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Proemio


¿Cómo todavía no se dieron cuenta de que el futuro está heredado de este presente y que el presenta está preñado de futuro?
Dr. Facundo Manes

En lo físico pregunto ¿qué nos hace humanos y nos diferencia de los otros seres vivos?, lo recalco tan solo en lo físico. Hay un CÓDIGO que así lo establece. Para que ese código sea y funcione se requiere de lo sutil que está más allá del límite de la ciencia humana. Para muchos todo reside en el cerebro, allí estaría todo además del ADN y código genético. Para nada concuerdo con ese paradigma de pensamiento. Somos una triada de Alma - Mente - Cerebro. En donde este maravilloso ADN, código genético y cerebro humano le permite a la mente manifestarse, siendo el cerebro el computador biológico que la mente rige y, a su vez, la mente el computador sutil del alma. La energía del alma la recibe el subconsciente mental que al administrarla nos permite ser y vivir. El alma antes de uno encarnar da forma a la mente con las directrices del Karma a ajustar por lo no cumplido en la anterior encarnación y el conjunto del complejo hilo conductor para que cada uno en su libre albedrío manifieste lo que alma requiere en este plano lograr y para ello es fundamental el ADN y el código genético que cada uno tiene incorporado. Es un tema muy complejo, más complejo sería explicar y graficar cómo es y actúa el ADN y su conjunto o código genético, pero se trata de un tema que estimo necesario recordar dado los tiempos de cambio acelerado que vivimos.

Creo que en mi existencia hay un misterio fundamental -el alma- que trasciende toda explicación biológica del desarrollo de mi cuerpo, con su herencia genética y su origen evolutivo. Si digo que la peculiaridad del ser humano no se deriva del código genético ni de la experiencia, entonces, ¿de qué se deriva? Mi respuesta es la siguiente: Se trata de una creación divina. Cada ser humano es una creación divina.
Sir John Eccles

Sir Frederick Hoyle (1915-2001), astrónomo y matemático inglés fue quien demolió la casualidad y azar materialista usando lo lógica del cálculo de probabilidad de la Ciencia Estadística con sabiduría y sentido común al decirnos que:

Cualquiera familiarizado con el cubo de Rubik [cubo constituido por cubitos más pequeños con seis colores diferentes; el juego consiste en que todos los cubos de cada una de las seis caras queden con el mismo color] admitirá que es casi imposible que un ciego que moviese las caras al azar resolviese el juego. Ahora imagínese 1050 ciegos, cada uno con un cubo de Rubik con sus colores mezclados, e intente concebir la probabilidad de que simultáneamente todos ellos resolvieran el juego. Entonces uno tendría la probabilidad de arribar, por mezcla al azar a uno solo de los muchos biopolímeros [grandes moléculas, como los ácidos nucleicos ADN y ARN, o las proteínas] de los cuales depende la vida. La noción de que no solamente los biopolímeros sino además el programa operativo de una célula viva, pudiese lograrse por azar en una "sopa" orgánica primordial aquí en la tierra es evidentemente un extremadísimo disparate.

Uno debe contemplar no solamente un único suceso para obtener una enzima, sino un número inmenso de intentos como los que se supone ocurrieron en una sopa orgánica tempranamente durante el desarrollo de la Tierra. El problema es que hay cerca de dos mil enzimas, y la probabilidad de obtenerlas todas en un ensayo al azar es de solamente 1 en (10 20) 2.000 o 1 dividido 10 40.000, una probabilidad ridículamente pequeña que difícilmente ocurriría aunque todo el universo fuese una sopa orgánica.

Una célula es tan compleja que incluso el alto nivel de tecnología obtenido por la humanidad no puede producir una de ellas. Ningún esfuerzo por crear una célula artificial ha tenido éxito. En realidad, muchos intentos en tal sentido han logrado solamente la frustración y fueron abandonados.

Los evolucionistas confiesan que la probabilidad de que los átomos y las moléculas apropiadas se juntaran debidamente para formar tan solo una molécula proteínica sencilla es de 1 en 10 a la 113, este número es mayor que la cantidad total de átomos que se calcula para todo el universo. Los matemáticos consideran que cualquier suceso que tenga una probabilidad de ocurrir de menos de 1 en 10 a la 50 nunca sucede. Para la vida se necesita mas que una simple molécula de proteína; tan solo para que una célula se mantenga activa se necesitan 2.000 diferentes proteínas, y la probabilidad de que todas ellas se presenten al azar es de solo 1 en 10 a la 40.000. Este calculo desestima la afirmación de la creación espontánea.

La teoría de la evolución pretende que este sistema (el de la célula) --que el género humano no pudo reproducir con toda la inteligencia, conocimiento y tecnología a su disposición-- pasó a existir fortuitamente bajo las condiciones de la Tierra primitiva. Para hacernos una mejor idea de ello, podemos decir que la probabilidad de que una célula se forme de manera casual es tan mínima como la posibilidad de que un libro sea impreso por medio de una explosión que ocurra en una imprenta.

Es imposible que el ADN evolucionara y se formara de una forma casual. Si en un hangar esparcimos por el suelo todas las piezas desmontables, tornillo a tornillo, de un Boeing 747 y en un momento dado cruza un tifón, ¿Cuál será la probabilidad de que después nos encontremos allí el avión completamente rearmado y listo para volar?". Tiene la misma probabilidad -o incluso mayor- de la que el ADN se formase de manera casual.

La posibilidad de que los aminoácidos de una célula humana se puedan unir al azar, es matemáticamente absurda. La falta de credibilidad de la casualidad es matemáticamente demostrable con esta analogía: ¿Cuáles son las posibilidades de que un tornado que pase por un lote de basura que tiene todas las partes de un avión, accidentalmente se junten y creen otro avión listo para despegar? Las posibilidades son tan remotas e insignificantes incluso si un tornado pasara por todos los lotes de basura del universo. O es tan improbable que una proteína de hemoglobina, con sus 141 aminoácidos, sea formada de una sola vez por selección como el que un huracán que arrasara un desguace de chatarra ensamblara un avión Boeing 747. Esto significa que no es posible que la célula pase a existir por medio de coincidencias, y por lo tanto, de modo definido, tiene que haber sido "creada". En realidad una teoría así (que la vida fue montada o convocada por una inteligencia) es tan obvia que uno se asombra de porqué no es ampliamente aceptada como algo autoevidente. Las razones son psicológicas antes que científicas. La materia no puede generar vida por sí misma, sin una interferencia deliberada: Si hubo un principio básico de la materia que de alguna manera condujo a los sistemas orgánicos hacia la vida, su existencia debería ser fácilmente demostrable en el laboratorio. Por ejemplo, uno podría tomar una bañera donde preparar el caldo primitivo, llenarla con cualquiera de los elementos químicos de naturaleza no biológica que le plazca. Después se puede bombear los distintos gases que más le guste sobre esos elementos químicos, o a través de ellos, e irradiar todo con el tipo de radiación que se le ocurra. Dejemos a continuación que el experimento prosiga durante un año y veamos después cuántas de las 2 mil enzimas (proteínas producidas por células vivas) han aparecido allí. Yo le daré la respuesta, así ahorra el tiempo, los problemas y los gastos para hacer el experimento. No encontrará nada en absoluto, excepto, posiblemente, un sedimento aglutinado compuesto de aminoácidos y otros elementos químicos orgánicos simples. Al observar el universo, uno debe darse cuenta de que es una estructura intelectual.

La verdaderamente desesperante situación en que nos encontramos es que aquí estamos, en este fantástico universo, sin ninguna pista que nos conduzca a pensar que nuestra existencia tiene un significado real. La vida no puede haberse producido por casualidad. Hay una Inteligencia coexistente con el universo y esta Inteligencia y el Universo se necesitan mutuamente.

La ciencia moderna se basa en la idea de un universo geocéntrico, dogma que adquirió forma alrededor del año 500.  Es una "caja cerrada" en la cual nada de lo que suceda aquí en la Tierra puede tener ninguna relación concebible con los eventos del universo, fuera de la Tierra, salvo, por supuesto, el calor benéfico que recibimos del Sol. Si la "caja cerrada" es, metafóricamente, un marco de pensamiento sectorial y estrecho, no ofrece el mejor medio para resolver cuestiones de ninguna índole. En última instancia, esta forma de pensar nos aísla de toda influencia externa; tiene que ver con un prejuicio egocéntrico. La propensión humana a pensar de este modo no sólo causa estragos en el campo de la ciencia; su influencia perniciosa se hace sentir en toda nuestra visión del mundo. El sesgo geocentrista que impregna gran parte de la ciencia moderna tiene mucho que ver con el antropocentrismo y en el etnocentrismo que caracterizan la civilización moderna. Todas estas perspectivas derivan del mismo modelo: la "caja cerrada". Esta mentalidad podría aligerarse, mediante un enfoque de la vida y del universo más cercano a la "caja abierta".

Pongo en duda una evolución basada en mutaciones y reproducción sexual. Los registros fósiles no muestran una transformación gradual de las especies como se podría esperar de una visión darwinista, sino bruscos saltos. Los requisitos para la creación de una nueva característica en una población son:
- aparece una mutación en la reproducción
- la mutación produce una ventaja al individuo
- el individuo es capaz de aprovechar dicha ventaja y tener una mayor descendencia debido a ello - la mutación se transmite a la descendencia.

Frecuentemente los biólogos dicen a puerta cerrada: "Admito que sus puntos de vista (Los de Hoyle) coinciden con los hechos, puesto que estos pueden ser más lógicos y concluyentes que la teoría habitual, pero no puedo aceptar esta revolución en mi pensamiento, la cual ocurriría de inmediato si captara tan solo uno de sus pensamientos."

Que cada uno medite lo que Hoyle señala y luego piense si TODO en los universos es fruto del casual azar o acción de una Cósmica Causalidad. Estoy entre los que postulan una CAUSALIDAD de VIDA y parte de esta causalidad o razón de ser como somos está en nuestro personal, específico y único CÓDIGO DE VIDA con su complejo ADN.



Desarrollo

El ADN es a la vida lo que las letras a los libros; son las pequeñas piezas que conformadas de una o otra manera determinan a los seres vivos en el primer caso, y sus historias en el segundo.


a)

La física cuántica y la computacional permiten ver propiedades del ácido desoxirribonucleico (ADN) que, a nivel experimental, son difíciles de apreciar, como las huellas vibracionales de las unidades nucleicas que integran la molécula de la vida. Ningún otro polímero tiene estas características necesarias para crear vida. Es tan versátil que pensamos que es universal, con alta probabilidad de haber sido creado fuera de la Tierra.
Rubén Santamaría


Nuestro ADN es menos humano de lo que pensábamos
Así lo afirma un nuevo estudio de las universidades de Tufts y de Michigan
22 de marzo de 2016
Un total de 19 nuevos segmentos de ADN no humano que infectaron a nuestros antepasados cientos de miles de años atrás han sido descubiertos en nuestros propios genes. Y uno de ellos, que estaría presente en un 0,02% de la población, es un virus completo, aunque todavía no se sabe si puede reproducirse. El estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences , también confirmó la existencia de otros 17 segmentos que los científicos habían señalado en años anteriores. Con esto el total de ADN de virus que forma parte de nuestro genoma, asciende a un 8%.
Estos se han transmitido durante generaciones desde tiempos remotos y así ha llegado hasta nosotros. En algunos casos, las secuencias han sido adoptadas porque cumplen un propósito útil. Uno de ellos, por ejemplo ayuda a que las mujeres embarazadas construyan una capa de células en torno al feto en desarrollo para protegerlo de toxinas en la sangre de la madre. Pero podría haber otros que no sean tan buenos compañeros de viaje evolutivos.
“Muchos estudios han tratado de vincular los retrovirus endógenos humanos, o HERVs con el cáncer y otras enfermedades – explica Zachary H. Williams, de la Universidad Tufts y co autor del estudio –, pero la gran dificultad ha sido que hasta ahora no los hemos encontrado a todos. Una gran cantidad de los segmentos más interesantes se encuentran sólo en un pequeño porcentaje de personas, lo que significa que es necesario examinar un gran número de genomas para encontrarlos”.
El estudio se centró en el ADN de gente de todo el mundo, incluyendo un gran número de África, donde los ancestros de los humanos modernos se originaron antes de migrar por todo el planeta. Los HERVs son parte del mismo tipo de virus que incluye el virus de inmunodeficiencia humana moderna, que causa el SIDA. En este caso en particular el virus, hallado en el cromosoma X, “nos permitirá estudiar una epidemia viral que tuvo lugar hace mucho tiempo” señala otro de los autores, John Coffin – .Esta investigación proporciona información importante necesaria para la comprensión de cómo los retrovirus y los seres humanos han evolucionado juntos en tiempos relativamente recientes.”
Catalogar todas las inserciones de HERVs en humanos requerirá aún más tiempo, pero aunque su presencia en nuestro genoma puede ser rara, el impacto en nuestra salud podría no serlo.
https://www.quo.es/ciencia/a55134/nuestro-adn-es-menos-humano-de-lo-que-pensabamos/


Reflexiones sobre el ADN y su influencia en la Biología moderna
18 de mayo de 2018
  1. El Día del ADN
La comunidad científica internacional ha instituido el Día del ADN. Pero ¿por qué se asigna un día en el año para celebrar a una molécula? ¿Qué tiene esta macromolécula para merecer tanta atención en todo el mundo? El Día mundial del ADN se celebra el 25 abril por una razón histórica: el descubrimiento de la estructura del ADN que tuvo lugar en abril de 1953, es decir hace 68 años; hecho de especial trascendencia porque fue uno de los descubrimientos más importantes del siglo XX tanto para el ser humano como para la sociedad.
El ADN (ácido desoxirribonucléico) almacena y transmite la información genética en todos los seres vivientes. Este conocimiento se originó de las investigaciones de Oswald Avery y colaboradores, quienes en 1944 llegaron a la conclusión de que la información genética está contenida en la molécula de ADN. Empero, fue la revelación de su estructura efectuada por James Watson, Francis Crick y Maurice Wilkins en 1953, el acontecimiento que transformó a las ciencias de la vida. 
El descubrimiento de la estructura del ADN tuvo marcada influencia en la Biología moderna porque marcó el nacimiento de la Biología molecular, Genética molecular y de la genómica en sus diversas expresiones. Además abrió la puerta a la ingeniería genética y a la biotecnología actual con sus aplicaciones en medicina y la industria de alimentos.
El tema del ADN fue el centro de las discusiones en el ámbito académico mundial desde donde trascendió a través de las instituciones de educación y de los medios de comunicación, a todos los espacios culturales y sociales. Por ello, al recordar el trascendental descubrimiento en universidades y centros de investigación, se efectuaron eventos académicos para el analizar el desarrollo de la biología en la segunda mitad del siglo pasado y las primeras décadas del presente. A continuación trataremos de resumir algunos aspectos de especial relevancia.
  1. Estructura y propiedades
El ADN es una macromolécula comparable a una escalera en espiral que formada por dos cadenas complementarias en forma de hélice, cuya estructura externa es una sucesión de moléculas de azúcar (la desoxirribosa, de ahí su nombre), alternando con grupos fosfato; entre las dos cadenas se ubican las bases nitrogenadas: adenina A, timina T, guanina G, y citosina C, a manera de peldaños de la “escalera”.
Producto de la evolución molecular en los albores de la vida en la Tierra, el ADN tiene una composición química y una arquitectura molecular muy particular, lo que le confiere características especiales, como son: la especificidad que deriva de la secuencia de las bases nitrogenadas: adenina, timina, guanina, y citosina; la mutabilidad debido a cualquier cambio en el orden de las mencionadas bases; la replicabilidad o capacidad de autoduplicarse en virtud del ensamblaje de una nueva cadena sobre las preexistentes que le sirven de molde, y, la transcripción en ácido ribonucléico mensajero ARNm y la traducción en la síntesis de proteínas estructurales y enzimas que son indispensables para la construcción y funcionamiento de todo ser viviente. 
En organismos sencillos como las bacterias el ADN se encuentra formando un anillo, en cambio en los organismos superiores el ADN se encuentra constituyendo estructuras complejas: los cromosomas que contienen a los genes ordenados en forma lineal en cada cromosoma. (En la especie son 23 pares de cromosomas).
El ADN alcanzó la estructura de doble hélice como resultado de un proceso de selección molecular. La presencia de las dos cadenas da mayor estabilidad a la molécula, facilita su reparación - cuando se altera por efecto de las radiaciones ultravioletas y otros factores mutagénicos-, asegura la duplicación en dos moléculas gemelas en el proceso previo a la división celular y la consiguiente transmisión de la información genética a la descendencia.
El ADN con excepcional fidelidad almacena y transmite la información genética; es estable pero a la vez experimenta mutaciones o cambios -que son la materia prima para variabilidad genética y la selección natural-. Apareció en un período temprano en la evolución de la vida y se ha conservado como tal a través de millones de años mantenido la unidad y la continuidad de la vida en la Tierra. La molécula de ADN es por sí misma una maravilla de la evolución; la arquitectura de la molécula (en forma de doble hélice) tiene gran belleza estética; se ha convertido en el símbolo de la biología moderna.
  1. Alfabeto de la vida”
Se afirma que el ADN es el “alfabeto” en el que está escrito el “libro de la vida”. Mientras nuestro alfabeto tiene 26 letras, el alfabeto genético tiene apenas cuatro letras A, T, G, C que corresponden a las cuatro bases nitrogenadas del ADN, con las cuales se forman tripletes (o palabras de tres letras que tienen un significado propio). Esta similitud con el español - o con cualquier otro idioma- es útil para expresar el lenguaje genético y transmitir su significado. Así como una oración expresa una idea o un mensaje, el lenguaje del ADN contiene y transmite una instrucción o la orden para elaborar un producto como es una molécula ARN o una proteína.
El trabajo de los genetistas y biólogos moleculares se concretó a “deletrear” el ADN, es decir a secuenciar el orden de las bases nitrogenadas ATGCTGCAAGTCTGCA…lo que es equivalente a deletrear una palabra como lo hace un niño y entender su estructura y su significado; formidable tarea que llevó muchos años de investigación hasta que se logró descifrar el código genético.
Con este avance al parecer se llegó a saber todo lo que les interesaba a los biólogos moleculares; pero la investigación continuó y los resultados fueron sorprendentes: el ADN no solo es una “molécula clave de la vida” sino que contiene información relevante sobre la “historia en la vida en la Tierra”. La existencia de todo ser viviente depende en último término del ADN (o de ARN); pues en su estructura molecular está contenido el programa (o el plano) sobre la constitución de una bacteria, una planta, un ave o un ser humano, y también ha permitido rastrear la historia de la vida a través del tiempo.

4. Hechos esenciales en el estudio del ADN y de su función
 
Aparte del conocimiento de la estructura del ADN es esencial el conocimiento de los mecanismos a través de los cuales expresan la información genética: Transcripción de la información del ADN al ARN y traducción del código genético contenido en el ARN para la síntesis de proteínas estructurales para constituir las células de todo ser vivo; así se explica la constitución y el funcionamiento de los organismos en el nivel molecular.
Pronto se desarrolló de la técnica del ADN recombinante que es “la combinación artificial de hebras de ADN distintas en una configuración que no existe en la naturaleza, para dar lugar a una disposición con nuevas propiedades”. Esto significa en términos simples: copiar, cortar y pegar la información molecular contenida en el ADN con objetivos específicos, lo cual dio origen la biotecnología moderna, los organismos genéticamente modificados o transgénicos, la edición de genes…
Dado que la información genética del ADN está contenida en la sucesión de las bases nitrogenadas A, T, G, C fue necesario determinar el orden en el que se disponen dichas moléculas (lo que se conoce como la secuenciación del ADN). Esto se inició con el Proyecto Genoma Humano cuyo borrador fuera publicado el año 2003 y dio nacimiento a la ciencia de la genómica y sus derivaciones: proteómica, metabolómica, nutrigenómica y otras. Una verdadera revolución del conocimiento y el pensamiento biológico. A manera de ejemplo se puede anotar el efecto de la aplicación de la genética molecular en la sistemática moderna que ha llevado a la revisión de la clasificación taxonómica y a la reconstrucción de los árboles evolutivos.
  1. La revolución del ADN y sus implicaciones
J. Meddox, ex-editor de la revista Nature al referirse a las revoluciones científicas del siglo pasado, expresó que la teoría especial de la relatividad, la mecánica cuántica y el descubrimiento de la estructura del ADN constituyen los acontecimientos más relevantes para la ciencia en siglo pasado.
Las dos primeras corresponden a la física y la tercera a la biología. Las tres produjeron grandes cambios en la concepción de mundo y en la relación de ser humano con el entorno; pero la revolución del ADN abrió un campo de dimensiones nunca antes imaginadas, que se concretó en el conocimiento de los seres vivos en el nivel molecular, los mecanismos íntimos de transmisión de la herencia, la identidad biológica humana, la estructura y funcionamiento de los genes, los genomas y la intervención en ellos con fines de investigación y aplicación práctica. Todo esto configuró la revolución del ADN que se enmarcan en los procesos científicos que denominó Thomas Kuhn: revoluciones científicas.
El ADN permitió entender la unidad y continuidad de la vida, ya que todos los seres viviente en el presente están constituidos de ADN en su estructura molecular última (solo algunos virus tienen ARN). Pero además con las técnicas modernas de recuperación del ADN de restos fósiles ha sido posible hallar el ADN antiguo, y, mediante las técnicas de Reacción en Cadena de la Polimerasa, PCR (por la siglas en inglés), ha sido posible obtener miles de copias y secuenciar su constitución con lo cual se compara el ADN antiguo con el extraído de parientes actuales, de ese modo se establece la relación de parentesco entre los seres vivientes actuales y los de épocas pasadas. Se pudo así establecer la relación evolutiva que existe entre todos los seres vivientes de la Tierra. Además, el conocimiento de la universalidad de código genético significó la prueba incontrovertible de la evolución y de la unidad de todos los seres vivos.
En el ámbito de la biología teórica y la filosofía de la biología cabe la siguiente reflexión. El surgimiento de la biología molecular imprimió una fuerte tendencia al reduccionismo en las investigaciones de los seres vivos, lo que, por cierto, enriqueció el conocimiento de la estructura y de la fisiología celular al nivel de su constitución molecular; empero eso no significó conocer realmente “el secreto de la vida”, “la clave de la vida”, “la fórmula para construir organismos y hasta al ser humano” como se expresara repetidamente, lo que ha sido calificado como reduccionismo simplista.
Se llegó al extremo del reduccionismo en la comprensión de la vida al decir que “por primera vez se disponía de las instrucciones necesarias para hacer un ser humano”. La afirmación además de ser falsa cae en el reduccionismo extremo que ha sido calificado de “irrazonable”. O, el científico que, al mostrar un disquete, afirmó: “pronto seré capaz de decirles que aquí hay un ser humano; yo mismo”. “Así como el ADN no contiene el secreto de la vida, tampoco el genoma humano revela cómo se produce el desarrollo y funcionamiento de una persona”. Se llegó al límite de la charlatanería y el engaño; y en ello cayeron algunos investigadores para hacer publicidad por intereses extraños a la ciencia. La vida no se reduce a las moléculas que constituyen el protoplasma ni a sus complejas reacciones químicas.
Frente a esta corriente reduccionista que dominó por muchos años, la investigación biológica actual se orienta a una aprehensión más integradora y global: la Biología sistémica. “Se abre, entonces, un nuevo paradigma en el estudio de los seres vivos, que agrega a la biología y química de la vida otras ramas de la ciencia como las matemáticas, la física teórica, la ingeniería y la computación”. Así ha comenzado a surgir la Biología sistémica con la fusión de varias ciencias y tecnologías modernas. En esta línea se halla la bioinformática que apareció a fines del siglo XX y se convirtió en una herramienta de extraordinaria utilidad para procesar gran cantidad de información biomolecular. 
En el marco de estas breves reflexiones es preciso puntualizar que el Proyecto Genoma Humano PGH tuvo un fuerte enfoque reduccionista y fue un gran éxito científico, pero también fue una frustración por las excesivas expectativas que se crearon en torno a él; lo que ha dado lugar a una revolución en la biología post-genómica. En años recientes la biología pone distancia de los excesos del reduccionismo y adopta enfoques sistémicos. De este espíritu nace Sistems Biology. 
En suma la biología experimentó una transformación radical desde 1953 cuando se reveló la estructura de la molécula de ADN y su autoduplicación e inició la biología molecular. Así se abrió una nueva era que revolucionó el conocimiento de los seres vivos y tuvo una fuerte incidencia en la sociedad. Pero, en los años recientes, con el surgimiento de la Biología sistémica se advierte el inicio de una nueva época en la ciencia de la vida, lo que exige una reflexión profunda en la filosofía de la ciencia y en la bioética.
https://www.alainet.org/es/articulo/192925


¿Cuál es la longitud del ADN?
El ADN no solo posee la información más preciada de nuestra existencia, sino que además luce una figura hermosa y fascinante, conocida como doble hélice. Esta está compuesta por cuatro moléculas que reciben el nombre de nucleótidos: Adenina, Citosina, Guanina y Timina. Todas ellas se entrelazan de manera reiterada, formando una larga cadena. Cuando dos de estas estructuras se unen mediante enlaces electrostáticos, nace el ADN que todos conocemos. No obstante, debemos recalcar que este no siempre se encarga de codificar nuestra información genética. Existen algunos sectores que carecen de dicha función. La unión de ambos grupos conforma el llamado genoma humano.
Tras numerosas investigaciones, desde el primer estudio oficial en el año 1977, en 2004 se publicó la secuencia definitiva del genoma humano, aportando datos sorprendentes. Nuestro ADN mide aproximadamente 3.200 millones de pares de base, divididos a su vez en 23 cromosomas. Mientras que cada célula independiente alcanza siempre los dos metros de largo. ¿Esto qué significa? Tras realizar multitud de cálculos y operaciones matemáticas, son muchos los expertos que han dado con una cifra colindante: el ADN de todo nuestro cuerpo posee una longitud de más de 100.000 millones de kilómetros. Una extensión que representada físicamente podría cubrir la distancia de la Tierra a la Luna unas 7.000 veces, y cuyo peso sería únicamente de 0,18 gramos.
Fuente: https://okdiario.com/curiosidades/longitud-adn-humano-1316649


b)
Genoma humano
Kornblihtt, Alberto
Biólogo, UBA. Doctor en Química, Fundación Campomar. Galardonado con los premios Konex de Platino en biología molecular y de Brillante como científico más destacado de la década 2003-2013.
Introducción. Todos los organismos vivos estamos compuestos por células. La información genética está contenida en el ADN (ácido desoxirribonucleico). Esta sustancia química es el componente principal de los cromosomas del núcleo de las células. Las células del cuerpo humano tienen 46 cromosomas, en realidad, 23 pares. De cada par, uno de los cromosomas proviene del padre y el otro de la madre, y se dice que los dos cromosomas de cada par son homólogos entre sí. La molécula de ADN está formada por la repetición de unidades químicas menores llamadas bases.
Hay cuatro bases identificadas por las letras A, T, C y G, por adenina, timina, citosina y guanina, respectivamente. Dos hebras de ADN se aparean para formar la estructura en doble hélice descubierta por Watson y Crick en 1953. Las bases de cada hebra se enfrentan o aparean con las bases de la otra, siguiendo siempre la misma regla: frente a A sólo se ubica T y frente a C sólo se ubica G. Se dice que dos hebras que se aparean según estas reglas son complementarias. Así, una hebra de secuencia TGAATTGCCGCCCGATAT tendrá como complementaria una hebra de secuencia ACTTAACGGCGGGCTATA. La complementariedad de bases permite que el ADN se duplique fielmente. Para esto primero se separan las dos hebras y cada una de ellas sirve de molde para fabricar, por medio de enzimas de la célula, otra complementaria y así tener dos dobles hélices idénticas a la original, es decir, con la misma secuencia, la misma información. Una vez duplicada, la información se transmite equitativamente de una célula madre a sus dos células hijas a través de la mitosis, o división celular. Otro tipo de división celular, llamada meiosis, ocurre en las células madres de las gametas (espermatozoides en el hombre y óvulos en la mujer). En la meiosis, se reduce a la mitad el número de cromosomas.
En los humanos, al igual que en la mayoría de los mamíferos, la información genética contenida en los 23 cromosomas de una gameta (célula haploide) tiene aproximadamente 3.300 millones de bases de longitud. Al poseer 46 cromosomas, el resto de las células (llamadas diploides) tiene el doble. Cuando decimos que se ha “secuenciado” el genoma humano, lo que queremos decir es que se ha determinado experimentalmente cuál es el ordenamiento preciso de esos 3.300 millones de bases del núcleo de una gameta humana. Todas las células de un organismo pluricelular, como los humanos, tienen la misma información genética, porque todas ellas derivan, por mitosis, de una única célula, el cigoto, que se forma por la fusión del espermatozoide con el óvulo. Hay excepciones a esta regla: un tipo especial de células de la sangre, los linfocitos, pierden una pequeña porción de ADN durante el desarrollo del individuo, como parte de un programa que permite la adaptabilidad del sistema inmunitario.
Genoma y genes. Llamamos genoma al conjunto de todo el ADN de una célula de una especie y los genes que éste contiene. En sentido estricto, el genoma humano no sólo comprende al ADN del núcleo sino también al de las mitocondrias que, aunque sólo tiene 16.000 bases de longitud, es esencial para el funcionamiento celular. Los genes son segmentos de ADN capaces de ser transcriptos –es decir, copiados– a una molécula de ARN (ácido ribonucleico) con igual secuencia que el gen. Los genes no se encuentran yuxtapuestos a lo largo de los cromosomas, sino más bien esparcidos y separados a grandes distancias por secuencias de ADN intergénicas. Las regiones intergénicas constituyen el 70% del genoma, mientras que los genes representan sólo un 30%. Se estima que el genoma humano tiene unos 20.000 genes. Estos genes codifican distintos tipos de ARN, entre los que se encuentran los llamados ARNs mensajeros, que codifican a su vez proteínas. Los otros ARNs, los que no son mensajeros, reciben el nombre genérico de ARNs no codificantes: no son intermediarios entre el gen y la proteína sino que cumplen funciones en sí mismos. Entre éstos están los ARNs ribosomales, de transferencia, nucleares pequeños, los micro ARNs y las ribozimas. Por lo tanto, la definición según la cual un gen es el segmento de ADN que codifica una proteína, no es estrictamente correcta: muchos genes codifican proteínas, pero no todos. Cada uno de los genes que codifican proteínas tiene regiones que estarán representadas en el ARN mensajero maduro intercaladas por otras cuyas secuencias no estarán representadas allí. Las primeras regiones se llaman exones, en tanto que las segundas son los intrones. Mientras los intrones no son codificantes, la mayoría de los exones son las regiones del genoma que codifican proteínas. Estas regiones constituyen sólo el 1,5% del genoma.
Cada cromosoma tiene muchos genes, y la posición que ocupa cada gen a lo largo del cromosoma se denomina locus (del latín, lugar). Cada gen tiene entonces su copia homóloga en el locus equivalente del otro cromosoma del par. Cada una de las dos copias del gen se llama alelo.
Digamos, entonces, que una célula humana tiene dos alelos para cada uno de sus 20.000 genes distintos. No todos los genes se expresan (es decir, se transcriben y se traducen) al mismo tiempo y en el mismo lugar. En un tejido o tipo celular determinado se expresa un subconjunto del conjunto de todos los genes. Uno de los puntos clave de la regulación de la expresión de los genes, es el control de la transcripción. Este control no sólo se ocupa de “encender” o “apagar” genes (efecto del todo o nada), sino también de regular la cantidad de producto (ARN o proteína) de los genes “encendidos”.
Sorprendentemente, el 50% de nuestro genoma está formado por secuencias repetidas en su mayoría de origen viral. Muchas de estas secuencias, mayormente localizadas en regiones intergénicas y en intrones, corresponden a los llamados elementos móviles, o transposones, segmentos de ADN "saltarines", es decir, que pueden duplicarse e insertarse en otras regiones dentro del mismo genoma.
Splicing. La enzima que transcribe cada gen fabrica un ARN precursor, llamado transcripto primario, que copia tanto los exones como los intrones. Dentro del núcleo un sistema enzimático elimina los intrones del transcripto primario y une sus exones entre sí. Finalmente, el ARN mensajero maduro sin intrones abandona el núcleo y llega al citoplasma donde el proceso de traducción, llevado a cabo por los ribosomas, permite fabricar la proteína correspondiente. Un mismo gen puede dar muchas variantes de proteína. El mecanismo se conoce como splicing alternativo, y consiste en que durante el splicing algún exón, por ejemplo, pueda ser alternativamente incluido o excluido del ARN mensajero maduro. Se estima que podría haber centenares de miles de proteínas distintas codificadas por los 20.000 genes del genoma humano. Esto evidencia que el desciframiento del genoma no es suficiente para entender en su real complejidad el funcionamiento de las células en el plano molecular y que será necesario acelerar la etapa del estudio de las proteínas, en lo que se denomina la era posgenómica o de la proteómica. Por otra parte, como el número de genes humanos no es significativamente mayor que el de un gusano o el de una mosca, se estima que la mayor prevalencia del splicing alternativo en los humanos y otros vertebrados explica su mayor complejidad.
Genotipo y fenotipo. Al conjunto de la información genética particular de un individuo lo llamamos genotipo. El genotipo es esencialmente la secuencia de ADN. Todo aquello que “vemos” y que no es secuencia de ADN es el fenotipo (del griego, fainein, visible). El fenotipo es tanto lo macroscópico (forma, anatomía, fisiología, patología y comportamiento), como lo más pequeño (histología, bioquímica y estructura molecular). El fenotipo siempre es el resultado de la interacción de un determinado genotipo con un determinado ambiente, lo cual se expresa con la fórmula:
FENOTIPO = GENOTIPO + AMBIENTE
Para algunos fenotipos, la influencia del componente genético es mayoritaria o determinante y, en consecuencia, la ambiental es virtualmente nula. Un buen ejemplo son las enfermedades hereditarias como la fibrosis quística, la corea de Huntington y la distrofia muscular: quien haya heredado el gen de la distrofina mutado padecerá la enfermedad, no importa en qué ambiente se encuentre. En otros fenotipos, la influencia del componente ambiental es mayoritaria y la del genético despreciable. Las enfermedades infecciosas producidas por contagio son un ejemplo.
Para la mayoría de los rasgos fenotípicos hay tanto un componente genético como uno ambiental. Muchas veces estamos seguros de la existencia de ambos pero no conocemos, o incluso sabemos que es difícil de estimar, la contribución parcial de cada uno. La mayor parte de las enfermedades no estrictamente hereditarias, como las cardiovasculares, los cánceres, la hipertensión, el asma, el Alzheimer, el Parkinson y las autoinmunes como la artritis y el lupus, pueden tener un componente hereditario, pero sin duda poseen un componente ambiental no despreciable y, a veces, preponderante. En muchos casos la genética molecular ha llegado a descubrir genes cuyas mutaciones provocan predisposición a dichas enfermedades, pero eso no significa que quien tenga esa mutación padecerá indefectiblemente la enfermedad.
El comportamiento humano también es consecuencia de la interacción del genotipo con el ambiente. Sin embargo, salvo en unos pocos trastornos neurológicos hereditarios, no se ha demostrado una influencia genética específica. La pretendida base genética de fenotipos tan complejos como la inteligencia, la orientación sexual, la criminalidad, las capacidades artísticas o deportivas, debe ser tomada con pinzas y sujeta a riguroso análisis experimental en cada caso particular. De lo contrario se corre el riesgo de caer en el determinismo genético, que lejos de ser una ley biológica es un instrumento de discriminación y dominación socioeconómica.
El conocimiento del genoma no autoriza a nadie a estigmatizar a las personas como resultado irreversible de lo que ordenan sus genes. Los genes nos dicen que podemos hablar, pero no qué idioma; que podemos amar, pero no a quién; que podemos disfrutar de la música, pero no de cuál.
Los distintos tipos de inteligencia, las capacidades, los afectos y nuestros actos son resultados del proceso de culturización, el cual no está registrado en ningún gen y, en cambio, está fuertemente influenciado por el ambiente familiar, social y económico en que vivimos.
Lo heredado y lo adquirido. Para referirnos al carácter heredado o adquirido de un rasgo resulta muy importante diferenciar tres conceptos biológicos: congénito, genético y heredable. Congénito es aquello que le puede ocurrir al embrión o al feto durante la vida intrauterina, sea o no causado por mutaciones en los genes (es decir, genético) y sean o no esas posibles mutaciones heredadas de alguno de los padres (heredable). Así, un defecto o característica congénita de un individuo puede provenir de situaciones vividas por la madre durante el embarazo o simplemente de fenómenos no controlables conocidos como “ruido” del desarrollo embrionario. En este caso, afectará la vida de ese individuo pero no se transmitirá a su descendencia.
Una característica genética está causada por alteraciones en los genes, pero no es necesariamente heredable. Por ejemplo, un tumor de piel tiene origen genético porque está producido por mutaciones en los genes de alguna célula de la piel. Pero ese cambio en los genes de esa célula no es transmitido a la descendencia porque no afecta a las células germinales (óvulos o espermatozoides). Quiere decir que es genético, pero no es heredable.
Por último, lo heredable, que siempre es genético, es lo único que podría ser tenido en cuenta para avalar una teoría puramente determinista. Las alteraciones genéticas se transmiten mediante ciertas leyes de padres a hijos.
Cuando sin pruebas se atribuyen de comportamiento o capacidades intelectuales humanas a los genes, y se supone que las variantes de estos genes están distribuidas en forma asimétrica en distintos grupos humanos, se terminan postulando hipótesis deterministas como, por ejemplo, que ciertos grupos tienen un techo intelectual y que no “vale la pena” invertir dinero en educación para ellos porque están “genéticamente” limitados.
Epigenética. Existen mecanismos de control de la actividad de los genes que no afectan su información o secuencia de bases, sino que modifican su encendido y apagado de una forma más o menos estable.
Entendemos que un gen está encendido cuando se encuentra activa su transcripción y, en consecuencia, la fabricación de la proteína correspondiente. Por el contrario, un gen está apagado cuando no está siendo transcripto.
Un gen puede pasar de estar encendido a apagado y viceversa en distintos momentos de la vida de una célula, en distintos tipos celulares del mismo individuo y en respuesta a señales externas. Los mecanismos de control a los que nos referimos forman parte del terreno de la epigenética e incluyen el agregado de grupos químicos a las bases del ADN y/o a los aminoácidos de las histonas. Las histonas son proteínas que se asocian al ADN de los genes. La asociación entre ADN e histonas es lo que se conoce como cromatina, y la cromatina es el ingrediente principal de los cromosomas.
Depende de qué grupos químicos sean agregados por ciertas enzimas de la célula al ADN o a las histonas de un gen dado, para determinar si ese gen va a estar apagado o encendido. Por ejemplo, si el ADN de un gen dado está muy metilado, es muy probable que ese gen permanezca apagado. Lo mismo puede pasar si ciertos aminoácidos de las histonas están metilados, y lo opuesto si esos mismos aminoácidos están acetilados.
Las modificaciones epigenéticas de un gen dado pueden heredarse de una célula madre a sus células hijas, de modo que las hijas no sólo hereden la información del gen (secuencia de bases) sino el estado de expresión (encendido o apagado) de ese gen. Esto tiene mucha importancia en garantizar que todas las células de un órgano (p.ej., el hígado) no sólo tengan la misma información, sino también el mismo patrón de expresión de sus genes y se encuentren diferenciadas de la misma manera. La epigenética puede proveer entonces un nivel adicional de heredabilidad al de la genética. No obstante, frente a la expectativa de que los fenómenos epigenéticos expliquen un lamarckismo, es decir, una herencia de caracteres adquiridos fenotípicamente, debemos considerar lo siguiente: Genoma, variabilidad genómica y razas. Podemos definir una especie como un conjunto de individuos capaces de dar descendencia fértil por reproducción sexual. Los individuos que pertenecen a una misma especie a menudo presentan diferencias genéticas. Esto es así porque, aunque para cada gen el individuo presenta dos alelos –dos variantes del mismo gen–, el número de alelos de un gen existente en la especie en su conjunto es generalmente mayor que dos. Un gen puede tener decenas de alelos diferentes, pero en cada individuo sólo habrá dos de ellos. Una raza es una subpoblación de individuos de una especie que tiene una alta homogeneidad genética, es decir que los individuos que la componen comparten muchos más alelos entre sí que con cualquier otro individuo de la misma especie, pero de otra raza.
Las comparaciones de secuencias de ADN entre humanos indican que las grandes diferencias genéticas, de existir, tienen lugar entre individuos y no entre poblaciones. En términos más sencillos, por ejemplo, una persona caucásica (blanca) de Europa puede compartir muchas más variantes alélicas con un asiático o un africano que con otro europeo del mismo color de piel. Dos negros africanos pueden distar mucho más genéticamente entre sí que cualquiera de ellos respecto de un blanco. Esto hace, por ejemplo, que en muchos casos la histocompatibilidad (o sea, cuán compatibles son sus órganos y tejidos) entre un negro y un blanco sea mayor que entre dos individuos de la misma “raza” y, como consecuencia, un negro sea más apto que un blanco para donar un órgano de trasplante a otro blanco. Estudios moleculares del genetista Svante Paabo confirman que las razas humanas no existen. El mismo concepto fue expresado en forma sencilla y elegante por el genetista brasileño Sérgio Pena: “No es que seamos todos iguales, sino que somos todos igualmente distintos”.
Una de las fuentes de variabilidad intraespecífica son los cambios de una base en la misma posición entre distintos individuos. Estos cambios son llamados SNPs (pronunciado snips), por single nucleotide polymorphisms. Si bien los SNPs no están uniformemente distribuidos a lo largo de nuestro genoma, se estima que aparece en promedio un SNP cada mil bases de secuencia. Esto indica que el genoma de nuestra especie, Homo sapiens, es altamente homogéneo con una similitud de secuencia del 99,9%. Las similitud de secuencia entre humanos y chimpancés es de alrededor del 98%. No obstante, hay diferencias, tanto entre humanos entre sí como entre humanos y chimpancés que no se deben a SNPs sino a variaciones del número de copias de un dado segmento de ADN dentro del mismo genoma, lo cual puede elevar las diferencias entre individuos a niveles del 5-6%.
Aún no está claro cómo contribuyen las variaciones en el número de copias al fenotipo de los humanos.
Genoma humano patrimonio de la humanidad. El 11 de noviembre de 1997 la UNESCO aprobó unánimemente la Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos. Define esta Declaración que el genoma humano es la base de la unidad fundamentalmente de todos los miembros de la familia humana y del reconocimiento de su dignidad intrínseca y su diversidad. En sentido simbólico, el genoma humano es el patrimonio de la humanidad y que cada individuo tiene derecho al respeto de su dignidad y derechos, cualesquiera que sean sus características genéticas, respetándose el carácter único de cada uno y su diversidad.
http://www.salud.gob.ar/dels/entradas/genoma-humano


Importancia del Genoma Humano
Todos los avances científicos son siempre importantes, pero pocos han suscitado la relevancia que tuvo el descubrimiento y final comprensión del genoma humano. El genoma humano es, en otras palabras, la información contenida en los cromosomas, que hacen que el ser humano sea como es y que se pueda diferenciar de otros seres vivos. El genoma humano es lo que da identidad a cada uno de nosotros y tiene que ver con nuestra historia genética así como también con rasgos físicos y psicológicos que puedan estar determinados de ante mano. Obviamente, el conocimiento del genoma humano es un paso fundamental para terminar de conocer exactamente cómo se constituye un ser humano desde el punto de vista biológico y genético.
Para comprender mejor la importancia del genoma humano, podemos decir que cada uno de nosotros cuenta con genes que son transmitidos por nuestros antecesores. Esta información queda guardada en nuestros cromosomas. Ellos son los responsables de almacenar esta información y determinar así cuestiones como el sexo, el color de ojos, el tipo de pelo, el tipo de piel, la composición de nuestros órganos, posibles enfermedades o complicaciones hereditarias, nuestra adaptaci+on al medio ambiente, etc. Esta información genética también se conoce como ADN. Si bien nos permite diferenciarnos uno de otro, también nos permite establecer reglas básicas del ser humano que lo diferencian del resto de los seres vivos.
Toda esta información muestra una relevancia magnífica en lo que respecta al trabajo de la ciencia. Así, a partir del descubrimiento o del poder completar finalmente la secuencia del genoma humano, los científicos pueden comenzar a desarrollar numerosos trabajos e investigacioens que tienen que ver con la conformación de ese genoma, la forma en la que el ser humano se conforma como ser único, posibles soluciones o tratamientos a enfermedades o complicaciones, etc.
https://www.importancia.org/genoma-humano.php


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Amiga, Amigo;

Es demasiado complejo explicar la constitución del código genético donde vienen codificadas nuestras hereditarias características o intentar lo complejo del tema decirlo en simple. Es utópico llegar a dominarlo como pretenden idealistas del futuro que al dominar cada gen cambiar negativas características para tratar o evitar enfermedades y para dar lugar a embriones que den nacimiento a genios. Es más, su manipulación podría ser catastrófica. Es bueno soñar y como humanos en sueño ese anhelo quedará...

Nuestro genoma humano es obra NO DEL AZAR, es fruto de una Cósmica Energía Superior. De acuerdo a la Cosmogénesis que acepto y en MUNDO MEJOR en reiteradas ocasiones he enfatizado, os puedo decir que:

Nuestro espíritu emanado de Dios dio la forma al alma que se situó en la quinta dimensión. El alma creó la mente y por su intermedio se hizo cargo del desarrollo de un embrión-feto comenzando de esa manera el ciclo de vidas en la forma física, siendo cada vida fundamental y necesaria para el crecimiento del alma por lograr manifestar latentes atributos en el plano de la materia. Cada atributo que se manifiesta en estas vidas terrenales hace crecer nuestra alma. Para los creyentes no es lo mismo que se les enseñe que Dios creó al hombre a que se les de a conocer el original del Génesis que señala que los dioses crearon al hombre. Un plural fue adulterado en singular, por... "accidental" error con el fin de cambiar de manera radical el concepto del Génesis humano y nuestra proyección mental hacia el futuro, la ignorancia del dogmatismo religioso es fatal. A su vez, en la Antropogénesis o inicio humano no es lo mismo afirmar que somos fruto de un salto evolutivo del mono, con un ignoto eslabón perdido que ninguno podrá encontrar ni explicar por no existir. En lo físico, para los primeros embriones humanos fuimos el fruto de ingeniería genética hecha hace miles de años de acuerdo con los propósitos del plan Divino y realizada por seres de cuarta dimensión "los dioses" quienes dotaron a los primeros cigotos o huevos "humanos" con un 50% de genes de un óvulo de una hembra homínida, junto a un 50% de genes divinos de un espermio de uno de ellos, un dios. Ambos conjuntos de genes fueron " de manera genética afinados" para lograr que ese primario huevo-cigoto implantado en el útero de una diosa diera lugar a los nacimientos de adanes y evas fértiles. Esa es la causa por la que, bruscamente de la nada para nuestra percepción, aparecieran salidos de los laboratorios conocidos como "jardines del edén", esos adanes y evas que tuvieron hijos humanos poblando gradualmente la faz de la Tierra, haciendo a su vez, la enorme diferencia del choque racial, que desaparecieran los homínidos. La diferencia que tenemos con los homínidos con mente grupal es que ellos carecían de mente "individual" y tenían un 100% de genes homínidos en cambio el HOMBRE llegó al mundo carente de "raza previa" dotado con un 50% de genes divinos y, en especial, la mente individual que "SU" alma les dotó. La humana evolución ha permitido de manera gradual que cada vida sea menor el porcentaje de genes homínidos y mayor el de genes divinos con los que se nace.
Llegamos a la vida humana para desarrollar, una a una, las potencialidades o atributos del código genético que la mente recibe desde el alma para superar vida a vida los cursos de la materia evolutiva terrestre. Ser malo, imperfecto, sufriente o lo que se sea en la humana consideración de hombre imperfecto, solo significa ser un alma más joven o un alma desarrollada que eligió la dura vida del sacrificio, dolor y aparente imperfección para, por Karma manifestar el perdón y la humildad. Pronto seremos ángeles iniciando el camino evolutivo en algún mundo de cuarta dimensión. Por eso y pare eso somos.

Al referirme a los dioses y además decir que dioses seremos, me refiero a almas más evolucionadas que una vez fueron humanos de tercera dimensión como nosotros y ahora serían considerados ángeles de Luz. Cada pueblo primitivo señala que cuando estos seres llegaron los consideraron dioses quienes volverían desde más allá de las estrellas, lo reitero, en el original de la Biblia hebrea al referirse al Génesis dice: "Cuando los dioses crearon al hombre", no dice cuando Dios creó al hombre, sí dice los dioses. Que cada cual lo interprete según su leal saber y entender. Ese "error" de dejar un plural en singular fue una intencionada mala trascripción, al igual como lo fue por orden de un ateo y asesino emperador romano la eliminación de toda referencia del Nuevo Testamento relacionada con la REENCARNACIÓN, se alteró lo que estaba escrito sobre ese tema sin que haya auténticos originales de los textos neotestamentarios para saber lo que allí realmente se decía... 

En el siglo IV el cristianismo con aquella historia de los sueños de Constantino y se hace cristiano, lo hace con determinadas condiciones. El emperador convirtió al cristianismo en la religión oficial del Imperio Romano pero no sin suprimir las referencias del Nuevo Testamento a la reencarnación. Esa doctrina, defendida hasta entonces por diferentes padres de la Iglesia, entrañaba una seria amenaza ya que si los ciudadanos no temían morir, al poder mejorar en otras vidas, serían menos fácilmente obedientes a las leyes y ordenes del emperador. En el siglo VI la Iglesia claudica en el II Concilio de Constantinopla, por orden de Justiniano aceptando los planteamientos de Constantino, declara herejía la creencia en la reencarnación, pensando seguramente que si los cristianos tenían demasiado tiempo, vida tras vida, para alcanzar la salvación, no se apresurarían a obedecer a una institución que gozaba día tras día de más y más poder.
J. M. De la Villa Merchán. Psiquiatra.

El emperador Constantino había borrado del Nuevo Testamento antiguas referencias a la reencarnación, cuando el cristianismo se convirtió en religión oficial del Imperio Romano. Al parecer, el emperador consideró que el concepto de la reencarnación amenazaba la estabilidad del imperio. Si los ciudadanos creían que tendrían otra oportunidad de vivir, podían mostrase menos obedientes y respetuosos de la ley que quienes creían en un único Día del Juicio para todos. En el siglo VI, el Segundo Concilio de Constantinopla respaldó el acto de Constantino declarando oficialmente que la reencarnación es una herejía. Como Constantino, la Iglesia temía que la idea de vidas anteriores debilitara y socavara su creciente poder, brindando a los seguidores demasiado tiempo para buscar la salvación. Estaban de acuerdo en que era necesario el látigo del Juicio Final para asegurar las actitudes y la conducta correctas.
Dr. Brian Weiss, Psiquiatra.

Me detendré en esta palabra REENCARNACIÓN:

Orígenes de Alejandría (185-254) el más brillante de los Padres de la Iglesia, enseñaba que: 

Las Escrituras son de poca utilidad para quienes las toman tal como han sido escritas. La fuente de muchos males consiste en el hecho de que sólo se atiende a su parte carnal o exterior. Busquemos, pues, el espíritu y los frutos sustanciales de la palabra que están ocultos y misteriosos.
        Hay cosas que se nos infieren como históricas pero que jamás han sucedido, pues eran imposibles como hechos materiales, y otras que eran posibles, pero que tampoco han sucedido.
        Todos los seres existieron como mente pura en un nivel ideacional o de pensamiento. Los seres humanos, los ángeles y los cuerpos celestiales carecían de existencia encarnada y sus propios seres eran sólo ideas. La preexistencia del alma es inmaterial y por tanto sin principio ni fin de su existencia. Las predicciones de los evangelios no pueden haberse hecho con la intención de una interpretación literal. Hay un progreso constante hacia la perfección, siendo nosotros primero como vasos de barro, de madera, luego de vidrio, luego de plata, para finalizar como cálices de oro. Todos los espíritus fueron creados sin culpa y todos han de regresar, por fin, a su perfección original.
        La educación de las almas continúa en mundos sucesivos. Hay innumerables mundos que se siguen unos a otros durante eras eternas. El alma frecuentemente encarna y experimenta la muerte. ¿No será más conforme a la razón, que cada alma por ciertas razones misteriosas es introducida en un cuerpo, de acuerdo con sus méritos y acciones anteriores?
        Se llama alma por haberse enfriado en el ardor del fuego divino, pero sin perder por ello la facultad de volver al estado de fervor en el que se hallaba al principio... parece deducirse que el intelecto o espíritu habiendo caído de su primer rango vino a hacerse y llamarse psique, y, si se corrige, vuelve a ser espíritu. Al morir el cuerpo, las psiques pueden ir al Paraíso terrenal, que es una especie de antesala preparatoria de los Cielos superiores; las almas o psiques que no han despertado a su origen divino pueden tomar de nuevo un "cuerpo".

Después de Constantino y su orden de manipular los Evangelios pasan los años y en:

El año 553 el Concilio de Constantinopla, no presidido por un Papa, como debía ser por encontrarse retenido el Papa por orden del emperador, lo preside un laico como lo era el mismísimo Emperador de Oriente Justiniano I, quien ordenó que se declarara herética la Reencarnación y toda la enseñanza del Padre de la Iglesia Orígenes en especial, y otros padres de la Iglesia en general, todos ellos reencarnacionistas. Quince postulados origenistas fueron condenados sinodalmente: La preexistencia de las almas; la reencarnación; la eternidad de la creación; el pecado original; la procedencia del Hijo; la liberación final de todos los pecadores del infierno... Hubo luego tres papas más que no aceptaron ese Concilio hasta que uno, para evitar el cisma de la Iglesia lo acató... y a continuación surgió la Inquisición y conviene no olvidar que muchos por seguir la VERDAD dejada en la Enseñanza de los Primeros Padres de la Iglesia sobre la base real de los Evangelios, fueron después condenados a la hoguera por los inquisidores papales, sirva de ejemplo el gran Giordano Bruno (1548-1600) quemando el año 1600... quien decía: 

Las estrellas, consideradas fijas, no lo son en absoluto. Por tanto hay innumerables soles y un sinnúmero de tierras que giran alrededor de dichos soles, igual que los siete astros que podemos observar a simple vista girando alrededor del Sol que tan próximo se halla de nosotros... Si se acepta el punto de vista de que el universo es infinito, en tal caso, suponer que está habitado tan sólo por una limitada y, en consecuencia, imperfecta población de seres inteligentes, es incompatible con la infinita bondad y perfección atribuida a Dios y sus obras. La perfección infinita se manifiesta muchísimo mejor en innumerables individuos que en los contados y finitos. Hay innumerables soles con un sinnúmero de tierras que giran alrededor de dichos soles. Estos planetas no son visibles porque las estrellas se hallan a enormes distancias de nosotros, y deben haber en nuestro sistema solar otros planetas no visibles.

El rabino es el Jefe espiritual de la comunidad judía que tiene entre sus funciones interpretar las Sagradas Escrituras, instruir a los jóvenes, predicar sermones, celebrar bodas, etc. El judaísmo no fue contaminado por emperadores romanos y como ejemplo tenemos el pensar de rabinos. 

        Una vez que el alma pasó un cierto numero de reencarnaciones de esta guerra inconsciente (el hombre no comprende las razones y objetivos de sus pruebas y los procesos de la reencarnación están ocultos para él), ello deviene en una nueva etapa -una consciente. Para pasar esto de una manera rápida e indolora los kabbalistas desarrollaron un método especial que es necesario estudiar durante esta etapa consciente de corrección. Por estas razones la Kabbalah es llamada las matemáticas del alma.
Rabbi Laitman.

       Los judíos muertos en el holocausto lo fueron por sus pecados de la anterior vida y que ellos decidieron ajustar en esta vida sus culpas pasadas. Las víctimas de los malditos nazis fueron pobres gentes que eran reencarnaciones de espíritus pecadores, gente que transgredió e hizo todo tipo de cosas que no deberían haber cometido, y que reencarnaron para hacer penitencia.

Rabino Ovadia Yosef (Jerusalén, noviembre de 2000).

        La creencia en la Reencarnación es un dogma establecido e infalible que el conjunto de nuestra iglesia acepta unánimemente, por lo tanto no existe nadie que ose negarlo... En realidad, en Israel hay muchos sabios que siguen firmemente esta doctrina, convirtiéndola entonces en un dogma, un punto fundamental de nuestra religión. Desde luego, es nuestro deber obedecer y aceptar este dogma con aclamación... En cuanto el "Zohar" y todo libro cabalístico, han inequivocadamente demostrado que es verdadera.
Rabino Manassa.

        Una sola alma puede reencarnar varias veces en diferentes cuerpos y, de esta manera, rectificar el daño hecho en encarnaciones previas. De modo similar, también puede alcanzar la perfección que no alcanzó en encarnaciones previas.
Rabino Moshe Chaim Luzzato.

        Yo he estado diez veces en este mundo. He sido alto dignatario de la Iglesia, príncipe, rey, y he estado desterrado; he tenido diez clases diferentes de rango social. Pero mi amor a la humanidad no fue nunca perfecto. Por eso he sido enviado una vez más aquí, para aprender el amor perfecto. Si lo consigo esta vez, ya no volveré más.
Rabino Abrahi Jehoschua.

Créelo, no venimos del mono, ni los animales terrestres de un pez con patas. Cuesta entender ese paradigma, se han encontrado restos de dinosaurios y otros animales de miles años atrás y no aparece ningún eslabón perdido del salto de una especie a otra, me cuesta comprender cómo patrañas así son aceptadas por distinguidos pensantes materialistas para los que todo es azar y en lo humano se encuentra en el cerebro...

El ADN y el GENOMA son una clave física, clave que viene por el alma preescrita para dejarla en la mente y por la mente subconsciente insertarla en cada célula del feto. Según cada uno actúe, piense y en su libre albedrío logre manifestar el Mejor Pensar ese CÓDIGO será mejor o peor activado, no por azar pero sí por una justa causalidad de la propia vida que el alma individual manifiesta acá. Es decir la clave no está en el complejo código, está en lo que al Código en cada uno le permite ser y manifestar...

Decir que no tenemos más que una sola vida aquí, habiendo semejantes posibilidades puestas delante de nosotros que no es posible desarrollar, es interpretar al Universo y a la vida como una enorme y cruel broma.
William Q. Judge.
Razón de ser de las diferencias humanas

¿Por qué los más en el mundo son explotados y sufrientes y los menos tienen el control mundial y el poder? Si esta es nuestra única posibilidad de vida en el planeta cuan cierto es lo afirmado por Wiiiam Q. Judge; es decir sería una cruel broma. Y no es precisamente esa la Voluntad que todo lo rige y que tanta religión ignora. Por lo tanto donde mejor se refleja la razón de ser de las Leyes del Karma y Reencarnación es en las diferencias de todo tipo entre los humanos, diferencia acorde a la edad de las almas y a lo realizado en la anterior encarnación. Quien mucho sufre es porque en su anterior vida no pudo entender la Sagrada Ley de Humildad o la de Compasión. Quien mucho odió vuelve a la encarnación a conocer la Ley del Perdón. Voluntariamente el alma decide encarnar y ser quien como humano es. Somos lo que hemos pedido ser antes de nacer, y lo hemos pedido con el fin de poder superar pruebas y manifestar atributos para poder crecer. Debemos trascender el mundo superando vida a vida atributos latentes del alma a manifestar en la forma física de manera gradual. Si somos un vaso de vidrio no pretendamos transformarnos en un cáliz de oro, pero sí podemos intentar llegar a ser el mejor de los vasos de vidrio. Quien sufre ahora, comprenderá y ayudará al sufriente en su próxima vida. Quien padece hambre dolor y miseria ayudará después al hambriento, enfermo y abandonado. El planeta es una gradual escuela de las almas encarnadas, unas jóvenes y otras menos jóvenes y más evolucionadas, cada vida es un nuevo curso en el adecuado nivel que al alma le corresponde. En el planeta hay cursos básicos primarios y otros más avanzados. El apego a lo material nos liga a la encarnación, el desapego nos libera de los lazos de la forma física. Pareciera que las religiones cristianas en general bajo el concepto naciste donde lo fuiste, con la genética que heredaste, por Voluntad Divina. Ellos creen que Dios tira los dados al uno nacer: Si naces, por ejemplo evangélico serás eternamente salvo, si te toca ser ateo estarás eternamente condenado, ignorando ellos que nada de lo negativo humano toca al alma, a ella tan solo llega lo sutil acá realizado y, por favor, olvida las palabras condena e infierno. DIOS es tan solo Amor, Perdón y Comprensión

Por todo ello y mucho más desde hace años acepto y recomiendo entender un postulado de la Sagrada Enseñanza que declara:

NADA de lo que leas esté escrito en donde lo esté o lo escuches de quien lo diga, debes aceptarlo sin previo POR TI MISMO discernir cuán válido es...



Dr. Iván Seperiza Pasquali
Quilpué, Chile
Mayo de 2019

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