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Cambio Climático XII
Una necesaria sucesión de relatos sobre una catástrofe anunciada

Hace 4 meses, enero 2016, escribí la versión XI sobre el Cambio Climático. Mientras el tiempo se acelera y ya personas jóvenes lo notan, lo que en el ámbito mundial sucede con el clima en cada nación, de manera variable pero no antes en su magnitud vista, ya comienza a ser notado y a preocupar cada vez a más pensantes por lo rápido del cambio y el ver que proyecciones científicas para 20 o más años a futuro ya son realidad, me lleva a insistir en el tema. Tema que nos supera y los grandes contaminantes y emisores de CO2 como el carbón y el petróleo siguen produciendo más y más y permitiendo que se contamine más y más y el cambio climático se incremente más y más. Pareciera que quienes rigen todo esto fueran alienígenas y no terrícolas como tengo entendido que lo son. Bajo ese punto de vista u óptica no los entiendo. ¿Puede el desmedido afán al dinero y el poder hacer que sean parte de un anunciado holocausto planetario? La pregunta que me hago es quién está detrás de todo esto y por qué. El todo esto se amplía a la megacorrupción de los políticos, capitalistas... Al derrumbe de las religiones, credos, filosofías… … …; al debilitamiento de la palabra hogar; al tráfico de drogas cuya dimensión supera nuestra imaginación; al tráfico de armas; al tráfico de mujeres; al tráfico de niños para destinarlos al trasplante de órganos; al... ... ... Insisto: Alguien tiene que estar a la cabeza de todo esto que lo es a escala mundial: ¿Quién es este ser regente del mal llamado nuevo orden mundial?


Desarrollo

1.
Vuelos más largos, caros y contaminantes por el cambio climático
Los aviones emitirán 70 millones de kilos de CO2 extras al año
10/02/2016
Los aviones no sólo utilizan la fuerza de sus motores para volar. Una de las principales claves de los viajes en el aire es la corriente y la fuerza del viento, y ahora estas características fundamentales para la aviación están cambiando debido a los efectos del cambio climático.
En la actualidad, el vuelo entre Londres y Nueva York dura una hora más que el mismo trayecto en dirección contraria. Esto se debe a un fenómeno meteorológico conocido como "corriente en chorro", o jet stream en inglés. Son unos flujos de aire que se producen en ambos hemisferios entre siete y quince kilómetros de altura, formando unos "túneles" de viento.
Javier Villar, piloto y portavoz del Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Oficial, explica que habitualmente los chorros están por encima de los 100 nudos (unos 185 kilómetros por hora), aunque el viento puede alcanzar velocidades mucho más altas. "Se utilizan para intentar aprovechar la corriente a favor y disminuir el tiempo de vuelo".
Ahora, un estudio elaborado por el Departamento de Meteorología de la Universidad de Reading, en Reino Unido, y publicado en la revista Environmental Research Letters, sostiene que el cambio climático generado por el aumento de gases de efecto invernadero está aumentando la fuerza de estas corrientes en chorro. Como resultado, los vuelos de oeste a este se acortarán (el récord actual de un vuelo comercial Nueva York-Londres está en 5h 16m), pero los vuelos este-oeste serán más largos y no compensará el ahorro de tiempo en el trayecto contrario.
La investigación, dirigida por el doctor Paul Williams, determina que al acelerarse esa corriente en chorro, los vientos en dirección este se aceleran y los de dirección oeste se ralentizan. "Actualmente hay 600 vuelos transatlánticos al día, por lo que en total se añadirán 2.000 horas más al año en este tipo de vuelos", sostiene Williams. Esto suma millones de dólares en combustible, aumentando el riesgo de retrasos y el precio de los billetes, y empeorando el impacto en el medio ambiente.
"La industria de la aviación se enfrenta a la presión por reducir su impacto medioambiental, pero este estudio muestra una nueva perspectiva en la que la propia aviación es susceptible a los efectos del cambio climático", indica Williams.
La corriente en chorro en la ruta entre el aeropuerto de Heathrow, en Londres, y el John F. Kennedy, en Nueva York, hará que el viento fluya un 15% más rápido en inverno, aumentando de 77 km/h a 89 km/h de media, con aumentos similares en otras estaciones. Por consiguiente, los vuelos en dirección a Londres tienen el doble de posibilidades de durar menos de 5 horas 20 minutos y los vuelos hacia Nueva York durarán más de siete horas. En concreto, la ruta hacia el este se reducirá en cuatro minutos de media, mientras que los vuelos hacia el oeste serán, también de media, cinco minutos y 18 segundos más largos. En total, la duración total del recorrido ida y vuelta durará un minuto y 18 segundos más de media lo que, multiplicado por los vuelos que hay entre Europa y Norteamérica, se emitirán 70 millones de kilos de CO2 extras al año y supondrá 22 millones de dólares anuales más a la compra de combustible.
El combustible es uno de los principales gastos de las aerolíneas y consumir más ocasionará un aumento de los precios de los billetes. Williams señala que "incluso con solo dos minutos más de vuelo ya se necesitan más de 378 litros de combustible y se emiten más de 1.000 kilos de dióxido de carbono". Actualmente, la aviación contribuye al 2% de las emisiones globales de dióxido de carbono por parte de los humanos, aunque el autor explica que esta cifra aumenta a gran velocidad. ""La aviación crece en torno al 5% anualmente".
Aumento de la temperatura
El aumento de la temperatura también afectará a la fuerza de despegue. Javier Villar indica que, si esto sucede, "los motores van a ser menos eficientes en el despegue y el aterrizaje, y el peso con el que va a poder despegar el avión va a ser menor". A pesar de las conclusiones a las que ha llegado este estudio, no cree que las compañías estén dedicando sus recursos a este asunto. "Sí lo hacen en seguridad y optimización de rutas y en tener aviones más eficientes. A veces la ruta más económica no es ni la más corta en tiempo ni la más corta en distancia".
Wiliams explica que el estudio se ha centrado en la estación invernal porque es en esa época cuando las turbulencias son más fuertes y la tasa de daños es más alta. "Las corrientes en chorro también están en el hemisferio sur, así que es posible que los vuelos de otras partes del mundo también sufran este efecto".
Las emisiones contaminantes son una de las principales preocupaciones de la aviación. El pasado 8 de febrero, 23 países llegaron a un acuerdo en Montreal (Canadá) en el seno de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) para reducir las emisiones de dióxido de carbono de los vuelos. El pacto, que aún tiene que ser aprobado por el consejo de gobierno de la ONU, espera reducir las emisiones de carbono en más de 650 millones de toneladas entre 2020 y 2040, lo que equivale a retirar 140 millones de vehículos durante un año.
http://www.elmundo.es/ciencia/2016/02/10/56b9f05d268e3efa0f8b46cb.html

Nota: Además, algo que ya no se menciona, la gran cantidad diaria de aviones en vuelo consume mucho oxígeno de nuestra atmósfera...


2.
Calentamiento imparable: nuevo récord en enero de 2016
La NASA presenta el mapa de temperaturas del primer mes del año, con anomalías extraordinarias en el Ártico, el Pacífico y el oeste de Sudamérica
17/02/2016



El año 2016 parece seguir los pasos de su antecesor y ha empezado con ganas incluso de superarlo, por lo menos en materia de cambio climático.
Los datos facilitados esta semana por el Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS) de la NASA muestran que la temperatura media global en la superficie de la Tierra de enero de 2016 fue de 1,13º C por encima de la media de 1951-1980 (período de referencia climática). Hasta ahora, el mes de enero más cálido en los últimos 136 años (periodo analizado por la NASA) era el de 2007, que marcó 0,95ºC por encima de la media.
El cambio climático y el fenómeno El Niño son las causas de las altas temperaturas del mes de enero, que siguen la tendencia que provocó que el 2015 fuera declarado oficialmente como el año más cálido desde de que se tienen registros directos de temperaturas en la Tierra.
El Ártico recibe la peor parte
El mapa de anomalías térmicas presentado por el GISS muestra claramente que las latitudes altas en el hemisferio norte (zona Ártica) han sido las más afectadas por las temperaturas superiores a las normales.
En este sentido se debe recordar que la última semana de 2015 y la primera de 2016 marcaron en la zona del Polo Norte temperaturas hasta 30 grados centígrados por encima de lo que es habitual para estas fechas, según los datos de la Administración de la Atmósfera y el Océano (NOAA) de Estados Unidos.
Los nuevos mapas del GISS también muestran claramente la influencia del fenómeno El Niño, con una masa de temperaturas elevadas en el Pacífico central y la costa oeste de Sudamérica. España y otras zonas del centro y oeste de Europa están también afectadas, según el mapa del GISS- por una bolsa con temperaturas más elevadas de las habituales para un mes de enero.
Febrero sigue el mismo camino
Un sólo ejemplo no puede ser utilizado como referencia global pero, aunque simplemente sea una anécdota, debemos recordar que la tendencia en las temperaturas elevadas de los últimos meses en Barcelona se mantiene este mes de febrero.
Así, el pasado día 13 se registró en el Observatorio Fabra (Collserola, Barcelona) un nuevo récord histórico para un mes de febrero: 21,8ºC. Las temperaturas más altas registradas anteriormente -durante los últimos 100 años- correspondían al 14 de febrero de 2014 (21,2ºC) y 27 de febrero de 1990 (21,2ºC).
http://www.lavanguardia.com/natural/20160217/302226121025/cambio-climatico-temperaturas-calentamiento-global-enero-2016-nasa.html


3.
El 97% de los científicos culpa al hombre del cambio climático
13-04.16

Un equipo de investigación confirma que el 97 por ciento de los científicos del clima está de acuerdo en que el cambio climático es causado por los seres humanos. «Lo que es importante es que esto no es sólo un estudio; es el consenso de múltiples estudios», afirma Sarah Green, profesora de Química en la Universidad Tecnológica de Michigan, Estados Unidos, y autora de una investigación al respecto, informa Europa Press.
Esta consistencia entre los estudios contrasta con el lenguaje utilizado por los escépticos del cambio climático. Esta perspectiva se deriva de, como escriben los autores de la investigación, «confundir las opiniones de los no expertos con expertos y suponer que la falta de afirmación es igual a la discrepancia».
En un artículo publicado en ‘Environmental Research Letters’, el equipo de investigación establece lo que ha llamado «consenso sobre el consenso» y se basa en siete estudios independientes de consenso de los co-autores. Esto incluye una investigación de 2013, en la que los investigadores analizaron a más de 11.000 resúmenes y encontraron que la mayoría de los científicos están de acuerdo en que los seres humanos están causando el cambio climático.
A través de esta nueva colaboración, varios investigadores --y sus datos recogidos de diferentes enfoques-- llevaron esencialmente a la misma conclusión. El factor clave se reduce a la experiencia: cuanta más experiencia en la ciencia del clima tienen los científicos, más se ponen de acuerdo sobre el cambio climático causado por el hombre.
Hay muchos estudios sobre el consenso del cambio climático. El problema con algunas investigaciones -apunta Green-- es que están sesgadas hacia las poblaciones con puntos de visión predeterminados. Además, los participantes en algunas encuestas carecen de experiencia en relación a la ciencia del clima.
«El público tiene una visión muy sesgada del desacuerdo en la comunidad científica», dice esta experta. Sólo el 12 por ciento de la población de Estados Unidos es consciente de que hay un consenso científico tan fuerte en esta área y los que rechazan la corriente científica del clima siguen afirmando que hay una falta de consenso científico.
Las personas que piensan los científicos aún debaten sobre el cambio climático no ven el problema como urgente y es poco probable que apoyen soluciones. «La negación del cambio climático no se trata de escepticismo científico», dice Green.
«Los progresos realizados en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21) en París a finales del año pasado indican que los países están ahora actuando bien y verdaderamente detrás del consenso científico», añade Cook.
«Al recopilar y analizar toda esta investigación --esencialmente un meta-estudio de meta-estudios-- hemos establecido una imagen coherente con un alto nivel de acuerdo entre los científicos expertos en clima», subraya Naomi Oreskes, de la Universidad de Harvard, quien buscó inicialmente datos de consenso sobre el cambio climático en 2004 y co-escribió Merchants of Doubt, que se convirtió en un documental en 2014.
http://www.larazon.es/sociedad/medio-ambiente/el-97-de-los-cientificos-culpa-al-hombre-del-cambio-climatico-FJ12397057


4.
Académicos se venden al mejor postor
18 de marzo 2016
¿Cuál es tu precio?
Apuesto a que estás a punto de contestar que tú no tienes precio, que tus valores son firmes y no hay nada en el mundo que pueda hacer que los traiciones. Está claro, yo contestaría los mismo. Pero, ¿qué pasaría si nadie escuchara nuestra respuesta? ¿I si simplemente pensáramos sobre ello un rato en silencio, con esa brutal honestidad que nos permite reconocer nuestras más íntimas contradicciones?
Complicado…
En el caso de la ciencia, la respuesta parece mucho más sencilla. Es fácil creer que el conocimiento científico reside en un lugar privilegiado, alejado de las flaquezas y tentaciones mundanas. Al fin y al cabo, si los investigadores buscan la verdad usando el infalible método científico, no debería haber lugar para subjetividades ni problemas morales. Sin embargo, la realidad se revela de nuevo mucho más compleja. O, al menos, esto es lo que parece demostrar una investigación que la ONG Greenpeace sacó a la luz hace unos meses.
En Septiembre del pasado año, reporteros de Greenpeace visitaron algunas de las más importantes universidades de los EEUU haciéndose pasar por asesores de importantes empresas petroleras y de gas. Durante dichas visitas, los falsos asesores ofrecieron a prestigiosos investigadores una recompensa económica a cambio de que escribieran artículos científicos que constataran los beneficios del CO2 y el uso de carbón en países en vías de desarrollo. Sorprendentemente (o no), dos de ellos aceptaron.
“El proyecto que me describen está dentro de mis posibilidades y estimo un coste de unos 15.000 dólares”, escribió Frank Clemente en uno de los muchos correos electrónicos revelados por Greenpeace. Clemente, prominente sociólogo de la Universidad Estatal de Pensilvania recientemente retirado, añade que si sólo escribiera un artículo de opinión en un periódico el precio pasaría a ser de unos 6.000 dólares. Por su lado, el profesor William Happer, físico de la Universidad de Princeton y reconocido escéptico del cambio climático (imagen de la derecha), aseguró en uno de sus correos electrónicos: “Mi precio por este tipo de trabajo es de 250 dólares la hora”.
Cuando se les preguntó sobre los posibles problemas prácticos de una colaboración de este tipo, los dos académicos aseguraron a los falsos asesores que conocían maneras de ocultar el origen de la investigación y los pagos. “No hay obligación de declarar el origen de la financiación en los EEUU”, escribió Clemente. Además, ambos admitieron que el contenido propuesto para los artículos muy probablemente no superaría los sistema de revisión de la mayoría de las publicaciones científicas, por lo que deberían elegir a los revisores ellos mismos “a dedo”.
Esta operación encubierta de Greenpeace muestra claramente lo fácil que es para las grandes corporaciones conseguir que académicos promuevan sus intereses comerciales. “Nuestra investigación revela que profesores de prestigiosas universidades pueden ser financiados por compañías de combustibles fósiles extranjeras para que escriban artículos que siembren dudas sobre el cambio climático, y que esta financiación puede ser mantenida en secreto”, explicó a la prensa John Salven, director de la ONG en el Reino Unido.
Y la triste realidad es que, por muy sorprendente que pueda parecer, esto no es algo para nada nuevo. En realidad este tipo de prácticas enfocadas a oscurecer hechos científicos han sido usadas desde hace décadas por otras industrias con muy buenos resultados.
http://www.gaiaciencia.com/2016/03/academicos-se-venden/



5.
El cambio climático será mucho más catastrófico de lo estimado inicialmente
22/03/2016
Un ex científico de la NASA advierte del peligro que se avecina
Hace una década la cuestión a debate era si el cambio climático existía o era un invento de un puñado de científicos, y todo el mundo parecía tener un primo que sabía del asunto y que decía que la cosa no estaba tan clara. Hoy, el calentamiento global es ya parte del paisaje político, y la pregunta ya no es "¿qué?", sino "¿cuándo?". La lucha contra este proceso ha saltado a la agenda de los gobiernos y tras el acuerdo de París el consenso público parece ser que sufriremos cambios, pero nada que no podamos manejar. Así que todos tranquilos... o no.
Un estudio científico realizado por un grupo de reputados científicos, y liderado por el mismo ex investigador de la NASA que ya en 1988 advertía al Congreso de los Estados Unidos de lo que se nos venía encima acaba de dibujar un panorama que puede sonar sensacionalista, pero que viene respaldado por cálculos muy detallados.
Tormentas gigantescas en tierra, olas descomunales en la costa y enormes bloques de hielo cayendo del borde de los glaciares son sólo algunas de las consecuencias que nos esperan en las próximas décadas si la temperatura global aumenta (y esto es importante) como está previsto en sólo 2 grados centígrados respecto a la que tenía la Tierra antes de que en Inglaterra se desatase la revolución industrial.
No menos de 19 autores recurren a la paleoclimatología (la ciencia encargad de estudiar los cambios climáticos en el pasado), a modelos informáticos y observaciones actuales para concluir, sin miedo a resultar sensacionalistas, que se avecina un cataclismo sin precedentes, como recuerda The Washington Post.
El estudio, que se ha publicado este martes en la revista Atmospheric Chemistry and Physics, ha sido objeto de un intenso debate de alto nivel desde el pasado verano, tanto por sus temibles conclusiones como por la reputación científica de su director, James Hansen, y de sus otros participantes.
Hansen y sus colegas concluyen que el hielo de Groenlandia y Antártida se puede fundir mucho más rápido de lo que se ha estimado, pero además estiman que ese aporte de agua no se limitará a elevar el nivel del mar, sino que desencadenará consecuencias dramáticas en todo el planeta.
Efecto en cadena
Consideran estos científicos que el agua del deshielo estratificará el agua de los océano polares, dejando atrapadas enormes cantidades de agua relativamente templada bajo una delgada capa de líquido frío y dulce. En términos simples, ese proceso interrumpirá el flujo de las corrientes oceánicas tanto en el Atlántico como en el Antártico. Eso incrementará el diferencial de temperatura de la atmósfera entre los polos y el ecuador (los primeros se harán más fríos, el segundo más cálido), y eso alimentará tormentas que harán que algunos de los huracanes más devastadores parezcan de juguete.
El impacto será tan grande, asegura Hansen, que habrá olas gigantes capaces de arrastrar enormes rocas a elevaciones de varios metros sobre el nivel del mar.
"Los modelos que ha usado Naciones Unidas no tienen en cuenta el efecto del deshielo, y la mayoría de modelos tienden a limitar el efecto que tendrá la estratificación tras el deshielo de Groenlandia y Antártida", advierte Hansen.
http://www.eleconomista.es/tecnologia/noticias/7441037/03/16/-El-cambio-climatico-sera-mucho-mas-catastrofico-de-lo-estimado-inicialmente.html


6.
Las consecuencias del cambio climático
24/03/2016
Según datos de la NASA, el pasado mes de febrero fue el más caluroso desde que existen registros. Estamos ante una tendencia constante y sus consecuencias son perceptibles en todo el mundo.
En Nueva Zelanda, por ejemplo, los glaciares Fox y Franz Josef se han ido derritiendo rápidamente en los últimos años, por ello ahora es demasiado peligroso que los turistas caminen sobre ellos.
“Cuando vine en 2008 por primera vez a Franz Josef, el glaciar cubría esta roca donde nos encontramos y había probablemente unos 10 o 20 metros más de glaciar por encima de mi cabeza. Así que ahora estaríamos sentados en un montón de hielo. Pero al igual que una barra de pan que va reduciendo su tamaño dentro de una bolsa, aquí la capa de hielo también es cada vez más fina por ello el glaciar se derrite a mayor velocidad”, explica el experto Wayne Costello.
Estos glaciares se derriten a un ritmo sin precedentes. El agua baja por la montaña arrastrando muchísimas rocas a su paso. El mismo fenómeno se observa hoy en todos los glaciares del mundo.
“Sabemos que los glaciares de todo el mundo, incluyendo los glaciares Fox y Franz Josef, reaccionan así a unas temperaturas cada vez más elevadas. Además retroceden en periodos de tiempo cada vez más cortos. Creo que a largo plazo, el retroceso de un glaciar a gran escala, si tomamos como base los datos desde 1800, se produce como consecuencia del cambio climático”, asegura Heather Purdie, de la Universidad de Canterbury.
Un estudio publicado recientemente en una revista científica, asegura que el número de personas que se verán forzadas a dejar sus casas en la costa de Estados Unidos debido al aumento del nivel del mar este siglo, es muy superior a lo previsto.
Más de 13 millones de personas se podrían ver afectadas por este fenómeno de aquí a 2100, aseguran los expertos.
En el Estado de Luisiana, una comunidad está ya siendo reubicada. Se trata del primer caso en Estados Unidos como consecuencia del aumento del nivel del mar.
“Creo que necesitamos seguir adelante con nuestros análisis. Necesitamos saber cuál es el impacto del aumento del nivel del mar ahora mismo sobre todo en relación a las inundaciones en la costa. Nuestros informes podrían ayudar a las autoridades a diseñar los planes adecuados para luchar contra este fenómeno construyendo infraestructuras e informando a la gente a través de campañas de sensibilización, por ejemplo”, explica Deepak Mishra de la Universidad de Georgia.
Con una de las costas más pobladas del país, el Estado de Florida es uno de los que corren un mayor riesgo. Tres de sus condados podrían ver cómo el 80% de su población abandona sus casas.
Y para exigir medidas que frenen el cambio climático y mostrarse a favor de un consumo energético sostenible, el pasado 19 de marzo más de 350 monumentos del todo el mundo apagaron sus luces. “La Hora del Planeta” fue una iniciativa global lanzada por la Fundación Mundial para la Naturaleza (WWF).
http://es.euronews.com/2016/03/24/las-consecuencias-del-cambio-climatico/


7.
Cambio climático provocará un aumento mayor de lo esperado en las temperaturas, según estudio
07 de abril del 2016

Nueva investigación hecha en EE.UU. indica que las proyecciones hechas hasta ahora son "muy conservadoras", ya que no toman en cuenta el efecto que tendrán las nubes.
WASHINGTON.- La mayoría de las simulaciones computaciones del cambio climático están subestimando en al menos un grado qué tan cálido se volverá el mundo durante este siglo, según un nuevo estudio.
Todo se resume en las nubes y cuánto calor están atrapando. De acuerdo a la investigación publicada hoy en la revista Science, simulaciones de modelos computacionales dicen que hay más hielo y menos agua líquida en las nubes que lo que muestra una década de observaciones satelitales.
Mientras más agua y menos hielo hay en las nubes, más calor se atrapa y menos luz es reflectada, dijo Trude Storelvmo, co autora del estudio. La experta indicó que aunque su temperatura está decenas de grados bajo el punto de congelación, las nubes todavía tienen mucha agua líquida porque no tienen suficientes de las partículas que ayudan a que el agua se convierta en cristales de hielo.
Porque el clima cambia, habrá más nubes con mucho menos líquido, y el calentamiento global será más alto que lo originalmente pensado, dijo Storelvmo.
Qué tanto calentamiento está pronosticado para los próximos 80 años dependerá mucho de si la sociedad recorta sus emisiones de dióxido de carbono. En el peor escenario, sin reducción, el Panel Intergubernamental de la ONU ve un aumento de las temperaturas de hasta 6,7 grados antes de que termine el siglo, y Storelvmo dice que el factor del líquido en las nubes sumaría otro grado más.
Mientras el estudio está "bien razonado" , todavía faltan certezas en la observación satelital , algo que levanta preguntas en Chris Bretherton, de la Universidad de Washington y quien no formó parte del trabajo. Aseguró que si el equipo de Yale está en lo correcto y hay un mayor efecto de las nubes, ¿por qué el calentamiento hasta ahora no ha sido mayor?
Es una pregunta legítima, indicó Storelvmo, pero los modelos computacionales también pueden subestimando el efecto de enfriamiento de los aerosoles, que enmascaran el calentamiento pero desaparecen en la atmósfera.
Este es el último de una serie de estudios que aseguran que la ciencia puede estar siendo muy conservadora al estimar el ritmo y efectos del calentamiento, incluyendo el derretimiento de hielos en la Antártica.
"Nada de esto son buenas noticias", dijo Storelvmo. "Siempre tienes la esperanza de que el clima no sea tan sensible al dióxido de carbono como tememos. Lo mismo con las capas de hielo, pero lo que decimos es lo que vemos. Se han publicado varios estudios que muestran que hemos sido muy conservadores hasta ahora".
La falta de certeza en la ciencia del clima están inclinadas más "hacia el lado negativo" que al lado de menos daño, aseguró Richard Alley, climatólogo y experto en glaciares de la Pennsylvania State University, que no participó en este estudio. "Por ello, la ciencia del clima está probablemente más abierta a la crítica de ser más conversadora que a la de ser muy alarmista".
http://www.emol.com/noticias/Tecnologia/2016/04/07/796890/Cambio-climatico-provocara-un-aumento-mayor-de-lo-esperado-en-las-temperaturas-segun-estudio.html


8.
Cambio climático: la zona cero
10/04/16
El Ártico es el termómetro más preciso del planeta y el que mejor registra su calentamiento. Nunca había tenido un febrero con tan poco hielo; ha sido el invierno más cálido desde que hay mediciones.
*La temperatura del aire ha sido inusitadamente alta, y las corrientes oceánicas añadieron calor a la zona, explica Mark Serreze, experto en el océano Ártico
*La pérdida de hielo afecta a las algas y el fitoplancton, lo que puede repercutir en toda la cadena alimentaria; el calor ya está afectando a algunas especies
*Al menos 24 pueblos indígenas de Alaska deben ser reubicados debido a la erosión litoral
*China plantea aprovechar el deshielo para abrir rutas comerciales con Europa por el Ártico
"Llevo estudiando el Ártico más de 30 años y nunca he visto nada parecido a esto: ha registrado un invierno extremadamente cálido este año. Ha sido un calentamiento marcadamente persistente”, confiesa Mark C. Serreze, director del Centro Nacional de Datos del Hielo y Nieve de la Universidad de Boulder-Colorado (Estados Unidos). Él es un observador privilegiado de los deshielos del Ártico. Tiene en sus manos el mejor termómetro del planeta: la evolución del océano Ártico.
Y sus datos confirman cómo el planeta se calienta a una velocidad creciente y sorprendente. La Tierra registró este año el mes de febrero más cálido desde que se iniciaron los registros, hacia 1880. Por quinto mes consecutivo, las temperaturas del globo tuvieron valores de récords históricos para esta época del año. La superficie del planeta (tanto en tierra como sobre el mar) registró de media el pasado febrero 1,35ºC por encima del promedio histórico (1951-1980), según datos de la NASA.
El excepcional calentamiento de este invierno se ha dejado sentir, sobre todo, en países de latitudes más septentrionales. La mayor parte de Alaska, el centro y el oeste de Canadá, el este de Europa, Escandinavia y Rusia, así como la mayor parte del océano Ártico, han tenido en febrero temperaturas de más de cuatro grados centígrados por encima de la media para este mes.
Una consecuencia fue que la superficie helada del océano Ártico alcanzó el pasado mes de febrero su extensión más reducida para este mes desde que existen registros por satélite, iniciados en 1979. El área helada sumaba 14,22 millones de kilómetros cuadrados (km2), es decir, 1,16 millones menos que la media para el periodo 1981-2010, y 200.000 km2 menos que el anterior récord, que data del 2005.
¿Por qué? “Ha influido una combinación de factores. En primer lugar, la temperatura del aire fue bastante alta durante todo el invierno, lo que ha contribuido a limitar el crecimiento invernal del hielo –explica Serreze–. Y en segundo lugar, ha incidido un fuerte transporte de calor a través de las corrientes del océano hacia esa zona. Hemos visto este patrón antes, pero ha sido especialmente pronunciado este invierno”. La reducción de los hielos es más acusada en los mares de Barents y Kara, al norte de Escandinavia y al oeste de Rusia; sobre todo, en Barents, en el lado atlántico del Ártico (sobre Escandinavia).
Habitualmente, el archipiélago noruego de las Svalbard (que incluye los asentamientos civiles más al norte de la Tierra) está rodeado de hielo desde principio de invierno hasta la primavera. Pero este invierno la frontera del hielo persistente se situó en todo momento al norte de las Svalbard. En el aeropuerto de su capital, Longyearbyen (a 78º N), se registraron 10ºC por encima de la media.
Las altas temperaturas registradas en los últimos meses en Canadá y, en general, en el círculo polar Ártico son consecuencia del “efecto combinado de los fenómenos del Niño y el rápido calentamiento del Ártico debido al calentamiento global provocado por el hombre”, argumenta Johan Nilsson, glaciólogo de la NASA. Un mar menos helado eleva los termómetros. Es un bucle que se retroalimenta. Al menguar las áreas con hielo, el océano queda más expuesto al calentamiento (no se da el llamado efecto rebote-albedo de la radiación solar sobre el espacio) y eleva la temperatura del aire que hay por encima.
Y todo esto ocurre después de que el 2015 y el 2014 se sucedieran como los años más cálidos. La temperatura media global ya es 1ºC superior respecto a la de finales del siglo XIX. “Hemos entrado en una especie de emergencia climática”, resume Stefan Rahmstorf, climatólogo del Instituto Postdam alemán.
El deshielo en el océano Ártico está causando profundos cambios en los ecosistemas del círculo polar. Son múltiples sus efectos. La pérdida de hielo reduce el contenido graso de las algas que viven entre las capas de ese hielo, con lo que los animales marinos pierden nutrientes. Además, cambia los periodos de florecimiento del fitoplancton, que es la base de la cadena alimentaria del Ártico, y puede causar alteraciones en esa cadena alimentaria de los peces, pájaros y mamíferos marinos, como focas y ballenas.
Algunas especies ya han empezado a sentir los efectos. A medida que los hielos se derriten, las aguas absorben más calor. Y eso hace más difícil la supervivencia en el Ártico del bacalao, que prospera en aguas frías de aproximadamente tres grados de temperatura. El bacalao alimenta a las focas, que a su vez sirven de alimento a los osos polares. “El calentamiento de las aguas no es bueno para el bacalao, y eso tendrá consecuencias reales para los mamíferos marinos”, corrobora Ed Farley, del Instituto Científico de Pesquerías de Alaska (de la Administración Nacional para los Océanos y la Atmósfera estadounidense, NOAA).
La reducción del hielo también puede ocasionar muchos efectos indirectos, tanto en los animales marinos como en los de tierra. Incluso, puede verse perjudicado el crecimiento de la vegetación en tierra y alterar así las fuentes que proveen recursos para animales como el caribú, dice Jedediah Brodie, ecólogo especializado en los impactos del calentamiento. Este experto apunta que los deshielos pueden causar aislamiento y aumento en la endogamia en las poblaciones de lobos y zorros árticos, que utilizan el hielo para viajar entre las poblaciones durante la mayor parte del año. También apunta un posible aumento de entrecruzamiento y la hibridación entre los osos pardos y los polares porque los polares pasan más tiempo en tierra, donde entran en contacto con los pardos.
El retroceso de los hielos marinos en el Ártico está diezmando sus poblaciones de oso polar. Un estudio de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) estima que hay una “alta probabilidad” de que la población de osos polares (unos 26.000 inventariados) sufra una disminución del 30% hasta el año 2050, debido a la pérdida de sus hábitats, que desaparecen a un ritmo más rápido de lo que se preveía.
Y es que estos animales dependen de los hielos marinos estacionales, que les sirven como plataforma para cazar focas. Menos tiempo de acceso a sus presas comportará para ellos un periodo más prolongado de ayuno, menos peso, menos posibilidades de acceder a las zonas de cría, menor supervivencia de los cachorros y, por último, la disminución de su población hasta la posible desaparición.
“A medida que las condiciones de los osos varíen, tendrán que buscar recursos alimenticios alternativos, por lo que la frecuencia de los conflictos entre osos y humanos aumentará”, advierte Ian Stirling, autor de varios libros sobre este asunto. Pueden persistir en el norte de las islas árticas de Canadá y el norte de Groenlandia para el próximo futuro, pero su viabilidad a largo plazo es incierto. Tres de los 19 grupos de subpoblaciones estudiados están ya en declive: en la bahía de Baffin, en la cuenca Kane y en Southern Beaufort.
Alaska se calienta en unas tasas que son dos y tres veces más rápidas que las tierras del resto de Estados Unidos y, de promedio, las temperaturas del invierno han aumentado 6,3 grados en los últimos 50 años. La consecuencia es que en extensas zonas se ha derretido la capa de hielo que actuaba como barrera protectora frente a la erosión del suelo y el impacto de las tormentas. Así, ahora el avance del mar se está tragando las comunidades que viven en el litoral. Un informe de la Administración estadounidense estima que 180 pueblos de la costa de Alaska, el 86% habitados por comunidades indígenas, están afectados por la erosión costera y 24 deben ser reubicados.
La isla de Shishmaref –habitada por la comunidad esquimal iñupiag–, a siete kilómetros del continente, al norte del estrecho de Bering, ha perdido un kilómetro de costa en los últimos 50 años y ha decidido reubicarse en tierra firme, a varios kilómetros de la costa. El pueblo de Newtok (de menos de 400 habitantes, a 600 kilómetros al sur del estrecho de Bering), pierde 25 metros de la costa al año y puede quedar completamente sumergido en el 2017. La Administración de EE.UU. sostiene que no hay manera de proteger el pueblo.
Newtok sufre la erosión costera porque está enclavado sobre el permafrost, la capa helada permanente que se encuentra en la región ártica. Como la temperatura aumenta, el permafrost se está derritiendo, lo que conduce a esa intensa erosión. La nieve se derrite antes en la primavera, el mar helado está desapareciendo y las temperaturas del océano suben. La forma sobre cómo se hace el traslado es un debate de esta comunidad hace varios años.
El deshielo en el Ártico es tan acusado que China pretende aprovechar la oportunidad para abrir por ahí rutas comerciales a Europa: los deshielos, que ya abren rutas marítimas durante periodos cada vez más prolongados del año, permitirían acortar las distancias en los trayectos en barco. El gigante asiático se ha definido como un Estado “cercano al Ártico” y se muestra cada vez más incisivo en su interés por el Pacífico Norte o el Ártico. El viaje a través del estrecho de Bering podría ahorrar entre 13 y 15 días respecto a la ruta tradicional a través del canal de Suez y el Mediterráneo: El viaje entre Dalian (nordeste de China) y Rotterdam por el sur (Índico) tarda unos 48 días. A través del paso del Nordeste (Ártico), el destino se alcanza en 35 días. La navegación en el Ártico despega mucho más rápidamente que la exploración de petróleo, que es la otra gran expectativa que se generó con el deshielo de estas aguas.
Mariano Marzo, profesor de Recursos Energéticos de la Universitat de Barcelona, no prevé que vaya a incrementarse esa actividad de exploración en los mares helados. “Los bajos precios actuales del crudo han retraído la inversión; y además de tener un alto coste, choca con la aceptación social y los consejos de la administración, sobre todo tras el acuerdo de la cumbre de París”, dice. Shell abandonó a fines de año la exploración petrolífera en el mar de Chukotka, frente a las costas de Alaska. Aludió a los decepcionantes resultados, aunque en privado admitía que le había sorprendido la enconada oposición ­popular.
Otro efecto de los deshielos es la subida del nivel del mar, al que se suma la expansión térmica de las aguas. Los deshielos en Groenlandia y la Antártida difieren entre sí, pero “las contribuciones de ambos a la elevación del nivel del mar están aumentado claramente con el tiempo”, dice Verónica Nieves, climatóloga formada en la UB que trabaja en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. 
http://www.magazinedigital.com/historias/reportajes/cambio-climatico-zona-cero


9.
Menos agua potable en las islas a causa del cambio climático
En el año 2050 serán más áridas y con menos acceso al agua dulce
11 de abril de 2016
Londres - El cambio climático podría provocar en casi tres cuartas partes de las islas pequeñas del mundo -es decir unos 16 millones de personas- la reducción de la disponibilidad de agua dulce antes de 2050 debido a un notable aumento de la aridez, según un estudio publicado hoy en Nature.
Hasta ahora se estimaba que un 50 por ciento de estas islas, que en total acogen a 18 millones de personas, verían aumentar la aridez y la falta de agua dulce -procedente de lluvia-, pero los nuevos datos apuntan a que ese porcentaje será del 73 por ciento.
El estudio, elaborado por un grupo de científicos de la Universidad de Colorado (EE.UU.), ha analizado 80 islas o grupos de islas pequeñas en todo el mundo, entre las que están las Canarias, Galápagos, Azores, Juan Fernández, Socorro, Santo Tomé y Príncipe, Madeira, Bahamas, Seychelles o Isla de Pascua.
Se espera que los cambios producidos en el equilibrio del agua -la diferencia entre la precipitación y la evaporación- afecten a muchas regiones a consecuencia del cambio climático.
No obstante, los expertos han encontrado dificultades para evaluar los efectos en algunas islas del mundo que son más pequeñas que la resolución espacial que se emplea en los modelos climáticos, como las de la Polinesia Francesa, las Islas Marshall y las Antillas Menores.
Según señala el artículo de Nature, el método estándar para valorar la aridez consiste en calcular el ratio de precipitación y la potencial evapotranspiración -el agua que se pierde al evaporarse de las superficies y a través de las hojas de las plantas-.
Sin embargo, esto no funciona en el caso de islas muy pequeñas, pues los modelos de circulación global solo pueden proporcionar datos estimados sobre precipitación, y no sobre potencial evapotranspiración.
Para superar este problema, el científico Kristopher Karnauskas y sus colegas emplearon un método para estimar la potencial evapotranspiración en las islas pequeñas, a fin de poder calcular un índice de cambios en la aridez (ACI) de estos territorios.
Los expertos hallaron, empleando ese método, una tendencia hacia un aumento en la aridez en más del 73 % de los grupos de islas.
Aunque los científicos encontraron que alrededor de la mitad de esos grupos de islas experimentarán un aumento en la caída del agua de lluvia -principalmente los que se encuentran en los trópicos profundos-, los aumentos en la evaporación fueron más consistentes, lo que resulta en un cambio en el equilibrio del agua dulce, hacia una mayor aridez. 
http://www.elnuevodia.com/ciencia/ciencia/nota/menosaguapotableenlasislasacausadelcambioclimatico-2185627/


10.
Pronostican nuevos trastornos catastróficos por el cambio climático
11 de abril de 2016
Como diario Hoy viene reflejando desde hace tiempo, el mundo ya está experimentando un aumento de un grado centígrado en la temperatura promedio, en comparación con los niveles preindustriales. Esto deriva en una incipiente ola de calor mundial y ante esta situación en todo el globo terrestre, uno de los mayores expertos en la materia ha declarado que “hay que estar preparados para lo peor”, ya que se pronostica un mayor aumento de la temperatura global como consecuencia del fenómeno El Niño.
El ambientalista malayo, Martin Khor, director ejecutivo del Centro del Sur con sede en Suiza, sostiene que “la actual ola de calor nos da una idea de cómo puede afectarnos el cambio climático y debería agregar urgencia a las tareas de mitigación y adaptación a dicho fenómeno”. En general, se admite que un incremento de dos grados centígrados sería devastador, y que cualquier aumento más allá de ese nivel puede ser catastrófico.
El Niño y una incipiente ola de calor mundial
Khor advierte con énfasis que “no obstante, al ritmo actual de emisiones de gases de efecto invernadero, estamos en camino de un aumento mundial de cuatro grados centígrados. Incluso, si los gobiernos implementaran los planes climáticos a los que comprometieron en el Acuerdo de París, aprobado en diciembre del año pasado, se prevé que la temperatura media mundial aumentará más de tres grados”, remarcó el especialista.
El Niño es un fenómeno meteorológico relacionado con el calentamiento del Pacífico oriental ecuatorial, que se manifiesta en ciclos erráticos entre tres y ocho años, por lo que se lo denomina también Oscilación del Sur, que en su fase de enfriamiento recibe el nombre de La Niña. 
¿Se puede prever? 
“Algunos de los efectos de El Niño son el calor insoportable en hogares y lugares de trabajo sin climatización adecuada, y mayor demanda de energía eléctrica debido al aumento del uso de aparatos de aire acondicionado”, comentó Khor. Y añadió que “todo ello hace más difícil controlar la emisión de gases de efecto invernadero, disminuye la producción agrícola, induce la migración de peces cuando crece la temperatura del mar, y aumenta los incendios de áreas forestales”.
Si bien algunos países están elaborando planes de respuesta de emergencia ante el fenómeno de El Niño, Khor señala que se requiere una estrategia a largo plazo para hacer frente al cambio climático, “que será más permanente”. Por ejemplo, “el diseño de edificios debería tener en cuenta el incremento de los temperaturas y los materiales de construcción deberán poder soportar el aumento de calor”, añadió al respecto.
http://diariohoy.net/interes-general/pronostican-nuevos-trastornos-catastroficos-por-el-cambio-climatico-67612


11.
El cambio climático altera el eje de rotación de la Tierra. La distribución de las masas de hielo y de agua desplazan el centro sobre el que gira nuestro planeta
La distribución de las masas de hielo y de agua desplazan el centro sobre el que gira nuestro planeta
11/04/2016
Un buen globo terráqueo simula a nuestro planeta en tres dimensiones girando de forma perfecta sobre un eje que une el Polo Norte y el Polo Sur pero la realidad es un poco más compleja: el eje de rotación de la Tierra oscila constantemente -aunque sea en una medida relativamente pequeña.
Uno de los factores que está provocando una oscilación de este eje es el cambio climático y la alteración que este fenómeno global provoca en la masa del agua y el hielo que se encuentran en la superficie terrestre, según los datos difundidos por un equipo de expertos de la NASA a través de un artículo publicado el pasado 8 de abril en la revista Science Advances.
El derretimiento de las capas de hielo, especialmente en Groenlandia, está provocando este cambio de distribución de peso, lo que ha derivado en una modificación del curso del Polo Norte y el movimiento del eje rotacional de la Tierra en relación a su corteza, conocido como movimiento polar, según este estudio.
Científicos han medido con precisión el movimiento polar y el verdadero polo desde 1899, y durante casi todo el siglo XX hubo una migración leve hacia Canadá. Pero esto ha cambiado en este siglo, ya que el movimiento que se registra es hacia Inglaterra, según explica Surendra Adhikari, principal autor del artículo e integrante del Jet Propulsion Lab de la NASA.
“El reciente cambio de la dirección que había en el siglo XX es apreciable”, dijo Adhikari. Si bien los científicos afirman que el giro es inofensivo, eso no quita que sea significativo. Jonathan Overpeck, profesor de geociencias en la Universidad de Arizona, quien no participó del estudio, manifestó que “esto subraya cuán real y profundo es el impacto que los humanos están teniendo en el planeta”.
Datos importante para sistemas como el GPS
Para tener una idea de la precisión de los estudios científicos se debe destacar que el mayor desplazamiento observado hasta ahora del eje de la Tierra ha sido de unos 12 metros. Este cambio no supone ningún efectos negativos inmediatos sobre el medio ambiente y las personas pero si que puede ser importante que sea tenido en cuenta, por ejemplo, en la calibración de sistemas de posicionamiento como el GPS.
Desde 2003, Groenlandia ha perdido en promedio más de 272,1 billones de kilos de hielo al año, y eso afecta la forma en que la Tierra se “tambalea”, similar a lo que ocurre con un patinador artístico cuando levanta una pierna y realiza un giro, dijo Eirk Irvins, científico de la NASA y coautor del estudio.
Además de eso, la región Oeste de la Antártica pierde 275 billones de kilos de hielo, mientras que la región Este gana unos 74,8 billones de kilos de hielo anualmente, lo que también incide en acentuar la inclinación observada, dijo Irvins. Todos se combinan para provocar el empuje del movimiento polar hacia el Este, dice Adhikari. Jianli Chen, científico del Centro de Investigación Espacial de la Universidad de Texas, inicialmente atribuyó la modificación polar al cambio climático en 2013, y ahora afirma que este nuevo estudio lleva su trabajo un paso adelante. “No hay nada de qué preocuparse”, dice Chen, quien no participó de la investigación de la NASA. “Es sólo otro efecto interesante del cambio climático”, añadió.
En el artículo publicado en Science Avances, Surendra Adhikari y Erik Irvins, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, investigaron cómo el movimiento del agua en todo el mundo contribuye a las oscilaciones de rotación de la Tierra. Estudios anteriores han identificado muchas conexiones entre los procesos en la superficie o en el interior de la Tierra y en las formas errantes de nuestro planeta. Por ejemplo, el manto de la Tierra todavía se reajusta a la pérdida de hielo en América del Norte después de la última edad de hielo, y la masa reducida por debajo de ese continente tira del eje de giro hacia Canadá, a razón de unas pocas pulgadas cada año. Sin embargo, algunos movimientos aún no se explican.
Un giro brusco hacia el Este
Alrededor del año 2000, el eje de rotación de la Tierra dio un giro brusco hacia el este y ahora está a la deriva casi dos veces más rápido que antes, a un ritmo de casi 17 centímetros cada año. “Ya no se está moviendo hacia la bahía de Hudson, pero en su lugar se mueve hacia las Islas Británicas,” dijo Adhikari.
Los científicos han sugerido que la pérdida de masa de Groenlandia y de la Antártida de la capa de hielo que se derrite rápidamente podría estar causando el desplazamiento hacia el este del eje de rotación. Los científicos del JPL evaluaron esta idea usando observaciones del Centro de Recuperación de Gravedad y de Experimentos Climáticos (GRACE) de los satélites de la NASA, que proporcionan un registro mensual de los cambios en la masa alrededor de la Tierra. Esos cambios son causados en gran medida por los movimientos del agua a través de los procesos cotidianos tales como la acumulación de nieve y el agotamiento de las aguas subterráneas. Se calculó la cantidad de masa que participó en el ciclo del agua en las zonas terrestres de la Tierra y sus océanos en los años 2003-2015, y el grado en que las pérdidas y ganancias de masa tiraron y empujaron sobre el eje de rotación.
Elementos que se suman
Los cálculos de Adhikari e Irvins mostraron que los cambios en Groenlandia solos no generan la gigantesca cantidad de energía necesaria para extraer el eje de giro. En el hemisferio sur, la pérdida de masa del hielo en la Antártida Occidental es la que está tirando, y el aumento de la masa de hielo en la Antártida oriental está empujando al eje de rotación de la Tierra en la misma dirección que Groenlandia está tirando desde el norte, pero el efecto combinado todavía no es suficiente para explicar el aumento de velocidad y una nueva dirección.
Los investigadores encontraron la respuesta en Eurasia. “La mayor parte de la respuesta es un déficit de agua en Eurasia: el subcontinente indio y la zona del Mar Caspio”, dijo Adhikari. El hallazgo fue una sorpresa. Esta región ha perdido masa de agua debido al agotamiento de los acuíferos y la sequía, pero la pérdida no es mucho mas grande que el cambio de masa en las capas de hielo.
Entonces, ¿por qué la pérdida más pequeña tiene un efecto tan grande y fuerte? Los investigadores dicen que es debido a que el eje de rotación es muy sensible a los cambios que se producen en torno a los 45 grados de latitud, tanto al norte como al sur. “Esto está bien explicado en la teoría de la rotación de objetos”, explicó Adhikari. “Es por eso que los cambios en el subcontinente indio, por ejemplo, son tan importantes.”
Datos de la misión GRACE
En el proceso de resolver este misterio reciente, los investigadores llegaron inesperadamente con una nueva solución prometedora a un problema muy antiguo. Una oscilación en particular en la rotación de la Tierra ha dejado perplejos a los científicos desde que las observaciones comenzaron en 1899. Cada seis a 14 años, el eje de giro se tambalea alrededor de 0,5 a 1,5 metros al este o al oeste de la dirección general de la deriva. “A pesar de los enormes esfuerzos teóricos y de modelización, ningún mecanismo que se había propuesto antes podía explicar esta oscilación enigmática”, dijo Adhikari.
Mediante la alineación de un gráfico de la oscilación de este a oeste durante el período en que estuvieron disponibles contra un gráfico de los cambios en el almacenamiento de agua continental en el mismo período de los datos de GRACE, los científicos del JPL han detectado una similitud sorprendente entre los dos. Los cambios en el hielo polar parecía no tener ninguna relación con el bamboleo. Solamente los cambios en el agua sobre la tierra por los años secos en Eurasia, corresponden a las oscilaciones hacia el este, mientras que los años húmedos corresponden al bamboleo hacia el Oeste.
Cuando los investigadores analizaron las observaciones sobre los cambios en la masa de agua de la tierra a partir de abril de 2002 a marzo el año 2015 en las ecuaciones de la física clásica que predicen poles, encontraron que los resultados concordaron con lo observado en el tambaleo este-oeste. “Esto es mucho más que una simple correlación”, dijo el coautor Irvins. “Hemos aislado la causa.”
El descubrimiento plantea la posibilidad de que en el registro de 115 años de oscilaciones este-oeste en el eje de rotación de la Tierra puede, de hecho, ser un muy buen registro de los cambios en el almacenamiento de agua del suelo. “Eso nos podría decir algo sobre el clima del pasado – si la intensidad de la sequía o humedad ha ampliado con el tiempo, y en que ubicaciones”, dijo Adhikari.
“Los registros históricos de movimiento polar son a nivel mundial integral en su sensibilidad y extraordinariamente precisos,” dijo I3vins. “Nuestro estudio muestra que este conjunto inicial de datos se puede utilizar para aprovechar la información vital acerca de los cambios en el almacenamiento de agua continental y capas de hielo a través del tiempo.”
GRACE es una misión de la NASA conjunta con el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) y el Centro de Investigación Alemán de Geociencias (GFZ), en colaboración con la Universidad de Texas en Austin.
http://www.lavanguardia.com/natural/20160411/401038156722/cambio-climatico-altera-eje-rotacion-tierra.html


12.
Reducir a cero las emisiones netas de CO2, única salida contra el cambio climático
Según un experto Dimitri Zhenglis, co-director de política climática en el Instituto Grantham de Investigación de la London School of Economics y Political Science (LSE), ha insistido en la necesidad de reajustar la economía para lograr esa meta.
Ha asegurado que este objetivo solo puede lograrse tras una «profunda transformación estructural de los sistemas de producción»
11/04/2016
Las emisiones de CO2 «tendrían que reducirse a cero durante este siglo», según el co-director de política climática en el Instituto Grantham de Investigación de la London School of Economics y Political Science (LSE), Dimitri Zhenglis.
En el marco de las lecciones magistrales de la Fundación Ramón Areces y la London School of Economics sobre «Cambio climático. ¿Qué es lo siguiente después de París?», Zhengelis ha participado con otros profesores de la LSE Graham Floater y Luca Taschini.
«El cambio climático plantea un reto a la modelización económica clásica. Si el calentamiento global ha de ser controlado en un nivel seguro, las emisiones netas tendrían que reducirse a cero dentro de este siglo», ha advertido.
Entre los principales asuntos de debate, se han analizado el estado de los mercados de emisiones de CO2, la creciente urbanización de la población mundial y el proceso de descarbonización, los principales asuntos de debate.
Zhenghelis ha insistido en que debido al papel central que tiene el carbón en la economía, la reducción de las emisiones de CO2 solo puede hacerse a través de una «profunda transformación estructural que incluiría la descarbonización de los sistemas de producción, de la distribución y del consumo».
Además, ha añadido que la economía convencional ha tenido muy poco que decir hasta ahora sobre cómo ha de producirse dicho cambio, mientras que en diciembre, casi todos los países se han comprometido a reducir las emisiones en los próximos 10 a 15 años y «han aceptado que el camino a largo plazo debe de ser hacia la descarbonización».
Sin embargo, el experto admite que pese a que aún es «demasiado pronto» para ver si se ha alcanzado un punto de inflexión transformación bajas emisiones de carbono, pero «el Acuerdo de París es un cambio fundamental en el enfoque para hacer frente al cambio climático"».
Por otro lado, Floater prevé que dentro de 15 años más de 1.000 millones de personas vivirán en ciudades y ha destacado que si el proceso se gestiona bien, los beneficios potenciales son sustanciales, dando como resultado «mercados vibrantes y un ambiente fértil para la innovación y la inversión en nuevas infraestructuras y tecnologías».
«Siguiendo las conversaciones sobre el cambio climático de París, los mercados de tecnologías verdes tienen muchas posibilidades de desarrollarse en las ciudades de todo el mundo» añade Floater.

http://www.abc.es/sociedad/abci-reducir-cero-emisiones-netas-unica-salida-contra-cambio-climatico-segun-experto-201604112145_noticia.html


13.
El cambio climático amenazaría 24,2 billones de activos financieros
Las pérdidas se deberían al aumento de los fenómenos meteorológicos extremos.
Las peores consecuencias del cambio climático, como los eventos climáticos extremos, podrían amenazar hasta 24,2 billones de dólares en activos financieros globales, es decir el 17 por ciento del total, lo que pone en aprieto la economía mundial, según un estudio publicado en la revista científica Nature Climate Change.
Las pérdidas se deberían a la destrucción directa de los activos por el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos como olas de calor, incendios, o sequías y a la reducción de ganancias por el impacto que tendría el aumento de temperatura en las actividades económicas.
El estudio, elaborado por investigadores del London School of Economics y del Centro Grantham de Investigación del Cambio Climático, ambos en el Reino Unido, alertan que el impacto del calentamiento destruirá directamente parte de los bienes de capital.
Investigaciones anteriores habían advertido del riesgo de los activos financieros relacionados con las actividades que provocan el cambio climático, como es el caso de las inversiones en reservas de petróleo, carbón y gas, ya que las políticas para combatir este fenómeno podrían hacer que estos activos no puedan utilizarse y pierdan su valor.
Sin embargo, hasta hoy apenas había estudios sobre los activos en riesgo a causa de los daños que se prevé que cause el calentamiento global. Los investigadores Simon Dietz, Alex Bowen, Charlie Dixon y Philip Gradwell han construido este novedoso análisis y detectado que si los países mantienen la trayectoria de emisiones de CO2 actual el 1,8 por ciento del valor de mercado actual de los activos financieros está en riesgo, lo que equivale a 2,5 billones de dólares.
Si además de no actuar contra el calentamiento global se tienen en cuenta las predicciones científicas de los informes del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC) sobre cuáles serán sus efectos, cerca de 24,2 billones de dólares en activos financieros están en riesgo (el 17 por ciento del valor de mercado total), según este estudio.
El estudio concluye que la aplicación de políticas para evitar que las temperaturas suban más de 2 grados centígrados a finales de siglo respecto a niveles preindustriales reduciría significativamente este riesgo.
"Los inversores a largo plazo saldrían ganando claramente en un mundo bajo en carbono", recalca Simon Dietz, director del estudio y profesor de la London School of Economics, quien cree que los poseedores de planes de pensiones deben reflexionar seriamente sobre esta cuestión.
El pasado enero el Foro Económico Mundial de Davos ya alertó de que una catástrofe causada por el cambio climático es la mayor amenaza potencial para la economía mundial en el año 2016.
http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/ciencia/impacto-del-cambio-climatico-en-el-sector-financiero/16555170


14.
Alertan que se derretirá un sector de la Antártida en las próximas décadas
Un nuevo estudio actualiza los datos de informes anteriores, que señalaban que el fenómeno se daría en miles de años; el cambio climático, la causa
12 de abril de 2016
NUEVA YORK.- Hace medio siglo que los climatólogos catalogan el casquete polar del sector occidental de la Antártida como una especie de espada de Damocles que pende sobre la civilización. Estiman que ese vasto manto de hielo, más grande que México, podría derretirse por el cambio climático, lo que provocaría que los niveles de los océanos se eleven 3,5 metros o más. Los investigadores suponen que el fenómeno tardaría cientos o miles de años en producirse, aunque un nuevo estudio plantea que el escenario se daría mucho antes de lo previsto.
Según un informe publicado hace unas semanas en la revista Nature, la emisión sostenida de gases de efecto invernadero podría desencadenar la desintegración de esa capa polar en las próximas décadas. Para fines de este siglo, la cantidad de agua que se liberaría a los océanos haría subir el nivel de los mares casi un metro.
El estudio reveló que, sumado al derretimiento del hielo en otras regiones, el ascenso total de las aguas podría ser para 2100 de entre 1,5 y 1,8 metros. La cifra duplica el aumento que hace apenas tres años informó un panel de especialistas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y es tan alta que quizá genere una profunda crisis humanitaria.
Según los investigadores, la situación se agravaría incluso más allá de 2100. Se prevé un ascenso de los mares a un ritmo de 30 centímetros por década durante el siglo XXII. "No estamos diciendo que definitivamente va a ocurrir", dijo David Pollard, investigador de la Universidad Estatal de Pensilvania y coautor del nuevo informe con Robert M. DeConto, de la Universidad de Massachusetts. "Pero nuestra intención es apuntar a que existe el riesgo, al que se debería prestar mayor atención", señaló.
El efecto en el largo plazo sería el hundimiento de las costas de todo el mundo y de muchas grandes ciudades. En el peor de los escenarios pronosticados, por ejemplo, las chances de Nueva York de sobrevivir otros 400 años parecen muy remotas. Miami, Nueva Orleans, Londres, Venecia, Shanghai, Hong Kong y Sydney correrían la misma suerte. En principio, sería posible construir defensas costeras para proteger las ciudades más densamente pobladas.
La nueva investigación surge de una versión mejorada del modelo de simulación computarizado de la Antártida y su complejo paisaje de rocas y glaciares. Esto se usa para detectar los factores que amenazan la estabilidad del casquete polar. La nueva versión permitió, por primera vez, reproducir los niveles de los océanos en otras épocas. El dato fue fundamental para proyectar los registros futuros de los niveles de los mares.
Varios especialistas que no participaron del estudio destacaron su relevancia. Y hasta lo catalogaron como un "hito científico". Pero, aun así, estiman que no es determinante. En una entrevista concedida hace un par de semanas, DeConto relató los años de trabajo frustrante. El modelo computarizado que diseñaron logró explicar de manera sofisticada el comportamiento actual de la capa de hielo, aunque falló al analizar el pasado.
En la simulación, por ejemplo, salvo que se elevaran las temperaturas mundiales a extremos poco realistas, el hielo no se derretía como para hacer subir las aguas al mismo nivel que alcanzaron en eras geológicas anteriores, cuando la atmósfera o el océano eran más cálidos.
"Sabíamos que nos faltaba algo", confesó DeConto. Ahí apareció el especialista en glaciaciones de la Universidad Estatal de Pensilvania, Richard B. Alley, con una recomendación: que los científicos consideraran lo que ocurriría si el aumento de la temperatura afectara a las vastas plataformas de hielo flotante que son barrera de contención del casquete polar. Si se perdiera esa protección, lo más probable sería la formación de gigantescos riscos de hielo. Para Alley, serían tan altos que en algunos puntos se volverían inestables. Además, el calentamiento de la atmósfera probablemente aceleraría el derretimiento de su superficie durante el verano, debilitándolos aún más.
Alley presupone que el resultado podría ser una veloz contracción del casquete polar por el desprendimiento de los riscos, que caerían al mar.
Cuando DeConto y Pollard desarrollaron los algoritmos necesarios para calcular la inestabilidad de los riscos, el modelo empezó a funcionar. El paso siguiente fue calcular lo que ocurriría si el cambio climático avanzaba. La respuesta fue que el sector occidental de la Antártida empezaría a desintegrarse a partir de 2050.
Tarde o temprano, también las partes altas, vulnerables y más frías del casquete polar del sector oriental comenzarían a colapsar en 2500. Así, se registraría un aumento de 14 metros en el nivel de los mares, junto con la llegada de agua de otras partes del planeta.
Con un esfuerzo real y constante para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, se podría salvar la Antártida. De este modo, el informe no permite llegar a la conclusión, como lo hacen otros, de que la desintegración gradual de la Antártida es irreversible.
Según el doctor Jorge Codignotto, si el nivel de los océanos ascendiera 1,5 m, desaparecería lo que está por debajo de las barrancas en San Isidro, Parque Lezama, Quilmes... En el Río de la Plata ya se registró un ascenso de 20 cm.
http://www.lanacion.com.ar/1888441-alertan-que-se-derretira-un-sector-de-la-antartida-en-las-proximas-decadas


15.
Ya no nos queda tiempo para luchar contra el cambio climático y se lo debemos, en parte, a Hillary Clinton
15 abril 2016
Clinton se equivoca al creer que puede poner a las empresas de combustibles fósiles de su lado. La situación no se puede resolver convenciendo a los megamillonarios para que hagan lo correcto.
En la carrera presidencial de EEUU ya no quedan demasiadas certezas, pero hay algo de lo que podemos estar absolutamente seguros: a los partidarios de Clinton no les gusta nada hablar acerca del dinero de las empresas de hidrocarburos. La semana pasada, cuando una joven activista de Greenpeace cuestionó a Hillary Clinton por aceptar donaciones de empresas de combustibles fósiles, la candidata acusó a Bernie Sanders de hacer una campaña “mentirosa” de la que dijo estar “harta”. Mientras el intercambio verbal se volvía viral en Internet, una sucesión de partidarios de peso de Clinton se apresuraban a decir que allí no había pasado nada y que todos deberíamos olvidarnos del tema.
Según la senadora por California Barbara Boxer, la sugerencia de que ese dinero puede afectar a las políticas de Clinton es “infundada y debería terminar”. “Completamente falsas”, “inapropiadas” y “sin sustento”, dijo el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio. Paul Krugman fue más lejos. En su columna del periódico The New York Times lanzó unas “pautas generales del buen y mal comportamiento” para el ala Sanders. ¿Y qué eligió como primera norma? Terminar con las “insinuaciones, sin evidencia alguna, de que Clinton es corrupta”.
Mucha artillería pesada para acallar un tema sin importancia. ¿En qué quedamos? ¿Es un tema importante o no? Primero, algunos datos. La campaña de Clinton, incluido su Super Pac (súper comité de acción política), ha recibido una gran cantidad de dinero proveniente de empleados y lobistas registrados de empresas de hidrocarburos. De ahí viene la tan mencionada cifra de 4,5 millones de dólares que calculó Greenpeace, en la que se incluyen las contribuciones de los lobistas.
Pero eso no es todo. Además, hay una gran cantidad de dinero proveniente de otras fuentes que no se tomó en cuenta en esos cálculos. Por ejemplo, uno de los financiadores más conocidos y activos de la campaña de Clinton es Warren Buffet. Aunque es dueño de una gran variedad de recursos, Buffet está metido hasta el cuello en la industria del carbón: desde el transporte del mineral hasta la gestión de las centrales de carbón más contaminantes del país.
“El verdadero problema no es el dinero que las corporaciones aportan a la campaña de Clinton, sino su ideología totalmente a favor de las corporaciones”
Además, está todo el dinero que las empresas de hidrocarburos han inyectado directamente en la fundación Clinton. Exxon, Shell, ConocoPhillips y Chevron han hecho contribuciones a la fundación en los últimos años. Hace poco, una investigación del International Business Times reveló que por lo menos dos de esas petroleras formaron parte de una campaña para presionar al Departamento de Estado, cuando Clinton era la principal responsable, por el tema de las arenas bituminosas de Alberta (Canadá), una variedad de petróleo mucho más contaminante. Científicos pioneros del clima, como James Hansen, han explicado que si no impedimos que ese CO2 llegue a la atmósfera, desencadenaremos niveles catastróficos de calentamiento.
¿Tuvieron estas donaciones algo que ver con el resultado de la investigación? La conclusión del informe fue que Clinton, como secretaria de Estado, aprobaba el proyecto Alberta Clipper, un controvertido oleoducto para transportar enormes cantidades de arenas bituminosas desde Alberta hasta Wisconsin. “Según el registro federal de lobismo al que tuvo acceso el IBT”, escriben David Sirota y Ned Resnikoff, “tanto Chevron como ConocoPhillips ejercieron presión en el Departamento de Estado específicamente con respecto al tema de las ‘arenas petrolíferas’ en los meses previos a obtener la aprobación del departamento; lo mismo hizo una asociación comercial financiada por ExxonMobil”.
¿Lograron estas donaciones que Hillary Clinton estuviera más dispuesta a pensar que, a pesar de las muchas advertencias de los científicos, esos oleoductos de arenas bituminosas no eran tan malos para el medio ambiente como parecían concluir los primeros estudios del Departamento de Estado sobre el oleoducto Keystone XL? No hay ninguna prueba o, como les gusta decir a los defensores de Clinton, no se encontró el arma homicida. Como tampoco hay ninguna prueba de que el dinero que recibió su campaña de los lobistas del gas natural y de los inversores en la industria del fracking haya moldeado la (peligrosa) forma de pensar que hoy tiene Clinton, para la que este sistema se puede usar de forma segura.
Es importante reconocer que la plataforma de campaña de Clinton incluye algunas políticas climáticas muy buenas que seguramente no le hacen ninguna gracia a los que contribuyen en su campaña. Esa es la razón por la que el sector de hidrocarburos aporta más dinero a los republicanos, que niegan completamente el cambio climático. Aun así, todo este caos de la financiación huele muy mal, y parece empeorar día a día. Está muy bien que el ala Sanders no se atenga a las “pautas generales del buen y mal comportamiento” dictadas por Krugman y no deje de hablar de dinero, en un año en el que el cambio climático ha contribuido a tener las temperaturas más altas de las que se tiene registro. Las elecciones primarias aún no han terminado. Antes de tomar una decisión con la que todos deberemos vivir por un largo tiempo, los votantes del Partido Demócrata necesitan y merecen saber todo lo que puedan.
Eva Resnick-Day, la activista de Greenpeace de 26 años que la semana pasada hizo decir a Clinton que estaba “harta”, tiene una perspectiva coherente y conmovedora de lo sumamente trascendental que es esta elección y de todo lo que hay en juego. En respuesta a las declaraciones de Clinton de que los jóvenes “no hacen sus propias investigaciones”, Resnick-Day explica en Democracy Now!: “Al ser un movimiento de jóvenes, hemos hecho nuestra propia investigación, y es por eso que el futuro nos aterra. Los científicos están diciendo que tenemos la mitad del tiempo que pensábamos que teníamos para enfrentar el cambio climático antes de pasar el punto de no retorno”.
“Por eso los jóvenes (las personas que van a tener que heredar y enfrentar este problema) están muy preocupados. Lo que suceda en los próximos cuatro u ocho años podría determinar el futuro de nuestro planeta y el de la raza humana. Por eso estamos presentes, haciendo las preguntas difíciles a todos los candidatos: para asegurarnos de que quien esté en el poder no siga haciendo las cosas como se venían haciendo, sino que tome una posición firme para enfrentar el cambio climático de manera significativa y profunda por el futuro de nuestro planeta”, asegura.
Las palabras de Resnick-Day son la mejor explicación de por qué esta elección presidencial no es una más en el ciclo electoral y de por qué la red de relaciones empresariales de Clinton es muy alarmante, con o sin “arma homicida”. Independientemente de quien gane en noviembre, el próximo presidente asumirá el cargo con la espalda contra la pared en lo que respecta al cambio climático.
En pocas palabras, nos hemos quedado sin tiempo. Los cambios están sucediendo más rápido de lo que los modelos científicos habían anticipado. Los hielos se derriten más rápido. Los océanos crecen más rápido. Y eso significa que los gobiernos deberán actuar más rápido. Los últimos datos contrastados de científicos nos informan que si queremos tener la posibilidad de proteger a las ciudades costeras en este siglo (entre ellas, Nueva York, el lugar en donde Bernie y Hillary están peleando actualmente), debemos dejar de utilizar los combustibles fósiles a una velocidad casi inhumana.
El Mundo Clinton
Un reciente estudio de la Universidad de Oxford publicado en la revista Applied Energy, llega a la conclusión de que, para que la humanidad tenga el 50% de probabilidades de alcanzar los objetivos de las temperaturas acordadas en París, las nuevas centrales eléctricas deben dejar de emitir carbono a la atmósfera a partir del año que viene.
Eso es difícil. Muy difícil. Como mínimo, se necesita la voluntad de enfrentarse cara a cara con las dos industrias más poderosas del planeta: las empresas de hidrocarburos y los bancos que las financian. Hillary Clinton está totalmente incapacitada para esta tarea monumental.
Aunque Clinton es muy buena combatiendo a los republicanos, enfrentarse a corporaciones poderosas va completamente en contra de su cosmovisión, de todo lo que ha construido y de todo lo que representa. En otras palabras, el verdadero problema no es el dinero que las corporaciones aportan a la campaña de Clinton, sino su ideología totalmente a favor de las corporaciones. Una ideología en la que aceptar dinero de lobistas y desorbitantes sumas de bancos a cambio de discursos es algo tan natural que a la candidata de verdad le cuesta entender por qué es algo digno de hacerse público.
En el Mundo Clinton, la relación es siempre ganar-ganar-ganar: los gobiernos parecen eficaces, las corporaciones parecen honestas, y las celebridades parecen serias. Y la última victoria: los Clinton se vuelven cada vez más poderosos.
Para entender esta cosmovisión no se necesita más que ver la fundación en la que trabaja Hillary Clinton con el nombre de su familia. La misión de la fundación se puede condensar así: hay tanta riqueza del sector privado fluyendo alrededor de nuestro planeta (en gran parte, gracias al frenesí desregulador y privatizador desatado por Bill Clinton durante su presidencia) que, cualquier problema de la Tierra, no importa cuán grande, puede solucionarse convenciendo a los megamillonarios para que hagan lo correcto con su dinero suelto. Como es natural, las personas encargadas de convencer a los megamillonarios para que hagan estas buenas acciones son los Clinton, dioses de la intermediación y de las relaciones públicas, ayudados por un séquito de celebridades de primer nivel.
El problema del Mundo Clinton es estructural. Es la manera en que estas relaciones profundamente enredadas (aceitadas por el intercambio de dinero, favores, posición social y notoriedad mediática) le dan forma a lo que, en primer lugar, se propone como política. Por ejemplo, bajo la supervisión de Clinton, las empresas farmacéuticas trabajan a la par de su fundación para bajar los precios en África (evitando convenientemente la verdadera solución: cambiar el sistema de patentes que les permite cobrar precios monstruosos a los pobres).
La multinacional Dow Chemical Company financia proyectos de abastecimiento de agua en la India (pero no debemos mencionar la conexión entre la multinacional y el desastre humanitario que aún hoy persiste en Bhopal, del que Dow todavía se niega a hacerse responsable). Por último, fue en una asamblea anual de la Iniciativa Global Clinton donde el magnate de la aviación Richard Branson hizo la ostentosa promesa de invertir miles de millones de dólares para resolver el cambio climático (casi una década después, mientras Virgin Airlines se sigue expandiendo, seguimos esperando).
En el Mundo Clinton, la relación es siempre ganar-ganar-ganar: los gobiernos parecen eficaces, las corporaciones parecen honestas, y las celebridades parecen serias. Y la última victoria: los Clinton se vuelven cada vez más poderosos.
“Nos dijeron que la reducción de emisiones tenía que ser una situación en la que “todos ganaran” y en “sintonía con los mercados”
En el centro de todo está la creencia canónica de que el cambio no viene de la mano de confrontar a los ricos y poderosos, sino de asociarnos con ellos. Si lo vemos desde la lógica de lo que Thomas Frank recientemente llamó “el mundo del dinero”, todas las decisiones controvertidas que tomó Hillary Clinton tienen sentido. ¿Por qué no aceptar dinero de los lobistas de los combustibles fósiles? ¿Por qué no aceptar cobrar cientos de miles de dólares a cambio de discursos en Goldman Sachs? No hay conflictos de intereses; es una asociación beneficiosa para todos y forma parte del infinito tiovivo del toma y daca entre políticos y corporaciones.
Los libros están llenos de los fracasos del filantrocapitalismo que propone Clinton. Cuando se habla del cambio climático, todos tenemos las pruebas necesarias para saber que este modelo es un desastre a escala mundial. Esa lógica permitió que el mundo tenga mercados de carbono infestados de fraude y dudosas compensaciones en las emisiones de carbono, en lugar de una regulación más dura para los que contaminan: nos dijeron que la reducción de emisiones tenía que ser una situación en la que “todos ganaran” y en “sintonía con los mercados”.
Si el próximo presidente pierde más tiempo con estas estrategias, se nos acaba el tiempo, así de simple. Si queremos tener alguna esperanza de evitar la catástrofe, las medidas que se tomen deben ser de una velocidad y alcance sin precedentes. Si se diseña de manera adecuada, la transición a una economía post-carbono puede generar una gran cantidad de situaciones en las que “todos ganen”. No solo significaría un futuro más seguro, sino un gran número de trabajos bien remunerados; un transporte público mejorado y económico; ciudades más habitables; así como también justicia racial y ambiental para las comunidades que se encuentran en la primera línea de la extracción de contaminantes.
“Sanders y sus partidarios entienden algo fundamental: no todos van a salir ganando. Para que algo de esto ocurra, las empresas de hidrocarburos, que por décadas han hecho una cantidad obscena de dinero, van a tener que empezar a perder”
Precisamente, la campaña de Bernie Sanders está construida alrededor de esta lógica: no la de darle caricias a los ricos esperando un poco de nobleza por su parte, sino la lógica de que el ciudadano común se organice y los desafíe, obteniendo regulaciones más severas, y la de obtener como resultado un sistema más justo.
Sanders y sus partidarios entienden algo fundamental: no todos van a salir ganando. Para que algo de esto ocurra, las empresas de hidrocarburos, que por décadas han hecho una cantidad obscena de dinero, van a tener que empezar a perder. Y perder mucho más que la reducción de los impuestos y subsidios que Clinton prometió recortar. Tendrán que perder también las nuevas concesiones mineras y petroleras que tanto desean; se les tendrán que denegar los permisos para los conductos y terminales de exportación que tanto quieren construir. Tendrán que dejar donde están billones de dólares en reservas de combustibles fósiles.
Al mismo tiempo, si los paneles solares se multiplican sobre los techos de las casas, las grandes empresas de servicios eléctricos perderán una parte importante de sus ganancias: sus antiguos consumidores entrarán en el negocio de la producción de energía. Esto crearía oportunidades para una economía más equitativa y, en última instancia, para bajar las facturas de los servicios públicos. Pero, una vez más, algunos intereses poderosos tendrán que perder (ese es el motivo por el que la central de carbón de Warren Buffett en Nevada le ha declarado la guerra a la energía solar).
Un presidente dispuesto a infligir esta clase de pérdidas a las empresas de combustibles fósiles y a sus aliados tiene que ser mucho más que alguien que no participa en actos de corrupción. Tiene que estar a la altura de la batalla del siglo, completamente seguro de qué lado tiene que ganar. Mirando las elecciones primarias demócratas, no hay duda de cuál de los dos da la talla en este momento histórico. ¿Las buenas noticias? Acaba de ganar en Wisconsin. Y, además, no sigue las pautas de buen comportamiento de nadie.
http://www.attac.es/2016/04/15/ya-no-nos-queda-tiempo-para-luchar-contra-el-cambio-climatico-y-se-lo-debemos-en-parte-a-hillary-clinton/


16.
El cambio climático está desplazando el Polo Norte
19 Abril 2016
En la Tierra, el Polo Norte geográfico y el magnético no coinciden. El geográfico es el que todos conocemos; el otro se encuentra a unos 1.600km de distancia, al norte de Canadá. Es hacia el que señalan las brújulas. Ahora una investigación ha descubierto que como consecuencia del cambio climático, el Polo Norte magnético se desplaza hacia el este.
Que los polos se mueven es algo que ya sabíamos desde hace más de un siglo. De hecho desde 1899 se mantienen registros al respecto, que indican un desplazamiento continuo del polo septentrional hacia el oeste, al menos hasta ahora.
La sorpresa ha llegado cuando una investigación, publicada de forma reciente en la revista Science Advance, ha analizado el último cambio de rumbo producido, el que ha hecho virar el avance hacia oriente.
Por primera vez en la historia se ha demostrado que el cambio de dirección y velocidad se debe al cambio climático. En concreto al deshielo de los casquetes polares y otros glaciares localizados alrededor del mundo.
A gran escala, el deshielo supone un cambio importante en la masa del planeta tierra, o así lo indican Surendra Adhikari y Erik R. Irvins, los dos investigadores de la NASA encargados de llevar a cabo la investigación.
Las corrientes de agua se están desplazando de forma distinta alrededor del globo, todo ello como consecuencia del calentamiento global y de la acción humana La variación es mínima, pues un cambio mayor provocaría modificaciones climáticas drásticas en todo el mundo.
Hasta ahora, cualquier modificación en los polos magnéticos y el eje de rotación de la tierra se debía a causas naturales. La erupción de un volcán, el impacto de un meteorito o simplemente la deformación geográfica de la tierra hacían variar los polos de forma continua o brusca
Ahora somos los humanos los que hemos comenzado a influir a nivel geográfico a gran escala. El cambio climático tiene consecuencias que escapan nuestro control y que somos incapaces de prever. Las medidas para frenar el calentamiento global se han demostrado ineficientes por falta de implicación a nivel mundial.
http://computerhoy.com/noticias/life/cambio-climatico-esta-desplazando-polo-norte-43661


17.
Cambio climático. El planeta continúa «derritiéndose» ante nuestros ojos
17/04/2016
Así lo señala la NASA en un reciente informe. El calor del planeta aumenta en marzo 1.28 grados más que el siglo XX y destacan que deshielo en Greoenlandia ha comenzado antes de tiempo
Los datos recobrados por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA) muestran que la temperatura global promedio estaba en marzo pasado 1,28 grados centígrados por encima de la media del siglo XX. Ese dato hace por tanto de marzo, el mes más caliente de todo el registro de observaciones meteorológicas comparativas entre distintas regiones del planeta, llegando a batir el récord de febrero. Siendo así, la undécima vez consecutiva que la temperatura mundial supera las cifras registradas en el mes anterior. De esta manera, el mundo encadena seis meses con incrementos de temperatura de más de 1ºC por encima de lo normal, algo que no había ocurrido nunca antes en el registro histórico. Se trata de las anomalías térmicas más altas desde 1880.

En el mapa de la NASA se observa que los principales aumentos térmicos de marzo tuvieron lugar en el Ártico, buena parte de América del Norte y extensas áreas de Rusia, donde los termómetros marcaron entre 4,0 y 6,9ºC más de lo normal. La mayoría de las zonas terrestres tuvieron incrementos de temperatura, excepto España, parte del norte de África, el noreste de Canadá y áreas del centro de América del Sur, donde hizo más frío de lo normal o lo habitual para marzo.
Por otro lado, la Agencia Meteorológica de Japón también ha publicado sus últimos datos mensuales, que indican que la temperatura media de la superficie mundial el pasado marzo fue 0,62ºC superior al promedio entre 1981 y 2010, y 1,07ºC por encima de la media del siglo XX. En su informe mensual, recogido por Servimedia, el organismo japonés señala que esta anomalía térmica coloca a marzo de 2016 como el más caluroso desde que inició su propio registro histórico en 1891 y apunta que la temperatura media de la superficie del planeta ha aumentado a un ritmo de aproximadamente 0,85ºC por siglo. 
España por su parte, tuvo una media de 10ºC, lo que supone 1,3ºC menos al promedio entre 1981 y 2010. Se trata del 17º marzo más frío de la serie histórica (que comenzó en 1961) y el segundo del siglo XXI, sólo por detrás del de 2004, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El mes pasado fue muy frío en la mayor parte de las regiones, con anomalías negativas que superaron los 2ºC en amplias zonas de ambas mesetas, Extremadura, el interior de Andalucía, el Sistema Ibérico, la Cordillera Cantábrica y el interior de Navarra. En el resto del territorio peninsular, las anomalías negativas de temperatura oscilaron entre 1ºC y 2ºC, salvo en las regiones mediterráneas, donde fueron inferiores a 1ºC. Incluso se registraron temperaturas ligeramente por encima de lo normal en algunas zonas de la Comunidad Valenciana, Murcia, Cataluña y Baleares.
Tal y es así, que 'The Independent' ya ha detallado las consecuencias para el medioambiente que no tardarán en llegar, enfatizando en una alarma importante, el rápido deshielo en Groenlandia.
Groenlandia se derrite
Esta misma semana se ha detectado que los hielos de Groenlandia comenzaron a derretirse tres semanas antes de lo habitual. Cerca de 12% de la superficie de los glaciares que cubren la isla más grande del hemisferio norte presentó indicios del derretimiento el lunes y martes de esta semana, según las mediciones del Instituto Meteorológico de Dinamarca. Se trata de 1,7 millones de kilómetros cuadrados.
«Dicho grado de deshielo es una norma para los finales de mayo y no los mediados de abril», explicó un colaborador científico. La fecha exacta más temprana en la que se registró el derretimiento de al menos 10% de la superficie de los glaciares en Groenlandia fue el 5 de mayo y sucedió en 1990.
http://www.abc.es/natural/cambioclimatico/abci-cambio-climatico-planeta-continua-derritiendose-ante-nuestros-ojos-201604171647_noticia.html
 

18.
Los expertos predicen un éxodo masivo por el cambio climático desde Oriente Medio y Norte de África
Un nuevo estudio vaticina que parte de esta región puede volverse inhabitable debido a la progresiva subida de las temperaturas.
03-06-2016
Más de 500 millones de personas viven en Oriente Medio y el Norte de África, una región tórrida en verano y donde el número de días de calor se ha duplicado desde 1970.
Un nuevo estudio vaticina que parte de esta región puede volverse inhabitable debido a la progresiva subida de las temperaturas. "En el futuro, el clima en gran parte de Oriente Medio y el Norte de África podría cambiar de manera tal que la existencia misma de sus habitantes está en peligro", dice Jos Lelieveld, director en el Instituto Max Planck de Química y profesor en el Instituto de Chipre.
Lelieveld y sus colegas han investigado cómo se desarrollarán las temperaturas en Oriente Medio y el Norte de África en el transcurso del siglo 21. El resultado es profundamente alarmante: Incluso si la temperatura de la Tierra se incrementara en promedio sólo dos grados centígrados en comparación con los tiempos pre-industriales, la temperatura en verano en estas regiones se incrementará en más del doble.
A mediados de siglo, durante los periodos más cálidos, las temperaturas no caerán por debajo de 30 grados por la noche y durante el día podrían elevarse a 46 grados centígrados. A finales del siglo, temperaturas del mediodía en los días calurosos, incluso podrían subir a 50 grados centígrados. Otro hallazgo: Las olas de calor podrían producirse diez veces más a menudo que lo hacen ahora.
Además, la duración de las olas de calor en el norte de África y Oriente Medio se prolongará de forma espectacular. Entre 1986 y 2005, el período promedio era de alrededor de 16 días, pero a mediados de siglo, el tiempo será inusualmente cálido durante 80 días por año. Al final del siglo, hasta 118 días podrían ser inusualmente cálidos, incluso si las emisiones de gases de efecto invernadero disminuir de nuevo después de 2040.
"Si la humanidad continúa liberando dióxido de carbono como lo hace ahora, las personas que viven en el Oriente Medio y el Norte de África tendrá esperar unos 200 días inusualmente cálidos, de acuerdo con las proyecciones de los modelos ", dice Panos Hadjinicolaou, profesor Asociado en el Instituto Chipre y experto en cambio climático.
Mayor presión migratoria
El investigador atmosférico Jos Lelieveld está convencido de que el cambio climático tendrá un gran impacto en el medio ambiente y la salud de las personas en estas regiones. "El cambio climático empeorará significativamente las condiciones de vida en el Oriente Medio y en el Norte de África. Olas de calor prolongadas y tormentas de polvo del desierto pueden hacer algunas regiones inhabitables, lo que sin duda contribuirá a la presión para emigrar", dice Jos Lelieveld en un comunicado.
El equipo de investigación, recientemente, también publicó los resultados del aumento de la contaminación atmosférica por partículas finas en el Oriente Medio. Se encontró que el polvo del desierto en la atmósfera sobre Arabia Saudita, Irak y en Siria se ha incrementado hasta en un 70 por ciento desde principios de este siglo. Esto se debe principalmente a un aumento de las tormentas de arena, como resultado de las sequías prolongadas. Se espera que el cambio climático contribuirá a nuevos aumentos, lo que empeorará las condiciones ambientales de la zona.
En el estudio publicado ahora, Lelieveld y sus colegas compararon los datos climáticos de 1986 a 2005 con las predicciones de 26 modelos climáticos durante el mismo período de tiempo. Se demostró que los datos de las mediciones y las predicciones del modelo se corresponden muy bien, por lo que los científicos utilizaron estos modelos para proyectar las condiciones climáticas para el período 2046-2065 y el período 2081-2100.
En el estudio publicado ahora, Lelieveld y sus colegas compararon los datos climáticos de 1986 a 2005 con las predicciones de 26 modelos climáticos durante el mismo período de tiempo
Los investigadores basaron sus cálculos en dos escenarios futuros: En el primer escenario, denominado RCP4.5, se supone que las emisiones globales de gases de efecto invernadero comenzarán a disminuir en 2040 y que la Tierra va a ser sometida a calentamiento en un 4,5 vatios por metro cuadrado a finales del siglo. El escenario RCP4.5 se corresponde aproximadamente con el objetivo fijado en la última cumbre del clima de la ONU, lo que significa que el calentamiento global debería ser limitado a menos de dos grados centígrados.
El segundo escenario (RCP8.5) se basa en la suposición de que los gases de efecto invernadero seguirán aumentando sin más limitaciones. De acuerdo con este escenario, la temperatura media de la superficie de la Tierra se incrementará en más de cuatro grados centígrados en comparación con los tiempos pre-industriales.
En ambos escenarios, se espera que el mayor aumento de la temperatura en el Oriente Medio y el Norte de África se produzca durante el verano, cuando ya está muy alto, y no durante el invierno, como es más común en otras partes del mundo. Esto se atribuye principalmente a una amplificación del calentamiento del desierto en regiones como el Sahara. Los desiertos no amortiguan bien el calor, lo que significa que la superficie caliente y seca no puede enfriarse por la evaporación del agua del suelo. Dado que el balance de energía superficial es controlada por la radiación de calor, el efecto invernadero por los gases tales como dióxido de carbono y vapor de agua aumentará de forma desproporcionada.
Independientemente de cuál es el escenario de cambio climático que se convertirá en realidad, tanto Lelieveld y Hadjinicolaou están de acuerdo en que el cambio climático puede dar lugar a un deterioro significativo de las condiciones de vida para las personas que viven en el norte de África y Oriente Medio, y en consecuencia, tarde o temprano, muchas personas pueden tener que abandonar la región.
http://www.publico.es/ciencias/expertos-predicen-exodo-masivo-cambio.html


19.
África se muere de calor
12 de mayo de 2016
La sequía causa hambre a 14 millones de personas en el sur de África
Olas de calor más largas, más regulares y más calientes podrían tener un efecto perjudicial sobre la esperanza de vida y la producción de cultivos en África, según advierten científicos del clima en un estudio publicado en la revista 'Environmental Research Letters'. Al examinar los datos de temperatura desde 1979 hasta 2015, los investigadores advierten que las olas de calor clasificadas como inusuales hoy en día podrían llegar a ser un hecho normal dentro de 20 años. Este escenario podría ser desencadenado por un aumento de la temperatura media global de 2 grados.
Situado entre el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio, África experimenta altos niveles de radiación solar todo el año y las olas de anuales pueden ocurrir en cualquier época del año, no sólo durante los meses de verano. Mediante modelos climáticos hasta 2075, los científicos descubrieron que las llamadas inusuales olas de calor podrían producirse con tanta frecuencia como cuatro veces al año hacia el final del siglo.
"África es uno de los continentes más vulnerables al cambio climático e, incluso, un modesto aumento de la temperatura media global podría tener consecuencias graves para las personas que viven allí", dice Jana Sillmann, del Centro de Investigación del Medio Ambiente y el Clima Internacional (CICERO, por sus siglas en inglés), una de las instituciones que participan en el estudio. "Tenemos que poner un esfuerzo considerable en la adaptación al cambio climático para reducir el riesgo de eventos extremos como olas de calor, que es probable que ocurra con mucha más frecuencia en el futuro", añade.
El equipo -que también incluye a investigadores del Instituto de Protección Ambiental y de Investigación (ISPRA, por sus siglas en inglés) y la Universidad de Catania, en Italia- empleó una métrica conocido como Índice de Magnitud Ola de Calor Diaria (HWMId, por sus siglas en inglés, que tiene en cuenta la severidad de las temperaturas extremas, así como el número de días consecutivos de clima caliente. Con este enfoque, el equipo puede comparar las olas de calor que se producen en diferentes lugares y en distintos momentos del año.
"La gravedad del impacto en la producción de cultivos y la mortalidad humana depende de la vulnerabilidad de las comunidades afectadas y los sistemas ambientales -añade-. Por ejemplo, la ola de calor en Finlandia en 1972 -que hemos estudiado anteriormente- fue comparable al periodo de tiempo caliente que se produjo en Europa Central durante 2003. Sin embargo, este último evento fue responsable de más muertes que la ola de calor de Finlandia".
Los detalles completos del análisis realizado por el equipo para cuantificar la magnitud y la extensión espacial de las olas de calor más extremas experimentadas en África entre 1979 y octubre de 2015 a través de las diferentes estaciones se revelan en un artículo publicado en la revista 'Environmental Research Letters'. http://www.diariodenavarra.es/noticias/vivir/medio_ambiente/2016/05/12/africa_muere_calor_454034_3281.html


 20.
¿Por qué un gigante de llamas dormido despertó en Alberta y se hizo invencible?
15 de mayo 2016
*Los bomberos que trabajan en su extinción dicen que se movía con una "velocidad sin precedentes", diferente a los cientos de incendios que se producen cada año en la región
*La causa de este fuego tan agresivo, que se inició en una zona boscosa apartada, todavía está siendo investigada.
Un monstruo de muchas cabezas. Un animal de fuego. Una bestia. A medida que fue bramando fuera de control en el norte de Alberta e irrumpió en la localidad de Fort McMurray con una ferocidad sin precedentes, el fuego descontrolado empezó a acumular una lista de nombres pintorescos.
En muy pocos días, el fuego había aumentado de tamaño. De unas 1.200 hectáreas pasó a arrasar a más de 220.000. Dibujó una estela de destrucción en Fort McMurray, una ciudad en el corazón de las arenas de alquitrán en Alberta, forzando la evacuación de más de 88.000 personas, arrasando algunas partes de la ciudad y dejando un reguero de restos carbonizados a su paso.
Algunos de los que han hecho frente a este incendio forestal nunca habían visto nada parecido. "Es un fuego sin precedentes con respecto a la velocidad que se ha propagado, por la forma en que ha afectado a la población", explicaba el jefe regional de bomberos Darby Allen a principios de esta semana, después de que unas temperaturas más bajas y una mayor humedad permitieran a los equipos controlar el fuego.
"La forma en que se produjo, la manera en la que se extendió y cómo se comportó reescriben las fórmulas del comportamiento de los fuegos", explica. Pero, ¿qué hizo a este fuego diferente de los cientos de incendios que se producen cada año en la región, o de otros incendios descontrolados alrededor del mundo? "Hemos tenido incendio de más velocidad, más grandes, pero este, en términos de impacto y del lugar en el que se produjo, es completamente histórico", recuerda Chad Morrison, director de prevención de incendios de Alberta.
Un incendio forestal inaudito
Un incendio en el norte de Alberta en 2011 afectó a más de 700.000 hectáreas. Otro en 1951 quemó alrededor de 1,4 millones de hectáreas, convirtiéndose en el mayor incendio jamás registrado en Norteamérica. Pero estos incendios quemaron zonas apartadas de la región, cuenta Morrison. "No creo que hayamos visto nunca una comunidad de este tamaño afectada por el riesgo de un incendio de esta envergadura y ferocidad".
El fuego al que se enfrentaron los equipos contraincendios –más acostumbrados a batallar contra casas o apartamentos incendiados– era un incendio forestal capaz de barrer barrios enteros. Los bomberos lograron mantener a salvo alrededor del 85% de la ciudad, pero no pudieron hacer nada por unas 2.400 casas y edificios que terminaron en llamas.
La causa de este fuego tan agresivo, que se inició en una zona boscosa apartada, todavía está siendo investigada.
Los vientos cambiantes del principio de la semana vieron cómo el fuego rápidamente paso de estar en gran medida controlado a convertirse en llamaradas enfurecidas que traspasaron los límites de Fort MacMurray. Hubo un momento en el que el fuego consiguió saltar un río de un kilómetro de ancho.
Nada hubiera podido prevenirlo
"Ninguna cantidad de buques o recursos, ningún cortafuego de cualquier tamaño podría haber prevenido que el fuego golpease a la comunidad ese día", reconoce Morrison. "A veces la madre naturaleza hace lo que quiere hacer y ocurren cosas malas".
El "horrible y sucio" fuego –en palabras del jefe local de bomberos– sorprendió a los científicos por la forma en que se desató, dice Mike Flannigan que estudia los incendios forestales en la Universidad Edmonton de Alberta.
Alimentado por la yesca, por unas inusuales altas temperaturas y por niveles bajos de humedad, el fuego liberó cantidades masivas de energía según avanzaba, creando su propio clima y relámpagos. Los incendios que producen relámpagos no son desconocidos, recuerda Flannigan. "Pero este generó relámpagos que después provocaban nuevos incendios. Es la primera vez que escucho algo así".
A medida que el fuego se fue haciendo noticia en todo el mundo, muchos se apresuraron a vincular su comportamiento extremo con el cambio climático. Pero Kerry Anderson, un experto en investigación de incendios en el departamento de Recursos Naturales de Canadá, dijo que serán necesarios registros a largo plazo para poder decir con seguridad que esos vínculos existen. "Sabemos que se producen incendios forestales desde hace 100 años, pero no es hasta hace 15 o 20 años que tenemos registros bastante fiables de las áreas que los incendios queman cada año".
Anderson se refirió a la corriente de El Niño para explicar el fuego extremo. El invierno suave en Canadá hizo que la temporada de incendios comenzase cuatro semanas antes de lo habitual y ayudó a generar las condiciones para que se crease yesca seca. "El fuego es una parte natural del medio ambiente en Canadá... si no fuera por los fuegos, los bosques maduros de repente serían susceptibles de quemarse o enfermar".
Otros dicen que el cambio climático podría ser el causante de este tipo de episodios de fuego extremo y que esto podría ser la nueva normalidad. "Tenemos una temperatura que se está convirtiendo en una fiebre y la estamos ignorando", asegura Tim Lynham, experto del comportamiento de los incendios en el departamento de Recursos Naturales en Canadá.
El calentamiento global ha causado que la nieve se derrita antes, dejando el suelo y la vegetación más secos haciendo que la temporada de incendios empiece antes. El resultado es un periodo más largo de incendios al año, augura Lynham. "Y esto supondrá más riesgos para las comunidades".
Más de 500 bomberos continúan luchando contra el fuego en el norte de Alberta. Su expansión se ha frenado en los últimos días y su extensión ha alcanzado ya unas 241.000 hectáreas. Los vientos ha ayudado a desplazarlo lejos de las poblaciones.
A lo largo de Alberta, donde más de 15 fuegos incontrolados siguen activos, los bomberos siguen trabajando contra los fuertes focos del fuego que han denominado La Bestia, todos ellos conscientes de su fuerza latente y de su poder para causar estragos. "Es algo así como un gigante dormido en el interior del bosque", compara Morrison. "Y algún día cuando haga calor y haya sequía, se despertará, se dará un pequeño paseo por el bosque y quemará un poco más".
http://www.eldiario.es/theguardian/gigante-dormido-desperto-Alberta-invencible_0_516198688.html


21.
Desobediencia civil, el último recurso contra el cambio climático
Miles de manifestantes se movilizan en todo el mundo contra las empresas de hidrocarburos más grandes del planeta. Deberíamos darles nuestro apoyo y, de ser posible, unirnos a su causa.
16/05/2016
En este preciso momento, miles de personas están protestando en todo el mundo contra los proyectos de infraestructura de las empresas de hidrocarburos. 
La primera protesta tuvo lugar a principios de mes, con el cierre de la mina de carbón a cielo abierto más importante del Reino Unido, al sur de Gales. El domingo pasado, en Newcastle (Australia), unas 1.000 personas lograron que se cerrara el mayor puerto de exportación de carbón del mundo. No fueron las únicas. En Filipinas, Brasil, Estados Unidos, Nigeria, Alemania y la India, otras medidas de esta clase están teniendo lugar frente a centrales eléctricas, refinerías de petróleo, gasoductos, oleoductos y minas.
Es solo una parte de la escalada de protestas prometida tras el acuerdo de París y constituye el acto de desobediencia civil más grande en la historia del movimiento ecologista. Los gobiernos se habrán puesto de acuerdo en mantener el calentamiento global en 1,5 grados centígrados, pero depende de nosotros que los combustibles fósiles permanezcan donde deben estar: bajo tierra.
La economía de muchos gobiernos aún depende de los combustibles fósiles. No podemos dejar en sus manos los cambios radicales necesarios. En los 21 años que les llevó llegar a un acuerdo (no vinculante e inadecuado), las emisiones de carbono crecieron a toda velocidad. Ahora depende de que nosotros exijamos a los gobiernos que se hagan responsables, que respondan con hechos y no con palabras. Con nuestra desobediencia masiva debemos desafiar la legitimidad de la industria de los combustibles fósiles.
Es injusto que las corporaciones y los gobiernos cometan delitos contra el planeta y la sociedad sin pagar por las consecuencias, mientras que a aquellos que luchan para impedir tales delitos se los castiga, se los asesina y se los encarcela. Pero el número de personas dispuestas a desafiar esta realidad está creciendo. Y si realmente queremos justicia para el medio ambiente, la protesta como herramienta para conseguir este objetivo se tiene que generalizar. Debemos apoyar y no denunciar a aquellos que están dispuestos a poner en riesgo su vida, ya que todos nos beneficiamos con sus actos. No todo el mundo está en posición de ejercer la desobediencia civil, pero todos podemos apoyarla.
Muchos de los cambios necesarios para combatir el cambio climático también implicarían una mejora en la calidad de vida de la mayoría de la gente del planeta. Los cambios van desde permitir que los habitantes de Pekín puedan salir de su casa sin tener que usar máscaras respiratorias hasta la creación de buenas fuentes de trabajo para millones de personas.
Las empresas mineras se defienden argumentando que con sus operaciones generan empleos vitales para la población local. Pero la industria de los combustibles fósiles no puede ofrecer un trabajo estable cuando se está desmoronando (a pesar de que recibe billones en subvenciones que se le están quitando a las renovables). La desinversión masiva, la caída de los precios, el acuerdo global sobre el clima, la creciente resistencia mundial y la cada vez mayor cantidad de pruebas científicas sobre el impacto en el medio ambiente hacen inevitable el fin de la industria de los combustibles fósiles.
Los puestos de trabajo que ofrecen las empresas de hidrocarburos no solo son inestables, sino a menudo peligrosos. El único recuerdo que tengo de mi abuelo minero es el de verlo en cama tosiendo y sufriendo por un dolor en la espalda provocado en la mina. Los efectos de su trabajo perduraron mucho tiempo después de que la mina cerrara y a él lo despidieran: mi abuelo y sus hermanos murieron por una enfermedad respiratoria causada por la inhalación de contaminantes en el aire. Los mismos contaminantes que tienen que respirar las comunidades que, por desgracia, están cerca de un sitio de extracción o de quemado de combustibles fósiles.
La extracción de combustibles fósiles por parte de las empresas también ocasiona que las comunidades locales dependan de un recurso limitado y queden a merced de una corporación cuyo principal objetivo es obtener ganancias. Cuando el petróleo se agota o ya no queda carbón, la empresa se retira del lugar, dejando nada más que pobreza y contaminación. La zona en la que vivía mi familia, una comunidad floreciente cuando abundaba el carbón, ahora es un lugar con una alta tasa de desempleo, deterioro social y pocas oportunidades de progresar.
Las energías renovables no solo pueden ofrecer seguridad laboral con trabajos más duraderos, menos peligrosos y menos dependientes de los distintos sitios de extracción, sino también la oportunidad de que haya participación ciudadana sobre las fuentes de energía y comunidades sustentables. No es difícil elegir entre energía y trabajos no contaminantes, seguros, democráticos y sustentables o energía y trabajos contaminantes, peligrosos y poco democráticos. 
En este momento, tenemos la tecnología para hacer la transición hacia un Reino Unido con cero emisiones de carbono. Pero las barreras no son tecnológicas: son políticas. Para sortearlas, necesitamos reclamar nuestro poder, tanto el que otros ejercen sobre nosotros como el que ya está en nosotros. En 2017 se dice que vence el plazo para llegar al límite de los dos grados centígrados. Este es el momento para actuar. Este tiene que ser el año de la desobediencia climática masiva.
http://www.eldiario.es/theguardian/Desobediencia-ultimo-recurso-cambio-climatico_0_516548815.html

Nota: que lástima que este tipo de protestas no se puedan realizar en China con su contaminante carbón y otros lugares...

22.
Cambio climático, cambio de vida
16 May 2016
Hasta el más despreocupado de los mortales se pregunta por qué el clima ha cambiado tanto; por qué el calor ha incrementado tanto y las distorsiones del clima se presentan con tanta frecuencia. Disfrutamos por un rato el tiempo frío y cálido, pero cuando calienta en exceso o se vuelve demasiado frío no deja de incomodarnos. Hasta los que estamos acostumbrados al calor, hoy que se ha incrementado hasta grados no antes vistos, nos preguntamos por qué. No solo el frío mata; en Europa se han dado olas de calor últimamente que han cobrado la vida de miles de personas. El planeta se está calentando a niveles sin precedentes y es necesario un examen universal de conciencia para saber cómo llegamos hasta acá y qué deberíamos hacer o hasta qué estamos dispuestos a hacer, si no para revertir estos cambios, por lo menos estabilizar el clima. Yo creo que así como las experiencias políticas con distintos sistemas que han fracasado, otros que se estrenan o los que más se han afianzado por décadas, hoy son cuestionados y nos preguntamos si esos sistemas políticos responden a las necesidades nuevas y cambiantes de esta humanidad; es de rigor también, preguntarnos si nuestra concepción de bienestar y seguridad ha sido la correcta. Es necesario hacer un parte aguas y deliberar si las fórmulas aplicadas a esos sistemas políticos no son también aplicables a la vida en general, necesitamos preguntarnos a conciencia si esa igualitaria distribución de la riqueza que genera tanta crítica y debate en las naciones no es también aplicable a las cuestiones climáticas. El hombre moderno necesita hacer una introspección para hacer conclusiones de si ese bienestar que han disfrutado o hemos disfrutado unos pocos, al final de la cuenta, la factura no la tenemos que pagar todos, incluidos aquellos que estaban en el más alto nivel, disfrutando los beneficios de ese “progreso” y “bienestar”.
Pensemos por un momento en el confort que producen los sistemas de aire acondicionado, detengámonos para meditar la facilidad de movilización que ha producido la masificación del uso del vehículo. Sí, es cierto, todos los que disfrutamos de ese bienestar, los que alguna vez lo hayan hecho, conocen sus ventajas, se vive mejor, se duerme mejor, se llega más rápido, pero a qué costo. Todos estos avances son responsables directos de los efectos del cambio climático, cada uno ha hecho indiscutiblemente su aporte al calentamiento global. Y quién está padeciendo sus efectos.
Tal vez estos efectos que hoy nos preocupan sean capaces de producir un cambio de conciencia y entender mejor lo que significa humanidad; tal vez produzcan en el hombre moderno un repensar de lo que es bienestar y llegar a la conclusión que en ese concepto y figura compleja que es el ser hombre, se engloba mucho más que el solo un individuo en solitario, tal vez se comprenda que el concepto hombre solo se puede entender cuando se tensa por completo en la humanidad entera. Que el ser hombre y por lo tanto su bienestar solo se puede entender cuando se entiende el ser hombre como humanidad completa, que la distribución de la riqueza de forma igualitaria también es aplicable a la distribución del aire de manera equitativa, no es justo que unos cuantos contaminan mientras disfrutan, mientras los demás solo sufren las consecuencias y pagan las facturas más altas. No es solo el concepto de cambio climático lo que se discute, también se discute lo que es hombre y lo que es humanidad.
http://www.laprensa.hn/opinion/columnas/960504-412/cambio-clim%C3%A1tico-cambio-de-vida


23.
Cambio climático: abril marcó un nuevo récord
Según la NASA, el mes pasado superó todas las marcas de temperaturas registradas
17 de mayo de 2016
No frena. Mes tras mes, la temperatura media del planeta se empeña en marcar un nuevo récord. Anteayer, se conoció que en abril pasado se produjo una nueva marca histórico en términos de variabilidad de la temperatura en la superficie terrestre y en los océanos. Así lo determinó la agencia aeroespacial estadounidense (NASA, por sus siglas en inglés), que indicó que la temperatura media de abril pasado fue de 1,11°C superior a la media recogida desde 1951 hasta 1980 por el organismo. El récord anterior de un mes de abril se había batido en 2010, cuando la media se superó en 0,87°C.
Es el séptimo mes consecutivo que aumentó la temperatura en al menos 1°C por encima de los promedios de referencia. Los datos llevaron a los científicos a declarar una "emergencia climática" y ya se están poniendo en duda las promesas hechas en el acuerdo de París para mantener el alza de la temperatura por debajo de los 2 grados centígrados. Si el límite se supera, los científicos prevén que habrá consecuencias catastróficas para el planeta.
"Esto significa que la tendencia positiva continúa y se mantiene por efectos humanos. Después de un breve período de freno en el calentamiento a principios de este siglo por la circulación oceánica, vemos que El Niño [el desarrollo de la corriente cálida del Pacífico] potenció la suba y por eso es récord. El hecho de un episodio como El Niño, que forma parte del proceso natural, tiene que ser un llamado de reflexión a todos los políticos, empresarios, ciudadanos, de todos que tenemos que ponernos en acción", indicó Pablo Canziani, investigador del Conicet y especialista en cambio climático.
El acuerdo fue consensuado en diciembre pasado por 195 países con el ambicioso objetivo de limitar el aumento de temperatura a 1,5°C en comparación con los niveles preindustriales.
Los aumentos de temperatura generaron efectos devastadores en varios lugares del planeta. Por ejemplo, hace un mes se detectó el blanqueamiento del 93% de la gran barrera coralina de Australia, que sufre un deterioro hasta cierto punto irreversible por el aumento de las temperaturas del mar. Los científicos estiman que la mitad de los corales morirán, en un efecto comparable al paso de un ciclón.
Las consecuencias locales
En la Argentina, el impacto climático también se hizo presente. De hecho, el último abril estuvo marcado por las precipitaciones. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en un trabajo especial, mostró marcas inéditas en al menos cinco ciudades para esa época del año. "Los mayores valores de precipitación se registraron en la provincia de Santa Fe, el norte de Entre Ríos y el sur de Corrientes, donde alcanzaron valores entre los 400 mm y 600 mm en los primeros 20 días del mes. En las provincias de Chaco, Tucumán, Santiago del Estero y Mendoza, el sur de San Luis, el centro de Salta, el norte de Córdoba y La Pampa y el centro-norte de Buenos Aires, se registraron precipitaciones que superaron los 100 mm".
Las causas de este fenómeno obedecieron a la presencia de la circulación de bajas presiones al oeste del centro de Chile y de altas presiones en el Atlántico Sur. Y esto se combinó con la influencia de la corriente de El Niño. Canziani sostuvo que la gravedad del fenómeno de las lluvias fue potenciada por el "mal manejo del suelo, el avance de la frontera agropecuaria y el mal manejo urbano". E indicó: "Nuestro país tiene que ver para que el cambio climático no empeore porque, dadas las características que se presentan en el nuevo escenario, puede ser interesante aprovechar las circunstancias y trabajar en la adaptación al cambio climático y en el aprovechamiento del recurso agua".
Canziani forma parte de un grupo de científicos y especialistas que criticó la postura argentina de llevar una propuesta de lucha local contra el cambio climático a París para disminuir el 15% de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) para 2030. "Si bien nuestro país no es un gran emisor de GEI, dado el tamaño de su economía, que nos hace contribuir con alrededor del 1% del total mundial, nuestra participación, medida por habitante es alta: unas 10 toneladas anuales per cápita, cuando el promedio de la Unión Europea se acerca a 7", sostiene el documento que presentaron. Y agregaron: "Debemos tener en cuenta que se registra una creciente tendencia a restringir el comercio internacional de aquellos bienes de los que no se pueda demostrar que en su proceso productivo se aplicaron técnicas que reduzcan las emisiones de GEI asociadas. Desde el punto de vista de nuestros intereses económicos es imperativo desarrollar procesos de mitigación en nuestras cadenas productivas, para asegurar el acceso de nuestros bienes a los mercados mundiales".
Por estos días el Ministerio de Ambiente de la Nación trabaja en una nueva propuesta que pretende mejorar la anterior.
http://www.lanacion.com.ar/1899503-cambio-climatico-abril-marco-un-nuevo-record


24.
Deshielo de glaciar antártico puede elevar casi tres metros el nivel del mar
Se trata del "Totten", uno de los más grandes del planeta, que oculta dos canales submarinos que permiten la entrada de aguas cálidas, ayudando a su derretimiento.
18-05-16
El ritmo actual del cambio climático podría provocar un significativo deshielo del glaciar antártico Totten, uno de los más grandes de la Tierra, y elevar el nivel del mar en casi tres metros, según advierte un estudio publicado hoy por la revista "Nature". 
La investigación ha sido desarrollada por expertos del Imperial College de Londres junto a instituciones de Australia, EE.UU. y Nueva Zelanda. 
Este equipo de científicos ya descubrió el pasado año que el Totten oculta dos canales submarinos que permiten la entrada de aguas cálidas, lo que contribuiría a que se derrita y potencialmente aumente el nivel del mar. 
Con sus 120 kilómetros de largo y sus 30 kilómetros de ancho, el Totten se desagua en unos 538.000 kilómetros cuadrados de la Antártida Oriental y de él fluyen unas 70.000 millones de toneladas de hielo cada año. 
Hasta la fecha, esta descarga se ha considerado como normal, pero el análisis de sus avances y retrocesos a lo largo de la historia revela ahora que, de continuar el aumento de la temperatura global, el glaciar podría cruzar un umbral crítico durante este siglo y entrar en un periodo de deshielo irreversible. 
En este escenario, el Totten retrocedería unos 300 kilómetros en los próximos siglos y descargaría enormes cantidades de agua, lo que contribuiría a una subida global del nivel del mar de hasta 2,9 metros. 
A diferencia de la Antártida Occidental, cuya capa de hielo es mucho menor, la comunidad científica ha considerado que la Antártida Oriental se ha mantenido relativamente estable ante el cambio climático. 
Esa tendencia, apuntan los autores de este estudio, la está rompiendo ahora el Totten, como demuestra la gran cantidad de agua que pierde, lo que sugiere que este glaciar podría ser más vulnerable de lo que se pensaba. 
Si el Totten retrocede entre 100 y 150 kilómetros, su parte frontal se asentaría sobre una base de tierra inestable y se aceleraría su deshielo hasta llegar al citado retroceso de hasta 300 kilómetros en "varios cientos de años", señala Martin Siegert, codirector del Instituto Grantham del Imperial College. 
Según el experto, en cuanto el glaciar cruce el umbral crítico y se asiente en una "región inestable", el deshielo será imparable, al menos hasta que su retroceso le lleve a una zona donde la geología del terreno vuelva a ser más estable. 
"En conjunto, las pruebas existentes describen una Antártida Oriental mucho más vulnerable a una situación de calentamiento de lo que pensábamos. Esto es preocupante. El glaciar Totten está actualmente perdiendo hielo y el agua caliente del océano que lo provoca tiene también la capacidad para empujar al glaciar de nuevo a un lugar inestable", explica Siegert. 
El científico recuerda que aunque el Totten es "una salida más para el hielo" de la Antártida Oriental, su "impacto es enorme" dado que esta región contiene la "masa de hielo más grande de la Tierra y cualquier pequeño cambio tiene una gran influencia a nivel global". 
http://www.latercera.com/noticia/tendencias/2016/05/659-681271-9-deshielo-de-glaciar-antartico-puede-elevar-casi-tres-metros-el-nivel-del-mar.shtml


25.
El cambio climático avanza más rápido de lo previsto
19.05.2016
Los efectos del cambio climático se manifiestan a más velocidad de lo que la comunidad científica había previsto.
Por lo que los gobiernos deberían tomar medidas de inmediato, advirtió hoy el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El estudio Previsión Medioambiental Global (GEO-6, en inglés), presentado en Nairobi, es el último y más exhaustivo informe realizado por el PNUMA que, a través de seis estudios regionales, revela una amenaza común global cuya intensidad aumenta de forma preocupante.
En casi todo el mundo, el aumento de la población, la rápida urbanización, los crecientes niveles de consumo, la desertificación y la degradación del suelo han provocado una grave escasez de agua y han puesto en riesgo la seguridad alimentaria de cientos de millones de personas.
"Si esta tendencia continua y el mundo no consigue mejorar los patrones actuales de producción y de consumo, si no logramos utilizar los recursos naturales de forma sostenible, el estado del medio ambiente seguirá empeorando", lamentó en rueda de prensa el director ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner.
A pesar de todo, las evaluaciones regionales muestran que todavía hay tiempo para neutralizar las consecuencias más dañinas del cambio climático, en especial la destrucción de los ecosistemas marinos y el creciente nivel de contaminación del aire.
"Se agota el tiempo, es cierto, pero todavía podemos decidir si queremos ser parte del problema o de la solución", sentenció Steiner.
El informe Previsión Medioambiental Global (GEO-6) forma parte de los esfuerzos globales para combatir el cambio climático y es un anticipo de la segunda Asamblea Medioambiental de Naciones Unidas (UNEA-2), que tendrá lugar la semana próxima en Nairobi.
La UNEA-2 reunirá a delegaciones de 170 países y centenares de científicos para debatir los próximos pasos de la comunidad internacional para implementar la dimensión ambiental de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?308727
           

Este escrito 459 es el N° 12 motivado por el Cambio Climático el cual quedó estructurado por 25 nuevos artículos presentados en orden cronológico. Son parte de un tema de trascendencia que da para pensar y preocuparse en este presente y en el futuro cercano, tema que entre otras tragedias acelera el problema del hambre en el mundo. Mundo en el que al año mueren más de quince millones de personas y una cifra muy superior vive en la situación de hambre permanente.

La periodista Carol Gyambalvo, en su reportaje “El Proyecto Hambre por dentro y por fuera” iniciado por Werner Erhard en 1977, revela los métodos de manipulación que deben aceptar aquellos que firman carta-compromiso con la asociación. Gyambalvo participó en el proyecto inicial como voluntaria y concluye:

“Existe una gran ambigüedad entre lo que El Proyecto Hambre presenta al público y lo que corresponde a su ‘agenda escondida’, así como los métodos que utiliza entre sus reclutas para producir resultados
“El Proyecto Hambre usa su creciente número de individuos que ha enlistado y también los apoyos de gente poderosa que tiene poca información sobre esta asociación para lograr poder político, aceptación y credibilidad”.

La reportera asegura que “mientras que el proyecto aumenta su ‘balance de fondos’ (o sea, el dinero que no utiliza año con año) la gente en el mundo sigue muriendo de hambre”.

En 1978 en su libro “El pulso silencioso”  George Leonard escribía así en lo referente al “proyecto hambre”: Cuando, en 1997, el fin del hambre y los problemas de alimentación sean algo real, se verá todo el problema desde una nueva perspectiva. Se derrumbarán muchas suposiciones gratuitas acerca de la escasez, la inevitabilidad, la ausencia de soluciones viables. Harán su aparición medidas de actuación nuevas e imprevistas. Toda postura, incluyendo la de que el problema no tiene solución, se verá como dotada de un determinado papel en el nuevo contexto.
Aunque abarca a miles de personas, el Proyecto Hambre no constituye en absoluto un movimiento de masas, sino más bien un alineamiento de individuos. Se considera a cada uno de ellos como un todo, como un contexto que incluye “el fin del hambre y los problemas de alimentación para 1997”.
 
La realidad es que ignoro qué los motivó a afirmar eso y ver que año a año había y hay más y más hambre en el mundo:

1. Alrededor de 795​ millones de personas en el mundo no tienen suficientes alimentos para llevar una vida saludable y activa. Eso es casi uno de cada nueve personas en la tierra.
2. La gran mayoría de personas que padecen hambre en el mundo viven en países en desarrollo, donde el 12.9% de la población presenta desnutrición.
3. Asia es el continente con la  mayor cantidad de personas del mundo que padecen hambre - dos tercios del total. El porcentaje en el sur de Asia se ha reducido en los últimos años, pero en Asia occidental ha aumentado ligeramente.
4. África subsahariana es la región con mayor prevalencia (porcentaje de la población) con hambre. Una persona de cada cuatro presenta desnutrición.
5. La nutrición deficiente es la causa de casi la mitad (45%) de las muertes en niños menores de cinco años - 3,1 millones de niños cada año.
6. Uno de cada seis niños - aproximadamente 100 millones - en los países en desarrollo presentan peso inferior al normal.
7. Uno de cada cuatro de los niños del mundo padecen de retraso en el crecimiento. En los países en desarrollo la proporción puede elevarse a uno de cada tres.
8. Si las mujeres agricultoras tuvieran el mismo acceso que los hombres a los recursos, el número de personas con hambre del mundo podría reducirse hasta en 150 millones.
9. 66 millones de niños en edad escolar primaria asisten a clases con hambre en los países en desarrollo. Sólo en África hay 23 millones.    
10. El PMA estima que se necesitan alrededor de US$3,2 mil millones por año para llegar a todos los 66 millones de niños con hambre en edad escolar.

Mirando las incumplidas promesas, la aceleración de lo pronosticado y el materialismo que en general al hombre motiva, me lleva a pensar que: Las millonarias "Cumbres mundiales" sobre Cambio Climático son como el "Proyecto Hambre" y, además, los republicanos del norte no aceptan ese cambio y tal parece la líder demócrata norteña está muy coludida con los que más contaminan el planeta quienes sustentan su campaña = "Sin comentarios". MEJOR miremos a lo interno y que la Luz del centro de la mente se sincronice con la LUZ suprahumana que disolverá las tinieblas que nos rodean impidiendo ver la realidad humana y cósmica...

Por todo ello  sostengo con mayor FE que debemos tener FE para activar la ESPERANZA...


Dr. Iván Seperiza Pasquali  
http://www.isp2002.co.cl/
Quilpué, Chile
Mayo de 2016

isp2002@vtr.net