Droga y
drogadicción son un drama mundial que afecta a tanto hogar al tener un
drogadicto o alcohólico en la familia. Me llama la atención la cantidad de
droga que se está requisando en Chile, son cientos de miles de dosis en miles
de kilos que hacen pensar: ¿Cuál es la real magnitud del consumo; consumidores
y traficantes? Primero se mostrarán noticias actualizadas sobre el tema. Al final veremos el daño cerebral de drogas y alcohol en el cerebro, en especial entre los jóvenes. Frente a ello cuesta entender a estados, legisladores… que intentan legalizar
el consumo.
La religión como un arma contra la drogadicción suscita críticas en Rusia
Los centros de rehabilitación poco tradicionales para drogadictos se han
multiplicado en Rusia últimamente. Sin embargo, muchos critican estas
organizaciones que basan su terapia en el culto religioso ya que, según
expertos, esto también puede volverse una adicción.
La comunidad pentecostal en Rusia no es numerosa. Sin embargo, dirige
varios centros de rehabilitación. El tratamiento allí no incluye la
ayuda de profesionales sanitarios, sino que se considera que ante todo
se debe curar el alma, y eso solo Dios lo puede hacer.
En estos centros de rehabilitación de drogadictos se aprende a ser
responsable realizando tareas comunes, pero además, se reza y se estudia
la Biblia.
Vladímir Sídorov, el director de la organización, explica que la
oración es un instrumento que une a los que se encuentran en el centro.
"Rezar nos une. Además, nuestro modo de ser depende de con quién nos
comunicamos. Si alguien habla con un pescador empieza a parecerse a él. Y
si habla con Dios —y eso es rezar— se hace creyente y su vida cambia",
señala Sídorov.
Mijaíl Súslov, un adicto rehabilitado, ha tardado unos diez años en
liberarse de las garras de drogas y alcohol. Al joven de 29 años le
diagnosticaron cirrosis y hepatitis B. Ahora cree que se ha podido
salvar gracias a haber cambiado radicalmente de vida. "El año pasado al
llegar aquí por primera vez en ocho años me fijé en que las plantas
estaban verdes, los pájaros cantaban y todo era bonito. Antes solía
tomar drogas y alcohol al mismo tiempo. Subsistía en un estado vegetal,
no entendía lo que pasaba a mi alrededor", cuenta Mijaíl.
Los críticos afirman que de esta manera la gente simplemente cambia una
adicción por otra. Así, el psicólogo Nikolái Kokliuguin considera que
en el caso de estos centros: "Acabamos perdiendo a la gente no por la
droga sino por culpa de cultos religiosos destructivos. La adicción
física a las drogas o al alcohol se sustituye por una psicológica, que
es mucho más grave".
Algunos expertos sostienen que los adictos rehabilitados por estos
centros ya no pueden vivir fuera de la Iglesia. Generalmente luego se
dedican a difundir el mensaje a otros enfermos. Sin embargo, los
rehabilitados afirman que no sienten ninguna adicción. Así Mijaíl señala
que entendió que antes le "lavaban el cerebro". "La gente a mi
alrededor no hace sino consumir. Pero aquí he recuperado la normalidad",
afirma el rehabilitado.
En Rusia hay actualmente unos 600.000 drogadictos, según las
estadísticas oficiales. Y cada vez aparecen más centros de
rehabilitación 'poco tradicionales', pero algunos de ellos en vez de
curar se aprovechan de los enfermos para hacerles caer en sus redes.
https://actualidad.rt.com/sociedad/view/31640-La-religi%C3%B3n-como-un-arma-contra-drogadicci%C3%B3n-suscita-cr%C3%ADticas-en-Rusia
b)
La Argentina, con altos niveles de consumo de alcohol y cocaína
Un informe de la Cicad-OEA determinó que nuestro país tiene una
demanda local de sustancias ilegales y bebidas alcohólicas
proporcionalmente similar a la registrada en los EE.UU.
9 de junio de 2019
El escenario local de uso de sustancias psicoactivas,
legales o prohibidas, expuso una importante curva de crecimiento en los
últimos quince años. Esa realidad quedó exhibida en sucesivas encuestas
realizadas por la Sedronar entre la población general y en grupos
focalizados, como los de estudiantes de nivel medio. La certeza de esos
datos no alcanzaba, de todas maneras, para tener una verdadera dimensión
de la situación en el país. La comparación estadística con los países
de toda América aporta una variable hasta ahora desconocida: la
Argentina tiene el mayor nivel proporcional de ingesta alcohólica en la
región y se posiciona casi junto a EE.UU. en los índices más altos de
consumo de cocaína, según un relevamiento de la Organización de los
Estados Americanos (OEA).
La fotografía local, extraída del sondeo nacional 2017
sobre habitantes de entre 16 y 65 años, dejó en claro que en los últimos
quince años la Argentina se movió a contramano del continente. El 52,9%
bebió alcohol durante el mes anterior a la consulta. Solo Uruguay y
Estados Unidos cruzaron también la línea del 50%. La situación es peor
aún entre los adolescentes en general y los jóvenes escolarizados,
franja en la que los argentinos traspasan el 50% de consumo de alcohol y
superan por más de 10 puntos porcentuales a todos los alumnos de los
restantes países americanos.
La Comisión Interamericana para el Control del Abuso de
Drogas (Cicad) presentó en Buenos Aires el "Informe sobre consumo de
drogas en las Américas 2019". Para nuestro país no fue buena la
comparación con el resto de los Estados americanos. Los niveles de
consumo de alcohol avanzan aquí por senderos diferentes a lo que sucede
entre los vecinos cercanos y lejanos. Ese documento del organismo de la
OEA marcó que la Argentina es una de las pocas naciones de la región en
las que las bebidas alcohólicas no retroceden. El avance constante del
consumo local llevó a que nuestro país apareciese en el nivel más alto
de uso de bebidas alcohólicas. Eso se dio en todos los niveles
analizados, tanto en la población general, entre los 16 y 65 años, como
en segmentos de estudiantes de nivel medio. Los argentinos se mantienen
como los principales consumidores de alcohol del primero al último año
del nivel secundario.
Los datos utilizados para la comparación internacional fueron
presentados por nuestro país en 2017, por lo que se apoyan en los datos
obtenidos entre 2015 y 2016. Para los funcionarios de la Sedronar, en
los próximos informes podría notarse un cambio a partir del trabajo de
prevención efectuado en colegios, gremios y municipios.
También
la irrupción del narcotráfico en la agenda pública
puede tener una explicación en la expansión local del consumo de drogas
ilegales. Si se toma en cuenta la población general, el mercado de
cocaína argentino es proporcionalmente similar al norteamericano.
Es conocido que la población argentina tiene una dimensión ocho veces
inferior a la de los Estados Unidos, por lo que será allá muy superior
el volumen del mercado ilegal de drogas. De todas maneras, la proporción
de consumidores es similar: se registró un 1,9% de personas que
inhalaron cocaína en el último año en los Estados Unidos y 1,6% en la
Argentina, porcentaje alcanzado también por Uruguay. Muy diferente es el
caso de otros países de la región, que no superan el 0,5% de
consumidores de cocaína, como es la situación notificada por Brasil.
El hecho de que la demanda local de drogas tenga
proporciones parecidas al que se suponía el "gran mercado del Norte" es
una de las posibles razones del traspaso, visible en el campo policial,
de delincuentes comunes hacia el narcomenudeo. Para Adam Namm, el
secretario ejecutivo de la Cicad, "las drogas se expanden como mancha
venenosa" por el cambio de táctica de los traficantes, que pagan en
mercancía por el traslado, acopio o seguridad de sus embarques,
situación que coloca más sustancias en las calles locales.
Solo en el caso de la marihuana, la droga ilegal más
consumida en nuestro país y en la región, la Argentina no aparece en los
primeros lugares de consumo. Sin embargo, también frente a esa droga se
evidenció un ascenso importante en el porcentaje de quienes fumaron
cigarros armados con cannabis. "En la Argentina se observó un leve
cambio del consumo al inicio de la serie, con 3,7% en 2008 y 3,2% en
2010; sin embargo, hacia 2017 la prevalencia del último año de consumo
de marihuana registró 7,8%. El cambio se observó tanto en hombres como
en mujeres", se consignó en el documento de la Cicad-OEA, que esta vez
desarrolló su reunión anual en el Palacio San Martín.
"La percepción del riesgo, ya sea para la salud de una
persona o en general, se considera un factor importante en la decisión
de consumir drogas. Los datos han demostrado que a medida que disminuye
la percepción del riesgo, el uso de drogas tiende a aumentar. En la
mayoría de los países donde el 20% o menos de los estudiantes de
enseñanza secundaria percibieron el uso ocasional de cannabis como
riesgoso, la prevalencia de consumo en el último año superó el 15%. Por
lo tanto, los países que observan una disminución en la percepción del
riesgo a lo largo del tiempo deben estar alertas ante posibles aumentos
en el consumo de cannabis en el futuro", se definió en el documento
hemisférico usado como sustento para analizar los nuevos escenarios de
la demanda de drogas.
El alcohol fue uno de los ejes tomados en cuenta. La
situación argentina muestra en ese rubro retrocesos importantes durante
los últimos años del kirchnerismo. La Sedronar busca hoy emitir un
mensaje diferente sobre los problemas ocasionados por el consumo de
alcohol, especialmente por el abuso de esa sustancia psicoactiva. Se
desarrollan trabajos especiales con escuelas, municipios y gremios para
revertir el ciclo de aumento de consumo, un ascenso que, sobre todo
entre estudiantes, se mueve en sentido diferente al resto de la región.
Se determinó que poco más de la mitad de los alumnos
argentinos de nivel medio consumen alcohol. En los restantes países
americanos no se alcanzó el 40%. Los norteamericanos no llegaron,
siquiera, a cruzar el 20%. Mientras aquí el alcohol es tomado como una
posible diversión, en los Estados Unidos se logró bajar 20 puntos
porcentuales entre 1991 y 2015. En Perú se bajó el consumo de alcohol
juvenil de 27,4% a 8% entre 2015 y 2017. Si se compara la franja etaria
de 12 a 17 años, sin tomarse en cuenta la escolaridad, se visualiza aún
más la diferencia. En ese caso, la Argentina tiene al 34% de los
adolescentes como consumidores de alcohol, mientras que en los Estados
Unidos no se alcanza al 10%.
Preocupación en la Academia de Medicina
- La Academia Nacional de Medicina expresó su "preocupación por la
problemática del alcoholismo en niños y adolescentes". Se advirtió en
los últimos siete años un crecimiento de 50% en el consumo de alcohol
entre menores de 14 años, situación que llevó a los académicos a exponer
la posición institucional mediante un documento en el que se solicita
"el cumplimiento de las leyes vigentes relacionadas con la venta y
consumo de bebidas alcohólicas (prohibición de venta a menores, control
de horarios); la prohibición de toda forma de publicidad, promoción y
patrocinio de bebidas alcohólicas".
- La Academia de Medicina pidió tomar en cuenta el daño que produce el
alcohol en los jóvenes (comportamientos riesgosos que pueden derivar en
accidentes o abusos sexuales). "La ingesta de alcohol habitual puede
predisponer al consumo de otras drogas", se dijo.
https://www.lanacion.com.ar/seguridad/la-argentina-con-altos-niveles-de-consumo-de-alcohol-y-cocaina-nid2256176
c)
Estudiantes secundarios de Chile lideran consumo de drogas según la OEA
El consumo de marihuana, tabaco y
cocaína entre los jóvenes chilenos se posiciona como el
más alto de América.
22 de Marzo 2019
El reciente Informe sobre le Consumo de Drogas de las Américas 2019, desarrollado por la Organización de Estados Americanos (OEA), reveló que los estudiantes secundarios de Chile son los que presentan un mayor consumo principalmente en cocaína, marihuana y tabaco entre otros 32 países de la región.
El documento evidencia que el consumo de tabaco por parte de los escolares alcanza el 24%,
en comparación a países como México, Argentina y
Bolivia, que no superan el 15%, consignó CNN Chile.
A su vez, el 30% de los jóvenes estudiantes de enseñanza media chilenos reconoce consumir marihuana. Estados Unidos y Antigua y Barbuda tiene un porcentaje menor al 25%. Respecto a la cocaína, los chilenos secundarios superan el 4%.
Ante esta información, el ministro de Salud, Emilio Santelices, comentó a El Mercurio que estas cifras son alarmantes y que “coinciden con la baja percepción de riesgo que tienen los jóvenes del daño que las drogas producen en el sistema nervioso”.
En la misma línea, Santelices añadió que las drogas generan “un daño neurológico permanente e incluso irreversible, particularmente en los adolescentes, grupo en el que precisamente se está revelando un alto consumo”.
Por su parte, el presidente del Colegio de Profesores,
Mario Aguilar, aseguró que este “es un problema que
los profesores constatamos empíricamente”. “Hay venta de drogas
en las cercanías a colegios” y hay “alumnos que
llegan en un estado alterado” a las aulas, reveló Aguilar
al medio citado.
En paralelo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó recientemente en un informe de consumo general de la población que Chile
es el cuarto país del continente con más consumo de
alcohol; tercero en marihuana y cocaína; y primero en tabaco.
https://www.diarioconcepcion.cl/pais/2019/03/22/estudiantes-secundarios-de-chile-lideran-consumo-de-drogas-segun-la-oea.html
d)
Trastorno de consumo de drogas
Ocurre cuando el consumo de alcohol u otra sustancia (droga)
de una persona lleva a que se presenten problemas de salud o en el trabajo,
escuela o casa.
Este trastorno también se denomina abuso de sustancias.
La causa exacta del consumo de drogas se desconoce. Los genes de una
persona, la acción de las drogas, la presión de compañeros, el sufrimiento
emocional, la ansiedad, la depresión y el estrés ambiental pueden ser todos factores intervinientes.
Muchas personas que desarrollan un problema de consumo de sustancias
tienen depresión, trastorno de déficit de
atención, trastorno de estrés postraumático u otro
problema de salud
mental. Un estilo de vida estresante y caótico y la baja
autoestima son también
comunes.
Es posible que los niños que crezcan viendo a sus padres consumiendo drogas
tengan un mayor riesgo de presentar un problema de consumo de sustancias más
adelante en la vida tanto por razones ambientales como genéticas.
Entre las sustancias más comúnmente consumidas se encuentran:
- Los opiáceos y otros
narcóticos son calmantes muy potentes que pueden causar somnolencia y
algunas veces sentimientos intensos de bienestar, regocijo, euforia,
entusiasmo y júbilo. Entre ellos se encuentran la heroína, el opio, la
codeína y los analgésicos narcóticos que pueden ser recetados por el
médico o se pueden comprar de manera ilícita.
- Los estimulantes son
medicamentos que estimulan el cerebro y el sistema nervioso. Ellos
incluyen cocaína y anfetaminas, como las drogas utilizadas para
tratar el trastorno de hiperactividad con déficit de atención (THDA) (el
metilfenidato o la
Ritalina). Una persona puede empezar a necesitar
cantidades mayores de ellas con el tiempo para sentir el mismo efecto.
- Los depresivos causan somnolencia y reducen la
ansiedad. Ellos incluyen alcohol, barbitúricos, benzodiazepinas (Valium, Ativan,
Xanax), hidrato de cloral y paraldehído. El uso de estas sustancias puede
llevar a que se desarrolle adicción.
- El LSD, la mescalina, la psilocibina ("setas
u hongos") y la fenciclidina (PCP o "polvo de ángel") pueden hacer
que las personas vean cosas que no existen (alucinaciones) y pueden llevar
a dependencia psicológica.
- La marihuana (cannabis o hashish).
Hay varias etapas del consumo de drogas que pueden llevar a la adicción. Las
personas jóvenes parecen pasar más rápidamente a través de las etapas que los
adultos. Las etapas son:
- Consumo experimental --
típicamente involucra a los compañeros, se hace para uso recreativo; el
consumidor puede disfrutar del hecho de desafiar a los padres u otras
figuras de autoridad.
- Consumo regular -- el
consumidor falta cada vez más a la escuela o al trabajo; le preocupa
perder la fuente de droga; utiliza las drogas para "remediar"
sentimientos negativos; empieza a apartarse de los amigos y la familia;
puede cambiar los amigos por aquellos que son consumidores regulares;
muestra aumento de la tolerancia y capacidad para "manejar" la
droga.
- Consumo problemático o
riesgoso -- el consumidor pierde cualquier motivación; no le importa la
escuela ni el trabajo; tiene cambios de comportamiento obvios; pensar
acerca del consumo de drogas es más importante que todos los otros
intereses, incluso las relaciones interpersonales; el consumidor se torna
reservado; puede comenzar a vender drogas para ayudarse a sostener el
hábito; el consumo de otras drogas más fuertes puede aumentar; se pueden
incrementar los problemas legales.
- Adicción -- no puede
enfrentar la vida diaria sin las drogas; niega el problema; el estado
físico empeora; pierde el "control" sobre el consumo; puede
volverse suicida; los problemas financieros y legales empeoran; puede
haber roto los lazos con los miembros de la familia o los amigos.
Algunos de los síntomas y comportamientos del consumo de drogas pueden incluir:
- Confusión
- Continuar consumiendo drogas incluso cuando la salud, el trabajo o la familia están siendo afectados
- Episodios de violencia
- Actitud hostil cuando se le confronta acerca de la dependencia de las drogas
- Falta de control sobre el consumo excesivo de drogas, ser incapaz de parar o reducir la ingesta de alcohol
- Inventar excusas para consumir drogas
- Faltar al trabajo o a la escuela, o disminuir el rendimiento
- Necesidad de consumir la droga de manera diaria o regular para poder funcionar
- Descuidar la alimentación
- No preocuparse por la apariencia física
- No volver a tomar parte en actividades debido a la drogadicción
- Comportamiento reservado para ocultar el consumo de drogas
- Consumir drogas incluso estando solo
Los
exámenes para drogas (exámenes toxicológicos) realizados sobre muestras
de orina y sangre pueden revelar la presencia de numerosas drogas y
sustancias químicas en el organismo. La sensibilidad del examen depende
de la sustancia misma, de cuándo se tomó y del laboratorio que realiza
los análisis. Es más probable detectar una droga en exámenes de sangre
que en exámenes de orina; sin embargo, los exámenes de detección en
orina se practican con más frecuencia.
El
trastorno del uso de sustancias es una enfermedad seria y no es fácil
de tratar. La mejor atención y tratamiento involucran profesionales
expertos.
El tratamiento comienza con el reconocimiento del
problema. Aunque la negación es un síntoma común de adicción, las
personas adictas exhiben mucha menos negación si se les trata con
empatía y respeto, antes que decirles qué hacer o confrontarlos.
El
consumo de la sustancias se puede suspender ya sea de manera gradual o
abrupta. El apoyo para los síntomas físicos y emocionales al igual que
permanecer libre de la droga (abstinencia) son también claves para el
tratamiento.
- Las personas con sobredosis de drogas pueden
necesitar un tratamiento de emergencia en el hospital. El tratamiento
exacto depende de la droga consumida.
- La desintoxicación
consiste en la abstinencia abrupta de la sustancia que se consume en un
ambiente donde haya buen apoyo. La desintoxicación se puede manejar como
paciente ambulatorio u hospitalizado.
- Algunas veces, se
administra otra droga que tenga una acción o efecto similar en el cuerpo
a medida que la dosis se disminuye lentamente para reducir los efectos
secundarios y los riesgos de la abstinencia. Por ejemplo, para la
adicción a los narcóticos se puede usar la metadona o medicamentos
similares para prevenir la abstinencia y el consumo continuado.
Los
programas de tratamiento residencial monitorean y abordan los posibles
síntomas y comportamientos de abstinencia. Estos programas emplean
técnicas para hacer que los consumidores reconozcan sus comportamientos y
enseñan maneras de evitar volver al consumo (recaída).
Si la
persona también presenta depresión u otro trastorno de salud mental,
este se debe tratar. En muchos casos, una persona comienza a consumir
drogas en un esfuerzo por autotratarse una enfermedad mental.
Hay muchos grupos de apoyo disponibles en la comunidad. Estos incluyen:
- Narcóticos Anónimos (NA) -- www.na.org
- Alateen -- al-anon.org/for-members/group-resources/alateen
- Al-Anon -- al-anon.org
La mayoría de estos grupos siguen el programa de los 12 pasos
utilizado en los grupos de Alcohólicos Anónimos (AA)
www.aa.org.
SMART Recovery
www.smartrecovery.org y LifeRing
lifering.org son programas que no utilizan el método de los 12 pasos. Usted puede encontrar otros grupos de apoyo en Internet.
El
abuso de drogas puede conducir a una sobredosis mortal de la droga.
Algunas personas comienzan a tomar las drogas de nuevo después de
haberlas suspendido (recaída).
Las complicaciones del consumo de drogas incluyen:
- Depresión
- Cáncer, por ejemplo, los cánceres de boca y
estómago están asociados con el consumo excesivo y la
dependencia del alcohol
- Infección por VIH o hepatitis B o C por compartir agujas
- Pérdida del trabajo
- Problemas con la memoria y la concentración, por ejemplo,
con el consumo de alucinógenos, incluso la marihuana (THC)
- Problemas legales
- Ruptura de relaciones
- Prácticas
sexuales inseguras, las cuales pueden derivar en embarazos no deseados,
enfermedades de transmisión sexual, VIH o hepatitis B
Solicite
una cita con su proveedor de atención médica si usted o un miembro de
la familia está abusando de una sustancia y quiere detenerse. De igual
manera llámelo si se le ha suspendido el suministro de drogas y está en
riesgo de sufrir un síndrome de abstinencia. La mayoría de los
empleadores ofrecen servicios de remisión para los empleados que tengan
problemas de consumo de sustancias.
Los
programas educativos contra las drogas pueden ser de ayuda. Los padres
pueden tener una fuerte influencia en sus hijos enseñándoles acerca del
daño del consumo de sustancias.
Nombres alternativos
Abuso
de sustancias; Consumo de sustancias químicas; Abuso de sustancias
químicas; Adicción a drogas; Adicción - drogas; Dependencia de drogas;
Consumo de drogas ilícitas; Consumo de narcóticos; Consumo de
alucinógenos
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001522.htm
e)
La Habana: movida y destape de la droga
La cocaína es consumida en las zonas de Miramar, Playa y El Vedado,
principalmente entre jóvenes con alto nivel económico, mientras el crack
tiene gran aceptación en municipios como Centro Habana y Habana Vieja.
El mundo de tráfico y consumo de drogas que próspera
en La Habana, más allá de la postal turística de la urbe de moda, queda
reflejado en un reportaje del periodista Luis Guardia, de TV Martí.
El universo subterráneo de los estupefacientes escapa a las cámaras
de quienes promueven a la isla bajo los auspicios de las nuevas
relaciones entre la isla y Estados Unidos, a pesar de que el general
Raúl Castro asegura que "en Cuba no había ni habrá drogas" sólo
"marihuana sembrada en masetas en casas a lo largo de la isla".
Cae la noche y la otra Habana, la que no tiene turistas despierta:
las cámaras de TV Martí entraron a lo más íntimo de esa realidad.
La drogadicción en Cuba se ha hecho incontrolable, según varios
estudios desde hace más de dos décadas el consumo se ha puesto de moda
entre los jóvenes.
En abril pasado la propia Mesa Redonda de la Televisión cubana, que
más oficialista no puede ser, abordó el tema e incluso puso testimonios
de supuestos rehabilitados por el régimen de su vicio.
Según esta investigación, La piedra, una combinación de bicarbonato con pequeñas dosis de cocaína,
es ahora mismo la droga más consumida en La Habana y cuesta el
equivalente a 10 dólares la porción (comparable al tamaño de un frijol).
La proliferación significativa de los estupefacientes en Cuba data de
inicios de los noventa, aunque nunca dejó de consumirse a pesar de la
moralina revolucionaria, pero el régimen castrista intentó controlarla
en la llamada "Operación Coraza".
Según estudios, los adictos en Cuba se inician entre los 10 y 15 años, la marihuana es por lo general la primera droga que consumen y lo hacen sobre todo para sobresalir dentro de un determinado grupo social o para escapar de la realidad en que viven.
Pero ¿cómo es el día a día de estos jóvenes?, ¿qué hacen?, ¿cómo
consiguen el dinero para mantener sus vicios? El reportaje procura dar
respuesta a esas interrogantes.
La marihuana, la cocaína y el crack son las drogas más consumidas,
esta última con gran proliferación debido a su relativo bajo costo.
En La Habana, el consumo de drogas varía según el área residencial:
cocaína en las zonas de Miramar, Playa y El Vedado, principalmente entre
jóvenes con alto nivel económico; mientras el crack tiene gran
aceptación en municipios como Centro Habana y Habana Vieja, donde,
además se localizan los focos de mayor prostitución.
La marihuana tiene también fuerte presencia en estos municipios, pero
su mayor proliferación ocurre en las barriadas de la periferia
capitalina.
https://www.radiotelevisionmarti.com/a/el-universo-oscuro-de-la-droga-en-cuba/123752.html
f)
Consumo de drogas: cifras que alarman
En momentos en que la edad de inicio en el consumo de
marihuana sigue bajando, es necesario insistir en la importancia del
camino de la prevención
9 de abril de 2019
Actualmente, drogas como la
marihuana
o la cocaína, al igual que la ingesta abusiva de
bebidas alcohólicas
, gozan de elevada tolerancia social y, de manera creciente, hasta
familiar. De esa forma se impide apreciar adecuadamente el grave riesgo
implícito que tienen como futuras introductoras habituales de drogas
ilícitas con un potencial adictivo y destructivo mucho mayor.
Así, por ejemplo, en el caso de la marihuana, el 18,8% de
sus consumidores tienen evidentes síntomas de adicción. Desde la
Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (Sedronar) se ha
señalado el peligro detectado en las nuevas camadas de consumidores, ya
que la edad de inicio en el uso de esa droga bajó a los 15 años. Además,
un estudio preparado por el Observatorio Argentino de Drogas agregó que
entre quienes iniciaron su contacto con la marihuana a los 17 años o
antes, casi 30 de cada 100 personas presentan consumo abusivo y más del
46% consumen estupefacientes frecuentemente.
Por otro lado, el consumo de cocaína ha crecido
desmedidamente y, como lo señala el jefe de Toxicología del Hospital
Fernández, Carlos Damín, "tarde o temprano el consumo de cocaína se
transformará en un problema", ya que "su consumo se ha generalizado y no
distingue niveles socioeconómicos". Lo que difiere es la vía de
ingestión: las personas de menores recursos consumen cocaína fumable,
dentro de la que se encuentran el paco y la pasta base, mientras que las
personas con mayor poder adquisitivo la ingieren por aspiración.
Sin embargo, el doctor Damín advierte que en los últimos
dos años se produjo la reaparición de la cocaína inyectable, que es la
que surte efecto en forma más rápida y también más grave. Su efecto
llega en unos cinco minutos, contra los diez minutos de la que se fuma y
quince de la que se aspira. Y señala que en el Hospital Fernández
tienen alrededor de 350 casos por año de pacientes consumidores de
cocaína en todas sus formas".
El desmedido consumo de sustancias psicoactivas puede
medirse, en parte, por la cantidad de personas que recurren en busca de
ayuda profesional.
Un sondeo realizado por la Sedronar en 1028 centros de
tratamiento de adicciones, públicos, privados y mixtos determinó que en
2017 fueron 196.781 personas las que solicitaron atención, tanto
ambulatoria como residencial. Lo que más preocupa a los responsables de
dichos centros es que en los pedidos de asistencia ya no aparece el
alcohol como único factor de riesgo, sino que se notó la consolidación
de la etapa de policonsumo de drogas. La reunión en que encontró la
muerte Natacha Jaitt es un claro ejemplo de lo que estamos refiriendo.
Las personas que participaron de tal encuentro declararon que se
consumieron alcohol, marihuana, LSD y cocaína.
Otro problema que debe alertar a las autoridades
pertinentes es la presencia en esos centros de asistencia de casi 10.000
menores con síntomas evidentes de abuso en el consumo de drogas. Según
el informe de la Sedronar, 1263 chicos de entre 8 y 12 años fueron
tratados en 2017 por sus adicciones.
La cuestión del consumo de drogas a edades tempranas
también fue señalada en un reciente informe de la Organización de
Estados Americanos (OEA) sobre el consumo de drogas en América, en el
que se señaló que "sustancias como el tabaco, el alcohol, la marihuana y
la cocaína muestran algunos niveles de uso entre los estudiantes de
octavo grado", por lo que abogó por la necesidad de implementar
políticas preventivas desde "la primera infancia".
No menos importante ha sido la advertencia de la OEA
sobre la creciente prevalencia de las nuevas y altamente peligrosas
sustancias psicoactivas, que a menudo tienen propiedades químicas o
farmacológicas similares a las de sustancias controladas y que están
causando un significativo número de muertes entre los jóvenes que las
consumen.
Las cuestiones vinculadas con la prevención de las
adicciones y la rehabilitación de los adictos no solo requieren una
visión política, sino también una coordinación de alto nivel técnico
que, además de hacer compatibles los programas de los distintos
ministerios -lo que podría evitar duplicidades en la acción, ineficiente
uso de recursos, espacios vacíos en la acción pública-, debería
articular las políticas de salud, promoción del deporte, seguridad
ciudadana y educación. Motivos sobran, pues, para insistir en que el
abordaje indicado del problema es el que apunta al camino que termina en
el consumo. Esto es, el de la prevención.
https://www.lanacion.com.ar/editoriales/consumo-de-drogas-cifras-que-alarman-nid2236386
g)
“El alcohol y otras drogas en el ámbito laboral: una realidad que afrontar”
14 marzo, 2019
Abordar la problemática del alcohol y otras drogas en el ámbito laboral es un tema complejo debido a la escasa receptividad que existe hasta la fecha. Las
condiciones de trabajo son una parte importante en la vida de las
personas y pueden tener una decisiva influencia en los niveles de salud y
bienestar, dentro y fuera del ámbito laboral. La prevención de riesgos laborales es un deber de las empresas y un derecho de los trabajadores, los cuales también deben velar por la protección de su propia salud y la de sus compañeros.
Para
entender mejor esta situación, Gorka Moreno, adjunto a la
dirección en la Fundación Proyecto
Hombre Navarra, nos cuenta desde su perspectiva como hacer frente
a este tipo de realidades.
¿El consumo de sustancias psicoactivas constituye una preocupación importante en las empresas?
Efectivamente. Son muchas las empresas que nos demandan ayuda para
afrontar este problema, en la mayoría de los casos porque han detectado
el caso de algún trabajador afectado, y no saben muy bien cómo actuar.
Tampoco debería sorprendernos, si tenemos en cuenta que el alcoholismo y/u otras drogodependencias afectan a al menos un 2% de la población en España.
Las empresas son un reflejo de la sociedad en la que se encuentran, y a
poco que tengan un número relativamente grande de trabajadores, los
casos afloran por una mera cuestión de probabilidad. A todo eso habría
que sumar además los casos de personas trabajadoras que, sin ser
drogodependientes, hacen un uso de las sustancias que pueden acarrear
importantes riesgos durante el desempeño de su trabajo.
En la última encuesta del Observatorio Español de la Droga y las Toxicomanías,
un 87% de los trabajadores manifestaban que el alcohol y otras drogas
era un problema importante en su lugar de trabajo, y uno de cada cinco
referían tener actualmente algún compañero o compañera de trabajo que
consumía en exceso.
¿Qué repercusiones tiene el alcohol y/u otras drogas en el ámbito laboral?
Hay numerosos estudios sobre las importantes repercusiones del consumo
de alcohol y/u otras drogas en el trabajo, principalmente en relación
con la productividad y con la seguridad del propio trabajador afectado y
de sus compañeros.
La Organización Internacional del Trabajo estima
que entre un 15 y un 30 por ciento de las víctimas de accidentes
laborales podrían estar relacionadas con el uso indebido del alcohol y
de otras drogas, y que los trabajadores con estos problemas presentan un
absentismo laboral dos o tres veces mayor que el resto. Los costes de
sus bajas por enfermedad son además mucho más altos y podrían estar
relacionados con entre un 15 y un 40 por ciento de los expedientes
disciplinarios, según la Sociedad Española de Toxicomanías.
A todo ello habría que añadir otras dificultades, como el deterioro del
clima laboral asociado a estas situaciones, las ausencias del trabajo,
la pérdida de calidad, los problemas con los propios compañeros y, por
supuesto, el deterioro progresivo de las personas afectadas por el
consumo.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de las drogas?
Si atendemos los criterios de la OMS, una droga es cualquier
sustancia que introducida en el organismo provoca una alteración
del funcionamiento del sistema nervioso central,
y que es además susceptible de crear dependencia. Es decir, que una
sustancia es droga con independencia de cuál sea su estatus legal. Si
atendemos a los costes personales, sociales, sanitarios, e incluso
laborales, la droga principal es el alcohol. Ninguna otra está
relacionada con tantas admisiones a tratamiento en los centros de
drogodependencias. Se da la paradoja de que es probablemente la única
droga que consumimos la mayor parte de la población adulta (si
exceptuamos estimulantes menores como la cafeína), pero ninguna otra
afecta de una forma tan dramática a las personas que abusan de ella. El
consumo de alcohol debería ser uno de los principales retos en relación
con la prevención y con el abordaje de los problemas de drogas en las
empresas.
¿Hace falta ser alcohólico o drogodependiente para tener problemas con las drogas en el trabajo?
Es una pregunta muy interesante. Desarrollar una drogodependencia es un riesgo importante de consumir drogas, pero ni mucho menos es el único. Se
pueden tener muchos problemas asociados al consumo de drogas sin ser
necesariamente un drogodependiente, como por ejemplo padecer los efectos
de una grave intoxicación o una sobredosis, infectarse por consumir en
malas condiciones higiénicas, o desarrollar una actividad de riesgo bajo
los efectos del consumo, como puede ser por ejemplo manejar vehículos o
máquinas. Un mismo consumo puede ser de bajo o de alto riesgo en
función de las características de la persona que lo realiza y del
contexto en el que lo hace. No es lo mismo beberse dos o tres vinos un
viernes por la tarde con los amigos después de trabajar que hacerlo en
el almuerzo antes de retomar el trabajo. Considero que el contexto
laboral habría de considerarse siempre un contexto de abuso, es decir,
asociado a riesgos significativos, y que deberíamos avanzar hacia el
concepto de “empresa 0,0”, desde el respeto a la libre
toma de decisiones por parte de las personas en el ámbito de su vida
privada, al margen del trabajo.
¿Consideras importante prevenir y abordar estos problemas?, ¿Por qué?
Es importante porque, como hemos visto, las repercusiones son muy
significativas. Lo es desde la perspectiva de la Prevención de Riesgos
Laborales, y lo es también desde la propia concepción más actual de “empresa saludable”, comprometida con el impulso de la calidad de vida de las personas trabajadoras.
¿Cómo deben
afrontarse este tipo de situaciones en la empresa?, ¿es
necesario crear un plan con unas condiciones?
Lo ideal es que exista un plan, y que además en su planificación y
desarrollo participen todos los grupos de interés dentro de las
empresas, desde la dirección hasta los propios trabajadores, porque se
trata de una acción que sin duda beneficia a todas las partes. Creo que
es importante que esta colaboración se produzca desde el propio análisis
del punto de partida: qué problemas o riesgos tenemos y por qué nos interesa a todos hacer algo para afrontarlos adecuadamente. A
todos nos interesa la seguridad, la productividad, o la tranquilidad de
saber que el hecho de reconocer tener problemas con las drogas no solo
no será objeto de sanciones, sino que será tratado con la máxima
confidencialidad y proponiendo soluciones humanizadas y
profesionalizadas. Las empresas pueden establecer de este modo
protocolos de actuación y planes de ayudas, consensuadas por todas las
partes implicadas, a las que el trabajador afectado podrá acogerse de
forma voluntaria.
¿Qué signos o síntomas son los que denotan un problema con el alcohol/drogas?
Normalmente los problemas con el alcohol y/u otras drogas se van
asociando a un proceso de progresivo deterioro personal, social y de la
salud con importantes repercusiones en el ámbito del trabajo:
dificultades para mantener hábitos laborales (absentismo o ausencias del
puesto durante la jornada laboral, impuntualidad) dificultades de
atención y concentración, incremento de incidentes y de accidentes, bajo
rendimiento, conflictos interpersonales, necesidad de dinero
(anticipos, préstamos…), hurtos de material, estados de ánimo alterados,
aspecto descuidado, etc.
¿Cómo ayudáis a las personas desde la Fundación Proyecto Hombre en este tipo de situaciones?
Tratamos de ofrecer un espacio de escucha y de valoración de
cada caso en su singularidad. A partir de ahí tratamos de consensuar
con la persona afectada un tratamiento acorde a sus necesidades. Para
ello, disponemos de un centro ambulatorio (con sedes en Pamplona y en
Tudela) y de un centro residencial (con sede en Estella). El itinerario y
el tiempo de permanencia en uno u otro recurso se establecen de forma
particular en cada caso. Además, tratamos de implicar de forma muy
intensa a familiares y allegados que puedan colaborar en el tratamiento,
siempre que sea posible. Todo ello atendido por un equipo de más de
cuarenta profesionales (principalmente profesionales de la psicología,
la medicina, el trabajo social y la educación social), apoyados por un
grupo de más de setenta persona voluntarias en labores como la atención
telefónica y la recepción, el acompañamiento a personas sin apoyo
familiar, la organización de actividades de ocio en nuestro centro
residencial o el apoyo en compras y recados. Las personas interesadas
pueden ponerse en contacto con nosotros directamente o bien a través de
su centro de salud mental.
https://www.mutuanavarra.es/2019/03/14/el-alcohol-y-otras-drogas-en-el-ambito-laboral-una-realidad-que-afrontar/
h)
¿Por qué la gente consume drogas?
En general, la gente consume drogas por varias razones:
- Para sentirse bien.
Las drogas pueden producir sensaciones intensas de placer. A esta
euforia inicial le siguen otros efectos que varían según la droga que se
consuma. Por ejemplo, con estimulantes como la cocaína, después de
la euforia siguen sensaciones de poder, autoconfianza y más energía. En
contraste, a la euforia que causan los opioides como la heroína le siguen
sensaciones de relajación y satisfacción.
- Para sentirse
mejor. Algunas personas que sufren de ansiedad social, estrés y
depresión comienzan a consumir drogas para intentar sentirse menos
ansiosas. El estrés puede ser un factor importante para comenzar y continuar
el consumo, y también influye en las recaídas (es decir, la vuelta al
consumo de drogas) de los pacientes que se están recuperando de la
adicción.
- Para desempeñarse
mejor. Algunas personas sienten presión para mejorar su
concentración en la escuela o el trabajo, o mejorar sus habilidades
deportivas. Esto puede ser un factor en quien decide probar las drogas o
continúa consumiéndolas, particularmente en el caso de estimulantes
recetados o cocaína.
- Por curiosidad y
presión social. En este sentido, los adolescentes en particular
corren un mayor riesgo porque la presión de los compañeros puede ser muy
fuerte. Los adolescentes son más propensos que los adultos a actuar en
forma arriesgada o desafiante para impresionar a sus amigos y demostrar su
independencia de los padres y las normas sociales.
¿La gente decide libremente seguir consumiendo drogas?
La decisión inicial de consumir drogas por lo general es voluntaria. Pero
con el consumo continuo, la capacidad de una persona para autocontrolarse se
puede deteriorar gravemente; esta disminución del autocontrol es el sello
distintivo de la adicción.
Estudios de imágenes cerebrales de personas adictas muestran cambios físicos
en las zonas del cerebro que son esenciales para el buen juicio, la toma de
decisiones, el aprendizaje, la memoria y el control del comportamiento.12 Estos cambios
ayudan a explicar el carácter compulsivo de la adicción.
El cerebro continúa desarrollándose hasta la edad adulta y experimenta
cambios drásticos durante la adolescencia.
Una de las zonas del cerebro que todavía está desarrollándose en la
adolescencia es la corteza prefrontal, que es la parte del cerebro que permite
evaluar situaciones, tomar buenas decisiones y controlar las emociones y los
deseos. El hecho de que esta parte crítica del cerebro de los adolescentes esté
todavía en formación los coloca en un mayor riesgo de tomar malas decisiones,
como por ejemplo probar las drogas o continuar consumiéndolas. El consumo
de drogas durante esta etapa del desarrollo puede causar cambios en el cerebro
que tienen consecuencias profundas y duraderas.
¿Por qué la adolescencia es una etapa crítica para prevenir la adicción a
las drogas?
Como mencionamos previamente, el consumo temprano de drogas aumenta las
posibilidades de que una persona se convierta en adicta. Cabe recordar que las
drogas modifican el cerebro, lo que puede causar adicción y otros problemas
graves. Por lo tanto, prevenir el consumo temprano de drogas o alcohol puede
servir de mucho para reducir estos riesgos.
El riesgo de consumir drogas aumenta sustancialmente durante las etapas de transición.
Para un adulto, un divorcio o la pérdida del trabajo pueden aumentar el riesgo
de consumir drogas. Para un adolescente, las épocas de riesgo incluyen las
mudanzas, el divorcio en la familia o el cambio de escuela.35 Cuando los niños
pasan de la escuela primaria a la escuela media, deben hacer frente a nuevas
situaciones sociales, familiares y académicas que les resultan difíciles. A
menudo, durante este período los niños se ven expuestos por primera vez a
sustancias como los cigarrillos o el alcohol. Cuando ingresan a la escuela
secundaria, pueden encontrarse allí con una mayor disponibilidad de drogas, el
consumo por parte de adolescentes más grandes y actividades sociales en las que
se consumen drogas.
Un componente normal del desarrollo adolescente es cierto nivel de toma de
riesgo. El deseo de probar cosas nuevas y ser más independiente es sano, pero
también puede aumentar la tendencia de los adolescentes a probar las drogas.
Las partes del cerebro que controlan el juicio y la toma de decisiones no
terminan de desarrollarse hasta pasados los 20-25 años, lo cual limita la
capacidad de un adolescente para evaluar correctamente los riesgos de probar
las drogas y lo hace más vulnerable a la presión de sus compañeros.36
Como el cerebro todavía está en desarrollo, es más probable que el consumo
de drogas a esta edad perturbe la función cerebral en zonas que son críticas
para la motivación, la memoria, el aprendizaje, el juicio y el control del
comportamiento.12
Por ello no sorprende que los adolescentes que beben alcohol o consumen drogas
a menudo tengan problemas familiares y sociales, mal desempeño académico,
problemas de salud (incluidos problemas de salud mental) y problemas con el
sistema de justicia juvenil.
¿Cómo actúan las drogas en el cerebro?
Las drogas interfieren con la forma en que las neuronas envían, reciben y
procesan las señales que transmiten los neurotransmisores. Algunas drogas, como
la marihuana y la heroína, tienen la capacidad de activar neuronas porque su
estructura química es similar a la de un neurotransmisor natural del organismo.
Esto permite que se adhieran a las neuronas y las activen. Si bien estas drogas
imitan las sustancias químicas propias del cerebro, no activan las neuronas de la
misma manera que un neurotransmisor natural y hacen que se envíen mensajes
anormales a través de la red.
Otras drogas, como la anfetamina o la cocaína, pueden hacer que las neuronas
liberen cantidades anormalmente altas de neurotransmisores naturales o que, al
interferir con los transportadores, eviten el reciclamiento normal de estas
sustancias químicas del cerebro. Esto también amplifica o altera la
comunicación normal entre las neuronas.
¿Qué partes del cerebro afecta el consumo de drogas?
Las drogas pueden alterar zonas importantes del cerebro que son necesarias
para funciones vitales y pueden impulsar el consumo compulsivo que identifica a
la drogadicción. Las zonas del cerebro afectadas por las drogas incluyen:
- Los ganglios basales, que
cumplen una función importante en las formas positivas de motivación,
incluidos los efectos placenteros de actividades saludables como comer,
interactuar socialmente o tener actividad sexual, y también participan en
la formación de hábitos y rutinas. Estas zonas constituyen un nodo clave
en lo que a veces se denomina el "circuito de recompensas" del
cerebro. Las drogas generan hiperactividad en este circuito, lo que
produce la euforia que se siente al consumirlas; pero cuando la presencia
de la droga se repite, el circuito se adapta y disminuye su sensibilidad,
lo que hace que a la persona le resulte difícil sentir placer con nada que
no sea la droga.
- La amígdala extendida cumple
una función en las sensaciones estresantes como la ansiedad, la
irritabilidad y la inquietud, las cuales son características de la
abstinencia una vez que la droga desaparece del sistema y motivan a la
persona a volver a consumir la droga. A medida que aumenta el consumo de
la droga, este circuito se vuelve cada vez más sensible. Con el tiempo,
una persona con un trastorno por el consumo de drogas no las consume ya
para lograr un estado de euforia sino para aliviar temporalmente ese
malestar.
- La corteza prefrontal dirige
la capacidad de pensar, planificar, resolver problemas, tomar decisiones y
controlar los propios impulsos. Esta es también la última parte del
cerebro en alcanzar la madurez, lo que hace que los adolescentes sean los
más vulnerables. Los cambios en el equilibrio entre este circuito y los
circuitos de recompensa y de estrés de los ganglios basales y la amígdala
extendida hacen que una persona que sufre de un trastorno por el consumo
de drogas busque la droga en forma compulsiva y tenga menos control de sus
impulsos.
Algunas drogas, como los opioides, también afectan otras partes del cerebro,
tal como el tronco del encéfalo, que controla todas las funciones
indispensables para la vida, entre ellas la frecuencia cardíaca, la respiración
y el sueño, lo que explica por qué las sobredosis pueden reducir
sustancialmente la respiración y causar la muerte.
Fuente:
https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/las-drogas-el-cerebro-y-el-comportamiento-la-ciencia-de-la-adiccion/abuso-y-adiccion-las-drogas
i)
Alcohol y drogas, otro problema que afecta a los niños en situación de calle
22 de mayo de 2019
Junto con darle a los menores una vivienda y un entorno
seguro, es necesario también aceptar que el mundo del narcotráfico está
destruyendo familias, futuro y parte de nuestra sociedad.
El 6 de mayo el Ministerio de Desarrollo Social y Familia dio a conocer un estudio llamado Conteo Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Calle, que reveló que 547 menores se encuentran en esta realidad.
El estudio dio cuenta de diversas situaciones de riesgo y vulnerabilidad. Por ejemplo, la mayoría de los niños y jóvenes reconocieron haber salido de sus casas “por problemas con mi familia”, representando un 53% de los encuestados. A pesar de estas dificultades al interior de la familia, están conscientes de los peligros asociados a dormir en lugares improvisados,
ya que las dos preocupaciones más presentes son ser víctima de robo o
de abuso, alcanzando el 29% de las respuestas cada una de las opciones.
Sumado a lo anterior, existe una alta propensión al alcohol, tabaco y drogas en estos ambientes difíciles.
Es cierto que son 547 menores los que han pernoctado en lugares que no
constituyen una vivienda básica, al menos una vez en el último tiempo
–de acuerdo a las categorías desplegadas en el Conteo–, pero lo que se
necesita es visibilizar los múltiples problemas asociados a esta difícil realidad.
El abuso de sustancias en menores no es un problema únicamente ligado a la situación de calle. Como demostró el 12° Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar presentado por Senda en diciembre de 2018, Chile lamentablemente lidera los rankings en cuanto a consumo de sustancias en menores de edad. La
marihuana presenta un 30,9%, los tranquilizantes sin receta un 8,6%, el
tabaco un 4,3%, la cocaína un 3% y la pasta base un 1,4%. Los jóvenes que participaron en este estudio tenían entre 13 y 17 años.
"Lo que corresponde ahora es que las autoridades de
gobierno y los legisladores otorguen una efectiva prioridad a este
tema que puede y debe solucionarse en el corto plazo".
¿Cómo se conecta esto con los niños, niñas y adolescentes en
situación de calle? Es que existe una doble realidad invisibilizada. La
de aquellos niños que se encuentran fuera de sus hogares y la de
aquellos menores que se encuentran en ambientes de alto narcotráfico y
abuso de sustancias. No se condicen los datos, es cierto,
puesto que de acuerdo al Conteo la sustancia de mayor consumo entre los
niños en situación de calle es el tabaco, con un 79%, pero le sigue la
marihuana con un 62% y las mismas pastillas sin recetas con un 22%. La
situación de la cocaína y la pasta base es también preocupante, puesto
que alcanzan a un 19% y 14% de consumidores, respectivamente.
El estudio llevado a cabo por el Ministerio de Desarrollo Social y
Familia ciertamente pone en el centro un problema que hasta ahora no se
estaba discutiendo con la fuerza que se requiere. Junto con
darle a los menores una vivienda y un entorno seguro, es necesario
también aceptar que el mundo del narcotráfico está destruyendo familias,
futuros y parte de nuestra sociedad.
Poner a los niños primero significa entender que no existe un
único problema relativo a la infancia y es por eso que información como
las contenidas en estos estudios resultan tan valiosas. Nos
otorgan datos para dar paso a trabajo en conjunto entre el gobierno y
organizaciones de la sociedad civil, para encontrar las mejores
soluciones a los diversos problemas que presentan los niños, niñas y
adolescentes de Chile.
Lo que corresponde ahora es que las autoridades de gobierno y los legisladores otorguen una efectiva prioridad a este tema que puede y debe solucionarse en el corto plazo.
http://www.uss.cl/blog/alcohol-drogas-ninos-situacion-calle/
Cerebro y Drogas
El
cerebro humano es un maravilloso órgano que representa al computador biológico
para que nuestra mente se manifieste en este plano, es más sin cerebro no
habría humana expresión mental en el planeta y sin mente no habría cerebro
humano en función, el que rige el proceso no es el cerebro es la mente sita en
un nivel más sutil a lo material y que es regido por nuestra alma individual en
un plano aún más sutil en lo dimensional. Previo al nacer un alma dotó en el
estado embrio-fetal al cerebro de la mente que pasa a regir el proceso vital. La
mente tiene un nivel consciente que es la fuente de los pensamientos y un
amplio nivel subconsciente que rige cada función de vida de nuestro organismo,
desde permitir que una célula actúe y tenga vida hasta que un órgano funcione.
Además el subconsciente se puede desplazar más allá del tiempo y del espacio y
nosotros así poder de manera consciente sensibilizarlo para que, en estos
caóticos tiempos su vibrato llegue donde mentes de seres más evolucionados que
nosotros y quizá puedan ayudarnos en esta crisis-catástrofe planetaria sin
humana solución...
Es decir es muy importante
tener en cuenta que no debemos deteriorar nuestro cerebro por los
efectos del alcohol y la droga punto central del tema a tratar.
-I-
Consumo de marihuana y daño cerebral en escolares chilenos: el estudio científico pionero
12.03.2019
Cuando avanza el proyecto para legalizar el cultivo de marihuana con
fines medicinales, esta columna de opinión presenta resultados de
diversos estudios científicos que muestran cómo el consumo de esa droga
provoca daño cerebral, especialmente en adolescentes. Su autora es parte
del equipo que desarrolló una investigación pionera en escolares
chilenos –de todos los grupos socioeconómicos– que eran “consumidores
recreacionales” no considerados adictos por la sociedad. Las imágenes
cerebrales de los jóvenes “mostraron que la mayoría (…) presentó
una anormalidad en la zona relacionada con la motivación, planificación e
iniciativa, lo que se traduce en conductas como: jóvenes desmotivados,
sin interés de seguir estudiando ni de terminar sus proyectos. También
se encontraron áreas extremadamente alteradas en la zona que se
relaciona con el procesamiento de la información”.
Al hablar de Marihuana hablamos de cannabis pero no de cannabinoides, ¿cuál es la diferencia?:
La marihuana proviene de la planta de cáñamo llamada “Cannabis
Sativa” y su principal sustancia química psicoactiva, es decir, que
tiene un efecto sobre el sistema nervioso central, es el delta-9-tetrahydrocannabinol (THC). El THC es una sustancia muy potente, que tiene el efecto nocivo y adictivo de la marihuana.
La marihuana tiene más de 500 componentes, entre los cuales alrededor de 80 son cannabinoides.
De estos últimos, muy pocos han sido estudiados: el THC, CBD y CBN.
El THC es el cannabinoide más abundante de la planta y es el
responsable de sus efectos placenteros. Del resto de los componentes de
la planta se sabe sólo de unos pocos (terpenos, hidrocarburos, cetonas,
aldehídos). Algunos de ellos son los mismos que se encuentran en el
cigarrillo, como el alquitrán, aunque en la marihuana este compuesto se
encuentra en una concentración cuatro veces mayor.
Los cannabinoides, en palabras sencillas, serían sustancias que actúan sobre los receptores endocannabinoides.
“Endo” porque son propios de nuestro organismo. Es decir, nuestro
cuerpo tiene sus cannabinoides, una suerte de farmacia propia, cuya
función es regular el stress y las emociones placenteras.
Cuando el cuerpo recibe cannabinoides externos, que pueden ser
también sintéticos (remedios que se hacen en laboratorios) o
fitocannabinoides (cannabinoides de la planta de la marihuana), se
engaña a nuestro sistema endocanabinoide. Así,
el sistema comienza a confundirse y reduce sus propios receptores, lo
que conlleva a que el sujeto necesite más de la sustancia para alcanzar
el placer. De ahí se desencadena el clásico circuito de la adicción.
POR QUÉ LA MARIHUANA AFECTA APRENDIZAJE Y MEMORIA
Uno
de los estudios más impresionantes al respecto, realizado por más de 40
científicos de varios países, acaba de aparecer en la revista Journal of Neurosciences
(enero 2019). Esta investigación, financiada por la Comunidad Europea,
entre otras muchas de las instituciones que contribuyeron, se hizo en 46
adolescentes consumidores de marihuana no en grandes dosis. El estudio
concluyó que incluso un consumo bajo producía anomalías en la formación
del cerebro y que esto generaría disminución de las habilidades de
aprendizaje, presencia de mal humor e indecisión respecto al cómo
actuar.
Otro gran estudio explica por qué con el consumo de marihuana
disminuye la capacidad cognitiva, especialmente la atención y memoria:
la principal causa de la disminución de la memoria y aprendizaje es la
disminución de las fibras de conexión. Nuestro
cerebro es una inmensa “red de circuitos”, en donde cada área y su
respectiva función están interconectadas. Fumar marihuana antes de los
20 años conlleva una disminución de hasta un 80 % de las fibras que
conectan el precuneus –la zona del cerebro que coordina información que
viene de todas partes del cerebro– con el hipocampo, que es la zona
involucrada en la formación de nuevos recuerdos, orientación espacial y
memoria.
¿Se pueden
recuperar las funciones de memoria y aprendizaje afectadas por el
consumo de marihuana luego de un mes sin consumo?
Las investigaciones al respecto coinciden en que depende de la
edad en que se comience a consumir. El consumo de marihuana antes de los
20 años produce cambios en la estructura misma del cerebro, ya que a
esta edad nuestro cerebro se encuentra en proceso de desarrollo y
cambio. El estudio de Meier en 1.037 sujetos que comenzaron a consumir a
los 14 años, y a los cuales se los evaluó en tres momentos distintos
entre los 14 y 30 años, mostró que aquellos que fumaron marihuana en
forma constante durante la adolescencia, perdieron en promedio entre 8 a
10 puntos de coeficiente intelectual (CI). Es decir, en términos de CI,
el sujeto que era brillante pasó a ser normal y el normal, bajó a
limítrofe. Este es el estudio más grande que se ha realizado sobre el
efecto del consumo continuado de marihuana en el cerebro.
Las capacidades mentales perdidas no se restauraron completamente en
aquellas personas que dejaron de fumar marihuana en la edad adulta. Sin
embargo, aquellos que comenzaron a fumar en la edad adulta no mostraron
disminuciones significativas en su coeficiente intelectual. Esto no
necesariamente indica que el consumo no haya tenido efectos, ya que el
THC es muy dañino a toda edad, sobre todo en la actualidad en que la
marihuana tiene al menos 10 veces más concentración de THC que en los
años 60, 70 y 80.
La evidencia sobre el daño por consumo es cada vez más aplastante.
Acaba de aparecer el estudio más grande del cerebro con 62.454
escaners. Aquí se identificaron factores que aceleran el
envejecimiento cerebral, demostrándose que la esquizofrenia, marihuana y
alcohol, son los que más contribuían al envejecimiento cerebral.
EJEMPLOS DE DAÑOS EN EL CEREBRO A LARGO PLAZO
Los
daños van a depender de la cantidad de consumo, la edad y los factores
individuales de la persona, por ejemplo, la genética de cada sujeto. Hay
mucha evidencia científica respecto al tema marihuana y esquizofrenia.
El consumo en personas con vulnerabilidad genética influye directamente
en el desarrollo de psicosis. Este fenómeno está bastante documentado y
estudiado en nuestro país.
La evidencia científica nos muestra la relación entre ciertos
trastornos en salud mental y el uso de marihuana, específicamente
cuadros de esquizofrenia, trastornos anímicos, ataques de pánico, y
también suicidio, los que se gatillarían, favorecerían o empeorarían,
con el abuso de esta droga.
NUESTRO ESTUDIO
Un estudio realizado por nosotros, evaluó de manera comparativa a jóvenes escolares fumadores exclusivos de marihuana versus no consumidores de ninguna sustancia.
Nos interesó que sólo consumieran marihuana y no otra droga, que jamás
hubieran presentado antecedentes de consumo ni consultado a un
especialista por problemas de adicción. En definitiva, escolares que no
constituyeran aún un problema de salud pública. Se consideró consumidor
al alumno que declarara un mínimo de cuatro episodios de consumo
exclusivo de cannabis durante el último mes, con una habitualidad mínima
de 18 meses. Los jóvenes pertenecían a diferentes realidades
socioeconómicas, se tomaron adolescentes provenientes de la educación
pública, subvencionada y particular. A todos se les aplicó encuestas de
salud, se revisaron sus informes de notas, se les aplicaron tests de
inteligencia y pruebas neuropsicológicas que median atención, memoria y
concentración.
Las diferencias entre el grupo de control (no consumidores) y el de
consumidores fueron muy significativas. Al comparar los test con las
imágenes cerebrales (Neurospect) que se tomaron de esos mismos niños,
los resultados mostraron que la mayoría de los escolares consumidores
presentó una anormalidad en la zona relacionada con la motivación,
planificación e iniciativa, lo que se traducía en la práctica en
conductas tales como: jóvenes desmotivados, sin interés de seguir
estudiando ni de terminar los proyectos que empezaban. También se
encontró áreas que estaban extremadamente alteradas en la zona que se
relaciona con el procesamiento de la información.
Hay que precisar que los resultados también mostraron diferencias
individuales. Si bien todos mostraron anormalidades, los efectos en cada
uno podían diferir en cuanto a la magnitud de la zona que se veía
afectada, dando cuenta de una susceptibilidad individual. Sin embargo,
se encontraron patrones comunes: múltiples áreas absolutamente
desorganizadas, tanto en el lóbulo frontal como en los temporales,
parietales, occipital y en el cerebelo, área que tiene que ver con la
coordinación motora, de ahí la relación entre accidentes de tránsito y
consumo de marihuana.
Finalmente, nuestros resultados confirmaron lo que la literatura
internacional ya había demostrado: que las áreas relacionadas con el
aprendizaje, memoria y ánimo, se veían afectadas con el consumo de
marihuana.
Este estudio fue el primero realizado en una población no
consultante, por ende, en jóvenes invisibilizados, que no se considera
que tengan aún un problema de salud. Fuera de los datos duros, lo más
relevante fue constatar que los jóvenes escolares no tenían idea del
daño que se estaban haciendo, comprobando la baja percepción de riesgo
asociada al consumo. El escenario era bastante peor de lo que habíamos
imaginado.
Creo que este estudio tiene el mérito de haberse anticipado a una
situación que comenzó a hacerse cada año más grave y que nos tiene hoy
ostentando el record mundial en consumo escolar, lo que –en los
distintos estudios revisados– se ha relacionado con la disminución en la
percepción de riesgo.
Al respecto, el estudio realizado en Chile por SENDA (2016), da
cuenta de que la percepción de riesgo ha disminuido exponencialmente en
los últimos diez años. De esta forma, la percepción de riesgo por
consumo “experimental de marihuana” llega al 28,9%, esto es 13,6 puntos
porcentuales menos que en 2006. Mientras que el riesgo percibido por
“consumo frecuente”, para el mismo período, ha bajado de un 90,3% a un
64,9%. De acuerdo a los diversos estudios internacionales mencionados,
estos datos pudieran relacionarse con otro hallazgo registrado por
SENDA, respecto al “promedio de días de consumo de marihuana en el
último mes” en población de 12 a 18 años, el que en 2016 era de 10,5,
comparado con 7,2 en 2006, demostrando así un aumento significativo.
https://ciperchile.cl/2019/03/12/consumo-de-marihuana-y-dano-cerebral-en-escolares-chilenos-el-estudio-cientifico-pionero/
Nota: Es
nefasta la marihuana como droga acumulativa en sí y por ser el paso previo para
al consumo de cocaína en muchos jóvenes y adultos. No entiendo cómo se intenta
acá legalizarla ignorando la realidad que conlleva su consumo que a edad
juvenil daña más el cerebro
-II-
Exposición al alcohol en la adolescencia y daños cerebrales
Los responsables de la circulación en carretera han alertado de las
tres causas de los accidentes: distracciones, exceso de velocidad y
consumo de sustancias tóxicas (alcohol y drogas).
ASSCAT, como representante de la voz del paciente hepático, quiere
llamar la atención sobre los riesgos del consumo de alcohol en las
edades jóvenes no sólo sobre el hígado sino por el daño cerebral que
produce.
La ingesta de alcohol afecta al desarrollo del cerebro adolescente
El alcohol es la droga psicoactiva más utilizada entre los jóvenes y
su consumo excesivo representa un grave problema para la salud con
efectos que pueden ser irreversibles a largo plazo.
El cerebro se desarrolla en los humanos de un modo progresivo, y es
precisamente en la etapa adolescente cuando ocurren cambios más
trascendentales.
El consumo de alcohol puede producirse de forma crónica mantenida o
bien ocurrir su consumo excesivo de una manera episódica. Estos patrones
de consumo de alcohol entre los jóvenes son bien reconocidos, aunque es
más frecuente la ingesta excesiva en forma incidental. Con el consumo
episódico se elevan bruscamente los niveles de alcohol en sangre, hasta
límites que se consideran tóxicos. El cerebro adolescente es muy
susceptible a los efectos perjudiciales del alcohol, ya que en este
período de la vida se dan unos cambios en la maduración y el desarrollo
cerebral, como son: una mayor mielinización, más conectividad funcional y
más plasticidad del hipocampo.
En los países europeos, los jóvenes entre los 16-18 años, van a tener
permiso para comprar y beber alcohol, pero en general aún no están
preparados, no tienen experiencia ni cargas de responsabilidad como los
adultos. Se han realizado estudios donde se observa como se lleva a cabo
la ingesta de grandes cantidades de alcohol, es más frecuente los
sábados y viernes por la noche, generalmente porque los jóvenes salen y
no tienen responsabilidades laborales o de estudio al día siguiente y es
habitual que beban en privado antes de salir (“beber antes de beber”).
Suelen acelerar el ritmo de la bebida (es decir, aumentan el número de
bebidas consumidas por hora); lo cual no es accidental sino que es lo
que buscan: tener emociones, divertirse y sentir los efectos del
alcohol. La ingesta masiva ocurre predominantemente fuera del hogar,
principalmente en bares, pubs, discotecas o en eventos especiales y
festivales; y a menudo acaba con lesiones intencionales o no
intencionales así como con otras consecuencias agudas, que son los
principales factores de riesgo de mortalidad y morbilidad en este grupo
de edad. Las estrategias de prevención para ser eficaces deberían
reducir las oportunidades de consumir alcohol en exceso, así como
estrategias para reducir sus consecuencias perjudiciales.
En el cerebro adolescente se producen importantes cambios en su
desarrollo a nivel neuroquímico y en la composición del tejido cerebral.
Gracias a los avances en neuroimagen el curso de estos procesos de
maduración se está analizando con mayor especificidad e indican
reducciones de volumen de la materia gris y el fallo en el desarrollo
progresivo de la sustancia blanca en determinadas regiones cerebrales
que se sabe que rigen la cognición y el comportamiento complejo.
Además, se ha de tener en cuenta que al afectarse el desarrollo de
nuevos circuitos fronto-subcorticales, la maduración de la región
prefrontal y de los sistemas límbicos, notables durante la adolescencia
puede hacer que los jóvenes sean más vulnerables a determinados
comportamientos de riesgo, como sería el ser más permisivos con el uso
de sustancias tóxicas. De hecho, una borrachera por consumo de alcohol y
el uso concomitante de marihuana es común en la adolescencia, y se
asocia con efectos neurales indeseables y que pueden ser irreversibles.
El desarrollo del cerebro adolescente, tiene unas características
únicas, en especial aspectos que predisponen a las personas a buscar
recompensas y a tomar decisiones arriesgadas en esta fase de la vida.
Los hallazgos científicos en este campo subrayan la importancia de
los resultados de las investigaciones, y la necesidad de informar de los
efectos del alcohol en el cerebro adolescente así como de diseñar
intervenciones para informar y prevenir.
Los estudios evidencian que la exposición a niveles tóxicos de
alcohol durante la adolescencia produce daños cerebrales permanentes.
La “plasticidad” es una capacidad del cerebro, la cual permite
modificar sus estructuras al acceder al aprendizaje de cosas nuevas.
Durante los picos de plasticidad, el cerebro crea nuevas conexiones
neuronales que serán clave para el futuro, cruciales para conectarnos y
convertirnos en adultos en pleno funcionamiento.
El consumo de alcohol durante el período de plasticidad
máxima daña seriamente los “enlaces
cerebrales”.
El alcohol lesiona específicamente dos áreas del
cerebro que durante la adolescencia presentan cambios importantes:
- El hipocampo, encargado de activarse en las tareas
de la memoria y del aprendizaje, sufre el peor daño. Aquellos que beben
más y durante más tiempo tienen hipocampos significativamente más
pequeños (hasta un 10% más pequeños).
- El área prefrontal es donde tienen lugar la mayoría
de los cambios durante la adolescencia; el consumo de alcohol en los
adolescentes podría causar cambios graves, que afectarían la formación
de la personalidad y del comportamiento de los adultos.
Por lo tanto, las personas jóvenes deberían conocer los
graves riesgos a los que se exponen. Deberían evitar el alcohol, o bien
beber en pequeña cantidad y que no sea regularmente. Sin embargo, la
evidencia indica claramente que lo mejor sería no beber en absoluto.
En las imágenes cerebrales se muestra el posible impacto que el alcohol puede tener en el cerebro del adolescente.
En la primera se muestra a un no bebedor de 15 años: el rosa y el
naranja indican actividad saludable y normal, particularmente en el área
prefrontal y el hipocampo.
En la de abajo se muestra a un bebedor crónico de 15
años: con poca o ninguna actividad en las áreas clave del
cerebro.
Los efectos del alcohol son diferentes en el cerebro de un adulto y en el de un adolescente
Para una cantidad dada de alcohol, los adolescentes son más
susceptibles que los adultos a algunos efectos, por ejemplo, a los
efectos relacionados con la memoria y el aprendizaje y son menos
propensos a verse afectados por los efectos sedantes causados por el
alcohol.
Diferentes efectos:
Pérdida temporal de memoria
Es probable que los más jóvenes, en un episodio dado no recuerden
nada, experimenten un fallo total de memoria, sin posibilidad de
recuperación debido a los efectos de las altas concentraciones de
alcohol en los centros cerebrales relacionados con la memoria (especialmente el hipocampo), lo cual es poco común en adultos.
Diferentes efectos: sedación
Los jóvenes podrían estar bebiendo durante más
tiempo que los adultos debido a que son menos susceptibles al efecto de
sedación.
El mecanismo cerebral de este efecto no se conoce totalmente, es
probable que se relacione con los receptores GABA, puesto que el sistema
GABA está implicado en los efectos sedantes y motores del alcohol.
Los niveles finales de los receptores de GABA no se alcanzan hasta la
edad adulta temprana: los adolescentes tienen menos receptores de GABA
en los que el alcohol podría actuar. Así al llegar a cierta edad (es
decir, a los 20 años), simplemente no puede beber del modo en que solía
hacerlo.
¿Implicaciones importantes para los jóvenes?
Las investigaciones muestran que los jóvenes podrían beber más
alcohol sin notar efectos sedantes pero pueden sufrir “pérdidas
temporales de memoria” lo cual aumenta el riesgo de ciertas acciones
delictivas, en otras en mujeres jóvenes (mayores riesgos de asalto
sexual, en hombres jóvenes), robos y violencia.
¿Cómo se podría responder a esto? ¿Qué podría hacer la escuela, para
reaccionar a las últimas investigaciones de una forma realista?
Parece ser que no es posible evitar que los jóvenes prueben el
alcohol, pero se deberían prevenir los daños a corto y largo plazo e
informar.
Los hallazgos de los investigadores sugieren que son precisos más
esfuerzos dirigidos a apoyar y educar a los padres mediante mensajes
positivos sobre cómo pueden influir en el comportamiento de su hijo y
enfatizar la importancia de la propia bebida de los padres y lo que sus
hijos ven y piensan acerca de esto.
Las escuelas también deberían ser un canal de información, recibiendo
mensajes específicos y actualizados para que los padres fomenten
acciones en los momentos críticos del desarrollo de sus hijos.
En las escuelas se debería comentar y criticar las percepciones
incorrectas y los falsos mitos sobre el consumo excesivo de alcohol por
parte de grupos de jóvenes y lanzar normas sociales positivas: “no todos
lo hacen”.
Se ha de reconocer que no podemos vacunar a nuestros niños contra el
posible uso de drogas; sin embargo, podemos desarrollar su capacidad de
reacción si entran en contacto con el alcohol u otras drogas, o si han
de afrontar otro contratiempo, podrán así estar preparados,
‘recuperarse’, o bien proceder con éxito y con el mínimo de problemas
posible.
¿Qué información tienen los jóvenes sobre el alcohol?
Muchas de las formas en que actualmente los jóvenes cuidan a los
amigos borrachos se basan en la mitología: no se les ha dado la
información que necesitan, por lo que la inventan ellos mismos,
basándose en chismes y rumores, por ejemplo: alimentarlos con pan (dicen
que absorbe el alcohol); ponerlos bajo una ducha de agua fría (para
estimularles), darles agua o café (dicen que diluye el alcohol). Ninguno
de estos remedios funciona y, en casos extremos, pueden matar.
Reducción del alcohol y sus daños en el entorno escolar
Se ha de reconocer que la información que se les proporciona
actualmente no es útil y que existen lagunas en su conocimiento que se
deberían resolver para evitar más daños. Es importante darles
precozmente mensajes de prevención, y que no haya consecuencias
negativas involuntarias.
¿Cómo proporcionar la información para reducción de daños sin tolerar el uso?
La información sobre la reducción de los daños relacionados con el
alcohol debe enfocarse en consejos prácticos, por ejemplo: sobre cómo
cuidar a alguien que está borracho. ¿Saben qué hacer si se necesita
pedir ayuda?
Es importante quedarse con su amigo, nunca dejarlos solos,
controlarlos, tranquilizarlos, mantenerlos cómodos, y si se tienen
dudas, pedir ayuda al teléfono internacional de emergencias 112.
Conclusiones
- El cerebro adolescente es diferente de un cerebro adulto.
- Los mensajes que reciben los adolescentes deben ser apropiados para
su edad y ser significativos para ellos. No necesariamente van a tener
en cuenta los mensajes sobre los riesgos: las recompensas son demasiado
grandes.
- El alcohol y el cerebro en desarrollo no van juntos: el mensaje
ha de ser demora, demora… al máximo la ingesta de alcohol.
- La información sobre la reducción de los daños causados por el
alcohol, ha de ser práctica; se han de involucrar en el cuidado de los
amigos, recordar que lo que ellos creen que “no les va a pasar” puede
ocurrir y en ocasiones precisarán llamar a una ambulancia o al teléfono
112 (código internacional de emergencias).
https://asscat-hepatitis.org/exposicion-al-alcohol-en-la-adolescencia-y-danos-cerebrales/
-III-
Revelan imágenes de cómo la cocaína "come" el cerebro de un adicto
Las
imágenes muestran cómo la droga puede "carcomer" el cerebro de un
consumidor, dejándolo con discapacidades y, en el peor de los casos,
muerto
31 de julio de 2019
Las imágenes del cerebro muestran una disminución
en los receptores de dopamina (D2) en el cerebro de una persona adicta a
la cocaína en comparación con una persona que no consume drogas
Las imágenes del cerebro obtenidas a través de estudios de resonancia
magnética de un consumidor habitual de cocaína revelan el daño que la
droga puede causar con el tiempo.
El paciente no identificado fue diagnosticado con una condición rara
llamada leucoencefalopatía tóxica inducida por cocaína después de abusar
regularmente durante años.
Los estudios fueron efectuados en el hospital de Msida, de Malta. Según
los profesionales que atendieron al paciente, se trata de un hombre de
45 años que estaba confundido y se comportaba de manera extraña, antes
de que los médicos se dieran cuenta de que padecía leucoencefalopatía
tóxica inducida por cocaína.
El doctor Ylenia Abdilla, que trató al hombre no identificado, explicó:
"Es un trastorno raro que puede causar una discapacidad significativa.
Este estudio de caso está destinado a aumentar la conciencia de esta
condición".
Y agregó: "El pronóstico generalmente es malo y puede ser rápidamente
mortal; sin embargo, algunos casos raros se recuperan por completo, como
se ve en este informe de caso".
Según precisa el diario británico The Sun,
Abdilla y sus colegas del Hospital Mater Dei en Malta, trataron al
hombre tres días después de haber tomado cocaína por última vez. Durante
su ingreso notaron que sus pupilas estaban dilatadas y "enérgicamente
reactivas a la luz", y que el paciente "no cooperaba, no podía realizar
tareas simples y no seguía las órdenes".
Abdilla envió a su
paciente para una resonancia magnética en su cerebro, que
reveló daños en la sustancia blanca en el cerebro.
"La leucoencefalopatía tóxica inducida por cocaína puede presentarse de
varias maneras diferentes. Estos incluyen un nivel alterado de
conciencia, confusión, lenguaje alterado, visión alterada, fiebre o
espasticidad", indicó el galeno.
Y agregó: "El pronóstico es malo: la afección progresa rápidamente y
con frecuencia conduce a la muerte. Raramente se ha informado que
resulte en una recuperación completa, como en nuestro caso".
Tratamiento y recuperación
Los médicos trataron al hombre, dándole esteroides, un intercambio de
plasma y anticuerpos. Fue trasladado a un centro de rehabilitación,
donde mostró signos de mejora.
Después de cuatro meses, caminaba de manera independiente y se
enfrentaba a la mayoría de los aspectos de la vida diaria. El paciente
fue tratado por ansiedad y logró evitar las drogas, lo que significa que
se le permitió regresar a su hogar un mes después.
Un año después de ser ingresado en el hospital, el hombre regresó para
un seguimiento. No había usado drogas durante un año, y aunque su
escáner cerebral aún mostraba "cambios persistentes en la materia
blanca", las pruebas neurológicas eran normales.
Según precisa el Instituto de Abuso de Drogas de EEUU, la cocaína es
una droga extremadamente adictiva, es muy difícil que una persona que la
pruebe pueda predecir o controlar hasta dónde continuará deseándola o
consumiéndola.
Asimismo, si la persona se vuelve adicta, el riesgo de recaídas es alto
aún después de períodos largos de abstinencia. De acuerdo con algunos
estudios recientes, durante períodos de abstinencia del uso de cocaína,
el recuerdo de la euforia asociado con su uso, o solamente una
referencia a la droga, puede disparar un deseo incontrolable de
consumirla y terminar en una recaída.
El consumo de cocaína puede causar problemas de salud mental como
ansiedad y paranoia, mientras que los médicos han relacionado el aumento
de la cocaína barata y potente con un aumento en las tasas de suicidio.
Según las últimas investigaciones médicas a nivel mundial, la cocaína
altera las funciones cerebrales y modifica la estructura del propio
órgano. Estas 'modificaciones' provocan, por ejemplo, que el cerebro de
los consumidores no detecte las consecuencias adversas de su propio
comportamiento.
Aparte de las anomalías, también detectaron que en la materia gris se
refuerza el circuito de recompensa mientras que baja el tamaño de la
materia blanca fuera del área de recompensa. Esto significa que
aparecerían reforzadas las estructuras que tratan la gratificación en
detrimento de las áreas que controlan procesos cognitivos como son la
regulación de la propia conducta y la atención.
Este hallazgo nos explica por qué la gente no cesa en el consumo y
tiene tantas recaídas. No es por falta de fuerza de voluntad, sino que
la estructura cerebral ha cambiado.
https://www.infobae.com/salud/2019/07/31/revelan-imagenes-de-como-la-cocaina-come-el-cerebro-de-un-adicto/
Amiga, Amigo:
Queda
este escrito como voz de alerta sobre un tema que debiera ser de prioridad
nacional y mundial, para ello varios artículos sobre la
drogadicción – alcoholismo y sus nefastos efectos en el cerebro y organismo a
edad cada vez más juvenil en donde el daño cerebral e irreversible es mayor,
acá he dejado para reiterar este drama que es mundial, afectando a millones de
personas con hogares deteriorados al tener un drogadicto o un traficante en la
familia y en donde uno ve la enorme cantidad de droga que a diario es
decomisada, la cantidad de traficantes que son detenidos y, TODO SIGUE IGUAL,
pues es tanto el consumo INEXPLICABLE en todo orden social y económico y la
multimillonaria ganancia de los traficantes que por lógica el tráfico continúa
y da que pensar hasta qué niveles su protección por el dinero alcanza. Es como
para decir que detrás de máscaras sociales del poder político, religioso,
judicial, iniciático… el "El becerro de oro" está muy activo. De
alguna manera tendrá que venir una limpieza cósmica de esta maligna
contaminante mugre… … … Ya lo verán, ya lo verán pues la LUZ diluye las tinieblas y la LUZ llegará.
Epílogo:
Cuántico Epitafio
A los señores narcotraficantes de la producción, elaboración y tráfico
de la Droga:
Los responsables:
Que millones de inocentes jóvenes desorientados caigan en la Drogadicción
y deambulen por la vida con un cerebro dañado con déficit de manifestación mental
por vuestra acción o indiferente justificación de
otros del poder:
Duro Karma habéis adquirido. Karma que deberá ser ajustado.
Rogad para que en vuestra próxima encarnación "de ajuste"
no os hagan hipnosis regresiva para así no tener
que maldecir al que ahora sois.
Lectora, Lector:
No tengo ni uso las redes sociales.
Si podéis os agradecería que el Epílogo con su Cuántico Epitafio
pudierais viralizarlo.
Fraternalmente:
Dr. Iván Seperiza Pasquali
Quilpué, Chile
Septiembre de 2019
Portal
MUNDO MEJOR: http://www.mundomejorchile.com/
Correo
electrónico: isp2002@vtr.net