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¿Marihuana?





Pronto habrá elecciones presidenciales en Chile y el candidato de Gobierno se despachó la siguiente declaración:

Hoy 25 de octubre de 2017 el representante de la Fuerza de la Mayoría, periodista y senador Alejandro Guillier, manifestó que está a favor de legalizar el consumo recreativo de marihuana. Consultado sobre si consideraría en un eventual gobierno legalizar las drogas como medida para combatir el narcotráfico, el abanderado presidencial señaló que “bastaría con despenalizar y se acabó el problema”. Se deben evaluar las experiencias internacionales, pero sí lo haría con la cannabis sativa ya que no la considera una droga dura. “Pero las otra no, porque la experiencia nos ha demostrado que hay que ir evaluando las experiencias de a poco, ver lo que ha ido pasando en otros países y no es tan claro que legalizar haya resuelto los problemas (de narcotráfico)". "Pero tiene que haber una libertad de las personas, lo que sí, hay que educar para que sepan las consecuencias que tiene y las circunstancias. Por ejemplo así como no se puede andar tomando y manejando, tampoco puedes andar marihuaneado manejando, porque tus reflejos son más lentos, sostuvo en entrevista con radios Duna, Zero y diario La Tercera.
http://www.emol.com/noticias/Nacional/2017/10/25/880644/Guillier-anuncia-que-esta-a-favor-de-legalizar-el-consumo-de-marihuana-con-fines-recreativos.html
"Pero tiene que haber una libertad de las personas, lo que sí, hay que educar para que sepan las consecuencias que tiene y las circunstancias. Por ejemplo así como no se puede andar tomando y manejando, tampoco puedes andar marihuaneado manejando, porque tus reflejos son más lentos"

Fuente: Emol.com - http://www.emol.com/noticias/Nacional/2017/10/25/880644/Guillier-anuncia-que-esta-a-favor-de-legalizar-el-consumo-de-marihuana-con-fines-recreativos.html


Debo reconocer que ese populismo político me sorprendió, molestó y sentí pena por mi Patria. No calificaré intenciones dado que ignoro la realidad que a él y su grupo los rodea, sin embargo previo a ello en Televisión Nacional hubo un reportaje muy interesante que destruye al uso de la marihuana recreativa en especial en menores de 20 años por el daño cerebral que la misma produce. Pensé y decidí actuar desde la WEB, no red social si WEB.

En mi Portal Mundo Mejor tengo un apartado especial dedicado a la droga: http://mundomejorchile.com//droga.htm


Al acceder a su link incorporado se despliega su contenido cada uno con su vínculo propio para presentar el contenido del mismo:




Con el presente son diez escritos dedicados a la droga, algunos numerados, otros no, el actual lleva el número 482 cuyo desarrollo va a continuación:



-I-
Se dispara consumo de marihuana en Chile
09 de julio de 2015
El Estudio Nacional de Drogas de Senda indicó que entre 2010 y 2014 el uso de marihuana pasó de 4,6% a 11,3%: en cuatro años el aumento fue de 145%. Hay además reveladores datos sobre alcohol, tabaco y cocaína.
Uno de cada diez chilenos consumió marihuana durante el último año. Según el XI Estudio Nacional de Drogas en Población General el uso de cannabis pasó de 7,1% en 2012 a 11,4% en 2014. Es la primera vez que el empleo de este estupefaciente alcanza los dos dígitos desde que el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) realizó por primera vez este informe en 1994.
Mariano Montenegro, director del organismo, calificó este aumento como algo “inédito” en la historia del estudio. El informe señala además que 1 de cada 5 personas que usan esta sustancia tiene un “consumo problemático”. Estos datos son dados a conocer en momentos en que el debate sobre esta droga vive su punto más álgido, luego que la Cámara de Diputados se aprobara en general el proyecto que despenaliza el autocultivo de cannabis.
En 2010, 75.981 chilenos utilizaron por primera vez cannabis. Cuatro años después casi 250.000 personas tuvieron su primera experiencia con la marihuana. En otras palabras la cifra se triplicó. El director de Senda señaló que “en el 90% de estos casos son adolescentes y jóvenes”.
El estudio de Senda específica que si bien los jóvenes entre 19 y 25 años son los que más consumen (24%), hay un aumento significativo en los adolescentes –12 a 18 años- que pasaron de 6,7% en 2012 a 13,5% en 2014. Al analizar el uso de la marihuana por sector económico no hay diferencias significativas entre los estratos bajo, medio y alto.
Las experiencias con este alucinógeno aumentan, pero la percepción del riesgo que conlleva su uso disminuyó de 46,8% a 34,4%, mínimo histórico desde que se mide. José Luis Castillo, presidente de la Sociedad de Neurología Psiquiatría y Neurocirugía de Chile (Sonepsyn) explica que este fenómeno se debe a que “la juventud siente que el tema se ha banalizado y se plantea como una sustancia inocua”. Sobre este punto el director de Senda señaló que “la cannabis no es recreacional, no es lúdica, no es que no suceda nada con este uso”.
Montenegro dijo que desde la institución desean que exista una menor cantidad de consumidores por lo que la iniciativa parlamentaria de legalizar el autocultivo va “claramente en el sentido contrario. Lo que queremos es que haya menos acceso”.
Aumentan bebedores de alcohol y fumadores
El informe de Senda incluye también análisis acerca de otras sustancias. Se ve, por ejemplo que la tendencia a la disminución en el consumo de alcohol que se había manifestado desde 2006 se detuvo e incluso retrocedió: los chilenos que beben alcohol mensualmente aumentaron en comparación a 2012. De este porcentaje 2 de cada 5 personas declararon haber tenido un episodio de embriaguez durante los últimos 30 días. Mariano Montenegro explicó que el consumo problemático es tres veces mayor en los sectores bajos que en los altos y señaló que es necesario “redoblar los esfuerzos para estabilizar y bajar el consumo”. El estudio también muestra que la cantidad de fumadores aumentó de 21,9% en 2012 a 22,7% en 2014. Este es el primer incremento desde que se empezó a medir la prevalencia en 2002.
En lo que respecta al consumo de cocaína el 1,4% de los chilenos afirmó utilizarla. Esto es 0,5% más que lo registrado en 2012. Pese a que el sector bajo es el que más utiliza esta droga (2,1%) el que más aumentó fue el medio. En Chile, de las 137 mil personas que utilizan esta sustancia, el 35% de ellos es adicto.
http://www.uss.cl/blog/se-dispara-consumo-de-marihuana-en-chile/


-II-
Demuestran mediante resonancia magnética que el consumo de marihuana produce importantes daños cerebrales
14 de marzo 2017
Dos estudios revelan mediante resonancia magnética que el consumo habitual de marihuana produce importantes daños en el cerebro. El consumo ocasional daña la estructura del cerebro y el consumo habitual antes de los 16 años es peligroso por una mayor dificultad en las tareas que requieren juicio y función inhibitoria. La comunidad científica estudia si estos efectos pueden ser reversibles, pero aun no hay suficientes datos al respecto.
El primero de estos estudios está dirigido por la Dra. Jodi Gilman, investigadora en el Centro General de Medicina para las Adicciones de Massachusetts, publicándose en marzo 2014 por la revista neurocientífica “The Journal of Neuroscience”. Este estudio demostró que el consumo ocasional y recreacional de marihuana altera las neuronas de las zonas cerebrales de adicción. El consumo recreacional de la marihuana (de uno a dos cigarrillos por semana) produce efectos notorios en el cerebro, que van acrecentándose cuando se aumenta el consumo.
La marihuana es la droga ilegal más consumida pero poco se sabía sobre sus efectos en el cerebro humano, en particular en las áreas implicadas en la adicción, como el “núcleo accumbens” y “la amígdala”, explicó la Dra. Gilman. El estudio concluye afirmando que la exposición a la marihuana se relaciona con alteraciones  en estas regiones y “es consistente con los estudios en animales correspondiente a los cambios en la arborización dendrítica”.
La Dra. Gilman afirmó que investigaciones anteriores demostraron que la marihuana genera cambios estructurales en el cerebro de los animales, especialmente en el “núcleo accumbens”. Con este estudio, se ha podido comprobar que estos cambios estructurales se producen también cerebro humano.
Los científicos recogieron imágenes realizadas a través de Resonancia Magnética de alta resolución de adultos jóvenes consumidores de marihuana recreativa y de un grupo de control que no consumía marihuana en absoluto.
Se llevaron a cabo tres análisis independientes de la morfometría en estas estructuras: la densidad de la materia gris utilizando morfometría, el volumen (cerebro total y volúmenes regionales) y de la forma (morfometría superficie).
El análisis mostró una “mayor densidad de la materia gris en los consumidores de marihuana, en el núcleo accumbens izquierdo extendiéndose hasta la corteza subcallosal, el hipotálamo, la amígdala extendida sublenticular, y la amígdala izquierda, incluso después de controlar por edad, sexo, consumo de alcohol y el tabaquismo”.
También se pudo observar una tendencia a un crecimiento de volumen y una diferencia significativa en la forma del núcleo accumbens izquierdo, además de cambios de forma de la amígdala derecha. “El núcleo accumbens izquierdo mostró alteraciones sobresalientes en las tres medidas y una relación multimodal alterada entre las personas consumidoras de la marihuana”, detalló el informe.
El segundo estudio, esta vez del Instituto de Investigaciones Murdoch de Australia, demostró en 2012 que el consumo a largo plazo de marihuana produce variaciones notables y daños cerebrales en la zona correspondiente a las funciones de memoria y aprendizaje, especialmente en consumidores que comienzan a fumar marihuana a una edad temprana.
Los resultados sugieren que a largo plazo el consumo de cannabis es perjudicial para la materia blanca del cerebro en desarrollo,
señalando también que hay momentos de la vida de las personas que son más críticos para el desarrollo cerebral y en esas edades el cerebro es más vulnerable al daño que causa el cannabis.
La Dra. Staci Gruber, directora de Cognitive and Clinical Neuroimaging Core en el Hospital McLean en Boston y profesora de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Harvard, hizo pública su preocupación por los resultados del estudio de la Dra. Gilman.
“Estos resultados confirman lo que otros han informado con respecto a cambios en la estructura cerebral”, dijo. “Cuando analizamos los descubrimientos del estudio de Gilman con nuestro estudio y con otras investigaciones sobre el consumo de marihuana, es evidente que se necesita investigar más, sobre todo en el caso de personas que están entrando en la edad adulta, ya que la exposición durante el período de vulnerabilidad en el desarrollo podría llevar a cambios neurofisiológicos que pueden tener implicaciones a largo plazo”, afirmó la Dra. Gruber.
http://www.gruposcanner.biz/demuestran-mediante-resonancia-magnetica-que-el-consumo-de-marih/


-III-
Los daños permanentes que causa la marihuana
Algunos creen que es una droga "inocente", pero cada vez hay más estudios que demuestran lo contrario
Por años se insistió en relativizar sus daños y negar por todos los medios que genere dependencia. Se la intentó ubicar en la vereda de enfrente de las llamadas drogas "duras" y desmitificar aquello de que constituye "la puerta de entrada" al mundo de las adicciones.
Sin embargo, hoy se sabe que la marihuana es la droga ilegal más utilizada y que las consecuencias de su consumo no son tan "inocentes" como se creía. Y la tendencia señala que la marihuana está cerca de superar el consumo de tabaco, en curva descendente a partir de prohibiciones y barreras sociales que desalientan a los fumadores.
Con casi 182 millones de consumidores, se trata de la droga más consumida del mundo, seguida por los estupefacientes sintéticos, incluidas las anfetaminas y el éxtasis, con 52,7 millones. Le siguen los derivados del opio con 48,9 millones de consumidores, y la cocaína con 17 millones.
Según el Informe Mundial sobre las Drogas de la ONU, hasta 246 millones de personas de entre 15 y 64 años consumieron estupefacientes ilegales, lo que supone una de cada 20 personas de edad adulta. Uno de cada diez consumidores tiene serios problemas de drogodependencia, la mitad de ellos por sustancias inyectables.
El director general de ONUDD, Yuri Fedotov, estimó que la cifra total de fallecimientos es prácticamente la misma que en años anteriores.
El VI Estudio Nacional sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas en Estudiantes de Enseñanza Media de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) dejó en evidencia que más del 15% de los estudiantes secundarios había probado alguna vez en la vida marihuana, y cerca del 12% consumió esta sustancia durante el último año. Las mujeres consumen menos que los varones: cerca del 20% de varones probó alguna vez en la vida y un 13,5% consumió durante el último año, mientras que entre las mujeres estos porcentajes se reducen al 13% y el 10% respectivamente, según el estudio.
No obstante esta diferencia, es importante aclarar que entre las mujeres el consumo de marihuana muestra una tendencia ascendente en el último quinquenio (2009-2014).
Pese a lo que se cree, los efectos de la marihuana en las funciones mentales, incluidos el aprendizaje y la memoria, pueden durar mucho más allá de la primera sensación luego del consumo. Y esto se debe a que puede tomar mucho tiempo al cuerpo eliminar la marihuana y sus efectos; las funciones cognitivas de una persona pueden ser afectadas por más de un día incluso después de una dosis única.
Los efectos sobre el cerebro
Quizás el mayor descubrimiento en la investigación sobre cannabinoides fue el descubrimiento de un receptor cannabinoide en el cerebro. En los últimos años, hubo un notable incremento de los estudios sobre los receptores cannabinoides naturales del cerebro y de los químicos que el mismo produce para interactuar con ellos (los "endocannabinoides"). Si bien la investigación es reciente, parece ser que reveló que cumplen un rol importante en funciones como el aprendizaje, control de la ansiedad, y quizás sobre la reacción ante otras drogas, como el alcohol.
Debido a que el cerebro proporciona sus propios receptores cannabinoides, también debe proveer su propio compuesto para activar dichos receptores. Anandamine (el nombre proviene de ananda, la palabra sánscrita que significa felicidad) es uno de los compuestos que se encuentra naturalmente en el cerebro que se une con los receptores cannabinoides.
El mayor descubrimiento reciente en la investigación sobre cannabis fue el descubrimiento de un receptor cannabinoide en el cerebro
Existe otro que se denomina 2-AG, que también activa los receptores THC que están en el cerebro y se encuentra presente en cantidades que superan en 170 veces a la anandamida.
Estudios muy recientes sobre animales demostraron que los efectos del THC son bastante diferentes en adolescentes en comparación con los adultos. Por ejemplo, en lo que respecta al aprendizaje y a la memoria, el THC afecta la capacidad de aprender en animales adolescentes de forma más potente que en animales adultos. Además, el THC produce menos efectos secundarios desagradables como la ansiedad y aversión en los adolescentes que en los adultos. Por ende, si los efectos negativos del THC afectan menos a los adolescentes, éstos pueden encontrar más placentero el uso de THC que los adultos, incrementándose así el riesgo en adolescentes por el uso más frecuente y las consecuencias negativas que puedan aparecer, como al mezclarlo con alcohol.
Cómo la marihuana afecta el rendimiento motor y el manejo
Pese a que algunas personas creen que la marihuana no perjudica su habilidad para conducir un vehículo, la evidencia científica es que sí lo hace. La disminución en la atención y concentración que produce la marihuana hace que operar cualquier tipo de maquinaria pesada se vuelva peligroso.
Estudios de laboratorio con simuladores de manejo mostraron que la marihuana daña significativamente las capacidades de concentrarse y efectuar correcciones.
El corazón, el afectado menos pensado
Si bien los daños más difundidos del consumo de marihuana tienen que ver con las funciones cognitivas, la memoria y las habilidades motoras –especialmente en el tiempo inmediato posterior al consumo–, un paper científico publicado en el journal de la American Heart Association con el aval de la American Stroke Association vinculó el consumo adictivo de cannabis con la existencia de complicaciones vasculares, sobre todo en la franja de consumidores más jóvenes. El estudio detectó haber observado 35 complicaciones cardiovasculares luego del consumo adictivo de cannabis en adultos jóvenes, entre los 18 y los 40 años.
El estudio "Cannabis use: signal of increasing risk of serious cardiovascular disorders" publicado recientemente en el Journal of the American Heart Association (JAHA) se trata de una investigación que recopiló la observación de farmacovigilancia en adicciones basada en la información científica que aportó la red francesa Addictovigilance, con sede en París, Francia.
En el país galo, los casos graves de abuso y dependencia del uso de sustancias psicoactivas deben ser reportados al sistema nacional francés Addictovigilance. Este estudio específico sobre cannabis incorpora para arribar a sus conclusiones los informes de las complicaciones cardiovasculares relacionadas con el consumo de cannabis recogidos por Addictovigilance, entre los años 2006 y 2010.
Durante ese período –de 2006 a 2010– se registraron 1.979 informes espontáneos (casos) relacionados con el cannabis, de los cuales 35 correspondieron a complicaciones cardiovasculares (ver cuadro abajo). Durante ese mismo período, el porcentaje de complicaciones cardiovasculares relacionadas con el cannabis aumentó de 1,1% en 2006 a 3,6% en 2010.
Estudios demuestran que la marihuana incrementa el ritmo cardíaco y baja la eficiencia del bombeo del corazón al hacer ejercicio
En esa misma línea investigativa, análisis de laboratorio demostraron que fumar marihuana incrementa el ritmo cardíaco y que este incremento es de un rango general de 20 a 30 latidos por minuto. Los fumadores (que fuman con relativa frecuencia) desarrollan cierto grado de tolerancia a este efecto, pero incluso algunas personas con tolerancia experimentan incrementos sustanciales en el ritmo cardíaco después de fumar. Se realizaron varios estudios que demuestran que la marihuana también incrementa el ritmo cardíaco y baja la eficiencia del bombeo del corazón al hacer ejercicio –esencialmente incrementando el trabajo del corazón.
Los fumadores frecuentes generalmente reportan sentir menos el efecto que los fumadores no frecuentes luego de fumar un cigarrillo de marihuana o tomar THC oral. Es probable que los fumadores frecuentes asocien el efecto con los varios estímulos ambientales que rodean el acto de fumar.
¿Qué ocurre a largo plazo?
Dado que la marihuana permanece en el cuerpo (y en el cerebro) mucho tiempo, es importante conocer cuánto tiempo la memoria (y otras funciones cognitivas) pueden ser afectadas. De ahí la importancia que adquirieron recientes investigaciones que demostraron que los efectos residuales de la marihuana en las funciones cognitivas permanecen por más de 48 horas.
De hecho, según los estudios, una persona que fuma marihuana con cierta regularidad es probable que nunca esté totalmente libre de los efectos en su pensamiento o resolución de problemas, viviendo de manera constante en un estado de "compromiso cognitivo".
En ese sentido, los grandes consumidores mostraron tener mucha menos flexibilidad mental en la resolución de problemas que los consumidores leves. Asimismo, los grandes consumidores mostraron un deterioro en su memoria, aunque este problema no quedó en evidencia en todos los tests de memoria que les fueron tomados.
https://www.infobae.com/2015/12/21/1777423-los-danos-permanentes-que-causa-la-marihuana/


-IV-
"7 maneras de cómo la marihuana puede afectar al cerebro"
La marihuana y la psicosis
Varios estudios han encontrado una conexión entre el uso de la marihuana y un riesgo más alto de enfermedades mentales, incluyendo psicosis (esquizofrenia), depresión y ansiedad. Un reciente estudio publicado en la revista "Biological Psychiatry, asegura que las personas que consumen marihuana son más propensas a ser diagnosticados con una condición de salud mental psicótica, como la esquizofrenia, que las personas que nunca han usado la marihuana. Esto, explican los autores del estudio, se debe a que los componentes químicos del cannabis alteran la actividad neuronal del cerebro.
La marihuana y el coeficiente intelectual
Los adolescentes que consumen marihuana de manera habitual antes de los 18 años pueden tener daños duraderos en la inteligencia y afectar a la atención y a la memoria según un estudio publicado en la revista "PNAS".
La investigación detectó que aquellos que comenzaron a fumar marihuana en la adolescencia y continuaron consumiéndola tuvieron una disminución en su coeficiente intelectual. En concreto la reducción fue de 8 puntos, al comparar el coeficiente intelectual de los participantes en el estudio a los 13 y a los 38 años.
El tamaño del cerebro y la conectividad
El consumo de marihuana podría estar vinculado a los cambios en el tamaño del cerebro de los fumadores regulares de marihuana en comparación con los que nunca consumieron esta sustancia, según un estudio publicado en la revista "PNAS".
Los usuarios de la marihuana tenían menor volumen de materia gris en una región del cerebro llamada 'corteza orbitofrontal': el lóbulo frontal del cerebro relacionado con el procesamiento cognitivo en la toma de decisiones. Además, el estudio reveló que el cerebro de los fumadores de marihuana tiene una conectividad superior funcional y estructural.
Sistema de recompensa del cerebro
El cerebro de las personas que han fumado marihuana durante muchos años puede responder de diferente manera a ciertas recompensas, en comparación con los cerebros de las personas que no consumen cannabis, según un estudio publicado en la revista "Human Brain Mapping".
"La marihuana interrumpe el circuito de recompensa natural del cerebro, haciendo a la marihuana altamente relevante para los grandes consumidores. Estas alteraciones cerebrales podrían ser un marcador de transición del uso de marihuana recreativa al uso problemático", señalaron los autores del estudio.
Las neuronas ruidosas
El compuesto primario de la marihuana -tetrahydrocannabinol (THC)- puede incrementar la actividad neuronal aleatoria, denominada "ruido neuronal". Según los autores del estudio, publicado en la revista "Biological Psychiatry", este fenómeno sería el responsable de interrumpir el procesamiento normal de la información en los circuitos cerebrales de las personas sanas (sin esquizofrenia) y provocaría los síntomas psicóticos.
El incremento del apetito
La marihuana puede afectar a ciertas neuronas en el cerebro que normalmente son responsables de la supresión del apetito, y este efecto puede explicar por qué la gente suele tener mucha hambre después de fumar marihuana. Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Yale (EE.UU.), el cannabis afecta a las neuronas del cerebro que son responsables de suprimir el apetito. "Es como pisar el freno de un automóvil y que en lugar de detenerse acelere", explicaron los responsables del estudio.
La marihuana y el cerebro de un adolescente
El cannabis puede afectar al cerebro adolescente de manera diferente de cómo afecta al cerebro adulto. Sin embargo, estos efectos pueden no ser los mismos para todos los consumidores y puede depender de factores individuales como la genética, de acuerdo con un estudio publicado en la revista JAMA Psychiatry.
En los adolescentes que genéticamente son susceptibles a la esquizofrenia, la marihuana podría alterar su desarrollo cerebral en formas potencialmente negativas a largo plazo.
http://cerebroyneurociencia.blogspot.cl/2016/07/7-maneras-de-como-la-marihuana-puede.html


-V-
Científicos de Harvard estudiaron cerebros de fumadores de marihuana y los resultados no son buenos
Cada día, la presión para legalizar la marihuana parece más y más inevitable. Mientras más y más políticos y destacados individuos salen en defensa de la legalización o al menos despenalizar las diferentes cantidades de hierba, la aceptación general del uso recreacional de la droga parece una conclusión obvia. Pero, ¿hemos comprendido por completo los efectos en la salud de la marihuana?
De acuerdo a un nuevo estudio publicado en el Periódico de Neurociencia, investigadores de Harvard y Northwestern han estudiado los cerebros de personas de 18 a 25 años, la mitad de los cuales fumaba hierba recreacionalmente y la otra mitad no. Lo que descubrieron fue bastante impactante: Incluso aquellos que sólo fumaban un par de veces a la semana presentaron anormalidades cerebrales significativas en las áreas que controlan la emoción y la motivación.
“Hay una perspectiva general ahí afuera de que el uso recreacional de la marihuana no es un problema- que es una droga segura,” dijo Anne Blood, co-autora del estudio. “Hemos visto que ese no es el caso.”
Estudios similares han descubierto una correlación entre el uso fuerte de la hierba y anormalidades cerebrales, pero esta es la primera vez que un estudio ha descubierto la misma conexión en los usuarios recreacionales-. Las 20 personas en el “grupo de marihuana” del estudio fumaban cuatro veces a la semana en promedio; siete de ellas sólo fumaban una vez a la semana. Aquellos en el grupo de control no fumaban nada.
“Nos fijamos específicamente en las personas que no presentaban ningún impacto adverso con la marihuana –no había problemas en el trabajo, colegio, con la ley, en sus relaciones, ni problemas de adicción,” dijo Hans Breiter, otro co-autor del estudio.
Usando tres técnicas de neuroimagen diferentes, los investigadores observaron el núcelo accumbens y la amígdala de los participantes. Estas áreas son las responsables de medir el beneficio o la pérdida al momento de hacer ciertas cosas, y de proveer los sentimientos de recompensa de las actividades placenteras, como la comida, el sexo y las interacciones sociales.
“Esta es una parte del cerebro que de ninguna manera quieres tocar,” dijo Breiter. “No quiero decir que estas son partes mágicas del cerebro- ya que todas son importantes. Pero estas áreas son fundamentales en términos de que determinan lo que la gente encuentra placentero en el mundo y sirven para medir esas cosas en comparación con las malas.”
Impactantemente, cada una de las personas en el grupo de marihuana, incluyendo aquellos que sólo fumaban una vez a la semana, presentaba anormalidades observables. En el núcleo accumbens y en la amígdala se observaron cambios en las densidad, volumen y forma. Aquellos que fumaban más tenían variaciones más significativas.
¿Qué sucederá después? Los co-autores del estudio admiten que el tamaño de la muestra era pequeño. Su plan ahora es realizar un estudio más grande que no sólo observe las anormalidades cerebrales, sino que también las relacione a los resultados funcionales. Ese sería un paso importante en esta ciencia, porque, en la actualidad, la investigación indica que el uso de la marihuana podría causar alteraciones al cerebro, pero no está claro lo que eso podría significar realmente para los usuarios y sus cerebros.
Pero por ahora, ellos apoyan sus resultados.
“La gente piensa que un poco de marihuana no debería causar un problema si alguien se está desempeñando bien en el trabajo o colegio,” dijo Breiter. “Nuestra información confirma directamente que esto no sería así.”
http://www.accionpreferente.com/salud/cientificos-de-harvard-estudiaron-cerebros-de-fumadores-de-marihuana-y-los-resultados-no-son-buenos/


-VI-
Efectos del consumo de marihuana en escolares sobre funciones cerebrales demostrados mediante pruebas neuropsicológicas e imágenes de neuro-SPECT
RESUMEN
Estudio comparativo basado en 565 escolares adolescentes pertenecientes a cuatro colegios de Santiago, Chile. Fueron encuestados todos para seleccionar una muestra estratificada por sexo, curso y condición de consumidores o no consumidores, manteniendo constante las variables coeficiente intelectual y nivel socioeconómico. Se conforman dos grupos: 40 consumidores exclusivos de marihuana y 40 no consumidores. Se comparan los resultados obtenidos en ambos grupos en los Test Neuropsicológios y del NeuroSPECT de consumidores con una base de datos considerados normales para el mismo grupo etario.
Los adolescentes consumidores de marihuana evidencian menores habilidades cognitivas asociadas al proceso de aprendizaje, tales como atención, concentración, jerarquización, integración visoespacial, retención inmediata y memoria visual. Las diferencias entre ambos grupos son estadísticamente significativas.
Los hallazgos del NeuroSPECT muestran hipoperfusión subgenual bilateral, más marcada en el hemisferio izquierdo (área 25 de Brodmann), hipoperfusión frontal bilateral (areas 10 y 32 de Brodmann), hipoperfusión del gyrus cingulado anterior (área 24 de Brodmann) e hipoperfusión del área 36 de Brodmann que proyecta sobre el hipocampo.
Los estudiantes consumidores exclusivamente de marihuana muestran compromiso coincidente en neuroimágenes y test neuropsicológicos en áreas del cerebro relacionadas con el aprendizaje y se diferencian significativamente de los no-consumidores en las pruebas neuropsicológicas.
INTRODUCCIÓN
La impresión social en Chile acerca de la inocuidad del consumo de marihuana nos motivó a investigar su efecto sobre las funciones cognitivas necesarias para el aprendizaje escolar, sobre todo por las preocupantes estadísticas que muestran a este país como el de mayor consumo de marihuana en escolares en América Latina, así como una sostenida tendencia a disminuir la edad de inicio del consumo: se evidencia un 15.6% de consumidores entre los 13 a 18 años de acuerdo con el Informe Mundial sobre Drogas de 2010. El estudio Nacional de Drogas en Población Escolar concluyó un aumento de 4.4 puntos porcentuales en los últimos dos años del consumo experimental de marihuana entre los escolares de 8° básico a 4° medio, pasando de 15.6% en 2009 a 19.1% en 2011. El mismo informe dice que la falta de percepción de riesgo entre los estudiantes sobre el consumo frecuente de marihuana (una o dos veces a la semana), aumentó 10.2 puntos porcentuales, es decir, de 37.8% pasó a 48%. Estos datos son coincidentes y vienen a corroborar los hallazgos de investigaciones recientes, tales como la del estudio sobre marihuana y trastornos de aprendizaje realizado en 2007, en el que la percepción de peligro asociada al consumo era bajísima: en el grupo consumidor de marihuana sólo el 7% desaprueba su consumo habitual, y en contraste el 74% desaprueba el consumo de cigarrillos. Si consideramos que la educación es el medio más efectivo para salir del círculo de la pobreza y que el mayor consumo ocurre en el nivel socioeconómico bajo, el hecho de consumir sin percepción de riesgo se torna más preocupante, quedando el joven consumidor expuesto a una situación de una mayor vulnerabilidad.
El Informe Mundial sobre Drogas de 2010 señala que la cannabis continúa siendo la droga que más se produce a nivel mundial y la sustancia ilícita de mayor consumo en casi todos los países del mundo. En la actualidad, entre 130 y 190 millones de personas la fuman al menos una vez por año. Aunque este nivel de consumo puede ser considerado bajo, es importante recordar que el riesgo de adicción depende no sólo de la cantidad, sino también de factores genético-sociales y de la edad de inicio del consumo, además de la susceptibilidad personal. Asimismo, las tendencias globales muestran que conforme mejora el nivel de desarrollo económico de los países, aumenta el consumo de marihuana.
La posibilidad de la despenalización del consumo ha puesto el tema de la marihuana y de otras drogas ilícitas en el centro de la atención de los medios. Sin embargo, en el debate faltan las consideraciones acerca de los efectos de la marihuana en los segmentos más vulnerables de la población, tales como los adolescentes escolares, que la consumen sin que sean rotulados aún como consumidores habituales o adictos. Ellos, por no caer en la categoría de "adictos", no son considerados en las políticas de salud pública y, por lo tanto, no cuentan con apoyo social, escolar, familiar o médico.
Varios autores se han referido a las consecuencias negativas de la marihuana en el aprendizaje y el rendimiento escolar, destacando que tanto los efectos "agradables" o "desagradables", como el riesgo de adicción y daño dependen de la susceptibilidad individual. Otros daños reportados son los que afectan funciones propias de la corteza prefrontal, como la capacidad de planificación, de trabajo con propósito y control e inhibición de respuestas.
Un efecto adicional, en relación al desempeño escolar, es el síndrome amotivacional o disminución de la iniciativa personal. Este cuadro es patognomónico del adolescente consumidor. Se caracteriza por deterioro en la conducta, pérdida de energía y abulia con importante limitación de las actividades habituales, lo que tiene relación con su incapacidad para proyectarse y organizar de manera eficiente el tiempo en pos de un determinado objetivo. Se suma un estado de pasividad e indiferencia caracterizado por disfunción generalizada de las capacidades sociales. El síndrome amotivacional tiene efectos importantes dentro de lo que pudiera clasificarse como factores afectivos en el desempeño escolar en su conjunto.
Mediante neuroimágenes se han demostrado anormalidades de las estructuras, de las funciones en situación de reposo o bajo estímulo, de receptores y neurotransmisores en consumidores de sustancias ilícitas, incluida la marihuana. En especial, con imágenes funcionales de NeuroSPECT se demostró el efecto neurotóxico irreversible de la cocaína con alteraciones multifocales del flujo sanguíneo cerebral, de distribución desorganizada y que se asocian con anormalidades funcionales cerebrales. Al utilizar en el análisis las áreas de Brodmann es posible correlacionar los hallazgos imagenológicos con el compromiso de las funciones correspondientes.
La cannabis interviene indirectamente sobre la producción de dopamina e interactúa con receptores específicos CB1, los que se expresan intensamente en el hipocampo y en el cerebelo, lo que explica las implicancias de estas áreas en las alteraciones funcionales asociadas al consumo de esta droga.
Estudios con técnicas de estimulación magnética transcraneana mostraron que cuando falla el sistema prefrontal, los sujetos comienzan a tomar decisiones destinadas a obtener gratificación inmediata, sin evaluación de las consecuencias. Esto correspondería a conductas guiadas preferentemente desde el sistema límbico. Los adolescentes, por la inmadurez de los lóbulos prefrontales propia de la edad, son más vulnerables a la hipofunción prefrontal causada por la marihuana y así a la determinación de su conducta por el sistema límbico, con las características antes señaladas.
El Delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) modifica la captación y el procesamiento de la información que realiza el hipocampo, crucial para el aprendizaje, la memoria, la integración de las experiencias sensoriales y de las motivaciones. El THC es una molécula lipofílica que atraviesa con facilidad las barreras hematoencefálica y placentaria. Por esta afinidad a los lípidos se acumula en la grasa corporal, desde donde se libera paulatinamente provocando una prolongación de los efectos. Por eso, tras el consumo de un cigarrillo de marihuana, es posible detectar la presencia de metabolitos en la orina durante una semana. En consumidores crónicos, la orina puede ser positiva para THC hasta más de un mes después de suspender el consumo. El efecto de la droga sobre las funciones cognitivas persiste, en el consumidor, aun después de una abstinencia de varios días.
Nuestro objetivo fue evaluar los efectos sobre la función cerebral del consumo exclusivo de marihuana, excluyendo policonsumo, en adolescentes escolares no rotulados como adictos, mediante pruebas neuropsicológicas e imágenes cerebrales funcionales de NeuroSPECT.
METODOLOGÍA
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CONCLUSIONES
Se encuentra una asociación entre el consumo de marihuana en adolescentes y efectos nocivos sobre el funcionamiento cerebral, en especial en funciones cognitivas involucradas en el aprendizaje: memoria, atención, concentración y efectos negativos en cuanto a estilo de trabajo, precisión, organización del material, estrategias de ejecución y formas de abordaje de la tarea. La importancia, para los escolares, de la memoria verbal inmediata es clara: en la sala de clases la mayor parte de los conocimientos se entrega en forma oral. Al no contar con una adecuada memoria de trabajo, se dificulta el procesamiento de la información recibida por esta vía. A su vez, el número de errores que los jóvenes consumidores cometen en tareas que involucran atención y concentración, sumadas a deficiencias en las estrategias de trabajo, constituye un importante factor vinculado a sus problemas de rendimiento y fracaso escolar.
Dicha asociación se evidencia a través de las diferencias observadas en los resultados de las pruebas de evaluación neuropsicológica entre alumnos consumidores y no consumidores de marihuana. Los alumnos consumidores obtienen resultados comparativamente inferiores en todas las pruebas, con diferencias estadísticamente significativas. Esto permite establecer una clara asociación entre el con-sumo y la disminución significativa de puntajes obtenidos en las funciones cognitivas evaluadas, tanto en relación a lo esperado como a los resultados del grupo de pares no consumidores.
Mediante el NeuroSPECT se concluye que la marihuana produce, en la corteza cerebral, alteraciones funcionales multifocales. Se compromete especialmente la cognición por hipoperfusión en la proyección del hipocampo (área 36 de Brodmann), el control del ánimo por compromiso del área 25 de Brodmann en el hemisferio izquierdo y la función ejecutiva con anormalidad frontal en área 10 y 11 de Brodmann bilateral. Hay que destacar que la corteza frontal participa en la gama de conductas humanas relacionadas con la dimensión ética, función que también incidiría en el trabajo y la conducta social de los escolares que consumen marihuana.9
Llama la atención que, a diferencia de estudios efectuados en consumidores de cocaína, en los consumidores jóvenes de marihuana se observa un aumento focal de la función frontal en las áreas 9, 10 y 46 de Brodmann y en el cingulado posterior, que son segmentos del circuito cognitivo, y en el área 23 de Brodmann que es un área de comunicación interhemisférica. También se observan alteraciones funcionales en forma de hipofunción multifocal de distribución desorganizada en fumadores de marihuana, aunque de menor significado estadístico (menor severidad) que en los consumidores de cocaína.
Estos hallazgos nos permiten plantear la presencia de neurotoxicidad en los consumidores de marihuana ya que, al comparar sus resultados con una base de datos normativa para personas del mismo grupo etario, ninguno de los estudios de NeuroSPECT de los jóvenes consumidores fue normal. Cabe agregar que los jóvenes reportaron haberla consumido la misma semana del examen del NeuroSPECT.
Todo esto incide en que las expectativas de cursar estudios superiores universitarios en el grupo de consumidores son significativamente más bajas, con un 21%, comparado con un 43% para los no consumidores, de acuerdo a lo ya reportado por Dörr et al.
Los resultados de las pruebas de neuroimagen, que muestran efectos en áreas del cerebro relacionadas con el aprendizaje, son altamente coincidentes con los puntajes obtenidos por los mismos sujetos en las pruebas neuropsicológicas, lo que agrega evidencia a los efectos negativos del consumo de marihuana en el aprendizaje, tema central de este estudio. Especialmente importante es el hecho de que estos resultados corresponden a adolescentes que no han sido diagnosticados ni rotulados como adictos y que por lo tanto no constituyen aún un problema de salud pública, ni son percibidos como adolescentes en riesgo social. Sin embargo, estos jóvenes provienen de poblaciones socialmente vulnerables asociadas a la pobreza, lo cual agrava las consecuencias o efectos que puede tener para ellos el fracaso escolar ligado al consumo habitual de marihuana, pensando que la educación debería ser el medio que les permita una mayor movilidad social.
La no percepción de riesgo en el consumo, el fácil acceso a la cannabis, el incuestionable efecto nocivo sobre las funciones cognitivas involucradas en el aprendizaje y el desempeño escolar, el aumento del número de mujeres adolescentes consumidoras, la evidencia reunida sobre la cannabis como inductora o facilitadora del uso de otras sustancias y la disminución de la edad de inicio del consumo, constituyen un problema para las políticas de salud pública, que compromete a la escuela, a los adolescentes y a sus familias. En relación a este desafío, se constata nuevamente la deuda de las instituciones, en especial de la familia y de la escuela, en el sentido de que los adolescentes consumidores no perciben conciencia de riesgo por parte de sus padres o de sus profesores, ni control social sobre el consumo.

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-33252013000500003


-VII-
¿Cómo afecta el uso de marihuana el rendimiento en la escuela, el trabajo y la vida social?
Investigaciones científicas han demostrado que los efectos negativos de la marihuana en la atención, la memoria y el aprendizaje pueden durar días o semanas después de que los efectos agudos de la droga han pasado, dependiendo del historial de uso de drogas que la persona tenga. Consecuentemente, alguien que fuma marihuana a diario puede estar funcionando a un nivel intelectual más bajo la mayoría o todo el tiempo. Existe una cantidad considerable de evidencia científica indicando que los estudiantes que fuman marihuana tienen resultados académicos más bajos que los estudiantes que no fuman. Por ejemplo, en un análisis de los resultados de 48 estudios relevantes, se encontró que el uso de marihuana está vinculado con logros académicos más bajos (por ejemplo, una probabilidad más baja de graduarse). Un análisis reciente en el que se usó datos de tres estudios a gran escala en Australia y Nueva Zelandia encontraron que los adolescentes que usaron marihuana frecuentemente eran significativamente menos propensos que sus compañeros a graduarse o a obtener un título. Esos estudiantes también tenían una probabilidad más alta de desarrollar una dependencia a la droga más tarde en sus vidas, a usar otras drogas y a tratar de suicidarse. Varios estudios también han conectado el uso empedernido de marihuana con un ingreso económico anual más bajo, una dependencia más alta de recursos sociales, desempleo, un comportamiento criminal y menos satisfacción con sus vidas.
Todavía no se puede determinar categóricamente, hasta qué punto el uso de marihuana tiene una relación causal directa en estas asociaciones, por lo que se requieren más investigaciones. Es posible que otros factores independientes creen una disposición en las personas a usar marihuana y a varios resultados negativos en sus vidas tales como dejar la escuela y no graduarse. Dicho esto, también es verdad que las personas mismas que han usado marihuana son las que han reportado percibir una influencia de su uso de marihuana en ciertos resultados negativos relacionados con la satisfacción con sus vidas y medidas de sus logros. En un estudio, por ejemplo, se comparó personas que usaban marihuana actualmente y que habían fumado por un largo tiempo con un grupo de control que habían fumado marihuana por lo menos una vez en sus vidas pero no más de 50 veces en total. Todos los participantes tenían una historia de educación e ingreso similar, pero se encontraron diferencias significativas en sus logros educacionales: Entre los que usaban cannabis en forma empedernida, eran menos los que se habían graduado de la universidad y más los que tenían un ingreso menor que 30.000 dólares estadounidenses. Al preguntarles cómo ha afectado la marihuana sus habilidades cognitivas, logros académicos, vida social y su salud mental y física, la mayoría de los que usaban marihuana empedernidamente reportaron efectos negativos en cada una de estas áreas de sus vidas. 
Hay estudios que también sugieren que existe una conexión directa entre el uso de marihuana y consecuencias desfavorables en el trabajo, tales como un riesgo más alto de sufrir lesiones y accidentes. En un estudio realizado entre trabajadores del servicio postal, se descubrió que los empleados con resultados positivos de marihuana en un examen de orina para detectar drogas, tenían un 55 por ciento más alto de accidentes industriales, 85 por ciento más alto en lesiones y un 75 por ciento más alto en ausencias al trabajo que aquellos que habían tenido un resultado negativo en el examen.
https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/la-marihuana/cuales-son-los-efectos-de-la-marihuana-en-el-rendimiento-escolar-en-el-


-VIII-
¿Puede el consumo de marihuana llevar al uso de otras drogas?
Las ratas de laboratorio que han sido expuestas a cannabinoides durante la adolescencia muestran más tarde en la edad adulta una disminución en la respuesta a la dopamina en el centro de gratificación del cerebro. En la medida que esto se puede generalizar a los humanos, estos hallazgos podrían ayudar a explicar los descubrimientos que se han reportado en la mayoría de estudios epidemiológicos indicando que el uso de marihuana a una temprana edad incrementa la propensión a usar drogas y a desarrollar una adicción a otras sustancias más tarde en sus vidas. Esto también es consistente con experimentos en animales que han demostrado la habilidad que tiene el THC de "preparar" el cerebro a tener una respuesta exagerada a otras drogas. Por ejemplo, las ratas a las que se les ha administrado THC muestran una respuesta más exagerada en su comportamiento, no solo cuando vuelven a estar expuestas al THC sino también cuando son expuestas a otras drogas como la morfina—un fenómeno llamado sensibilización cruzada.
Estos descubrimientos son consistentes con la idea de que la marihuana puede ser "una puerta de entrada" a el uso de otras drogas. Cabe recalcar, sin embargo, que la mayoría de las personas que usan marihuana no terminan usando otras sustancias "más potentes". Asimismo, la sensibilización cruzada no es un fenómeno únicamente relacionado con la marihuana. El alcohol y la nicotina también disponen al cerebro a tener una respuesta más aguda a otras drogas y son también, como la marihuana, típicamente usadas antes que una persona progrese a usar otras sustancias más peligrosas. 
También es importante destacar que otros factores aparte de los mecanismos biológicos, como el ambiente social que rodea a una persona, también son factores críticos en el riesgo de que una persona use drogas. Una alternativa a la hipótesis de que existen drogas que son una "una puerta de entrada" al uso de otras drogas, es que las personas que son más vulnerables a usar drogas son simplemente más propensas a empezar a usar sustancias que están fácilmente a su alcance como la marihuana, el tabaco o el alcohol, y sus interacciones sociales subsecuentes con otras personas que usan drogas incrementa la posibilidad de probar otras drogas. Es necesario realizar más investigaciones para explorar esta cuestión.
https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/la-marihuana/puede-el-consumo-de-marihuana-llevar-al-uso-de-otras-drogas


-IX-
 SENDA Chile y Marihuana
Qué es Senda Chile: Es el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) es la entidad del Gobierno de Chile responsable de elaborar las políticas de prevención del consumo de drogas y alcohol, así como de tratamiento, rehabilitación e integración social de las personas afectadas por estas...
Nombre científico: Cannabis Sativa.
Nombre popular: marihuana, yerba, macoña, ganya, pito, cuete, caño, porro, huiro.
Clasificación: Depresor
Forma de consumo: La marihuana generalmente se fuma, en cigarrillos hechos a mano o en pipas especialmente diseñadas (a veces con cañas largas o pequeños depósitos de agua para enfriar el humo, que suele alcanzar altas temperaturas). También se come (en queques o galletas).
El “hachís” es la resina de cannabis desecada y se fuma mezclado con tabaco.
Efectos en el organismo:
Los efectos son de rápida aparición y varían según la dosis, el tipo de cannabis y el estado anímico y físico del individuo que la consuma.
Efectos inmediatos:
Dosis bajas
Inicialmente pueden producir sensaciones placenteras de calma y bienestar, aumento del apetito, euforia, desinhibición, pérdida de concentración, disminución de los reflejos, ganas de hablar y reír, enrojecimiento de los ojos, aceleración del ritmo cardiaco, sequedad en la boca y garganta, dificultad para ejecutar procesos mentales complejos (rendir un examen, por ejemplo), alteraciones de la percepción temporal y sensorial, y puede disminuir la memoria a corto plazo. A ello le sigue una segunda fase de depresión y somnolencia.
Dosis elevadas
Puede provocar confusión, letargo, excitación, ansiedad, percepción alterada de la realidad y, de manera más inusual, estados de pánico y alucinaciones.
Efectos a largo plazo:
Destaca el “síndrome amotivacional” (disminución de la iniciativa personal), unido a una frecuente baja de la capacidad de concentración y memorización.
La estructura química del cannabis es muy compleja y no se conocen aún las secuelas producidas por todos sus componentes. Sí se puede afirmar que los fumadores de marihuana o hachís inhalan profundamente el humo sin filtrar y lo retienen en los pulmones tanto tiempo como pueden, siendo más nociva para el sistema respiratorio que el tabaco. Su uso también se ha asociado a la aparición de enfermedades como sinusitis y bronquitis.
Asimismo puede causar alteraciones en los sistemas reproductores masculino y femenino (infertilidad, por ejemplo) e inmunológico. Como el compuesto activo de la marihuana (tetrahidrocannabinol) atraviesa la barrera placentaria y mamaria, su consumo supone un riesgo para el feto tanto durante el embarazo como en la lactancia.
Puede generar tolerancia y dependencia, con el consecuente síndrome de abstinencia en caso de que se suspenda bruscamente el uso de la droga. Esto deviene en ansiedad, insomnio, irritabilidad, depresión y anorexia, entre otros síntomas.
Ritmo cardiaco y presión sanguínea:
Puede producir aumento temporal de la frecuencia cardiaca según la dosis usada. El consumo de cannabis puede ser peligroso para aquellos que padecen hipertensión, enfermedades cerebrovasculares y arteriosclerosis coronaria.
Congestión conjuntiva:
Con la ingestión e inhalación de cannabis se produce un enrojecimiento de los ojos debido a la dilatación de los vasos sanguíneos del globo ocular.
Desempeño sicomotor:
Puede producir temblores e inestabilidad si el fumador se encuentra de pie. Dificulta el desempeño ante tareas complejas. El consumidor de cannabis tiene incapacidad de prestar atención constante y de asimilar complejos procesos de información. Se dificulta el manejo de automóviles, pilotaje de aviones y la operación de otras máquinas. Estas deficiencias pueden durar hasta 10 horas después de iniciados los efectos del cannabis.
Efectos respiratorios:
El cannabis, ya sea como marihuana o hachís, contiene tanto alquitrán como el tabaco. Los fumadores de cannabis desarrollan una menor capacidad de difusión pulmonar y un flujo expiratorio forzado (botan el aire de los pulmones con dificultad), puesto que inhalan muy profundamente, retienen el humo en sus pulmones por un período más largo de tiempo y fuman el cigarrillo completo. Además, el humo no es filtrado.
Su uso crónico está relacionado con la aparición de bronquitis, asma y sinusitis. Asimismo, hay evidencia de que el humo del cannabis y sus residuos contienen sustancias carcinógenas relacionadas con cambios celulares malignos en el tejido pulmonar.
Efectos sicológicos:
Esta droga actúa sobre la corteza cerebral, principalmente en las áreas que controlan la movilidad de los miembros, órganos sensoriales y el comportamiento.
Entre los tipos específicos de desempeño sicológico que se afectan por su consumo, se incluyen la sustitución de dígito-símbolos (cambio de significados del entorno), unión de dígitos, sustracción serial (incapacidad de seguir una secuencia lógica), comprensión de lectura y aumento de la percepción del tiempo. Mientras más compleja, menos familiar y más difícil sea la tarea, peor será el desempeño.
También se altera la percepción de la visión, el sonido y el tacto; afecta el estado de ánimo y la interacción social.
Estudios demuestran que el consumo crónico de la droga parece correlacionarse con una sicopatología manifiesta. Los que abusan del cannabis son psicológicamente similares a los que abusan de otras drogas.
En estudios con consumidores regulares de cannabis, éstos han manifestado desajustes en el trabajo y una incapacidad autorreconocida para enfrentar nuevos problemas. Además, se observó en ellos mayor hostilidad hacia sus pares, más casos de depresión y un grado mayor de ansiedad que los consumidores casuales.
Riesgos:
Está constatada la potencialidad del cannabis como un gatillador de sicosis y cuadros de delirios y alucinaciones en personas en riesgo. No todo usuario de cannabis experimentará necesariamente con otras sustancias más peligrosas, pero el riesgo existe.
Además, está el peligro de condicionar o limitar las posibilidades de vivir libre y autónomamente el desarrollo personal en los adolescentes. También crea una dependencia sicológica: el usuario apetece la droga por sus efectos.
Existen pocas posibilidades de sobredosis mortal por cannabis.
http://www.senda.gob.cl/prevencion/informacion-sobre-drogas/marihuana/


-X-
Tratamientos disponibles para los trastornos por consumo de marihuana
La adicción a la marihuana parece ser muy similar a otros trastornos de uso de sustancias, aunque los resultados clínicos a largo plazo pueden ser menos graves. En promedio, los adultos que buscan tratamiento para algún trastorno relacionado con el uso de marihuana, han usado marihuana casi a diario por más de diez años y han intentado dejarla más de seis veces. Las personas con un trastorno por uso de marihuana, especialmente los adolescentes, usualmente sufren también de otros trastornos psiquiátricos (comorbilidad).         También pueden tener un problema de abuso o adicción a otras sustancias, como a la cocaína o el alcohol. Hay estudios que indican que tratar de una forma eficaz el trastorno de salud mental con tratamientos estandarizados incluyendo medicamentos y terapias de comportamiento, puede ayudar a reducir el uso de marihuana, especialmente entre las personas que usan la droga empedernidamente y aquellos que sufren de otros trastornos mentales crónicos. Los siguientes tratamientos de comportamiento han mostrado ser prometedores: 
  • Terapia cognitiva-conductual: un tipo de psicoterapia que le enseña a las personas estrategias para identificar y corregir comportamientos problemáticos con el fin de mejorar el control personal, parar el uso de la droga y corregir otros problemas que usualmente ocurren a la vez con estos. 
  • Técnicas de manejo de contingencias: Una alternativa de tratamiento de manejo basada en el monitoreo frecuente del comportamiento que se busca cambiar y remover los factores positivos que se dan cuando el comportamiento ocurre (o cuando no). 
  • Terapia de estímulo de la motivación: un tipo de intervención sistemática diseñada para un cambio rápido en la motivación personal; la terapia no pretende tratar a la persona en sí, sino en vez moviliza sus propios recursos internos para cambiar y participar en tratamiento. 
Actualmente, no hay medicamentos disponibles para tratar el consumo de marihuana, pero se están realizando investigaciones en este campo. Como uno de los problemas más prominentes en la abstinencia a la marihuana es la dificultad al dormir, algunos estudios están examinando la efectividad de ciertos medicamentos que ayudan con el sueño. Entre los medicamentos que han mostrado ser efectivos en estudios anteriores o ensayos clínicos pequeños, están el medicamento para ayudar a dormir zolpidem (Ambien®), un medicamento para la ansiedad y el estrés llamado buspirone (BuSpar®) y una medicina antiepiléptica llamada gabapentin (Horizant®, Neurontin®) que pueden mejorar el sueño y posiblemente las funciones ejecutivas. Otros agentes que están siendo analizados en el momento incluyen el suplemento nutricional N-acetil-cisteína y las sustancias químicas llamadas inhibidores FAAH, que pueden reducir el tiempo de abstinencia al inhibir la separación de los cannabinoides del cuerpo. Los pasos a seguir incluyen el estudio de sustancias llamadas moduladores alostéricos que interactúan con los receptores de cannabinoides para inhibir los efectos gratificantes del THC. https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/la-marihuana/los-tratamientos-disponibles-para-los-trastornos-por-consumo-de-marihua


-XI-
El poco explorado daño cerebral que produce la marihuana en adolescentes
06 de Noviembre 2016 Diario Concepción
Chile aparece con el mayor consumo de marihuana en escolares en América Latina, con una sostenida tendencia a disminuir la edad de inicio del consumo. A nivel general, en 4 años aumentó en 145%. 
Fernando Escobar Muñoz
Profesor Emérito UdeC
Se ha instalado una discusión sobre el uso libre de determinadas drogas psicotrópicas con fines recreativos, en el ámbito de las libertades individuales, la iniciativa de despenalizar el uso de la marihuana es altamente controversial, ante la existencia de información que hace un llamado de alarma sobre los efectos inmediatos y mediatos de esta droga, como así mismo su potenciales de daño, en particular en la población infantil y adolescente. 
Paradojalmente se han impulsado con mucha fuerza, medidas para limitar el consumo excesivo de sal y azúcar, entre otros, cuyos efectos, si bien importantes, no tienen el impacto directo que el consumo de marihuana podría tener en niños y adolescentes. El propósito de este artículo es entregar mayor información para facilitar una discusión racional con base en evidencia.
¿Qué es la marihuana? 
La marihuana es una mezcla de hojas trituradas, tallos, semillas y flores secas del cáñamo—la planta Cannabis sativa- por lo general se fuma, aunque también, muy minoritariamente, es usada como té, o mezclada con alimentos como bizcochos, galletas o dulces, en particular cuando es vendida o consumida para uso medicinal. 
Pocos minutos después de haber inhalado humo de marihuana, el ritmo cardiaco de la persona se acelera, el pasaje respiratorio se relaja y se dilata y los vasos sanguíneos de los ojos se expanden, haciendo que los ojos se vean enrojecidos. El ritmo cardiaco—normalmente entre 70 a 80 palpitaciones por minuto—puede incrementar entre 20 y 50 palpitaciones más por minuto o hasta puede duplicarse en algunos casos. Usar otras drogas en combinación con marihuana puede amplificar este efecto. (National Institutes of health. National Institute of Drug Abuse EE.UU. 2015)
La sustancia química psicoactiva (que altera la mente) principal en la marihuana, responsable por los efectos embriagadores que buscan aquellos que la usan de una forma recreacional, es el delta-9-tetrahydrocannabinol (THC). Esta sustancia química se encuentra en una resina preparada a base de las hojas y los tallos de la planta femenina del cannabis. La planta también tiene más de 500 químicos aparte de este, incluyendo más de 100 compuestos químicamente relacionados al THC, llamados cannabinoides.
La potencia de la marihuana ha ido aumentando consistentemente en las últimas décadas, a comienzos de los años noventa el promedio de THC era de 3.7% y un 7.5% en la sin semilla, una variedad de plantas femeninas cultivadas al efecto. En 2013 era de 9.6% y 16% en esta última, existiendo técnicas para hacer extractos con contenidos de 50 o más por ciento de THC.
La falacia del consumo inofensivo
La impresión social creciente en Chile de la inocuidad del consumo de marihuana y el impulso desde determinados grupos de opinión, asociando esta libertad del consumo como una muestra de conducta aperturista y de avanzada, propia de una democracia sin falsos prejuicios, donde priman los derechos individuales, debe ser sometida a juicio crítico e informado. 
No es un asunto que pueda ser resuelto por la fuerza de las opiniones sino sobre los datos duros y replicables de la evidencia científica, no se trata de un artículo de fe.
Consumo de marihuana en jóvenes
Para poner el problema en el debido contexto, las estadísticas muestran a Chile como el de mayor consumo de marihuana en escolares en América Latina, además de mostrar, sin duda alguna, una sostenida tendencia a disminuir la edad de inicio del consumo. El estudio Nacional de Drogas en Población Escolar concluyó un aumento de 4.4 puntos porcentuales en los últimos dos años del consumo experimental de marihuana entre los escolares de 8° básico a 4° medio, pasando de 15.6% en 2009 a 19.1% en 2011.
El Estudio Nacional de Drogas de Senda indicó que entre 2010 y 2014 el uso de marihuana pasó de 4,6% a 11,3%: en cuatro años el aumento fue de 145%. Uno de cada diez chilenos consumió marihuana durante el último año. Según el XI Estudio Nacional de Drogas en Población General el uso de cannabis pasó de 7,1% en 2012 a 11,4% en 2014, siendo la primera vez que el empleo de este estupefaciente alcanza los dos dígitos desde que el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) realizó por primera vez este informe en 1994.
El mismo informe atribuye a la falta de percepción de riesgo entre los estudiantes el aumento del consumo frecuente de 37.8% a 48%. No es realidad de extrañar, cuando los organismos oficiales encargado de la salud o de las políticas al respecto, se muestran indiferentes o mantienen al respecto un cauteloso silencio, para no aparecer como reaccionarios y obsoletos y, dado lo anterior, que los jóvenes tengan al respecto una bajísima percepción de peligro asociado al consumo.
Efectos del consumo de marihuana en el cerebro . La áreas con función disminuida, según la tecnología NeuroSPECT, de un escolar consumidor de marihuana exclusivamente. Se observa en colores fríos (azul, verde) las áreas que se encuentran en hipofunción, es decir de dos a cuatro desviaciones estándar por debajo del funcionamiento normal, concentradas especialmente en el lóbulo temporal, de parecido modo en la corteza frontal.
A mayor aumento, puede observarse el efecto de hipofunción en la corteza cerebral pre-frontal, cuyas numerosas funciones como se muestra en diagrama adjunto, pueden verse disminuidas o distorsionadas.
Interferencia con el desarrollo neurológico de niños y adolescentes
Es particularmente relevante el conocimiento que actualmente se tiene sobre el desarrollo neurológico del niño y el adolescente para comprender por qué esta conducta puede tener efectos altamente lesivos, muy especialmente el estado de desarrollo de las conexiones con el lóbulo frontal y la síntesis de neurotransmisores en esa época de la vida. 
En los adolescentes, la inmadurez del lóbulo frontal les hace más vulnerables a fallos en el proceso cognitivo de planificación y formulación de estrategias, que requiere de una memoria de trabajo que no está completamente desarrollada en la adolescencia.
Las facultades mentales que dependen del lóbulo frontal son la capacidad para controlar los impulsos instintivos, la toma de decisiones, la planificación y anticipación del futuro, el control atencional, la capacidad para realizar varias tareas a la vez, la organización temporal de la conducta, el sentido de la responsabilidad hacia sí mismo y los demás o la capacidad empática. Si el consumo de marihuana interfiere con el funcionamiento de esta área del cerebro o compite con la formación de elementos moleculares de trasmisión, las consecuencias son fáciles de derivar.
Efectos adversos de la marihuana
a) Efectos adversos del uso a corto plazo como a largo plazo o un uso intensivo.
– Deterioro de la memoria a corto plazo, por lo que es difícil de aprender y retener información.
– Deterioro de la coordinación motora, lo que interfiere con las habilidades de conducción y aumentando el riesgo de lesiones. Alteración del juicio, lo que aumenta el riesgo de comportamientos sexuales que facilitan la transmisión de enfermedades de transmisión sexual. En dosis altas, paranoia y psicosis.
b) Efectos de largo plazo o el uso frecuente y prolongado.
– Adicción (en aproximadamente el 9% de los usuarios en general, el 17% de los que comienzan su uso en la adolescencia, y de 25 a 50% de los que son usuarios diarios) *
– Desarrollo cerebral alterado.*
– Rendimiento escolar pobre, con una mayor probabilidad de abandonar la escuela.*
– Deterioro cognitivo, con un menor coeficiente intelectual entre los que eran usuarios frecuentes durante la adolescencia.*
– Satisfacción disminuida en la vida y el rendimiento (determinado sobre la base de las medidas subjetivas y objetivas en comparación con tales calificaciones en la población general).*
– Síntomas de bronquitis crónica.
– Aumento del riesgo de trastornos de psicosis crónicas (incluyendo esquizofrenia) en personas con una predisposición a dichos trastornos.
*El efecto está fuertemente asociado con el consumo de marihuana inicial a principios de la adolescencia.
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-33252013000500003



-XII-
“La marihuana es un potencial generador de enfermedades mentales”
19/04/2016
El psiquiatra palmero Félix González, presidente de la Asociación Canaria de Neuropsiquiatría y Salud Mental (ACN), ha asistido a las XVIII Jornadas Nacionales de Patología Dual celebradas en Madrid. “Los resultados de la investigación han venido echando por tierra las teorías de la inocuidad del cannabis”, asegura.
El psiquiatra palmero Félix González, presidente de la Asociación Canaria de Neurosiquiatría y Salud Mental (ACN), ha asistido a las XVIII Jornadas Nacionales de Patología Dual, celebradas la semana pasada en Madrid, que organizan la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) y la Fundación Patología Dual, con el apoyo del National Institute on Drug Abuse (NIDA) de Estado Unidos. Este especialista aboga por “modificar la actitud frente al problema de las drogas; hay que erradicar el estigma de ‘vicio’ y cambiar a políticas que posibiliten un abordaje como problema de salud”, ha asegurado en una entrevista con La Palma Ahora
-¿Qué valoración hace de las XVIII Jornadas Nacionales de Patología Dual?
-Se hicieron aportaciones muy interesantes y novedosas, siguiendo un amplio programa que duró tres días, con conferencias simultáneas de conocidos líderes de opinión, simposios, encuentros con expertos, talleres, posters, comunicaciones orales y sesiones participativas e interactivas. Tuvimos también la oportunidad de debatir, con expertos de gran prestigio, sobre la estrecha relación de las adiciones y las enfermedades mentales.  
-¿ Qué es la ‘patología dual’? 
-‘Patología dual’ es la denominación que se  le da, en el campo de la salud mental,  a aquellas personas que sufren de forma simultánea o a lo largo de su vida, una adicción y otro trastorno mental. Las adicciones pueden ser las que se conocen como comportamentales, por ejemplo, el juego patológico, Internet o la adicción a sustancias. 
-¿Cuándo habla de adicciones a sustancias, a qué sustancias se refiere? 
-Pues, por una parte, a las sustancias integradas en nuestra cultura, como son la cafeína, el tabaco, el alcohol o también a medicamentos ansiolíticos, analgésicos o algunos estimulantes. Son las llamadas legales.  Y por otra, a aquellas no permitidas por la ley y peor vistas por la sociedad, como el cannabis, la cocaína, anfetaminas y las de la familia del opio.  
-¿Cuáles son las enfermedades mentales más relacionadas con las adicciones? 
-Los problemas de ansiedad, del estado de ánimo,  trastornos del espectro de la esquizofrenia y la psicosis, Trastorno por Déficit Atención e Hiperactividad (el llamado TDAH), y también los rasgos y trastornos de personalidad, que dicho de otra manera son personas con  caracteres que podríamos definir como   ‘difíciles’. 
-¿Qué desatacaría de los temas abordados en las jornadas?  
-Se habló mucho de los efectos perjudiciales sobre la salud mental y física del cannabis o marihuana. Se está investigando bastante sobre esta sustancia. En la comunidad científica hay una creciente preocupación por los hallazgos sobre su potencial como generador de enfermedades mentales.  
¿A qué enfermedades mentales y físicas se refiere?  
-Problemas con la memoria, depresión, esquizofrenia, dificultades con la coordinación de los movimientos. Por ejemplo, se sabe que nuestro cerebro cuenta con un sistema que se llama encocanabinoide. Su función es similar a la que realizan los derivados de la marihuana.  Las que se producen en nuestro cerebro son una proteína que, entre otras cosas, sirven para borrar los recuerdos negativos. A ello se deben sus efectos sobre la memoria. Con el paso del tiempo no recordamos los hechos tal y como ocurrieron.  De nuestra conciencia se van desvaneciendo los acontecimientos negativos. Por eso cuando contamos una historia sobre algo que nos ocurrió lo hacemos evocando lo mejor, lo más gracioso. Lo traumático pierde intensidad. Esta autorregulación es necesaria para mantener un estado emocional adecuado. Si no probablemente sería insufrible la vida. Es como aquello que se dice sobre que si una mujer recordara el grado del dolor del parto con la intensidad que lo vivió, nunca más se quedaría embarazada. De este borrado se encargan los cananbinoides de los que hablamos. Y estos cananbinoides están presentes en la marihuana. Si nosotros usamos cannabis exógenos, es decir la marihuana o sus derivados, estamos forzando  artificialmente el mecanismo de olvidar, agrediendo nuestra memoria. Este daño neuronal  se agrava más cuanto mayor es la concentración del tóxico,  como por ejemplo lo que ocurre  con el llamado ‘chocolate’. Y peor aún con el aceite de hachís que puede llegar a un 90% del principio activo. Y por si fuera poco hay derivados sintéticos de cuya concentración exacta poco se conoce. Y estos,  se consiguen en la calle sin garantía alguna de su pureza, procedencia ni de su composición. Probablemente las personas que compran y consumen estos productos nunca les daría a sus mascotas algo con este potencial de riego para la salud. El cannabis interacciona además seriamente con el alcohol. Pero no es que solo  duplique los efectos de este, sino que los multiplica, sobre todo entorpeciendo los movimientos. Un efecto que puede ser especialmente peligroso si se conduce. Además, todo lo que afecta al cerebro afecta en mayor o menor medida a nuestra mente. Y aquí también tenemos un problema. Se conoce la relación del cannabis con la esquizofrenia. Hasta ahora se advertía de que su uso podía desencadenar episodios de psicosis, es decir, pérdida de control, delirios, agitación... Pues bien, Lancet (una prestigiosa publicación médica) ha informado de la evidente relación entre el consumo de cannabis y la  aparición  de esquizofrenia en las personas que lo consumen. Hay datos concretos, cuyo detalle quizá exceden el marco de esta entrevista, en cuanto a la relación entre frecuencia del consumo y la aparición de un trastorno mental grave, que una vez desencadenado puede ser de por vida.   
-¿Podría aportar algún dato?  
-Sí. Por ejemplo, un único uso de cannabis aumenta hasta un 40% las probabilidades de padecer una psicosis. Se sabe, además, que el consumo de cannabis está relacionado con que la esquizofrenia debuta a edades más tempranas. Cuanto más joven se inicia la enfermedad peor es su pronóstico. Si, además, el cannabis se consume junto a los psicofármacos que se toman como tratamiento, los efectos secundarios de estos se incrementan y la respuesta es peor. 
Entonces, se confirma que los ‘porros’ afectan al cerebro. ¿Y a los pulmones?  
-Sí, claro. La vía de absorción es la respiratoria. Normalmente, para la absorción se requiere una inspiración profunda. Y los ‘porros’, además, contienen mezcla de tabaco. Para agravar el asunto, el cannabis tiene un efecto broncodilatador. Aire caliente, hachís más tabaco con todos sus más de cuatro mil componentes químicos. Ingredientes que se encuentran al final un bronquio dilatado como puerta de entrada a la sangre y por  tanto nos expone a más  toxicidad. Una combinación muy agresiva. 
¿Y por qué el ‘porro’ se considera poco menos que inofensivo?  
-Hasta hace poco se ha mantenido esta teoría de atribuirle efectos, incluso, beneficiosos.  Creo que hasta los médicos hemos contribuido a consolidar el cannabis como ‘droga menor’. Pero los resultados de la investigación han venido echando por tierra las teorías de la inocuidad de esta droga. Es más, actualmente se admite que el uso crónico de cannabis produce inflamación cerebral, lo que supone una agresión para las neuronas. Y como consecuencia, a largo plazo, problemas en la psicomotricidad. 
-Se ha hablado incluso de su uso medicinal.  
-Sí. Se está tratando de establecer su utilidad en algunas situaciones como son la enfermedad de Parkinson, la Corea, el dolor y las náuseas para los pacientes que se tiene que tratar con fármacos que las producen. Y también en una enfermedad congénita que se llama Síndrome X frágil. Pero esto siempre evaluando la relación beneficio-riesgo. Es decir, los potenciales efectos beneficiosos frente a los efectos secundarios tendrían que justificar su uso. 
-¿Tan preocupada está la ciencia por este asunto?  
-Sí, porque se ha adelantado mucho en la investigación al respecto de los efectos de las drogas. Y los resultados son alarmantes. Los profesionales que tenemos a nuestro alcance toda esta información, tenemos la obligación ética de darla a conocer. La gente debe estar informada de los avances, que se deben transmitir de una forma comprensible. Siempre tratando de evitar el sermoneo y los juicios morales. No somos agentes de la salud para asustar, amedrentar, prohibir... Pero si debemos comunicar las evidencias de los riesgos. Después cada uno decide. Si lo hace informado, mejor. Y si la decisión es responsable, mejor aún.  Quizás uno de los aspectos más preocupantes es el perjuicio sobre la población más vulnerable, la más sensible: los niños y adolescentes. El impacto de la información en esta franja de edad es decisivo. Para bien y para mal. En las dos primeras décadas de la vida se decide la debilidad o la fortaleza futura de nuestro aparato psíquico. 
-¿Qué se puede hacer de manera preventiva?  
-Como decía antes, sirve de poco pelear a la gente. Reprenderla. Amenazarla. Si esto fuera útil el problema no sobrepasaría el ámbito familiar. Cuando los pacientes llegan a nosotros ya la familia ha agotado esta vía. Y no solo eso, sino que ya están emocionalmente extenuados y con un considerable nivel de frustración ante la inutilidad de repetirles: “No fumes, eso te hace daño, deja esas compañías, pon más de tu parte, haz vida sana, deporte...” Nada. Es como decirle a alguien que deje de toser empleando su voluntad. La dependencia a las drogas no es un problema de voluntad, es un problema de salud y como tal precisa ayuda para resolverlo. 
-¿Qué otros asuntos de interés se trataron en las jornadas?  
-La influencia de un uso inadecuado de Internet y de la falta de sueño sobre los niños. El cigarro electrónico como alternativa a los fumadores. La relación del trastorno por déficit de atención (TDAH) con las adicciones. La adicción con la comida y con ‘el comer’. En fin, sería largo. Quizás en otra ocasión podamos seguir tratando alguno de estos temas. 
-¿Qué reflexión final hace? 
-Tenemos que cambiar nuestra actitud frente al problemas de las drogas. Se estima que en el mundo hay unos 27 millones de drogodependientes. Este drama supone que cada año mueren 200.000 personas a causa de los estupefacientes, casi tres veces la población de La Palma. Las políticas represivas y criminalizadoras sobre el que consume, no han dado resultado. Se necesita enfocar el problema desde el punto de vista de seres humanos que sufren y que no siempre pueden controlar solos esta fatalidad autodestructiva. Hace falta erradicar el estigma de ‘vicio’ y cambiar a políticas que posibiliten un abordaje como problema de salud.
http://www.eldiario.es/lapalmaahora/sociedad/psiquiatra-Felix_Gonzalez-adiccion-drogas-jornadas_0_507100246.html


-XIII-
Tratamiento de desintoxicación de la marihuana: terapias y remedios caseros

Muchas personas creen equivocadamente que la marihuana es una “droga segura” y que no es adictiva. La verdad es, sin embargo, que el abuso de la marihuana a largo plazo, al igual que cualquier otro abuso de drogas, puede causar una variedad de consecuencias para la salud y puede provocar dependencia física y adicción psicológica.
Si estás buscando un tratamiento efectivo para desintoxicarte de este nocivo vicio, no estás sola/o. Actualmente millones de personas reciben tratamientos especializados para dejar la marihuana.
Tienes que saber que el proceso de desintoxicación será largo. Las toxinas residuales que deja la marihuana pueden permanecer en el cuerpo y causar ansiedad años después de su consumo, esto significa que el riesgo de recaída es muy alto.
2 opciones para tratar de desintoxicarnos de la marihuana
Es aconsejable acudir a un médico o un centro especializado en donde pueden proporcionarte algún tratamiento farmacológico para evitar los síntomas de la abstinencia física.
Sin embargo, lo más difícil es superar la abstinencia psicológica. Llegados a este punto tenemos 2 opciones:
1) Ir a un centro de desintoxicación de drogas, puede que tenga un coste económico.
2) Hacer un tratamiento por tu cuenta.
Si estás en este último caso sigue leyendo:
El tratamiento más efectivo contra la adicción a la marihuana es un enfoque integral que aborde no sólo los efectos físicos de la adicción a la marihuana sino también los efectos psicológicos.
Un enfoque integral que combine la terapia conductual y el refuerzo positivo ha demostrado ser la forma más eficaz para reducir el consumo de marihuana. Algunos centros de rehabilitación también utilizan terapias holísticas como el yoga o la acupuntura para ayudar a la persona a volver a conectar su cuerpo, mente y espíritu, áreas que quedan dañadas por la adicción.
Hay que tener en cuenta una cosa muy importante: muchas veces el consumo de marihuana esconde un estado de ánimo subyacente o trastorno de la personalidad, tales como depresión, ansiedad o trastorno por estrés postraumático (TEPT). Habrá que tratar estos trastornos al mismo tiempo que se trata la adicción para que la recuperación total sea posible.
6 remedios caseros para aliviar los síntomas de la abstinencia.
1) Los baños de agua caliente ayudan a calmar los nervios.
2) Aumentar la ingesta de agua para eliminar las toxinas.
3) Se sabe que el jugo de arándano tiene propiedades purificantes.
4) Hacer ejercicio para aumentar la sudoración. Esto permite expulsar las toxinas del cuerpo.
5) Reducir el consumo de cafeína para evitar el insomnio.
6) Ejercicios de respiración para combatir la depresión u otros trastornos emocionales.
5 Consejos para que puedas dejar de fumar marihuana.
1) Tener una buena actitud.
Hay que tener un verdadero deseo de lograr un cambio en tu vida.
2) Estar preparado para superar el síndrome de abstinencia.
Los síntomas de la abstinencia pueden llevar a la persona a arrojar la toalla. Hay que estar preparados para los síntomas físicos y emocionales que se avecinan. Los síntomas más frecuentes suelen ser: depresión, ansiedad, cambios de humor y pérdida de apetito.
3) No desanimarse.
La persona puede recaer. Si esto sucede no hay que desanimarse e intentar de nuevo el proceso tan pronto como sea posible.
4) Mantener una buena dieta y hacer ejercicio.
Es muy importante mantener una buena dieta y hacer ejercicio cuando intentas dejar de fumar. Esto hará que te sientas bien, te mantendrás motivado, y tendrás la mente clara y enfocada hacia tu objetivo.
El ejercicio también alivia la ansiedad. Tener una dieta adecuada y hacer ejercicio también te ayudará a conciliar mejor el sueño ya que una de las quejas más comunes entre las personas que tratan de dejar de fumar es la incapacidad para dormir. Sin embargo, si te mantienes activo durante todo el día, podrás dormir mejor.
5) Distraer tu mente con un nuevo pasatiempo.
Lo mejor que puedes hacer cuando estás tratando de desterrar un mal hábito es mantener tu mente distraída. Lee un libro, ve una película, haz cualquier cosa que distraiga tu mente.
Este artículo ha sido actualizado el 5 de octubre del 2015 para añadir más información.
https://www.recursosdeautoayuda.com/tratamiento-de-desintoxicacion-de-la/


-XIV-
Marihuana y baja percepción de riesgo
Autor: La Tercera
14/02/2017
l país debe poner atención en la alta prevalencia de consumo entre escolares, lo que contrasta con los avances en desincentivar el hábito del tabaco.
DIVERSOS ESTUDIOS coinciden en que la población chilena ha ido aumentando crecientemente su consumo de marihuana -en particular para fines recreativos, aunque también con aparentes motivaciones terapéuticas-, fenómeno que parece ir estrechamente correlacionado con una fuerte baja en la percepción de riesgo. Si bien el uso de cannabis suele estar asociado con el ejercicio de libertades individuales, es indispensable no perder la perspectiva de que su consumo también encierra riesgos para la salud, y por ello no resulta responsable promover su masificación sin atender también a estos efectos, sobre todo por lo complejo que resulta el hecho de que menores de edad se vean inducidos a un consumo temprano, tal como de hecho está sucediendo.
Un reciente estudio de la Universidad Andrés Bello en conjunto con la Universidad de Londres -que fue dado a conocer por este medio-, reveló que Chile es el país de la región con mayor porcentaje de consumo de cannabis (40%), seguido de Argentina (39%). Incluso países como Uruguay, que han avanzado en liberalizar su comercialización, registra un porcentaje de solo 25%. Nuestro país también se ubica en el primer lugar de aquellos en favor de legalizar la marihuana (48%), aunque algo más abajo respecto de los países que se muestran de acuerdo con su uso recreacional (52%), siendo Uruguay el país que lidera en esta categoría (68%). A la par, Chile es el país que muestra una menor percepción de riesgo a nivel regional.
Estos antecedentes deberían ser correlacionados con el Undécimo Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar, llevado a cabo por el Senda. De acuerdo con estos resultados, el 34% de los escolares entre octavo y cuarto medio reconoce haber probado la marihuana en el último año, fenómeno que es especialmente intenso entre alumnos de tercero y cuarto medio, donde el 45% declara haber consumido la sustancia. Esta última cifra supone un alza estadísticamente relevante respecto del sondeo anterior. Dichos resultados contrastan con la significativa caída en el consumo de tabaco entre escolares, tendencia que también se observa en el resto de la población.
Las intensas campañas de publicidad, junto con las mayores restricciones para fumar en espacios públicos y la aplicación de impuestos más altos, han logrado desincentivar el hábito del tabaco. La propia sociedad parece estar jugando un rol en ello, pues demanda espacios libres de humo. Parece un contrasentido, sin embargo, que a la par de estos avances, el consumo de marihuana presente un aumento explosivo, especialmente entre los más jóvenes. A ello cabría añadir que también se observan altos índices en la ingesta de alcohol, lo que parece ser otro riesgo inadvertido en la discusión pública.
El debate sobre legalizar la marihuana es legítimo -ello explica que diversos países del mundo estén evaluando flexibilizar las restricciones-, pues existe una innegable dimensión que toca las libertades individuales, y la evidencia de que a mayores penas y barreras el consumo y el narcotráfico disminuyen, resulta controversial. Sin embargo, los efectos del consumo permanente de drogas en la salud humana están documentados -diversas sociedades científicas de Chile se oponen a favorecer la masificación de esta droga-, pero esta dimensión parece haber sido minimizada, lo que no contribuye a un debate informado y responsable.
http://www.latercera.com/noticia/marihuana-baja-percepcion-riesgo/


-XV-
a.-
Correo de los Lectores
06/06/2017
La Tercera
Percepción del riesgo en el consumo de marihuana
Señor director:
Coincidiendo con las indicaciones de Senda, el principal problema que  vemos en relación al consumo de marihuana en Chile, es la baja percepción del riesgo.
En nuestra experiencia, aproximadamente el 90% de los pacientes que han llegado a consultar en los últimos dos años por problemas vinculados al consumo de drogas, ha presentado también consumo frecuente de marihuana. De este número, solo un pequeño porcentaje consideraba inicialmente que el consumo de ésta fuese algo que originaba algún tipo de problema dentro de sus vidas. Sin embargo, luego de realizar un período de abstinencia, muchos de estos pacientes comenzaron a considerar por sí mismos que el consumo de marihuana era algo que también estaba afectando sus vidas o la de sus seres cercanos, y que éste les era incluso más difícil de detener que el de otras drogas “duras”, como la cocaína. Un problema muy común, por ejemplo, que ellos vinculan con el consumo de la cannabis, es la dificultad para poder proponerse proyectos a futuro y lograr llevarlos a cabo, lo que afecta sus planes educacionales, de pareja, laborales y familiares.
A partir de esta experiencia, al pensar en la discusión que se está llevando a cabo en nuestro país, nos hacemos la siguiente pregunta: ¿Cómo se podría modificar la baja percepción de riesgo que existe actualmente respecto al consumo regular de marihuana? En concreto, cómo se podría rebatir: 1. La idea de que la marihuana no causa adicción, 2. Que si hay una adicción ésta no sería motivo de mayores problemas o sufrimientos, y 3. Que el tratamiento de esta adicción no sería tan complicado como el de otras drogas.
Pamela Dyer
Psicóloga Clínica UC, Co-fundadora de PuntoAparte Psicoterapia
Vicente García-Huidobro
Psicólogo Clínico y Académico UC, Psicólogo de PuntoAparte Psicoterapia
http://www.latercera.com/noticia/percepcion-del-riesgo-consumo-marihuana/

b.-
Correo de los Lectores, Opinión
10/06/2017
La Tercera
Señor director:
Respecto del intercambio epistolar sobre los riesgos de la marihuana, quisiéramos aportar información científica que puede ayudar a contestar algunas preguntas. Estudios internacionales muestran que aprox. 1 de cada 10 personas que consume marihuana cae en adicción, lo que aumenta a 1 de cada 6 si comienzan en la adolescencia. En reciente publicación de las Academias de Ciencias, Ingeniería y Medicina de EE.UU., tras revisar la evidencia científica disponible, se concluye que a mayor frecuencia de consumo de marihuana existe más probabilidad de dependencia, la que alcanzaría al 50% de los consumidores diarios. Los datos nacionales también son muy significativos: 1 de cada 5 personas que han consumido marihuana en el último año cumple criterios de dependencia y esta droga es lejos la sustancia principal por la que ingresan a tratamiento de adicción los adolescentes.
Sin duda existen otros factores que influyen en el desarrollo de una adicción, sin embargo, ello no debiese invisibilizar el peso comprobado que tienen el efecto biológico de la droga, su amplia disponibilidad y la normalización social de su consumo.
Nos parece que el valor de la carta de los psicólogos Dyer y García-Huidobro radica en compartir su experiencia desde su práctica clínica y reportar cómo la baja percepción del riesgo de la marihuana hace difícil a los profesionales de salud ayudar a quienes sufren una adicción a esta droga y a las familias que sufren con ellos.
Sin duda, la respuesta a esta situación no es la persecución de los consumidores (tampoco vemos que los psicólogos mencionados lo propongan), y coincidimos con que la aproximación al problema debe ser con una mirada de salud pública, a través de diversas intervenciones que incluyan la disminución del acceso a marihuana -en especial de niños y adolescentes- y el poner límite a la publicidad engañosa sobre sus beneficios, junto con educar con información fidedigna respecto a sus daños.
Anneliese Dörr
Directora Depto. de Psiquiatría y Salud Mental, Campus Oriente, Facultad de Medicina – Universidad de Chile
Luis Risco
Presidente Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía
Verónica Gaete
Directora Especialidad de Adolescencia, Facultad de Medicina – Universidad de Chile
http://www.latercera.com/noticia/percepcion-del-riesgo-consumo-marihuana-3/


-XVI-
Por qué decir no a la legalización de la marihuana
por José Luis Rojas   26 junio, 2016
"Acá la gran pregunta que surge es que, si siendo el alcohol y el tabaco las drogas legales que a más gente matan en el mundo, ¿es conveniente legalizar una droga más? Si aceptamos el consumo de la marihuana en Chile provocamos el incremento de la adicción y la pérdida de conciencia de la vida real".
El 26 de junio se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, sustancias que siguen planteando un peligro para la salud de la humanidad, por ello deben seguir estando, controladas. Así lo afirma la Organización de las Naciones Unidas, que agrega que, pese a los esfuerzos de la comunidad internacional, este problema sigue poniendo en grave peligro la salud, la seguridad pública y el bienestar de la humanidad, en particular de los niños y los jóvenes, además de amenazar la seguridad nacional y la soberanía de los Estados y socavar la estabilidad socioeconómica y política, así como el desarrollo sostenible.
En la actualidad, el debate se ha centrado en la legalización del autocultivo y consumo de marihuana. El SENDA señala que el uso y provisión de cannabis constituye más del 90 por ciento de los consumos de todas las sustancias controladas.
Acá la gran pregunta que surge es que, si siendo el alcohol y el tabaco las drogas legales que a más gente matan en el mundo, ¿es conveniente legalizar una droga más? Si aceptamos el consumo de la marihuana en Chile provocamos el incremento de la adicción y la pérdida de conciencia de la vida real.
Las estadísticas sitúan a Chile como el tercer país de mayor consumo de marihuana en América, alcanzando a 250 mil personas, tema que preocupa debido a las implicancias que este consumo tiene en la salud.
Otro tema que preocupa es el proyecto de ley para despenalizar el autocultivo y consumo de cannabis, que hasta ahora se encuentra tipificada en la Ley 20.000 al mismo nivel que la cocaína y la heroína.
Con la legalización de la marihuana, lo único que lograríamos sería legalizar a los narcotraficantes, cambiar su foco y optimizar sus recursos, porque apuntarían directamente a los menores de edad. Alcohol y tabaco de contrabando sigue habiendo igual, pese a que están legalizados, por lo tanto, no resuelve el problema.
Asimismo, la disponibilidad de drogas hace al consumidor: hace 30 años no había consumidores de pasta base. Hoy hay miles, porque existe la disponibilidad. La cocaína la consumía muy poca gente, porque era de una elite, pero más allá de la masificación del consumo, son las consecuencias que este trae a la salud de las personas.
El efecto inmediato puede producir aumento temporal de la frecuencia cardiaca, por lo que es un peligro para quienes padecen hipertensión o enfermedades cerebrovasculares. Asimismo, afecta el desempeño sicomotor, teniendo la incapacidad de prestar atención constante y de asimilar complejos procesos de información, dificultando, por ejemplo, el manejo de automóviles.
Además, el uso crónico de la marihuana está relacionado con la aparición de bronquitis, asma y sinusitis, altera la percepción de la visión, el sonido y el tacto; afecta el estado de ánimo y la interacción social y es un potencial un gatillador de sicosis, cuadros de delirios y alucinaciones en personas en riesgo.
Por otra parte, estudios de imágenes diagnósticas, señalan que los consumidores habituales de marihuana manifiestan una conectividad neural atrofiada en ciertas regiones específicas del cerebro involucradas en funciones ejecutivas del cerebro, como memorizar, aprender y el autocontrol.
Tomando en cuenta estas consecuencias, se me hace difícil entender que el tema de la legalización sea discutible.
http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2016/06/26/por-que-decir-no-a-la-legalizacion-de-la-marihuana/



-XVII-
Para finalizar el recuento, sabiendo que ciertas repeticiones son útiles "Repetita Iuvant" como lo es para un tema tan trascendente como el expuesto en donde se intenta bloquear la información o crear informaciones contradictorias, dejo este reciente estudio para tomar razón del real riesgo de nuestros jóvenes escolares:

Colegio es donde más crece acceso a marihuana en jóvenes
10/09/2017
Autor: Paulina Sepúlveda Garrido.
Escolares que declaran haber recibido ofrecimientos de la droga en estos recintos aumentaron de 13% en 2011 a 17,5% en 2015. En los alrededores de los colegios también subió, de 9,5% a 12,4%.
El colegio no es un espacio ajeno al consumo y acceso a drogas por parte de niños y adolescentes en Chile. El Décimo Primer Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar, presentado en 2016 por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), advierte que el ambiente escolar y sus alrededores son cada vez más vulnerables a las drogas.
Los lugares en que los escolares declaran tener más disponibilidad y acceso a drogas como la marihuana, son las fiestas y luego los alrededores de la casa. Sin embargo, ambos han disminuido su influencia, pasando de 37,8% a 31,4% de 2011 a 2015, en el primero, y de 25,1% a 23,2% de 2013 a 2015, en el segundo, según datos Senda.
El tercer lugar en que los escolares dicen tener más ofrecimientos es el colegio. Su relevancia pasó de 13%, en 2011, a 17,5%, en 2015. Lo mismo ocurre con la “oferta” en los alrededores del colegio, que elevó su importancia de 9,5% a 12,4% en el mismo periodo.
También es mayor la proporción de estudiantes que ha visto a algún alumno vendiendo o pasando drogas en sus colegios, cifra que subió de 58,7% a 61,7% entre 2013 y 2015. Esta tendencia muestra un alza significativa en colegios particulares subvencionados (de 37%, en 2005, a 62,8%, en 2015) y particulares pagados (de 38%, en 2005, a 58,7%, en 2015).
Los colegios hoy se encuentran tensionados por las drogas. Así lo comprobó en 2016 un estudio del Centro de Desarrollo de Liderazgo Educativo de la U. Diego Portales, denominado Conflictos Socioeducativos y Liderazgo Escolar, que reveló que para los directivos el principal conflicto son las drogas (76,7%). Su consumo, detalla el trabajo, impacta en el clima escolar y la organización del colegio, más que las movilizaciones (68%), la falta de respeto, la calidad docente y la delincuencia (todos con 32%).
Fácil acceso
Junto con el mayor ofrecimiento en el colegio y sus cercanías, también aumenta el porcentaje de alumnos que reconoce que le es fácil conseguir marihuana en sólo 24 horas o menos. Ese porcentaje pasó de 33,8%, en 2011, a 43,7%, en 2015. Y si se observa por tipo de establecimiento, en todos aumenta. Pasó de 35% a 44,8% en los municipales, de 34,7% a 44,7% en los subvencionados, y de 22,3% a 33,8% en los particulares.
Ambos indicadores, tanto los ofrecimientos como la facilidad para obtener la droga, preocupan. Eduardo Vergara, fundador del Observatorio de Políticas de Drogas y Seguridad Humana (ODYSH), cree que hoy para los adolescentes es más fácil acceder a una droga ilegal, como la marihuana, que a una legal. “Es más fácil comprar marihuana que alcohol o tabaco. Además, el poder adquisitivo en los jóvenes ha aumentado y la percepción de riesgo ha disminuido. Es decir, pueden comprar y creen que no es riesgoso”, destaca.
En los escolares la percepción de riesgo en el caso del tabaco ha aumentado, de 36% en 2005 a 51,5% a 2015, según Senda. Pero eso no ocurre con la marihuana, que ha descendido drásticamente de 51,3% en 2001 a 21,5% en 2015.
Además, los pares como amigos y compañeros de curso, son quienes más actúan como iniciadores de consumo en los adolescentes. Quienes más les ofrecen marihuana es algún amigo o pololo/a, con 61,1%, cifra que en 2011 era 50,1%.
El acceso a la marihuana se ve facilitado en los alrededores de los colegios y por los grupos de pares que comparten con escolares, dice Nicolás Libuy, psiquiatra de la Unidad de Adicciones de la U. de Chile. “Así como hay mayor acceso disminuye la percepción de riesgo, lo que hace que la disponibilidad se vea facilitada y que vean con menor preocupación el hecho de exponerse al consumo. Pero además, se aprecia una disminución de la desaprobación parental frente al consumo de marihuana. lo que se asocia a mayor consumo”, señala Libuy. Los datos de Senda muestran que el porcentaje de escolares que dice que sus padres estarían molestos frente al uso de marihuana ha descendido de 76% en 2001 a 68,4% en 2015.
En las familias y los padres, advierte Vergara, existe a su vez mucho desconocimiento de cómo abordar el tema. “Los adultos jóvenes que son padres de estos niños y adolescentes, no saben qué hacer con sus hijos, creen que llamar a la policía es la única salida”.
Lo que se requiere, agrega, es educarlos desde la más temprana edad “para que por decisión propia digan que no, ese debería ser el camino. La labor del colegio y las familias debe ser educar y retardar el primer consumo”.
La mirada punitiva no ayuda, resalta el psiquiatra de la U. de Chile. El camino debe ser, dice, educar sobre las consecuencias de su consumo y por qué es necesario evitar o retrasar ese consumo. “Existe una serie de factores protectores, que tienen que ver con actividades recreativas de cualquier orden e instancias de socialización libre de consumo. Además, compartir más tiempo con la familia o con los padres se asocia a menor consumo de sustancias”.
“Lamentablemente, en los últimos años se ha transmitido que la marihuana tendría efectos saludables, y eso no es así. Es claramente dañino, especialmente en adolescentes. Pero si se ven personas influyentes que promueven la idea de que será inocua o saludable, genera la disminución de percepción de riesgo”, alerta.
http://www.latercera.com/noticia/colegio-donde-mas-crece-acceso-marihuana-jovenes/


Reflexión

Para nada resulta cómodo y fácil situarse en la realidad vivencial de estos tiempos que dan la impresión que al mayoritario rebaño hombre-masa se le lleva hacia el abismo y a como de lugar se intenta ocultar la realidad y que los más no la vean. Uno de los análisis dejados en el presente escrito 482 advierte sobre lo que sucede al decir:

Detectaron asimismo una negación de los peligros para la salud y una actitud de naturalización hacia el consumo, lo que para los especialistas dificulta las estrategias de prevención. 

Por ello felicito a Senda Chile y a otros investigadores de diferentes nacionalidades que por sobre las dificultades oficiales y presiones de interesados políticos logran realizar estudios y enseñar y publicar sus resultados, que tal parece fácticos poderes no quieren sean conocidos... Es más daría la impresión que financian interesados estudios para limpiar la imagen del daño de la marihuana tal como se hizo con la defensa del tabaco...

He dejado variada información para que cada uno libremente decida, en esta LIBERTAD de decidir pienso que existe una contradicción absoluta entre el candidato de Gobierno a la presidencia y el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) que es la entidad del Gobierno de Chile responsable de elaborar las políticas de prevención del consumo de drogas y alcohol, así como de tratamiento, rehabilitación e integración social de las personas afectadas por estas. La agrupación de estudiosos y científicos que se supone asesoran al Gobierno advierte de los peligros de la MARIHUANA RECREACIONAL en especial entre nuestra juventud, pero el populismo parece a algunos los hace pensar que hay muchos votos entre los adictos... Debieran mirar al futuro de sus hijos y nietos... De hace años intento advertir sobre el peligro de la drogadicción y el tráfico de drogas que tal parece, y con pena lo digo, en mi Patria ha cundido cada vez más y manifestándose desde menor edad.

Cómo poder entender qué es lo que lleva a tantos pensantes en todos los niveles a pasar por diferentes bloqueantes mentales, siendo uno de ellos la Marihuana cuya adicción toca o mejor dicho debilita la manifestación mental en portales de salto cuántico cerebro-mente de lo ético y moral, a su vez abre las puertas para drogas más duras, todo ello de alguna manera ahora está potenciado con la moderna y atractiva tecnología informática por el, para algunos vicio de la "red social" con la moda de la WhatsApp adicción dependencia desde temprana edad que ayuda en esa adicción a convertirse a muchos en marionetas humanas. (Persona de carácter débil y poca voluntad que se deja manipular por alguien.)  Pues bien, la marihuana te hace ser una persona débil, de poca voluntad e ideal para ser manipulado por ese mundial poder manipulador. Poder que controla gobiernos, políticos, prensa y otros connotados ciudadanos. ¿Cómo lograr descubrir cuál es ese conjunto de poder manipulador que mueve los hilos de las marionetas humanas para tener a la humanidad en el estado en que se encuentra?

A su vez cabe la natural duda de un pensante: Aquellos que siendo los menos con más bienes y control del dinero y mayor poder sobre los más con menos y que ellos suponen ser los regidores de la humanidad; ¿Quién realmente cual experto marionetista los controla por sobre el humano entendimiento?

Amiga, Amigo, entendamos que no hemos nacidos para ser siervos, nacimos para SER LIBRES y en pleno uso de Libre Albedrío cada uno por sí mismo discernir si se es o no una marioneta de otros que actúan en la sombra. Tú decides si eres o seguirás siendo marioneta. Intenta aunque no te sea fácil ser LIBRE y en Libertad discernir sobre lo que te rodea y el cómo vivir. Ojalá puedas ayudar a otros que están tan desorientados y, en especial, a los jóvenes.

Piensa que SÍ SE PUEDE...
y que ya estás advertido:

ANEXO:

La carta de un joven que tocó fondo por el consumo de marihuana
Mientras la legalización de la marihuana sigue siendo tema de debate en Argentina, los relatos por vivencias propias de consumidores siguen viralizándose. Aquí, uno para reflexionar.
El camino empezó por imitación a sus amigos, como en casi todos los casos, y terminó en un centro de rehabilitación después de haber tocado fondo.
La publicación fue hecha por Marcelo Alejandro Crespo en su Facebook, y fue compartida más de 55 mil veces.
Aquí, la carta completa:
"EL PORRO NO HACE NADA" (y yo me la creí)
Mi padres siempre me dijeron que la droga mata, sin embargo veía tantos chicos fumar marihuana y ninguno se moría. Pero eso sí, veía que mis amigos, cuando fumaban, empezaban a reírse y a divertirse.
Ellos te dicen: lo que mata es el cigarrillo de tabaco, por eso yo fumo marihuana. Pero yo me pregunto, ¿el faso no se hace con tabaco? Se desarma un cigarrillo, se saca el tabaco, se mezcla con marihuana y se enrolla en un papelito. O sea que igual pasa todo a los pulmones, y encima no tiene filtro como el cigarrillo de tabaco.
Ante la duda voy a preguntar si la marihuana mata, directamente a la fuente, o sea a los que fuman, y me responden que no, que son mentiras, relaja, te divierte y te sentís bárbaro.
Ante esta certeza, los padres también se dejan convencer. "Lo hacen todos, fuman en todos lados, te hace estar bien, es un pasatiempo."
Con este panorama los padres quedan sin armas: ¿cómo le voy a sacar a mi hijo esta golosina, que tanto le gusta, si lo hacen todos?
Y encima, si dicen que no, parece que estuvieran en contra de la sociedad y, si muestran su preocupación a otros padres, es probable que estos no les vuelvan a dirigir la palabra, porque el hijo de ellos se puede contagiar.
Mis amigos siguen convencidos de que fumar no te causa ningún problema, y me convencieron. Y estaba bueno, porque me gustaba hacerlo.
Aunque después empezó a haber problemas en mi casa. En mi familia me decían que no se me podía hablar, que reaccionaba mal, estaba más irritado. Es que no quería que se metieran en mis cosas, yo con la marihuana encontré la tranquilidad que necesitaba. Tenía unos problemas en el colegio que no me dejaban dormir, y con el porro estaba bien. Hasta mi novia me dejó, pero ya no me importaba nada.
Dejé de ir al Club, y estaba con los muchachos inclusive en los horarios que tenía que ir a la escuela. Mi mamá se enojaba porque a casa iba sólo a comer y a encerrarme en mi pieza.
Juan, mi amigo que nunca consumió, dice que yo sentía que estaba bárbaro, porque no me daba cuenta de la realidad. La marihuana altera lo que yo percibo o lo que capto de las cosas y veo una realidad diferente al que no fuma. Según el nivel de marihuana que tenga en mi cerebro, proyecto, vuelo, medito sobre mi vida. Me hacía unos castillos fantásticos, en el aire, pero después no concretaba nada.
Y, como es variable, cambiaba mis proyectos semana a semana, año a año, abandoné la escuela, o cada año cambié de carrera universitaria. En realidad, me costaba estudiar, me pasaba horas sobre la misma página del libro, y me costaba memorizar, empezaba a olvidarme algunas cosas.
Yo pensaba que la manejaba, que estaba más de cinco días sin fumar y no me pasaba nada. A esto, mi amigo me respondía que, como la marihuana queda depositada en el cerebro, se hace una reserva de cannabis. Entonces, siempre tenía una dosis diaria, por lo que la abstinencia o la desesperación con nerviosismo, enojo, ansiedad, sudoración, por no fumar aparecen recién como a los 10 días más o menos. Es una abstinencia física o psicológica, o sea que me desespero y tengo muchas ganas de estar con mis amigos consumidores. Si uno fuma muy seguido, se tarda como un mes en desintoxicarse totalmente. Es increíble, puedo pasar 3 semanas sin fumar, y en cambio el análisis de orina sigue dando positiva a tetrahidrocannabinoides (cannabis-marihuana).
Hoy tengo 24 años y estoy en una comunidad terapéutica. Mis padres, cansados de que yo siga "vegetando" y no concluyendo nada, me internaron. Yo me negué siempre, y decía que era mayor de edad. Ellos me plantearon que si elegía seguir con la misma vida, no me iban a mantener más. Y yo en ese momento, ¿qué trabajo iba a conseguir?, si no terminé nada! Las changas que siempre hago no me alcanzan para alquilarme nada.
Entonces, por más que esté pasado de marihuana, no soy un tonto, "como no tengo para alquilar o comer, me quedo en un centro de rehabilitación, así lo dejo tranquilos por un tiempo y después volvería a lo mismo", así lo pensé.
Al dejar el porro, empiezo a tomar más conciencia de la realidad, y cuando miro para atrás, me doy cuenta de cómo me engañé por tanto tiempo.
A veces me siento como un estúpido, infantil, que llora por su mamá o por una pequeña frustración, parece que todavía tuviera 14 años, que hubiera dejado de madurar el día que me enganché y me enamoré de la marihuana. No aprendí a resolver problemas, no aprendí de las experiencias, todo tapaba con un porrito.
Entre el alcohol y la marihuana, que me planchaban tanto, a veces tenía que enchufarme un poco con cocaína. Eso sí, a veces me asustaba, porque terminé en el hospital dado que el corazón parecía que se me salía del pecho.
Cuando entré al centro de rehabilitación no me quería quedar porque había varios chicos chapita-chapita, y yo era sólo marihuanero. Pero después supe que empezaron como yo, enamorándose del porro. Escuchaban voces (alucinaciones auditivas), hablaban solos y no coordinaban mucho lo que decían, a pesar de estar ahí desde hace varios meses sin consumir drogas. La marihuana en algunas personas desencadena una psicosis (no tener contacto con la realidad, entre otras cosas), en algunos mejora con medicación y si no fuman más marihuana y, en otros, lamentablemente no se recuperan más de su enfermedad mental, y se diagnostica una esquizofrenia.
Para entender un poco mejor empecé a leer, y supe que las drogas estimulan la liberación de una sustancia (neurotransmisor) que se llama dopamina. Esta sustancia estimula una zona del cerebro, que se llama Centro de Recompensa, dando como resultado una sensación de placer.
La persona quiere repetir esta sensación, aumentando la frecuencia y la cantidad del consumo, siendo muy difícil decir que "no" a "eso" que le da placer, y encima "lo hacen todos".
A medida que se aumenta el consumo, las neuronas se acostumbran, se van adaptando al nuevo invitado químico, produciendo cambios en sus estructuras, con el tiempo, y posteriormente se hace muy difícil o imposible dejarlo. Por eso se dice que la adicción es una enfermedad, ya que intervienen mecanismos biológicos, no sólo psicológicos y no se cura sólo con la voluntad.
El Centro de Recompensa es también estimulado por la comida, el agua, sexo, deporte, entre otras cosas. Pero el placer llega más lento que con la droga.
Esta es la propiedad mágica de la droga, que hace sentir placer inmediatamente, y cuanto más rápido se logra este efecto, más adictiva es, o sea más riesgos se corren de no querer abandonarla. Uno se enamora, se casa, y lo más triste es que no te podes divorciar.
Creo que ese es el desafío del comercio actual, cada vez la mezclan con más sustancias raras, para hacerlas más adictivas.
Cuánto tiempo perdí por creer que la marihuana no hace nada.
https://www.unosantafe.com.ar/informacion-general/la-carta-un-joven-que-toco-fondo-el-consumo-marihuana-n1234800.html


¡Alerta! MARIHUANA
  
Zona de Peligro



Dr. Iván Seperiza Pasquali  
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Quilpué, Chile
Noviembre de 2017