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Definición de Genio

 

Genio es la capacidad mental extraordinaria o la persona dotada con dicha facultad. Un genio, en este sentido, es alguien especial y fuera de lo común, con un talento o una habilidad que no puede ser imitada. En este sentido, el término genio suele ser utilizado para acentuar la admiración hacia una persona por sus increíbles virtudes en una determinada disciplina, que puede ser una ciencia exacta, un deporte o una forma de arte.

Para que un individuo llegue a ser considerado un genio por su entorno, existe una serie de requisitos, ciertas características que debe tener su vida, aunque cada caso particular puede presentar variaciones. En primer lugar, es muy propio de los genios sentir una pasión muy profunda por un campo del conocimiento, un fuego que lo lleva a desear no hacer otra cosa de con su tiempo que dedicarse a esa disciplina o ciencia, a eso que le da sentido a su existencia. 

Los genios no son simplemente personas con facilidad para resolver ciertos problemas, sino individuos que se entregan absolutamente al estudio y la práctica de una materia, muchas veces ignorando las cuestiones que para otros resultan básicas, como ser las relaciones interpersonales, el cuidado del aspecto físico e incluso el éxito. Ser un genio no siempre va de la mano de la notoriedad pública; se sabe que muchos de los grandes del pasado debieron enfrentar la pobreza extrema y murieron en terribles condiciones.

El rol de los mentores también resulta fundamental para muchos; si bien los genios suelen mostrar habilidades difíciles de explicar, la inspiración en el trabajo ajeno suele ser un buen punto de partida para descubrir la propia vocación. Sin embargo, en estos casos, la ayuda a nivel técnico que puede brindar un maestro es más limitada que con estudiantes de una inteligencia normal, dado que el progreso de un genio se da a pasos agigantados y de forma impredecible.

Es importante señalar que la habilidad extrema y fuera de lo normal en una materia no impide la torpeza en otras; un genio del piano puede ser capaz de realizar imposibles acrobacias con sus dedos mientras se encuentra frente a una partitura de Chopin, pero incapaz de sostener una taza de té sin derramarlo sobre la mesa.

Por otro lado, en algunas culturas y en ciertos contextos, es posible calificar a una persona de genio para agradecerle por la realización de un favor, especialmente cuando su accionar nos resulta muy útil (consigue sacarnos de una situación muy complicada, de la cual no sabíamos cómo salir), o bien cuando su rendimiento nos parece fuera de lo común (repara un dispositivo electrónico con una destreza que no sabíamos que poseía, o que nos resulta imposible con nuestras propias manos).

El concepto también puede usarse para nombrar a un ser fantástico de la mitología semítica. Esta acepción procede del árabe yinn, y no del latín genius. Los genios tienen distintos orígenes, según la tradición en cuestión. Para algunos pueblos, los genios eran espíritus de culturas desaparecidas, mientras que, para otros, son seres de fuego.

El islam sostiene que los genios constituyen una clase de seres creada por Dios que se diferencia de los hombres y de los ángeles. Se trata de una especie maliciosa, pero que no siempre resulta maligna. Los genios más benignos pueden embaucar o engañar, pero no suelen hacer el mal.

Esta creencia islámica se extendió en todo el mundo para nombrar como genios a ciertos seres fabulosos con figura humana, que suelen vivir dentro de una lámpara (como el genio de Aladino).

https://definicion.de/genio/

Cómo funciona el cerebro de los genios
 
 
27 febrero 2023
 
¿Qué hay detrás de las mentes que idearon la Teoría de la Relatividad Especial, escribieron Hamlet y compusieron La flauta mágica?
Nada indica que dentro de las cabezas de Albert Einstein, William Shakespeare o Wolfgang Amadeus Mozart haya habido más que lo que tenemos tú y yo: una masa de poco más de un kilo compuesta sobre todo de grasa, agua, proteínas, carbohidratos y sales.
Aún así, dichas mentes nos dejaron obras y contribuciones inigualables.
Saber qué sucede dentro de un genio ha fascinado a científicos y curiosos durante siglos y varías teorías sobre cómo funcionan sus cerebros se han esbozado sin llegar a conclusiones definitivas.
 
Parte del problema es que estas investigaciones se encuentran con un obstáculo de fondo. Y es que ya es algo tarde para estudiar las mentes de genios famosos fallecidos hace siglos como Isaac Newton o Ludwig van Beethoven.
 
Sin embargo, estudios en los últimos años han encontrado modus operandis comunes en las mentes de personas altamente creativas que nos podrían dar pistas acerca de, por ejemplo, lo que pasaba dentro del pequeño Amadeus cuando a los ocho años compuso su primera sinfonía.
 
¿Qué es un genio?
Antes de intentar navegar por las mentes de los prodigios más famosos de la historia, acordemos primero qué es exactamente un genio.
"Una definición para un genio es que haga contribuciones originales y duraderas para la civilización humana, ya se trate de descubrimientos científicos o creatividad artística", le explica a BBC Mundo Dean Keith Simonton, profesor emérito de psicología de la Universidad de California en Davis.
"Otra definición especifica un alto coeficiente intelectual y otra se usa para designar a los niños prodigio", agrega Simonton.
En línea similar, Craig Wright, doctor de musicología y profesor de la Universidad de Yale, apunta que un genio es "aquel con la capacidad de pensar con perspicacia e implementar esos pensamientos en el mundo real, teniendo impacto en la dirección del pensamiento y la actividad humana".
"El genio humano es vinculable a la alta creatividad", le dice Wright a BBC Mundo. "Es lo que parecen ser Mozart, Shakespeare o Einstein; individuos con grandes capacidades creativas que cambian la dirección de la humanidad durante siglos".
Los problemas para estudiar sus cerebros
La curiosidad por comprender los cerebros de los genios alcanzó límites insospechados el 18 de abril de 1955.
Ese día murió Albert Einstein. Su cuerpo fue cremado, pero el cerebro no.
Thomas Harvey, el patólogo estadounidense que le realizó la autopsia, lo retiró y se lo llevó a casa. Quería analizarlo a fondo para descubrir la clave de la mente detrás de la Teoría de la Relatividad Especial.
Sus investigaciones nunca dieron con los frutos esperados, pero Harvey tomó fotos del cerebro, lo cortó en más de 200 tajadas y las envió a varios neuropatólogos estadounidenses de la época.
 
. Y si bien los científicos encontraron algunas características "únicas", estas no han hecho más que conducir a conclusiones inconsistentes.
"Hay mucha especulación sobre lo que el cerebro de Einstein nos dice sobre los genios, pero es simplemente ridículo como ciencia. Los cerebros varían mucho de una persona a otra y la idea de que todos los cerebros lucen como los vemos en libros, menos los de los genios, es absurda", dice Simonton.
"Nadie tiene un cerebro 'típico' y para que los estudios sean válidos requerirían una larga muestra de cerebros de genios comparada a otra larga muestra de cerebros normales", defiende el académico.
"Incluso si pudiéramos discernir sus cerebros con una simple resonancia o conducir algunas pruebas de receptores de neurotransmisión, ¿por qué no usar esa capacidad para identificar a los genios antes? Porque no podemos".
Conexiones cerebrales
Dado que parece improbable que el cerebro de un genio luzca diferente al de una persona de inteligencia normal, los neurocientíficos se han centrado en investigar cómo se activan diferentes zonas cerebrales a la hora de generar ideas.
Cuando Craig Wright comenzó sus investigaciones, las nociones sobre cómo pensaban los genios eran muy distintas a las de ahora.
"Entonces nos basábamos en el nivel bilateral del cerebro, en cómo interactuaban el hemisferio izquierdo, más analítico, y el derecho, más artístico y visual. Pero esta línea de pensamiento no duró mucho", explica.
Wright vincula el genio humano a una alta capacidad creativa. Y para esta cualidad que aúna a algunos de los genios más revolucionarios de la historia hay estudios más concluyentes.
Roger Beaty, experto en neurociencia cognitiva en la Universidad de Harvard, ha liderado varias de estas investigaciones.
A través de resonancias magnéticas a personas altamente creativas en la población general, Beaty y su equipo encontraron redes neuronales específicas que se activan en la generación de ideas.
En concreto, el pensamiento creativo ocurre en el interior de tres redes.
"La primera sería la red neuronal por defecto, utilizada para crear ideas. La segunda seria la de control ejecutivo, encargada de evaluar las ideas generadas, si son buenas o no y si cumplen los requisitos de lo que uno intenta resolver. La tercera red se encarga de alternar entre las dos primeras", explica Beaty a BBC Mundo.
 
 
Su equipo determinó que las personas muy creativas tenían mejor comunicación entre estas redes.
"Lo interesante es que muchas veces estas redes ni siquiera trabajan juntas en una persona típica. Las personas creativas son capaces de enlazar mejor estas redes, siendo más eficientes en la generación y evaluación de ideas", dice el investigador.
Pero incluso el uso de estas redes neuronales tienen limitaciones a la hora de diferenciar a los genios.
"Mentes ordinarias pueden entrar en este modo neuronal sin producir una sola idea. No es algo que tengan los genios a diferencia de las personas normales", dice Simonton.
"Parte del problema es que un genio, al final, tampoco puede separarse de tener suficiente experiencia en un campo específico. Einstein conocía de matemáticas y física, por ejemplo, y esos conocimientos se almacenan en regiones muy concretas del cerebro", añade el experto.
¿Cuándo ocurre el momento 'eureka'?
Wright se sorprendió al conocer cómo a los genios que ha estudiado se le ocurrían las ideas más perspicaces.
Lejos de lo que pensaba, su "momento eureka" no ocurría cuando más concentrados estaban o más empeño ponían en hallar soluciones.
 
"Leyendo sobre genios a través de los siglos, comprendí que daban con sus mejores ideas cuando menos pensaban en la solución, cuando menos la esperaban; caminando por un parque, la costa o anotando lo que recordaban de sus sueños a la mañana siguiente", cuenta Wright.
El académico lamenta que, una vez más, tengamos información limitada sobre cómo pensaban otros grandes genios de la historia.
"Shakespeare y Mozart nunca nos lo dijeron, pero sí sabemos más sobre cómo Einstein veía el mundo. En su autobiografía hablaba de cómo pensaba, cómo jugaba con imágenes mentales una y otra vez hasta que daba con sus teorías", añade.
 
Confrontación entre genio y coeficiente intelectual
La lógica nos dice que un genio cuenta con un coeficiente intelectual superior al promedio.
Se estima que Mozart, por ejemplo, tenía un CI de entre 150 y 155 puntos. Un nivel que sin dudas le da la distinción de genio.
Pero no solo se trata de eso, al menos según la visión de Simonton.
"No todos los genios tienen CI excepcionales y no todas las personas con altos CI consiguen logros que les califican como genios", dice.
Simonton recuerda un estudio clásico de niños con alto CI a los que se les examinó a ver si una vez adultos conseguían un Nobel. Ninguno lo hizo.
"Sin embargo, dos niños que fueron rechazados por puntuar bajo para la muestra consiguieron el Nobel cuando crecieron", dice Simonton.
Estas contradicciones nos pueden llevar a pensar sobre si un genio nace o se hace.
Y en esto tampoco parece hacer respuestas totales.
 
"Pienso que la educación y la genética influyen en la inteligencia y creatividad de una persona. Hay evidencias de que se nace con ellas, pero que también se pueden entrenar", dice Beaty.
En este caso, mejor cuanto antes y con la mayor libertad posible.
"Lo más importante es mantener la motivación y evitar la desilusión. Trabajar en que los individuos expresen todas sus capacidades y no encasillarles de primeras en un campo específico", comenta Wright.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-64612293 

 

Los 4 tipos de genios, ¿cuál eres tu?
18 DICIEMBRE 2020
1. Genios dinamo. Expertos en crear ideas brillantes, este tipo es especialista en iniciar proyectos pero no suelen terminarlos. Estos sabios hacen caso omiso de las críticas y no les importa pasar por alto los detalles más pequeños. Estos genios se centran en la creación que es su punto fuerte y pasan a la historia por su brillantez y su capacidad de resolución. Algunos ejemplos de esta personalidad serían Bill Gates, Steve Jobs, Beethoven o Albert Einstein.
2. Genios resplandecientes. Gente inteligente y que con gran facilidad para tratar con la gente, aunque se distraen con mucha facilidad. Las personas que se engloban dentro de este tipo son muy carismáticas y destacan por su capacidad de liderazgo y de establecer conexiones. No suelen planificar ni organizar mucho si no que dan valor a la diversión y al buen ambiente para generar una buena comunicación. Entre estos genios se encuentran nombres como Marilyn Monroe, Ellen DeGeneres, Oprah Winfrey o Bill Clinton.
3. Genios del tiempo. A pesar de estar muy concienciados con su entorno suelen tener un exceso de cosas pendientes siempre por hacer. La mayor fortaleza de este prototipo de genio es su perseverancia, quizás no sean los más fuerte, pero sí son los más meticulosos y siempre se toman su tiempo para hacer bien las cosas. Nelson Mandela, Ghandi, la Madre Teresa o Michael Phelps tienen este tipo de perfil.
4. Genios de acero. Preocupados por los detalles, su sabiduría e inteligencia les diferencia pero pueden llegar a ser excesivamente cautelosos. Estos genios destacan por su conocimiento de los sistemas informáticos y la complicada gestión de datos. Suelen disfrutar estando solos porque se concentran mejor a la hora de realizar sus proyectos y no les importa no ser los más populares. Su objetivo final es conseguir hacer algo de la forma más inteligente posible. Célebres empresarios como Ray Kroc, Sergey Brin, Rockefeller o Mark Zuckerberg se cuentan entre ellos.
https://forbes.es/lifestyle/5881/los-4-tipos-de-genios-cual-eres-tu/

 

 

Las cinco características que cumplen todos los genios
¿Qué hace a un genio ser un genio? Es una pregunta que nos hemos hecho a lo largo de toda la historia. No son los genes, son determinadas actitudes
¿Qué hace a un genio ser un genio? Es una pregunta que nos hemos hecho a lo largo de toda la historia. Todo el mundo aspira a alcanzar la excelencia pero muy pocos la logran y, en la mayoría de ocasiones, no entendemos cómo una u otra persona ha logrado lo que ha logrado. ¿Cómo consiguió Picasso mantener siempre un altísimo nivel en su inmensa obra pictórica? ¿De dónde sacó el tiempo Stockhausen para componer un total 363 obras? ¿En qué momento se le ocurrió a Einstein formular la teoría de la relatividad?
Hay quien piensa que un genio nace, no se hace: sencillamente, tiene el talento para una actividad concreta y le basta con desarrollarla para alcanzar la excelencia. Pero esto es una visión muy simplista de la realidad y, además, como han comprobado numerosos estudios, falsa. No cabe duda de que un genio es talentoso por naturaleza, pero el talento no es ni de lejos la característica más importante del mismo. Estos son las cinco cosas que, sin excepción, cumplen todos los genios. Y no todas son agradables para el común de los mortales.
1. Son curiosos e impulsivos
Para elaborar su libro Creatividad (Paidós, 2008), el profesor Mihaly Csikszentmihalyi entrevistó a 91 genios, de todas las disciplinas, incluyendo a 14 premios Nobel. Una de sus principales conclusiones es que las personas con mentes privilegiadas, que logran creaciones excepcionales, tienen dos cosas en abundancia: curiosidad y determinación. “Están absolutamente fascinadas por su trabajo y, aunque haya otras personas más brillantes, su enorme deseo de lograr lo que se proponen supone el factor decisivo”, asegura Csikszentmihalyi.
2. Lo importante no es la educación, son las horas que dedican a su especialidad
Solemos asociar el expediente académico con la excelencia, pero son cosas que no siempre están relacionadas. El profesor de la Universidad de California en Davis, Dean Keith Simonton, realizó un estudio en que analizó los expedientes académicos de más de 300 genios nacidos entre 1450 y 1850, entre ellos gente como Leonardo da Vinci, Galileo, Beethoven o Rembrandt. Determinó cuánta educación formal había recibido cada uno y midió sus niveles de eminencia a través de sus obras de referencia. Sus resultados fueron sorprendentes. La relación entre educación y excelencia, al trasladarse a un gráfico tenía forma de campana: los creadores más destacados eran aquellos que había recibido una educación media, algo así como una diplomatura. Los que habían recibido una mayor y una menor educación eran menos creativos.
Los creadores más destacados son siempre aquellos que más han trabajado en su especialidad y han dedicado su vida a ella
 
No cabe duda de que los genios más destacados seguían estudiando, pero eran autodidactas y, sobre todo, unos adictos al trabajo. “Los genios son todos iguales”, explicaba el crítico literario V.S. Pritchett, “nunca dejan de trabajar, no pierden un minuto. Es deprimente”. La realidad es que, sin esfuerzo, el talento importa poco. Los creadores más destacados son, siempre, aquellos que más han trabajado en su especialidad, han dedicado su vida a ella, han aprendido todo lo que se podía aprender, y han llevado su pasión al límite.
3. Son muy críticos con su trabajo
Según el psicólogo Howard Gardner, Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2011, los grandes genios como Picasso, Freud o Stravinsky tenían un patrón similar de trabajo, que se basaba en el ensayo y error: analizaban un problema, creaban una solución, la probaban y generaban una retroalimentación constante. “Los individuos creativos”, asegura Gardner, “emplean una considerable cantidad de tiempo en reflexionar acerca de lo que quieren alcanzar, si han tenido éxito o no y, si no lo han logrado, qué deben hacer diferente”.
 
Las mentes creativas son también las más metódicas.
4. Son sacrificados, solitarios y, en ocasiones, neuróticos
Los genios están todo el rato pensando en su obra y esto tiene múltiples desventajas. Dedicar todo tu tiempo al trabajo implica un sacrificio inmenso y una merma en las relaciones sociales. Según Csikszentmihalyi, la mayoría de genios son marginados durante la adolescencia, en parte porque “su intensa curiosidad e intereses muy focalizados resultan extraños a sus compañeros”, en parte porque los adolescentes demasiado gregarios no están dispuestos a gastar tiempo, en soledad, para cultivar su talento. “Practicar música o estudiar matemáticas requiere una soledad temible”, asegura el profesor. 
En ocasiones, el sacrificio necesario para ser un genio puede rozar lo patológico. La entrega puede tornarse en obsesión: las personas excelentes no son necesariamente felices. Basta ver el ascetismo que alcanzaron Freud, T. S.Eliot o Gandhi, o la soledad autoimpuesta que desarrolló Einstein. Muchos genios desarrollan, además, una personalidad neurótica: su trabajo les volvió maniáticos y egoístas.
5. Trabajan siempre por pasión, nunca por dinero
Los verdaderos genios se desviven por su trabajo y, en ningún casose entregan a éste por dinero, sino por pasión y vocación. “Los artistas que han desarrollado su pintura y escultura por el placer de la actividad en sí más que por las recompensas extrínsecas, han producido un arte que ha sido reconocido socialmente como superior”, asegura el pensador y escritor Dan Pink en su libro La sorprendente verdad sobre qué nos motiva (Gestión 2000). “Además, son aquellos a los que motivaba menos las recompensas extrínsecas los que, finalmente, las recibían”.
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-01-26/las-cinco-caracteristicas-que-cumplen-todos-los-genios-sin-excepcion_76874/

 

 

Genios con enfermedad mental grave
Son muchos los genios que conocemos que han sufrido una enfermedad mental. Por mencionar algunos: la escritora Virginia Woolf sufrió un trastorno bipolar, Brian Wilson (cantante y compositor de los Beach Boys) sufrió un trastorno esquizoafectivo, John Nash (premio Nobel de economía) fue diagnosticado de Esquizofrenia con 29 años, Nikola Tesla (uno de los grandes inventores del siglo XX) padecía Trastorno obsesivo compulsivo y Edvard Munch (el pintor del famoso cuadro de El Grito) pudo haber sufrido de problemas con el alcohol y de depresión. La lista podría llegar a ser muy extensa, lo que nos hace preguntarnos si existe una relación entre la enfermedad mental con la genialidad artística y científica. 
Asociación entre locura y genialidad
Los estudios científicos muestran una fuerte asociación entre la genialidad y la enfermedad mental, especialmente los trastornos del estado de ánimo (depresión y trastorno bipolar), los trastornos del espectro de la esquizofrenia (locura) y el alcoholismo.
 
Diversos instrumentos de medida psicométrica utilizados para evaluar los rasgos de personalidad y de psicopatología nos muestran que los grandes artistas tienden a puntuaciones elevadas tanto en rasgos de personalidad disfuncionales como en síntomas de enfermedad mental. Los artistas más creativos tienden a puntuar alto en escalas de psicoticismo, lo que resulta en características personales concretas: egocentrismo, frialdad emocional, impulsividad y agresividad.
 
Por otra parte, los científicos reconocidos suelen ser más críticos, precisos, preocupadizos, introvertidos y serios.
 
“La única diferencia entre un loco y yo, es que yo no estoy loco.”
   Salvador Dalí (1904-1989)
    
Frecuencia de enfermedad mental entre las personas creativas
La tasa de trastornos psiquiátricos, como la depresión o el alcoholismo, entre las personas creativas es mayor que en la población general; además, suelen ser personas con más antecedentes familiares de enfermedad mental. En los últimos años se ha descubierto una base genética a esta relación: el gen de la neuregulina 1, cuya expresión aumenta las posibilidades de desarrollar una enfermedad mental por una parte; mientras que, por otra parte, está presente en las personas más creativas.
 
Una mayor creatividad en las personas está relacionado con tres factores fundamentales: la desinhibición cognitiva, la inteligencia y la memoria de trabajo. Las personas con poca inhibición cognitiva están más abiertas a nuevas ideas; si encima son inteligentes y gozan de una buena memoria de trabajo, serán capaces de idear soluciones con creatividad. Existen también otros dos fenómenos comunes a todo acto creativo: la superfluidad y el retroceso a ideas anteriores. La superfluidad permite generar multitud de ideas y de opciones que se van analizando; cuando una de esas opciones nos lleva a un callejón sin salida, la capacidad de retroceder e iniciar otro camino puede finalmente llevarnos al éxito creativo. Por tanto, los descubrimientos no son tan casuales como se piensa a veces, sino que son un proceso de ensayo y error.
 
Existen estudios que relacionan las mentes de personas muy creativas con las mentes de personas que tienen un trastorno del espectro esquizofrénico o con las mentes que están intoxicadas por una sustancia psicoactiva. Ambos tipos de personas comparten la dificultad para filtrar información que, en otras personas, se clasificaría como irrelevante y no llegaría a la conciencia. El hecho de que llegue más información a la conciencia aumenta la probabilidad de combinar esos estímulos en la creación de una idea novedosa.
 
En resumen, podemos decir que las personas creativas y sus familiares tienen un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad mental, especialmente un trastorno del estado de ánimo, un trastorno del espectro de la esquizofrenia o alcoholismo. No obstante, la creatividad puede ser una cualidad muy valorada en la sociedad y una característica personal muy valiosa. Determinadas fortalezas psicológicas, como una elevada inteligencia, una buena memoria de trabajo y una flexibilidad cognitiva, pueden proteger del desarrollo de una enfermedad mental y potenciar la habilidad artística y creativa del sujeto. Todavía quedan por conocer otros mecanismos que seguro también influyen en la evolución de las personas que tienen más desarrollada la creatividad.
 
https://www.menteamente.com/blog-salud-mental/genialidad-salud-mental
 

“No existe un gran genio sin un tinte de locura”.

— Seneca, De Tranquillitate Animi

 
 

Diferencias entre genio y superdotado
 
¿Qué diferencias entre genio y superdotado podemos encontrar? ¿Podemos intercambiarlos? Como veremos, no todo es inteligencia... ¡Descúbrelo aquí!
 
¿Sabías que en España, del curso 2017/2018 solo había identificados 34 113 alumnos con altas capacidades del total de 8 161 144 alumnos escolarizados? Esto supone un 0,42 % del total, como demuestran los datos proporcionados por el Ministerio de Educación y Formación Profesional (curso 2017/2018).
Aunque los datos en la actualidad pueden haber variado bastante, lo cierto es que no es fácil detectar en las escuelas a un niño superdotado o con altas capacidades. En general, son niños subdiagnosticados. Hablamos de niños superdotados, pero… ¿y los genios? ¿Es lo mismo un superdotado que un genio?
La realidad es que no y por ello queremos explicaros algunas diferencias entre genio y superdotado. De forma genérica, podemos decir que los superdotados son niños muy inteligentes, con un CI (coeficiente intelectual) superior a 130 (la media de inteligencia es 100 en la población normal), mientras que los genios son personas que han destacado en una determinada área gracias a un talento muy concreto.
 
Sin embargo, los genios no tienen por qué desarrollar una inteligencia precoz, como los superdotados, sino que se les “clasifica” como tal por su obra, que es especialmente significativa o importante para la sociedad. Pero, ¿qué más diferencias entre genio y superdotado encontramos? ¡Descubrámoslas!
 
“No es lo inteligente que eres lo que importa; lo que realmente cuenta es cómo es tu inteligencia”.
-Howard Gardner-
 
Genio y superdotado: ¿qué son?
Antes de profundizar en las diferencias entre genio y superdotado, vamos a precisar un poquito más las definiciones. La RAE (Real Academia Española de la Lengua) define genio como ‘capacidad mental extraordinaria para crear o inventar cosas nuevas y admirables’. En cambio, describe al superdotado como ‘alguien que posee cualidades que exceden de lo normal, especialmente refiriéndose a las condiciones intelectuales’.
Pero estas definiciones no nos aclaran muchas dudas, porque a priori parecen conceptos muy similares (¡pero no lo son!). Más allá de la RAE, en una definición más propia de la psicología encontramos que la superdotación hace referencia a aquellas personas que consiguen alcanzar un alto potencial en determinadas áreas.
 
Para considerar a una persona superdotada, su CI (coeficiente intelectual) debe ser superior a 130. Por otro lado, la definición de superdotado parte de atributos sociales y según el psicoterapeuta experto en superdotación, Leandro Quiroz, sería alguien que destaca en múltiples facetas. Son personas que se caracterizan por una manera diversa de funcionar a nivel neural, mental, cognitivo y ejecutivo. También suelen tener rasgos de personalidad un tanto concretos.
En cambio, un genio sería aquella persona que destaca enormemente en una determinada área, alguien que realiza una obra genial (obra importante y significativa para la sociedad). Es decir, alguien con un talento especial; una persona creativa, rompedora e innovadora. Como vemos, y para que se entienda, un superdotado lo sería para todos los ámbitos y un genio para una área más específica.
Diferencias entre genio y superdotado
Sin más preámbulo, vamos a conocer las diferencias entre genio y superdotado más destacables. Como veremos, estas hacen referencia al tipo de inteligencia, a las áreas que esta abarca y a la motivación para aprender, entre otras.
Lógicamente si trabajando en el contexto escoltar, psicopedagógico o psicológico, nos encontramos con un niño con una habilidad prodigiosa o con una inteligencia superior a la media, será necesario hacer una buena evaluación antes de sacar conclusiones y establecer un plan de intervención que le ayude en su desarrollo, calidad de vida y autoestima.
Áreas en las que destaca
Un superdotado sería una persona altamente inteligente para diferentes áreas: matemáticas, lenguas, idiomas… Es decir, su inteligencia englobaría muchos aspectos.
En cambio, un genio es alguien que destaca mucho en una área concreta, y se le califica como tal por su trabajo u obra.
 
 
Inteligencia vs. talento
Un niño superdotado generalmente tiene una capacidad innata para desarrollar tareas y resolver problemas difíciles; es decir, su inteligencia suele ser muy precoz (y elevada) y ya desde pequeños se puede detectar (aunque no siempre se detecta precozmente).
Un genio no tiene por qué ser altamente inteligente; lo que le define como genio es su talento, su obra, su trabajo en una determinada área (por ejemplo un genio artístico, o un gran matemático).
 
“La mejor manera de obtener más talentos es mejorar los talentos que tenemos”.
-Edward Bickersteth-
 
Precocidad de la inteligencia
En línea con el punto anterior, otra de las diferencias entre genio y superdotado es precisamente esa precocidad que comentábamos. Así, mientras que en los superdotados la inteligencia es elevada y muy precoz (son niños capaces de desarrollar problemas más difíciles a lo que se esperaría por su edad), en los genios no tiene por qué ocurrir eso.
Un genio no necesariamente muestra esa inteligencia precoz y a los genios se les define como tales a partir de la puesta en práctica de su talento. O sea, gracias a sus obras.
La motivación para aprender o crear
La motivación para desarrollar un talento específico o para ser buenos en una determinada área configuraría otra de las diferencias entre genio y superdotado.
Así, mientras que, generalmente, a los niños superdotados se les debe motivar en las escuelas y por ello es tan importante la detección de las altas capacidades (para evitar que se aburran); los genios suelen tener una motivación más intrínseca e innata para desarrollar su talento (porque hacen lo que les gusta).
 
Esto se puede comprobar, ya que los genios son considerados como tales a partir de sus obras, que generalmente desarrollan porque así lo sienten. Es decir, se apasionan por algo que además se les da muy bien.
 
“La pasión por lo que haces te hará entender que tus límites son mentales”.
-Anónimo-
 
Detección
Aunque los niños superdotados no siempre se detectan en las escuelas (o no siempre, de forma temprana), lo cierto es que suelen ser más detectados que los genios. Esto se explicaría porque los superdotados suelen aprender mucho más rápido (o por contra, tienen un bajo rendimiento escolar, porque se aburren); en todo caso, “se les nota” esa inteligencia superior a la media.
En cambio, los genios no tienen por qué ser más inteligentes o más “detectables”, ya que puede ser que en las escuela sean niños normativos (académicamente hablando), pero que una vez salen de ella desarrollan un talento especial en un campo más específico (por ejemplo en la música). Y esta sería otra de las diferencias entre genio y talento.
Si ya cada niño es un mundo, imaginaros entre niños genios y superdotados… ¡Las diferencias siempre existen! Y muchas veces son abismales. Por ello, nunca debemos generalizar y sí analizar cada caso en concreto.
Lo importante será poder acompañar a cada niño (ya sea como padres y madres, como profesionales…) y adaptarnos a sus necesidades para poder potenciar sus puntos fuertes. Eso sí, lo importante siempre será contribuir a mejorar el bienestar del niño, potenciando que se sienta realizado en las áreas que él desee.
 
https://lamenteesmaravillosa.com/diferencias-entre-genio-y-superdotado/

 

 

Dr. Iván Seperiza Pasquali
Quilpué, Chile
Marzo de 2022
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