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Slym
Cerebral
1-
Cómo es la SLYM, la estructura del cerebro
recién descubierta (y qué función tiene)
20 enero 2023
Con sus complicadas redes de
neuronas y estructuras biológicas, el cerebro sigue demostrando ser una máquina
difícil de descifrar.
Ahora, gracias a los avances en
las técnicas de neuroimágenes y biología molecular, científicos en Estados
Unidos y Dinamarca descubrieron una nueva estructura en el cerebro.
La han bautizado SLYM, las siglas
en inglés de la membrana subaracnoidea de tipo linfático.
Y la describen como un componente
previamente desconocido de la anatomía del cerebro que actúa como una
barrera protectora y una plataforma para monitorear infecciones e inflamación.
El hallazgo,
publicado en la revista Science, fue realizado por científicos del
Centro de Neuromedicina Traslacional de la Universidad de Rochester (EE.UU.) y
de la Universidad de Copenhague (Dinamarca).
"Cuarta meninge"
El cerebro está recubierto por
tres membranas, llamadas meninges: piamadre, aracnoides y duramadre. Estas
membranas crean una barrera entre el cerebro y el resto del cuerpo.
Entre la piamadre y la aracnoides
se encuentra un espacio denominado espacio subaracnoideo, lleno de líquido
cefalorraquídeo, que fluye dentro y alrededor del cerebro para ayudar a
amortiguarlo y proporcionar nutrientes.
La nueva estructura recién
descubierta sería una cuarta membrana ubicada en el espacio
subaracnoideo, por encima de la piamadre, que es la membrana más interna.
Como explican los investigadores,
la función de la membrana SLYM, además de recubrir el cerebro, parece ser
ayudar a controlar el flujo de líquido cefalorraquídeo que entra y sale del
cerebro.
"Nuestra hipótesis es que la
SLYM puede actuar como barrera entre el líquido cefalorraquídeo
"limpio" que entra al cerebro, y el líquido "sucio" que
sale, arrastrando con él proteínas de desecho", le explica a
BBC Mundo la doctora Virginia Plá Requena, investigadora del Centro de
Neuromedicina Traslacional de la Universidad de Copenhague, y una de las
autoras del estudio.
"En consecuencia, el
deterioro de esta membrana dificultaría la limpieza del cerebro, afectando a la
función neuronal", agrega.
En efecto, los investigadores
creen que el hallazgo de la SLYM supone descubrir un nuevo nivel de
organización en la circulación del líquido cefalorraquídeo.
Y la presencia de la membrana
SLYM parece confirmar el papel sofisticado que este líquido tiene en el
mantenimiento de las defensas inmunitarias del cerebro y en el transporte y
eliminación de desechos tóxicos.
Muchos de estos desechos tóxicos
han sido asociados con enfermedades neurodegenerativas como el
Alzheimer y otros trastornos del sistema nervioso central.
"Mesotelio del cerebro"
Los científicos explican que la
SLYM es un "mesotelio", un tipo de membrana que se encuentra
recubriendo otros órganos del cuerpo, como los pulmones y el corazón.
Estas membranas funcionan
protegiendo a los órganos y almacenando células inmunitarias.
Los investigadores sugieren que
la SLYM es el mesotelio del cerebro y actúa recubriendo los vasos sanguíneos en
la cavidad entre el cerebro y el cráneo.
Y también podría actuar como
lubricante en esta cavidad.
"Las pulsaciones
fisiológicas inducidas por el sistema cardiovascular, la respiración y los
cambios de posición de la cabeza mueven constantemente el cerebro dentro de la
cavidad craneal", explican los investigadores.
"Igual que otros mesotelios,
la SLYM podría reducir la fricción entre el cerebro y el cráneo durante tales
movimientos", agregan.
La membrana fue descubierta en
ratones, pero los investigadores dicen que pudieron observarla posteriormente
en cerebros humanos donados para investigación.
Aseguran que ésta no había podido
ser observada antes porque se desintegra cuando se extrae el cerebro
del cráneo en las autopsias.
Además, dicen, es demasiado
delgada -tiene solo unas pocas células de espesor- y no puede verse en personas
vivas a través de escáneres cerebrales.
Sistema glinfático
Hace 10 años, el mismo equipo de
neurocientíficos de las Universidades de Rochester y Copenhague transformaron
el entendimiento de los procesos y mecánica del cerebro cuando publicaron el
descubrimiento del llamado sistema glinfático.
Entonces lo describieron como un
mecanismo cuya función es eliminar o limpiar los residuos que se van acumulando
en el cerebro.
Entre estos productos se incluyen
las llamadas proteínas beta-amiloides y tau, las cuales se cree que están involucradas
en el Alzheimer cuando se acumulan en cantidades excesivas.
Desde el descubrimiento, varios
equipos de investigadores han estado llevando a cabo estudios para desentrañar
cómo es el funcionamiento exacto del sistema glinfático, por qué falla en
determinados casos y qué ocurre cuando eso sucede.
Los expertos creen que el
descubrimiento de la membrana SLYM podría tener implicaciones importantes para
el entendimiento de las funciones exactas del sistema glinfático.
Y podría abrir la puerta a nuevas
investigaciones para monitorear esta estructura y observar los signos
de infección o inflamación que conducen a enfermedades del sistema nervioso
central.
Por ejemplo, los investigadores
sugieren que, debido al rol que la membrana SLYM puede tener en la circulación
del líquido cefalorraquídeo, su deterioro podría dificultar la eliminación de
los desechos tóxicos que contribuyen a la aparición de placas que conducen a
padecer Alzheimer.
Y la membrana también parece
desempeñar un papel en la defensa del cerebro, evitando que entren células
inmunitarias externas y ajenas a la población nativa de células cerebrales, lo
cual puede contribuir a la inflamación y el avance del deterioro
cognitivo.
Ahora se necesitarán más
investigaciones para comprender cuáles son las implicaciones de la existencia
de la membrana SLYM.
Pero como asegura la doctora
Virgina Plá, entender cómo funciona esta membrana podría ser clave para el
diseño de nuevos fármacos, por ejemplo de medicamentos que puedan atravesar la
barrera hematocefalorraquídea.
Asimismo, debido a su ubicación, la
membrana podría ser "un elemento clave en procesos inflamatorios, como los
que tienen lugar en traumatismos craneoencefálicos, la meningitis y la
esclerosis múltiple".
"Finalmente, conocer cómo
cambia esta membrana en respuesta a la neurodegeneración o el envejecimiento
puede ser esencial en intervenciones para el mantenimiento de la
función cognitiva", afirma la investigadora.
Por su parte, el doctor Jordi
Vilaplana, profesor del Departamento de Bioquímica y Fisiología de la
Universidad de Barcelona e investigador de envejecimiento y neurodegeneración,
considera que la posible presencia de esta membrana "es muy
interesante".
"Sería un elemento más a tener
en cuenta para la comprensión del funcionamiento del sistema glinfático, del
cual aún hay algunos interrogantes en cuanto a su estructura y
funcionamiento", afirma el investigador, quien no estuvo involucrado en
este estudio.
"Sin embargo, y desde mi punto
de vista, la revolución principal la constituye el descubrimiento del
propio sistema glinfático y su posible implicación, entre otras, con
las enfermedades neurodegenerativas", le dice el experto a BBC Mundo.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-64336682
2.-
Fantástico descubrimiento sobre el cerebro humano
Una cuarta meninge depura el líquido
cefalorraquídeo para mantenerlo siempre limpio
10 de enero 2023
El sistema defensivo del
cerebro está formado por cuatro meninges, no por tres, como se creía hasta
ahora. La cuarta meninge está repleta de células inmunitarias y podría ayudar
en el tratamiento del Alzheimer y de la esclerosis múltiple.
Científicos de las universidades de Rochester (NY) y de
Copenhague (Dinamarca), liderados por el neurobiólogo danés Maiken Nedergaard, han
obtenido lo que denominan un fantástico
descubrimiento sobre el cerebro humano, del que informan en un
artículo publicado en la revista Science.
Se
trata de una cuarta meninge,
un hallazgo que obligará a reescribir
los libros de texto porque hasta ahora se había
establecido que el cerebro solo tenía tres meninges.
Las meninges son tres membranas que
protegen al sistema nervioso central envolviendo al encéfalo y la médula
espinal, separándolos así de las paredes de los huesos que los rodean.
La función de las meninges, además de
proteger al encéfalo y la médula espinal, es también la de dar soporte a los
vasos sanguíneos y la de formar una cavidad continua a través de la cual
circula el líquido cefalorraquídeo (LCR).
El LCR fluye dentro y alrededor del
cerebro y de la médula espinal para amortiguar un impacto en caso de una lesión
y para proporcionarles nutrientes.
Depuradora
cerebral
La cuarta meninge ahora descubierta
es una membrana súper delgada que se suma a las tres membranas previamente
reconocidas que, en conjunto, forman una barrera protectora alrededor del
cerebro.
La
cuarta meninge se llama Membrana Similar a la Linfática Subaracnoidea (SLYM) y tiene varias funciones.
La principal función es que divide el líquido del cerebro en dos
compartimentos, de modo que hay líquido sucio en uno y líquido limpio en el
otro.
Esto
significa que el sistema glinfático, que limpia el cerebro cuando dormimos,
recibe líquido limpio cuando tenemos un cerebro sano y fresco, mientras que el
sucio puede salir por otro lado, explica Nedergaard en un comunicado.
Si la membrana de esta cuarta meninge
se rompe, los líquidos se mezclan. Esto puede ser problemático porque puede
hacer que los productos de desecho, como las proteínas descompuestas, vuelvan
al cerebro.
Más
células inmunitarias
La segunda función de la cuarta
meninge está conectada con el sistema inmunológico del cerebro. Las células
inmunitarias de las meninges escanean continuamente el líquido meníngeo en
busca de signos de infección o daño celular. Si encuentran un problema, activan
el sistema inmunológico.
Las
otras tres meninges implicadas en estas funciones son las membranas de la Duramadre, de la Aracnoides y de la Piamadre. La cuarta meninge
divide el espacio situado debajo de la capa aracnoidea, el espacio
subaracnoideo, que contiene líquido cefalorraquídeo (LCR).
La
SLYM, a diferencia de las otras meninges, está repleta de células inmunitarias,
lo que sugiere su importancia para las defensas del cerebro. Estas células
pueden usar la SLYM para vigilar el LCR en busca de signos de infección o
inflamación.
La caracterización funcional de SLYM
proporciona información fundamental sobre las barreras inmunitarias cerebrales
y el transporte de fluidos, enfatizan los investigadores en su artículo.
Aplicaciones
médicas
El nuevo descubrimiento podría tener
implicaciones para el estudio de lesiones cerebrales y enfermedades
neurológicas como la esclerosis múltiple y el Alzheimer, consideran los
investigadores.
En
su estudio, observaron que el número y la diversidad de células inmunitarias en
SLYM aumentaron en respuesta a la inflamación y el envejecimiento.
Por eso sugieren que la ruptura
física de SLYM podría, al alterar los patrones de flujo del LCR, explicar la
supresión prolongada del flujo glinfático después de una lesión cerebral
traumática, así como el mayor riesgo postraumático de desarrollar la enfermedad
de Alzheimer.
Aprender
más
Los desgarros
en la SLYM, agregan los investigadores, podrían permitir que las células
inmunitarias del cráneo accedan al cerebro, lo que posiblemente explique la
inflamación prolongada después de la lesión. La inflamación es la respuesta
defensiva del organismo que se encarga no solo de neutralizar a los agresores,
sino que también es la base de cualquier acción reparadora.
En resumen,
esta nueva estructura meningítica podría estar influyendo en una serie de
condiciones cerebrales y, según los investigadores, su descubrimiento debería
ayudarnos a comprenderlas mejor.
Son estas
propiedades meningíticas las que los investigadores seguirán estudiando, con la
esperanza de aprender más sobre la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades
en las que el cerebro y sus funciones fallan.
https://www.levante-emv.com/tendencias21/2023/01/10/fantastico-descubrimiento-cerebro-humano-80968977.html
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a:-
Qué ha descubierto la ciencia de lo que pasa
en el cerebro cuando sientes gratitud
31 diciembre
2022
"La gratitud no es solo la
más grande de las virtudes sino la madre de todas las demás", decía
Cicerón.
Pese a semejante trascendencia,
por siglos, fue un tema que se circunscribió principalmente a la filosofía.
"La gratitud estuvo muy
relegada por la psicología académica porque se consideraba un tema religioso o
de buenas costumbres, hasta llegó a menospreciarse", le dice a BBC Mundo
la psiquiatra Dori Espeso, profesora de la Universidad de Barcelona.
"Pero desde hace unos años,
se ha estado considerando dentro del amplio espectro de la psicología positiva,
un campo que realiza estudios sistematizados".
Para los
evolucionistas -indica- "el ser agradecido ha sido una habilidad primordial",
una ventaja evolutiva que nos ha ayudado a sobrevivir como
especie, a crear vínculos sociales.
Sin embargo, el estudio de la
gratitud desde una perspectiva neurocientífica es un campo muy reciente.
"Para los neurocientíficos
es clave definir qué es la gratitud: ¿una emoción? ¿una sensación? Es un
concepto que puede llegar a ser muy complejo porque nuestras referencias
personales son diferentes", le dice a BBC Mundo Manuel Vázquez-Marrufo,
catedrático del departamento de Psicología Experimental de la Universidad de
Sevilla.
"Eso complica la realización
de experimentos que nos ayuden a comprender la gratitud y cómo está imbricada
en la actividad cerebral".
Y es que, en parte, la gratitud
no se ha estudiado mucho porque "hemos tendido a centrarnos más en las
emociones negativas que en las positivas".
Pero eso ha ido cambiado y aquí
te contamos sobre algunas investigaciones fascinantes.
Enfoques
El doctor Vázquez-Marrufo explica
que, por una parte, los estudios que se han hecho con neuroimágenes abordan la gratitud
desde el punto de vista del sistema de recompensa del cerebro,
el cual nos ayuda a identificar lo que nos gusta, a motivarnos y a reconocer
aspectos positivos de nuestro entorno.
"Por ejemplo, cuando como
chocolate, eso me produce una serie de efectos positivos, libero diversos
neurotransmisores, y se crea un refuerzo en mi conducta": tenderé a
repetir el consumo de chocolates y a asociarlo con algo placentero.
Por otra parte, señala el
experto, las investigaciones sobre la gratitud también se han propuesto a
partir de un concepto que puede llegar a ser tan complejo como controvertido:
la mentalización, los procesos mentales de cómo percibimos nuestra vida.
"A fin de cuentas, la
gratitud, la generosidad, son conceptos basados en nuestras experiencias".
En ambos enfoques, se manejan
áreas del cerebro muy importantes.
Buscando pistas
En el caso del sistema de
recompensa, de refuerzo, se trata principalmente de la región del estriado
ventral y en el caso de la mentalización, hay una estructura que se llama
precúneo, que está en la confluencia parieto-occipital.
El precúneo es el que nos permite
hacer nuestro análisis interno de cómo es el mundo que nos
rodea.
"Esos son los elementos
fundamentales para nutrir a una estructura que va a decidir si un estímulo nos
hace estar en un estado de gratitud".
Se trata de la corteza cingulada
anterior en su región perigenual.
"La conectividad de esa zona
con las estructuras vinculadas al refuerzo y a la mentalización es la que hace
que experimentemos la sensación de gratitud. Parece que esa es la región del
cerebro donde se produce esa sensación".
Pero Vázquez-Marrufo insiste en
cuán joven es este campo.
"Ya vamos empezando a
vislumbrar posibles pistas de dónde se localiza en el cerebro la sensación de
gratitud".
Además, señala, también se está
tratando de entender la reacción inmediata que desarrollamos cuando
experimentamos agradecimiento.
"Esa respuesta placentera o
positiva parece reducir la actividad de la amígdala, que, de llegar a estar muy
activa, produce factores inflamatorios que nos causan lo contrario: dolor,
tensión, irritación".
"Posiblemente, grandes
pilares de la neurotransmisión como la dopamina, la serotonina, estarían
implicadas en el proceso de experimentar gratitud", como lo están en otras
emociones positivas.
Sin embargo, advierte, se
necesitan muchos más experimentos y estudios para llegar a una conclusión
definitiva sobre el vínculo de neurotransmisores y la gratitud.
Entre circuitos
Al considerar a nivel
neurobiológico qué áreas del cerebro estarían involucradas en la gratitud, la
doctora Espeso enfatiza que las estructuras cerebrales están todas
interconectadas.
"El circuito de recompensa,
que en este caso es importantísimo, va desde el tronco cerebral pasando por el
sistema límbico, llegando al lóbulo frontal, y todas esas áreas están
interrelacionadas".
"La recompensa le produce un
refuerzo positivo y luego, a través de la evocación de la memoria, hace que le
motive a tomar unas decisiones determinadas que influyen en su conducta".
"Todo esto hace que los
circuitos que corresponden al agradecimiento sean muy complejos porque depende
de cómo se viva (la gratitud): por ejemplo, como una actitud, un rasgo de
personalidad, una emoción positiva o como un proceso cognitivo o perceptivo o
expresivo".
Y aunque reconoce que las
resonancias magnéticas funcionales (IRMf) -que permiten visualizar regiones del
cerebro al ejecutar tareas específicas- son de gran ayuda para entender
aspectos de ese órgano, cuando se trata del agradecimiento no alcanzan a mostrar
"todo lo que ocurre en el cerebro".
El psicólogo Robert Emmons,
profesor emérito de la Universidad de California en Davis, y uno de los
investigadores que más ha profundizado en este tema, coincide:
"La gratitud es un estado
complejo de componentes cognitivos y emocionales que interactúan, por
lo que es probable que involucre múltiples sistemas cerebrales. No es tarea
fácil aislarlos en un escáner cerebral", le señala a BBC Mundo.
Sin embargo, reconoce que
estudios recientes con neuroimágenes ofrecen pistas importantes.
"Al medir la actividad
cerebral de los participantes, los investigadores encontraron que la gratitud,
al igual que otras emociones complejas, provoca la activación sincronizada en
múltiples regiones del cerebro que involucran conceptos sociales, respuestas
emocionales y circuitos de placer".
"Una buena medicina"
Emmons y el psicólogo Michael E.
McCullough, de la Universidad de Miami, realizaron un estudio en el que le
pidieron a los participantes escribir algo cada semana.
Y
los dividieron en tres grupos:
- En uno se les pidió que abordaran experiencias, de la semana,
que les hicieron sentir agradecimiento
- En otro se les dijo que escribieran sobre cosas que los
haya disgustado
- Y al otro, que reflejaran situaciones que los hayan afectado,
sin precisarles que fuesen positivas o negativas
"Después de 10 semanas, los
que escribieron sobre la gratitud se sentían más optimistas y
mejor sobre sus vidas. Sorprendentemente, también hicieron más ejercicios
(físicos) y visitaron menos al médico que los que se enfocaron en las fuentes
de molestia", reportó la publicación de la Escuela de Medicina de la
Universidad de Harvard en el artículo Giving thanks can make you
happier (Dar gracias te puede hacer más feliz).
Para Emmons, lo que la ciencia ha
descubierto sobre el efecto de la gratitud en nuestra salud es
"asombroso".
"La gratitud es sin duda una
buena medicina", le indica a BBC Mundo.
Menciona "una gran cantidad
de estudios nuevos" que han utilizado mediciones muy avanzadas para
los biomarcadores de salud y envejecimiento.
"Los ensayos clínicos
indican que la práctica de la gratitud puede tener efectos impresionantes y
duraderos en la vida de una persona. Puede disminuir la presión arterial,
mejorar la función inmunológica y mejorar el sueño".
También puede ayudar a
"reducir el riesgo de depresión, ansiedad y trastornos por abuso de
sustancias".
"En los últimos hallazgos,
se ha demostrado que la gratitud está asociada con niveles más altos de
colesterol bueno y más bajos del malo" y con beneficiosos para el sistema
cardiovascular.
A la luz de este tipo de ensayos,
pareciera que muchas de las personas que experimentan altos grados de gratitud
tienden a "regular a la baja" la actividad de la amígdala (parte
del sistema límbico a cargo de la respuesta del miedo) y por tanto hay
"una menor liberación de factores inflamatorios que están detrás de muchas
enfermedades", dice Vázquez-Marrufo.
Un estudio
Joshua Brown es director de la
sección de Ciencias psicológicas y del cerebro del programa de neurociencias de
la Universidad de Indiana y Joel Wong es jefe del departamento de Consejería y
Psicología evolutiva en esa institución estadounidense.
Los dos profesores notaron que
muchas de las investigaciones que existían sobre la gratitud se habían
realizado en personas saludables.
Por eso, se propusieron averiguar
si la gratitud es beneficiosa para quienes tienen problemas de salud
mental.
De esa inquietud surgió el
estudio que, junto a otros autores, publicaron en 2016: Does gratitude
writing improve the mental health of psychotherapy clients? Evidence from a
randomized controlled trial (¿La escritura de gratitud mejora la salud
mental de los clientes de psicoterapia? Evidencia de un ensayo controlado
aleatorizado).
En la investigación, participaron
293 adultos, en su mayoría eran estudiantes que estaban solicitando los
servicios dedicados a salud mental que ofrece la Universidad de Indiana.
Los voluntarios fueron invitados
a formar parte del estudio antes de tener la primera sesión de asesoramiento
psicoterapéutico. Muchos habían reportado problemas relacionados con depresión
y ansiedad.
Todos los participantes
recibieron los servicios de consejería y fueron divididos aleatoriamente en
tres grupos:
- A un grupo se le pidió que escribiera una carta de
agradecimiento dirigida a otra persona cada semana por tres
semanas.
- A otro, se le dijo que escribiera acerca de sus pensamientos y
sentimientos profundos sobre experiencias negativas.
- Y al restante no se le pidió hacer ninguna actividad
relacionada con escribir.
Los resultados
Los investigadores encontraron
que las personas que escribieron cartas de gratitud reportaron una salud mental
"significativamente mejor cuatro semanas y 12 semanas después de que
terminó su ejercicio de escritura", en comparación con los otros dos grupos.
Así lo señalaron en el
artículo: How Gratitude Changes You and Your Brain (Cómo la
gratitud te cambia a ti y a tu cerebro).
"Parece que practicar la
gratitud, además de recibir asesoramiento psicológico, conlleva mayores
beneficios que tener únicamente consejería, incluso cuando la práctica de la
gratitud sea breve".
Los autores reconocen que sus
resultados no son conclusivos y que son parte de "los
primeros pasos de lo que debería ser un viaje de investigación más largo",
pero creen que arrojan luces sobre cómo la gratitud podría influir en nuestras
mentes y cuerpos.
Wong le indicó a BBC Mundo que a
los voluntarios también se les hizo estudios IRMf.
Descubrieron que en las personas
que habían escrito cartas de gratitud y que sintieron agradecimiento cuando se
les tomaron las imágenes por resonancia, hubo "una mayor actividad en la
parte del cerebro llamada corteza prefrontal medial, que es un área que está
conectada con el aprendizaje y la toma de decisiones".
Las imágenes fueron captadas tres
meses después de que las cartas comenzaran.
Para el profesor, eso abre la
posibilidad a pensar que quienes "practican gratitud" en su
cotidianidad podrían estar "entrenando" su cerebro para experimentar
agradecimiento en el futuro.
La psicoterapeuta Espeso comparte
esa visión: el agradecimiento es algo que se puede "desarrollar,
trabajar".
"Siempre estamos a tiempo de
madurar neurobiológicamente en este sentido".
Entrenamiento
Tras una etapa difícil en su
vida, en 2019, el periodista y diseñador Daniel Arce decidió iniciar una
terapia con un psicólogo.
"Empecé a practicar el
agradecimiento como una técnica, como algo que se entrena", cuenta.
"Primero, pensando en cosas
pequeñas, obvias, incluso si no lo sentía sinceramente, la idea era
practicar".
"Debo decir que mi vida
cambió, al enfocarme en lo que había a mi alrededor me di cuenta de que lo
tenía todo".
"Empecé a sentir que
despertaba cada día más feliz, más tranquilo y quizás como consecuencia, muchas
otras cosas positivas empezaron a surgir".
Wong también practica la
gratitud.
"Por ejemplo, cuando no
puedo dormir, en vez de contar ovejas, cuento dones. Cuando generas
pensamientos de gratitud, piensas en cosas buenas que te han pasado",
le dice a BBC Mundo.
"Me ha sucedido que antes de
llegar al décimo, me quedo dormido".
También recomienda llevar un
diario de gratitud, en el que cotidianamente se escriba algo por lo que estamos
agradecidos.
"A medida que
escribes, profundizas en esos pensamientos y en las razones
por las cuales sientes gratitud".
Escribirle una carta, un mensaje,
un correo a alguien para decirle "gracias" también es un ejercicio.
"Y eso tiene un par de
beneficios: uno es que ves fuera de ti, ves lo bueno en otras
personas, y el otro es que cuando le agradeces a alguien, usualmente, no
siempre, reacciona de manera positiva".
Aún quedan muchas
investigaciones por hacer para llegar a conclusiones definitivas sobre
el cerebro y la gratitud y es difícil, a la luz de algunos de los estudios que
se han hecho, establecer relaciones de causa y efecto conclusivas sobre la
gratitud y su efecto en la salud, pero lo cierto es que cada vez hay más
interés en estudiar este campo y más herramientas para abordarlo.
Una definición de gratitud
"Una de las ideas erróneas
más grandes sobre la gratitud es que la vemos simplemente como sentirnos bien
después de que nos pasa algo bueno. Eso es falso", señala Emmons.
"Si fuera cierto, entonces
nuestra gratitud estaría totalmente condicionada a lo que nos sucede, sería más
reactiva que proactiva".
"Defino la gratitud como la
afirmación de los dones de la propia vida y del reconocimiento de que las
fuentes de esos dones vienen de fuera de nosotros".
"La gratitud surge de dos
etapas de procesamiento de la información: afirmar y reconocer. La
actitud de agradecimiento es la capacidad de sentirse agradecido sin importar
las circunstancias. Esta es la gratitud incondicional o no dirigida, la
gratitud indestructible".
Eso la hace un elemento central
de la resiliencia.
"La gratitud no es
simplemente un interruptor que encendemos cuando la vida va bien, sino que la
gratitud también prende una luz en la oscuridad".
"Hay evidencia de que las
personas agradecidas son más resistentes al estrés en general, ya sea que se
trate de problemas cotidianos menores o de grandes turbulencias personales".
Por eso, dice que aboga por
"recordar lo malo".
"Piensa en tus peores
momentos, tus penas, tus pérdidas, tu tristeza y luego recuerda que estás aquí,
que eres capaz de recordarlos, que sobreviviste el peor día de tu vida, el
trauma".
"Que estás saliendo de la
oscuridad y luego mira dónde estás porque cuando recordamos lo difícil que
solía ser la vida y lo lejos que hemos llegado, establecemos un contraste
explícito en nuestra mente, y este contraste es un terreno fértil para el
agradecimiento".
"Hacer eso contrarresta el
mito de que la gratitud es de alguna manera ingenua o ignora las realidades
duras de la vida".
https://www.bbc.com/mundo/noticias-64105011
b.-
Los pequeños descansos que ayudan al cerebro
a aprender cosas nuevas
29 mayo 2022
Al aprender algo nuevo, como una canción en el
piano, es más eficiente tomar descansos breves que practicar sin parar hasta el
agotamiento.
Pero varios estudios científicos
han señalado que la práctica incesante puede no ser la forma más
eficiente de aprender una nueva habilidad: el cerebro necesita descansos
para consolidar el conocimiento recién adquirido y transformarlo de un recuerdo
transitorio a un recuerdo duradero.
Y uno de los hallazgos más
recientes es que los breves descansos intercalados con la actividad conducen a
grandes ganancias de aprendizaje: el cerebro aprovecha estos descansos
para realizar una "repetición" mental súper rápida de lo que
acaba de aprender, reforzando la habilidad recién adquirida.
Estos breves descansos pueden ser
particularmente productivos para el cerebro de aquellos que practican movimientos
nuevos, diminutos y repetitivos, como atletas o músicos, o incluso
pacientes que intentan recuperar las habilidades perdidas después de un
accidente cerebrovascular (ver más adelante en el artículo).
"Imagínate
un escenario en el que una persona comienza a aprender a tocar una nueva
canción en el piano", explica a BBC News Brasil el investigador brasileño
Leonardo Claudino, uno de los coautores de un estudio sobre el tema realizado
por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE.UU. y publicado en 2021 en
la revista Cell Reports.
"Descubrimos
que durante las pausas, el cerebro repite una versión 50 veces más
rápida de los movimientos utilizados para tocar la canción, una y otra
vez, lo que refuerza la conexión de neuronas en las áreas asociadas a esa nueva
memoria", agrega.
Cómo te protege tu cerebro mientras duermes
Descanso de diez segundos
En ese estudio, Claudino y otros
investigadores del NIH registraron la actividad cerebral de 33 voluntarios
diestros mientras aprendían a escribir una secuencia de números con la mano
izquierda en el teclado.
Los voluntarios tenían que
escribir tantas secuencias como fuera posible durante diez segundos y luego
tomar un descanso de diez segundos.
Algunos miembros de este mismo
equipo de investigación, liderado por la científica Marlene Bönstrup, ya habían
observado en estudios anteriores que, tras los breves intervalos, los
voluntarios mejoraban la velocidad y precisión con la que tecleaban secuencias
numéricas de este tipo.
Ahora, el objetivo era
entender qué sucede en el cerebro en este proceso.
Y, usando pruebas de
magnetoencefalografía, los científicos pudieron observar las rápidas
"repeticiones" que el cerebro hacía de lo que acababa de aprender.
"Y descubrimos que (la
consolidación) ocurre en una escala de tiempo mucho más rápida de lo que se
creía", señala Leonardo Claudino.
"Una habilidad de dos
segundos se repite en el cerebro en la escala de milisegundos".
Al hacer estas
"repeticiones", el cerebro consolida el aprendizaje.
El camino de la memoria en el cerebro
Incluso antes de estudiar el efecto
de estas pequeñas pausas, los científicos ya sabían que el cerebro necesitaba
descansar para consolidar los recuerdos.
En la práctica, según el
conocimiento científico hasta el momento, esto implica transferir la
memoria desde el hipocampo, donde se guardan los registros temporales, a
áreas del neocórtex, donde se encuentra la memoria más duradera.
Pero hasta estos descubrimientos
más recientes, se creía que solo durante el sueño, cuando el
cerebro está más libre de estímulos sensoriales externos, se producía este
proceso de consolidación.
Con los nuevos estudios, señala
Claudino, es posible percibir que los recuerdos también se consolidan
casi simultáneamente con la práctica, proceso que parece ser
complementario a lo que ocurre mientras dormimos.
Pero esto es algo que aún debe ser
confirmado por más investigaciones.
"Todavía no se sabe mucho, y
ciertamente son fisiológicamente diferentes. (...) pero quizás el sueño
codifica una experiencia más completa: todo el contexto (de ese recuerdo),
quién estaba allí, cómo era el entorno", señala Leonardo Claudino..
"Una pausa rápida puede
registrar detalles más minuciosos: la sinergia entre los dedos al teclear, el
movimiento. Es una hipótesis para que alguien investigue en el futuro".
Cómo ponerlo en práctica
¿Cómo, entonces, podemos sacar
provecho práctico del conocimiento científico acumulado hasta ahora?
"Veo un uso más directo
cuando pienso en prácticas deportivas o musicales, que
implican sesiones en las que el deportista o artista realizará varias veces el
mismo movimiento", explica Claudino.
"Una lección para tener en
cuenta es esta: cuando comiences a aprender una nueva técnica, evita practicar
hasta el agotamiento, hasta el fracaso. En cambio, es mejor tomar
descansos", dice.
"La perfección llegará más
rápido si se le da tiempo al cerebro para consolidar (el aprendizaje) en lugar
de practicar sin cesar para la perfección".
"Por lo general aprendemos
una nueva técnica repitiéndola una y otra vez, repites, repites y llega un
momento en que ya conoces las secuencias de movimientos que producirán la
actividad final".
"La idea es que tú, en vez
de practicar hasta el agotamiento, lo hagas diez veces, por ejemplo, luego
tómate un descanso y hazlo de nuevo".
El mismo razonamiento también
puede orientar las prácticas pedagógicas en las escuelas o universidades.
"En un entorno de enseñanza,
quizás el profesor, al introducir un concepto fundamentalmente nuevo, puede
pensar en la sesión de aprendizaje como si incluyera estos descansos",
detalla el investigador.
"Es importante que
el estudiante tenga estos períodos de descanso, porque su cerebro estará
activo, a pesar del descanso, este es nuestro descubrimiento. Su hipocampo y su
corteza estarán realizando estos intercambios, que consolidarán el aprendizaje
reciente", afirma.
Lo que aún no se sabe con
certeza es la duración ideal de un descanso para la consolidación
óptima de nuevos aprendizajes.
"Ese es uno de los desafíos
de la aplicación práctica", dice Claudino, recordando que esto también
puede depender del tipo de habilidad aprendida y de las características
individuales de cada practicante.
Pero en los estudios de NIH,
aquellos en los que los voluntarios escribieron secuencias en el teclado, los
investigadores observaron que la ganancia de aprendizaje era mayor cuando la
práctica y los descansos tenían una duración similar.
Por ejemplo, diez minutos
de práctica y diez minutos de descanso.
Claudino señala, sin embargo, que
se trata de estudios controlados, realizados en laboratorio, por lo que sus
conclusiones no necesariamente se traducen exactamente a la vida real.
¿Cómo tomar un descanso productivo para el cerebro?
El hecho de que los experimentos
tengan lugar en entornos totalmente controlados dificulta tener una
"receta" para el tipo de pausa más eficiente para ayudar al cerebro a
aprender.
En el caso de los estudios de
laboratorio, durante el descanso, cada voluntario se quedó quieto, sin teclear
en la computadora.
En la vida real, el
investigador sugiere que el cerebro descanse un poco de lo que sea que
esté aprendiendo.
"Si una persona está
aprendiendo a tocar una canción, me imagino que (la pausa) sería simplemente
dejar de tocar, pensar en otra cosa o no hacer otra actividad que
pueda interferir con aquella; por ejemplo, no intentes aprende otra canción
cuando estés descansando de la primera, porque usas las mismas regiones y
capacidades", explica.
Otras líneas de investigación
también han contribuido a la ciencia del aprendizaje y aportan conclusiones
complementarias que pueden ayudar a consolidar el conocimiento.
En una entrevista con BBC News
Brasil en 2020, la investigadora en psicología cognitiva Barbara
Oakley, autora del libro "Aprender a aprender", explicó que el
cerebro funciona de dos maneras diferentes, que se complementan en el
aprendizaje.
Uno es el modo enfocado (cuando
estamos prestando atención a un ejercicio, una película o el profesor, por
ejemplo) y el modo difuso (cuando el cerebro está relajado).
Según Oakley, el cerebro
necesita cambiar entre el modo difuso y el enfocado para aprender de manera
efectiva.
Relajar la mente, ya sea dando un
paseo o cambiando de actividad, ayuda directamente a mejorar el aprendizaje y
la resolución de problemas.
"Cuando estás atascado
en una tarea de matemáticas, lo mejor que puedes hacer es cambiar el
enfoque y estudiar algo de geografía. De esa manera, podrás salir adelante
cuando vuelvas a las matemáticas", sugirió Oakley.
Pacientes con accidente cerebrovascular
Volviendo a la investigación de
Leonardo Claudino, uno de los focos en el estudio de la consolidación de la
memoria durante los descansos cortos es ayudar a las personas que están
recuperando sus habilidades después de haber sufrido un accidente
cerebrovascular.
Esto puede suceder, en el futuro,
optimizando al máximo las sesiones de rehabilitación.
"Ahora tenemos un marcador
biológico de cuándo el cerebro está consolidando la capacidad y dónde está
ocurriendo", explica el científico.
"Podemos pensar en
desarrollar un sistema de monitoreo mientras la persona está en terapia
ocupacional o en una técnica de neuroestimulación o neuromodulación, (…) y que
el sistema maximice las repeticiones de la habilidad".
Esta estimulación cerebral
óptima puede hacer que la rehabilitación produzca resultados más
rápidos, dice Claudino.
"Nuestros resultados
sugieren que puede ser importante optimizar el tiempo y la configuración de los
intervalos de descanso cuando se implementan tratamientos de rehabilitación en
pacientes con accidente cerebrovascular o cuando se aprende a tocar el piano
entre voluntarios normales", explicó en un comunicado el médico
responsable de esta investigación en los NIH, Leonardo Cohen.
Son, por el momento, campos
de investigación que siguen abiertos, añade Leonardo Claudino. Lo
importante es entender que incluso durante el descanso, el cerebro nunca deja
de aprender.
"Lo que va en contra del
sentido común es que cuando estás quieto, tu cerebro no está quieto. Todavía
estamos entendiendo este fenómeno, pero (en estas pausas) ocupas tu cerebro con
menos procesamiento de estímulos y producción de movimiento", añade.
"Entonces le das esa ventana
de oportunidad para consolidar lo que ya está aprendiendo
https://www.bbc.com/mundo/noticias-61625726
C.-
Desarrollo del cerebro basado en la
experiencia temprana y su efecto en la salud, el aprendizaje y la conducta
Red Founders del Instituto Canadiense para la investigación
avanzada
El material para este documento fue obtenido, principalmente, del
trabajo de muchos individuos en dos programas del Instituto Canadiense para la
Investigación Avanzada (CIAR). El CIAR es una institución internacional con
sede en Canadá que interconecta una red de personas talentosas en diferentes
disciplinas y países para intentar avanzar en nuestra comprensión de los
complejos problemas del mundo de hoy, que requieren la integración del
conocimiento de las ciencias naturales y sociales. El interés de CIAR por el
desarrollo del niño a edades tempranas surgió del programa del Instituto
enfocado a los determinantes sociales de la salud y el bienestar. El trabajo en
ese programa, llamado Salud Poblacional, llegó a la conclusión de que el
desarrollo de la niñez a edades tempranas afecta la salud física y mental en la
vida adulta. Al explorar cómo la experiencia social consigue "meterse bajo
la piel" para afectar la salud y el bienestar, se puso de manifiesto que
la función del cerebro, relacionada con el desarrollo a edades tempranas, era
un factor importante que influía en los riesgos de la salud física y mental en
la vida adulta. Esto llevó al Instituto a establecer un programa de Desarrollo
Humano enfocado al período de edades tempranas en la vida. El trabajo
presentado en este documento nace de la síntesis del conocimiento arrojado por
estos dos programas de las ciencias naturales y sociales, que examinan la
influencia del ambiente físico y social en el desarrollo humano, su salud, y su
bienestar.
La evidencia histórica sobre la mejoría de la salud en los países
occidentales, asociada con la Revolución Industrial, había mostrado que las
condiciones de la niñez a edades tempranas tenía un efecto significativo en la
reducción de la mortalidad de las poblaciones adultas. McKeown concluyó en sus
estudios que el declive en la mortalidad en el Reino Unido durante los siglos
XIX y XX, se debía a algo más que el cuidado médico, y que las medidas de salud
pública respondían aproximadamente a un 25% de ese declive. Fogel, un
economista de la Universidad de Chicago, en un análisis detallado de los
cambios de la mortalidad en los países occidentales durante los últimos 250
años, concluyó que el declive en la mortalidad estaba altamente relacionado con
los factores socio-económicos y no con el cuidado médico. Él llevó el asunto un
paso más allá que McKeown y observó que el declive en la mortalidad estaba
asociado al incremento de la media en la altura de esas poblaciones. Debido a
que la altura del adulto es un resultado de los genes y de la calidad de la
nutrición y otros factores asociados a los primeros años de vida, Fogel
concluyó que un factor significativo que influía en la mortalidad en la vida
adulta, era la calidad en una la niñez temprana. En datos sobre el período de
1850 a 1910 en Holanda, se muestra que a medida que la prosperidad de Holanda
aumentaba durante ese período, según el ingreso per cápita, lo hizo también la
altura promedio de la población. El aumento del ingreso per cápita y de la
altura fue asociado con el declive de las muertes de la población por cada mil
nacidos vivos. Todos estos datos históricos indican que las condiciones de la
vida a edades tempranas tienen un gran alcance en lo que se refiere a la salud
física y mental de las poblaciones en la vida adulta.
En un informe británico reciente sobre las Desigualdades de la
Salud en Gran Bretaña, hecho por el Comité de Sir Donald Acheson concluyó que,
"el seguimiento de muestras sucesivas de nacimientos ha señalado la
influencia crucial de la vida temprana en el desarrollo y la salud física y mental
subsiguiente." Un estudio longitudinal sueco ha demostrado los efectos que
tienen las circunstancias de desarrollo de los niños pobres a edades tempranas,
y los riesgos para problemas de salud en su vida adulta. Los niños pequeños que
se desenvuelven en circunstancias económicas y familiares pobres mostraron en
los primeros años demostraron un riesgo mayor riesgo de padecer de problemas
circulatorios y mentales en la adultez.
En los países occidentales la salud de poblaciones medidas en
términos de tasas de mortalidad cruzadas con status socioeconómico, constituyen
un gradiente. Las causas de muerte son múltiples. ¿Qué causan los gradientes
socioeconómicos no específicos en la salud medidos por la mortalidad? Desde los
tiempos de los griegos hasta el siglo XX, se aceptó que la mente podía afectar
las enfermedades. La nueva acometida de las biociencias y los nuevos
tratamientos para las enfermedades en los últimos 50 años, ha provocado un
menor interés en la influencia de la mente y el cuerpo sobre las enfermedades.
Hoy existe un mayor reconocimiento a las vías biológicas, donde el desarrollo
del cerebro en los primeros años de vida puede influir en la salud y el
bienestar de la vida, años más tarde. Por ejemplo, ahora sabemos que el sistema
inmunológico interactúa con vías neurológicas cruciales en el cerebro. De esa
forma las citoquinas del sistema inmunológico pueden afectar la función de
algunas partes del cerebro. Los mediadores de las vías del stress, como el
cortisol (del eje HPA), pueden influenciar, tanto al cerebro, como a otros
órganos y vías biológicas, incluso del sistema inmunológico. La función de las
vías de stress en el cerebro es fijada básicamente, según estudios de la vida
animal, por las condiciones de la vida a edades tempranas.
Una pregunta importante que surge del trabajo de examinar la
relación entre los factores socioeconómicos y la salud es cómo la experiencia
social consigue "meterse bajo la piel".Esto ha llevado al aumento del
interés en cómo las vías del cerebro afectan la salud física y mental. Un punto
importante en esta nueva comprensión es que esa experiencia en la vida
temprana, incluso en el período dentro del útero, afecta el desarrollo del
cerebro que establecen vías biológicas que no sólo influyen en la salud a lo
largo del ciclo de vida, sino también en el aprendizaje y el comportamiento, en
ambos de igual importancia. En la comprensión biológica de este proceso, es
importante recordar que el cerebro está compuesto por miles de millones de
neuronas donde todas tienen el mismo código genético de las otras células de
nuestro cuerpo. Una pregunta importante es, ¿cómo se diferencian las neuronas
en la vida temprana y forman las conexiones necesarias para las diversas
funciones que son esenciales para el funcionamiento del cerebro? Ahora
entendemos mejor cómo el estímulo de las neuronas en el cerebro, recibido de
las vías sensoriales del cuerpo, es importante para la diferenciación del
funcionamiento neuronal; y de muchas vías sensoriales, como el tacto, la
visión, y el oído, y donde hay un período temprano para su desarrollo y las
neuronas que responden a esos estímulos. Además, esas miles de millones de
neuronas tienen que formar las conexiones (sinapsis) para el traslado e
integración de las señales en las diferentes partes del cerebro. Ahora
entendemos cómo el código genético influye sobre la formación de las sinapsis,
pero la experiencia que viene de las vías sensoriales del cuerpo tiene una
influencia significativa.
LA EXPERIENCIA Y EL DESARROLLO DEL CEREBRO
La importancia del cerebro sobre nuestra vida cotidiana y sobre la
salud y bienestar de ésta, ha sido reconocido durante mucho tiempo. Los griegos
debatieron donde se localizaban dentro del cuerpo las zonas relacionadas con
las emociones y el pensamiento. Hoy está bastante claro que el cerebro
constituye la base para las emociones, el comportamiento, y el aprendizaje. Un
nuevo desarrollo de importancia es la comprensión de cómo el desarrollo y la
función del cerebro influyen en la salud física y mental a lo largo del ciclo
de vida. Para entender estas relaciones, se hace necesario integrar el
conocimiento sobre cómo las neuronas se desarrollan e interactúan entre sí y
sobre cómo la experiencia (cómo el ambiente social consigue "meterse bajo
la piel"), en todos los períodos de la vida, influye en estos procesos.
El desarrollo de las neuronas involucra la activación de genes y
la estimulación de las conexiones sinápticas entre las células nerviosas
(formación sináptica). A menudo se refiere a este proceso como el alambrado y
proceso de esculpir el cerebro. Muchas partes del cerebro son más plásticas, en
lo que se refiere al proceso de su alambrado y esculpido, en los primeros años
de desarrollo.
Existen muchos ejemplos de cómo la experiencia en la vida, a
edades tempranas, influye en el desarrollo de las vías del cerebro que afectan
la actuación en la vida adulta. Por ejemplo, si usted aprende a nadar, jugar al
tenis, o a esquiar cuando usted es muy joven, su desempeño será mucho mejor que
si aprende a nadar, jugar al tenis, o esquiar cuando es un adulto de mediana
edad. Ello sugiere que la plasticidad del cerebro de las funciones necesarias
para practicar estos deportes es más dinámica cuando usted es joven y
disminuyen a medida que usted envejece. Una observación interesante es cómo queda
fijado el acento de los individuos cuando hablan en los primeros años de la
vida. Los hermanos Kissinger son un buen ejemplo de esto. Henry vino a
Norteamérica con su familia, alrededor de los once años. A pesar de pasar la
última parte de su desarrollo de niño en los Estados Unidos, aún conserva el
acento alemán. Su hermano menor, que tenía ocho años cuando llegó a los Estados
Unidos, no tiene acento alemán. Las implicaciones que sacamos de esta y otras
observaciones es que, la experiencia a edades tempranas, cuando el cerebro es
muy plástico, influye en el desarrollo de las sendas de este y afectan el
lenguaje y otras funciones en la vida adulta. Uno de los puntos importantes que
surge del trabajo sobre el desarrollo del cerebro basado en la experiencia es
que muchas vías que se conforman durante las edades tempranas de la vida, son a
menudo difíciles de desarrollar y cambiar en la vida adulta.
La mayoría de los maestros escolares primarios de los países
desarrollados reconocen que los niños que tienen dificultades para el
aprendizaje, cuando entran en el sistema escolar, tienden a quedarse detrás del
resto de su cohorte, a medida que van progresando de grado en grado.
Una de las controversias importantes de las neurociencias de hoy
es la de si hay períodos críticos en el desarrollo del cerebro. El concepto de
período crítico viene, en parte, de la historia de la visión. Sin embargo, las
partes del cerebro relacionadas con en el olor y la memoria pueden formar
nuevas neuronas a lo largo de la vida adulta. En el caso de la memoria, esto es
evidentemente importante, ya que continuamente tenemos que conformar nuevos
recuerdos a lo largo de la vida. Aunque ello es una evidencia fuerte sobre la
regeneración de las neuronas, no encaja fácilmente con la evidencia de un
período crítico, nacida de los estudios de las vías involucradas en la visión y
la audición. Obviamente, un desafío importante es entender bien el período
crítico de desarrollo del cerebro y la capacidad del cerebro para regenerarse
en sus diferentes partes.
Las vías sensoriales.
¿Cómo las células de las distintas partes del cuerpo humano (con
la misma información genética) se diferencian para cumplir con sus funciones
especiales? En el caso del cerebro, hay miles de millones de células nerviosas
con la misma información genética. Sin embargo, ellas se diferencian durante el
desarrollo temprano para asumir las diferentes funciones, como la visión, el
oído, el tacto, el lenguaje, la cognición, las respuestas emocionales y las
vías de stress. Ahora sabemos, que la experiencia en la vida temprana afecta
las vías genéticas en las neuronas conectadas a vías sensoriales como la
visión, escogidas entonces para diferenciarse y funcionar como neuronas de la
visión.
Hubel y Weisel estaban confundidos por el hecho de qué los niños
nacidos con cataratas no desarrollaron una visión normal, cuando las cataratas
fueron removidas en una fase más tarde de su desarrollo. Ellos sabían que los
adultos que desarrollan cataratas, una vez operados de estas, recuperan la visión
normal. Su trabajo y el de otros tantos científicos en ese campo, mostró que si
las señales del ojo alcanzan las neuronas de la corteza occipital en la vida
temprana, estas se diferenciarán y se congregarán para convertirse en las
neuronas de la visión. La maquinaria genética de estas células se
"enciende" cuando hay estímulo visual del ojo, para convertirlas en
las neuronas de la visión. Los adultos que desarrollan las cataratas ya tendrán
neuronas de la visión y por tanto cuando se operan las cataratas, se restaura
la visión. Los niños con cataratas que no han sido tratadas durante los
primeros dos años de vida, cuando las cataratas sean operadas, tendrán
dificultad para reconocer las caras.
A su vez sabemos que las neuronas de la parte del cerebro (la corteza
temporal) responsable de interpretar las señales del oído, también se
desarrollan sobre la base de un modelo similar al de las neuronas de la corteza
visual. El desarrollo de esta vía es importante para el desarrollo del
lenguaje. Los niños nacen con la habilidad de comprender los sonidos en
cualquier idioma. Aproximadamente a los seis meses de nacido los niños pierden
la habilidad de conocer fácilmente los sonidos de idiomas diferentes. Los niños
pueden aprender fácilmente un segundo idioma entre los 0 y 5 años. Eso se hace
más difícil a la edad de 10. En el caso de la audición y el desarrollo del
lenguaje, hay claramente un período crítico.
Obviamente, el lenguaje y la lectura son influenciadas por las
circunstancias de la vida a edades tempranas. Los infantes, en ambientes
normales, desarrollan la habilidad del lenguaje y la lectura. Sabemos también
que hasta el punto en que un infante, entre la edad de 1 a 3 años, es expuesto
a las interacciones verbales, determina sus habilidades verbales y su desempeño
en el sistema escolar a la edad de 9.
El tacto es una vía sensorial que en contraste con los sistemas
sensoriales específicos como el olor, la visión, y el sonido, se alimenta de
todas las regiones de la piel. El sitio de la interpretación primaria en el
cerebro es la corteza sensorial. El desarrollo de las vías del tacto comienza
en el útero y, en lo que se refiere al desarrollo, parece seguir lo que sabemos
sobre la audición y la visión, aunque estas vías están menos definidas.
Uno de los desarrollos más importantes en los primeros años es el
de las conexiones sinápticas entre las neuronas en las diferentes partes del
cerebro, lo que hace posible que este lleve a cabo sus funciones. Ahora tenemos
ya descripciones de la formación de estas conexiones sinápticas en las
diferentes fases del desarrollo en la niñez. Los trabajos de Huttenlocher
muestran que la densidad de las conexiones a la edad de 6 años es mucho mayor
que al nacer. Esto no es sorprendente, ya que la respuesta del cerebro a la
experiencia lleva al desarrollo de funciones más complejas como lo son: el
lenguaje, la cognición, el comportamiento y la coordinación de las vías del
movimiento motor, en este período temprano de la vida. En este análisis es
interesante ver que para la edad de los 14 años, las conexiones sinápticas
parecen ser menos densas que a la edad de seis. Esto ha despertado el interés
en cómo las conexiones de las neuronas cambian durante el desarrollo y por qué
algunas desaparecen. La explicación es que las conexiones nerviosas no se
mantienen, si las vías se usan poco. Hebb, en su trabajo sobre cómo las
neuronas del cerebro forman sus conexiones, llegó a una conclusión importante -
"úsela o piérdela". La intensidad de uso tiene un efecto mayor en la
fuerza y durabilidad de las conexiones sinápticas.
Alostasis (estrés) – El hipotálamo, la pituitaria,
la glándula suprarrenal adrenal Sistema (SPA)
McEwen introdujo el término "alostasis" para
complementar nuestro uso de la palabra estrés. McEwen quiere reflejar con este
término lo que puede ser considerado como la manera eficaz del cuerpo de tratar
con las circunstancias medioambientales y los estímulos a que se exponen los
individuos todos los días. Las demandas de este sistema es a lo que él se
refiere como la carga alostática. Él considera que la alostasis se produce por
un rápido e intrincado sistema organizado de comunicación en el cerebro, el
sistema nervioso autónomo, y otros sistemas del cuerpo a través de las hormonas
liberadoras. Esto enlaza al cerebro, que sensorializa la situación nueva o
amenazante, el sistema endocrino (qué moviliza el resto del cuerpo), y el
sistema inmunológico que es esencial para nuestra defensa interior. Una imagen
clásica de la alostasis es aquella en la que un animal huye de su depredador.
Hasta donde respecta a los seres humanos, esta es parte de nuestra respuesta a
las demandas cotidianas que enfrentamos. Por ejemplo, pronunciar su primer
discurso público, el maestro primerizo enfrentándose a un aula de niños
desobedientes y el músico de concierto delante del público; todos ellos van a
influir en el proceso de alostasis.
El científico francés del siglo XIX, Claude Bernard, creó las
bases para el estudio científico del stress. El primer científico que trajo
realmente la palabra al vocabulario médico fue el fisiólogo Walter Cannon, de
la Universidad de Carolina del Norte. En los años 30, el científico húngaro,
Hans Selye, mientras trabajaba en Canadá, comenzó la investigación que hizo que
la palabra "stress" formara parte de nuestro vocabulario. Al estudiar
los efectos de extractos de hormonas inyectadas en las ratas, encontró que los
animales desarrollaron úlceras del estómago, mostraron crecimiento de las
glándulas suprarrenales, y reducción de muchas partes del sistema linfático.
Selye pensó que había encontrado algo dramático en el mundo de las hormonas. Al
explorar ese hallazgo, encontró que la formalina, un compuesto químico usado en
la preparación del extracto de la hormona, era el causante de los cambios. Las
esperanzas de Selye de haber encontrado una nueva hormona fueron desvanecidas.
Profundizando aún más, encontró que el uso de una variedad de toxinas producía
el mismo resultado en las ratas. Se preguntó por qué el cuerpo debiera
reaccionar de manera similar ante estímulos sin ninguna relación entre sí e
incluso, opuestos. Concluyó entonces, que el cuerpo debía tener un mecanismo
organizado para responder a una variedad de estímulos. A ello nos referimos
como el "síndrome de adaptación general". Resulta curioso que los
profesores de Selye en McGill intentaron desanimarlo en sus estudios, ya que la
medicina creía que cada enfermedad tenía vías causales específicas. Durante
años, desde el documento de Seyle en 1936, se ha continuado el trabajo para
comprender los distintos sistemas del cuerpo involucrados en el síndrome de
Selye. Entre las preguntas hechas están las siguientes: ¿Qué tienen que ver las
glándulas suprarrenales y las hormonas que ellas producen con el stress?
¿Cuáles son los vínculos, estructurales y bioquímicos, entre las glándulas
suprarrenales y el cerebro? ¿Cómo se comunica el cerebro, cuándo percibe un
estado de alarma, con los otros sistemas del cuerpo? Ahora sabemos que esta vía
involucra al hipotálamo, la pituitaria, la glándula suprarrenal y el sistema
nervioso autónomo(los sistemas simpáticos y vago). Normalmente se conoce con el
acrónimo de la vía SPA.
Alostasis es el proceso por el cual el cerebro percibe una
situación nueva o amenazante. Se activan los sistemas endocrinos, el sistema
nervioso autónomo, y el sistema inmunológico para la defensa interior. Para
responder a una amenaza, los animales necesitan el aumento del flujo de oxígeno
hacía los músculos, particularmente a los grandes músculos de las piernas y
otras partes del cuerpo. La aceleración de la respiración trae más oxígeno para
ser transportado por la sangre y el aumento de la velocidad de bombeo del
corazón incrementa la entrega de ese oxígeno al torrente sanguíneo y a los
tejidos del cuerpo. Los vasos sanguíneos de la piel se contraen para que haya
el menor sangramiento posible en caso de una lesión. Para proveer el
combustible suficiente para el ejercicio, las hormonas liberan carbohidratos
(una fuente de energía) en el torrente sanguíneo. Bajo una tensión aguda,
mejora la respuesta del sistema inmunológico.
El procesamiento en el cerebro de las señales provenientes del
sistema sensorial le permite a este determinar lo que es una amenaza o un
desafío, y cual es la respuesta apropiada. Es obvio que la alimentación por
parte de las vías sensoriales, como la visión, el tacto, y el sonido, es
importante para mantener la información necesaria para una respuesta del
cerebro. La respuesta al stress comienza profundamente en el cerebro, en el
sistema límbico, que involucra a la amígdala y al hipotálamo que, a través de
un factor liberador cortical, estimula a la glándula pituitaria para que libere
ACTH que a su vez estimula la glándula suprarrenal para liberar el cortisol
(alcoholes sólidos no saturados). Las suprarrenales también responden al
sistema nervioso autónomo, liberando la primera de las mayores hormonas de la
tensión (la adrenalina). Estas vías constituyen la piedra angular de la
alostasis y de la carga alostatica. Cuando el eje SPA funciona, tenemos la
energía y el foco para lidiar con una crisis o una situación de alta demanda.
Cuando la tensión es constante, el sistema puede permanecer activo con niveles
altos o bajos de esteroles en sangre, y el resultado podría llevar a problemas
de salud mentales como la depresión, debilidad en la cognición, comportamiento
pobre, ataques de asma o un resfriado que no se quita. Tanto el cortisol como
la adrenalina pueden afectar tejidos del cuerpo, tales como los vasos
sanguíneos, contribuyendo a vías que propician la enfermedad coronaria y los
ataques cardíacos; el metabolismo de las grasas que lleva a la obesidad. Esta
vía influye también en el sistema inmunológico que puede mejorar la respuesta
inmune, o si el sistema permanece continuamente activo, suprimir la función
inmune. Ello probablemente sea la causa del porqué muchas personas bajo estrés
crónico son más susceptibles a las infecciones.
El cerebro también es vulnerable al cortisol. La secreción anormal
de cortisol puede llevar al cerebro a aumentar la actividad celular en dos
áreas importantes - el hipocampo y la amígdala. En el caso del hipocampo, el
exceso de esteroles puede causar atrofia de las células del cerebro e incluso
daño permanente. El hipocampo y la amígdala son cruciales, no sólo en las
situaciones estresantes, (el miedo, las emociones, la regulación de inmunidad),
sino también por su influencia en funciones superiores del cerebro, como el
aprendizaje y la memoria.
El hipocampo es una estructura dos pulgadas de largo en forma de
plátano localizada en la profundidad del cerebro que juega un papel importante
en los recuerdos declarativos y episódicos - esos que nos ayudan a guardar las
trazas de lo que pasa en nuestras vidas y recordar lo que nos pasó, a quienes
hemos conocido, y lo que hemos leímos o escuchado. La memoria espacial, que
también nos ayuda a encontrar nuestro camino es una función del hipocampo. El
hipocampo parece estar involucrado principalmente en la formación de la
memoria, en lugar de su almacenamiento. Los recuerdos emocionales pueden
formarse instantáneamente, en parte, porque el hipocampo actúa como un censor
de la realidad, comparando el mundo exterior, de la forma que es recogido por
los sistemas sensoriales, con la representación que el cerebro tiene de éste.
Un cambio súbito provocará que el hipocampo se ponga en acción y también involucrará
a la amígdala, si hay miedo o incluso si es una emoción positiva fuerte. La
amígdala y el hipocampo trabajan juntos para formar recuerdos conscientes de
los eventos. La amígdala, que se haya adyacente al hipocampo, puede activarse
directamente por causa del miedo o lo que creemos sea una situación peligrosa.
LeDoux lo describe como el "bajo camino en la respuesta del cerebro".
Su respuesta nos incita a escapar primero y hacer las preguntas después. LeDoux
cuenta una historia, bien conocida en círculos de las neurociencias, que
diferencian los recuerdos nacidos de la amígdala y del hipocampo. Una mujer
tenía amnesia producida por el daño a su hipocampo y por tanto era incapaz de
formar nuevos recuerdos. Su doctor tenía que presentarse cada vez que ellos se
encontraban porque ella no era capaz de recordar que ya lo conocía. Una mañana
él dejó resbalar un alfiler entre sus dos dedos que pincharon a la señora
cuando ellos se dieron las manos. La próxima vez que ellos se encontraron,
aunque ella no podía recordar la reunión anterior, la inteligencia anónima de
la amígdala le recordó el dolor de la reunión anterior y le señaló a ella no
estrecharle las manos. Normalmente, los humanos no están a merced de recuerdos
inaccesibles originales, porque la amígdala y el hipocampo tienen conexiones
con la parte del pensamiento racional del cerebro, la corteza. La formidable
corteza prefrontal es capaz de superar el miedo instintivo que maneja la
amígdala.
Uno de los efectos del exceso de esteroles es que ellos pueden
actuar recíprocamente con receptores específicos en el hipocampo. Sabemos que
los niveles normales de las hormonas del stress no destruyen la memoria, pero
niveles elevados por largos períodos de tiempo pueden dañarla. Así, los
individuos que responden a los estímulos del estrés, de forma que producen
demasiado cortisol, están en riesgo de que al envejecer pierdan la función del
hipocampo en relación con la memoria. Una de las explicaciones de la pérdida de
la memoria con la edad viene del trabajo de Sapolsky que mostró que el exceso
de cortisol produce pérdida de las neuronas en el hipocampo.
Un ejemplo de los efectos de los esteroles en el cerebro viene del
estudio de las personas que tienen un tumor no - cancerigeno en la glándula
pituitaria (Enfermedad de Cushing), que lleva al exceso de producción de ACTH,
para liberar el cortisol de la glándula suprarrenal. En un estudio detallado de
los pacientes con este desorden, se mostraba que el hipocampo era más pequeño
que lo normal y el grado de reducción y pérdida de memoria era proporcional a
la elevación de los niveles de cortisol en el plasma. Es interesante notar que
en estos estudios no se encontró afectada a ninguna otra parte del cerebro,
sólo el hipocampo, dónde concurren la memoria, el cortisol, y el estrés. Otro
aspecto de ese estudio, que es importante para ver la influencia del cerebro en
las enfermedades, es que los individuos con la Enfermedad de Cushing
desarrollan la hipertensión, la diabetes, y problemas del sistema inmunológico
que sabemos son asociados a los efectos del estrés crónico.
Otros estudios han mostrado que los individuos expuestos al
maltrato y al trauma en la vida temprana tendrán un hipocampo más pequeño de
adultos. Es interesante notar que eso mismo también se ha encontrado en las
personas con depresión crónica y muchas personas deprimidas tienen elevados
niveles de cortisol. Destaca en el trabajo el hecho de que, cuando se tratan
los individuos con la Enfermedad de Cushing, en las imágenes del cerebro
después de una terapia eficaz, el hipocampo empezó a alcanzar su tamaño normal.
Esto tiene implicaciones importantes ya que pudiera significar que los
individuos con un control pobre sobre el stress, niveles elevados de esterol, y
daños en el hipocampo, pueden restablecer su función normal, si se controla la
respuesta al estrés.
La amígdala, que es parte del sistema límbico del cerebro juega un
gran papel en nuestras respuestas emocionales. Ella es importante tanto en el
miedo, como en las emociones agradables. Resulta de interés el hecho de que los
humanos que han sido expuestos a imágenes de animales graciosos, comida
apetitosa, y escenas de sexo promueven en la amígdala una actividad similar a
la que es causada por las imágenes desagradables, grisáceas; en cambio las
imágenes con escenas neutras, como los juegos de ajedrez, no parecían
involucrar a la amígdala.
El trabajo de Cannon y otros ha mostrado que la respuesta inicial
al estrés o a situaciones emocionales dependen del sistema nervioso simpático y
su activación, y luego, del sistema hipotalámico suprarrenal pituitario. La
dinámica entre el sistema nervioso simpático y el vago es importante para la
forma en que respondemos a los estímulos emocionales. En un estudio de niños
jóvenes, aquéllos que podían desconectar mejor el sistema vago cuando era
apropiado, tenían los menores problemas de comportamiento como los niños de
tres años de edad. Los individuos que mostraron una gran disminución en el tono
del vago no desarrollaron un comportamiento depresivo, agresivo o de aislamiento
social.
La interacción entre las vías del stress, el cortisol, y la
corteza frontal es importante en nuestra comprensión del comportamiento y de
los desórdenes mentales. Un neurotransmisor clave en la función del cerebro
frontal es la serotonina. Los monos que cuando son jóvenes son alimentados
pobremente, tiene bajos niveles remanentes de esterol, pero más altos ante el
stress medio y déficit crónicos en el metabolismo de la serotonina. Estos
animales tenderán a mostrar un comportamiento anormal y algunos se mostrarán
deprimidos. La historia genética del estrés y el metabolismo de la serotonina
se ha hecho mucho más clara. Se ha descubierto que la región promotora del gen
transportador de la serotonina modera la influencia de los eventos estresantes
de la vida en la depresión en los monos y en los humanos. Los individuos con
una o dos copias del de la cadena larga del gen transportador de la serotonina
exhiben mayores síntomas de depresión que aquellos individuos homocigóticos de
la cadena larga. Un estudio de una cohorte en Nueva Zelanda mostró que el
maltrato en la niñez (tensión excesiva) en la primera década de vida predijo la
depresión en la vida adulta, entre individuos homocigóticos o heterocigóticos
para la cadena corta. Este trabajo muestra que la expresión del gen en el
cerebro puede influenciarse por la experiencia temprana en la vida y los
efectos pueden no manifestarse como un problema del comportamiento - depresión
- hasta la vida adulta. Claramente, una experiencia de eventos estresantes en la
vida temprana puede preparar vías biológicas que influyen en el comportamiento
y la salud mental en la vida adulta.
EL CEREBRO Y EL SISTEMA INMUNOLÓGICO
En los años 50, cuando los científicos alcanzaron una mejor
comprensión de la fisiología del cerebro, empezaron a establecer los vínculos
entre las emociones y las enfermedades, en lo que se refiere a la respuesta del
cerebro a los estímulos del ambiente. Hoy, con la ayuda de la tecnología
moderna para examinar las funciones del cerebro, junto con nuestra mejor
comprensión nacida de los trabajos en los campos de la neurociencia e
inmunología, la relación entre estas dos vías biológicas se hace mucho más
clara. Mucho de esta interacción ocurre a través de la activación del eje de
SPA en respuesta a la alostasis. Tanto el sistema nervioso central como el
sistema inmunológico reciben información del medioambiente y otras partes del
cuerpo a través de varias vías sensoriales. Los sistemas usan mediadores
químicos específicos y moléculas mensajeras para la comunicación. Estas
moléculas mensajeras, ya hayan sido producidas por las neuronas en el cerebro o
por las células inmunes solicitando más recursos, pueden actuar como señales,
no sólo para sus propios sistemas, sino también entre los dos sistemas. Hemos
aprendido que los glóbulos blancos (células blancas) producen pequeñas
proteínas conocidas como citoquinas que coordinan directamente la respuesta de
otras partes del sistema inmunológico a los patogenes con vistas a luchar
contra los virus y otras reacciones alérgicas. Las citoquinas, como el
interleukin-1 y el interleukin-2, también actúan como señales químicas entre
las células inmunes y otros tipos de células y órganos, incluyendo partes del
cerebro. Las citoquinas pueden cruzar la barrera sanguínea del cerebro y
estimular partes del cerebro, en particular el eje del SPA, que está
involucrado en la batalla del sistema inmunológico.
Además de activar la producción de cortisol, las neuronas
liberadoras corticales del hipotálamo también alcanzan las regiones del cerebro
que regulan el sistema nervioso autónomo. El sistema nervioso simpático inerva
muchos de los órganos inmunes en el cuerpo como el tálamo, los nódulos
linfáticos y el bazo.
Cualquier interrupción del eje SPA, ya sea debido a un trastorno
hereditario o a través de la interferencia de las drogas o la cirugía, puede
provocar un bajo suministro de cortisol. Ello puede producir una hiperactividad
del sistema inmunológico y producir enfermedades inflamatorias como la
artritis. Por otro lado, la salida excesiva de cortisol puede
"apagar" al sistema inmunológico antes de que éste pueda limpiar a un
invasor foráneo, una situación que puede producir un aumento de la
susceptibilidad a la infección.
La tensión constante influye sobre el sistema inmunológico. La mayoría
de los individuos pueden recordar algún momento en que estaban bajo una
considerable tensión y durante el cual a menudo agarraron un resfriado. Cuando
el cuerpo se expone súbitamente a un stress agudo, las funciones del sistema
inmunológico son movidas hacia su preparación para lidiar con la lesión. Sin
embargo, bajo condiciones de tensión crónicas, el sistema inmunológico puede
ser menos sensible. Este último efecto depende de cuan crónico sea el estrés.
En una investigación se tomaron voluntarios a los que se les preguntó sobre la
mayoría de los eventos estresantes que habían pasado en sus vidas y luego les
fue inoculado el virus del resfriado común, para analizar cuales de ellos se
enfermaban. Aquellos que enfermaron fueron los que habían informado sobre
situaciones estresantes que habían durado un mes o mucho más tiempo,
normalmente asociadas al desempleo o alguna dificultad constante con la familia
o amigos.
Los médicos conocen de siglos que la tensión física y emocional
puede minar las defensas en relación con las enfermedades. Se han hecho varias
demostraciones de las vías del sistema inmunológico de stress en los humanos.
Buske-Kirschbaum, en una investigación de sujetos relacionados con historias de
padecimientos alérgicos, erupciones superficiales, o asma, estudió la respuesta
de estos y de niños normales a una prueba de stress. A los niños se le dio la
tarea de preparar en cinco minutos, un pequeño discurso que debían presentar,
entonces, ante un panel de jueces vestidos de blanco y con cara severa. Después
de la presentación oral, a cada niño se le daba un problema aritmético mental a
resolver. Para la mayoría de las personas estas dos pruebas son estresantes
psicológicos potentes, que de forma consistente causan aumento del ritmo
cardiaco, y de los niveles del cortisol en la sangre. Debido a que
Buske-Kirschbaum había desarrollado una técnica para medir el cortisol en la
saliva, que refleja los niveles libres de cortisol en sangre, hacia que los
niños chuparan unos algodones dentales con sabor a limón. Una vez recogida toda
esta información, encontró que los niños con una historia de enfermedad cutánea
atópica o asma, tenían una respuesta mucho más baja y plana de cortisol ante el
stress, que los niños saludables. Estos estudios claramente muestran que las
personas con una tendencia a las enfermedades alérgicas tenían una respuesta al
estrés más baja, en lo que se refiere a la liberación de cortisol, que sugiere
que la propensión a las enfermedades autoimmunes podría venir, en parte, de una
falta de respuesta de cortisol. Otras condiciones que pueden relacionarse con
esta respuesta del sistema inmunológico del cerebro son la fibromialgia y el
síndrome de la fatiga crónica. A menudo se considera que los pacientes con
estos desórdenes son hipocondríacos o simplemente "cuello blancos” con
exceso de trabajo.
¿Puede el estrés enfermarle? Existen fases de extremo estrés en
muchos periodos de nuestra vida. En los años 80, los Glasers, un equipo formado
por un matrimonio, probó si el estrés psicológico, como es estudiar para los
exámenes, podría afectar el sistema inmunológico en estudiantes de medicina.
Ellos examinaron la respuesta inmune inoculando a los estudiantes con la vacuna
contra la Hepatitis B. Ellos encontraron que los estudiantes vacunados durante
ese período estresante, mostraron niveles más bajos de anticuerpos que los
estudiantes que no estaban bajo tensión alguna.
Las citoquinas producidas por el sistema inmunológico pueden
penetrar en el cerebro e interactuar con las neuronas en diferentes partes de
este. Algunos individuos creen que las citoquinas son importantes en el
comportamiento de "enfermedad." Los pacientes que reciben tratamiento
con citoquina para la inmunosupresión pueden experimentar sentimientos de
depresión y suicidio. En nuestros días, se asocia una amplia variedad de
enfermedades con el deterioro del sistema SPA.
Comprender cómo se desarrollan el sistema SPA y las
correspondientes vías del cerebro es de gran importancia para entender cómo el
desarrollo del cerebro basado en la experiencia durante los primeros años de la
vida afecta esas vías.
EL TACTO Y LA VÍA SPA
¿Una pregunta obvia es cómo las condiciones en la vida temprana
influyen, en la función del eje SPA, que afecta entre otras cosas la cognición,
la emoción, el comportamiento, y el sistema inmunológico? Las neuronas en la
vía SPA son influenciadas por la experiencia en la vida temprana. Cada vez es
más importante para los individuos que trabajan en el desarrollo del niño a
edades tempranas apreciar los peligros del aumento de la carga alostática
(stress) durante el desarrollo temprano. El stress, durante el período
prenatal, en los animales experimentales, hace que el eje SPA se vuelva más
reactivo cuando éstos sean adultos, y en las ratas, acelera el proceso de envejecimiento,
con pérdida de la memoria. En ese sentido, los científicos han mostrado, que
las crías recién nacidas de las ratas, cuando son lamidas intensamente por sus
madres, desarrollan un eje SPA con un control más balanceado. Esto implica que
el tacto en la vida temprana tiene una influencia significativa en el
desarrollo de las vías de SPA. Las vías del tacto se desarrollan muy temprano
en la vida (incluso en el período prenatal).
Los estudios en los humanos y en los monos han demostrado que el
manejo de las crías, que involucra el tacto en los primeros años, afecta el
desarrollo de estas vías. En los monos, un cuidado materno pobre o deprivador
durante los primeros seis meses, llevan a un comportamiento anormal cuando el
animal llega a la adultez. A riesgo más alto los animales se exponen a niveles
altos de cortisol durante el desarrollo. Los animales muestran altos niveles de
cortisol para un estrés medio, déficit crónico en el metabolismo de la
serotonina, y ritmos circadianos irregulares debido al cortisol. Si los
infantes vulnerables se ponen en manos de madres amorosas, ellos muestran
buenas habilidades para enfrentarse y competencia, y una respuesta inmune
robusta. El buen cuidado tiene mucho de tacto.
En los humanos, también hay una fuerte evidencia de que un buen
cuidado durante las edades tempranas (vinculo) afecta la vía de SPA y el
comportamiento.
La información sensorial recibida a través de los receptores de la
piel (el tacto) viaja a través del cordón espinal hasta una estación ubicada en
el tallo cerebral. De aquí, la información se envía a lo largo del tálamo y a
la corteza somato-sensorial para su procesamiento posterior.
El tacto tiene una influencia significativa en las vías genéticas
involucradas con el eje SPA. Experimentos recientes con ratas, muestran que una
vez que la vía genética se activa, es difícil de cambiarla. Luego parece
razonable que se observe el desarrollo de esta vía en lo que se refiere al
desarrollo del niño a edades tempranas. Los niños que han sido abandonados en
orfanatos se desarrollan pobremente, e incluso cuando son colocados en casas de
la clase media, después de meses en el orfanato, muestran un desarrollo pobre.
El abandono de los niños en un orfanato puede finalmente llevar al agotamiento
y la muerte. El control de la natalidad en China ha llevado a estrictas
restricciones que, debido a la cultura, premia a los nacimientos de varones.
Debido al control de la población, las niñas están siendo abandonadas en
grandes cantidades. Los infantes femeninos que no son adoptados rápidamente son
llevados a orfanatos para párvulos, amueblados con filas y filas de cunas con
poco cuidado o contacto con las tres o cuatro mujeres a cargo de casi 50 niños.
Luego del periodo de párvulo, les espera un destino aun más áspero. Los niños
son colocados en cuartos aislados y padecen de un abandono severo y de falta de
interacción con otros. Pasan sus últimos días no sólo hambrientos de comida,
sino también de contacto humano. Éste es uno de los ejemplos dramáticos de un
pobre desarrollo del niño a edades tempranas y los poderosos efectos de la
falta de un ambiente de cuidado afectivo y contacto. Esto se relaciona con los
trabajos de Harry Harlow con los monos. Sus experimentos demostraron que el
contacto de un simio infante, separado de su madre, con una madre substituta
inanimada, mejoró su desarrollo, en comparación con el de los simios que no
tenían ningún contacto con su madre o la madre substituta.
Aunque las vías neurológicas no han sido definidas totalmente, hay
poca duda de que la suspensión del tacto en la vida temprana afecta el
desarrollo y la respuesta de la vía SPA y que es difícil revertir el efecto que
ejerce la vida temprana en esta vía más tarde.
Mediante el uso de técnicas de imágenes del cerebro se tiene
evidencia de que los niños en los primeros años de vida que son expuestos al
abuso físico o sexual grave sufren alteraciones permanentes en la estructura
del cerebro y su función. Éste es un ejemplo de una respuesta severa de estrés
que involucra la vía del tacto en los primeros años de vida. En este trabajo,
encontraron que estos niños, ya como jóvenes o adultos jóvenes, mostraron
depresión, ansiedad, tendencias suicidas, agresión, impulsividad, tendencia
delictiva, hiperactividad y abuso de substancias tóxicas.
Resumen
El desarrollo del cerebro se haya fuertemente influenciado por la
experiencia en el útero y en los años tempranos del desarrollo. Algunas de las
vías sensoriales como la visión, la audición, y el tacto, tienen un período
crítico para su desarrollo normal en la vida temprana. El desarrollo de la vía
SPA esta fuertemente influenciado por la experiencia durante los primeros años
de desarrollo (incluso el en el período dentro del útero). Algunas regiones del
cerebro, como el hipocampo y la memoria, así como el sistema olfativo,
permanecen con su capacidad plástica a lo largo de la vida. La diferenciación
de función neuronal y la formación de sinapsis son dependientes de la
experiencia, que influye en qué genes se activaran y cómo ellos funcionaran.
Por tanto, parece razonable concluir que el desarrollo del cerebro
basado en la experiencia en los primeros años puede establecer trayectorias
para la salud (física y mental), el aprendizaje y el comportamiento a lo largo
del curso de la vida.
EL COMPORTAMIENTO
El comportamiento de los niños, los jóvenes, y de los es
obviamente, en parte, una manifestación del desarrollo del cerebro a edades
tempranas. Los comportamientos pueden variar desde un comportamiento
antisocial, hasta problemas de salud mentales como la depresión y la
esquizofrenia. Estudios realizados en seres humanos y en animales,
particularmente en monos macacos rhesus, han mostrado una relación entre el
desarrollo infantil a edades tempranas y problemas ulteriores del
comportamiento en la vida. Varios estudios longitudinales muestran que la carga
de los problemas de comportamiento antisocial serio en los adolescentes y los
adultos jóvenes comienzan en los años tempranos.
En sus investigaciones, Tremblay y sus colegas, han encontrado que
el comportamiento violento es evidente a los dos años de edad (los terribles
dos), pero que se pone bajo control durante los próximos años, si el niño está
en un buen ambiente para su desarrollo. Como un niño de 2 años no esta
desarrollado físicamente y no es fuerte este comportamiento no es un problema
grave, como lo es en la juventud y en los adultos jóvenes. Una niñez temprana
adversa afecta las vías neurobiológicas que influyen en el comportamiento
Aproximadamente un cuarto de los niños varones muestran un
comportamiento antisocial en el momento de su inicio escolar y de ellos el 5%
permanecerán siendo disociadores en su adolescencia y madurez joven. Parece que
este grupo de núcleo duro, es un producto de un desarrollo temprano pobre,
particularmente de circunstancias asociadas con las familias disfuncionales y
violentas.
Un ejemplo dramático de cómo la experiencia temprana influye en el
comportamiento años más tarde, se obtiene de la forma en que nuestro sistema de
cuidado de salud manejaba a los niños prematuros. Debido a la preocupación de
que los niños con muy bajo peso al nacer sobrevivieran, estos se colocaban en
unidades de aislamiento con un contacto humano directo mínimo. A medida, que
los niños crecieron, muchos mostraron problemas de comportamiento. Reconociendo
que la falta de contacto (el tacto) a tan poco tiempo del nacimiento, podría
estar contribuyendo a esto, un grupo de la Universidad de Columbia decidió ver
que resultado se obtenía si los prematuros se ponían en contacto cercano con
las madres, en lugar de colocarlos en aislamiento. Los prematuros tratados de
esta manera tuvieron menos problemas de comportamiento cuando crecieron. A esta
técnica se le llama, apropiadamente la "técnica del canguro".
El descuido en la niñez a edades tempranas puede llevar a un desarrollo
pobre y a problemas del comportamiento significativos. Esta conclusión se ha
obtenido en parte, a través, de los estudios llevados a cabo con los niños de
los orfelinatos.
Los orfelinatos, a menudo, proporcionan un apoyo pobre al niño y
poca interacción social que pueden llevar a perturbaciones en el comportamiento
y la personalidad a largo plazo. Los estudios en orfelinatos rumanos han
mostrado que los niños que han pasado largos periodos de tiempo en ellos,
después de la su adopción en casas de la clase media en la Columbia Británica,
tuvieron problemas del comportamiento significativos en contraste con los niños
adoptados poco después del nacimiento. En estos estudios, los niveles de
esterol de los niños adoptados tarde, tienden a ser elevados. Esto apoya lo que
sabemos ahora sobre el ambiente social y el desarrollo del eje SPA.
Un estudio reciente de las consecuencias del maltrato y del stress
durante la niñez a edades tempranas ha mostrado los efectos de esta experiencia
en las estructuras del cerebro. Los cambios estructurales mayores incluyen la
reducción en el tamaño del cuerpo calloso y a un pobre desarrollo del hipocampo
y de la amígdala. Estos cambios estructurales fueron asociados con los cambios
en los niveles de las hormonas del stress y los neurotransmisores,
norefinefrina y dopamina. Ese resultado producto del maltrato y el stress en la
niñez a edades tempranas, puede llevar a una variedad de desórdenes incluyendo
la depresión, la ansiedad, los pensamientos suicidas, la agresión, la impulsividad,
la hiperactividad, la tendencia delictiva, o el abuso de substancias toxicas.
Teicher concluye que el exceso de estrés en la vida a edades tempranas
interfiere con el desarrollo pausado, progresivo, normal del cerebro.
En un análisis crítico de sus pacientes, expuestos al abandono y/o
abuso infantil, el Programa Permanente Kaiser encontró que mientras mayor sea
el abuso al que un niño fue expuesto cuando joven, mayor es el riesgo de
presentar problemas de salud en la adultez, como la adicción a las drogas o el
alcohol.
LA SALUD
Hay una legítima evidencia de que la buena nutrición y el agua
limpia, y la prevención de infecciones tienen un efecto significativo en el
desarrollo del niño a edades tempranas. Ello puede constituir un peso para la
salud en la vida adulta. Algunos grupos consideran que, en los países en vías
de desarrollo, esto es más importante que los programas para un buen estímulo
en el desarrollo del niño a edades tempranas. Grantham-McGregor, en su trabajo
con los niños atrasados en Jamaica, encontró que mientras una nutrición buena
en la vida temprana es importante, los beneficios a largo plazo vienen de una
buena estimulación del niño. Esto no es sorprendente, en vista de lo que ya
sabemos sobre el desarrollo del cerebro basado en la experiencia y su efecto en
las vías biológicas.
La evidencia sobre la relación entre el desarrollo del niño a
edades tempranas y los problemas físicos y mentales de la salud en la vida
adulta, nace de algunos estudios retrospectivos y longitudinales, particularmente
el estudio de cohortes al nacimiento. Un estudio sueco encontró que los niños
que fueron traídos al mundo en circunstancias de desarrollo pobres estaban en
un mayor riesgo de padecer problemas circulatorios y mentales de salud en su
vida adulta. Aquéllos que estaban en las circunstancias más adversas tenían
siete veces más riesgo de padecer problemas cardiovasculares y diez veces mas
riesgo de padecer problemas de salud mental en su vida adulta.
Las condiciones en el útero, particularmente respecto al peso y
talla del recién nacido afectan los riesgos de padecer enfermedades de la
coronaría y de tensión arterial alta en la vida adulta. Las circunstancias en
la vida a edades tempranas influyen sobre los riesgos de padecer problemas de
salud mental en la vida adulta. Ahora se comprenden mejor las vías biológicas
que explican la relación entre el pobre desarrollo del niño a edades tempranas
y la depresión, particularmente la vía límbica y el eje SPA. Ello incluye la
comprensión de cómo las condiciones de desarrollo del niño afectan la función
del gen de transportador de la serotonina, la serotonina y la función del
cerebro frontal.
En un informe reciente de la cohorte al nacimiento de Dunedin,
Poulton y sus colegas concluyeron que circunstancias pobres en la niñez a
edades tempranas tienen un efecto negativo en la salud del adulto. Ellos fueron
más allá al señalar que el efecto en la salud del adulto no es específico de
una enfermedad.
Del trabajo de muchos investigadores, es razonable concluir que
entre los trastornos de la adultez influenciados por las condiciones de la
niñez a edades tempranas están la enfermedad coronaría, la hipertensión
arterial, la diabetes no dependiente de la insulina, la obesidad, el
envejecimiento y la pérdida de la memoria, trastornos en la salud mental y
trastornos en el sistema inmunológico.
A través del conocimiento sobre las vías biológicas específicas
para cada una de estas condiciones, el caso de la depresión como resultado de
un desarrollo pobre a edades tempranas es ahora mucho más claro. Existen dos
formas del gen de transportador de la serotonina: la cadena corta o la cadena
larga. Los niños con el par corto sujetos a un abuso severo durante su niñez
(con los correspondientes efectos en el sistema limbico y el eje SPA), tienen
una alta taza de depresión cuando arriban a sus 20. Aquéllos con el par largo,
no muestran este riesgo, a pesar del abuso. Los niños heterocigóticos (con un
par corto y otro largo) muestran un alto riesgo para la depresión, pero en una
proporción menor que aquéllos que eran homocigóticos para el par corto. El
estudio mostró que los niños con la cadena corta, llevados a buenos programas
para su desarrollo a edades tempranas, no mostraron un aumento en el riesgo de
sufrir de depresión en sus 20.
En su examen de las causas de las desigualdades en la salud en el
Reino Unido la Comisión Acheson concluyó que un desarrollo pobre de la niñez a
edades tempranas contribuyó a los riesgos para la salud física y mental en la
vida adulta.
EL APRENDIZAJE
Grantham-McGregor y sus colegas en Jamaica llevaron a cabo un
importante estudio sobre el valor de la nutrición y la estimulación en el
desarrollo de los niños atrasados a edades tempranas. En el estudio, los grupos
que se nutrieron o estimularon, mejoraron. El grupo que se le dio estimulación
y nutrición alcanzó en dos años el mismo nivel de rendimiento del grupo de
control. En este estudio, los beneficios de la nutrición sobre la cognición de
la nutrición no se manifestaron claramente después de los 11 años de edad. Sin
embargo, los beneficios del estímulo permanecieron.
El trabajo que muestra la relación entre el desarrollo del niño y
su cerebro a edades tempranas y el aprendizaje en países en vías de desarrollo
proviene de una amplia variedad de estudios. Algunos son estudios
longitudinales de intervenciones con poblaciones de "alto riesgo" y
otros de los estudios longitudinales de cohortes al nacimiento que involucran a
niños de todas las clases sociales. Una cosa que queda clara de todos estos
estudios es que los efectos beneficiosos de buenos programas de desarrollo del
niño a edades tempranas tienden a persistir a lo largo de la escuela hasta su
vida adulta. Aquéllos que no llegan a la escuela preparados para aprender como
consecuencia de un desarrollo pobre tienden a quedarse rezagados en el sistema
escolar. Uno de los estudios que muestran el efecto de un buen programa
preescolar de desarrollo y desempeño del niño en el sistema escolar nace del
trabajo de Osborn y Milbank. Ellos trabajaron con niños que son parte de la
cohorte británica de 1970. Ellos encontraron que los buenos programas
preescolares tenían un efecto beneficioso en el desarrollo cognoscitivo
subsecuente, en el logro educativo, y en el comportamiento de los niños en esta
cohorte de niños.
Un informe reciente del Instituto de Educación en la Universidad
de Londres ha comprobado aún más allá estos resultados. El estudio de las
cohortes al nacimiento británicas ha confirmado el valor de los programas
preescolares y la orientación a padres. En el caso de la cohorte de1958, ha
sido demostrada una clara relación entre el peso del recién nacido, su clase
social, y el desarrollo cognoscitivo a edades de 7, 11, y 16. El estudio mostró
que el efecto más grande estaba relacionado con la clase social del niño al
nacer y en los primeros años de vida. El sistema escolar tenía un efecto
pequeño en los niños de mayor privación durante los años tempranos.
Estudios suecos han proporcionado resultados similares sobre el
valor de los programas de desarrollo del niño a edades tempranas y señalan que
mientras más temprano ellos empiezan, mejor es el resultado. Resultados
similares en lo que se refiere a la edad en que los niños empiezan los
programas preescolares se han obtenido del Programa de Escuela Maternal francés.
Los resultados del estudio del Abecedario en los Estados Unidos
repiten los de países como Jamaica, Suecia, e Inglaterra. El estudio mostró que
los niños que participaban en programas de desarrollo de alta calidad desde la
infancia hasta la edad de 5 años, alcanzaban logros en la lectura y las
matemáticas mucho mayores que los niños que no eran partícipes del programa.
Esta intervención era de cinco días por semana, durante todo el día. El
programa estuvo vigente durante todo el año. Los niños en este programa tenían
una incidencia mucho más baja de retención del grado, cuando entraron en el
sistema escolar. Una mayor proporción de los estudiantes de este programa
prosiguió en la educación post - secundaria y la mejoría en la cognición tendió
a persistir. Este estudio apoya el valor de los programas de desarrollo del
niño a edades tempranas, que involucran a los padres, y que comienzan cuando el
cerebro es mayoritariamente plástico.
El Programa Perry de preescolar mantuvo una sesión de clases
diaria de 2 horas y medias para los niños de 3 a 4 años y 1/2 año durante las
mañanas de los días de la semana, y una hora y media de visita a la casa de los
padres y el niño en las tardes. Este programa no se dio durante los meses de
verano. Los participantes del programa fueron menos propensos a clasificar para
programas de educación especial cuando entraron en la escuela y tenían
calificaciones significativamente más altas, a la edad de 14 años, que aquellos
que no participaron. A la edad de 27 años, un participante por cada cuatro que
no fueron parte del programa, ganaba $2,000 o más por mes. La relación de
arrestos a los 27 años entre participantes y no participantes fue de 1/5. ¿Si
este programa hubiera empezado con los niños aún más jóvenes, habría tenido
mayores logros?
Los recientes resultados en los Estados Unidos del Programa Head
Start muestran que los beneficios son mejores en los programas que empiezan más
temprano.
En un reciente informe, ellos concluyeron:
§ Los impactos en los niños a la edad de tres años fueron
asociados al mejoramiento de la orientación de los padres cuando los niños
tenían dos años. El incremento de la capacidad de los padres apoya el
desarrollo de los niños.
§ Los programas que son enfocados tanto en el adulto como en el
niño son mas dados a incrementar los resultados del rendimiento en el
desarrollo que aquellos programas que se enfocan solo en los padres o en los
niños. Los investigadores recomiendan que las actividades centradas en el
programa Head Start deben aumentar la atención para apoyar a los padres, y
llevarlos hacia las interacciones diarias con los programas.
§ Los impactos más fuertes se lograron con los niños cuyas
familias se enrolaron antes. Los programas que involucran a los niños de las
familias lo más pronto posible (preferentemente antes del nacimiento) tienen un
efecto más significativo en los resultados de ECD.
Egerton y Bruner concluyeron en un estudio posterior de la cohorte
al nacimiento británica del 1970 que el asesoramiento preescolar incrementó el
rendimiento en el sistema escolar de todas las clases sociales y que los
efectos de este apoyo persistían.
Una clara evidencia de la importancia del período preescolar se
obtiene del reciente trabajo de Jeanne Arroyo-Gunn y sus colegas. Ellos
examinaron los efectos de un estudio aleatorio de un programa preescolar para
niños prematuros. Los niños fueron sometidos a un buen cuidado postnatal hasta
el primer año de vida, y entonces de 1 año a 3 años fueron llevados
aleatoriamente a un programa entrado en el desarrollo temprano. Los niños que
fueron al centro por 350 días o menos tenían mejores notas verbales a la edad
de 8 (notas verbales WISC) que aquellos niños que no fueron situados
aleatoriamente en el centro. Los niños que al azar pasaron más de 400 días en
el centro por un periodo de 2 años, obtuvieron las notas más altas a la edad de
8 años. Este estudio muestra una clara evidencia de un efecto de dosis y el
valor de los programas para desarrollo del niño que empiezan temprano.
Una reciente valoración de los programas preescolares hecho por
Sylva y sus colegas del Instituto de Educación en la Universidad de Londres
concluye:
§ La experiencia preescolar mejora el desarrollo del niño.
§ La duración de la asistencia es importante.
§ Empezar temprano es mejor para el desarrollo intelectual, la
concentración, y sociabilidad.
§ La calidad de los programas preescolares esta directamente
relacionada con el desarrollo intelectual, social, y el comportamiento.
§ Los niños se desempeñan mejor en centros totalmente integrados.
§ Es importante Involucrar a los padres.
Toda esta evidencia es compatible con nuestra comprensión de la
importancia del desarrollo del niño y el cerebro a edades tempranas para la
competencia futura, su comportamiento, y las habilidades para enfrentar de los
niños.
LA ALFABETIZACIÓN
La alfabetización en lo que se refiere al crecimiento del
vocabulario, la lectura, y la comprensión empieza temprano en la vida. La
alfabetización es una medida del desarrollo del cerebro que muestra una
asociación con la esperanza de vida y con el comportamiento antisocial y
delictivo de la juventud. Por consiguiente, puede ser un indicador del
desarrollo humano que puede relacionarse con el período de temprano de la niñez
y la salud, el comportamiento y los problemas de aprendizaje en la vida.
En extensos estudios sobre el crecimiento del vocabulario en los
niños pequeños durante los primeros 36 meses, Hart y Risley encontraron que los
niños del segmento socioeconómico más bajo de la sociedad norteamericana, no
construyó un vocabulario tan fuerte como el de los niños de las familias de
circunstancias socio-económicas mejores. Las diferencias que estos grupos de
niños demostraron a los 36 meses de edad se mantuvieron cuando los niños fueron
evaluados a la edad de los 9 años por el sistema escolar formal. Ello implica
que la capacidad de alfabetización en los niños mayores, es por lo menos en
parte, un reflejo del desarrollo del cerebro, respecto a las medidas del logro
verbal y de la alfabetización en los años tempranos de vida. En este estudio,
los niños con el mayor desarrollo de vocabulario durante los primeros tres
años, estaban rodeados de circunstancias afectivas, que les dieron una mayor
exposición de los niños al lenguaje. Ello nuevamente muestra un efecto de dosis
en el desarrollo del cerebro en los años tempranos. Huttenlocher, en sus
estudios, también encontró la misma relación. Los estudios longitudinales de
cohortes al nacimiento muestran que los niños que desarrollaron habilidades
verbales pobres en la vida temprana tendieron s siempre a permanecer por debajo
en las evaluaciones de la alfabetización. En un estudio sueco se encontró que
los niños que mostraron habilidades verbales pobres a los 18 y 24 meses de
nacidos, tendieron a mostrar un desempeño pobre en el lenguaje y en el
desarrollo verbal cuando entraron en el sistema escolar. Esta evidencia indica
que la competencia para el lenguaje y la alfabetización esta influenciada por
las condiciones de desarrollo del niño a edades tempranas y esta en línea con
nuestra comprensión del desarrollo del cerebro basado en la experiencia.
Las habilidades para enfrentar y la competencia de una población
pueden ser evaluadas a través de sus niveles de alfabetización. La Organización
para el Cooperación Económica y Desarrollo (OCDE) ha encontrado que, en algunos
países, la distribución del desempeño de las poblaciones, muestra que un número
considerable de éstas no se desempeña tan bien como en otras sociedades. Hay
cinco niveles de desempeño en este balance de la alfabetización. En el caso del
nivel uno, los individuos tienen habilidades de alfabetización pobres (ellos
pueden leer una prescripción pero no la entienden). Aquellos del nivel dos,
están ligeramente mejor. Los niveles cuatro y cinco son de actuación alta,
demostrando los del nivel cinco disponer de una habilidad excelente para el
procesamiento a alto nivel del material escrito. Cuando ellos están estudiando
países en que las personas son analfabetas, ellos usan una clasificación de
menos 1.
En un análisis de alfabetización documental entre los países
desarrollados y Chile, se encontró que la población de Suecia arrojó un
desempeño mejor, y Chile, el país de peor actuación. En Suecia, el 23% de la
población eran de nivel uno y dos y el 34% era de nivel cuatro a cinco. Ochenta
y cinco por ciento de la población en Chile eran de nivel uno y dos, y sólo el
3% eran a nivel cuatro y cinco. Esto también se cumple para el resto de los
países latinoamericanos. Esta distribución de resultados también se cumple para
evaluaciones sobre habilidad matemática. Cuando estos datos poblacionales se
evalúan contra las características socio-económicas de una población, la curva
resultante es un gradiente. Es decir, los individuos en circunstancias
socio-económicas más bajas, se desempeñan peor, mientras que aquéllos en
circunstancias socio-económicas mejores, se desempeñan como promedio mejor. En
la valoración de los países latinoamericanos se encontró que los resultados
para Cuba eran substancialmente mejores que los del resto de cualquier otro país
latinoamericano. ¿Esta diferencia se debe a que el gobierno cubano, después de
la revolución, ha hecho inversiones sustanciales para mejorar la salud y el
desarrollo de las madres y los niños? La más reciente valoración de los países
latinoamericanos, a través de la valoración de la habilidad de alfabetización a
una edad de 15 años, mostró que los resultados para Chile eran iguales que para
otros países latinoamericanos. En este estudio, la parte más baja del gradiente
de alfabetización para México tendió a ser ligeramente mejor, para las clases
socio-económicas más bajas, que los mostrados para Chile, Brasil, Argentina, y
Perú.
En Canadá,
tenemos el National Longitudinal Survey of Children and Youth (NLSCY). En este
trabajo, se ha encontrado que hay un gradiente socio-económica clara entre los
niños vulnerables, en el momento de su inicio escolar, y la posición
socio-económica de las familias. Así, por el criterio usado en este estudio, el
40% aproximadamente de los niños de la clase socio-económica más baja, eran
vulnerables y el 10% de la clase socio-económica más alta. Analizando estos
datos, era posible examinar el gradiente en relación con la influencia de
leerle a un niño o con el grado de apoyo de la comunidad a sus niños. Se
encontró que si se leía al niño /o había un buen apoyo social, sin tener en
cuenta su clase social, no había gradiente socio-económica para la cognición o
el comportamiento. Esto indica que el gradiente no es causado por factores
puramente económicos, sino es producto de la calidad de la interacción con el
niño pequeño sin tener en cuenta la posición socio-económica. Esto tiene
mayores implicaciones en las políticas públicas.
En esto el mundo altamente competitivo con la globalización, un
crecimiento exponencial del conocimiento y la tecnología, es importante tener
una población que sea competente con buenas habilidades de enfrentamiento. Mi
colega, Doug Willms, plantea un caso que debe ser del interés de todas las
sociedades para elevar lo que él llama "la barra del aprendizaje". Es
decir, usted debe mejorar el desempeño y habilidades de enfrentamiento en todas
las clases sociales, con el mayor efecto en aquéllas que están en mayor
desventaja. En mi país, debido a que la mayoría de los niños que son
vulnerables pertenecen a la clase media, significa que el programa debe estar
disponible para todas las familias con niños pequeños. En el caso de los países
latinoamericanos, los niños de las familias ricas no se desempeñan tan bien
como aquéllos de la misma clase social de mi país. ¿Por qué? Probablemente ello
significa que los programas de desarrollo del niño a edades tempranas en
América Latina deben estar disponibles para todas las familias con los niños
pequeños, sin tener en cuenta la clase social.
MEDICION DEL RESULTADO DEL DESARROLLO TEMPRANO DEL NIÑO -
EVALUACION DEL INSTRUMENTO DE DESARROLLO TEMPRANO (EDI)
Muchos investigadores comprenden ahora que es importante para las
comunidades disponer de medidas del desarrollo del niño a edades tempranas para
facilitar el desarrollo de políticas públicas al respecto. En nuestra cultura,
el lugar más fácil para hacer esto es el inicio del periodo escolar. Esta
prueba permite la valoración de la calidad del desarrollo del niño en la región
dónde se ubica la escuela. La prueba, que hasta la fecha ha sido aplicada a más
de 100,000 niños en Canadá, posee cinco componentes. Ella proporciona una
estimación de:
1. La salud física y el bienestar;
2. El conocimiento social y la competencia;
3. La salud emocional y la madurez;
4. El lenguaje y el desarrollo cognoscitivo;
5. Las habilidades de comunicación y el conocimiento general.
Este instrumento también mide características que son parte de las
medidas usadas en el NLSCY. La evaluación EDI es un poco más rica que los datos
usados en el NLSCY, pues muestra una valoración comparativa de los niños en el
momento ellos se inician en el sistema escolar. En el caso de Vancouver,
aproximadamente el 35% de los niños en los distritos más pobres, obtuvieron
bajas notas en la evaluación EDI. En el caso de los distritos más ricos ese
bajo resultado fue de aproximadamente un 8%. Cuando examinaron el desempeño
escolar en estos distritos, en aquellas escuelas donde los estudiantes habían
obtenido una evaluación EDI pobre al iniciarse en el sistema escolar, también
se desempeñaron pobremente en el cuarto grado en pruebas de alfabetización y
matemáticas (más del 50% de fallos). En las áreas adineradas, la proporción de
fracaso estaba entre el 0 y el 11%. Los datos del desempeño escolar mostraron
un gradiente contra el valor de los ingresos percibidos por esas comunidades,
similar a la medida de EDI. Esta medición acaba de ser completada en Toronto
con los mismos resultados y con la información adicional de haber podido
integrar los resultados en pruebas de alfabetización y matemática, de los
grados desde tercero al sexto. Las escuelas cuyos niños que se inician en el
sistema escolar presentan vulnerabilidades, muestran un desempeño pobre en las
evaluaciones de tercero y sexto grado, indicando que las trayectorias que son fijadas
en la vida temprana son difíciles de cambiar en el sistema escolar.
Todos estos datos son compatibles con el argumento de que el
desarrollo del cerebro, cuando es mayoritariamente plástico en primeros años,
tiene un efecto sustancial en la habilidad para aprender en las fases
posteriores del desarrollo. Desde el punto de vista de la política pública, no
tiene mucho sentido separar las iniciativas de desarrollo del niño a edades
tempranas de la educación. La educación no puede superar fácilmente un inicio
pobre en el período preescolar. Un buen inicio en el período preescolar puede
influir substancialmente en el éxito durante las fases posteriores del
desarrollo humano (la educación). Por tanto, se le debe dar la misma prioridad
a los programas de desarrollo del niño a edades tempranas que a la educación.
Hoy en día hay suficiente evidencia por parte de la neurobiología
y de estudios en muchos países, de que la integración de los programas de
desarrollo del niño a edades tempranas que involucran a los padres, tiene una
influencia sustancial en los resultados durante este período de desarrollo del
niño. El desafío para todos los países es cómo sobreponerse a los puntos de
vistas cerrados de muchas jurisdicciones que consideran que la educación por sí
sola puede hacer contribuciones sustanciales para mejorar la calidad global de
una población.
LA POLÍTICA PÚBLICA
Hay un vacío inaceptable entre lo que lo que solemos hacer y lo
que sabemos sobre el desarrollo humano. ¿Por qué existe ese vacío? Entre las
barreras para establecer programas de desarrollo del niño a edades tempranas de
calidad son: falta de comprensión (pública y profesional); el dinero; la
percepción por parte de algunos de que el estado se está volviendo una niñera;
la falta de compromiso con la equidad e igualdad en la sociedad; y los
conceptos económicos deficientes.
Hoy en día hay pocas dudas de que la inversión en el desarrollo
del niño a edades tempranas proporciona un mayor retorno a la sociedad que las
inversiones en muchos otros proyectos. Viendo esto, Jacques Van der Gaag, un
economista holandés, que ha trabajado con el Banco Mundial, concluyó que el
desarrollo del niño a edades tempranas afecta la educación, la salud física y
mental, la calidad de una sociedad (el capital social), y la igualdad. La
inversión en el desarrollo del niño a edades tempranas es un pivote para el
crecimiento económico y para el desarrollo y mantenimiento de las sociedades
democráticas.
Heckman, ganador del Premio Nobel de Economía en el 2000,
concluyó, de su valoración de los datos sobre el desarrollo humano en los
Estados Unidos, que el mayor retorno de las inversiones en el desarrollo humano
está en el período preescolar. Mientras que la inversión en la educación
produce un retorno razonable, éste no es tan alto como la inversión en el
período preescolar. Finalmente, el retorno en la inversión de educar y entrenar
laboralmente a los adultos es muy modesto y en algunos casos, no hay retorno
alguno. Una manera de mirar esto es que el desempeño de una escuela sólo es tan
bueno como buena sea la calidad de los niños que entren a ella. Intentar
mejorar los resultados de la educación sin una inversión en el desarrollo de la
niñez a edades tempranas es un craso error. Igualmente importante es el hecho
de que el desarrollo del niño afecta los riesgos de padecer de problemas de
salud físicos y mentales en la adultez. Para reducir las desigualdades en la
salud de una población, invertir en la niñez a edades tempranas es por lo menos
tan importante, si no más, que invertir en el cuidado de la salud.
Los países deben preparar políticas e instituciones que integren
el desarrollo del niño a edades tempranas con el desarrollo humano.
http://www.oas.org/udse/dit2/relacionados/archivos/desarrollo-cerebral.aspx
Dr. Iván Seperiza Pasquali
Quilpué, Chile
Enero de 2023
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