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Raconto sobre el Alma


Proemio



Los tres precedentes escritos tienen que ver con el presente título, ellos son el 462 "Raconto de Mente y Cerebro", el 463 "Raconto de Karma y Reencarnación", el 464  "Raconto de la Muerte". En nuestra vida es fundamental la relación entre la mente y el cerebro, siendo el extraordinario cerebro cual computador biológico para la mente que lo maneja y la mente consciente, según libre albedrío, sea la dotada de la calidad de pensar la que dicta lo que en la vida uno será de acuerdo además al Karma a ajustar que se trae y la programación de vida que el Alma a cada uno le haga para esta encarnación. Cada vida para su alma o Reencarnación tiene una evolutiva razón de ser.

Las hipnosis regresivas nos pueden llevar a recuerdos de la anterior vida, las Experiencias Cercanas a la Muerte o ECM nos pueden llevar hasta el límite entre la vida y la muerte, es decir salir por nuestro doble etéreo, luego estar en cuerpo astral y en él tener el contacto con el Ser de Luz. Si se pasa ese límite, al separarse la mente del cuerpo físico se está muerto sin retorno a la presente vida. Entonces uno ya está en su cuerpo mental en donde se hace el verdadero autojuicio de la vida, no juzgado pero sí asesorado por tres seres luminosos que solo irradian amor, ayudando a que uno entienda en qué se falló y qué se hizo bien, esto hasta que la mente logra la comprensión de lo obrado en la vida terrenal y se autoperdone pues uno es el Juez de sí mismo y no hay castigo. Entonces, logrado ello, despierta el alma en su plano de quinta dimensión, "muere la mente" quedando un núcleo subconsciente archivado con lo pendiente o Karma para ajustar en la siguiente encarnación.


Desarrollo


Sólo sabiendo que lo que verdaderamente importa que
es el infinito podemos evitar interesarnos por trivialidades.
Jung


Pitágoras y el Alma




Pitágoras como todo real Maestro de Sabiduría dejó estratificada su Enseñanza, sobre el alma en general se conoce lo dejado para el primer y segundo grado, sin embargo la mejor pretérita descripción relacionada con la vida, la muerte y la realidad del alma nos la dejó Pitágoras, en su Escuela iniciática de Crotona, quien hace 2.500 años a sus discípulos del Círculo Interno, el Cuarto Grado, el Maestro les Enseñaba el siguiente Nuevo Conocimiento:

El alma está sometida a sucesivas reencarnaciones, cuando se libra de la materia, el dolor y el sufrimiento, pasa a ser un Daimón o Genio Divino que no regresa a la Tierra y habita los Jardines Estelares de la Vía Láctea. Todas las almas derivan de la Gran Alma Universal.

Al morir un individuo llega al Más Allá. No debéis sentiros superiores a nadie por haber alcanzado esta etapa del conocimiento. Amigos míos, quien muere, si su alma es de tipo inferior o poco evolucionada, despierta, después de un breve período de inconsciencia, en el Erebo, la región sombría más densa, la más próxima al mundo material. Es esta una región de sufrimientos y angustias. El alma se halla allí prisionera de los propios pecados y vicios humanos, atada por esas cadenas mentales. Quiere salir de allí, la región de los martirios, pero es una isla, rodeada por el Aqueronte, un río cenagoso que el alma no puede cruzar. El tiempo y el sufrimiento operan la debida purificación quitando el lodo del pecado y los vicios, liberando al desencarnado de las partículas más groseras de su naturaleza inferior pasará al Hades, Tártaro, Campos Elíseos...

Los que han vivido una vida más pura y honesta atraviesan esas oscuras regiones en la barca de Caronte a través de los ríos Aqueronte y Cocito y de la laguna Estigia. En ese paso por las oscuras regiones deja el alma parte de sus lastres terrenales. Desembarca en la región del Hades, donde encuentra a los seres queridos que han muerto anteriormente, como lo son los de familiares y amigos. En el Hades se desgastan y queman los residuos emocionales de la índole que sean. Cada cual crea allí su propio ambiente. Va desechando el alma paulatinamente sus hábitos vulgares, sus rutinas cotidianas y se va posesionando de la naturaleza más sutil de su doble. Cuando ha agotado las experiencias del Hades, se opera en el desencarnado la llamada segunda muerte. Fenece aquel cuerpo astral por inanición psíquica y desintegración natural. Tras un período de semi adormecimiento, pasa al Tártaro, región más serena y diáfana, el plano de la mente. En él recoge el alma el fruto asimilado de sus experiencias y estudios. Se traducen en realidad sus conceptos y su razón de las cosas. Despejada ya de sus deseos y emociones, vive de aquellas ideas por las que no fluyen los vientos inestables de lo emotivo y transitorio.

Las almas de los que han desenvuelto en la Tierra su contraparte superior, su naturaleza espiritual, del Tártaro pasan después del auto-juicio de las almas a los Campos Elíseos, la tierra de la perpetua felicidad. Allí gozan las almas de un dilatado estado de bienaventuranza. Viven en una contemplativa paz entre paisajes de inenarrable belleza. Reina una primavera eterna en una variada sinfonía de armonías. Las almas viven en un éxtasis sin fin acumulando reservas de beatitud que en su próximo descenso a la Tierra alimentará, cual chispazos del recuerdo celeste, sus nobles propósitos, sus sueños de esperanza. En ese estado de contemplación perpetua, se curan todos los dolores del mundo, y las herida recibidas en la Tierra. Cuando un alma, según sea su capacidad de adelanto y saturación, ha asimilado la experiencia benéfica y gozosa de los Campos Elíseos, siente la necesidad de retornar a la Tierra en busca de nuevas experiencias.

Entonces desciende la corriente del Leteo incorporándose aquellos elementos necesarios de cada plano en sentido inverso, o sea por relación de menor a mayor densidad. Atraviesa nuevamente el Tártaro, el Hades y, vadeando los ríos que los separan, vuelve a la Tierra donde, de acuerdo con sus deudas y haberes anteriores toma una nueva envoltura material adecuada al ambiente donde allegará las nuevas y necesarias experiencias para su progreso.

Una vez en la Tierra, no guardan las almas por lo común, más que leves reminiscencias de su largo viaje por el Más Allá, así como de sus vidas anteriores.


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Cualquier cosa que arroje luz sobre el
Universo, cualquier cosa que nos revele
a nosotros mismos, debería ser bienvenida
en este mundo de acertijos.
Aleister Crowley


Frases sobre el Alma
-El alma es un vaso que sólo se llena con eternidad. Amado Nervo
-El alma reina donde quiere, desde el fondo de los calabozos puede elevarse hasta el cielo. Napoleón Bonaparte
-El cuerpo es el instrumento del alma. Aristóteles
-Con el poder del alma, cualquier cosa es posible. Jimi Hendrix
-Las riquezas ordinarias se pueden robar, las reales no. En tu alma hay infinitas cosas preciosas que no se te pueden quitar. Oscar Wilde
-La felicidad no reside en las posesiones ni en el oro, la felicidad reside en el alma. Demócrito
-Grandes almas siempre se han encontrado con una oposición violenta de mentes mediocres. Albert Einstein
-No tienes un alma. Tú eres un alma. Tú tienes un cuerpo. C.S. Lewis
-Dios no esta presente en los ídolos. Tus sentimientos son tu dios. El alma es tu templo. Chanakya
-Tienes que crecer desde adentro hacia fuera. Nadie te puede enseñar, nadie te puede hacer espiritual. No hay maestra excepto tu propia alma. Swami Vivekananda
-La música en el alma puede ser escuchada por el universo. Lao Tzu.
-Cada momento y cada evento de toda cada vida de un hombre en la tierra planta algo en su alma. Thomas Merton
-Tu verdadera esencia es tu alma, la cuál es externa y existe en un océano de amor. Patricia Ord
-Hasta que uno no ama a un animal, una parte del alma permanece sin despertar. Anatole France
-El alma humana tiene una mayor necesidad por lo ideal que por lo real. Es por lo real que existimos; es por lo ideal que vivimos. Victor Hugo
-El alma, al igual que el cuerpo, vive por lo que se alimenta. Josiah Gilbert Holland
-La razón por la que duele tanto separarnos es porque nuestras almas están conectadas. Nicholas Sparks
-Los libros son los espejos del alma. Virginia Woolf
-El ánimo es el oxígeno para el alma. George M. Adams
-La única comida que necesita el alma es el amor. Louix Dor Dempriey
-Vivir es nacer poco a poco. Sería demasiado fácil si pudiéramos pedir prestadas almas preparadas. Antoine de Saint-Exupéry
-En cualquier dirección que recorras el alma nunca tropezarás con sus límites. Sócrates
-La fe es el atrevimiento del alma de ir más lejos de lo que puede ver. William Newton
-Una habitación sin libros es como un cuerpo sin alma. Marcus Tullius Cicerón
-La belleza del cuerpo es un viajero que pasa, pero la del alma es un amigo que se queda. Diego Saavedra Fajardo
-La imaginación es el ojo de alma. Joseph Joubert
-La libertad en cierta manera es el alma de nuestra alma. Gabriel Marcel
-A través del amor, nuestra alma alcanza la inmortalidad conquista todas las dimensiones de todos los destinos. Akiane Kramarik
-Agacha tu oído cerca del alma y escucha con atención. Anne Sexton
-Un hombre descubre tarde o temprano que es el jardinero de su alma, el director de su vida. James Allen
-Eres una hermosa alma oculta por la capa del ego. Mike Dolan
-El alma te da sombra en todas partes. Terri Guillemets
-La sabiduría es para el alma lo que la salud es para el cuerpo. De Saint-Real
-Las grandes almas son como las nubes, recogen para luego verter. Kalidasa
-El cuerpo humano es la mejor imagen del alma humana. Ludwig Wittgenstein


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Sólo puede aprehenderse el infinito con una facultad superior a la razón
entrando en un estado del que debe retirarse el ser finito.
Plotino


Para Rudolf Steiner (1861 - 1925)
Después de la muerte todos nuestros pensamientos y representaciones mentales aparecen como un grandioso panorama delante del alma.
La época actual tiene necesidad de conocimientos superiores, porque todo lo que el hombre aprende en torno al Universo y a la vida, hace surgir en él una cantidad de preguntas a las que sólo se puede responder mediante las verdades suprasensibles; y puesto que es inútil hacerse ilusiones, todo lo que nos dice la actual corriente intelectual en torno a los fundamentos de la existencia, no es una respuesta para el alma que siente más profundamente, sino una serie de preguntas alrededor de los grandes enigmas del Universo y de la vida. Es posible que por algún tiempo alguien se ilusione creyendo haber dado con “los resultados de hecho rigurosamente científicos” y con las consecuencias que algún pensador moderno haya educido, la solución de los problemas de la existencia: pero cuando el alma desciende a las profundidades a que debe llegar, se comprende verdaderamente a sí misma; entonces lo que al principio parecía ser una solución se le aparecerá como un estímulo al formularse la verdadera pregunta. Y la respuesta a esta pregunta no debe satisfacer únicamente una curiosidad del género humano, porque de ella depende la tranquilidad interna y la armonía de la vida del alma. Por esto, teniendo presente el género de vida intelectual de ahora, el conocimiento espiritual es un campo de conocimiento indispensable para nuestra época.
La vida anímica es más bien la base para la del espíritu, exactamente como la vida del cuerpo es la base para la del alma. 
Después de la muerte, el alma ya no está ligada con el cuerpo, sino únicamente con el espíritu. Ella vive entonces en un ambiente anímico y sufre solamente la influencia de las fuerzas del mundo anímico. El alma deja libre al espíritu para que vuelva a los mundos superiores espirituales, cuando ya sus tuerzas no pueden actuar en el sentido de la organización del alma humana. 
Cuando el alma, después de la muerte, entra en el mundo anímico, queda sujeta a las leyes del mismo. Estas leyes actúan sobre el alma, y de la
acción de las mismas depende la manera como se anulan sus tendencias hacia el mundo físico; el efecto de las leyes será diverso según las cualidades de las substancias y de las fuerzas anímicas a cuyo dominio ha sido llevada el alma.
LA ENTIDAD ANÍMICA DEL HOMBRE
La vida entre la muerte y el nuevo nacimiento es tan rica y variada como la vida entre el nacimiento y la muerte.
La entidad anímica del hombre difiere del cuerpo, dado que tiene un mundo interior que le es propio, y esta “propiedad” nos resulta evidente apenas dirigimos la atención aun sobre la más simple sensación de los sentidos. Antes que nada, nadie puede saber si otro percibe la más simple sensación de idéntica manera como él la percibe. Sabemos que hay personas que no perciben los colores (daltonismo completo), por lo cual ven los objetos de un tinte gris de diversa intensidad; otros, afectados sólo de daltonismo parcial, no son capaces de distinguir determinados colores; para éstos, las imágenes del mundo, como se las dan sus ojos, son diferentes de las de los hombres normales. Lo mismo, poco más o menos, puede decirse de los demás sentidos y no se requiere más para tener la evidencia de que, hasta la más simple sensación pertenece al “mundo interior”. Con los sentidos físicos uno puede percibir un objeto rojo que también otro puede ver, pero a uno no le será posible percibir la sensación del rojo que tiene otra persona. Por esto debemos considerar la sensación de los sentidos como fenómeno anímico; y si nos damos bien cuenta de este hecho, cesaremos de considerar las experiencias interiores como simples procesos cerebrales o algo similar.
Inmediatamente a la sensación sigue el sentimiento, agradable o desagradable, según el caso. Se trata de impulsos de la vida interior anímica. Con sus sentimientos el hombre agrega un segundo mundo al que desde afuera obra sobre él. Y a esto agrega una tercera cosa: la voluntad. Mediante ésta, el hombre reacciona hacia el mundo externo e imprime a éste su propio ser interno. En las acciones volitivas el alma se expande, por así decirlo, hacia lo externo. Los actos del hombre se distinguen de los hechos que ocurren en la naturaleza externa, justamente porque están improntados de su vida interior. Así el alma se contrapone, como cosa propia del hombre, al mundo externo: él recibe los estímulos del mundo externo, pero de conformidad con éstos, se forma un mundo propio suyo. La corporeidad sirve de base al ser anímico del hombre.

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Después de todo no es más sorprendente
nacer dos veces que una.
Voltaire

Para Stewart C. Easton:

El estado de vida intermedia, no está en el cielo ni en ninguna otra parte. Es mejor imaginarlo como un estado del ser desconectado de todo lo físico y corporal.

Cada vez que nos quejamos de nuestro destino en la Tierra y de la mala suerte, estamos quejándonos de nuestra propia elección, no de la de algún dios o dioses arbitrarios que nos han hecho una mala jugada.
Por consiguiente el único vicio que no puede permitirse quien tenga algún conocimiento del karma es la envidia, ya sea la envidia de la situación que vive otra persona o de sus talentos, fortuna y amistades. Porque nosotros hemos elegido lo que tenemos y es lo que merecemos.

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Llevó diez millones de años a la naturaleza hacer el Gran Cañón.

No puedo creer que tome sólo setenta u ochenta años hacer el alma de un individuo.
Dr. Morris Netherton


Dr. Joel Whitton y la Vida entre Vidas

Para la hipnosis regresiva a la vida anterior el ícono fue el Dr. Brian Weiss, quien escribió sobre el tema algunos libros sobre la base de miles de casos. Para la ECM el ícono fue el Dr. Raymond 
Moody quien se atrevió a dar el primer paso y publicar su famoso libro "Vida Después de la Vida".

Para el estado de entrevidas el ícono es el Dr. Joel Whitton quien asesoró a Joe Fisher para dejar escrito el libro "La Vida entre las Vidas" al lograr en más de 30 pacientes un método especial que los hacía estar en ese plano. Deseo destacar que rescataré de su relato lo más relacionado con el alma pues en la descripción hay en párrafos mezcla con el estadio de tránsito de la muerte que uno tiene en el plano de la mente.

En ese estudio en donde por los relatos se confunde el estado de cuerpo mental post-morten y su "juicio" con la ayuda de seres de Luz, lo rectifico pues eso no es el plano del ALMA es el de la mente. Lo mismo que al hablar de encarnar en el estado fetal no es lo mismo cerebro que MENTE; la mente no está en el cerebro la mente rige y usa al cerebro... 

El interesante trabajo del Dr. Joel Whitton en parte señala:

He decidido presentar estos datos obtenidos a lo largo de muchos años porque creo que en alguna medida han contribuido a la comprensión de la condición del hombre.
Los sujetos del doctor Whitton, cuyas formaciones religiosas son tan variadas como sus prejuicios iniciales en pro o en contra de la reencarnación, han atestiguado de manera consistente que el renacimiento es fundamental en el proceso de evolución del que participamos. Dicen ellos que en la muerte el alma deja el cuerpo para entrar en un estado sin espacio ni tiempo. Allí se evalúa nuestra vida más reciente en la Tierra y se planifica la encarnación siguiente según nuestros requerimientos kármicos.
Si no existiera la reencarnación no podría concebirse la vida intermedia, de la misma manera que no podríamos pensar en un río sin orillas ni en el sueño sin el despertar. La naturaleza misma del bardo requiere que cada experiencia incorpórea esté flanqueada por existencias terrenales. De ahí la necesidad de la lanzadera del renacimiento que nos lleva a la encarnación física y nos devuelve, al morir, al plano inmaterial de la conciencia entre las vidas. La hipótesis de que estamos obligados a volver a la vida, una vez tras otra, en distintos vehículos corporales, está apoyada por la tradición cultural, la doctrina religiosa y la investigación científica. Pero toda la elocuencia y evidencia en el mundo no hará la idea más aceptable para los que decidieron no creer.
Aceptar el renacimiento va de la mano con la exploración de nuestras verdaderas naturalezas espirituales, y existe poco aliento para un escrutinio de ese calibre en la sociedad moderna. El componente espiritual de la humanidad ha sido casi desechado, hasta convertido en objeto de burla, por una civilización occidental basada en el acondicionamiento dogmático.
Muchas son las horas que hay que pasar investigando la sucesión de existencias previas de un sujeto para localizar la fuente original del malestar en otro tiempo, otro lugar y otro cuerpo. Pero la curación de las perturbaciones físicas y mentales suele ser sumamente rápida y efectiva cuando se ha reunido la información pertinente extrayéndola del subconsciente.
Nadie puede afirmar con certeza cómo ni por qué funciona el proceso curativo, pero parece que el hecho mismo de enfrentar y aceptar la negatividad atrapada en la psiquis durante tanto tiempo provoca una alquimia de liberación.
Sobre el Karma
Si debemos soportar una vida difícil, no necesariamente estamos pagando por hechos de una existencia anterior. Al pasar por ciertas pruebas podemos estar preparándonos para tareas y realizaciones futuras.
El karma, a pesar de sus exigencias y consecuencias, no debe considerarse como una ley férrea que nos obliga a actuar de una manera determinada. La esencia misma del karma implica la presencia de un motivo que, a su vez, necesita del ejercicio del libre albedrío.
La evolución kármica comprende el desarrollo de la personalidad y el refinamiento de las habilidades y aptitudes.
El karma es lo que los individuos han puesto en movimiento por sí mismos de vida en vida, por sus motivaciones, actitudes y conducta. Aceptar la idea del karma desecha la noción de que los seres humanos son meros peones en el ajedrez cósmico. Aceptar el karma es reconocer que el mundo es donde actúa la justicia natural: no puede haber injusticia, desigualdad y desgracia si todos los estados del ser humano surgen como resultado directo de la conducta pasada. El karma une la responsabilidad por uno mismo a la ley de causa y efecto; las acciones en las vidas dan forma y contenido a la continuidad personal y al destino de cada uno. El karma es esencialmente aprendizaje. Es el principio que hace funcionar todas las cosas que hacen posible el desarrollo del alma.
Cada vez que nos quejamos de nuestro destino en la Tierra y de la mala suerte, estamos quejándonos de nuestra propia elección, no de la de algún dios o dioses arbitrarios que nos han hecho una mala jugada.
No puede permitirse quien tenga algún conocimiento del karma tener envidia, ya sea la envidia de la situación que vive otra persona o de sus talentos, fortuna y amistades. Porque nosotros hemos elegido lo que tenemos y es lo que merecemos...
El "libreto kármico" requiere a menudo que vuelvan a establecerse relaciones entre personas que las han tenido, agradables o no, en reencarnaciones anteriores.
Mientras exista el menor egoísmo en cualquiera de nuestras acciones, mientras seamos buenos porque esperamos la recompensa, deberemos volver aquí para recibirla. Cada causa tiene su efecto, cada acción da su fruto, y el deseo es el lazo que los une. Cuando se rompe el lazo y se quema, termina la conexión y el alma queda libre.
La vida entre las vidas
Como el lenguaje es un producto de la experiencia mundana, tienden a faltar palabras en el ambiente etéreo de la vida entre las vidas. ¿Cómo puede expresarse lo inexpresable? ¿Cómo puede decirse lo indecible?
El doctor Whitton ha escoltado a más de treinta sujetos-a casi todos por períodos de varios años a esa zona de "esplendor aprisionado", sin tiempo y sin espacio. Tan poderosa e inefable es la experiencia para los que la visitan por primera vez que quedan sin palabras, y sus rostros expresan emociones de maravilla y asombro mientras los labios luchan inútilmente por poder describir la magnificencia del ambiente.
Más adelante, hacen lo posible por descifrar la plétora de imágenes e impresiones. En las palabras de un sujeto:
Nunca me sentí tan bien. Un éxtasis que no es de este mundo. Luz brillante, brillante. No tenía un cuerpo como en la Tierra. En su lugar tenía una sombra, un cuerpo astral, y no caminaba sobre nada. No hay tierra y no hay cielo. No hay fronteras de ninguna clase. Hay otras personas y cuando queremos comunicamos podemos hacerlo sin escuchar, sin hablar...
Ese estado benéfico que el doctor Whitton llama metaconciencia puede definirse como la percepción de una realidad más allá de cualquier estado conocido de la existencia. Es algo distinto del sueño, de las experiencias fuera del cuerpo, de la vuelta a vivir las vidas anteriores y de todos los otros estados alterados de la conciencia. Ser metaconsciente es fundirse con la quinta esencia de la existencia, abdicar del sentido de la propia identidad sólo para devenir, en forma paradójica, más intensamente consciente de uno mismo. Ser metaconsciente es liberarse de las limitaciones corporales, sentirse en unidad con el Universo, convertirse en una nube dentro de una nube interminable y si bien esto podría sugerir una atmósfera de libre flotación, en un vacío algodonoso, la vida entre vidas no es un mundo de cuento de hadas. Los que han probado su riqueza saben que vieron la realidad suprema, el plano de la conciencia del que partimos para sucesivas reencarnaciones y al que volvemos cuando el cuerpo muere.
Una vez en el estado intermedio de las vidas, los sujetos hipnotizados son bombardeados con todas las formas de significado y drama que de alguna manera deben decodificar y traducir para poder aceptar su situación y comunicar su experiencia. Es así como usan símbolos universales (de modo inconsciente), arquetipos, del inconsciente colectivo, llamado así por el gran psicoanalista Carl Jung. Sólo mediante esos símbolos pueden esperar entender y describir su mundo los viajeros del bardo:
El libro tibetano de los muertos dice en repetidas oportunidades que el habitante del bardo produce con su mente el ambiente que lo rodea de ese mundo desprovisto de tiempo y espacio. Los que pueden simbolizar fácilmente tienen más que decir; los que tienen dificultad para visualizar tienden a comunicar poco.
Los sujetos que se aventuraron en el bardo lo hicieron en forma experimental, sin esperar ninguna recompensa excepto el conocimiento de que estaban viajando por donde pocas personas encarnadas lo han hecho. Pero no pasó mucho tiempo hasta que a sus experiencias -que iban desde las percepciones del tribunal del juicio hasta escribir "libretos kármicos" para la próxima vida- se les encontró valor terapéutico. Si bien el hecho de revivir recuerdos terroríficos y perturbadores de las vidas anteriores ya había obrado una curación mágica en muchos, la inmersión en la vida entre las vidas contribuyó enormemente a la comprensión de sus propias personalidades. Por la metaconciencia se enteraron de por qué estaban metidos en las circunstancias de la encarnación actual. Además se dieron cuenta de que ellos, mientras estaban en el estado incorpóreo, habían elegido el lugar y los compromisos de su existencia terrena. Los padres, las carreras, las relaciones y los acontecimientos principales con .sus penas y alegrías se vieron como seleccionados de antemano.
La adquisición de la metaconciencia produce cambios drásticos en el aspecto del sujeto. Cada crispación, mueca, temor, ansiedad y dolor que haya acompañado la experiencia de morir desaparece para dejar el rostro inexpresivo al principio, luego tranquilo y relajado y finalmente, maravillado. Los ojos pueden estar cerrados pero es evidente que el sujeto tiene visiones seductoras. Esas visiones son tan avasalladoras que el doctor Whitton suele dejar unos minutos a los sujetos para que se adapten a esa otra realidad antes de interrumpirlos con sus preguntas y directivas.

Un sujeto (ingeniero electrónico) dijo:
Cuando se tiene la experiencia de la vida pasada, uno se ve como una personalidad única que engendra una reacción emocional. En la vida intermedia no puedo ver ninguna parte de mí. Soy un observador de imágenes.
En el despertar a la existencia incorpórea es donde comienza la vida entre las vidas. Los que han informado fenómenos de "casi muerte", tales como el brillo enceguecedor de la luz y la revista panorámica de la vida que se está por abandonar, han "espiado" apenas la vida intermedia. Al resucitar de las experiencias de casi muerte, los sujetos a menudo hablan de haberse acercado a una barrera que perciben como la frontera entre la vida y la muerte. Los sujetos del doctor Whitton no encontraron ninguna influencia que los restringiera en sus viajes al otro mundo porque se había completado la transición.
Pero siempre los confunde y sorprende, una vez que se han adaptado a las benéficas ondas del éxtasis y a la maravillosa luz, la falta del transcurso del tiempo y de las tres dimensiones en el bardo. Desde la perspectiva terrenal no hay lógica; no hay orden; no hay progresión: ¡Todo ocurre en forma simultánea!
Para lograr la percepción interior y la comprensión del caos que se percibe, el doctor Whitton aprendió rápidamente a pedir a los sujetos que aislaran y describieran acontecimientos específicos tomados de ese collage de simultaneidad. Ese ejercicio puede compararse con el de meter la mano muchas veces en una bolsa con dados y sacar uno por vez para establecer un ordenamiento. Por necesidad asignaremos un orden a la vida entre las vidas al detallar las distintas experiencias informadas por los sujetos del doctor Whitton. Pero debe tenerse presente que la sucesión lógica sólo se encuentra en ocasión de una cercanía a la Tierra en el período inmediato a la muerte y previo al nacimiento. Analicemos las características comúnmente informadas de la vida entre las vidas, teniendo en cuenta que la mayoría de los sujetos hipnotizados hacen relatos fraccionarios y no completos. Lo que sigue se ha compuesto a partir de muchísimas experiencias.
Retirándose del plano terrestre
Cada uno tiene su propia idea de lo que podría ser la muerte, pero pocos se dan cuenta de que las actitudes personales, junto con la calidad de la vida de una persona y el estado de adelanto espiritual, ejercen una influencia considerable sobre la naturaleza de la experiencia misma.
La transición más suave de lo corpóreo a lo incorpóreo es la de los individuos que han pasado la vida modelando el carácter de acuerdo con los impulsos más elevados del alma. Sienten regocijo por la desintegración del cuerpo y euforia porque van a liberarse del encierro. Una persona de desarrollo avanzado que tiene la sensación de no haberse realizado en la vida sentirá remordimientos por su ineptitud aun cuando esté deseando unirse a lo sublime del estado del bardo. La experiencia muy publicada del "túnel" -una transición típica- es un hecho común de retiro de la existencia terrenal. Una y otra vez los sujetos del doctor Whitton han dicho que "ven" sus cuerpos yaciendo delante de ellos antes de ser empujados por un pasaje cilíndrico y alto. Luego descubren que han dejado sus cuerpos físicos y que no pueden consolar a los parientes y amigos que han quedado atrás.
En casi todos los casos, la iniciación de experiencias extrañas y maravillosas disipan pronto todos los lazos con la Tierra.
E
l tubo o túnel parece servir como el canal de guía hacia el más allá. Algunas personas son recibidas por "guías" mientras aún están en tránsito y son escoltadas a la vida intermedia, pero casi todos los sujetos hablan de viajar solos y fundirse con una multitud de extraños al final del viaje. Quienquiera que reciba eventualmente al recién llegado al bardo -un pariente o amigo, un conductor o un guía que ha estado observando a su "carga" durante la última vida- suele ser visto como si llevara una antorcha para iluminar el camino. Lo de la antorcha ilustra cómo lo inmaterial puede traducirse en símbolos. Por su misma naturaleza la vida intermedia no puede ser "un lugar" y no hay antorchas ni nada propio de la parafernalia terrenal. Sólo existe el pensamiento, y éste es traducido a un objeto en forma subconsciente.
Es mejor imaginario como un estado del ser desconectado de todo lo físico y corporal". Sin embargo, si va a percibirse esa otra dimensión, sus elementos abstractos deben convertirse en algo imaginable usando símbolos de la vida corriente o de alguna otra encarnación.
Los comienzos brillantes
La luz enceguecedora, la iluminación avasallante, es el hecho predominante de la entrada en la vida entre las vidas. La experiencia oceánica de Conciencia cósmica podría ser la percepción de esa luz. Ninguna bendición terrenal puede compararse con el éxtasis que se apodera de quien cruza el umbral. El amor es todo. El arrobamiento oblitera el miedo y lo negativo mientras el alma es absorbida en la unidad sin diferenciación de la existencia.
Aunque esos comienzos brillantes nos reciben una y otra vez después de la muerte de cada encarnación, siempre se perciben como una gran sorpresa. De repente se abren los telones y somos plenamente conscientes del cosmos y de nuestro lugar en el esquema universal. Los enigmas de la continuidad personal, la naturaleza de la inmortalidad y el proceso de la reencarnación quedan develados fácilmente, sin ningún esfuerzo. Una asistente social que había visitado siete de sus vidas entre encarnaciones, dijo:
En el trance siento un neto cambio físico cuando paso por una muerte anterior. Mi cuerpo se expande y llena toda la habitación. Entonces me inundan los sentimientos de mayor euforia que he conocido. Esos sentimientos se acompañan con la conciencia y entendimiento total de quién soy, de mi razón de existir y del lugar que ocupo en el Universo. Todo tiene sentido; todo es perfectamente justo. Es maravilloso saber que el amor es el que controla. Para volver a la conciencia normal hay que dejar atrás ese amor que lo envuelve todo, ese conocimiento, esa seguridad. Cuando estoy decaída, cuando la vida es desagradable, casi deseo la muerte porque sé que significa el retorno a ese estado maravilloso del ser. Solía tener miedo de la muerte. Ahora no lo tengo más.
Otro dijo:
Es tan claro, tan bello, tan sereno. Es como acercarse al sol y ser absorbido sin sentir sensación de calor. Uno vuelve a la unificación de todo. No quería volver acá.
La naturaleza de esa profunda y hermosa revelación varía en cada persona y parece modularse con la experiencia, la conciencia y las expectativas personales. Muchos sujetos se encuentran envueltos en un manto de luz que irradia bienestar y paz. Otros ven tonalidades y matices tan gloriosos que el arco iris parece desvaído por comparación. Algunos reciben iluminación en forma de esclarecimiento asociado a los intereses de sus vidas. Un hombre que vivió dos vidas como matemático recibió una serie de ecuaciones que contenían las respuestas referentes al lazo entre las distintas formas de energía, que los físicos buscaban desde mucho tiempo atrás.
Una mujer que había tenido encarnaciones sucesivas como música, escuchó sonidos de gran virtuosismo. Dijo:

"Eran unas composiciones increíbles. Sólo los más grandes compositores hubieran podido escribirlas".
Pero en la vida entre las vidas tenemos que empezar a pensar para apreciar nuestra individualidad. La vida incorpórea prosigue de manera inconsciente y sólo el acto de pensar en la vida entre las vidas nos permite ver los bordes de nuestras nubes individuales dentro de la nube infinita de la existencia. No hay experiencia de la existencia sin el' pensamiento.
La magnitud de la conciencia individual que se tiene en el bardo varía de una persona a otra. Las que prosiguen activamente su desarrollo espiritual son' más conscientes durante la vida intermedia. Las que sienten poco interés por el proceso evolutivo tienden a "dormir" durante un lapso equivalente a mucho tiempo terrestre.
El dominio de lo incorpóreo
El hogar es lo que se hace de él. Es decir, el ambiente de la vida entre las vidas es una reflexión de las formas del pensamiento y de las expectativas de cada uno.
Los sujetos del doctor Whitton, en el estado metaconsciente informaron una topografía muy variada. Algunos ejemplos:
Veo palacios espléndidos y los jardines más hermosos. Estoy rodeado por formas abstractas de todos los tamaños; algunas oblongas, otras cilíndricas... Paisajes, siempre paisajes y las olas lamiendo las playas...
Estoy caminando en la nada sin fin... no hay piso, no hay techo; no hay terreno, no hay cielo... Todo es de una extremada belleza. No hay cosas materiales y sin embargo, todo está aquí... iglesias, escuelas y bibliotecas y parques con juegos... No tengo conciencia de estar en alguna parte. Las imágenes aparecen de la nada...
Parecería que a las personas les fuera concedida la posibilidad de habitar los lugares que soñaron o desearon mientras vivían en la Tierra. Pero los ortodoxos que creen que sólo la forma estrictamente respetuosa de la doctrina será recompensada en el reino de los cielos, van a desilusionarse. Los sujetos del doctor Whitton con vidas anteriores estrechamente ligadas a alguna religión, han descubierto que el complejo curso de la evolución personal no puede ser suplantado por la simple noción de ser "salvados".
La identidad del bardo
Entrar en la metaconciencia es unificarse con el alma que es la piedra fundamental invisible de los poderes del individuo. La conciencia intuitiva de ese ser interiores "el germen de la realización metafísica”. Parece que cada alma tiene un nombre que está más allá de la comprensión humana. Varios sujetos del doctor Whitton han contado que, en trance, han visto el nombre de su identidad interior escrito en un lenguaje desconocido que desafía todos los intentos de pronunciación.

Ese lenguaje de comunicación telepática es el que usan los seres incorpóreos que pueblan el bardo, muchos de los cuales se conocen de encarnaciones anteriores.
El sujeto en trance puede repasar las existencias corpóreas e incorpóreas de esas personalidades para tomar conciencia de lecciones pasadas que acelerarán el proceso hacia el objetivo de la perfección.
En la hipnosis, cualquier personalidad de una vida anterior puede, si se la dirige, poseer una autoconciencia mucho más amplia de la que tenía en la vida terrenal.

Tribunal del juicio
Si bien los símbolos y la naturaleza del juicio difieren en las distintas culturas, el propósito del juicio es siempre el mismo: sopesar las actitudes del alma y planificar su curso futuro. El común estado de imperfección humana siempre ha producido un gran temor ante el juicio. Los sujetos del doctor Whitton testimonian la existencia de un tribunal y agrandan en forma considerable las escuetas descripciones provenientes del Viejo Mundo. Casi todos los que se han aventurado en la metaconciencia se han visto ante un grupo de ancianos sabios, generalmente tres, a veces cuatro y raramente hasta siete, percibidos en formas diferentes. Un sujeto dijo:
El guía me tomó del brazo y me condujo a una habitación donde estaban los jueces sentados a una mesa rectangular. Vestían ropas sueltas y blancas. Sentí su edad y su sabiduría. En su compañía me sentí como un muchachito.
Los miembros del tribunal etéreo están muy avanzados espiritualmente y pueden haber completado su ciclo de reencarnaciones humanas. Sabiendo en forma intuitiva todo lo referente a la persona que está ante ellos, el papel que desempeñan es el de ayudar al individuo a evaluar la vida que ha vivido y hacerle recomendaciones, a veces, respecto de la siguiente reencarnación.
Si existe un infierno privado en la vida entre las vidas, es el momento en que (el alma) la mente se presenta ante el tribunal. Es cuando el remordimiento, la culpa y la auto recriminación por los malos actos de la última encarnación se confiesan con una intensidad visceral que produce angustia y lágrimas amargas a un punto tal que su percepción puede ser muy perturbadora. En el estado corpóreo, las acciones negativas pueden racionalizarse y reprimirse; siempre hay muchas excusas disponibles. En la entrevista (de la mente o cuerpo mental) las emociones generadas por esas acciones surgen en forma cruda e irreconciliable. Cualquier sufrimiento que se causó a otros se siente agudamente como si se lo viviera en forma directa. Pero quizá lo peor de todo sea darse cuenta de que ya es tarde para cambiar la actitud y rectificar los errores. La puerta de la vida anterior está cerrada con llave y las consecuencias de los actos y evasiones deben enfrentarse ante el tribunal, y eso exige conocer exactamente quiénes somos y qué esperamos. Las opiniones ajenas no sirven; lo que está en juego es nuestra integridad personal, nuestra moralidad interior.
En el caos emocional, los sujetos en trance se perciben como impedidos por sus malas acciones.

Los jueces irradian una energía restauradora, curativa, que anula la paralización y limpia las culpas.
Planificando la próxima vida
El hallazgo más significativo en la investigación del doctor Whitton es que muchas personas planifican sus vidas futuras mientras están en estado incorpóreo. El conocimiento del sí mismo obtenido mediante el proceso de revisión habilita al alma para tomar decisiones vitales que determinan la forma de la reencarnación siguiente. Pero el alma no actúa sola. La decisión recibe la fuerte influencia de los miembros del tribunal, quienes, conscientes de las deudas kármicas de ese alma y de su necesidad de determinadas lecciones, la aconsejan.
La metaconciencia muestra que la opción se ofrece a todos y que la elección de los padres para establecer el lugar y la dirección de la vida futura, es inmensamente importante. Los consejos de los jueces tienen en cuenta lo que el alma necesita, así que esas recomendaciones suelen recibirse con sentimientos mezclados a menos que el alma quiera proseguir su desarrollo a toda costa. El precio del adelanto es siempre el desafío y la dificultad. Esa es la razón por la cual las reencarnaciones se hacen cada vez más difíciles cuando el alma se eleva. La planificación de la vida futura suele hacerse en consulta con otras almas, con las que se han establecido lazos en muchas vidas. Por eso, la elección del tiempo y del lugar es de suprema importancia;
una elección equivocada equivale a la pérdida de la oportunidad de una unión productiva.
La reencarnación en grupo, en la que el mismo conjunto de almas progresa mediante las relaciones constantemente cambiantes en diferentes vidas, se produce con frecuencia, según los sujetos del doctor Whitton. El "libreto kármico" requiere a menudo que vuelvan a establecerse relaciones entre personas que las han tenido, agradables o no, en reencarnaciones anteriores.
Parecería que la expresión "almas afines" se aplica a las entidades que conscientemente reencarnan juntas muchas veces para ayudarse en el progreso. Pero el progreso a menudo depende de la reunión con aquellos cuya compañía no produce tanto placer.
Para colocarse en una buena situación kármica, se aconseja a muchos sujetos que acepten cuerpos defectuosos. Por cierto que la aflicción corporal a veces se acepta como causa de mayor evolución.

No todos los planes se elaboran de manera tan específica. Las personalidades menos desarrolladas parecen requerir la guía de un plano detallado, mientras que las más evolucionadas sólo necesitan unos lineamientos generales, así actúan más creativamente cuando se presentan los acontecimientos.
Descubrir cuál es el plan puede producir una desilusión espantosa. Aquellos que fracasan muchas veces en los intentos de superación de los obstáculos, se ven urgidos por el tribunal a colocarse en situaciones similares hasta que puedan vencer esos obstáculos.

Parecería que los que han hecho planes para varias vidas futuras son los que están firmemente decididos a evolucionar. Esas entidades decididas hablan de que pasan todo el tiempo en el bardo estudiando algo. Las almas (jóvenes) hablan de volver rápidamente a encarnar en un cuerpo en cuanto puedan salir de la vida intermedia.
Los conocimientos adquiridos en la vida intermedia preparan el alma para la próxima encarnación, que es la oportunidad de poner en práctica lo que ha aprendido. Sólo mediante la aplicación práctica puede llegarse al dominio de las situaciones. Casi todos los sujetos del doctor Whitton se veían trabajando intensamente en vastas salas de estudio equipadas con bibliotecas y cuartos para seminarios. Por ejemplo, los médicos y los abogados han contado que estudiaban sus respectivas disciplinas durante la vida intermedia, mientras que otros recuerdan haber estudiado temas como "las leyes del Universo" y otros propios de la metafísica. Algunas personas hasta cuentan que estudiaron temas que no pueden describir porque no hay en la Tierra nada semejante.
El proceso de planificación nos dice que mucho de lo que sucede en la Tierra ha sido ensayado, en mayor o menor grado, en la vida entre las vidas. Cuando estamos entre vidas es casi como si fuéramos pintores que hacen un bosquejo de un fresco. Una vez encarnados, nos ponemos a trabajar intentando la obra de arte, ejecutando día a día los detalles más mínimos de la obra general.
Naturalmente que el bosquejo no asegura la obra de arte. Puede elaborarse un plan pero no implementarse. ¿Es posible entonces saber si somos fieles a nuestras intenciones en la vida intermedia a medida que progresa la vida terrenal? La respuesta debe venir de dentro. Los que están viviendo sus libretos kármicos y que hasta los han sobrepasado, tienen la sensación de que la vida está desarrollándose como es debido. Los que se han apartado del plan sienten que todo está fuera de control. Reina el caos. Como los actores que han olvidado el libreto y salen a escena, están obligados a improvisar mientras se desarrolla el drama. Pero también hay personas que parecen hacer un equilibrio precario entre el destino y el hado, entre seguir el libreto y salir a escena improvisando. Tienen un plan pero que está abierto a la improvisación.
Regresando a la Tierra
Una
vez que se han tomado las decisiones cruciales sólo resta descender una vez más a la encarnación. La metaconciencia deja bien claro que mientras la muerte es realmente una vuelta al hogar, un respiro de las luchas cruentas, el nacimiento es el primer día de un duro proyecto nuevo.
El tiempo que transcurre entre dos reencarnaciones depende de cada persona y de cada vida. Entre los sujetos del doctor Whitton, diez meses resultó el intervalo más corto entre vidas; el más largo duró más de ochocientos años. El período medio -unos cuarenta años- ha ido acortándose en los últimos centenares de años. En el mundo antiguo, cuando el mundo cambiaba poco de siglo en siglo, había menos incentivos para reencarnarse que los que hay hoy. La transformación del mundo moderno parece seducir a las entidades siempre hambrientas de experiencias terrenales nuevas y eso ha reducido el tiempo entre encarnaciones, factor este que bien podría explicar el inmenso aumento de la población.
Para entrar en el plano terrenal la entidad pasa una barrera etérea que disminuye las vibraciones de su conciencia. Detrás de la barrera -simbolizada por el clásico "río del olvido"- desaparece el recuerdo de la magnificencia del bardo. Esa amnesia es indispensable porque evita la nostalgia por la grandiosidad que se ha abandonado y permite que el individuo se embarque en su nueva vida sin que lo perturben los ecos de las acciones buenas y malas del pasado. Igualmente importante, el conocimiento del plan que pudiera haber trazado el alma para esa vida queda en el olvido. Así como sería irracional dar las respuestas al estudiante justo antes del examen. la prueba de la vida exige que ciertas informaciones se retiren temporariamente de la mente consciente.
Muchos de los sujetos del doctor Whitton han mencionado haber estado "revoloteando" sobre la madre, instándola a elegir ciertos alimentos y música, desalentándola de beber alcohol y fumar y dirigiendo su conducta de manera de lograr bienestar para ambos. En muchos casos se ha comunicado un nombre para la criatura en estado embrionario.
¿Entra el alma en el cuerpo de repente o en forma gradual? ¿Antes del nacimiento, durante o después? ¿O todo varía entre las personas? Esas preguntas vitales no tienen aún respuestas definitivas pues las evidencias son de otro carácter. El asunto se complica por la existencia de dos tipos de memoria: la de la mente y la del alma. Diríamos que si el alma está dentro del cuerpo cuando se realiza el aborto, la muerte del feto es un asesinato; si no, el que efectúa el aborto está extirpando solamente un trozo de tejido.
A medida que progresa la nueva vida, la vida entre las vidas es como si no hubiera existido.

El niño desarrolla una identidad central que supone que su yo y el ambiente físico que lo rodea es la única realidad. A medida que va desarrollándose el lenguaje es posible que vayan siendo relegadas a la "irrealidad" algunas sensaciones sobre un estado más refinado de la existencia. Relegadas como vagas, abstractas e imaginarias.
Cuando una persona vuelve a la conciencia normal después de haber viajado por la vida intermedia, con frecuencia se siente perturbada, desorientada y desalentada. Como criaturas a las que se ha apartado del quiosco de golosinas, los sujetos del doctor Whitton anhelan volver a ese ámbito de comprensión perfecta, en el que el sentido de la vida es claro y el alma y su propósito inmortal es diáfano como el cristal. Otros han salido del trance mientras relataban las circunstancias de sus futuros y se han encontrado
incapaces de recordarlas.
Sin embargo, algunos se han sentido en libertad de revisar sus libretos kármicos, de llevar los conocimientos a la conciencia y predecir hechos del futuro en sus vidas. Cuando las predicciones eran a corto plazo, lo que permitía su verificación, demostraron ser acertadas. Pero lo que ocurre con mayor frecuencia es que se permite a los sujetos tener sólo una visión borrosa de lo que les espera. El tema es similar pero los relatos varían en cuanto a la intensidad de la luz o del esclarecimiento en el umbral, al aspecto de los miembros del tribunal (algunos no visualizan a los Tres sino que solamente sienten los consejos de una autoridad superior), el grado hasta el que pueden permitirse revisar el libreto kármico y muchos otros detalles. Pero en un aspecto fundamental, los pocos privilegiados que han visitado la vida intermedia reciben el mismo mensaje: somos totalmente responsables de quiénes somos y de las circunstancias en las que nos hallamos. Nosotros hacemos la elección.
La total responsabilidad por uno mismo puede percibirse como libertad sobre el filo de una navaja, pero el terror se mitiga con el conocimiento de que todos tomamos parte de un proceso evolutivo asombroso en el que participan todos los pensamientos, palabras y hechos con sentido y propósito. Habiendo visto cómo se elige cada encarnación sucesiva sobre la base del pasado, los viajeros de la vida intermedia están obligados a retornar a esta vida con una mayor claridad sobre sus responsabilidades. Pero también retienen la apreciación profunda, de la sensibilidad moral que opera en el macrocosmos, sensibilidad que perdura aun en los complejos viajes de ida y vuelta de la vida corpórea. Exponerse a esa realidad más profunda, a esa mayor armonía, no promete más que la liberación mediante la comprensión.

El significado del ínterin
Mediante la autor revelación, la vida entre las vidas ubica al ser físico en la perspectiva correcta. La metaconciencia nos dice sobre todo que lo sutil y espiritual en el hombre, nuestra esencia, está más allá de la destrucción. En la muerte dejamos atrás el vehículo elegido de carne y hueso para que pueda iniciarse otra etapa de la vida. El más allá, por ser nuestro hogar natural, nos trae el despertar y el recuerdo nos devuelve la claridad. Y cuando nos vemos como somos realmente, podemos aprender de la última expedición a la realidad terrenal, evaluar nuestros progresos y llegar a planificar la reencarnación siguiente según nuestras necesidades.
Si el mundo es un escenario, el bardo es la vida entre bambalinas con toda la utilería necesaria, y el libreto del apuntador y todo lo que hace posible una producción teatral y que debe estar ensamblado para su uso eficiente. Bien o mal desempeñado, el "papel" de la vida corpórea se interpreta en cuanto se tomó la decisión de hacerla, ensayando y con todo el trabajo preparatorio ya realizado. Cada libreto es escrito, dirigido y producido por el protagonista y se requieren muchos libretos para actuar en muchas vidas. Solamente mediante una incesante entrada y salida por el foro puede llegarse al aprendizaje y la evolución.
Con cuidado o a la ventura, elegimos nuestras circunstancias terrenales. El mensaje de la metaconciencia es que la situación de la vida de cada ser humano -sea una víctima del SlDA, un niño abortado, un astro del cine, un diariero sin piernas o el presidente de Estados Unidos- no es producto del azar ni es inapropiada. Vista desde la vida entre las vidas, en forma objetiva, cada experiencia humana es nada más que otra lección en el aula cósmica. Cuanto más aprendemos en cada lección, más pronto evolucionamos. En la planificación en la vida intermedia siempre buscamos las oportunidades para amar y servir y, por consiguiente, deben verse como fundamentales para nuestra evolución. Si bien experimentar la soledad de tiempo en tiempo resulta calmante y rejuvenecedor, el desenvolvimiento kármico exige la interacción humana.
La existencia humana resulta comprensible solamente cuando el diminuto segmento entre el nacimiento y la muerte -nuestra realidad terrenal- se ubica en el contexto cósmico. La vida eterna ya dejó de ser el concepto religioso que podía, o no, tener validez; de repente es una realidad y entonces el sentido Y el propósito de la existencia se vuelve claro y resplandeciente aunque difícil de expresar con palabras. El panorama de la vida intermedia quita el aliento si se lo trata de expresar: sin tiempo ... sin espacio ... el infinito asombroso para siempre.
Todas nuestras vidas y vidas intermedias están en ese infinito, como las pautas kármicas que dan forma a la evolución personal. y como hasta los detalles más microscópicos de las acciones en nuestras vidas anteriores Y la experiencia entre las vidas están a nuestra disposición en nuestro estado actual, también lo está la vista panorámica de nuestro viaje hasta ahora ... de la larga odisea que teje una reencarnación con otra.
La conciencia de esa realidad más amplia somete los valores, actitudes Y preocupaciones terrenales a una revisión rigurosa cuando se sabe que la muerte representa solamente una transición. La inmortalidad consciente no puede menos que llevamos a la superación personal.

Lo más importante es que el conocimiento de la vida intermedia intensifica la responsabilidad personal. Si admitimos que el plano terrenal es donde se ponen a prueba las intenciones de la vida intermedia, la vida cotidiana adquiere un nuevo significado y propósito. Y por difíciles que sean las circunstancias terrenas, una fuente de amor espera para sumergir a cada ser humano en la belleza y el esplendor, cuando termina cada existencia. Pertenecemos al bardo, y el planeta Tierra no es más que el campo de prueba que nos conduce a la evolución espiritual. Si bien se ha logrado mucho, la vida entre las vidas es un recurso humano apenas utilizado que permanece en la etapa preliminar de su comprensión. Sólo la investigación en escala masiva podrá revelar los secretos más profundos de ese otro mundo y de su potencial para el desarrollo humano.
Este libro es un registro de algunas exploraciones iniciales. A medida que los científicos penetren y avancen más en la vida intermedia, seguramente surgirá una mayor comprensión de nuestra herencia incorpórea. El estudio de la metaconciencia, con su capacidad para pasar las barreras del nacimiento y de la muerte, podrá aplicarse, con toda su importancia, al mejoramiento de la condición humana. Nos impulsa a entender por qué estamos aquí y qué debemos hacer.




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Amigas, Amigos:

Todos volvemos; esa certidumbre
es la que da sentido a la vida.
Gustav Mahler

Somos pasajeros de la nave sideral Tierra que está fuera de control por factores cósmicos y factores humanos. Más una vez he señalado que somos una Sodoma y Gomorra mundial a diferencia de la pretérita que lo habría sido tan solo para dos pequeños pueblos, siendo la nuestra en todo sentido peor que la pasada. La juventud se refugia en la “redes” sociales y allí quedan atrapados y sutilmente empujados al drama mundial de la droga al que ya ningún lugar escapa, por ejemplo maestras rurales para entrar al pueblito en su jornada laboral lo deben hacer con su delantal puesto y al salir van acompañadas por dos alumnos de “bandas” de la droga diferentes, es decir la droga ha copado todos los niveles y estratos sociales en donde niñas recluidas en hogares de menores huyen por los techos en busca de droga. La explotación sexual desde temprana edad es una realidad, habría venta ilegal de órganos en donde no se pregunta quien fue el joven asesinado donante. La corrupción de gobiernos, políticos, empresarios, funcionarios va en aumento. Credos religiosos y filosóficos decaen por implosión de sus líderes... Mirar los programas de TV es captar un 90% o más por ciento de negatividad, al igual que escuchar noticias, en fin son tantos más los hechos que nos señalan de ya hace tiempo que esto no da para más, todo ello con el hermoso marco del Cambio Climático que, de manera gradual y extensiva parece apocalíptico y de fondo el paisaje del peligro de la guerra nuclear con un terrorismo que puede ser su detonante…

¿Qué hacer? Primero preguntarse que por algo y para algo se nació ahora, luego entender que somos más mucho más que la realidad física regida por el cerebro. Somos lo que al cerebro le permite ser y allí entra el ALMA y la mente pues el cambio es individual, comienza en uno mismo por sí mismo intentando Pensar Mejor y en medio del caos ser Mejor Persona.

Anclan al sueño del alma llamado Vida el Karma pendiente y los nuevos atributos que el alma considera debe manifestar en la nueva encarnación. El alma sabe que su "dormir" llamado por nosotros vida, lo es gracias a la mente que la misma alma formó como proyección de su propia mente hacia un plano más denso en la cuarta y tercera dimensión. Es nuestra humana mente la que viene programada para hacernos sentir lo irreal como real y lo ilusorio como vida. En esa irrealidad que por la mente es real, el cerebro nos permite ser para que el alma desarrolle en este plano atributos latentes que necesita expresar para crecer. Sabe el alma que en su "dormir" descenderá a lo denso, ignorando por su sutilidad qué es realmente lo denso por vibrar ella en lo sutil. Por lo tanto, asesorada por almas más evolucionadas programa los aspectos de la vida que la faculten a desarrollar aquello que en lo denso requiere manifestar, lo hace sin tener idea qué es la miseria, la oscuridad, el sufrimiento, la maldad, el odio, el egoísmo, la avaricia, la envidia... Si lo supiera el alma, quizá ninguno de nosotros hubiera aceptado, de manera voluntaria encarnar. Sabe a su vez el alma que hubo aspectos en la vida precedente que faltó ajustar y dieron lugar a la Ley de causa y efecto llamada Karma que ahora, asesorada por Guías de Luz decide equilibrar, ello da lugar al nacimiento de grados variables de sufrientes seres que si logran superar la dura o no tan dura prueba avanzan de manera significativa en el sendero de las vidas del alma por haber logrado superar esa prueba y más se avanza si cada uno logra Pensar Mejor y tener FE, la cual da lugar a la Esperanza sin importar cómo ya esté el mundo que tal parece va de peor en peor.

Cada vida es un avance para el alma, despertada el alma, o mejor dicho retornados al Más Allá después de morir, vive el alma un período de aprendizaje sobre la base de todo lo positivo de la vida, aún el más pequeño detalle favorable la ayuda a crecer. Eso lo comparte con otras almas afines en la Academia Del Saber Universal. Si pudiéramos desde acá definir la vida del alma, la palabra sería IDÍLICA y carezco de elementos para expresar el cósmico significado de esa palabra en la quinta dimensión en donde la mente del alma plasma los pensamientos en colores, armonía musical y acción suprasensible por sobre las barreras del espacio-tiempo. A su vez, lo más importante, el alma actúa con la plena certeza de DIOS, lógico que desde su limitada óptica de quinta dimensión pero infinitamente superior a la nuestra.

La ventaja del alma es CONOCER en parte el PLAN DIVINO y por lo tanto es saber que es, por qué es y para qué es; saber que se desarrolla para un día despertar cual espíritu infinitamente grande y desarrollado en su previo retorno a DIOS y ese Saber mediante el Discernimiento es lo que cada uno por sí mismo deberá acá, vida a vida encontrar.

Alma mía, ignorada voz que el mundo acalla, ¿cómo pretendo hablar de ti si ni siquiera se qué es realmente en su perfección mi cerebro y menos aún qué es mi sorprendente mente que la ciencia carece de tecnología para estudiar? ¿Cómo lograr escuchar el susurro de tu voz que me señale el sendero trazado para esta vida? Estamos en los albores del tercer milenio en el siglo XXI, siglo que será el del pleno despertar de la mente humana. Este despertar, en medio del fragor de Fin de Tiempo, se ve exteriorizado con el enorme avance sobre la Ciencia de la mente que se inició hace ya 100 años, por la hipnosis regresiva a la vida pasada, el aumento de las experiencias cercanas a la muerte y por el enorme avance tecnológico, computacional y de la ciencia física cuántica, consolidado con la concepción transpersonal de la vida que, si dejamos el dogma y limitante paradigma, nos hace ver que somos más que un cerebro pensante rigiendo un cuerpo de manera aleatoria, al entenderse que detrás de todo lo que nos rodea hay un Programador Supremo que con su Inteligencia Pura le permite a los universos y las dimensiones ser de manera sincronizada y perfecta y, que detrás de nuestro cerebro, hay un programador que es la propia mente según el programa con el que el alma la dotó antes de uno nacer.

Debemos superar el 10% de desarrollo cuántico neuronal de neuronas habilitadas para el salto cuántico mente-cerebro, cerebro-mente, abriendo nuevas rendijas corticales para permitir una mayor expresión mental que nos haga entender mejor al alma y nuestra razón de ser como seres pensantes, que por algo lo somos. Son tiempos difíciles que pocos logran comprender o aceptar y a ellos adaptarse por lo acelerado del cambio... Algo me dice que, en lo difícil habrá un brusco cambio positivo transmutativo de hombre a SUPERHOMBRE, de humano a un dios entre los hombres. Cambio que será activado por la llegada a la Tierra de la Luz Divina que se acerca, será en TODOS nosotros sin importar credos, condición social o lo que sea que acá nos separa y nos transformará por transmutación de lo denso a lo sutil latente en cada uno de nosotros.

La mente regida por la Fuerza del alma tiene al cerebro como satélite mundano, siendo el alma a su vez un satélite del espíritu para actuar en planos menos sutiles. La mente humana es un satélite de la mente del alma actuando en este plano más denso y lo hace mediante el nivel mental consciente y subconsciente. Con ello estoy señalando que desde el espíritu la mente es una sola y esa una se diversifica de lo alto hacia lo bajo, de lo denso hacia lo sutil, de lo luminoso hacia lo oscuro para así lograr actuar en los mundos inferiores manifestando potencialidades latentes a manifestar paso a paso, nivel a nivel. La calidad vibratoria de la energía mental está dada por el plano en que ella se condensa para lograr actuar. En la Tierra la mente requiere del cerebro humano para expresar el alma, siendo la mente el puente cuántico de unión entre el alma y el cuerpo físico. La vida es un estado mental del alma; el alma es un estado mental del espíritu siendo el espíritu una increada emanación desde la Mente de Dios.

En nosotros el alma es la fuente de la energía pensante y la fuente de vida que le permite al cerebro y cada célula del organismo ser para vivir. La mente es el vehículo del alma para conectarla por medio del cerebro y los órganos de los sentidos con el mundo exterior. Sin mente no hay vida cerebral y a su vez sin cerebro no se puede la mente manifestar. La mente está en un plano sutil más allá de las posibilidades de análisis de la limitada ciencia humana. La fuente de los pensamientos se encuentra en el nivel consciente de la mente.

Lo reitero: En el mundo del alma, almas liberadas de las encarnaciones rigen allí las Escuelas de vida formativa para las almas en el período entrevidas terrenal. Allí cada uno evalúa lo que desarrolló en la última encarnación, lo que le falta por desarrollar de sus atributos a realizar en el mundo de la materia y, a su vez, uno capta qué de la anterior experiencia de vida quedó pendiente como saldo a saldar o ajuste a ajustar, lo que se logrará en la nueva encarnación que se prepara y que acá llamamos Karma, que no es castigo sino que lógico ajuste entre vidas, voluntario y necesario ajuste para evolucionar y seguir adelante.

¿Qué pasa cuando como alma que eres despiertas después del sueño vida? Sucede lo mismo que te pasó cuando hoy despertaste del sueño del nocturno dormir. ¿Notaste alguna diferencia? Salvo, quizá, el recuerdo de parte del sueño te sientes ser el mismo que anoche antes de irte a dormir y ahora preparándote para la diaria jornada. Tu alma así despierta de esta vida, es la misma y recuerda del sueño-vida lo positivo que acá cada uno ha logrado y ese recuerdo lo comparte con su grupo de estudio en uno de los cursos que como almas debemos realizar.

Allá tienes tu cuerpo luminoso megadimensional que trasciende la forma física y la forma mental. Tienes tu propia mente adecuada para ese plano, mente que el espíritu a tu alma le otorgó y allí estás ligado en plenitud a los Propósitos del Plan Divino, nuestra razón de vida como almas.

Desde acá no es posible describir e imaginar ese Allá en donde uno se prepara para el próximo sueño de vida que se tendrá, evaluación positiva que, de manera cuántica el alma la hace llegar al espíritu lo que le permite crecer y evolucionar. En el mundo de las almas la forma no es estática como en este mundo físico, allá es dinámica y se va adecuando a cada pensamiento del alma y todo lo que piensas tiene un propósito de vida que se conjuga con la Vida de los Universos.

Allá no temes a la muerte, que algún día cual alma tendrás pues sabes que ese morir será el pleno despertar de lo que uno, como espíritu es, en un despertar plenamente desarrollado previo al retorno a Dios.

Sexo y otras discriminaciones y separaciones diferenciales tan importantes acá, allá están trascendidas por vivir con el propósito de sustentar la vida en los planos más densos y sabes, cual alma, la potencia de tus pensamientos con su beneficio para lo cósmico y para uno crecer y lograr evolucionar... 

Desde el estado fetal y cuando el alma otorga la mente al feto, nos hace llegar en un continuum y de manera ininterrumpida la Fuerza Vital a la mente para que esta pueda ser y por su intermedio hacer llegar esa energía filtrada hasta el cerebro que la pasa al resto del organismo. La mente subconsciente es el órgano receptor, acumulador y distribuidor de esa Fuerza Vital que le llega desde el alma. El subconsciente cumple la función de transformador y hace de filtro dado que la potencia de la Fuerza Vital si llegara sin ser filtrada desintegraría las neuronas por su diferencia de nivel vibratorio. El filtro del subconsciente requiere limpieza lo cual se puede lograr de manera consciente mejorando la calidad del propio pensar.

La Voz del alma es inaudible para nuestros oídos saturados con la algarabía exterior; la Luz del alma es invisible para nuestros ojos nublados por lo denso exterior; el radiante destino que nos aguarda es ignorado por el intelecto ligado al mundo. Para lo racional lo ilusorio material lo es todo por el rechazo a la realidad interior, rechazo que estimula al subconsciente a ignorarla. Se llegó al nivel evolutivo de máxima profundidad en la mental inmersión del plano existencial en la materia, ello significa que se inicia la senda del retorno luego del largo viaje que nos alejó de la realidad del alma. Este retorno se inicia desde lo profundo de lo exterior al irse por uno mismo hacia el mundo interior ayudado por la personal Reprogramación Mental que nos hará escuchar gradualmente la Voz del alma, ver su Luz y apreciar el fabuloso destino que a TODOS nos aguarda más allá de lo transitorio en lo ilusorio de la materia que a muchos "pensantes" los hace creer que el cerebro lo es todo.

El mundo interior rige nuestra vida y el mundo exterior aporta, gracias al cerebro, las sensaciones del mundo exterior que recibe la mente. Todo queda archivado en los módulos mentales y lo positivo la mente lo hace llegar al alma que crece y se desarrolla con cada aspecto positivo del mundo material, en especial por el Amor y nuestros mejores pensamientos. Por ser el pensamiento un acto mental consciente cada uno tiene a la mano la "Llave maestra" del ascenso hacia lo sutil y liberación de lo denso. Esa "Llave maestra" se llama Mejor Pensar y, solo de ti amigo, de nada ni de nadie más depende el cómo tu quieras pensar. Asumir esa responsabilidad hace que sin uno notarlo realice la Magna Obra de la Reprogramación mental ligada de manera íntima al Viaje Interior que todos tenemos ya que iniciar para dejar atrás la ilusión exterior...

El alma joven inicia la serie de oníricos viajes con etapas de dormir con soñar y vigilia de desarrollo sobre la base de lo positivo logrado en cada vida-soñar por el denso plano de la ilusión mental en la materia. Cada viaje permite al alma desarrollar atributos que la hacen crecer. Ignora el alma lo negativo de la vida que sí permanece en el núcleo mental asignado por el alma para la experiencia en la materia. Sabe el alma que necesita ajustar algún atributo, lo que se llama Karma, cuyo ajuste le significa al alma progresar en su desarrollo. Si apreciara el alma lo que es la vida en el plano humano y lo difícil que será sobrellevar algún Karma, pocos serían los encarnados voluntarios. Quizá por eso el velo que uno tiene desde el momento de nacer y el velo de esta realidad que el alma tiene desde el momento de uno morir. Velo dado por la enorme diferencia vibracional entre ese plano sutil y este denso plano material en donde lo sutil no tiene cabida al igual que en lo denso lo sutil no tiene cabida. La mente es la que hace de intermediaria entre ambos planos, el del cerebro y el del alma.

En resumen:
Por ejemplo cuando se relata que en el Más Allá lo reciben parientes muertos, ese no es el plano del alma, es el nivel del estadio previo de la mente, en el plano del alma no existen parientes ni recuerdo alguno del plano material. Todo lo positivo logrado en una encarnación permite al alma crecer y desarrollarse, esa es la razón de ser que acá estemos. No hay almas superiores a otras, los rezagados en esta vida, como primitivas tribus por ejemplo, son aquellas jóvenes almas que se incorporaron al orbe terrestre al final del ciclo de la llegada de las almas, lo hicieron mucho después que otras almas que ahora son menos jóvenes o más evolucionadas por tener mayor número de encarnaciones.
Es por la mente subconsciente que el alma recibe lo positivo de acá junto con el Karma pendiente logrado ajustar y el nuevo Karma adquirido. Es el alma, usando de intermediario a la mente, la que nos hace llegar la chispa divina de vida que permite a cada célula estar viva. La vida del alma es idílica, sabiendo que carecemos de palabras para expresar algo cósmico, sublime, trascendente, luminoso donde cada alma "por edad" tiene su grupo de estudio fraterno de preparación y los pensamientos plasman colores, formas, música y se pueden desplazar a la velocidad del pensamiento hasta donde la imaginación alcance en su mundo sutil. Como acá hay un velo del olvido sobre lo que hubo antes de nacer, también el alma al despertar de la encarnación tiene un velo del olvido sobre esta vida, además por su sutilidad no entendería lo denso nuestro, salvo que reciba una preparación especial para, en parte, lograrlo...

Al esto escribir he realizado frases de repeticiones pues es un tema abstracto y "Repetita Iuvant" o las repeticiones son útiles es fundamental para que el subconsciente se retroalimente con un nuevo saber que no se captó o no se entendió y, como humano que soy, esta es amiga/amigo mi liberadora, limitada e imperfecta visión de lo perfecto que cada uno de nosotros potencialmente es... ¿Podremos acá entenderlo?








Dr. Iván Seperiza Pasquali  
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Quilpué, Chile
Julio de 2016

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