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Sophie Scholl
y su hermano Hans.





Proemio

El pre precedente escrito 589 fue dedicado al Feminismo. En su desarrollo surgió un juvenil nombre femenino que luchó en la Alemania Nazicon ideas y panfletos en contra del nazismo y, sorprendido por no tener yo conocimiento alguno de esa joven líder feminista antinazi que de manera valiente con su hermano y otros jóvenes formaron el Grupo de la Rosa y… Entonces decidí dedicar a ella y su hermano un título especial como lo sería el 590 que por una Urgente Noticia Pandémica se adelantó como 590; Quedando ahora el 591 para esta joven heroína, su hermano y otros más de ese juvenil grupo no contaminado por el poder nazi, cuyos ideales de Libertad honran la saga Mundo Mejor.


Desarrollo

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Sophie Scholl: mi vida por un panfleto
Sophie Scholl, estudiante alemana de 21 años, junto a su hermano Hans de 24 años fueron decapitados el 22 de febrero de 1943 por el régimen nazi. La condena invocada por el tribunal fue “alta traición”. Habían constituido con varios amigos una organización secreta llamada “la Rosa Blanca” y se dedicaban a difundir panfletos por correo, en la calle y en su universidad. El último documento distribuido era un manifiesto y una llamada a la juventud alemana en contra de Hitler y de sus partidarios. Hans, el día anterior a su ejecución, escribió esta frase de Goethe en la pared de su celda: “En contra de vientos y mareas, saber mantenerse”.
En el libro Hans y Sophie Scholl. Cartas y cuadernos se sigue la evolución personal y espiritual de esos dos jóvenes, a los que nada distinguía de los de su edad, sino por su inmensa sed de libertad y su valentía a la hora de decir que no. Los hermanos solo habían conocido, desde la infancia, el discurso de propaganda del régimen. De hecho, pertenecieron a las juventudes hitlerianas como casi toda su generación. Sophie en su diario en 1941 expresa cuál es el núcleo de su lucha.
“Me esfuerzo por ser tan impermeable como sea posible a las influencias actuales. No a las influencias políticas e ideológicas, que ya han dejado de tener el mínimo efecto sobre mí, sino a las influencias atmosféricas.”
Y citando a Jacques Maritain, Sophie añade: “Hay que tener un espíritu duro y el corazón tierno.”
El estudio de la filosofía tuvo una gran influencia en el discernimiento de todo el grupo de la Rosa Blanca, como bien resalta su recorrido y su final heroico. Esos estudiantes fueron los que impartieron “la lección de los hijos a los padres que han desaprendido a leer”. En 1942, Hans recoge en su diario lo que es para él pensar como un universitario.
“El hombre ha nacido para pensar dice Pascal, para pensar, mi honorable universitario: esta palabra suena para ti como un reproche. ¿Te sorprendes, representante del intelecto? (…) Eres rico pero no ves la pobreza. Tu alma se marchita porque has rechazado oír su llamada. Meditas sobre los últimos perfeccionamientos de una metralleta pero has ahogado la pregunta más elemental de la juventud. La pregunta: ¿Por qué? Y ¿A dónde vamos?”
A través de los manifiestos de la Rosa Blanca, ellos se levantaron contra la exterminación de los judíos. Hans mismo escribía a su novia Rose en 1941:
“¿Retirarse del mundo no es una forma de traición, de deserción? (…) El espíritu juvenil emerge de las ruinas y se eleva hacia la luz. (…) Soy pequeño e impotente pero quiero justicia.”
Casi en la misma época, Sophie explica a su novio Fritz la motivación principal de su llamada a la resistencia:
“A veces la guerra me espanta y estoy a dos dedos de perder toda esperanza. Detesto pensar en ello, pero la política es casi la única cosa que existe, y mientras prevalecen la confusión y la maldad, es cobarde darle la espalda.”
En 1942, el padre de los chicos está encarcelado por haber hablado en contra del régimen. La madre pide a sus dos hijos varones que están luchando como militares en el frente escribir una petición de clemencia. Hans se niega afirmando: “No lo haré en ningún caso. No imploraré perdón. Sé cuál es la diferencia entre el falso orgullo y el verdadero.”
Los miembros de la Rosa Blanca producían sus folletos de protesta de forma muy rudimentaria. Esta lucha sencilla con medios escasos enseñó luego a toda una generación de alemanes que la resistencia no necesita de mucho dinero ni de artillería pesada. Hans se lo confiaba a su madre en una carta de 1937: “Nuestra fuerza interior es nuestra arma más poderosa”.
Protestantes por tradición familiar, Hans y Sophie profundizaron en su fe durante los años de la guerra. De hecho en 1941, Hans experimenta una vuelta a la fe de su infancia, que explica de esta forma a su novia Rose:
“He descubierto el único valor posible y duradero. (…) Hay cosas que uno no podrá agotar jamás por el solo pensamiento racional, cosas incomprensibles desde el exterior pero que se pueden captar interiormente. Quiero seguir lo más lejos posible el camino de la razón; pero bien veo que soy una creatura nacida de la naturaleza y de la gracia.”
Y en otra carta a Rose de la misma época, Hans se marca el siguiente propósito: 
“De aquí en adelante soy un Homo viator en el mejor sentido de la palabra, un hombre en camino y espero serlo siempre.”
Su hermana pequeña está experimentando algo parecido, lo relata en su diario en 1941.
“Me gustaría tanto creer en los milagros. Me gustaría tanto creer que puedo adquirir fuerzas a través de la oración. Yo sola no consigo nada.” (…) “Lo único que quería decir era que debiéramos simplemente confiar a Dios las preocupaciones a las cuales nos agarramos con tanta arrogancia hasta el punto de dejarlas, deprimirnos y llevarnos a la desesperación.”
En 1942, Hans indaga en la situación que está viviendo toda Europa. Cree que el nihilismo es la raíz del nazismo:
“El nihilismo espiritual ha sido una gran amenaza para la civilización europea pero el día que ha conocido su último desarrollo en la guerra total a la cual hemos acabado sucumbiendo (…) ha sido vencido. (…) y existen todavía guardianes para reavivar la llama y transmitirla de mano en mano hasta que una nueva ola de renacimiento inunda la tierra.”
Y así se afianza aún más en su deber de resistencia espiritual frente a las atrocidades que se están perpetrando.
“¿Debemos cerrar los ojos ante esos peligros? ¿No es preferible morir de un dolor ardiente que correr libremente y ligeramente pero falsamente?”
Sophie cree que vivir sin sentido no vale la pena. La joven alemana intuye que el precio a pagar en esta época turbulenta de la Historia será alto pero está dispuesta.
“Más vale un dolor intolerable que vegetar insensiblemente. Más bien una sed terrible, más bien el dolor, el dolor y otra vez el dolor que sentir un vacío, un vacío, y sentir sin ninguna sensación verdadera. Es, en contra de eso, que quisiera rebelarme.”
Hans, dos días antes de su muerte escribe una última carta a Rose. En este momento no sabe todavía qué va a morir, pero si está convencido de que la resistencia, aunque sea a través de unos humildes escritos mal impresos y esparcidos en los pasillos universitarios, tiene un objetivo final que merece bien el riesgo que conlleva.
“Me he perdido muchas veces, lo sé. Unos abismos se abren y la noche más oscura envuelve mi corazón en búsqueda, pero persevero a pesar y en contra de todo". Qué bella es esta palabra de Claudel: Sophie Scholl.
https://democresia.es/pensamiento/historia/sophie-scholl-mi-vida-por-un-panfleto/


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Sophie Scholl, del movimiento la Rosa Blanca: “Nuestra resistencia provocará olas”
marzo 4, 2018
Nuestra resistencia provocará olas, fueron unas de las últimas palabras que dijo Sophie Scholl, según Renate Deck, amiga de la infancia de Sophie. Scholl formaba parte del movimiento pacífico de resistencia contra el régimen nazi protagonizado por diversos jóvenes alemanes contrarios a las políticas de Hitler.  Sabemos mucho sobre la oposición al régimen nazi de los países aliados contra Hitler, pero poco sobre las propias resistencias que se crearon dentro de Alemania para derrocar el régimen nazi, y menos de las que fueron protagonizadas por mujeres, como es el caso de Sophie Scholl.

El diálogo como estilo de vida
Sophie Scholl nació en Forchtenberg en una familia compuesta por cuatro hermanos, donde ella era la única chica. Según destaca Renate Deck, el núcleo familiar se inspiraba en los valores cristianos, pero, sobre todo, en los diálogos en torno la mesa familiar. Renata subraya cómo la unión entre el corazón, la ternura y la razón eran básicos en la educación de los Scholl, y el diálogo era la parte fundamental en sus relaciones. Tanto fue así, que el diálogo se extendió a la labor posterior de grupo de resistencia pacífico de la Rosa Blanca. Para ellos era un estilo de vida, según Renata, contrario a la dictadura y a la barbarie del régimen nazi, en el que la violencia y la aniquilación de la libertad y la vida humana eran las principales características.
En su trayectoria destaca cómo los jóvenes alemanes fueron seducidos en sus inicios por Hitler y su movimiento, creyendo que les traería mayor libertad y emancipación. En casa de los Scholl, su hermano Hans, traía en al principio fotos de Hitler, su padre las escondía, y criticaba las ideas de ese incipiente líder, pero no fue hasta 1935, cuando Hans acudió a la primera reunión del partido, donde tomó conciencia del mal que podría acontecer a Alemania, e inició con su padre un nuevo diálogo crítico sobre el movimiento nacionalsocialista perpetrado por Hitler. Por otro lado, Sophie cuando estaba finalizando secundaria, fue arrastrada a formar parte de las juventudes hitlerianas, pero pronto vio la barbarie de sus ideas, y fue muy crítica con las mismas. En 1937 Sophie Scholl se declaró opositora a la dictadura de Hitler tras conocer el arresto de sus hermanos y amigos por participar ilegalmente en el Movimiento de Juventudes Alemanas. Otro de los momentos que le marcó fue el arresto de su padre por criticar a Hitler frente a un empleado suyo. Su padre siempre les decía: “lo que quiero para vosotros es que viváis con rectitud y libertad de espíritu, sin importar lo difícil que resulte”.
El inicio de la Rosa Blanca,  la valentía de denunciar las atrocidades nazis
Sophie era una lectora ávida de filosofía, teología y literatura y tras finalizar sus estudios de secundaria en 1940 inició su trabajo como profesora de jardín de infancia en el instituto Fröbel de Ulm-Söflingen. Pensó que se le reconocería como servicio alternativo al Servicio Alemán del Trabajo para poder acceder a la universidad, pero no fue así y tuvo que asistir como auxiliar de enfermería de guerra durante seis meses para poder acceder posteriormente a la universidad. En ese período, incrementó su resistencia contra el régimen nazi. En mayo del 1942 se matriculó en Biología y Filosofía en la Universidad de Múnich.
Fue precisamente en Múnich donde se gestó el movimiento de la Rosa Blanca. Sophie Scholl, su hermano Hans, Alexander Schmorell y Jürgen decidieron pasar a la acción cuando en 1942 se inició la deportación masiva de judíos. Dar esquinazo a la Gestapo, la policía secreta, no era fácil, por eso tuvieron que elaborar estrategias para no ser descubiertos. Compraron una máquina de escribir y una copiadora manual y Sophie compraba pequeñas cantidades de papeles y sobres por diferentes tiendas para que el material no se le incautara. Escribían los panfletos de la Rosa Blanca, para distribuirlos y que al menos un mensaje contrario al régimen llegara a sus conciudadanos.  
Uno de los primeros textos decía: Nada es tan indigno de una nación como el permitir que sea gobernada sin oposición por una casta que ha cedido a los bajos instintos… La civilización occidental debe defenderse contra el fascismo y ofrecer una resistencia pasiva antes de que el último joven de la nación haya derramado su sangre en algún campo de batalla.
Sophie y sus compañeros trabajaron día y noche en clandestinidad, produciendo miles de panfletos que luego eran transferidos a intelectuales, médicos, profesores, estudiantes,… desde lugares no detectables, para que llegaran a la ciudadanía. También utilizaron una de las iglesias católicas, en concreto usaron como escondite un órgano de esa iglesia para esconder sus panfletos. Como explica Franz Joseph Müller, uno de los supervivientes de la Rosa Blanca, “allí nunca los buscarían los nazis”.
El segundo panfleto de la Rosa Blanca decía: “Desde la conquista de Polonia 300.000 judíos han sido asesinados, un crimen contra la dignidad humana… Los alemanes alientan a los criminales fascistas cuando carecen de un sentimiento que clame a la vista de semejantes acciones. Es preferible el fin del terror antes que un terror sin fin”.
Defender la libertad y denunciar la barbarie hasta el final
Así estuvieron implicados desde el verano de 1942 hasta febrero de 1943 cuando fueron detenidos. En febrero de 1943 su actividad se incrementó: pintaron eslóganes antinazis en las puertas de la universidad, “¡Fuera Hitler!”, y repartieron folletos por todo el campus. Sophie decidió subirse a unas escaleras y tirar los últimos folletos a los estudiantes y ahí un conserje, miembro del Partido Nazi, la vio y la denunció. La Gestapo vino rápidamente y arrestaron a Sophie y a Hans Scholl, era el 18 de febrero de 1943.  La policía secreta puso al lado de Sophie a una prisionera, Elsa Gebel, para intentar sacarle más información y nombres de su grupo. En lugar de eso, Elsa quedó convencida por el sentido de las ideas del grupo de la Rosa Blanca y por Sophie, tanto fue así que decidió escribir una carta a los padres de Sophie diciendo que los últimos cinco días de la vida de su hija le había cambiado toda su forma de pensar y la marcaron para siempre.
Tanto la madre como el padre de Sophie y Hans fueron a verlos a la cárcel antes de ser ejecutados por traición. Su madre les dijo: “estoy orgullosa de vosotros”. El padre tuvo una intervención durante el juicio celebrado a sus hijos y dijo delante del juez Roland Freisler, uno de los jueces más temidos y crueles de la Alemania nazi: “Si nadie defiende a mis hijos lo voy a hacer yo”, le dijo al juez “Hoy somos nosotros, pero mañana será su turno, nosotros estamos en la verdad, pero usted no”.
Las últimas palabras de Sophie Scholl antes de ser ejecutada fueron un llamamiento de sentido, justicia, entrega y libertad, con la esperanza de que sus injustas muertes fueran un impulso contra el régimen nazi: ”¿Cómo podemos esperar que prevalezca la justicia cuando casi no hay personas que se brinden individualmente en pro de una causa justa? Un día tan bonito, tan soleado, y debo irme, pero, ¿qué importa mi muerte, si a través nuestro miles de personas se despiertan y comienzan a actuar?”.
Sophie Scholl jamás renunció a su ideal, no podía ceder a la barbarie, aunque le costara la vida. Como ella dijo, “nuestra resistencia provocará olas”, y hoy día el movimiento de la Rosa Blanca sigue sirviendo de inspiración como movimiento de resistencia pacífico que no se sometió a la violencia y la crueldad. En la universidad de Múnich cada día aparece una rosa blanca, en su memoria. Su lucha no fue en vano, su testimonio valiente nos ha dejado una estela para continuar provocando más olas de libertad.
https://eldiariofeminista.info/2018/03/04/sophie-scholl-del-movimiento-la-rosa-blanca-nuestra-resistencia-provocara-olas/


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Cien años del nacimiento de Sophie Scholl, icono de la resistencia antinazi
11 mayo, 2021
En marzo de 1943, Helmut von Moltke lleva a Suecia una de las hojas volantes de “La rosa blanca”. De allí llega al Reino Unido. Entre el 3 y el 25 de julio la aviación británicas arroja millones de ejemplares sobre ciudades alemanas.
Se cumplen cien años del nacimiento, un 9 de mayo de 1921, de Sophie Scholl, la joven estudiante icono de la resistencia contra el nazismo que fue detenida y decapitada por repartir octavillas contra Hitler en la Universidad de Múnich.
Un sello postal en su honor, varios actos en Ulm, donde creció, y en Múnich y hasta actos virtuales en Alemania la recuerdan justo en momentos en que su figura trata de ser instrumentalizada desde la extrema derecha, en las protestas contra las restricciones por la pandemia.
La diferencia entre los que recurren a su figura y Sophie Scholl son evidentes. Mientras los primeros protestan libremente contra una presunta dictadura sanitaria a Sophie Scholl la resistencia contra una dictadura real terminó costándole la vida.
Sophie Scholl, el rostro de la resistencia
Scholl, nacida en 1921 y decapitada por los nazis en 1943, ha terminado por ser el rostro más conocido de “La rosa blanca”, un grupo de estudiantes de la Universidad de Múnich.
Las tres películas que se han hecho sobre el grupo giran en torno a ella. Dos se concentran en ella casi por completo y otra, “La rosa blanca” (1982) de Michael Verhoeven, aunque se ocupa de todos los miembros del grupo, le da a Sophie Scholl el papel de protagonista y empieza con su llegada a Múnich y termina con su ejecución.
“La rosa blanca” estaba formaba básicamente por cinco estudiantes y un profesor, Kurt Huber que, entre junio de 1942 y febrero de 1944, repartieron seis manifiestos en contra de los nazis y llamando a la resistencia y al sabotaje.
Sus iniciadores fueron Hans Scholl, el hermano de Sohie Scholl que era tres años mayor que ella, y Alexander Schmorell. Más tarde se suman Willi Graf, Christoph Probst, Sophie Scholl y Kurt Huber.
Octavillas contra el nazismo
Todos sus integrantes venían de familiares conservadoras y cristianas. Hans y Sophie Scholl habían simpatizado contra el nazismo antes de desarrollar una actitud crítica que los llevó al rechazo total y a jugarse la vida llamando a la resistencia.
Las primera cuatro hojas volantes se repartieron entre el 27 de junio y el 12 de julio de 1942 en tiradas de cien ejemplares que se distribuyeron entre estudiantes, libreros y profesores.
En la segunda hoja se denuncian matanzas contra judíos y polacos y se advierte que el que permanezca indiferente no puede considerarse inocente y llaman a la resistencia, en la tercera piden sabotear la producción de material de guerra.
En la cuarta llaman a Hitler el anticristo y dicen que su voz sale desde la garganta del infierno. La prioridad debe ser la derrota de los nazis y después de la guerra debe haber un castigo ejemplar para todos los que han hecho causa común con ellos.
    “¿Está vuestro espíritu tan violado que habéis olvidado que no solo es vuestro derecho sino también vuestra obligación moral acabar con este régimen?”, se preguntan.
Muerte y difusión póstuma
Las dos últimas hojas volantes solo se distribuyeron en enero y febrero de 1943 pero en tiradas claramente más grandes, de hasta 6.000 ejemplares, y algunos de los ejemplares terminaron incluso saliendo de Alemania gracias a la ayuda de otros grupos de resistencia.
La sexta y última hoja volante la redacta Kurt Huber y apela directamente a los estudiantes pidiendo su levantamiento.
El grupo cree que es un buen momento después de la capitulación alemana en Stalingrado el 31 de enero y tras un incidente que había ocurrido en la universidad donde un oficial nazi había ofendido a varias estudiantes, lo que había generado algunas protestas.
Sophie Scholl reparte parte de esas hojas volantes en Stuttgart. Luego, el 18 de febrero de 1943, Hans y Sophie Scholl son detenidos en la universidad y cuatro días después son condenados a muerte y decapitados.
En marzo de 1943, Helmut von Moltke lleva a Suecia una de las hojas volantes de “La rosa blanca”. De allí llega al Reino Unido. Entre el 3 y el 25 de julio la aviación británicas arroja millones de ejemplares sobre ciudades alemanas.
    “Gente valiente y maravillosa, no podéis haber muerto en vano, no podéis ser olvidados“, dijo Thomas Mann, refiriéndose a los miembros de “La rosa blanca” en una de sus alocuciones en la BBC.
Schmorell, Graf y Huber son condenados y ejecutados en abril.
Los dos hermanos Scholl le dan actualmente el nombre a muchos colegios en varias partes de Alemania. Algunos llevan solo el nombre de Sophie Scholl.
https://www.elmostrador.cl/braga/2021/05/11/cien-anos-del-nacimiento-de-sophie-scholl-icono-de-la-resistencia-antinazi/


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100 aniversario de Hans Scholl: una joven vida contra el nazismo
Su rebelión contra Hitler le costó la vida a Hans Scholl. Con panfletos y lemas, luchó por la libertad. Este 22 de septiembre, el fundador del moviemiento de resistencia Rosa Blanca cumpliría 100 años.
20.09.2018


Hans Scholl escribió "LIBERTAD” con pintura negra a ambos lados de la entrada de la Universidad de Múnich. Sucedió en la noche del 3 de febrero de 1943. Durante tres horas, el estudiante de medicina y su compañero Alexander Schmorell caminaron por las calles oscuras de la ciudad. Ambos eran miembros del movimiento de resistencia Rosa Blanca, estudiantes unviersitarios que querían derrocar el régimen nazi.
Esa noche, planearon dar a conocer sus mensajes en los lugares que ellos consideraban idóneos en Múnich. Contaban para ello con una plantilla para sus lemas que rezaba: "Abajo con Hitler" y con una cruz gamada tachada. La Gestapo ya les estaba pisando entonces los talones. Casi tres semanas después, Hans Scholl murió ejecutado por los nazis.
Primero fascinación, luego rebelión
Hans Scholl tenía 14 años y vivía con su familia en Ulm cuando Adolf Hitler llegó al poder en Alemania, en 1933. Al principio, al igual que su hermana menor, Sophie, estaba fascinado con el nazismo. En contra de la voluntad de su padre, políticamente liberal, se alistó a las Juventudes Hitlerianas y soñó con una carrera como oficial en la Wehrmacht.
Pero la subordinación incondicional y la restricción de la libertad le desagradaron cada vez más, y los valores cristianos se volvieron más importantes para él. En 1939 y como estudiante de medicina en Múnich, conoció a personas críticas con el régimen. Durante las vacaciones universitarias, vivió muy de cerca, como asistente de médico, los horrores de la guerra. En ese periodo, maduró la decisión de alzar su voz contra el nazismo.
Rosa Blaca
En 1942, Hans Scholl se sumó a otros estudiantes de la Universidad de Múnich para luchar contra el nacionalsocialismo. Entonces fundó el grupo de resistencia Rosa Blanca con Alexander Schmorell. Más tarde, Christoph Probst, Willi Graf, la hermana de Hans, Sophie Scholl, y el profesor de filosofía Kurt Huber se unieron al grupo.
Secretamente imprimieron panfletos en los que denunciaron el asesinato de 300.000 judíos y llamaron a la resistencia. Ya es hora de "erradicar esta horda marrón", aparecía entre otras cosas, en las cartas que enviaban a ciertos académicos en Múnich y otras ciudades del sur de Alemania y Austria.
Su última frase
El 18 de febrero de 1943, los hermanos Scholl llegaron a la Universidad de Múnich con sus maletas y carteras. Tenían entonces casi 2.000 panfletos que distribuyeron por todas partes. Cuando Sophie Scholl dejó caer un montón de panfletos desde el atrio, el conserje la detuvo y la entregó, a ella y a su hermano, a la Gestapo.
En el interrogatorio, Hans Scholl finalmente admitió todo y asumió la mayor culpa posible para proteger a sus amigos. Solo cuatro días después, el 22 de febrero de 1943, un tribunal popular condenó a muerte a Hans y Sophie Scholl, y a Christoph Probst. Los tres fueron decapitados el mismo día. Hans Scholl tenía 24 años. Sus últimas palabras fueron: "¡Larga vida a la libertad!".
El legado
Las palabras fueron las únicas armas de Hans Scholl. Sin embargo, la libre expresión le costó la vida. Él y los otros miembros del movimiento Rosa Blanca se siguen aún considerando modelos morales, héroes de coraje civil, que valientemente llamaron a los crímenes de los nacionalsocialistas por su nombre, mientras que la gran mayoría permanecia en silencio. "Pasarán a la historia", dijo su padre, llorando, poco antes de la ejecución de sus hijos Hans y Sophie Scholl. No se equivocó.
https://www.dw.com/es/100-aniversario-de-hans-scholl-una-joven-vida-contra-el-nazismo/a-45583091


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Sophie Scholl y Hans  Scholl
Hans fue el hermano tres años mayor de Sophie Scholl, nació el 22 de Septiembre de 1918 en Ingersheim, Alemania. Al igual que su hermana tuvo una infancia muy normal y feliz.
Como ocurría en la adolescencia de muchos, Hans pidió entrar a las Juventudes Hitlerianas, solamente por ser el tema popular del momento. Su padre se encontraba inconforme con la decisión pues él estaba encontrar de todo lo que tuviera que ver con el nazismo, no obstante dejó que su hijo sacara sus propias conclusiones.
Como su padre predijo, no pasó mucho tiempo antes de que el régimen de adiestramiento lo desencantara totalmente.
No tanto por los ejercicios al aire libre, ni el compañerismo que fomentaban, sino más bien el constante lavado de cerebro que intentaban hacer con el nacionalismo excesivo, con la idea de que la raza aria era la mejor y la idea corrupta de crear futuros «lideres “o en otras palabras más borregos para Hitler.
Se fue a Múnich donde entró a la universidad en la carrera de medicina, donde además rehusó sus labores que tuvieran que ver con el régimen y poco a poco su misma rebeldía lo llevó a conocer a los que sería sus amigos más fieles y posteriormente los de su hermana también.
En 1942 justo cuando la guerra tomó su auge, él y sus compañeros fueron obligados a ir al frente como médicos militares, fue ahí donde vio en primera mano los horrorosos crímenes que los nazis llevaban a cabo.
Cuando volvió a Alemania ya cansado de toda esa violencia, decidió unirse a la Rosa Blanca, donde se manifestaba el inconformismo que había en el gobierno pero de forma pacífica.
Es en este punto donde su hermana descubre el movimiento y se decide por unirse a ellos, muy a pesar de las replicas de su parte, Sophie Scholl se terminó uniendo de todas formas.
En el verano de 1943 ambos fueron apresados por el Gasapos y condenados a la Gillotina por alta traición al régimen y a su Führer Adolf Hitler. Él fue uno de los miembros más icónicos en el grupo junto con Sophie, alguien quien no tenía miedo de arriesgarse por lo que era correcto.
Los últimos días de Sophie Scholl
El mismo día que repartieron sus últimos folletos Sophie Scholl y su hermano fueron llevados bajo arresto por la Gestapo, o sea, la policía secreta nazista, junto con otros miembros de la Rosa Blanca. Fueron llevados a juicio y durante varios días fueron interrogados.
Finalmente el 22 de Febrero de 1943 el juez RolandFreisler, los acusó a alta traición, condena que se paga con muerte por guillotina.
Sophie Scholl, su hermano Hans y Probst estuvieron juntos los últimos momentos de su vida, en un espacio de minutos que les dejaron antes de ser ejecutados públicamente, como esas antiguas escenas medievales.
En esos minutos Sophie dijo sus últimas palabras que fueron “Sus cabezas también caerán”  que fueron casi una premonición. ( Ver también: Platón)
Los días previos a la decapitación de los hermanos Scholl y de Probs, el grupo de la Rosa Blanca siguió activamente con sus actividades, repartiendo panfletos, folletos y demás propaganda anti-nazista.
No importando que tres de sus miembros más representativos ya no estuvieran, no se dejaron vencer y continuaron con sus protestas. Por supuesto el gobierno no se quedó de brazos cruzados con este hecho.
Fueron atrapando uno a uno a cada uno de los miembros del grupo de la Rosa Blanca, condenados al mismo destino cruel e injusto, incluido el emblemático profesor Kurt Huber.
A las personas que no tenían nada que ver directamente, pero de alguna forma ayudaron con la distribución de la propaganda rebelde o ayudaron de alguna forma a la familia que Probs había dejado tras su terrible muerte, eran sentenciados a prisión con penas de meses hasta 10 años.
Incluso se supo que no mucho antes de la muerte de Sophie Scholl, los nazis habían enviado a una espía llamada Elsa Gebel, que fue una presa política a la que se le prometió libertad si se infiltraba en la Rosa Blanca y les pasara nombres e información de todas sus actividades y reuniones clandestinas.
Por la desesperación Elsa había aceptado el trato y se logró infiltrar con éxito en el polémico grupo.
No obstante no todo salió como los nazis pretendían, pues la misma Elsa fue envuelta por las ideas de paz e ideologías cristianas del grupo y de la mismísima Sophie Scholl que fue con la que tuvo más contacto todo ese tiempo.
Sí bien siguió en contacto con los altos mandatarios, nunca entregó información relevante de ellos y justo al final de la guerra, Elsa les hizo llegar una carta redactada con su puño y letra a los padres de Sophie y Hans.(Ver también: Dwight Eisenhower)
Esta carta especificaba lo mucho que lamentaba la muerte de su hija y el modo en que Sophie Scholl la había cambiado tanto en los últimos días que estuvo en este mundo y que eternamente le iba a estar agradecida por haberla ayudado, en fin, les describió como su presencia en el mundo la había marcado de por vida y que ella nunca sería olvidada.
El régimen de Hitler no solo se llevo miles de vidas de judíos en el holocausto y en la guerra misma en la que metió a su pueblo, sino de otras personas que solo querían hacer un cambio en el mundo, en su país, personas que fueron lo suficientemente valientes para intentar hacer un cambio, de ver las cosas de modo diferente que los demás y actuar por un bien mayor.
Fuente: https://personajeshistoricos.com/c-pacifistas/sophie-scholl/


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Sophie Scholl: "La mano que mueve la cuna, es la mano que mueve el Mundo"
Sophie Scholl (Alemania 1921-1943) dirigente y activista del movimiento de resistencia pacífica "La Rosa Blanca" en la Alemania nazi. Fue condenada a la guillotina por alta traición, tras lanzar en la Universidad de Munich propaganda contra la guerra y en favor de la paz.

Sophie se enfadó mucho cuando su hermano y amigos fueron detenidos en 1937 y mucho más cuando lo fue su padre en 1942 tan solo por haber realizado un comentario contrario a Hitler. Todo ello le hizo reflexionar acerca del futuro que quería para ella misma pero sobre todo para los alemanes. En aquel momento era una estudiante de Biología y Filosofía en la universidad de Munich. Antes, al finalizar la secundaria ya había mostrado sus dotes de razonamiento y reflexión con su trabajo de fin de curso titulado “La mano que mueve la cuna, es la mano que mueve al Mundo“. Tan solo dos años de vida le separaban de su hermano, por lo demás iban a la par. Ambos consideraban que habría que reflexionar acerca de cómo el ser humano debía comportarse al verse sometido a una dictadura. Estas inquietudes llevaron al hermano de Sophie a crear un movimiento de resistencia, opuesto a la guerra pero al que se llegaría solo a través de la paz que llamó la “Rosa Blanca”  en el que pronto se integró Sophie.
El grupo estaba integrado por varones veteranos de guerra y por tanto testigos de las atrocidades realizadas por los nazis tanto en el campo de batalla como en el Holocausto, algo que no es necesario explicar.
Sophie participaba en el grupo con esa apariencia pacífica e inocente que le sirvió para dar mayor difusión, aunque clandestina, a unas hojas de papel impresas en las que se mostraban sus reflexiones: “¡Alemanes¡ ¿queréis vosotros y vuestros hijos padecer la suerte de los judíos? ¿Queréis que os juzguen con la misma medida que a vuestros líderes? ¿Queréis que seamos para siempre el pueblo más odiado y excomulgado del Mundo entero? ¡No¡”.
Los jóvenes universitarios de Munich, cada vez en mayor medida, habían decidido manifestarse en contra. En ese momento Sophie se vino arriba y bajó la guardia en los cuidados del reparto clandestino soltando las últimas octavillas que le quedaban desde la tercera planta del edificio universitario. Un conserje nazi la vio y cerró el edificio propiciando la detención de los dos hermanos por la Gestapo.
Ambos fueron juzgados el 22 de febrero de 1943, sin garantías y sin defensa real e incluso privados de la palabra para buscar amparo. No negaron ni uno solo de los cargos que les acusaban de alta traición. La lectura de la sentencia, debe ser hoy para sus familiares un gran motivo de orgullo: “…los acusados en tiempo de guerra, mediante panfletos, han incitado al sabotaje del esfuerzo de guerra y los armamentos y al derrocamiento del modo de vida de nuestro pueblo” (que en ese momento era una dictadura). Sigue diciendo la sentencia que “los panfletos llaman a una resistencia pasiva en forma de sabotaje“, porque “…se imaginan que solo de este modo el pueblo alemán sobreviviría a la guerra“. Tal era el efecto de sus armas que “Sus ideas derrotistas han debilitado la seguridad armada de la Nación“. Solo hay que observar el lienzo que refleja con claridad cuáles fueron esas armas: unos pedazos de papel. También la munición utilizada: la palabra. Tan grandes eran sus ideas, que llevaron a Sophie a ser condenada a la pena de muerte con guillotina, ante el silencio de su abogado defensor, al tiempo que la convirtieron en símbolo de la libertad y la dignidad humana. De la valentía y la necesidad de justicia. Todo su crimen fue defender unos ideales que no tenían cabida en una dictadura que pretendía cambiar los pensamientos de los ciudadanos a través de la ley. La sentencia ya estaba dictada antes del juicio, por eso una vez finalizado fue pronunciada y ese mismo día, solo unas horas después, ejecutada.
En el recuerdo queda su optimismo y buen humor, con una de sus frases más célebres, “El chiste de la vida es que siempre está al borde de la muerte”
Sophie Schroll ha sido nombrada la mujer más importante del siglo XX en Alemania por hacer oposición al régimen nazi desde dentro, lo que prueba que no todo el pueblo alemán estaba de parte de Hitler.
https://www.dclm.es/noticias/74946/sophie-scholl-la-mano-que-mueve-la-cuna-es-la-mano-que-mueve-el-mundo-/-paloma-moratilla




Los mártires 
del nacismo: Hermanos Hans y Sopie Scholl



La guillotina con la que se asesinó a Sophie y Hans Scholl durante la resistencia contra el nazismo en Alemania, en el Museo Nacional de Bayerisches, en Múnich. 


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Hans y Sophie Scholl, cristianos guillotinados por Hitler
Las primeras octavillas del grupo opositor clandestino habían sido elaboradas en 1942, conjuntamente por Hans Scholl y Alexander Schmorell. Les seguirían otras 4 más. La última, o sea, la sexta octavilla fue hecha a  principios del año 1943. Al ser llamados con destino al Frente Oriental o soviético tuvieron que interrumpir su trabajo clandestino. Las octavillas estaban destinadas a universitarios o reconocidos opositores o críticos del Régimen que deberían servir de multiplicadores de la propaganda.
los 3 principales objetivos del grupo:
Casi al mismo tiempo del discurso de Goebbels, en una habitación con ventanas cerradas y cortinas corridas alejados del Palacio donde los nazis trataban de infundirse valor gritando su fanatismo uniformado, los jóvenes  de la Weiße Rose elaboraban  el siguiente llamamiento:

¡ Llamamiento a todos los alemanes!

La guerra se acerca a su seguro final. Como en el año 1918 el gobierno alemán intenta desviar la atención al creciente peligro de los submarinos, mientras en el Este los ejercitos retroceden irremediablemente y en occidente se espera la Invasión. El armamento de America no alcanzado todavía su punto culminante, pero ya hoy ha superado todo lo que se ha conocido hasta ahora en la Historia.

Con matemática certeza conduce Hitler al pueblo alemán al abismo. Hitler no puede ganar la guerra, solamente todavía prolongarla más. Su culpabilidad y la de sus auxiliares han desbordado toda medida. ¡El justo castigo se acerca cada vez más y más!

¿Qué hace el pueblo alemán? ¡No ve ni oye nada! Ciegamente sigue obediente a sus seductores hasta la ruina. ¡Victoria a cualquier precio! Es lo que han escrito en sus banderas. „Yo lucharé hasta el último hombre“-dice Hitler – mientras que la guerra está ya perdida.

Hay en el tono de las octavillas antinazis un cierta profética escatología dada la situación  de guerra y la previsible destrucción de Alemania donde todos y cada uno deberán asumir sus responsabilidades. Recuérdese que la escatología bíblica cristiana  se refiere teológicamente a lo que ocurrirá en los últimos tiempos del fin del mundo en el plan de Dios, tanto a nivel personal como general de toda la humanidad.

La apariencia inofensiva de Sophie Scholl y su discreto atractivo, que cubrían entereza y valentía extraordinarias, hicieron de ella la más adecuada para trasladar a otras ciudades propaganda del movimiento y ayudar a conformar células a nivel nacional. La Gestapo alarmada intensificó sus investigaciones contra el grupo, aunque sin tener pistas concretas.
Tras un largo intervalo de inactividad en la segunda mitad de julio de 1942, la Rosa Blanca tomó una postura más enérgica contra Hitler en febrero de 1943, repartiendo a todo lo largo de Múnich, y pintando en las puertas de la Universidad ("¡Fuera Hitler!").
Los varones de la Rosa Blanca, pese a su juventud, ya eran veteranos de guerra pues habían luchado tanto en el frente francés como en el ruso. Habían sido testigos de las atrocidades nazis, en el campo de batalla y fuera de él, y eran conscientes de que la derrota sufrida por la Wehrmacht en Stalingrado podía significar la derrota final de Alemania.
El 2 de febrero de 1943, después de más de cinco meses de durísima lucha concluyó la batalla de Stalingrado con la victoria de las tropas soviéticas.

La última distribución de octavillas tuvo lugar en la Universidad, la mañana del 18 de febrero de 1943, a fin de coincidir con la salida de clase de los estudiantes.
Con la mayoría de los folletos ya repartidos en lugares importantes, Sophie Scholl tomó la decisión de subir las escaleras hasta lo alto del atrio y lanzar los últimos folletos sobre los estudiantes. Fue vista por un conserje, miembro del partido Nazi, que cerró las puertas del edificio de la universidad encerrando a los hermanos Scholl mientras llamaba por teléfono. La Gestapo arrestó a los hermanos Scholl. Más adelante otros miembros activos cayeron pronto en redadas de la Gestapo entre los amigos de Hans y Sophie.
Fuente:
http://www.lacasademitia.es/articulo/firmas/viva-libertad-sophie-scholl-cristiana-guillotinada-hitler-emilio-diaz-miranda/20210517225930112344.html


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"Me conmueve el coraje y la firmeza"
Es casi imposible acercarse más a los hermanos Scholl: Estudiantes pusieron en escena la ópera "Weiße Rose". Aquí nos cuentan lo que les conmovió.
16.07.2019
Sus nombres son sinónimo de coraje y humanidad: los hermanos Hans y Sophie Scholl pertenecían al grupo de resistencia " Weiße Rose" que se oponía a la dictadura nazi de Hitler. Ambos fueron ejecutados por el régimen nacionalsocialista en 1943. En la ópera "Weiße Rose" de Selcuk Cara, nueve cantantes de la Escuela Superior de Música de Lübeck encarnan alternadamente los papeles de Hans y Sophie Scholl. Dos de ellos son Christin Stanowsky y Martin Trømborg. Junto con sus compañeros de estudio escenificaron las últimas horas de los hermanos Scholl.
Christin y Martin, ¿qué se siente hacer el papel de los hermanos Scholl?
Christin: El guion de la obra se basa en anotaciones en el diario y cartas a su familia, es decir, en textos auténticos. Por eso es tan conmovedor interpretar a Sophie. La admiro por oponerse al nacionalsocialismo con su hermano. Incluso después de su arresto, Sophie se mantuvo firme en sus convicciones. Eso me impacta mucho.
Martin: Pude sentir el desconcierto de Hans en sus últimos momentos: lo absurdo de su ejecución. Fue bastante estresante.
¿Qué fue lo que más te conmovió?
Martin: Durante mi preparación para el papel me preocupaba especialmente una pregunta: ¿Fue Hans el culpable de la ejecución de su hermana menor? Creo que se sintió responsable de ello. Eso es lo que más me conmovió.
Christin: Me conmovió el coraje y la firmeza de Sophie. Para mí, fue muy combativa. Incluso en cautiverio todavía tenía esperanzas de un futuro mejor para Alemania. Sophie sabía que sería ejecutada, pero estaba convencida de que la idea de la democracia perduraría.
¿Por qué hay más de un Hans y una Sophie en la ópera?
Martin: Con varios actores puedes ver que esta historia no solo es asunto de dos personas. Hans y Sophie Scholl son figuras ejemplares para todos los que se resisten y hacen lo correcto.
Christin: Exactamente, todos somos Hans y Sophie Scholl, y si uno de nosotros cae, el otro continúa. Esto refleja la idea de la "Rosa Blanca": el deseo de democracia y libertad pervive independientemente de una persona en particular.
¿Crees que la historia de los hermanos Scholl sigue siendo actual hoy en día?
Christin: Desde luego. En Alemania tenemos muchas libertades, pero en otros países no es así. Ciertamente hay muchos Sophies y Hans en el mundo, de los que no sabemos nada, pero que luchan por la democracia y la libertad. El hecho de que conozcamos a los hermanos Scholl es una gran alegría para nosotros. Deberíamos tomar su ejemplo.
Martin: Además, la historia nos enseña a mirar con atención e intervenir cuando asistimos a casos de opresión de minorías.
https://www.deutschland.de/es/topic/cultura/weisse-rose-en-la-piel-de-los-hermanos-scholl


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El adoctrinamiento de la juventud alemana para darle forma al futuro nazi
Jun 7, 2019
Las Juventudes Hitlerianas se fundaron en 1926 y, en un principio, reunían a hombres y mujeres sin distinción de género ni edad. Posteriormente, los varones recibieron educación militar, mientras que las mujeres se educaron para ejercer “los valores alemanes” desde casa.
“Estos jovencitos ingresan a nuestras organizaciones a los diez años de edad, y a menudo respiran un poco de aire fresco por primera vez; después de cuatro años de estar en la categoría de Jóvenes, pasan a las Juventudes Hitlerianas, donde permanecen cuatro años más... Y aunque aún no son nacionalsocialistas completos, pasan al Servicio Laboral y ahí los preparan durante otros seis o siete meses... Y si les llega a quedar algún rastro de conciencia de clase o estatus social... las Wehrmacht (fuerzas armadas alemanas) se encargarán de que desaparezca”.
—Adolf Hitler (1938)
A partir de la década de 1920, el Partido Nazi eligió a la juventud alemana como un público especial para sus mensajes de propaganda. Estos mensajes enfatizaban el hecho de que el partido era un movimiento de jóvenes que era dinámico, fuerte, progresista y esperanzado. El nazismo logró convencer a millones de jóvenes alemanes en las aulas y a través de actividades extracurriculares. En enero de 1933, las Juventudes Hitlerianas tenían solo 50.000 miembros, pero al finalizar el año esta cifra había aumentado a más de dos millones. Para 1937, la membresía en las Juventudes Hitlerianas había aumentado a 5,4 millones, antes de volverse obligatoria en 1939. Posteriormente, las autoridades alemanas prohibieron o disolvieron las organizaciones juveniles rivales.
La educación en el estado nazi
La educación en el Tercer Reich sirvió para inculcar a los alumnos la visión nacionalsocialista del mundo. Los educadores e intelectuales nazis exaltaban la raza nórdica y otras razas “arias”, y clasificaban a los judíos y a otros pueblos considerados inferiores como “razas bastardas”, parásitas, incapaces de crear una cultura o civilización.
Después de 1933, el régimen nazi purgó el sistema escolar público de todos aquellos maestros que se consideraba que eran judíos o que “políticamente no eran de confianza”. No obstante, la mayoría de los educadores permanecieron en sus puestos y se unieron a la Liga de Maestros Nacionalsocialistas. Para 1936, el 97% de todos los maestros de escuelas públicas, unas 300.000 personas, se habían unido a la Liga. De hecho, los maestros se unieron al Partido Nazi en mayor cantidad que ninguna otra profesión.
Tanto en los salones de clases como en las Juventudes Hitlerianas, la enseñanza estaba dirigida a producir alemanes conscientes de su raza, obedientes y capaces de sacrificarse, dispuestos a morir por el Führer y por la Patria. Un componente clave del entrenamiento de las Juventudes Hitlerianas era la devoción a Adolf Hitler. Los jóvenes alemanes aprovechaban su cumpleaños (el 20 de abril) —un día de fiesta nacional— para iniciar a los miembros. Los adolescentes alemanes juraban lealtad a Hitler y prometían servir a la nación y a su líder como futuros soldados.
Las escuelas jugaron un papel importante en la difusión de las ideas nazis entre la juventud alemana. Mientras los censores eliminaban algunos libros de las aulas, los educadores alemanes introdujeron nuevos libros de texto que enseñaban a los estudiantes el amor a Hitler, la obediencia a la autoridad del estado, el militarismo, el racismo y el antisemitismo.
Desde su primer día en la escuela, se inculcaba a los niños alemanes el culto a Adolf Hitler. Su retrato estaba siempre presente en los salones de clases. Los libros de texto con frecuencia describían la emoción que sentían los niños al ver al líder alemán por primera vez.
Los juegos de mesa y los juguetes para niños eran otra forma de difundir la propaganda racial y política entre los jóvenes alemanes. Los juguetes también se utilizaban como medios de propaganda para inculcar el militarismo en los niños.
Organizaciones juveniles
Las Juventudes Hitlerianas y la Liga de Jóvenes Alemanas fueron las principales herramientas que utilizaron los nazis para formar las creencias, el pensamiento y las acciones de la juventud alemana. Los líderes de las juventudes utilizaban actividades en grupo extremadamente controladas y montajes de propaganda, como las grandes concentraciones llenas de rituales y espectáculos, para crear la ilusión de una comunidad nacional que se extendía a través de las divisiones religiosas y de clases sociales que caracterizaban a Alemania antes de 1933.
El propósito original de las Juventudes Hitlerianas, fundadas en 1926, era entrenar a los jovencitos para su ingreso a las SA (tropas de asalto), una formación paramilitar del Partido Nazi. Sin embargo, después de 1933, los líderes de las juventudes buscaron integrar a los niños en la comunidad nacional nazi y prepararlos para que prestaran servicio como soldados en las fuerzas armadas o, posteriormente, en las SS.
En 1936, la pertenencia a los grupos juveniles nazis pasó a ser obligatoria para todos los varones y las mujeres de entre 10 y 17 años de edad. En reuniones después de clases y viajes de campamento los fines de semana, que patrocinaban las Juventudes Hitlerianas y la Liga de Jóvenes Alemanas, se entrenaba a los jovencitos a ser fieles al Partido Nazi y a los futuros líderes del estado nacionalsocialista. En septiembre de 1939, más de 76.000 jóvenes fungían en papeles de liderazgo en las organizaciones juveniles nazis que los preparaban para estos roles en el ejército y en la burocracia de la ocupación alemana.
Las Juventudes Hitlerianas combinaban los deportes y las actividades al aire libre con la ideología. En forma similar, la Liga de Jóvenes Alemanas hacía énfasis en el atletismo colectivo como la gimnasia rítmica, que las autoridades de salud alemanas consideraban menos agotadora para el cuerpo de la mujer y mejor orientada a prepararlas para la maternidad. Las exhibiciones públicas de estos valores alentaban a los hombres y mujeres jóvenes a abandonar su individualidad en favor de los objetivos de la colectividad aria.
Servicio militar
Al cumplir los 18 años de edad, los varones debían enlistarse de inmediato en las fuerzas armadas o en el Servicio Laboral del Reich, para lo que habían sido preparados a través de las actividades de las Juventudes Hitlerianas. Los materiales de propaganda exigían una devoción cada vez más fanática a la ideología nazi, incluso cuando las fuerzas armadas alemanas sufrían una derrota tras otra.
En el otoño de 1944, cuando los ejércitos aliados cruzaron las fronteras y entraron a Alemania, el régimen nazi reclutó a jóvenes alemanes de menos de 16 años de edad para defender al Reich al lado de adultos de más de 60 años, en las unidades de las “Volkssturm” (tropas de asalto populares).
Después de la rendición incondicional de las fuerzas armadas alemanas en mayo de 1945, algunos niños alemanes siguieron peleando en grupos guerrilleros conocidos como “hombres lobo”. Durante el siguiente año, las autoridades de ocupación aliadas exigieron a los jóvenes alemanes que se sometieran a un proceso de “desnazificación” y entrenamiento en democracia, diseñado para contrarrestar los efectos de 12 años de propaganda nazi.
https://encyclopedia.ushmm.org/content/es/article/indoctrinating-youth


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Frases de los hermanos mártires Hans y Sophie Scholl
 

Sophie Scholl
1. A veces la guerra me espanta y estoy a dos dedos de perder toda esperanza. Detesto pensar en ello, pero la política es casi la única cosa que existe, y mientras prevalecen la confusión y la maldad, es cobarde darle la espalda.”

2. Ahora, como antes, soy de la opinión de que hice lo mejor que pude por mi nación. Por lo tanto, no me arrepiento de mi conducta y soportaré las consecuencias que resulten de mi conducta .
 
3. –¡Alemanes¡ ¿queréis vosotros y vuestros hijos padecer la suerte de los judíos? ¿Queréis que os juzguen con la misma medida que a vuestros líderes? ¿Queréis que seamos para siempre el pueblo más odiado y excomulgado del Mundo entero? ¡No¡
 
4. – Compadezco a la gente que no puede encontrar la risa o al menos un poco de diversión en las pequeñas cosas del día. Creo que podría encontrar algo ridículo incluso en el momento más triste, si es necesario. No tiene nada que ver con ser superficial. Es una cuestión de alegría en la vida..

5. ¿Cómo podemos esperar que prevalezca la justicia cuando casi nadie se entregará indivisiblemente a una causa justa?"
 
6. – Después de todo, alguien tenía que empezar. Lo que escribimos y dijimos también lo creen muchos otros. Ellos simplemente no se atreven a expresarse como lo hicimos nosotros.
 
7. – El fin del terror es preferible al terror sin fin.

8. – El hecho de que tantas cosas estén en conflicto no significa que nosotros mismos debamos estar divididos.
 
9. – El único remedio para un corazón estéril es la oración, por pobre e inadecuada que sea.

10. Es el enfoque reduccionista de la vida: si lo mantiene pequeño, lo mantendrá bajo control. Si no haces ningún ruido, el hombre del saco no te encontrará. Pero todo es una ilusión, porque ellos también mueren, esas personas que se enredan en bolitas para estar a salvo.


11. La vida está siempre al borde de la muerte; las calles estrechas conducen al mismo lugar que las avenidas anchas, y una pequeña vela se apaga al igual que una antorcha encendida. Yo elijo mi propia forma de quemar.
 
12. Más vale un dolor intolerable que vegetar insensiblemente. Más bien una sed terrible, más bien el dolor, el dolor y otra vez el dolor que sentir un vacío, un vacío, y sentir sin ninguna sensación verdadera. Es, en contra de eso, que quisiera rebelarme.
 
13. – Me aferraré a la cuerda que Dios me ha arrojado en Jesucristo, incluso si mis manos entumecidas ya no pueden sentirlo.
 
14. Me esfuerzo por ser tan impermeable como sea posible a las influencias actuales. No a las influencias políticas e ideológicas, que ya han dejado de tener el mínimo efecto sobre mí, sino a las influencias atmosféricas.
 
15. Me gustaría tanto creer en los milagros. Me gustaría tanto creer que puedo adquirir fuerzas a través de la oración. Yo sola no consigo nada.” (…) “Lo único que quería decir era que debiéramos simplemente confiar a Dios las preocupaciones a las cuales nos agarramos con tanta arrogancia hasta el punto de dejarlas, deprimirnos y llevarnos a la desesperación.
 
16. Me he perdido muchas veces, lo sé. Unos abismos se abren y la noche más oscura envuelve mi corazón en búsqueda, pero persevero a pesar y en contra de todo.

17. ¿No es desconcertante .. que todo sea tan hermoso, a pesar de todos los horrores que existen?
 
18. – Nunca estoy libre de la incertidumbre en la que vivimos estos días, que excluye cualquier plan despreocupado para el mañana y ensombrece todos los días por venir.

19. – Sé que la vida es una puerta a la eternidad y, sin embargo, mi corazón a menudo se pierde en pequeñas ansiedades. Olvida el gran camino a casa que se encuentra ante él.

20. Solo el hombre puede ser odioso o feo, porque posee un libre albedrío para aislarse del coro de alabanza. A menudo parece que logrará ahogar este coro con el trueno de sus cañones, maldiciones y blasfemias. Pero esta primavera me ha quedado claro que no puede.
 
21. Sus cabezas también caerán.

22. – Todavía estoy tan lejos de Dios que ni siquiera siento su presencia cuando oro. A veces, cuando pronuncio el nombre de Dios siento como si me hundiera en un vacío (…). Pero la oración es el único remedio.

23. ¿Todavía hay personas hoy en día que nunca se cansan de dirigir todo su pensamiento y toda su energía, con sinceridad, a una sola causa?

24. Un día tan espléndido y soleado, y tengo que irme. Pero cuántos tienen que morir en el campo de batalla en estos días, cuántas vidas jóvenes, promisorias… Qué importa mi muerte si por nuestros actos miles son advertidos y alertados. Entre el alumnado seguramente habrá una revuelta.

 
Su última frase antes de morir por la guillotina fue:

25. ¿Cómo podemos esperar que prevalezca la justicia cuando casi nadie se entregará indivisiblemente a una causa justa?  
 

Hans Scholl
1. De aquí en adelante soy un Homo viator en el mejor sentido de la palabra, un hombre en camino y espero serlo siempre.
 
2. ¿Debemos cerrar los ojos ante esos peligros? ¿No es preferible morir de un dolor ardiente que correr libremente y ligeramente pero falsamente?
 
3. El hombre ha nacido para pensar dice Pascal, para pensar, mi honorable universitario: esta palabra suena para ti como un reproche. ¿Te sorprendes, representante del intelecto? (…) Eres rico pero no ves la pobreza. Tu alma se marchita porque has rechazado oír su llamada. Meditas sobre los últimos perfeccionamientos de una metralleta pero has ahogado la pregunta más elemental de la juventud. La pregunta: ¿Por qué? Y ¿A dónde vamos?
 
4. El nihilismo espiritual ha sido una gran amenaza para la civilización europea pero el día que ha conocido su último desarrollo en la guerra total a la cual hemos acabado sucumbiendo (…) ha sido vencido. (…) y existen todavía guardianes para reavivar la llama y transmitirla de mano en mano hasta que una nueva ola de renacimiento inunda la tierra.
 
5. He descubierto el único valor posible y duradero. (…) Hay cosas que uno no podrá agotar jamás por el solo pensamiento racional, cosas incomprensibles desde el exterior pero que se pueden captar interiormente. Quiero seguir lo más lejos posible el camino de la razón; pero bien veo que soy una criatura nacida de la naturaleza y de la gracia.
 
6. No lo haré en ningún caso. No imploraré perdón. Sé cuál es la diferencia entre el falso orgullo y el verdadero.
 
7. ¿Retirarse del mundo no es una forma de traición, de deserción? (…) El espíritu juvenil emerge de las ruinas y se eleva hacia la luz. (…) Soy pequeño e impotente pero quiero justicia.
 
Su última frase antes de morir por la guillotina fue:
 
8. – ¡Larga vida a la libertad!
Y para ambos hermanos la guillotina nazi cayó y hacia la fama de la Libertad que se los llevó.



Amiga, Amigo:

A ese científico adoctrinamiento infanto juvenil del nazismo se sobrepusieron los hermanos Hans y Sophie junto a otros universitarios que dieron forma a la rebeldía antinazi con la Rosa Blanca y sus panfletos en contra de la bestialidad anormal del Hitlerismo y sus desde niños adoctrinados y moldeados para ser leales seguidores nazis.

Hans antes de morir les dijo:
¡Larga vida a la libertad!
Sophie les dijo a sus verdugos:
¿Cómo podemos esperar que prevalezca la justicia cuando casi nadie se entregará indivisiblemente a una causa justa?
Y de manera profética les advirtió:
Sus cabezas también caerán.



Moneda alemana de 20 euros

Se Honra el 100º Aniversario del Nacimiento de Sophie Scholl - GEBURTSTAG SOPHIE SCHOLL / 1921-1943


La Filatelia alemana honra a los mártires hermanos Sophie y Hans Schroll 


Dr. Iván Seperiza Pasquali
Quilpué, Chile
Mayo de 2021
Portal MUNDO MEJOR: http://www.mundomejorchile.com/
Correo electrónico: isp2002@vtr.net