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Qué son los Sueños

Proemio

La vida es sueño.

Poema de Calderón de la Barca (16001681):
Sobre la libertad de elegir tu propio camino Calderón de la Barca es uno de los poetas y dramaturgos más importantes de la literatura española. Es un autor que nació en el siglo XVI en Madrid y que vivió una intensa vida: estudiante en la Universidad de Alcalá de Henares, fue soldado en los tercios de Flandes y ya de vuelta en Madrid, llevó una vida tumultuosa para terminar ordenándose sacerdote. 

Calderón de la Barca ha pasado a la historia por sus grandes obras como La dama duende, El diablo mundo, La cena del rey Baltasar o La vida es sueño. Esta última obra es casi de lectura obligada para los estudiantes de la Educación Secundaria. Y es que, además del importante mensaje que transmite la obra, resuenan sobre todo los ecos del soliloquio de Seguismundo que culmina con el famoso "que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son". Si quieres que tus alumnos o tus hijos conozcan a los clásicos, puedes leer con ellos este bello extracto de La vida es sueño.

Es verdad, pues: reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos.
Y sí haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña,
que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta despertar.

Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe
y en cenizas le convierte
la muerte (¡desdicha fuerte!):
¡que hay quien intente reinar
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!

Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí,
destas prisiones cargado;
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

Calderón de la Barca


Significado del poema La vida es sueño
La vida es sueño es una obra de teatro escrita por Calderón de la Barca y estrenada en 1635. De ella, el poema más famoso es aquel que recita Segismundo, en el que remata con el famoso "que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son".
¿Quién es Segismundo y por qué hace esta reflexión? La obra comienza cuando Basilio, rey de Polonia encierra a su hijo Segismundo en una torre para evitar una profecía que decía que su hijo sería un rey cruel. Para que nadie lo sepa, le dice a su pueblo que Segismundo ha muerto. Sin embargo, más adelante decidirá liberarle para comprobar si la profecía se cumple. Segismundo es drogado para más adelante hacerle creer que todo ha sido un sueño si resulta ser un rey tirano. A partir de ahí se iniciarán una serie de revueltas entre las tropas de Segismundo y su padre.
El discurso de Segismundo que ha hecho a esta obra tan conocida habla sobre la libertad del hombre para escoger su propio camino. Y es que, Segismundo lucha por conseguir la libertadde trazar su destino oponiéndose a la decisión de su padre, quien quiere decidir por él. En definitiva, se pone de manifiesto que la libertad, es uno de los bienes más preciados de las personas.
https://www.conmishijos.com/actividades-para-ninos/cuentos/la-vida-es-sueno-poema-clasico-para-ensenar-a-los-ninos-y-adolescentes/


Desarrollo

1.
OPINIÓN: ¿Qué son los sueños y por qué soñamos?

24 de octubre de 2018
La psicoterapeuta Georgina Reyes nos cuenta qué son los sueños y por qué soñamos.
La actividad onírica siempre ha sido considerada por el ser humano como algo subjetivo, difícil de interpretar y tan personal como cada individuo. ¿Qué son los sueños y por qué soñamos?
¿Qué son los sueños?
Soñar es una actividad que permite al ser humano desahogar algunas situaciones que en el estado consciente no es siempre posible abarcar.
Durante el sueño toda actividad y conducta es posible y permitida. Los sueños dependen de las experiencias vividas por cada ser humano; pueden también ser pesadillas que son las actividades oníricas que hacen que el sujeto se sienta, incómodo y amenazado.
El ser humano se permite soñar a través de los pendientes que tiene en su día a día y estando consciente no puede darle una interpretación y al estar dormido se permite desahogar todos esos pensamientos sin límites ni censura de nada ni nadie.
A través del sueño tenemos una gran oportunidad de conocernos mejor, ya que todo lo que suceda mientras dormimos nos permite expresar los pensamientos y sensaciones probablemente reprimidos cuando estamos despiertos, pero que nuestra mente alcanza a registrar como un pendiente.
Durante el sueño se estimula la recepción de mensajes que bien interpretados, nos ayudan a conectar las situaciones reales con nuestra organización mental y física.
En nuestros sueños hay mucha información que es una opción del inconsciente de expresión, a través de símbolos y significados en un lenguaje muy íntimo y muy personal que se puede descifrar con un profundo análisis con la ayuda de quien nos conoce de verdad, con información previa de nuestras respuestas a la vida.
¿Por qué soñamos?
Soñar resulta una actividad fascinante que nos permite interesarnos noche a noche en lo que sucederá mientras dormimos, ya que la actividad onírica desde siempre ha interesado al ser humano, pues el misterio de poder saber cómo es que producimos sueños plenos de escenas, de color, de diálogos y principalmente de símbolos tan únicos como nosotros mismos, resulta muy motivante.
Los estudios científicos indican que soñamos de tres a cuatro minutos.
¿De dónde vienen los sueños?
Si bien es cierto, todos soñamos, sólo que algunos refieren no soñar, más bien no los recuerdan por una represión o tienen un inconveniente marcado de enfrentar alguna situación.
Los sueños no se dan por sí solos, tienen una base conforme a las actividades y a los pensamientos que los humanos deben resolver o haga suyos. Muchas veces soñamos con situaciones ajenas a nuestra experiencia pero que alguien a quien amamos o estamos en estrecha relación, vive.
Manuales de interpretación
En el afán de entender el significado de los sueños, se han creado “manuales” de interpretación que no ofrecen una ayuda real para quien se siente preocupado por comprender algún sueño recurrente, ya que cada uno tiene que ver sólo con quien lo experimenta y con lo que vive.
El ser humano está convencido de que los sueños algo nos tienen que decir o que a través de ellos podemos encontrar respuestas a la incertidumbre. Cada uno tiene su propio significado según lo que sucede en esos momentos en nuestros pensamientos.
¿Cómo entender tus sueños?
Un método efectivo para iniciar con la comprensión de nuestros sueños es escribir por la mañana lo que logramos recordar, ya sean palabras, personas, objetos o lugares de tal manera que podamos en un estado consciente darle organización y significado.
Es importante considerar que en la conducta hay una manifestación de nuestra mente de manera consciente e inconsciente.
Todos soñamos cada noche; la duración de nuestros sueños puede variar debido a lo que en el día hemos dejado pendiente, así este se encargará de plantear situaciones a analizar.
https://news.culturacolectiva.com/ciencia/que-son-los-suenos-y-por-que-sonamos/


2.
¿Por qué soñamos?
​¿Alguna vez te has preguntado por qué soñamos todas las noches, incluso si no lo recordamos al otro día? En la Universidad de los niños EAFIT nos preguntamos esto y aquí está la respuesta.​
Pregunta: Andrés Felipe Jaramillo, 10 años.
Responde: Zara Niebles, psicóloga y realizadora audiovisual y Valentina Gómez, psicóloga de la Universidad CES.
Un sueño en ciclos
Hasta mediados del Siglo XX, los científicos consideraban que el sueño de una persona era una actividad invariable, es decir, sin cambios. Sin embargo, en el año de 1953, los doctores Nathaniel Kleitman y Eugene Aserinksy de la Universidad de Chicago demostraron que el sueño de los humanos se puede dividir en dos etapas: NREM (no movimiento rápido de ojos) y REM (movimiento rápido de los ojos).
En la primera etapa, el sistema nervioso se va sumergiendo en ciclos de sueño cada vez más profundos hasta llegar a la segunda etapa (REM), en la que el cuerpo se comporta de manera muy particular: aumenta la actividad cerebral, la respiración y el ritmo cardíaco se aceleran, los músculos se paralizan, y la más llamativa de todas, los ojos comienzan a moverse rápidamente bajo los párpados cerrados. Extraño ¿verdad?
Te preguntarás, ¿qué tiene que ver esto con soñar? Resulta que las personas que son despertadas en la fase REM recuerdan más fácilmente qué estaban soñando. Por esta razón, y debido a la alta actividad neuronal, se vinculan los sueños con la etapa REM. Sin embargo, aún faltan muchas investigaciones por realizar. Aún buena parte de lo que nos pasa neuronalmente es un misterio.
Un dato adicional: Mientras que un recién nacido pasa 8 horas diarias en la etapa REM, una persona de 20 años llega a 2 horas y un adulto de 70 años a solo 45 minutos. ¿Por qué? Por ahora se desconoce. 
Alegrías, tristezas, preocupaciones y deseos llegamos a proyectar en nuestros sueños, como si se tratar​an de una pantalla de cine. Allí todo es posible: crear lugares, personas, otros mundos; volar, convertirnos en superhéroes y hasta hacer cosas que nunca haríamos despiertos. ¡Los sueños son los guardianes del dormir! 
¿Sabías que en promedio pasamos una tercera parte de nuestras vidas durmiendo? Y no es para menos: dormir es muy importante. ​Según el Instituto de​​ Corazón, Pulmón y Sangre​ de los Estados Unidos, ​​​dormir adecuadamente es fundamental para aprender y recordar cosas, ​​para reaccionar, ser creativo y para la reparación de muchos tejidos del cuerpo​, entre muchas otras cosas. 
​ Sin embargo, para do​rmir bien es necesario descansar por lo menos ​8 horas diarias, en el caso de los adultos, o hasta más de ​​​​​​​​17 horas para bebés recién nacidos. ​En esos momentos, donde no se tiene el control de la imaginación, emociones, ni sentimientos, se logran tener sueños por ráfagas, es decir, sucesos que pasan de manera muy rápida y que sólo están ahí en la mente por pocos minutos. En este tiempo, el cual equivale, en un promedio también, a seis años enteros de vida, es posible que soñemos cuatro veces o hasta más. 
Pero, ¿por qué es tan difícil recordar lo que se sueña? El hecho de que lo que recordamos muchas veces no tenga sentido o cuando sentimos que éstos se enlazan y nos hacen confundir, tiene una razón de ser. En este proceso de la mente, mientras soñamos, una parte del cerebro se paraliza y detiene su funcionamiento. Más claramente, es el centro lógico el que hace una pausa. 
Es por esto que los sucesos irreales y utópicos no son vistos de forma extraña en este lapso de tiempo, porque las ilusiones, fantasías e imaginarios que creamos están por fuera de nuestra cordura. A su vez, el cerebro envía constantemente, en las horas que dormimos, signos o señales a la médula espinal con el propósito de que todos los órganos queden paralizados temporalmente.
Todos éstos se comportan muy bien y obedecen las órdenes que se les dan, excepto los ojos, los cuales, durante esta fase, permanecen activos y se mueven en la misma armonía de la actividad en el sueño. En muchas situaciones, algunas de las funciones importantes que cumple el cerebro mientras sueña es la de desechar y elegir los recuerdos, además de solucionar los problemas que roban nuestra atención durante el día. Pero también se construyen los sueños como una colcha de retazos, con pedazos de lo que vemos, escuchamos, olemos, probamos y demás construcciones propias. 
Expertos, como Sigmund Freud, sostenían que los sueños existen para satisfacer los deseos que cada persona tiene, o que pueden ser también un reflejo fiel y simbólico que se adueña de la mente, de los sueños y anhelos del ser humano. A lo mejor tengan razón o a lo mejor no. Durante muchos años, estudiosos del tema han tratado de darle un significado lógico a esos sucesos enigmáticos que nadie logra comprender por qué y cómo suceden. 
Hasta el día de hoy, no se ha podido concretar ni contestar de manera eficiente nada acerca de los sueños, pero de lo que sí se puede tener certeza es que esa tercera parte de la vida que pasamos durmiendo y soñando, no es en vano.​​
https://www.eafit.edu.co/ninos/reddelaspreguntas/Paginas/por-que-sonamos.aspx


3.
¿Qué significa cuando soñamos?
22 de diciembre de 2020
Los sueños son historias e imágenes que nuestra mente crea mientras dormimos. Pueden ser entretenidos, divertidos, románticos, inquietantes, atemorizantes y, a veces, muy extraños.

Causas
Existen varias teorías sobre por qué soñamos. ¿Son los sueños simplemente parte del ciclo del sueño o sirven para algún otro propósito?
Las posibles explicaciones incluyen: Gracias a evidencia y nuevas metodologías de investigación, los investigadores especulan que soñar cumple las siguientes funciones: Mucho se desconoce sobre los sueños. Por su naturaleza, son difíciles de estudiar en un laboratorio, pero la tecnología y las nuevas técnicas de investigación pueden ayudar a mejorar nuestra comprensión de los sueños.

Fases del sueño
Hay cinco fases en un ciclo de sueño:
Fase 1: sueño ligero, movimiento lento de los ojos y actividad muscular reducida. Esta fase constituye del 4% al 5% del sueño total.

Fase 2
: el movimiento de los ojos se detiene y las ondas cerebrales se vuelven más lentas, con ráfagas ocasionales de ondas rápidas llamadas husos del sueño. Esta fase constituye del 45% al 55% del sueño total.

Fase 3
: empiezan a aparecer ondas cerebrales extremadamente lentas llamadas ondas delta, intercaladas con ondas más pequeñas y rápidas. Esta fase ocupa del 4% al 6% del sueño total.

Fase 4
: el cerebro produce ondas delta casi exclusivamente. Es difícil despertar a alguien durante las etapas 3 y 4, que en conjunto son referidas como «sueño profundo». No hay movimiento ocular o actividad muscular. Las personas que se despiertan durante el sueño profundo suelen sentirse desorientadas durante varios minutos después de despertarse. Esta fase constituye del 12% al 15% del sueño total.

Fase 5
: esta etapa se conoce como movimiento ocular rápido (REM, en inglés). La respiración se vuelve más rápida, irregular y superficial, los ojos se mueven rápidamente en varias direcciones y los músculos de las extremidades se paralizan temporalmente. La frecuencia cardíaca aumenta, la presión arterial aumenta y los hombres desarrollan erecciones de pene. Cuando las personas se despiertan durante el sueño REM, a menudo describen cuentos extraños e ilógicos. Estos son los sueños. Esta fase ocupa del 20% al 25% del sueño total.

Para la neurociencia, la posible causa de los sueños está relacionada con la fase de sueño de movimientos oculares rápidos (REM).

¿Qué son los sueños?
Los sueños son una experiencia humana universal que puede describirse como un estado de conciencia caracterizado por acontecimientos sensoriales, cognitivos y emocionales durante el sueño.
La persona que está soñando tiene un menor control sobre el contenido, las imágenes visuales y la activación de la memoria.
No existe un estado cognitivo que haya sido tan estudiado y sin embargo tan malinterpretado, como los sueños.
Existen diferencias significativas entre los enfoques neurocientíficos y psicoanalíticos del análisis de los sueños.
Los neurocientíficos están interesados en las estructuras involucradas en la producción de sueños, la organización de los sueños y la narratividad. Pero el psicoanálisis se enfoca en el significado de los sueños y los coloca en el contexto de la historia del que sueña.
Los informes de sueños tienden a estar llenos de experiencias emocionales y vívidas que contienen temas, preocupaciones, personajes y objetos que se relacionan estrechamente con la vida consciente.
Estos elementos crean una nueva “realidad” que parece surgir de la nada, produciendo una experiencia con un marco de tiempo y conexiones realistas.

Pesadillas
Las pesadillas son sueños angustiantes que hacen que la persona que está soñando sienta una serie de emociones perturbadoras. Las reacciones comunes a una pesadilla incluyen miedo y ansiedad.
Pueden presentarse tanto en adultos como en niños, y las causas incluyen: Sueños lúcidos
En un sueño lúcido, la persona que sueña está consciente de que está soñando. Puede tener cierto control sobre su sueño.
Esta medida de control puede variar en cada sueño lúcido. Suelen ocurrir en medio de un sueño normal cuando la persona que duerme de repente se da cuenta de que está soñando.
Algunas personas experimentan sueños lúcidos de forma aleatoria, mientras que otras han informado que pueden aumentar su capacidad para controlar sus sueños.

Interpretaciones
Lo que pasa por nuestra mente justo antes de quedarnos dormidos podría afectar el contenido de nuestros sueños.
Por ejemplo, durante la época de exámenes, los estudiantes pueden soñar con el tema de uno de sus cursos. Las personas en una relación pueden soñar con su pareja. Los desarrolladores web podrían ver el código de programación.
Estas observaciones circunstanciales sugieren que los elementos de lo cotidiano resurgen en imágenes durante la transición de la vigilia al sueño.

Personajes
Hay estudios que han examinado los “personajes” que aparecen en los relatos de los sueños y cómo los identifica el soñador.
Un estudio de 320 relatos de sueños de adultos encontró lo siguiente:

Entre los personajes que nombraron:

Se reportaron elementos extraños en el 14% de los personajes conocidos y genéricos.

Otro estudio investigó la relación entre la emoción del sueño y la identificación del personaje del sueño.

El afecto y la alegría se asociaron comúnmente con personajes conocidos y se usaban para identificarlos, incluso cuando estos atributos emocionales eran inconsistentes con aquellos en el estado de vigilia.

Estos hallazgos sugieren que la corteza prefrontal dorsolateral, asociada con la memoria a corto plazo, es menos activa en el cerebro durante el sueño que durante la vida consciente, mientras que las áreas límbicas paleocortical y subcortical son más activas.

Memorias
El concepto de “represión” se remonta a Freud. Freud sostenía que los recuerdos indeseables podían quedar reprimidos en la mente. Los sueños alivian la represión al permitir que estos recuerdos se restablezcan.
Un estudio mostró que dormir no ayuda a las personas a olvidar recuerdos no deseados. En cambio, el sueño REM podría incluso contrarrestar la supresión voluntaria de recuerdos, haciéndolos más accesibles.
Dos tipos de efectos temporales caracterizan la incorporación de recuerdos en los sueños:

    el efecto de residuo diurno, que implica la incorporación inmediata de eventos del día anterior
    el efecto de retraso del sueño, que implica incorporaciones demoradas de hace aproximadamente una semana

Los hallazgos de un estudio sugieren que:

    procesar los recuerdos para incorporarlos a los sueños tarda un ciclo de alrededor de 7 días
    estos procesos ayudan a promover las funciones de adaptación socioemocional y consolidación de la memoria

Efecto “dream-lag” (retraso del sueño)
El efecto “dream-lag” (retraso del sueño) se refiere a las imágenes, experiencias o personas que surgen en los sueños que son imágenes, experiencias o personas con las que has tenido contacto recientemente, tal vez el día anterior o una semana antes.
La idea es que ciertos tipos de experiencias tardan una semana en codificarse en la memoria a largo plazo, y algunas de las imágenes del proceso de consolidación aparecerán en un sueño.
Se dice que los eventos que experimentamos estando despiertos aparecen en el 1% o 2% de los relatos de sueños, aunque el 65% de los relatos de sueños reflejan aspectos de experiencias recientes de la vida consciente.
El efecto “dream-lag” se ha reportado en los sueños que ocurren en la etapa REM, pero no en los que ocurren en la etapa 2.

Tipos de memoria y los sueños

Dos tipos de memoria pueden formar la base de un sueño.

Estos son:

    recuerdos autobiográficos o recuerdos duraderos sobre uno mismo
    recuerdos episódicos, que son recuerdos sobre episodios o eventos específicos

Un estudio que exploró los diferentes tipos de memoria en el contenido de los sueños de 32 participantes encontró lo siguiente:

    Un sueño (0.5%) contuvo una memoria episódica.
    La mayoría de los sueños del estudio (80%) contuvieron incorporaciones de la memoria autobiográfica de bajas a moderadas.

Los investigadores sugieren que los recuerdos de experiencias personales se experimentan de forma fragmentaria y selectiva durante los sueños. El propósito podría ser integrar estos recuerdos en la memoria autobiográfica perdurable.
Una hipótesis que afirma que los sueños reflejan experiencias de la vida consciente cuenta con el respaldo de estudios que investigan los sueños de pacientes psiquiátricos y pacientes con trastornos del sueño. En pocas palabras, los síntomas y los problemas diurnos se reflejan en los sueños.
En 1900, Freud describió una categoría de sueños conocida como “sueños biográficos”. Estos reflejan la experiencia histórica de ser un infante sin la función defensiva típica. Muchos autores coinciden en que algunos sueños traumáticos cumplen una función de recuperación.
Un artículo plantea la hipótesis de que el aspecto principal de los sueños traumáticos es comunicar una experiencia que la persona tiene en el sueño, pero que no se comprende. Esto puede ayudar a la persona a reconstruir y aceptar un trauma pasado.

Temáticas
Las temáticas de los sueños podrían estar relacionadas con la supresión de pensamientos no deseados y, como resultado, con una mayor ocurrencia de ese pensamiento reprimido en los sueños.
Se les pidió a quince personas con buenos hábitos de sueño que suprimieran un pensamiento no deseado 5 minutos antes de dormir.
Los resultados demuestran que hubo un aumento de los sueños sobre el pensamiento no deseado y una tendencia a tener sueños más angustiantes. También implican que suprimir un pensamiento puede conducir a un aumento significativo de los síntomas del trastorno mental.
Las investigaciones han indicado que estímulos externos que se presentan durante el sueño pueden afectar el contenido emocional de los sueños.
Por ejemplo, en un estudio, el estímulo positivo de rosas produjo sueños con temas más positivos, mientras que el estímulo negativo de huevos podridos produjo sueños con temas más negativos.
Los sueños típicos se definen como sueños similares a los reportados por un alto porcentaje de las personas que sueñan.
Hasta ahora, las frecuencias de los temas típicos de los sueños se han estudiado usando cuestionarios. Estos han indicado que el orden de clasificación de 55 temas típicos de los sueños se ha mantenido estable en diferentes poblaciones.

Los 55 temas identificados son:
    escuela, maestros y estudio
    ser perseguido
    experiencias sexuales
    caídas
    llegar demasiado tarde
    una persona viva que está muerta
    una persona muerta que está viva
    volar o planear por el aire
    reprobar una prueba
    estar a punto de caer
    congelarse del miedo
    ser atacado físicamente
    estar desnudo
    comer alimentos deliciosos
    nadar
    quedarse encerrado
    insectos o arañas
    ser asesinado
    perder los dientes
    estar atado, atrapado o incapaz de moverse
    estar vestido indebidamente
    volver a ser un niño
    tratar de completar una tarea sin éxito
    no poder encontrar el baño o vergüenza por tener que usarlo
    descubrir una nueva habitación en la casa
    tener conocimientos o habilidades mentales superiores
    perder el control de un vehículo
    incendio
    bestias salvajes y violentas
    ver una cara muy de cerca
    serpientes
    tener poderes mágicos
    sentir vívidamente, pero no necesariamente ver u oír, una presencia en la habitación
    encontrar dinero
    inundaciones o maremotos
    asesinar a alguien
    verse muerto
    estar medio despierto y paralizado en la cama
    personas comportándose de forma amenazadora
    ver el propio reflejo en un espejo
    ser miembro del sexo opuesto
    ser sofocado, no poder respirar
    encontrar a Dios en alguna forma
    ver un objeto volador chocar
    terremotos
    ver un ángel
    criaturas que son parte animal, parte humano
    tornados o vientos fuertes
    estar en el cine
    ver extraterrestres
    viajar a otro planeta
    ser un animal
    ver un OVNI
    alguien que tiene un aborto
    ser un objeto

Algunos temas de los sueños parecen cambiar con el tiempo.
Por ejemplo, de 1956 a 2000, hubo un aumento en el porcentaje de personas que informaron volar en sus sueños. Esto podría reflejar el aumento de los viajes aéreos.

¿Cuál es su significado?


Relaciones: algunos han planteado la hipótesis de que un grupo de sueños típicos, incluyendo ser una persona en peligro, caerse o ser perseguido, está relacionado con conflictos interpersonales.

Conceptos sexuales: otro grupo que incluye vuelos, experiencias sexuales, encontrar dinero y comer comida deliciosa está asociado con motivaciones libidinales y sexuales.

Temor de ser avergonzado: un tercer grupo, que incluye sueños de estar desnudo, reprobar una prueba, llegar demasiado tarde, perder los dientes y vestirse de manera inapropiada, se asocia con preocupaciones sociales y miedo a la vergüenza.

Actividad cerebral y tipos de sueños


En estudios de tecnologías de neuroimagen de la actividad cerebral durante el sueño REM, los científicos encontraron que la distribución de la actividad cerebral también podría estar relacionada con características específicas del sueño.

Varias características extrañas de los sueños normales tienen similitudes con síndromes neuropsicológicos muy conocidos que ocurren después de un daño cerebral, como errores delirantes de identificación de rostros y lugares.

Los sueños y los sentidos


Se evaluaron los sueños de personas que experimentaban diferentes tipos de dolor de cabeza. Los resultados mostraron que las personas con migraña tuvieron una mayor frecuencia de sueños relacionados con el gusto y el olfato.

Esto puede sugerir que algunas estructuras cerebrales, como la amígdala y el hipotálamo, están involucradas en los mecanismos de la migraña, así como en la biología del sueño y los sueños.

La música en los sueños rara vez se estudia en la literatura científica. Sin embargo, en un estudio de 35 músicos profesionales y 30 no músicos, los músicos experimentaron el doble de sueños con música, en comparación con los no músicos.

La frecuencia de los sueños musicales estaba relacionada con la edad de inicio de la instrucción musical, pero no con la cantidad diaria de actividad musical. Casi la mitad de la música recordada no era estándar, lo que sugiere que se puede crear música original en los sueños.

Dolor

Se ha demostrado que es posible experimentar sensaciones dolorosas localizadas y realistas en los sueños, ya sea a través de la incorporación directa o a partir de recuerdos del dolor. Sin embargo, la frecuencia de los sueños con dolor en personas sanas es baja.

En un estudio, se entrevistó a 28 víctimas de quemaduras por 5 mañanas consecutivas durante su primera semana de hospitalización.

Estos fueron los resultados:

    Treinta y nueve por ciento de las personas reportaron sueños de dolor.
    De aquellos que experimentaron sueños de dolor, el 30% de sus sueños totales se relacionaban con el dolor.
    Los pacientes con sueños de dolor mostraron evidencia de sueño reducido, más pesadillas, mayor uso de medicamentos ansiolíticos y puntuaciones más altas en la Escala de Impacto de Eventos.
    Los pacientes con sueños de dolor también tenían una tendencia a reportar un dolor más intenso durante los procedimientos terapéuticos.

Más de la mitad no reportó sueños de dolor. Sin embargo, estos resultados podrían sugerir que los sueños de dolor ocurren con mayor frecuencia en las poblaciones que experimentan dolor en ese momento que en los voluntarios normales.

Conciencia de sí mismo


Un estudio ha relacionado la actividad del EEG gamma frontotemporal con la percepción consciente en los sueños.

El estudio encontró que la estimulación actual en la banda gamma inferior durante el sueño REM influye en la actividad cerebral continua e induce la conciencia autorreflexiva en los sueños.

Los investigadores concluyeron que la conciencia de orden más elevado está relacionada con oscilaciones de alrededor de 25 y 40 Hz.

Relaciones


Investigaciones recientes han demostrado paralelismos entre los estilos de apego romántico y el contenido general de los sueños.

Los resultados de una evaluación de 61 estudiantes en relaciones de pareja de seis meses o más revelaron una asociación significativa entre la seguridad del apego en una relación y el grado en que se producen sueños sobre parejas románticas.

Los hallazgos iluminan nuestra comprensión de las representaciones mentales con respecto a figuras específicas de apego.

La muerte en los sueños


Investigadores compararon el contenido de los sueños de diferentes grupos de personas en un centro psiquiátrico. Los participantes de un grupo habían sido admitidos después de intentar quitarse la vida.

Los sueños de los participantes en este grupo se compararon con los de tres grupos de control en el centro psiquiátrico que habían experimentado:

    depresión y pensamientos suicidas
    depresión sin pensar en el suicidio
    realizar un acto violento sin suicidio

Las personas que habían considerado o intentado suicidarse o habían llevado a cabo actos violentos tenían mayores probabilidades de tener sueños con contenido relacionado con la muerte y la violencia destructiva. Un factor que influyó en lo anterior fue la gravedad de la depresión de cada persona.

Lado izquierdo y derecho del cerebro


Los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro parecen contribuir de diferentes maneras a la formación de un sueño.

Los investigadores de un estudio concluyeron que el hemisferio izquierdo parece proporcionar el origen de los sueños, mientras que el hemisferio derecho proporciona la vivacidad, representación de la realidad y nivel de activación afectiva del sueño.

Un estudio con adolescentes de 10 a 17 años encontró que los zurdos tenían más probabilidades de experimentar sueños lúcidos y recordar sueños dentro de otros sueños.

Por qué olvidamos los sueños


Los estudios sobre la actividad cerebral sugieren que la mayoría de las personas mayores de 10 años sueñan entre 4 y 6 veces cada noche, pero algunas personas casi nunca recuerdan haber soñado.

A menudo, se dice que 5 minutos después de haber soñado, las personas han olvidado el 50% del contenido, aumentando al 90% otros 5 minutos más tarde.

La mayoría de los sueños se olvidan por completo al despertarse, pero no se sabe con precisión por qué es tan difícil recordar los sueños.

Algunos pasos que pueden ayudar a mejorar el recuerdo de los sueños incluyen:

    despertarse de forma natural y no con alarma
    enfocarse en el sueño tanto como sea posible al despertar
    escribir tan pronto como sea posible sobre el sueño al despertar
    tomar nota de los sueños de forma rutinaria

¿Quién recuerda sus sueños?

Hay factores que pueden influir en quién recuerda sus sueños, qué parte del sueño permanece intacto y qué tan vívido es.

Edad: con el tiempo, es probable que una persona experimente cambios en el horario, la estructura y la actividad electroencefalográfica (EEG) de su sueño.

La evidencia sugiere que el recuerdo de los sueños disminuye progresivamente desde el comienzo de la edad adulta, pero no en una edad mayor. Los sueños también se vuelven menos intensos. Esta evolución se da más rápidamente en hombres que en mujeres, con diferencias de género con respecto al contenido de los sueños.

Género: un estudio de los sueños de 108 hombres y 110 mujeres no encontró diferencias entre la cantidad de agresión, amabilidad, sexualidad, personajes masculinos, armas o ropa que aparecen en el contenido.

Sin embargo, los sueños de las mujeres presentaban un mayor número de miembros de la familia, bebés, niños e interiores que los de los hombres.

Trastornos del sueño: el recuerdo de los sueños aumenta en pacientes con insomnio, y sus sueños reflejan el estrés asociado con su afección. Los sueños de las personas con narcolepsia pueden tener un tono más extraño y negativo.

Recuerdo de los sueños y el bienestar


Un estudio analizó si el recuerdo y el contenido de los sueños reflejan las relaciones sociales de la persona que está soñando.

Estudiantes universitarios voluntarios fueron evaluados en cuanto a medidas de apego, recuerdo de sueños, contenido de sueños y otras medidas psicológicas.

Los participantes que fueron clasificados en una posición “alta” en una escala de “apego inseguro” tuvieron más probabilidad de:

    reportar un sueño
    soñar con frecuencia
    experimentar imágenes intensas que contextualizan emociones fuertes en sus sueños

Los voluntarios de mayor edad cuyo estilo de apego se clasificó como “preocupado” tuvieron más probabilidad de:

    reportar un sueño
    reportar sus sueños con más palabras

El recuerdo de los sueños fue más bajo para los participantes “evasivos” y más alto para los participantes “preocupados”.

¿Quién sueña?


Todos soñamos, aunque es posible que no recordemos nuestros sueños. En diferentes momentos de la vida o durante diferentes experiencias, nuestros sueños podrían cambiar.
Sueños de los niños

Un estudio que investigó los sueños de ansiedad en 103 niños de 9 a 11 años observó lo siguiente:

    Las niñas tenían sueños que contenían ansiedad con más frecuencia que los niños, aunque no podían recordar sus sueños con tanta frecuencia.
    Las niñas soñaban con más frecuencia que los niños sobre la pérdida de otra persona, caídas, situaciones socialmente perturbadoras, animales pequeños o agresivos, miembros de la familia y otras mujeres que podían o no reconocer.

Embarazo

Los estudios que comparan los sueños de mujeres embarazadas y no embarazadas mostraron que:

    Las representaciones de bebés y niños fueron menos específicas en mujeres que no estaban embarazadas. Las mujeres embarazadas eran más propensas a estas imágenes a finales del tercer trimestre que a principios del tercer trimestre.
    Durante el embarazo, tenían más probabilidades de que los sueños incluyeran temas del embarazo, el parto y los fetos.
    El contenido del parto fue mayor a finales del tercer trimestre que a principios del trimestre.
    El grupo de mujeres embarazadas tenía más elementos mórbidos en sus sueños que las que no lo estaban.

Cuidadores

Cuidadores que atienden a familiares o personas que padecen enfermedades de larga duración suelen tener sueños relacionados con esa persona.

Un estudio que siguió los sueños de adultos que trabajaron durante al menos un año con personas en centros de cuidados paliativos de Estados Unidos señaló:

    Los pacientes tendían a estar claramente presentes en los sueños de los cuidadores y los sueños solían ser realistas.
    En el sueño, el cuidador generalmente interactuaba con el paciente en su papel habitual, pero también se sentía frustrado por su incapacidad de ayudarlo tan plenamente como deseaba.

Duelo

Se cree ampliamente que los sueños agobiantes son frecuentes en personas que están atravesando un momento de duelo.

Un estudio que analizó la calidad de los sueños, así como el vínculo entre los sueños agobiantes y el duelo, descubrió que estos sueños:

    fueron más frecuentes en el primer año de duelo
    ocurrían con mayor probabilidad en aquellos que experimentaban síntomas de ansiedad y depresión

En otro estudio de 278 personas que experimentaban duelo:

    El cincuenta y ocho por ciento reportó sueños de sus seres queridos fallecidos, con diferentes frecuencias.
    La mayoría de los participantes tenían sueños que eran agradables, o tanto agradables como perturbantes, y pocos informaron sueños puramente perturbantes.
    Los temas predominantes incluyeron recuerdos o experiencias pasadas agradables, la persona fallecida sana, recuerdos de la enfermedad o el momento de su muerte, la persona fallecida en el más allá luciendo tranquila y en paz, y la persona fallecida comunicando un mensaje.
    El sesenta por ciento sintió que sus sueños afectaban su proceso de duelo.

¿Todos sueñan en color?

Investigadores descubrieron en un estudio que:

    Cerca del 80% de los participantes menores de 30 años soñó en color.
    A los 60 años, el 20% dijo que soñaba en color.

El número de personas de entre 20, 30 y 40 años que sueñan en color aumentó entre 1993 y 2009. Los investigadores especularon que la televisión en color podría jugar un papel en la diferencia generacional.

Otro estudio que utilizó cuestionarios y diarios de sueños también encontró que los adultos mayores tenían más sueños en blanco y negro que los participantes más jóvenes.

Las personas mayores reportaron que tanto sus sueños en color como sus sueños en blanco y negro eran igualmente vívidos. Sin embargo, los participantes más jóvenes dijeron que sus sueños en blanco y negro no eran de buena calidad.
¿Pueden los sueños predecir el futuro?

Es posible que algunos sueños parezcan predecir eventos futuros.

Algunos investigadores afirman tener prueba de que esto es posible, pero no hay evidencia suficiente para probarlo.

En la mayoría de los casos, esto se debe a una coincidencia, un recuerdo falso o a la mente inconsciente que conecta información que ya conoce.

Los sueños pueden ayudar a las personas a aprender más sobre sus sentimientos, creencias y valores. Las imágenes y los símbolos que aparecen en los sueños tendrán significados y conexiones específicos de cada persona.

Las personas que buscan entender el significado de sus sueños deberían pensar en lo que significa para ellos cada parte de sus sueños.

Los libros o guías que dan significados universales específicos a imágenes y símbolos pueden no ser útiles.

Sin embargo, para aquellos que estén interesados en tales libros, hay una selección disponible para comprar en línea.
Abstinencia de drogas

Un estudio examinó el contenido de los sueños de personas que consumen crack con regularidad en Trinidad y Tobago durante un período de abstinencia:

    Casi el 90% de las personas reportó sueños relacionados con las drogas durante el primer mes, principalmente usando la droga.
    Casi el 61% tuvo sueños relacionados con las drogas después de 6 meses, principalmente sueños sobre usar o rechazar la droga.

Pérdida de visión y audición

Las personas con pérdida total de la visión tienen menos impresiones visuales de los sueños en comparación con los participantes videntes.
Las personas que no han podido ver desde el nacimiento reportan más componentes auditivos, táctiles, gustativos y olfativos del sueño, en comparación con los participantes videntes.
La capacidad de ver no parece afectar el contenido emocional y temático de un sueño.
Personas con habilidades diferentes
Un estudio pequeño exploró los diarios de sueños de 14 personas con discapacidades.
Cuatro nacieron con paraplejía y diez nacieron sin poder oír ni hablar.
Sordera: en comparación con 36 personas sin discapacidades, el estudio mostró que alrededor del 80% de los relatos de sueños de los participantes con sordera no daban indicios de su discapacidad.
Muchos hablaban en sueños, mientras que otros podían oír y comprender el lenguaje hablado.
Paraplejía: de forma similar, los relatos de sueños de personas con paraplejía mostraron que los participantes a menudo caminaban, corrían o nadaban en sus sueños, cosas que no habían hecho en sus vidas conscientes.

Un segundo estudio analizó los relatos de los sueños de 15 personas que nacieron con paraplejía o la adquirieron más tarde en la vida, debido a una lesión en la médula espinal.
Sus relatos revelaron que 14 participantes con paraplejía tenían sueños en los que estaban físicamente activos, y soñaban con caminar con tanta frecuencia como los 15 participantes de control que no tenían paraplejía.
Otras investigaciones han sugerido que el cerebro está determinado genéticamente para generar experiencias que imiten la vida real, incluyendo imitar extremidades y sentidos que funcionan plenamente.
Las personas que nacen sin oír o sin poder moverse probablemente estén aprovechando estas partes del cerebro mientras sueñan con actividades que no pueden realizar cuando están despiertas.
https://www.medicalnewstoday.com/articles/es/suenos


4.
Qué significa soñar con personas: Significado de los sueños
25 de enero de 2021
Qué significa soñar con tu ex pareja. Qué significa soñar con mucha gente. Qué significa soñar con animales: A todos los seres humanos nos genera una enorme intriga el saber el verdadero significado de nuestros sueños, y es que las explicaciones e interpretaciones de lo que soñamos son muy variadas, de hecho podemos encontrar explicaciones que van desde el punto de vista psicológico y científico, hasta interpretaciones basadas en lo místico o religioso.
Dentro de los muchos sueños posibles que existen, el soñar con personas es uno de los más comunes, sin embargo, quienes tratan de interpretar los sueños suelen tener una explicación diferente dependiendo del tipo de personas con las que soñamos.
Así que para entender un poco lo que puede significar los distintos tipos de sueños con personas, queremos que prestes atención a la información detallada que te hemos traído en este artículo.
¿Qué significa soñar con antepasados?
Que nuestros antepasados aparezcan en nuestro sueño puede ser una señal de nuestra mente para recordarnos que solo somos una pieza más de una larga cadena de personas que conforman una generación que tiene sus propias bases y su propio pasado el cual no debemos obviar, ya que forman parte de lo que somos.
¿Qué significa los sueños con abuelos?
Ahora bien, cuando aparecen personajes como nuestros abuelos, esto puede ser una alerta que nos indica que tenemos el deber de prestarle más atención y protegerlos, así como mantener un gran respeto hacia las costumbres de estos.
¿Qué significado tiene soñar con personas muertas?
Cuando en nuestros sueños aparecen personas que ya no se encuentran en el plano terrenal, puede ser un indicativo de que esa ha sido una pérdida muy significativa e importante en nuestras vidas, y que todavía no hemos podido superar del todo.
Aunque desde una visión mística, hay quienes señalan que está podría ser una manera que tienen las personas fallecidas para comunicarse con quienes todavía estamos vivos.
¿Cuál es el significado de soñar con bebés?
En este tipo de sueños la explicación también dependerá de si soñamos con nuestro propio bebé o con él bebé de alguien más.
Soñar con nuestros bebés
En el caso de que se trate de nuestro bebé, significa que es el momento de comenzar a identificar aquellos sentimientos que nos hacen ser personas vulnerables, quizás sea momento de revisarnos internamente y poder saber que tanto control tenemos sobre nuestros sentimientos y los sentimientos que despertamos en las demás personas.
Con bebés de otras personas
Ahora bien, si al soñar aparece el bebé de otra persona, esto puede significar que para nosotros esa persona representa alguien pura e inocente.
¿Qué significa que sueñes con parejas o ex parejas?
Soñar con ex parejas
Sin embargo, cuando las personas sueñan con las parejas, el asunto es diferente, ya que si nos encontramos en una relación con otra persona, puede ser un motivo para dudar de si se trata o no de la pareja correcta, o quizás aún tengamos algún tipo de sentimiento hacia esa expareja, pudiendo sentir un poco de arrepentimiento por haber cortado la relación.
¿Cuál es el significado de los sueños con amigos?
Dentro un punto de vista místico, los sueños donde parecen los amigos son indicativos de buen augurio, ya que estos suelen ser portadores de buenas noticias en la mayoría de los casos, aunque soñar que peleamos con un amigo también se relaciona con la llegada de una enfermedad.
Sin embargo, desde un punto de vista psicológico hay quienes señalan que el amigo que aparece en nuestros sueños puede ser una proyección de nuestra personalidad.
 ¿Qué significado tiene si sueñas con personas desconocidas? Soñar con muchas personas extrañas.
Este es uno de los que más desconciertan a las personas, sobre todo cuando las acciones que realizamos con esas personas extrañas suelen ser muy confusas. Por ejemplo, cuando en los sueños aparecen una gran cantidad de personas extrañas, se suele relacionar con la ayuda que de un muy buen amigo de la vida real.
Con personas desconocidas que dicen ser alguien que conocemos
Si la persona desconocida dice ser un apersona que si conoces en la vida real, esto puede estar relacionado con el lado que solo tú conoces de esa persona y que las demás personas desconocen.
Que besamos personas que no conocemos
Por otro lado, la psicología interpreta los besos con personas desconocidas como una señal de que debemos aceptar muchas cosas que tenemos reprimidas en nuestras vidas, ahora bien cuando el contacto con esos extraños pasa al plano sexual, puede ser una señal de que necesitamos más aventuras y descubrir nuevos horizontes.
Interpretaciones individuales de los sueños con personas
A pesas de que existen parámetros generales sobre lo que pueden significar nuestros sueños dependiendo de las personas que aparezcan, también hay que tomar en cuenta otros aspectos, como por ejemplo las acciones que estos realicen.
Las personas que aparecen en nuestros sueños son simples personajes de historias, relatos que pueden ir desde acciones tristes o violentas, hasta acciones alegres y divertidas.
También hay que medir el nivel de protagonismos que cada personaje tiene en la historia que se desarrolla en el sueño.
Por eso es que tanto los expertos en psicología como aquellos que estudian el mundo espiritual suelen hacer interpretaciones de sueños de forma individual, y es que además de centrarse en el sueño, también suele tomar aspectos que estén sucediendo en la vida real para poder determinar un significado mucho más exacto.
https://www.tododisca.com/que-significa-sonar-con-personas-significado-de-los-suenos/


5.
9 curiosidades sobre los sueños reveladas por la ciencia
Te traemos curiosidades sobre los sueños y datos que no conocías sobre dormir. Descubre las conclusiones sobre el mundo de los sueños en base a estudios científicos.

15 mayo, 2020

Cuando dormimos es habitual soñar, al menos en algunas fases del sueño. Imaginamos y simulamos situaciones irreales que son producto de nuestro inconsciente. Estos sueños pueden ser emotivos, históricos, mágicos o extraños, incluso pueden ser terroríficos, como las pesadillas. Pero, ¿cuál es el significado de los sueños?
Es cierto que el psicoanálisis de Sigmund Freud lleva mucho tiempo aportando las bases para la interpretación de los sueños. Sin embargo, las investigaciones científicas todavía no han logrado determinar con exactitud por qué soñamos. Descubre algunas curiosidades sobre los sueños en este artículo.
Realmente, ¿qué son los sueños?
Soñar es una actividad cerebral que permite al ser humano dar rienda suelta a algunas situaciones de manera inconsciente que, de forma consciente, no siempre podrían realizarse. De hecho, durante el sueño cualquier actividad y conducta es factible, todo está permitido. Los sueños dependen en gran parte de las experiencias vividas por cada persona, de sus miedos, traumas, deseos…
A través de los sueños tenemos la gran oportunidad de conocernos mejor, pues todo lo que sucede mientras dormimos permite expresar nuestros pensamientos y emociones reprimidas cuando estamos despiertos. Por eso es tan complicado encontrar un significado de los sueños universal.
En nuestros sueños hay mucha información que proviene del inconsciente, y se manifiesta a través de símbolos en un lenguaje muy íntimo y personal. Este lenguaje se puede descifrar con un profundo análisis de la interpretación de los sueños.
Nueve curiosidades sobre los sueños avaladas por la ciencia
Varias investigaciones científicas nos traen distintas conclusiones sobre el mundo de los sueños.
1. Pasamos más de seis años soñando a lo largo de nuestra vida
Desde antes de nacer, estando en el útero de nuestra madre, ya tenemos sueños. Todos soñamos, aunque algunos no recuerdan sus sueños debido a una represión o porque tienen un trauma a enfrentar una situación. Pues bien, algunas investigaciones han demostrado que soñamos durante periodos de entre 5 a 20 minutos cada noche. Si sumamos todos estos ciclos, a lo largo de nuestra vida podemos pasar unos seis años soñando.
2. La mayoría de los sueños se olvidan enseguida
Allan Hobson, un científico del sueño, reveló que hasta un 95% de los sueños se olvidan a los pocos minutos después de despertar. Según él, es tan complicado recordar el contenido de los sueños porque los cambios que se producen en el cerebro durante las horas en que soñamos no concuerdan con el modo en que procesamos la información de manera rutinaria.
Los escáneres cerebrales realizados a individuos durmiendo, han demostrado que los lóbulos frontales, esas zonas cerebrales que juegan un papel fundamental en la estructuración de la memoria y los recuerdos, permanecen inactivos durante la fase MOR del sueño. Y ese es justo el momento en que soñamos.
3. Hombres y mujeres tienen distintos sueños
Varios estudios han hallado ciertas diferencias entre los sueños de mujeres y hombres. Y las diferencias radican en el contenido de los sueños. Los hombres suelen tener sueños con escenas agresivas.
En cambio, las mujeres tienden a tener sueños algo más prolongados y de una mayor complejidad en detalles, personajes y situaciones. Además, los hombres sueñan más con otros hombres, en cambio las mujeres suelen soñar con personajes de ambos sexos por igual.
4. A veces soñamos en blanco y negro
Más o menos ocho de cada diez sueños son en color, pero un pequeño porcentaje de la población asegura haber soñado en blanco y negro alguna vez. En las investigaciones, los sujetos experimentales señalaban los colores pastel suaves para referirse al color del sueño que acababan de tener, una de las grandes curiosidades sobre los sueños. 
5. Los animales también sueñan
El hecho de que los animales sueñen es una hipótesis difícil de demostrar, pero los investigadores creen que sí lo hacen, e incluso se atreven a afirmar que pasan por etapas de sueño MOR y no MOR, igual que los humanos. Aunque en este caso, es más difícil averiguar el significado de los sueños.
Una de las mayores evidencias científicas de que los animales sueñan es el estudio de un gorila que dominaba el lenguaje de signos. En un momento en que estaba dormido, comunicó por gestos algunas escenas de lo que estaba soñando.
6. Qué son los sueños lúcidos
Es un fenómeno que ocurre cuando, a pesar de estar durmiendo, somos conscientes de que estamos soñando. Si experimentas esta clase de sueños, podrás controlar y guiar su contenido y desarrollo.
Alrededor del 50% de la población recuerda haber experimentado un sueño lúcido alguna vez en su vida. Incluso algunos tienen la habilidad de controlar sus sueños de forma habitual.  
7. Negatividad frente a positividad
Más o menos ocho de cada diez sueños son en color, pero un pequeño porcentaje de la población asegura haber soñado en blanco y negro alguna vez. En las investigaciones, los sujetos experimentales señalaban los colores pastel suaves para referirse al color del sueño que acababan de tener, una de las grandes curiosidades sobre los sueños.
8. Los invidentes también sueñan
Aquellas personas que se quedaron ciegas en algún momento de su vida, tienen la capacidad de reproducir imágenes y contenido visual en sus sueños.
Por su parte, los invidentes de nacimiento sueñan de forma distinta, pues representan los sueños mediante otros sentidos como el olfato, el oído o el tacto. En cualquier caso, se podría aportar un significado de los sueños en función a estas percepciones.
9. Existen los sueños universales
Algunos sueños son comunes a todos los humanos. Aunque resulta extraño, los investigadores han revelado que existen ciertos temas recurrentes en nuestros sueños, a pesar de las diferencias culturales.
Por ejemplo, todas las personas soñamos con que nos persiguen, nos atacan o nos caemos al vacío. Otros sueños universales son las experiencias escolares, sentirse inmóvil o sentir vergüenza por estar desnudo en público.
https://www.elespanol.com/como/curiosidades-suenos-reveladas-ciencia/490201441_0.amp.html


6.
Es un sueño tu vida? Física Cuántica experimentada
Una de las cosas que nos define la realidad tal como la conocemos es la percepción de la continuidad de tiempo y espacio. Solemos distinguir lo que es sueño de lo que es realidad cuando estamos en estado de vigilia.
Nuestra lógica lineal y percepción material, entre otras cosas, sirven para no perdernos en un universo cuántico de posibilidades infinitas. Cuando despiertos nos situamos entonces en el “colapso de la materia” como dicen los físicos cuánticos y no en ondas de posibilidades como supuestamente ocurre en los sueños.
En el universo de la materia, o cuando estamos despiertos, la cuestión, a saber, es que absolutamente todos los escenarios que vivenciamos dependen de la decisión de la mirada del observador. Éste elige lo que va a “colapsar” en un evento material, o sea, en un algo físico. Tanto las ondas, que por la mirada del observador se organizan en eventos probables, como el colapso de la disposición de las ondas (pre-realidad material) forma parte de actitudes altamente creativas de nuestra mente/conciencia.
Dentro de esa percepción, el consenso colectivo tiene enorme responsabilidad para que la realidad física esté como está. Aunque esta elección sea sonámbula o inconsciente, está en todo momento verificándose y es poderosa. Somos todos co-responsables por los acontecimientos de nuestra realidad, y asimismo por el status físico del planeta. Estamos mentalmente interconectados en un amplio proceso creativo de manifestación.
Si tú por casualidad no sabes lo que quieres, si pasas de todo o incluso te sientes incómodo con los rumbos de las situaciones que te toca vivir, es muy probable que seas otra conciencia contaminada ayudando inconscientemente a fortalecer el “colapso” de algún sueño que no es el tuyo.
Reiterando, si no estás convicto y alineado contigo mismo, existe la posibilidad casi certera de que te sientas infeliz, viviendo un desvío de tu trayectoria por falta de atención. Puede que en este momento tu vida no tenga el menor sentido para ti, solo por la falta de capacidad para encontrarte con tu centro interior, por la falta de conocimiento sobre cómo leerte a ti mismo y sobre todo, de honrarte.
Una de las metas existenciales evolutivas de la humanidad es el desarrollo del control deliberado de nuestras vidas, o sea, la consciencia sobre qué es lo que nuestra unidad mayor desea manifestar. Jung denominó Self a esta unidad mayor.
Lo que da sentido a nuestra existencia es la cuestión principal y lo primero que debemos encontrar. Una vez hallado, hacerlo valer.
Evita, por tanto, cometer equivocaciones, pues los más variados rumbos de vida son ofrecidos desenfrenadamente. Desde los que tienen algún sentido, a los que están literalmente fuera de rumbo… Seducción y orientación sobre lo que es importante seguir, no faltan. Dogmas religiosos, sociales, estrategias de marketing, en fin, todo parece ser una venta y/o imposición sobre cómo deberías llevar a cabo la experiencia de tu jornada terrena.
Muchas orientaciones pueden ofrecernos el verdadero sentido de la existencia, pero desgraciadamente esto no ocurre siempre. Como sabemos, hay mucha imposición de metas y reglas, y a veces se hace difícil discernir entre lo acertado y lo erróneo, y peor, entre lo que juzgamos correcto pero no es lo adecuado para nosotros. Por otra parte, también hay muchas posibilidades sueltas por ahí, que para un buen observador, independiente, pueden servir como ingredientes para la creación de un “bollo”.
Las más diversas crisis suelen ocurrir cuando no vamos por el camino del corazón. Las insatisfacciones, cuando deflagradas, promueven corrección de metas y en esas ocasiones los escenarios conocidos suelen cambiar de modo sorprendente. A veces aterrador.
Parece como si estuviésemos en un terremoto en que se van personas de nuestras vidas, nos mudamos de casa, de país, de profesión, de pareja, etc. A veces nos apegamos a los “cachos” para afirmarnos en algo conocido, retrasando la llegada de lo nuevo que nos espera un paso más adelante. Incluso cuando se anhela la manifestación del sentido mayor, puede que al principio no consigamos ver nada con clareza. Miedo, dolor y desesperación frecuentemente oscurecen la nueva realidad que se dibuja. Pocos son los que comprenden el proceso con mente abierta y optimismo, postura esa más alineada con el verdadero principio creativo del cambio.
Podemos poner los más variados ejemplos. Desde personas que se aseguraron evitando la transformación de lo que literalmente sufrieron y aún sufren… Hasta las personas que se abrieron a lo nuevo y pudieron pasar por el extraño camino del “no lo sé” abriéndose para que el sentido mayor cruzase con la sabiduría de siempre por sus caminos.
No son sencillas ni fáciles esas jornadas de transformación y de rescate de sí mismo, pero invariablemente, siempre que ocurren deberían ser contempladas como ocasiones divinas de rescate y alineamiento de propósitos.
¿Dónde entran los sueños en esa cuestión existencial? Y a fin de cuentas ¿para qué soñamos? ¿Qué ocurre en nuestra mente, en nuestro mundo interior cuando soñamos? ¿Cómo queda la percepción de realidad y por qué cuando estamos soñando todo tiene una lógica diferente de esta nuestra de aquí, pero que en el sueño forma sentido?
Cuando soñamos tenemos una secuencia lógica guiada por nuestros sentimientos. Todas las imágenes que aparecen son definidas por los sentimientos que estamos vivenciando. En resumen, los escenarios son reflejos de nuestras actitudes mentales según lo que sentimos y buscamos.
Según Freud, los sueños son la tentativa de solucionar conflictos en relación a deseos no satisfechos. En cambio, Jung observa que en los sueños podemos entrar en contacto con arquetipos universales en busca de nuestra evolución. Otros teóricos definen los sueños de otras maneras. Pienso que todas las explicaciones son válidas y que todas dentro de este orden de comprensión tienen algo en común, que es la de experimentar de modos y maneras distintas la tentativa de resolver cuestiones existenciales. Lo hacemos vivenciando versiones de realidades por medio de nuestros sueños.
Según la visión de la física cuántica, los sueños serían la experimentación en ondas de las posibilidades a ser vivenciadas y materializadas aquí en este plano. Serían el test de realidades probables con el propósito de facilitarnos el conocimiento de nosotros mismos y por tanto, de nuestras elecciones… O la vivencia, quién sabe, de nuestra conciencia en láminas de realidades, tan físicas como estas nuestras, pero en otras dimensiones.
Obsérvese que según este precepto, un vidente puede ver algunas de esas ondas de posibilidad, las que están más cerca de materializarse, y a partir de ahí hacer su videncia sobre un factor concreto a colapsar, ello antes de que sea efectivamente elegido por el observador para este intento.
Los sueños son versiones de realidades donde nos representamos dentro de un simbolismo único y totalmente comprendido por el soñador en el momento soñado.
Hay mucha especulación sobre el arte del soñar. Están los sueños lúcidos, los sueños compartidos, los sueños premonitorios, las experiencias extra-físicas y por ahí va.
Creo que siempre que “soñamos” estamos vivenciando realidades tan vividas como estas nuestras.
Pienso que en esas experimentaciones se incluyen nuestros sueños/vida de aquí, o sea, nuestras experiencias. En resumen, estamos experimentándonos ahora y siempre. Estar lúcidos, con acciones deliberadas y sin miedo a entrar en contacto directo y responsable con todo cuanto podemos, parece ser nuestra cuestión mayor. Y mientras eso no ocurre continuamos en la rueda, perteneciendo a los sueños de otros, despertando de cuando en cuando en crisis para rectificar, en la suerte de que cuando eso ocurre, hacer buen uso de esos momentos.

https://www.somostodosum.com.br/es/es-un-sueno-tu-vida-fisica-cuantica-experimentada-10252.html



7.
Los sueños en niños y adolescentes
Dado que las limitaciones metodológicas afectan al estudio de los sueños de los niños de forma especialmente fuerte, para empezar, discuto algunas de las metodologías utilizadas en el estudio de los sueños en niños y adolescentes. Por razones evolutivas, y basándome en la mayoría de los datos disponibles, divido esto en varias secciones basadas en grupos por edad. No reviso los sueños en adolescentes mayores de 14 años, puesto que los hallazgos en ese grupo de edad son muy similares a los hallazgos en adultos. Por último, resumo algunos de los datos sobre pesadillas y malos sueños.
Metodologías para estudiar los sueños en niños y adolescentes
Varios investigadores han elegido distintos entornos y métodos, cada uno con sus propios méritos y limitaciones, para recopilar informes sobre el soñar en niños. En los comienzos del siglo XIX, el foco estaba en los estudios observacionales. Estos estudios se basaban principalmente en los informes que aportaban los padres o los observadores sobre la conducta de los niños durante el sueño y la comparación con su conducta durante la vigilia. Más adelante, los estudios apoyaron el hecho frecuente de conductas de actuación durante los sueños y su asociación con el contenido del sueño (Burnham y Conte, 2010; Sándor y col., 2014). Un ejemplo de este tipo de informe observacional es el artículo de Erickson (1941) sobre el posible hecho de un sueño a los 8 meses de e dad. En este artículo, Erikson presentaba a una niña de 8 meses que, durante la ausencia de su padre, y mientras está dormida, repite los gestos asociados con un juego al que solía jugar con su padre (Erickson, 1941).
Estos estudios observacionales no eran sistemáticos, por tanto los estudios de laboratorio emergieron en un esfuerzo por tener estudios más controlados con una muestra de mayor tamaño. En los laboratorios, los científicos pudieron observar los (electroencefalogramas (EEG) y los parámetros fisiológicos y hacer despertares sistemáticos en la fase REM y NREM para obtener informes sobre los sueños. Los principales ejemplos de este enfoque son los estudios longitudinales en laboratorio de Foulkes (2002) sobre niños y adolescentes. A pesar de las ventajas mencionadas previamente, un grupo de investigadores describió un “efecto primera noche”  en el que se daba una mayor incorporación de temas relacionados con el laboratorio en lo que se recordaba de los sueños (Solomonova, Fox y Nielsen, 2014, p. 1). Como en los niños, algunos investigadores se han interesado por el efecto de los entornos y personas (investigadores) no familiares en los sueños de los niños, así como en su comodidad a la hora de contar sus sueños. Además, aunque los despertares durante la fase REM y NREM suponen una brecha más breve entre los sueños y su recuerdo, ha existido una cierta preocupación por la fiabilidad de las narraciones de los sueños que hacían los niños cuando se despertaban de un sueño profundo en el laboratorio y por si estaban totalmente despiertos cuando recordaban sus sueños (Sándor y col., 2014). Por otra parte, Foulkes sostenía que cuando recopilamos datos sobre los sueños en la mañana, podría haber un sesgo hacia recordar el contenido más interesante y emocionalmente intenso (ver más abajo para la hipótesis principal) (Foulkes, 2002).
Al contrario que los entornos de laboratorio, algunos investigadores han elegido el entorno de la casa o la escuela para dirigir sus estudios. Con frecuencia, se forma a un padre/madre o a un miembro del personal para dirigir la entrevista. Una posible ventaja de estos estudios es que los niños se hallan en un entorno seguro y familiar. El entorno escolar también permite el estudio de grupos. Como sucede con otras metodologías, también ha habido preocupación por estos entornos. En términos de los estudios en casa, cuando se usan las entrevistas e informes realizados por los padres, uno debe tener en cuenta el efecto del sesgo parental (dinámicas padres-hijos, expectativa parental, personalidad y estilo parentales). En los estudios en la escuela, existe una brecha de más tiempo entre el sueño real y el momento de recordarlo, que puede afectar a la fiabilidad de la narración del sueño. Finalmente, algunos estudios han utilizado cuestionarios para padres, para niños o para ambos. Los cuestionarios son las herramientas más apropiadas cuando se estudia un aspecto concreto o específico de los sueños en muestras amplias, donde no es factible hacer una entrevista personal (Sándor y col., 2014)
Resumen de patrones normativos del sueño de la infancia a la adolescencia
Los infantes pasan más de la mitad de su tiempo durmiendo. Sus ciclos de sueño/vigilia, que son múltiples y breves, están más influencias por señales de hambre que por señales de luz-oscuridad. El sueño en la infancia consiste en dos fases importantes: sueño activo y sueño tranquilo (y un tercer estado indeterminado de sueño). Se considera que el sueño activo es el precursor del sueño REM y el sueño tranquilo el precursor del sueño NREM. Curiosamente, y en contraste con el sueño REM adulto, los infantes no tienen atonía muscular durante el sueño activo y, por tanto, esta fase está marcada por muchos movimientos musculares, respiración irregular y movimientos fásicos de los ojos. Por otra parte, el sueño tranquilo se define por una respiración profunda, lenta y regular, y la falta de movimientos musculares (McLaughlin, Crabtree y Williams, 2009).
La investigación ha mostrado que los recién nacidos pasan alrededor del 50% de su sueño en modo de sueño activo, y en torno al 14% de su sueño en modo sueño tranquilo. Con el tiempo, hay una disminución gradual en el sueño activo y un aumento del sueño tranquilo, de modo que a los 3 y a los 12 meses, el sueño tranquilo supone hasta un 50% y hasta un 60%, respectivamente, del tiempo de sueño. Una hipótesis sobre la cantidad significativa de sueño activo durante la infancia es que debido a los limitados estímulos ambientales, el cerebro crea sus propios estímulos internos para ayudar con las conexiones neuronales y la sinaptogénesis. De hecho, los estudios en animales han mostrado que privar a los animales del sueño REM (estímulo endógeno) tiene efectos perjudiciales en el aprendizaje, la memoria y el desarrollo de varias partes del cerebro tales como los sistemas auditivo, olfativo y límbico (McLaughlin, Crabtree y Williams, 2009; Burnham y Conte, 2010).
Durante el primer año de vida, también hay un aumento en la duración del ciclo de sueño y una disminución en la cantidad total de tiempo que se pasa durmiendo al día. Este patrón de disminución en la cantidad total de sueño en 24 horas continúa durante los tres primeros años de vida, pero los cambios más significativos tienen lugar tras el segundo cumpleaños. Es más, durante el primer año, el sueño empieza a consolidarse en una o dos siestas al día, con menos despertares durante la noche. Los estudios también han mostrado que a lo largo de la infancia, el género y la etnia se hallan entre los factores importantes que afectan a la estructura del sueño. Sin embargo, otros factores, como el nivel de educación materno, o el estatus socioeconómico, también se hallan entre los que influyen en la estructura del sueño. Si nos fijamos en la estructura del sueño de la infancia a la adolescencia, también hay una disminución en el sueño de onda corta y un aumento del sueño de fase dos. La necesidad general de dormir no cambia demasiado, pero la investigación muestra que los adolescentes duermen significativamente menos en 24 horas (McLaughlin, Crabtree y Williams, 2009). La evidencia también apunta a una menor capacidad en el procesamiento de la información emocional debido a una pobre calidad del sueño durante este periodo evolutivo sensible de la adolescencia temprana (Soffer-Dudek y col., 2011).
Los sueños en la infancia
A pesar de saber que el feto humano y el neonato pasa la mayoría de su tiempo en sueño activo/sueño REM, aún no hemos podido aclarar si el soñar sucede concurrentemente con esta fase del sueño. Algunos investigadores han dado por hecho que el soñar sucede concurrentemente con el sueño REM en la infancia, o incluso en el feto. Esto está principalmente arraigado en la perspectiva que considera el soñar como un epifenómeno de la actividad cerebral durante el sueño REM como una actividad más básica dada en todos los humanos e, incluso, en los animales. Esta opinión se ve reforzada por observaciones de actividades motoras (como sonreír, suspirar, o el movimiento de las extremidades) o, incluso, algunas vocalizaciones en infantes y niños. Sin embargo, el soñar, tal como lo hemos definido, está relacionado con el conocimiento general y los recuerdos que uno tiene. Algunos investigadores, como Foulkes, han sostenido que los infantes humanos no poseen todavía un conocimiento y una memoria lo suficientemente ricos como para usarlos para soñar, o un sentido claro de sí mismos como agentes en el mundo como para ser capaces de narrar la historia de un sueño en que ellos desempeñen un papel. Es más, no está claro si los infantes tienen una madurez cerebral y cognitiva suficiente como para entretejer una narrativa coherente para el soñar. También es importante recordar que aún nos falta mucho por saber sobre la relación entre el sueño REM y el soñar o, de hecho, las semejanzas y diferencias entre el sueño activo en la temprana infancia y el sueño REM en los adultos (Foulkes, 2002; Burnham y Conte, 2010; Sándor y col., 2014).
Como hemos mencionado, basándose en sus informes de casos clínicos y en la revisión de la literatura, Solms concluyó que el sueño REM y el soñar no tienen lugar en base a las mismas redes y mecanismos (Solms, 2011). Por tanto, según estos hallazgos, la existencia del estado de sueño REM durante la infancia no supone necesariamente que en esa edad se produzcan sueños. Solms también asignó un papel importante al cerebro frontal en el proceso de soñar, y esta es una parte del cerebro que requiere tiempo para madurar durante el desarrollo. Esto, sin embargo, no impide otras formas de experiencias sensoriales durante el sueño en la infancia temprana. Es, por tanto, posible que los infantes y los niños pequeños tengan otras experiencias sensoriales o conscientes cuando duermen diferentes de las experiencias de los niños mayores o los adultos. Los niños atraviesan muchos cambios evolutivos en sus habilidades cognitivas, sociales, de lenguaje, de memoria y emocionales. Cada una de estas habilidades desempeña un papel importante en el soñar y en el contenido del sueño. Así, puede suponerse que tanto la naturaleza como el contenido de los sueños atraviesan cambios evolutivos según el individuo crece. En su artículo Burnham y Conte se basaron en las teorías de Lewis y Piaget para señalar que “un sentido claro de uno mismo como separado de los otros no es evidente hasta al menos los 16 o 18 meses de edad” y que “la capacidad para entender y manipular los símbolos no se desarrolla hasta algún momento del segundo año” y concluyeron que no es probable que el sueño activo de los infantes se acompañe de soñar tal como nosotros lo conocemos (Burnham y Conte, 2010, pp. 52-53). Ahora reviso la investigación existente sobre sueños en niños según su grupo de edad. Resumo por separado los resultados de los estudios sobre pesadillas y trauma.
Los sueños en los niños de 3 a 5 años
Como hemos descrito previamente, Foulkes ha estudiado ampliamente los sueños en niños y adolescentes. Este trabajo ha consistido en dos estudios importantes, uno longitudinal y otro transversal. El estudio longitudinal es el estudio sobre sueños en laboratorio más amplio llevado a cabo en niños y adultos. En estos estudios, el hallazgo más significativo en niños de 3 a 5 años, fue la “escasez de sueños”, es decir, cuando los niños se despertaban en medio de la fase REM, la respuesta más común a la pregunta sobre el contenido de sus sueños era “ninguno”. En esta cohorte, sólo el 15% de los despertares durante la fase REM, y ninguno de la fase NREM, dio lugar a la narración de un sueño. También apuntó que las narraciones de sueños raramente tenían a uno mismo como personaje activo (Foulkes, 2002, capítulo 4).
En su grupo de estudio, los dos temas comunes en los sueños de los preescolares eran los animales y los estados corporales (como el sueño o el hambre). También halló que, contrariamente a la creencia general de que los sueños desagradables o atemorizantes son comunes en este grupo de edad, las narraciones de sueños que obtenía raramente mostraban malos sueños. En general, notó una escasez de sentimientos y emociones en los sueños de los preescolares. Es más, no halló una “extravagancia” significativa en los sueños de los preescolares (Foulkes, 2002).
Se ha cuestionado la credibilidad de estas narraciones de sueños, y si se ven afectadas por la memoria, las habilidades lingüísticas o descriptivas de los niños, entre otros factores. Foulkes y colegas creían que dirigiendo estos estudios en el entorno de laboratorio y despertando a los niños en medio del sueño REM, aumentaban la fiabilidad de sus resultados. Sin embargo, como hemos mencionado, algunos investigadores creen que el entorno y el entrevistador no familiares para los niños podrían causar en ellos desorientación o inhibición. Más importante, algunos cuestionan si los niños están totalmente despiertos y pueden hacer una narración fiable del sueño cuando se les despierta en medio del sueño REM o NREM. Esta crítica se ve reforzada por la abundancia de temas tales como la fatiga y el sueño en las narraciones que los niños hacen de los sueños (Sándor y col., 2014). Por otra parte, muchos, incluyendo a Foulkes, cuestionaron la tendencia a fabricar recuerdos y sus efectos en la credibilidad de las narraciones de sueños en este grupo de edad.
Los resultados de los estudios en casa en este grupo de edad han diferido de los hallazgos de Foulkes en varios aspectos. En los estudios en casa, el recuerdo del sueño ha sido mayor, de un 56%, y también más prolongado (Resnick, Stickgold, Rittenhouse y Hobson, 1994; Colace, 2010). También, en contraste con los estudios en laboratorio de Foulkes, los estudios en el hogar mostraron una presencia significativa del self como un personaje activo (hasta el 85%) en los sueños preescolares (Resnick y col., 1994). Estos estudios hallaron que los personajes más comunes en los sueños de los niños en este grupo de edad eran miembros de la familia y otros niños familiares para ellos y también hallaron una mayor prevalencia de extravagancia en los sueños de niños en este grupo de edad (Resnick y col., 1994; Colace, 2010). Los resultados del estudio realizado en la escuela eran más próximos a los resultados del estudio realizado en casa (Colace, 2000; Honig y Nealis, 2012).
Los sueños entre los 5 y los 9 años
Entre las edades de los 5 y los 9 años, se produce la transición de formas más rudimentarias de soñar a otras más maduras, más parecidas a las de los adultos, según los estudios de Foulkes. Él dividió este periodo en dos etapas basándose en los cambios que observó en este grupo de edad. En la primera etapa (de los 5 a los 7 años), los cambios en los sueños consistían en narraciones de sueños más largas, interacciones sociales más frecuentes, y movimientos más cinéticos en los sueños. La siguiente etapa (de los 7 a los 9 años) mostró cambios en la frecuencia con que contaban sus sueños y en una mayor participación activa en los mismos (Foulkes, 2002).
En sus estudios, también observó un cambio en el contenido de los sueños en este grupo de edad. Encontró una disminución en los temas de sueño/fatiga y un incremento en los temas de interacción social. Aun cuando los animales estaban frecuentemente presentes es los sueños de los niños entre los 5 y los 7 años, cada vez se representaban menos según los niños crecían. En términos de los sentimientos en los sueños de esta cohorte, identificó mayormente sueños positivos, y la agresión o el miedo rara vez se presentan (Foulkes, 2002). Esto contrasta con un estudio, llevado a cabo por Oberst, que se fijó en los últimos sueños que recordaban niños entre los 7 y los 18 años. En el estudio de Oberst, los temas de la agresión y el miedo se encuentran más comúnmente en los sueños de los chicos que en los de las chicas, dato que es similar en los adultos. Es interesante apuntar que los estudios muestran que la mayoría de chicos y chicas son víctimas de agresión en sus sueños (Oberset, Charles y Chamarro, 2005; Sándor y col., 2014).
Foulkes halló que el gran salto en la narración de sueños tenía lugar en algún momento entre los 7 y los 8 años. También identificó las habilidades de lenguaje y visoespaciales como variables importantes que afectan la calidad narrativa de los reportes de sueños REM y la frecuencia de las narraciones de sueños en los despertares durante la fase REM respectivamente. Basándose en estos resultados, estableció la hipótesis de que el desarrollo de habilidades visoespaciales (evaluadas por el Wechsler Block Design) era la habilidad importante requerida para que los individuos pudieran soñar (Foulkes, 2002).
En términos de extravagancia, los datos de Foulkes aún mostraban una baja prevalencia de elementos o contextos extravagantes (Sándor y col., 2014). Sin embargo, otros estudios encontraron índices mucho mayores de elementos extravagantes en los sueños de los niños en este grupo de edad. Los diferentes hallazgos pueden también estar relacionados con diversas definiciones de extravagancia y con distintos métodos para estudiar los elementos extravagantes en los sueños. Los estudios en la escuela apoyaban de nuevo a los estudios en casa, y un investigador concluyó incluso que a los cinco años es cuando los sueños pueden empezar a mostrar elementos narrativos muy extravagantes. Algunos otros estudios también han mostrado un aumento en la duración del sueño y su complejidad en niños de 5 a 9 años de edad (Oberst y col., 2005; Colace, 2010).
Los sueños entre los 9 y los 14 años de edad
En el grupo de estudio de 9 y 11 años,  de Foulkes (2002), el típico niño entre 9 y 11 años contaba sueños en los despertares de la fase REM casi con tanta frecuencia como los adultos. También había una asociación entre la frecuencia de recuerdo del sueño y el recuento de palabras REM en estos niños, es decir, los que tenía una mayor frecuencia de narración de sueños también tenían un mayor recuento de palabras REM. Curiosamente, en su estudio, los niños entre 9 y 14 años tenían menos narraciones de sueños NREM que los adultos. Es importante apuntar, sin embargo, que en los adultos los despertares del sueño NREM generalmente dan lugar a la narración de algún tipo de “experiencia mental” que podría ser “similar al pensamiento” y más plausible y realista, comparada con los sueños de la fase REM. Foulkes menciona que los niños “más brillantes y escrupulosos” de los de su estudio fueron los que empezaron a tener este tipo de narraciones de sueño NREM al principio de la adolescencia y concluye que “la capacidad para abstraer pensamientos o imaginería a partir de un formato narrativo puede ser un logro posterior en la elaboración evolutivo de la ideación NREM”. En general, la narración de sueño durante la fase NREM se correlacionó positivamente con las habilidades cognitivas y la madurez, buenas habilidades descriptivas al despertar, habilidades de memoria y meticulosidad en esta cohorte.  Para las narraciones de sueños en la fase REM en este grupo de edad, las habilidades visoespaciales seguían siendo importantes, pero no tanto como en los niños más pequeños. También observó de nuevo un aumento en la participación activa de uno mismo en los sueños, y sostenía que sus datos apoyan “la idea de una estabilización preadolescente del autocontrol y dominio del mundo”. Basándose en su trabajo, también concluyó que los sueños empiezan a demostrar ciertos aspectos de la personalidad del individuo en este grupo de edad (Foulkes, 2002, capítulo 6).
Es digno de mención que en su muestra de individuos al principio de su adolescente, observó cierta disminución en las distorsiones en los personajes y los entornos.   Tenía dos hipótesis para explicar este cambio. Uno fue que al principio de la adolescencia hay una emergencia de temas de identidad, sexualidad y emociones que puede explicar los cambios en el contenido simbólico de los sueños. Su otra hipótesis se apoyaba en la maduración cognitiva y en la capacidad de “abstraer causas e ideales a partir del comercio concreto de la vida social” en este grupo de edad (Foulkes, 2002, capítulo 6). Soffer-Dudek también observó cambios similares en la calidad de la narración de sueños de su estudio, llevado a cabo mediante cuestionarios. Además, halló un menor índice de narración de sueños y elaboró la hipótesis de que estos cambios podían deberse a cambios neuronales, incluyendo la poda sináptica, en los cerebros de quienes están al principio de la adolescencia (Soffer-Dudek y Sadeh, 2013).
Uno de los principales estudios en casa en este grupo de edad respaldó los resultados de Foulkes en términos de aumentos en el recuento de palabras REM, presencia activa de uno mismo, e interacciones sociales (Strauch, 2005). La mayoría de estudios de sueños en este grupo de edad han mostrado que las diferencias de género en los sueños se hacen más importantes y más parecidas a las de los de los adultos entre los 9 y los 14 años. En general, el nivel de extravagancia disminuye en la adolescencia temprana, pero, como las habilidades cognitivas continúan madurando, hay un incremento en los modos inventivos de integrar los recuerdos y acontecimientos de la vida real en los argumentos de los sueños (Sándor y col., 2014).
Malos sueños y pesadillas
En esta sección reviso algunos de los datos sobre malos sueños y pesadillas en niños y adolescentes. Lo que este tipo de sueños tienen en común es el contenido emocionalmente negativo, pero las pesadillas son un caso aparte porque, por definición, despiertan al individuo. Los estudios muestran varios resultados en términos de la prevalencia de los malos sueños, sueños de angustia y pesadillas en niños pequeños. Muchos de los estudios que se fijan en la prevalencia de los malos sueños o las pesadillas han sido estudios retrospectivos, pero hay también numerosos estudios longitudinales. En estudios retrospectivos realizados en adultos, hasta el 90% reportó un historial de haber tenido malos sueños cuando eran niños (Schredl y col., 2009a).
Los malos sueños y las pesadillas se han mostrado en asociación con otros trastornos del sueño entre los 24 y los 26 meses de edad (Byars y col., 2012). Se ha estimado su prevalencia entre el 1,7% y el 43% por semana, pero estudios diferentes arrojan resultados diferentes. Algunos investigadores han reportado una prevalencia de las pesadillas del 26 al 28% entre los 5 y los 11 años (Lapouse y Monk, 1959; Simonds y Parraga, 1982). Un estudio más amplio en más de 900 niños concluyó que las pesadillas y los malos sueños no eran tan prevalentes en niños de menos de 5 años (Simard y col., 2008). Por el contrario, para los niños entre 4 y 12 años de edad, otro estudio encontró una prevalencia mucho mayor del 67,7% para sueños atemorizantes. Curiosamente, en este estudio, la prevalencia de los sueños atemorizantes era mucho mayor en los grupos de más edad, teniendo una prevalencia de 95,7% en los niños de 7 a 9 años y del 76,3% en los niños de 9 a 12 años (Muris y col., 2000) sugiriendo que parte de la discrepancia en las estimaciones de las prevalencias puede estar relaciona con la variación de la frecuencia de malos sueños en los distintos grupos de edad.
En contraste con el tema de prevalencia, la mayoría de los estudios respaldan un consenso general de que hay una disminución en la frecuencia de las pesadillas cuando los niños pasan de los 10 años y entran en los años de la adolescencia (Macfarlane, Allne, y Hoznik, 1954; Simonds y Parraga, 1982). En base a la evidencia actual, puede concluirse que el momento cumbre para los sueños de angustia y las pesadillas es entre los 5 y los 10 años (Schredl y col., 2009b). Los estudios muestran que las pesadillas y los malos sueños en los niños que experimentan una mayor frecuencia de estos fenómenos son semejantes a un rasgo estable y se asocian con características de personalidad que pueden medirse ya a los 5 meses de edad (Schredl y col., 2009b; Simard y col., 2008).
La asociación entre la angustia diurna, el estrés,  la ira, el temor y otros síntomas psicopatológicos, por una parte, y las pesadillas, por la otra, también ha sido demostrada por algunos estudios (Mindell y Barett, 2002; Nielsen y col., 2000; Schredl y col., 2009a). En un estudio de más de 600 adolescentes, Nielsen y sus colegas encontraron una correlación entre la angustia y los sueños perturbadores entre los chicos de 13 años, y una asociación entre el trastorno de angustia generalizada, angustia de separación y trastorno sobreansioso y sueños perturbadores en chicos de 16 años (Nielsen y col., 2000). Esto está en línea con los resultados de algunos estudios en adultos que han mostrado que los individuos que reportan un índice mayor de pesadillas a lo largo de su vida tienen índices más altos de psicopatología (Li, Zhang, Li, y Wing, 2010; Ohayon, Morselli y Guilleminault, 1997).
La evidencia también indica que las chicas y las mujeres en general, pero especialmente bajo condiciones de estrés, tienen un índice más alto de recuerdo de sueños y tienden a compartirlos más frecuentemente, también. En los niños, un metaanálisis de varios estudios mostró que no hay diferencia en la frecuencia de las pesadillas en los niños según el género (Schredl y Renhard, 2011). Sin embargo, tras los 12 años, la mayoría de los estudios respaldan un incremento en la diferencia en cuanto a la frecuencia de pesadillas y malos sueños, siendo más frecuentes estos en las chicas que en los chicos (Schredl y col., 2009b). Algunos han atribuido esta diferencia a una personalidad de tipo "thin boundary" que es más prevalente en las chicas. (Nota de la traducción: "thin boundary" (límites delgados) se refiere a personas que tienen dificultad en diferenciar entre realidad y fantasía, y entre su identidad y la de los demás).
En términos del contenido del sueño, los malos sueños de los niños más pequeños, a menudo tienen que ver con criaturas imaginarias (como fantasmas) y también están relacionados con su entorno inmediato (como una habitación oscura). Cuando los niños se hacen mayores, estos temas son reemplazados por temas relacionados con el daño corporal, el peligro físico y el miedo a la enfermedad (Bauer, 1976; Muris y col., 2000). Los temas comunes en orden de prevalencia son las criaturas imaginarias, el daño personal o el daño a otros, ser raptado, los animales, la muerte propia o de los otros, los ladrones, la separación de los padres y las amenazas sociales. Un hallazgo interesante ha sido la correlación de temas violentos y agresivos en sueños atemorizantes con la exposición a dichos temas por medio de la televisión u otras fuentes.
Si nos fijamos en algunos de los controvertidos resultados de la mencionada investigación, acuden varias cuestiones a la mente. Una es el uso de terminología, criterios y definiciones variadas; por ejemplo malos sueños, sueños atemorizantes, sueños de angustia, sueños perturbadores y pesadillas. La otra cuestión está relacionada con las distintas metodologías de investigación utilizadas en estos estudios, por ejemplo algunos de los cuestionarios utilizados y otras entrevistas (como hemos mencionado). Y, finalmente, hay un cuerpo de literatura que apunta a los efectos de los factores culturales, sociales e individuales en los sueños (Domhoff y Schneider, 2008).
El trauma y el sueño de los niños
Los niños expuestos al trauma, la guerra o el abuso tienen más probabilidades de presentar trastornos del sueño y pesadillas, así como síntomas de angustia, depresivos y de TEPT entre otros temas. El trauma puede ocasionar un sueño perturbado que puede durar de varios meses a años tras el acontecimiento traumático. Los trastornos del sueño relacionados con acontecimientos traumáticos incluyen terrores nocturnos, sonambulismo, enuresis y otras parasomnias, y diversos tipos de insomnio. También pueden provocar un aumento en las pesadillas. Las pesadillas sobre el trauma pueden persistir durante mucho tiempo y afectar a la calidad y la cantidad de sueño. Los estudios han mostrado que un sueño de mala calidad en niños y adolescentes puede dar lugar a una mala regulación afectiva, hiperactividad, problemas conductuales y un bajo rendimiento en el colegio entre otros problemas (Charuvastra y Cloitre, 2009).
Como sucede con la investigación sobre el sueño en general, cuando se trata de hallazgos y teorías sobre el efecto que la exposición al trauma tiene en el soñar y en el papel de los sueños para el individuo expuesto al trauma, no hay demasiado consenso. En adultos con TEPT, los estudios muestran una disminución en el sueño de ondas lentas y un aumento en el sueño REM y en el sueño de fase 1 entre otros cambios neurofisiológicos. Los estudios que comparan a los niños abusados con los controles muestran una menor eficacia del sueño y mayores latencias de sueño. Los trastornos del sueño en los niños dan lugar a mayores índices de desregulación anímica y afectiva y a cuestiones conductuales y se puede pensar que tras un trauma los trastornos del sueño pudrían ser un modo de entender los problemas psicológicos, emocionales, conductuales y autorreguladores resultantes que podrían tener lugar. Algunas evidencias apuntan a un incremento en el recuerdo de sueños en individuos traumatizados y otras muestran lo contrario. Esto podría estar relacionado con la naturaleza y la frecuencia de la exposición al trauma. Los estudios que han reportado una disminución en el recuerdo de los sueños han estudiado principalmente a individuos con exposiciones al trauma más severas y frecuentes. Por tanto, un posible factor importante es el tiempo en relación al trauma y la capacidad psíquica y las necesidades adaptativas del individuo. Algunos investigadores plantean la hipótesis de que dependiendo del tiempo relativo a los traumas amenazantes para la vida, las necesidades adaptativas del individuo pueden variar. En medio de un trauma inseguro, agudo, que supone una amenaza para la vida, tener sueños placenteros que no reflejen el tema traumático puede actuar como un retiro. Cuando se dan la capacidad psíquica y un espacio para procesar los temas traumáticos, los sueños más destacados con temas relacionados con el acontecimiento traumático pueden ayudar al ajuste individual (Steart y Koulack, 1993; Punamäki, 1997; Punamäki, Ali, Ismahil y Nuutinen, 2005; Charuvastra y Cloitre, 2009).
El contenido de los sueños en los casos de una historia de trauma a menudo muestra cualidades menos extravagantes o de apariencia de sueño. En los niños expuestos a la guerra y el trauma, los sueños a menudo están muy fragmentados, sin una narrativa continua y no suelen llevar a una forma de solucionar el problema. Los sueños en estos niños tienen un contenido emocional negativo aumentado (por ejemplo, enfado, angustia e inseguridad). A menudo tras la exposición a un acontecimiento traumático, inicialmente, los sueños tienen temas más realistas y son en cierto sentido una repetición del acontecimiento traumático. Basándose en las teorías que sugieren que los sueños cumplen una función reguladora del estado de ánimo (ver discusión anterior), es posible que estas pesadillas supongan un beneficio a largo plazo puesto que pueden proporcionar al niño la oportunidad de procesar parte del acontecimiento traumático. De hecho, existe un cuerpo de investigación que apoya este rol protector de los sueños. En sus estudios sobre el trauma infantil, Terr halló una baja prevalencia de los sueños repetitivos típica de la exposición al trauma en niños menores de cinco años. Es más, halló que, a veces, los sueños traumáticos suceden en intervalos de varios y años y que generalmente cuanto más lejos están estos sueños del acontecimiento real, y más ha procesado el individuo el acontecimiento, más oculto está el contenido del trauma (Terr, 1991; Punamäki, 1997; Punamäki y col., 2005).
En un estudio llevado a cabo con 268 niños palestinos y 144 niños control que vivían en una situación pacífica, Punamäki (1977) se fijó en 3 hipótesis sobre el recuerdo de los sueños: la hipótesis de la represión, la hipótesis congruente con el estado de ánimo, y la hipótesis destacada. La hipótesis de la represión supone que el contenido doloroso y vergonzante del sueño es reprimido y, por tanto, olvidado. La hipótesis congruente con el estado de ánimo sugiere que los sueños con un contenido congruente con el estado de ánimo se recuerdan más fácilmente y se basa en una teoría sobre la memoria según la cual es más fácil recordar recuerdos congruentes con el estado de ánimo o recuerdos formados en un omento en que el estado de ánimo del individuo había sido congruente con el momento recordado. La hipótesis destacada afirma que los sueños más extravagantes, vívidos y emocionalmente intensos se recuerdan más fácilmente. El estudio de Punamäki tenía varios resultados interesantes. Halló que los niños expuestos al trauma, y especialmente aquellos expuestos a un trauma más frecuente, tenían un índice mayor de recuerdo de sueños. Es más, en su estudio confirmó la segunda y tercera hipótesis mencionadas anteriormente, es decir que los sueños más sobresalientes y los congruentes con el estado de ánimo se recordaban más frecuentemente. Curiosamente, su estudio mostraba que los niños que usaban recursos de afrontamiento tales como la negación, el entumecimiento y la distracción (mecanismos de afrontamiento más represivos) tenían un mayor índice de recuerdo de sueños. Esto contrasta con la hipótesis de la represión. Más aún, halló una correlación más específica de los síntomas entre índices más altos de recuerdo de sueños y la prevalencia de problemas psiquiátricos. En su cohorte de niños palestinos, el recuerdo infrecuente de sueños (cuando se trataba de sueños sobre muerte y heridas) los protegía contra los síntomas depresivos pero predecía un mayor índice de angustia y síntomas somáticos (Punamäki, 1997).
Otros estudios han prestado atención al papel que la familia y las relaciones dentro de la familia tienen en la experiencia del niño y su respuesta al trauma. El estilo de apego parental inseguro está entre los factores identificados que se asocian con la perturbación del sueño durante la infancia. Entre los niños refugiados, los factores más importantes relacionados con la perturbación del sueño eran la muerte violenta de un abuelo antes de que ellos nacieran, una historia de tortura en sus padres, y el aumento de reprimendas parentales tras el trauma. Es importante señalar que la presencia de ambos padres se hallaba ente los factores protectores contra el desarrollo de un trastorno del sueño. Esto está en línea con las evidencias que muestran la importancia del rol parental en la regulación de la emoción y en la creación de un sentimiento de seguridad y el efecto del rol parental en la reacción del niño ante un acontecimiento traumático y su respuesta al mismo (Charuvastra y Cloitre, 2009).
Conclusión
En esta revisión, he descrito alguno de los hallazgos y las ideas sobre los sueños en general y en los niños en particular. Los sueños forman parte de la vida cotidiana y han sido materia de interés e interpretación durante siglos. Sin embargo, a pesar del progreso en la comprensión de algunos de los aspectos fenomenológicos y los apuntalamientos neurobiológicos del sueño, seguimos teniendo una comprensión limitada de este fenómeno mental y de su función y sus efectos. Tras la era de la dominancia de la perspectiva psicoanalítica sobre los sueños y una vez que se descubrió el sueño REM, durante un periodo de tiempo la visión dominante en la comunidad neurocientífica fue que el soñar era un epifenómeno del sueño REM sin ningún significado ni función psicológicos. Pero los hallazgos neurocientíficos a partir de estudios de lesiones y estudios neurocientíficos en las últimas décadas han mostrado que el sueño REM y el soñar son fenómenos doblemente disociables y ha aumentado el interés en entender el origen y función de los sueños. Varios investigadores han considerado el soñar como parte del continuum de la conciencia y similar en cierto modo a la función del cerebro cuando se descansa o se deja vagar la mente durante la vigilia. Además, se ha postulado que el soñar puede jugar un papel significativo en la memoria y el procesamiento emocional e incluso tener un papel adaptativo para el individuo.
Los sueños son menos estudiados y entendidos en los niños y no hay mucho consenso general sobre su curso evolutivo o su función. Aún no hay un modo definitivo de determinar si los humanos sueñan durante la infancia, y no hay modo de de obtener un informe subjetivo a esta edad, y aún no tenemos otros modos fiables de detectar si el soñar tiene lugar. Muchos investigadores dudan de que los infantes o los niños pequeños tengan experiencias mentales conscientes similares al soñar, aunque pueden tener otras formas de experiencias sensoriomotoras mentales durante el sueño. En los niños, parece haber un curso evolutivo para el soñar que sigue al desarrollo cognitivo y emocional (por ejemplo, habilidades visoespaciales o de lenguaje) del individuo. Es más, al igual que se considera que los sueños se ven afectados por el proceso de desarrollo en la infancia, pueden tener efectos significativos en, o asociaciones con, el desarrollo del niño y su salud emocional y mental.
En conjunto, esos hallazgos sugieren que entender los fundamentos fenomenológicos y neurobiológicos del soñar puede ser esencial para comprender el más amplio espectro de la conciencia y sus diversos estados en los humanos. Es más, entender el curso evolutivo del soñar puede proporcionar a los investigadores un insight importante acerca de la función de los sueños y el desarrollo cognitivo y emocional de los niños tanto de forma normal como en presencia de psicopatología. Sin embargo, están sólo empezando a entender este fenómeno mental y por tanto hay una gran necesidad de más estudios sobre los aspectos neurobiológicos, fenomenológicos, funcionales y evolutivos del soñar.
Fuente: http://www.aperturas.org/articulo.php?articulo=0000943

8.
Las 80 mejores frases sobre los Sueños
El mundo de los sueños ha sido fuente de inspiración para muchos autores y filósofos.

1. Todos nuestros sueños se pueden hacen realidad si tenemos el coraje de perseguirlos. (Walt Disney)
2. Atrévete a soñar la vida que has soñado para ti mismo. Ve hacia adelante y haz que tus sueños se hagan realidad. (Ralph Waldo Emerson)
3. Al principio, los sueños parecen imposibles, luego improbables y eventualmente inevitables. (Christopher Reeve)
4. No renuncies a tus sueños o tus sueños renunciarán a ti. (John Wooden)
5. La mayor aventura que puedes pasar es vivir la vida de tus sueños. (Oprah Winfrey)
6. Todo gran sueño comienza con un gran soñador. Recuerda siempre: tienes en tu interior la fuerza, la paciencia y la pasión para alcanzar las estrellas y cambiar el mundo. (Harriet Tubman)
7. No es verdad que la gente pare de perseguir sus sueños porque sean mayores, se hacen mayores porque dejan de perseguir sus sueños. (Gabriel García Márquez)
8. No sueñes pequeños sueños, porque no tienen el poder de mover el corazón de los hombres. (Johann Wolfgang von Goethe)
9. Para conseguir grandes cosas, debemos no sólo actuar, sino también soñar, no solo planear, sino también creer. (Anatole France)
10. Todos tenemos sueños. Pero para hacer los sueños realidad, se necesita una gran cantidad de determinación, dedicación, autodisciplina y esfuerzo. (Jesse Owens)
11. Solo hay una cosa que hace a un sueño imposible de conseguir: el miedo al fracaso. (Paulo Coelho)
12. Los sueños son necesarios para la vida. (Anais Nin)
13. Tienes que tener un sueño para poder levantarte por la mañana. (Billy Wilder)
14. Los sueños deben ser escuchados y aceptados, porque muchos de ellos se hacen realidad. (Paracelso)
15. He descubierto que hay formas de llegar a casi cualquier lugar al que quieras llegar, si realmente quieres. (Langston Hughes)
16. Haz todo lo que puedas para que tus sueños se hagan realidad. (Joel Osteen)
17. Los sueños y pasiones almacenados en nuestro corazón son las llaves más importantes que pueden liberar nuestro potencial. (John C. Maxwell)
18. Los sueños, si son algo buenos, siempre son un poco locos. (Ray Charles)
19. Los sueños son las respuestas actuales a las preguntas del mañana. (Edgar Cayce)
20. Puede ser que los que hacen más, más sueñan. (Stephen Butler Leacock)
21. Si uno avanza confiadamente en la dirección de sus sueños y se esfuerza por vivir la vida que ha imaginado, se encontrará con un éxito inesperado. (Henry David Thoreau)
22. He tenido sueños y he tenido pesadillas. Supero las pesadillas porque tengo sueños. (Jonas Salk)
23. El que mira fuera sueña, el que mira adentro se despierta. (Carl Jung)
24. Aférrate a tus sueños, porque si mueren, la vida es un pájaro con alas rotas que no pueden volar. (Lanston Hughes)
25. La esperanza es un sueño despierto. (Aristóteles)
26. No sigas el camino, ve en su lugar donde no hay camino y deja huella. (Ralph Waldo Emerson)
27. En los sueños comienza la responsabilidad. (William Butler Yeats)
28. Hagamos nuestro futuro ahora, hagamos nuestros sueños del mañana realidad. (Malala Yousafzai)
29. A veces, los únicos realistas son los soñadores. (Paul Wellstone)
30. No nos atrevemos porque las cosas sean difíciles, son difíciles porque no nos atrevemos. (Séneca)
31. El futuro que ves es el futuro que consigues. (Robert G Allen)
32. Una actitud positiva puede hacer sueños realidad. (David Bailey)
33. Los sueños solo tienen un propietario a la vez. Por eso los soñadores están solos. (Erma Bombeck)
34. Toda la gente exitosa son grandes soñadores. Imaginan cómo podría ser su futuro ideal en todos los aspectos, y trabajan cada día por esa visión, meta o propósito. (Brian Tracy)
35. Acaricia tus visión y sueños, ya que son los hijos de tu alma, las huellas de tus logros. (Napoleon Hill)
36. Un hombre no es mayor hasta que el arrepentimiento toma el lugar de sus sueños. (John Barrymore)
37. Sé un soñador. Si no sabes cómo soñar, estás muerto. (Jim Valvano)
38. Ayuda a otros a conseguir sus sueños y conseguirás los tuyos. (Les Brown)
39. Prefiero los sueños del futuro que la historia del pasado. (Patrick Henry)
40. Los que sueñan por el día son conscientes de muchas más cosas que escapan a los que solo sueñan por la noche. (Edgar Allan Poe)
41. Cuando no podemos soñar más, morimos. (Emma Goldman)
42. Hay una gran cantidad de sangre, sudor y coraje tras los sueños alcanzados y éxitos. (Paul Bryant)
43. Confía en los sueños, porque en ellos se esconden la puerta a la eternidad. (Kahil Gibran)
44. Nada sucede al menos que tengas primero un sueño. (Carl Sandburg)
45. Sé fiel a los sueños de tu juventud. (Friedrich Schiller)
46. El deseo se transforma en impulso cuando el sueño crea una pasión para actuar. (Dr. Robert Anthony)
47. Puedes plantar un sueño. (Anne Campbell)
48. Los sueños no mueren, la gente se rinde. (Tyler Perry)
49. Todos los hombres de acción son soñadores. (James Huneker)
50. Mantente fiel a ti mismo, mantente siempre abierto para aprender. Trabaja duro, y nunca renuncies a tus sueños, incluso cuando nadie más crea que se puedan hacer realidad. (Phikkip Sweet)
51. Sabes que estás enamorado cuando puedes conciliar el sueño porque la realidad es finalmente mejor que tus sueños. (Doctor Seuss)
52. No sirve de nada pensar en los sueños y olvidarte de vivir. (J. K. Rowling)
53. Todo lo que vemos o todo lo que parecemos, es simplemente un sueño dentro de un sueño. (Edgar Allan Poe)
54. Creo en todo hasta que sea refutado. Entonces creo en las hadas, los mitos, los dragones. Todo existe, incluso si está en tu mente. ¿Quién puede decir que los sueños y las pesadillas no son tan reales como el aquí y el ahora? (John Lennon)
55. Pienso que soñamos para no tener que estar separados por tanto tiempo. Si estamos en los sueños del otro, podemos estar juntos todo el tiempo. (A.A. Milne)
56. La posibilidad de hacer un sueño realidad es lo que hace interesante a la vida. (Paulo Coelho)
57. Somos los creadores de la música y somos los soñadores de los sueños. (Arthur O’Shaughnessy)
58. No te dejes intimidar por los miedos en tu mente. Déjate llevar por los sueños en tu corazón. (Roy T. Bennett)
59. Sé lo suficientemente valiente para vivir la vida de tus sueños de acuerdo con tu visión y tu propósito en lugar de la expectativas y las opiniones de los demás. (Roy T. Bennett)
60. Usualmente pensaba mientras miraba la noche de Hollywood “deben existir miles de chicas sentadas solas como yo, soñando con convertirse en una estrella de cine.” Pero no me preocupé por ello. Estoy soñando más. (Marilyn Monroe)
61. A veces los sueños que se hacen realidad son los sueños que ni siquiera sabías que tenías. (Alice Sebold)
62. Yo tuve un sueño en mi vida, soñé que se quedaron conmigo para siempre. (Emily Bronte)
63. ¿Escuchaste sobre una rosa que creció a partir de una grieta en el suelo? Probando que las leyes de la naturaleza estaban equivocadas… Divertido, parece que mantuvo sus sueños; aprendió a respirar aire fresco. Larga vida a la rosa que creció… cuando a nadie más le importaba. (Tupac Shakur)
64. Todos los hombres sueñan pero no por igual. Aquellos que sueñan por la noche despiertan durante el día y descubren que era vanidad, pero los soñadores del día son hombres peligrosos, porque pueden hacer realidad sus sueños con los ojos abiertos. (T. E. Lawrence)
65. Un hombre debe soñar durante mucho tiempo para actuar con grandeza. (Jean Genet)
66. Siempre mantente atento a las formas de nutrir tus sueños. (Lao Tse)
67. Ves cosas y preguntas, ¿Por qué? Pero yo sueño cosas que nunca han sido y digo: ¿Por qué no? (George Bernard Shaw)
68. Un sueño no se hace realidad mágicamente: se necesita sudar, determinación y trabajo duro. (Colin Powell)
69. Sueña y date el permiso de visualizar a un tú que debes elegir. (Joy Page)
70. Sigue tu corazón y tus sueños se harán realidad.
71. Solo los sueños grandes inspiran, los sueños razonables no inspiran a nadie. Lanza tu corazón y ten una estrategia, no una ideal, sino uno que se ejecute. Actúa en pequeño, poco a poco y que cada paso que des en tu vida, te lleve a tu sueño. El resultado es que poco a poco te convertirás en quien realmente quieres y tendrás la experiencia de vivir en plenitud. (Mario Alonso Puig)
72. Tengo un sueño de que algún día se levantará esta nación y vivirá el verdadero significado de su credo: Que todos los hombres fueron creados iguales. (Martin Luther King)
73. Cree en tus sueños. Se te dieron por una razón. (Katina Mayer)
74. Sueño que algún día en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los dueños de los esclavos podrán sentarse juntos en la mesa de la hermandad. (Martin Luther King)
75. Ningún soñador es demasiado pequeño, ningún sueño es demasiado grande.
76. Los sueños son excursiones al limbo de las cosas, son un desahogo de la prisión humana. (Henri Amiel)
77. Mantente enfocado, persigue tus sueños y continúa avanzando hacia tus metas. (LL Cool J)
78. Cuídate de tus sueños, son la sirena de las almas. Cantan, nos llaman, los seguimos y jamás volvemos. (Gustave Flaubert)
79. No olvidemos nuestros sueños por falta de tiempo. Si de verdad se quiere, se puede. (Paulo Coelho)
80. Cuando nuestros sueños se hacen realidad es cuando entendemos la riqueza de nuestra imaginación y la pobreza de nuestra realidad. (Ninon de Lenclos)https://psicologiaymente.com/reflexiones/frases-suenos


Amiga, Amigo:

Qué mejor resumen sobre el complejo tema que el suprasensible poema dejado hace unos 400 años al recordarnos de manera tan sencilla y entendible que:

Yo sueño que estoy aquí,
destas prisiones cargado;
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

Calderón de la Barca




Dr. Iván Seperiza Pasquali
Quilpué, Chile
Octubre de 2021
Portal MUNDO MEJOR: http://www.mundomejorchile.com/
Correo electrónico: isp2002@vtr.net