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MáS sobre
el Cerebro de los únicos Pensantes Planetarios
El cerebro está constituido por dos
mitades, la mitad derecha llamada hemisferio derecho y la mitad izquierda
llamada hemisferio izquierdo. Ambos hemisferios
están conectados entre sí por una estructura denominada Cuerpo Calloso, formado
por millones de fibras nerviosas que recorren todo el cerebro.
4 de mayo de 2023
Ninguno de los dos hemisferios es más
importante que el otro y ambos funcionan como una unidad.
El cerebro, al igual que el resto
del organismo, está formado por miles de millones de células. Cada tipo con una
función determinada, pero todas ellas perfectamente sincronizadas y conectadas.
Podría compararse a uno de esos
relojes antiguos con cientos de engranajes de todo tipo que trabajan al unísono
para dar la hora exacta.
Nuestro cerebro se compone de dos
mitades: los hemisferios cerebrales. Pero al contrario de lo que pueda
parecer, no son dos estructuras aisladas e independientes: ambos
están extraordinariamente conectados por un "cableado" que los
comunica.
Hablamos del cuerpo calloso,
formado por más de 200 millones de fibras nerviosas que llevan información de
un hemisferio a otro.
Esta
organización permite llevar a cabo y coordinar todas las funciones -muchas de
ellas muy complejas- propias del sistema nervioso. Y para ello, los hemisferios
se reparten el trabajo.
Es erróneo creer que dependiendo de
qué hemisferio sea dominante en una persona, será mejor en matemáticas o en
pintura.
Piensen en un gran edificio de
oficinas de una misma empresa.
En él encontraremos distintas
plantas, con distintos departamentos, con distintas divisiones, con distintas
personas trabajando en cada una de las áreas.
Cada sección tiene una
función, pero todas están relacionadas.
No sólo eso, sino que además se
hallan estrechamente comunicadas, puesto que el correcto funcionamiento de unas
depende de lo que hagan las otras.
El cuerpo calloso está formado por
más de 200 millones de fibras nerviosas que llevan información de un hemisferio
a otro.
Los hemisferios cerebrales
funcionan de manera similar, repartiéndose el trabajo a realizar. Esto quiere
decir que aunque ambas mitades intervengan en una función concreta, una
de ellas puede estar más implicada que la otra.
Es igual que el proceso de
facturación de la gran empresa: aunque el departamento de cobros lleve todo el
peso de la operación, otras secciones deben hacer su parte de trabajo para
completar el proceso. Por ejemplo, el departamento de envíos que hará llegar la
factura a su destinatario.
Y es aquí donde comienza el mito:
"El cerebro está dividido en dos mitades, y dependiendo del lado que más
usemos, tendremos unas habilidades u otras".
Esta teoría, llamada
"dominancia de hemisferio", defiende que si eres bueno en
matemáticas, lengua o lógica es porque tu hemisferio izquierdo es el dominante.
Y si eres una persona artística con
dotes para la pintura o la música, entonces predomina el derecho.
Esto, además, contribuye a clasificar
erróneamente a las personas en dos tipos: objetivas, racionales y
analíticas o pasionales, soñadoras y creativas. Nada más lejos de la realidad.
No existe un hemisferio dominante
A veces se
clasifica erróneamente a las personas en dos tipos: objetivas, racionales y
analíticas o pasionales, soñadoras y creativas. Nada más lejos de la realidad.
Probablemente, el mito
tiene su origen en la reunión de la Sociedad Antropológica de París, en 1865.
El culpable podría haber sido,
quizá sin quererlo, el médico francés Paul Broca tras asegurar que
"hablamos con el hemisferio izquierdo", haciendo referencia a que las
regiones cerebrales con mayor implicación en la función del lenguaje se encuentran
en ese lado.
Que el grueso de una función
concreta recaiga en un hemisferio, como ocurre con el lenguaje y la mitad
izquierda del cerebro, no implica que en una persona con mayor capacidad
lingüística domine ese hemisferio.
Por ejemplo, cuando un cantante
memoriza la melodía y la letra de una canción, las funciones relacionadas con
verbalizar la letra se localizan en su lado izquierdo, pero usará el derecho
para expresar la musicalidad de la canción. Es un trabajo de equipo.
Nos encontramos con multitud de
estudios en este campo científico, como algunos que han llegado a examinar
imágenes obtenidas por resonancia magnética de cerebros de más de mil personas.
Sus resultados ponen de
manifiesto que todos usamos ambos hemisferios por igual, aunque la
actividad registrada en uno y otro dependerá "de lo que estemos
haciendo".
También se ha demostrado que el
lado del cerebro usado para una actividad podría no ser el mismo para todas las
personas: los análisis muestran que hay variabilidad entre
individuos en cuanto a qué área o mitad se emplea para una acción
concreta.
El mito de la dominancia de los
hemisferios aún está muy presente hoy en día; en parte, porque sigue habiendo
muchos aspectos desconocidos sobre el funcionamiento del cerebro humano. Cuanto
más se investiga, más nos damos cuenta de su complejidad.
Así que, cuando se exponen los
argumentos que tratan de explicar este funcionamiento tan complejo, estos se
siguen prestando a interpretaciones simplistas como la de que las funciones
están escrupulosamente segregadas en áreas y hemisferios cerebrales.
De ser cierto, una lesión en una de
estas áreas tan especializadas provocaría que esa zona funcional dejara de ser
útil para la persona afectada.
Sin embargo, esto no es del todo
así y nuestro sistema nervioso mantiene cierta plasticidad.
De hecho, se ha descrito que en
personas que pierden un sentido, como la vista, su área cerebral encargada de
procesar ese sentido y que ya no recibe la información visual, se adapta para,
en algunos casos, mejorar la percepción de otros, como el tacto.
Este fenómeno mejora el aprendizaje
de la lectura táctil del alfabeto Braille, por ejemplo.
De este desconocimiento (científico
y social) de la totalidad del funcionamiento del cerebro se aprovechan los de
siempre. Los que, utilizando el lenguaje pseudocientífico, con explicaciones y
soluciones para todo, quieren sacar tajada de la incertidumbre de los más
vulnerables.
Por ejemplo, haciendo creer a la
gente que podemos decidir qué hemisferio usar para modular nuestras
habilidades, capacidades, personalidad; o la forma en la que nos enfrentamos a
las vicisitudes de la vida.
Además, al igual que ocurre con
otros ámbitos como la salud humana, la neurociencia no se ha librado de la propagación
de mitos y bulos por las redes sociales.
Sin embargo, a pesar de que aún hay
incertidumbre sobre algunos aspectos del funcionamiento del cerebro humano, de
lo que estamos seguros es de que el talento y la personalidad de una
persona no están determinados por la dominancia de un hemisferio sobre el otro.
Y por cierto, también convendría
puntualizar, tratando de evitar actitudes antropocéntricas, que no somos el
único animal con las funciones cerebrales compartimentalizadas.
Apoyar el mito de la dominancia
de los hemisferios del cerebro es peligroso en muchos aspectos. Sobre todo en
el campo de la educación, puesto que limita las oportunidades de
aprendizaje y desarrollo de los estudiantes.
Si creemos erróneamente que hay alumnos
de "cerebro derecho" -mucho más creativos- o de "cerebro
izquierdo" -más analíticos-, los estamos encasillando en esas categorías.
Esto limita sus oportunidades de
aprendizaje, acotando sus intereses e impidiéndoles desarrollarse en otras
disciplinas, lo que reduce sus futuras trayectorias profesionales.
En resumen, ningún
hemisferio es más importante que el otro y ambos funcionan como una unidad.
Lo que sí es cierto es que la actividad cerebral no es simétrica y varía entre
personas.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-65472047
17 OCTUBRE 2021
El Sistema Nervioso Central está formado por
el Encéfalo y la Médula Espinal.
El Encéfalo comprende un
conjunto de estructuras encargadas de regular todas las funciones de nuestro
organismo, se encuentra dentro de la cavidad craneal y está formado por cuatro
componentes: los hemisferios cerebrales, el diencéfalo, el tronco de encéfalo y
el cerebelo.
Hoy vamos a hablar sobre los hemisferios cerebrales, ¿Nos
acompañas a conocerlos?
Los hemisferios son la región más amplia del encéfalo. Al
observarlos podemos distinguir dos hemisferios: derecho e izquierdo, que están
separados por una hendidura, pero en la profundidad siguen estando unidos por
una gran cantidad de fibras que comunican todas sus partes.
Su capa más externa es
lo que se denomina corteza
cerebral. Esta capa está muy replegada, formando una serie de
pliegues y surcos que esconden la gran mayoría del área de la corteza, ¡nada
más y nada menos que el 70% está oculto!
La superficie de los hemisferios está dividida en 4 partes
llamadas lóbulos, que a su vez se encargan de diferentes funciones.
La corteza está dividida en áreas con funciones determinadas, que
se encuadran dentro de los lóbulos cerebrales. Cada una de estas áreas tiene
distintas funciones relacionadas con la información visual, el lenguaje, la
sensibilidad de nuestro organismo, los movimientos, la memoria, el pensamiento
y un sinfín de asociaciones entre toda la información que recibimos desde
nuestro entorno y desde el interior de nuestro cuerpo.
Esta región es de gran importancia para nuestro funcionamiento, ya
que es el lugar donde se percibe e interpreta toda la información, además del
centro de planificación y programación de nuestros movimientos.
Como decíamos anteriormente, cada hemisferio se divide en cuatro
lóbulos: frontal, temporal, parietal y occipital. En cada uno de los lóbulos
encontramos grupos de neuronas especializadas en determinadas funciones.
A
continuación te contamos la función de algunas de las áreas de la corteza más
importantes para el ser humano.
La corteza está dividida en áreas con funciones determinadas, que
se encuadran dentro de los lóbulos cerebrales. Cada una de estas áreas tiene
distintas funciones relacionadas con la información visual, el lenguaje, la
sensibilidad de nuestro organismo, los movimientos, la memoria, el pensamiento
y un sinfín de asociaciones entre toda la información que recibimos desde
nuestro entorno y desde el interior de nuestro cuerpo.
Esta región es de gran importancia para nuestro funcionamiento, ya
que es el lugar donde se percibe e interpreta toda la información, además del
centro de planificación y programación de nuestros movimientos.
Como decíamos anteriormente, cada hemisferio se divide en cuatro
lóbulos: frontal, temporal, parietal y occipital. En cada uno de los lóbulos
encontramos grupos de neuronas especializadas en determinadas funciones.
A continuación te contamos la función de algunas de las áreas de
la corteza más importantes para el ser humano.
En el lóbulo
frontal destacan las áreas
motoras, que son las encargadas del control de nuestro
movimiento.
Esta zona de la corteza contiene una representación de la mitad
opuesta de nuestro cuerpo, donde cada segmento corporal se representa según el
grado de precisión de los movimientos que realiza. De esta forma, la mano tiene
una imagen mucho mayor que el antebrazo, por ejemplo.
Esta representación corporal es lo que llamamos el “homúnculo
motor”.
En el
hemisferio dominante, que generalmente es el izquierdo, también vamos a
encontrar el área motora
del habla, que es la región encargada de la motricidad
necesaria para la expresión del lenguaje.
Y por último,
encontramos las áreas responsables de funciones cognitivas tan importantes como
las facultades intelectuales y la planificación de la conducta.
El lóbulo
parietal se sitúa detrás del frontal. En él se encuentra la corteza somatosensitiva y de asociación,
una región encargada de recibir e interpretar la sensibilidad de nuestra piel,
el dolor, la temperatura y la posición y movimiento de nuestros músculos y
articulaciones.
En esta parte de la corteza también está representada la mitad
contraria de nuestro cuerpo, pero en este caso la representación depende de la
cantidad de estímulos que recibe cada parte. Así, la lengua y la cara, por
ejemplo, tiene una representación mucho mayor que nuestro tronco. Esto es lo
que llamamos el “homúnculo sensitivo”.
En esta región
encontramos la corteza
auditiva y de asociación auditiva, que recibe la información
acústica de ambos oídos, para procesarla e interpretar los sonidos.
En el
hemisferio dominante, esta región también se relaciona con el lenguaje hablado
y constituye una zona fundamental para la comprensión del lenguaje. Esta zona
se conoce como el área de
Wernicke.
En esta parte de la corteza también se encuentran algunas fibras
encargadas de la percepción del olfato, que forman el llamado tracto olfatorio.
En este lóbulo
vamos a encontrar las zonas encargadas de la información visual, son la corteza visual y
la corteza de asociación
visual. Entre sus funciones encontramos la recepción de las
imágenes, su interpretación y reconocimiento, la percepción de la profundidad y
la visión en color.
Entonces, nuestro ojo es el órgano que se encarga de recibir los
cambios luminosos de nuestro entorno, pero podríamos decir que en realidad
quien ve es nuestro cerebro, pues es el encargado de procesar las
imágenes.
El que cada grupo de neuronas de nuestra corteza cerebral tenga
distintas funciones es indicativo de la gran especialización que ha
desarrollado el cerebro humano a lo largo de la historia.
Sin embargo, a pesar de estar tan especializado, se cree que estas
redes con distintas funciones trabajan en conjunto y se comunican en todas
direcciones.
https://www.saluteca.com/los-hemisferios-cerebrales-y-la-corteza-cerebral/
*
* *
* * *
Anexo
2 mayo 2023
Geoffrey Hinton advirtió sobre el
riesgo de que la IA caiga en manos de "malos actores".
Fue pionero en la investigación de
redes neuronales y aprendizaje profundo, que allanó el camino para el
desarrollo de sistemas actuales de Inteligencia Artificial (IA) como ChatGPT.
En esta área tecnológica, las redes
neuronales son sistemas similares al cerebro humano por la forma en que
aprenden y procesan la información. Permiten que los sistemas de IA aprendan de
la experiencia, como lo haría una persona. Esto se llama aprendizaje profundo.
Después de renunciar a su trabajo
en Google, el informático británico-canadiense se atrevió a cuestionar
públicamente la actual carrera entre compañías tecnológicas para desarrollar
productos de IA.
Hinton, de 75
años, asegura que esta tecnología amenaza a la humanidad porque
funciona mejor que el cerebro humano y nadie puede garantizar que podrá ser
controlada.
A corto plazo, advierte de tres
peligros: la creación de contenido digital cuya veracidad será imposible de
comprobar para el "usuario promedio", el reemplazo de trabajadores en
una amplia gama de oficios y que los sistemas de IA se conviertan un día en
armas autónomas, especies de "robots asesinos".
En entrevista con la BBC, Hinton
dijo que los chatbots podrían superar pronto el nivel de información que
contiene un cerebro humano, avances que cree que son "bastante
aterradores".
¿Por qué tomó la decisión de
renunciar a Google y hacer estas críticas contra el desarrollo de la IA?
Había varias razones. Una es que
tengo 75 años, así que es hora de retirarme.
Otra razón es que quiero decir
algunas cosas buenas sobre Google y son más creíbles si no trabajo para ellos.
Y por último, quería tener la
libertad de hablar sobre los peligros de la IA sin preocuparme por el impacto
que pueda tener en Google.
Usted dijo que Google actuó de
manera muy responsable. ¿Habría sido más efectivo su mensaje si hubiera estado
dentro de la compañía, con la capacidad de dirigir las decisiones?
Pensé eso por un tiempo y puede ser
cierto. Pero creo que ahora puedo hablar libremente sobre cuáles podrían ser
los peligros y algunos de ellos son bastante aterradores.
Lo importante es que muchos buenos
científicos han trabajado en el tema de cómo podemos controlar estas cosas si
llegan a ser más inteligentes que nosotros.
¿Confía en las empresas de tecnología
para avanzar sobre estos temas con responsabilidad?
Creo que un problema es que
Microsoft decidió poner uno de estos chatbots avanzados en (el buscador) Bing y
en otros productos y Google no tiene más remedio que responder a eso. No puede
simplemente sentarse y no competir con Microsoft.
Antes de eso, Google estaba a la
cabeza de la IA y optó por no publicar estas cosas debido a todos los peligros.
Los usaron internamente para mejorar la búsqueda, pero en realidad no los
dieron a conocer al público, a pesar de que tenían chatbots, debido a los
peligros potenciales.
Creo que Google ha sido responsable
en ese sentido. Pero sólo puedes hacer eso cuando estás a la cabeza. Si estás
compitiendo con la compañía que está usando estas cosas, también tienes que
usarlas.
Microsoft no llegó a esta
tecnología por su cuenta. Usted ha sido parte de la investigación que condujo a
este desarrollo durante años. ¿Quién es responsable de que la IA haya alcanzado
el punto donde está ahora?
Somos científicos. Estamos explorando
lo que sucede cuando entrenamos grandes redes neuronales de computadoras y por
eso terminamos aquí.
Es una de esas cosas que no hay
forma de que la gente no vaya a explorar. El problema es que ahora que
descubrimos que funciona mejor de lo que esperábamos hace unos años, ¿qué
hacemos para mitigar los riesgos a largo plazo? Cosas más inteligentes que
nosotros tomando el control.
Hablemos de esos riesgos. Usted
dijo que le preocupan los malos actores. ¿Qué es lo que más le inquieta con
respecto a cómo se podría utilizar esta tecnología?
Se ha hablado mucho sobre la
posibilidad de producir automáticamente textos con información falsa. Se pueden
crear herramientas muy efectivas que permitan a líderes autoritarios manipular
a sus electores, por ejemplo.
Pero quiero hablar en particular
del riesgo existencial de lo que sucede cuando estas cosas se vuelven más
inteligentes que nosotros. Recientemente llegué a la conclusión de que el tipo
de inteligencia que desarrollamos es muy diferente de la inteligencia que
tenemos.
Somos sistemas biológicos y estos
son sistemas digitales. La gran diferencia con los sistemas digitales es que
tienes muchas copias del mismo conjunto, del mismo modelo del mundo, y todas
estas copias pueden aprender por separado pero comparten su conocimiento al
instante.
Es como si tuviéramos 10.000
personas y cada vez que una aprende algo, todas las demás lo aprenden
automáticamente. Así es como estos sistemas logran saber mucho más que el
resto.
Las redes neuronales se usan para
enseñar a las máquinas a jugar y competir con humanos.
Ha dicho que no sabemos exactamente
cómo funciona el cerebro humano. ¿Cómo podemos estar seguros de que lo que
acaba de describir eclipsa a la inteligencia humana?
No lo sabemos. En este momento lo
que estamos viendo son cosas como que Chat GPT-4 eclipsa a una persona en la
cantidad de conocimiento general.
En términos de razonamiento no es
tan bueno, todavía no hace un razonamiento simple, pero dado el ritmo de
progreso, presumimos que las cosas mejoren bastante rápido. Así que tenemos que
preocuparnos por eso.
En este momento (los sistemas de
IA) no son más inteligentes que nosotros, pero creo que pronto lo serán.
¿Qué pasa con las oportunidades que
ofrece esta tecnología? Por ejemplo, para detectar enfermedades mejor que lo
que pueden hacer los médicos humanos.
Esa es una de las razones por las
que he estado trabajando en IA tanto tiempo, porque va a ser extremadamente
beneficioso para cosas como esa.
La capacidad de estos grandes
chatbots de saber mucho más que nadie los haría mejores que el médico de
familia estándar. Serían como un médico que ha visto a diez millones de
pacientes y probablemente esté viendo a muchos con los mismos problemas por los
que tú acudes al médico.
¿Cuál es el equilibrio entre el
riesgo y el beneficio?
A corto plazo, creo que obtenemos
muchos más beneficios que riesgos. No creo que debamos dejar de desarrollar
estas cosas (...) Ver sus usos puede ser muy beneficioso y eso alentará a las
personas a seguir desarrollándola.
Pero debemos pensar detenidamente
en cómo podemos desarrollarla sin que pueda ser controlada.
Algunos de sus antiguos alumnos y
expertos en la industria dicen que los riesgos que está describiendo son
hipotéticos. ¿Dónde estamos ahora? ¿Hemos ido ya demasiado lejos con esta
tecnología?
No lo sabemos. Creo que si dejas de
desarrollarla ahora, este riesgo existencial se mitigaría. No creo que las
cosas permanezcan como están. Obviamente vamos a desarrollar mucho más porque
(estos sistemas) son muy útiles. Y luego tenemos que preocuparnos por lo que va
a pasar.
Hago esta reflexión públicamente
para alentar a las personas a pensar muy en serio sobre lo que van a hacer para
asegurarse de que si desarrollamos cosas más inteligentes que nosotros, esas
cosas no tomen el control.
¿Podría darnos una idea, quizás no
a corto pero sí a más largo plazo, de cómo podría verse la IA dentro de
nuestras vidas?
Me refiero a este como el peor de
los casos, el escenario de la pesadilla. Puedes imaginar, por ejemplo, a algún
mal actor como (Vladimir) Putin decidiendo dar a los robots la capacidad de
crear sus propios subobjetivos.
¿Qué significa esto? Tengo un
objetivo, por ejemplo, llegar al aeropuerto. Luego debo configurar el
subobjetivo de conseguir un taxi, por lo que mi subobjetivo es llamar a un
Uber.
La capacidad de crear subobjetivos
hace que los agentes sean mucho más efectivos. Así que le darás a los soldados
robots la capacidad de crear subobjetivos. Pero una vez que haces eso, entonces
pueden crear subobjetivos como "necesito obtener más poder", porque
si obtienen más poder, podrán lograr mejor sus objetivos.
Ves esto incluso en bebés con sus
madres. La madre le da al bebé la cuchara para que se alimente solo. El bebé
deja caer la cuchara al suelo para que la madre la recoja y se la devuelva. El
bebé vuelve a dejarla caer al suelo para ver si logra que la madre la recoja de
nuevo. Intenta controlar a su madre.
Estas son empresas privadas en
competencia por trabajar con esta tecnología. ¿Qué pueden hacer las
autoridades para cambiar la dirección de los acontecimientos si hay un
problema?
Soy un experto en la ciencia, no en
política. Lo que diga sobre esto no proviene de una experticia, pero debe haber
algo que puedan hacer. Tiene que ser el gobierno el que desarrolle (esta
tecnología) con mucha reflexión sobre cómo detenerla si se rebela.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-65464637
*
* *
* * *
Anexo 2
Entre los principales hallazgos, se
determinó que los mayores peligros de las redes sociales para las personas
menores de edad son el ciberbulling, grooming, sexting y adicción, los cuales, sin una adecuada educación en seguridad cibernética, les
hace más vulnerables.
El Peligro de las Redes
Sociales
Peligros de las redes sociales para niños y
adolescentes
Cuando se usan de forma adecuada y con
conocimiento de los peligros y riesgos que pueden entrañar, usar redes sociales
no tiene por qué ser una actividad negativa. Sin embargo, no todos los niños y
adolescentes son conscientes de estas amenazas, a veces por su juventud, a veces
por haber crecido en un entorno donde las redes sociales siempre han estado
presentes y creen saber todo lo que necesitan sobre ellas. En este artículo
veremos los peligros de las redes sociales para niños y
adolescentes y una serie de consejos para que puedan
seguir usándolas con mayor seguridad.
·
Los 10 mayores peligros en las redes sociales para los jóvenes
o
La adicción a las Redes Sociales es un problema real para
muchos adolescentes
o
Contacto con desconocidos potencialmente peligrosos
o
Grooming
o
Sexting
o
Fake News que pueden llegar a distorsionar su realidad
o
Challenge o retos muy peligrosos, en ocasiones delictivos
·
Otros peligros que pueden encontrar los jóvenes en las
redes sociales
o
Posible distorsión de la realidad en los jóvenes
o
Pérdida de tiempo de estudio, trabajo o con la familia
o
Conocer las Redes Sociales que manejan niños y adolescentes
o
Utilizarlas con sentido común
o
No compartir información privada
o
No agregar a personas desconocidas
o
Limitar el uso que tienen los menores de las Redes Sociales
·
Consejos sobre seguridad en redes sociales. Minimiza
riesgos de jóvenes y adultos
o
Revisar que toda la información va encriptada
o
Utilizar contraseñas fuertes y seguras
o
Evitar las redes WiFi públicas
o
Revisa la Privacidad y el buen uso de cada red social y
configurarla correctamente
Todas las redes sociales que no son para menores tienen una edad
mínima de acceso (en la mayoría es de 14 años), sin embargo, la edad media en
la que un niño recibe un móvil está entre los 10 y 12 años. En muchos casos se
trata de un smartphone, lo que les permite el acceso a Internet en cualquier
momento si los padres no configuran el control parental o instalan alguna app
de control parental que pueda bloquear ciertos accesos en el móvil.
Hacerse una cuenta en una red social es muy sencillo y cuando te
preguntan la edad o el año de nacimiento, no hay ningún sistema que verifique
si se está mintiendo o no, por lo que niños y adolescentes pueden crearse un
perfil en Facebook o Twitter incluso cuando no alcanzan la edad mínima para
ello. Y muchos adolescentes saben cómo saltarse el control parental.
Así que, aunque los padres pongan las medidas necesarias para
controlar a qué acceden y qué apps utilizan sus hijos, siempre es recomendable
conocer qué peligros en las redes sociales pueden
encontrar los menores e informar sobre ellos a nuestros hijos, para que nunca
dejen de ser precavidos al usarlas.
La privacidad en Internet es
algo con lo que lidiamos incluso hasta lo adultos, sin llegar a ser consciente
del todo de la cantidad de información que podemos llegar a compartir en la Red
y, especialmente cuando usamos redes sociales.
Los niños y adolescentes son todavía más vulnerables a los riesgos y peligros de las redes sociales respecto
a la privacidad, puesto que en muchas ocasiones no son conscientes de lo lejos
que puede llegar una publicación, una foto o un vídeo subido a ellas,
especialmente cuando no se han preocupado de configurar su perfil para que solo
puedan ver lo que publica sus amigos. Una vez que algo se publica en Internet,
aunque su autor lo borre, difícilmente desaparecerá de la Red.
Si bien es cierto que muchos adolescentes son algo más conscientes
de la necesidad configurar los ajustes de privacidad en las redes sociales y
del tipo de información que no deben compartir a través de ellas (como el hecho
de estar de vacaciones, la dirección de su casa, etc.), en muchas ocasiones
comparten datos personales sobre ellos sin darse cuenta, por ejemplo, cuando
publican una foto de un lugar que suelen frecuentar y no desactivan la
geolocalización.
Pero este problema, como decíamos no solo es cosa de niños, hay
padres que comparten gran cantidad de contenidos sobre sus hijos; nos referimos
al sharenting, una práctica
que puede exponer a nuestros hijos a diferentes peligros, aparte de violar su
privacidad cuando no son ellos los que deciden subir o no una foto suya a una
red social.
Y ojo, porque la ley de protección de datos en redes sociales también
se puede aplicar a esos padres que han compartido fotos de sus hijos sin el
consentimiento de estos. Es cierto que la Ley dice que la edad mínima para que
un menor preste consentimiento para publicar sus fotos es de 14 años, pero eso
no debería confundirse para compartir cada aspecto de la vida de nuestros hijos
en redes sociales. Además, recuerda que publicar fotos sin permiso en
España es delito (y sí, tu hijo mayor de 14 años podría denunciarte por haber
subido fotos suyas a las redes sociales sin su consentimiento).
La suplantación de identidad es el segundo de nuestra lista
de 10 peligros de las
redes sociales. Es algo que podemos sufrir los adultos, pero
también los adolescentes.
Puede producirse cuando otra persona roba nuestra cuenta en una
red social y se hace pasar por nosotros; es el caso más extremo y problemático,
porque además de perjudicar nuestra imagen o la imagen del menor, tiene acceso
a toda la información y datos personales de su cuenta.
También puede ocurrir cuando una persona roba una foto nuestra y
la usa para crear un perfil falso con nuestro nombre, de nuevo, para hacerse
pasar por nosotros o el menor y publicar en su nombre. En este segundo caso,
las peores consecuencias se las llevará nuestra reputación online o la del
menor, pudiendo ocasionar problemas con otros amigos de este.
La adicción es otro de los peligros de las redes sociales para los jóvenes.
Desde caer en el eterno scroll hacia abajo, hasta llegar al oversharing o compartir cada detalle de sus
vidas y día a día, todo ello con la posibilidad de provocar alteraciones del
sueño (que se queden hasta altas horas de la madrugada mirando sus redes
sociales) o paradójicamente, aislamiento, puesto que la mayoría de sus
interacciones sociales se producen a través de las redes sociales.
La red social que más use consume su tiempo, quitándolo de otras
actividades y tiene la necesidad de estar conectado en todo momento todos los
días para «no perderse nada».
El ciberbullying es el bullying (acoso) llevado a las redes
sociales, donde adquiere toda una nueva dimensión.
Pese a las bondades de Internet y las buenas intenciones con las
que se crearon en un principio las redes sociales, las peores conductas y
comportamientos de las personas también se han trasladado allí, amparadas
muchas veces por el anonimato que brindan estos sitios.
Así, el acoso por Internet es uno de los peligros en las redes sociales que
muchos adolescentes y también niños sufren, continuando en muchas ocasiones el
acoso sufrido en las clases al entorno virtual y con consecuencias que a veces
pueden ser muy trágicas.
Otro de los peligros
de las redes sociales para los niños y adolescentes es la
posibilidad de que acaben entablando contacto con desconocidos potencialmente
peligrosos. Ese contacto puede empezar en un juego en línea, por ejemplo, y
traspasarse a la red social. En ocasiones ese desconocido puede ser un adulto
haciéndose pasar por otro niño, para ganarse la confianza del menor y poder
manipularle para conseguir lo que quiere de él; desde fotos o vídeos del menor,
hasta concertar encuentros en el mundo real, con todo el peligro que esto
entraña.
Esto nos lleva a nuestro siguiente punto.
El grooming es uno de los peligros de las redes sociales para niños y
adolescentes que todo padre y madre debe conocer.
Se trata de un tipo de acoso sexual a través de Internet, en este
caso de una red sexual, donde un adulto engaña y manipula al menor con una
finalidad sexual. Como dijimos en el punto anterior, se basa en conseguir la
confianza del menor y con el tiempo, establecer vínculos emocionales con él
para poder conseguir lo que desea de ellos; fotos o vídeos de contenido sexual
protagonizados por el menor o, en el caso de tratarse de un pederasta,
conseguir un encuentro físico con el menor.
Cuando el depredador sexual consigue la primera foto o vídeo, lo
habitual es que pasen al chantaje o la extorsión, amenazando con compartirlo
con los conocidos del menor, para conseguir más imágenes o ese encuentro
físico.
El sexting es
una práctica que consiste en llevar conversaciones de contenido sexual entre
dos personas, muchas veces compartiendo imágenes de contenido sexual, empleando
normalmente apps de mensajería instantánea como WhatsApp o Telegram.
El riesgo aquí radica en que alguno de los participantes acabe
compartiendo esas imágenes con otras personas sin el consentimiento de la otra
persona, algo que entre adolescentes tiene bastantes probabilidades de acabar
ocurriendo. Evidentemente, como ya dijimos, compartir imágenes personales sin
permiso es un delito, pero por mucho que se denuncie, el daño ya estará hecho.
Además, no ese no es el único peligro, porque esas imágenes y
textos de las sesiones de sexting también pueden convertirse en material para
el chantaje, como vamos a ver en el siguiente punto.
Cuando un adolescente comparte fotos o vídeos de contenido
sexual con otro adolescente o con un adulto haciéndose pasar por adolescente,
puede acabar siendo víctima de sextorsión,
es decir, se emplea la amenaza de publicar en las mismas redes sociales que
usa, las imágenes que ha compartido con esa otra persona.
Esta amenaza se hace para conseguir dinero, pero, como ya vimos,
también para conseguir más fotos y vídeos del mismo estilo o incluso un
encuentro físico, tanto en el caso de tratarse de un pederasta como de otro
menor de edad.
Si los adultos nos creemos en alguna ocasión una fake new, podéis
estar seguros que un adolescente también se la creerá.
Las fake news son un problema con el que las redes sociales
todavía están lidiando y que no tiene una solución cercana. El riesgo para los
adolescentes está en que estas noticias falsas, estos bulos, pueden
distorsionar la realidad para ellos, haciéndoles creer cosas y hechos que no
son verdad sobre determinados temas, colectivos o minorías. Además, se
convierten en «cómplices» de las mismas, cuando las comparten y contribuyen a
su viralización.
Otro riesgo importante en redes sociales que no debemos perder
de vista, son los llamados «challenges» o retos, puesto que algunos de ellos
pueden ser muy peligrosos, hasta el punto de poner en riesgo la vida del menor,
y otros incluso llevarles a incurrir en algún delito.
Muchos de estos retos han aparecido en las noticias y es posible
que hayáis oído hablar de ellos, como el de la «Ballena azul», cuyo último
desafío era suicidarse. Pero hay otros que pueden parecer más inocentes y
entrañar el mismo peligro para la vida o la integridad física, por ejemplo,
durante un tiempo estuvo circulando el reto de comerse una cucharada de canela,
lo que podía provocar asfixia, o el de morder una cápsula de detergente (este
en EE.UU.), lo que podía provocar quemadura en boca y esófago.
Aparte de los que ya hemos visto, hay otros peligros en las redes sociales para los
adolescentes a los que los padres también deben estar
atentos.
YouTube, Twitch, TikTok, Instagram y otras plataformas son los
lugares actuales dónde los adolescentes consumen contenidos multimedia y dónde
encuentran a quién seguir y «escuchar». Nos referimos a youtubers e
influencers, con millones de seguidores en sus canales y en las redes sociales.
Aunque en muchas ocasiones no supone ningún peligro que los
adolescentes vean sus contenidos, hay algunas cosas que se deben tener en
cuenta. Para empezar, se pueden convertir en modelos a imitar (igual que un
niño dice que quiere ser futbolista, te puede decir que quiere ser youtuber),
especialmente porque aparentan que haciendo lo que uno quiere y le divierte y
grabándose haciéndolo, se puede ganar mucho dinero y fama, cuando la realidad
es que en muchos casos hay gran cantidad de trabajo y horas de dedicación, por
no mencionar cierto grado de pérdida de privacidad, y que conseguir poder vivir
de ello es complicado.
Otras veces, estos youtubers o influencers pueden promover
mensajes o aptitudes tóxicas, bulos o tener una clara tendencia ideológica, que
en públicos muy jóvenes puede calar bastante, especialmente cuando se carece de
pensamiento crítico o las herramientas y la madurez para discernir entre
exageraciones, contenidos irónicos o sarcásticos.
Relacionado con la adicción a redes sociales que mencionamos más
arriba, estar continuamente pendientes de sus cuentas en ellas, puede llevar a
los niños y adolescentes a perder tiempo que dedicar al estudio o al tiempo que
se pasa en familia. Este es un problema que también sufren los adultos,
cambiando el estudio por el trabajo; seguro que en alguna ocasión os ha pasado
que habéis dicho «entro cinco minutos a mirar una cosa en Twitter» y cuando os
queréis dar cuenta ha pasado casi una hora.
Que eso te pase en tu tiempo libre, más allá de que no lo
dediques a otra actividad, no es un problema, pero si te pasa mientras están en
horas de trabajo o, en el caso de los niños o adolescentes, cuando deberían
estar haciendo deberes o estudiando, sí que puede convertirse en uno.
Y todos recordamos esa campaña publicitaria en la que durante
una cena toda la familia está pendiente de la pantalla de su móvil.
Cuando un niño o un adolescente, que todavía está formando su
pensamiento crítico y su visión del mundo, acaba accediendo a discursos de
odio, los cuales abundan en redes sociales (sobre todo tipo de temáticas) y
favorecidos por el anonimato en muchas ocasiones, es fácil que acabe repitiendo
esos mantras, que esas ideas calen en él y ayude a propagarlas, incluso actué
siguiéndolas y acabe causando daños a otros menores.
Ahora que ya conoces los principales peligros de las redes
sociales que pueden encontrar tus hijos en ellas, es el momento de darte varios
consejos para evitar y prevenir la práctica mayoría de ellos. Eso sí, el primer
consejo que te damos es que hables con tus hijos de estos peligros, les
expliques sus consecuencias y por qué deben tener cuidado cuando utilizan una
red social.
Es importante que los padres conozcan que redes sociales utilizan
sus hijos y que se familiaricen con ellas, desde lo que se puede hacer en
ellas, hasta como se puede configurar cada opción de privacidad.
Además, si los padres saben cómo debe utilizarse una red social
adecuadamente, podrán explicárselo a sus hijos y enseñarles qué límites hay
para lo que pueden publicar y no en ellas o quién no deben comunicarse.
Es importante no limitarse solo a las redes más conocidas, también
familiarizarse con aquellas que usan los jóvenes o que se van poniendo de moda
entre ellos.
Ya lo hemos dicho, si los padres saben utilizar bien las redes
sociales, podrán enseñarle a sus hijos a usarlas con sentido común, a no
compartir información sensible y personal con cualquiera, a configurar las
opciones de privacidad, a no aceptar la solicitud de amistad de cualquier desconocido,
a no publicar fotos o vídeos de los que más tarde pueden arrepentirse, ni
siquiera en conversaciones privadas, etc.
Hay que enseñarles que hay información privada y personal que no
querrán compartir con todo el mundo que le siga en las redes sociales, que
deben mantener privada cierta esfera de su vida personal, especialmente porque
no todas las personas que les puedan seguir serán amigos.
Ya hemos visto que contactar con desconocidos en redes sociales es
uno de sus riesgos, por lo que para evitar situaciones peligrosas o de posibles
abusos o extorsiones, los padres deben explicarles a sus hijos los riesgos que
entraña para ellos agregar a personas que no conozcan a su red de contactos,
decirles que es, en parte, como abrir la puerta de casa a un completo
desconocido, puesto que podrá ver todo lo que el menor publica en sus redes.
Mientras que no se conozca a una persona en el mundo real, es
importante insistirles en que deben ser precavidos, que hay gente que crea
perfiles falsos para aprovecharse de otras personas y hacer daño.
Este en un consejo que los adultos también debemos aplicarnos, a
la vista de este artículo sobre los engañosos amorosos por Internet en
2020; las apps de citas incrementaron su número de usuario durante
lo más duro del confinamiento y con ello las estafas relacionadas con estas
apps.
Como ya dijimos, una foto que subes o compartes por una red social
o Internet, será muy difícil de eliminar completamente de la Red. A eso hay que
sumar el riesgo de ser víctimas extorsiones y chantajes cuando comparten una
foto íntima y hacerles entender que da igual que sea con un amigo o completo
desconocido, cualquier pueda usar esa foto con fines maliciosos.
Establecer límites al uso que hacen de las redes sociales los
menores podrá ayudar a evitar muchos de los peligros que hemos visto aquí. No
se trata de prohibírselas, pero si controlar tanto tiempo de uso como el uso en
sí que hacen de ellas. Para ello se puede recurrir a diferentes apss de control
parental con las que se pueden establecer períodos de tiempo de uso del móvil o
una aplicación o estar presentes cuando acceden y usan las redes (aunque esto
puede resultar más complicado).
Cerramos este artículo con otra remesa de consejos que sirven
tanto para que jóvenes como para que adultos usen con mayor seguridad las redes
sociales y minimicen los riesgos a la hora de publicar y compartir contenidos a
través de ellas.
Cuando uses una red social, asegúrate que esa usa el protocolo «https», es decir, que este
aparece en la URL delante de la dirección «www…». Esa «s» nos asegura que la
navegación por el sitio web es segura y que la información que compartimos
viaja encriptada, lo que hace que elementos como nombres de usuario o
contraseñas estén más seguros.
Usar una contraseña segura y
fuerte es garantía de que virtualmente nadie podrá acceder a nuestro perfil en
la red social. Por ello, hay que crear contraseñas complejas y con caracteres
al azar; cuánto más aleatoria sea una contraseña, menos probabilidades habrá de
que romperla.
Además, procura no compartirla con nadie más o dejarla escrita en
algún sitio accesible. Emplea una contraseña diferente para cada perfil o
cuenta en red social y evita usar fechas significativas, números del DNI o
cualquier otro dato relacionado contigo.
Aprovechar una red WiFi pública puede sonar bien, sobre todo para
ahorrar datos y es un recurso atractivo para esos adolescentes con datos
limitados, pero tanto ellos como los adultos debemos entender que usar una WiFi
pública puede dejar vulnerable tanto la información y datos que compartes como
el acceso a tu terminal.
Es algo que muy poca gente tiende a hacer, pero todos deberíamos
leernos los términos y condiciones de uso de las redes sociales en las que nos
creamos una cuenta, para saber qué puede y no puede hacerse en ellas. Además de
esto, debemos revisar su política de privacidad, para saber qué datos
personales recopilan de nosotros y con qué fines y dónde podemos ejercer
nuestros derechos de usuarios respecto a ellos.
Y, por supuesto, debemos saber cómo configurar las opciones de
privacidad de la que dispone la red social, para limitar el acceso a nuestro
perfil y nuestras publicaciones a desconocidos o público en general o quién
puede enviarnos un mensaje o conversación privada.
Como conclusión, los riesgos y peligros de las redes sociales para
niños y adolescentes (y también para los adultos) van a estar siempre ahí,
evitarlos y prevenirlos es cuestión de sentido común y buen juicio, en evitar
ponerse en situaciones de riesgo innecesarias por publicar un contenido o
compartir el minuto a minuto de sus vidas, en olvidarse de que se existe un
mundo fuera de las redes.
Los padres deben molestarse y dedicar tiempo a aprender sobre cómo
funcionan las redes sociales que usan o que pueden usar sus hijos, conocer los
riesgos y estar prevenidos para poder evitarlos antes de que se produzcan y
enseñarles a no ser víctimas de ellos. Y también, y no menos importante, para
que enseñen a sus hijos a usar las redes sociales (e Internet) con
responsabilidad y también con respeto hacia los demás.
https://protecciondatos-lopd.com/empresas/peligros-redes-sociales/
Cierro
los ojos y visualizo un método para tratar el cáncer
cerebral, en especial en aquellas áreas difíciles de
alcanzar o que producen daño cerebral al
intentarlo:
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Dr. Iván
Seperiza Pasquali
Quilpué, Chile
Mayo de 2022
Portal
MUNDO MEJOR: http://www.mundomejorchile.com/
Correo
electrónico: isp2002@vtr.net