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OMS; ONU

2020 y 2022 delicada contradición  de informe oficial sobre la MARIHUANA

 

Año 2020

 

La Comisión de Estupefacientes reclasifica el cannabis, aunque sigue considerándolo perjudicial
3 Diciembre 2020
Durante una revisión de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre los beneficios médicos y terapéuticos que los derivados de esta planta tienen para el bienestar, 27 países de la Comisión de Estupefacientes de la ONU han votado a favor de retirar la marihuana de la lista en la que figuraba junto a la heroína, aunque su uso con fines no médicos sigue siendo ilegal, en una decisión que contó con 25 votos en contra y una abstención.
Al revisar una serie de recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre la marihuana y sus derivados, la Comisión de Estupefacientes de la ONU eliminó el cannabis de la Lista IV de la Convención Única de Estupefacientes de 1961, donde figuraba junto a opioides adictivos y letales como la heroína.
Con 27 votos a favor, 25 en contra y una abstención, la citada Comisión ha abierto la puerta al reconocimiento del potencial medicinal y terapéutico de la droga, aunque su uso con fines no médicos y no científicos seguirá siendo ilegal. Según distintas informaciones, la decisión podría impulsar investigaciones científicas adicionales sobre las propiedades medicinales de la planta.
Fuente: https://news.un.org/es/story/2020/12/1485022

 

AÑO 2022 Vuelta de Carnero de la seria ONU

 

Informe ONU: Legalización de cannabis recreativo lleva a mayor consumo, más problemas de salud y no reduce delincuencia. La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes analizó los datos de algunos estados que permiten el consumo no médico de estas sustancias. Los resultados muchas veces se contraponen con los objetivos iniciales, pero es difícil evaluar los efectos a nivel sociedad cuando cada país aplica un modelo legislativo diferente.


La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) —un organismo internacional establecido en 1968 y compuesto por 13 miembros elegidos por el Consejo Económico y Social de la ONU— publicó este jueves su informe anual en Viena, dejando entrever que la legalización del consumo de cannabis con fines no médicos conduce a un mayor consumo, a más problemas de salud y no reduce la actividad delictiva.
 
El documento de 184 páginas analiza la tendencia a la legalización del consumo de cannabis para fines no médicos, siendo esta la droga ilícita más usada en el mundo. Llevándolo a cifras: sólo en 2020, 209 millones de personas frecuentaban esta droga, lo que representaba el 4% de la población global. Una tendencia que va en alza y que ha aumentado un 23% en el último tiempo.

En Chile, según el 14º Estudio Nacional de Drogas en Población General de SENDA, se reportó un aumento sistemático del consumo de esta droga en nuestro país. La prevalencia del uso de marihuana alguna vez en la vida pasó de un 13,1% en 1994 a un 38,2% en 2020; mientras que en el último mes la prevalencia pasó de un 1,8% en 1994 a un 7,9% en 2020.

Antes de proseguir con sus afirmaciones, la JIFE repara en que hay gobiernos que albergan dudas sobre si la cannabis debiese seguir siendo clasificada como una sustancia nociva, y si las medidas de fiscalización prescritas en los tratados mantienen o no su vigencia. Distintos enfoques que dificultarían “la tarea de evaluar los efectos que han tenido en la sociedad los cambios derivados de la legalización del cannabis”.

No obstante, según los datos obtenidos mediante estimaciones, el organismo indica que el efecto más importante de la legalización es la probabilidad de que aumente su consumo, especialmente en la juventud. Para ello ocupa como ejemplo a Estados Unidos, donde 19 estados han aprobado el consumo recreativo de la cannabis. Allí, el consumo en las personas de 12 años o más se elevó del 16,5% al 24,5%.

En esta línea, el informe indica que el consumo legal de marihuana “ha hecho que la población sea menos consciente del riesgo que comporta dicho consumo”. Lo que se traduce —en los estados que se ha legalizado el cannabis— a más emergencias médicas y a más accidentes automovilísticos. Uno de los casos que aborda la JIFE fue Colorado, en 2014 inició la venta legal de marihuana para el uso recreativo. En este estado hubo un aumento en el número de llamadas por intoxicaciones con cannabis: en 2013 se registraron 125, mientras que en 2020 unas 318. Asimismo, tras la apertura del mercado al por menor, las consultas en servicios de urgencia relacionadas con el consumo aumentaron un 56% entre 2016 y 2019. Asimismo, los datos estadísticos procedentes de este estado demostraron que —de la cifra total de accidentes de tráfico mortales registrados en 2020— “el porcentaje de conductores que estaban bajo los efectos de la cannabis era casi el doble que el porcentaje registrado en 2013”.

El informe de la JIFE también aborda las razones que esgrimen algunos gobiernos para legalizar el consumo recreativo. Algunos de ellos son que les permitiría establecer requisitos estrictos de calidad en los productos, lo que les permitiría proteger mejor la salud pública. Otros sostienen que les facilitaría la creación de medidas de prevención, porque a los consumidores les resultaría más sencillo hablar de los problemas relacionados. Sin embargo, el principal sería reducir las actividades delictivas, la delincuencia y las violencias conexas. Según los datos disponibles, estos mercados ilegales se han reducido pero “han pervivido en todas las jurisdicciones”, aunque en distinto grado. En detalle, representan alrededor del 40% de la oferta en Canadá, hasta casi el 50% en Uruguay y el 75% en California. ¿Las razones? Precios más bajos, mayor variedad, productos de mayor potencia, llegada a menores de edad y alta actividad en internet. Aparte del documento anual, el organismo también entregó un informe sobre precursores, entendidas como “las sustancias químicas que se desvían de su curso legal y se utilizan para la elaboración de distintos tipos de drogas”. Sobre esto —a nivel regional— destaca que en América del Sur las organizaciones brasileñas y peruanas han ampliado su influencia y diversificado sus actividades. Que en Ecuador se notificó un aumento de violencia, al erigirse como un “centro de almacenamiento y distribución”, dentro de las rutas de cocaína. Y que el cultivo y producción de esta ha alcanzado cifras sin precedentes en Colombia. La JIFE finaliza el documento entregando una serie de recomendaciones: que se estudien más a fondo los efectos del consumo de cannabis antes de adoptar decisiones a largo plazo; que se adopten medidas para garantizar el acceso adecuado a medicamentos controlados; que se preste mayor atención al problema del uso indebido de sustancias psicoactivas por parte de los jóvenes; y que los estados refuercen su cooperación en la lucha internacional contra el tráfico de drogas, fueron algunas de ellas.

https://www.emol.com/noticias/Internacional/2023/03/09/1088842/marihuana-efectos-de-la-legalizacion.html

 

El Informe Mundial sobre las Drogas 2022 de la UNODC destaca las tendencias del cannabis posteriores a su legalización, el impacto ambiental de las drogas ilícitas y el consumo de drogas entre las mujeres y las personas jóvenes
Viena, 27 de junio de 2022
La legalización del cannabis en algunas partes del mundo parece haber acelerado el consumo diario y las consecuencias relacionadas para la salud, según el Informe Mundial sobre las Drogas 2022 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). El Informe, publicado hoy, también detalla el aumento sin precedentes de la fabricación de cocaína, la expansión de las drogas sintéticas a nuevos mercados y las continuas deficiencias en la disponibilidad de tratamientos contra las drogas, especialmente para las mujeres.
Según el Informe, alrededor de 284 millones de personas de entre 15 y 64 años consumieron drogas en todo el mundo en 2020, lo que supone un aumento del 26% respecto a la década anterior. Las personas jóvenes están consumiendo más drogas y los niveles de consumo actuales en muchos países son más altos que los de la generación anterior. En África y América Latina, las personas menores de 35 años representan la mayoría de quienes reciben tratamiento por trastornos relacionados con el consumo de drogas.
El Informe estima que, a nivel global, 11.2 millones de personas se inyectan drogas. Alrededor de la mitad vive con hepatitis C; 1.4 millones con VIH y 1.2 millones, con ambos.
En respuesta a estos hallazgos, la Directora Ejecutiva de UNODC, la Sra. Ghada Waly, declaró: "Las cifras de producción e incautación de muchas drogas ilícitas están alcanzando niveles récord, incluso cuando las emergencias globales están aumentando las vulnerabilidades. Al mismo tiempo, las percepciones erróneas sobre la magnitud del problema y los riesgos relacionados están privando a las personas de los servicios de atención y tratamiento y conduciendo a la juventud hacia comportamientos peligrosos.
Debemos destinar los recursos y la atención necesarios para hacer frente a todos los aspectos del problema mundial de las drogas, incluida la prestación de asistencia basada en la evidencia a todas las personas que la necesitan, y debemos mejorar la base de conocimientos sobre la relación de las drogas ilícitas con otros retos urgentes, como los conflictos y la degradación del ambiente".
El Informe destaca, además, la importancia de movilizar a la comunidad internacional, los gobiernos, la sociedad civil y a todas las contrapartes para que adopten medidas urgentes de protección, entre ellas reforzar la prevención y el tratamiento del consumo de drogas y afrontar la oferta de drogas ilícitas.
Primeros indicadores y efectos de la legalización del cannabis
La legalización del cannabis en Norteamérica parece haber aumentado su consumo diario, especialmente el de productos cannábicos potentes y sobre todo entre las personas adultas jóvenes. También se han reportado aumentos relacionados en personas con trastornos psiquiátricos, suicidios y hospitalizaciones. La legalización ha incrementado los ingresos fiscales y, en general, ha reducido las tasas de detención por posesión de cannabis.
Crecimiento continuo de la producción y el tráfico de drogas
La producción de cocaína alcanzó un máximo histórico en 2020, con un crecimiento del 11% respecto a 2019, alcanzando las 1.982 toneladas. Las incautaciones de cocaína también aumentaron, a pesar de la pandemia de COVID-19, a un récord de 1.424 toneladas en 2020. Casi el 90% de la cocaína incautada a nivel mundial en 2021 fue traficada en contenedores y/o por mar. Los datos sugieren que el tráfico de cocaína se está expandiendo a otras regiones fuera de los principales mercados de América del Norte y Europa, con niveles crecientes de tráfico hacia África y Asia.
El tráfico de metanfetamina continúa expandiéndose geográficamente; 117 países informaron sobre incautaciones de metanfetamina entre 2016 y 2020, frente a 84 que lo hicieron entre 2006 y 2010. Por su parte, las cantidades de metanfetamina incautadas se quintuplicaron entre 2010 y 2020.
La producción de opio en todo el mundo creció un 7% entre 2020 y 2021, alcanzando las 7.930 toneladas, debido principalmente a un aumento de la producción en Afganistán. Sin embargo, la superficie global de cultivo de amapola se redujo un 16%, con 246.800 hectáreas cultivadas durante el mismo periodo.
Tendencias clave de las drogas por región
En muchos países de África y América del Sur y Central, la mayor proporción de personas en tratamiento por trastornos relacionados con el consumo de drogas se encuentra allí principalmente por trastornos relacionados con el cannabis. En Europa del Este y del Sureste y en Asia Central, la mayoría de las personas está en tratamiento por trastornos por consumo de opiáceos.
En Estados Unidos y Canadá, las muertes por sobredosis, provocadas principalmente por la epidemia del uso no médico del fentanilo, siguen batiendo récords. Las estimaciones preliminares en Estados Unidos apuntan a más de 107.000 muertes por sobredosis en 2021, frente a unas 92.000 en 2020.
En los dos mercados principales de metanfetamina las incautaciones han ido en aumento: en América del Norte se incrementaron un 7% respecto al año anterior; mientras que en el Asia del Sureste aumentaron un 30% respecto al año anterior, lo que supone un récord en ambas regiones. También se informó un nivel récord en las incautaciones de metanfetamina notificadas desde el Asia del Suroeste, con un aumento del 50% en 2020 con respecto a 2019.
Sigue existiendo una gran desigualdad en la disponibilidad de opioides farmacéuticos para consumo médico. En 2020, se registraron 7.500 dosis más de medicamentos controlados para el dolor por cada millón de habitantes en América del Norte que en África Occidental y Central.
Las zonas de conflicto actúan como imanes para la producción de drogas sintéticas
El Informe de este año también destaca que las economías de drogas ilícitas pueden prosperar en situaciones de conflicto y donde el Estado de Derecho es débil, y a su vez pueden prolongar o exacerbar los conflictos.
La información de Oriente Medio y el Asia del Sureste sugiere que las situaciones de conflicto pueden actuar como un imán para la producción de drogas sintéticas, las cuales pueden producirse en cualquier lugar. Este efecto puede ser mayor cuando la zona de conflicto está cerca de grandes mercados de consumo.
Históricamente, los bandos en disputa han utilizado las drogas para financiar el conflicto y generar ingresos. El Informe Mundial sobre las Drogas 2022 también revela que los conflictos también pueden interrumpir y desplazar las rutas del tráfico de drogas, como ha ocurrido en los Balcanes y, más recientemente, en Ucrania.
Un posible aumento de la capacidad de producir anfetamina en Ucrania si persiste el conflicto
Hubo un aumento significativo en el número de laboratorios clandestinos reportados en Ucrania, disparándose de 17 laboratorios desmantelados en 2019, a 79 en 2020. 67 de estos laboratorios producían anfetaminas, frente a cinco que lo hicieron en 2019, el mayor número de laboratorios desmantelados que fueron reportados en cualquier país en 2020.
Los impactos ambientales de los mercados de drogas
Los mercados de drogas ilícitas, según el Informe Mundial sobre las Drogas 2022, pueden tener impactos locales, comunitarios o individuales en el medio ambiente. Entre los principales hallazgos se encuentra que la huella de carbono del cannabis cultivado en interiores es entre 16 y 100 veces mayor que la del cannabis de exteriores, y que la huella de un kilogramo de cocaína es 30 veces mayor que la de los granos de cacao.
Otros impactos ambientales son la considerable deforestación asociada al cultivo ilícito de coca; los residuos generados durante la fabricación de drogas sintéticas, que pueden llegar a ser de 5 a 30 veces el volumen del producto final y el vertido de residuos, que puede afectar directamente el suelo, el agua y el aire, así como indirectamente a los organismos, los animales y la cadena alimentaria.
Brecha de género y disparidades en el consumo de drogas y su tratamiento
Las mujeres siguen constituyendo una minoría entre quienes consumen drogas en todo el mundo y, sin embargo, tienden a aumentar su ritmo de consumo y a desarrollar trastornos por uso de drogas con mayor rapidez que los hombres. Se calcula que las mujeres representan actualmente entre el 45% y el 49% de quienes consumen anfetaminas y usuarios no médicos de estimulantes farmacéuticos, opiáceos farmacéuticos, sedantes y tranquilizantes.
La brecha en el acceso a tratamiento sigue siendo grande para las mujeres en todo el mundo. Aunque representan casi uno de cada dos consumidores de anfetaminas, sólo constituyen una de cada cinco personas en tratamiento por trastornos su consumo.
El Informe Mundial sobre las Drogas 2022 también destaca la amplia variedad de funciones que desempeñan las mujeres en la economía global de la cocaína, como el cultivo de la coca, el transporte de pequeñas cantidades de droga, la venta a consumidores y el contrabando en las cárceles.

https://www.unodc.org/unodc/es/press/releases/2022/June/unodc-world-drug-report-2022-highlights-trends-on-cannabis-post-legalization--environmental-impacts-
of-illicit-drugs--and-drug-use-among-women-and-youth.html
 

Más del 4% de la población global consume cannabis, según informe de la ONU

Un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) detalla que hasta 2020 más del 4% de la población global de entre 15 y 64 años consumía cannabis, es decir, una 209 millones de personas.

https://cnnespanol.cnn.com/video/consumo-cannabis-informe-onu-oficina-droga-delito-redaccion-mexico/

  

El cannabis sigue siendo la droga más consumida en el mundo:
En 2020consumieron 209 millones de personas (de 15 a 64 años), es decir, el 4 % de la población mundial en este grupo de edad. Cabe destacar que la prevalencia de consumo en el último año ha aumentado un 8 % desde 2010, mientras que el número de usua-rios ha aumentado un 23 % desde entonces, en parte debido al crecimiento de la población.
 
El consumo de estimulantes de tipo anfetamínico afectó a 34 millones de personas en 2020 (de 15 a 64 años), es decir, al 0,7 % de la población mundial. La estimación mundial de uso es similar a la de 2010 (33 millones), pero es probable que estas cifras estén subestimadas debido a la falta de datos de varios países asiáticos en los que el uso es elevado, y aunque las cifras de incautación sugieren una expansión del uso en la última década.
 
La pandemia de COVID-19 parece haber frenado temporalmente el aumento del consumo de cocaína y éxtasis, aparentemente debido al cierre obligatorio de locales públicos y de ocio.
 
A pesar de esta pausa en 2020, varios indicadores muestran que el consumo de cocaína se ha reanudado en 2021, con un aumento a largo plazo. En 2020, se calcula que 21,5 millones de personas han consumido esta droga al menos una vez en el último año. La producción mundial de cocaína alcanzó un nuevo récord en 2020 con 1.982 toneladas métricas de cocaína pura, lo que supone un aumento del 11 % respecto al año anterior.
https://www.dianova.org/es/noticias/informe-mundial-sobre-las-drogas-2022/
 
 
El número de consumidores de drogas creció un 26% en la última década, según la ONU
 
El cannabis siguió siendo el estupefaciente más consumido, con 209 millones de usuarios, un 23% más que en 2010.
La producción y el consumo de cocaína subió en 2020 y se manufacturaron 1.982 toneladas, un 11% más que el año anterior.
 
27.06.2022
Unos 284 millones de personas de entre 15 y 64 años consumieron algún tipo de droga en 2020, un 26% más que una década antes, según los datos presentados este lunes en Viena por la ONU y que revelan que los jóvenes de hoy usan más estupefacientes que los de generaciones anteriores.
Ese aumento se debe en parte al crecimiento de la población mundial (un 12%) en el periodo estudiado, estima la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito (Onudd) en su Informe Mundial sobre Drogas 2022.
Un 13,6% de los consumidores sufrían en 2020 de trastornos derivados de las drogas, hasta el punto de ser dependientes o requerir tratamiento.
Los últimos datos señalan que en 2019 se registraron casi 500.000 fallecimientos relacionados con las drogas, un aumento del 17,5% en una década, con los opioides como la droga más mortífera, con el 77% del total.
Los hombres toman más cannabis, cocaína y opioides que las mujeres, aunque los porcentajes se equilibran cuando se trata de tranquilizantes, anfetaminas, estimulantes y opioides farmacéuticos.
 
Las mujeres con problemas de alcohol o drogas tardan más en pedir ayuda que los hombres
 
El cannabis, el estupefaciente más consumido
Respecto a grupos de edad, la Onudd señala que, en muchos países, se detecta un nivel de consumo entre los adolescentes mayor que el de generaciones anteriores
El reporte señala que el cannabis siguió siendo con diferencia el estupefaciente más consumido, con 209 millones de usuarios, un 23% más que en 2010.
Además, es la sustancia identificada por más países como la más dañina en términos de trastornos creados, aunque solo está detrás del 4% de las muertes relacionadas con el consumo.
Su cultivo se ha extendido a todo el mundo, y las plantaciones en interior están superando a las al aire libre, algo que tiene también efectos medioambientales debido al consumo de energía que requiere.
Aunque su consumo es universal, es especialmente intenso en América del Norte, donde un 16% de la población prueba esa droga, la prevalencia más alta del mundo.
España fue en 2020 el país donde más incautaciones de cannabis se registraron.
Aumento en el consumo de cocaína
Al igual que con el cannabis, la producción y el consumo de cocaína subió en 2020.
En 2020 se manufacturaron 1.982 toneladas de cocaína, un 11% más que el año anterior, pese a que las extensiones de cultivos de arbusto de coca se estabilizaron o, como en el caso de Colombia, se redujeron.
Esto muestra un sofisticado conocimiento técnico de la producción, que resulta en una alta eficiencia de los laboratorios.
La producción de opio sigue creciendo
También la producción de opio siguió creciendo en 2021, especialmente por una elevada cosecha en Afganistán.
La Onudd destaca en su informe que si se aplica la prohibición de cultivar opio anunciada por los talibán, que antes de retomar el poder en agosto de 2021 participaban en el tráfico de heroína y la producción de metanfetaminas, el mercado mundial de esa droga se verá altamente afectado. 
 
Claves del informe
El Informe Mundial sobre Drogas que Naciones Unidas ofrece un análisis exhaustivo de la situación global del problema. Estas son las diez claves de la producción, tráfico y consumo ilícitos de estupefacientes.
·                                 Más consumidores: 
Una de cada 18 personas, el 5,6% de la población mundial, consumió algún tipo de droga al menos una vez en 2020. Ese número supone un 26% más que una década antes, en parte debido al crecimiento demográfico. Los niveles de consumo entre los jóvenes son más altos que entre generaciones pasadas.
·                                 Tabaco vs. drogas:
En 2019, unas 12 millones de muertes en el mundo estuvieron relacionadas con el uso de sustancias psicoactivas. Las drogas supusieron el 5% de esas muertes, frente al 73,1% del tabaco y el 21,5% del alcohol, sustancias legales de mucho más fácil acceso.
·                                 Más cannabis: 
Con 209 millones de consumidores, el cannabis fue, en 2020, de nuevo, la droga más popular en el mundo. Durante los confinamientos por la pandemia, aumentó la frecuencia y la cantidad consumida, pero no el número de quienes lo toman.
·                                 Efectos de la legalización: 
La ONU señala que hay indicios de que la legalización del uso no médico del cannabis entre adultos, especialmente en EE.UU., ha acelerado el aumento del consumo que se había detectado ya antes, y que fabricantes de tabaco y alcohol han entrado en un jugoso negocio y están tratando de aumentar el número de potenciales clientes.
 
·                                 Fluye la cocaína: 
La producción mundial de cocaína subió en 2020 un 11% respecto al récord del año anterior, llegando a las 1.982 toneladas. Hay indicios de que en 2021 hubo un repunte del consumo, tras la caída durante la pandemia, debido a que es una droga que se consume más en compañía. En 2020 unos 21,5 millones de personas consumieron cocaína.
·                                 Ucrania: 
Si la guerra lanzada por Rusia en Ucrania se prolonga, este país podría convertirse en un centro de producción de anfetaminas, siguiendo la tendencia vista en otras zonas de conflicto, como Siria o Birmania.
·                                 Ataque al medioambiente: 
La producción, tráfico y consumo de drogas atenta contra la seguridad y la salud, pero también contra el medioambiente. El informe advierte de que la huella de carbón de la producción de cocaína es, por ejemplo, 30 veces mayor que la de granos de cacao.
·                                 Epidemias y opiáceos:
El mundo sufre dos epidemias de uso no médicos de opiáceos. En Estados Unidos, el fentanilo, una droga sintética 100 veces más potente que la morfina, impulsó las muertes por sobredosis en 2021 hasta más de 100.000. En África, el tramadol, un potente analgésico, ha creado lo que la ONU califica de "crisis" y "amenaza".
·                                 Discriminación de mujeres: 
La mayoría de consumidores de opioides o cocaína son hombres, pero las mujeres usan otros tipos de drogas casi tanto como ellos. En estos casos, siguen estando infrarrepresentadas en tratamientos de drogadicción. Así, aunque el 45% de usuarios de anfetaminas son mujeres, solo el 20% de las personas bajo tratamiento son mujeres.
·                                 Drogas en internet: 
Aunque el comercio de drogas en la conocida como "internet profunda" sigue siendo porcentualmente pequeño, las ventas en este espacio volvieron a subir en 2021.
 
https://www.rtve.es/noticias/20220627/aumenta-consumidores-droga-segun-informe-onu/2385520.shtml

 

 

La legalización de la marihuana “parece” aumentar su consumo y no ha terminado con los mercados ilegales
9 Marzo 2023
 
Un nuevo informe de la entidad de la ONU advierte sobre los daños de salud de esta liberalización y alerta de la epidemia de pasta básica en Centro y Sudamérica, y de opioides en Norteamérica.
La legalización del cannabis no ha logrado reducir el consumo de drogas y los mercados ilícitos de narcóticos persisten, es una de las principales conclusiones del informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), correspondiente a 2022.
La tendencia a la legalización del consumo de marihuana con fines recreativos ocupa gran parte del nuevo informe, publicado este jueves, que manifiesta una gran preocupación por la expansión de la industria del cannabis, que comercializa los productos a base de esa sustancia de una forma que atrae a la juventud y le resta importancia a los daños que puede causar el consumo del cannabis de potencia elevada.
“Vemos con preocupación la trivialización con respecto al uso no médico del cannabis, la tendencia a su legalización, principalmente en Latinoamérica y parte de Europa”, dijo César Arce Ríos, vicepresidente segundo de la JIFE, en entrevista con Noticias ONU.
Además, esta legalización con fines recreativos contraviene el artículo cuarto de Convención Única de Estupefacientes de 1961, que clasifica al cannabis como una sustancia altamente adictiva y prohíbe todo uso no médico o científico, subrayó.
Incongruencia de datos
El informe va más allá de asegurar que la legalización no disminuye el consumo de la mariguana con fines lúdicos, señalando que “parece dar lugar a un incremento del consumo, sobre todo en la juventud”. ¿Por qué se utiliza la palabra ‘parece’, no es un hecho? “No tenemos datos oficiales, tenemos datos oficiosos de países donde hay legalización y la información no es congruente”, responde Arce.
“Por ejemplo, tomamos los datos de un país que informa que se ha estancado o ha disminuido el consumo, pero por el otro lado hay mucha venta e importación de cannabis, es decir, no coinciden los datos. Y, por otro lado, tenemos informes de ONG que indican que el consumo ha crecido. Por eso usamos la palabra ‘parece’, hasta tanto no tengamos un informe oficial y congruente de los países, no queremos afirmar que el consumo ha aumentado”, explica.
En cambio, agrega que los datos extraoficiales muestran que en las jurisdicciones donde se ha legalizado, el consumo de marihuana ha aumentado entre 9% y 15% con respecto a los lugares donde su uso lúdico sigue prohibido.
Mariguana barata y más potente en los mercados ilícitos
El informe de la JIFE destaca que los mercados ilegales de mariguana siguen activos en las jurisdicciones donde se ha legalizado el consumo, pese a que la legalización apostaba a desarticularlos. Según los datos disponibles representan el 40 % en Canadá, casi el 50 % en Uruguay y el 75 % en California.
César Arce señala que esos mercados prevalecen porque en ellos se vende a precios más baratos marihuana con mayor contenido de THC -el componente psicoactivo del cannabis-.
El estudio sostiene que el incremento del consumo y de la potencia de algunos productos del cannabis está trayendo consigo efectos negativos para la salud y comporta riesgos sanitarios para las personas de todas las edades, y añade que entre 2000 y 2018 las admisiones relacionadas con la dependencia y la abstinencia esa droga se multiplicó por ocho a nivel mundial, mientras que las admisiones debidas a trastornos psicóticos relacionados con la mariguana se cuadruplicaron.
La JIFE cita el caso del estado de Colorado, en Estados Unidos, donde las consultas en servicios de urgencias y los ingresos hospitalarios a causa del consumo excesivo de cannabis aumentaron notablemente después de hacerse efectiva la legalización. Las consultas en hospitales por lesiones sufridas en accidentes relacionados con la mariguana también subieron un 30 %.
No se han alcanzado los objetivos
El vicepresidente de la JIFE puntualiza que la legalización del cannabis no ha cumplido con lo que se proponía: “el objetivo era disminuir o eliminar el crimen organizado que se dedica a la venta de cannabis y no se ha logrado, inclusive ha crecido en algunos países. También se pretendía tener un mercado regulado y controlado para que el cannabis no llegara a los menores, y tampoco se ha cumplido”.
Aunque reconoce que las medidas son nuevas, considera que hay que ajustarlas y alude al caso de Uruguay, donde la pasta básica de cocaína sigue en auge pese a que una de las metas de la legalización era precisamente reducir el consumo de crack. “No se ha logrado el objetivo, pero el propósito es que eso suceda a mediano o largo plazo”, apunta Arce.
Consumo de drogas en América Latina
En Latinoamérica el principal problema es el consumo de pasta básica de cocaína, “podemos considerar que es una epidemia”, dice Arce y añade que es popular porque es barata y muy adictiva, pero también “muy nociva”.
Llamada “paco” en Argentina o “basuco” en Colombia, “es el resto que queda de la cocaína no cristalizada y se vende a precios muy baratos. Cualquier persona puede acceder a ella y es muy adictiva y nociva, ya que arrastra los productos químicos que no fueron aislados”, insiste.
El integrante de la JIFE detalla que la epidemia de consumo de pasta básica afecta a Centro y Sudamérica, en tanto que en América del Norte el mayor problema son los opioides y el fentanilo.
Opioides sintéticos
Al referirse a los opioides sintéticos, especialmente el fentanilo, Arce precisa que proviene de laboratoritos ilícitos “por lo que las únicas alternativas son la prevención y el combate frontal a los laboratorios clandestinos dedicados a la fabricación de estas sustancias”.
En este renglón, mencionó que Estados Unidos y México han implementado programas y estrategias de prevención bien estructuradas que “lastimosamente no dan abasto”. “Es una tendencia nueva de hace unos seis años que cada vez tiene mayor crecimiento y es preocupante”.
Para colaborar en esta batalla, “lo que hace la JIFE es controlar los precursores y pedir a los Estados miembros que hagan todo lo posible para impedir que estas sustancias, que son la materia prima para la fabricación clandestina de los opioides, principalmente el fentanilo, llegue a manos criminales. Hemos desarrollado herramientas y estrategias que están a disposición de todos los Estados miembros, de tal forma de prevenir el uso y la importación de precursores”, abunda Arce.
https://news.un.org/es/story/2023/03/1519252

 

Existe una relación entre el consumo de drogas y la exposición a las redes sociales
10 Marzo 2022
La evidencia muestra que esas plataformas ofrecen nuevas oportunidades para comprar sustancias ilícitas y dan glamour a conductas negativas, revela un nuevo estudio de la junta especializada en narcóticos. También afirma que el dinero proveniente del narcotráfico frena el desarrollo y alimenta la violencia, la pobreza, la desigualdad y el crimen organizado.
 
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) advirtió este jueves que hay cada vez mayores pruebas de la relación entre la exposición a las redes sociales y el consumo de drogas ilícitas, sobre todo entre los jóvenes, que son los principales usuarios de esos medios y están dentro de un grupo etáreo con altos índices de ingesta de dichas sustancias.
En su informe anual correspondiente a 2021, la JIFE, un ente independiente respaldado por la ONU, explica que esas plataformas ensalzan comportamientos negativos relacionados con el uso de narcóticos controlados al ofrecer una imagen atractiva y glamourosa de quienes tienen esas conductas.
Además, los medios sociales ofrecen a los consumidores la oportunidad de comprar en muchas plataformas cannabis, analgésicos sujetos a prescripción médica y otras sustancias fiscalizadas, y permiten que los delincuentes exploten muchas herramientas, como las monedas digitales, los pagos móviles y los servicios de monedero electrónico, que facilitan y agilizan la transferencia internacional de dinero y les permiten ocultar el origen de los fondos ilegales y maximizar las ganancias.
Frente a esta situación, la Junta pide a los gobiernos que reglamenten esas plataformas e insta al sector privado a que modere y autorregule sus medios digitales y limite la publicidad, y la promoción del consumo de drogas con fines no médicos.
“Es imprescindible hacer frente a esa situación, no sólo por los usuarios actuales, sino también por las generaciones venideras, que utilizarán las redes sociales en su vida cotidiana”, dijo la presidenta de la JIFE, Jagjit Pavadia.
Freno al desarrollo
El estudio analiza los flujos financieros ilícitos relacionados con el narcotráfico y destaca las consecuencias negativas que éstos tienen en las sociedades y el desarrollo, al alimentar la corrupción, la violencia, la pobreza y la desigualdad, y fomentar el crimen organizado.
Argumenta que esos flujos se reasignan al combate al narcotráfico recursos de iniciativas para reducir la pobreza y promover el desarrollo social y económico, lo que, a su vez, debilita la buena gobernanza y agrava la desigualdad.
Cada año se pierden millones de dólares en manos de grupos delictivos organizados y la salida ilícita de capitales es aún más perjudicial para los países en desarrollo que precisan fondos para impulsar el crecimiento económico.
Los flujos financieros ilícitos también desvían recursos necesarios para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenibledesangran los recursos públicos y socavan los esfuerzos de movilización de asistencia para el desarrollo.
Para contrarrestar los efectos negativos y el costo humano del comercio de drogas, la Junta recomienda que los gobiernos aborden todas las etapas del narcotráfico, desde la producción y el cultivo hasta la venta y el lavado de ganancias ilegales, y los llama a que compartan información sobre el crimen organizado a nivel internacional.
“Los flujos financieros ilícitos no reconocen fronteras ni nacionalidades, por es necesario actuar de manera colectiva”, recalcó la presidenta de la Junta.
Cannabis
Con respecto a la despenalización del cannabis en muchos países, la JIFE insistió en que es motivo de preocupación porque ha sido interpretada por muchos como la legalización del consumo no médico del cannabis.
En este sentido, enfatizó en la necesidad de que se entiendan colectivamente los conceptos de legalización, descriminalización y despenalización de conformidad con las convenciones de fiscalización de drogas, y subrayó la importancia de una respuesta equilibrada y proporcionada a los delitos relacionados con las drogas, que mantenga el respeto a los derechos humanos y el bienestar público.
“La legalización del uso no médico del cannabis contraviene las convenciones de control de drogas”, aseveró Jagjit Pavadia.
Opioides y precursores
El informe dedica un apartado al consumo de los opioides que se utilizan para aliviar el dolor, reportando que su consumo se concentra en los países desarrollados de Europa y Norteamérica, mientras que en otras regiones del mundo a menudo no hay un acceso suficiente a ellos para cubrir las necesidades médicas de la población.
La JIFE exhorta a los gobiernos a esforzarse para que haya suficientes medicamentos disponibles y solicita a los países con más recursos que ayuden a las naciones pobres a garantizar el acceso a esos estupefacientes.
Por otra parte, el estudio refiere el fácil acceso que tienen los delincuentes a los precursores que hacen falta para fabricar drogas ilícitas.
Una encuesta de la JIFE realizada en junio de 2021 mostró las deficiencias en los controles de la fabricación, el comercio y la distribución nacionales de precursores, lo que permite a los traficantes obtener esos productos en el mercado lícito.
Asimismo, se han encontrado ya sustancias químicas no fiscalizadas que pueden servir como alternativas a los precursores controlados. 
La JIFE sostuvo que la evolución de la fabricación ilícita de drogas requiere de una acción global y que se debe hacer frente a la proliferación de sustancias químicas no controladas y de precursores de diseño.
https://news.un.org/es/story/2022/03/1505362


Dr. Iván Seperiza Pasquali
Quilpué, Chile
Abril de 2022
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