" por la sencilla razón de que vosotros sois más importantes que el "ashram". Seguís a los "gurús", formáis comunidades e inevitablemente ellas fracasarán, porque el instructor llega a ser de suprema importancia y no vosotros. Si buscáis la verdad, jamás ingresaréis a un "ashram" y jamás tendréis por referencia a otra persona. Queréis que algo ocurra para cambiar, y sin embargo no consideráis el problema. Sólo puede haber un milagro cuando estáis dispuestos a recibir ese milagro. Veos a vosotros mismos, en cambio, tal cual sois, y descubriréis qué cosa extraordinaria ocurre. Lo que cambiará vuestro duro corazón es el ver las cosas tal como son. Cuando veáis y reconozcáis que vuestro corazón es duro, que vuestra mente está llena de juguetes infantiles; cuando lo reconozcáis, veréis ocurrir una transformación. Debéis tener la intención y miraos a vosotros mismos, y daos cuenta tal cual sois. A medida que os volváis perceptivos, veréis ocurrir un milagro que jamás habríais sospechado, un milagro que es la verdad, que transforma, que libera.

Una mente que busca seguridad en un gurú, o en un partido político o de otro tipo; una mente que busca protección, comodidad, jamás podrá encontrar la Verdad, ni siquiera en las más pequeñas cosas de la existencia. Hay una energía en cada individuo que es única, y que no tiene comienzo. Cada uno de vosotros es un discípulo de la Verdad, si comprendéis la Verdad y no seguís a individuos. Estimo que ser discípulo de un individuo es hacer traición a la Verdad. El único modo de alcanzar la Verdad es hacerse discípulos de la misma Verdad sin ningún intermediario. La Verdad es ruda para aquellos que no comprenden; pero la Verdad es amable, bondadosa, generosa y placentera para aquellos que entienden. Esa Verdad se halla dentro de vosotros. Quien sigue a aquel que se erige en autoridad, jamás aprende. Uno puede señalar, pero es usted quien debe mirar. Mi único interés es hacer que los hombres sean absoluta e incondicionalmente libres.

Lo que es agradable, eso aceptáis, y lo que no es agradable lo desecháis. La Verdad que es Vida, no tiene nada que ver con persona alguna. Si digo que soy el Cristo, crearéis otra autoridad. Si digo que no lo soy, también crearéis otra autoridad. ¿Pensáis acaso que la Verdad tenga nada que ver con lo que vosotros pensáis que yo soy? No os interesa la Verdad, sino la vasija que contiene la Verdad. No queréis beber las aguas, sino que queréis descubrir quién formó la vasija que contiene las aguas. Dejad a un lado la etiqueta, pues no tiene valor. Bebed el agua, si el agua es limpia.

El año 1929 J. Krishnamurti en Ommen, Holanda, como respuesta ante una serie de preguntas de los asistentes que aceptaban lo que él decía solo por el hecho de considerarlo una Divina Encarnación y no por el contenido de lo que él les señalaba, a ellos les respondió:

No fundo mis respuestas sobre ninguna autoridad. No os insto a que aceptéis aquello que yo considero como la absoluta verdad, sino que lo abandono a vuestro propio juicio, único que vale, único que resulta permanente, único que debe guiaros, sosteneros y protegeros. Nunca he dicho que no hay Dios; desde luego que hay Dios, pero no quiero usar la palabra Dios porque ha adquirido un sentido muy específico y estrecho, prefiero llamarle Vida, porque os acarrea más cerca de la Verdad.

Yo mantengo que la Verdad es una tierra sin caminos, y ustedes no pueden acercársele en absoluto por ningún camino, por ninguna religión, por ninguna secta. Ése es mi punto de vista, y adhiero a él absolutamente e incondicionalmente. Ustedes están acostumbrados a la autoridad, o a la atmósfera de autoridad que piensan los llevará a la espiritualidad. Ustedes piensan y esperan que otro pueda, por su extraordinario poder -un milagro- transportarlos a este reino de libertad eterna que es la Felicidad. Su perspectiva entera de vida está basada en esa autoridad.

Yo deseo librarlos de todas las jaulas, de todos los miedos; y no fundar religiones, nuevas sectas, ni establecer nuevas teorías ni nuevas filosofías. Entonces usted me preguntará naturalmente por qué viajo por el mundo y hablo continuamente. Le diré por qué razón hago esto: no porque desee a un partidario, no porque desee un grupo de discípulos especiales. (¡Cómo aman los hombres ser diferente de sus compañeros, sin embargo cuán ridículas, absurdas y triviales pueden ser sus distinciones! Yo no quiero animar esa absurdidad.) No tengo ningún discípulo, ningún apóstol, ni en la tierra ni en el reino de la espiritualidad. Como he dicho, tengo solamente un propósito: hacer al hombre libre, para impulsarlo hacia la libertad, ayudarle a romper todas las limitaciones, porque solo ello le dará felicidad eterna, lo dará la realización incondicional de sí mismo.

En Santiago, Chile, el 1 de septiembre de 1935 Krishnamurti dijo:

Algunos de vosotros os imagináis, quizás, que, con atender algunas de estas conferencias quedarán solucionados vuestros problemas personales. Es que, para los muchos dolores e infortunios, queréis remedios de aplicación inmediata, y para revolucionar vuestro pensamiento, vuestro ser entero, cambios superficiales. No hay más que un medio de hallar la felicidad inteligente, y ésta es el discernimiento, la percepción individual. Sólo la acción del discernimiento puede disolver los muchos obstáculos que impiden la consumación del vivir.

Octubre de 1935 durante un ciclo de Conferencias dadas en México Krishnamurti señaló:

Amigos:
Los periódicos han dado tantos informes inexactos con respecto a mí, que deseo corregirlos antes de empezar mi plática. Yo no soy teósofo. No pertenezco a ninguna secta o partido, ni a ninguna religión particular, porque la religión es un obstáculo definido para la plenitud del hombre. Tampoco deseo convertiros a ninguna teoría o conclusión fantástica.

Podréis preguntarme: ¿Qué se propone usted hacer? Si no trata que ingresemos a alguna sociedad o que aceptemos determinadas teorías, ¿qué es entonces lo que usted trata de hacer?

Lo que deseo es ayudar a vosotros, el individuo, a cruzar la corriente del sufrimiento, confusión y conflicto, por medio de la completa y profunda plenitud. Esta plenitud no radica en las autoexpresiones egoístas, ni se logra por medio de la compulsión e imitación; tampoco a través de un sentimiento o conclusiones fantásticas; sino a través del pensamiento claro, y de la acción inteligente cruzaremos esta corriente de pena y aflicción. Hay una realidad, la cual puede ser comprendida solamente a través de la verdadera y profunda plenitud.

Antes de poder entender la riqueza y hermosura de la plenitud, la mente tendrá que liberarse a sí misma, del fondo escénico de tradición, hábitos y prejuicios. Por ejemplo: si pertenecéis a un partido político determinado, naturalmente, todas las consideraciones políticas que hagáis partirán de este estrecho y limitado punto de vista de vuestro partido. Si habéis sido educados, nutridos, condicionados en alguna religión, miraréis la vida a través de su velo de prejuicios y obscuridad. Ese fondo de tradición impide la completa comprensión de la vida, causando así, sufrimiento y confusión.

Yo os rogaría que escuchéis lo que tengo que decir, libertándoos por esta hora siquiera de este fondo escénico en que habéis sido educados, con sus tradiciones y prejuicios, y penséis simple y directamente en los múltiples problemas humanos.

El ser verdaderamente crítico no es estar en oposición. La mayor parte de nosotros hemos sido entrenados para oponernos, no para criticar. Cuando un hombre meramente se opone, indica por lo general, que tiene algún interés creado que quiere proteger; y esto no es penetración profunda a través de un examen crítico. El verdadero criticismo radica en tratar de comprender el pleno significado de los valores, sin el impedimento de las reacciones defensivas.

Por todo el mundo vemos extremos de pobreza y riqueza; abundancia y al mismo tiempo miseria. Existen distinciones de clases y odios raciales, la estupidez del nacionalismo y la espantosa crueldad de la guerra. Existe la explotación del hombre por el hombre. Las religiones, con sus intereses creados, han llegado a ser un medio de explotación que también divide al hombre del hombre. Hay ansiedad, confusión, desesperación y frustración.

Vemos todo esto. Forma parte de nuestra vida diaria. Cogidos en esa rueda del sufrimiento, si sois reflexivos debéis haberos preguntado cómo pueden resolverse estos problemas humanos. O bien, sois conscientes del estado caótico del mundo, o estáis por completo adormecidos, viviendo en un mundo fantástico, en una ilusión. So sois conscientes, tenéis que debatiros con estos problemas. Al tratar de resolverlos, algunos acuden a los expertos en demanda de solución, y siguen sus ideas y teorías. Gradualmente estos se erigen en un cuerpo exclusivo, y así más tarde se ponen en conflicto con otros expertos y sus partidarios, y el individuo se convierte en un simple instrumento en manos del grupo o del experto. O tratáis de resolver estos problemas siguiendo un sistema particular que, si bien examináis, veréis que sólo es otro medio de explotación del individuo. O pensáis que para cambiar toda esta crueldad y horror deberá haber un movimiento de masa, una acción colectiva.

Ahora bien, la idea de un movimiento de masa se convierte sólo en una palabra efectista si vosotros, el individuo, que sois parte de la masa, no entendéis vuestra verdadera función. La verdadera acción colectiva solamente puede tener lugar cuando vosotros, el individuo, que sois también la masa, despertéis y toméis la plena responsabilidad de vuestras acciones, sin compulsión.

Favor de entender que no estoy dando un sistema de filosofía que podáis seguir ciegamente, sino que estoy tratando de despertaros el deseo de verdadera e inteligente plenitud, única que puede traer orden de cosas feliz y la paz en el mundo.

Puede haber un cambio fundamental y duradero en el mundo, puede haber amor, plenitud inteligente, sólo cuando despertáis y empezáis a libraros de la red de ilusiones, de las múltiples ilusiones que habéis creado alrededor de vosotros mismos, a través del temor. Cuando la mente se libre a sí misma de estos obstáculos, cuando exista este profundo, interno y voluntario cambio, solamente entonces puede haber una verdadera y duradera acción colectiva en la cual no puede haber compulsión.

Favor de comprender que os estoy hablando a vosotros como un individuo, no como a un grupo colectivo o un partido determinado. Si vosotros no despertáis a vuestra plena responsabilidad, a vuestra plenitud, entonces, vuestra función como un ser humano en sociedad debe resultar frustrada, limitada, y en eso hay pesar.

En consecuencia la cuestión es cómo puede haber esta profunda revolución individual. Si hay esta revolución verdadera, voluntaria, de parte del individuo, entonces cearéis el medio ambiente apropiado para todos, sin distinción de clases o razas. Entonces el mundo será una sola unidad humana.

¿Cómo vais a despertar como individuos a esta revolución profunda? Lo que voy a decir no es complicado, es muy sencillo, y precisamente a causa de su misma sencillez, temo que lo rechacéis como no siendo positivo. Lo que llamáis positivo es que so dé un plan definido, que se os diga exactamente lo que tenéis que hacer. Pero si podéis entender por vosotros mismos cuáles son los obstáculos que están impidiendo vuestra plenitud profunda y verdadera, entonces no llegaréis a ser meramente seguidores y a ser explotados. Todo proselitismo es en detrimento de la plenitud.

Para que se opere esta profunda revolución, debéis volveros plenamente conscientes de la estructura que habéis creado a vuestro alrededor, y en el cual estáis ahora cogidos. Es decir: tenemos ahora ciertos valores, ideales, creencias, que actúan como una red para retener la mente, y cuestionando todo su significado, entendiéndolo, nos daremos cuenta cómo han llegado a existir. Antes de poder hablar plena y verdaderamente, debéis conocer la prisión en la cual estáis viviendo, cómo ha sido creada, y al examinarla sin ninguna autodefensa, encontraréis por vosotros mismos su verdadero significado, que ningún otro puede transmitiros. A través del propio despertar de vuestra inteligencia, a través de vuestro propio sufrimiento, descubriréis el proceso de la verdadera plenitud.

Cada uno de nosotros está buscando seguridad, certeza por medio del pensamiento y la acción egoístas, ya objetiva o ya subjetivamente. Si sois conscientes de vuestro pensamiento, veréis que estáis persiguiendo vuestra propia certeza y seguridad egoístas, tanto exterior como interiormente. En realidad no hay tal absoluta división de la vida en mundo objetivo y subjetivo. Hago esta división sólo por conveniencia.

Objetivamente, esta búsqueda por una seguridad y certeza egoísta se expresa a sí misma a través de la familia, que se convierte en un centro de explotación basado en el espíritu de adquisición. Si lo examináis veréis que lo que llamáis amor a la familia es sólo afán posesivo.

Esa búsqueda de seguridad se expresa de nuevo a sí misma, a través de las divisiones de clase que llegan hasta la estupidez del nacionalismo e imperialismo y engendran el odio y antagonismo racial, y en último término, la crueldad de la guerra.

Así, a través de nuestros propios deseos egoístas, hemos creado un mundo de nacionalidades y gobiernos soberanos antagónicos, cuya función es: prepararse para la guerra y lanzar al hombre contra el hombre.

Existe además, la búsqueda de certeza y seguridad  egoístas a través de lo que llamamos la religión. Gustáis apasionadamente creer que seres divinos han creado estas formas organizadas de creencia que llamamos religiones. Sois vosotros mismos que las habéis creado para vuestra propia conveniencia; a través de las edades han llegado a santificarse y ahora os habéis convertido en esclavos de ellas. Jamás podrá haber religiones ideales, por tanto, no perdamos tiempo discutiéndolas. Podrán existir sólo en  teoría, pero nunca en la realidad. Examinemos, pues, cómo hemos creado las religiones y de qué manera nos hemos vuelto sus esclavos. Si las examináis profundamente, tal como son, veréis que no son otra cosa sino los intereses creados de creencias organizadas, que sujetan y explotan al hombre.

Así como objetivamente estáis buscando seguridad, también subjetivamente estáis buscando una clase diferente de seguridad, certeza, a la que llamamos inmortalidad. Anheláis una continuidad egoísta en el más allá, llamándola inmortalidad. Más adelante, en mis pláticas, explicaré lo que es para mí, la verdadera inmortalidad.

En vuestra búsqueda de esta seguridad nace el temor y os sometéis a otro, quien os promete esa inmortalidad. A través del temor creáis una autoridad espiritual, y para administrar tal autoridad hay sacerdotes, quienes os explotan por medio de la creencia, el dogma y el credo, empleando la ostentación, pompa y ritual que en el mundo entero se llama religión. Está basada esencialmente en el temor, aunque podáis llamarla Amor a Dios o a la verdad. Si lo examináis inteligentemente, sólo es el resultado del temor, y, por tanto, debe llegar a ser uno de los medios de explotar al hombre. A través de vuestro propio deseo de inmortalidad y de continuidad egoísta habéis edificado esta ilusión que llamáis religión, y consciente o inconscientemente estáis atrapados en ella. O bien podéis no pertenecer a ninguna religión en particular; pero sí a alguna secta, la cual sutilmente promete una recompensa, una sutil expansión del ego en el más allá. O podéis no pertenecer a ninguna sociedad o secta; pero puede existir un deseo interno, oculto y escondido, de buscar vuestra propia inmortalidad. Mientras exista un deseo de autocontinuidad, en cualquier forma, debe haber temor, el cual sólo crea autoridad y de aquí viene la sutil crueldad y estupidez de someterse a la explotación. Esta explotación es tan sutil, tan refinada, que uno llega a enamorarse de ella llamándola progreso espiritual y adelanto hacia la perfección.

Ahora bien, vosotros, el individuo, debéis llegar a ser conscientes de toda esta intrincada estructura, conscientes de la fuente del temor y estar dispuestos a destruírla, cualesquiera que puedan ser las consecuencias. Esto significa llegar a un conflicto individualmente con los ideales y valores existentes; y cuando la mente se libre a sí misma de lo falso, podrá haber la creación del recto medio ambiente para el conjunto.

Lo que primero os concierne es llegar a ser conscientes de la prisión, entonces veréis que vuestro propio pensamiento está continuamente tratando de evitar ponerse en conflicto con los valores de la prisión. Este escape crea ideales, los que, por más hermosos, no son sino ilusiones. Una de las trampas de la mente es escapar hacia un ideal, porque sino escapa, deberá ponerse en conflicto directamente con la prisión, con el medio ambiente. Esto es, la mente desea escapar a una ilusión más bien que enfrentarse con el sufrimiento que inevitablemente se origina cuando comienza a cuestionar los valores, la moralidad, la religión de la prisión.

Lo que interesa, por tanto, es entrar en conflicto con las tradiciones y los valores de la sociedad y la religión, en los cuales estáis cogidos y no escapar intelectualmente a través de un ideal. Cuando empezáis a cuestionar estos valores, empezaréis a despertar esa inteligencia verdadera, única que puede resolver los múltiples problemas humanos.

Mientras la mente esté atrapada en valores falsos, no podrá haber plenitud. Solamente lo completo revelará la verdad, el movimiento de la vida eterna.
Octubre 20 de 1935

En el año 1936, en Ommen, Holanda, se le dijo a Krishnamurti por parte de uno de los asistentes a su Conferencia:

En Ud. nosotros reconocemos a un gran Jefe Espiritual y sentimos profunda reverencia hacia Ud. ¿Por qué no habríamos entonces de fomentar en el prójimo, tanto como en nosotros mismos, estas grandes cualidades del respeto y de la abnegación?

Respondió Krishnamurti:


A mí, personalmente, las muestras de respeto me resultan desagradables. Si tuvierais verdadero respeto, no me lo demostrarías tan sólo a mí sino a todo el mundo. Os parece que voy a daros algo, o ayudaros de algún modo, y por eso me respetáis. Las ideas en sí mismas no os merecen consideración, sino tan solo, por desgracia, la persona que expone dichas ideas. Donde falta la inteligencia, existe el respeto hacia los menos y el desdén hacia los demás... Insensatos, ustedes solo aceptan lo que les digo porque suponen que soy autoridad y no por el contenido de lo que manifiesto.

Algunos de vosotros os imagináis, quizás, que, con atender algunas de estas conferencias quedarán solucionados vuestros problemas personales. Es que, para los muchos dolores e infortunios, queréis remedios de aplicación inmediata, y para revolucionar vuestro pensamiento, vuestro ser entero, cambios superficiales. No hay más que un medio de hallar la felicidad inteligente, y ésta es el discernimiento, la percepción individual. Sólo la acción del discernimiento puede disolver los muchos obstáculos que impiden la consumación del vivir. Uno puede señalar, pero es usted quien debe mirar. Mi único interés es hacer que los hombres sean absoluta e incondicionalmente libres.

La libertad no es una reacción; la libertad no es una opción. Es una pretensión humana el decir que porque se puede decidir se es libre. La libertad es la observación pura, sin dirección, sin miedo a premio o castigo. La libertad no tiene motivo; la liberad no está al final de la evolución humana pero establece el primer paso hacia su existencia.
 
Esperamos que otros sean los que se rebelen y construyan de nuevo, mientras nosotros permanecemos inactivos hasta estar seguros de los resultados. Una de nuestras más desgraciadas flaquezas, es que siempre esperamos que alguien actúe por nosotros y cambie el rumbo de nuestras vidas. Debéis pensar y actuar en forma completamente nueva. Debéis libertaos de la red de falsos valores que el ambiente os ha impuesto.

Hay una energía en cada individuo que es única, y que no tiene comienzo. Para llegar a la perfección, a Dios, o a la Verdad, debéis ir a través de varias experiencias, hasta que hayáis acumulado suficiente conocimiento, equivalente a la realidad. Esta división entre la ignorancia y la sabiduría sólo será traspuesta por una constante acumulación, aprendizaje que prosigue vida tras vida hasta llegar a la perfección. Vosotros, que sois imperfectos ahora, os volveréis perfectos, para lo cual debéis tener tiempo y oportunidad, lo que hace necesario el renacimiento. Esta es, brevemente la teoría de la reencarnación.


Reflexión

Krishnamurti fue un Guerrero, al parecer, y así lo siento, un Maestro de Sabiduría cuya Misión fue remecer las bases de los Paradigmas y dogmas de todo tipo, en especial en lo Religioso, Social, Filosófico... Tuvo el valor de decir la Verdad sin buscar adeptos, cumpliendo su Misión de hablar al mundo como lo hizo.

De lo precedente expuesto por él en la década 1926-1936 deseo destacar algunos párrafos de una Verdad amarga para los más. Verdad que ahora los menos la está entendiendo por propio discernimiento. Menos que ya son suficiente si logran mejorar la media diaria de pensar y al sutilizar el vibrato de la mente, esa fuerza interior crea una imantación mental en la que lo positivo repele a lo negativo y atrae a lo positivo, que se aúna en una fuerza colectiva de Cambio lo que ayuda a encontrar dentro de cada uno la Verdad, Verdad que como lo señaló Jesucristo: NOS HARÁ LIBRES. Re-leamos algunas Verdades de Krishnamurti:

Veos a vosotros mismos, en cambio, tal cual sois, y descubriréis qué cosa extraordinaria ocurre. Lo que cambiará vuestro duro corazón es el ver las cosas tal como son. Cuando veáis y reconozcáis que vuestro corazón es duro, que vuestra mente está llena de juguetes infantiles; cuando lo reconozcáis, veréis ocurrir una transformación. Debéis tener la intención y miraos a vosotros mismos, y daos cuenta tal cual sois. A medida que os volváis perceptivos, veréis ocurrir un milagro que jamás habríais sospechado, un milagro que es la verdad, que transforma, que libera.

Cada uno de vosotros es un discípulo de la Verdad, si comprendéis la Verdad y no seguís a individuos. Estimo que ser discípulo de un individuo es hacer traición a la Verdad. El único modo de alcanzar la Verdad es hacerse discípulos de la misma Verdad sin ningún intermediario. La Verdad es ruda para aquellos que no comprenden; pero la Verdad es amable, bondadosa, generosa y placentera para aquellos que entienden. Esa Verdad se halla dentro de vosotros. Quien sigue a aquel que se erige en autoridad, jamás aprende. Uno puede señalar, pero es usted quien debe mirar. Mi único interés es hacer que los hombres sean absoluta e incondicionalmente libres.

No os interesa la Verdad, sino la vasija que contiene la Verdad. No queréis beber las aguas, sino que queréis descubrir quién formó la vasija que contiene las aguas. Dejad a un lado la etiqueta, pues no tiene valor. Bebed el agua, si el agua es limpia.

Yo mantengo que la Verdad es una tierra sin caminos, y ustedes no pueden acercársele en absoluto por ningún camino, por ninguna religión, por ninguna secta. Ése es mi punto de vista, y adhiero a él absolutamente e incondicionalmente. Ustedes están acostumbrados a la autoridad, o a la atmósfera de autoridad que piensan los llevará a la espiritualidad. Ustedes piensan y esperan que otro pueda, por su extraordinario poder -un milagro- transportarlos a este reino de libertad eterna que es la Felicidad. Su perspectiva entera de vida está basada en esa autoridad.

Es que, para los muchos dolores e infortunios, queréis remedios de aplicación inmediata, y para revolucionar vuestro pensamiento, vuestro ser entero, cambios superficiales. No hay más que un medio de hallar la felicidad inteligente, y ésta es el discernimiento, la percepción individual. Sólo la acción del discernimiento puede disolver los muchos obstáculos que impiden la consumación del vivir.

Antes de poder entender la riqueza y hermosura de la plenitud, la mente tendrá que liberarse a sí misma, del fondo escénico de tradición, hábitos y prejuicios. Por ejemplo: si pertenecéis a un partido político determinado, naturalmente, todas las consideraciones políticas que hagáis partirán de este estrecho y limitado punto de vista de vuestro partido. Si habéis sido educados, nutridos, condicionados en alguna religión, miraréis la vida a través de su velo de prejuicios y obscuridad. Ese fondo de tradición impide la completa comprensión de la vida, causando así, sufrimiento y confusión.

Por todo el mundo vemos extremos de pobreza y riqueza; abundancia y al mismo tiempo miseria. Existen distinciones de clases y odios raciales, la estupidez del nacionalismo y la espantosa crueldad de la guerra. Existe la explotación del hombre por el hombre. Las religiones, con sus intereses creados, han llegado a ser un medio de explotación que también divide al hombre del hombre. Hay ansiedad, confusión, desesperación y frustración.

Puede haber un cambio fundamental y duradero en el mundo, puede haber amor, plenitud inteligente, sólo cuando despertáis y empezáis a libraros de la red de ilusiones, de las múltiples ilusiones que habéis creado alrededor de vosotros mismos, a través del temor. Cuando la mente se libre a sí misma de estos obstáculos, cuando exista este profundo, interno y voluntario cambio, solamente entonces puede haber una verdadera y duradera acción colectiva en la cual no puede haber compulsión.

Existe además, la búsqueda de certeza y seguridad  egoístas a través de lo que llamamos la religión. Gustáis apasionadamente creer que seres divinos han creado estas formas organizadas de creencia que llamamos religiones. Sois vosotros mismos que las habéis creado para vuestra propia conveniencia; a través de las edades han llegado a santificarse y ahora os habéis convertido en esclavos de ellas. Jamás podrá haber religiones ideales, por tanto, no perdamos tiempo discutiéndolas. Podrán existir sólo en  teoría, pero nunca en la realidad. Examinemos, pues, cómo hemos creado las religiones y de qué manera nos hemos vuelto sus esclavos. Si las examináis profundamente, tal como son, veréis que no son otra cosa sino los intereses creados de creencias organizadas, que sujetan y explotan al hombre.

A mí, personalmente, las muestras de respeto me resultan desagradables. Si tuvierais verdadero respeto, no me lo demostrarías tan sólo a mí sino a todo el mundo. Os parece que voy a daros algo, o ayudaros de algún modo, y por eso me respetáis. Las ideas en sí mismas no os merecen consideración, sino tan solo, por desgracia, la persona que expone dichas ideas. Donde falta la inteligencia, existe el respeto hacia los menos y el desdén hacia los demás... Insensatos, ustedes solo aceptan lo que les digo porque suponen que soy autoridad y no por el contenido de lo que manifiesto.

Vosotros, que sois imperfectos ahora, os volveréis perfectos, para lo cual debéis tener tiempo y oportunidad, lo que hace necesario el renacimiento. Esta es, brevemente la teoría de la reencarnación.

Imaginemos el impacto que los conceptos de Krishnamurti tuvieron desde hace 70 años y cuánta oposición encontró desde que comenzó a dar sus Conferencias por el mundo. Sin embargo la Fuerza Interior de Su Verdad que es nuestra Verdad como seres humanos, era superior a la del generalizado dogma y paradigma limitante y lineal y, a pesar de ello, logró vivir hasta los 90 años intentando hacer entender al ser humano que ES LIBRE y que dentro de sí mismo está la VERDAD y la LIBERTAD, y no en nada externo, ritual, escrito, creencia o persona, por muy venerado que fuera por ciertas mayorías. Esto hoy la Ciencia de la Mente lo refuerza y da lugar a un movimiento Transpersonal individual en expansión más allá del cerebro que es del mundo exterior, llevándonos por la mente que es del mundo interior, más allá de su subconsciente, para así exteriorizar la Fuerza Vital del alma que necesita actuar para atenuar los dolores del Parto de Cambio que nos está Transformando de humanos a seres Suprahumanos...

Anexo

En este instante entra un correo que pasa el filtro de mis sistema. Dice:

Subject:: Iván ¿Iván que sabes sobre el cenit del petróleo?
Date: 05-09-2005 23:17

Hola Iván
¿Iván qué sabes sobre el cenit del petróleo?
He estado investigando y me encontré con lo del cenit del petróleo, y me parece muy alarmante. El petróleo barato se acabo y se puede desmoronar todo el sistema.
¿Te dijo “Zoltan” algo sobre esto?
¿Cómo lo percibes?
Veo como en una Web española (www.crisisenergetica.org) , gente bastante culta, biólogos, geólogos, etc. hablan, comentan, buscan soluciones e incluso se refugian en el campo y en fortalezas “autosuficientes”.
Ademas en:
 http://www.animalweb.cl/n_o_imperial/crisis_energetica/peak_petroleo_debacle.htm
Dan una visión de lo que pasara en los próximos años ( 1, 2 o a lo mas 5 años) de no encontrar una energía barata de reemplazo.
Tal vez tu visión de esto ya esta en algún escrito, no lo se, ya llegare a leerlo.
Lo que importa es que Gracias a tus escritos no tengo miedo y enfrentare la situación lo mejor que pueda.
Ya nos veremos en un mundo donde la energía no sea contaminante.
Saludos mi muy estimado Iván.

Reflexión-respuesta
Amigo, ignoro de qué lugar de la aldea planetaria escribes. Los pensadores y científicos que han logrado desligarse ya del dogma racional lineal limitante, están más que preocupados por lo que sucede; piensan, proyectan e ignoran si lo ocurrido este 2005 se incrementará en frecuencia y magnitud y cuál será el real efecto de la crisis del petróleo y, en especial, del cambio climático.

No te sorprenda si te digo que el especial Huracán Katrina, pudo ser cual experimento de Laboratorio para medir la reacción de la nación considerada más poderosa y Paradigma de la democracia y los derechos humanos. Ver la reacción de aquellos que no evacuaron la ciudad más afectada por su situación geográfica, Nueva Orleans, pues la mayor parte de esas personas no tenía cómo hacerlo, ni hacia dónde ir por falta de disponibilidad económica... Como sobrevivientes, entre miles de muertos, muchos actuaron fuera de su norma tan religiosa y democrática, unos por necesidad buscando agua, refugio y comida y otros porque se les activó lo denso mental siendo desatados sus bajos instintos que dieron lugar a la Anarquía. Anarquía controlada, no de manera tan oportuna, por fuerzas especiales 007 entrenadas y con licencia para matar, como así sucedió. Esto, si se proyecta al ámbito planetario y si además se sabe qué crisis sucederán y si esas crisis llevarán al derrumba la economía mundial... Daría paso al CAOS PLANETARIO... nos dejaría en la Anarquía total mundial del imperio de la Ley del más fuerte.

Amigo, da como para Reflexionar y Pensar que con mayor dedicación uno debe a tiempo intentar:

¡¡¡ PENSAR MEJOR !!!


Dr. Iván Seperiza Pasquali
Quilpué, Chile
Septiembre
de 2005

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