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Qué es la Depresión
Proemio
Personas con depresión "sonriente" serían
capaces de despistar hasta a sus familiares más cercanos
5 de agosto de 2022
Un estudio realizado por psicopedagogos de Catalunya
descubrió que las personas que padecen depresión “sonriente” son capaces de
despistar y camuflar sus síntomas hasta de sus familiares más cercanos.
Situación que hace recordar los casos del cantante
Chester Bennington, y de actor Robin Williams, ambos quienes
cometieron suicidio sin levantar sospechas en sus familiares.
De hecho, fue la esposa del líder de Linkin Park quien
subió una foto a su cuenta de Twitter en ese entonces diciendo: “Esto fue días
antes de que mi esposo se quitara la vida. Los pensamientos suicidas estaban
ahí, pero nunca lo podrías haber notado”.
https://www.msn.com/es-cl/noticias/otras/personas-con-depresión-sonriente-serían-capaces-de-despistar-hasta-a-sus-familiares-más-cercanos/ar-AA10lL1m?ocid=msedgdhp&pc=
U531&cvid=7d64f4a3d71e45c0899d931443a29934
Desarrollo
1.
¿Qué
Es La Depresión?
¿Qué
Es La Depresión?
La depresión clínica, es una enfermedad grave y común que nos
afecta física y mentalmente en nuestro modo de sentir y de pensar. La
depresión nos puede provocar deseos de alejarnos de nuestra familia, amigos,
trabajo, y escuela. Puede además causarnos ansiedad, pérdida del sueño, del
apetito, y falta de interés o placer en realizar diferentes actividades.
“Juan y yo habíamos imaginado durante mucho tiempo planes
maravillosos para visitar a nuestras familias y volver a ver a nuestros amigos.
Sin embargo, en ese momento hacer un viaje, era la última cosa que yo quería
hacer. ¡Me sentía tan cansada! Algunas mañanas ni siquiera podía levantarme de
la cama”.
“Me despertaba todas las noches antes del amanecer. Me preocupaba
por mi bebé, por mi mamá, por mi trabajo. Luego, cuando logré conseguir uno, ni
siquiera podía concentrarme en lo que estaba haciendo”.
“Mi familia y mis amigos se dieron cuenta que "yo ya no era
el mismo". No podía disfrutar de las cosas que me gustaban, como el baile,
ver una película, e incluso hacer el amor. ¡No entendía qué me estaba pasando,
y me preocupaba pensar que me sentiría así para siempre!”
“Tenía problemas enormes para dormir, no hacía bien mi trabajo, le
perdí el gusto a las comidas”.
“Después de dar a luz a mi bebé, pensé que estaría feliz, pero me
sentía cada vez peor. Estaba muy triste, me sentía culpable de no disfrutar de
mi nuevo bebé”.
¿Es esto lo que le está pasando a usted?
¿Le está sucediendo a alguien que usted conoce?
¿Sabía
que todas estas personas podrían estar experimentando una depresión clínica?
Casi todos nosotros hemos sentido alguna vez, una inmensa tristeza
en nuestras vidas. Esto es normal. Pero si esta tristeza o actitud depresiva
continúa por mas de dos semanas, se debe buscar ayuda. Sentir tristeza es
normal, estar deprimido clínicamente no lo es.
La depresión clínica no es simplemente una angustia, es también
una tristeza o melancolía permanente. Nos lleva a sentir inútiles, sin
esperanza; a veces, es posible que nos querramos dar por vencidos. La depresión
clínica causa pérdida del placer en la vida diaria, tensión en el trabajo y en
las relaciones, agrava condiciones médicas e incluso puede llevarle al
suicidio.
Con ayuda esa nube oscura desaparecerá y volverá a ver el
cielo azul. El sol puede y debe brillar de nuevo para usted.
La depresión es una enfermedad tratable. Con ayuda y apoyo
se puede curar.
La depresión clínica puede ser tratada.
Podemos volver a tomar el control de nuestras vidas. No
necesitamos vivir sintiéndonos ansiosos, tristes e irritables. ¡Tampoco
necesitamos pasar noches en vela!
Cualquier persona que experimente síntomas depresivos debe ser diagnosticada y
tratada.
Existen diferentes maneras de controlar las diferentes formas de
depresión. La más común, pero la más severa es la depresión clínica. En este
folleto nos dedicamos a explicarle sobre la depresión clínica.
Diagnóstico
¿A quién le puede afectar la depresión clínica?
Puede afectar a cualquier persona, de cualquier nivel económico y
en cualquier edad. ¡Las enfermedades mentales no discriminan! Afectan a ricos y
pobres, blancos y negros, hispano/latinos y asiáticos, ancianos y niños.
Sin embargo, cuando los hispanos/latinos experimentamos problemas
de salud mental, debemos afrontar además de nuestra enfermedad, numerosas
barreras para recibir cuidados y tratamiento adecuados. Entre las barreras más
comunes se encuentran las diferencias socio-económicas, la desigualdad en el
acceso de cobertura en salud, la falta de sensibilidad sociocultural en la relación
paciente — proveedor, y la falta de seguro de salud.
Por eso es importante que estemos bien informados sobre nuestros
derechos de ser respetados y atendidos con dignidad y libres de prejuicios o
estigmas.
¿Cuáles
son los factores que contribuyen a la depresión clínica?
Las razones para caer en un estado depresivo son muy variadas.
Algunas personas caen en depresión clínica cuando experimentan un
acontecimiento emotivo en sus vidas, por ejemplo, cuando perdemos el trabajo o
terminamos una relación amorosa importante.
A otras personas les puede afectar como resultado de una suma de
factores y acontecimientos: Cuando migramos y dejamos atrás en nuestro país
nuestra familia y amigos más queridos; cuando sentimos falta de habilidad para
comunicarnos; cuando nos resulta difícil entender e integrarnos a una nueva
cultura. Sin embargo, hay gente que puede llegar a sentirse deprimida sin
ninguna advertencia previa.
Algunos factoresque pueden contribuir a la depresión clínica
son entre otros:
· Sexo, las
mujeres sufren dos veces más de depresión que los hombres. Aunque las razones
no son claras, existen diferencias genéticas y hormonales que pueden contribuir
a la depresión.
· Antecedentes familiares, cuando
algún miembro de su familia padece de depresión severa, hay el doble de
posibilidades para adquirirla. Aunque puede ocurrir en personas que no tienen
parientes con depresión.
· Uso de ciertas medicinas, algunos
medicamentos con o sin receta médica pueden causar depresión clínica.
· Cambios o dificultades en la
vida, tales como divorcio, jubilación, la muerte de un ser querido, pérdida del
trabajo, cambio de país y estilo de vida, crecientes presiones en el trabajo o
incremento en la pobreza.
· Sentimientos de pérdida de
control sobre nuestras vidas. Aquellas personas
a menudo sienten que perdieron el control y pasan mucho tiempo lamentándose por
ello, tienen mayor probabilidad de desarrollar una depresión mayor.
· Presencia de otras enfermedades tales
como Alzheimer, cáncer, diabetes, afecciones al corazón, desórdenes hormonales,
mal de Parkinson o trombosis. Así como también otros trastornos mentales como
la ansiedad y trastornos de la alimentación.
· Abuso del alcohol o drogas, cuando
se tiene problemas de consumo de alcohol y otras drogas se tiene mayor
probabilidad de desarrollar una depresión mayor.
Si sospecha que está sufriendo de depresión, complete el
siguiente cuestionario. Este ejercicio le ayudará a identificarla. Para ello
tenga en cuenta las siguientes pautas:
Piense acerca de lo que está sintiendo. Defina cuál es el síntoma
más cercano a lo que usted siente. Conteste honestamente a cada una de las
preguntas. Marque sus respuestas en el cuadro al frente.
· ¿Estoy triste o enfermo de depresión?
· ¿Se siente triste, ansioso, o tiene un
sentimiento de vacío permanente?
· ¿Tiene sentimiento de culpa, no le
encuentra sentido a su vida, o está desesperado?
· ¿Tiene problemas para concentrarse,
memorizar, o tomar decisiones?
· ¿Se siente muy cansado, débil o sin
energía?
· ¿Tiene problemas para dormir, padece de
insomnio o se da cuenta de que está durmiendo demasiado?
· ¿Ha perdido el apetito y el interés en
comer o por el contrario, encuentra que está comiendo todo el tiempo?
· ¿Se siente irritado o desesperado?
· ¿Tiene dolores y sufrimientos que no se
alivian por más que lo ha intentado?
· ¿Ha perdido interés en actividades que
antes disfrutaba, incluyendo el sexo?
· ¿Tiene sentimientos de culpa,
desespero, abandono, pesimismo o desesperanza?
· ¿Tiene pensamientos suicidas o de
muerte?
Síntomas
¿Cuáles son los síntomas de la depresión clínica?
Existen varios, sin embargo, no se presentan los síntomas de la
misma manera en todas las personas. En algunas personas pueden aparecer sólo
algunos, mientras que en otras pueden presentarse muchos de ellos.
Pida cita con su doctor de inmediato, si:
· Ha tenido cinco o más de estos síntomas
por más de dos semanas;
Los síntomas están afectando su vida
diaria;
· Ha contemplado la posibilidad de
suicidio.
Cuando vaya a ver a su médico, puede llevarle sus respuestas a
este cuestionario. También puede pedir que le hagan una prueba sobre depresión.
Estas pruebas están disponibles en todo el país, son gratis, rápidas y fáciles
de hacer. Para hacerla no necesita dar su nombre, son confidenciales.
No se sienta avergonzado de buscar ayuda. Siempre es más saludable
y recomendable hablar con alguien que tratar de buscar alivio en el alcohol o
las drogas. Además esta práctica puede agravar más aún sus síntomas de
depresión.
El
tratamiento
¿Cómo se trata la depresión?
Las maneras más comunes de tratar la depresión clínica son
suministrando medicamentos, psicoterapia, o una combinación de ambos. La
elección del tratamiento depende de:
· la severidad de los síntomas,
· los antecedentes de la enfermedad,
· la preferencia de la persona.
La depresión clínica es una de las enfermedades médicas más
tratables. De cada 10 personas con depresión, más de ocho se sentirán mejor con
ayuda profesional.
Muchos hispano/latinos no buscamos ayuda para tratar la depresión.
Creemos erróneamente que si lo hacemos podemos ser calificados como personas
débiles o sin carácter. Otras veces, creemos que los síntomas de la depresión
desaparecerán con el tiempo, por sí solos, "si ponemos de nuestra
parte". Estas ideas son falsas. Cualquier persona que sufra de depresión,
así como cualquier otra enfermedad grave, necesita ayuda profesional
especializada. Los síntomas seguirán ahí, hasta tanto no se inicie el
tratamiento; entre más pronto lo hagamos, más pronto nos empezaremos a
sentir mejor.
Medicamentos
Los medicamentos comunes para el tratamiento de la depresión se
llaman antidepresivos. Ellos restablecen el equilibrio químico normal de las
partes del cerebro que tienen que ver con las emociones. Los antidepresivos no
crean hábito, ni cambian nuestra personalidad. Ellos nos ayudan a tener un
mejor estado de animo, así como a mejorar nuestros patrones de apetito y sueño.
Normalmente los antidepresivos necesitan tiempo para que alcancen
todo su potencial, es decir, no actúan sobre nuestro organismo de manera
inmediata. Después de haber iniciado el tratamiento, comenzaremos a sentir
mejor en 3 o 4 semanas. Algunas personas pueden tardar de 6 a 8 semanas antes de sentir
su acción benéfica.
Para recetarle el medicamento que más le convenga, su médico
tendrá que observarlo y con su ayuda decidirá la cantidad que funciona mejor en
su organismo. Por eso es importante que se comunique regularmente con él y que
tome los medicamentos tal y como le indique. Progresivamente su doctor podrá
sugerirle cambio en las dosis hasta lograr el tratamiento más adecuado para
usted.
Aún cuando nos empecemos a sentir mejor, es muy importante que
entendamos que debemos continuar tomando nuestros antidepresivos, por lo menos
de 4 a 9
meses después de que los síntomas hayan mejorado.
Psicoterapia
Podemos elegir diferentes formas de psicoterapia, que incluye
tratamiento individual, familiar o de grupo. Los psicólogos clínicos,
psiquiatras, trabajadores sociales y consejeros están preparados para entender
y ayudarle a manejar mejor sus problemas.
“Para mí fue difícil tomar la decisión de ir a ver al Dr. García.
Pero hablar con él me ayudó mucho. Escuchó mis problemas con mucha atención,
nunca me hizo sentir avergonzado. Tampoco me criticó por sentirme como me
sentía. Después de un tiempo, volví a tener optimismo acerca de mi futuro. Sin
la terapia, no me imagino dónde estaría hoy.”
“No quería ir a ver a un terapeuta, me sentía muy nerviosa.
Además me parecía que no tenían derecho de enterarse de mis problemas. ¿Por qué
hablar con un desconocido, si ni siquiera quería que se enterara mi mejor amiga?
Sin embargo, con mi silencio las cosas no mejoraban. Por más que ponía todo mi
empeño cada día me sentía más y más deprimida. Conseguí el nombre de una
terapeuta en español y cerca de mi trabajo. Después de 3 meses de recibir ayuda
de un consejero y tomar mis antidepresivos, empecé a ver luz al final del
túnel. Todavía me siento muy orgullosa de mi misma, no sólo por haber superado
mi desconfianza para pedir ayuda, sino por haber logrado dar el paso hacia mi
mejoría”.
“Despues de un mes de terapia y de tomar medicamentos, sentí
esperanza de nuevo, me siento como antes. Mi familia está aliviada y contenta
de verme así”.
Los medicamentos y la terapia no funcionan para todos en la misma
forma. Por esta razón, si no se siente mejor después de 6 u 8 semanas de haber
empezado con su tratamiento, hable con su doctor. Quizá un cambio en la dosis
de su medicamento o un cambio de terapeuta, puedan ayudarlo mejor.
Demuéstrele
a su ser querido que le interesa su salud
Algunas personas que sufren de depresión, no tienen la voluntad,
ni la energía para buscar ayuda y someterse a un tratamiento. Otras, no ven sus
síntomas de forma clara, o niegan que los tienen. Si un ser querido está
sufriendo de depresión clínica, no lo deje solo, háblele sobre su preocupación
y sobre todo ayúdele llamando al doctor y haciendo una cita para ellos.
¡Acompáñelo! Los miembros de la familia o amigos de confianza pueden participar
en el tratamiento. Por eso, pregunte cómo puede ayudar a la persona deprimida a
fin de evitar una recaída.
¿Cómo obtener ayuda?
1. El primer paso: Tome la decisión de
pedir ayuda
Sabemos que puede estar sintiendo demasiado cansado o irritado para buscar
ayuda. Por favor, no se dé por vencido. Trate de reunir fuerzas y haga esa
primera llamada telefónica que está necesitando. Explique sus síntomas. Después
su doctor le hará un examen físico, para cerciorarse si hay problemas físicos
causantes de sus síntomas.
2. El segundo paso: Siga los consejos de
su doctor.
Su médico puede pensar que tiene depresión clínica. En ese caso, le podrá
sugerir hablar con un psiquiatra, un psicólogo, un consejero, un trabajador
social, o con un enfermero psiquiátrico.
3. El tercer paso: Cumpla todas las citas
con el profesional de salud mental.
Es posible que algunos días sienta deseos de no ir al terapeuta. Sin embargo,
es necesario que haga el esfuerzo por cumplir con sus citas. En esos días, pida
ayuda a un amigo para que lo acompañe, si no desea ir sólo.
4. El cuarto paso: Tome las medicinas como
le han indicado
Si su médico o psiquiatra le han recetado medicamentos antidepresivos, es muy
importante que siga las instrucciones que ellos le han dado. Estas mismas
instrucciones aparecen escritas en el frasco de su medicamento. Tome todas las
dosis sin falta. Sea paciente, recuerde que las medicinas antidepresivas pueden
tomar 8 semanas antes que sienta mejoría.
5. El pago por el tratamiento
Existen varias posibilidades de pago para su tratamiento. Estas incluyen:
6. el seguro privado de la salud,
7. los programas de ayuda a los empleados
(EAP), y
8. el Medicaid o el Medicare.
Si usted no tiene seguro o no puede pagar por el tratamiento,
existe la posibilidad de obtener servicios gratuitos o de bajo costo. Para
mayor información llame a su departamento local de salud.
¡Usted es la persona más importante en su tratamiento,
aprovéchelo al máximo!
¡Sáquele el mejor partido a su tratamiento!
· Hable francamente con su doctor y/o
terapeuta. No tema preguntarle ni pedirle aclaración sobre sus dudas. Exprese
sus preocupaciones.
· ¡No se dé por vencido! Puede suceder
que tome tiempo antes de encontrar el tratamiento que funciona para su caso.
Nunca suspenda su medicamento sin hablar con su médico.
· Si no siente mejoría después de 6 o 8
semanas hable con su doctor. Es posible que necesite un enfoque diferente en su
tratamiento, o una segunda opinión.
· Busque un grupo de apoyo. Otras
personas que están enfrentando problemas de depresión podrán enseñarle
habilidades y destrezas que le ayuden con su enfermedad; así mismo, podrán
darle información sobre otros recursos disponibles.
· Cuídese, trate de dormir 8 horas cada
noche. Camine o haga algún tipo de ejercicio cada día. Coma alimentos
saludables.
· Muchas personas buscan apoyo, y
encuentran fortaleza en su espiritualidad, en sus principios religiosos o en la
oración.
“¡La vida puede mejorar, con tratamiento y apoyo, la
depresión clínica puede ser vencida!”
https://www.mhanational. org/que-es-la-depresion
2.
Depresión (trastorno
depresivo mayor)
Mayo
Clinic.
Descripción general
La depresión es un trastorno emocional que causa un sentimiento
de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes
actividades. También denominada «trastorno depresivo mayor» o «depresión
clínica», afecta los sentimientos, los pensamientos y el comportamiento de una
persona, y puede causar una variedad de problemas físicos y emocionales. Es
posible que tengas dificultades para realizar las actividades cotidianas y que,
a veces, sientas que no vale la pena vivir.
Más que solo una tristeza pasajera, la depresión no es una
debilidad y uno no puede recuperarse de la noche a la mañana de manera
sencilla. La depresión puede requerir tratamiento a largo plazo. Pero no te
desanimes. La mayoría de las personas con depresión se sienten mejor con
medicamentos, con psicoterapia o con ambos.
Síntomas
Si bien la depresión puede producirse solamente una vez en la
vida; por lo general, las personas tienen varios episodios de depresión.
Durante estos episodios, los síntomas se producen durante gran parte del día,
casi todos los días y pueden consistir en:
· Sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza
Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por
asuntos de poca importancia
· Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades
habituales o todas, como las relaciones sexuales, los pasatiempos o los
deportes
· Alteraciones del sueño, como insomnio o dormir demasiado
· Cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas
pequeñas requieren un esfuerzo mayor
· Falta de apetito y adelgazamiento, o más antojos de comida y
aumento de peso
· Ansiedad, agitación o inquietud
· Lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales
· Sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos del
pasado o autorreproches
· Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y
recordar cosas
· Pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte,
pensamientos suicidas, intentos suicidas o suicidio
· Problemas físicos inexplicables, como dolor de espalda o de
cabeza
Para muchas personas con depresión, los síntomas suelen ser lo
suficientemente graves para causar problemas evidentes en las actividades
cotidianas, como el trabajo, la escuela, las actividades sociales o las
relaciones con otras personas. Algunas personas pueden sentirse infelices o
tristes en general sin saber realmente porqué.
Síntomas de depresión en niños y adolescentes
Los signos y síntomas frecuentes de depresión en los niños y
adolescentes son similares a aquellos en los adultos, pero puede haber algunas
diferencias.
· En los niños más pequeños, los síntomas de depresión pueden consistir
en tristeza, irritabilidad, apego, preocupación, dolores, negarse a ir a la
escuela o bajo peso.
· En los adolescentes, los síntomas pueden comprender tristeza,
irritabilidad, sentirse negativo e inútil, ira, bajo rendimiento o poca
asistencia a la escuela, sentirse incomprendido y extremadamente sensible,
consumir drogas de uso recreativo o alcohol, comer o dormir demasiado,
autolesionarse, perder el interés por las actividades habituales y evitar la
interacción social.
Síntomas de depresión en adultos mayores
La depresión no es una parte normal del envejecimiento, y nunca
debe tomarse a la ligera. Lamentablemente, la depresión a menudo no se
diagnostica ni se trata en adultos mayores, quienes pueden sentir reticencia a
buscar ayuda. Los síntomas de la depresión pueden ser diferentes o menos
evidentes en los adultos mayores, entre ellos:
· Problemas de memoria o cambios en la personalidad
· Dolores físicos
· Fatiga, pérdida del apetito, problemas del sueño o pérdida del
interés en el sexo, que no son resultado de una enfermedad ni de un medicamento
· Querer quedarse en casa con frecuencia, en lugar de salir a
socializar o hacer cosas nuevas
· Pensamientos o sentimientos suicidas, en especial en los hombres
mayores
Cuándo consultar al médico
Si te sientes deprimido, pide una cita con un médico o un
profesional de salud mental tan pronto como sea posible. Si no quieres buscar
tratamiento, habla con un amigo o un ser querido, cualquier proveedor de
atención médica, un líder religioso u otra persona en quien confíes.
Cuándo pedir ayuda de urgencia
Si crees que eres capaz de lastimarte o intentar suicidarte,
llama al 911 o al número local de emergencias de inmediato.
Además, considera estas opciones si tienes pensamientos
suicidas:
· Llama al médico o al profesional de salud mental.
· Llama a una línea directa de atención al suicida. En los
EE. UU., llama a la National Suicide Prevention Lifeline (Línea Nacional
de Prevención del Suicidio) al 1-800-273-TALK (1-800-273-8255). Usa ese mismo
número y presiona «1» para contactarte con la Veterans Crisis Line (Línea de
Crisis para Veteranos).
· Acércate a un amigo cercano o a un ser querido.
· Ponte en contacto con un pastor, un líder espiritual u otra
persona de tu comunidad religiosa.
Si tienes un ser querido que está en peligro de suicidarse o ha
intentado hacerlo, asegúrate de que alguien se quede con esa persona. Llama al
911 o al número local de emergencias de inmediato. O bien, si crees que puedes
hacerlo de forma segura, lleva a la persona a la sala de emergencias del hospital
más cercano.
Causas
Se desconoce la causa exacta de la depresión. Al igual que
sucede con muchos trastornos mentales, puede comprender diversos factores,
como:
· Diferencias biológicas. Las personas con depresión tienen cambios
físicos en el cerebro. La importancia de estos cambios aún es incierta, pero
con el tiempo pueden ayudar a identificar las causas.
· Química del cerebro. Los neurotransmisores son sustancias
químicas que se encuentran naturalmente en el cerebro y que probablemente
desempeñan un rol en la depresión. Las investigaciones recientes indican que
los cambios en la función y el efecto de estos neurotransmisores, y cómo
interactúan con los neurocircuitos involucrados en mantener la estabilidad del
estado de ánimo pueden tener un rol importante en la depresión y su
tratamiento.
· Hormonas. Es posible que los cambios en el equilibrio hormonal del
cuerpo tengan un rol al causar o desencadenar la depresión. Los cambios
hormonales pueden presentarse en el embarazo y durante las semanas o meses
después del parto (posparto), y por problemas de tiroides, menopausia u otros
trastornos.
· Rasgos hereditarios. La depresión es más frecuente en las
personas cuyos parientes consanguíneos también tienen este trastorno. Los
investigadores están buscando genes que puedan intervenir en el origen de la
depresión.
Factores de riesgo
Por lo general, la depresión comienza en la adolescencia o entre
los veinte o treinta y tantos años, pero puede aparecer en cualquier momento de
la vida. Esta enfermedad se les diagnostica más a las mujeres que a los
hombres, pero puede ser, en parte, porque es más probable que las primeras
busquen recibir tratamiento.
Algunos de los factores que parecen aumentar el riesgo de que se
manifieste o se desencadene la depresión son:
· Ciertos rasgos de la personalidad, como tener la autoestima baja
y ser demasiado dependiente, muy autocrítico o pesimista
· Situaciones traumáticas o estresantes, como maltrato físico o
abuso sexual, la muerte o la pérdida de un ser querido, una relación difícil o
problemas económicos
· Familiares consanguíneos que tienen antecedentes de depresión,
trastorno bipolar, alcoholismo o suicidio
· Ser lesbiana, gay, bisexual, transgénero o presentar variaciones
en el desarrollo de los órganos genitales que no son claramente ni masculinos
ni femeninos (intersexualidad) en un entorno que no brinda apoyo
· Antecedentes de otros trastornos de salud mental, como un
trastorno de ansiedad, de la alimentación o de estrés postraumático
· Abuso de alcohol o de drogas recreativas
· Una enfermedad grave o crónica, como cáncer, un accidente
cerebrovascular, dolor crónico o una enfermedad cardíaca
· Ciertos medicamentos, como los que se indican para la presión
arterial alta o las pastillas para dormir (habla con el médico antes de
suspender la toma de cualquier medicamento)
Complicaciones
La depresión es un trastorno grave que puede causar efectos
devastadores tanto en ti como en tus familiares. La depresión suele empeorar si
no se trata y puede derivar en problemas emocionales, de conducta y de salud
que pueden afectar todos los aspectos de tu vida.
Los ejemplos de las complicaciones relacionadas con la depresión
comprenden:
· Sobrepeso u obesidad, que pueden derivar en enfermedades
cardíacas o diabetes
· Dolor o enfermedad física
·Consumo inapropiado de alcohol o de drogas
· Ansiedad, trastorno de pánico y fobias sociales
· Conflictos familiares, dificultades en tus relaciones y
problemas en la escuela o el trabajo
· Aislamiento social
Sentimientos suicidas, intentos de suicidio o suicidio
· Automutilación, como por ejemplo cortes
· Muerte prematura a raíz de enfermedades
Prevención
No existe una manera segura para evitar la depresión. Sin
embargo, las siguientes estrategias pueden ser útiles.
· Toma medidas para controlar el estrés, mejorar tu resiliencia y
levantar tu autoestima.
· Acércate a la familia y a los amigos, especialmente en
momentos de crisis, para que te ayuden a superar los malos tiempos.
· Consigue tratamiento ante el primer signo de un problema para que te ayude a
impedir que la depresión empeore.
· Considera tener tratamiento de apoyo de larga duración para que te ayude a
prevenir la reaparición de los síntomas.
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/depression/symptoms-causes/syc-20356007
3.
Depresión endógena: síntomas y causas
La depresión es una enfermedad
que se manifiesta de forma muy distinta en cada persona, con matices muy
diferentes, por lo que es muy difícil su clasificación, pero un primer acercamiento a este tema nos
permite diferenciar entre depresión endógena y exógena. La depresión endógena
es la que se crea dentro de nuestro cerebro, sin necesidad de que exista un
factor externo y que suele depender, en la mayor parte de los
casos, de cambios fisiológicos en el cerebro. Sin embargo, la depresión exógena
se produce como consecuencia de acontecimientos externos, como puede ser la
muerte de un ser querido, una ruptura de pareja o la pérdida de nuestro
trabajo.
Causas de la depresión endógena
La depresión endógena suele
tener un componente genético,
por lo que, si existe una tendencia familiar hacia la depresión, puede influir,
pero no es un factor determinante, ya que entra en juego también el entorno en
el que vivimos cada uno de nosotros. Este tipo de depresión, se asocia a cambios biológicos en el cerebro,
tal y como decíamos, puesto que afecta a los neurotransmisores y a la
serotonina (la hormona de la felicidad). La serotonina, siempre se asocia a la
depresión, pero en el caso de la depresión exógena bajan sus niveles como
consecuencia de la depresión, y en la endógena los bajos niveles de serotonina
son los que provocan la depresión.
Síntomas
Los síntomas de la depresión
endógena son muy similares a los de cualquier tipo de depresión, y, en general,
se pueden destacar los siguientes:
· Cambios
en los patrones de sueño.
La persona que padece este tipo de depresión, duerme poco, mal o, en ocasiones,
duerme demasiado, por lo que sus patrones de sueño están totalmente alterados.
· Tristeza
y ansiedad. La
depresión endógena se manifiesta a través de la pérdida de la ilusión por las
cosas que nos gustan lo que hace que nos envuelva la tristeza. Además,
cualquier cosa supone un motivo de estrés y de ansiedad.
· Fatiga
y falta de energía. Se
produce una pérdida de energía e invade el cansancio, la persona no tiene ganas
de hacer nada.
· Supresión
de la capacidad de reacción emocional. Una persona con una depresión endógena no es capaz de
interesarse o reaccionar con nada, por lo que no manifiesta sus emociones, todo
le da igual.
· Dolores
y malestar. Suelen ser
persistentes y no se alivian con ninguna medicación puesto que son somáticos.
Tratamiento
La depresión endógena
se suele tratar con psicoterapia y medicación, para regular a los neurotransmisores que
bloquean la segregación de serotonina. Sin embargo, muchos pacientes suelen
abandonar la medicación, por lo que es importante estudiar cada caso y tratarlo
de forma individual. Algunos estudios científicos han destacado que una buena
red social, de amigos y familiares, puede tener efectos muy positivos en
pacientes con una depresión endógena, puesto que suponen un beneficio mayor
para nuestro organismo y nuestras neuronas, que cualquier medicamento. Las personas que nos rodean pueden apoyarnos
y ayudarnos a desarrollar la inteligencia emocional y a regular
nuestras emociones y entender las de los demás.
https://www.universidadviu.com/int/actualidad/nuestros-expertos/depresion-endogena-sintomas-y-causas
4.
Depresión endógena: Síntomas, características
y prevalencia
Hoy en día parece evidente que
cualquier persona puede sufrir un episodio depresivo en algún momento de su
vida, desencadenado por factores externos. La pérdida de un ser querido, un despido laboral, una ruptura de pareja, problemas económicos recurrentes,
entre otros, son eventos que pueden propiciar el desarrollo del trastorno
depresivo. No obstante, existe un tipo de depresión que no se asocia a factores
externos y no puede explicarse como consecuencia de un evento desencadenante.
Se trata de la depresión
endógena.
Síntomas y características de la depresión endógena
El concepto de depresión endógena ha
causado mucho revuelo en la Psiquiatría contemporánea. Existe una gran
controversia acerca de si se trata de una enfermedad contrapuesta a la depresión exógena o reactiva (la depresión cuyo
origen está determinado a una serie de eventos o factores claros que la pueden
desencadenar).
Los principales síntomas de la
depresión son:
· La tristeza o humor depresivo reiterativo
· La anestesia afectiva, sentimientos
recurrentes de culpa
· La apatía
· La anhedonia (pérdida de la
capacidad de disfrutar de actividades que antes sí producían placer o
bienestar)
· El insomnio o la hipersomnia
· Los
cambios notables en el apetito
· La irritabilidad
· El cansancio y la falta de energía,
entre otros
También podemos encontrar en
los pacientes ciertas dificultades
a nivel cognitivo. Por ejemplo la incapacidad para concentrarse o
mantener la atención, y otros síntomas
de tipo psicótico como ideas deliroides de ruina, culpa, hipocondría y, menos
frecuentemente, alucinaciones
visuales.
En la depresión endógena se
observan alteraciones a nivel
neurobiológico, principalmente en la segregación de hormonas
como la serotonina.
En multitud de pacientes se observa, además, una clara mejoría vespertina (los síntomas
son más acusados por la mañana, manifestando el paciente una mejoría durante la
tarde). Además, pueden existir factores
genéticos implicados en la probabilidad de padecer este tipo de
depresión.
Prevalencia y tratamiento
La OMS calcula que alrededor
del 4,5% de la
población mundial sufre depresión, alrededor de 350 millones de personas. Afortunadamente hoy
en día disponemos de multitud de tratamientos, tanto farmacológicos como
psicoterapéuticos. En combinación pueden mitigar los síntomas y ayudar a la
persona a retomar su vida. No obstante, un alto porcentaje de pacientes
diagnosticados de depresión endógena abandonan el tratamiento, ya que pueden
sufrir recaídas.
Esto provoca un descenso en la motivación para continuar el tratamiento.
https://www.mentsalud.com/depresion-endogena-sintomas-caracteristicas-y-prevalencia/.
5.
Depresión Grave
¿Qué es la depresión grave?
La depresión grave, denominada
también depresión clínica o unipolar, es un tipo de trastorno afectivo (llamado
también trastorno del estado de ánimo) que supera los altibajos cotidianos, y
que se ha convertido no sólo en un trastorno médico serio sino también en un
motivo importante de preocupación de la salud en Estados Unidos.
¿A quiénes afecta la depresión
grave?
El Instituto Nacional de la
Salud Mental (National Institute of Mental Health, NIMH), que forma parte de
los Institutos Nacionales de la Salud (National Institutes of Health, NIH)
informa que:
· Las
investigaciones indican que la aparición de la depresión ocurre actualmente a
una edad más temprana que en las últimas décadas.
· La
depresión de aparición temprana suele persistir, volver a presentarse o
continuar en la edad adulta. La depresión en la juventud puede ser también un
indicio de una enfermedad más grave en la edad adulta.
· Hay un
aumento en la incidencia de la depresión en los niños cuyos padres sufren
depresión.
¿Cuáles son los factores de
riesgo de la depresión grave?
A continuación, se enumeran
los factores de riesgo más frecuentes de la depresión grave:
Antecedentes
familiares de depresión (especialmente si uno de los padres sufrió depresión en
la infancia o en la adolescencia)
· Estrés
intenso
· Maltrato
o abandono
· Trauma
(físico o emocional)
· Otros
trastornos psiquiátricos
· Pérdida
de los padres, de la persona que los cuida o de otro ser querido
· Fumar
cigarrillos
· Pérdida
de una relación (una mudanza, el fin de una relación afectiva)
· Otras
enfermedades crónicas (por ejemplo diabetes)
· Otros
trastornos de la conducta, del aprendizaje o del desarrollo
¿Cuáles son los síntomas de la
depresión grave?
A continuación, se enumeran
los síntomas más comunes de la depresión grave. Sin embargo, cada niño puede
experimentarlos en forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
· Sentimientos
persistentes de tristeza
· Sentimiento
de desesperanza o desamparo
· Baja
autoestima
· Sensación
de ineptitud
· Culpa
excesiva
· Deseos
de morir
· Pérdida
del interés por las actividades habituales o placenteras
· Dificultad
en las relaciones afectivas
· Perturbación
del sueño (por ejemplo, insomnio o hipersomnia)
· Cambios
en el apetito o en el peso
· Disminución
de la energía
· Dificultad
para concentrarse
· Disminución
de la capacidad para tomar decisiones
· Pensamientos
suicidas o intentos de suicidio
· Molestias
físicas frecuentes (por ejemplo, dolor de cabeza, dolor de estómago, fatiga)
· Intentos
o amenazas de escaparse del hogar
· Hipersensibilidad
ante el fracaso o el rechazo
· Irritabilidad,
hostilidad, agresión
Para llegar al diagnóstico de
depresión grave, un niño necesita generalmente manifestar un grupo (varios) de
los síntomas enumerados arriba en un mismo período de dos semanas. Los síntomas
de la depresión grave pueden parecerse a los de otros trastornos psiquiátricos.
Siempre consulte al médico de su hijo para obtener el diagnóstico.
¿Cómo se diagnostica la
depresión grave?
Debido a que se ha demostrado
que la depresión coexiste frecuentemente con otros trastornos psiquiátricos
como por ejemplo, abuso de sustancias y los trastornos de ansiedad, el
diagnóstico y el tratamiento tempranos son cruciales para que su hijo se
recupere.
Un psiquiatra, u otro
profesional de la salud mental, normalmente diagnostica depresión grave a
partir de una evaluación psiquiátrica completa. La evaluación de la familia del
niño, siempre que sea posible, además de la información que ofrecen los
maestros y otras personas encargadas del cuidado de la salud del niño, también
pueden contribuir al diagnóstico.
Tratamiento para la depresión
grave
El tratamiento específico para
la depresión grave será determinado por el médico de su hijo basándose en lo
siguiente:
· La edad
de su hijo, su estado general de salud y su historia clínica
· La
gravedad de los síntomas de su hijo
· La
tolerancia de su hijo a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
· Las
expectativas para la evolución del trastorno
· Su
opinión o preferencia
Los trastornos del estado de
ánimo, entre los que se incluye la depresión grave, con frecuencia pueden
tratarse de manera eficaz. El tratamiento debe basarse siempre en una
evaluación completa del niño y de su familia. Dicho tratamiento puede incluir
uno o varios de los siguientes:
· Medicamentos
antidepresivos (muy eficaces para el tratamiento de la depresión en niños y
adolescentes, especialmente cuando se administran en combinación con la
psicoterapia)
· Psicoterapia
para el niño (generalmente, terapia cognitiva conductal o interpersonal),
orientada a modificar la visión distorsionada que tiene el niño de sí mismo y
de su entorno, a intentar superar las relaciones complicadas y a identificar
los factores de estrés de su entorno para que aprenda a evitarlos
· Terapia
familiar
· Consulta
en la escuela de su hijo
Los padres representan un punto
de apoyo y contención fundamentales en cualquier etapa del tratamiento.
Debido a diversas razones,
muchos padres de niños o adolescentes con depresión nunca recurren a un
tratamiento adecuado para su hijo, aun cuando muchas personas con este
trastorno que se someten a un tratamiento logran una mejoría, generalmente, en
el término de pocas semanas. El tratamiento ininterrumpido puede evitar la
reaparición de los síntomas depresivos.
Si no se recurre al
tratamiento adecuado, los síntomas pueden persistir semanas, meses o años.
Además de causar problemas personales y psicosociales, la depresión en los
niños y adolescentes también está relacionada con un mayor riesgo de suicidio.
Además, este riesgo es aún mayor, particularmente entre los adolescentes varones,
cuando la depresión está acompañada por otros trastornos de la salud mental
(por ejemplo, trastorno de la conducta o drogadicción). Es muy importante que
los padres y las personas encargadas del cuidado de la salud de los niños y
adolescentes tomen con mucha seriedad los síntomas depresivos y suicidas y
recurran a un tratamiento de manera inmediata. El suicidio es una emergencia
médica. Consulte al médico de su hijo para obtener más información.
https://www.stanfordchildrens.org/es/topic/default?id=depresi-ngrave-90-P05679
6.
Depresión y conducta suicida
Prevención del suicidio
La
depresión es uno de los trastornos mentales más frecuentes. Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión afecta en el mundo a unos
121 millones de personas, y una de cada cinco personas llegará a desarrollar un
cuadro depresivo en su vida, aumentando este número si se añaden otros factores
como enfermedades médicas o situaciones de estrés. Algunas personas están más
predispuestas a padecerla, aproximadamente un 15% de la población sufre algún
episodio a lo largo de su vida. Además, se prevé en el año 2020, la depresión
pase a convertirse en la segunda causa más común de discapacidad, después de
las enfermedades cardiovasculares. Se estima que afecta a 1 de cada 6 españoles
en algún momento a lo largo de su vida.
** *
Las personas afectadas de
depresión grave presentan un riesgo suicida mayor que la población general. El
suicidio constituye un problema de salud pública importante, y en gran medida
prevenible. Se trata, como la depresión, de un fenómeno complejo de origen
multifactorial, siendo los factores de riesgo diversos, de carácter biológico,
psicológico y ambiental. La depresión se puede curar y el suicidio se puede
prevenir.
A pesar de ser una enfermedad
frecuente, sin embargo, como advierte la Organización Mundial de la Salud, sólo
una minoría de las personas depresivas solicita o reciben tratamiento.
¿Qué debes
saber?
¿Qué
es la depresión?
La
depresión es un trastorno del estado de ánimo. Aunque todas las personas pueden sufrir
sentimientos de tristeza ocasionalmente de forma transitoria, en algunas de
ellas estos sentimientos son persistentes y se acompañan de otros síntomas,
como por ejemplo pensamientos negativos que dificultan significativamente su
vida cotidiana. Estas personas pueden tener un trastorno denominado depresión.
Los síntomas fundamentales de
la depresión son:
· Ánimo
bajo, tristeza o sentimientos de desesperanza, o
· Pérdida
de interés en las actividades con las que se disfrutaba o tener escaso placer
al realizarlas la mayoría de los días durante las últimas semanas.
Además, puede
experimentarse:
· Irritabilidad
(enfadarse fácilmente).
· Ganas
de llorar sin motivo aparente.
· Pérdida
de energía o cansancio.
· Problemas
de sueño
· Cambios
en el apetito, que a veces conduce a variaciones en el peso.
· Dificultad
para concentrarse o problemas de memoria.
· Pérdida
del interés sexual
· Sentimientos
de inutilidad o culpa.
· Pensamientos
negativos, excesivas críticas hacia uno mismo.
· Deseos
de muerte o ideas suicidas.
Los síntomas
pueden durar semanas, meses e incluso años. La depresión se diferencia de la
tristeza normal por su mayor duración e intensidad y sobre todo por la repercusión
en el funcionamiento social, familiar, y laboral.Sin embargo, la mayoría
de las personas que padecen de depresión puede mejorar con un tratamiento
adecuado.
Son
frecuentes algunas ideas
erróneas en torno a la depresión:
“Es
un signo de dejadez, debilidad o pereza”.
“Es culpa de quien la padece”.
“Se puede superar con voluntad o
poniendo de su parte”.
“Se pasa con el tiempo”
¿Hay
distintos tipos de depresión?
Existen
muchos tipos de clasificaciones para los trastornos depresivos, según sus
características, duración o gravedad.
Según sus
características, clásicamente se habla de dos tipos de depresiones:
· Depresión
endógena o melancolía
· Depresión
neurótica o distimia.
Además,
habría un tercer grupo menos numeroso de depresiones causadas por una enfermedad física o un fármaco.
La depresión endógena o melancólica se
caracteriza por la incapacidad de disfrutar y sentir placer, que es lo que
llamamos anhedonia. Es una tristeza distinta al estado de ánimo habitual por
que no varía con las circunstancias ambientales pero cambia a lo largo del día
siendo más intensa por la mañana. El tono vital en la depresión endógena es tan
bajo que el paciente está muy inhibido, los pensamientos son muy negativos y
tiene la sensación de no tener salida a su situación. La actividad mental y
física es más lenta de lo normal y la persona presenta dificultades para
concentrarse, moverse y tomar decisiones. Se muestra desinteresado por todo y su
autoestima es muy baja. Además no se tiene apetito, y se puede padecer dolores
generalizados, molestias digestivas, o un cansancio muy invalidante. En los
casos más graves el paciente puede manifestar ideas o pensamientos irreales,
imposibles y falsos, que se denominan delirios.
El otro tipo
de depresión más frecuente es la depresión
neurótica o distimia o también llamada psicosocial por los
condicionantes externos que en ella concurren. Estas depresiones a diferencia
de las endógenas se caracterizan más por la autocompasión, la necesidad de
atención, mayor emotividad, hipersensibilidad a la aceptación o rechazo de los
demás y más quejas físicas o hipocondríacas.
Además, la
tristeza tiene una explicación reactiva, es decir hay acontecimientos que
explican que la persona reaccione con tristeza. En este tipo de depresiones al
contrario que en las endógenas, no hay alteración de la memoria, ni tanta
desesperanza, ni aparecen ideas delirantes y además es posible que el paciente
se interese por determinadas actividades. En este tipo de depresiones, la
respuesta al tratamiento farmacológico es más pobre y hay mayor tendencia a la
cronificación a lo largo de la vida.
Según
la duración,
algunas personas tienen sólo un episodio depresivo en su vida. Casi la mitad de
las personas que han tenido un episodio de depresión, tienen al menos otro más.
La duración es variable, aunque la mayoría se sienten mejor al transcurrir
entre 4 y 6 meses. En algunos casos, los síntomas pueden persistir durante
mucho más tiempo, cuando supera los dos años se denomina depresión crónica.
Según
la gravedad,
la depresión varía enormemente. Algunas personas tienen solamente unos pocos
síntomas que afectan a su vida cotidiana de forma parcial o la limitan sólo en
algún aspecto específico. Esta es la denominada depresión leve. Otras personas
pueden tener muchos más síntomas que llegan a causar un deterioro o incapacidad
generalizada; en este caso, la depresión se califica como moderada o grave.
¿Cuáles
son las causas o motivos de la depresión?
No hay una
sola causa o motivo. Se trata de un trastorno
multifactorial en que se asocian factores genéticos,
bioquímicos, ambientales y psicológicos. Aunque la investigación ha demostrado
que se trata de una enfermedad del cerebro, se sabe que es el resultado de la
interacción compleja de la influencia de múltiples genes con el ambiente y
otros factores
Diferentes
sucesos pueden actuar como desencadenantes pero a veces la depresión aparece
sin una causa aparente. Dicho de otro modo, un trauma, la pérdida de un ser
querido, una separación conyugal, o cualquier situación estresante pueden
desencadenar el episodio depresivo en la persona genéticamente determinada. Sin
embargo episodios posteriores pueden desarrollarse con o sin estrés
desencadenante.
Factores
de riesgo para sufrir
una depresión:
· Haber
sufrido algún episodio depresivo en el pasado.
· Antecedentes
en la familia de personas deprimidas.
· Experiencias
de pérdidas o estrés, incluyendo fallecimiento de seres queridos,
· Desempleo,
soledad, cambios en el estilo de vida o problemas en las relaciones
interpersonales.
· Situaciones
conflictivas en tu entorno.
· Haber
sufrido traumas físicos o psicológicos.
· Enfermedad
física seria o problemas crónicos de salud.
· Algunas
medicinas
· Abusar
del alcohol o consumir otras drogas pueden empeorar la depresión.
· Algunas
mujeres pueden ser más vulnerables a la depresión después del parto,
especialmente si tienen alguno de los factores de riesgo enunciados
previamente.
Por el
contrario, son un factor
protector las experiencias positivas tales como una relación
cercana con una pareja, amigo, familia o compañeros suelen ayudar a prevenir la
depresión
¿Cuál
es el mayor riesgo de la depresión? El suicidio
Hasta un 15%
de las personas con depresión se suicidan. Se entiende por conducta suicida no
sólo la que consigue la propia muerte, sino todos aquellos comportamientos que
de forma más o menos directo, con mayor o menor intencionalidad desencadenan un
acto autodestructivo.
Si bien el
riesgo suicida existe en todas las formas depresivas y en todos los momentos de
su evolución, tenemos que aclarar que hay mayor riesgo de que ocurra cuando se
trata de un varón, cuando la persona es anciana, si existen problemas de
alcohol o drogas y si ya lo ha intentado antes. No se debe ignorar nunca una
amenaza suicida y mucho menos una tentativa, la mayor parte de los suicidas avisan
de alguna manera antes de consumarlo.
Prevenir
el suicidio es posible,
y para ello es fundamental detectar la depresión y tratarla adecuadamente.
¿Son
distintas las depresiones en la mujer?
No, pero la
depresión es dos veces más frecuente en las mujeres que en los hombres. Los
motivos no están claros, pero sin duda influyen aspectos hormonales, aspectos
que tienen que ver con el ciclo reproductivo y también con aspectos
psicosociales.
En relación
al ciclo reproductivo, hasta un 10% de las mujeres sufren en el periodo
premenstrual un síndrome caracterizado por ánimo triste, irritabilidad,
tensión, deseos de comer compulsivamente alimentos dulces y alteraciones
físicas.
Respecto al
embarazo, un 20% de las mujeres tienen síntomas depresivos y un 10%
presentan una depresión, lo cual no varía mucho respecto a las mujeres que no
están embarazadas. Tras el parto, hasta un 50% presentan un cuadro de
depresión leve motivado por el desbordamiento de su rol de madre que se llama
“postpartum blues” y que evoluciona favorablemente.
Sin embargo,
la depresión
postparto que puede aparecer un mes después de haber dado
a luz es sumamente grave y debe ser tratada inmediatamente o hacer prevención
farmacológica si la mujer tiene antecedentes.
¿Cómo
experimentan la depresión las personas mayores?
Deprimirse no
forma parte del envejecimiento, de hecho los estudios demuestran que la mayoría
de los mayores están satisfechos con sus vidas a pesar de las limitaciones
físicas. Cuando estos pacientes tienen depresión puede pasar desapercibido pues
tienden a mostrar los síntomas de forma poco evidente.
Las personas
mayores además tienen más problemas de salud como las cardiopatías, isquemia
cerebral o tumores, que por sí mismos pueden causar síntomas depresivos.
Así mismo,
factores como la soledad y la pérdida de los seres queridos de su edad
contribuyen a que la depresión sea más frecuente en los ancianos y además sea
más frecuente el suicidio consumado.
¿Qué debes hacer?
Si piensas que puedes estar deprimido, solicita ayuda lo antes posible y
consulta a tu médico de atención primaria.
No estás solo.
ES IMPORTANTE QUE...
· Pidas
ayuda a un profesional. Necesitas ponerte en manos de profesionales.
· Acudas
a una persona de tu confianza, amigo o familiar, no sientas vergüenza y
comunícale lo que te está sucediendo.
· Te
dejes ayudar.
Si hablas con alguien y
sientes que no te entiende, recurre a otras personas.
Aprender más cosas sobre la
depresión, de manera que puedas entender mejor tus síntomas y su significado,
te beneficia. También puede ser útil para mejorar tu salud general la actividad
física diaria y una dieta saludable.
Si tienes pensamientos
relacionados con hacerte daño, en
situación de crisis llama a los Servicios de Emergencias a través del 112 (SUMMA,
SAMUR).
Acude a las Urgencias Psiquiátricas
Hospitalarias más cercanas y a los Servicios de Salud Mental de
la Comunidad de Madrid.
Algunas ONG como el teléfono
de la Esperanza de Madrid y algunas asociaciones de familiares y pacientes
también pueden serte útiles. (Ver
díptico informativo).
¿Cómo
se trata una depresión?
Afortunadamente, casi el 80%
de los episodios depresivos pueden ser tratados con éxito. El método más eficaz
consiste en integrar la medicación
con la psicoterapia. Respecto al tratamiento farmacológico,
conviene saber que hoy en día existen numerosas alternativas para tratar a una
persona con depresión y que la decisión de utilizar uno u otro antidepresivo dependerá
del juicio clínico del médico, que tendrá en cuenta la eficacia del fármaco,
los efectos adversos que puede causar, la edad y circunstancias físicas del
paciente y los aspectos más sobresalientes de su personalidad.
En general, hoy día la mayoría
de los médicos comienzan con un antidepresivo del grupo de los inhibidores selectivos de la recapatación de
serotonina (ISRS) que ofrecen un balance entre la eficacia
y los efectos secundarios óptimo. Pero las opciones son muy variadas y se
dispone de antidepresivos muy modernos y eficaces que incluyen los llamados
inhibidores de la recaptación dual, los inhibidores de la recaptación
noradrenérgica etc. Los ISRS y otros medicamentos aún más nuevos que afectan
los neurotransmisores como la dopamina o la noradrenalina, generalmente tienen
menos efectos secundarios que los antiguos antidepresivos denominados
tricíclicos.
No existen datos científicos
que nos predigan que antidepresivo será eficaz para cada persona concreta, por
ello algunas veces el médico prueba una variedad de antidepresivos antes de
encontrar el medicamento o combinación de medicamentos adecuada. Generalmente,
la dosis se debe ir aumentando hasta que la medicación actúa. Por lo general,
el efecto terapéutico completo de los medicamentos antidepresivos no se observa
inmediatamente. Hay que tomarlo en dosis adecuadas durante 3 ó 4 semanas, y en
algunos casos tarda hasta 8 semanas, para que se produzca la mejoría completa.
Es posible que el paciente se sienta tentado a dejar de tomar el medicamento
prematuramente por que se siente mejor y piensa que ya no lo necesita. Algunos
efectos secundarios pueden aparecer incluso antes de que se produzca el efecto
antidepresivo.
Una vez que el paciente se
sienta mejor, es importante continuar el medicamento de 6 a 12 meses para prevenir una
recaída de la depresión. Algunos medicamentos deben dejar de tomarse
gradualmente (es decir reduciendo la dosis poco a poco) para dar tiempo a que
el organismo se adapte y para prevenir síntomas de discontinuación. Al contrario
de lo que algunas personas creen, los medicamentos antidepresivos no crean
dependencia. Sin embargo, como sucede con cualquier tipo de medicamento
recetado por periodos prolongados, los antidepresivos deben ser supervisados
cuidadosamente por el médico para determinar si se están dando en una dosis
correcta. El médico debe verificar la dosificación y la efectividad del
tratamiento en forma periódica.
En relación a la
medicación debe usted saber que:
1. Los
antidepresivos no son adictivos.
2. Tome la
medicación cada día tal y como se le ha prescrito.
3. Puede
tardar entre dos y cuatro semanas en notar mejoría.
4. No deje
la medicación sin hablar con su médico, aunque haya mejorado mucho.
La psicoterapia hace
referencia a una serie de técnicas que intentan influir en la conducta, los
pensamientos, los afectos y las actitudes del enfermo a través de medios
psicológicos, habitualmente el intercambio verbal entre terapeuta y paciente.
El terapeuta es el profesional encargado de realizar, diseñar y dirigir la
psicoterapia y debe ser un psicólogo o un psiquiatra.
Algunas psicoterapias son de
duración relativamente breve (entre 10 y 20 semanas) y otras son a muy largo
plazo dependiendo de las necesidades del sujeto. Las psicoterapias denominadas
cognitivo-conductual y la terapia interpersonal han demostrado ser eficaces en
la depresión. La cognitivo-conductual trata de modificar en la persona los
pensamientos negativos e irracionales que contribuyen a la depresión. La
terapia interpersonal ayuda al paciente a entender y tratar de solucionar sus
relaciones interpersonales disfuncionales que causan su estado depresivo o que
lo empeora. Para las depresiones neuróticas o distimias, la psicoterapia es
muchas veces la mejor opción, pero para la depresión endógena o melancólica no
es suficiente en ningún caso.
Hay un grupo de terapias
llamadas dinámicas que se basan en el psicoanálisis y que se
proponen inducir cambios en la personalidad del paciente mediante la
facilitación de la
comprensión de posibles conflictos pasados y la búsqueda de causas o motivos
inconscientes para la persona. Se trata de tratamientos muy prolongados e
intensos
y no siempre están fácilmente accesibles.
En algunos casos de
depresiones especialmente graves, la terapia electroconvulsiva (TEC o
“electro-shock”) es útil, especialmente para los pacientes cuya depresión es
severa o pone su vida en peligro y para los pacientes que no pueden tomar
antidepresivos. La TEC es a menudo efectiva en casos en que los medicamentos
antidepresivos no proporcionan una clara mejoría.
En los últimos años la TEC se
ha perfeccionado mucho. Antes de administrar el tratamiento, que se hace bajo
anestesia de duración breve, se administra un relajante muscular. Se colocan
electrodos en sitios precisos de la cabeza, para enviar impulsos eléctricos. La
estimulación ocasiona una convulsión breve (aproximadamente 30 segundos) dentro
del cerebro. La persona que recibe TEC no percibe conscientemente el estímulo
eléctrico. Para obtener el máximo beneficio terapéutico se requieren varias
sesiones de TEC, normalmente programadas con un promedio de tres por semana.
¿A
quién acudir para tratar una depresión?
En principio, el especialista
que debe asumir el tratamiento de una depresión es el psiquiatra, no obstante
los médicos de atención primaria, también conocidos como médicos de familia o
de cabecera, están sobradamente preparados para evaluar y tratar una depresión
sin complicaciones.
Cuando la depresión sea grave,
no responda a tratamiento o haya episodios repetidos, te remitirá al
especialista en Salud Mental. A veces puede ser necesario un ingreso
hospitalario para su tratamiento.
¿Es
posible recaer en una depresión?
El 50-60% de los que han
tenido un episodio único tendrán una recaída. Los sujetos que han tenido dos
episodios tienen un 70% de posibilidades de un tercer episodio. En los que han
tenido tres episodios tienen el 90% de posibilidades de recaer.
Los episodios depresivos
mayores desaparecen en su totalidad en 2/3 de los casos y reaparecen en 1/3 de
los casos. Además, cuantos más episodios se padezcan más probabilidad de
presentar otros episodios depresivos.
¿Cuánto
tiempo hay que seguir el tratamiento?
Se recomienda por parte de
diversos expertos americanos y europeos que, tras un primer episodio depresivo,
el paciente reciba tratamiento al menos hasta seis meses, si bien se sugiere la
conveniencia de prolongarlo a un año después de la remisión de los síntomas
depresivos con el fin de disminuir al máximo la posibilidad de recaída.
La media de recaídas a lo
largo de la vida de un depresivo es de cinco. En muchos casos, especialmente
los que tienen muchos episodios, el tratamiento durará varios años.
https://www.comunidad.madrid/servicios/salud/depresion-conducta-suicida
7.
Depresión y
suicidio
El suicidio es la
segunda causa de muerte en los niños y jóvenes de 10 a 24 años. Las
investigaciones muestran que más del 95% de las personas que se suicidan
tienen depresión u otro
trastorno mental o de consumo abusivo de sustancias diagnosticable, con
frecuencia en combinación con otros trastornos mentales. Es importante tratar
la depresión cuanto antes para ayudar a prevenir una crisis de salud mental. Si
el niño o adolescente tiene síntomas de depresión casi todos los días durante
dos semanas o más, es necesario que se le haga una evaluación.
Llame gratis a la Línea directa
para prevención de suicidios (National Suicide Prevention Lifeline, NSPL) al 1-888-628-9454 las
24 horas del día, los 7 días de la semana. El servicio está disponible para
todos. Las personas sordas o con dificultades auditivas pueden comunicarse con
Lifeline por TTY al 1-800-799-4889. Todas las llamadas son confidenciales. En
caso de emergencia llame al 911.
Llamadas
desde fuera de Estados Unidos
La Asociación internacional para la
prevención del suicidio (International Association of Suicide Prevention, IASP) ha
compilado un directorio de líneas directas de prevención en América del Norte, América del Sur, Europa, y más.
Factores de
Riesgo de Suicidio
La depresión no es el único factor de riesgo para el
suicidio. Hay algunas experiencias en la vida de un niño o adolescente que lo
ponen en mayor riesgo. Aunque algunos de estos factores de riesgo no se pueden
cambiar, es importante saber que pueden aumentar la posibilidad de un intento
de suicidio. Algunos de los principales factores de riesgo que pueden aumentar
el riesgo de suicidio en niños y adolescentes son:
· Historia familiar de depresión o
suicidio
· Trastorno psicológico,
especialmente depresión, trastorno bipolar y/o trastorno por consumo abusivo de
alcohol y drogas
· Intento de suicidio previo
· Acceso a un arma de fuego
· Eventos de la vida estresantes o
pérdidas y falta de apoyo familiar
· Afección médica grave y/o dolor
fuerte
· Inquietudes sobre la identidad
sexual
· Antecedentes de abuso o haber
sufrido hostigamiento severo
Signos y
Síntomas de Depresión
La conducta de los niños y adolescentes deprimidos
puede ser distinta a la de los adultos con depresión. Los psiquiatras de niños
y adolescentes aconsejan a los padres conocer los signos de depresión en sus
hijos. Si uno o más de estos signos de depresión persiste, los padres deben
buscar ayuda:
· Tristeza, ganas de llorar o
llantos frecuentes
· Desesperanza
· Disminución del interés por
actividades o incapacidad de disfrutar actividades que antes eran sus favoritas
· Aburrimiento o poca energía
persistentes
· Retraimiento de los amigos o la
familia
· Autoestima baja y culpa
· Mayor irritabilidad, enojo u
hostilidad
· Problemas en las relaciones
· Quejas frecuentes de enfermedades
físicas como dolores de cabeza o de estómago
· Ausencias frecuentes de la escuela
o mal desempeño en la escuela
· Baja concentración
· Cambio importante en patrones de
comida y/o sueño
· Hablar sobre huir de casa o
intentarlo
· Ansiedad
Algunos
Signos de que un Niño/a o Adolescente Está Considerando el Suicidio
· Regalar o vender posesiones
valiosas o queridas
· Hablar o hacer bromas sobre
suicidarse
· Decir cosas como “Sería mejor
estar muerta” o “Me gustaría desaparecer para siempre”
· Despedirse de amigos y miembros de
la familia como si fuera la última vez
· Escribir historias y poemas o
publicar textos en internet sobre la muerte, morir o el suicidio
Factores de Protección
Algunas cosas en la vida pueden ayudar a proteger a una
persona de los pensamientos e intentos suicidas:
· Conexión con la comunidad
· Apoyo de los amigos y la familia
· Creencias espirituales que valoran
la vida y se oponen al suicidio
· Acceso a atención médica y
tratamiento
· Habilidades para la resolución de
problemas
· Hábitos de estilo de vida
saludable (sin abuso de sustancias)
Acción
Preventiva
Si los padres u otro adulto en la vida de un joven
sospechan que hay un problema de depresión, deben:
Estén atentos - Aunque no es común en niños pequeños,
el suicidio es una posibilidad. Conozcan los signos de advertencia y los
factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo de suicidio de su hijo/a.
Hablen con su hijo/a - Hablar sobre el suicidio no le
dará a su hijo/a la idea de intentar suicidarse. Si un amigo o un ser querido
murió, se suicidó o está muy enfermo, hablen con su hijo/a sobre eso y presten
atención a sus sentimientos.
Hablen con otras personas - Si su hijo/a tiene
pensamientos o conductas suicidas, hablen con otras personas que lo cuidan y
miembros del personal escolar para que ellos puedan observar con cuidado a su
hijo/a cuando ustedes no están cerca.
Mantengan las armas bajo llave - El sentido común
indica que las armas, medicamentos, alcohol y venenos estén guardados fuera del
alcance de los niños y adolescentes, pero esto es especialmente importante en
el caso de niños y jóvenes en riesgo de suicidio.
Obtengan tratamiento para su hijo/a - Si su hijo/a
sufre depresión, tiene riesgo alto de depresión u otra enfermedad mental, es
esencial que obtenga tratamiento.
Infórmense - Obtengan información confiable en
bibliotecas, líneas de ayuda y otras fuentes. Participen en un grupo de apoyo
para familias.
Recursos
Una visita a un médico de familia o pediatra puede ser
el primer paso. Pero si cree que su hijo/a está sufriendo una crisis y ha
tenido intentos de suicidio anteriores, amenaza con hacerse daño o usted
simplemente tiene una “intuición”, obtenga ayuda para su hijo/a inmediatamente.
No espere para llevar a su hijo/a a la sala de emergencias pediátricas.
Que su hijo/a tenga depresión o ideas suicidas no
significa que sean malos padres o que hayan hecho algo para causar el dolor que
siente. Lo mejor que pueden hacer es obtener ayuda y apoyo para su hijo/a se
recupere.
Apoyo Para
un Adolescente en el Tratamiento Para la Depresión
· Hágale saber que usted está a su
lado para escuchar y ofrecer apoyo. Ahora más que nunca, su hijo/a adolescente
necesita saber que es valorado, aceptado y que están ahí para cuidarlo.
· Fomente la actividad física. Anime
a su hijo/a adolescente a mantenerse activo. El ejercicio puede ayudar mucho
para aliviar los síntomas de la depresión, por eso busque maneras de
incorporarlo en el día a día de su hijo/a adolescente.
· Fomente las actividades sociales.
El aislamiento solo empeora la depresión, por eso anime a su adolescente a ver
amigos y elogie los esfuerzos por socializar. Ofrezca llevar a su adolescente a
pasear con amigos o sugiera actividades sociales que puedan resultarle
interesantes, como deportes, clubes después de la escuela o una clase de arte.
· Participe en el tratamiento.
Asegúrese de que su hijo/a siga todas las instrucciones del tratamiento y vaya
a la terapia. Es especialmente importante que tome todos los medicamentos
siguiendo las instrucciones.
· Aprenda sobre la depresión. Cuanto
más sepa, mejor preparado estará para ayudar a su hijo/a con depresión.
Cuidar a
Toda la Familia Cuando un Hijo/a Ttiene Depresión
Como padre/madre que se enfrenta a la depresión adolescente,
puede darse cuenta de que toda su energía y atención se dedica a su hijo/a
deprimido. Es posible que descuide sus necesidades y las de otros miembros de
la familia. Si bien su hijo/a con depresión debe ser una prioridad, es
importante mantener a toda la familia fuerte y sana durante esta época difícil.
· Cuídese - Para ayudar a un
adolescente con depresión, usted necesita estar sano y tener una actitud
positiva, por eso no debe ignorar sus propias necesidades.
· Pida ayuda - Obtenga el apoyo
emocional que necesita. Pida ayuda a amigos, participe en un grupo de apoyo o
vea a un terapeuta para usted.
· Hable abiertamente con el resto de
la familia - No haga que el tema de la depresión sea un secreto en un intento
por “proteger” a sus otros hijos. Los niños saben cuando algo no está bien.
Hable abiertamente sobre lo que está pasando e invite a sus hijos a hacer
preguntas y compartir sus sentimientos.
· Recuerde a los hermanos - La
depresión en un hijo puede causar estrés o ansiedad en otros miembros de la
familia, por eso asegúrese de que los niños “sanos” no queden olvidados. Los
hermanos pueden necesitar atención individual o ayuda profesional para manejar
sus sentimientos sobre la situación.
https://www.cincinnatichildrens.org/espanol/temas-de-salud/alpha/d/depression-suicide