Proemio
Los tres precedentes escritos
tienen que ver con el presente título, ellos son el
462 "Raconto de Mente y Cerebro", el 463 "Raconto de Karma y
Reencarnación", el 464 "Raconto de la Muerte". En nuestra
vida es fundamental la relación entre la mente y el cerebro,
siendo el extraordinario cerebro cual computador biológico para
la mente que lo maneja y la mente consciente, según libre
albedrío, sea la dotada de la calidad de pensar la que dicta
lo que en la vida uno será de acuerdo además al Karma a
ajustar que se
trae y la programación de vida que el Alma a cada uno le haga
para esta encarnación. Cada vida para su alma o
Reencarnación tiene una evolutiva razón de ser.
Las hipnosis regresivas nos pueden llevar a recuerdos de la anterior
vida, las Experiencias Cercanas a la Muerte o ECM nos pueden llevar
hasta el límite entre la vida y la muerte, es decir salir por
nuestro doble etéreo, luego estar en cuerpo astral y en
él tener el contacto con el Ser de Luz. Si se pasa ese
límite, al separarse la mente del cuerpo físico se
está muerto sin retorno a la presente vida. Entonces uno ya
está en su cuerpo mental en donde se hace
el verdadero autojuicio de la vida, no juzgado pero sí asesorado
por tres seres luminosos que solo irradian amor, ayudando a que uno
entienda en qué se falló y qué se hizo bien, esto
hasta que la mente logra la comprensión de lo obrado en la vida
terrenal y se autoperdone pues uno es el Juez de sí mismo y no
hay castigo. Entonces, logrado ello, despierta el alma en su plano de quinta
dimensión, "muere la mente" quedando un núcleo
subconsciente archivado con lo pendiente o Karma para ajustar en la siguiente encarnación.
Desarrollo
Sólo sabiendo que lo que verdaderamente importa
que
es el infinito podemos evitar interesarnos por
trivialidades.
Jung
Pitágoras y el Alma
Pitágoras
como todo real Maestro de Sabiduría dejó estratificada su Enseñanza, sobre el
alma en general se conoce lo dejado para el primer y segundo grado, sin embargo
la mejor pretérita descripción relacionada con la vida, la muerte y la realidad
del alma nos la dejó Pitágoras, en su Escuela iniciática de Crotona, quien hace
2.500 años a sus discípulos del Círculo Interno,
el Cuarto Grado, el Maestro les Enseñaba el siguiente Nuevo
Conocimiento:
El
alma está sometida a sucesivas reencarnaciones, cuando se libra
de la materia, el dolor y el sufrimiento, pasa a ser un Daimón o
Genio Divino que no regresa a la Tierra y habita los Jardines Estelares
de la Vía Láctea. Todas las almas derivan de la Gran Alma
Universal.
Al morir un individuo llega al
Más Allá. No debéis sentiros superiores a nadie
por
haber alcanzado esta etapa del conocimiento. Amigos míos, quien
muere, si su alma es de tipo inferior o poco evolucionada, despierta,
después
de un breve período de inconsciencia, en el Erebo, la
región
sombría más densa, la más próxima al mundo
material. Es esta una región de sufrimientos y angustias. El
alma
se halla allí prisionera de los propios pecados y vicios humanos, atada
por esas cadenas mentales. Quiere salir de allí, la región
de
los martirios, pero es una isla, rodeada por el Aqueronte, un
río
cenagoso que el alma no puede cruzar. El tiempo y el sufrimiento operan
la debida purificación quitando el lodo del pecado y los vicios,
liberando al desencarnado de las partículas más groseras
de su naturaleza inferior pasará al Hades, Tártaro, Campos Elíseos...
Los que han vivido una vida más
pura y honesta atraviesan
esas oscuras regiones en la barca de Caronte a través de los
ríos
Aqueronte y Cocito y de la laguna Estigia. En ese paso por las oscuras
regiones deja el alma parte de sus lastres terrenales. Desembarca en la
región del Hades, donde encuentra a los seres queridos que han
muerto
anteriormente, como lo son los de familiares y amigos. En el Hades se
desgastan
y queman los residuos emocionales de la índole que sean. Cada
cual
crea allí su propio ambiente. Va desechando el alma
paulatinamente
sus hábitos vulgares, sus rutinas cotidianas y se va
posesionando
de la naturaleza más sutil de su doble. Cuando ha agotado las
experiencias
del Hades, se opera en el desencarnado la llamada segunda muerte.
Fenece
aquel cuerpo astral por inanición psíquica y
desintegración
natural. Tras un período de semi adormecimiento, pasa al
Tártaro,
región más serena y diáfana, el plano de la mente.
En él recoge el alma el fruto asimilado de sus experiencias y
estudios.
Se traducen en realidad sus conceptos y su razón de las cosas.
Despejada
ya de sus deseos y emociones, vive de aquellas ideas por las que no
fluyen
los vientos inestables de lo emotivo y transitorio.
Las almas de los que han desenvuelto
en la Tierra su contraparte
superior, su naturaleza espiritual, del Tártaro pasan
después
del auto-juicio de las almas a los Campos Elíseos, la tierra de
la perpetua felicidad. Allí gozan las almas de un dilatado
estado
de bienaventuranza. Viven en una contemplativa paz entre paisajes de
inenarrable
belleza. Reina una primavera eterna en una variada sinfonía de
armonías.
Las almas viven en un éxtasis sin fin acumulando reservas de
beatitud
que en su próximo descenso a la Tierra alimentará, cual
chispazos
del recuerdo celeste, sus nobles propósitos, sus sueños
de
esperanza. En ese estado de contemplación perpetua, se curan
todos
los dolores del mundo, y las herida recibidas en la Tierra. Cuando un
alma,
según sea su capacidad de adelanto y saturación, ha
asimilado
la experiencia benéfica y gozosa de los Campos Elíseos,
siente
la necesidad de retornar a la Tierra en busca de nuevas experiencias.
Entonces desciende la corriente del
Leteo incorporándose
aquellos
elementos necesarios de cada plano en sentido inverso, o sea por
relación
de menor a mayor densidad. Atraviesa nuevamente el Tártaro, el
Hades
y, vadeando los ríos que los separan, vuelve a la Tierra donde,
de acuerdo con sus deudas y haberes anteriores toma una nueva envoltura
material adecuada al ambiente donde allegará las nuevas y
necesarias
experiencias para su progreso.
Una vez en la Tierra, no guardan las
almas por lo común,
más
que leves reminiscencias de su largo viaje por el Más
Allá,
así como de sus vidas anteriores.
*
* *
Cualquier
cosa que arroje luz sobre el
Universo, cualquier cosa que nos
revele
a nosotros mismos, debería ser
bienvenida
en este mundo de acertijos.
Aleister
Crowley
Frases sobre el Alma
-El alma es un
vaso que sólo se llena con eternidad. Amado Nervo
-El alma reina donde quiere,
desde el fondo de los calabozos puede elevarse hasta el cielo. Napoleón
Bonaparte
-El cuerpo es el instrumento
del alma. Aristóteles
-Con el poder del alma,
cualquier cosa es posible. Jimi Hendrix
-Las riquezas ordinarias se
pueden robar, las reales no. En tu alma hay infinitas cosas preciosas que no se
te pueden quitar. Oscar Wilde
-La felicidad no reside en las
posesiones ni en el oro, la felicidad reside en el alma. Demócrito
-Grandes almas siempre se han
encontrado con una oposición violenta de mentes mediocres. Albert Einstein
-No tienes un alma. Tú eres un
alma. Tú tienes un cuerpo. C.S. Lewis
-Dios no esta presente en los ídolos. Tus
sentimientos son tu dios. El alma es tu templo. Chanakya
-Tienes que crecer desde adentro hacia fuera.
Nadie te puede enseñar, nadie te puede hacer espiritual. No hay maestra excepto
tu propia alma. Swami Vivekananda
-La música en el alma puede ser escuchada por el universo. Lao Tzu.
-Cada momento y cada evento de toda cada vida de un hombre en la tierra
planta algo en su alma. Thomas Merton
-Tu verdadera esencia es tu alma, la cuál es externa y
existe en un océano de amor. Patricia Ord
-Hasta que uno no ama a un animal, una parte del alma
permanece sin despertar. Anatole France
-El alma humana tiene una mayor necesidad por
lo ideal que por lo real. Es por lo real que existimos; es por lo ideal que
vivimos. Victor Hugo
-El alma, al igual que el cuerpo, vive por lo que se
alimenta. Josiah Gilbert
Holland
-La razón por la que duele tanto separarnos es porque
nuestras almas están conectadas. Nicholas Sparks
-Los libros son los espejos del alma. Virginia Woolf
-El ánimo es el oxígeno para el alma. George M. Adams
-La única comida que necesita el alma es el amor. Louix Dor Dempriey
-Vivir es nacer poco a poco. Sería demasiado fácil si
pudiéramos pedir prestadas almas preparadas. Antoine de
Saint-Exupéry
-En cualquier dirección que
recorras el alma nunca tropezarás con sus límites. Sócrates
-La fe es el atrevimiento del alma de ir más
lejos de lo que puede ver. William Newton
-Una habitación sin
libros es como un cuerpo sin alma. Marcus Tullius
Cicerón
-La belleza del cuerpo es un
viajero que pasa, pero la del alma es un amigo que se queda. Diego Saavedra Fajardo
-La imaginación es el ojo
de alma. Joseph Joubert
-La libertad en
cierta manera es el alma de nuestra alma. Gabriel Marcel
-A través del amor, nuestra alma alcanza la inmortalidad
conquista todas las dimensiones de todos los destinos. Akiane Kramarik
-Agacha tu oído cerca del alma y
escucha con atención. Anne Sexton
-Un hombre descubre tarde o
temprano que es el jardinero de su alma, el director de su vida. James Allen
-Eres una hermosa alma oculta por
la capa del ego. Mike Dolan
-El alma te da sombra en todas
partes. Terri Guillemets
-La sabiduría es para el alma lo
que la salud es para el cuerpo. De Saint-Real
-Las grandes almas son como
las nubes, recogen para luego verter. Kalidasa
-El cuerpo humano es la mejor imagen del alma humana. Ludwig Wittgenstein
*
* *
Sólo
puede aprehenderse el infinito con una facultad superior a la razón
entrando
en un estado del que debe retirarse el ser finito.
Plotino
Para Rudolf Steiner (1861 - 1925)
Después de la muerte todos nuestros pensamientos y representaciones mentales aparecen como un
grandioso panorama delante del alma.
La
época actual tiene necesidad de conocimientos superiores, porque todo lo que el
hombre aprende en torno al Universo y a la vida, hace surgir en él una cantidad
de preguntas a las que sólo se puede responder mediante las verdades
suprasensibles; y puesto que es inútil hacerse ilusiones, todo lo que nos dice
la actual corriente intelectual en torno a los fundamentos de la existencia, no
es una respuesta para el alma que siente más profundamente, sino una serie de
preguntas alrededor de los grandes enigmas del Universo y de la vida. Es
posible que por algún tiempo alguien se ilusione creyendo haber dado con “los
resultados de hecho rigurosamente científicos” y con las consecuencias que
algún pensador moderno haya educido, la solución de los problemas de la existencia:
pero cuando el alma desciende a las profundidades a que debe llegar, se
comprende verdaderamente a sí misma; entonces lo que al principio parecía ser
una solución se le aparecerá como un estímulo al formularse la verdadera
pregunta. Y la respuesta a esta pregunta no debe satisfacer únicamente una
curiosidad del género humano, porque de ella depende la tranquilidad interna y
la armonía de la vida del alma. Por esto, teniendo presente el género de vida
intelectual de ahora, el conocimiento espiritual es un campo de conocimiento
indispensable para nuestra época.
La vida anímica es más bien la base para la del
espíritu, exactamente como la vida del cuerpo es la base para la del
alma.
Después de la muerte, el alma ya no está ligada con el cuerpo, sino únicamente
con el espíritu. Ella vive entonces en un ambiente anímico y sufre solamente la
influencia de las fuerzas del mundo anímico. El alma deja libre al espíritu
para que vuelva a los mundos superiores espirituales, cuando ya sus tuerzas no
pueden actuar en el sentido de la organización del alma humana.
Cuando el alma, después de la muerte, entra en el mundo anímico, queda sujeta a
las leyes del mismo. Estas leyes actúan sobre el alma, y de la
acción de las mismas depende la manera como se anulan sus tendencias hacia el
mundo físico; el efecto de las leyes será diverso según las cualidades de las
substancias y de las fuerzas anímicas a cuyo dominio ha sido llevada el alma.
LA ENTIDAD ANÍMICA DEL HOMBRE
La
vida entre la muerte y el nuevo nacimiento es tan rica y variada como la vida entre
el nacimiento y la muerte.
La entidad anímica del
hombre difiere del cuerpo, dado que tiene un mundo interior que le es
propio, y esta “propiedad” nos resulta evidente apenas
dirigimos la atención aun sobre la más simple
sensación de los sentidos. Antes que nada, nadie puede saber si
otro percibe la más simple sensación de idéntica
manera como él la percibe. Sabemos que hay personas que no
perciben los colores (daltonismo completo), por lo cual ven los objetos
de un tinte gris de diversa intensidad; otros, afectados sólo de
daltonismo parcial, no son capaces de distinguir determinados colores;
para éstos, las imágenes del mundo, como se las dan sus
ojos, son diferentes de las de los hombres normales. Lo mismo, poco
más o menos, puede decirse de los demás sentidos y no se
requiere más para tener la evidencia de que, hasta la más
simple sensación pertenece al “mundo interior”. Con
los sentidos físicos uno puede percibir un objeto rojo que
también otro puede ver, pero a uno no le será posible
percibir la sensación del rojo que tiene otra persona. Por esto
debemos considerar la sensación de los sentidos como
fenómeno anímico; y si nos damos bien cuenta de este
hecho, cesaremos de considerar las experiencias interiores como simples
procesos cerebrales o algo similar.
Inmediatamente a la sensación sigue el sentimiento, agradable o
desagradable, según el caso. Se trata de impulsos de la vida
interior anímica. Con sus sentimientos el hombre agrega un
segundo mundo al que desde afuera obra sobre él. Y a esto agrega
una tercera cosa: la voluntad. Mediante ésta, el hombre
reacciona hacia el mundo externo e imprime a éste su propio ser
interno. En las acciones volitivas el alma se expande, por así
decirlo, hacia lo externo. Los actos del hombre se distinguen de los
hechos que ocurren en la naturaleza externa, justamente porque están improntados de su
vida interior. Así el alma se contrapone, como cosa propia del
hombre, al mundo externo: él recibe los estímulos del
mundo externo, pero de conformidad con éstos, se forma un mundo
propio suyo. La corporeidad sirve de base al ser anímico del
hombre.
*
* *
Después de todo no es más
sorprendente
nacer dos veces que una.
Voltaire
Para Stewart
C. Easton:
El estado de vida intermedia, no
está en el cielo ni en ninguna otra parte. Es mejor imaginarlo como un estado
del ser desconectado de todo lo físico y corporal.
Cada vez que nos quejamos de
nuestro destino en la Tierra
y de la mala suerte, estamos quejándonos de nuestra propia elección, no de la
de algún dios o dioses arbitrarios que nos han hecho una mala jugada.
Por consiguiente el único vicio que no puede permitirse quien tenga algún
conocimiento del karma es la envidia, ya sea la envidia de la situación que
vive otra persona o de sus talentos, fortuna y amistades. Porque nosotros hemos
elegido lo que tenemos y es lo que merecemos.
*
* *
Llevó diez millones de años a la
naturaleza hacer el Gran Cañón.
No puedo creer que tome sólo setenta u ochenta
años hacer el alma de un individuo.
Dr. Morris Netherton
Dr. Joel Whitton y la Vida entre Vidas
Para la hipnosis regresiva a
la vida anterior el ícono fue el Dr. Brian Weiss, quien
escribió sobre el tema algunos libros sobre la base de miles de
casos. Para la ECM el ícono fue el Dr. Raymond Moody quien se
atrevió a dar el primer paso y publicar su famoso libro "Vida
Después de la Vida".
Para el estado de entrevidas
el ícono es el Dr. Joel Whitton quien asesoró a Joe
Fisher para dejar escrito el libro "La Vida entre las Vidas" al lograr
en más de 30 pacientes un método especial que los
hacía estar en ese plano. Deseo destacar que rescataré de
su relato lo
más relacionado con el alma pues en la descripción hay en
párrafos mezcla con el estadio de tránsito de la muerte
que uno tiene en el
plano de la mente.
En ese
estudio en donde por los relatos se confunde el estado de cuerpo mental
post-morten y su "juicio" con la ayuda de seres de Luz, lo rectifico
pues eso no es el plano del ALMA es el de la mente. Lo mismo que al hablar de
encarnar en el estado fetal no es lo mismo cerebro que MENTE; la mente no está
en el cerebro la mente rige y usa al cerebro...
El interesante trabajo del Dr. Joel Whitton en parte señala:
He
decidido presentar estos datos obtenidos a lo largo de muchos años porque creo
que en alguna medida han contribuido a la comprensión de la condición del
hombre.
Los
sujetos del doctor Whitton, cuyas formaciones religiosas son tan variadas como
sus prejuicios iniciales en pro o en contra de la reencarnación, han
atestiguado de manera consistente que el renacimiento es fundamental en el proceso de evolución del que participamos.
Dicen ellos que en la muerte el alma deja el cuerpo para entrar en un estado
sin espacio ni tiempo. Allí se evalúa nuestra vida más reciente en la Tierra y se planifica la
encarnación siguiente según nuestros requerimientos kármicos.
Si no
existiera la reencarnación no podría concebirse la vida
intermedia, de la misma
manera que no podríamos pensar en un río sin orillas ni
en el sueño sin el
despertar. La naturaleza misma del bardo requiere que cada experiencia
incorpórea esté flanqueada por existencias terrenales. De
ahí la necesidad de la lanzadera del renacimiento que nos lleva
a la encarnación física y nos
devuelve, al morir, al plano inmaterial de la conciencia entre las
vidas. La hipótesis de que estamos obligados a volver a la vida,
una vez tras otra, en
distintos vehículos corporales, está apoyada por la
tradición cultural, la
doctrina religiosa y la investigación científica. Pero
toda la elocuencia y
evidencia en el mundo no hará la idea más aceptable para
los que decidieron no creer.
Aceptar
el renacimiento va de la mano con la exploración de nuestras verdaderas
naturalezas espirituales, y existe poco aliento para un escrutinio de ese
calibre en la sociedad moderna. El componente espiritual de la humanidad ha
sido casi desechado, hasta convertido en objeto de burla, por una civilización
occidental basada en el acondicionamiento dogmático.
Muchas
son las horas que hay que pasar investigando la sucesión de
existencias previas de un sujeto para localizar la fuente original del
malestar
en otro tiempo, otro lugar y otro cuerpo. Pero la curación de
las
perturbaciones físicas y mentales suele ser sumamente
rápida y efectiva cuando se ha reunido la información
pertinente extrayéndola del subconsciente.
Nadie puede afirmar con certeza cómo ni por qué funciona el proceso curativo,
pero parece que el hecho mismo de enfrentar y aceptar la negatividad atrapada
en la psiquis durante tanto tiempo provoca una alquimia de liberación.
Sobre el Karma
Si debemos soportar una vida difícil, no necesariamente estamos pagando
por hechos de una existencia anterior. Al pasar por ciertas pruebas
podemos estar preparándonos para tareas y realizaciones futuras.
El karma, a pesar de sus exigencias y consecuencias, no debe
considerarse como una ley férrea que nos obliga a actuar de una manera
determinada. La esencia misma del karma implica la presencia de un
motivo que, a su vez, necesita del ejercicio del libre albedrío.
La evolución kármica comprende el desarrollo de la personalidad y el refinamiento de las habilidades y aptitudes.
El
karma es lo que los individuos han puesto en movimiento por sí mismos de vida
en vida, por sus motivaciones, actitudes y conducta. Aceptar la idea del karma
desecha la noción de que los seres humanos son meros peones en el ajedrez
cósmico. Aceptar el karma es reconocer que el mundo es donde actúa la justicia
natural: no puede haber injusticia, desigualdad y desgracia si todos los
estados del ser humano surgen como resultado directo de la conducta pasada. El
karma une la responsabilidad por uno mismo a la ley de causa y efecto; las
acciones en las vidas dan forma y contenido a la continuidad personal y al
destino de cada uno. El karma es esencialmente aprendizaje. Es el
principio que hace funcionar todas las cosas que hacen posible el desarrollo
del alma.
Cada vez que nos quejamos de
nuestro destino en la Tierra
y de la mala suerte, estamos quejándonos de nuestra propia elección, no de la
de algún dios o dioses arbitrarios que nos han hecho una mala jugada.
No puede permitirse quien tenga algún
conocimiento del karma tener envidia, ya sea la envidia de la situación que vive
otra persona o de sus talentos, fortuna y amistades. Porque nosotros hemos
elegido lo que tenemos y es lo que merecemos...
El "libreto kármico"
requiere a menudo que vuelvan a establecerse relaciones entre personas que las
han tenido, agradables o no, en reencarnaciones anteriores.
Mientras exista el menor egoísmo en cualquiera de
nuestras acciones, mientras seamos buenos porque esperamos la recompensa,
deberemos volver aquí para recibirla. Cada causa tiene su efecto, cada acción da
su fruto, y el deseo es el lazo que los une. Cuando se rompe el lazo y se
quema, termina la conexión y el alma queda libre.
La vida entre las vidas
Como
el lenguaje es un producto de la experiencia mundana, tienden a faltar palabras
en el ambiente etéreo de la vida entre las vidas. ¿Cómo puede expresarse lo
inexpresable? ¿Cómo puede decirse lo indecible?
El doctor Whitton
ha escoltado a más de treinta sujetos-a casi todos por períodos de varios años
a esa zona de "esplendor aprisionado", sin tiempo y sin espacio. Tan
poderosa e inefable es la experiencia para los que la visitan por primera vez
que quedan sin palabras, y sus rostros expresan emociones de maravilla y
asombro mientras los labios luchan inútilmente por poder describir la
magnificencia del ambiente.
Más adelante, hacen lo posible por descifrar la plétora de imágenes e
impresiones. En las palabras de un sujeto:
Nunca me sentí tan bien. Un éxtasis que no es de este mundo. Luz brillante,
brillante. No tenía un cuerpo como en la Tierra. En su lugar tenía una sombra, un cuerpo
astral, y no caminaba sobre nada. No hay tierra y no hay cielo. No hay
fronteras de ninguna clase. Hay otras personas y cuando queremos comunicamos
podemos hacerlo sin escuchar, sin hablar...
Ese estado benéfico que el doctor Whitton llama metaconciencia puede definirse
como la percepción de una realidad más allá de cualquier estado conocido de la
existencia. Es algo distinto del sueño, de las experiencias fuera del cuerpo,
de la vuelta a vivir las vidas anteriores y de todos los otros estados alterados
de la conciencia. Ser metaconsciente es fundirse con la quinta esencia de la
existencia, abdicar del sentido de la propia identidad sólo para devenir, en
forma paradójica, más intensamente consciente de uno mismo. Ser metaconsciente
es liberarse de las limitaciones corporales, sentirse en unidad con el
Universo, convertirse en una nube dentro de una nube interminable y si bien
esto podría sugerir una atmósfera de libre flotación, en un vacío algodonoso,
la vida entre vidas no es un mundo de cuento de hadas. Los que han probado su
riqueza saben que vieron la realidad suprema, el plano de la conciencia del que
partimos para sucesivas reencarnaciones y al que volvemos cuando el cuerpo
muere.
Una vez en el estado intermedio de las vidas, los sujetos hipnotizados son
bombardeados con todas las formas de significado y drama que de alguna manera
deben decodificar y traducir para poder aceptar su situación y comunicar su
experiencia. Es así como usan símbolos universales (de modo inconsciente),
arquetipos, del inconsciente colectivo, llamado así por el gran psicoanalista
Carl Jung. Sólo mediante esos símbolos pueden esperar entender y describir su
mundo los viajeros del bardo: El libro tibetano de los muertos dice en
repetidas oportunidades que el habitante del bardo produce con su mente
el ambiente que lo rodea de ese mundo desprovisto de tiempo y
espacio. Los que pueden simbolizar fácilmente tienen más que decir; los que
tienen dificultad para visualizar tienden a comunicar poco.
Los sujetos que se aventuraron en el bardo lo hicieron en forma
experimental, sin esperar ninguna recompensa excepto el conocimiento de que estaban
viajando por donde pocas personas encarnadas lo han hecho. Pero no pasó mucho
tiempo hasta que a sus experiencias -que iban desde las percepciones del
tribunal del juicio hasta escribir "libretos kármicos" para la
próxima vida- se les encontró valor terapéutico. Si bien el hecho de revivir
recuerdos terroríficos y perturbadores de las vidas anteriores ya había obrado
una curación mágica en muchos, la inmersión en la vida entre las vidas
contribuyó enormemente a la comprensión de sus propias personalidades. Por la
metaconciencia se enteraron de por qué estaban metidos en las
circunstancias de la encarnación actual. Además se dieron cuenta de que ellos, mientras estaban en el
estado incorpóreo,
habían elegido el lugar y los compromisos de su existencia
terrena. Los padres,
las carreras, las relaciones y los acontecimientos principales con .sus
penas y alegrías se vieron como seleccionados de antemano.
La adquisición de la metaconciencia produce cambios drásticos en el aspecto del
sujeto. Cada crispación, mueca, temor, ansiedad y dolor que haya acompañado la
experiencia de morir desaparece para dejar el rostro inexpresivo al principio,
luego tranquilo y relajado y finalmente, maravillado. Los ojos pueden estar
cerrados pero es evidente que el sujeto tiene visiones seductoras. Esas
visiones son tan avasalladoras que el doctor Whitton suele dejar unos minutos a
los sujetos para que se adapten a esa otra realidad antes de interrumpirlos con
sus preguntas y directivas.
Un sujeto
(ingeniero electrónico) dijo:
Cuando se tiene la experiencia de la vida pasada, uno se ve
como una personalidad única que engendra una reacción emocional. En la vida
intermedia no puedo ver ninguna parte de mí. Soy un observador de imágenes.
En el despertar a la existencia incorpórea es donde comienza la
vida entre las
vidas. Los que han informado fenómenos de "casi muerte", tales
como
el brillo enceguecedor de la luz y la revista panorámica de la
vida que se está
por abandonar, han "espiado" apenas la vida intermedia. Al resucitar de
las experiencias de casi muerte, los sujetos a menudo hablan de haberse
acercado a una barrera que perciben como la frontera entre la vida y la
muerte.
Los sujetos del doctor Whitton no encontraron ninguna influencia que
los
restringiera en sus viajes al otro mundo porque se había
completado la transición.
Pero siempre los confunde y sorprende, una vez que se han adaptado a las
benéficas ondas del éxtasis y a la maravillosa luz, la falta del transcurso del
tiempo y de las tres dimensiones en el bardo. Desde la perspectiva
terrenal no hay lógica; no hay orden; no hay progresión: ¡Todo ocurre en forma
simultánea!
Para lograr la percepción interior y la comprensión del caos que se percibe, el
doctor Whitton aprendió rápidamente a pedir a los sujetos que aislaran y
describieran acontecimientos específicos tomados de ese collage de
simultaneidad. Ese ejercicio puede compararse con el de meter la mano muchas
veces en una bolsa con dados y sacar uno por vez para establecer un
ordenamiento. Por necesidad asignaremos un orden a la vida entre las vidas al
detallar las distintas experiencias informadas por los sujetos del doctor
Whitton. Pero debe tenerse presente que la sucesión lógica sólo se encuentra en
ocasión de una cercanía a la
Tierra
en el período inmediato a la muerte y previo al
nacimiento. Analicemos las características comúnmente
informadas de la vida
entre las vidas, teniendo en cuenta que la mayoría de los
sujetos hipnotizados hacen relatos fraccionarios y no completos. Lo que
sigue se ha compuesto a partir de muchísimas experiencias.
Retirándose
del plano terrestre
Cada uno tiene su propia idea de lo que podría ser la muerte, pero pocos se dan
cuenta de que las actitudes personales, junto con la calidad de la vida de una
persona y el estado de adelanto espiritual, ejercen una influencia considerable sobre la naturaleza de la experiencia misma.
La transición más suave de lo corpóreo a lo incorpóreo es la de los individuos
que han pasado la vida modelando el carácter de acuerdo con los impulsos más
elevados del alma. Sienten regocijo por la desintegración del cuerpo y euforia
porque van a liberarse del encierro. Una persona de desarrollo avanzado que
tiene la sensación de no haberse realizado en la vida sentirá remordimientos
por su ineptitud aun cuando esté deseando unirse a lo sublime del estado del bardo.
La experiencia muy publicada del "túnel" -una transición típica-
es un hecho común de retiro de la existencia terrenal. Una y otra vez los
sujetos del doctor Whitton han dicho que "ven" sus cuerpos yaciendo delante
de ellos antes de ser empujados por un pasaje cilíndrico y alto. Luego
descubren que han dejado sus cuerpos físicos y que no pueden consolar a los
parientes y amigos que han quedado atrás.
En casi todos los casos, la iniciación de experiencias extrañas y maravillosas
disipan pronto todos los lazos con la Tierra.
El tubo o túnel parece servir como el canal de guía hacia el
más allá. Algunas personas son recibidas por "guías" mientras aún
están en tránsito y son escoltadas a la vida intermedia, pero casi todos los
sujetos hablan de viajar solos y fundirse con una multitud de extraños al final
del viaje. Quienquiera que reciba eventualmente al recién llegado al bardo -un pariente o
amigo, un conductor o un guía que ha estado observando a su "carga"
durante la última vida- suele ser visto como si llevara una antorcha para
iluminar el camino. Lo de la antorcha ilustra cómo lo inmaterial puede
traducirse en símbolos. Por su misma naturaleza la vida intermedia no puede ser "un lugar" y no
hay antorchas ni nada propio de la parafernalia terrenal. Sólo existe el
pensamiento, y éste es traducido a un objeto en forma subconsciente.
Es mejor imaginario como un estado del ser desconectado de todo lo
físico y corporal". Sin embargo, si va a percibirse esa otra
dimensión,
sus elementos abstractos deben convertirse en algo imaginable usando
símbolos
de la vida corriente o de alguna otra encarnación.
Los comienzos brillantes
La luz enceguecedora, la iluminación avasallante, es el hecho predominante de
la entrada en la vida entre las vidas. La experiencia oceánica de Conciencia
cósmica podría ser la percepción de esa luz. Ninguna bendición terrenal puede
compararse con el éxtasis que se apodera de quien cruza el umbral. El amor es todo.
El arrobamiento oblitera el miedo y lo negativo mientras el alma es absorbida
en la unidad sin diferenciación de la existencia.
Aunque esos comienzos brillantes nos reciben una y otra vez
después de la
muerte de cada encarnación, siempre se perciben como una gran
sorpresa. De
repente se abren los telones y somos plenamente conscientes del cosmos
y de
nuestro lugar en el esquema universal. Los enigmas de la continuidad
personal, la naturaleza de la inmortalidad y el proceso de la
reencarnación
quedan develados fácilmente, sin ningún esfuerzo. Una
asistente social que
había visitado siete de sus vidas entre encarnaciones, dijo:
En el trance siento un neto cambio físico cuando paso por una muerte
anterior. Mi cuerpo se expande y llena toda la habitación. Entonces me
inundan los sentimientos de mayor euforia que he conocido. Esos sentimientos se acompañan con la conciencia y entendimiento
total de quién soy, de mi razón de existir y del lugar que ocupo en el
Universo. Todo tiene sentido; todo es perfectamente justo. Es
maravilloso saber que el amor es el que controla. Para volver a la
conciencia normal hay que dejar atrás ese amor que lo envuelve todo, ese
conocimiento, esa seguridad. Cuando estoy decaída, cuando la vida es
desagradable, casi deseo la muerte porque sé que significa el retorno a
ese estado maravilloso del ser. Solía tener miedo de la muerte. Ahora no lo
tengo más.
Otro dijo:
Es tan claro, tan bello, tan sereno. Es como acercarse al sol y ser
absorbido sin sentir sensación de calor. Uno vuelve a la unificación de todo. No quería volver acá.
La naturaleza de esa profunda y hermosa revelación varía en cada persona y
parece modularse con la experiencia, la conciencia y las expectativas
personales. Muchos sujetos se encuentran envueltos en un manto de luz que
irradia bienestar y paz. Otros ven tonalidades y matices tan gloriosos que el
arco iris parece desvaído por comparación. Algunos reciben iluminación en forma
de esclarecimiento asociado a los intereses de sus vidas. Un hombre que vivió
dos vidas como matemático recibió una serie de ecuaciones que contenían las
respuestas referentes al lazo entre las distintas formas de energía, que los
físicos buscaban desde mucho tiempo atrás.
Una mujer que había tenido encarnaciones sucesivas como música, escuchó sonidos
de gran virtuosismo. Dijo:
"Eran unas
composiciones increíbles. Sólo los más grandes compositores hubieran podido escribirlas".
Pero en la vida entre las vidas tenemos que empezar a pensar para
apreciar nuestra individualidad. La vida incorpórea prosigue de manera
inconsciente y sólo el acto de pensar en la vida entre las vidas nos permite
ver los bordes de nuestras nubes individuales dentro de la nube infinita de la
existencia. No hay experiencia de la existencia sin el' pensamiento.
La magnitud de la conciencia individual que se tiene en el bardo varía
de una persona a otra. Las que prosiguen activamente su desarrollo espiritual
son' más conscientes durante la vida intermedia. Las que sienten poco interés
por el proceso evolutivo tienden a "dormir" durante un lapso
equivalente a mucho tiempo terrestre.
El dominio de lo incorpóreo
El hogar es lo que se hace de él. Es decir, el ambiente de la vida entre las
vidas es una reflexión de las formas del pensamiento y de las expectativas de
cada uno.
Los sujetos del doctor Whitton, en el estado metaconsciente informaron una
topografía muy variada. Algunos ejemplos:
Veo palacios espléndidos y los jardines más hermosos. Estoy rodeado por
formas abstractas de todos los tamaños; algunas oblongas, otras cilíndricas... Paisajes,
siempre paisajes y las olas lamiendo las playas...
Estoy caminando en la nada
sin fin... no hay piso, no hay techo; no hay
terreno, no hay cielo... Todo es de una extremada belleza. No hay cosas
materiales y sin embargo, todo está aquí... iglesias,
escuelas y bibliotecas y parques con juegos... No tengo conciencia de
estar en alguna
parte. Las imágenes aparecen de la nada...
Parecería que a las personas les fuera concedida la posibilidad de habitar los
lugares que soñaron o desearon mientras vivían en la Tierra. Pero
los
ortodoxos que creen que sólo la forma estrictamente respetuosa
de la doctrina
será recompensada en el reino de los cielos, van a
desilusionarse. Los sujetos
del doctor Whitton con vidas anteriores estrechamente ligadas a alguna
religión, han descubierto que el complejo curso de la
evolución personal no puede ser suplantado por la simple
noción de ser
"salvados".
La identidad del bardo
Entrar en la metaconciencia es unificarse con el alma que es la piedra
fundamental invisible de los poderes del individuo. La conciencia intuitiva de
ese ser interiores "el germen de la realización metafísica”. Parece que
cada alma tiene un nombre que está más allá de la comprensión humana. Varios sujetos
del doctor Whitton han contado que, en trance, han visto el nombre de su
identidad interior escrito en un lenguaje desconocido que desafía todos los
intentos de pronunciación.
Ese lenguaje de comunicación telepática es el que usan los seres
incorpóreos que pueblan el bardo, muchos de los cuales se conocen de
encarnaciones anteriores.
El sujeto en trance puede repasar las existencias corpóreas e incorpóreas de
esas personalidades para tomar conciencia de lecciones pasadas que acelerarán
el proceso hacia el objetivo de la perfección.
En la hipnosis, cualquier personalidad de una vida anterior puede, si se la
dirige, poseer una autoconciencia mucho más amplia de la que tenía en la vida
terrenal.
Tribunal del juicio
Si bien los símbolos y la naturaleza del juicio difieren en las distintas
culturas, el propósito del juicio es siempre el mismo: sopesar las actitudes
del alma y planificar su curso futuro. El común estado de imperfección humana
siempre ha producido un gran temor ante el juicio. Los sujetos del doctor
Whitton testimonian la existencia de un tribunal y agrandan en forma considerable
las escuetas descripciones provenientes del Viejo Mundo. Casi todos los que se
han aventurado en la metaconciencia se han visto ante un grupo de ancianos
sabios, generalmente tres, a veces cuatro y raramente hasta siete, percibidos
en formas diferentes. Un sujeto dijo:
El guía me tomó del brazo y me condujo a una habitación donde
estaban los jueces sentados a una mesa rectangular. Vestían ropas sueltas y
blancas. Sentí su edad y su sabiduría. En su compañía me sentí como un muchachito.
Los miembros del tribunal etéreo están muy avanzados espiritualmente y pueden
haber completado su ciclo de reencarnaciones humanas. Sabiendo en forma
intuitiva todo lo referente a la persona que está ante ellos, el papel que
desempeñan es el de ayudar al individuo a evaluar la vida que ha vivido y
hacerle recomendaciones, a veces, respecto de la siguiente reencarnación.
Si existe un infierno privado en la vida entre las vidas, es el momento
en que (el
alma) la mente se presenta ante el tribunal. Es cuando el
remordimiento, la
culpa y la auto recriminación por los malos actos de la
última encarnación se
confiesan con una intensidad visceral que produce angustia y
lágrimas amargas a
un punto tal que su percepción puede ser muy perturbadora. En el
estado corpóreo, las acciones negativas pueden racionalizarse y
reprimirse;
siempre hay muchas excusas disponibles. En la entrevista (de la mente o
cuerpo
mental) las emociones generadas por esas acciones surgen en forma cruda
e
irreconciliable. Cualquier sufrimiento que se causó a otros se
siente agudamente
como si se lo viviera en forma directa. Pero quizá lo peor de
todo sea darse
cuenta de que ya es tarde para cambiar la actitud y rectificar los
errores. La
puerta de la vida anterior está cerrada con llave y las
consecuencias de los
actos y evasiones deben enfrentarse ante el tribunal, y eso exige
conocer exactamente
quiénes somos y qué esperamos. Las opiniones ajenas no
sirven; lo que está en
juego es nuestra integridad personal, nuestra moralidad interior.
En el caos emocional, los sujetos en trance se perciben como impedidos por sus
malas acciones.
Los jueces irradian una energía restauradora, curativa, que anula la paralización y limpia las culpas.
Planificando la próxima vida
El
hallazgo más significativo en la investigación del doctor Whitton es que muchas
personas planifican sus vidas futuras mientras están en estado incorpóreo. El
conocimiento del sí mismo obtenido mediante el proceso de revisión habilita al
alma para tomar decisiones vitales que determinan la forma de la reencarnación
siguiente. Pero el alma no actúa sola. La decisión recibe la fuerte influencia
de los miembros del tribunal, quienes, conscientes de las deudas kármicas de
ese alma y de su necesidad de determinadas lecciones, la aconsejan.
La metaconciencia muestra que la opción se ofrece a todos y que
la elección de los
padres para establecer el lugar y la dirección de la vida
futura, es
inmensamente importante. Los consejos de los jueces tienen en cuenta lo
que el
alma necesita, así que esas recomendaciones suelen recibirse con
sentimientos
mezclados a menos que el alma quiera proseguir su desarrollo a toda
costa. El precio del adelanto es siempre el desafío y la
dificultad. Esa
es la razón por la cual las reencarnaciones se hacen cada vez más
difíciles cuando el alma se eleva. La planificación de la vida futura suele
hacerse en consulta con otras almas, con las que se han establecido lazos en muchas
vidas. Por eso, la elección del tiempo y del lugar es de suprema importancia;
una elección equivocada equivale a la pérdida de la oportunidad de una unión
productiva.
La reencarnación en grupo, en la que el mismo conjunto de almas progresa
mediante las relaciones constantemente cambiantes en diferentes vidas, se
produce con frecuencia, según los sujetos del doctor Whitton. El "libreto
kármico" requiere a menudo que vuelvan a establecerse relaciones entre
personas que las han tenido, agradables o no, en reencarnaciones anteriores.
Parecería que la expresión "almas afines" se aplica a las entidades
que conscientemente reencarnan juntas muchas veces para ayudarse en el
progreso. Pero el progreso a menudo depende de la reunión con aquellos cuya
compañía no produce tanto placer.
Para colocarse en una buena situación kármica, se aconseja a muchos sujetos que
acepten cuerpos defectuosos. Por cierto que la aflicción corporal a veces se
acepta como causa de mayor evolución.
No todos los planes se elaboran de manera tan específica. Las
personalidades menos desarrolladas parecen requerir la guía de un plano
detallado, mientras que las más evolucionadas sólo necesitan unos lineamientos
generales, así actúan más creativamente cuando se presentan los acontecimientos.
Descubrir cuál es el plan puede producir una desilusión
espantosa. Aquellos que fracasan muchas veces en los intentos de
superación de los
obstáculos, se ven urgidos por el tribunal a colocarse en
situaciones similares
hasta que puedan vencer esos obstáculos.
Parecería que los que han hecho planes para varias vidas futuras son los
que están firmemente decididos a evolucionar. Esas entidades decididas hablan
de que pasan todo el tiempo en el bardo estudiando algo. Las almas (jóvenes)
hablan de volver rápidamente a encarnar en un cuerpo en cuanto puedan salir de
la vida intermedia.
Los conocimientos adquiridos en la vida intermedia preparan el alma para la
próxima encarnación, que es la oportunidad de poner en práctica lo que ha
aprendido. Sólo mediante la aplicación práctica puede llegarse al dominio de
las situaciones. Casi todos los sujetos del doctor Whitton se veían trabajando
intensamente en vastas salas de estudio equipadas con bibliotecas y cuartos
para seminarios. Por ejemplo, los médicos y los abogados han contado que
estudiaban sus respectivas disciplinas durante la vida intermedia, mientras que
otros recuerdan haber estudiado temas como "las leyes del Universo" y
otros propios de la metafísica. Algunas personas hasta cuentan que estudiaron
temas que no pueden describir porque no hay en la Tierra nada semejante.
El proceso de planificación nos dice que mucho de lo que sucede en la Tierra ha sido ensayado, en
mayor o menor grado, en la vida entre las vidas. Cuando estamos entre vidas es
casi como si fuéramos pintores que hacen un bosquejo de un fresco. Una vez
encarnados, nos ponemos a trabajar intentando la obra de arte, ejecutando día a
día los detalles más mínimos de la obra general.
Naturalmente que el bosquejo no asegura la obra de arte. Puede elaborarse un
plan pero no implementarse. ¿Es posible entonces saber si somos fieles a
nuestras intenciones en la vida intermedia a medida que progresa la vida
terrenal? La respuesta debe venir de dentro. Los que están viviendo sus
libretos kármicos y que hasta los han sobrepasado, tienen la sensación de que
la vida está desarrollándose como es debido. Los que se han apartado del plan
sienten que todo está fuera de control. Reina el caos. Como los actores que han
olvidado el libreto y salen a escena, están obligados a improvisar mientras se
desarrolla el drama. Pero también hay personas que parecen hacer un equilibrio
precario entre el destino y el hado, entre seguir el libreto y salir a escena
improvisando. Tienen un plan pero que está abierto a la improvisación.
Regresando a la
Tierra
Una
vez que se han tomado las decisiones cruciales sólo resta descender una vez más
a la encarnación. La metaconciencia deja bien claro que mientras la muerte es
realmente una vuelta al hogar, un respiro de las luchas cruentas, el nacimiento
es el primer día de un duro proyecto nuevo.
El tiempo que transcurre entre dos reencarnaciones depende de cada
persona y de
cada vida. Entre los sujetos del doctor Whitton, diez meses
resultó el intervalo más corto
entre vidas; el más largo duró más de ochocientos
años. El período medio -unos
cuarenta años- ha ido acortándose en los últimos
centenares de años. En el mundo antiguo, cuando el mundo
cambiaba
poco de siglo en siglo, había menos incentivos para reencarnarse
que los que
hay hoy. La transformación del mundo moderno parece seducir a
las entidades
siempre hambrientas de experiencias terrenales nuevas y eso ha reducido
el tiempo entre encarnaciones, factor este que bien podría
explicar
el inmenso aumento de la población.
Para entrar en el plano terrenal la entidad pasa una barrera etérea que
disminuye las vibraciones de su conciencia. Detrás de la barrera -simbolizada
por el clásico "río del olvido"- desaparece el recuerdo de la
magnificencia del bardo. Esa
amnesia es indispensable porque evita la
nostalgia por la grandiosidad que se ha abandonado y permite que el
individuo
se embarque en su nueva vida sin que lo perturben los ecos de las
acciones
buenas y malas del pasado. Igualmente importante, el conocimiento del
plan que pudiera haber trazado el alma para esa vida queda en
el olvido. Así como sería irracional dar las respuestas
al estudiante justo antes
del examen. la prueba de la vida exige que ciertas informaciones se
retiren
temporariamente de la mente consciente.
Muchos de los sujetos del doctor Whitton han mencionado haber estado
"revoloteando" sobre la madre, instándola a elegir ciertos alimentos
y música, desalentándola de beber alcohol y fumar y dirigiendo su conducta de
manera de lograr bienestar para ambos. En muchos casos se ha comunicado un nombre para la criatura en estado embrionario.
¿Entra el alma en el cuerpo de repente o en forma gradual?
¿Antes del
nacimiento, durante o después? ¿O todo varía entre
las personas? Esas preguntas
vitales no tienen aún respuestas definitivas pues las evidencias
son de otro
carácter. El asunto se complica por la existencia de dos tipos
de memoria: la de la mente y la del alma. Diríamos que si el
alma está dentro del cuerpo
cuando se realiza el aborto, la muerte del feto es un asesinato; si no,
el que
efectúa el aborto está extirpando solamente un trozo de
tejido.
A medida que progresa la nueva vida, la vida entre las vidas es como si no
hubiera existido.
El niño desarrolla una identidad central que supone que su yo y el
ambiente físico que lo rodea es la única realidad. A medida que va
desarrollándose el lenguaje es posible que vayan siendo relegadas a la
"irrealidad" algunas sensaciones sobre un estado más refinado de la
existencia. Relegadas como vagas, abstractas e imaginarias.
Cuando una persona vuelve a la conciencia normal después de haber viajado por
la vida intermedia, con frecuencia se siente perturbada, desorientada y
desalentada. Como criaturas a las que se ha apartado del quiosco de golosinas,
los sujetos del doctor Whitton anhelan volver a ese ámbito de comprensión
perfecta, en el que el sentido de la vida es claro y el alma y su propósito inmortal
es diáfano como el cristal. Otros han salido del trance mientras relataban las
circunstancias de sus futuros y se han encontrado
incapaces de recordarlas.
Sin embargo, algunos se han sentido en libertad de revisar sus libretos
kármicos, de llevar los conocimientos a la conciencia y predecir hechos del
futuro en sus vidas. Cuando las predicciones eran a corto plazo, lo que
permitía su verificación, demostraron ser acertadas. Pero lo que ocurre con
mayor frecuencia es que se permite a los sujetos tener sólo una visión borrosa
de lo que les espera. El tema es similar pero los relatos varían en cuanto a la
intensidad de la luz o del esclarecimiento en el umbral, al aspecto de los
miembros del tribunal (algunos no visualizan a los Tres sino que solamente sienten
los consejos de una autoridad superior), el grado hasta el que pueden
permitirse revisar el libreto kármico y muchos otros detalles. Pero en un
aspecto fundamental, los pocos privilegiados que han visitado la vida intermedia reciben el mismo mensaje: somos totalmente
responsables de quiénes somos y de las circunstancias en las que nos hallamos.
Nosotros hacemos la elección.
La total responsabilidad por uno mismo puede percibirse como libertad sobre el
filo de una navaja, pero el terror se mitiga con el conocimiento de que todos
tomamos parte de un proceso evolutivo asombroso en el que participan todos los
pensamientos, palabras y hechos con sentido y propósito. Habiendo visto cómo se
elige cada encarnación sucesiva sobre la base del pasado, los viajeros de la
vida intermedia están obligados a retornar a esta vida con una mayor claridad
sobre sus responsabilidades. Pero también retienen la apreciación profunda, de
la sensibilidad moral que opera en el macrocosmos, sensibilidad que perdura aun
en los complejos viajes de ida y vuelta de la vida corpórea. Exponerse a esa
realidad más profunda, a esa mayor armonía, no promete más que la liberación
mediante la comprensión.
El significado del ínterin
Mediante
la autor revelación, la vida entre las vidas ubica al ser físico en la
perspectiva correcta. La metaconciencia nos dice sobre todo que lo sutil y
espiritual en el hombre, nuestra esencia, está más allá de la destrucción. En
la muerte dejamos atrás el vehículo elegido de carne y hueso para que pueda
iniciarse otra etapa de la vida. El más allá, por ser nuestro hogar natural,
nos trae el despertar y el recuerdo nos devuelve la claridad. Y cuando nos
vemos como somos realmente, podemos aprender de la última expedición a la
realidad terrenal, evaluar nuestros progresos y llegar a planificar la
reencarnación siguiente según nuestras necesidades.
Si el
mundo es un escenario, el bardo es la vida entre bambalinas con toda la utilería
necesaria, y el libreto del apuntador y todo lo que hace posible una producción
teatral y que debe estar ensamblado para su uso eficiente. Bien o mal
desempeñado, el "papel" de la vida corpórea se interpreta en cuanto
se tomó la decisión de hacerla, ensayando y con todo el trabajo preparatorio ya
realizado. Cada libreto es escrito, dirigido y producido por el protagonista y
se requieren muchos libretos para actuar en muchas vidas. Solamente mediante
una incesante entrada y salida por el foro puede llegarse al aprendizaje y la
evolución.
Con cuidado o a la ventura, elegimos nuestras
circunstancias terrenales. El mensaje de la metaconciencia es que la situación
de la vida de cada ser humano -sea una víctima del SlDA, un niño abortado, un
astro del cine, un diariero sin piernas o el presidente de Estados Unidos- no
es producto del azar ni es inapropiada. Vista desde la vida entre las vidas, en
forma objetiva, cada experiencia humana es nada más que otra lección en el aula
cósmica. Cuanto más aprendemos en cada lección, más pronto evolucionamos. En la
planificación en la vida intermedia siempre buscamos las oportunidades para
amar y servir y, por consiguiente, deben verse como fundamentales para nuestra
evolución. Si bien experimentar la soledad de tiempo en tiempo resulta calmante
y rejuvenecedor, el desenvolvimiento kármico exige la interacción humana.
La existencia humana resulta comprensible solamente
cuando el diminuto segmento entre el nacimiento y la muerte -nuestra realidad
terrenal- se ubica en el contexto cósmico. La vida eterna ya dejó de ser el
concepto religioso que podía, o no, tener validez; de repente es una realidad y
entonces el sentido Y el propósito de la existencia se vuelve claro y
resplandeciente aunque difícil de expresar con palabras. El panorama de la vida
intermedia quita el aliento si se lo trata de expresar: sin tiempo ... sin
espacio ... el infinito asombroso para siempre.
Todas nuestras vidas y vidas intermedias están en ese
infinito, como las pautas kármicas que dan forma a la evolución personal. y
como hasta los detalles más microscópicos de las acciones en nuestras vidas
anteriores Y la experiencia entre las vidas están a nuestra disposición en
nuestro estado actual, también lo está la vista panorámica de nuestro viaje
hasta ahora ... de la larga odisea que teje una reencarnación con otra.
La conciencia de esa realidad más amplia somete los
valores, actitudes Y preocupaciones terrenales a una revisión rigurosa cuando
se sabe que la muerte representa solamente una transición. La inmortalidad
consciente no puede menos que llevamos a la superación personal.
Lo más
importante es que el conocimiento de la vida intermedia intensifica la
responsabilidad personal. Si admitimos que el plano terrenal es donde se ponen
a prueba las intenciones de la vida intermedia, la vida cotidiana adquiere un
nuevo significado y propósito. Y por difíciles que sean las circunstancias
terrenas, una fuente de amor espera para sumergir a cada ser humano en la
belleza y el esplendor, cuando termina cada existencia. Pertenecemos al bardo,
y el planeta Tierra no es más que el campo de prueba que nos conduce a la
evolución espiritual. Si bien se ha logrado mucho, la vida entre las vidas es
un recurso humano apenas utilizado que permanece en la etapa preliminar de su
comprensión. Sólo la investigación en escala masiva podrá revelar los secretos
más profundos de ese otro mundo y de su potencial para el desarrollo humano.
Este libro es un registro de algunas exploraciones
iniciales. A medida que los científicos penetren y avancen más en la vida
intermedia, seguramente surgirá una mayor comprensión de nuestra herencia
incorpórea. El estudio de la metaconciencia, con su capacidad para pasar las
barreras del nacimiento y de la muerte, podrá aplicarse, con toda su importancia,
al mejoramiento de la condición humana. Nos impulsa a entender por qué estamos
aquí y qué debemos hacer.
*
* *
Amigas,
Amigos:
Todos volvemos; esa certidumbre
es la que da sentido a la vida.
Gustav Mahler
Somos pasajeros de la nave
sideral Tierra
que está fuera de control por factores cósmicos y
factores humanos. Más una vez
he señalado que somos una Sodoma y Gomorra mundial a diferencia
de la pretérita
que lo habría sido tan solo para dos pequeños pueblos,
siendo la nuestra en
todo sentido peor que la pasada. La juventud se refugia en la
“redes” sociales
y allí quedan atrapados y sutilmente empujados al drama mundial
de la droga al
que ya ningún lugar escapa, por ejemplo maestras rurales para
entrar al
pueblito en su jornada laboral lo deben hacer con su delantal puesto y
al salir
van acompañadas por dos alumnos de “bandas” de la
droga diferentes, es decir la
droga ha copado todos los niveles y estratos sociales en donde
niñas recluidas
en hogares de menores huyen por los techos en busca de droga. La
explotación
sexual desde temprana edad es una realidad, habría venta ilegal
de órganos
en donde no se pregunta quien fue el joven asesinado donante. La
corrupción de
gobiernos, políticos, empresarios, funcionarios va en aumento.
Credos religiosos y filosóficos decaen por implosión de
sus líderes... Mirar los
programas de TV es captar un 90% o más por ciento de
negatividad, al igual que
escuchar noticias, en fin son tantos más los hechos que nos
señalan de ya hace
tiempo que esto no da para más, todo ello con el hermoso marco
del Cambio Climático
que, de manera gradual y extensiva parece apocalíptico y de
fondo el paisaje
del peligro de la guerra nuclear con un terrorismo que puede ser su
detonante…
¿Qué hacer? Primero
preguntarse que por algo y para algo se nació ahora, luego entender que somos más
mucho más que la realidad física regida por el cerebro. Somos lo que al cerebro
le permite ser y allí entra el ALMA y la mente pues el cambio es individual,
comienza en uno mismo por sí mismo intentando Pensar Mejor y en medio del caos
ser Mejor Persona.
Anclan al sueño del alma
llamado Vida el Karma pendiente y los nuevos atributos que el alma considera
debe manifestar en la nueva encarnación. El alma sabe que su "dormir"
llamado por nosotros vida, lo es gracias a la mente que la misma alma formó
como proyección de su propia mente hacia un plano más denso en la cuarta y
tercera dimensión. Es nuestra humana mente la que viene programada para
hacernos sentir lo irreal como real y lo ilusorio como vida. En esa
irrealidad que por la mente es real, el cerebro nos permite ser para que el
alma desarrolle en este plano atributos latentes que necesita expresar para
crecer. Sabe el alma que en su "dormir" descenderá a lo denso,
ignorando por su sutilidad qué es realmente lo denso por vibrar ella en lo
sutil. Por lo tanto, asesorada por almas más evolucionadas programa los
aspectos de la vida que la faculten a desarrollar aquello que en lo denso
requiere manifestar, lo hace sin tener idea qué es la miseria, la oscuridad, el
sufrimiento, la maldad, el odio, el egoísmo, la avaricia, la envidia... Si lo
supiera el alma, quizá ninguno de nosotros hubiera aceptado, de manera
voluntaria encarnar. Sabe a su vez el alma que hubo aspectos en la vida
precedente que faltó ajustar y dieron lugar a la Ley de causa y efecto llamada Karma que ahora,
asesorada por Guías de Luz decide equilibrar, ello da lugar al nacimiento de
grados variables de sufrientes seres que si logran superar la dura o no tan
dura prueba avanzan de manera significativa en el sendero de las vidas del alma
por haber logrado superar esa prueba y más se avanza si cada uno logra Pensar
Mejor y tener FE, la cual da lugar a la Esperanza sin importar cómo ya esté el mundo que
tal parece va de peor en peor.
Cada vida es un avance para el
alma, despertada el alma, o mejor dicho retornados al Más Allá después de morir,
vive el alma un período de aprendizaje sobre la base de todo lo positivo de la
vida, aún el más pequeño detalle favorable la ayuda a crecer. Eso lo comparte
con otras almas afines en la
Academia Del Saber Universal. Si pudiéramos desde acá definir
la vida del alma, la palabra sería IDÍLICA y carezco de elementos para expresar
el cósmico significado de esa palabra en la quinta dimensión en donde la mente
del alma plasma los pensamientos en colores, armonía musical y acción
suprasensible por sobre las barreras del espacio-tiempo. A su vez, lo más
importante, el alma actúa con la plena certeza de DIOS, lógico que desde su
limitada óptica de quinta dimensión pero infinitamente superior a la nuestra.
La ventaja del alma es CONOCER en parte el PLAN DIVINO y por lo tanto es saber
que es, por qué es y para qué es; saber que se desarrolla para un día despertar
cual espíritu infinitamente grande y desarrollado en su previo retorno a DIOS y
ese Saber mediante el Discernimiento es lo que cada uno por sí mismo deberá acá,
vida a vida encontrar.
Alma mía, ignorada voz que el mundo acalla, ¿cómo pretendo hablar de ti si ni
siquiera se qué es realmente en su perfección mi cerebro y menos aún qué es mi
sorprendente mente que la ciencia carece de tecnología para estudiar? ¿Cómo
lograr escuchar el susurro de tu voz que me señale el sendero trazado para esta
vida? Estamos en los albores del tercer milenio en el siglo XXI, siglo que será
el del pleno despertar de la mente humana. Este despertar, en medio del fragor
de Fin de Tiempo, se ve exteriorizado con el enorme avance sobre la Ciencia de la mente que se
inició hace ya 100 años, por la hipnosis regresiva a la vida pasada, el aumento
de las experiencias cercanas a la muerte y por el enorme avance tecnológico,
computacional y de la ciencia física cuántica, consolidado con la concepción
transpersonal de la vida que, si dejamos el dogma y limitante paradigma, nos
hace ver que somos más que un cerebro pensante rigiendo un cuerpo de manera
aleatoria, al entenderse que detrás de todo lo que nos rodea hay un Programador
Supremo que con su Inteligencia Pura le permite a los universos y las
dimensiones ser de manera sincronizada y perfecta y, que detrás de nuestro
cerebro, hay un programador que es la propia mente según el programa con el que
el alma la dotó antes de uno nacer.
Debemos superar el 10% de desarrollo cuántico neuronal de neuronas habilitadas
para el salto cuántico mente-cerebro, cerebro-mente, abriendo nuevas rendijas
corticales para permitir una mayor expresión mental que nos haga entender mejor
al alma y nuestra razón de ser como seres pensantes, que por algo lo somos. Son
tiempos difíciles que pocos logran comprender o aceptar y a ellos adaptarse por
lo acelerado del cambio... Algo me dice que, en lo difícil habrá un brusco
cambio positivo transmutativo de hombre a SUPERHOMBRE, de humano a un dios
entre los hombres. Cambio que será activado por la llegada a la Tierra de la Luz Divina que se
acerca, será en TODOS nosotros sin importar credos, condición social o lo que
sea que acá nos separa y nos transformará por transmutación de lo denso a lo
sutil latente en cada uno de nosotros.
La mente regida por la Fuerza del
alma tiene al cerebro como satélite mundano, siendo el alma a su vez un
satélite del espíritu para actuar en planos menos sutiles. La mente humana es
un satélite de la mente del alma actuando en este plano más denso y lo hace
mediante el nivel mental consciente y subconsciente. Con ello estoy señalando
que desde el espíritu la mente es una sola y esa una se diversifica de lo alto
hacia lo bajo, de lo denso hacia lo sutil, de lo luminoso hacia lo
oscuro para así lograr actuar en los mundos inferiores manifestando potencialidades
latentes a manifestar paso a paso, nivel a nivel. La calidad vibratoria de la
energía mental está dada por el plano en que ella se condensa para lograr
actuar. En la Tierra
la mente requiere del cerebro humano para expresar el alma, siendo la mente el
puente cuántico de unión entre el alma y el cuerpo físico. La vida es un
estado mental del alma; el alma es un estado mental del espíritu siendo
el espíritu una increada emanación desde la Mente de Dios.
En nosotros el alma es la fuente de la energía pensante y la fuente de vida que
le permite al cerebro y cada célula del organismo ser para vivir. La mente es
el vehículo del alma para conectarla por medio del cerebro y los órganos de los
sentidos con el mundo exterior. Sin mente no hay vida cerebral y a su vez sin
cerebro no se puede la mente manifestar. La mente está en un plano sutil más
allá de las posibilidades de análisis de la limitada ciencia humana. La fuente
de los pensamientos se encuentra en el nivel consciente de la mente.
Lo reitero: En el mundo del alma, almas liberadas de las encarnaciones rigen
allí las Escuelas de vida formativa para las almas en el período entrevidas
terrenal. Allí cada uno evalúa lo que desarrolló en la última encarnación, lo
que le falta por desarrollar de sus atributos a realizar en el mundo de la
materia y, a su vez, uno capta qué de la anterior experiencia de vida quedó
pendiente como saldo a saldar o ajuste a ajustar, lo que se logrará en la nueva
encarnación que se prepara y que acá llamamos Karma, que no es castigo sino que
lógico ajuste entre vidas, voluntario y necesario ajuste para evolucionar y
seguir adelante.
¿Qué pasa cuando como alma que eres despiertas después del sueño vida? Sucede
lo mismo que te pasó cuando hoy despertaste del sueño del nocturno dormir.
¿Notaste alguna diferencia? Salvo, quizá, el recuerdo de parte del sueño te
sientes ser el mismo que anoche antes de irte a dormir y ahora preparándote
para la diaria jornada. Tu alma así despierta de esta vida, es la misma y
recuerda del sueño-vida lo positivo que acá cada uno ha logrado y ese recuerdo
lo comparte con su grupo de estudio en uno de los cursos que como almas debemos
realizar.
Allá tienes tu cuerpo luminoso megadimensional que trasciende la forma física y
la forma mental. Tienes tu propia mente adecuada para ese plano, mente que el
espíritu a tu alma le otorgó y allí estás ligado en plenitud a los Propósitos
del Plan Divino, nuestra razón de vida como almas.
Desde acá no es posible describir e imaginar ese Allá en donde uno se prepara
para el próximo sueño de vida que se tendrá, evaluación positiva que, de manera
cuántica el alma la hace llegar al espíritu lo que le permite crecer y
evolucionar. En el mundo de las almas la forma no es estática como en este
mundo físico, allá es dinámica y se va adecuando a cada pensamiento del alma y
todo lo que piensas tiene un propósito de vida que se conjuga con la Vida de los Universos.
Allá no temes a la muerte, que algún día cual alma tendrás pues sabes que ese
morir será el pleno despertar de lo que uno, como espíritu es, en un despertar
plenamente desarrollado previo al retorno a Dios.
Sexo y otras discriminaciones y separaciones diferenciales tan importantes acá,
allá están trascendidas por vivir con el propósito de sustentar la vida en los
planos más densos y sabes, cual alma, la potencia de tus pensamientos con su
beneficio para lo cósmico y para uno crecer y lograr evolucionar...
Desde el estado fetal y cuando el alma otorga la mente al feto, nos hace llegar
en un continuum y de manera ininterrumpida la Fuerza Vital a la
mente para que esta pueda ser y por su intermedio hacer llegar esa energía
filtrada hasta el cerebro que la pasa al resto del organismo. La mente
subconsciente es el órgano receptor, acumulador y distribuidor de esa Fuerza
Vital que le llega desde el alma. El subconsciente cumple la función de
transformador y hace de filtro dado que la potencia de la Fuerza Vital si
llegara sin ser filtrada desintegraría las neuronas por su diferencia de nivel
vibratorio. El filtro del subconsciente requiere limpieza lo cual se puede
lograr de manera consciente mejorando la calidad del propio pensar.
La Voz del alma es inaudible para nuestros oídos saturados con la algarabía
exterior; la Luz
del alma es invisible para nuestros ojos nublados por lo denso exterior; el
radiante destino que nos aguarda es ignorado por el intelecto ligado al mundo.
Para lo racional lo ilusorio material lo es todo por el rechazo a la realidad
interior, rechazo que estimula al subconsciente a ignorarla. Se llegó al nivel
evolutivo de máxima profundidad en la mental inmersión del plano existencial en
la materia, ello significa que se inicia la senda del retorno luego del largo
viaje que nos alejó de la realidad del alma. Este retorno se inicia desde lo
profundo de lo exterior al irse por uno mismo hacia el mundo interior ayudado
por la personal Reprogramación Mental que nos hará escuchar gradualmente la Voz del alma, ver su Luz y
apreciar el fabuloso destino que a TODOS nos aguarda más allá de lo transitorio
en lo ilusorio de la materia que a muchos "pensantes" los hace creer
que el cerebro lo es todo.
El mundo interior rige nuestra vida y el mundo exterior aporta, gracias al
cerebro, las sensaciones del mundo exterior que recibe la mente. Todo queda
archivado en los módulos mentales y lo positivo la mente lo hace llegar al alma
que crece y se desarrolla con cada aspecto positivo del mundo material, en
especial por el Amor y nuestros mejores pensamientos. Por ser el pensamiento un
acto mental consciente cada uno tiene a la mano la "Llave maestra"
del ascenso hacia lo sutil y liberación de lo denso. Esa "Llave
maestra" se llama Mejor Pensar y, solo de ti amigo, de nada ni de nadie
más depende el cómo tu quieras pensar. Asumir esa responsabilidad hace que sin
uno notarlo realice la
Magna Obra de la Reprogramación mental ligada de manera íntima al
Viaje Interior que todos tenemos ya que iniciar para dejar atrás la ilusión
exterior...
El alma joven inicia la serie de oníricos viajes con etapas de dormir con soñar
y vigilia de desarrollo sobre la base de lo positivo logrado en cada vida-soñar
por el denso plano de la ilusión mental en la materia. Cada viaje permite al
alma desarrollar atributos que la hacen crecer. Ignora el alma lo negativo de
la vida que sí permanece en el núcleo mental asignado por el alma para la experiencia
en la materia. Sabe el alma que necesita ajustar algún atributo, lo que se
llama Karma, cuyo ajuste le significa al alma progresar en su desarrollo. Si
apreciara el alma lo que es la vida en el plano humano y lo difícil que será
sobrellevar algún Karma, pocos serían los encarnados voluntarios. Quizá por eso
el velo que uno tiene desde el momento de nacer y el velo de esta realidad que
el alma tiene desde el momento de uno morir. Velo dado por la enorme diferencia
vibracional entre ese plano sutil y este denso plano material en donde lo sutil
no tiene cabida al igual que en lo denso lo sutil no tiene cabida. La mente es
la que hace de intermediaria entre ambos planos, el del cerebro y el del alma.
En resumen:
Por ejemplo cuando se relata que en el Más Allá lo reciben parientes muertos,
ese no es el plano del alma, es el nivel del estadio previo de la mente, en el
plano del alma no existen parientes ni recuerdo alguno del plano material. Todo
lo positivo logrado en una encarnación permite al alma crecer y desarrollarse,
esa es la razón de ser que acá estemos. No hay almas superiores a otras, los
rezagados en esta vida, como primitivas tribus por ejemplo, son aquellas
jóvenes almas que se incorporaron al orbe terrestre al final del ciclo de la
llegada de las almas, lo hicieron mucho después que otras almas que ahora son
menos jóvenes o más evolucionadas por tener mayor número de encarnaciones.
Es por la mente subconsciente que el
alma recibe lo positivo de acá junto con el Karma pendiente logrado ajustar y
el nuevo Karma adquirido. Es el alma, usando de intermediario a la mente,
la que nos hace llegar la chispa divina de vida que permite a cada célula estar
viva. La vida del alma es
idílica, sabiendo que carecemos de palabras para expresar algo cósmico,
sublime, trascendente, luminoso donde cada alma "por edad"
tiene su grupo de estudio fraterno de preparación y los pensamientos plasman
colores, formas, música y se pueden desplazar a la velocidad del pensamiento
hasta donde la imaginación alcance en su mundo sutil. Como acá hay un velo del
olvido sobre lo que hubo antes de nacer, también el alma al despertar de la
encarnación tiene un velo del olvido sobre esta vida, además por su sutilidad
no entendería lo denso nuestro, salvo que reciba una preparación especial para,
en parte, lograrlo...
Al esto escribir he realizado frases de repeticiones pues es un tema
abstracto y "Repetita Iuvant" o las repeticiones son útiles es
fundamental para que el subconsciente se retroalimente con un nuevo
saber que no se captó o no se entendió y, como humano que
soy, esta es amiga/amigo mi liberadora, limitada e imperfecta
visión de lo
perfecto que cada uno de nosotros potencialmente es... ¿Podremos
acá entenderlo?
Dr. Iván Seperiza Pasquali
http://www.isp2002.co.cl/
Quilpué, Chile
Julio de 2016
isp2002@vtr.net