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Qué son los Sueños
Proemio
La vida es sueño.
Poema de Calderón de la Barca (1600 - 1681):
Sobre la libertad de elegir tu propio camino
Calderón de la Barca es uno de los poetas y
dramaturgos más importantes de la literatura española. Es un autor que
nació en el siglo XVI en Madrid y que vivió una intensa vida: estudiante
en la Universidad de Alcalá de Henares, fue soldado en los tercios de
Flandes y ya de vuelta en Madrid, llevó una vida tumultuosa para
terminar ordenándose sacerdote.
Calderón de la Barca ha pasado a
la historia por sus grandes obras como La dama duende, El diablo mundo,
La cena del rey Baltasar o La vida es sueño. Esta última obra es casi de
lectura obligada para los estudiantes de la Educación Secundaria. Y es
que, además del importante mensaje que transmite la obra, resuenan sobre
todo los ecos del soliloquio de Seguismundo que culmina con el famoso "que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son". Si quieres que tus alumnos o tus hijos conozcan a los clásicos, puedes leer con ellos este bello extracto de La vida es sueño.
Es verdad, pues: reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos.
Y sí haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña,
que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta despertar.
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe
y en cenizas le convierte
la muerte (¡desdicha fuerte!):
¡que hay quien intente reinar
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí,
destas prisiones cargado;
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Calderón de la Barca
Significado del poema La vida es sueño
La
vida es sueño es una obra de teatro escrita por Calderón de la Barca y
estrenada en 1635. De ella, el poema más famoso es aquel que recita
Segismundo, en el que remata con el famoso "que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son".
¿Quién
es Segismundo y por qué hace esta reflexión? La obra comienza cuando
Basilio, rey de Polonia encierra a su hijo Segismundo en una torre para
evitar una profecía que decía que su hijo sería un rey cruel. Para que
nadie lo sepa, le dice a su pueblo que Segismundo ha muerto. Sin
embargo, más adelante decidirá liberarle para comprobar si la profecía
se cumple. Segismundo
es drogado para más adelante hacerle creer que todo ha sido un
sueño si resulta ser un rey tirano. A partir de ahí se iniciarán una serie de revueltas entre las tropas de Segismundo y su padre.
El
discurso de Segismundo que ha hecho a esta obra tan conocida habla
sobre la libertad del hombre para escoger su propio camino. Y es que,
Segismundo lucha por conseguir la libertadde
trazar su destino oponiéndose a la decisión de su padre, quien quiere
decidir por él. En definitiva, se pone de manifiesto que la libertad, es
uno de los bienes más preciados de las personas.
https://www.conmishijos.com/actividades-para-ninos/cuentos/la-vida-es-sueno-poema-clasico-para-ensenar-a-los-ninos-y-adolescentes/
Desarrollo
1.
OPINIÓN: ¿Qué son los sueños y por qué soñamos?
24 de octubre de 2018
La psicoterapeuta Georgina Reyes nos cuenta qué son los sueños y por qué soñamos.
La actividad onírica
siempre ha sido considerada por el ser humano como algo subjetivo,
difícil de interpretar y tan personal como cada individuo. ¿Qué son los
sueños y por qué soñamos?
¿Qué son los sueños?
Soñar
es una actividad que permite al ser humano desahogar algunas
situaciones que en el estado consciente no es siempre posible abarcar.
Durante
el sueño toda actividad y conducta es posible y permitida. Los sueños
dependen de las experiencias vividas por cada ser humano; pueden también
ser pesadillas que son las actividades oníricas que hacen que el sujeto
se sienta, incómodo y amenazado.
El
ser humano se permite soñar a través de los pendientes que tiene en su
día a día y estando consciente no puede darle una interpretación y al
estar dormido se permite desahogar todos esos pensamientos sin límites
ni censura de nada ni nadie.
A través del sueño tenemos una
gran oportunidad de conocernos mejor, ya que todo lo que suceda mientras
dormimos nos permite expresar los pensamientos y sensaciones
probablemente reprimidos cuando estamos despiertos, pero que nuestra
mente alcanza a registrar como un pendiente.
Durante
el sueño se estimula la recepción de mensajes que bien interpretados,
nos ayudan a conectar las situaciones reales con nuestra organización
mental y física.
En
nuestros sueños hay mucha información que es una opción del
inconsciente de expresión, a través de símbolos y significados en un
lenguaje muy íntimo y muy personal que se puede descifrar con un
profundo análisis con la ayuda de quien nos conoce de verdad, con
información previa de nuestras respuestas a la vida.
¿Por qué soñamos?
Soñar
resulta una actividad fascinante que nos permite interesarnos noche a
noche en lo que sucederá mientras dormimos, ya que la actividad onírica
desde siempre ha interesado al ser humano, pues el misterio de poder
saber cómo es que producimos sueños plenos de escenas, de color, de
diálogos y principalmente de símbolos tan únicos como nosotros mismos,
resulta muy motivante.
Los estudios científicos indican que soñamos de tres a cuatro minutos.
¿De dónde vienen los sueños?
Si
bien es cierto, todos soñamos, sólo que algunos refieren no soñar, más
bien no los recuerdan por una represión o tienen un inconveniente
marcado de enfrentar alguna situación.
Los
sueños no se dan por sí solos, tienen una base conforme a las
actividades y a los pensamientos que los humanos deben resolver o haga
suyos. Muchas veces soñamos con situaciones ajenas a nuestra experiencia
pero que alguien a quien amamos o estamos en estrecha relación, vive.
Manuales de interpretación
En
el afán de entender el significado de los sueños, se han creado
“manuales” de interpretación que no ofrecen una ayuda real para quien se
siente preocupado por comprender algún sueño recurrente, ya que cada
uno tiene que ver sólo con quien lo experimenta y con lo que vive.
El
ser humano está convencido de que los sueños algo nos tienen que decir o
que a través de ellos podemos encontrar respuestas a la incertidumbre.
Cada uno tiene su propio significado según lo que sucede en esos
momentos en nuestros pensamientos.
¿Cómo entender tus sueños?
Un
método efectivo para iniciar con la comprensión de nuestros sueños es
escribir por la mañana lo que logramos recordar, ya sean palabras,
personas, objetos o lugares de tal manera que podamos en un estado
consciente darle organización y significado.
Es importante considerar que en la conducta hay una manifestación de nuestra mente de manera consciente e inconsciente.
Todos
soñamos cada noche; la duración de nuestros sueños puede variar debido a
lo que en el día hemos dejado pendiente, así este se encargará de
plantear situaciones a analizar.
https://news.culturacolectiva.com/ciencia/que-son-los-suenos-y-por-que-sonamos/
2.
¿Por qué soñamos?
¿Alguna vez te has preguntado por
qué soñamos todas las noches, incluso si no lo recordamos al otro día?
En la Universidad de los niños EAFIT nos preguntamos esto y aquí está la
respuesta.
Pregunta: Andrés Felipe Jaramillo, 10 años.
Responde: Zara Niebles, psicóloga y realizadora audiovisual y Valentina Gómez, psicóloga de la Universidad CES.
Un sueño en ciclos
Hasta
mediados del Siglo XX, los científicos consideraban que el sueño de una
persona era una actividad invariable, es decir, sin cambios. Sin
embargo, en el año de 1953, los doctores Nathaniel Kleitman y Eugene
Aserinksy de la Universidad de Chicago demostraron que el sueño de los
humanos se puede dividir en dos etapas: NREM (no movimiento rápido de ojos) y REM (movimiento rápido de los ojos).
En
la primera etapa, el sistema nervioso se va sumergiendo en ciclos de
sueño cada vez más profundos hasta llegar a la segunda etapa (REM), en
la que el cuerpo se comporta de manera muy particular: aumenta la
actividad cerebral, la respiración y el ritmo cardíaco se aceleran,
los músculos se paralizan, y la más llamativa de todas, los ojos comienzan a moverse rápidamente bajo los párpados cerrados. Extraño ¿verdad?
Te
preguntarás, ¿qué tiene que ver esto con soñar? Resulta que las
personas que son despertadas en la fase REM recuerdan más fácilmente qué
estaban soñando. Por esta razón, y debido a la alta actividad
neuronal, se vinculan los sueños con la
etapa REM. Sin embargo, aún faltan muchas investigaciones por realizar.
Aún buena parte de lo que nos pasa neuronalmente es un misterio.
Un dato adicional: Mientras
que un recién nacido pasa 8 horas diarias en la etapa REM, una persona
de 20 años llega a 2 horas y un adulto de 70 años a solo 45 minutos.
¿Por qué? Por ahora se desconoce.
Alegrías, tristezas, preocupaciones y deseos llegamos a proyectar en
nuestros sueños, como si se trataran de una pantalla de cine. Allí todo
es posible: crear lugares, personas, otros mundos; volar,
convertirnos en superhéroes y hasta hacer cosas que nunca haríamos
despiertos. ¡Los sueños son los guardianes del dormir!
¿Sabías que en promedio pasamos una tercera parte de nuestras vidas durmiendo? Y no es para menos: dormir es muy importante. Según el Instituto de Corazón, Pulmón y Sangre de
los Estados Unidos, dormir adecuadamente es fundamental para
aprender y recordar cosas, para reaccionar, ser creativo y para la
reparación de muchos tejidos del cuerpo, entre muchas otras cosas.
Sin embargo, para dormir bien es necesario descansar por lo menos 8
horas diarias, en el caso de los adultos, o hasta más de 17
horas para bebés recién nacidos. En esos momentos, donde no se tiene el
control de la imaginación, emociones, ni sentimientos, se logran tener
sueños por ráfagas, es decir, sucesos que pasan de manera muy rápida y
que sólo están ahí en la mente por pocos minutos. En este tiempo, el
cual equivale, en un promedio también, a seis años enteros de vida, es
posible que soñemos cuatro veces o hasta más.
Pero, ¿por qué es tan difícil recordar lo que se sueña? El
hecho de que lo que recordamos muchas veces no tenga sentido o cuando
sentimos que éstos se enlazan y nos hacen confundir, tiene una razón de
ser. En este proceso de la mente, mientras soñamos, una parte del
cerebro se paraliza y detiene su funcionamiento. Más claramente, es el
centro lógico el que hace una pausa.
Es por esto que los sucesos
irreales y utópicos no son vistos de forma extraña en este lapso de
tiempo, porque las ilusiones, fantasías e imaginarios que creamos están
por fuera de nuestra cordura. A su vez, el cerebro envía constantemente,
en las horas que dormimos, signos o señales a la médula espinal con el
propósito de que todos los órganos queden paralizados temporalmente.
Todos
éstos se comportan muy bien y obedecen las órdenes que se les dan,
excepto los ojos, los cuales, durante esta fase, permanecen activos y se
mueven en la misma armonía de la actividad en el sueño. En muchas
situaciones, algunas de las funciones importantes que cumple el cerebro
mientras sueña es la de desechar y elegir los recuerdos, además de
solucionar los problemas que roban nuestra atención durante el día. Pero
también se construyen los sueños como una colcha de retazos, con
pedazos de lo que vemos, escuchamos, olemos, probamos y demás
construcciones propias.
Expertos, como Sigmund Freud, sostenían
que los sueños existen para satisfacer los deseos que cada persona
tiene, o que pueden ser también un reflejo fiel y simbólico que se
adueña de la mente, de los sueños y anhelos del ser humano. A lo mejor
tengan razón o a lo mejor no. Durante muchos años, estudiosos del tema
han tratado de darle un significado lógico a esos sucesos enigmáticos
que nadie logra comprender por qué y cómo suceden.
Hasta el día
de hoy, no se ha podido concretar ni contestar de manera eficiente nada
acerca de los sueños, pero de lo que sí se puede tener certeza es que
esa tercera parte de la vida que pasamos durmiendo y soñando, no es en
vano.
https://www.eafit.edu.co/ninos/reddelaspreguntas/Paginas/por-que-sonamos.aspx
3.
¿Qué significa cuando soñamos?
22 de diciembre de 2020
Los sueños son historias e imágenes que nuestra mente crea mientras
dormimos. Pueden ser entretenidos, divertidos, románticos, inquietantes,
atemorizantes y, a veces, muy extraños.
Causas
Existen varias teorías sobre por qué soñamos. ¿Son los sueños
simplemente parte del ciclo del sueño o sirven para algún otro
propósito?
Las posibles explicaciones incluyen:
- representan deseos y anhelos inconscientes
- interpretan señales aleatorias del cerebro y el cuerpo durante el sueño
- consolidan y procesan la información que recopilamos durante el día
- funcionan como una forma de psicoterapia
Gracias
a evidencia y nuevas metodologías de investigación, los investigadores
especulan que soñar cumple las siguientes funciones:
- reprocesamiento
de memoria fuera de línea, cuando el cerebro consolida las tareas de
aprendizaje y memoria y apoya y registra el estado de vigilia
- preparación para posibles amenazas futuras
- simulación
cognitiva de experiencias de la vida real, ya que soñar es un
subsistema de la Red Neuronal por Defecto (RND), la parte de la mente
activa cuando soñamos despiertos
- ayuda a desarrollar capacidades cognitivas
- refleja la función mental del inconsciente de una manera psicoanalítica
- un
estado de conciencia único que integra la experiencia del presente, el
procesamiento del pasado y la preparación para el futuro
- un
espacio psicológico donde el ego soñador reúne nociones abrumadoras,
contradictorias o sumamente complejas, que serían inquietantes cuando
estamos despiertos, así satisfaciendo la necesidad de equilibrio y
balance psicológico
Mucho se desconoce sobre los sueños. Por
su naturaleza, son difíciles de estudiar en un laboratorio, pero la
tecnología y las nuevas técnicas de investigación pueden ayudar a
mejorar nuestra comprensión de los sueños.
Fases del sueño
Hay cinco fases en un ciclo de sueño:
Fase 1:
sueño ligero, movimiento lento de los ojos y actividad muscular
reducida. Esta fase constituye del 4% al 5% del sueño total.
Fase 2:
el movimiento de los ojos se detiene y las ondas cerebrales se vuelven
más lentas, con ráfagas ocasionales de ondas rápidas llamadas husos del
sueño. Esta fase constituye del 45% al 55% del sueño total.
Fase 3:
empiezan a aparecer ondas cerebrales extremadamente lentas llamadas
ondas delta, intercaladas con ondas más pequeñas y rápidas. Esta fase
ocupa del 4% al 6% del sueño total.
Fase 4: el
cerebro produce ondas delta casi exclusivamente. Es difícil despertar a
alguien durante las etapas 3 y 4, que en conjunto son referidas como
«sueño profundo». No hay movimiento ocular o actividad muscular. Las
personas que se despiertan durante el sueño profundo suelen sentirse
desorientadas durante varios minutos después de despertarse. Esta fase
constituye del 12% al 15% del sueño total.
Fase 5:
esta etapa se conoce como movimiento ocular rápido (REM, en inglés). La
respiración se vuelve más rápida, irregular y superficial, los ojos se
mueven rápidamente en varias direcciones y los músculos de las
extremidades se paralizan temporalmente. La frecuencia cardíaca aumenta,
la presión arterial aumenta y los hombres desarrollan erecciones de
pene. Cuando las personas se despiertan durante el sueño REM, a menudo
describen cuentos extraños e ilógicos. Estos son los sueños. Esta fase
ocupa del 20% al 25% del sueño total.
Para la neurociencia, la
posible causa de los sueños está relacionada con la fase de sueño de
movimientos oculares rápidos (REM).
¿Qué son los sueños?
Los
sueños son una experiencia humana universal que puede describirse como
un estado de conciencia caracterizado por acontecimientos sensoriales,
cognitivos y emocionales durante el sueño.
La persona que está
soñando tiene un menor control sobre el contenido, las
imágenes visuales y la activación de la memoria.
No existe un estado cognitivo que haya sido tan estudiado y sin embargo tan malinterpretado, como los sueños.
Existen diferencias
significativas entre los enfoques neurocientíficos y
psicoanalíticos del análisis de los sueños.
Los
neurocientíficos están interesados en las estructuras involucradas en
la producción de sueños, la organización de los sueños y la
narratividad. Pero el psicoanálisis se enfoca en el significado de los
sueños y los coloca en el contexto de la historia del que sueña.
Los
informes de sueños tienden a estar llenos de experiencias emocionales y
vívidas que contienen temas, preocupaciones, personajes y objetos que
se relacionan estrechamente con la vida consciente.
Estos
elementos crean una nueva “realidad” que parece surgir de la nada,
produciendo una experiencia con un marco de tiempo y conexiones
realistas.
Pesadillas
Las pesadillas son sueños angustiantes que hacen que la persona que
está soñando sienta una serie de emociones perturbadoras. Las reacciones
comunes a una pesadilla incluyen miedo y ansiedad.
Pueden presentarse tanto en adultos como en niños, y las causas incluyen:
- estrés
- miedo
- trauma
- dificultades emocionales
- enfermedad
- uso de ciertos medicamentos o drogas
Sueños lúcidos
En un sueño
lúcido, la persona que sueña está consciente de
que está soñando. Puede tener cierto control sobre su
sueño.
Esta
medida de control puede variar en cada sueño lúcido. Suelen ocurrir en
medio de un sueño normal cuando la persona que duerme de repente se da
cuenta de que está soñando.
Algunas personas experimentan sueños
lúcidos de forma aleatoria, mientras que otras han informado que pueden
aumentar su capacidad para controlar sus sueños.
Interpretaciones
Lo que pasa por nuestra mente justo antes de quedarnos dormidos podría afectar el contenido de nuestros sueños.
Por
ejemplo, durante la época de exámenes, los estudiantes pueden soñar con
el tema de uno de sus cursos. Las personas en una relación pueden soñar
con su pareja. Los desarrolladores web podrían ver el código de
programación.
Estas observaciones circunstanciales sugieren que
los elementos de lo cotidiano resurgen en imágenes durante la transición
de la vigilia al sueño.
Personajes
Hay estudios que han examinado los “personajes” que
aparecen en los relatos de los sueños y cómo los
identifica el soñador.
Un estudio de 320 relatos de sueños de adultos encontró lo siguiente:
- Cuarenta y ocho por ciento de los personajes representaba a una persona conocida por la persona que sueña.
- Treinta
y cinco por ciento de los personajes fueron identificados por su rol
social (por ejemplo, un policía) o por su relación con la persona que
soñó (por ejemplo, un amigo).
- El dieciséis por ciento no fue reconocido.
Entre los personajes que nombraron:
- Treinta y dos por ciento fueron identificados por la apariencia.
- Veintiún por ciento fueron identificados por su comportamiento.
- Cuarenta y cinco por ciento fueron identificados por su rostro.
- Cuarenta y cuatro por ciento fueron identificados por ser personas “conocidas”.
Se reportaron elementos extraños en el 14% de los personajes conocidos y genéricos.
Otro estudio investigó la relación entre la
emoción del sueño y la identificación del
personaje del sueño.
El
afecto y la alegría se asociaron comúnmente con personajes conocidos y
se usaban para identificarlos, incluso cuando estos atributos
emocionales eran inconsistentes con aquellos en el estado de vigilia.
Estos hallazgos sugieren que
la corteza prefrontal dorsolateral, asociada con la memoria a corto
plazo, es menos activa en el cerebro durante el sueño que
durante la vida consciente, mientras que las áreas
límbicas paleocortical y subcortical son más activas.
Memorias
El concepto de
“represión” se remonta a Freud. Freud
sostenía que los recuerdos indeseables podían quedar
reprimidos en la mente. Los sueños alivian la represión
al permitir que estos recuerdos se restablezcan.
Un estudio mostró que
dormir no ayuda a las personas a olvidar recuerdos no deseados. En
cambio, el sueño REM podría incluso contrarrestar la
supresión voluntaria de recuerdos, haciéndolos más
accesibles.
Dos tipos de efectos temporales caracterizan la incorporación de recuerdos en los sueños:
el efecto de residuo diurno, que implica la incorporación inmediata de eventos del día anterior
el efecto
de retraso del sueño, que implica incorporaciones demoradas de
hace aproximadamente una semana
Los hallazgos de un estudio sugieren que:
procesar los recuerdos para incorporarlos a los sueños tarda un ciclo de alrededor de 7 días
estos
procesos ayudan a promover las funciones de adaptación
socioemocional y consolidación de la memoria
Efecto “dream-lag” (retraso del sueño)
El efecto
“dream-lag” (retraso del sueño) se refiere a las
imágenes, experiencias o personas que surgen en los
sueños que son imágenes, experiencias o personas con las
que has tenido contacto recientemente, tal vez el día anterior o
una semana antes.
La idea es que ciertos tipos
de experiencias tardan una semana en codificarse en la memoria a largo
plazo, y algunas de las imágenes del proceso de
consolidación aparecerán en un sueño.
Se dice que los eventos que
experimentamos estando despiertos aparecen en el 1% o 2% de los relatos
de sueños, aunque el 65% de los relatos de sueños
reflejan aspectos de experiencias recientes de la vida consciente.
El efecto
“dream-lag” se ha reportado en los sueños que
ocurren en la etapa REM, pero no en los que ocurren en la etapa 2.
Tipos de memoria y los sueños
Dos tipos de memoria pueden formar la base de un sueño.
Estos son:
recuerdos autobiográficos o recuerdos duraderos sobre uno mismo
recuerdos episódicos, que son recuerdos sobre episodios o eventos específicos
Un estudio que exploró
los diferentes tipos de memoria en el contenido de los sueños de
32 participantes encontró lo siguiente:
Un sueño (0.5%) contuvo una memoria episódica.
La
mayoría de los sueños del estudio (80%) contuvieron
incorporaciones de la memoria autobiográfica de bajas a
moderadas.
Los investigadores sugieren
que los recuerdos de experiencias personales se experimentan de forma
fragmentaria y selectiva durante los sueños. El propósito
podría ser integrar estos recuerdos en la memoria
autobiográfica perdurable.
Una hipótesis que
afirma que los sueños reflejan experiencias de la vida
consciente cuenta con el respaldo de estudios que investigan los
sueños de pacientes psiquiátricos y pacientes con
trastornos del sueño. En pocas palabras, los síntomas y
los problemas diurnos se reflejan en los sueños.
En 1900, Freud
describió una categoría de sueños conocida como
“sueños biográficos”. Estos reflejan la
experiencia histórica de ser un infante sin la función
defensiva típica. Muchos autores coinciden en que algunos
sueños traumáticos cumplen una función de
recuperación.
Un artículo plantea la
hipótesis de que el aspecto principal de los sueños
traumáticos es comunicar una experiencia que la persona tiene en
el sueño, pero que no se comprende. Esto puede ayudar a la
persona a reconstruir y aceptar un trauma pasado.
Temáticas
Las temáticas de los
sueños podrían estar relacionadas con la supresión
de pensamientos no deseados y, como resultado, con una mayor ocurrencia
de ese pensamiento reprimido en los sueños.
Se les pidió a quince
personas con buenos hábitos de sueño que suprimieran un
pensamiento no deseado 5 minutos antes de dormir.
Los resultados demuestran que
hubo un aumento de los sueños sobre el pensamiento no deseado y
una tendencia a tener sueños más angustiantes.
También implican que suprimir un pensamiento puede conducir a un
aumento significativo de los síntomas del trastorno mental.
Las investigaciones han
indicado que estímulos externos que se presentan durante el
sueño pueden afectar el contenido emocional de los sueños.
Por ejemplo, en un estudio, el
estímulo positivo de rosas produjo sueños con temas
más positivos, mientras que el estímulo negativo de
huevos podridos produjo sueños con temas más negativos.
Los sueños
típicos se definen como sueños similares a los reportados
por un alto porcentaje de las personas que sueñan.
Hasta ahora, las frecuencias
de los temas típicos de los sueños se han estudiado
usando cuestionarios. Estos han indicado que el orden de
clasificación de 55 temas típicos de los sueños se
ha mantenido estable en diferentes poblaciones.
Los 55 temas identificados son:
escuela, maestros y estudio
ser perseguido
experiencias sexuales
caídas
llegar demasiado tarde
una persona viva que está muerta
una persona muerta que está viva
volar o planear por el aire
reprobar una prueba
estar a punto de caer
congelarse del miedo
ser atacado físicamente
estar desnudo
comer alimentos deliciosos
nadar
quedarse encerrado
insectos o arañas
ser asesinado
perder los dientes
estar atado, atrapado o incapaz de moverse
estar vestido indebidamente
volver a ser un niño
tratar de completar una tarea sin éxito
no poder encontrar el baño o vergüenza por tener que usarlo
descubrir una nueva habitación en la casa
tener conocimientos o habilidades mentales superiores
perder el control de un vehículo
incendio
bestias salvajes y violentas
ver una cara muy de cerca
serpientes
tener poderes mágicos
sentir vívidamente, pero no necesariamente ver u oír, una presencia en la habitación
encontrar dinero
inundaciones o maremotos
asesinar a alguien
verse muerto
estar medio despierto y paralizado en la cama
personas comportándose de forma amenazadora
ver el propio reflejo en un espejo
ser miembro del sexo opuesto
ser sofocado, no poder respirar
encontrar a Dios en alguna forma
ver un objeto volador chocar
terremotos
ver un ángel
criaturas que son parte animal, parte humano
tornados o vientos fuertes
estar en el cine
ver extraterrestres
viajar a otro planeta
ser un animal
ver un OVNI
alguien que tiene un aborto
ser un objeto
Algunos temas de los sueños parecen cambiar con el tiempo.
Por ejemplo, de 1956 a 2000,
hubo un aumento en el porcentaje de personas que informaron volar en
sus sueños. Esto podría reflejar el aumento de los viajes
aéreos.
¿Cuál es su significado?
Relaciones: algunos han
planteado la hipótesis de que un grupo de sueños
típicos, incluyendo ser una persona en peligro, caerse o ser
perseguido, está relacionado con conflictos interpersonales.
Conceptos sexuales: otro grupo
que incluye vuelos, experiencias sexuales, encontrar dinero y comer
comida deliciosa está asociado con motivaciones libidinales y
sexuales.
Temor de ser avergonzado: un
tercer grupo, que incluye sueños de estar desnudo, reprobar una
prueba, llegar demasiado tarde, perder los dientes y vestirse de manera
inapropiada, se asocia con preocupaciones sociales y miedo a la
vergüenza.
Actividad cerebral y tipos de sueños
En estudios de
tecnologías de neuroimagen de la actividad cerebral durante el
sueño REM, los científicos encontraron que la
distribución de la actividad cerebral también
podría estar relacionada con características
específicas del sueño.
Varias características
extrañas de los sueños normales tienen similitudes con
síndromes neuropsicológicos muy conocidos que ocurren
después de un daño cerebral, como errores delirantes de
identificación de rostros y lugares.
Los sueños y los sentidos
Se evaluaron los sueños
de personas que experimentaban diferentes tipos de dolor de cabeza. Los
resultados mostraron que las personas con migraña tuvieron una
mayor frecuencia de sueños relacionados con el gusto y el olfato.
Esto puede sugerir que algunas
estructuras cerebrales, como la amígdala y el hipotálamo,
están involucradas en los mecanismos de la migraña,
así como en la biología del sueño y los
sueños.
La música en los
sueños rara vez se estudia en la literatura científica.
Sin embargo, en un estudio de 35 músicos profesionales y 30 no
músicos, los músicos experimentaron el doble de
sueños con música, en comparación con los no
músicos.
La frecuencia de los
sueños musicales estaba relacionada con la edad de inicio de la
instrucción musical, pero no con la cantidad diaria de actividad
musical. Casi la mitad de la música recordada no era
estándar, lo que sugiere que se puede crear música
original en los sueños.
Dolor
Se ha demostrado que es
posible experimentar sensaciones dolorosas localizadas y realistas en
los sueños, ya sea a través de la incorporación
directa o a partir de recuerdos del dolor. Sin embargo, la frecuencia
de los sueños con dolor en personas sanas es baja.
En un estudio, se
entrevistó a 28 víctimas de quemaduras por 5
mañanas consecutivas durante su primera semana de
hospitalización.
Estos fueron los resultados:
Treinta y nueve por ciento de las personas reportaron sueños de dolor.
De aquellos
que experimentaron sueños de dolor, el 30% de sus sueños
totales se relacionaban con el dolor.
Los
pacientes con sueños de dolor mostraron evidencia de
sueño reducido, más pesadillas, mayor uso de medicamentos
ansiolíticos y puntuaciones más altas en la Escala de
Impacto de Eventos.
Los
pacientes con sueños de dolor también tenían una
tendencia a reportar un dolor más intenso durante los
procedimientos terapéuticos.
Más de la mitad no
reportó sueños de dolor. Sin embargo, estos resultados
podrían sugerir que los sueños de dolor ocurren con mayor
frecuencia en las poblaciones que experimentan dolor en ese momento que
en los voluntarios normales.
Conciencia de sí mismo
Un estudio ha relacionado la actividad del EEG gamma frontotemporal con la percepción consciente en los sueños.
El estudio encontró que
la estimulación actual en la banda gamma inferior durante el
sueño REM influye en la actividad cerebral continua e induce la
conciencia autorreflexiva en los sueños.
Los investigadores concluyeron
que la conciencia de orden más elevado está relacionada
con oscilaciones de alrededor de 25 y 40 Hz.
Relaciones
Investigaciones recientes han
demostrado paralelismos entre los estilos de apego romántico y
el contenido general de los sueños.
Los resultados de una
evaluación de 61 estudiantes en relaciones de pareja de seis
meses o más revelaron una asociación significativa entre
la seguridad del apego en una relación y el grado en que se
producen sueños sobre parejas románticas.
Los hallazgos iluminan nuestra
comprensión de las representaciones mentales con respecto a
figuras específicas de apego.
La muerte en los sueños
Investigadores compararon el
contenido de los sueños de diferentes grupos de personas en un
centro psiquiátrico. Los participantes de un grupo habían
sido admitidos después de intentar quitarse la vida.
Los sueños de los
participantes en este grupo se compararon con los de tres grupos de
control en el centro psiquiátrico que habían
experimentado:
depresión y pensamientos suicidas
depresión sin pensar en el suicidio
realizar un acto violento sin suicidio
Las personas que habían
considerado o intentado suicidarse o habían llevado a cabo actos
violentos tenían mayores probabilidades de tener sueños
con contenido relacionado con la muerte y la violencia destructiva. Un
factor que influyó en lo anterior fue la gravedad de la
depresión de cada persona.
Lado izquierdo y derecho del cerebro
Los hemisferios derecho e
izquierdo del cerebro parecen contribuir de diferentes maneras a la
formación de un sueño.
Los investigadores de un
estudio concluyeron que el hemisferio izquierdo parece proporcionar el
origen de los sueños, mientras que el hemisferio derecho
proporciona la vivacidad, representación de la realidad y nivel
de activación afectiva del sueño.
Un estudio con adolescentes de
10 a 17 años encontró que los zurdos tenían
más probabilidades de experimentar sueños lúcidos
y recordar sueños dentro de otros sueños.
Por qué olvidamos los sueños
Los estudios sobre la
actividad cerebral sugieren que la mayoría de las personas
mayores de 10 años sueñan entre 4 y 6 veces cada noche,
pero algunas personas casi nunca recuerdan haber soñado.
A menudo, se dice que 5
minutos después de haber soñado, las personas han
olvidado el 50% del contenido, aumentando al 90% otros 5 minutos
más tarde.
La mayoría de los
sueños se olvidan por completo al despertarse, pero no se sabe
con precisión por qué es tan difícil recordar los
sueños.
Algunos pasos que pueden ayudar a mejorar el recuerdo de los sueños incluyen:
despertarse de forma natural y no con alarma
enfocarse en el sueño tanto como sea posible al despertar
escribir tan pronto como sea posible sobre el sueño al despertar
tomar nota de los sueños de forma rutinaria
¿Quién recuerda sus sueños?
Hay factores que pueden
influir en quién recuerda sus sueños, qué parte
del sueño permanece intacto y qué tan vívido es.
Edad: con el tiempo, es
probable que una persona experimente cambios en el horario, la
estructura y la actividad electroencefalográfica (EEG) de su
sueño.
La evidencia sugiere que el
recuerdo de los sueños disminuye progresivamente desde el
comienzo de la edad adulta, pero no en una edad mayor. Los
sueños también se vuelven menos intensos. Esta
evolución se da más rápidamente en hombres que en
mujeres, con diferencias de género con respecto al contenido de
los sueños.
Género: un estudio de
los sueños de 108 hombres y 110 mujeres no encontró
diferencias entre la cantidad de agresión, amabilidad,
sexualidad, personajes masculinos, armas o ropa que aparecen en el
contenido.
Sin embargo, los sueños
de las mujeres presentaban un mayor número de miembros de la
familia, bebés, niños e interiores que los de los hombres.
Trastornos del sueño:
el recuerdo de los sueños aumenta en pacientes con insomnio, y
sus sueños reflejan el estrés asociado con su
afección. Los sueños de las personas con narcolepsia
pueden tener un tono más extraño y negativo.
Recuerdo de los sueños y el bienestar
Un estudio analizó si
el recuerdo y el contenido de los sueños reflejan las relaciones
sociales de la persona que está soñando.
Estudiantes universitarios
voluntarios fueron evaluados en cuanto a medidas de apego, recuerdo de
sueños, contenido de sueños y otras medidas
psicológicas.
Los participantes que fueron
clasificados en una posición “alta” en una escala de
“apego inseguro” tuvieron más probabilidad de:
reportar un sueño
soñar con frecuencia
experimentar imágenes intensas que contextualizan emociones fuertes en sus sueños
Los voluntarios de mayor edad
cuyo estilo de apego se clasificó como “preocupado”
tuvieron más probabilidad de:
reportar un sueño
reportar sus sueños con más palabras
El recuerdo de los
sueños fue más bajo para los participantes
“evasivos” y más alto para los participantes
“preocupados”.
¿Quién sueña?
Todos soñamos, aunque
es posible que no recordemos nuestros sueños. En diferentes
momentos de la vida o durante diferentes experiencias, nuestros
sueños podrían cambiar.
Sueños de los niños
Un estudio que
investigó los sueños de ansiedad en 103 niños de 9
a 11 años observó lo siguiente:
Las
niñas tenían sueños que contenían ansiedad
con más frecuencia que los niños, aunque no podían
recordar sus sueños con tanta frecuencia.
Las
niñas soñaban con más frecuencia que los
niños sobre la pérdida de otra persona, caídas,
situaciones socialmente perturbadoras, animales pequeños o
agresivos, miembros de la familia y otras mujeres que podían o
no reconocer.
Embarazo
Los estudios que comparan los sueños de mujeres embarazadas y no embarazadas mostraron que:
Las
representaciones de bebés y niños fueron menos
específicas en mujeres que no estaban embarazadas. Las mujeres
embarazadas eran más propensas a estas imágenes a finales
del tercer trimestre que a principios del tercer trimestre.
Durante el
embarazo, tenían más probabilidades de que los
sueños incluyeran temas del embarazo, el parto y los fetos.
El contenido del parto fue mayor a finales del tercer trimestre que a principios del trimestre.
El grupo de
mujeres embarazadas tenía más elementos mórbidos
en sus sueños que las que no lo estaban.
Cuidadores
Cuidadores que atienden a
familiares o personas que padecen enfermedades de larga duración
suelen tener sueños relacionados con esa persona.
Un estudio que siguió
los sueños de adultos que trabajaron durante al menos un
año con personas en centros de cuidados paliativos de Estados
Unidos señaló:
Los
pacientes tendían a estar claramente presentes en los
sueños de los cuidadores y los sueños solían ser
realistas.
En el
sueño, el cuidador generalmente interactuaba con el paciente en
su papel habitual, pero también se sentía frustrado por
su incapacidad de ayudarlo tan plenamente como deseaba.
Duelo
Se cree ampliamente que los
sueños agobiantes son frecuentes en personas que están
atravesando un momento de duelo.
Un estudio que analizó
la calidad de los sueños, así como el vínculo
entre los sueños agobiantes y el duelo, descubrió que
estos sueños:
fueron más frecuentes en el primer año de duelo
ocurrían con mayor probabilidad en aquellos que experimentaban
síntomas de ansiedad y depresión
En otro estudio de 278 personas que experimentaban duelo:
El
cincuenta y ocho por ciento reportó sueños de sus seres
queridos fallecidos, con diferentes frecuencias.
La
mayoría de los participantes tenían sueños que
eran agradables, o tanto agradables como perturbantes, y pocos
informaron sueños puramente perturbantes.
Los temas
predominantes incluyeron recuerdos o experiencias pasadas agradables,
la persona fallecida sana, recuerdos de la enfermedad o el momento de
su muerte, la persona fallecida en el más allá luciendo
tranquila y en paz, y la persona fallecida comunicando un mensaje.
El sesenta por ciento sintió que sus sueños afectaban su proceso de duelo.
¿Todos sueñan en color?
Investigadores descubrieron en un estudio que:
Cerca del 80% de los participantes menores de 30 años soñó en color.
A los 60 años, el 20% dijo que soñaba en color.
El número de personas
de entre 20, 30 y 40 años que sueñan en color
aumentó entre 1993 y 2009. Los investigadores especularon que la
televisión en color podría jugar un papel en la
diferencia generacional.
Otro estudio que
utilizó cuestionarios y diarios de sueños también
encontró que los adultos mayores tenían más
sueños en blanco y negro que los participantes más
jóvenes.
Las personas mayores
reportaron que tanto sus sueños en color como sus sueños
en blanco y negro eran igualmente vívidos. Sin embargo, los
participantes más jóvenes dijeron que sus sueños
en blanco y negro no eran de buena calidad.
¿Pueden los sueños predecir el futuro?
Es posible que algunos sueños parezcan predecir eventos futuros.
Algunos investigadores afirman tener prueba de que esto es posible, pero no hay evidencia suficiente para probarlo.
En la mayoría de los
casos, esto se debe a una coincidencia, un recuerdo falso o a la mente
inconsciente que conecta información que ya conoce.
Los sueños pueden
ayudar a las personas a aprender más sobre sus sentimientos,
creencias y valores. Las imágenes y los símbolos que
aparecen en los sueños tendrán significados y conexiones
específicos de cada persona.
Las personas que buscan
entender el significado de sus sueños deberían pensar en
lo que significa para ellos cada parte de sus sueños.
Los libros o guías que
dan significados universales específicos a imágenes y
símbolos pueden no ser útiles.
Sin embargo, para aquellos que
estén interesados en tales libros, hay una selección
disponible para comprar en línea.
Abstinencia de drogas
Un estudio examinó el
contenido de los sueños de personas que consumen crack con
regularidad en Trinidad y Tobago durante un período de
abstinencia:
Casi el 90%
de las personas reportó sueños relacionados con las
drogas durante el primer mes, principalmente usando la droga.
Casi el 61%
tuvo sueños relacionados con las drogas después de 6
meses, principalmente sueños sobre usar o rechazar la droga.
Pérdida de visión y audición
Las personas con
pérdida total de la visión tienen menos impresiones
visuales de los sueños en comparación con los
participantes videntes.
Las personas que no han podido
ver desde el nacimiento reportan más componentes auditivos,
táctiles, gustativos y olfativos del sueño, en
comparación con los participantes videntes.
La capacidad de ver no parece afectar el contenido emocional y temático de un sueño.
Personas con habilidades diferentes
Un estudio pequeño exploró los diarios de sueños de 14 personas con discapacidades.
Cuatro nacieron con paraplejía y diez nacieron sin poder oír ni hablar.
Sordera: en comparación
con 36 personas sin discapacidades, el estudio mostró que
alrededor del 80% de los relatos de sueños de los participantes
con sordera no daban indicios de su discapacidad.
Muchos hablaban en sueños, mientras que otros podían oír y comprender el lenguaje hablado.
Paraplejía: de forma
similar, los relatos de sueños de personas con paraplejía
mostraron que los participantes a menudo caminaban, corrían o
nadaban en sus sueños, cosas que no habían hecho en sus
vidas conscientes.
Un segundo estudio
analizó los relatos de los sueños de 15 personas que
nacieron con paraplejía o la adquirieron más tarde en la
vida, debido a una lesión en la médula espinal.
Sus relatos revelaron que 14
participantes con paraplejía tenían sueños en los
que estaban físicamente activos, y soñaban con caminar
con tanta frecuencia como los 15 participantes de control que no
tenían paraplejía.
Otras investigaciones han
sugerido que el cerebro está determinado genéticamente
para generar experiencias que imiten la vida real, incluyendo imitar
extremidades y sentidos que funcionan plenamente.
Las personas que nacen sin
oír o sin poder moverse probablemente estén aprovechando
estas partes del cerebro mientras sueñan con actividades que no
pueden realizar cuando están despiertas.
https://www.medicalnewstoday.com/articles/es/suenos
4.
Qué
significa soñar con personas: Significado de los sueños
25 de enero de 2021
Qué significa soñar con tu
ex pareja. Qué significa soñar con mucha gente. Qué significa soñar con
animales: A todos los seres humanos nos genera una enorme
intriga el saber el verdadero significado de nuestros sueños, y es que las
explicaciones e interpretaciones de lo que soñamos son muy variadas, de hecho
podemos encontrar explicaciones que van desde el punto de vista psicológico y
científico, hasta interpretaciones basadas en lo místico o religioso.
Dentro de los
muchos sueños posibles que existen, el soñar con personas es uno de los más
comunes, sin embargo, quienes tratan de interpretar los sueños suelen tener una
explicación diferente dependiendo del tipo de personas con las que soñamos.
Así que para
entender un poco lo que puede significar los distintos tipos de sueños con
personas, queremos que prestes atención a la información detallada que te hemos
traído en este artículo.
¿Qué significa soñar con
antepasados?
Que nuestros
antepasados aparezcan en nuestro sueño puede ser una señal de nuestra mente
para recordarnos que solo somos una pieza más de una larga cadena de personas
que conforman una generación que tiene sus propias bases y su propio pasado el
cual no debemos obviar, ya que forman parte de lo que somos.
¿Qué significa los sueños
con abuelos?
Ahora bien, cuando
aparecen personajes como nuestros abuelos, esto puede ser una alerta que nos
indica que tenemos el deber de prestarle más atención y protegerlos, así como
mantener un gran respeto hacia las costumbres de estos.
¿Qué significado tiene
soñar con personas muertas?
Cuando en nuestros
sueños aparecen personas que ya no se encuentran en el plano terrenal, puede
ser un indicativo de que esa ha sido una pérdida muy significativa e importante
en nuestras vidas, y que todavía no hemos podido superar del todo.
Aunque desde una
visión mística, hay quienes señalan que está podría ser una manera que tienen
las personas fallecidas para comunicarse con quienes todavía estamos vivos.
¿Cuál es el significado de
soñar con bebés?
En este tipo de
sueños la explicación también dependerá de si soñamos con nuestro propio bebé o
con él bebé de alguien más.
Soñar con nuestros bebés
En el caso de que
se trate de nuestro bebé, significa que es el momento de comenzar a identificar
aquellos sentimientos que nos hacen ser personas vulnerables, quizás sea
momento de revisarnos internamente y poder saber que tanto control tenemos
sobre nuestros sentimientos y los sentimientos que despertamos en las demás
personas.
Con bebés de otras personas
Ahora bien, si al
soñar aparece el bebé de otra persona, esto puede significar que para nosotros
esa persona representa alguien pura e inocente.
¿Qué significa que
sueñes con parejas o ex parejas?
Soñar con ex parejas
Sin embargo, cuando
las personas sueñan con las parejas, el asunto es diferente, ya que si nos
encontramos en una relación con otra persona, puede ser un motivo para dudar de
si se trata o no de la pareja correcta, o quizás aún tengamos algún tipo de
sentimiento hacia esa expareja, pudiendo sentir un poco de arrepentimiento por
haber cortado la relación.
¿Cuál es el significado de
los sueños con amigos?
Dentro un punto de
vista místico, los sueños donde parecen los amigos son indicativos de buen
augurio, ya que estos suelen ser portadores de buenas noticias en la mayoría de
los casos, aunque soñar que peleamos con un amigo también se relaciona con la
llegada de una enfermedad.
Sin embargo, desde
un punto de vista psicológico hay quienes señalan que el amigo que aparece en
nuestros sueños puede ser una proyección de nuestra personalidad.
¿Qué significado tiene si
sueñas con personas desconocidas? Soñar con muchas personas extrañas.
Este es uno de los
que más desconciertan a las personas, sobre todo cuando las acciones que
realizamos con esas personas extrañas suelen ser muy confusas. Por ejemplo,
cuando en los sueños aparecen una gran cantidad de personas extrañas, se suele
relacionar con la ayuda que de un muy buen amigo de la vida real.
Con personas desconocidas
que dicen ser alguien que conocemos
Si la persona
desconocida dice ser un apersona que si conoces en la vida real, esto puede
estar relacionado con el lado que solo tú conoces de esa persona y que las
demás personas desconocen.
Que besamos personas que no
conocemos
Por otro lado, la
psicología interpreta los besos con personas desconocidas como una señal de que
debemos aceptar muchas cosas que tenemos reprimidas en nuestras vidas, ahora
bien cuando el contacto con esos extraños pasa al plano sexual, puede ser una
señal de que necesitamos más aventuras y descubrir nuevos horizontes.
Interpretaciones
individuales de los sueños con personas
A pesas de que
existen parámetros generales sobre lo que pueden significar nuestros sueños
dependiendo de las personas que aparezcan, también hay que tomar en cuenta
otros aspectos, como por ejemplo las acciones que estos realicen.
Las personas que
aparecen en nuestros sueños son simples personajes de historias, relatos que
pueden ir desde acciones tristes o violentas, hasta acciones alegres y
divertidas.
También hay que
medir el nivel de protagonismos que cada personaje tiene en la historia que se
desarrolla en el sueño.
Por eso es que
tanto los expertos en psicología como aquellos que estudian el mundo espiritual
suelen hacer interpretaciones de sueños de forma individual, y es que además de
centrarse en el sueño, también suele tomar aspectos que estén sucediendo en la
vida real para poder determinar un significado mucho más exacto.
https://www.tododisca.com/que-significa-sonar-con-personas-significado-de-los-suenos/
5.
9 curiosidades sobre los sueños reveladas por la ciencia
Te traemos curiosidades sobre los sueños y datos que no conocías sobre
dormir. Descubre las conclusiones sobre el mundo de los sueños en base a
estudios científicos.
15 mayo, 2020
Cuando dormimos
es habitual soñar, al menos en algunas fases del sueño. Imaginamos y simulamos
situaciones irreales que son producto de nuestro inconsciente.
Estos sueños pueden ser emotivos, históricos, mágicos o extraños, incluso
pueden ser terroríficos, como las pesadillas. Pero, ¿cuál es el significado de
los sueños?
Es cierto que el psicoanálisis
de Sigmund Freud lleva mucho tiempo aportando las bases para la interpretación
de los sueños. Sin embargo, las investigaciones científicas todavía no han
logrado determinar con exactitud por qué soñamos. Descubre algunas curiosidades
sobre los sueños en este artículo.
Realmente,
¿qué son los sueños?
Soñar es una actividad
cerebral que permite al ser humano dar rienda suelta a algunas situaciones de
manera inconsciente que, de forma consciente, no siempre podrían
realizarse. De hecho, durante el sueño cualquier actividad y conducta es
factible, todo está permitido. Los sueños dependen en gran parte de las
experiencias vividas por cada persona, de sus miedos, traumas, deseos…
A
través de los sueños tenemos la gran oportunidad de conocernos mejor, pues todo
lo que sucede mientras dormimos permite expresar nuestros
pensamientos y emociones reprimidas cuando estamos
despiertos. Por eso es tan complicado encontrar un significado de los sueños
universal.
En nuestros sueños hay mucha información que proviene del inconsciente, y se
manifiesta a través de símbolos en un lenguaje muy íntimo y personal. Este
lenguaje se puede descifrar con un profundo análisis de la interpretación de
los sueños.
Nueve
curiosidades sobre los sueños avaladas por la ciencia
Varias investigaciones científicas nos traen distintas
conclusiones sobre el mundo de los sueños.
1.
Pasamos más de seis años soñando a lo largo de nuestra vida
Desde
antes de nacer, estando en el útero de nuestra madre, ya tenemos sueños. Todos
soñamos, aunque algunos no recuerdan sus sueños debido a una represión o porque
tienen un trauma a enfrentar una situación. Pues bien, algunas investigaciones
han demostrado que soñamos durante
periodos de entre 5 a
20 minutos cada noche. Si sumamos todos estos ciclos, a lo
largo de nuestra vida podemos pasar unos seis años soñando.
2.
La mayoría de los sueños se olvidan enseguida
Allan
Hobson, un científico del sueño, reveló que hasta un 95% de los
sueños se olvidan a los pocos minutos después de
despertar. Según él, es tan complicado recordar el contenido de los sueños
porque los cambios que se producen en el cerebro durante las horas en que
soñamos no concuerdan con el modo en que procesamos la información de manera
rutinaria.
Los escáneres cerebrales
realizados a individuos durmiendo, han demostrado que los lóbulos frontales,
esas zonas cerebrales que juegan un papel fundamental en la estructuración de
la memoria y los recuerdos, permanecen inactivos durante la fase MOR del sueño.
Y ese es justo el momento en que soñamos.
3.
Hombres y mujeres tienen distintos sueños
Varios
estudios han hallado ciertas diferencias entre los sueños de mujeres y hombres.
Y las diferencias radican en el contenido de los sueños. Los
hombres suelen tener sueños con escenas agresivas.
En cambio, las mujeres tienden
a tener sueños algo más prolongados y de una mayor complejidad en detalles,
personajes y situaciones. Además, los hombres sueñan más con otros hombres, en
cambio las mujeres suelen soñar con personajes de ambos sexos por igual.
4. A veces soñamos en blanco y negro
Más o menos ocho de cada diez
sueños son en color, pero
un pequeño porcentaje de la población asegura haber soñado en blanco y negro
alguna vez. En las investigaciones, los sujetos experimentales señalaban los
colores pastel suaves para referirse al color del sueño que acababan de tener,
una de las grandes curiosidades sobre los sueños.
5.
Los animales también sueñan
El
hecho de que los animales sueñen es una hipótesis difícil de demostrar, pero
los investigadores creen que sí lo hacen, e incluso se
atreven a afirmar que pasan por etapas de sueño MOR y no MOR, igual
que los humanos. Aunque en este caso, es más difícil averiguar el significado
de los sueños.
Una de las mayores evidencias
científicas de que los animales sueñan es el estudio de un gorila que dominaba
el lenguaje de signos. En un momento en que estaba dormido, comunicó por gestos
algunas escenas de lo que estaba soñando.
6.
Qué son los sueños lúcidos
Es un fenómeno que ocurre
cuando, a pesar de estar durmiendo, somos conscientes de que estamos soñando.
Si experimentas esta clase de sueños, podrás controlar y guiar su contenido y
desarrollo.
Alrededor
del 50% de la población recuerda haber experimentado un sueño lúcido alguna vez
en su vida. Incluso algunos tienen la habilidad de
controlar sus sueños de forma habitual.
7.
Negatividad frente a positividad
Más o menos ocho de cada diez
sueños son en color, pero
un pequeño porcentaje de la población asegura haber soñado en blanco y negro
alguna vez. En las investigaciones, los sujetos experimentales señalaban los
colores pastel suaves para referirse al color del sueño que acababan de tener,
una de las grandes curiosidades sobre los sueños.
8.
Los invidentes también sueñan
Aquellas personas que se quedaron ciegas en
algún momento de su vida, tienen la capacidad de reproducir imágenes y
contenido visual en sus sueños.
Por su
parte, los
invidentes de nacimiento sueñan de forma distinta, pues
representan los sueños mediante otros sentidos como el olfato, el oído o el
tacto. En cualquier caso, se podría aportar un significado de los sueños en
función a estas percepciones.
9.
Existen los sueños universales
Algunos sueños son comunes a
todos los humanos. Aunque resulta extraño, los investigadores han revelado que
existen ciertos temas recurrentes en nuestros sueños, a pesar de las
diferencias culturales.
Por
ejemplo, todas
las personas soñamos con que nos persiguen, nos atacan o
nos caemos al vacío. Otros sueños universales son las experiencias escolares,
sentirse inmóvil o sentir vergüenza por estar desnudo en público.
https://www.elespanol.com/como/curiosidades-suenos-reveladas-ciencia/490201441_0.amp.html
6.
Es
un sueño tu vida? Física Cuántica experimentada
Una de las cosas
que nos define la realidad tal como la conocemos es la percepción de la
continuidad de tiempo y espacio. Solemos distinguir lo que es sueño de lo que
es realidad cuando estamos en estado de vigilia.
Nuestra lógica lineal y percepción material, entre otras cosas, sirven para no
perdernos en un universo cuántico de posibilidades infinitas. Cuando despiertos
nos situamos entonces en el “colapso de la materia” como dicen los físicos
cuánticos y no en ondas de posibilidades como supuestamente ocurre en los
sueños.
En el universo de la materia, o cuando estamos despiertos, la cuestión, a
saber, es que absolutamente todos los escenarios que vivenciamos dependen de la
decisión de la mirada del observador. Éste elige lo que va a “colapsar” en un
evento material, o sea, en un algo físico. Tanto las ondas, que por la mirada
del observador se organizan en eventos probables, como el colapso de la
disposición de las ondas (pre-realidad material) forma parte de actitudes
altamente creativas de nuestra mente/conciencia.
Dentro de esa percepción, el consenso colectivo tiene enorme responsabilidad
para que la realidad física esté como está. Aunque esta elección sea sonámbula
o inconsciente, está en todo momento verificándose y es poderosa. Somos todos
co-responsables por los acontecimientos de nuestra realidad, y asimismo por el
status físico del planeta. Estamos mentalmente interconectados en un amplio
proceso creativo de manifestación.
Si tú por casualidad no sabes lo que quieres, si pasas de todo o incluso te
sientes incómodo con los rumbos de las situaciones que te toca vivir, es muy
probable que seas otra conciencia contaminada ayudando inconscientemente a
fortalecer el “colapso” de algún sueño que no es el tuyo.
Reiterando, si no estás convicto y alineado contigo mismo, existe la
posibilidad casi certera de que te sientas infeliz, viviendo un desvío de tu
trayectoria por falta de atención. Puede que en este momento tu vida no tenga
el menor sentido para ti, solo por la falta de capacidad para encontrarte con
tu centro interior, por la falta de conocimiento sobre cómo leerte a ti mismo y
sobre todo, de honrarte.
Una de las metas existenciales evolutivas de la humanidad es el desarrollo del
control deliberado de nuestras vidas, o sea, la consciencia sobre qué es lo que
nuestra unidad mayor desea manifestar. Jung denominó Self a esta unidad mayor.
Lo que da sentido a nuestra existencia es la cuestión principal y lo primero
que debemos encontrar. Una vez hallado, hacerlo valer.
Evita, por tanto, cometer equivocaciones, pues los más variados rumbos de vida
son ofrecidos desenfrenadamente. Desde los que tienen algún sentido, a los que
están literalmente fuera de rumbo… Seducción y orientación sobre lo que es
importante seguir, no faltan. Dogmas religiosos, sociales, estrategias de
marketing, en fin, todo parece ser una venta y/o imposición sobre cómo deberías
llevar a cabo la experiencia de tu jornada terrena.
Muchas orientaciones pueden ofrecernos el verdadero sentido de la existencia,
pero desgraciadamente esto no ocurre siempre. Como sabemos, hay mucha
imposición de metas y reglas, y a veces se hace difícil discernir entre lo
acertado y lo erróneo, y peor, entre lo que juzgamos correcto pero no es lo
adecuado para nosotros. Por otra parte, también hay muchas posibilidades
sueltas por ahí, que para un buen observador, independiente, pueden servir como
ingredientes para la creación de un “bollo”.
Las más diversas crisis suelen ocurrir cuando no vamos por el camino del
corazón. Las insatisfacciones, cuando deflagradas, promueven corrección de
metas y en esas ocasiones los escenarios conocidos suelen cambiar de modo
sorprendente. A veces aterrador.
Parece como si estuviésemos en un terremoto en que se van personas de nuestras
vidas, nos mudamos de casa, de país, de profesión, de pareja, etc. A veces nos
apegamos a los “cachos” para afirmarnos en algo conocido, retrasando la llegada
de lo nuevo que nos espera un paso más adelante. Incluso cuando se anhela la
manifestación del sentido mayor, puede que al principio no consigamos ver nada
con clareza. Miedo, dolor y desesperación frecuentemente oscurecen la nueva
realidad que se dibuja. Pocos son los que comprenden el proceso con mente
abierta y optimismo, postura esa más alineada con el verdadero principio
creativo del cambio.
Podemos poner los más variados ejemplos. Desde personas que se aseguraron
evitando la transformación de lo que literalmente sufrieron y aún sufren… Hasta
las personas que se abrieron a lo nuevo y pudieron pasar por el extraño camino
del “no lo sé” abriéndose para que el sentido mayor cruzase con la sabiduría de
siempre por sus caminos.
No son sencillas ni fáciles esas jornadas de transformación y de rescate de sí
mismo, pero invariablemente, siempre que ocurren deberían ser contempladas como
ocasiones divinas de rescate y alineamiento de propósitos.
¿Dónde entran los sueños en esa cuestión existencial? Y a fin de cuentas ¿para
qué soñamos? ¿Qué ocurre en nuestra mente, en nuestro mundo interior cuando
soñamos? ¿Cómo queda la percepción de realidad y por qué cuando estamos soñando
todo tiene una lógica diferente de esta nuestra de aquí, pero que en el sueño
forma sentido?
Cuando soñamos tenemos una secuencia lógica guiada por nuestros sentimientos.
Todas las imágenes que aparecen son definidas por los sentimientos que estamos
vivenciando. En resumen, los escenarios son reflejos de nuestras actitudes
mentales según lo que sentimos y buscamos.
Según Freud, los sueños son la tentativa de solucionar conflictos en relación a
deseos no satisfechos. En cambio, Jung observa que en los sueños podemos entrar
en contacto con arquetipos universales en busca de nuestra evolución. Otros
teóricos definen los sueños de otras maneras. Pienso que todas las
explicaciones son válidas y que todas dentro de este orden de comprensión
tienen algo en común, que es la de experimentar de modos y maneras distintas la
tentativa de resolver cuestiones existenciales. Lo hacemos vivenciando
versiones de realidades por medio de nuestros sueños.
Según la visión de la física cuántica, los sueños serían la experimentación en
ondas de las posibilidades a ser vivenciadas y materializadas aquí en este
plano. Serían el test de realidades probables con el propósito de facilitarnos
el conocimiento de nosotros mismos y por tanto, de nuestras elecciones… O la
vivencia, quién sabe, de nuestra conciencia en láminas de realidades, tan
físicas como estas nuestras, pero en otras dimensiones.
Obsérvese que según este precepto, un vidente puede ver algunas de esas ondas
de posibilidad, las que están más cerca de materializarse, y a partir de ahí
hacer su videncia sobre un factor concreto a colapsar, ello antes de que sea
efectivamente elegido por el observador para este intento.
Los sueños son versiones de realidades donde nos representamos dentro de un
simbolismo único y totalmente comprendido por el soñador en el momento soñado.
Hay mucha especulación sobre el arte del soñar. Están los sueños lúcidos, los
sueños compartidos, los sueños premonitorios, las experiencias extra-físicas y
por ahí va.
Creo que siempre que “soñamos” estamos vivenciando realidades tan vividas como
estas nuestras.
Pienso que en esas experimentaciones se incluyen nuestros sueños/vida de aquí,
o sea, nuestras experiencias. En resumen, estamos experimentándonos ahora y
siempre. Estar lúcidos, con acciones deliberadas y sin miedo a entrar en
contacto directo y responsable con todo cuanto podemos, parece ser nuestra
cuestión mayor. Y mientras eso no ocurre continuamos en la rueda, perteneciendo
a los sueños de otros, despertando de cuando en cuando en crisis para rectificar,
en la suerte de que cuando eso ocurre, hacer buen uso de esos momentos.
https://www.somostodosum.com.br/es/es-un-sueno-tu-vida-fisica-cuantica-experimentada-10252.html
7.
Los sueños en niños y
adolescentes
Dado
que las limitaciones metodológicas afectan al estudio de los sueños de
los niños de forma especialmente fuerte, para empezar, discuto algunas
de las metodologías utilizadas en el estudio de los sueños en niños y
adolescentes. Por razones evolutivas, y basándome en la mayoría de los
datos disponibles, divido esto en varias secciones basadas en grupos por
edad. No reviso los sueños en adolescentes mayores de 14 años, puesto
que los hallazgos en ese grupo de edad son muy similares a los hallazgos
en adultos. Por último, resumo algunos de los datos sobre pesadillas y
malos sueños.
Metodologías para estudiar los sueños en niños y adolescentes
Varios
investigadores han elegido distintos entornos y métodos, cada uno con
sus propios méritos y limitaciones, para recopilar informes sobre el
soñar en niños. En los comienzos del siglo XIX, el foco estaba en los
estudios observacionales. Estos estudios se basaban principalmente en
los informes que aportaban los padres o los observadores sobre la
conducta de los niños durante el sueño y la comparación con su conducta
durante la vigilia. Más adelante, los estudios apoyaron el hecho
frecuente de conductas de actuación durante los sueños y su asociación
con el contenido del sueño (Burnham y Conte, 2010; Sándor y col., 2014).
Un ejemplo de este tipo de informe observacional es el artículo de
Erickson (1941) sobre el posible hecho de un sueño a los 8 meses de e
dad. En este artículo, Erikson presentaba a una niña de 8 meses que,
durante la ausencia de su padre, y mientras está dormida, repite los
gestos asociados con un juego al que solía jugar con su padre (Erickson,
1941).
Estos
estudios observacionales no eran sistemáticos, por tanto los estudios
de laboratorio emergieron en un esfuerzo por tener estudios más
controlados con una muestra de mayor tamaño. En los laboratorios, los
científicos pudieron observar los (electroencefalogramas (EEG) y los
parámetros fisiológicos y hacer despertares sistemáticos en la fase REM y
NREM para obtener informes sobre los sueños. Los principales ejemplos
de este enfoque son los estudios longitudinales en laboratorio de
Foulkes (2002) sobre niños y adolescentes. A pesar de las ventajas
mencionadas previamente, un grupo de investigadores describió un “efecto
primera noche” en el que se daba una mayor incorporación de temas
relacionados con el laboratorio en lo que se recordaba de los sueños
(Solomonova, Fox y Nielsen, 2014, p. 1). Como en los niños, algunos
investigadores se han interesado por el efecto de los entornos y
personas (investigadores) no familiares en los sueños de los niños, así
como en su comodidad a la hora de contar sus sueños. Además, aunque los
despertares durante la fase REM y NREM suponen una brecha más breve
entre los sueños y su recuerdo, ha existido una cierta preocupación por
la fiabilidad de las narraciones de los sueños que hacían los niños
cuando se despertaban de un sueño profundo en el laboratorio y por si
estaban totalmente despiertos cuando recordaban sus sueños (Sándor y
col., 2014). Por otra parte, Foulkes sostenía que cuando
recopilamos datos sobre los sueños en la mañana, podría haber un sesgo
hacia recordar el contenido más interesante y emocionalmente intenso
(ver más abajo para la hipótesis principal) (Foulkes, 2002).
Al
contrario que los entornos de laboratorio, algunos investigadores han
elegido el entorno de la casa o la escuela para dirigir sus estudios.
Con frecuencia, se forma a un padre/madre o a un miembro del
personal para dirigir la entrevista. Una posible ventaja de estos
estudios es que los niños se hallan en un entorno seguro y familiar. El
entorno escolar también permite el estudio de grupos. Como sucede con
otras metodologías, también ha habido preocupación por estos entornos.
En términos de los estudios en casa, cuando se usan las entrevistas e
informes realizados por los padres, uno debe tener en cuenta el efecto
del sesgo parental (dinámicas padres-hijos, expectativa parental,
personalidad y estilo parentales). En los estudios en la escuela, existe
una brecha de más tiempo entre el sueño real y el momento de
recordarlo, que puede afectar a la fiabilidad de la narración del sueño.
Finalmente, algunos estudios han utilizado cuestionarios para padres,
para niños o para ambos. Los cuestionarios son las herramientas más
apropiadas cuando se estudia un aspecto concreto o específico de los
sueños en muestras amplias, donde no es factible hacer una entrevista
personal (Sándor y col., 2014)
Resumen de patrones normativos del sueño de la infancia a la adolescencia
Los
infantes pasan más de la mitad de su tiempo durmiendo. Sus ciclos de
sueño/vigilia, que son múltiples y breves, están más influencias por
señales de hambre que por señales de luz-oscuridad. El sueño en la
infancia consiste en dos fases importantes: sueño activo y sueño
tranquilo (y un tercer estado indeterminado de sueño). Se considera que
el sueño activo es el precursor del sueño REM y el sueño tranquilo el
precursor del sueño NREM. Curiosamente, y en contraste con el sueño REM
adulto, los infantes no tienen atonía muscular durante el sueño activo
y, por tanto, esta fase está marcada por muchos movimientos musculares,
respiración irregular y movimientos fásicos de los ojos. Por otra parte,
el sueño tranquilo se define por una respiración profunda, lenta y
regular, y la falta de movimientos musculares (McLaughlin, Crabtree y
Williams, 2009).
La
investigación ha mostrado que los recién nacidos pasan alrededor del
50% de su sueño en modo de sueño activo, y en torno al 14% de su sueño
en modo sueño tranquilo. Con el tiempo, hay una disminución gradual en
el sueño activo y un aumento del sueño tranquilo, de modo que a los 3 y a
los 12 meses, el sueño tranquilo supone hasta un 50% y hasta un 60%,
respectivamente, del tiempo de sueño. Una hipótesis sobre la cantidad
significativa de sueño activo durante la infancia es que debido a los
limitados estímulos ambientales, el cerebro crea sus propios estímulos
internos para ayudar con las conexiones neuronales y la sinaptogénesis.
De hecho, los estudios en animales han mostrado que privar a los
animales del sueño REM (estímulo endógeno) tiene efectos perjudiciales
en el aprendizaje, la memoria y el desarrollo de varias partes del
cerebro tales como los sistemas auditivo, olfativo y límbico
(McLaughlin, Crabtree y Williams, 2009; Burnham y Conte, 2010).
Durante
el primer año de vida, también hay un aumento en la duración del ciclo
de sueño y una disminución en la cantidad total de tiempo que se pasa
durmiendo al día. Este patrón de disminución en la cantidad total de
sueño en 24 horas continúa durante los tres primeros años de vida, pero
los cambios más significativos tienen lugar tras el segundo cumpleaños.
Es más, durante el primer año, el sueño empieza a consolidarse en una o
dos siestas al día, con menos despertares durante la noche. Los estudios
también han mostrado que a lo largo de la infancia, el género y la
etnia se hallan entre los factores importantes que afectan a la
estructura del sueño. Sin embargo, otros factores, como el nivel de
educación materno, o el estatus socioeconómico, también se hallan entre
los que influyen en la estructura del sueño. Si nos fijamos en la
estructura del sueño de la infancia a la adolescencia, también hay una
disminución en el sueño de onda corta y un aumento del sueño de fase
dos. La necesidad general de dormir no cambia demasiado, pero la
investigación muestra que los adolescentes duermen significativamente
menos en 24 horas (McLaughlin, Crabtree y Williams, 2009). La evidencia
también apunta a una menor capacidad en el procesamiento de la
información emocional debido a una pobre calidad del sueño durante este
periodo evolutivo sensible de la adolescencia temprana (Soffer-Dudek y
col., 2011).
Los sueños en la infancia
A
pesar de saber que el feto humano y el neonato pasa la mayoría de su
tiempo en sueño activo/sueño REM, aún no hemos podido aclarar si el
soñar sucede concurrentemente con esta fase del sueño. Algunos
investigadores han dado por hecho que el soñar sucede concurrentemente
con el sueño REM en la infancia, o incluso en el feto. Esto está
principalmente arraigado en la perspectiva que considera el soñar como
un epifenómeno de la actividad cerebral durante el sueño REM como una
actividad más básica dada en todos los humanos e, incluso, en los
animales. Esta opinión se ve reforzada por observaciones de actividades
motoras (como sonreír, suspirar, o el movimiento de las extremidades) o,
incluso, algunas vocalizaciones en infantes y niños. Sin embargo, el
soñar, tal como lo hemos definido, está relacionado con el conocimiento
general y los recuerdos que uno tiene. Algunos investigadores, como
Foulkes, han sostenido que los infantes humanos no poseen todavía un
conocimiento y una memoria lo suficientemente ricos como para usarlos
para soñar, o un sentido claro de sí mismos como agentes en el mundo
como para ser capaces de narrar la historia de un sueño en que ellos
desempeñen un papel. Es más, no está claro si los infantes tienen una
madurez cerebral y cognitiva suficiente como para entretejer una
narrativa coherente para el soñar. También es importante recordar que
aún nos falta mucho por saber sobre la relación entre el sueño REM y el
soñar o, de hecho, las semejanzas y diferencias entre el sueño activo en
la temprana infancia y el sueño REM en los adultos (Foulkes, 2002;
Burnham y Conte, 2010; Sándor y col., 2014).
Como
hemos mencionado, basándose en sus informes de casos clínicos y en la
revisión de la literatura, Solms concluyó que el sueño REM y el soñar no
tienen lugar en base a las mismas redes y mecanismos (Solms, 2011). Por
tanto, según estos hallazgos, la existencia del estado de sueño REM
durante la infancia no supone necesariamente que en esa edad se
produzcan sueños. Solms también asignó un papel importante al cerebro
frontal en el proceso de soñar, y esta es una parte del cerebro que
requiere tiempo para madurar durante el desarrollo. Esto, sin embargo,
no impide otras formas de experiencias sensoriales durante el sueño en
la infancia temprana. Es, por tanto, posible que los infantes y los
niños pequeños tengan otras experiencias sensoriales o conscientes
cuando duermen diferentes de las experiencias de los niños mayores o los
adultos. Los niños atraviesan muchos cambios evolutivos en sus
habilidades cognitivas, sociales, de lenguaje, de memoria y emocionales.
Cada una de estas habilidades desempeña un papel importante en el soñar
y en el contenido del sueño. Así, puede suponerse que tanto la
naturaleza como el contenido de los sueños atraviesan cambios
evolutivos según el individuo crece. En su artículo Burnham y Conte se
basaron en las teorías de Lewis y Piaget para señalar que “un sentido
claro de uno mismo como separado de los otros no es evidente hasta al
menos los 16 o 18 meses de edad” y que “la capacidad para entender y
manipular los símbolos no se desarrolla hasta algún momento del segundo
año” y concluyeron que no es probable que el sueño activo de los
infantes se acompañe de soñar tal como nosotros lo conocemos (Burnham y
Conte, 2010, pp. 52-53). Ahora reviso la investigación existente sobre
sueños en niños según su grupo de edad. Resumo por separado los
resultados de los estudios sobre pesadillas y trauma.
Los sueños en los niños de 3 a 5 años
Como
hemos descrito previamente, Foulkes ha estudiado ampliamente los sueños
en niños y adolescentes. Este trabajo ha consistido en dos estudios
importantes, uno longitudinal y otro transversal. El estudio
longitudinal es el estudio sobre sueños en laboratorio más amplio
llevado a cabo en niños y adultos. En estos estudios, el hallazgo más
significativo en niños de 3 a 5 años, fue la “escasez de sueños”, es
decir, cuando los niños se despertaban en medio de la fase REM, la
respuesta más común a la pregunta sobre el contenido de sus sueños era
“ninguno”. En esta cohorte, sólo el 15% de los despertares durante la
fase REM, y ninguno de la fase NREM, dio lugar a la narración de un
sueño. También apuntó que las narraciones de sueños raramente tenían a
uno mismo como personaje activo (Foulkes, 2002, capítulo 4).
En
su grupo de estudio, los dos temas comunes en los sueños de los
preescolares eran los animales y los estados corporales (como el sueño o
el hambre). También halló que, contrariamente a la creencia general de
que los sueños desagradables o atemorizantes son comunes en este grupo
de edad, las narraciones de sueños que obtenía raramente mostraban malos
sueños. En general, notó una escasez de sentimientos y emociones en los
sueños de los preescolares. Es más, no halló una “extravagancia”
significativa en los sueños de los preescolares (Foulkes, 2002).
Se
ha cuestionado la credibilidad de estas narraciones de sueños, y si se
ven afectadas por la memoria, las habilidades lingüísticas o
descriptivas de los niños, entre otros factores. Foulkes y colegas
creían que dirigiendo estos estudios en el entorno de laboratorio y
despertando a los niños en medio del sueño REM, aumentaban la fiabilidad
de sus resultados. Sin embargo, como hemos mencionado, algunos
investigadores creen que el entorno y el entrevistador no familiares
para los niños podrían causar en ellos desorientación o inhibición. Más
importante, algunos cuestionan si los niños están totalmente despiertos y
pueden hacer una narración fiable del sueño cuando se les despierta en
medio del sueño REM o NREM. Esta crítica se ve reforzada por la
abundancia de temas tales como la fatiga y el sueño en las narraciones
que los niños hacen de los sueños (Sándor y col., 2014). Por otra parte,
muchos, incluyendo a Foulkes, cuestionaron la tendencia a fabricar
recuerdos y sus efectos en la credibilidad de las narraciones de sueños
en este grupo de edad.
Los
resultados de los estudios en casa en este grupo de edad han diferido
de los hallazgos de Foulkes en varios aspectos. En los estudios en casa,
el recuerdo del sueño ha sido mayor, de un 56%, y también más
prolongado (Resnick, Stickgold, Rittenhouse y Hobson, 1994; Colace,
2010). También, en contraste con los estudios en laboratorio de Foulkes,
los estudios en el hogar mostraron una presencia significativa del self
como un personaje activo (hasta el 85%) en los sueños preescolares
(Resnick y col., 1994). Estos estudios hallaron que los personajes más
comunes en los sueños de los niños en este grupo de edad eran miembros
de la familia y otros niños familiares para ellos y también hallaron una
mayor prevalencia de extravagancia en los sueños de niños en este grupo
de edad (Resnick y col., 1994; Colace, 2010). Los resultados del
estudio realizado en la escuela eran más próximos a los resultados del
estudio realizado en casa (Colace, 2000; Honig y Nealis, 2012).
Los sueños entre los 5 y los 9 años
Entre
las edades de los 5 y los 9 años, se produce la transición de formas
más rudimentarias de soñar a otras más maduras, más parecidas a las de
los adultos, según los estudios de Foulkes. Él dividió este periodo en
dos etapas basándose en los cambios que observó en este grupo de edad.
En la primera etapa (de los 5 a los 7 años), los cambios en los sueños
consistían en narraciones de sueños más largas, interacciones sociales
más frecuentes, y movimientos más cinéticos en los sueños. La siguiente
etapa (de los 7 a los 9 años) mostró cambios en la frecuencia con que
contaban sus sueños y en una mayor participación activa en los mismos
(Foulkes, 2002).
En
sus estudios, también observó un cambio en el contenido de los sueños
en este grupo de edad. Encontró una disminución en los temas de
sueño/fatiga y un incremento en los temas de interacción social. Aun
cuando los animales estaban frecuentemente presentes es los sueños de
los niños entre los 5 y los 7 años, cada vez se representaban menos
según los niños crecían. En términos de los sentimientos en los sueños
de esta cohorte, identificó mayormente sueños positivos, y la agresión o
el miedo rara vez se presentan (Foulkes, 2002). Esto contrasta con un
estudio, llevado a cabo por Oberst, que se fijó en los últimos sueños que recordaban
niños entre los 7 y los 18 años. En el estudio de Oberst, los temas de
la agresión y el miedo se encuentran más comúnmente en los sueños de los
chicos que en los de las chicas, dato que es similar en los adultos. Es
interesante apuntar que los estudios muestran que la mayoría de chicos y
chicas son víctimas de agresión en sus sueños (Oberset, Charles y
Chamarro, 2005; Sándor y col., 2014).
Foulkes
halló que el gran salto en la narración de sueños tenía lugar en algún
momento entre los 7 y los 8 años. También identificó las habilidades de
lenguaje y visoespaciales como variables importantes que afectan la
calidad narrativa de los reportes de sueños REM y la frecuencia de las
narraciones de sueños en los despertares durante la fase REM
respectivamente. Basándose en estos resultados, estableció la hipótesis
de que el desarrollo de habilidades visoespaciales (evaluadas por el
Wechsler Block Design) era la habilidad importante requerida para que
los individuos pudieran soñar (Foulkes, 2002).
En
términos de extravagancia, los datos de Foulkes aún mostraban una baja
prevalencia de elementos o contextos extravagantes (Sándor y col.,
2014). Sin embargo, otros estudios encontraron índices mucho mayores de
elementos extravagantes en los sueños de los niños en este grupo de
edad. Los diferentes hallazgos pueden también estar relacionados con
diversas definiciones de extravagancia y con distintos métodos para
estudiar los elementos extravagantes en los sueños. Los estudios en la
escuela apoyaban de nuevo a los estudios en casa, y un investigador
concluyó incluso que a los cinco años es cuando los sueños pueden
empezar a mostrar elementos narrativos muy extravagantes. Algunos otros
estudios también han mostrado un aumento en la duración del sueño y su
complejidad en niños de 5 a 9 años de edad (Oberst y col., 2005; Colace,
2010).
Los sueños entre los 9 y los 14 años de edad
En
el grupo de estudio de 9 y 11 años, de Foulkes (2002), el típico niño
entre 9 y 11 años contaba sueños en los despertares de la fase REM casi
con tanta frecuencia como los adultos. También había una asociación
entre la frecuencia de recuerdo del sueño y el recuento de palabras REM
en estos niños, es decir, los que tenía una mayor frecuencia de
narración de sueños también tenían un mayor recuento de palabras REM.
Curiosamente, en su estudio, los niños entre 9 y 14 años tenían menos
narraciones de sueños NREM que los adultos. Es importante apuntar, sin
embargo, que en los adultos los despertares del sueño NREM generalmente
dan lugar a la narración de algún tipo de “experiencia mental” que
podría ser “similar al pensamiento” y más plausible y realista,
comparada con los sueños de la fase REM. Foulkes menciona que los niños
“más brillantes y escrupulosos” de los de su estudio fueron los que
empezaron a tener este tipo de narraciones de sueño NREM al principio de
la adolescencia y concluye que “la capacidad para abstraer pensamientos
o imaginería a partir de un formato narrativo puede ser un logro
posterior en la elaboración evolutivo de la ideación NREM”. En general,
la narración de sueño durante la fase NREM se correlacionó positivamente
con las habilidades cognitivas y la madurez, buenas habilidades
descriptivas al despertar, habilidades de memoria y meticulosidad en
esta cohorte. Para las narraciones de sueños en la fase REM en este
grupo de edad, las habilidades visoespaciales seguían siendo
importantes, pero no tanto como en los niños más pequeños. También
observó de nuevo un aumento en la participación activa de uno mismo en
los sueños, y sostenía que sus datos apoyan “la idea de una
estabilización preadolescente del autocontrol y dominio del mundo”.
Basándose en su trabajo, también concluyó que los sueños empiezan a
demostrar ciertos aspectos de la personalidad del individuo en este
grupo de edad (Foulkes, 2002, capítulo 6).
Es
digno de mención que en su muestra de individuos al principio de su
adolescente, observó cierta disminución en las distorsiones en los
personajes y los entornos. Tenía dos hipótesis para explicar este
cambio. Uno fue que al principio de la adolescencia hay una emergencia
de temas de identidad, sexualidad y emociones que puede explicar los
cambios en el contenido simbólico de los sueños. Su otra hipótesis se
apoyaba en la maduración cognitiva y en la capacidad de “abstraer causas
e ideales a partir del comercio concreto de la vida social” en este
grupo de edad (Foulkes, 2002, capítulo 6). Soffer-Dudek también observó
cambios similares en la calidad de la narración de sueños de su estudio,
llevado a cabo mediante cuestionarios. Además, halló un menor índice de
narración de sueños y elaboró la hipótesis de que estos cambios podían
deberse a cambios neuronales, incluyendo la poda sináptica, en los
cerebros de quienes están al principio de la adolescencia (Soffer-Dudek y
Sadeh, 2013).
Uno
de los principales estudios en casa en este grupo de edad respaldó los
resultados de Foulkes en términos de aumentos en el recuento de palabras
REM, presencia activa de uno mismo, e interacciones sociales (Strauch,
2005). La mayoría de estudios de sueños en este grupo de edad han
mostrado que las diferencias de género en los sueños se hacen más
importantes y más parecidas a las de los de los adultos entre los 9 y
los 14 años. En general, el nivel de extravagancia disminuye en la
adolescencia temprana, pero, como las habilidades cognitivas continúan
madurando, hay un incremento en los modos inventivos de integrar los
recuerdos y acontecimientos de la vida real en los argumentos de los
sueños (Sándor y col., 2014).
Malos sueños y pesadillas
En
esta sección reviso algunos de los datos sobre malos sueños y
pesadillas en niños y adolescentes. Lo que este tipo de sueños tienen en
común es el contenido emocionalmente negativo, pero las pesadillas son
un caso aparte porque, por definición, despiertan al individuo. Los
estudios muestran varios resultados en términos de la prevalencia de los
malos sueños, sueños de angustia y pesadillas en niños pequeños. Muchos
de los estudios que se fijan en la prevalencia de los malos sueños o
las pesadillas han sido estudios retrospectivos, pero hay también
numerosos estudios longitudinales. En estudios retrospectivos realizados
en adultos, hasta el 90% reportó un historial de haber tenido malos
sueños cuando eran niños (Schredl y col., 2009a).
Los
malos sueños y las pesadillas se han mostrado en asociación con otros
trastornos del sueño entre los 24 y los 26 meses de edad (Byars y col.,
2012). Se ha estimado su prevalencia entre el 1,7% y el 43% por semana,
pero estudios diferentes arrojan resultados diferentes. Algunos
investigadores han reportado una prevalencia de las pesadillas del 26 al
28% entre los 5 y los 11 años (Lapouse y Monk, 1959; Simonds y Parraga,
1982). Un estudio más amplio en más de 900 niños concluyó que las
pesadillas y los malos sueños no eran tan prevalentes en niños de menos
de 5 años (Simard y col., 2008). Por el contrario, para los niños entre 4
y 12 años de edad, otro estudio encontró una prevalencia mucho
mayor del 67,7% para sueños atemorizantes. Curiosamente, en este
estudio, la prevalencia de los sueños atemorizantes era mucho mayor en
los grupos de más edad, teniendo una prevalencia de 95,7% en los niños
de 7 a 9 años y del 76,3% en los niños de 9 a 12 años (Muris y col.,
2000) sugiriendo que parte de la discrepancia en las estimaciones de las
prevalencias puede estar relaciona con la variación de la frecuencia de
malos sueños en los distintos grupos de edad.
En
contraste con el tema de prevalencia, la mayoría de los estudios
respaldan un consenso general de que hay una disminución en la
frecuencia de las pesadillas cuando los niños pasan de los 10 años y
entran en los años de la adolescencia (Macfarlane, Allne, y Hoznik,
1954; Simonds y Parraga, 1982). En base a la evidencia actual, puede
concluirse que el momento cumbre para los sueños de angustia y las
pesadillas es entre los 5 y los 10 años (Schredl y col., 2009b). Los
estudios muestran que las pesadillas y los malos sueños en los niños que
experimentan una mayor frecuencia de estos fenómenos son semejantes a
un rasgo estable y se asocian con características de personalidad que
pueden medirse ya a los 5 meses de edad (Schredl y col., 2009b; Simard y
col., 2008).
La
asociación entre la angustia diurna, el estrés, la ira, el temor y
otros síntomas psicopatológicos, por una parte, y las pesadillas, por la
otra, también ha sido demostrada por algunos estudios (Mindell y
Barett, 2002; Nielsen y col., 2000; Schredl y col., 2009a). En un
estudio de más de 600 adolescentes, Nielsen y sus colegas encontraron
una correlación entre la angustia y los sueños perturbadores entre los
chicos de 13 años, y una asociación entre el trastorno de angustia
generalizada, angustia de separación y trastorno sobreansioso y sueños
perturbadores en chicos de 16 años (Nielsen y col., 2000). Esto está en
línea con los resultados de algunos estudios en adultos que han mostrado
que los individuos que reportan un índice mayor de pesadillas a lo
largo de su vida tienen índices más altos de psicopatología (Li, Zhang,
Li, y Wing, 2010; Ohayon, Morselli y Guilleminault, 1997).
La
evidencia también indica que las chicas y las mujeres en general, pero
especialmente bajo condiciones de estrés, tienen un índice más alto de
recuerdo de sueños y tienden a compartirlos más frecuentemente, también.
En los niños, un metaanálisis de varios estudios mostró que no hay
diferencia en la frecuencia de las pesadillas en los niños según el
género (Schredl y Renhard, 2011). Sin embargo, tras los 12 años, la
mayoría de los estudios respaldan un incremento en la diferencia en
cuanto a la frecuencia de pesadillas y malos sueños, siendo más
frecuentes estos en las chicas que en los chicos (Schredl y col.,
2009b). Algunos han atribuido esta diferencia a una personalidad de tipo
"thin boundary" que es más prevalente en las chicas. (Nota de la
traducción: "thin boundary" (límites delgados) se refiere a personas que
tienen dificultad en diferenciar entre realidad y fantasía, y entre su
identidad y la de los demás).
En
términos del contenido del sueño, los malos sueños de los niños más
pequeños, a menudo tienen que ver con criaturas imaginarias (como
fantasmas) y también están relacionados con su entorno inmediato (como
una habitación oscura). Cuando los niños se hacen mayores, estos temas
son reemplazados por temas relacionados con el daño corporal, el peligro
físico y el miedo a la enfermedad (Bauer, 1976; Muris y col., 2000).
Los temas comunes en orden de prevalencia son las criaturas imaginarias,
el daño personal o el daño a otros, ser raptado, los animales, la
muerte propia o de los otros, los ladrones, la separación de los padres y
las amenazas sociales. Un hallazgo interesante ha sido la correlación
de temas violentos y agresivos en sueños atemorizantes con la exposición
a dichos temas por medio de la televisión u otras fuentes.
Si
nos fijamos en algunos de los controvertidos resultados de la
mencionada investigación, acuden varias cuestiones a la mente. Una es el
uso de terminología, criterios y definiciones variadas; por ejemplo
malos sueños, sueños atemorizantes, sueños de angustia, sueños
perturbadores y pesadillas. La otra cuestión está relacionada con las
distintas metodologías de investigación utilizadas en estos estudios,
por ejemplo algunos de los cuestionarios utilizados y otras entrevistas
(como hemos mencionado). Y, finalmente, hay un cuerpo de literatura que
apunta a los efectos de los factores culturales, sociales e individuales
en los sueños (Domhoff y Schneider, 2008).
El trauma y el sueño de los niños
Los
niños expuestos al trauma, la guerra o el abuso tienen más
probabilidades de presentar trastornos del sueño y pesadillas, así como
síntomas de angustia, depresivos y de TEPT entre otros temas. El trauma
puede ocasionar un sueño perturbado que puede durar de varios meses a
años tras el acontecimiento traumático. Los trastornos del sueño
relacionados con acontecimientos traumáticos incluyen terrores
nocturnos, sonambulismo, enuresis y otras parasomnias, y diversos tipos
de insomnio. También pueden provocar un aumento en las pesadillas. Las
pesadillas sobre el trauma pueden persistir durante mucho tiempo
y afectar a la calidad y la cantidad de sueño. Los estudios han mostrado
que un sueño de mala calidad en niños y adolescentes puede dar lugar a
una mala regulación afectiva, hiperactividad, problemas conductuales y
un bajo rendimiento en el colegio entre otros problemas (Charuvastra y
Cloitre, 2009).
Como
sucede con la investigación sobre el sueño en general, cuando se trata
de hallazgos y teorías sobre el efecto que la exposición al trauma tiene
en el soñar y en el papel de los sueños para el individuo expuesto al
trauma, no hay demasiado consenso. En adultos con TEPT, los estudios
muestran una disminución en el sueño de ondas lentas y un aumento en el
sueño REM y en el sueño de fase 1 entre otros cambios neurofisiológicos.
Los estudios que comparan a los niños abusados con los controles
muestran una menor eficacia del sueño y mayores latencias de sueño. Los
trastornos del sueño en los niños dan lugar a mayores índices de
desregulación anímica y afectiva y a cuestiones conductuales y se puede
pensar que tras un trauma los trastornos del sueño pudrían ser un modo
de entender los problemas psicológicos, emocionales, conductuales y
autorreguladores resultantes que podrían tener lugar. Algunas evidencias
apuntan a un incremento en el recuerdo de sueños en individuos
traumatizados y otras muestran lo contrario. Esto podría estar
relacionado con la naturaleza y la frecuencia de la exposición al
trauma. Los estudios que han reportado una disminución en el recuerdo de
los sueños han estudiado principalmente a individuos con exposiciones
al trauma más severas y frecuentes. Por tanto, un posible factor
importante es el tiempo en relación al trauma y la capacidad psíquica y
las necesidades adaptativas del individuo. Algunos investigadores
plantean la hipótesis de que dependiendo del tiempo relativo a los
traumas amenazantes para la vida, las necesidades adaptativas del
individuo pueden variar. En medio de un trauma inseguro, agudo, que
supone una amenaza para la vida, tener sueños placenteros que no
reflejen el tema traumático puede actuar como un retiro. Cuando se dan
la capacidad psíquica y un espacio para procesar los temas traumáticos,
los sueños más destacados con temas relacionados con el acontecimiento
traumático pueden ayudar al ajuste individual (Steart y Koulack, 1993;
Punamäki, 1997; Punamäki, Ali, Ismahil y Nuutinen, 2005; Charuvastra y
Cloitre, 2009).
El
contenido de los sueños en los casos de una historia de trauma a menudo
muestra cualidades menos extravagantes o de apariencia de sueño. En los
niños expuestos a la guerra y el trauma, los sueños a menudo están muy
fragmentados, sin una narrativa continua y no suelen llevar a una forma
de solucionar el problema. Los sueños en estos niños tienen un contenido
emocional negativo aumentado (por ejemplo, enfado, angustia e
inseguridad). A menudo tras la exposición a un acontecimiento
traumático, inicialmente, los sueños tienen temas más realistas y son en
cierto sentido una repetición del acontecimiento traumático. Basándose
en las teorías que sugieren que los sueños cumplen una función
reguladora del estado de ánimo (ver discusión anterior), es posible que
estas pesadillas supongan un beneficio a largo plazo puesto que pueden
proporcionar al niño la oportunidad de procesar parte del acontecimiento
traumático. De hecho, existe un cuerpo de investigación que apoya este
rol protector de los sueños. En sus estudios sobre el trauma infantil,
Terr halló una baja prevalencia de los sueños repetitivos típica de la
exposición al trauma en niños menores de cinco años. Es más, halló que, a
veces, los sueños traumáticos suceden en intervalos de varios y años y
que generalmente cuanto más lejos están estos sueños del acontecimiento
real, y más ha procesado el individuo el acontecimiento, más oculto está
el contenido del trauma (Terr, 1991; Punamäki, 1997; Punamäki y col.,
2005).
En
un estudio llevado a cabo con 268 niños palestinos y 144 niños control
que vivían en una situación pacífica, Punamäki (1977) se fijó en 3
hipótesis sobre el recuerdo de los sueños: la hipótesis de la represión,
la hipótesis congruente con el estado de ánimo, y la hipótesis
destacada. La hipótesis de la represión supone que el contenido doloroso
y vergonzante del sueño es reprimido y, por tanto, olvidado. La
hipótesis congruente con el estado de ánimo sugiere que los sueños con
un contenido congruente con el estado de ánimo se recuerdan más
fácilmente y se basa en una teoría sobre la memoria según la cual es más
fácil recordar recuerdos congruentes con el estado de ánimo o recuerdos
formados en un omento en que el estado de ánimo del individuo había
sido congruente con el momento recordado. La hipótesis destacada afirma
que los sueños más extravagantes, vívidos y emocionalmente intensos se
recuerdan más fácilmente. El estudio de Punamäki tenía varios resultados
interesantes. Halló que los niños expuestos al trauma, y especialmente
aquellos expuestos a un trauma más frecuente, tenían un índice mayor de
recuerdo de sueños. Es más, en su estudio confirmó la segunda y tercera
hipótesis mencionadas anteriormente, es decir que los sueños más
sobresalientes y los congruentes con el estado de ánimo se recordaban
más frecuentemente. Curiosamente, su estudio mostraba que los niños que
usaban recursos de afrontamiento tales como la negación, el
entumecimiento y la distracción (mecanismos de afrontamiento más
represivos) tenían un mayor índice de recuerdo de sueños. Esto contrasta
con la hipótesis de la represión. Más aún, halló una correlación más
específica de los síntomas entre índices más altos de recuerdo de sueños
y la prevalencia de problemas psiquiátricos. En su cohorte de niños
palestinos, el recuerdo infrecuente de sueños (cuando se trataba de
sueños sobre muerte y heridas) los protegía contra los síntomas
depresivos pero predecía un mayor índice de angustia y síntomas
somáticos (Punamäki, 1997).
Otros
estudios han prestado atención al papel que la familia y las relaciones
dentro de la familia tienen en la experiencia del niño y su respuesta
al trauma. El estilo de apego parental inseguro está entre los factores
identificados que se asocian con la perturbación del sueño durante la
infancia. Entre los niños refugiados, los factores más importantes
relacionados con la perturbación del sueño eran la muerte violenta de un
abuelo antes de que ellos nacieran, una historia de tortura en sus
padres, y el aumento de reprimendas parentales tras el trauma. Es
importante señalar que la presencia de ambos padres se hallaba ente los
factores protectores contra el desarrollo de un trastorno del sueño.
Esto está en línea con las evidencias que muestran la importancia del
rol parental en la regulación de la emoción y en la creación de un
sentimiento de seguridad y el efecto del rol parental en la reacción del
niño ante un acontecimiento traumático y su respuesta al mismo
(Charuvastra y Cloitre, 2009).
Conclusión
En
esta revisión, he descrito alguno de los hallazgos y las ideas sobre
los sueños en general y en los niños en particular. Los sueños forman
parte de la vida cotidiana y han sido materia de interés e
interpretación durante siglos. Sin embargo, a pesar del progreso en la
comprensión de algunos de los aspectos fenomenológicos y los
apuntalamientos neurobiológicos del sueño, seguimos teniendo una
comprensión limitada de este fenómeno mental y de su función y sus
efectos. Tras la era de la dominancia de la perspectiva psicoanalítica
sobre los sueños y una vez que se descubrió el sueño REM, durante un
periodo de tiempo la visión dominante en la comunidad neurocientífica
fue que el soñar era un epifenómeno del sueño REM sin ningún significado
ni función psicológicos. Pero los hallazgos neurocientíficos a partir
de estudios de lesiones y estudios neurocientíficos en las últimas
décadas han mostrado que el sueño REM y el soñar son fenómenos
doblemente disociables y ha aumentado el interés en entender el origen y
función de los sueños. Varios investigadores han considerado el soñar
como parte del continuum de la conciencia y similar en cierto modo a la
función del cerebro cuando se descansa o se deja vagar la mente durante
la vigilia. Además, se ha postulado que el soñar puede jugar un papel
significativo en la memoria y el procesamiento emocional e incluso tener
un papel adaptativo para el individuo.
Los
sueños son menos estudiados y entendidos en los niños y no hay mucho
consenso general sobre su curso evolutivo o su función. Aún no hay un
modo definitivo de determinar si los humanos sueñan durante la infancia,
y no hay modo de de obtener un informe subjetivo a esta edad, y aún no
tenemos otros modos fiables de detectar si el soñar tiene lugar. Muchos
investigadores dudan de que los infantes o los niños pequeños tengan
experiencias mentales conscientes similares al soñar, aunque pueden
tener otras formas de experiencias sensoriomotoras mentales durante el
sueño. En los niños, parece haber un curso evolutivo para el soñar que
sigue al desarrollo cognitivo y emocional (por ejemplo, habilidades
visoespaciales o de lenguaje) del individuo. Es más, al igual que se
considera que los sueños se ven afectados por el proceso de desarrollo
en la infancia, pueden tener efectos significativos en, o asociaciones
con, el desarrollo del niño y su salud emocional y mental.
En
conjunto, esos hallazgos sugieren que entender los fundamentos
fenomenológicos y neurobiológicos del soñar puede ser esencial para
comprender el más amplio espectro de la conciencia y sus diversos
estados en los humanos. Es más, entender el curso evolutivo del soñar
puede proporcionar a los investigadores un insight importante acerca de
la función de los sueños y el desarrollo cognitivo y emocional de los
niños tanto de forma normal como en presencia de psicopatología. Sin
embargo, están sólo empezando a entender este fenómeno mental y por
tanto hay una gran necesidad de más estudios sobre los aspectos
neurobiológicos, fenomenológicos, funcionales y evolutivos del soñar.
Fuente: http://www.aperturas.org/articulo.php?articulo=0000943
8.
Las 80 mejores frases sobre los Sueños
El mundo de los sueños ha sido fuente de inspiración para muchos autores y filósofos.
1.
Todos nuestros sueños se pueden hacen realidad si tenemos el coraje de
perseguirlos. (Walt Disney)
2.
Atrévete a soñar la vida que has soñado para ti mismo. Ve hacia adelante y haz
que tus sueños se hagan realidad. (Ralph Waldo Emerson)
3.
Al principio, los sueños parecen imposibles, luego improbables y eventualmente
inevitables. (Christopher Reeve)
4.
No renuncies a tus sueños o tus sueños renunciarán a ti. (John Wooden)
5.
La mayor aventura que puedes pasar es vivir la vida de tus sueños. (Oprah
Winfrey)
6.
Todo gran sueño comienza con un gran soñador. Recuerda siempre: tienes en tu
interior la fuerza, la paciencia y la pasión para alcanzar las estrellas y
cambiar el mundo. (Harriet Tubman)
7.
No es verdad que la gente pare de perseguir sus sueños porque sean mayores, se
hacen mayores porque dejan de perseguir sus sueños. (Gabriel García Márquez)
8.
No sueñes pequeños sueños, porque no tienen el poder de mover el corazón de los
hombres. (Johann Wolfgang von Goethe)
9.
Para conseguir grandes cosas, debemos no sólo actuar, sino también soñar, no
solo planear, sino también creer. (Anatole France)
10.
Todos tenemos sueños. Pero para hacer los sueños realidad, se necesita una gran
cantidad de determinación, dedicación, autodisciplina y esfuerzo. (Jesse Owens)
11.
Solo hay una cosa que hace a un sueño imposible de conseguir: el miedo al
fracaso. (Paulo Coelho)
12.
Los sueños son necesarios para la vida. (Anais Nin)
13.
Tienes que tener un sueño para poder levantarte por la mañana. (Billy Wilder)
14.
Los sueños deben ser escuchados y aceptados, porque muchos de ellos se hacen
realidad. (Paracelso)
15.
He descubierto que hay formas de llegar a casi cualquier lugar al que quieras
llegar, si realmente quieres. (Langston Hughes)
16.
Haz todo lo que puedas para que tus sueños se hagan realidad. (Joel Osteen)
17.
Los sueños y pasiones almacenados en nuestro corazón son las llaves más
importantes que pueden liberar nuestro potencial. (John C. Maxwell)
18.
Los sueños, si son algo buenos, siempre son un poco locos. (Ray Charles)
19.
Los sueños son las respuestas actuales a las preguntas del mañana. (Edgar Cayce)
20.
Puede ser que los que hacen más, más sueñan. (Stephen Butler Leacock)
21.
Si uno avanza confiadamente en la dirección de sus sueños y se esfuerza por
vivir la vida que ha imaginado, se encontrará con un éxito inesperado. (Henry
David Thoreau)
22.
He tenido sueños y he tenido pesadillas. Supero las pesadillas porque tengo
sueños. (Jonas Salk)
23.
El que mira fuera sueña, el que mira adentro se despierta. (Carl Jung)
24.
Aférrate a tus sueños, porque si mueren, la vida es un pájaro con alas rotas
que no pueden volar. (Lanston Hughes)
25.
La esperanza es un sueño despierto. (Aristóteles)
26.
No sigas el camino, ve en su lugar donde no hay camino y deja huella. (Ralph
Waldo Emerson)
27.
En los sueños comienza la responsabilidad. (William Butler Yeats)
28.
Hagamos nuestro futuro ahora, hagamos nuestros sueños del mañana realidad.
(Malala Yousafzai)
29.
A
veces, los únicos realistas son los soñadores. (Paul Wellstone)
30.
No nos atrevemos porque las cosas sean difíciles, son difíciles porque no nos
atrevemos. (Séneca)
31.
El futuro que ves es el futuro que consigues. (Robert G Allen)
32.
Una actitud positiva puede hacer sueños realidad. (David Bailey)
33.
Los sueños solo tienen un propietario a la vez. Por eso los soñadores están
solos. (Erma Bombeck)
34.
Toda la gente exitosa son grandes soñadores. Imaginan cómo podría ser su futuro
ideal en todos los aspectos, y trabajan cada día por esa visión, meta o
propósito. (Brian Tracy)
35.
Acaricia tus visión y sueños, ya que son los hijos de tu alma, las huellas de
tus logros. (Napoleon Hill)
36.
Un hombre no es mayor hasta que el arrepentimiento toma el lugar de sus sueños.
(John Barrymore)
37.
Sé un soñador. Si no sabes cómo soñar, estás muerto. (Jim Valvano)
38.
Ayuda a otros a conseguir sus sueños y conseguirás los tuyos. (Les Brown)
39.
Prefiero los sueños del futuro que la historia del pasado. (Patrick Henry)
40.
Los que sueñan por el día son conscientes de muchas más cosas que escapan a los
que solo sueñan por la noche. (Edgar Allan Poe)
41.
Cuando no podemos soñar más, morimos. (Emma Goldman)
42.
Hay una gran cantidad de sangre, sudor y coraje tras los sueños alcanzados y
éxitos. (Paul Bryant)
43.
Confía en los sueños, porque en ellos se esconden la puerta a la eternidad.
(Kahil Gibran)
44.
Nada sucede al menos que tengas primero un sueño. (Carl Sandburg)
45.
Sé fiel a los sueños de tu juventud. (Friedrich Schiller)
46.
El deseo se transforma en impulso cuando el sueño crea una pasión para actuar.
(Dr. Robert Anthony)
47.
Puedes plantar un sueño. (Anne Campbell)
48.
Los sueños no mueren, la gente se rinde. (Tyler Perry)
49.
Todos los hombres de acción son soñadores. (James Huneker)
50.
Mantente fiel a ti mismo, mantente siempre abierto para aprender. Trabaja duro,
y nunca renuncies a tus sueños, incluso cuando nadie más crea que se puedan
hacer realidad. (Phikkip Sweet)
51.
Sabes que estás enamorado cuando puedes conciliar el sueño porque la realidad
es finalmente mejor que tus sueños. (Doctor Seuss)
52.
No sirve de nada pensar en los sueños y olvidarte de vivir. (J. K. Rowling)
53.
Todo lo que vemos o todo lo que parecemos, es simplemente un sueño dentro de un
sueño. (Edgar Allan Poe)
54.
Creo en todo hasta que sea refutado. Entonces creo en las hadas, los mitos, los
dragones. Todo existe, incluso si está en tu mente. ¿Quién puede decir que los
sueños y las pesadillas no son tan reales como el aquí y el ahora? (John Lennon)
55.
Pienso que soñamos para no tener que estar separados por tanto tiempo. Si
estamos en los sueños del otro, podemos estar juntos todo el tiempo. (A.A.
Milne)
56.
La posibilidad de hacer un sueño realidad es lo que hace interesante a la vida.
(Paulo Coelho)
57.
Somos los creadores de la música y somos los soñadores de los sueños. (Arthur
O’Shaughnessy)
58.
No te dejes intimidar por los miedos en tu mente. Déjate llevar por los sueños
en tu corazón. (Roy T. Bennett)
59.
Sé lo suficientemente valiente para vivir la vida de tus sueños de acuerdo con
tu visión y tu propósito en lugar de la expectativas y las opiniones de los
demás. (Roy T. Bennett)
60.
Usualmente pensaba mientras miraba la noche de Hollywood “deben existir miles de
chicas sentadas solas como yo, soñando con convertirse en una estrella de
cine.” Pero no me preocupé por ello. Estoy soñando más. (Marilyn Monroe)
61.
A
veces los sueños que se hacen realidad son los sueños que ni siquiera sabías
que tenías. (Alice Sebold)
62.
Yo tuve un sueño en mi vida, soñé que se quedaron conmigo para siempre. (Emily
Bronte)
63.
¿Escuchaste sobre una rosa que creció a partir de una grieta en el suelo?
Probando que las leyes de la naturaleza estaban equivocadas… Divertido, parece
que mantuvo sus sueños; aprendió a respirar aire fresco. Larga vida a la rosa
que creció… cuando a nadie más le importaba. (Tupac Shakur)
64.
Todos los hombres sueñan pero no por igual. Aquellos que sueñan por la noche
despiertan durante el día y descubren que era vanidad, pero los soñadores del
día son hombres peligrosos, porque pueden hacer realidad sus sueños con los
ojos abiertos. (T. E. Lawrence)
65.
Un hombre debe soñar durante mucho tiempo para actuar con grandeza. (Jean Genet)
66.
Siempre mantente atento a las formas de nutrir tus sueños. (Lao Tse)
67.
Ves cosas y preguntas, ¿Por qué? Pero yo sueño cosas que nunca han sido y digo:
¿Por qué no? (George Bernard Shaw)
68.
Un sueño no se hace realidad mágicamente: se necesita sudar, determinación y
trabajo duro. (Colin Powell)
69.
Sueña y date el permiso de visualizar a un tú que debes elegir. (Joy Page)
70.
Sigue tu corazón y tus sueños se harán realidad.
71.
Solo los sueños grandes inspiran, los sueños razonables no inspiran a nadie.
Lanza tu corazón y ten una estrategia, no una ideal, sino uno que se ejecute.
Actúa en pequeño, poco a poco y que cada paso que des en tu vida, te lleve a tu
sueño. El resultado es que poco a poco te convertirás en quien realmente
quieres y tendrás la experiencia de vivir en plenitud. (Mario Alonso Puig)
72.
Tengo un sueño de que algún día se levantará esta nación y vivirá el verdadero
significado de su credo: Que todos los hombres fueron creados iguales. (Martin
Luther King)
73.
Cree en tus sueños. Se te dieron por una razón. (Katina Mayer)
74.
Sueño que algún día en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos
esclavos y los hijos de los dueños de los esclavos podrán sentarse juntos en la
mesa de la hermandad. (Martin Luther King)
75.
Ningún soñador es demasiado pequeño, ningún sueño es demasiado grande.
76.
Los sueños son excursiones al limbo de las cosas, son un desahogo de la prisión
humana. (Henri Amiel)
77.
Mantente enfocado, persigue tus sueños y continúa avanzando hacia tus metas.
(LL Cool J)
78.
Cuídate de tus sueños, son la sirena de las almas. Cantan, nos llaman, los
seguimos y jamás volvemos. (Gustave Flaubert)
79.
No olvidemos nuestros sueños por falta de tiempo. Si de verdad se quiere, se
puede. (Paulo Coelho)
80. Cuando nuestros sueños
se hacen realidad es cuando entendemos la riqueza de nuestra imaginación y la
pobreza de nuestra realidad. (Ninon de Lenclos)https://psicologiaymente.com/reflexiones/frases-suenos
Amiga, Amigo:
Qué mejor resumen
sobre el complejo tema que el suprasensible poema dejado hace unos 400
años al recordarnos de manera tan sencilla y entendible que:
Yo sueño que estoy aquí,
destas prisiones cargado;
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Calderón de la Barca