Reflexión 110
Del Sin Nombre

Electrónico comentario previo:

Asunto: Gracias 109
De: Concepción Girones Guillem
Desde: Ontinyent - Valencia - España
Fecha: 13-04-2007 23:16
 
Caray Iván Hermano Amigo:
Me dejas sin respiración, entre tus cada día más fantásticos escritos y el arrullo de tu música iniciática, -se refiera al CD Continuum AIR del Aire para la Cuerda en Sol de J. S. Bach- me transporto, aunque no se si al espacio entre las estrellas o al interior de uno de mis billones de átomos navegando entre sus protones y neutrones. 
Tiene que ser fantástico ver la tierra desde el espacio, ¿sabes?, yo mandaría allí a todos los fundamentalistas y nacionalistas, para que se convencieran de una vez que todo DIOS es el mismo y todas las naciones se difuminan en la distancia, se les rece como se les rece y se enarbole la bandera que se quiera, al fin todos iguales, al menos si no se puede ir deberían visitar el estupendo Google Earth, que como imagen virtual sirve, yo daría lo que me queda de vida por verlo en vivo y en directo cualquiera de las dos opciones la macro y la micro. 
Cada día te quiero más, a ti y a todo el mundo, muchas veces pienso cómo sería mi vida ahora si no hubiese tenido la gran suerte de TROPEZAR con MUNDO MEJOR, con el cacao mental que yo me tenía. 
Eres el mas mejor del mundo mundial.
G R A C I A S

Entiendo el entusiasmo de la Amiga Concepción y de algunos otros CiberLectores por lo que voy dejando en el Portal Mundo Mejor. No debo ser yo el depositario de esa admiración sino quien me permite recibir ideas, conocimientos... cuya fuente está dentro, y en el dentro ¿dónde? -¿Será acaso mi imaginario Amigo cuatridimensional Zoltan?-, digo cuatridimensional por ser, en este puntual caso, la otra dimensión la de la imaginación o fantasía, quedando la duda en donde termina la realidad y en dónde comienza la fantasía, una fuente de ideas que dan primero lugar a un título, luego a un conjunto que se presenta en el papel a manera de esqueleto de una estructura, estructura que ignoro cuál será su forma y, desde ese instante, el esqueleto comience a ser llenado con sus partes que dan forma al cuerpo final sobre la base de propias y ajenas opiniones que encuentro en el momento y lugar preciso y refuerzan la idea central. Cuerpo Final que, en sus relecturas de corrección me deja impresionado por lo que logré escribir... en el caso de nuestra Amiga española, la precedente Reflexión 109. Reflexión que finalicé con un Anexo dejado por el comentario de un Iniciado Amigo del Valle de Quilpué en cuanto al número de veces que allí menciono el nombre de Dios. Al releer ese Anexo recordé que en mi primer libro, "La Respuesta es:", puse una sección titulada "Del Sin Nombre". Busqué y allí está ese título en el Capítulo 1, "La Sagrada Tradición", sección 2. El recuerdo me motivó primero a dar nombre a la presente Reflexión 110 cuyo número en una quintidimensional simbología numeral me lleva a decir que:

110
1 en 10 = Uno en Dios

Para Pitágoras y su Escuela Iniciática el número 10 era la quintaesencia del misticismo nacido de la sumatoria del 1+2+3+4. A su vez, en los arcanos el 10 es el más Sagrado de los números por representar al universo con la suma de sus dimensiones. Para nuestra dimensión el 10 se ve reflejado en el hombre en su ciclo vibratorio cerebral ideal alfa de 10 por segundo. Ciclo cerebral de apertura dimensional para que fluya mejor el Positivo Pensar y se facilite la llegada al organismo de La Fuerza, y por medio de la mente La Fuerza pueda reflejar la Luz en el mundo exterior... Veamos lo que hace 25 años dejé escrito sobre ÉL, Dios:

Del Sin Nombre

Cuando Tatios pregunta a Hermes sobre DIOS, el Trismegisto le responde: Hablar de DIOS es imposible hijo, pues lo corpóreo no puede expresar a lo incorpóreo... Lo que no posee cuerpo ni apariencia, forma ni materia, no puede ser comprendido por los sentidos. Yo comprendo Tatios, comprendo, que lo imposible de definir, eso es DIOS.
Enseña la Teogonia primitiva al SIN NOMBRE como: Aquel que no es el Ego, que no es el NO YO, que no es la Conciencia, que no es Atma ni es en sí un objeto de Conocimiento. Es la Esencia Una un Centro de Energía al que algunos llaman Logos, pero ÉL es el PADRE de los Logos y ellos son por ÉL.
Nos dicen unos Proverbios Sagrados: Tú, ahora que se han disipado las nubes de la ignorancia crees que ha aparecido la Luna de la Sabiduría, pero te equivocas; la Luna brillaba detrás de las nubes durante eternidades... Cierra los ojos y verás, has silencio y escucharás... Dijiste al almendro: Hermano háblame de DIOS, y entonces el almendro floreció...
Aparecen algunos místicos, es San Agustín el que habla: ¿Crees saber lo que es DIOS? DIOS no es nada de lo que te imaginas o de lo que tú pensamiento pueda abarcar... San Juan de la Cruz agrega: Lo más alto que se puede llegar a entender de DIOS, dista en infinita manera de DIOS...
La Sagrada Tradición se refiere al SIN NOMBRE en un arcaico documento: Los que han tratado de crearle un nombre y estudiar al Principio Incognoscible de todas las cosas, al intentar hacerlo sólo han logrado degradarlo hasta su nivel, al no poder nivelarlo por el humano entendimiento para su comprensión. Todo lo que es, ha sido y será, está compenetrado por el TODO que es DIOS; su manifestación abarca desde lo más sutil y cercano a ÉL, hasta lo más denso o lejano de ÉL, pero en ÉL nada es cercano o lejano, sólo ES. En la organización del Universo manifestado corresponde a diferentes Jerarquías Espirituales actuar como transformadores de la Energía que desde ÉL dimana, para hacerla llegar graduada a los planos menos sutiles que no podrían recibir una vibración tan elevada sin desintegrarse. Esa Energía es la chispa de vida que mantiene con vida cada partícula, átomo y molécula. Chispa que en el hombre llega desde el personal espíritu siendo transformada plano a plano por sus cuerpos cada vez más densos. Ello nos diferencia del mundo animal, vegetal y mineral.
El Diccionario Católico manifiesta que DIOS es el Ente Supremo, infinito, eterno, absoluto, causa inteligente y libre de todo lo creado. De acuerdo con la Biblia lo personifica con nombres propios como los de : ÉL, Elohim, Adonai, Schaddai, Elyon, Dadosh, Yahvé y Padre. Para la Sagrada Enseñanza estas denominaciones no corresponden a DIOS, sino que son de Jerarquías Espirituales relacionadas con nosotros. DIOS está más allá de toda personalización e infinitamente lejos del entendimiento humano. Se nos señala: Lo que no puede expresarse en palabras, pero es la causa por las que las palabras puedan llegar a ser expresadas; aquello que con la mente no puede pensarse, pero es la causa que la mente piense; eso que no es espíritu pera es la causa por la que los espíritus son; lo que no puede verse ni es luz, pero es la causa que se pueda ver y que la luz exista; lo infinito que no podrá ser expresado por lo finito... Todo eso y mucho más es EL SIN NOMBRE al que llamamos DIOS.
La Ciencia, las Religiones las Filosofías y los Grupos Espirituales son senderos que inician a los hombres en el conocimiento del Mundo Exterior. Todos por igual acercan a sus adelantados caminantes al Umbral de la Gran Iniciación que da paso a la Realidad Interior. El vertiginoso avance de la Ciencia permite el rápido despertar de los intelectos desarrollando el cerebro izquierdo y creando la inquietud sobre DIOS en el científico. Transformando al evolucionado de su sendero en un ser religioso. Dos genios intuitivos, ambos físico-matemáticos figuran entre los pilares de la física moderna que revolucionó arcaicos conceptos. Como científicos notables refuerzan el concepto de DIOS. Albert Einstein (1879 - 1955), creador de la trascendental teoría de la Relatividad señaló: La vida de un hombre sin religión no tiene sentido; y no sólo lo convierte en un desdichado, sino que en un ser incapaz de vivir. Para él: La luz es la sombra de DIOS. Max Planck (1858 - 1947), creador de la notable teoría quántica, afirmó: Jamás puede haber verdadera oposición entre la religión y la ciencia, pues una es el complemento de la otra.
Si pretendemos acercarnos a DIOS, lo primero a realizar es el encuentro con uno mismo, luego viene el encuentro con los demás para finalizar con el encuentro con DIOS. Se capta la inquietud: ¿Cómo logro acercarme y encontrarme conmigo mismo? La respuesta es: Para iniciar el autoconocimiento hay que aprender a interiorizarse, a tener el valor de aceptarse tal cual uno es, mediante el sincero autoanálisis, proponiéndose nuevas metas positivas que vayan limpiando lo sucio encontrado. Se debe aceptar el lugar de nacimiento y la familia que a uno lo recibió; aceptar el país y la raza a la que se pertenece por cuna; aceptarse físicamente como se es en la propia personalidad. No rechazar la verdadera historia de la vida por muy amarga que ella hubiera sido; saber reconocer los errores cometidos intentando no volver a cometerlos; aceptar la vejez, el dolor y la muerte. Todo ello permite comenzar la verdadera interiorización fijando nuevas metas. Si se ha iniciado el encuentro con uno mismo, lo demás llegará como algo natural. Se nos recomienda no investigar a DIOS pero sí alcanzar el autoconocimiento, cuyo primer paso es el más difícil de lograr.
Somos caminantes donde el vacío absoluto no existe al estar todo integrado por la Energía del TODO que es Inteligencia Pura. Lo creado es temporal y perecedero, nuestra realidad, el espíritu que cada uno es, es eterno y como eterno emanó de DIOS y retorna a ÉL. El Conocimiento que orienta hacia la Verdad ayuda al hombre en su avance por el sendero de la vida, sendero cuya meta final es DIOS. Los Maestros de Sabiduría nos van entregando la posibilidad de recibir la Enseñanza con el fin de aceptarla a su debido tiempo y de manera gradual, de acuerdo con el grado evolutivo. Ellos nada imponen, saben quiénes somos y quiénes llegaremos a ser.

Reflexión

A manera de resumen destacaré lo que se ha pensado de Dios en lo que dejé en esa sección hace 25 años:

Hablar de DIOS es imposible hijo, pues lo corpóreo no puede expresar a lo incorpóreo... Lo que no posee cuerpo ni apariencia, forma ni materia, no puede ser comprendido por los sentidos. Yo comprendo Tatios, comprendo, que lo imposible de definir, eso es DIOS.
Aquel que no es el Ego, que no es el NO YO, que no es la Conciencia, que no es Atma ni es en sí un objeto de Conocimiento. Es la Esencia Una un Centro de Energía al que algunos llaman Logos, pero ÉL es el PADRE de los Logos y ellos son por ÉL.
¿Crees saber lo que es DIOS? DIOS no es nada de lo que te imaginas o de lo que tú pensamiento pueda abarcar.
Lo más alto que se puede llegar a entender de DIOS, dista en infinita manera de DIOS.
Los que han tratado de crearle un nombre y estudiar al Principio Incognoscible de todas las cosas, al intentar hacerlo sólo han logrado degradarlo hasta su nivel, al no poder nivelarlo por el humano entendimiento para su comprensión. Todo lo que es, ha sido y será, está compenetrado por el TODO que es DIOS; su manifestación abarca desde lo más sutil y cercano a ÉL, hasta lo más denso o lejano de ÉL, pero en ÉL nada es cercano o lejano, sólo ES.
Lo que no puede expresarse en palabras, pero es la causa por las que las palabras puedan llegar a ser expresadas; aquello que con la mente no puede pensarse, pero es la causa que la mente piense; eso que no es espíritu pera es la causa por la que los espíritus son; lo que no puede verse ni es luz, pero es la causa que se pueda ver y que la luz exista; lo infinito que no podrá ser expresado por lo finito... Todo eso y mucho más es EL SIN NOMBRE al que llamamos DIOS.
La luz es la sombra de DIOS.

Si, ante los universos somos menos, mucho menos que una bacteria unicelular del océano, no me siento autorizado a Reflexionar sobre Dios, pues al hacerlo sería igual que suponer que la bacteria explique el concepto del océano del que forma parte... Nuestro planeta es parte de un sistema solar marginal de la Galaxia formada por miles de miles de millones de sistemas solares. La Galaxia es parte de un conjunto Hipergaláctico formado por miles de millones de galaxias, conjunto que es parte junto a miles de millones de hipergalaxias de... Y para que hablar de lo que hay Más Allá de las estrellas: Los Universos de cuarta, quinta, sexta y séptima dimensión... ¿Cómo entonces desde aquí voy a pretender definir o intelectualizar al que con La Fuerza de SU Pensamiento permite que Todo esto sea? A Dios hay que sentirlo y no intelectualizarlo. En Dios hay que sentirse y no racionalizarlo. Cada uno como UNO es en Dios y Dios es en uno...

110
1 en 10 = Uno en Dios

*
En cada hombre, en cada individuo se contempla un mundo, un universo. La elección del cuerpo para cada vida se determina por la justicia del destino de acuerdo con la conducta tenida en la vida anterior. Los dioses han otorgado al hombre el intelecto y las manos y lo han hecho semejante a ellos. En todo tiempo, en toda edad y en cualquier situación que se encuentre, el hombre siempre aspira a la conquista de la Verdad. La teoría de la infinidad del Universo es un desafío a las amenazas que la superstición solía imaginar en el cielo encerrado por la esfera externa de las estrellas fijas; esta teoría rompe aquella bóveda celeste como si fuera un escenario pintado, procediendo luego al descubrimiento de otros mundos infinitos más allá del nuestro.
Giordano Bruno, mártir de la Santa Ignorancia, quemado en la hoguera en el 1600

Del Pensamiento de Giordano Bruno

            Además, en este universo hay una providencia universal por cuya virtud todos los seres vivos se mueven y perseveran en su perfeccionamiento. Esto lo entiendo en dos sentidos: primero, a la manera como el alma está en todo el cuerpo y en cada una de sus partes,  lo que llamo la naturaleza, sombra o huella de la Divinidad; y segundo, a la manera como Dios está en todo y sobre todo, por esencia, presencia y preferencia, no como parte ni como alma, sino de modo inefable.
            Además, creo que todos los atributos de Dios son uno solo y el mismo. De acuerdo con los más eminentes teólogos y filósofos concibo tres atributos principales: poder, sabiduría y bondad, o mejor dicho, voluntad, conocimiento y amor. La voluntad engendra todas las cosas; el conocimiento los ordena; y el amor las concierta y armoniza. Así comprendo la existencia de todas las cosas, pues nada hay que no participe de la existencia ni esta es posible sin esencia, de la propia manera que nada es bello sin belleza, y por lo tanto nada puede escapar a la divina presencia.
            Así es que raciocinio y no por verdad substancial entiendo distinción en Dios.
            Cosas vivas distintas entre sí representan a diferentes espíritus y potestades que, además del ser absoluto que poseen por sí mismos, obtienen el ser comunicado a todas las cosas según su capacidad y medida. De ahí que Dios como totalidad se halle en todas las cosas.
            Creo que el universo es infinito como obra del divino e infinito poder, porque hubiera sido indigno de la omnipotencia y de la bondad de Dios crear un solo mundo finito, pudiendo crear, además de este mundo, infinitos otros. Por lo tanto declaro que hay infinitos mundos parecidos al nuestro, el cual, de acuerdo con el sentir de Pitágoras, creo que es una estrella de naturaleza análoga a la luna, a los otros planetas y demás astros, cuyo número es infinito, y que todos estos cuerpos celestes son mundos innumerables que constituyen el universo infinito en el espacio infinito, y esto es lo que llamo universo infinito con innumerables mundos, y así tenemos dos linajes de grandeza infinita en el universo y una multitud de mundos. Esto parece a primera vista contraria a la verdad, si se compulsa con la fe ortodoxa.
            Dios, como absoluto, no establece relación con nosotros, pero lo hace al comunicarse con los efectos de la naturaleza, con los que posee un vínculo más estrecho que la propia naturaleza. Así pues, si Él no es la misma naturaleza, ciertamente es la naturaleza de la naturaleza, y si no es la propia alma, es el alma del alma del mundo.
Dios, su divina belleza y resplandor, relucen y se hallan en todas las cosas, y por ello no estimo error el admirarlo en todas las cosas, según el modo en que cada una se comunica.
            El ascenso procede en el alma de la potencia y el vigor que se halla en las alas que son el intelecto y la intelectiva voluntad, por las cuales ella tiende naturalmente hacia Dios y pone en Él su mirada como en el sumo bien y la verdad primera, como la absoluta bondad y belleza.
            Hállase allí el objeto final, último y perfectísimo, y no ya en este estado, en que no podemos ver a Dios sino como en sombra y espejo: de ahí que no pueda ser objeto sino por cierta similitud, no tal como puede ser abstraída y recogida de la belleza y excelencia corpóreas por virtud del sentido, sino tal cual puede ser formada en la mente por la virtud del intelecto. Encontrándose en tal condición viene a perder ésta el amor y el afecto de toda otra cosa, tanto sensible como intangible; porque unida a esa luz, se convierte también ella en luz y consecuentemente se hace un dios, pues contrae la divinidad en sí... Así el intelecto humano en este mundo interior nútrese de estas especies y similitudes, hasta tanto no le sea lícito mirar con ojos más puros la belleza de la divinidad...
            La amplitud del Bien es tan grande como la realidad de todos los seres, sean corpóreos o incorpóreos, sensibles o inteligibles. Ésta se identifica con el Bien; ésta se identifica con Dios.
            La única luz resplandece en todos, en donde el espíritu se encamina hacia una profunda unidad con la universalidad divina. La unión espiritual con DIOS solo puede realizarse en la contemplación de la verdad, siendo la "santa ignorancia" el obstáculo y enemiga declarada de toda investigación de la verdad. Existe la encarnación a realizarse en cada uno de los mundos innumerables. 
            La unión espiritual con DIOS solo puede realizarse en la contemplación de la verdad, siendo la "santa ignorancia" el obstáculo y enemiga declarada de toda investigación de la verdad.
            No se halla el alma en el cuerpo locamente, sino como forma intrínseca y formador extrínseco... El cuerpo está, por lo tanto, en el alma; el alma en la mente, la mente, o bien es Dios o está en Dios...
            Por encima de los fundadores y constructores de todas las cosas encontramos la forma de las formas, la fuente de la luz, la verdad de las verdades, el dios de los dioses, para quien todo está lleno de divinidad, verdad, esencia y bondad.
            Si se acepta el punto de vista de que el universo es infinito, lo que resulta inevitable, en tal caso suponer que está habitado por una limitada e imperfecta población de seres inteligentes, es incompatible con la infinita bondad y perfección de Dios y Sus Obras. Debe haber un infinito número de seres moralmente imperfectos y otros más perfectos, habitando la infinitud de mundos.
            Yo puedo imaginar un infinito numero de mundos parecidos a la tierra, con un jardín del edén en cada uno. En todos esos jardines la mitad de los Adanes y Evas no comerán del fruto del conocimiento y la otra mitad lo hará, de esta manera un infinito numero de mundos caerá en desgracia  y habrá un infinito numero de crucifixiones. De aquí puede haber un único Jesús que irá de mundo en mundo o un infinito numero de Jesuses. Si hay un solo Jesús la visita a un número infinito de mundos tomará una infinita cantidad de tiempo, de este modo debe haber un infinito numero de Jesuses creados por Dios.
           
Antes de morir quemado en la hoguera exclamó: DIOS, acógeme en tu paz.
*
Nos decían que Dios bendijo a Jesús. Pero ¿cómo podía ser esto si Jesús era ya parte de la Divinidad?
¡Y todas esas novelerías pazguatas acerca de los santos y de los mártires!
¿Qué muchacho normal desearía pasarse una eternidad en tan aburrida compañía?
Quelle fantaisie!
s. j. Padre Pierre Teilhard de Chardin


Del Pensamiento de Teilhard de Chardin

Ahora más que nunca creo que la vida es bella, incluso en las peores circunstancias -cuando se ve a Dios, que siempre está en ellas presente-.

DIOS que no es producto de la evolución atrae el Amor como un Divino Imán, consolidando los esfuerzos de la humanidad toda. Cristo es quien en DIOS tomó carne y se hizo inmanente al mundo. Nuestras almas van a DIOS por Cristo, alcanzando su plenitud Cristo en cada criatura que recibe. Nuestra evolución nos lleva a Cristo y por Cristo a Dios.

Dios sabe si yo creo en el éxito final del Mundo y en el progreso, a pesar de todo, de la Vida, yo tengo fe en la Vida.

Dios se halla en el nacimiento, en el crecimiento, en el final de todas las cosas. Todo vive y se eleva, en consecuencia todo es uno. ÉL y por ÉL.

El alma se siente realmente cogida entre dos absolutos: el de experiencia o Universo y el de la Revelación del Dios trascendente.


El Dios esperado por el siglo veinte tiene que ser una deidad "tan vasta y misteriosa" como el cosmos mismo, tan "inmediata como la vida" y tan  "vinculada con nuestro propio esfuerzo como la humanidad" misma.

El Mundo ha salido de Dios para volver, enriquecido y purificado, a Dios: tal es el plan del Universo.


El pecado original se opone a cada instante a la expansión de nuestra religión en el nivel natural... ¡Qué cosa tan absurda es la vida!, si se la mira superficialmente; tan absurda que se ve uno lanzado a una fe testaruda y desesperada en la realidad y en la supervivencia del espíritu... Dios nos deja sufrir, pecar y dudar porque no puede de una sola vez curarnos y mostrársenos a sí mismo y porque nosotros nos somos capaces todavía de recibirle.

El Universo progresivamente se eleva hacia la Unidad gracias a una Fuerza Externa y porque lo Trascendente se ha vuelto parcialmente Inmanente. Todo espíritu va hacia DIOS, nuestro cuerpo es la Universalidad misma de las cosas centradas en un espíritu animador del que emerge la energía humana por la evolución, llevando en sí cada hombre el universo. Todos los seres participan de un mismo Ser, el Ser es Uno Solo, es una Totalidad concreta que todo lo envuelve e implica. DIOS es Alfa el principio de todas las cosas y Omega la meta de todas las cosas
.

La confianza en Dios no suprime la muerte, sino que la convierte en un acceso a una vida superior.

La muerte es la encargada de practicar hasta el fondo de nosotros mismos la abertura requerida. Nos hará experimentar la disociación esperada. Nos pondrá en el estado orgánico que se requiere para que penetre en nosotros el Fuego divino. Y así, su poder nefasto de descomponer y de disolver se hallará puesto al servicio de la más sublime de las operaciones de la Vida. Lo que era por naturaleza vacío laguna, retorno a la pluralidad, puede convertirse, para cada existencia humana, en plenitud y en unidad con Dios.

Querría enseñar a ver a Dios por todas partes: verlo en lo más secreto, en lo más consistente, en lo más definitivo del mundo.

Yo pido a Dios que me permita ser las cenizas de las que brote esta gran expansión que ha faltado a los hombres de nuestra generación.

*
De los Nombres de Dios

Muchos son los humanos nombres de Dios, el Sin Nombre, según la CiberEnciclopedia de InterNet Wikipedia tenemos:

Nombres de Dios en el Judaísmo
En el Judaísmo, el nombre de Dios es más que un título distinguido. Representa la concepción judía de la naturaleza divina, y de la relación de Dios con el pueblo judío. Sobrecogidos por lo sagrado de los nombres de Dios, y como medio de mostrar respeto y reverencia hacia ellos, los escribas de textos sagrados pausaban antes de copiarlos, y usaban términos de reverencia para mantener oculto el verdadero nombre de Dios. Los diferentes nombres de Dios en el Judaísmo representan a Dios tal y como es conocido, así como los aspectos divinos que se le atribuyen.

Nombres de Dios
En el Judaísmo, el más importante nombre de Dios es el Tetragrammaton, el nombre de Dios en cuatro letras. La primera mención de este nombre se encuentra en el libro del Génesis, y se traduce generalmente como 'el Señor'. Debido a que durante mucho tiempo los judíos consideraban una blasfemia pronunciarlo, la correcta pronunciación de este nombre se ha perdido — los textos hebreos sólo incluyen las consonantes. Los eruditos modernos conjeturan que se pronunciaba "Yahweh". Las letras hebreas se llaman Yod-Heh-Waw-Heh: יהוה; nótese que el idioma hebreo se escribe de derecha a izquierda, al contrario del castellano, que se escribe de izquierda a derecha y en el que se trascribe como YHWH, YHVH o JHVH dependiendo de la convención de transliteración usada. El Tetragrammaton fue escrito en caracteres contrastados del Paleo-Hebreo en algunos de los textos sobrevivientes más antiguos del Hebreo cuadrado Arameo, y se supone que se leía como Adonai, "Mi Señor", aún en ese período, cuando fueron encontrados.
Según la tradición judía, aparentemente YHWH es la tercera persona del imperfecto singular del verbo "ser", significando, por lo tanto, "Dios es", "Dios será", o quizá "Dios vive". Esta explicación concuerda con el significado del nombre dado en, donde se representa a Dios hablando, y por eso se usa la primera persona — "Yo soy". El significado, por lo tanto, podría ser "El que es autoexistente, autosuficiente", o más concretamente, "El que vive", siendo ajena al pensamiento hebreo clásico la concepción abstracta de la existencia pura. La existencia de Dios por sí mismo tiene su origen en la concepción hebrea del monoteísmo, el Creador no creado que no depende de nada ni de nadie más; por lo tanto Yo soy el que soy.
Tradicionalmente, la idea de 'vida' se ha relacionado con el nombre YHWH desde la época medieval. Se representa a Dios como un Dios viviente, en contraste con los dioses sin vida del pagano: Dios es presentado como la fuente y el creador de vida.
A menudo, el nombre YHWH se reconstruye en castellano como Yahveh, Yahvé, o también como Jehová. Según algunos el nombre Yahweh es el origen del Yao del Gnosticismo. Algunos piensan que podría ser cognado de Yaw de los textos Ugariticos. Si en el Tetragrammaton las Hehs se ven como agrandamiento sagrado similar a los usados en Abraham (de Abram) y Sarah (de Sarai), entonces la asociación aparece más claramente. Aunque la Heh final en Yahweh no se pronunciaba en hebreo clásico, seguramente la Heh media podría haber sido pronunciada.
La prohibición de la blasfemia, para la cual se prescribe la pena capital en la ley judía, se refiere solamente al Tetragrammaton.

Pronunciando el Tetragrammaton 
Todas las denominaciones modernas del judaísmo enseñan que está prohibido pronunciar las cuatro letras del nombre de Dios, YHWH', excepto por el Gran Sacerdote en el Templo. Puesto que el Templo de Jerusalén ya no existe, nunca se pronuncia este nombre en rituales religiosos por judíos. Los judíos ortodoxos y conservadores no lo pronuncian nunca por ningún motivo. Algunos judíos no ortodoxos (pero religiosos) están dispuestos a pronunciarlo, pero sólo para propósitos educativos, y nunca en conversaciones casuales o durante la plegaria. en vez de pronunciar YHWH durante la plegaria, los judíos dicen Adonai.
Las Leyes judías requieren que las reglas secundarias estén puestas alrededor de la ley primaria, para reducir la posibilidad de infringir la ley principal. Como tal, es una práctica judía extendida restringir el uso de la palabra Adonai sólo durante la plegaria. En la conversación, muchos judíos llaman a Dios "HaShem", que es la palabra hebrea para "el Nombre". Muchos judíos amplían esta prohibición a algunos de los otros nombres listados más abajo, y añaden sonidos adicionales para alterar la pronunciación de un nombre cuando lo usan fuera de un contexto litúrgico, tal como kel o elokim. Algunos judíos escriben además "G-d" en Inglés en vez de "God" (Dios). Aunque esta última sustitución no es requerida en ningún punto de la ley religiosa (sólo el nombre hebreo, no el inglés, es sagrado), se hace para recordar al lector la santidad inherente al nombre de Dios. (N.B.: Algunos rabinos ortodoxos, por ejemplo Shlomo Ganzfried, sostienen que ninguno de los nombres correctos de Dios deben borrarse, olvidarse, o descartarse, ni tan siquiera en traducciones).

Otros nombres de Dios

Adonai 
אֲדֹנָי Literalmente "Mi Señores" o "mi Señor de señores" o "mi Señor de todos y de todo".

Ehyeh-Asher-Ehyeh
אהיה אשר אהיה Eyeh es una referencia al poder futuro de Dios y se puede traducir como "Haré porque haré" o "yo seré porque seré". Algunos lo considera equivalente a "soy el que soy".

Él
אל Dios en general, como en idioma acadio ilu. En la literatura cananea era el Dios superior, en idioma ugarítico Il, que gobernaba el macrocosmos, en contraposición a Baal del microcosmos.

El Betel
Dios de Betel, antiguo lugar de culto.

El Olam
Olam, del hebreo 'lm eterno, "Dios Eterno". También puede traducirse como "Dios Universal".

El Roi
"Dios me ve" o "Dios cuida de mí".

El Shalom
Dios de Paz.

El Shofet Haarets
"Dios que juzga a toda la tierra.

El Shaddai
שַׁדַּי (shadai) es el nombre de Dios en el Libro de Job y según y el que conocían los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob. Para Rashi en su comentario a Shaddai es la unión del pronombre relativo sha y la palabra dai, "suficiente" y significaría "que lo puede, por lo cual varios traducen "Todopoderoso". Para otros viene de la antigua palabra semita shadu que significa montaña, el lugar primitivo del culto, por la que el apelativo significa "Dios de la montaña". Albright cree que deriva de shad, shadayim, "pecho" o seno, una alusión al papel de cuidador y dador de alimento. Una interpretación midrashica considera que se trata de un acrónimo que significa "Guardián de las puertas de Israel".

Eloah
Nombre usado en la poesía, viene del arameo Elah y sería equivalente a la forma árabe Allah.

Elohim
Plural de Dios que se usa repetidamente con verbos singulares, y con adjetivos y pronombres en singular, por lo que podría ser un plural abstracto o general que significa "Dios por sobre todos los dioses" o "Dios de todo" o podría ser simplemente un plural de majestad para indicar la alta dignidad de la persona divina. También como ocurre en este tipo de plurales, al hablar Elohim lo hace como "nosotros", o "nuestro" o conjugando su acción en plural, lo que algunos cristianos interpretan como expresión de la pluralidad de personas en el único Dios, es decir como expresiones de la Trinidad de Dios.

Elyon
עליון "Altísimo".

Hashem/Hadavar
"El Nombre".

Shekhinah
שכינה Es la "presencia de Dios" o su manifestación. Es un substantivo femenino hebreo y arameo, que procede del verbo "residir", "habitar" o "morar" y significa que Dios habita entre su pueblo. Por lo tanto es "Dios para nosotros" o lo que podemos conocer de Dios, lo que Él nos manifiesta. Se usa cuando Dios se manifiesta físicamente, aunque en el hebreo contemporáneo a partir de la parte final de, se entiende también como la manifestación del Espíritu Santo.

Yah
YH, apócope de YHWH.

YHWH Tzevaot/Sabaoth
"Dios del Ejército (celestial)" en referencia a los ángeles o "Dios de las tropas" de Israel.

Nombres de Dios usados menos frecuentemente
Abir: el fuerte.
Avinu: Melkeinu: Nuestro Rey
Boreh: Creador
Emeth: Verdad
E'in Sof: Infinito
Ha-Kaddosh, Baruch Hu: El Santo y Bendito
Melech ha-Melachim: Rey de Reyes
Maqom or Hamakom: Omnipresente
YHWH-Niss'i: Dios nuestra bandera
YHWH-Ra-ah: Dios mi pastor
Tzur Israel: Roca de Israel
http://es.wikipedia.org/wiki/Nombres_de_Dios_en_el_Juda%C3%ADsmo

Lista de los 99 nombres de Dios del Islam
1. El Clemente (Ar-Rahmān)
2. El Misericordioso (Ar-Rahīm)
3. El Soberano (Al-Malik)
4. El Inmaculado (Al-Quddūs)
5. El Dador de Paz (As-Salām)
6. El Guardián de la Fe (Al-Mu'min)
7. El Dominador, el Árbitro Supremo (Al-Muhaymin)
8. El Poderoso (Al-‛Azīz)
9. El que obliga (Al-Ŷabbār)
10. El Magnificado (Al-Mutakabbir)
11. El Creador (Al-Jāliq)
12  El Productor (Al-Bāri')

13. El Formador (Al-Muarsar)
14. El que todo lo perdona (Al-Gaffār)
15. El que controla todas las cosas (Al-Qahhār)
16. El dador de todas las cosas (Al-Wahhāb)
17. El Sustentador (Ar-Razzāq)
18. El Conquistador, el que abre (Al-Fattāh)
19. El Omnisciente (Al-‛Alīm)
20. El que constriñe (Al-Qābiz)
21. El que expande (Al-Bāsit)
22. El que rebaja (Al-hāfiz)
23. El que eleva (Al-Rāfi‛)
24. El que honra (Al-Mu‛izz)
25. El que humilla (Al-Muzill)
26. El que todo lo oye (As-Samī‛)
27. El que todo lo ve (Al-Basīr)
28. El Juez (Al-hakim)
29. El Justo, el Equitativo (Al-‛Adl)
30. El Sutil (Al-Latīf)
31. El Bien Informado (Al-Jabīr)
32. El muy clemente (Al-halīm)
33. El Inmenso, El Magnífico (Al-‛Aẓīm)
34. El que todo lo perdona (Al-Gafūr)
35. El que todo lo agradece (Aš-Šakūr)
36. El más alto (Al-‛Alī)
37. El Grande (Al-Kabīr)
38. El Preservador (Al-hafīth)
39. El dador de sustento y fuerza (Al-Muqīt)
40. El suficiente para todo (Al-Ḥasīb)
41. El Majestuoso (Al-Ŷalīl)
42. El Noble Generoso (Al-Karīm)
43. El Guardián (Al-Raqīb)
44. El que responde (Al-Muŷīb)
45. El Vasto, El Amplio (Al-Wāsi‛')
46. El Infinitamente Sabio (Al-hakīm)
47. El Amantísimo (Al-Wadūd)
48. El Muy Glorioso (Al-Maŷīd)
49. El que resucita (Al-Bā‛ith)
50. El Testigo (Al-Šahīd)
51. El Verdadero, La Verdad (Al-haqq)
52. El Cuidador (Al-Wakīl)
53. El Fuerte (Al-Qawī)
54. El Invencible (Al-Matīn)
55. El Amigo Protector (Al-Walī)
56. El Muy Alabado (Al-hamīd)
57. El que lleva las cuentas (Al-Muī)
58. El Constructor (Al-Mubdi')
59. El Regenerador (Al-Mu‛īd)
60. El Vivificador (Al-Muhyī)
61. El Que Da la Muerte (Al-Mumīt)
62. El Vivo (Al-hayy)
63. El Inmutable (Al-Qayyūm)
64. El Absolutamente Perfecto (Al-Wāŷid)
65. El Majestuoso (Al-Māŷid)
66. El Único (Al-Wāhed)
67. El uno sin igual (Al-Ahd)
68. El Sostén Universal (Al-Samad)
69. El Poderoso (Al-Qādir)
70. El que todo lo puede (Al-Muqtadir)
71. El que adelanta (Al-Muqaddim)
72. El que hace retroceder (Al-Mu'ajjir)
73. El Primero (Al-Awwal)
74. El Último (Al-Ājir)
75. El Evidente (Al-bāhir)
76. El Oculto (Al-Bātin)
77. El Que Dirige (Al-Wālī)
78. El Elevado (Al-Muta‛ālī)
79. El Bueno (Al-Barr)
80. El que acepta el arrepentimiento (At-Tawwāb)
81. El Vengador (Al-Muntaqim)
82. El que perdona, El Indulgente (Al-‛Afuww)
83. El Bondadoso (Ar-Ra'ūf)
84. El Poseedor del Reino (Māliku l-Mulk)
85. El que tiene la majestad y la generosidad (Ḏū l-Ŷalāl wa-l-Ikrām)
86. El Equitativo (Al-Muqsiṭ)
87. El que reúne (Al-Ŷāmi‛)
88. El Autosuficiente (Al-Ganiyy)
89. El que otorga la suficiencia (Al-Mugnī)
90. El que prohíbe (Al-Māni‛)
91. El que puede causar pérdida (Aḍ-Ḍārr)
92. El que concede beneficios (An Nāfi‛)
93. La Luz (An-Nūr)
94. El Guía (Al-Hādī)
95. El Originador (Al-Badī‛)
96. El Permanente (Al-Bāqī)
97. El Heredero (Al-Wārith)
98. El que guía (Ar-Rašīd)
99. El Constante, El Paciente (Al-Sabūr)
http://es.wikipedia.org/wiki/99_nombres_de_Dios


Finale

La única posibilidad de descubrir los límites de lo posible
es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo imposible.
Arthur C. Clarke

He dejado algo más de 100 nombres de Dios, y recuerdo la época juvenil en la que era lector de Ciencia Ficción que había un cuento relacionado con los nombres de Dios. Busco y encuentro: Arthur C. Clarke un notable escritor y científico físico matemático, más conocido por su libro "2001 Odisea del espacio" que en 1968, se inmortalizó con la excelente película que su libro motivó, “estima” que la cifra de los nombres de Dios es muy, pero muy superior a lo que imaginé y eso a él lo llevó a escribir un hermoso cuento de fantasía científica que os reproduciré:

Los Nueve Mil Millones deNombres De Dios

-Esta es una petición un tanto desacostumbrada- dijo el doctor Wagner, con lo que esperaba podría ser un comentario plausible-. Que yo recuerde, es la primera vez que alguien ha pedido un computador de secuencia automática para un monasterio tibetano. No me gustaría mostrarme inquisitivo, pero me cuesta pensar que en su… hum… establecimiento haya aplicaciones para semejante máquina. ¿Podría explicarme que intentan hacer con ella?
-Con mucho gusto- contestó el lama, arreglándose la túnica de seda y dejando cuidadosamente a un lado la regla de cálculo que había usado para efectuar la equivalencia entre las monedas-. Su computador Mark V puede efectuar cualquier operación matemática rutinaria que incluya hasta diez cifras. Sin embargo, para nuestro trabajo estamos interesados en letras, no en números. Cuando hayan sido modificados los circuitos de producción, la maquina imprimirá palabras, no columnas de cifras.
-No acabo de comprender…
-Es un proyecto en el que hemos estado trabajando durante los últimos tres siglos; de hecho, desde que se fundó el lamaísmo. Es algo extraño para su modo de pensar, así que espero que me escuche con mentalidad abierta mientras se lo explico.
-Naturalmente.
-En realidad, es sencillísimo. Hemos estado recopilando una lista que contendrá todos los posibles nombres de Dios. -¿Qué quiere decir?
-Tenemos motivos para creer- continuó el lama, imperturbable-que todos esos nombres se pueden escribir con no más de nueve letras en un alfabeto que hemos ideado.
-¿Y han estado haciendo esto durante tres siglos?
-Sí; suponíamos que nos costaría alrededor de quince mil años completar el trabajo.
-Oh- exclamó el doctor Wagner, con expresión un tanto aturdida-. Ahora comprendo por qué han querido alquilar una de nuestras maquinas. ¿Pero cuál es exactamente la finalidad de este proyecto?
El lama vaciló durante una fracción de segundo y Wagner se preguntó si lo había ofendido. En todo caso, no hubo huella alguna de enojo en la respuesta.
-Llámelo ritual, si quiere, pero es una parte fundamental de nuestras creencias. Los numerosos nombres del Ser Supremo que existen: Dios, Jehová, Alá, etcétera, sólo son etiquetas hechas por los hombres. Esto encierra un problema filosófico de cierta dificultad, que no me propongo discutir, pero en algún lugar entre todas las posibles combinaciones de letras que se pueden hacer están los que se podrían llamar verdaderos nombres de Dios. Mediante una permutación sistemática de las letras, hemos intentado elaborar una lista con todos esos posibles nombres.
-Comprendo. Han empezado con AAAAAAA… y han continuado hasta ZZZZZZZ…
-Exactamente, aunque nosotros utilizamos un alfabeto especial propio. Modificando los tipos electromagnéticos de las letras, se arregla todo, y esto es muy fácil de hacer. Un problema bastante más interesante es el de diseñar circuitos para eliminar combinaciones ridículas. Por ejemplo, ninguna letra debe figurar mas de tres veces consecutivas.
-¿Tres? Seguramente quiere usted decir dos.
-Tres es lo correcto. Temo que me ocuparía demasiado tiempo explicar por qué, aun cuando usted entendiera nuestro lenguaje.
-Estoy seguro de ello- dijo Wagner, apresuradamente- Siga.
-Por suerte, será cosa sencilla adaptar su computador de secuencia automática a ese trabajo, puesto que, una vez ha sido programado adecuadamente, permutará cada letra por turno e imprimirá el resultado. Lo que nos hubiera costado quince mil años se podrá hacer en cien días.
El doctor Wagner apenas oía los débiles ruidos de las calles de Manhattan, situadas muy por debajo. Estaba en un mundo diferente, un mundo de montañas naturales, no construidas por el hombre. En las remotas alturas de su lejano país, aquellos monjes habían trabajado con paciencia, generación tras generación, llenando sus listas de palabras sin significado. ¿Había algún limite a las locuras de la humanidad? No obstante, no debía insinuar siquiera sus pensamientos. El cliente siempre tenia razón…
-No hay duda- replicó el doctor- de que podemos modificar el Mark V para que imprima listas de este tipo. Pero el problema de la instalación y el mantenimiento ya me preocupa más. Llegar al Tíbet en los tiempos actuales no va a ser fácil.
-Nosotros nos encargaremos de eso. Los componentes son lo bastante pequeños para poder transportarse en avión. Este es uno de los motivos de haber elegido su máquina. Si usted la puede hacer llegar a la India, nosotros proporcionaremos el transporte desde allí.
-¿Y quieren contratar a dos de nuestros ingenieros?
-Sí, para los tres meses que se supone ha de durar el proyecto.
-No dudo que nuestra sección de personal les proporcionará las personas idóneas.- El doctor Wagner hizo una anotación en la libreta que tenía sobre la mesa-hay otras dos cuestiones…
-Antes de que pudiese terminar la frase, el lama sacó una pequeña hoja de papel.
-Esto es el saldo de mi cuenta del Banco Asiático.
-Gracias. Parece ser… hum… adecuado. La segunda cuestión es tan trivial que vacilo en mencionarla… pero es sorprendente la frecuencia con que lo obvio se pasa por alto. ¿Qué fuente de energía eléctrica tiene ustedes?
-Un generador diesel que proporciona cincuenta kilovatios a ciento diez voltios. Fue instalado hace unos cinco años y funciona muy bien. Hace la vida en el monasterio mucho más cómoda, pero, desde luego, en realidad fue instalado para proporcionar energía a los altavoces que emiten las plegarias.
Desde luego - admitió el doctor Wagner-. Debía haberlo imaginado.
La vista desde el parapeto era vertiginosa, pero con el tiempo uno se acostumbra a todo. Después de tres meses, George Hanley no se impresionaba por los dos mil pies de profundidad del abismo, ni por la visión remota de los campos del valle semejantes a cuadros de un tablero de ajedrez. Estaba apoyado contra las piedras pulidas por el viento y contemplaba con displicencia las distintas montañas, cuyos nombres nunca se había preocupado de averiguar.
Aquello, pensaba George, era la cosa más loca que le había ocurrido jamás. El “Proyecto Shangri-La”, como alguien lo había bautizado en los lejanos laboratorios. Desde hacía ya semanas, el Mark V estaba produciendo acres de hojas de papel cubiertas de galimatías.
Pacientemente, inexorablemente, el computador había ido disponiendo letras en todas sus posibles combinaciones, agotando cada clase antes de empezar con la siguiente. Cuando las hojas salían de las maquinas de escribir electromáticas, los monjes las recortaban cuidadosamente y las pegaban a unos libros enormes. Una semana más y, con la ayuda del cielo, habrían terminado. George no sabía qué oscuros cálculos habían convencido a los monjes de que no necesitaban preocuparse por las palabras de diez, veinte o cien letras.
Uno de sus habituales quebraderos de cabeza era que se produjese algún cambio de plan y que el gran lama (a quien ellos llamaban Sam Jaffe, aunque no se le parecía en absoluto) anunciase de pronto que el proyecto se extendería aproximadamente hasta el año 2060 de la Era Cristiana. Eran capaces de una cosa así.
George oyó que la pesada puerta de madera se cerraba de golpe con el viento al tiempo que Chuck entraba en el parapeto y se situaba a su lado. Como de costumbre, Chuck iba fumando uno de los cigarros puros que le habían hecho tan popular entre los monjes, que, al parecer, estaban completamente dispuestos a adoptar todos los menores y gran parte de los mayores placeres de la vida. Esto era una cosa a su favor: podían estar locos, pero no eran tontos. Aquellas frecuentes excursiones que realizaban a la aldea de abajo, por ejemplo…
-Escucha, George -dijo Chuck, con urgencia-. He sabido algo que puede significar un disgusto.
-¿Qué sucede? ¿No funciona bien la maquina? -ésta era la peor contingencia que George podía imaginar. Era algo que podría retrasar el regreso, y no había nada más horrible. Tal como se sentía él ahora, la simple visión de un anuncio de televisión le parecería maná caído del cielo. Por lo menos, representaría un vinculo con su tierra.
-No, no es nada de eso. -Chuck se instaló en el parapeto, lo cual era inhabitual en él, porque normalmente le daba miedo el abismo-. Acabo de descubrir cuál es el motivo de todo esto.
-¿Qué quieres decir? Yo pensaba que lo sabíamos.
-Cierto, sabíamos lo que los monjes están intentando hacer. Pero no sabíamos por qué. Es la cosa más loca…
-Eso ya lo tengo muy oído -gruñó George.
-…pero el viejo me acaba de hablar con claridad. Sabes que acude cada tarde para ver cómo van saliendo las hojas. Pues bien, esta vez parecía bastante excitado o, por lo menos, más de lo que suele estarlo normalmente. Cuando le dije que estábamos en el ultimo ciclo me preguntó, en ese acento inglés tan fino que tiene, si yo había pensado alguna vez en lo que intentaban hacer. Yo dije que me gustaría saberlo… y entonces me lo explicó.
-Sigue; voy captando.
-El caso es que ellos creen que cuando hayan hecho la lista de todos los nombres, y admiten que hay unos nueve mil millones, Dios habrá alcanzado su objetivo. La raza humana habrá acabado aquello para lo cual fue creada y no tendrá sentido alguno continuar. Desde luego, la idea misma es algo así como una blasfemia.
-¿Entonces que esperan que hagamos? ¿Suicidarnos?
-No hay ninguna necesidad de esto. Cuando la lista esté completa, Dios se pone en acción, acaba con todas las cosas y… ¡Listos!
-Oh, ya comprendo. Cuando terminemos nuestro trabajo, tendrá lugar el fin del mundo.
Chuck dejo escapar una risita nerviosa.
-Esto es exactamente lo que le dije a Sam. ¿Y sabes que ocurrió? Me miró de un modo muy raro, como si yo hubiese cometido alguna estupidez en la clase, y dijo: “No se trata de nada tan trivial como eso”.
George estuvo pensando durante unos momentos.
-Esto es lo que yo llamo una visión amplia del asunto -dijo después-. ¿Pero qué supones que deberíamos hacer al respecto? No veo que ello signifique la más mínima diferencia para nosotros. Al fin y al cabo, ya sabíamos que estaban locos.
-Sí… pero ¿no te das cuenta de lo que puede pasar? Cuando la lista esté acabada y la traca final no estalle -o no ocurra lo que ellos esperan, sea lo que sea-, nos pueden culpar a nosotros del fracaso. Es nuestra máquina la que han estado usando. Esta situación no me gusta ni pizca.
-Comprendo - dijo George, lentamente-. Has dicho algo de interés. Pero ese tipo de cosas han ocurrido otras veces. Cuando yo era un chiquillo, allá en Louisiana, teníamos un predicador chiflado que una vez dijo que el fin del mundo llegaría el domingo siguiente. Centenares de personas lo creyeron y algunas hasta vendieron sus casas. Sin embargo, cuando nada sucedió, no se pusieron furiosos, como se hubiera podido esperar. Simplemente, decidieron que el predicador había cometido un error en sus cálculos y siguieron creyendo. Me parece que algunos de ellos creen todavía.
-Bueno, pero esto no es Louisiana, por si aún no te habías dado cuenta. Nosotros no somos más que dos y monjes los hay a centenares aquí. Yo les tengo aprecio; y sentiré pena por el viejo Sam cuando vea su gran fracaso. Pero, de todos modos, me gustaría estar en otro sitio.
-Esto lo he estado deseando yo durante semanas. Pero no podemos hacer nada hasta que el contrato haya terminado y lleguen los transportes aéreos para llevarnos lejos. Claro que -dijo Chuck, pensativamente -siempre podríamos probar con un ligero sabotaje.
-Y un cuerno podríamos. Eso empeoraría las cosas.
Lo que yo he querido decir, no. Míralo así. Funcionando las veinticuatro horas del día, tal como lo está haciendo, la máquina terminará su trabajo dentro de cuatro días a partir de hoy. El transporte llegará dentro de una semana. Pues bien, todo lo que necesitamos hacer es encontrar algo que tenga que ser reparado cuando hagamos una revisión; algo que interrumpa el trabajo durante un par de días. Lo arreglaremos, desde luego, pero no demasiado aprisa. Si calculamos bien el tiempo, podremos estar en el aeródromo cuando el último nombre quede impreso en el registro. Para entonces ya no nos podrán coger.
-No me gusta la idea -dijo George-. Sería la primera vez que he abandonado un trabajo. Además, les haría sospechar. No, me quedare y aceptare lo que venga.
-Sigue sin gustarme -dijo, siete días mas tarde, mientras los pequeños pero resistentes caballitos de montaña les llevaban hacia abajo por la serpenteante carretera-. Y no pienses que huyo porque tengo miedo. Lo que pasa es que siento pena por esos infelices y no quiero estar junto a ellos cuando se den cuenta de lo tontos que han sido. Me pregunto como se lo va a tomar Sam.
-Es curioso -replicó Chuck-, pero cuando le dije adiós tuve la sensación de que sabía que nos marchábamos de su lado y que no le importaba porque sabía también que la máquina funcionaba bien y que el trabajo quedaría muy pronto acabado. Después de eso… claro que, para él, ya no hay ningún después…
George se volvió en la silla y miró hacia atrás, sendero arriba. Era el último sitio desde donde se podía contemplar con claridad el monasterio. La silueta de los achaparrados y angulares edificios se recortaba contra el cielo crepuscular: aquí y allá se veían luces que resplandecían como las portillas del costado de un transatlántico. Luces eléctricas, desde luego, compartiendo el mismo circuito que el Mark V. ¿Cuánto tiempo lo seguirían compartiendo?, se preguntó George. ¿Destrozarían los monjes el computador, llevados por el furor y la desesperación? ¿O se limitarían a quedarse tranquilos y empezarían de nuevo todos sus cálculos?
Sabía exactamente lo que estaba pasando en lo alto de la montaña en aquel mismo momento. El gran lama y sus ayudantes estarían sentados, vestidos con sus túnicas de seda e inspeccionando las hojas de papel mientras los monjes principiantes las sacaban de las maquinas de escribir y las pegaban a los grandes volúmenes. Nadie diría una palabra. El único ruido sería el incesante golpear de las letras sobre el papel, porque el Mark V era de por sí completamente silencioso mientras efectuaba sus millares de cálculos por segundo. Tres meses así, pensó George, eran ya como para subirse por las paredes.
-¡Allí esta! -gritó Chuck, señalando abajo hacia el valle-. ¿Verdad que es hermoso?
Ciertamente, lo era, pensó George. El viejo y abollado DC3 estaba en el final de la pista, como una menuda cruz de plata. Dentro de dos horas los estaría llevando hacia la libertad y la sensatez. Era algo así como saborear un licor de calidad. George dejó que el pensamiento le llenase la mente, mientras el caballito avanzaba pacientemente pendiente abajo.
La rápida noche de las alturas del Himalaya casi se les echaba encima. Afortunadamente, el camino era muy bueno, como la mayoría de los de la región, y ellos iban equipados con linternas. No había el más ligero peligro: sólo cierta incomodidad causada por el intenso frío. El cielo estaba perfectamente despejado e iluminado por las familiares y amistosas estrellas. Por lo menos, pensó George, no habría riesgo de que el piloto no pudiese despegar a causa de las condiciones del tiempo. Esta había sido su ultima preocupación.
Se puso a cantar, pero lo dejó al cabo de poco. El vasto escenario de las montañas, brillando por todas partes como fantasmas blancuzcos encapuchados, no animaba a esta expansión. De pronto, George consultó su reloj.
-Estaremos allí dentro de una hora -dijo, volviéndose hacia Chuck. Después, pensando en otra cosa, añadió-: Me pregunto si el computador habrá terminado su trabajo. Estaba calculado para esta hora.
Chuck no contesto, así que George se volvió completamente hacia él. Pudo ver la cara de Chuck; era un ovalo blanco vuelto hacia el cielo.
-Mira - susurro Chuck; George alzó la vista hacia el espacio.
Siempre hay una ultima vez para todo. Arriba, sin ninguna conmoción, las estrellas se estaban apagando.
http://www.hijosdeeva.net/?p=199

Amigas, Amigos, no creo en cuentos sino que en realidades, los cuentos, cuentos son y nada más que cuentos, pero... en la duda abstente y mejor no contemos todos los nombres de Dios, por ello sugiero quedarnos con el título de la presente Reflexión y, a lo mejor, evitar que por ser curiosos, adelantemos la última vez para el género humano por el informático éxito de nuestro contar y, se comiencen, una a una, las estrellas a apagar...

Mejor no investiguemos el número de los Nombres de Dios: ¿O de SU NOMBRE? Pero sí se nos pide iniciar la senda del propio conocimiento cuyo primer paso es el  más difícil de dar. Esto lleva a aceptarse tal cual se es, perdonarse con el propósito de ser cada día mejor persona mediante el Buen Pensar. Logrado ello se entenderá a los demás y entonces comprenderemos a Dios. Siendo el inicial encuentro con uno mismo la senda hacia el Encuentro con Dios. Del uno con el TODO.

*
Que la Paz, el Amor, la Armonía y la Protección, rodeen
Al Planeta Tierra
 Para TODOS POR IGUAL



Dr. Iván Seperiza Pasquali
Médico. Lic. en Salud Pública
Cientista Mental
Quilpué, Chile

15 de abril de 2007
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