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En medio de la Fatiga Pandémica
Proemio

Varios influencer niegan la realidad de la PANDEMIA. Ignoro sus razones frente a una Pandemia cuya causa, magnitud e incertidumbre de cuánto más durará, teniendo a Europa en un grave rebrote y pocas esperanzas; pongo en la previa del desarrollo del tema este artículo dado que al leerlo pensé que el virus es quizá hasta "inteligente" y nos avisó al matar a este físico culturista gran deportista seleccionado tal parece por el virus como una Advertencia: 

¡Debéis creer en la Pandemia y tenéis que cuidaros!

Un influencer ucraniano muere por coronavirus tras negar su existencia a través de las redes sociales
Tras regresar de un viaje a Turquía, el hombre empezó a sentirse mal y una prueba reveló que había contraído el virus
Dmitry Stuzhuk, un influencer ucraniano de 34 años de edad, ha fallecido a causa del coronavirus tras haber negado su existencia a través de las redes sociales.
Su muerte se produjo el viernes pasado, según informó su esposa. Tras regresar de un viaje a Turquía, el hombre empezó a sentirse mal y una prueba reveló que había contraído el virus.
«Como todos saben por las historias, tengo coronavirus. Quiero advertirles algo de manera convincente: pensé que no existía el Covid-19 y que todo era relativo... Hasta que enfermé», escribió Stuzhuk, que llevaba un tiempo negando la existencia del virus, junto a una foto donde se le ve ingresado y con una máscara de oxígeno. «Me desperté en medio de la noche porque tenía el cuello hinchado y me costaba respirar. También sentía fuertes dolores en el estómago».
Tras confesar que había pasado más de una semana hospitalizado, el hombre comunicó a sus seguidores de que estaba recuperándose en casa junto a su familia.
«En casa, como se dice, las paredes curan», afirmó en el post. «Mi condición es estable».
«Su corazón no lo soportó»
Pese a que Stuzhuk parecía estar mejorando, días más tarde tuvo que volver a ser ingresado y este viernes falleció en el hospital en el que se encontraba.
«Dima ya no está con nosotros. Su corazón no lo soportó», anunció su expareja a través de las redes sociales.
La influencer, que había mostrado una mentalidad similar a la del hombre, mantuvo su postura con respecto al coronavirus y contestó a las críticas asegurando que el Covid-19 « no es una enfermedad peligrosa para quienes están completamente sanos».
Según explicó, Stuzhuk tenía problemas cardiovasculares y las complicaciones llegaron debido al estado de su corazón.
«Me enseñaste mucho. Te estaré agradecida durante el resto de mi vida por nuestros tres hermosos hijos, por toda la invaluable experiencia compartida y por la mujer en la que me convertí al estar contigo», escribió la mujer a modo de despedida en su Instagram.
https://www.abc.es/sociedad/abci-influencer-ucraniano-muere-coronavirus-tras-negar-existencia-traves-redes-sociales-202010191145_noticia.html

Pareciera que desde el Más Allá los negacionistas Dmitry Stuzhuks ahora nos piden que creamos en esta Pandemia que tuvo un inicio en la Prepandemia e ignoramos cuándo será realidad la Postpandemia y sobreponernos a la justificada Fatiga Emocional en la que el virus nos tiene entrampados.

Desarrollo

La Fatiga es el cansancio que se experimenta después de un intenso y continuado esfuerzo físico o mental.
Es una sensación de falta de energía, de agotamiento o de cansancio.

Covid 19 y Fatiga
-I-
Qué es la fatiga cognitiva, potenciada por la pandemia COVID-19
Las nuevas y estresantes rutinas a las que nos tuvimos que adaptar mientras convivimos con el coronavirus, generan mucho cansancio y hasta frustración. Cómo afrontar la sensación de agotamiento frente a tareas que anteriormente hacíamos sin problemas
6 de Septiembre de 2020
A 170 días del inicio de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, que rige en el país hoy con flexibilizaciones y que el presidente Alberto Fernández (Presidente de Argentina) ha extendido hasta el día 20 de septiembre, cada vez se vuelve más presente la sensación de letargo que las personas manifiestan frente a la realización de actividades de su vida diaria que antes realizaban sin ninguna dificultad.
La sensación de agotamiento frente a tareas que anteriormente realizábamos sin problemas tiene un nombre y conlleva mucho más que cansancio: fatiga cognitiva.
Y debido a estas sensaciones, muchas personas se preguntan si pasar tanto tiempo dentro de su casa les quitó la capacidad de llevar adelante múltiples tareas y, actualmente, sólo con afrontar alguna de ellas comienzan a sentirse exhaustos. ¿Es normal esto? ¿El hecho de trabajar en forma remota o con los chicos en la casa sin ir al colegio nos ha transformado en menos productivos? ¿La alteración de nuestras rutinas y salidas para distraernos y relajarnos influye en el menor rendimiento y el cansancio permanente?“Lo cierto es que, si bien uno puede pensar que la cuarentena nos llevó a una reducción de nuestros esfuerzos físicos, nuestra mente se enfrentó con nuevas demandas de alta atención prolongadas en el tiempo. Además, los momentos de trabajo y descanso en la modalidad remota han perdido la frontera clara que tenían antes, provocando también una sensación de sobrecarga constante y dificultades para desconectarse”, afirmó a Infobae el doctor Pablo López psicólogo y Director académico de Fundación INECO.
Y agregó: “Los cambios de rutina de grandes y chicos, los protocolos sanitarios que no debemos olvidar y el nivel de atención que requieren las videollamadas, representan un gran esfuerzo cognitivo para las personas; sumado a que hemos perdido la estabilidad y anticipación que nos otorgaba la rutina”.
El hecho de trabajar en forma remota o con los chicos en la casa sin ir al colegio nos ha transformado en menos productivos (Shutterstock)

Según el experto, en este escenario, debemos entender a la fatiga mental como aquel esfuerzo atencional o cognitivo prolongado que lleva a una sobrecarga o agotamiento. En un contexto de elevado estrés, que se mantuvo por mucho tiempo a causa de la pandemia y las medidas de aislamiento, los síntomas del estado de fatiga cognitiva se volvieron muy presentes. La somnolencia, la incapacidad de concentración y la dificultad para “procesar” tareas a realizar son los síntomas principales de este cuadro. Sin embargo, la mayor inquietud aparece al comprender que esta sintomatología no solo puede tener efectos en el rendimiento cognitivo al estudiar o trabajar, sino que también nos afecta en cuestiones físicas y en nuestra regulación emocional.
La fatiga mental puede llevar a una pérdida de interés, atención y motivación; afectando tanto nuestra vida personal, como la social y laboral” destaca López y agrega “Es importante tratar de combatirla para evitar que se vuelva un síndrome de fatiga crónica, que ya puede influir en dolores musculares, de cabeza, angustia, dificultades sostenidas de memoria, sueño no reparador, entre otros síntomas; así como también nos vuelve propensos a problemas de salud mental y física a mediano plazo”, precisó y resaltó que para ello, “resulta clave comenzar con una reorganización de los hábitos en pos de restablecer las tres piezas más importantes de nuestra salud: la alimentación, el ejercicio físico y el buen dormir. Generalmente, si uno comienza a fallar en alguno de estos “engranajes”, los otros siguen la misma línea provocando una sensación de agotamiento”.
El cansancio y agotamiento se vieron potenciados en estos 170 días de aislamiento - Shutterstock

Consultando al especialista de Ineco sobre herramientas claras para combatir la fatiga mental, el doctor recomienda:
- Regular los horarios de sueño lo más posible, estableciendo también los espacios claros y preestablecidos de descanso durante el día.
- Ir de la preocupación a la acción. Es decir, tratar de sacar las ideas agobiantes de nuestra mente y buscar acciones concretas para modificarlas, o incluso, es recomendable anotarlas para luego pensar en ellas y compartirlas con alguien.
- No confundir el distanciamiento físico con el social o afectivo. La socialización de las emociones es algo que nos va a ayudar ante la sensación de fatiga.
- Incorporar estrategias basadas en la meditación como el mindfulness, que permiten cierta regulación emocional, reducción de la ansiedad y mejora cognitiva en términos atencionales.
“Si bien es importante identificar un posible cuadro de fatiga mental y aplicar estas recomendaciones, es preciso entender que es un cambio progresivo que no se va a resolver de un momento para el otro. A través del cambio sostenido de los hábitos, comenzaremos a generar un círculo virtuoso y lograremos mejoras significativas”, concluyó López.
Ricardo Antonowicz (MN 11556), psicoanalista y coordinador de actividades asistenciales del hospital Borda, reflexionó sobre los aspectos psicológicos vinculados al coronavirus y recomendó “atender la cuestión anímica de la población, sobre todo de aquellos que por su trabajo o estilo de vida se sientan en riesgo”.
Resaltó que Freud, padre del psicoanálisis, hablaba de 3 fuentes de sufrimiento a las que el individuo debe enfrentarse a lo largo de su vida: catástrofes naturales, relaciones interpersonales y miedo a enfermarse. “En el caso del coronavirus se dan las tres cosas, los tres miedos”, indicó.
Los especialistas proponen como termómetro lógico mantener el equilibrio entre trabajo y el resto de las actividades

Pero, ¿qué sucede a nivel cerebral en situaciones de alerta sanitaria como la que ocurre con el coronavirus? El licenciado en Psicología Fernando Torrente (MN 27844) explicó a Infobae que “en situaciones como las que presenta la epidemia del coronavirus, se activan los sistemas del cerebro que tienen que ver con el manejo y respuesta frente al peligro y la situación de incertidumbre”.
“Por un lado, las respuestas del peligro se relacionan con los sistemas de la ansiedad. La ansiedad es una emoción que nos prepara para manejar de forma anticipada los peligros. Está muy ligada al miedo, pero reacciona antes de que el peligro esté presente de manera inminente -señaló el director del Instituto de Neurociencias y Políticas Públicas de Fundación Ineco-. Por otro lado, frente a la incertidumbre, nuestra mente busca determinados procedimientos o mecanismos para situarse frente a esa falta de información correcta sobre lo que puede pasar”.
Los efectos subjetivos de esta pandemia empiezan a notarse en las situaciones estresantes que se producen en la población, generada fundamentalmente por el miedo o el temor al contagio, pero aparece, además el estrés generado por las medidas restrictivas de no salir de casa, para evitar el contagio, lo que rompe la cotidianidad y la dificultad para adaptarse a la nueva situación.
https://www.infobae.com/salud/2020/09/06/que-es-la-fatiga-cognitiva-potenciada-por-la-pandemia-covid-19/


-II-
La nueva secuela que los españoles sufrimos por el Covid: La "Fatiga Pandémica"
30 de septiembre de 2020
Thomas Tsai, investigador de la Escuela de Salud Pública T.H Chan de Harvard, ha asegurado que cada país tiene el control de su futuro respecto al coronavirus y ha subrayado que el éxito para contenerlo está determinado por la voluntad de cada Gobierno en implementar las medidas necesarias y por el interés de la sociedad en cumplir con las normas.
El experto ha subrayado que los rebrotes que se están viendo en países como España y Francia son similares a los que ha experimentado Estados Unidos cuando muchos estados reabrieron negocios y actividades de forma agresiva. Tsai ha afirmado que ese comportamiento es un síntoma de lo que él denomina “fatiga pandémica”, por la que la sociedad y los mandatarios quieren que la pandemia desaparezca y alivian las restricciones que contienen al virus.
Varios personajes públicos españoles han hecho referencia a esto. Alejandro Sanz ha sido el último en hacerle referencia a través de un polémico tweet que ha conseguido más de 7.000 "retweets" y más de 2.000 respuestas.
“No sé si estoy mas harto del COVID o de la política, la verdad. Si no nos dejan vivir tranquilos, déjennos morir en paz”, ha afirmado Sanz. 
El autor de Corazón Partío ha añadido que él solo se está “descargando” y señala que se abstengan “opinadores amateurs y asociaciones diversas”. 
“Absténgase opinadores amateurs y asociaciones diversas. Solo estoy descargando. Cumpliré las normas como todo el mundo. Pero estoy cansado. ¿Alguien más?”, se ha preguntado el artista. 
Un mensaje que ha causado un auténtico terremoto en Twitter, donde en menos de un día tiene más de 7.200 compartidos, más de 36.000 me gusta y más de 2.200 comentarios. 

No se si estoy mas harto del COVID o de la política, la verdad. Si no nos dejan vivir tranquilos, déjennos morir en paz. Absténgase opinadores amateurs y asociaciones diversas. Solo estoy descargando. Cumpliré las normas como todo el mundo. Pero estoy cansado. Alguien más?
— Alejandro Sanz (@AlejandroSanz) September 29, 2020 (famoso ídolo cantoautor español)
https://www.cordobabn.com/articulo/personas/la-fatiga-pandemica/20200930100814060754.html


-III-
‘Ya se hartaron’: la fatiga pandémica complica el aumento del coronavirus

19 de octubre de 2020
Los casos se disparan en algunas partes del mundo mientras la población, agotada e impaciente, asume nuevos riesgos.
CHICAGO — Cuando el coronavirus comenzó a arrasar por todo el mundo esta primavera, la gente desde Seattle hasta Roma y Londres canceló bodas y vacaciones, suspendió las visitas a los abuelos y se confinó en sus casas durante lo que se creyó sería un periodo breve pero esencial de aislamiento.
Sin embargo, el virus no se extinguió con el verano. Y con el otoño ha llegado otra ola peligrosa y descontrolada de infecciones que, en algunas zonas del mundo, ha sido la peor parte de la pandemia hasta ahora.
Estados Unidos superó los 8 millones de casos conocidos la semana pasada y reportó más de 70.000 infecciones nuevas el viernes, la mayor cifra en un solo día desde julio. Dieciocho estados añadieron más contagios nuevos de coronavirus durante el lapso de siete días que concluyó el viernes que en ninguna otra semana de la pandemia.
En Europa, los casos van en aumento y las hospitalizaciones están al alza. El Reino Unido está imponiendo restricciones nuevas y Francia ha declarado ciudades en “alerta máxima”, por lo que ha ordenado cerrar bares, gimnasios y centros deportivos en varias de ellas.
Alemania e Italia registraron sus cifras más altas de casos diarios hasta la fecha. Asimismo, los líderes de la República Checa dijeron que su sistema sanitario estaba “en peligro de colapsar”, pues los hospitales están desbordados y ha habido más muertes que en ningún otro momento de la pandemia.
El virus ha seguido diferentes recorridos en estos países de acuerdo con la forma en que sus dirigentes han intentado detener la propagación del virus con restricciones diversas. Pero lo que todos comparten es el hartazgo de la población y una tendencia cada vez mayor a que la gente esté dispuesta a correr el riesgo de enfermarse, ya sea porque desean llevar a cabo alguna actividad o porque no tienen alternativa. Sin final a la vista, muchas personas están acudiendo en tropel a bares, fiestas familiares, boliches y eventos deportivos casi con la misma frecuencia que antes de la aparición del virus, y otros deben regresar a la escuela o el trabajo, pues las comunidades buscan resucitar la economía. Además, una gran diferencia con la situación en la primavera es que los rituales de esperanza y unidad que ayudaron a las personas a soportar la primera ola del virus han sido sustituidos por el cansancio y la frustración.
“La gente ya no quiere adornar sus ventanas con corazones ni jugar a encontrar peluches”, dijo Katie Rosenberg, alcaldesa de Wausau, Wisconsin, una ciudad de 38.000 habitantes donde un hospital abrió un pabellón adicional para tratar a pacientes de COVID-19. “Ya se hartaron”.
Ann Vossen, una microbióloga médica en los Países Bajos, donde los casos diarios se duplicaron la semana pasada, dijo que la gente en toda Europa “se relajó demasiado”. Añadió: “Este es el resultado”.
En los lugares del mundo donde está resurgiendo el virus, hay un choque entre los nuevos brotes y una sensación creciente de apatía, lo que crea una combinación peligrosa. Las autoridades del sector salud dicen que la impaciencia creciente es un reto nuevo para ralentizar los brotes y que amenaza con exacerbar lo que temen se convierta en un otoño devastador.
El tema es especialmente delicado en Estados Unidos, el país con más casos y muertes conocidas, además de que ya ha padecido dos importantes picos de coronavirus: las infecciones aumentaron en el noreste durante la primavera y luego otra vez este verano en el Cinturón del Sol. Pero un fenómeno parecido está detonando alarmas en Europa, donde investigadores de la Organización Mundial de la Salud calculan que alrededor de la mitad de la población está experimentando “hartazgo de pandemia” o “fatiga pandémica”.
“Los ciudadanos han hecho sacrificios enormes”, dijo Hans Kluge, director regional de la OMS en Europa. “El costo ha sido extraordinario, lo cual nos ha agotado a todos, sin importar dónde vivimos o a qué nos dedicamos”.
Si la primavera estuvo caracterizada por el horror, el otoño se ha convertido en una mezcla extraña de resignación y negligencia. La gente que antes no habría salido de su casa ahora está considerando por primera vez ir a comer en un lugar cerrado; algunos se han impacientado por tantos meses sin salir a restaurantes y otros quieren darse un lujo gastronómico antes de los meses invernales, cuando se espera que el virus se propague más fácilmente. Mucha gente sigue usando mascarillas para apoyar a sus vecinos y mantener a salvo a los demás, pero las aceras decoradas con mensajes en tiza que alentaban a los trabajadores de la salud y a otros que se veían en Pascua seguramente estarán limpias para Halloween.
“En la primavera, había temor y una sensación de ‘Todos estamos juntos en esto’”, dijo Vaile Wright, psicóloga de la Asociación Estadounidense de Psicología que estudia el estrés en Estados Unidos.
“Ahora las cosas son distintas. El miedo ha sido sustituido por el hartazgo”, afirmó.
Una mañana reciente, en Nueva York, Indra Singh, de 60 años, llevó a la niña pequeña a la que cuida a un parque infantil.
“Estoy tan cansada de todo”, dijo, sacándose el cubrebocas negro de la cara, y preocupada por lo que hará cuando el clima se vuelva frío. “¿Habrá acabado?”, dijo. “Quiero que haya acabado”.
Los tratamientos médicos para el virus han mejorado enormemente desde la primavera y las muertes aún son menores que en el peor pico, pero el incremento más reciente en las infecciones de coronavirus ha dejado preocupado al sector salud. Más de 218.000 personas han fallecido en Estados Unidos desde el comienzo de la pandemia, y durante las últimas semanas los informes diarios de muertes se han mantenido estables, con alrededor de 700 al día.
En algunas partes del mundo, el comportamiento ha cambiado y los esfuerzos de contención han sido duros y eficaces. Los contagios han permanecido relativamente bajos durante meses en lugares como Corea del Sur, Japón, Nueva Zelanda, Australia y China, donde el virus se detectó por primera vez. Después de que se reportaron una docena de casos en la ciudad china de Qingdaó, las autoridades emprendieron esfuerzos la semana pasada para realizar pruebas a todos sus 9,5 millones de residentes.
“Aquí hay muy poco rechazo a este tipo de medidas”, dijo Siddarth Sridhar, profesor adjunto de microbiología en la Universidad de Hong Kong. “Al contrario, hay reacciones muy negativas si los gobiernos no hacen lo suficiente para contener el virus”.
La respuesta en Estados Unidos y gran parte de Europa ha sido muy diferente. Si bien los ciudadanos fueron solidarios en la primavera, con el paso del tiempo han crecido la frustración y la rebeldía.
Están surgiendo zonas de alto contagio en el sur y en la región del Atlántico medio de Estados Unidos y se están expandiendo con velocidad por el Medio Oeste y el Oeste Interior. La semana pasada Illinois registró su número más alto de casos confirmados por día desde que inició la pandemia y el mayor número de muertes en un solo día desde junio.
En España, un verano de viajes y bailes llevó a un nuevo auge. En Alemania, las autoridades de salud registraron 7334 infecciones en un periodo de 24 horas, un récord nacional. Incluso Italia, que decretó uno de los confinamientos más abrumadores en Europa esta primavera, ve un nuevo incremento preocupante y considera imponer un toque de queda a las 10 p. m. en todo el país.
https://www.nytimes.com/es/2020/10/19/espanol/estados-unidos/fatiga-pandemica.html


-IV-
La fatiga por la pandemia sin fin
20 de octubre de 2020
La fatiga por la pandemia sin fin
22.10.2020Tercero, todavía falta El hartazgo o la fatiga ocasionados por la pandemia, han hecho que muchas personas bajen la guardia, más aún, cuando perciben que los esfuerzos hasta ahora no han sido suficientes porque el Covid-19 sigue ahí. Si bien es cierto que podemos caer en la desesperación, el desánimo o la frustración, es importante buscar actividades que nos mantengan activos física y mentalmente, que no nos sobresaturemos de noticias, que tengamos rutinas y busquemos un ambiente positivo. Cuidémonos y pensemos en los expertos de la salud porque para ellos han sido jornadas heroicas y no se pueden dar el lujo de fatigarse. https://www.milenio.com/opinion/carlos-guizar/columna-carlos-guizar/la-fatiga-por-la-pandemia-sin-fin
El Covid-19 le ha quitado la vida a más de un millón 126 mil personas en el mundo y casi 41 millones se han contagiado. El número global de enfermos equivale a la suma total de las poblaciones de Honduras, Noruega, Suiza, Irlanda, Costa Rica, Croacia y Qatar (Johns Hopkins, 21/10/20 y Banco Mundial, 2019).
En marzo, cuando se declaró al Coronavirus como una pandemia, a pesar de la incertidumbre que causó y los estragos que fue generando, el ánimo no había decaído, solo que poco a poco vemos que la situación cambia.
Conforme pasa el tiempo y la tan esperada vacuna no llega; en los países que habían abierto sus economías, comienzan los rebrotes y después de siete meses no se ve una pronta solución, el estado anímico flaquea.
El Coronavirus ha afectado la salud física y mental. Actualmente se vive una fatiga pandémica por la incertidumbre, el aislamiento, la preocupación por el trabajo y la economía, el estrés, la depresión, la ansiedad y el temor a contraer la enfermedad.
Primero, el desánimo
La fatiga pandémica es una sensación de apatía, desmotivación y agotamiento, por las consecuencias de la pandemia. Esto hace que la gente se sienta indefensa, triste, preocupada, angustiada o frustrada, ocasionando cambios de humor, irritabilidad, falta de concentración, sentimientos de aislamiento, trastornos en el sueño y el apetito (CNN, 20/10/20).
En Europa, la mitad de la población vive fatiga pandémica, lo que hace que el ánimo decaiga y que aparezca el hartazgo, la rebeldía para seguir las medidas sanitarias, el cansancio y la preocupación por los riesgos que acompañarán a la temporada invernal (OMS-NY Times, 19/10/20).
Segundo, sobrecarga y cansancio
Este escenario preocupa todavía más en nuestro país ya que tres de cada cuatro mexicanos ya sufrían fatiga por estrés laboral antes del Covid y los estragos anímicos en general cada vez son más frecuentes (OMS-IMSS).
Debido a los cambios en nuestros hábitos, como el trabajo desde casa, el aislamiento o las medidas sanitarias, así como la demanda excesiva de atención a la que hemos forzado a nuestra mente, se ha generado un cansancio cognitivo, lo que, sumado al estrés, lleva a la fatiga pandémica (Infobae, 06/09/20)
Tercero, todavía falta
El hartazgo o la fatiga ocasionados por la pandemia, han hecho que muchas personas bajen la guardia, más aún, cuando perciben que los esfuerzos hasta ahora no han sido suficientes porque el Covid-19 sigue ahí.
Si bien es cierto que podemos caer en la desesperación, el desánimo o la frustración, es importante buscar actividades que nos mantengan activos física y mentalmente, que no nos sobresaturemos de noticias, que tengamos rutinas y busquemos un ambiente positivo. Cuidémonos y pensemos en los expertos de la salud porque para ellos han sido jornadas heroicas y no se pueden dar el lujo de fatigarse.
https://www.milenio.com/opinion/carlos-guizar/columna-carlos-guizar/la-fatiga-por-la-pandemia-sin-fin


-V-
La OMS advierte de la 'fatiga emocional' que el covid-19 está causando en los europeos
06/10/2020
Los europeos han hecho grandes esfuerzos para contener el covid-19; por ello, es fácil y natural sentirse apático y desmotivado, experimentar fatiga
La pandemia de Covid-19 está causando estragos en Europa al provocar niveles crecientes de apatía entre algunas poblaciones, ha advertido la Organización Mundial de la Salud.
Así lo revelan los datos de una encuesta que habla de 'fatiga pandémica', estimada en más del 60% en algunos casos.
Según la OMS, el director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, Hans Henri P. Kluge, «los ciudadanos han hecho grandes esfuerzos para contener el covid-19, el cual ha tenido un coste extraordinario porque nos ha agotado a todos, sin importar dónde vivimos o qué hacemos. Por ello, es fácil y natural sentirse apático y desmotivado, experimentar fatiga», señaló Kluge en una rueda de prensa.
Aunque la fatiga se mide de diferentes maneras y los niveles varían según el país, ahora se estima que ha alcanzado a más del 60 por ciento de la población en algunos casos. Por ello, ha pedido a los países que conozcan la situación de su población e intenten satisfacer sus necesidades.
En este sentido, el director regional de la OMS para Europa ha recordado que el organismo ha trabajado con 27 países para obtener información sobre el estado psicológico de sus ciudadanos frente a la pandemia y que, incluso, muchos ya están recopilando información sobre el cumplimiento de las medidas implantadas para luchar contra el Covid-19.
Además, Kluge ha destacado la necesidad de que los países involucren en la lucha contra el coronavirus a expertos más allá de los sectores médicos y de salud pública como, ejemplo, filósofos, historiadores, teólogos o científicos sociales.
Finalmente, Kluge ha pedido a los países innovar en las medidas para permitir a la población tener vida social como, por ejemplo, la puesta en marcha de cines flotantes o cambiar los formatos de los eventos culturales. «Al equilibrar las necesidades científicas, sociales y políticas, podemos desarrollar medidas de precaución que sean culturalmente aceptadas», ha señalado, para zanjar avisando de que «el Covid-19 insta a ir más allá de la ciencia biomédica en la respuesta».
Día Mundial de la Salud Mental
Precisamente, en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el próximo 10 de octubre, se ha presentado el III Estudio de Salud y Vida Aegone, que muestra que 6 de cada 10 españoles no cuidan su salud emocional.
El informe asegura que nuevo de cada diez españoles declara haber sufrido estrés en los últimos doce meses, principalmente por motivos ligados al coronavirus, ya bien sea por miedo al contagio personal o de un familiar (44,8%) o por estar confinado (36,2%).
Todo ello ha impactado en la salud de la población, aumentando el número de personas con problemas de sueño (51,5%), ansiedad (50%), irritabilidad o ira (50,9%) e incluso aquellas que comen más por culpa del estrés (28,10%), en comparación con el año pasado.
Además, en el estudio, se observa que un porcentaje significativo de la población afirma haber experimentado estrés y ansiedad, e incluso tristeza, durante el periodo de confinamiento.
En este sentido, las mujeres y las generaciones Z y millenial han experimentado sentimientos más negativos. En concreto, el periodo de confinamiento ha causado estrés en un 22% de la población y tristeza o decadencia en un 21%.
https://www.abc.es/salud/enfermedades/abci-advierte-fatiga-emocional-covid-19-esta-causando-europeos-202010061833_noticia.html


-VI-
En qué consiste la fatiga pandémica y cuáles son los consejos para evitarla
Este tipo de fatiga afecta la salud emocional de millones de personas en el mundo, no solamente a quienes se contagiaron de coronavirus. Algunos consejos para evitarla, según los especialistas
31 de Octubre de 2020
La fatiga pandémica se caracteriza por sentirse mentalmente agotado, indefenso, triste, preocupado, frustrado e irritable, cambios que pueden causar trastornos del sueño, del apetito y la concentración mental, además de nerviosismo, irritabilidad y falta de motivación (EFE)
La pandemia mundial de COVID-19 afecta y afectará nuestras vidas para siempre. El registro de lo traumático comenzó a manifestarse en los seres humanos como ansiedad, pánico y diferentes formas de congoja y tristeza. El temor y la ansiedad con respecto a una enfermedad pueden ser agobiantes y generar emociones fuertes, tanto en adultos como en niños.
Se conoce como fatiga pandémica a la sensación de apatía, desmotivación y agotamiento mental que sufre una persona, y cuyo origen está en el impacto que ha causado el nuevo coronavirus en su vida. Su causa está en los cambios en el estilo de vida relacionados con las cuarentenas parciales o totales, la ansiedad producida por el miedo a contagiarse, las constantes noticias enfocadas en las desgracias causadas por la enfermedad, el temor a perder el trabajo, la soledad causada por la falta de contacto con amigos y familiares o la misma sensación de desesperanza que nos hace preguntarnos: ¿cuándo se va a acabar esta pesadilla?
En este contexto, el doctor Elmer Huerta, prestigioso oncólogo peruano, médico y comunicador radicado en Estados Unidos, explicó en un podcast especial de la CNN, Coronavirus: Realidad vs. ficción: “El punto es que cuando hablamos de la fatiga pandémica, no nos estamos refiriendo al tipo de fatiga o cansancio físico o del cuerpo, secuela de la enfermedad, sino a la fatiga mental que afecta la salud emocional de millones de personas en el mundo, más allá de quienes directamente se contagiaron con el virus”.
La fatiga pandémica se caracteriza por sentirse mentalmente agotado, indefenso, triste, preocupado, frustrado e irritable, cambios que pueden causar trastornos del sueño, del apetito y la concentración mental, además de nerviosismo, irritabilidad, falta de motivación para hacer las cosas que a uno le gustan, y querer apartarse de los demás.
Una epidemióloga en Estados Unidos inventó un nuevo tipo de contabilidad. Una de tipo social. Se trata de hacer cada semana un «presupuesto de contactos», que tenga en cuenta el «gasto» obligatorio, como el necesario por motivos laborales, pero también incluya una partida para mantener la salud mental. Todo ello distribuyendo el «crédito» de riesgo de contagio. Parece la última ocurrencia pandémica, pero la ha respaldado la Organización Mundial de la Salud (OMS). Lo que hay detrás es un intento de lograr un equilibrio entre la antigua vida y la nueva, y así paliar un fenómeno que, según las primeras estimaciones de la OMS, afecta al 60% de la población europea: la fatiga pandémica.
La apatía, la desesperanza y, sobre todo, una desmotivación creciente y general por protegerse o informarse sobre el COVID-19 son los principales efectos que genera. Los mensajes de las autoridades que antes eran efectivos, como insistir en el lavado de manos, el uso de mascarillas o el distanciamiento físico, ya no calan igual. Y cuando la situación lleva a restricciones del todo o nada, “es más probable que las personas se rindan fácilmente y vuelvan a comportamientos muy peligrosos”, dice la OMS.
Al respecto, un artículo de la Universidad de California en Los Ángeles, publicado el 7 de julio, nos da algunos consejos para ver el futuro con más optimismo y que esta dañina fatiga pandémica no afecte negativamente nuestra salud mental.
1. Cuidar el cuerpo practicando un estilo de vida saludable. Haz ejercicio diario, come saludablemente, trata de establecer una rutina de sueño saludable. Eso te dará energía, y fortalecerá tu sistema inmunológico.
2. Limitar el consumo de noticias a una hora o menos al día. Si bien es bueno estar bien informado, sumergirse todo el día en noticias te sobrecarga de emociones negativas y agota tu energía.
3. Reducir el estrés. Hacer actividades que te calmen o te den alegría pueden reducir tu nivel de estrés. Por ejemplo, aprender ejercicios de respiración, practicar yoga, dar paseos en el campo, leer o ver comedias.
4. Conectarse con los demás. Recuerda que los seres humanos somos criaturas sociales por naturaleza. Estar solo y sentirse aislado puede aumentar el estrés y la desesperanza. Teniendo cuidado de limitar tu contacto físico con personas extrañas a tu hogar, el hacer llamadas telefónicas, videoconferencias, chatear en las redes sociales, escribir cartas o asistir a servicios religiosos en línea pueden ayudar mucho.
5. Aceptar los sentimientos. Recuerda que tratar de reprimir o ignorar los sentimientos no los hace desaparecer. Si notas que tus sentimientos de tristeza o desesperanza interfieren con tus actividades diarias, no tengas miedo de buscar la ayuda de un profesional de salud mental.
6. Intentar el diálogo interno positivo. Trata de no pensar en lo que va a pasar. Recuerda lo que Mahatma Gandhi decía: en la vida hay dos días que no existen, ayer y mañana. La angustia de pensar en el mañana puede hacer que pierdas la belleza del hoy.
7. Crear nuevas rutinas de vida. Por ejemplo, reserva un momento del día para hacer algo que te guste y te haga sentir bien física, mental o emocionalmente. Es posible que esas nuevas rutinas o tradiciones continúen después que haya pasado la pandemia.
“El gran peligro de la fatiga pandémica es que una población fatigada es más propensa a relajarse y descuidarse cuando el punto máximo inicial de la epidemia disminuye en su región geográfica”, advirtió el experto. Y continuó: “Es posible que mucho del resurgimiento de la pandemia en Europa pueda ser explicada por una población fatigada que salió sin control en el verano boreal. En las Américas, aunque algunos ya hablen de una segunda ola, aún no hemos terminado de salir de la primera. No permitamos que la fatiga de la pandemia haga que bajemos la guardia, nos relajemos y por no cuidarnos, terminemos contagiados en una segunda ola”.
https://www.infobae.com/salud/2020/10/31/en-que-consiste-la-fatiga-pandemica-y-cuales-son-los-consejos-para-evitarla/


-VII-
Consejos de la OMS para superar la "fatiga pandémica"
23 de octubre de 2020
Tras ocho meses de pandemia, una de las consecuencias directas que ha afectado a cerca del 60% de la población europea es la denominada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "fatiga pandémica". Confinamiento, miedo al contagio, pérdida de seres queridos, de trabajo... El impacto de la emergencia sanitaria ha agotado a una gran cantidad de ciudadanos. 
En base a los resultados de encuestas realizadas en los países de la Unión Europea, la OMS ha reconocido que la fatiga es uno de los efectos de la pandemia que más se está incrementando. Pero, ¿cómo se manifiesta? Principalmente, muchos ciudadanos están experimentando sensaciones de estrés, apatía y desmotivación, tal y como asegura la organización internacional en el documento Pandemic fatigue: Reinvigorating the public to prevent COVID-19.

De hecho, los países están notificando más casos de "fatiga pandémica", por la que las personas se sienten desmotivadas para seguir las recomendaciones y restricciones de las autoridades sanitarias. Así, está disminuyendo su esfuerzo por mantenerse informados y las percepciones del riesgo relacionadas con la Covid-19 también se están reduciendo.
¿Cómo se puede abordar la "fatiga pandémica"?
"En mitad de esta prolongada emergencia de salud pública, que ha obligado a las personas a vivir con incertidumbre y trastornos durante muchos meses, es de esperar estos niveles de fatiga", ha declarado el director regional de la OMS en Europa, el Dr. Hans Henri Kluge

Sin embargo, es necesario "revitalizar y reactivar los esfuerzos para abordar los cambiantes desafíos de la Covid-19", ha añadido. Mensajes como el correcto lavado de manos, el uso de mascarillas o mantener la distancia física de seguridad están dejando de ser eficaces entre la población y, por ello, la OMS insta a los países a elaborar planes de acción nacionales en base a estrategias multifactoriales.
Así, recomienda seguir una serie de sugerencias para que la población pueda superar esta sensación y revitalizar el apoyo a las medidas sanitarias de prevención:
Recomendaciones para reducir esta sensación
Algunos de los signos más evidentes de este problema son el cansancio, indefensión tristeza, preocupación, frustración o la irritabilidad, tal y como detallaba en un artículo el departamento médico de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, por sus siglas en inglés). 
Adaptarse a esta situación puede suponer un auténtico desafío para muchas personas y, por ello, ofrecían una serie de recomendaciones para evitar la "fatiga pandémica": https://www.20minutos.es/noticia/4427966/0/consejos-de-la-oms-para-superar-la-fatiga-pandemica/


-VIII-
La UE alerta de la "fatiga por la pandemia" y pide tests "más efectivos y rápidos" ante el avance de la segunda ola 28 de octubre de 2020
Este jueves por la tarde, los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países de la UE se reunirán para analizar el avance de la segunda ola de la pandemia. Y lo harán, como antes del verano, por videoconferencia: la crisis desaconseja las reuniones presenciales. Veinticuatro horas antes de esa cumbre telemática, la Comisión Europea ha presentado una comunicación en la que reclama más coordinación a los países para afrontar los meses duros que quedan por delante mejor que en el inicio de la pandemia.
"Las medidas apuntan a comprender mejor la propagación del virus y la eficacia de la respuesta", explica el Ejecutivo comunitario: "Aumentar los tests, reforzar el rastreo de contactos, mejorar los preparativos para las campañas de vacunación y mantener el acceso a suministros esenciales, preservar el transporte de mercancías en el mercado único y facilitar la seguridad de los viajes". Y alerta la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen: "Entiendo el cansancio de los ciudadanos, hay hartazgo. Pero no podemos bajar la guardia ante lo que viene. El momento es grave".
"Los tests son una herramienta decisiva para frenar la propagación del coronavirus", explica Bruselas: "Para promover una aproximación común y que las pruebas sean efectivas, la Comisión recomienda las pruebas rápidas de antígenos".
Bruselas también pide a los Estados miembros que presenten estrategias nacionales sobre tests para mediados de noviembre. Para adquirir directamente pruebas rápidas de antígenos y entregarlas a los Estados miembros, el Ejecutivo comunitario "está movilizando 100 millones de euros".
La Comisión Europea pide a los Estados miembros que cuando apliquen requisitos de pruebas previas a los viajeros entrantes y no existan tests disponibles para personas asintomáticas en el país de origen (como es el caso de Bélgica, por ejemplo), "se debe ofrecer a los viajeros la posibilidad de someterse a un tests después de su llegada. Si se requieren o recomiendan pruebas de COVID-19 negativas para cualquier actividad, el reconocimiento mutuo de las pruebas es esencial, en particular en el contexto de viajes".
Apps de rastreo
Las aplicaciones de seguimiento y advertencia de contactos "ayudan a romper las cadenas de transmisión", afirma Bruselas. Hasta ahora, los Estados han desarrollado 19 aplicaciones nacionales de seguimiento y alerta de contactos, descargadas más de 52 millones de veces, según los datos de la Comisión Europea, que ha lanzado recientemente una fórmula para vincular aplicaciones nacionales en toda la UE.
Tres aplicaciones nacionales (Alemania, Irlanda e Italia) se vincularon el 19 de octubre, y "muchos más seguirán en las próximas semanas". En total, 17 aplicaciones nacionales se basan en sistemas descentralizados y pueden interconectarse. "Todos los Estados miembros deberían crear aplicaciones eficaces y compatibles y reforzar sus esfuerzos de comunicación para promover su aceptación", afirma el Ejecutivo comunitario.
En cuanto a las vacunas, "la Comisión Europea está negociando acuerdos con los fabricantes para ponerlas a disposición de los europeos tan pronto como se demuestre que son seguras y eficaces".
Bruselas entiende que en esta crisis "la comunicación clara es esencial para que la respuesta de salud pública tenga éxito, ya que de esto depende en gran medida del cumplimiento de las recomendaciones. Todos los Estados miembros deberían relanzar las campañas de comunicación para contrarrestar la información falsa, engañosa y peligrosa que sigue circulando y para hacer frente al riesgo de 'fatiga pandémica".
"La vacunación es un área específica en la que las autoridades públicas deben intensificar sus acciones para abordar la información errónea y garantizar la confianza del público", dice el Ejecutivo comunitario, "ya que no se comprometerá la seguridad ni la eficacia gracias con el sólido sistema europeo de autorización de vacunas. Las vacunas no salvan vidas, la vacunación sí".
En relación con el acceso a los materiales sanitarios, "la Comisión Europea está extendiendo hasta abril de 2021 la suspensión temporal de los derechos de aduana y el IVA sobre la importación de equipos médicos de países no pertenecientes a la UE. La Comisión también propone que los hospitales y los médicos no tengan que pagar el IVA por las vacunas y los kits de tests utilizados en la lucha contra el coronavirus".
La libre circulación dentro de la UE y el espacio Schengen sin fronteras son inherentes a la integración europea, y la segunda ola vuelve a suponer una amenaza: ya en la primera se cerraron las fronteras durante semanas, algo que la Comisión Europea no quiere que se repita: "Todas las medidas de control en las fronteras internas relacionadas con COVID-19 restantes deben levantarse".
La Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea y el ECDC están trabajando en un protocolo sobre tests para viajeros, informa Bruselas, "que será utilizado por las autoridades de salud pública, las aerolíneas y los aeropuertos para ayudar a la llegada segura de los pasajeros. La Comisión también trabajará con los Estados miembros y las agencias en un enfoque común sobre las cuarentenas. Las aportaciones del ECDC se presentarán en noviembre". Bruselas también quiere un formulario de localización de pasajeros digital común de la UE.
https://www.eldiario.es/internacional/ue-pide-tests-efectivos-rapidos-avance-segunda-ola-alerta-fatiga-pandemia_1_6368017.html


-IX-
Las ‘apps’ de rastreo, ¿un freno para la segunda ola de COVID-19?
August 26, 2020
Asistimos ahora a un aumento de incidencia de la COVID-19 que se está calificando ya como la segunda ola. Aún no hay una vacuna o un tratamiento efectivo y las medidas de confinamiento suponen una ruptura casi inasumible con la vida normal. La detección temprana de contagios podría ser la única medida sostenible a corto plazo, pero requiere tiempo y personal. ¿Pueden ayudarnos las aplicaciones de alerta de contactos en este escenario? Quizá sí. Pero es necesario que todos los agentes implicados en su diseño, despliegue y uso las entiendan, las vean como aliadas y las usen adecuadamente.
Rastreo manual de contactos
El rastreo de contactos es una herramienta en la lucha contra una epidemia. Con ella se intenta localizar a quienes han estado próximos a un infectado para determinar si están contagiados y tomar las medidas necesarias para su recuperación y evitar nuevas transmisiones. En el caso de la COVID-19, pasan entre dos y tres días entre ser contagiado y pasar a ser infeccioso. Por tanto, la rapidez es esencial.
Los rastreadores entrevistan a los diagnosticados positivos para localizar a posibles infectados. Los entrevistados deben recordar dónde y con quién estuvieron en los días previos al diagnóstico y este proceso requiere tiempo. Si añadimos la escasez de rastreadores cualificados, parece difícil actuar eficientemente ante rebrotes.
Además, nuestra memoria no es siempre lo bastante precisa como para recordar qué hemos hecho. Y es difícil averiguar quién fue el compañero anónimo de un traslado en tren o metro o el ocupante de la mesa de al lado en un restaurante. Por ello algunas autoridades sanitarias han pedido que los ciudadanos anoten sus actividades.
Apps de alertas de contactos: reforzando eslabones de una cadena
Aunque quizás exista una opción mejor. Las apps de alertas de contactos (también llamadas de rastreo de contactos) se instalan en móviles. Detectan si hay otro móvil suficientemente próximo durante un tiempo suficiente como para que pudiese haber contagio entre los portadores en caso de que uno estuviese infectado. En ese caso, cada app registra un identificador anónimo del otro móvil.
Si un portador de un móvil es diagnosticado con COVID-19, tras declararlo a la app, quienes hayan estado próximos recientemente reciben una alerta. A partir del aviso, los usuarios deberían entrar en contacto con las autoridades sanitarias.
Como explicaba hace días en este hilo, estas apps nunca sustituyen al rastreador manual, sino que refuerzan partes débiles del proceso, como no recordar o no saber dónde o con quién se ha estado en los últimos días. Avisan además rápidamente en caso de sospecha de un posible contagio. Su papel activo empieza y acaba con una acción sanitaria y deben estar imbricadas en los protocolos de rastreo sanitarios.
La app española (RadarCOVID) está siendo implantada y activándose en varias Comunidades Autónomas.
Potenciar las apps: adopción y constancia en el uso
¿Pero realmente serán estas apps útiles? Nunca se habían probado en condiciones como las actuales, así que es temprano para saberlo. Evaluarlas precipitadamente puede llevar a conclusiones erróneas. Pero en los momentos críticos que se aproximan no se debe desechar (ni sobreestimar) ninguna ayuda. Y, de ser exitosas, serían útiles en posibles futuras pandemias.
La detección se produce solo entre quienes tienen la app instalada, por lo que su adopción es esencial. Un dato bastante citado, proveniente de un estudio de Oxford, es que se necesita un 60% de adopción. Esta es una estimación de la adopción necesaria para poder detener la epidemia usando solo la app. Pero las apps no funcionan como un todo o nada y tasas menores de adopción también serían útiles.
Es imprescindible también usar la app integralmente: desde su instalación y activación hasta la declaración de un diagnóstico positivo o el contacto con los servicios de Sanidad en caso de ser notificado. No seguir esta cadena hace a la app inútil, y debería haber una campaña decidida de concienciación.
La adopción debería tener lugar también sin reservas en el lado de la administración y servicios de Sanidad. Los ciudadanos tenemos que percibir que las apps son útiles o no habrá incentivo para usarlas.
Privacidad y confianza ciudadana
El derecho a la privacidad y a la protección de nuestros datos está recogido en muchas legislaciones. Hechos recientes muestran cómo se puede manipular a la sociedad usando datos de sus ciudadanos. Una app sin consideraciones de privacidad podría recolectar datos personales y de interacciones sociales de forma masiva y ya se han retirado apps que no seguían estándares adecuados de protección de datos.
Cualquier recogida, almacenamiento y uso de datos debe documentarse con la máxima transparencia. Cualquier otro enfoque causaría desde, como mínimo, reticencia hasta peligros para la sociedad.
Podríamos confiar en la administración actual, a pesar de casos recientes de traición de esta confianza en sociedades avanzadas. Pero no sabemos qué harán gobiernos futuros o corporaciones privadas con los datos de rastreo. Y siempre existe la posibilidad de accesos ilegítimos.
El uso de apps que ofrecen privacidad por diseño, en contraposición a privacidad por confianza, debe reforzar su aceptación. Además disminuye la carga de responsabilidad de la administración dado que no se pueden revelar datos privados porque directamente no se recogen. Adicionalmente, el liberar el código de la app para permitir revisiones abiertas por expertos, como han hecho otros países, aumentaría las evidencias de su seguridad.
Retos pendientes
España no está entre los primeros países en el lanzamiento de una app. Con las pérdidas que esto acarrea, también permite aprender de los errores y aciertos de las iniciativas de su entorno. Debería aprovecharlos para sacar el máximo partido a la tecnología disponible sin descuidar el resto de las medidas de erradicación.
La adopción es esencial y escuchar las críticas con espíritu constructivo redundará en una mayor calidad, aceptación y utilidad de la misma. Un punto a tratar en un futuro inmediato es la interoperabilidad con las apps de otros países cuando esto sea técnicamente posible. Un detalle que favorecería avanzar con más seguridad hacia una nueva normalidad aceptable.
Por último, se nos presenta ahora una oportunidad de aprender y avanzar en tecnologías que permitan involucrar a los ciudadanos hacia objetivos comunes respetando su privacidad. Sin dejar de luchar contra la COVID-19, no se debería desaprovechar esta ocasión.
https://theconversation.com/las-apps-de-rastreo-un-freno-para-la-segunda-ola-de-covid-19-144586


-X-
El Dr. Osvaldo Enrique Artaza Barrios, nació en Chillán el 5 de junio de 1955. Médico cirujano, académico y político democratacristiano chileno, ex ministro de Salud del presidente Ricardo Lagos. Estudió Medicina en la Universidad de Chile y luego realizó postgrados en la especialidad de Pediatría, Cardiología Infantil y en Gestión de Instituciones de Salud en la Facultad de Economía y Salud Pública en la misma casa de estudios. Fue director del hospital de Mulchén. Posteriormente ocupó el mismo cargo en el hospital de niños Luis Calvo Mackenna. Actualmente es docente del Instituto de Administración en Salud de la Universidad de Chile, secretario ejecutivo de la Sociedad Chilena de Administradores de Atención Médica y Hospitalaria y ha vuelto a dirigir el hospital Luis Calvo Mackenna, luego de ganar un concurso público. 

En estos duros e inciertos tiempos de plena Pandemia por Covid 19 él nos deja esta esperanzadora:

CARTA EN TIEMPOS DE PANDEMIA: DE LA ANGUSTIA A LA ESPERANZA
Osvaldo Artaza Barrios
Decano

8 jul. 2020
En estos días vivimos tiempos muy duros. La pandemia por el coronavirus está dejando una dramática huella en nuestro país. Al momento de escribir estas líneas, tenemos más de 300 mil contagiados y más de 6 mil compatriotas fallecidos, lo que nos sitúa dentro de los países de Sudamérica más golpeados. No solo estamos viviendo el dolor de saber que fallecen tantas personas, algunas cercanas, sino también la angustia de estar conscientes de las secuelas sociales y económicas que esta crisis sanitaria está dejando en nuestro país y que muchas y muchos de nuestra comunidad universitaria ya están viviendo en carne propia.
Luego de la pandemia, tendremos un país más empobrecido y con muchos más problemas sociales y de salud no resueltos: desempleo y sus consecuencias; largas listas de espera que se habrán multiplicado, secuelas respiratorias derivadas del COVID-19, agravamiento de problemas de salud asociados a la pobreza (metabólicos y cardiovasculares) y una enorme presión en el ámbito de la salud mental, entre muchos otros problemas, que harán de la salud y de las áreas sociales, temas aún más prioritarios en el próximo tiempo. Será esencial que los derechos sociales sean un eje en el debate constitucional próximo y que se realicen reformas urgentes que permitan que el sistema de salud chileno pueda actuar más unitaria, solidaria y equitativamente frente a las enormes demandas futuras, así como la urgencia de cambios profundos en nuestro sistema de protección social y modelo de desarrollo, a fin de que se superen las profundas desigualdades actuales.
La dolorosa experiencia de la pandemia, nos señala múltiples ámbitos de mejora: en la fortaleza institucional en salud pública; en los desafíos país para superar las profundas inequidades y en el gran peso de las determinantes sociales de la salud; en las causas de la pérdida de disposición de las personas para actuar con sentido de bien común; y en la concentración del poder que obstaculiza la riqueza de la acción desde los territorios.  Todos estos ámbitos no obligan como universidad a reflexionar, proponer y a actuar para producir grandes transformaciones.
Nuestra comunidad universitaria ha vivido como todas y todos días difíciles. Sostener en modalidad virtual un proceso de enseñanza aprendizaje no ha sido tarea sencilla, ni para nuestros estudiantes, ni para nuestros docentes y académicos. En las múltiples conversaciones que he sostenido con académicos, con estudiantes y sus dirigentes, he escuchado testimonios que para mí han sido desgarradores. Dentro de este contexto, sin duda abrumador, he escuchado también un enorme compromiso por seguir estudiando, incluso a veces, en condiciones heroicas, junto a muchos ejemplos hermosos de resiliencia, innovación, creatividad y fortaleza, para mantener y mejorar nuestras modalidades online y avanzar en entregar resultados de aprendizaje. Esos testimonios de estudiantes y académicos, me llenan de esperanza.
Los días próximos necesitaremos de una sobredosis de esperanza. Como comunidad universitaria, estamos llamados a reforzar solidariamente nuestra unidad interna, para entre todas y todos, seguir mejorando nuestros procesos de enseñanza, en que nadie se quede atrás. Para más allá del distanciamiento físico, estar más vinculados y unidos que nunca, “poniendo en el cuerpo” nuestro sentido de comunidad y contribuir con un alto sentido de responsabilidad social, a desarrollar un clima respetuoso, dialógico y plural de “bien común” que nos permita a las chilenas y chilenos, sobre todo a los más vulnerables, salir adelante.
En todo este contexto, entre la angustia y la esperanza, las facultades de Ciencias de la Salud y de Ciencias Sociales, se encuentran construyendo un inédito proceso de integración en torno a reflexiones sobre el “buen vivir”, y el bienestar de personas y comunidades. Hoy más que nunca urge repensar el rol de la universidad y el de su contribución a la sociedad. Hoy, más que nunca urge acompasar nuestros procesos formativos a las necesidades de nuestro pueblo. Hoy, más que nunca cobra vigencia el ocuparse de formar profesionales íntegros, éticos, solidarios, capaces de contribuir a la construcción de realidades más justas y equitativas, que posibiliten la expresión plena y multidimensional de lo humano. Hoy, más que nunca surge la obligación ética de que “tenemos que hablar de Chile”. Aún en la angustia y el dolor, crece con fuerza la luz de la esperanza, la vida siempre es más fuerte.
Un abrazo cariñoso.

***

Amiga, Amigo:

Qué mejor final para un tema tan relacionado con la Pandemia, uno más dejado en el Portal Mundo Mejor que la Carta del Dr. Osvaldo Artaza Barrios cuya inspirada carta del día 6 de julio del 2020 la finaliza con este inspirado Mensaje: 

Aún en la angustia y el dolor, crece con fuerza la luz de la esperanza, la vida siempre es más fuerte.
 Dr. Osvaldo Artaza Barrios


Dr. Iván Seperiza Pasquali Quilpué, Chile
Noviembre de 2020
http://www.mundomejorchile.com/
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isp2002@vtr.net