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 Drogadicción y sobredosis Mortal

Proemio

El gran problema de la droga en Escocia (y cómo se convirtió en el epicentro europeo de las muertes por sobredosis)
Según los expertos, la pobreza, los traumas y la desigualdad son algunos de los factores que convirtieron a Escocia en la capital europea de las muertes por sobredosis.
Kane Duffy, originario de Edimburgo, comenzó a usar heroína cuando tenía 14 Sólo el año pasado, más de 1.300 personas murieron en Escocia por uso indebido de drogas, una cifra récord por séptimo año consecutivo y estuvo bajo prescripción médica de metadona hasta los 30 años.
Hoy, 14 años después, trabaja como terapeuta especializado en una clínica de rehabilitación escocesa y dice que le devuelve a la sociedad todo lo que gastaron en él.
"Todo el tiempo que me dedicaron los servicios, todo lo que me recetaron, cada vez que la policía tuvo que intervenir en mi vida… Todas estas cosas suman una enorme cantidad de dinero (...). Así que se lo devuelvo a la sociedad a través del trabajo que hago", le dijo a la BBC.
La suya es una historia de superación, pero hay miles de escoceses con adicciones a los que no les ha ido tan bien como a Duffy.
Sólo el año pasado, más de 1.300 personas murieron en Escocia por uso indebido de drogas, una cifra récord por séptimo año consecutivo.
Tanto expertos como dirigentes locales utilizan la palabra crisis para describir la situación que hace de Escocia la nación europea con más muertes por sobredosis.
Registra, por mucho, una tasa de mortalidad por drogas más alta que cualquier otro país de Europa.
Según cifras del Registro Nacional de Escocia y el Observatorio Europeo de las Drogas, tuvo 318 muertes por drogas por millón de habitantes de entre 15 y 64 años en 2019. Le siguieron, muy por detrás, Suecia y Noruega con 81 e Irlanda con 71.



Y el número de muertes relacionadas con las drogas en Escocia no ha parado de aumentar en los últimos 20 años. Hoy es casi tres veces mayor que hace una década, y la tendencia al alza se ha acelerado desde 2013.

Muchos se preguntan cómo esta nación constituyente de Reino Unido, con indicadores económicos por encima del promedio europeo y con una envidiable calidad de vida, llegó a este punto crítico.
Desindustrialización
Anna Ross, socióloga de la Universidad de Edimburgo y experta en estudios sobre el alcohol y las drogas, puntualiza que nadie lo sabe con exactitud, pero apunta a una de las consecuencias de la desindustrialización que sufrió Reino Unido en la década de 1980 bajo el gobierno de Margaret Thatcher.
"Escocia tiene un porcentaje per cápita más alto de comunidades que fueron desindustrializadas. Sufrimos y muchas comunidades nunca se recuperaron de eso", le dice a BBC Mundo.
"Tenemos tres o cuatro generaciones que han vivido con el abuso del alcohol y las drogas. También hay que tener en cuenta el psique escocés: tienen más dificultades reconociendo que necesitan ayuda y pedirla", prosigue.
La tasa de mortalidad por drogas de Escocia es más de tres veces y media mayor que la de Inglaterra y Gales.
Según estadísticas oficiales, los escoceses de las zonas más marginadas tienen 18 veces más probabilidades de morir tras consumir drogas que los menos desfavorecidos.
Y es una brecha que se ha ido ampliando. A principios de siglo, el número de muertes era 10 veces más alto en las zonas marginales de Escocia.
Un sistema de salud "arcaico"
Annemarie Ward, directora de Faces & Voices of Recovery UK, una organización de caridad que trata con personas con problemas de drogadicción, le dice a BBC Mundo que la desigualdad, la pobreza y el desempleo explican en parte "el gran problema de drogas escocés".
Pero también responsabiliza al sistema de salud, al que califica de "arcaico", y lamenta que no haya avanzado.
"Obtener una cita en el NHS de Escocia (el sistema regional de salud pública) puede tomar de tres a seis semanas", asegura.
"El NHS escocés tampoco ofrece medicación sustitutiva, mientras que en Inglaterra te la pueden dar el mismo día".
Ward señala asimismo que en Escocia no hay suficientes camas destinadas a la rehabilitación y se ha dejado de invertir en servicios de abstinencia.
Los efectos del "valium callejero"
"Y por último, tenemos un nivel más alto de consumidores de valium, un fármaco cuyo uso se ha expandido por toda la nación escocesa", añade.
La gran mayoría de las muertes relacionadas con las drogas en Escocia ocurrieron en personas que consumieron más de una sustancia, según el último reporte oficial.
Si bien el uso de opiáceos como la heroína y la metadona son una constante en la mayoría de las muertes, los consumidores suelen tomar un cóctel de drogas.
Y es cada vez más frecuente que este incluya las benzodiazepinas, como el etizolam, psicotrópicos de efecto sedante y a ansiolítico que también se conocen como el "valium callejero" y que se venden por menos de US$1 la unidad.
En 2019 ocurrieron 814 muertes relacionadas con el abuso de drogas en Escocia, 752 de ellas de personas que consumieron un fármaco de ese tipo.
Según los expertos, hay quien se automedica y los consume para tratar síntomas de trastornos psiquiátricos, bajones emocionales y síntomas de abstinencia, y otros lo hacen para aumentar los efectos de otras drogas.
De acuerdo a una publicación oficial de mediados de este año, más del 90% de las muertes por drogas que ocurrieron en Escocia en 2020 se debió a sobredosis accidentales, mientras que un 4% se consideró autoenvenenamiento deliberado.
Traumas
La socióloga Anna Ross, de la Universidad de Edimburgo, cree que para solucionar el problema las autoridades escocesas deben invertir más en prevención en comunidades menos desfavorecidas y enfocarse en los afectados en estas zonas.
Pero también, según ella, se debería invertir en terapias para curar traumas.
"Ha habido estudios interesantes que apuntan a que otra de las razones puede ser que en la población escocesa hay un nivel alto de traumas, que pueden ser debido a abuso físico o sexual infantil, pobreza, carencias o aislamiento", explica.
"El trauma es una de las razones por las que la gente cae en el abuso de drogas".
Annemarie Ward, de Faces & Voices of Recovery UK, considera que antes que nada tiene que haber cambios en el sistema de salud.
"En Inglaterra y en Gales los servicios se enfocan más en la recuperación y rehabilitación, mientras que en Escocia se concentran solo en manejar la afección de las personas y no necesariamente en ayudarlas a mejorar y hacerles seguimiento", señala.
Delito menor
Algunas de las medidas que han tomado las autoridades escocesas ante la cifra de muertes han causado revuelo.
La semana pasada, la fiscal principal de Escocia, Dorothy Bain, anunció que los consumidores de drogas de clase A (cocaína, heroína, MDMA, etc.) ahora podrían recibir una advertencia policial en lugar de ser procesados.
Los conservadores escoceses criticaron la medida y juzgaron que se trataba de una "despenalización de facto" de sustancias mortales.
Pero Bain insistió en que el creciente número de muertos representaba una "emergencia de salud pública" y que esta reorganización podría ayudar a abordar el problema.
Ross, que ha trabajado como testigo experta en casos judiciales relacionados con las drogas, explica que el elemento criminal del uso de las drogas empuja a la gente hacia la delincuencia.
Para ella, la decisión del gobierno escocés de calificar el uso de drogas de clase A como un delito menor es "un paso en la dirección correcta, pero no solucionará el problema": a la mayoría de los que consumen drogas no les importa si es un crimen o no, dice.
"Pero al final son los más desfavorecidos los que terminan atrapados en el sistema de justicia penal y no los consumidores de clase media".
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-58671379

Desarrollo

-I-
Informe de la ONU sobre drogas: más consumidores y más muertos en el mundo
El más reciente Informe Mundial sobre las drogas de la ONU concluye dos hechos contundentes: el consumo de drogas causa más muertes que nunca y el mercado ilegal también tiene máximos históricos.
A pesar de la lucha contra el narcotráfico, la tendencia del consumo de drogas -naturales y sintéticas- va en aumento. También su producción, solo por dar un ejemplo, la cocaína llegó a su máximo histórico con 1.976 toneladas producidas en 2017.
El principal hecho que preocupa a la ONU es el aumento de muertes relacionadas con el consumo de las drogas ilegales. En 2017, por lo menos 585.000 personas habrían muerto, un incremento notable frente a los 450.000 que hubo en el 2015.
La mayoría de los muertos son resultados de sobredosis con opioides, por lo menos 6 de cada 10 drogadictos muertos; una situación que preocupa a Estados Unidos donde se declaró una grave crisis de salud pública por este motivo.
Y es México, tras Afganistán, el segundo productor de opio en el mundo. El país asiático produce 6.400 toneladas y el país azteca 586 toneladas.
En África, el consumo de un opioide utilizado para el dolor, el Tramadol, se ha convertido en una verdadera crisis de salud pública. La droga es un potente analgésico y es utilizada para mejorar el rendimiento intelectual y físico, quitar el hambre y las necesidades de dormir.
La producción de cocaína creció un 25% más que el año anterior
Otro dato interesante es que, según el informe, el 5.5% de la población mundial de 15 a 64 años consumió drogas. La droga que más se utiliza es el cannabis con 188 millones de consumidores.
La producción de cocaína creció un 25% más que el año anterior. Y el 70% de la producción de esa droga, con una pureza de cien por cien, proviene de Colombia. Y aunque la droga incautada por las fuerzas de seguridad va en aumento, eso no parece afectar el consumo y la demanda por la droga.
El informe también resalta que las drogas sintéticas están en auge. En Asia son las más consumidas, pero en el mundo hay por lo menos 29 millones de consumidores de anfetaminas. Unos 21 millones de consumidores toman éxtasis.
Entre los pocos aspectos positivos que destaca la ONU, es que la comunidad internacional ha logrado detener la proliferación de drogas sintéticas fabricadas con sustancias psicoactivas.
La ONU también señala que la legalización del cannabis con fines recreativos ha permitido su auge. Entre 2007 y 2017 el número de estadounidenses que consumió marihuana se incrementó en un 67% entre quienes la consumieron una vez y 130% entre quienes lo hicieron a diario.
Y como si no fuera suficiente, de los 11 millones de personas que se inyectaron drogas, 1.4 millones viven con VIH y 5.6 con hepatitis C.

https://www.france24.com/es/20190626-informe-onu-droga-muertos-causa


-II-
Las muertes mundiales causadas por las drogas se han duplicado en una década
24 junio 2021

Viena, 24 jun (EFE).- Las muertes causadas por las drogas cada año se han duplicado en el mundo en la última década, hasta alrededor de medio millón de personas, mientras que el número de consumidores también se ha incrementado un 22 % en el mismo periodo, hasta un total de 275 millones.
El Informe Mundial sobre las Drogas de Naciones Unidas, difundido este jueves en Viena, estima que alrededor de medio millón de personas murieron en 2019 por causas directamente relacionadas con el consumo de drogas, una cifra similar a las de 2018 pero el doble que hace una década.
"DROGAS MÁS DAÑINAS"
Este aumento, según la ONU, apunta que "el consumo de drogas se ha vuelto más dañino" ya que hay más drogas disponibles y son más potentes.
Las drogas más letales son los opioides, como la heroína, responsables de muertes por sobredosis y vinculadas a enfermedades como el VIH o la hepatitis C.
Más de la mitad de las muertes totales se debieron a cáncer de hígado, cirrosis y otras enfermedades hepáticas crónicas derivadas de la hepatitis C.
El aumento de los fallecimientos se debe también al gran incremento de las sobredosis atribuidas al uso de opioides sintéticos como el fentanilo. Solo en EE.UU. se registraron en 2019 alrededor de 50.000 muertes por sobredosis por ese tipo de estupefacientes.
MÁS CONSUMIDORES
En el mundo alrededor de 275 millones de personas consumieron alguna droga en el último año, frente a los 226 millones que se calculó en 2010. Ese aumento del 22 por ciento se debió en parte al incremento en la población mundial.
Según esas estimaciones, alrededor del 5,5 % de la población de entre 15 y 64 años ha consumido drogas al menos una vez en el último año.
La droga más popular es el cannabis, con alrededor de 200 millones de consumidores, seguido por los opioides con 62 millones, mientras que de cocaína hay unos 20 millones de usuarios.
En el mundo se calcula que existen más de 36 millones de personas con problemas graves de drogadicción, un incremento importante desde los 30 millones calculados en 2016.
El consumo de drogas aumentará en el mundo un 11 por ciento, pero la mayor parte del incremento se producirá en los países con menos recursos.
Mientras que en África se calcula que hasta 2030 aumente en más de un 40 % el número de consumidores, de 60 a 86 millones, en Europa bajarán de 42 millones a 39. En América Latina también se calcula que se producirá una leve bajada, de 19 millones a 17.
La llegada de una nueva generación de drogas sintéticas más baratas, la expansión del uso de opioides como el tramadol en África y el aumento de la potencia de las drogas, se han conjugado para ofrecer una tendencia preocupante en los países con menos recursos.
El tramadol es un potente analgésico de la familia de los opioides cuya producción y venta ilegal se ha disparado en África, donde está generando muchos problemas sanitarios.
PERCEPCIÓN DEL RIESGO
El informe destaca también que ha bajado la percepción del riesgo entre los jóvenes sobre el consumo de cannabis, pese a que el principio activo de esta droga es cuatro veces más potentes que hace 20 años.
El porcentaje de adolescentes que perciben el cannabis como dañino se redujo en un 40 % en Estados Unidos y en un 25 % en Europa, según la ONU, que destaca que su consumo a largo plazo está vinculado a daños cognitivos.
"La menor percepción de los riesgos del consumo de drogas se ha relacionado con tasas más altas de consumo, y los hallazgos del Informe mundial sobre drogas 2021 de la ONUDD destacan la necesidad de cerrar la brecha entre la percepción y la realidad para educar a los jóvenes y salvaguardar la salud pública", sostuvo la directora ejecutiva de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Ghada Waly. EFE
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https://www.swissinfo.ch/spa/onu-drogas_las-muertes-mundiales-causadas-por-las-drogas-se-han-duplicado-en-una-d%C3%A9cada/46731758



-III-
La letalidad de las drogas: Hasta 253.000 muertes al año


Las muertes anuales causadas por el consumo de drogas en el mundo según Naciones Unidas llega hasta los 253.000, siendo los derivados del opio los más letales, y advierte sobre un incremento del uso de narcóticos en América Latina, África y Asia.
Un informe de la oficina de las Naciones Unidas contra las droga y el Delito (Onudd) estima que las muertes por el uso de drogas ilícitas pasan de 99.000 a 253.000 muertes. La mayoría de esas muertes, se podrían evitar, ya que la mayoría fueron casos de sobredosis de personas dependientes de opiáceos.
Este documento ha sido entregado por la secretaría de la Onudd a los países que participan esta semana en la Comisión de Estupefacientes de la ONU. «En Europa ,las muertes relacionadas son de uno de cada 110 fallecimientos, mientras que en Asia uno de cada 100, África uno de cada 150 y en América del Sur una de cada 200 muertes aproximadamente», indica el informe.
Las zonas del mundo con más muertes relacionadas con las drogas son América del Norte y Oceanía, que afecta a uno de cada 20 fallecidos, en personas de 15 a 64 años de edad. Esta alta incidencia se debe a que hay un mejor seguimiento y comunicación de las muertes causadas por las drogas, así como un mayor consumo, reconoce la Onudd.
Los opiáceos siguen siendo una de las drogas que más daño hacen a nivel mundial, debido a la demanda de tratamiento, el consumo de drogas por inyección y las infecciones por el VIH, así como las muertes relacionadas. La droga que más se consume en el mundo es el cannabis, seguida por las anfetaminas y sus derivados.
A escala mundial, el descenso del consumo del consumo de narcóticos, como la cocaína, la heroína o el cannabis, en EEUU y Europa, se ve neutralizado por el creciente uso de esas drogas en partes de África, América del Sur y Asia.
En 2010, la ONU calcula que de 153 a 300 millones de personas de entre 15 a 64 años en todo el mundo, consumieron alguna droga al menos una vez al año. Los consumidores más problemáticos de drogas, son entre 15.5 y 38.6 millones de personas, los cuales usan de forma habitual cocaína o derivados del opio, o incluso ambas.
Las drogas más peligrosas
Los consumidores de narcóticos inyectables, los más peligrosos, como la heroína, otros opiáceos, metanfetaminas y cocaína, ascienden de 11 a 22 millones de personas.
Y únicamente para la cocaína, se prevé que en 2010 hubo entre 13 y 19.5 millones de consumidores, añade la Onudd, que pone de manifiesto que tan solo un 20 por ciento de los casos más problemáticos tienen acceso a tratamientos.
España
En el caso de España el consumo de drogas es uno de los principales problemas de salud pública. La infección por VIH ha presentado uno de los mayores problemas de salud, asociados al consumo de drogas en España, en los últimos 20 años.
El VIH no es la única infección que causa el consumo de drogas, si no que tres cuartas partes de las personas que consume drogas inyectables tiene hepatitis C y uno de cada ocho es positivo en hepatitis B.
Los últimos datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) muestran que en 2017 fallecieron casi 760 personas por Envenenamiento accidental por psicofármacos y drogas de abuso.
https://amasapoyosocial.org/la-letalidad-de-las-drogas-hasta-253-000-muertes-al-ano/

 
-IV-
Drogas en América: Más muertes por sobredosis en Estados Unidos y mayores incautaciones en Sudamérica
10 Marzo 2022
El informe anual de la junta especializada en estupefacientes registra un aumento del 28,5% de sobredosis fatales en Estados Unidos mientras que en Canadá crece el consumo de drogas cada vez más tóxicas. En América Latina, los traficantes abren nuevas rutas y redes pese a las restricciones de la pandemia. En Sudamérica se incrementan las confiscaciones de cocaína.
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) alertó del aumento de muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos y Canadá en su informe anual 2021 divulgado este jueves.
En su análisis por regiones, el estudio detalla que en Estados Unidos fallecieron por ese motivo más de 100.000 personas en los doce meses previos a abril de 2021, un incremento de 28,5% con respecto al año previo. De esos decesos, 75.600 fueron causados por opioides, lo que supuso cerca de 20.000 fallecimientos más que el año anterior.
Ese país norteamericano padece una epidemia de consumo de opiáceos que requieren la prescripción de un doctor y que se recetan como analgésicos controlados para pacientes con dolores muy fuertes.
Canadá, por su parte, ha registrado un alza de las sobredosis y muertes por consumo de opioides desde que comenzó la pandemia de COVID-19. Según la JIFE, esto se debe en gran parte a la oferta de drogas cada vez más tóxicas.
El alarmante aumento de las sobredosis se ha agudizado en ambos países con las muertes causadas por psicoestimulantes como las metanfetaminas.
Con respecto a México, subrayó que alrededor del 40 % de los consumidores de drogas experimentaron un aumento del consumo de estupefacientes debido al estrés, la ansiedad o el aislamiento resultantes de la pandemia de COVID-19.
Asimismo, citó una alza preocupante de la demanda de tratamiento por consumo de estimulantes de tipo anfetamínico desde 2017 y agregó que la mayoría de las muertes relacionadas con el consumo de sustancias también estuvieron asociadas a esos productos.
La JIFE, que ha reiterado su preocupación por la despenalización del consumo de cannabis no médico, reporta que si bien en Estados Unidos está sometido a fiscalización a nivel federal, seis estados más promulgaron leyes para permitir a las personas adultas su consumo y posesión de cannabis con fines no médicos.
En Canadá se autorizó el uso lúdico del cannabis desde 2018 y México se sumó a esa despenalización en 2021.
Nuevas rutas y recursos digitales
El apartado dedicado a América Latina destaca que se incautaron cantidades mayores de cocaína y precursores el año pasado debido a que los grupos delictivos organizados aumentaron el tamaño de los envíos para compensar las pérdidas sufridas durante los primeros meses de la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, los narcotraficantes también abrieron nuevas rutas y redes pese a las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria, inclinándose por las vías aéreas y marítimas.
“Al parecer, las organizaciones delictivas están transportando cocaína desde Bolivia aprovechando el sistema fluvial Paraguay-Paraná, formado por 3400 km ininterrumpidos de ríos que comunican Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay con el océano Atlántico”, explica el informe.
Del mismo modo, esos grupos usan más el Internet, especialmente la Web oscura y las redes, para vender en línea drogas que después se distribuyen mediante servicios postales y de mensajería.
Cocaína y éxtasis
En cuanto al cultivo, la JIFE señala que la siembra de arbusto de coca sigue disminuyendo en Colombia por las actividades de erradicación que lleva a cabo el gobierno, entre otras razones.
Mientras tanto, en Bolivia y Perú ese cultivo aumentó posiblemente por la suspensión de las labores de erradicación durante las restricciones de la pandemia y por la creciente incertidumbre económica e inestabilidad política.
Las autoridades de Europa y África notificaron un incremento de la cocaína procedente de Sudamérica.
El informe da cuenta, además, de un aumento de las drogas similares al éxtasis, así como de nuevas sustancias psicoactivas y precisa que entre 2015 y 2019 Brasil, Chile y Argentina tuvieron cifras récord de incautaciones de estupefacientes parecidos al éxtasis.
La JIFE alertó sobre la tasa de consumo de ese tipo de narcóticos entre los estudiantes de enseñanza secundaria y universitaria y advirtió que cada vez hay más sustancias psicoactivas nuevas que se venden haciéndolas pasar por otras drogas.
En otro renglón, más gobiernos sudamericanos han regulados el cultivo, la fabricación y el comercio de cannabis con fines médicos, científicos e industriales, y algunos países tienen la intención de establecer industrias del cannabis para ayudar en los esfuerzos de recuperación económica post pandemia.
Escasez de opioides para enfermos
De Centroamérica y el Caribe, el estudio indica que no hay suficientes narcóticos para uso médico y destaca que la disponibilidad de analgésicos opioides para su consumo por personas enfermas es una de las más bajas del mundo.
Por otro lado, resalta la falta de datos para determinar la prevalencia de la ingesta de drogas en las naciones centroamericanas y caribeñas, pero apunta que el consumo de cannabis y cocaína, la proliferación de nuevas sustancias psicoactivas y el uso de medicamentos sometidos a fiscalización sin receta médica siguen siendo cuestiones preocupantes.

https://news.un.org/es/story/2022/03/1505412


-V-
Existe una epidemia oculta entre las personas mayores: la adicción a las drogas
La pandemia ha tenido un impacto desproporcionado en el bienestar de la tercera edad, un grupo de población que esconde una epidemia de consumo de drogas y cuyas muertes por esta causa, muchas por sobredosis, va en aumento, alerta la entidad internacional que fiscaliza los narcóticos, llamando a las
autoridades sanitarias a reconocer esta realidad y a no dejar atrás a estas personas en aras del combate a la pandemia de COVID-19.

La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) advirtió este jueves que el consumo de drogas y las muertes relacionadas con ellas se han incrementado entre las personas mayores, al igual que la cantidad de individuos en tratamiento por ese problema de salud.
En su informe anual correspondiente a 2020, la JIFE recomendó aceptar la existencia de esa esta epidemia oculta y atender a este grupo de población, que a menudo se pasa por alto, garantizándoles el acceso a los servicios de salud y bienestar necesarios.
La publicación señala que las personas de la tercera edad son un grupo demográfico ignorado de consumidores de sustancias con necesidad de tratamientos específicos y con desafíos específicos relacionados con la edad, como pueden ser el aislamiento y las limitaciones físicas. “Es apremiante un apoyo extendido e integrado para ayudar a revertir una tendencia alarmante”, apunta.
Envejecimiento veloz
La Junta dice que la rapidez del envejecimiento de la población mundial acelera la tendencia de la adicción a las drogas de los adultos mayores, aunque indica que la mayoría de los países carecen de datos suficientes para diseñar estrategias adecuadas.
Como un primer paso para contrarrestar la epidemia, la JIFE recomienda aumentar la investigación sobre los trastornos por consumo de estupefacientes entre las personas mayores y pide a los gobiernos que mejoren el acceso a los servicios de salud y tratamiento necesarios diseñados para este grupo poblacional.
Según las Naciones Unidas, en 2019 había 703 millones de personas mayores de 65 años y se prevé que esta cifra se duplique para 2050, cuando llegará a 1500 millones de personas. En 2050, el 16% de la población mundial total tendrá más de 65 años, lo que corresponde a una de cada seis personas en la Tierra.
La información de Estados Unidos y Europa sugiere que el aumento del abuso de sustancias en este grupo etario se produjo principalmente en países de ingresos altos y podría resultar del envejecimiento de la generación de los “baby-boomers”, nacida entre 1946 y1964.
La JIFE atribuye las lagunas de datos epidemiológicos de estas personas a que las encuestas se han centrado principalmente en adultos jóvenes y grupos en riesgo de entre 15 y 65 años. “Ha habido una tendencia entre los científicos a ignorar el abuso de sustancias en las personas mayores de 65 años y esa escasez de datos ha hecho que los gobiernos no presten atención a este tema al desarrollar políticas y programas”, explica.
El estudio divide en dos grupos a las personas mayores con problemas de abuso de sustancias: los usuarios de “inicio temprano”, que tienen un largo historial de uso de sustancias ilícitas y continúan consumiendo sustancias hasta la vejez y los usuarios de “inicio tardío”, que comenzaron a consumir drogas a una edad más avanzada.
Las razones para desarrollar drogadicción entre quienes empiezan a usar narcóticos como adultos de edad media son complejas y están determinadas por distintos factores y experiencias.
Por ejemplo, la JIFE identifica los problemas de abuso de sustancias resultantes de la prescripción excesiva de analgésicos o al uso indebido de medicamentos recetados. También menciona los problemas de manejo del dolor derivados de enfermedades crónicas o cirugías y los trastornos de salud mental en curso, como la depresión y la ansiedad.
Prevención insuficiente
La Junta enfatiza la falta general de atención por parte de los gobiernos al uso de sustancias entre las personas mayores, que se traduce en un número limitado de programas de prevención y tratamiento para ese colectivo.
Más aún, sostiene que los programas de numerosos países para la prevención del consumo de drogas son insuficientes y, en ciertos casos inexistentes.
Asimismo, apunta que la provisión de tratamiento es deficiente y los mecanismos para combatir el estigma y promover la reintegración social son pocos en prácticamente todo el mundo.
El texto considera que el estigma se agrava por la tendencia desproporcionada del derecho penal a tratar como delincuentes a los consumidores de estupefacientes, en vez enfocar el problema como un cuestión de salud que requiere atención adecuada.
Pandemia y medicamentos controlados
La pandemia de COVID-19 ha aumentado la demanda de algunos medicamentos controlados. Del mismo modo, los cierres, los controles fronterizos y las medidas de distanciamiento físico han interrumpido la cadena de suministro global de medicamentos, afectando los servicios sanitarios y el acceso a los medicamentos, incluso para las personas con trastornos de salud mental y uso de sustancias.
Además, el aumento en la demanda de medicamentos necesarios para el tratamiento de pacientes con COVID-19 ha reducido aún más la disponibilidad de algunos medicamentos que contienen sustancias controladas. Para hacer frente a la menor oferta, algunos gobiernos han recurrido a planes de contingencia que provocan escasez de algunas medicinas en otros países.
La JIFE abogó por la previsión de los países de su demanda de esos medicamentos y por la simplificación de los requisitos administrativos y logísticos para adquirirlos. Asimismo, instó a todos los gobiernos asegurar el acceso continuo a los servicios de prevención y tratamiento para las personas con problemas de salud mental y dependencia de las drogas.
América Latina
Con respecto a la producción, el consumo y el tráfico de sustancias ilícitas en los países latinoamericanos y caribeños, el documento subraya que el narcotráfico y otros delitos transnacionales como la actividad de las maras siguen propiciando corrupción, violencia e inestabilidad social y política en las zonas desfavorecidas del subcontinente. (Una mara es una forma de pandilla originaria de los Estados Unidos, que se extendió a países centroamericanos como El Salvador, Honduras y Guatemala.)

Agrega que las medidas implementadas por los gobiernos de la región en respuesta a la pandemia de COVID-19 resultaron en una disminución del tráfico de drogas.
Sin embargo, también resalta la predominancia que han cobrado el tráfico y consumo de las drogas sintéticas y las nuevas sustancias psicoactivas en la última década y asevera que ahora merecen el mismo nivel de seguimiento y vigilancia que el cannabis, la cocaína y otros narcóticos sometidos a fiscalización internacional.
Norteamérica
Las sobredosis y las muertes por ese motivo suponen una crisis regional en el norte del continente americano.
Los decesos por consumo de drogas ilícitas aumentaron en 2020, y el tráfico y se incrementó el uso de fentanilo, cocaína y metanfetamina. Además, la amenaza de los opioides sigue siendo epidémica y la toxicidad de las drogas fabricadas ilícitamente continúa escalando.
Las medidas de legalización del cannabis y las iniciativas de despenalización en América del Norte siguen su evolución y dan forma al mercado regional del cannabis. Algunos gobiernos locales y nacionales de la región han aprobado medidas para legalizar y despenalizar el uso del cannabis con fines no médicos.
En Estados Unidos, Oregon y Washington, D.C. autorizaron medidas adicionales de despenalización de estupefacientes relacionadas con otras sustancias ilícitas, como la psilocibina.
México, por su parte, está a un paso de aprobar el proyecto de ley para enmendar las regulaciones de cannabis del país que permitirán el consumo de adultos con fines no médicos. Las políticas y enfoques de control de drogas de México se centran más en la salud pública. Actualmente, la iniciativa se encuentra en el Senada tras haber recibido el visto bueno de la Cámara de Diputados.

https://news.un.org/es/story/2021/03/1490002


-VI-
Récords de cultivo de hoja de coca, nuevos cárteles y aumento de la violencia: la droga en América Latina
27 Febrero 2020
Un nuevo informe sobre el estado de los estupefacientes en la región revela cómo los máximos históricos de narcotráfico van de la mano con el aumento de la violencia, los esfuerzos por acabar con esta lacra y los desafíos que supone a nivel mundial, entre ellos el uso del lado oscuro de Internet, a través de la llamada red oscura o dark web.
El cultivo de hoja de coca en América del Sur se ha duplicado entre 2013 y 2017, al tiempo que la violencia vinculada a la droga ha aumentado, especialmente en Brasil, Colombia y Venezuela, país este último en el que ha aparecido una nueva red informal de narcotráfico conocida como el Cartel de los Soles”, según revela el último informe 2019 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes.
La superficie total destinada al cultivo ilícito de la planta de coca en América del Sur creció de las 120.600 hectáreas en 2013 a un récord histórico de 245.000 en 2017.
Al mismo tiempo, el estudio estima que la fabricación ilegal mundial de cocaína también alcanzó un nuevo máximo histórico de 1976 toneladas en 2017, impulsada principalmente por el aumento de su fabricación en Colombia.
Pese a la disminución del 1,2% del cultivo ilícito de la planta de coca en Colombia, Luis Alberto Otárola, miembro de la Junta definió este problema como “muy complejo y grave”.
“No olvidemos que América del Sur es responsable de la producción total de la hoja de coca, pasta base y clorhidrato de cocaína en todo el mundo. Toda la red y las mafias que se originan para trasladar este producto a Europa y, sobre todo a América del Norte ha corrompido a funcionarios y está implicada con la poca predisposición para combatir esta situación en sistemas corruptos”.
Además, ha creado una economía ilegal que se enfrenta a dos problemas.
“Uno, existe una sofisticación en el envío de estos productos, recordemos las incautaciones que se han realizado de minisubmarinos que utiliza el narcotráfico, se han detectado avionetas que van a África, avionetas que permanentemente hacen una ruta del norte de Sudamérica hacia Honduras y El Salvador y de ahí a América del Norte; y también los problemas de violencia social que esto genera. En el informe confirmamos que el 33% de los homicidios mundiales ocurren en América Latina y el Caribe, lo que la convierte en una de las regiones más violentas del mundo”.
El estudio indica que en el Brasil, Colombia y Venezuela la tasa de homicidios es superior a la media regional de 22 por 100.000.
Hay que mejorar la coordinación ente países
Otárola destacó que trabajan codo a codo con los Gobiernos para tratar de apoyarlos en los grandes esfuerzos que la Junta, conocida por sus siglas como JIFE, ha detectado para enfrentar este tema.
“La gran preocupación que tiene JIFE en estos momentos es el crecimiento en la superficie de coca ilegal en los países de la región andina. ¿Por qué? Porque también se ha incrementado la producción potencial de cocaína a un récord histórico de casi 2000 toneladas, según nuestras mediciones”.
Destacó que estas aproximadamente 2000 toneladas se reparten al resto del mundo creando un serio problema internacional.
“Lo que nosotros creemos es que los países también tienen en este momento que mejorar la coordinación y la medición. Hay un país de la región andina que no está midiendo la superficie ilegal de coca generando algunos problemas para elaborar un informe conjunto sobre la región andina. Pero en la perspectiva que hemos trabajado recomendamos que se retome la iniciativa y el modelo de desarrollo alternativo, integral y sostenible que en el caso de Perú ha funcionado muy bien en los últimos años y que tiene que replicarse en las regiones de Sudamérica”.
Las rutas de la cocaína
La gran mayoría de estas 2000 toneladas va del mercado colombiano hacia los Estados Unidos donde se detectó una alta pureza de la cocaína, con el consiguiente aumento de los precios y un rebrote del consumo debido a su alta sofisticación.
Otra gran parte se destina al mercado europeo a través de los puertos africanos o directamente a los muelles del viejo continente, principalmente en Holanda y España.
“Y de la cocaína que sale de Perú y baja desde Colombia por el río Amazonas también se proyectan como países de tránsito por Guyana y Venezuela. También tenemos datos que estaría saliendo ingentes cantidades de este producto hacia Europa por esta ruta: Brasil, Guyana, Venezuela”.
Según el experto, los mayores envíos se producen por vía marítima adheridos a mercancías aparentemente lícitas ya que es más barato.
Venezuela y el “Cartel de los soles”
El informe señala que “en los últimos años, los grupos delictivos organizados han transportado grandes cantidades de drogas ilícitas a Europa y los Estados Unidos desde Colombia, pasando por la República Bolivariana de Venezuela”.
Para controlar ese tráfico, según el documento, en particular el de cocaína a través de Centroamérica con destino a los Estados Unidos, los grupos delictivos organizados controlan los puertos marítimos y utilizan aeronaves ligeras, con las que realizan vuelos ilegales.
A continuación, revela que “hay indicios de que, en la República Bolivariana de Venezuela, los grupos delictivos han logrado infiltrarse en las fuerzas de seguridad gubernamentales y han creado una red informal conocida como el ‘Cártel de los Soles’ para facilitar la entrada y salida de drogas ilegales”.
A este respecto, Otárola indicó que las fuentes de la Junta son “confiables y verificadas”.
“Es uno de los casi 900 párrafos de nuestro informe en el que, efectivamente, se recoge el problema de tránsito en Venezuela y la probable infiltración de una red informal en los sistemas de seguridad. Eso es lo que ha informado la JIFE. Se lo ha alertado también a los Estados que guardan relación con este tema y lo que nosotros conversamos con los Estados es una cooperación reservada”.
El experto indicó que, antes de su publicación comparten el informe con todos los Estados y, posteriormente , se producen reuniones bilaterales con muchos de ellos donde trabajan para mejorar algunos temas detectados en sus estudios anuales.
“Con Venezuela hubo una reunión en Viena y esa reunión la JIFE la mantiene en reserva porque solo es de interés para los Estados y nuestra institución”, dijo. El problema de las pandillas en América central
En América Central y el Caribe, la JIFE observa dos problemas concretos: que forma parte de una zona de tránsito, en especial de cocaína en dirección a los Estados Unidos y la carencia de una estructura de programas de atención de los grupos delictivos organizados, como las bandas locales.
“Las pandillas locales y los grupos delictivos siguen explotando la subregión de Centroamérica y el Caribe como zona de tránsito y, dado que el tráfico de cocaína sigue siendo la fuente de ingresos más lucrativa, se intensifica la competencia, sobre todo en los segmentos jóvenes, para controlar los mercados y para incentivar el consumo de otras sustancias como los opioides y las drogas duras”.
Sin embargo, indicó que la noticia alentadora de la subregión fueron las grandes incautaciones de cocaína en Costa Rica o Panamá, o las más de 13 toneladas aprendidas en El Salvador en 2018, cuando se produjo la mayor confiscación subregional.
Por otro lado, el estudio señala que la mayoría de los países de la región de Centroamérica y el Caribe no recopilan sistemáticamente datos sobre el consumo de drogas ni sobre la disponibilidad de sustancias fiscalizadas para fines médicos y que es necesario que establezcan sistemas y procesos para hacerlo.
El especialista indicó que la JIFE trabaja básicamente con fuentes oficiales de los Estados y con instituciones dedicadas al estudio de fiscalización de estupefacientes.
“En América Central, efectivamente, no se ha podido contactar con cifras oficiales. Existe un desfase en cuanto a la información o no está actualizada o no ha sido trabajada adecuadamente”.
Aclaró que hay un esfuerzo de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas de la Organización de los Estados Americanos (CICAD) “por articular los observatorios de drogas de América Central y el Caribe”, pero que la información sobre este tema es limitada y no está estandarizada a nivel regional.
Otros datos destacados fueron:
La crisis de los opioides en América del Norte
Pese a la ligera disminución del número total de muertes por sobredosis registrada en los Estados Unidos en 2018, la crisis de los opioides de América del Norte sigue siendo motivo de preocupación.
Aunque durante 2018 las muertes relacionadas con los opioides sintéticos, como el fentanilo, aumentaron; las relacionadas con los opioides semisintéticos, como la oxicodona, disminuyeron.
Además, el informe indica que tanto en Estados Unidos como en Canadá la heroína es fácil de obtener y que aumentó el número de organizaciones delictivas involucradas en el mercado ilícito de esta sustancia.
Asimismo, aumentó la disponibilidad y demanda de cocaína en Estados Unidos y Canadá.
La red oscura y el tráfico de drogas, un futuro problema mundial
En América del Norte, el tráfico de drogas en línea a través de redes anónimas sigue agravando las crisis de uso indebido de drogas y sobredosis.
Otárola destacó que hay una red internacional de tráfico de drogas que viene usando la Red Oscura (Dark web) donde las grandes corporaciones del narcotráfico internacional “minimizan la seguridad” para el tráfico y han conseguido hacer “más eficiente” la llegada del producto y “la penalización del traslado de este”. 
“Cada día se pueden inventar hasta uno o dos sustancias distintas. Las legislaciones de los Estados no son lo suficientemente rápidas como para ingresar a las listas prohibidas o controladas de diversas sustancias (...) en ese contexto, las criptomonedas vienen circulando en estas redes oscuras y hace muy difícil la persecución judicial de tráfico de drogas”.
La JIFE destaca en su informe que las autoridades estadounidenses han creado un Equipo Conjunto de Control de Venta de Opioides en la Web Oscura “en las que se persigue el delito, pero también las cuentas de Internet de estos traficantes que requiere una especialización de la policía”.
Otárola indicó que es un delito que cuenta con dos características específicas: es transnacional y que, por su propia naturaleza, tiene mucha facilidad para evadir los controles policiales de los Estados.
“Creemos que en los próximos años esto se podría convertir en un problema mundial, si es que no se establecen las estrategias y la cooperación internacional para tener una visión común y una capacitación a las autoridades policiales de los países que sufren este problema”.
Otros aspectos destacados en América del Norte:
https://news.un.org/es/story/2020/02/1470231


-VII-
Los riesgos de la legalización del cannabis, a debate en el último informe mundial de estupefacientes
5 Marzo 2019
Los expertos aseguran que la experiencia adquirida con el consumo de alcohol y tabaco parece indicar que la legalización del cannabis con fines medicinales hace que las personas consideren menos los riesgos de consumirlo, y aumenta la posibilidad de que caiga en las manos de menores. Mientras tanto, la crisis de los opioides, la falta de medicamentos analgésicos y el narcotráfico continúan siendo temas centrales de preocupación en las Américas.
El uso del cannabis con fines no medicinales contraviene los tratados internacionales de fiscalización de drogas y es un riesgo para la salud, advierte un nuevo estudio de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).
En su informe anual, la JIFE analiza la legalización recreativa del cannabis en varios estados de Estados Unidos y en Canadá y concluye que una regulación insuficiente de su uso con fines médicos, ha permitido que la droga se utilice para otros fines.
"La legalización del cannabis con fines recreativos representa no solamente una dificultad u obstáculo para la aplicación universal de los tratados sino también un problema muy importante para la salud y el bienestar, en particular para los jóvenes”, aseguró Luis Otarola Peñaranda, miembro de la Junta en Perú, durante una entrevista con Noticias ONU.
Otarola explicó que el informe describe una serie de consecuencias del consumo de la marihuana sustentadas en datos de la Organización Mundial de la Salud.
"La intoxicación, los trastornos de conciencia, los trastornos de percepción, los ataques de pánico, las alucinaciones, la reducción de la capacidad para conducir y el aumento del riesgo de lesiones por accidentes de tránsito se han multiplicado por dos, por ejemplo, en el estado de California, en Estados Unidos. Entonces hay efectos adversos a corto plazo, y hay efectos psicosociales a largo plazo del consumo habitual de cannabis”, dijo.
Según la Junta, entre los efectos psicosociales a largo plazo del consumo habitual del cannabis, se encuentra, entre otras cosas, la dependencia. El riesgo es de 1 de cada 10 entre los que lo han consumido alguna vez, 1 de cada 6 en consumidores adolescentes y 1 de cada 3 en consumidores diarios, con resultados más graves y persistentes entre los adolescentes que entre los adultos. 
También existe una relación entre el consumo de esa sustancia y el riesgo de padecer síntomas psicóticos o esquizofrenia, un mayor riesgo de abandono escolar temprano, trastornos cognitivos, uso ilícito de otras drogas, síntomas depresivos y pensamientos y comportamiento suicidas (cuando el cannabis se consume a diario en la adolescencia y la adultez temprana).
Otros riesgos fisiológicos a más largo plazo del consumo habitual del cannabis pueden incluir bronquitis crónica e infartos al miocardio.
El informe destaca además que el consumo de cannabis que se inicia durante la adolescencia puede dañar el desarrollo cerebral en un momento de gran vulnerabilidad.
"Esta información la hemos preparado con todo el respaldo de la academia y de algunos informes de la Organización Mundial de la Salud. Así que creo que es un informe pionero porque en la JIFE por primera vez le estamos “poniendo el cascabel al gato” y estamos abriendo o cerrando y zanjando, si se quiere, un debate de punto de vista jurídico sobre lo que se puede y lo que no se puede hacer”, apuntó Otarola.
Los países no están cumpliendo
El informe además destaca que existen metodologías y marcos jurídicos  muy claros para los países que han legalizado el cannabis con fines medicinales que no siempre se están respetando, y ese control deficiente de los programas puede llevar al aumento del consumo de la marihuana con fines no médicos.
"La primera condición es que exista un organismo nacional que controle la producción y el suministro. En segundo lugar, las convenciones establecen que sea el Estado el que expida las licencias de producción. Estamos hablando del cannabis medicinal y de fines científicos. El Estado tiene que tomar posesión de la materia, es decir de toda la producción. El Estado tendrá que tener derecho exclusivo del comercio al por mayor, es decir, que tiene que establecer una suerte de monopolio de compra para evitar la desviación y, finalmente, los Estados tienen que presentar a la JIFE sus informes y las previsiones de cantidades y el número de pacientes que deben ser atendidos por el uso medicinal del cannabis”.
De acuerdo con la JIFE, el consumo de cannabis ha aumentado entre los adultos mayores de 21 años en los Estados que han aprobado leyes que permiten su uso con fines médicos, y existen tasas más altas de consumo diario y de uso indebido y dependencia. Además, el número de hombres adultos que solicitan tratamiento por trastornos relacionados con el consumo de cannabis ha aumentado más en estos países.
El informe recomienda a los gobiernos que adopten medidas para impedir el cultivo no autorizado de plantas de cannabis y que incauten los cultivos ilícitos y los destruyan. También recomienda que todos los programas de consumo de cannabis con fines médicos se elaboren y apliquen bajo la plena autoridad del Estado, que debe velar porque sea recetado por profesionales médicos competentes de conformidad con la buena práctica médica y sobre la base de pruebas científicas sólidas.
¿Tabaco, alcohol, cannabis?
Según la JIFE, en diversas regiones del mundo se usa una gran variedad de preparados que contienen cannabinoides a fin de ofrecer diferentes formas farmacéuticas y concentraciones de ingredientes activos y psicoactivos con diversas vías de administración. Se usan con la convicción de que aliviarán una amplia variedad de síntomas, a menudo sin pruebas fidedignas de que sean seguros o eficaces.
En 2013, Uruguay legalizó el uso del cannabis con fines no médicos, permitió su venta en farmacias y autorizó el establecimiento de clubes de cultivadores y la producción en el hogar por los consumidores. En 2018, Canadá legalizó la producción comercial y la venta con fines no médicos por adultos; la política se puso en práctica el 17 de octubre del mismo año.
Para la Junta, la experiencia adquirida con el consumo de alcohol y tabaco parece indicar que la legalización reducirá los riesgos percibidos  y la reprobación social de consumirlo, y aumentará la desviación de la marihuana a personas que no han alcanzado la edad mínima para comprarla y usarla.
Según Otarola, es claro que el panorama sobre la cuestión del cannabis ha cambiado a través de los años, por lo que se han modificado poco a poco las convenciones.
"Se ha iniciado un procedimiento interno que por ahora es reservado en la JIFE. Pero se mantiene así un diálogo constante y permanente con los Estados a través de sus representantes”, explicó.
El informe recomienda a los Gobiernos que permiten el uso medicinal de cannabinoides que evalúen los efectos de los programas. Esa vigilancia debería incluir la reunión de datos sobre el número y las afecciones médicas de pacientes que los usan, evaluaciones de sus beneficios realizadas por los pacientes y por los médicos, y tasas de episodios adversos. Además, los Gobiernos deberían vigilar también el alcance de la desviación de esos productos hacia usos no médicos y, en particular, la desviación para el consumo por parte de menores.
La crisis de los opioides en Estados Unidos versus la falta de medicamentos
El informe de la JIFE este año también resalta la preocupante falta de disponibilidad de analgésicos y otros medicamentos importantes, y exhorta a los Gobiernos a que hagan más esfuerzos para poner fin al sufrimiento innecesario de las personas que no tienen acceso a ellos.
¨El 80% de la morfina que se produce en el mundo va al 14% de los enfermos que están ubicados generalmente en los países con mayores ingresos”, apunta Otarola, añadiendo que se trata de un tema de salud pública internacional.
“En los países de bajos ingresos existe una menor posibilidad de acceder a los analgésicos y a las sustancias controladas debido a los precios, al encarecimiento de las medicinas por parte de las empresas farmacológicas y también, ¿cómo no decirlo? por la falta de control del Gobierno nacional”, agrega. El problema tiene varias aristas ya que mientras en algunas partes del mundo, como señala Otarola. hay personas que sufren dolor innecesariamente o son sometidas a procedimientos quirúrgicos sin anestesia porque no hay el debido acceso a medicamentos fiscalizados, en otros lugares, el acceso sin control está dando lugar a la desviación y el uso indebido.
“Se ha perdido un 02,21% de esperanza de vida en toda la población de Estados Unidos entre el 2000 y el 2015. La esperanza de vida por el uso excesivo de los opioides la esperanza de vida en los Estados Unidos disminuyó de 78,7 en 2015 a 78,6 en 2016, con una incidencia muy preocupante de muertes en los jóvenes y en poblaciones poco atendidas por el Estado”, cuenta el abogado, señalando que es una clara prueba del fenómeno que existe en los países del altos ingresos donde existe mucha oferta y poco control.
En los países de medianos y bajos ingresos donde no existen suficiente médicos, la JIFE recomienda que se autorice a una gama más amplia de profesionales de la salud, por ejemplo personal de enfermería especialmente capacitado, para que prescriban sustancias sujetas a fiscalización.
El narcotráfico continúa aumentando en América Latina
El informe detalla un fortalecimiento de las organizaciones dedicadas a la delincuencia organizada transnacional.
“Se ha detectado el incremento del trasbordo de drogas procedentes de América del Sur hacia los principales mercados de drogas en Estados Unidos y Europa”, dice Otarola.
La JIFE ha expresado su preocupación especialmente con lo que está ocurriendo en Honduras a través del traslado y la toma de algunos puntos de este país para el acopio y distribución de estupefacientes hacia América del Norte y hacia Europa.
“Otro dato que preocupa es que el 11% de la incautación mundial por ejemplo de cocaína correspondió a Centroamérica con especial incidencia en Panamá”, recalca el abogado.
En lo que concierne a América del Sur, la principal preocupación de la JIFE es la fabricación ilícita de cocaína, que continúa aumentando. Esto ha repercutido en el mercado europeo, donde los indicios de  disponibilidad  ligados a un mayor consumo, son motivo de preocupación, expresa.
“Nos preocupa especialmente el caso de Colombia. En comparación con 2016, en el 2017 el cultivo ilícito de arbusto de coca aumentó entre un 17 y un 31%. Colombia en 2013 tenía 48 mil hectáreas sembradas de hoja de coca y esta cifra ha subido a 171 mil en el 2017. Entonces es una extensión de hectáreas muy grande, pero a su vez ha surgido un programa especial lanzado por el Gobierno colombiano con apoyo de la UNODC y que está implementando políticas muy serias de desarrollo alternativo integral y sostenible en el país”, añade.
Para Otarola existen dos problemas “de base” por los cuales el narcotráfico continúa pululando en América Latina.
“El primero de ellos es que amplias zonas en América del Sur no tienen ni la infraestructura ni la presencia del Estado. Esto podría presentarse en el caso de Perú, de Bolivia y de Colombia. Existen las condiciones propicias para la siembra y el incremento de los cultivos ilícitos y luego se presenta el fenómeno de la ruta del narcotráfico en América del Sur y existe una ruta muy fuerte que es el río Amazonas en el que confluyen algunos envíos de Colombia y de Perú y luego ingresan por Venezuela y por Guyana o salen hacia Europa y Estados Unidos. Entonces ha aumentado no solamente la cantidad de coca que se siembra, sino también lo que se denomina la producción potencial de cocaína”, explica.
Algunos países de Centroamérica y el Caribe han venido colaborando, con el apoyo de la UNODC y a través de una serie de iniciativas estratégicas, en la lucha contra la delincuencia organizada y el tráfico de drogas y en la promoción de un enfoque eficaz para la reducción de la demanda de narcóticos.
Entre esas iniciativas figuran el Programa Mundial de Fiscalización de Contenedores; el AIRCOP; la Red de Fiscales contra el Crimen Organizado; el proyecto de la UNODC sobre el fortalecimiento de cooperación en investigaciones penales y justicia penal a lo largo de la ruta de la cocaína en América Latina, el Caribe y África Occidental; y los programas de la Oficina de capacitación para la crianza de los hijos y en favor de las familias sólidas orientados a reducir la demanda de drogas.
"La legalización del cannabis con fines recreativos representa no solamente una dificultad u obstáculo para la aplicación universal de los tratados sino también un problema muy importante para la salud y el bienestar, en particular para los jóvenes.”
“En los países de bajos ingresos existe una menor posibilidad de acceder a los analgésicos y a las sustancias controladas debido a los precios.”
“Se ha detectado el incremento del trasbordo de drogas procedentes de América del Sur hacia los principales mercados de drogas en Estados Unidos y Europa.”

https://news.un.org/es/story/2019/03/1452191

-VIII-
26 de junio
Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas,
La ciencia es crucial para ayudar a poner fin al abuso y al tráfico de drogas

26 Junio 2021
El de las drogas es un problema mundial que podría exacerbar los impactos de la pandemia de COVID-19 y obstaculizar una recuperación saludable e inclusiva, advierte el jefe de la ONU.
En el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, celebrado cada 26 de junio, el Secretario General de las Naciones Unidas dijo que al igual que en la pandemia, la ciencia debe guiar la lucha para superar el flagelo de la drogadicción.
El mensaje de António Guterres recordó que la lección aprendida durante la emergencia sanitaria es que para vencer el virus hace falta tanto la ciencia como la confianza en ella.
“La comunidad científica ha desarrollado vacunas seguras y eficaces en tiempo récord. El acceso a información fiable y verificable supone la diferencia entre la vida y la muerte. La acción con base empírica también es crucial en nuestra respuesta al problema de las drogas”, apuntó.
Citó el informe de este año de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, divulgado esta semana, que da cuenta de una duplicación de las muertes relacionadas con el consumo de drogas durante la última década.
Guterres llamó a la solidaridad e instó a los Estados a escuchar a la ciencia y tomar medidas con base científica y en los marcos internacionales acordados.
Advirtió que el problema mundial de las drogas puede agravar los efectos de la pandemia y dificultar una recuperación saludable e inclusiva, por lo que requiere atención urgente.
El líder de la ONU apuntó que si bien la cooperación internacional ha ayudado a limitar la proliferación de nuevas sustancias psicoactivas, el problema se ha trasladado a las regiones más pobres y con sistemas más débiles de control.
Violencia y conflicto
En este punto señaló que el tráfico de estupefacientes y la delincuencia organizada alimentan y perpetúan los ciclos de violencia y conflicto, explicando que mientras los grupos armados y terroristas se benefician del narcotráfico, la crisis derivada de la pandemia ha hecho a millones de personas más vulnerables a los delitos relacionados con las drogas y los cultivos ilícitos.
También destacó que durante la pandemia se ha agudizado la disparidad en el acceso a los medicamentos controlados en los países de renta baja y media. Como ejemplo de esto, refirió que en 2019 el personal médico de África Occidental y Central disponía de cuatro dosis diarias de analgésicos para un millón de habitantes frente a las casi 32.000 dosis que había en Norteamérica.
Guterres llamó a invertir en medidas preventivas para ayudar a salvar vidas, mejorar la salud de la población, aumentar la fuerza de trabajo y reducir los costos de la justicia penal.
En este sentido, subrayó que muchos de los factores de riesgo asociados a la delincuencia y a los comportamientos violentos impulsan también el consumo de drogas, y argumentó que las iniciativas para combatir lastres como el maltrato infantil puede ayudar a prevenir tanto el consumo como el tráfico.
Alianzas público-privadas
Por otra parte, se pronunció por perseguir a los dirigentes de las cadenas de narcotráfico, que son los más beneficiados con el delito, además de que son los que ejercen mayor violencia.
Afirmó que las alianzas público-privadas con empresas tecnológicas, de mensajería y de transporte, son una respuesta de primera línea esencial en la nueva lucha contra los narcotraficantes, ya que éstos se valen cada vez más del comercio legal de mercancías y del servicio postal para mover sus productos ilícitos.
Guterres también enfatizó la importancia de tener mejores datos para detectar en tiempo real los cambios en las rutas del narcotráfico.
“Los sistemas de alerta temprana basados en la ciencia están ayudando a predecir las nuevas amenazas de las drogas. Hace falta más cooperación y apoyo a nivel internacional para ayudar a los países de renta baja a aprovechar estas capacidades avanzadas”, puntualizó.

https://news.un.org/es/story/2021/06/1493782

-IX-
Estas son las drogas que pueden provocar muerte súbita
21 Octubre, 2020
Según los datos del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, la prevalencia del consumo de drogas ilícitas se ha mantenido relativamente estable hasta el año 2017. A partir de ahí parece que la tendencia es a un aumento de su consumo
Las drogas más populares son el cannabis y la cocaína, con una prevalencia del 18,3 y 2,8%, respectivamente, entre las personas de 15 a 35 años. Su consumo sigue siendo bastante más común en hombres que en mujeres. 
La muerte súbita cardíaca es un desenlace fatal, que en población joven guarda una relación importante con el consumo de tóxicos. Estas sustancias actúan a menudo como desencadenantes de arritmias o bien infartos. Según estimaciones estarían presentes casi en la mitad de las muertes de esta causa.
El consumo de tóxicos no parece disminuir en España ni en otros países desarrollados. En población de menos de 35 años ocupa un papel destacado en la aparición de muerte súbita cardíaca. Por ello, medidas encaminadas a la concienciación son muy importantes para dar a conocer sus riesgos y evitar muertes prematuras.
Efectos cardiovasculares de las distintas drogas de abuso
El cannabis posee varios efectos cardiovasculares, entre ellos puede hacer que nuestros vasos sanguíneos reduzcan bruscamente su calibre. Esto se conoce como vasoespasmo y puede producir anginas o infartos. A nivel del sistema nervioso autónomo favorece la aparición de arritmias usualmente benignas. No obstante, la relación directa con muerte súbita parece menor que con la cocaína y otros estimulantes.
La cocaína actúa a múltiples niveles en el ámbito cardiovascular. En el corazón favorece la  excitabilidad de las células cardíacas, haciéndolas más proclives a arritmias malignas, que pueden conducir a una parada cardíaca. A nivel vascular, provoca aumento de la presión arterial y también fenómenos de vasoespasmo coronario. En la sangre aumenta la coagulabilidad y la agregación de las plaquetas, propiciando las trombosis.
El éxtasis, MDMA y otras anfetaminas actúan de forma similar a la cocaína, aumentando la frecuencia cardíaca, la tensión arterial, favoreciendo aparición de arritmias, fenómenos de vasoespasmo coronario y también trombosis.
Los alucinógenos como LSD o la psilocibina tienen menores efectos que la cocaína y las anfetaminas a nivel del sistema nervioso autónomo. No obstante están descritos también arritmias e infartos con su consumo, aunque las complicaciones cardiovasculares son menos frecuentes.
La heroína y otros opiáceos tienen un papel inhibidor, provocando más bradicardia e hipotensión arterial. En intoxicaciones graves, la depresión respiratoria unida a lo anterior puede llevar a una parada cardíaca. 
¿Qué es la muerte súbita cardíaca?
Cuando una persona aparentemente sana sufre una parada cardíaca en la primera hora tras el inicio de los síntomas lo llamamos muerte súbita cardíaca. Generalmente, este cese de los latidos cardíacos va precedido de ritmos cardíacos anormales, como taquicardia o fibrilación ventricular. Se conocen por ello como arritmias malignas.
La aparición de estas arritmias malignas se vincula sobre todo al cese brusco de aporte sanguíneo al miocardio, como sucede en un infarto agudo de miocardio. Por debajo de los 35 años las causas fundamentales suelen ser la presencia de enfermedades previas de la estructura del corazón que se llaman miocardiopatías, o de la transmisión de los impulsos eléctricos, canalopatías.
Pero también es posible que los tóxicos actúen como detonantes de infartos porque hacen que las coronarias se estrechen bruscamente, por vasoespasmos coronarios, o porque propician la aparición de trombosis que las obstruyen. Y también, sin que haya infartos, estas drogas pueden alterar las propiedades eléctricas de las células cardíacas, desencadenando arritmias malignas. 
Es decir, que una persona joven y sana sin miocardiopatías ni canalopatías también puede sufrir arritmias malignas. Y además, como hemos dicho, a parte de estos trastornos eléctricos puede haber infartos precipitados por el consumo de drogas, que además de la muerte súbita, nos dejen otro tipo de secuelas.
Un cóctel peligroso
Estos efectos de los tóxicos parecen potenciarse cuando se combinan entre ellos y especialmente si los mezclamos con bebidas alcohólicas. Un cóctel peligroso es el que integra el consumo de cannabis, alcohol, bebidas energéticas y otros psicoestimulantes. 
En estos casos, el riesgo de arritmias y otros eventos adversos puede llegar a multiplicarse por 4-5 veces. Particularmente con la cocaína el consumo conjunto produce una sustancia, el cocaetileno. La inhibición por cocaetileno de los canales iónicos cardíacos es la principal causa del aumento de la incidencia de arritmias asociadas.
A la llegada a los servicios de urgencias se recomienda hacer una prueba de tóxicos en orina. Especialmente cuando ocurre una muerte súbita en un paciente joven, al ser más frecuente que se deba al consumo de drogas. El encontrar varias sustancias es frecuente por lo que echar la culpa a una determinada sustancia suele ser difícil cuando hacemos investigación.
Conclusiones
El cannabis y la cocaína son las drogas más frecuentemente consumidas entre los jóvenes. Todas las drogas tienen el potencial de provocar eventos cardiovasculares adversos, si bien la cocaína parece asociarse a un mayor riesgo y es de la que tenemos más datos.
La relación entre consumo de drogas y eventos cardiovasculares adversos es compleja de estudiar porque a menudo se toman drogas en combinación. La muerte súbita cardíaca es la consecuencia más peligrosa y se relaciona de forma importante con el consumo de drogas en menores de 35 años. 
Hay que tener en cuenta esta causa, promover el ejercicio físico y la dieta sana entre los jóvenes y alertarles de los riesgos del consumo de tóxicos, incluso aunque no tengan ningún problema cardíaco.

https://cuidateplus.marca.com/bienestar/2020/09/27/son-drogas-provocar-muerte-subita-174993.html


-X-
Informe Mundial sobre las Drogas 2021 de UNODC: los efectos de la pandemia aumentan los riesgos de las drogas, mientras la juventud subestima los peligros del cannabis (o marihuana)
Viena, 24 de junio de 2021
Alrededor de 275 millones de personas en todo el mundo utilizaron drogas durante el último año, mientras que más de 36 millones sufrieron trastornos por consumo de drogas, según el Informe Mundial sobre las Drogas 2021, publicado hoy por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés).
El Informe también señala que en algunas partes del mundo la potencia del cannabis se ha incrementado hasta cuatro veces en los últimos 24 años, aunque el porcentaje de adolescentes que perciben esta droga como nociva se redujo hasta en un 40% a pesar de las pruebas de que su consumo se asocia a una serie de daños para la salud y otros efectos, especialmente entre consumidores habituales.
"Una menor percepción de los riesgos del uso de drogas se ha relacionado con mayores tasas de consumo, y las conclusiones del Informe Mundial sobre las Drogas 2021 de UNODC destacan la necesidad de cerrar la brecha entre la percepción y la realidad para educar a la juventud y salvaguardar la salud pública", dijo la Directora Ejecutiva de UNODC, la Sra. Ghada Waly.
"El tema del Día internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas de este año es Hablemos de drogas. La información salva vidas, el cual enfatiza la importancia de reforzar la información basada en la evidencia y sensibilizar a la ciudadanía para que la comunidad internacional, los gobiernos, la sociedad civil, las familias y las juventudes puedan tomar decisiones informadas, orientar mejor los esfuerzos para prevenir y tratar el consumo de drogas y enfrentar los desafíos globales en materia de drogas."
De acuerdo con el Informe, el porcentaje de Δ9-THC -principal componente psicoactivo del cannabis- ha pasado de alrededor de un 6% a más de un 11% en Europa entre 2002-2019, y de alrededor de un 4% a un 16% en Estados Unidos entre 1995-2019, mientras que el porcentaje de adolescentes que percibe el cannabis como perjudicial disminuyó 40% en Estados Unidos y 25% en Europa.
Además, la mayoría de los países ha informado un aumento del consumo de cannabis durante la pandemia. En las encuestas realizadas a personal de salud de 77 países, 42% afirmó que el consumo de cannabis había incrementado. También se ha observado un aumento del uso no médico de medicamentos durante el mismo periodo. 
Se incrementa el uso de drogas, pero los tratamientos basados en la ciencia se encuentran más disponibles
Entre 2010 y 2019, el número de personas que consumen drogas se incrementó en un 22%, debido en parte al aumento de la población mundial. Basadas únicamente en los cambios demográficos, las proyecciones actuales sugieren un alza del 11% en el número de personas que consumen drogas a nivel mundial para 2030, y un marcado incremento del 40% en África, debido a su población creciente y joven. 
Según las últimas estimaciones globales, alrededor del 5,5% de la población de entre 15 y 64 años ha consumido drogas al menos una vez durante el último año; mientras que 36,3 millones de personas, es decir, el 13% del total de quienes utilizan drogas, sufre trastornos por su consumo.
A nivel global, se estima que más de 11 millones de personas se inyectan drogas, la mitad de las cuales vive con Hepatitis C. Los opioides siguen representando la mayor carga de morbilidad atribuida al consumo de drogas.
Los dos fármacos opioides más utilizados para tratar los trastornos por consumo de opiáceos, metadona y buprenorfina, se han vuelto cada vez más accesibles durante las últimas dos décadas. La cantidad disponible para uso médico se ha multiplicado por seis desde 1999, pasando de 557 millones de dosis diarias a 3,317 millones en 2019, lo que indica que el tratamiento farmacológico con base científica está más disponible ahora que en el pasado. 
La web obscura
Los mercados de droga en la web oscura surgieron hace apenas una década, pero los más grandes alcanzan ya un valor de al menos 315 millones de dólares en ventas anuales. Aunque esto es solo una fracción de las ventas totales de drogas, la tendencia va en aumento, ya que se ha cuadruplicado entre 2011 y 2017 y entre mediados de 2017 y 2020.
La rápida innovación tecnológica, combinada con la agilidad y adaptabilidad de quienes utilizan las nuevas plataformas para vender medicamentos y otras sustancias, puede dar paso a un mercado globalizado en el que todas las drogas estén más disponibles y accesibles en cualquier lugar. Esto, a su vez, podría desencadenar cambios acelerados en los patrones de consumo de drogas y tener implicaciones para la salud pública, según el Informe.
El mercado de drogas repunta y se desplaza
El nuevo Informe muestra que los mercados de drogas han reanudado rápidamente sus operaciones después de la disrupción inicial al comienzo de la pandemia; un repunte que ha desencadenado o acelerado ciertas dinámicas de tráfico ya existentes en el mercado mundial de la droga. Entre ellas se encuentran: envíos cada vez mayores de drogas ilícitas; incremento en el uso de rutas terrestres y marítimas para el tráfico; mayor uso de aviones privados para el tráfico de drogas y un aumento de los métodos sin contacto para entregar las drogas a consumidores finales.
La resiliencia de los mercados de la droga durante la pandemia ha demostrado una vez más la capacidad de los traficantes para adaptarse rápidamente a los cambios de contexto y circunstancias.
El Informe también indica que las cadenas de suministro de cocaína a Europa se están diversificando, lo que hace que los precios bajen y la calidad aumente y amenaza a este continente con una mayor expansión del mercado de cocaína. Es probable que esto aumente el daño potencial causado por la droga en la región.
El número de nuevas sustancias psicoactivas (NPS, por sus siglas en inglés) emergentes en el mercado global se redujo de 163 en 2013, a 71 en 2019. Esto es reflejo de las tendencias en América del Norte, Europa y Asia. Los resultados sugieren que los sistemas de fiscalización nacionales e internacionales han logrado limitar la propagación de las NPS en los países de ingresos altos, donde éstas surgieron por primera vez hace una década.
Riesgos de las drogas, nuevos desarrollos impulsados por la pandemia
El COVID-19 ha desencadenado la innovación y la adaptación de los servicios de prevención y tratamiento de las drogas por medio de modelos más flexibles. Muchos países han introducido o ampliado los servicios de medicina a distancia debido a la pandemia, lo que significa que el personal sanitario puede ahora ofrecer asesoramiento o evaluaciones iniciales por teléfono a las personas que consumen drogas y utilizar sistemas electrónicos para prescribir sustancias controladas.
Aunque todavía no se conoce por completo el impacto de la COVID-19 en los desafíos relacionados con las drogas, los análisis sugieren que la pandemia ha provocado un aumento de las dificultades económicas, lo que probablemente haga que el cultivo de drogas ilícitas sea más atractivo para las frágiles comunidades rurales. El impacto social de la pandemia -que ha causado una mayor desigualdad, pobreza y afecciones en la salud mental, especialmente entre las poblaciones ya vulnerables- representa factores que podrían empujar a más personas al consumo de drogas.
 
https://www.unodc.org/mexicoandcentralamerica/es/webstories/2020/2021_06_24_informe-mundial-sobre-las-drogas-2021-de-unodc_-los-efectos-de-la-pandemia-aumentan-los-riesgos-de-las-
drogas--mientras-la-juventud-subestima-los-peligros-del-cannabis.html



Amiga, Amigo:

10 Artículos recientes dan forma a este escrito de ADVERTENCIA, en especial pensando en la JUVENTUD. Lo concluyo con el artículo número 11 dado la presión que existe por legalizar el consumo recreacional de la marihuana y tener argumentos para que no suceda: ¡Estemos ALERTA!

-XI- 

Efectos de la legalización de la marihuana recreacional

Observatorio Nacional de Drogas
Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación
del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA)
Ministerio del Interior y Seguridad Pública
Gobierno de Chile
Santiago, Chile
Junio, 2021
 

1.

Introducción
Este documento tiene como propósito presentar evidencia sobre los efectos que tiene la legalización de la marihuana recreacional en la economía, seguridad pública, consumo y salud. Para ello, se describen datos disponibles de Canadá, Estados Unidos1 y Uruguay, que abarcan el periodo de implementación de esta medida.
La información que se presenta muestra que, si bien hay diferencias entre las regulaciones de cada país2,
a nivel general la legalización recreacional de la marihuana no ha entregado los resultados esperados,
sino que, por el contrario, presenta una serie de efectos que sugieren actuar con prudencia.

A continuación, se revisan los efectos económicos que la medida ha tenido en estos países, los efectos en la seguridad pública y en el consumo de la droga, y los efectos a la salud. Por último, se presenta un apartado con las principales conclusiones que se obtienen de la revisión de la experiencia internacional sobre legalización del uso recreacional de la marihuana.

 2.
Efectos en economía
Entre los principales argumentos que se utilizan para apoyar la legalización del consumo recreacional de la marihuana, se menciona la posibilidad de eliminar su venta del mercado negro y de obtener beneficios económicos para el gobierno, a través de la recaudación de impuestos, así como para los privados, dueños de negocios que venden esta droga.
Sin embargo, los datos sobre la legalización del uso recreacional de la marihuana indican lo siguiente:
» Continúa la venta en el mercado ilegal.
» El precio en el mercado legal es mucho más alto.
» El monto que se ha recolectado a través de impuestos
no ha sido el esperado.

2.1
Mercado legal: continúa la venta en el mercado ilegal
En Canadá, en el año 2020, entre quienes han consumido marihuana en los últimos 12 meses, un 45% ha obtenido esta sustancia de fuentes ilegales o sin
licencia, y de los cuales, el 58% la obtuvo de alguien a quien conocían, el 22% la obtuvo de un proveedor online no regulado o no autorizado, un 20% de un dealer, y un 19% de una tienda no regulada o no autorizada (Canada Government, 2020).
La venta minorista de marihuana está aumentando en Canadá, con grandes corporaciones que invierten en el mercado. Así, en 2020 se contabiliza el doble
de tiendas que en 2019, con un total de 1.369 puntos de venta (United Nations Office on Drugs and Crime [UNODC], 2021).
Respecto al aumento de puntos de venta, en los estados de Estados Unidos donde el consumo de marihuana es legal, las tiendas con licencias superan el
número de tiendas de cadenas alimenticias populares.
Así, por ejemplo, en Colorado, entre 2018 y 2019 las
tiendas minoristas de marihuana triplican a las tiendas de Starbucks (392) y cuadruplican las de McDonald‘s (208) (Smart Approaches to Marihuana, 2021).
A pesar de lo anterior, las regulaciones sobre la marihuana recreacional no se implementan de manera uniforme en todos los estados. En Colorado, el 67% de las jurisdicciones estatales (216 jurisdicciones) no permiten la venta minorista de productos de marihuana. En California, el estado más grande en legalizar el
uso no médico de marihuana, sólo alrededor del 20% de las ciudades, (89 de 481 ciudades), permiten que las tiendas minoristas vendan marihuana para uso no médico (UNODC, 2021).
En California, para el año 2020, hasta el 80% de la marihuana vendida proviene del mercado negro. En Massachusetts, las ventas ilegales de marihuana
representan casi el 70% del mercado; y en Oregón y Washington más de la mitad de las ventas de marihuana fueron realizadas en el mercado ilegal (Solis, 2021).
En Uruguay, hasta enero de 2020, sólo un tercio de las personas tendrían acceso a marihuana a través del mercado legal (62.000 de los 158.000 consumidores
de marihuana del país) (UNODC, 2021), lo que indica que 7 años después de la aprobación de la ley en este país, el mercado ilegal sigue superando al legal.
Las ventas fuera del sistema legal no desaparecen, pues se observa que “con clientes leales y, a menudo, una ventaja competitiva en precios (sin impuestos) y selec
ción, las tiendas ilegales aguantan” (Rotermann, 2020). 

2.2
Precio: sigue siendo alto
La legalización de la marihuana pretende tener precios más bajos que el mercado ilegal. Sin embargo, la aplicación de impuestos y otras medidas como regulaciones al empaquetado afectan el precio final, por tanto, este sigue siendo alto (Ibarra, 2020).
En Canadá, el precio del gramo de marihuana es en promedio $10.65 dólares canadienses en el mercado legal y $5.93 en el ilegal. Desde la legalización en
ese país, el mercado ilegal ha mantenido precios considerablemente más bajos e incluso estos han ido en disminución (UNODC, 2020c). Estos datos resultan
relevantes, considerando que, entre los consumidores de marihuana canadienses, el factor que más influye en la obtención de esta sustancia es el precio (29%)
(Canada Government, 2020).
En Uruguay, por su parte, la marihuana legal es cada vez más cara. Desde 2017 a febrero de 2021, la marihuana vendida en farmacias pasó de $187 a $350 pesos uruguayos, lo que representa un aumento porcentual de 87,2% (Deutsche Welle, 2021).

2.3
Impuestos: no recaudan lo esperado
En California, la legalización de la marihuana prometía a los votantes recaudar, a través de impuestos, fondos para programas de prevención del consumo de drogas y de reducción de efectos negativos derivados de su consumo. Sin embargo, la baja recaudación que se obtuvo en los primeros años de implementación no permitió destinar estos fondos (Staggs, 2019).
En este estado, que tiene uno de los mercados más grandes de marihuana, el primer año de legalización sólo se recaudó vía impuesto un tercio del monto esperado (345 millones de 1 billón de dólares estimados). Más aún, expertos que asesoran al estado señalaron en su momento que los niveles de impuestos que se aplicaron al legalizar el uso recreacional de la droga son muy altos
y que debe considerarse su disminución (Staggs, 2019). 

3.
Efectos en seguridad pública
Un segundo argumento utilizado para sostener la importancia de legalizar el uso recreativo de la marihuana es la posibilidad de reducir los efectos negativos asociados al tráfico y al crimen (Ibarra, 2020).
La información revisada señala que no sólo no se reduce el tráfico y el crimen asociado a la droga, sino que además se genera otra externalidad negativa y riesgo para la seguridad pública de las personas, como es el aumento de accidentes de tránsito donde los conductores han usado marihuana antes de manejar.
En específico, a partir de los datos sobre la legalización del uso recreacional de la marihuana se observa lo siguiente:
» El mercado negro no desaparece.
» Los delitos presentan un alza.
» Aumentan los accidentes de tránsito con conductores con consumo de marihuana.

3.1
Incautaciones: el mercado negro no desaparece
El número y el tamaño de las incautaciones de marihuana en Estados Unidos provenientes de Canadá están creciendo exponencialmente (The New York
Times, 2021). Esto indica que el cultivo ilegal y el tráfico no se detienen con la legalización, sino que se traslada, en este caso, de país (UNODC, 2020b).
Además del tráfico desde Canadá, en Estados Unidos en 2019, la DEA (Drug Enforcement Administration) incautó 3.232.722 plantas de marihuana outdoor,
770.472 plantas de marihuana indoor, y realizó 4.718 arrestos (Smart Approaches to Marihuana, 2021). Sólo en Colorado, las incautaciones de plantas de mari -
huana ilícitas aumentaron en un 1.500% entre 2013 y 2017, pasando de 4.980 a 80.826 (Smart Approaches to Marihuana, 2021).
En Uruguay, aumentaron en 30% las incautaciones de marihuana entre 2017 y 2018 (Ministerio del Interior de Uruguay, 2019).
 

3.2
Criminalidad: los delitos presentan un alza
No es posible atribuir una asociación directa entre la legalización de la marihuana recreacional y la actividad delictiva. Sin embargo, en Estados Unidos y en Uruguay, luego de la legalización se observa un aumento en la criminalidad.
En Colorado, entre 2014 y 2018, aumentaron en un 16% los delitos contra la propiedad y en un tercio los delitos violentos (UNODC, 2020c). En el mismo periodo, en Washington aumentaron en un 19% los delitos contra la propiedad, de los cuales la mitad involucró hurto mayor o robo, en un 20% las agresiones simples y en 47% las agresiones graves (Ibarra, 2020; UNODC, 2020c).
En Uruguay, por su parte, las tasas de criminalidad aumentaron en un 60,9% entre 1997 y 2019, con un récord histórico de 414 homicidios en el año 2018
(Asmann & O‘Reilly, 2020).


3.3
Conductores con consumo de marihuana: aumentan los accidentes de tránsito
En términos generales, la legalización de la marihuana recreativa en Estados Unidos se asoció con un mayor riesgo de accidentes de tránsito mortales del
15% y un aumento relativo de las muertes asociadas del 16%, lo que podría resultar, a escala nacional, en 4.843 muertes adicionales por año (Windle et al.,
2021). En 2019, la información disponible muestra que 12 millones de estadounidenses reportaron conducir bajo la influencia de la marihuana, lo que representa un 4,7% del total de la población de conductores de ese país (Smart Approaches to Marihuana, 2021).
En relación con los efectos de este tipo de conductas, la última evidencia disponible para Colorado indica que la implementación de la ley que legaliza la marihuana recreativa está asociada con el aumento de los choques de vehículos y muertes por accidentes de tránsito. En este estado, entre 2013 y 2018, aumentaron las muertes por accidentes de tránsito que involucran a conductores que dieron positivo por marihuana, pasando de 55 a 115 personas fallecidas. En 2018, el 18,2% de todas las muertes por accidentes de tránsito en Colorado involucraron a un conductor que dio positivo en marihuana.
En Washington, comparado con los años previos a la legalización, se duplicó el número de conductores que dieron positivo por marihuana después de un accidente fatal en los años posteriores a la legalización, llegando a 18,0% (Smart Approaches to Marihuana, 2021).
Un fenómeno que preocupa es la cantidad de escolares que declaran conducir después de haber consumido marihuana. En Washington, un estudio realizado en 2018 encontró que más de la mitad de los estudiantes de cuarto medio usuarios de marihuana en el último mes habían conducido un vehículo motorizado dentro de las tres horas luego de consumir la droga (UNODC, 2020c).
En el caso de Alaska, en 2020, 1 de cada 10 estudiantes de secundaria declaró conducir después de consumir marihuana (Smart Approaches to Marihuana, 2021).
El uso de marihuana y conducción también está asociado a una baja percepción de riesgo sobre las consecuencias negativas de comportamiento. Así, datos de 2019 indican que el porcentaje de personas que afirman que conducir luego de una hora de consumir marihuana es peligroso es 25 puntos porcentuales menor que el porcentaje de quienes consideran que conducir bajo la influencia del alcohol es peligroso (70% y 95,1% respectivamente) (Smart
Approaches to Marihuana, 2021). 

4.
Efectos en consumo de marihuana
El tercer argumento, y quizás uno de los más mencionados para legalizar el uso recreativo de marihuana, es que de esa manera se podrá reducir el consumo de la droga en menores de edad y permitir el acceso a marihuana legal en los adultos.
Sin embargo, en los países que han legalizado el uso recreativo de marihuana esto no ha sucedido.
Además, se observa que el facilitar el acceso a la población adulta ha tenido una serie de efectos negativos, como es el aumento del uso de la sustancia
en embarazadas.
Así, los datos sobre la legalización del uso recreacional de la marihuana indican lo siguiente:
» Aumenta el consumo en población general.
» No disminuye el consumo en menores de edad y se
comienzan a producir una serie de efectos nocivos para
el desarrollo de estos.
»
El uso en embarazadas es cada vez mayor. 

4.1
En población general: aumenta el consumo
La marihuana continúa siendo la droga más ampliamente usada a nivel mundial. Se estima que alrededor de un 4% de la población mundial entre 15 y 64 años consumió marihuana al menos una vez durante el 2019, el equivalente a 200 millones de personas (UNODC, 2021).
En Canadá, el consumo de marihuana el último mes aumenta de 15% en 2018 a 17% en 2019, luego de la legalización, y llega a 18% en 2020, pasando de 4,5 millones de personas en 2018 a 6,2 millones en 2020. El consumo de marihuana el último año aumenta de 22% en 2018 a 25% en 2019, y llega a 27% en 2020 (Rotermann, 2020; Rotermann, 2021; UNODC, 2021). Un análisis con datos antes de la legalización de uso no medicinal de marihuana, justo luego y un año después, muestra aumentos en uso reciente y uso regular de esta sustancia. Hacia finales de 2020, el 7,9% de quienes consumieron marihuana durante
los últimos 3 meses reportaron uso diario o casi diario (5,4% en 2018 y 6,1% en 2019) (UNODC, 2021).
En Estados Unidos, respecto a la población de 18 años o más, entre 2010 y 2019 aumentó en un 60% el consumo de marihuana último año y en un 75% el
consumo de marihuana último mes (UNODC, 2021). En 2019, el consumo de marihuana año en Estados Unidos fue de 16,7%. El consumo en la mayoría de
los estados que han legalizado la marihuana es superior al promedio nacional: Vermont (27,0%), Oregón (27,0%), Colorado (26,3%), Washington (25,6%),
Alaska (25,0%), Maine (24,8%), Nevada (23,9%), Massachusetts (22,2%), Michigan (20,8%), Montana (20,1%), California (20,1%) y New York (17,3%)
(SAMHDA, s.f.).
En Uruguay, la prevalencia de consumo de marihuana al año aumenta en población general de 8,3% en 2011 a 14,6% en 2018, mientras la prevalencia de consumo de marihuana mes crece en un 35% entre 2014 y 2018, alcanzando un 8,9% en 2018 (Observatorio Uruguayo de Drogas, 2019).


4.2
En población escolar: sus efectos son nocivos
La marihuana es la droga más usada entre los jóvenes.
En 2018, el consumo anual entre jóvenes de 15-16 años, a nivel mundial, llega a un 4,7%, y es superior al consumo en población general, que alcanza un 3,9%
(UNODC, 2020a).
En 2020, el promedio de consumo de marihuana año en Estados Unidos fue 14,6%. A pesar de que el consumo en escolares se mantiene relativamente estable durante la última década, se observa un aumento en el uso diario o casi diario, llegando al 4,1% (1% en 1991) (UNODC, 2021). En 2019, los estados reportan
distintos niveles de consumo, siendo este mayor en gran parte de los estados que han legalizado la marihuana: Vermont (21,1%), Oregón (18,6%), Distrito de
Columbia (18,0%), Alaska (17,8%), Colorado (17,6%), Maine (17,5%), Nevada (16,8%), Washington (16,4%), Massachusetts (16,0%), Montana (16,0%), California
(15,8%), Illinois (13,6%), Michigan (13,4%) y New York (13,1%) (SAMHDA, s.f.).
En Estados Unidos, en los estados donde el uso de marihuana recreativa es legal, el uso diario de marihuana en escolares de 8° Básico, 2° Medio y 4° Medio aumentó de 3,0% a 4,2% entre 2015 y 2018. Además, entre 2017 y 2019, aumenta de 3,5% a 14% el porcentaje de estudiantes de 4° Medio que dicen “vapear” marihuana (Smart Approaches to Marihuana, 2021).
Este nivel de uso de marihuana por niños, niñas y adolescentes estadounidenses tiene una serie de consecuencias negativas en su desarrollo y bienestar.
Entre 2008 y 2016, en los estados de Estados Unidos donde el uso de marihuana recreativa es legal, los trastornos por uso de esta sustancia4 aumentaron en
un 25% en el grupo de jóvenes entre 12 a 17 años (Smart Approaches to Marihuana, 2021). Así mismo, un estudio realizado en Washington en 2018, indica
que el 40% de los estudiantes de 4° Medio que usan marihuana en el último mes tienen peores notas que los que no usan (UNODC, 2020c).
Además, los productos asociados a la marihuana que se comercializan en el mercado legal tienen cada vez una mayor concentración de THC, por lo tanto, producen mayores daños a la salud. Exactamente son esos productos a los que están accediendo los jóvenes. Los datos indican que, al menos en los estados de Colorado y Washington, una de las principales consecuencias de la legalización ha sido que los escolares están consumiendo actualmente productos con mayor concentración de THC (UNODC, 2020c).
Esta situación preocupa, ya que se produce en un contexto donde la percepción de riesgo asociada al consumo de marihuana va a la baja. Por ejemplo, en Washington, la percepción de riesgo de uso de marihuana entre los estudiantes de secundaria ha disminuido desde que se legalizó el uso recreacional de marihuana. Los datos indican que en 2018 casi tres cuartas partes de los estudiantes de 4° Medio piensan que no existe ningún riesgo o riesgo bajo de probar
marihuana ocasionalmente y casi la mitad señala que no existe riesgo o existe un riesgo bajo en el consumo frecuente de esta droga. Adicionalmente, alrededor del 38% de los estudiantes indica que le sería bastante fácil obtener marihuana (UNODC, 2020c).
En Uruguay, desde 2011 a la fecha, se observa una clara tendencia al alza en el uso de esta sustancia en adolescentes. Es así que mientras en 2011 el consumo anual de marihuana en escolares se encontraba en 12,0%, en 2014 ya había subido a 17,0%, en 2016 llegaba a 19,8%, para estabilizarse en 2018 en 19,7%. Esto representa un alza de 64,2% entre 2011 y 2018.
(Observatorio Uruguayo de Drogas, 2019). 

4.3
En embarazadas: aumenta el consumo
Existe consenso de que el consumo de marihuana en la madre puede aumentar el riesgo de bajo peso del bebé al nacer, partos prematuros y problemas de
desarrollo. Así mismo, hay evidencia que indica que el consumo de marihuana durante el embarazo podría afectar el desarrollo cognitivo del bebe, y predisponerlo al desarrollo de trastornos neuropsiquiátricos (Smart Approaches to Marihuana, 2021).
Sin embargo, en Estados Unidos la marihuana es la droga ilícita más utilizada durante el embarazo, con un consumo entre el 2% y el 5% (American College
of Obstetricians and Gynecologists, 2017) En Alaska, en 2017, el 9% de las mujeres que dieron a luz reportaron consumo de marihuana durante el embarazo.
En Colorado, aumenta el porcentaje de mujeres que declaran consumo de marihuana durante el embarazo pasando de 5,8% en 2014 a 7,2% en 2017 (UNODC,
2020c). Estos porcentajes son mayores cuando sólo se consideran los grupos de menor nivel socioeconómico, donde se observa un consumo de marihuana
de 15% a 28% durante el embarazo en jóvenes de menores ingresos (American College of Obstetricians and Gynecologists, 2017).
Los impactos del uso de marihuana en el embarazo no sólo afectan a las mujeres. Una investigación realizada el año 2019 menciona que el consumo de marihuana entre los hombres puede duplicar el riesgo de aborto espontáneo en la pareja, independiente del consumo de la pareja (Smart Approaches to Marihuana, 2021).
 

5.

Efectos en salud
Un cuarto argumento mencionado para legalizar el uso recreativo de la marihuana es que a través de la regularización del mercado se podrá proteger la salud
pública, ya que se controlará el tipo de marihuana que se venda (CNN Español, 2020).
Sin embargo, los datos sobre la legalización del uso recreacional de la marihuana indican lo contrario:
» Aumenta la potencia de la marihuana comercializada y,
por lo mismo, sus efectos negativos en la salud.
» Aumentan las visitas a urgencias, hospitalizaciones e
intoxicaciones por motivos asociados a marihuana.
 

5.1
Aumenta la potencia de la marihuana y sus efectos a la salud
En Estados Unidos, entre 2008 y 2017, la potencia de la planta de marihuana (concentración de THC) pasó de un 8,9% a 17,1%. En este mismo periodo de tiempo, los productos concentrados de THC aumentaron su potencia de 6,7% a 55,7%. Más aún, algunos comercios promueven productos con hasta 95 o 99% de THC (Smart Approaches to Marihuana, 2021). Por ejemplo, en Colorado, en 2017 el porcentaje promedio de THC en concentrados de marihuana fue de 69% (hasta 95%) y en gramo de flor fue de 19,6%; además, el 92,9% de todos los productos vendidos tenían más de 15% de THC (UNODC, 2021).
Investigaciones recientes indican que una marihuana de alta potencia tiene impactos serios en la salud de las personas. En 2019, se publicó un estudio que
indicaba que los consumidores diarios de marihuana de alta potencia tienen hasta 4 veces más probabilidad de desarrollar psicosis que quienes no consumen (Di
Forti et al., 2019).
 

5.2
Aumentan las visitas a urgencias, hospitalizaciones e intoxicaciones
Una medida central de salud pública utilizada para evaluar el resultado de la legalización del uso recreativo de marihuana es el efecto que una acción de este tipo tiene en el aumento del número de visitas a urgencias y/o hospitalizaciones que ocurren producto del uso de esta droga (UNODC, 2020c). Este indicador es uno de los que se ha visto más afectado con las medidas de legalización introducidas. Por ejemplo, en Colorado, se observa un aumento de 60% en las visitas a urgencias por motivos asociados a la marihuana entre 2012 y 2017, mientras se ha duplicado el número de hospitalizaciones por el mismo motivo. Así mismo, el número de casos por intoxicación, principalmente de menores de edad, entre 2014 y 2018, aumentó 2,4 veces (UNODC, 2020c). En Alaska, el aumento en hospitalizaciones por intoxicación de marihuana fue de 45% (Smart Approaches to Marihuana, 2021). A nivel país, hasta febrero de 2019, se habían producido más de 2.700 hospitalizaciones y 60 muertes por vaporización de THC (Smart Approaches to Marihuana, 2021).
Por otro lado, entre 2013 y 2018 aumentaron en un 112% las llamadas a centros de control de intoxicación estadounidenses por problemas con el uso de marihuana. En Massachusetts, el aumento fue de 140% (de 2016 a 2019) y en Washington fue de 103% (de 2013 a 2019) (Smart Approaches to Marihuana, 2021). En Washington, en 2018 se registraron 497 llamadas a servicios de emergencia por intoxicaciones con marihuana (245 en 2014)
(UNODC, 2020c).
 

3.
Conclusiones 

Los principales objetivos de la legalización del uso recreativo de la marihuana son: mantener la marihuana fuera del alcance de los jóvenes; mantener las ganancias lejos de los bolsillos de delincuentes y organizaciones criminales, y proteger la salud pública y seguridad al permitir que los adultos accedan a
marihuana legal (Rotermann, 2020).
Sin embargo, los datos presentados en este informe indican que lo sucedido a la fecha en los países que legalizaron el uso recreativo de esta sustancia no
coincide con lo señalado en el párrafo anterior.
Con relación al consumo de marihuana en menores de edad, los datos muestran que, por ejemplo, en Washington se ha dado una disminución en la
percepción de riesgo en escolares y que, a nivel nacional, ha aumentado el consumo diario de esta droga en los estados donde se encuentra legalizada
(de 3,0% en 2015 a 4,2% en 2018). Lo mismo ocurre en Uruguay, donde desde 2011 a 2018 hay un aumento de 64,2% en el uso anual de esta droga en esta
población. Los datos también señalan que los jóvenes de Estados Unidos están consumiendo productos con mayor concentración de THC y están sufriendo cada vez más trastornos por el uso de esta sustancia. 

En cuanto a disminuir el tráfico, incautaciones y ventas ilegales del mercado negro, los datos indican que las incautaciones de marihuana aumentaron y
el mercado ilegal no ha desaparecido. La regulación estatal, los impuestos y otros costos asociados a la venta de la droga hacen que los precios de la
marihuana legal sean más altos que la marihuana ilegal, lo que causa que la venta de esta última no desaparezca. En consecuencia, se tienen recaudaciones menores a las esperadas, lo cual no permite disponer de fondos para implementar programas de prevención del consumo de drogas. Por otra parte, si bien una industria legalizada y regulada podría generar beneficios económicos, no se conoce con claridad cuál sería el aumento del gasto en salud por causa de un mayor consumo de marihuana.
Por último, con respecto a la salud y seguridad pública, el aumento de la potencia de los productos consumidos, sumado a una mayor comercialización y normalización del consumo de esta droga, ha resultado en un aumento de las visitas a urgencias, principalmente por consumidores con poca experiencia o bien por la alta potencia de los productos consumidos. Hay también cada vez más casos de menores de edad intoxicados por el uso de esta sustancia. A eso hay que sumar que han aumentado las hospitalizaciones, los delitos violentos y contra la propiedad, y los accidentes de tránsito con presencia de marihuana, en aquellos estados de Estados Unidos donde se encuentra legalizado el consumo recreacional.
Finalmente, si bien existen diferencias en el nivel de regulación e implementación en los diferentes países y estados que han legalizado el uso recreacional de la marihuana, la evidencia actual es clara en cuanto a que esta medida no ha obtenido los resultados esperados.
La situación expuesta levanta la urgente necesidad de continuar evaluando multidimensionalmente y a largo plazo, siempre basado en la mejor evidencia
disponible, los efectos de estas medidas, según las características, necesidades y patrones de consumo de cada población y realidad nacional o regional.

https://www.senda.gob.cl/wp-content/uploads/2021/06/Informe-Observatorio-Junio-2021.pdf


ANEXO
Novia es acusada de drogar a los invitados durante la boda: Les dio alimentos mezclados con marihuana
Varios de los asistentes al evento comenzaron a sentirse mal, algunos "paranoicos" y "drogados", y fueron llevadas al hospital, donde dieron positivo a THC, el compuesto psicoactivo de la marihuana.
22 de Abril de 2022

Fuente: Emol.com - https://www.emol.com/noticias/Tendencias/2022/04/22/1058752/novia-drogo-invitados-durante-boda.html
22 de Abril de 2022
22 de Abril de 2022

Fuente: Emol.com - https://www.emol.com/noticias/Tendencias/2022/04/22/1058752/novia-drogo-invitados-durante-boda.html

Una novia, de 42 años, y su banquetera, de 31 años, están acusadas de haber servido a los invitados a la boda alimentos mezclados con marihuana sin advertirles, en Florida, Estados Unidos. Las mujeres fueron arrestadas el lunes luego de una investigación del Departamento de Policía del condado Seminole, según registros oficiales. Ambas fueron acusadas de manipulación, negligencia culposa y suministro de marihuana, y salieron de la cárcel bajo fianza. Los investigadores indicaron, en una declaración jurada del arresto, que los invitados comenzaron a sentirse mal en la fiesta, realizada el 19 de febrero en una casa club en Longwood, cerca de Orlando. El informe indica que entre 30 y 40 personas asistieron al evento. Varias personas que dijeron sentirse "drogadas" fueron llevadas al hospital para ser atendidas. El informe del arresto indica que varios de ellos dieron positivo a THC, el compuesto psicoactivo de la marihuana. Un detective escribió en el reporte que los invitados dijeron que no les habían advertido de la comida manipulada. Un hombre señaló a los policías que tenía dificultad para operar su celular y otros que se sintieron paranoicos y drogados. Otro invitado relató a los agentes que después de sentirse drogado le preguntó a la novia si había cannabis en la comida y ella, sonriente, respondió que "sí", según la declaración jurada. Se recogieron muestras de distintos platos, como fresas cubiertas de chocolate, budines y lasaña, las que dieron positivo para THC, según el reporte.

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El peligro de la MARIHUANA es real: ¡Estemos ALERETA!

Dr. Iván Seperiza Pasquali
Quilpué, Chile
Abril de 2022
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