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OMS; ONU
2020 y 2022 delicada contradición de informe oficial sobre la MARIHUANA
Año 2020
La Comisión de Estupefacientes
reclasifica el cannabis, aunque sigue considerándolo perjudicial
3 Diciembre 2020
Durante una
revisión de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre
los beneficios médicos y terapéuticos que los derivados de esta planta tienen
para el bienestar, 27 países de la Comisión de Estupefacientes de la ONU han
votado a favor de retirar la marihuana de la lista en la que figuraba junto a
la heroína, aunque su uso con fines no médicos sigue siendo ilegal, en una
decisión que contó con 25 votos en contra y una abstención.
Al
revisar una serie de recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre
la marihuana y sus derivados, la Comisión de Estupefacientes de la ONU
eliminó el cannabis de la Lista IV de la Convención Única de Estupefacientes de 1961,
donde figuraba junto a opioides adictivos y letales como la heroína.
Con 27
votos a favor, 25 en contra y una abstención, la citada Comisión ha
abierto la puerta al reconocimiento del potencial medicinal y terapéutico de la
droga, aunque su uso con fines no médicos y no científicos seguirá siendo
ilegal. Según distintas informaciones, la decisión podría impulsar
investigaciones científicas adicionales sobre las propiedades medicinales de la
planta.
Fuente: https://news.un.org/es/story/2020/12/1485022
AÑO 2022 Vuelta de Carnero de la seria ONU
Informe ONU: Legalización de cannabis
recreativo lleva a mayor consumo, más problemas de salud y no reduce
delincuencia. La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes
analizó los datos de algunos estados que permiten el consumo no médico de estas
sustancias. Los resultados muchas veces se contraponen con los objetivos
iniciales, pero es difícil evaluar los efectos a nivel sociedad cuando cada
país aplica un modelo legislativo diferente.
La Junta Internacional
de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) —un organismo internacional
establecido en 1968 y compuesto por 13 miembros elegidos por el Consejo
Económico y Social de la ONU— publicó este jueves su informe anual en Viena,
dejando entrever que la legalización del
consumo de cannabis con fines no médicos conduce a un mayor consumo, a más
problemas de salud y no reduce la actividad delictiva.
El documento de 184
páginas analiza la tendencia a la legalización del consumo de cannabis para
fines no médicos, siendo esta la droga ilícita más usada en el mundo.
Llevándolo a cifras: sólo en 2020, 209 millones de personas frecuentaban esta
droga, lo que representaba el 4% de la población global. Una tendencia que va
en alza y que ha aumentado un 23% en el último tiempo.
En Chile, según el 14º Estudio Nacional de
Drogas en Población General de SENDA, se reportó un aumento sistemático del
consumo de esta droga en nuestro país. La prevalencia del uso de marihuana
alguna vez en la vida pasó de un 13,1% en 1994 a un 38,2% en 2020; mientras que
en el último mes la prevalencia pasó de un 1,8% en 1994 a un 7,9% en 2020.
Antes de proseguir con sus afirmaciones, la JIFE
repara en que hay gobiernos que albergan dudas sobre si la cannabis debiese
seguir siendo clasificada como una sustancia nociva, y si las medidas de fiscalización
prescritas en los tratados mantienen o no su vigencia. Distintos enfoques que
dificultarían “la tarea de evaluar los efectos que han tenido en la sociedad
los cambios derivados de la legalización del cannabis”.
No obstante, según los datos obtenidos mediante
estimaciones, el organismo indica que el efecto más importante de la
legalización es la probabilidad de que aumente su consumo, especialmente en la
juventud. Para ello ocupa como ejemplo a Estados Unidos, donde 19 estados han
aprobado el consumo recreativo de la cannabis. Allí, el consumo en las personas
de 12 años o más se elevó del 16,5% al 24,5%.
En esta línea, el informe indica que el consumo
legal de marihuana “ha hecho que la población sea menos consciente del riesgo
que comporta dicho consumo”. Lo que se traduce —en los estados que se ha
legalizado el cannabis— a más emergencias médicas y a más accidentes
automovilísticos. Uno de los casos que aborda la JIFE fue Colorado, en 2014
inició la venta legal de marihuana para el uso recreativo. En este estado hubo
un aumento en el número de llamadas por intoxicaciones con cannabis: en 2013 se
registraron 125, mientras que en 2020 unas 318. Asimismo, tras la apertura del
mercado al por menor, las consultas en servicios de urgencia relacionadas con
el consumo aumentaron un 56% entre 2016 y 2019. Asimismo, los datos
estadísticos procedentes de este estado demostraron que —de la cifra total de
accidentes de tráfico mortales registrados en 2020— “el porcentaje de
conductores que estaban bajo los efectos de la cannabis era casi el doble que
el porcentaje registrado en 2013”.
El informe de la JIFE también aborda las razones
que esgrimen algunos gobiernos para legalizar el consumo recreativo. Algunos de
ellos son que les permitiría establecer requisitos estrictos de calidad en los
productos, lo que les permitiría proteger mejor la salud pública. Otros
sostienen que les facilitaría la creación de medidas de prevención, porque a
los consumidores les resultaría más sencillo hablar de los problemas relacionados.
Sin embargo, el principal sería reducir las actividades delictivas, la
delincuencia y las violencias conexas. Según los datos disponibles, estos
mercados ilegales se han reducido pero “han pervivido en todas las
jurisdicciones”, aunque en distinto grado. En detalle, representan alrededor
del 40% de la oferta en Canadá, hasta casi el 50% en Uruguay y el 75% en
California. ¿Las razones? Precios más bajos, mayor variedad, productos de mayor
potencia, llegada a menores de edad y alta actividad en internet. Aparte del
documento anual, el organismo también entregó un informe sobre precursores,
entendidas como “las sustancias químicas que se desvían de su curso legal y se
utilizan para la elaboración de distintos tipos de drogas”. Sobre esto —a nivel
regional— destaca que en América del Sur las organizaciones brasileñas y
peruanas han ampliado su influencia y diversificado sus actividades. Que en
Ecuador se notificó un aumento de violencia, al erigirse como un “centro de
almacenamiento y distribución”, dentro de las rutas de cocaína. Y que el
cultivo y producción de esta ha alcanzado cifras sin precedentes en Colombia.
La JIFE finaliza el documento entregando una serie de recomendaciones: que se
estudien más a fondo los efectos del consumo de cannabis antes de adoptar
decisiones a largo plazo; que se adopten medidas para garantizar el acceso
adecuado a medicamentos controlados; que se preste mayor atención al problema
del uso indebido de sustancias psicoactivas por parte de los jóvenes; y que los
estados refuercen su cooperación en la lucha internacional contra el tráfico de
drogas, fueron algunas de ellas.
https://www.emol.com/noticias/Internacional/2023/03/09/1088842/marihuana-efectos-de-la-legalizacion.html
El Informe Mundial sobre las Drogas 2022 de la UNODC destaca las
tendencias del cannabis posteriores a su legalización, el impacto ambiental de
las drogas ilícitas y el consumo de drogas entre las mujeres y las personas
jóvenes
Viena,
27 de junio de 2022
La legalización del cannabis en algunas partes del mundo parece
haber acelerado el consumo diario y las consecuencias relacionadas para la
salud, según el Informe Mundial sobre las Drogas 2022 de la Oficina de las
Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). El Informe, publicado hoy,
también detalla el aumento sin precedentes de la fabricación de cocaína, la
expansión de las drogas sintéticas a nuevos mercados y las continuas
deficiencias en la disponibilidad de tratamientos contra las drogas,
especialmente para las mujeres.
Según el Informe, alrededor de 284 millones de personas de entre
15 y 64 años consumieron drogas en todo el mundo en 2020, lo que supone un
aumento del 26% respecto a la década anterior. Las personas jóvenes están
consumiendo más drogas y los niveles de consumo actuales en muchos países son
más altos que los de la generación anterior. En África y América Latina, las
personas menores de 35 años representan la mayoría de quienes reciben
tratamiento por trastornos relacionados con el consumo de drogas.
El Informe estima que, a nivel global, 11.2 millones de personas
se inyectan drogas. Alrededor de la mitad vive con hepatitis C; 1.4 millones
con VIH y 1.2 millones, con ambos.
En respuesta a estos hallazgos, la Directora Ejecutiva de UNODC,
la Sra. Ghada Waly, declaró: "Las cifras de producción e incautación de
muchas drogas ilícitas están alcanzando niveles récord, incluso cuando las
emergencias globales están aumentando las vulnerabilidades. Al mismo tiempo,
las percepciones erróneas sobre la magnitud del problema y los riesgos relacionados
están privando a las personas de los servicios de atención y tratamiento y
conduciendo a la juventud hacia comportamientos peligrosos.
Debemos destinar los recursos y la atención necesarios para hacer
frente a todos los aspectos del problema mundial de las drogas, incluida la
prestación de asistencia basada en la evidencia a todas las personas que la
necesitan, y debemos mejorar la base de conocimientos sobre la relación de las
drogas ilícitas con otros retos urgentes, como los conflictos y la degradación
del ambiente".
El Informe destaca, además, la importancia de movilizar a la
comunidad internacional, los gobiernos, la sociedad civil y a todas las
contrapartes para que adopten medidas urgentes de protección, entre ellas
reforzar la prevención y el tratamiento del consumo de drogas y afrontar la
oferta de drogas ilícitas.
Primeros indicadores
y efectos de la legalización del cannabis
La legalización del cannabis en Norteamérica parece haber
aumentado su consumo diario, especialmente el de productos cannábicos potentes
y sobre todo entre las personas adultas jóvenes. También se han reportado
aumentos relacionados en personas con trastornos psiquiátricos, suicidios y
hospitalizaciones. La legalización ha incrementado los ingresos fiscales y, en
general, ha reducido las tasas de detención por posesión de cannabis.
Crecimiento continuo
de la producción y el tráfico de drogas
La producción de cocaína alcanzó un máximo histórico en 2020, con
un crecimiento del 11% respecto a 2019, alcanzando las 1.982 toneladas. Las
incautaciones de cocaína también aumentaron, a pesar de la pandemia de
COVID-19, a un récord de 1.424 toneladas en 2020. Casi el 90% de la cocaína
incautada a nivel mundial en 2021 fue traficada en contenedores y/o por mar.
Los datos sugieren que el tráfico de cocaína se está expandiendo a otras
regiones fuera de los principales mercados de América del Norte y Europa, con
niveles crecientes de tráfico hacia África y Asia.
El tráfico de metanfetamina continúa expandiéndose
geográficamente; 117 países informaron sobre incautaciones de metanfetamina
entre 2016 y 2020, frente a 84 que lo hicieron entre 2006 y 2010. Por su parte,
las cantidades de metanfetamina incautadas se quintuplicaron entre 2010 y 2020.
La producción de opio en todo el mundo creció un 7% entre 2020 y
2021, alcanzando las 7.930 toneladas, debido principalmente a un aumento de la
producción en Afganistán. Sin embargo, la superficie global de cultivo de
amapola se redujo un 16%, con 246.800 hectáreas cultivadas durante el mismo
periodo.
Tendencias clave de
las drogas por región
En muchos países de África y América del Sur y Central, la mayor
proporción de personas en tratamiento por trastornos relacionados con el
consumo de drogas se encuentra allí principalmente por trastornos relacionados
con el cannabis. En Europa del Este y del Sureste y en Asia Central, la mayoría
de las personas está en tratamiento por trastornos por consumo de opiáceos.
En Estados Unidos y Canadá, las muertes por sobredosis, provocadas
principalmente por la epidemia del uso no médico del fentanilo, siguen batiendo
récords. Las estimaciones preliminares en Estados Unidos apuntan a más de
107.000 muertes por sobredosis en 2021, frente a unas 92.000 en 2020.
En los dos mercados principales de metanfetamina las incautaciones
han ido en aumento: en América del Norte se incrementaron un 7% respecto al año
anterior; mientras que en el Asia del Sureste aumentaron un 30% respecto al año
anterior, lo que supone un récord en ambas regiones. También se informó un
nivel récord en las incautaciones de metanfetamina notificadas desde el Asia
del Suroeste, con un aumento del 50% en 2020 con respecto a 2019.
Sigue existiendo una gran desigualdad en la disponibilidad de
opioides farmacéuticos para consumo médico. En 2020, se registraron 7.500 dosis
más de medicamentos controlados para el dolor por cada millón de habitantes en
América del Norte que en África Occidental y Central.
Las zonas de
conflicto actúan como imanes para la producción de drogas sintéticas
El Informe de este año también destaca que las economías de drogas
ilícitas pueden prosperar en situaciones de conflicto y donde el Estado de
Derecho es débil, y a su vez pueden prolongar o exacerbar los conflictos.
La información de Oriente Medio y el Asia del Sureste sugiere que
las situaciones de conflicto pueden actuar como un imán para la producción de
drogas sintéticas, las cuales pueden producirse en cualquier lugar. Este efecto
puede ser mayor cuando la zona de conflicto está cerca de grandes mercados de
consumo.
Históricamente, los bandos en disputa han utilizado las drogas
para financiar el conflicto y generar ingresos. El Informe Mundial sobre las
Drogas 2022 también revela que los conflictos también pueden interrumpir y
desplazar las rutas del tráfico de drogas, como ha ocurrido en los Balcanes y,
más recientemente, en Ucrania.
Un posible aumento
de la capacidad de producir anfetamina en Ucrania si persiste el conflicto
Hubo un aumento significativo en el número de laboratorios
clandestinos reportados en Ucrania, disparándose de 17 laboratorios
desmantelados en 2019, a 79 en 2020. 67 de estos laboratorios producían
anfetaminas, frente a cinco que lo hicieron en 2019, el mayor número de
laboratorios desmantelados que fueron reportados en cualquier país en 2020.
Los impactos ambientales
de los mercados de drogas
Los mercados de drogas ilícitas, según el Informe Mundial sobre
las Drogas 2022, pueden tener impactos locales, comunitarios o individuales en
el medio ambiente. Entre los principales hallazgos se encuentra que la huella de
carbono del cannabis cultivado en interiores es entre 16 y 100 veces mayor que
la del cannabis de exteriores, y que la huella de un kilogramo de cocaína es 30
veces mayor que la de los granos de cacao.
Otros impactos ambientales son la considerable deforestación
asociada al cultivo ilícito de coca; los residuos generados durante la
fabricación de drogas sintéticas, que pueden llegar a ser de 5 a 30 veces el
volumen del producto final y el vertido de residuos, que puede afectar
directamente el suelo, el agua y el aire, así como indirectamente a los
organismos, los animales y la cadena alimentaria.
Brecha de género y
disparidades en el consumo de drogas y su tratamiento
Las mujeres siguen constituyendo una minoría entre quienes
consumen drogas en todo el mundo y, sin embargo, tienden a aumentar su ritmo de
consumo y a desarrollar trastornos por uso de drogas con mayor rapidez que los
hombres. Se calcula que las mujeres representan actualmente entre el 45% y el
49% de quienes consumen anfetaminas y usuarios no médicos de estimulantes
farmacéuticos, opiáceos farmacéuticos, sedantes y tranquilizantes.
La brecha en el acceso a tratamiento sigue siendo grande para las
mujeres en todo el mundo. Aunque representan casi uno de cada dos consumidores
de anfetaminas, sólo constituyen una de cada cinco personas en tratamiento por
trastornos su consumo.
El Informe Mundial sobre las Drogas 2022 también destaca la amplia variedad de
funciones que desempeñan las mujeres en la economía global de la cocaína, como
el cultivo de la coca, el transporte de pequeñas cantidades de droga, la venta
a consumidores y el contrabando en las cárceles.
https://www.unodc.org/unodc/es/press/releases/2022/June/unodc-world-drug-report-2022-highlights-trends-on-cannabis-post-legalization--environmental-impacts-
of-illicit-drugs--and-drug-use-among-women-and-youth.html
Más del 4% de la población global consume
cannabis, según informe de la ONU
Un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y
el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) detalla que hasta 2020 más del 4%
de la población global de entre 15 y 64 años consumía
cannabis, es decir, una 209 millones de personas.
https://cnnespanol.cnn.com/video/consumo-cannabis-informe-onu-oficina-droga-delito-redaccion-mexico/
El
cannabis sigue siendo la droga más consumida en el mundo:
En 2020consumieron 209
millones de personas (de 15 a 64 años), es decir, el 4 % de la población
mundial en este grupo de edad. Cabe destacar que la prevalencia de consumo en el
último año ha aumentado un 8 % desde 2010, mientras que el número de usua-rios
ha aumentado un 23 % desde entonces, en parte debido al crecimiento de la
población.
El
consumo de estimulantes de tipo anfetamínico afectó a 34 millones de personas
en 2020 (de 15 a 64 años), es decir, al 0,7 % de la población mundial. La
estimación mundial de uso es similar a la de 2010 (33 millones), pero es
probable que estas cifras estén subestimadas debido a la falta de datos de
varios países asiáticos en los que el uso es elevado, y aunque las cifras de
incautación sugieren una expansión del uso en la última década.
La
pandemia de COVID-19 parece haber frenado temporalmente el aumento del consumo
de cocaína y éxtasis, aparentemente debido al cierre obligatorio de locales
públicos y de ocio.
A
pesar de esta pausa en 2020, varios indicadores muestran que el consumo de
cocaína se ha reanudado en 2021, con un aumento a largo plazo. En 2020, se
calcula que 21,5 millones de personas han consumido esta droga al menos una vez
en el último año. La producción mundial de cocaína alcanzó un nuevo récord en
2020 con 1.982 toneladas métricas de cocaína pura, lo que supone un aumento del
11 % respecto al año anterior.
https://www.dianova.org/es/noticias/informe-mundial-sobre-las-drogas-2022/
El número de consumidores de drogas creció un 26% en la última década,
según la ONU
El
cannabis siguió siendo el estupefaciente más consumido, con 209 millones de
usuarios, un 23% más que en 2010.
La
producción y el consumo de cocaína subió en 2020 y se manufacturaron 1.982
toneladas, un 11% más que el año anterior.
27.06.2022
Unos 284 millones de personas de entre 15 y
64 años consumieron algún tipo de droga en 2020, un 26% más
que una década antes, según los datos presentados este lunes en
Viena por la ONU y que revelan que los
jóvenes de hoy usan más estupefacientes que los de generaciones anteriores.
Ese aumento se debe en parte al crecimiento
de la población mundial (un 12%) en el periodo estudiado, estima la Oficina de
Naciones Unidas para la Droga y el Delito (Onudd) en su
Informe Mundial sobre Drogas 2022.
Un 13,6% de los consumidores sufrían en 2020
de trastornos derivados de las drogas,
hasta el punto de ser dependientes o requerir tratamiento.
Los últimos datos señalan que en 2019 se
registraron casi 500.000 fallecimientos
relacionados con las drogas, un aumento del 17,5% en una
década, con los opioides como la droga más
mortífera, con el 77% del total.
Los hombres toman más
cannabis, cocaína y opioides que las mujeres, aunque los porcentajes se equilibran cuando
se trata de tranquilizantes, anfetaminas, estimulantes y opioides
farmacéuticos.
Las mujeres con
problemas de alcohol o drogas tardan más en pedir ayuda que los hombres
El cannabis, el estupefaciente más consumido
Respecto a grupos de edad, la Onudd señala
que, en muchos países, se detecta un nivel de consumo entre
los adolescentes mayor que el de generaciones anteriores
El reporte señala que el
cannabis siguió siendo con diferencia el estupefaciente más consumido,
con 209 millones de usuarios, un 23% más que en 2010.
Además, es la sustancia identificada por más
países como la más dañina en términos de trastornos creados,
aunque solo está detrás del 4% de las muertes relacionadas con el consumo.
Su cultivo se ha extendido
a todo el mundo, y las
plantaciones en interior están superando a las al aire libre, algo que tiene
también efectos medioambientales debido al consumo de energía que requiere.
Aunque su consumo es universal, es
especialmente intenso en América del Norte, donde
un 16% de la población prueba esa droga, la prevalencia
más alta del mundo.
España fue en 2020 el país donde más
incautaciones de cannabis se registraron.
Aumento en el consumo de cocaína
Al igual que con el cannabis, la producción
y el consumo de cocaína subió en 2020.
En 2020 se manufacturaron 1.982 toneladas de
cocaína, un 11% más que el año anterior,
pese a que las extensiones de cultivos de arbusto de coca se estabilizaron o,
como en el caso de Colombia, se redujeron.
Esto muestra un sofisticado conocimiento
técnico de la producción, que resulta en una alta
eficiencia de los laboratorios.
La producción de opio sigue creciendo
También la producción de opio siguió creciendo
en 2021, especialmente por una elevada cosecha en Afganistán.
La Onudd destaca en su informe que si se
aplica la prohibición de cultivar opio anunciada por los talibán,
que antes de retomar el poder en agosto de 2021 participaban en el tráfico de heroína
y la producción de metanfetaminas, el mercado mundial de esa
droga se verá altamente afectado.
Claves del informe
El Informe Mundial sobre Drogas que Naciones
Unidas ofrece un análisis exhaustivo de la situación global del
problema. Estas son las diez claves de la producción, tráfico y
consumo ilícitos de estupefacientes.
·
Más consumidores:
Una de cada 18 personas, el 5,6% de la
población mundial, consumió algún tipo de droga al menos una vez en 2020. Ese
número supone un 26% más que una década antes,
en parte debido al crecimiento demográfico. Los niveles de consumo entre los
jóvenes son más altos que entre generaciones pasadas.
·
Tabaco vs. drogas:
En 2019, unas 12
millones de muertes en el mundo estuvieron relacionadas
con el uso de sustancias psicoactivas. Las drogas supusieron el 5% de esas
muertes, frente al 73,1% del tabaco y el 21,5% del
alcohol, sustancias legales de mucho más fácil acceso.
·
Más cannabis:
Con 209 millones de consumidores, el cannabis
fue, en 2020, de nuevo, la droga más popular en el
mundo. Durante los confinamientos por la pandemia, aumentó
la frecuencia y la cantidad consumida, pero no el número de quienes lo toman.
·
Efectos de la legalización:
La ONU señala que hay indicios de que la
legalización del uso no médico del cannabis entre adultos, especialmente en
EE.UU., ha acelerado el aumento del consumo que se había
detectado ya antes, y que fabricantes de tabaco y alcohol han
entrado en un jugoso negocio y están tratando de aumentar el número de
potenciales clientes.
·
Fluye la cocaína:
La producción mundial de cocaína subió en
2020 un 11% respecto al récord del año anterior, llegando a las 1.982
toneladas. Hay indicios de que en 2021 hubo un repunte del consumo, tras la
caída durante la pandemia, debido a que es una droga que se
consume más en compañía. En 2020 unos 21,5 millones de personas
consumieron cocaína.
·
Ucrania:
Si la guerra lanzada por Rusia en Ucrania se
prolonga, este país podría convertirse en un centro de
producción de anfetaminas, siguiendo la tendencia vista en
otras zonas de conflicto, como Siria o Birmania.
·
Ataque al medioambiente:
La producción, tráfico y consumo de drogas
atenta contra la seguridad y la salud, pero también contra el medioambiente. El
informe advierte de que la huella de carbón de la producción de cocaína es, por
ejemplo, 30 veces mayor que la de granos de cacao.
·
Epidemias y opiáceos:
El mundo sufre dos
epidemias de uso no médicos de opiáceos. En Estados Unidos, el
fentanilo, una droga sintética 100 veces más potente que la morfina, impulsó las
muertes por sobredosis en 2021 hasta más de 100.000. En África, el tramadol, un
potente analgésico, ha creado lo que la ONU califica
de "crisis" y "amenaza".
·
Discriminación de mujeres:
La mayoría de consumidores de opioides o
cocaína son hombres, pero las mujeres usan otros tipos de drogas casi tanto
como ellos. En estos casos, siguen estando infrarrepresentadas en tratamientos
de drogadicción. Así, aunque el 45% de usuarios de anfetaminas son
mujeres, solo el 20% de las personas bajo tratamiento son mujeres.
·
Drogas en internet:
Aunque el comercio de drogas en la conocida
como "internet profunda" sigue siendo porcentualmente pequeño, las
ventas en este espacio volvieron a subir en 2021.
https://www.rtve.es/noticias/20220627/aumenta-consumidores-droga-segun-informe-onu/2385520.shtml
La legalización de la marihuana “parece”
aumentar su consumo y no ha terminado con los mercados ilegales
9 Marzo 2023
Un nuevo
informe de la entidad de la ONU advierte sobre los daños de salud de esta
liberalización y alerta de la epidemia de pasta básica en Centro y Sudamérica,
y de opioides en Norteamérica.
La
legalización del cannabis no ha logrado reducir el consumo de drogas y
los mercados ilícitos de narcóticos persisten, es una de las
principales conclusiones del informe anual de
la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE),
correspondiente a 2022.
La
tendencia a la legalización del consumo de marihuana con fines recreativos
ocupa gran parte del nuevo informe, publicado este jueves, que manifiesta una
gran preocupación por la expansión de la industria del cannabis, que
comercializa los productos a base de esa sustancia de una forma que atrae a la
juventud y le resta importancia a los daños que puede
causar el consumo del cannabis de potencia elevada.
“Vemos
con preocupación la trivialización con respecto al uso no médico
del cannabis, la tendencia a su legalización, principalmente en
Latinoamérica y parte de Europa”, dijo César Arce Ríos, vicepresidente segundo
de la JIFE, en entrevista con Noticias ONU.
Además,
esta legalización con fines recreativos contraviene el artículo cuarto de Convención Única de Estupefacientes
de 1961, que clasifica al cannabis como una sustancia altamente
adictiva y prohíbe todo uso no médico o científico, subrayó.
Incongruencia de datos
El
informe va más allá de asegurar que la legalización no disminuye el consumo de
la mariguana con fines lúdicos, señalando que “parece dar
lugar a un incremento del consumo, sobre todo en la juventud”.
¿Por qué se utiliza la palabra ‘parece’, no es un hecho? “No tenemos datos
oficiales, tenemos datos oficiosos de países donde hay legalización y la
información no es congruente”, responde Arce.
“Por
ejemplo, tomamos los datos de un país que informa que se ha estancado o ha
disminuido el consumo, pero por el otro lado hay mucha venta e importación de
cannabis, es decir, no coinciden los datos. Y, por
otro lado, tenemos informes de ONG que indican que el consumo ha crecido. Por
eso usamos la palabra ‘parece’, hasta tanto no tengamos un informe oficial y
congruente de los países, no queremos afirmar que el
consumo ha aumentado”, explica.
En
cambio, agrega que los datos extraoficiales muestran que en las jurisdicciones
donde se ha legalizado, el consumo de marihuana ha aumentado
entre 9% y 15% con respecto a los lugares donde su uso
lúdico sigue prohibido.
Mariguana barata y más potente en los mercados ilícitos
El
informe de la JIFE destaca que los mercados ilegales de mariguana siguen
activos en las jurisdicciones donde se ha legalizado el consumo, pese a que la
legalización apostaba a desarticularlos. Según los datos disponibles representan
el 40 % en Canadá, casi el 50 % en Uruguay y el 75 % en California.
César
Arce señala que esos mercados prevalecen porque en ellos se vende a precios más
baratos marihuana con mayor contenido de THC -el componente
psicoactivo del cannabis-.
El
estudio sostiene que el incremento del consumo y de la potencia de algunos
productos del cannabis está trayendo consigo efectos
negativos para la salud y comporta riesgos sanitarios para
las personas de todas las edades, y añade que entre 2000 y 2018 las admisiones
relacionadas con la dependencia y la abstinencia esa droga se multiplicó por
ocho a nivel mundial, mientras que las admisiones debidas a trastornos
psicóticos relacionados con la mariguana se cuadruplicaron.
La JIFE
cita el caso del estado de Colorado, en Estados Unidos, donde las consultas en
servicios de urgencias y los ingresos hospitalarios a causa del consumo
excesivo de cannabis aumentaron notablemente después de hacerse efectiva la
legalización. Las consultas en hospitales por lesiones sufridas en accidentes
relacionados con la mariguana también subieron un 30 %.
No se han alcanzado los objetivos
El
vicepresidente de la JIFE puntualiza que la legalización del cannabis no ha
cumplido con lo que se proponía: “el objetivo era disminuir
o eliminar el crimen organizado que se dedica a la venta de cannabis y no se ha
logrado, inclusive ha crecido en algunos países. También se
pretendía tener un mercado regulado y controlado para que el cannabis no
llegara a los menores, y tampoco se ha cumplido”.
Aunque
reconoce que las medidas son nuevas, considera que hay que ajustarlas y alude
al caso de Uruguay, donde la pasta básica de cocaína sigue en auge pese a que
una de las metas de la legalización era precisamente reducir el consumo de
crack. “No se ha logrado el objetivo, pero el propósito es que eso suceda a
mediano o largo plazo”, apunta Arce.
Consumo de drogas en América Latina
En
Latinoamérica el principal problema es el consumo de pasta básica
de cocaína, “podemos considerar que es una epidemia”, dice Arce
y añade que es popular porque es barata y muy adictiva, pero también “muy
nociva”.
Llamada
“paco” en Argentina o “basuco” en Colombia, “es el resto que queda de la cocaína
no cristalizada y se vende a precios muy baratos. Cualquier persona puede
acceder a ella y es muy adictiva y nociva, ya que arrastra los
productos químicos que no fueron aislados”, insiste.
El
integrante de la JIFE detalla que la epidemia de consumo de pasta
básica afecta a Centro y Sudamérica, en tanto que en América
del Norte el mayor problema son los opioides y el fentanilo.
Opioides sintéticos
Al
referirse a los opioides sintéticos, especialmente el fentanilo, Arce precisa
que proviene de laboratoritos ilícitos “por lo que
las únicas alternativas son la prevención y el combate frontal a los
laboratorios clandestinos dedicados a la fabricación de estas sustancias”.
En este
renglón, mencionó que Estados Unidos y México han implementado
programas y estrategias de prevención bien estructuradas que “lastimosamente no
dan abasto”. “Es una tendencia nueva de hace unos seis años que
cada vez tiene mayor crecimiento y es preocupante”.
Para
colaborar en esta batalla, “lo que hace la JIFE es controlar los precursores y
pedir a los Estados miembros que hagan todo lo posible para impedir que estas
sustancias, que son la materia prima para la fabricación clandestina de los
opioides, principalmente el fentanilo, llegue a manos criminales. Hemos
desarrollado herramientas y estrategias que están a disposición de todos los
Estados miembros, de tal forma de prevenir el uso y la importación de
precursores”, abunda Arce.
https://news.un.org/es/story/2023/03/1519252
Existe una relación entre el consumo de
drogas y la exposición a las redes sociales
10 Marzo 2022
La evidencia muestra que esas plataformas
ofrecen nuevas oportunidades para comprar sustancias ilícitas y dan glamour a
conductas negativas, revela un nuevo estudio de la junta especializada en
narcóticos. También afirma que el dinero proveniente del narcotráfico frena el
desarrollo y alimenta la violencia, la pobreza, la desigualdad y el crimen
organizado.
La Junta
Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE)
advirtió este jueves que hay cada vez mayores pruebas de la relación entre la
exposición a las redes sociales y el consumo de drogas ilícitas, sobre todo
entre los jóvenes, que son los principales usuarios de esos
medios y están dentro de un grupo etáreo con altos índices de ingesta de dichas
sustancias.
En
su informe anual correspondiente a 2021,
la JIFE, un ente independiente respaldado por la ONU, explica que esas
plataformas ensalzan comportamientos negativos relacionados con el uso de
narcóticos controlados al ofrecer una imagen atractiva y
glamourosa de quienes tienen esas conductas.
Además,
los medios sociales ofrecen a los consumidores la oportunidad de comprar en
muchas plataformas cannabis, analgésicos sujetos a
prescripción médica y otras sustancias fiscalizadas, y permiten que los
delincuentes exploten muchas herramientas, como las monedas digitales, los
pagos móviles y los servicios de monedero electrónico, que facilitan y agilizan
la transferencia internacional de dinero y les permiten ocultar el origen de
los fondos ilegales y maximizar las ganancias.
Frente a
esta situación, la Junta pide a los gobiernos que reglamenten esas
plataformas e insta al sector privado a que modere y
autorregule sus medios digitales y limite la publicidad, y la promoción del
consumo de drogas con fines no médicos.
“Es imprescindible
hacer frente a esa situación, no sólo por los usuarios
actuales, sino también por las generaciones venideras, que utilizarán las redes
sociales en su vida cotidiana”, dijo la presidenta de la JIFE, Jagjit Pavadia.
Freno al desarrollo
El
estudio analiza los flujos financieros ilícitos relacionados con el
narcotráfico y destaca las consecuencias negativas que éstos tienen en las
sociedades y el desarrollo, al alimentar la corrupción, la violencia, la
pobreza y la desigualdad, y fomentar el crimen organizado.
Argumenta
que esos flujos se reasignan al combate al narcotráfico recursos de
iniciativas para reducir la pobreza y promover el desarrollo social y
económico, lo que, a su vez, debilita la buena gobernanza y agrava la
desigualdad.
Cada
año se pierden millones de dólares en manos de
grupos delictivos organizados y la salida ilícita de capitales es aún más
perjudicial para los países en desarrollo que precisan fondos para impulsar el
crecimiento económico.
Los
flujos financieros ilícitos también desvían recursos necesarios para alcanzar
los Objetivos de Desarrollo Sostenible, desangran los
recursos públicos y socavan los esfuerzos de movilización
de asistencia para el desarrollo.
Para
contrarrestar los efectos negativos y el costo humano del comercio de drogas,
la Junta recomienda que los gobiernos aborden todas las etapas del
narcotráfico, desde la producción y el cultivo hasta la venta y
el lavado de ganancias ilegales, y los llama a que compartan información sobre
el crimen organizado a nivel internacional.
“Los
flujos financieros ilícitos no reconocen fronteras ni nacionalidades,
por es necesario actuar de manera colectiva”, recalcó la presidenta de la
Junta.
Cannabis
Con
respecto a la despenalización del cannabis en muchos países, la JIFE insistió
en que es motivo de preocupación porque ha
sido interpretada por muchos como la legalización del consumo no médico del
cannabis.
En este
sentido, enfatizó en la necesidad de que se entiendan colectivamente los
conceptos de legalización, descriminalización y despenalización de conformidad
con las convenciones de fiscalización de drogas, y subrayó la importancia de
una respuesta equilibrada y proporcionada a los
delitos relacionados con las drogas, que mantenga el respeto a los derechos
humanos y el bienestar público.
“La
legalización del uso no médico del cannabis contraviene
las convenciones de control de drogas”, aseveró Jagjit Pavadia.
Opioides y precursores
El
informe dedica un apartado al consumo de los opioides que se utilizan para
aliviar el dolor, reportando que su consumo se concentra
en los países desarrollados de Europa y Norteamérica, mientras
que en otras regiones del mundo a menudo no hay un acceso suficiente a ellos
para cubrir las necesidades médicas de la población.
La JIFE
exhorta a los gobiernos a esforzarse para que haya suficientes
medicamentos disponibles y solicita a los países con más
recursos que ayuden a las naciones pobres a garantizar el acceso a esos
estupefacientes.
Por otra
parte, el estudio refiere el fácil acceso que tienen los delincuentes a los
precursores que hacen falta para fabricar drogas ilícitas.
Una
encuesta de la JIFE realizada en junio de 2021 mostró las deficiencias
en los controles de la fabricación, el comercio y la distribución nacionales
de precursores, lo que permite a los traficantes obtener esos productos en el
mercado lícito.
Asimismo,
se han encontrado ya sustancias químicas no fiscalizadas que pueden servir
como alternativas a los precursores controlados.
La JIFE sostuvo que la evolución de la fabricación ilícita de
drogas requiere de una acción global y que se debe
hacer frente a la proliferación de sustancias químicas no controladas y de
precursores de diseño.
https://news.un.org/es/story/2022/03/1505362