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Tao, Budismo y lo Cuántico


 

Desde que somos acá la Sagrada Enseñanza fue dejada por "Ellos" para nosotros de manera estratificada según lo que sería nuestro humano ciclo evolutivo. Los sumerios heredaron el saber prediluviano y reconocen que "Ellos" les entregaron todo ese sorprendente saber que tuvieron. Los Vedas serían los libros Sagrados más antiguos conocidos, quizá de esos libros proviene la vertiente por ejemplo del Tao y el saber de Buda. El Tao es anterior al Budismo, data de hace más de 3.000 años. El Tao es uno, Budismo hay varias vertientes. Sobre Lao Tse autor del Tao hay pocas referencias y varias especulaciones, sobre Buda hay un amplio conocimiento. Los Maestros de Sabiduría sabían que su Saber en Oriente no sería de manera consciente entendido, a su vez sabían que para el dinámico Despertar Mundial era necesario en Occidente, a su debido tiempo, recibir el saber pasivo de Oriente. Con el swami vedanta Vivekananda se inicia en el Primer Parlamento Mundial de las Religiones de Chicago en 1893 la llegada pública, quizá después en secreto, de Sagrados libros de Oriente para que en Occidente pudieran ser interpretados de manera dinámica consciente y no pasiva subconsciente y... así sucedió con la aparición de una serie de pensadores que sentaron las bases de la actual Ciencia de la Mente. A su vez Max Planck da forma a su cuántica fórmula en el año 1900, el joven Einstein en 1905 da forma a su fórmula sobre la Relatividad y además confirma la validez de la hipótesis de Planck. Ello condujo a replantear una larga serie de nuevos problemas, que sirvieron de punto de partida a nuevas investigaciones en los campos de la física, la Ciencia y todo el humano pensar. La Física Cuántica es el paradigma final de la Física siendo su año clave 1900 cuando Max Planck lo visionó y matemáticamente lo concretó para que otros después lo fueran demostrando en su amplitud y desarrollaran una Ciencia que revolucionó todo el saber y nos lleva a mirar al pasado y entender cómo en ese pasado sin fórmulas físicas formulaban revelados conceptos abstractos parecidos a los de ahora y nos ayudan a contemplar el futuro por nosotros mismos. A su vez el Despertar occidental permite a los de Oriente llegar a entender su milenario saber, no con pasiva mente abstracta sin entendimiento racional, pero si, por sí mismos conceptualizar lo racional de manera consciente. Todos ahora podemos entender que TODO es Ilusión o Maya fruto de la Mente, simplemente mente...

Para entender el salto cuántico evolutivo que planteo y está ahora sucediendo, en nuestros inicios se usaba en forma prioritaria el hemisferio cerebral derecho regido por el subconsciente mental que nos ligaba al plano superior de manera pasiva. De manera gradual comenzó a manifestarse el racional dinámico consciente mental por medio del hemisferio cerebral izquierdo que fue atenuando al derecho. En Occidente se manifestó en plenitud esta racionalidad dinámica. Los Maestros de Oriente eran seres integrados cerebral y mentalmente, no así la masa pasiva. "Ellos" entregaron técnicas de meditación pasiva y dejaron para este tiempo técnicas de meditación dinámica. Ahora Oriente se occidentaliza de manera acelerada y en Occidente muchos, por sí mismos, de manera dinámica comienzan a reactivar el subconsciente con el hemisferio cerebral derecho, que será dinámico y permitirá la integración de ambos hemisferios cerebrales y en la mente la integración del consciente con el subconsciente mental. Todo ello, lo insisto, de manera dinámica porque así nace hacerlo y no en pasiva acatación porque otros lo dicen. Este cuántico salto evolutivo tiene que ver con la llegada de los Sagrados Libros y Maestros de Oriente que en Occidente permitieron a una serie de pensadores sentar las bases de la moderna Ciencia de la Mente y a una serie de sabios como Max Planck y Albert Einstein encontrar maravillosas fórmulas físicas que cambiaron la percepción de la vida, del mundo y del universo y lo cambiaron para llegar a ser racionalmente comprendido.


Tres personajes y la sincronicidad temporo espacial de su magna obra

1. Lao Tse
2. Buda
3- Max Planck

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Lao Tse y el Tao Te Kin

Lao Tse enigmático y misterioso pensador chino, creador del taoísmo, actuó en el Norte de China hace unos 3.000 años. Suponen que habría sido contemporáneo de Confucio quien fue posterior, quizá ese contemporáneo era un taoísta destacado pero no Lao Tse. Real o no su magna creación del Tao Te-King la obra literaria más conocida y traducida del chino tuvo una enorme influencia en el pensamiento y la cultura orientales y ahora en la occidental a contar de finales del 1800. Este libro, que cuenta con tan sólo 10.000 caracteres, fue redactado como aforismos hacia el año 1.000 A.C. y parece ser una antología que recoge antiguas enseñanzas, aunque, camufla en su simplicidad la densidad de su estilo y sugiere que es obra de un único autor. La mayor parte del libro está compuesta por rimas y puede ser leído como un largo poema filosófico. El libro Tao Te King, es decir «Sobre el camino y su poder», es de donde arranca la filosofía taoísta.
El concepto de Tao expresado en el libro dice que el “Tao que puede ser nombrado no es el Tao eterno”, ¿por qué? Porque tiene muchos significados, quiere decir la “vía o curso de la naturaleza”, “o de todas las cosas”, es “algo capaz de”, es “el camino que puede ser caminado”... es además, indeterminado y caótico, es una unidad indiscriminada donde están aunados todos los seres y todos los géneros, es la “forma sin forma”, es la “figura sin figura”, lo que algunos llaman Dios.
Resumiendo el taoísmo es una filosofía china que premia la naturaleza como poder supremo; hay quienes dicen que los taoístas fueron los primeros ecologistas del planeta. Para entenderlo en su totalidad, los occidentales debemos olvidar por un instante nuestra metodología de pensamiento, para adentrarnos en la concepción distinta y mística de una de las principales corrientes orientales. El taoísmo recalca la importancia de la unidad irreflexiva con el orden del Universo y que lleva al fluir natural de las cosas. El Tao es simplemente algo que no puede ser alcanzado por ninguna forma de pensamiento humano. Para este algo no existe nombre, dado que los nombres derivan de experiencias; finalmente y por necesidad de ser descrito o expresado, se lo denominó Tao, que significa "camino" o "sendero" (recto o virtuoso) que conduce a la meta.
Cuando Lao Tse habla del Tao procura alejarlo de todo aquello que pueda dar una idea de algo concreto. Prefiere encuadrarlo en un plano distinto a todo lo que pertenece al mundo.
"Existía antes del Cielo y de la Tierra", dice, y efectivamente no es posible decir de dónde proviene. Es madre de la creación y fuente de todos los seres. El Tao tampoco es temporal o limitado; al intentar observarlo, no se lo ve, no se lo oye ni se lo siente. Es la fuente primaria cósmica de la que proviene la Creación. Es el principio de todos, la raíz del Cielo y de la Tierra, la madre de todas las cosas. Mas, si intentamos definirlo, mirarlo u oírlo, no sería posible: el Tao regresa al No-Ser, ahí donde inasible, inalcanzable y eterno.
Todas las cosas bajo el Cielo gozan de lo que es, lo que es surge de lo que no es y retorna al No-Ser, con el que nunca deja de estar ligado. El Tao del No-Ser es la fuerza que mueve todo lo que hay en el mundo de los fenómenos, la función, el efecto de todo lo que es: se basa en el No-Ser. El mundo de los seres puede ser nombrado con el nombre de No-Ser y el mundo de los fenómenos con el nombre de Ser. Las diferencias recaen en los nombres, pues el nombre de uno es Ser y el del otro, No-Ser, pero aunque los nombres son distintos, se trata de un solo hecho: el misterio desde cuyas profundidades surgen todos los prodigios.
Al encontrar el camino que conduce de la confusión del mundo hacia lo eterno, estamos en el camino del Tao.
Observando de la perspectiva del Tao, se ve cómo todas las cosas se elevan, se vuelven grandes y luego retornan a su raíz. Vivir y morir es simplemente entrar y salir. Las fuerzas de la mente no tienen poder sobre quien sigue el Tao. El camino del No-Ser lleva a la quietud y la observación y conduce de lo múltiple al Uno. Para poder recorrer ese camino hace falta preparación interna. Mediante la práctica espiritual, la perseverancia, el recogimiento y el silencio se llega a un estado de relajación que debe ser tan sereno que posibilita la contemplación del Ser interior, el alma, y así se logra ver lo invisible, escuchar lo inaudible, sentir lo inalcanzable.
Cuando avanza este camino, Lao Tse ve y conoce el mecanismo del obrar mágico, mas no le interesa sacar provecho de estos conocimientos. Para él, como para el taoísmo, lo más elevado es llegar a penetrar la Unidad donde no existen los opuestos. Cuando en este camino se logra la unión con lo cósmico, se llega a la posibilidad de contemplar el Ser. Así, sin salir de la casa, se puede conocer el mundo, sin mirar por la ventana se puede apreciar el Tao del cielo. Quien mantiene ese objetivo no precisa viajar. Alcanza sus metas. No mira nada, lo tiene todo claro. No obra y, sin embargo, logra contemplarlo todo.
Todo lo anterior está en sincronicidad con el año 1900 cuando Max Planck sentó las bases de la Física Cuántica y 1905 cuando Einstein lo hizo con la Relatividad...


Dejaré al final el libro del Tao sin agregados de ajena interpretación o comentario entre sus secciones, son los aforismos como Lao Tse los escribió. Lo que interesa es el personal y gradual entendimiento que activa el discernimiento, en espacial a la luz de lo mostrado sobre su concordancia con los modernos postulados de la Física Cuántica y facilitar su entendimiento.

El principal escrito taoísta, el Tao Te King de Lao Tse, está escrito en un estilo desconcertante, aparentemente ilógico. Está lleno de contradicciones intrigantes y su lenguaje compacto, potente y extremadamente poético pretende atraer el pensamiento del lector y sacarlo de los surcos usuales del pensamiento lógico.
Fritjof Capra


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DE LA SAGRADA ENSEÑANZA DE BUDA  EL BUDISMO
Fuente; Mi primer libro, "La Respuesta es :" 1981

DIOS está en todos los hombres, pero no todos los hombres están en DIOS;
por eso sufren.
Ramakrishna

Hace unos 2.500 años nació un príncipe que llamó la atención de los videntes de la India. Llegó al mundo en un período de esplendor con efervescencia religiosa e intelectual, caracterizada por el estudio y análisis de los Vedas y Upanishads que entregan conocimiento sobre la creación del universo, el hombre, su evolución junto a una enseñanza filosófica, religiosa y moral, todo ello enmarcado en un único Señor del Universo. Este niño nace en una India regida por una odiosa y discriminatoria jerarquía de castas implantadas por los sacerdotes, autoproclamados como la casta superior que enseñaba la vida ascética para la liberación. Ese niño por cuna llegado para la regalada vida de príncipe, es profetizado a cumplir una difícil y sagrada misión. Para evitarlo su padre lo aísla del mundo exterior en su gran palacio lleno de lujo y confort, rodeados de amplios prados y bosques. Ese niño príncipe, ahora aislado y feliz en su palacio, era el Bodisatva que en esta su última encarnación se convertiría en Buda. Tuvo el Bodisatva la primera revelación siendo joven al salir en un elefante desde palacio y ver cuatro diferentes aspectos de la vida que ignoraba: Un anciano; un enfermo; un cadáver y un asceta. Del impacto inicial le sigue la activación interior que da paso a la reflexión. Comprende lo ilusorio de la vida y lo inútil de los mundanos placeres. Cumple lo que resta de su misión de hombre, se casa, tiene un hijo y guiado por la voz interior renuncia a lo mundano. De manera secreta abandona el palacio dejando atrás su pasado de hombre. Renuncia a su principado terrenal, busca el reino espiritual. Sufre en la ascética soledad de ayunante. Medita sin desmayar. Un día, contemplando el río y viendo pasar una barca desde donde una mujer le ofrece arroz que él acepta, entiende lo inútil de la vida ascética de ayunante. Recibe después en estado de meditación la Gran Revelación mediante la Iluminación Interior, por la que conoce su real dimensión que lo transformado en Buda. Se le revela al Buda la Sagrada Misión que lo trajo al mundo. Recibe el sentido y misterio de la vida humana conociendo la causa del sufrimiento y las ligaduras que mantienen ligado al hombre a la materia vida tras vida. Comprende que la muerte no es un sufrimiento ni el ascetismo el camino de la liberación. Visualiza a todos los hombres iguales, sin castas discriminatorias. Se le revela el camino que conduce al Nirvana y comprende lo que está más allá del Nirvana.

Se queda en Nirvana en su estado de Buda. Piensa que no será comprendido por sus hermanos que viven en el fango de las pasiones, lujurias, quienes rodeados por las tinieblas no verán lo sutil que él recibió. Ellos no captarán las Sagradas Leyes con su cadena natural de Karma, Reencarnación y Evolución. Permanece en su pasivo estado hasta recibir esta Revelación: "Puede que algunos no te comprendan. Míralos, ve cómo en su ignorancia sufren limitados entre el nacimiento y la muerte. ¡Marcha por el mundo. Predica la Verdad. Habrá quien te comprenda!".
A Buda le correspondió consolidar las bases de la Enseñanza del Segundo Aspecto, el del Sentimiento y mostrar el camino que conduce a la liberación en el Nirvana. Preparó el terreno a la Gran Jerarquía Espiritual que vendría a entregar la Energía del tercer Aspecto a la humanidad. Inicia su misión en Kashi, su enseñanza cunde por Oriente al predicar que por propia vivencia interior se descubre la felicidad que se alcanza con el dominio de la pasión, deseo y egoísmo, que son causa del sufrimiento. Destacó los beneficios de la meditación.
A sus discípulos les señalaba que sólo de uno mismo se debe depender para lograr la liberación en un mundo donde todos somos iguales y podemos aspirar a la misma meta de la vida, la de la Suprema Perfección sin importar para lograrlo el cómo y dónde se haya nacido. Lo que realmente interesa es que todos los deseos sean gradualmente reprimidos en forma natural, no forzada. Todo cuanto comienza tiene un fin y sus discípulos desechan lo mundano. Buda era por cuna hinduista y jamás rechazó la enseñanza sobre el alma, la inmortalidad del hombre, el concepto de DIOS, la mente y el YO. Decía que todos somos el resultado de lo que hemos pensado y que la mente es difícil de controlar y bueno el lograr dominarla. El YO es el señor del yo; el YO es el refugio del yo. Su enseñanza la basó en estos conceptos y la reafirmó en el Ego que persiste reencarnado y se identifica con el YO en la Liberación. Fueron algunos de sus sucesores quienes mal interpretaron su enseñanza creando una serie de ramas del budismo, negando preceptos del saber porque Buda no los enseñó.
Buda predicó sobre la Vía Media, un nuevo conocimiento que marca una senda que conduce a la perfección, sendero sin ascetismo por un lado ni refrenamiento forzado de las pasiones por el otro. Recalcó: "Es la simple ignorancia de estas elementales verdades, lo que hace llevar al hombre una equivocada vida de sufrimiento. Nada se debe aceptar antes de saber por uno mismo, si lo que se está escuchando y aprendiendo es correcto o incorrecto, ya que es uno quien debe decidir lo que es moral y conduce a lo espiritual, rechazando lo que no es moral". Esto enfatizado por Buda es fundamental para la época presente, la flojera mental rechaza la posibilidad de ser uno el que decida. Se busca el paternalismo de "guías" que piensen y decidan por uno. Olvidándose que el verdadero Guía está dentro de uno mismo, es el YO.
La Moralidad fue la base de la enseñanza de Buda, la Sabiduría su vértice. Dhammapada llamaron los discípulos al camino de la perfección que el Buda les mostró, camino enmarcado entre la moralidad y la sabiduría. Buda se basó en el Hinduismo y la Tradición Sagrada para dejar el mensaje que le fue revelado. Recalcó que el sufrimiento o la felicidad eran el resultado de las propias acciones realizadas. Reforzó la Ley del Karma diciendo que: "Cosechamos lo que sembramos, somos el resultado de lo que fuimos, seremos el fruto de lo que somos. Mientras haya Karma habrá renacimientos, la causa del Karma es la ignorancia y el deseo. El mal demora el avance de la Evolución humana. El bien ayuda a la liberación de los males en lo que se llama la Rueda de la Vida, por cuyo intermedio el primer escalón a escalar es el de la ignorancia. El dolor, la vejez y el sufrimiento sólo ocurren en el cuerpo físico, este cuerpo debe nacer, el nacimiento es el resultado de la Ley de Karma condicionada por el deseo que surge donde hay sentimientos, los que son el resultado del contacto entre los sentidos y los objetos. Los sentidos no pueden existir sin el cuerpo, el cuerpo sin la mente. Donde hay mente hay Conciencia que es el reflejo del bien y el mal, los que son producto de la ignorancia. Por tanto la ignorancia es la base del sufrimiento y la NO liberación".
Buda destacaba que: La espada más aguda era la palabra, el peor fuego la lujuria, la miel más dulce la sabiduría y la mayor oscuridad la ignorancia. Cuatro virtudes reforzó: La amistad, la compasión, la alegría por la felicidad ajena y saber perdonar.
El Buda fue la poderosa Energía Espiritual que legó a la humanidad el poder de la piedad, la amistad, la bondad, el perdón, la generosidad y la compasión, sólidas bases del Sentimiento. Explicaba así la causa del dolor y el sufrimiento: "El hombre al ignorar su origen divino viene al mundo con el deseo de experimentar en la vida. Nace con una sed de existencia en el plano de la materia, lugar del dolor y sufrimiento. Es la sed de existencias y el deseo de vivir en la materia que se trae al nacer lo que induce a la pasión y goce mundano, de ellos surge el dolor, la pena, la preocupación, la frustración y el sufrimiento. La ignorancia de las cuatro nobles verdades hacen vivir al hombre en el dolor. Su conocimiento y comprensión lo liberan".
Cuando sus discípulos lo interrogaban, era frecuente que Buda permaneciera en silencio, muchas veces el silencio es la mejor respuesta. En ocasiones les decía:

Rehúso explicaos las preguntas que me planteáis, corresponden a problemas que no os serán útiles para alcanzar la liberación y no las podrán profundizar sin caer en graves errores, por ello sólo os explico lo que deben saber para la liberación. Os explico que la existencia es dolorosa, que es producida y renovada de una encarnación a la otra por los deseos; os explico además que hay una liberación para la existencia dolorosa, se la logra eliminando naturalmente los deseos, esto es lo que os explico: Las cuatro Nobles Verdades que debéis conocer...
Dicen  las Cuatro Nobles Verdades:
La Primera Verdad es que existe el dolor y el sufrimiento, son reales. La existencia humana es de dolor y sufrimiento transitorio. Quien conoce las causas de la existencia sabe que la vida tal cual es, debe contener dolor y sufrimiento. El hecho de nacer, enfermarse, envejecer, morir, estar separado de lo agradable y lo que se desea; todo eso es sufrimiento.
La Segunda Verdad es que la causa del sufrimiento es el deseo. Deseos de las cosas temporales y perecibles. Deseos que pasan de encarnación en encarnación, junto con el ansia de vivir en el mundo de la materia. Estos deseos y ansia de vivir con los que se nace, causan el sufrimiento.
La Tercera Verdad es que la natural extinción del deseo acaba con el sufrimiento, al no haber sed de existencia ni deseo provocado por la ignorancia.
La Cuarta Verdad es que el sendero que lleva a la extinción natural del deseo es el del Óctuple Sendero, el de la recta acción, recto esfuerzo, recto pensar, recta fe, recto juicio, recta palabra, recto propósito y recta meditación.
Estas cuatro simples nobles verdades son un Nuevo Conocimiento no influenciado por anteriores encarnaciones.
Os dice la Enseñanza sobre el Óctuple Sendero:
Lo primero a lograr es tener el Concepto Correcto de todas las cosas pues logra el hombre un nuevo conocimiento, suyo propio, si en relación a cada cosa se forma su concepto correcto no influenciado por las vivencias de anteriores encarnaciones. Ello permite Juzgar Correctamente lo conocido, con lo que surgen las Palabras Correctas para expresar lo correctamente conocido y juzgado. Esto lleva a la Acción Correcta que da lugar a la Correcta Situación en el mundo que se vive. Se adquieren entonces los Correctos Hábitos con una Correcta Memoria. Todo el proceso culmina con la Contemplación Correcta que permite mirar el mundo exterior puramente en su esencia.

El Nirvana fue la meta ofrecida por Buda para el que lograba la liberación. Nirvana es el estado de Conciencia inmediato superior al que uno tiene, o cuarto estado con influencias del quinto estado. En él se comprende la realidad última de las cosas materiales y de la existencia humana, al situarse el hombre dentro del orden cósmico por estar la mente subconsciente actuando en un nivel donde se vivencia la totalidad en la unidad. La vida se transforma al tener un correcto sentido junto con una nueva fuerza para actuar. No se pierde en este estado de conciencia la conciencia del Yo, por el contrario, el Yo es el centro de la experiencia realizada. Se alcanza el conocimiento más perfecto de la evolución humana, conocimiento imposible de describir para la mente consciente. En palabras se puede decir que es el Conocimiento en plena conciencia de la propia realidad ante la Realidad Universal.

El Dhammapada es una recopilación de los discípulos sobre Enseñanzas y recomendaciones de Buda. Algunos pasajes son:

* Todos los estados encuentran su origen en la mente. La mente es su fundamento y son creaciones de la mente. 
* Reflexiona cuidadosamente antes de actuar.
* Difícil es lograr el control de la mente, fuente de dicha.
* No penséis en las ajenas imperfecciones, o en lo que los demás hacen o dejan de hacer. Sólo pensad en vuestros propios errores y en aquello que hayáis hecho o dejado de hacer.
* Aquel que bebe en la fuente de la Enseñanza vive felizmente con una mente serena. El hombre sabio siempre goza en la Enseñanza proclamada por los nobles iluminados. 

* El odio no se apacigua con el odio, sino con el amor.
* El hombre virtuoso no recibe perjuicio. La desgracia que otro quisiera producirle se vuelve en contra del agresor.
* Si un hombre habla u obra con pensamientos puros, la dicha le sigue como sombra que nunca abandona.
* Lo fácil es hacer lo incorrecto. Lo difícil es lograr el autodominio. Lo muy difícil es saber hacer lo correcto.
* Lo puro y lo impuro proceden de uno mismo. Ningún hombre purifica a otro.
* No se debe herir ni con palabras ni con hechos.
* Este cuerpo es una ciudadela hecha de huesos cubiertos de carne y sangre en donde se almacenan el envejecimiento y la muerte, el orgullo y el engaño. 

* La victoria genera el rencor que da paso al odio al no ser feliz el vencido.
* Larga es la noche para aquel que está despierto. Largo es el camino para el viajero cansado. Larga es la existencia repetida para los necios que no conocen la Enseñanza sublime.
 
* Se vence al rencor con la paz, al mal con el bien, al avaro con la generosidad y al mentiroso con la verdad. Al actuar correctamente se vence además a la envidia, la codicia, el engaño y la avaricia.
* Si no piensas en el placer, no pensarás en el dolor.
* La ignorancia es el mayor de los pecados.
* Uno mismo es su propio refugio. ¡Qué otro refugio podría haber! Habiéndose controlado a uno mismo, se obtiene un refugio difícil de conseguir. 

* La máxima victoria es la que se obtiene sobre uno mismo.
Esta mente voluble e inestable, tan difícil de gobernar, la endereza el sabio como el arquero la flecha. 

* La mente es muy difícil de percibir, extremadamente sutil, y vuela tras sus fantasías.
* Mejor que el poder sobre todo lo terreno, mejor que habitar en los cielos, mejor que el dominio sobre los vastos mundos, es el fruto del Vencedor de lo Ilusorio.
 
* Como una sólida roca no se mueve con el viento, así el sabio permanece imperturbado ante la calumnia y el halago. 
* A través de muchas vidas he errado en el samsara buscando, pero no encontrando, al constructor de la casa. Sufrimiento total en este volver y volver a nacer. 

Las últimas palabras de Buda fueron:

Sed diligentes en vuestra salvación

Buda solo una parte del Conocimiento reveló. En el claro de un amplio bosque de la India vemos a Buda rodeado por sus discípulos. Se agacha y recoge del suelo algunas hojas. Levanta la mano mostrándolas y dice: Lo que os enseñé es comparable a estas hojas que tengo en mi mano. Lo que no os enseñé es comparable a todas las hojas del bosque. Ese poco dio lugar a variadas vertientes del budismo. Mal pueden entonces algunas escuelas budistas negar algo porque Buda no lo dijo, sus nuevas afirmaciones no las dijo Buda, hasta podrían ser especulativas y no necesariamente reveladas. Él solo mostró una mínima parte de su saber, mostró lo que en esa época era necesario destacar. La finalidad de Buda no fue la de crear una religión, su misión lograda fue la de entregar la Energía del Sentimiento, el Segundo Aspecto de la Enseñanza. Sin embargo surgieron sobre esa base varias escuelas budistas, siendo las más importantes la del Budismo Zen y el Budismo Tibetano.


Para Fritjof Capra en su libro "El Tao de la Física", el Zen, que nació del budismo pero fue muy influenciado por el taoísmo en su llegada a China y después a Japón, se enorgullece de ser "sin palabras, sin explicaciones, sin instrucciones y sin conocimiento". Se concentra casi por completo en la experiencia de la iluminación y muestra un interés muy marginal en la interpretación de dicha experiencia. Una conocida frase Zen dice: "En el instante en que se habla de una cosa, se yerra el blanco". Quien desee comprender el significado de la naturaleza de Buda deberá observar la estación y las relaciones causales. D.T. Suzuki escribe: En la epistemología budista el ver juega un papel muy importante, pues constituye la base del saber. Sin ver es imposible saber; todo conocimiento tiene su origen en la visión. Por ello saber y ver se suelen encontrar unidos en la enseñanza del Buda. Por consiguiente, la filosofía budista indica ver la realidad tal como es. Ver, es experimentar la iluminación.
El maestro Zen Yasutani Roshi señala: Es la mente de quien se enfrenta a la muerte. Imagina que te ves involucrado en un duelo al estilo de los que tenían lugar antiguamente en Japón. Encaras a tu oponente vigilante, dispuesto y preparado. Si relajases tu vigilancia tan sólo un instante serías instantáneamente segado. Una multitud se agolpa para ver la pelea. Como no eres ciego los ves con el rabillo del ojo, y puesto que no eres sordo. los oyes. Pero ni tan siquiera un momento se ve tu atención atrapada por estas impresiones sensoriales. Para el maestro zen Daito: Nos separamos hace muchos miles de kalpas y, sin embargo, no hemos estado separados ni un solo instante. Nos estamos viendo las caras uno al otro durante todo el día, y sin embargo, todavía no nos hemos encontrado.

En el Zen la Mente es sin principio, es no nacida e indestructible. No tiene forma ni apariencia. No pertenece a la categoría de las cosas que existen o no existen, ni puede ser pensada en términos de nuevo o viejo. Transciende todos los límites, medidas, nombres, conjeturas y comparaciones. Es como el vacío sin límites que no puede ser medido o profundizado como cuando el sol gira traspasando su brillantez sobre las cuatro esquinas de la tierra. Porque cuando el sol se levanta iluminando la tierra completa, el vacío no adquiere más brillantez; y cuando el sol se pone, el vacío no se hace más oscuro. Los fenómenos de la luz y la oscuridad alternan uno con el otro, pero la naturaleza del vacío permanece fija.
La Mente en sí misma es no mente. Decir que la Mente es no mente implica algo existente. Esta Mente pura, el origen de todo, brilla por siempre y con toda su brillantez y perfección propia. Arriba, debajo y alrededor de ustedes, todo existe espontáneamente, porque no hay algo que esté fuera de la Mente. La Mente verdadera es expresada en las percepciones, ella no forma parte de esas percepciones ni tampoco esta separada de ellas.
Cuando los pensamientos surgen, todas las cosas surgen. Cuando los pensamientos se desvanecen , todas las cosas se desvanecen.
Fuera de nuestra mente no hay nada. El karma, incluso el buen karma, guía al renacimiento y prolonga el vagabundeo o extravío del camino de la supuesta entidad individual; porque cuando el buen karma ha terminado su trabajo con la consecuencia del disfrute, el ‘individuo’ está tan lejos, como antes, de entender la Única Mente.



Prevalece en el Tíbet, o prevaleció hasta antes del dominio de China, un budismo tibetano conservado en lamasterios de esas imponentes alturas. Sigue en el exilio en la India y consideran al misticismo como la búsqueda de la verdad dentro de uno mismo. Utilizan ejercicios para el control de la mente y la consecución de la sabiduría intuitiva. Para ellos la verdad excelsa es preciso descubrirla en el interior de cada uno. Esa verdad da un sentido a la vida. La sabia manipulación de las fuerzas del bien y del mal proporcionan la energía impulsora, mientras que la compasión y la sabiduría constituyen los medios. Siendo la liberación el objetivo último de uno mismo y de todos los demás, y el resultado de la perfecta unidad con la Mente pura e indiferenciada. Logran la progresiva disminución del ego al que tan apegados estamos y trabajan con fe en la realidad de la meta propuesta. Aprenden  lo que Buda enseñó: Cualesquiera enseñanzas de las que se pueda afirmar con seguridad que no conducen a las pasiones, sino a las ausencias de ellas; que no llevan a la sujeción, sino al desapego; no a la acumulación de bienes terrenales, sino a su disminución; no a la avidez, sino a la frugalidad; no al infortunio, sino a la dicha; no a la compañía, sino a la soledad; no a la molicie, sino a la vitalidad; no a la complacencia en el mal; sino en el goce del bien. De todas esas enseñanzas, digo, podéis afirmar convencidos: "He aquí la Norma, he aquí la Disciplina".
Sostienen que la sed espiritual del hombre nace de dos causas: La Intuición y vislumbre de un estado de serena y deslumbrante luminosidad que surge más allá de la densa niebla y de los sombríos nubarrones del flujo cósmico, y el anhelo de escapar de una vida hecha de efímeros goces y de un hastío y sufrimiento ineluctables. En el Tíbet prevalece el Vajrayana  que es la escuela del budismo Mahayana, una de las dos grandes ramas del budismo. En esas alturas y en contacto con la naturaleza aprenden a adoptar una especial actitud ante la vida, cambiando la fealdad en belleza, dominando la energía de las pasiones hasta descubrir que su propia naturaleza trasciende. Descubren que el mundo que nos rodea es producto de nuestras propias creaciones o distorsiones mentales de la realidad. Reconocen que no es posible alcanzar la Liberación a través de la intervención divina, sino que debe mediar un gran esfuerzo mental que normalmente va a requerir de muchas vidas. Los lamas o sacerdotes, a los aspirantes les ponen de manifiesto que no deberán contentarse con practicar la virtud y rehuir el mal, sino que habrán de cultivar una nueva actitud frente a la vida, en la que los deseos que no pueden desecharse con facilidad han de ser utilizados con habilidad. Todo lo que no sea posible someter se le ha de ennoblecer, pero no cuando produce confusión mental y una peligrosa frustración. Con adecuada orientación se convierten todas las virtudes y vicios en peldaños conducentes al logro de la realización espiritual. Deben tratar a los demás con el respeto y consideración debida a un Buda potencial. Es un objetivo el tener en la mente todo el tiempo la sublime meta que el adepto se ha propuesto alcanzar. Conviene destacar que gracias al Dalai Lama, dirigente del Gobierno tibetano en el exilio y el líder espiritual del lamaísmo o budismo tibetano antes de la invasión chinaha llamado a la Ciencia para investigar a monjes en meditación y ahora el Dalai Lama además destaca la importancia de la Física Cuántica bajo la óptica budista y viceversa...





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La nueva visión del universo físico no fue en absoluto fácil de aceptar para los científicos de 
comienzos de siglo. La exploración del mundo atómico y subatómico los hizo entrar en contacto con una 
realidad extraña e inesperada que parecía desafiar cualquier explicación coherente. En sus esfuerzos por
comprender esta nueva realidad, los científicos se dieron cuenta —muy a su pesar— de que sus conceptos
básicos, su lenguaje y toda su manera de pensar eran inadecuados para describir los fenómenos atómicos.
Estos problemas no eran simplemente intelectuales, sino que comportaban una intensa crisis emocional y,
por decirlo así, hasta existencial. Los hombres de ciencia necesitaron mucho tiempo para superar esta
crisis, pero al final se vieron premiados con un conocimiento profundo de la naturaleza de la materia y de 
sus relaciones con la mente humana.
Fritjof Capra


Max Planck el Padre de la Física Cuántica

1858 - 1947

El nombre de Planck quedará para siempre en la física, otros, luego de él, desarrollaron mucho más la teoría cuántica, pero el primer paso, que marcó la dirección y se documenta en la constante universal, fue de Planck y de nadie más. Su espíritu genial entusiasmará durante siglos a los investigadores.
Max von Laue (1879-60) discípulo de Planck, galardonado en 1914 con el premio Nobel de Física

Max Planck fue el último gran representante de la época clásica de la física, y al mismo tiempo el que comenzó todo lo nuevo;
en cierto modo actuando bajo la presión ejercida por las leyes naturales.
Max Planck se vio inducido a apartarse de ciertas categorías de pensamiento, consideradas como evidentes hasta entonces.
Werner Heinsenberg, físico alemán Premio Nobel 1932


Año 1945, Berlín en ruinas...
El último día de julio de 1945, un oficial norteamericano llamó al timbre de una casa desolada y derruida por los estragos de la guerra. Le abrió la puerta un anciano de ojos tristes y casi 90 años, que momentos antes había estado tocando el piano para recuperar las ganas de vivir. Al verlo, el militar lo saludó con un gesto solemne. Tenía enfrente al profesor MAX PLANCK, el físico más respetado de Alemania; un hombre de integridad intachable al que debía trasladar, por motivos de seguridad, fuera de Berlín… Con  gran delicadeza lo tomó del brazo y el viejo profesor se dejó llevar dócilmente hasta un automóvil negro, se acomodó en el asiento trasero, apoyó la sien contra el cristal, cerró los ojos y comenzó a hilvanar recuerdos.
Este sin duda será el último viaje de mi vida, el primero lo realicé a los 9 años cuando abandoné Kiel mi ciudad natal para ir a Munich donde mi padre aceptó un puesto como Catedrático de Derecho. Ingresé aquel mismo año en el Gimnasio Maximiliano, un centro que gozaba de merecido prestigio por la calidad de su enseñanza, tan es así que cuando concluí los estudios no sabía muy bien qué carrera elegir pues me había aficionado a todas las ramas del conocimiento. Estuve dudando entre hacer filología clásica o música que aún hoy sigue siendo mi gran pasión. Al final me dejé persuadir por el señor Müller, mi profesor de Física. Me convenció que no había nada tan sublime como desentrañar los enigmas de la Creación.
Todo comenzó cuando el profesor Kirchhoff definió por primera vez el concepto de cuerpo negro, es decir un ente ideal que absorbe y emite toda radiación que recibe. Aquella reflexión encerraba la idea de algo absoluto e inevitablemente tentó mi curiosidad. Por supuesto no fui el único, varios colegas míos intentaron también averiguar mediante cálculos matemáticos la distribución exacta de energía en el espectro de frecuencia, pero ninguno lo consiguió. La ecuación del profesor Wien por ejemplo valía perfectamente para las frecuencias altas, pero no para las bajas y con la fórmula del profesor Rayheigh sucedía justamente lo contrario. Yo mismo estaba a punto de renunciar al reto. Pero un día del año 1900 tuve una corazonada y sorprendentemente todo encajó.
Mi carácter más bien conservador se revelaba contra aquella novedad de la que yo no era responsable. Llegué a pensar que había sido víctima de algún truco matemático y que mi teoría no se ajustaba a la realidad, pero en 1905, el joven Albert Einstein demostró su validez. Lo aplicó por vez primera para definir un fenómeno inexplicable, el efecto fotoeléctrico y 8 años después Bohr hizo otro tanto para describir la estructura del átomo. Ambos fueron recompensados por ello con el Premio Nobel, un galardón que previamente en 1918 me fue otorgado a mí por haber provocado tamaño alboroto en la Ciencia.
En 1933 lo vi venir desde el principio, supe que aquel hombre era una maldición y por eso jamás presté su apoyo a aquel macabro régimen. Me resistí sin embargo a abandonar el país, pues imaginé cándidamente que mi prestigio podría salvar a la Ciencia alemana de las garras del nazismo. Llegué incluso pedir una audiencia personal con el Führer para expresarle mis inquietudes y sólo entonces fui consciente de mi ingenuidad. En Alemania imperaba la ley del terror y yo mismo habría de sentirla en propia carne. La siniestra Gestapo detuvo al menor de mis hijos, a Erwing por supuesta complicidad con el atentado ante Hitler y lo torturó hasta la muerte. Desde entonces mi único consuelo es el rito diario de la música de Schubert y Brahms. Todos los días me he sentado una o dos horas al piano y encontrado en sus notas una razón para seguir viviendo. Ya no será en Berlín, pero al menos permaneceré en Alemania...
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¿Qué tamaño alboroto en el año 1900 provocó Max Planck que ahora remece y derrumba materiales paradigmas?

Teoría cuántica, teoría física basada en la utilización del concepto de unidad cuántica para describir las propiedades dinámicas de las partículas subatómicas y las interacciones entre la materia y la radiación. Las bases de la teoría fueron sentadas por el físico alemán Max Planck, que en 1900 postuló que la materia sólo puede emitir o absorber energía en pequeñas unidades discretas llamadas cuantos. Otra contribución fundamental al desarrollo de la teoría fue el principio de incertidumbre, formulado por el físico alemán Werner Heisenberg en 1927, y que afirma que no es posible especificar con exactitud simultáneamente la posición y el momento lineal de una partícula subatómica.
Introducción histórica
En los siglos XVIII y XIX, la mecánica newtoniana o clásica parecía proporcionar una descripción totalmente precisa de los movimientos de los cuerpos, como por ejemplo el movimiento planetario. Sin embargo, a finales del siglo XIX y principios del XX, ciertos resultados experimentales introdujeron dudas sobre si la teoría newtoniana era completa. Entre las nuevas observaciones figuraban las líneas que aparecen en los espectros luminosos emitidos por gases calentados o sometidos a descargas eléctricas. Según el modelo del átomo desarrollado a comienzos del siglo XX por el físico británico nacido en Nueva Zelanda Ernest Rutherford, en el que los electrones cargados negativamente giran en torno a un núcleo positivo, en órbitas dictadas por las leyes del movimiento de Newton, los científicos esperaban que los electrones emitieran luz en una amplia gama de frecuencias, y no en las estrechas bandas de frecuencia que forman las líneas de un espectro.
Otro enigma para los físicos era la coexistencia de dos teorías de la luz: la teoría corpuscular, que explica la luz como una corriente de partículas, y la teoría ondulatoria, que considera la luz como ondas electromagnéticas. Un tercer problema era la ausencia de una base molecular para la termodinámica. En su libro Principios elementales en mecánica estadística (1902), el físico estadounidense J. Willard Gibbs reconocía la imposibilidad de elaborar una teoría de acción molecular que englobara los fenómenos de la termodinámica, la radiación y la electricidad tal como se entendían entonces.
Introducción del cuanto de Planck
A principios del siglo XX, los físicos aún no reconocían claramente que éstas y otras dificultades de la física estaban relacionadas entre sí. El primer avance que llevó a la solución de aquellas dificultades fue la introducción por parte de Planck del concepto de cuanto, como resultado de los estudios de la radiación del cuerpo negro realizados por los físicos en los últimos años del siglo XIX (el término ‘cuerpo negro’ se refiere a un cuerpo o superficie ideal que absorbe toda la energía radiante sin reflejar ninguna). Un cuerpo a temperatura alta —al rojo vivo— emite la mayor parte de su radiación en las zonas de baja frecuencia (rojo e infrarrojo); un cuerpo a temperatura más alta —al rojo blanco— emite proporcionalmente más radiación en frecuencias más altas (amarillo, verde o azul). Durante la década de 1890, los físicos llevaron a cabo estudios cuantitativos detallados de esos fenómenos y expresaron sus resultados en una serie de curvas o gráficas. La teoría clásica, o precuántica, predecía un conjunto de curvas radicalmente diferentes de las observadas. Lo que hizo Planck fue diseñar una fórmula matemática que describiera las curvas reales con exactitud; después dedujo una hipótesis física que pudiera explicar la fórmula. Su hipótesis fue que la energía sólo es radiada en cuantos cuya energía es hu, donde u es la frecuencia de la radiación y h es el ‘cuanto de acción’, ahora conocido como constante de Planck.
Aportes de Einstein
Los siguientes avances importantes en la teoría cuántica se debieron a Albert Einstein, que empleó el concepto del cuanto introducido por Planck para explicar determinadas propiedades del efecto fotoeléctrico, un fenómeno experimental en el que una superficie metálica emite electrones cuando incide sobre ella una radiación.
Según la teoría clásica, la energía de los electrones emitidos —medida por la tensión eléctrica que generan— debería ser proporcional a la intensidad de la radiación. Sin embargo, se comprobó que esta energía era independiente de la intensidad —que sólo determinaba el número de electrones emitidos— y dependía exclusivamente de la frecuencia de la radiación. Cuanto mayor es la frecuencia de la radiación incidente, mayor es la energía de los electrones; por debajo de una determinada frecuencia crítica, no se emiten electrones. Einstein explicó estos fenómenos suponiendo que un único cuanto de energía radiante expulsa un único electrón del metal. La energía del cuanto es proporcional a la frecuencia, por lo que la energía del electrón depende de la frecuencia.
El átomo de Bohr
En 1911, Rutherford estableció la existencia del núcleo atómico. A partir de los datos experimentales de la dispersión de partículas alfa por núcleos de átomos de oro, supuso que cada átomo está formado por un núcleo denso y con carga positiva, rodeado por electrones cargados negativamente que giran en torno al núcleo como los planetas alrededor del Sol. La teoría electromagnética clásica desarrollada por el físico británico James Clerk Maxwell predecía inequívocamente que un electrón que girara en torno a un núcleo radiaría continuamente energía electromagnética hasta perder toda su energía, y acabaría cayendo en el núcleo. Por tanto, según la teoría clásica, el átomo descrito por Rutherford sería inestable. Esta dificultad llevó al físico danés Niels Bohr a postular, en 1913, que la teoría clásica no es válida en el interior del átomo y que los electrones se desplazan en órbitas fijas. Cada cambio de órbita de un electrón corresponde a la absorción o emisión de un cuanto de radiación.
La aplicación de la teoría de Bohr a átomos con más de un electrón resultó difícil. Las ecuaciones matemáticas para el siguiente átomo más sencillo, el de helio, fueron resueltas durante la segunda y tercera década del siglo XX, pero los resultados no concordaban exactamente con los datos experimentales. Para átomos más complejos sólo pueden obtenerse soluciones aproximadas de las ecuaciones, y se ajustan sólo parcialmente a las observaciones.
Mecánica ondulatoria
El físico francés Louis Victor de Broglie sugirió en 1924 que, puesto que las ondas electromagnéticas muestran algunas características corpusculares, las partículas también deberían presentar en algunos casos propiedades ondulatorias.
Esta predicción fue verificada experimentalmente pocos años después por los físicos estadounidenses Clinton Davisson y Lester Halbert Germer y el físico británico George Paget Thomson, quienes mostraron que un haz de electrones dispersado por un cristal da lugar a una figura de difracción característica de una onda. El concepto ondulatorio de las partículas llevó al físico austriaco Erwin Schrödinger a desarrollar una ‘ecuación de onda’ para describir las propiedades ondulatorias de una partícula y, más concretamente, el comportamiento ondulatorio del electrón en el átomo de hidrógeno.
Aunque esta ecuación diferencial era continua y proporcionaba soluciones para todos los puntos del espacio, las soluciones permitidas de la ecuación estaban restringidas por ciertas condiciones expresadas por ecuaciones matemáticas llamadas funciones propias o eigenfunciones (del alemán eigen, ‘propio’). Así, la ecuación de onda de Schrödinger sólo tenía determinadas soluciones discretas; estas soluciones eran expresiones matemáticas en las que los números cuánticos aparecían como parámetros (los números cuánticos son números enteros introducidos en la física de partículas para indicar las magnitudes de determinadas cantidades características de las partículas o sistemas). La ecuación de Schrödinger se resolvió para el átomo de hidrógeno y dio resultados que encajaban sustancialmente con la teoría cuántica anterior. Además, tenía solución para el átomo de helio, que la teoría anterior no había logrado explicar de forma adecuada, y también en este caso concordaba con los datos experimentales. Las soluciones de la ecuación de Schrödinger también indicaban que no podía haber dos electrones que tuvieran sus cuatro números cuánticos iguales, esto es, que estuvieran en el mismo estado energético. Esta regla, que ya había sido establecida empíricamente por Wolfgang Pauli en 1925, se conoce como principio de exclusión.
Mecánica de matrices
De forma simultánea con el desarrollo de la mecánica ondulatoria, Heisenberg desarrolló un análisis matemático diferente conocido como mecánica de matrices. La teoría de Heisenberg, elaborada en colaboración con los físicos alemanes Max Born y Ernst Pascual Jordan, no empleaba una ecuación diferencial, sino una matriz infinita formada por infinitas filas compuestas a su vez de un número infinito de cantidades. La mecánica de matrices introdujo las matrices infinitas para representar la posición y el momento lineal en el interior de un átomo. Existen otras matrices, una para cada una de las restantes propiedades físicas observables asociadas con el movimiento de un electrón, como la energía o el momento angular. Estas matrices, igual que las ecuaciones diferenciales de Schrödinger, podían resolverse; en otras palabras, podían manipularse para predecir las frecuencias de las líneas del espectro del hidrógeno y otras cantidades observables. Al igual que la mecánica ondulatoria, la mecánica de matrices coincidía con la teoría cuántica anterior en los procesos en que dicha teoría concordaba con los experimentos, y también explicaba fenómenos que la teoría anterior no podía explicar.
Significado de la mecánica cuántica
Posteriormente, Schrödinger demostró que la mecánica ondulatoria y la mecánica de matrices son versiones matemáticas diferentes de una misma teoría, hoy denominada mecánica cuántica. Incluso en el caso del átomo de hidrógeno, formado por sólo dos partículas, ambas interpretaciones matemáticas son muy complejas. El siguiente átomo más sencillo, el de helio, tiene tres partículas, e incluso en el sistema matemático relativamente sencillo de la dinámica clásica, el problema de los tres cuerpos (la descripción de las interacciones mutuas de tres cuerpos distintos) no se puede resolver por completo. Sin embargo, sí es posible calcular los niveles de energía. Al aplicar la matemática mecanocuántica a situaciones complejas, los físicos pueden emplear alguna de las muchas formulaciones matemáticas. La elección depende de la conveniencia de la formulación para obtener soluciones aproximadas apropiadas.
Aunque la mecánica cuántica describe el átomo exclusivamente a través de interpretaciones matemáticas de los fenómenos observados, puede decirse a grandes rasgos que en la actualidad se considera que el átomo está formado por un núcleo rodeado por una serie de ondas estacionarias; estas ondas tienen máximos en puntos determinados, y cada onda estacionaria representa una órbita. El cuadrado de la amplitud de la onda en cada punto en un momento dado es una medida de la probabilidad de que un electrón se encuentre allí. Ya no puede decirse que un electrón esté en un punto determinado en un momento dado.
El principio de incertidumbre
La imposibilidad de determinar exactamente la posición de un electrón en un instante determinado fue analizada por Heisenberg, que en 1927 formuló el principio de incertidumbre. Este principio afirma que es imposible especificar con exactitud y al mismo tiempo la posición y el momento lineal de una partícula. En otras palabras, los físicos no pueden medir la posición de una partícula sin causar una perturbación en la velocidad de dicha partícula. Se dice que el conocimiento de la posición y de la velocidad son complementarios, es decir, que no pueden ser precisos al mismo tiempo. Este principio también es fundamental en la visión de la mecánica cuántica que suele aceptarse en la actualidad: los caracteres ondulatorio y corpuscular de la radiación electromagnética pueden interpretarse como dos propiedades complementarias de la radiación.
Resultados de la mecánica cuántica
La mecánica cuántica resolvió todas las grandes dificultades que preocupaban a los físicos en los primeros años del siglo XX. Amplió gradualmente el conocimiento de la estructura de la materia y proporcionó una base teórica para la comprensión de la estructura atómica  y del fenómeno de las líneas espectrales: cada línea espectral corresponde a la emisión o absorción de un cuanto de energía o fotón, cuando un electrón experimenta una transición entre dos niveles de energía. La comprensión de los enlaces químicos se vio radicalmente alterada por la mecánica cuántica y pasó a basarse en las ecuaciones de onda de Schrödinger. Los nuevos campos de la física —como la física del estado sólido, la física de la materia condensada, la superconductividad, la física nuclear o la física de partículas elementales— se han apoyado firmemente en la mecánica cuántica.
Avances posteriores
Desde 1925 no se han encontrado deficiencias fundamentales en la mecánica cuántica, aunque se ha debatido si la teoría debe o no considerarse completa. En la década de 1930, la aplicación de la mecánica cuántica y la relatividad especial a la teoría del electrón (véase Electrodinámica cuántica) permitió al físico británico Paul Dirac formular una ecuación que implicaba la existencia del espín del electrón. También llevó a la predicción de la existencia del positrón, que fue comprobada experimentalmente por el físico estadounidense Carl David Anderson.
La aplicación de la mecánica cuántica al ámbito de la radiación electromagnética consiguió explicar numerosos fenómenos como la radiación de frenado (emitida por los electrones frenados por la materia) y la producción de pares (formación de un positrón y un electrón cuando la energía electromagnética interactúa con la materia). Sin embargo, también llevó a un grave problema, la denominada dificultad de divergencia: determinados parámetros, como las llamadas masa desnuda y carga desnuda de los electrones, parecen ser infinitos en las ecuaciones de Dirac (los términos ‘masa desnuda’ y ‘carga desnuda’ hacen referencia a electrones hipotéticos que no interactúan con ninguna materia ni radiación; en realidad, los electrones interactúan con su propio campo eléctrico). Esta dificultad fue parcialmente resuelta en 1947-1949 en el marco de un programa denominado renormalización, desarrollado por el físico japonés Shin’ichiro Tomonaga, los físicos estadounidenses Julian S. Schwinger y Richard Feynman y el físico estadounidense de origen británico Freeman Dyson. En este programa se toman la masa y carga desnudas del electrón como infinitas de modo que otras cantidades físicas infinitas se cancelen en las ecuaciones. La renormalización aumentó mucho la precisión en los cálculos de la estructura de los átomos a partir de los principios fundamentales.
Perspectivas de futuro
La mecánica cuántica está en la base de los intentos actuales de explicar la interacción nuclear fuerte  y desarrollar una teoría unificada para todas las fuerzas fundamentales de la materia. No obstante, existen dudas sobre si la mecánica cuántica es o no completa. La dificultad de divergencia, por ejemplo, sólo se ha resuelto en parte. Igual que la mecánica newtoniana fue corregida por la mecánica cuántica y la relatividad, muchos científicos —Einstein era uno de ellos— están convencidos de que la mecánica cuántica también experimentará cambios profundos en el futuro. Por ejemplo, existen grandes contradicciones teóricas entre la mecánica cuántica y la teoría del caos, que empezó a desarrollarse rápidamente en la década de 1980. Los físicos teóricos como el británico Stephen Hawking siguen haciendo esfuerzos para desarrollar un sistema que englobe tanto la relatividad como la mecánica cuántica.
http://www.unalmed.edu.co/~cgpaucar/Cuantica.html


 Señala Fritjof Capra Doctor en Física Teórica por la Universidad de Viena, Austria:
Para resolver la paradoja de la onda/partícula, los físicos no tuvieron más remedio que aceptar un aspecto de la realidad que ponía en duda la base misma de la visión mecanicista: el concepto de la realidad de la materia. A nivel subatómico, la materia no existe con certeza en un lugar definido, sino que muestra una «tendencia a existir»; los acontecimientos atómicos no ocurren con certeza en un momento definido y de manera definida, sino que muestran una «tendencia a ocurrir». En el formalismo de la mecánica cuántica estas tendencias se expresan como probabilidades y se relacionan con cantidades que toman la forma de ondas. Dichas cantidades son parecidas a las fórmulas matemáticas utilizadas para describir, por ejemplo, la vibración de una cuerda de guitarra o una onda de sonido. Por este motivo, una partícula puede conservar su naturaleza de partícula y, al mismo tiempo, ser una onda. No se trata aquí de ondas tridimensionales «reales», como las ondas de agua o de sonido, sino de «ondas de probabilidad» cantidades matemáticas abstractas con todas las propiedades características de una onda» que están relacionadas con la probabilidad de encontrar las partículas en ciertos puntos del espacio y en ciertos momentos. Todas las leyes de la física atómica se expresan en términos de probabilidades. Nunca se puede predecir con seguridad un acontecimiento atómico: solamente se puede predecir la probabilidad de que ocurra.
El descubrimiento del aspecto dual de la materia y del papel fundamental de la probabilidad destruyó la idea clásica del objeto sólido. A nivel subatómico, los objetos de materia sólida de la física clásica se  dispersan en formas ondulatorias de probabilidades. Es más, estas ondas ni siquiera representan la probabilidad de una cosa, sino la probabilidad de que varias cosas establezcan una relación recíproca. 
Analizando detalladamente el proceso de observación de la física atómica se llega a la conclusión de que las partículas subatómicas no tienen ningún significado como entidades aisladas sino como correlaciones o conexiones entre varios procesos de observación y medida. Sobre este tema Niels Bohr escribió: «las partículas de materia aisladas son abstracciones; la única manera en que podemos definir y observar sus propiedades es a través de la interacción que establecen con otros sistemas».
Las partículas subatómicas, por consiguiente, no son «cosas» sino correlaciones de «cosas» que, a su vez, son correlaciones de otras «cosas» y así sucesivamente. En la teoría cuántica nunca se llega a una «cosa»; siempre se trata con correlaciones entre «cosas».
Es así como la física moderna revela la unidad básica del universo, demostrando la imposibilidad de dividir el mundo en partes aisladas independientes. Como la materia, la naturaleza no está formada de componentes básicos aislados; se trata, por el contrario, de una compleja red de relaciones entre las diferentes partes de un conjunto unificado. Heisenberg lo describe con estas palabras: «El mundo parece un complicado tejido de acontecimientos en el que toda suerte de conexiones se alternan, se superponen o se combinan y de ese modo determinan la textura del conjunto».
Así pues, el universo es un conjunto unificado que, hasta cierto punto, puede dividirse en partes aisladas, en objetos formados de moléculas y átomos que, a su vez, están compuestos de partículas. Y es aquí, al llegar a las partículas, donde la noción de la división en partes se derrumba. Las partículas subatómicas «y, por consiguiente, todas las partes del universo» no pueden concebirse come entidades aisladas y han de definirse a través de sus correlaciones Según Henry Stapp, profesor de la Universidad California: «una partícula elemental no es una entidad imposible de analizar que exista independientemente; una partícula es, esencialmente, una serie de relaciones que se proyectan hacia otras situadas en su exterior».
En la teoría cuántica, los fenómenos individuales no siempre tienen una causa bien definida. Por ejemplo, el salto de un electrón de una órbita atómica a otra, o la desintegración de una partícula subatómica, puede ocurrir espontáneamente sin que se pueda determinar el origen de la causa. Nunca se puede saber de antemano cuándo ni cómo van a ocurrir estos fenómenos; sólo se puede predecir la probabilidad de que lo hagan. Ello no significa que los fenómenos atómicos sucedan de manera totalmente arbitraria, sino que los originan causas limitadas. El comportamiento de una parte está determinado por las conexiones ilimitadas que ésta tiene con el conjunto y, puesto que es imposible saber con precisión cuáles son estas conexiones, hay que reemplazar la visión clásica y parcial de causa y efecto por un concepto más amplio de causalidad estadística. Las leyes de la física atómica son leyes estadísticas según las cuales las probabilidades de que ocurran ciertos fenómenos atómicos están determinadas por la dinámica de todo el sistema. Mientras que, en la mecánica clásica, las propiedades y el comportamiento de las partes determinan los del, todo, en la mecánica cuántica, la situación es exactamente la contraria: es el todo lo que determina el comportamiento de las partes.
Desde el punto de vista macroscópico, los objetos materiales que nos rodean pueden parecer pasivos o inertes; pero cuando observamos una piedra «muerta» o un metal «muerto» con la ayuda de instrumentos ampliadores, constatamos de que está lleno de actividad. Cuanto más detalladamente los examinemos, más llenos de vida nos parecerán. Todos los objetos materiales de nuestro entorno están hechos de átomos vinculados entre sí de varias maneras y que forman una gran variedad de estructuras moleculares que no son rígidas ni están desprovistas de movimiento, sino que vibran de acuerdo con su temperatura y en armonía con las vibraciones térmicas de su entorno. Los electrones situados dentro de estos átomos vibrantes están ligados a los núcleos atómicos por fuerzas eléctricas que tratan de mantenerlos unidos, y ellos responden a este confinamiento girando sobre sus ejes a gran velocidad. Finalmente, en el núcleo, los protones y los neutrones son sometidos a la enorme presión de poderosas fuerzas nucleares que los reducen a un volumen ínfimo y, como consecuencia de ello, giran a una velocidad inimaginable.
La teoría cuántica ha demostrado que las partículas subatómicas no son corpúsculos aislados de materia, sino modelos de probabilidades, conexiones de una red cósmica indivisible que incluye al observador humano y su conciencia.


¿Es un sueño tu vida? Física Cuántica experimentada
Silvia Malamud
Una de las cosas que nos define la realidad tal como la conocemos es la percepción de la continuidad de tiempo y espacio. Solemos distinguir lo que es sueño de lo que es realidad cuando estamos en estado de vigilia.
Nuestra lógica lineal y percepción material, entre otras cosas, sirven para no perdernos en un universo cuántico de posibilidades infinitas. Cuando despiertos nos situamos entonces en el “colapso de la materia” como dicen los físicos cuánticos y no en ondas de posibilidades como supuestamente ocurre en los sueños.
En el universo de la materia, o cuando estamos despiertos, la cuestión, a saber, es que absolutamente todos los escenarios que vivenciamos dependen de la decisión de la mirada del observador. Éste elige lo que va a “colapsar” en un evento material, o sea, en un algo físico. Tanto las ondas, que por la mirada del observador se organizan en eventos probables, como el colapso de la disposición de las ondas (pre-realidad material) forma parte de actitudes altamente creativas de nuestra mente/conciencia.
Dentro de esa percepción, el consenso colectivo tiene enorme responsabilidad para que la realidad física esté como está. Aunque esta elección sea sonámbula o inconsciente, está en todo momento verificándose y es poderosa. Somos todos co-responsables por los acontecimientos de nuestra realidad, y asimismo por el status físico del planeta. Estamos mentalmente interconectados en un amplio proceso creativo de manifestación.
Si tú por casualidad no sabes lo que quieres, si pasas de todo o incluso te sientes incómodo con los rumbos de las situaciones que te toca vivir, es muy probable que seas otra conciencia contaminada ayudando inconscientemente a fortalecer el “colapso” de algún sueño que no es el tuyo.
Reiterando, si no estás convicto y alineado contigo mismo, existe la posibilidad casi certera de que te sientas infeliz, viviendo un desvío de tu trayectoria por falta de atención. Puede que en este momento tu vida no tenga el menor sentido para ti, solo por la falta de capacidad para encontrarte con tu centro interior, por la falta de conocimiento sobre cómo leerte a ti mismo y sobre todo, de honrarte.
Una de las metas existenciales evolutivas de la humanidad es el desarrollo del control deliberado de nuestras vidas, o sea, la consciencia sobre qué es lo que nuestra unidad mayor desea manifestar. Jung denominó Self a esta unidad mayor.
Lo que da sentido a nuestra existencia es la cuestión principal y lo primero que debemos encontrar. Una vez hallado, hacerlo valer.
Evita, por tanto, cometer equivocaciones, pues los más variados rumbos de vida son ofrecidos desenfrenadamente. Desde los que tienen algún sentido, a los que están literalmente fuera de rumbo… Seducción y orientación sobre lo que es importante seguir, no faltan. Dogmas religiosos, sociales, estrategias de marketing, en fin, todo parece ser una venta y/o imposición sobre cómo deberías llevar a cabo la experiencia de tu jornada terrena.
Muchas orientaciones pueden ofrecernos el verdadero sentido de la existencia, pero desgraciadamente esto no ocurre siempre. Como sabemos, hay mucha imposición de metas y reglas, y a veces se hace difícil discernir entre lo acertado y lo erróneo, y peor, entre lo que juzgamos correcto pero no es lo adecuado para nosotros. Por otra parte, también hay muchas posibilidades sueltas por ahí, que para un buen observador, independiente, pueden servir como ingredientes para la creación de un “bollo”.
Las más diversas crisis suelen ocurrir cuando no vamos por el camino del corazón. Las insatisfacciones, cuando deflagradas, promueven corrección de metas y en esas ocasiones los escenarios conocidos suelen cambiar de modo sorprendente. A veces aterrador.
Parece como si estuviésemos en un terremoto en que se van personas de nuestras vidas, nos mudamos de casa, de país, de profesión, de pareja, etc. A veces nos apegamos a los “cachos” para afirmarnos en algo conocido, retrasando la llegada de lo nuevo que nos espera un paso más adelante. Incluso cuando se anhela la manifestación del sentido mayor, puede que al principio no consigamos ver nada con clareza. Miedo, dolor y desesperación frecuentemente oscurecen la nueva realidad que se dibuja. Pocos son los que comprenden el proceso con mente abierta y optimismo, postura esa más alineada con el verdadero principio creativo del cambio.
Podemos poner los más variados ejemplos. Desde personas que se aseguraron evitando la transformación de lo que literalmente sufrieron y aún sufren… Hasta las personas que se abrieron a lo nuevo y pudieron pasar por el extraño camino del “no lo sé” abriéndose para que el sentido mayor cruzase con la sabiduría de siempre por sus caminos.
No son sencillas ni fáciles esas jornadas de transformación y de rescate de sí mismo, pero invariablemente, siempre que ocurren deberían ser contempladas como ocasiones divinas de rescate y alineamiento de propósitos.
¿Dónde entran los sueños en esa cuestión existencial? Y a fin de cuentas ¿para qué soñamos? ¿Qué ocurre en nuestra mente, en nuestro mundo interior cuando soñamos? ¿Cómo queda la percepción de realidad y por qué cuando estamos soñando todo tiene una lógica diferente de esta nuestra de aquí, pero que en el sueño forma sentido?
Cuando soñamos tenemos una secuencia lógica guiada por nuestros sentimientos. Todas las imágenes que aparecen son definidas por los sentimientos que estamos vivenciando. En resumen, los escenarios son reflejos de nuestras actitudes mentales según lo que sentimos y buscamos.
Según Freud, los sueños son la tentativa de solucionar conflictos en relación a deseos no satisfechos. En cambio, Jung observa que en los sueños podemos entrar en contacto con arquetipos universales en busca de nuestra evolución. Otros teóricos definen los sueños de otras maneras. Pienso que todas las explicaciones son válidas y que todas dentro de este orden de comprensión tienen algo en común, que es la de experimentar de modos y maneras distintas la tentativa de resolver cuestiones existenciales. Lo hacemos vivenciando versiones de realidades por medio de nuestros sueños.
Según la visión de la física cuántica, los sueños serían la experimentación en ondas de las posibilidades a ser vivenciadas y materializadas aquí en este plano. Serían el test de realidades probables con el propósito de facilitarnos el conocimiento de nosotros mismos y por tanto, de nuestras elecciones… O la vivencia, quién sabe, de nuestra conciencia en láminas de realidades, tan físicas como estas nuestras, pero en otras dimensiones.
Obsérvese que según este precepto, un vidente puede ver algunas de esas ondas de posibilidad, las que están más cerca de materializarse, y a partir de ahí hacer su videncia sobre un factor concreto a colapsar, ello antes de que sea efectivamente elegido por el observador para este intento.
Los sueños son versiones de realidades donde nos representamos dentro de un simbolismo único y totalmente comprendido por el soñador en el momento soñado.
Hay mucha especulación sobre el arte del soñar. Están los sueños lúcidos, los sueños compartidos, los sueños premonitorios, las experiencias extra-físicas y por ahí va.
Creo que siempre que “soñamos” estamos vivenciando realidades tan vividas como estas nuestras.
Pienso que en esas experimentaciones se incluyen nuestros sueños/vida de aquí, o sea, nuestras experiencias. En resumen, estamos experimentándonos ahora y siempre. Estar lúcidos, con acciones deliberadas y sin miedo a entrar en contacto directo y responsable con todo cuanto podemos, parece ser nuestra cuestión mayor. Y mientras eso no ocurre continuamos en la rueda, perteneciendo a los sueños de otros, despertando de cuando en cuando en crisis para rectificar, en la suerte de que cuando eso ocurre, hacer buen uso de esos momentos.

http://somostodosum.ig.com.br/stumes/articulos.asp?id=10252


Ten cuidado con tus deseos, porque pueden convertirse en realidad
La irrupción de la Física Cuántica y sus paradojas en nuestra realidad, han cambiado no sólo la concepción de la otrora inmovilista Física, sino que nos han ofrecido, además, una manera armónica y profunda de comprender el mundo que nos rodea. Añejos asertos como el del subtítulo cobran, bajo la óptica cuántica, un nuevo significado que se aleja de la conseja o de la sabiduría ancestral que proporciona la experiencia de observar la estrecha relación entre causa y efecto en los niveles poco dado a ecuaciones de las circunstancias vitales, para instalarse casi de pleno en lo que podría considerarse como una ley universal de una dimensión nueva a la que nos dirigimos, acaso siendo la palanca o el atisbo de un salto evolutivo.
La Física Cuántica o la Geometría de Fractales, acaso, no sean sino la condensación en forma de Leyes o de Ciencia de un salto evolutivo que ya se está produciendo entre buena parte de los seres humanos, una especie de ojo de cerradura que nos permite entrever que la realidad verdadera tiene una dimensión diferente de la que hasta ahora ha sido nuestra forma de comprender el mundo y la vida. Haga la prueba por sí mismo, y vea el mundo mismo y sus desastres enfrentándolos al sentir profundo dominante en el que para una mayoría lo importante es la carne y los sentidos, la propiedad y los placeres, y no podrá sino admitir que somos el resultado de lo que deseamos como conjunto. Pero las cosas pueden ser distintas, porque la solución no está lejos, sino anclada en nuestros deseos individuales: si un hombre solo, con su fe y sus deseos loables, bien puede cambiar su realidad particular, imagine qué no pueden hacer con el mismo mundo muchos hombres con fe que sumaran nobles y sinceros deseos.
Ángel Ruiz Cediel


El nuevo paradigma cuántico
La física clásica parte del hecho de que la materia existe. En física cuántica, resulta imposible hacer tal afirmación. Toda propiedad es relativa, establecida por el acto de observación. De esta manera, como dice Michel Bitbol, director del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia ya no existen las propiedades, sino las “observables”.
Arthur Zajonc explica en términos sencillos las claves de la nueva física: “imaginemos dos monedas. La pregunta más tonta para la lógica sería cómo sabemos que son dos: ocupan diferentes puntos en el espacio; siempre habrá algunas diferencias entre ellas; no pueden ocupar el mismo lugar porque tienen volumen. En el mundo cuántico, si tenemos dos fotones, ambos son idénticos, pueden sobreponerse y ocupar exactamente el mismo lugar. Es como si estuviésemos ante reflejos del mismo objeto”.
Por el principio de superposición, no podemos decir que estamos ante dos objetos diferentes Blanco y Negro pero tampoco que se trata de uno solo, o bien Blanco o bien Negro, sino ante ambas opciones simultáneamente, Blanco-Negro.
Mientras esto se mantiene, es posible el principio de entrelazamiento. Blanco y Negro responden simultáneamente ante cualquier evento ocurrido en cualquiera de ellos. En cuanto al movimiento, un fotón puede ir en diferentes direcciones simultáneamente. De nuevo, no es Blanco girando hacia la derecha y Negro continuando hacia delante, sino Blanco-Negro hacia delante y hacia la derecha.
Los participantes en estas conferencias tienen claro que es un error seguir acudiendo a la tradicional cita del físico Richard Feynman: “Si usted piensa que entiende a la mecánica cuántica… entonces usted no entiende la mecánica cuántica”.
La física cuántica no es incomprensible, en términos generales, obviamente, sólo hay que cambiar la perspectiva con que nos acercamos a la naturaleza y aceptar otras opciones de interpretar la realidad, pues el conocimiento depende de nuestra relación con el mundo. El error está siendo no aceptar que los conceptos clásicos nacieron de esa relación y que, por tanto, no son intrínsecos a la realidad, sino el simple resultado de la manera en que hasta ahora la contemplábamos.
Así, la superposición cuántica no es una paradoja, sólo un cambio de paradigma. No existen propiedades absolutas, sólo probabilidades condicionadas por las relaciones que se den. No podemos hablar, por tanto, de una verdad absoluta, intrínseca a las cosas, sino de una verdad consensuada, esto es, una realidad creada por un acuerdo intersubjetivo.
Para Bitbol, la dificultad para entender la superposición se resuelve de una forma sencilla: “las partículas no existen” en términos de cuerpo sólido, sino que su existencia es relacional. En términos de los físicos Lévy-Leblond y B. d´Espagnat, su modelo es el del arcoíris, que sólo existe en virtud de que se de una determinada relación entre el sol, las gotas de agua en la atmósfera y el observador.
La teoría de la relatividad nos recuerda que es imposible objetivar el mundo y excluir las relaciones si se quiere alcanzar una visión más profunda del mismo. La verdad es completamente dependiente del contexto y el punto de vista adoptado por el observador.
Como decía David Bohm, el análisis del mundo sobre la base de objetos constituyentes ha sido reemplazado por su análisis en términos de eventos y procesos. Esta es una declaración con repercusiones muy profundas, pues nos exige dejar de contemplar la naturaleza como un conjunto de cosas e interpretarla como una experiencia fenoménica, de procesos en desarrollo.
El vacío cuántico está lleno de potencialidad. De esta forma, los ámbitos extremos de la realidad, por aquellos donde se accede al orden implicado, efectivamente permiten la opción de contemplar una naturaleza no material, espiritual, más allá del universo que observamos.
El conocimiento se convierte así en un enriquecimiento mediante la asunción de los múltiples puntos de vista posibles, y no en la identificación absoluta con cualquiera de ellos.
http://www.erraticario.com/ciencia/encuentros-con-el-dalai-lama-i/


David Bohm para entender que la materia sin nuestra mente no es, ofrece el siguiente ejemplo:

Imagínate una pecera donde nada un pez. Imagínate que hay dos cámaras de televisión dirigidas a la pecera. Una de las cámaras, que llamaremos A, está dirigida al frente de la pecera. La otra cámara, que llamaremos B, está dirigida a un costado de la pecera, y cada cámara está conectada con un receptor de televisión. Imagínate finalmente que no puedes ver la pecera ni el pez directamente y que tienes conocimiento de ellos sólo por las dos imágenes que se ven en las respectivas pantallas de televisión.


El experimento de la doble rendija

El Experimento de la Doble Rendija es probablemente el más fascinante de todos los que suelen utilizar para ilustrar las peculiaridades de la Física Cuántica. Curiosamente, se suele exponer para ilustrar empíricamente el concepto de dualidad onda-corpúsculo: pero también se suele pasar de puntillas sobre una implicación muchísimo más demoledora, una auténtica carga de profundidad escondida en los resultados de este increíble experimento, que señala flaquezas importantes de la interpretación de Copenhague.
El experimento es relativamente sencillo, y existen varias versiones. En una de ellas, simplemente introducimos una pequeña cantidad de sustancia radiactiva —la suficiente como, por ejemplo, generar de media una partícula por segundo— dentro de una caja de plomo con un agujerito. Frente al agujerito, colocamos una pantalla de plomo con otros dos agujeritos.
Si al otro extremo de la muestra radiactiva, tras la pantalla de plomo, colocamos dos detectores de partículas, uno detrás de cada agujero, comprobaremos que los detectores pitarán regularmente, pero nunca a la vez, dependiendo del agujerito por el que ha pasado la partícula. En definitiva, las partículas que se portan bien pasan por un agujerito o por el otro, pero no a la vez por los dos.
Ahora quitamos los detectores de partículas y ponemos un detector de ondas; por ejemplo, una superficie de sulfuro de zinc, que emite fotones con facilidad cuando choca una partícula contra ella. Si esperamos un rato, encontraremos un patrón de interferencia de ondas. ¿Qué ha pasado con la partícula? La única explicación posible que es una onda chocó contra los agujeros, y una vez que los atravesó, dividida en dos difractó consigo misma.
En definitiva, cuando ponemos un detector de partículas, tenemos una partícula que pasa por un agujero de cada vez. Cuando ponemos un detector de ondas, tenemos una onda que pasa por los dos agujeros a la vez. Y sin cambiar la muestra.
Otra versión de este experimento, involucrando el bombardeo con electrones —que también saben comportarse como onda y como partícula—, es el que se muestra en la secuencia de imágenes de la derecha. En este caso vemos como inicialmente los electrones caen como partículas, marcando su punto de “aterrizaje”. Pero, a medida que pasa el tiempo, aparece un patrón de difracción evidente, como se puede apreciar.
Increíble, acongojante, espectacular. Si hay un experimento que ilustra mejor la dualidad onda-partícula, es este: ha quedado totalmente demostrada.
Este es el punto donde las reflexiones sobre este experimento (que ha sido llevado a cabo innumerables veces no sólo con electrones o fotones, sino hasta con neutrones ¡y con moléculas pequeñas!) suelen finalizar. Sin embargo, hay una cuestión pendiente realmente estremecedora:

¿Cómo “SABE” la onda/partícula qué tipo de detector hay al otro lado de las rendijas?

La interpretación de Copenhague al respecto se limita a afirmar que es imposible conocer la naturaleza
esencial de la onda/partícula que llega al detector.
En otras palabras, es imposible saber qué ES en realidad un fotón —por ejemplo—, pero sabemos que un fotón se puede MANIFESTAR de dos maneras: como onda y como partícula. Y que por tanto, si buscamos una onda veremos una onda. Si buscamos una partícula, veremos una partícula. Pero nunca onda y partícula a la vez.
Esta explicación, como todo lo que rodea a la Interpretación de Copenhague, sabe a poco. Evita, o al menos no aclara lo suficiente, la cuestión esencial: aunque cuenta con la necesidad del observador —ese señor que “busca” ondas o partículas— o al menos del sistema de medida, no dice nada de qué manera está ese observador —o instrumento— condicionando todo el experimento. Evita el cómo.
http://astropuerto.com/?p=504

Para lograr entenderlo aclaremos que:

Cuando no se observa al electrón en el experimento de las dos rendijas se tiene:
El electrón muestra naturaleza ondulatoria (un patrón de interferencia consigo mismo).
Cuando se observa al electrón:
El electrón muestra naturaleza corpuscular (dos bandas).--> Se colapsa la función de onda por el hecho de observar.

Entre físicos cuánticos se dice al respecto:

a) El hecho de observar ha cambiado lo que ha sucedido. La función de onda del electrón ha colapsado, eliminando correlaciones que antes sí estaban presentes. Y este fenómeno es probablemente una de las consecuencias más importantes de la Física Cuántica: el observador no es algo objetivo que está fuera de lo observado, que es independiente de él; forma parte del sistema y por tanto tiene que ser estudiado conjuntamente.
b) Lo que dice la mecánica cuántica, en la forma de suma de caminos de Feynman, es que la naturaleza sigue todos los caminos posibles y solo cuando es observada adquiere la función de onda en un estado de partícula.
c) La dualidad onda-partícula de la naturaleza es el principio fundamental de la física cuántica. De acuerdo a esta dualidad, un pedazo de materia (un electrón, por ejemplo) se comporta a veces como si estuviese en un sólo lugar a la vez, como una partícula, y otras veces como si estuviese en varios lugares al mismo tiempo, como una onda.
d) El punto de vista actual es aceptar el hecho de que la luz posee una doble naturaleza que explica de forma diferente los fenómenos de la propagación de la luz (naturaleza ondulatoria) y de la interacción de la luz y la materia (naturaleza corpuscular). Esta dualidad onda/partícula, postulada inicialmente para la luz, se aplica en la actualidad de manera generalizada para todas las partículas materiales y constituye uno de los principios básicos de la mecánica cuántica.
e) Para algunos es como si el electrón se "enterara de todo", si el electrón deja de ser observado, se desdobla nuevamente en lo que se considera "inexplicable".
f)
La doble rendija cuántica es considerado el experimento más bello de la física, un experimento mental de Richard Feynman que él nunca pensó se podría llegar a realizar, se realizó, demostró la validez de lo imaginado por Feynman y tuvo consecuencias inesperadas, en su inicio en especial en las mentes abiertas de algunos físicos cuánticos y, tal parece, ha sido cual bola de nieve que está removiendo lo ilusorio de la costra material para fundamentar, en una sublime realidad sutil mental que a todo le permite ser desde lo Inmanifestado en lo Divino, de manera gradual descendente hasta el humano pensante y, de manera gradual ascendente, desde lo humano hacia lo Divino...


Demuestran que las partículas cuánticas están vinculadas más allá del espacio-tiempo
En el universo todo podría estar influenciado por todo, señalan nuevos resultados teóricos
Uno de los fenómenos más sorprendentes de las partículas subatómicas es que, según las leyes de la física cuántica, se pueden relacionar entre ellas a distancia de manera instantánea o a velocidades superiores a la de la luz. De hecho, existen modelos que explican esta relación a partir de señales que se propagan a velocidades supralumínicas. Un nuevo estudio realizado por un equipo internacional de investigadores ha demostrado que estos modelos son posibles sólo si la velocidad de estas señales es infinita, lo que supone que, en el universo, todo estaría influenciado por todo de manera instantánea, y se perdería la noción de espacio-tiempo. Esta fascinante sugerencia, sin embargo, podría ser desbancada por otros modelos teóricos y debe ser testeada por futuros experimentos, para los que la tecnología aún no está preparada, afirman los científicos. Por Yaiza Martínez.
Uno de los fenómenos más sorprendentes de la física cuántica es la presencia de unas correlaciones entre partículas cuánticas que no pueden ser explicadas desde el punto de vista de la física clásica. Estas correlaciones son denominadas por los científicos como “no-locales”, porque parecen implicar la existencia de influencias instantáneas o, al menos, más rápidas que la luz, entre partículas distantes.
Según ha explicado a Tendencias21 el físico del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) de Barcelona, Antonio Acín, en la actualidad, ya existen modelos teóricos que tratan de explicar las correlaciones no-locales entre las partículas subatómicas.
En un artículo publicado recientemente en la revista Nature Physics por Acín y otros investigadores del Centro for Quantum Technolgies (CQT), de Singapur, junto a colaboradores de Suiza y Bélgica, se ha intentado establecer si dichos modelos pueden o no ofrecer una explicación satisfactoria de las correlaciones cuánticas no-locales a partir de influencias no detectables, que viajarían a una velocidad mayor que la de la luz.
Preocupante “acción fantasmal a distancia”
Las predicciones cuánticas desafían la teoría que mejor ha descrito hasta la fecha la naturaleza del espacio y el tiempo: la teoría de la relatividad de Einstein. En ella se establece como límite universal de velocidad la velocidad de la luz: 299.792.458 m/s.
En el artículo de Nature Physics, los científicos estaban interesados en desvelar si esta teoría era violada por las partículas cuánticas o si, por el contrario, se podrían “explicar los fenómenos que observamos (a nivel cuántico) sin sacrificar el sentido de las cosas, que se suceden en el espacio y el tiempo", explica el investigador del CQT y primer autor del trabajo, Jean-Daniel Bancal, en un comunicado del CQT. El cambio viene de que, stricto sensu, la teoría cuántica no viola la teoría de la relatividad.
El propio Einstein fue el primero en alertar sobre las preocupantes implicaciones de lo que él denominó la "acción fantasmal a distancia" o el fenómeno del entrelazamiento cuántico, predicho por la mecánica cuántica.
Este fenómeno implica que las partículas subatómicas, una vez “enredadas” o “entrelazadas” pasan a comportarse como si fueran una sola, incluso después de haber sido separadas (por eso se denomina comportamiento “no-local”). Este hecho viola tanto el concepto de causa-efecto como nuestra comprensión del espacio y el tiempo.
Ocultar para que todo encaje
Acín explica: “De cara a no contradecir la relatividad de Einstein, estas influencias (entre partículas subatómicas, a velocidades supralumínicas) deben permanecer ocultas, en el sentido de que no pueden ser detectadas o manipuladas”.
En caso contrario, es decir, “si se tuviera acceso a ellas, se podrían utilizar para enviar información más rápido que la velocidad de la luz, lo que es imposible en el marco de la teoría de la relatividad. Por lo tanto, los modelos con influencias supra-lumínicas pueden ser una explicación válida de la física cuántica, siempre que se suponga que la influencia queda a un nivel oculto”.
Pero, según los resultados alcanzados por los investigadores en el estudio de los modelos, las cosas no funcionan así: “en el caso de influencias que se propagan a velocidad arbitraria pero no infinita, las influencias no pueden quedar ocultas, si se deben reproducir las correlaciones cuánticas”, afirma Acín.
Esto significa que “si estos modelos son la explicación de las correlaciones cuánticas, sería posible la transmisión de información más rápida que la luz”, es decir, que se violaría la teoría de la relatividad.
El investigador del ICFO concluye que: “Puesto que la mayor parte de los físicos creen que esto es imposible, se prefiere pensar que estos modelos no son válidos”.
Influencias externas al espacio-tiempo
Los hallazgos realizados a partir de los modelos han llevado a Nicolas Gisin, profesor de la Universidad de Ginebra y miembro del mismo equipo de investigadores, a señalar que: “nuestros resultados dan peso a la idea de que las correlaciones cuánticas, de alguna manera, surgen desde fuera del espacio-tiempo”.
Para Acín, estos resultados suponen “que la única posibilidad para los modelos en consideración de reproducir la física cuántica es por medio de influencias instantáneas, a velocidades infinitas. Pero entonces, todo estaría influenciado por todo de manera instantánea, y se perdería la noción de espacio-tiempo”. Acín añade que, a pesar de ello, “hay que ser cautos, ya que podrían existir otros modelos”.
El paso de los modelos a las mediciones reales aún no es posible, porque, según el físico del ICFO: “se requeriría de una tecnología más allá de lo que hoy es posible en los laboratorios”.
A la pregunta de si estas mediciones podrían convertirse algún día en la prueba de la naturaleza cuántica del universo, el físico contesta que “en realidad ningún experimento prueba la validez de una teoría ya que, en un sentido estricto, las teorías sólo se pueden falsificar experimentalmente. Pero es cierto que (de darse estos resultados en experimentos futuros), se reforzaría la creencia de que la física cuántica describe el universo”.
http://singularidades.info/demuestran-que-las-particulas-cuanticas-estan-vinculadas-mas-alla-del-espacio-tiempo-en-el-universo-todo-podria-estar-influenciado-
por-todo-senalan-nuevos-resultados-teoricos-760


La Materia no Existe. Todo es Energía
por Leonardo Boff
El título de este artículo resulta una obviedad para quien entienda mínimamente la teoría de la relatividad de Einstein, que afirma que materia y energía son equivalentes. La materia es energía altamente condensada que puede ser liberada, como lo mostró lamentablemente la bomba atómica. El camino de la ciencia ha hecho más o menos el siguiente recorrido: de la materia llegó al átomo, del átomo a las partículas subatómicas, de las partículas subatómicas a los "paquetes de onda" energética, de los paquetes de onda a las supercuerdas vibratorias en once dimensiones o más, representadas como música y color. Así un electrón vibra más o menos quinientos billones de veces por segundo. La vibración produce sonido y color. El universo sería, pues, una sinfonía de sonidos y colores. De las supercuerdas se llegó, finalmente, a la energía de fondo, al vacío cuántico.
En este contexto, recuerdo siempre una frase dicha por W. Heisenberg, uno de los padres de la mecánica cuántica, en un semestre que dio en la Universidad de Munich en 1968 en el que pude participar, y que todavía suena en mis oídos: "El universo no está hecho de cosas sino de redes de energía vibratoria, emergiendo de algo todavía más profundo y sutil". Por lo tanto, la materia perdió su foco central en favor de la energía que se organiza en campos y redes.
¿Qué es ese "algo más profundo y sutil" de donde emerge todo? Los físicos cuánticos y astrofísicos lo llaman "energía de fondo" o "vacío cuántico", expresión inadecuada porque dice lo contrario de lo que la palabra vacío significa. El vacío cuántico representa la plenitud de todas las posibles energías y sus eventuales densificaciones en los seres. De ahí que hoy se prefiera la expresión pregnant void "vacío preñado" o la "fuente originaria de todo ser". No es algo que pueda ser representado en las categorías convencionales de espacio-tiempo, pues es algo anterior a todo lo que existe, anterior al espacio-tiempo y a las cuatro energías fundamentales, la gravitatoria, la electromagnética, la nuclear fuerte y la débil.
Algunos astrofísicos lo imaginan como una especie de vasto océano, sin márgenes, ilimitado, inefable, indescriptible y misterioso en el cual, como en un útero infinito, están hospedadas todas las posibilidades y virtualidades de ser. De allí emergió, sin que podamos saber cómo ni por qué, aquel puntito extremadamente lleno de energía, inimaginablemente caliente que después explotó (big bang) dando origen a nuestro universo. Nada impide que de aquella energía de fondo hayan surgido otros puntos, gestando también otras singularidades y otros universos paralelos o en otra dimensión.
Con la aparición del universo, irrumpió simultáneamente el espacio-tiempo. El tiempo es el movimiento de la fluctuación de las energías y de la expansión de la materia. El espacio no es el vacío estático dentro del cual todo sucede, sino aquel proceso continuamente abierto que permite que las redes de energía y los seres se manifiesten. La estabilidad de la materia presupone la presencia de una poderosísima energía subyacente que la mantiene en este estado. En realidad, nosotros percibimos la materia como algo sólido porque las vibraciones de la energía son tan rápidas que no alcanzamos a percibirlas con los sentidos corporales. Pero para eso nos ayuda la física cuántica, justamente porque se ocupa de las partículas y de las redes de energía, que nos abren esta visión diferente de la realidad. La energía es y está en todo. Sin energía nada podría subsistir. Como seres conscientes y espirituales, somos una realización complejísima, sutil y extremadamente interactiva de energía.
¿Qué es esa de energía de fondo que se manifiesta bajo tantas formas? No hay ninguna teoría científica que la defina. Además necesitamos de la energía para definir la energía. No hay como escapar de esta redundancia, observada ya por Max Planck.
Esta Energía tal vez sea la mejor metáfora de lo que significa Dios, cuyos nombres pueden variar, pero señalan siempre la misma Energía subyacente. Ya el Tao Te King decía lo mismo del Tao: "El Tao es vacío, imposible de colmar, y por eso, inagotable en su acción. En su profundidad reside el origen de todas las cosas y unifica el mundo".
La singularidad del ser humano es poder entrar en contacto consciente con esta Energía. Él puede invocarla, acogerla y percibirla en forma de vida, de irradiación y de entusiasmo.
http://servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=402


La Constante de Planck
Max Planck demostró que el universo es cuántico y no continuo

Max Planck (1858 - 1947)

La constante de Planck es la relación entre la cantidad de energía y de frecuencia asociadas a un cuanto o a una partícula elemental.

Es una constante física que desempeña un papel central en la teoría de la mecánica cuántica y recibe su nombre de su descubridor, Max Planck, uno de los padres de dicha teoría.
La constante de Planck (representada por la letra h) relaciona la energía E de los fotones con la frecuencia ν de la onda lumínica (letra griega nu) según la fórmula:
C de Planck
En el año 1901, el físico alemán Max Planck afirmó que sólo era posible describir la radiación del cuerpo negro con una fórmula matemática que correspondiera con las medidas experimentales, si se aceptaba la suposición de que la materia sólo puede tener estados de energía discretos y no continuos.
Esto quiere decir que ciertas propiedades físicas sólo toman valores múltiplos de valores fijos en vez de un espectro continuo de valores.
La idea era que la radiación electromagnética emitida por un cuerpo negro se podía modelar como una serie de osciladores armónicos con una energía cuántica. Relacionando la energía (E) de los fotones de la radiación, con su frecuencia y con su momento angular, se obtiene:
Fórmula Planck
Este modelo se mostró muy exacto y desde entonces se denomina ley de Planck y significa que el universo es cuántico y no continuo.
A nivel macroscópico no parece ser así, pues el valor de la constante de Planck es tan pequeño que el efecto de esta "cuantización" o "discretización" de los valores de la energía de cualquier sistema aparentemente varían de forma continua.
Valor Planck
Los dos dígitos entre paréntesis denotan la incertidumbre en los últimos dígitos del valor.
La constante de Planck es uno de los números más importantes del universo y ha dado lugar a que la mecánica cuántica ha sustituido a la física tradicional. La constante de Planck aparece igualmente dentro del enunciado del principio de incertidumbre de Heisenberg.
http://astrojem.com/teorias/constantedeplanck.html




Sabios cuánticos opinan que:

Sólo los seres conscientes pueden ser observadores, entonces, estamos íntimamente interconectados con la existencia misma de la realidad. Sin nosotros habría sólo esta superposición creciente de posibilidades sin que nada definitivo suceda nunca realmente.
Dr. York Dobyns

Las ideas generales sobre el entendimiento humano... ilustradas por los descubrimientos ocurridos en la física atómica, no constituyen cosas del todo desconocidas, de las que jamás se oyera hablar, ni tampoco nuevas. Incluso en nuestra propia cultura tienen su historia y en el pensamiento budista e hindú ocupan un lugar muy importante y central. Lo que hallaremos es un ejemplo, un desarrollo y fin refinamiento de la sabiduría antigua.
Julius Robert Oppenheimer

De un modo paralelo a las enseñanzas de la teoría atómica... al tratar de armonizar nuestra posición como espectadores y actores del gran drama de la existencia (tenemos que considerar) ese tipo de problemas epistemológicos, con los que pensadores como Buda y Lao Tse tuvieron ya que enfrentarse.
Aquellos que no quedaron disgustados la vez que se iniciaron con la mecánica cuántica, seguramente no la entendieron.
Niels Bohr

Si usted piensa que entiende la mecánica cuántica, entonces usted no entiende la mecánica cuántica.
Richard Feynman

La gran contribución a la física teórica llegada de Japón desde la Última guerra puede indicar cierta relación entre las ideas filosóficas tradicionales del lejano Oriente y la sustancia filosófica de la teoría cuántica. Toda palabra o concepto, por claro que pueda parecernos, tiene sólo un limitado margen de aplicabilidad.
Werner Heisenberg

¿Cómo es que algo tan inconsciente como la materia del cerebro, puede dar origen a algo tan inmaterial como una experiencia?
Peter Russell

Si desea ver miedo en los ojos de un físico cuántico, sólo mencione las palabras "El Problema de la Medición". El Problema de la Medición es este: Un átomo sólo aparece en un lugar determinado si es medido. En otras palabras, un átomo está extendido por todas partes hasta que un observador consciente decide mirarlo. Así que el acto de "medición" u observación crea el universo entero.
Prof. Jim Al-Khalili

El hecho de que todas las moléculas de todos los seres vivos tengan exactamente el mismo tipo de giro es probablemente la demostración más profunda de la uniformidad de los orígenes de la vida.
Richard Feynman

¿No hay millones y millones de gotas de energía y luz, fotones y electrones? Ellos forman este mundo sólido tridimensional imaginario que no existe en absoluto según la Relatividad o la Mecánica Cuántica.

Dr. Robert Anton Wilson

Además, cuanto más tu miras las partículas individuales, más te das cuenta que no hay tal cosa como un electrón. Un electrón o cualquier otra partícula elemental existe sólo en relación a otras cosas, como son otras partículas o el universo en general. Esto significa de hecho que al bucear lo bastante hondo en la naturaleza de la materia todo lo que sabemos sobre el mundo cotidiano se disuelve. Ya no hay objetos, sólo hay relaciones. Ya no hay localización, no hay más tiempo. Cuanto más se mira algo en detalle, y lo que creemos que es materia sólida menos sólida parece y empieza a parecer.
Dr. Dean Radin

Las únicas realidades que conocemos son nuestras elaboraciones cerebrales. Un cerebro recibe millones de señales cada minuto. Y nosotros las organizamos en hologramas que proyectamos al exterior y lo llamamos "Realidad".
Dr. Robert Anton Wilson

Bueno, ¿Cómo puede ser esto?. Lo que significa esto es que una vez que la materia es físicamente unida incluso cuando luego se separa, la energía aún está ahí, conectándola. Por eso es importante para mí, porque si retrocedemos lo bastante en el tiempo, todas las partículas y la materia de este universo entero que se expanden estaban todas unidas en una sola partícula del tamaño de un guisante verde. Es lo que la ciencia nos dice hoy, lo que los modelos informáticos sugieren, que si entrara al universo y tomara todas las partículas de materia y todo el espacio entre ellas, uniéndolas y comprimiéndolas al tamaño de un guisante verde, significa que usted y yo y todos nuestros oyentes fuimos una vez parte de la misma partícula que crea este universo entero hoy. E incluso ahora, que estas partículas están separadas y expandiéndose, y los estudios demuestran que lo están, todos seguimos energéticamente vinculados.
Gregg Braden

Así, un átomo y su electrón son objetos multiversales, y ese objeto multiversal es lo que la Mecánica Cuántica describe. Ahora, eso significa que el aspecto del Universo Paralelo de la Realidad descrito por la Teoría Cuántica debe aplicarse a los objetos de todos los tamaños, seres humanos, estrellas, galaxias, todo. Y por eso es que la llamamos la Teoría de los Universos Paralelos, en vez de sólo "Teoría de Electrones Paralelos. Si, así es... , y, y, eh... es correcto. Y la misma teoría que dice que los átomos existen en más de un lugar en diferentes universos, dice que los seres humanos también existimos en más de un lugar, y en más de un estado de consciencia, y así sucesivamente, en universos diferentes. Lo que significa, dicho en palabras, es que no hay separación entre los electrones. Aún más, no hay separación entre las personas.
Prof. David Deutsch

La ilusión viene de cómo nuestras mentes perciben. Mi ilusión viene de mi mente, tu ilusión viene de tu mente. Usted no necesita buscar en otro sitio para encontrar la fuente de la ilusión. Siempre que buscamos hacia afuera no encontramos la fuente de la ilusión porque tus ilusiones vienen desde dentro de tu mente.
Así que estamos tratando de percibir el nivel último de la realidad, y buscamos cualquier tipo de método, por ejemplo, nueva tecnología, energía atómica, etc. Pero, busquemos como busquemos, no podemos percibir el nivel último de la realidad usando estos mecanismos. El nivel último de la realidad es fundamentalmente vacío, y no es observable con estos métodos científicos.
Khempo Yurmed Tinly Rinpoche

Lo más importante de lo que estamos hablando aquí es de una nueva manera de pensar acerca de esto que llamamos "la persona" el "ser", el existente, el "yo". Y cuando comenzamos a modificar lo que queremos decir con esto, empezamos a ver y palpar ese reino infinito del que hablo.
Dr. Fred Alan Wolf

Podemos afirmar definitivamente basándonos en investigaciones estrictamente empíricas, que por  el mero hecho de reunir una vez más, sea en la realidad o en nuestra imaginación, las partes del universo que hemos disecado en nuestro análisis anterior, no lograremos explicar completamente ni siquiera el comportamiento del sistema viviente más elemental.
Paul Weiss

Las "Infinidades" son parte de la frontera de tu existencia, es decir, desde esta perspectiva, todo puede ser dividido hasta el infinito.
Dr. Nassim Haramein

Si usted se ha preguntado alguna vez por qué la energía nuclear es un millón veces más potente que la energía química, es porque la energía química resulta de la manipulación de los átomos en una molécula. La energía nuclear resulta de la manipulación de los nucleones en un núcleo. La escala de lo mil millones de millones de millones de veces más pequeño es prácticamente infinito en su dinamismo.
Dr. John Hagelin

Si usted busca lo infinito, ¿Qué instrumentos tiene para encontrarlo? Sólo los cinco sentidos, ¿No? Así que a través de sus órganos sensoriales usted busca el infinito. Es como querer ir a la Luna en un carro de bueyes. ¿No es así? Ese es el problema de la humanidad ahora: Con una percepción limitada, están tratando de comprender lo que está más allá.
Sadhguru Jaggi Vasudev

Comenzaremos a entender lo simple que es el universo cuando admitamos lo extraño que es.
John Archibald Wheeler

La ciencia está atascada en una empresa materialista, no en la búsqueda del conocimiento. El conocimiento aparece, pero es un subproducto. Y, a mi entender, asunciones coherentes sobre las cosas concuerdan con la experimentación, eso demuestra que el método es correcto. Por lo que debemos distinguir entre sucesos correctos e incorrectos, o ilusorios. La capacidad de percibir o pensar de manera diferente es más importante que el conocimiento adquirido.
Dr. David Bohm 

Si la teoría cuántica es una teoría completa, la realidad no es local. Hasta este momento, se había considerado que un cambio en cualquier componente del Universo sólo producía un cambio en su inmediata vecindad, que luego podía ir propagándose (como mucho, a la velocidad de la luz) hasta alcanzar puntos alejados de él según pasaba el tiempo. Por ejemplo, si tú tienes un objeto y yo otro, y tu objeto cambia, ese cambio no afectará a mi objeto hasta que haya pasado un tiempo determinado (tanto más grande cuanto más alejados estén los objetos) Por lo tanto, de acuerdo con la teoría clásica, si yo quiero estudiar mi objeto durante un tiempo corto, puedo ignorar los cambios que tú puedas realizar sobre el tuyo, porque no llegarán a afectar al mío. Pero, si la teoría cuántica es completa un cambio en uno de ellos puede producir cambios en otros de manera instantánea, por muy alejados que estén de él, sin que haya una mediación de cambios intermedios a través del espacio que los separa. Esa realidad no es local: no puedo describir una parte del Universo sin describirlo todo, porque los cambios se producen “en todo a la vez”, en vez de producirse en un punto y propagarse a otros.
(Extracto de El entrelazamiento cuántico en el Tamiz)

Puede ser que una síntesis real de la teoría cuántica y la relatividad requiera no sólo desarrollos técnicos sino una radical renovación conceptual.
John Bell

Einstein dijo que si la mecánica cuántica fuera cierta el mundo estaría loco. Einstein tenía razón: el mundo está loco.
Daniel Greenberger



-I-

Del cómo la Física Cuántica nos ayuda a comprender el milenario Tao

Tao y La Teoría Cuántico  
El "Tao Te King" es seguramente uno de los libros más importantes y enigmáticos que ha producido el pensamiento oriental.
Cuenta con tan sólo 10.000 caracteres, fue redactado hacia el año 300 a.C.
La mayor parte del libro está compuesta por rimas y puede ser leído como un largo poema filosófico.
Se atribuye su autoría a Lao Tse. Es una obra discretamente conocida en occidente.
La palabra Tao significa vía, camino.
La idea es la de un principio primordial anterior a toda manifestación: más allá de todo nombre, origen de todo y al cual todo debe retornar.
Se trata del camino por excelencia y no de un camino.
El Taoísmo es esencialmente una doctrina iniciática, que implica realizaciones en el orden metafísico.
En dicha leyenda Lao Tse aparece en este mundo por nacimiento virginal.
Su madre lo dio a luz bajo la sombra de un ciruelo, después de haber tragado un huevo en forma de pera.
El embarazo duro setenta y dos años.
Lao nació como niño viejo, con cabello cano y rostro arrugado, y fue llamado por sus seguidores por "Lao Tse" (el viejo sabio).
La leyenda indica después varios viajes a distintos países de oriente y su vuelta a la China donde ejerció un cargo de funcionario en el estado de Chu. Pero terminó bruscamente su carrera cuando subió sobre un carro conducido por un buey azul para alcanzar las fronteras del reino.
Allí encontró a Yin-hi oficial gobernador del paso de Han-ku,  quién luego de haber conversado con Lao Tse le suplicó que pusiera por escrito su enseñanza.
Este seria el origen del Tao Te King, según la leyenda, en la que el libro aparece como una especie de testamento espiritual dejado por el sabio antes de pasar la frontera del Tíbet o de la India.
LA TEORIA CUANTICA.
Que nos dice la Teoría cuántica?-
*La luz puede ser a la vez onda y partícula en función del experimento utilizado para  observarla.
* La materia (nosotros y todo lo demás) es también de naturaleza dual. Nosotros existimos como partículas y como funciones de onda.
* Dos objetos que alguna vez han interactuado entre ellos, siempre se influenciarán el uno al otro, incluso a grandes distancias (es decir, están "entrelazados"). El comportamiento de un objeto de forma instantánea, alterará el comportamiento del otro objeto. (Es el Llamado Entrelazamiento Cuántico, en Física Cuántica).
*La función de onda o "ondulación" de un objeto representa la probabilidad de encontrarlo en un lugar en particular o con una propiedad física particular (es decir, su realidad). Cuando la probabilidad de encontrar un objeto en un lugar determinado o con una propiedad particular, va a 1 (100%), la función de onda colapsa y el objeto asume propiedades físicas en ese momento - es decir, se vuelve "real". 
*Los objetos no tienen propiedades físicas hasta que se observan. No son "reales". Nuestras observaciones por lo tanto influyen en la realidad al producir el colapso de  la función de onda de un objeto.
EL TAO CUANTICO.
Definamos dos conceptos comunes a muchas filosofías metafísicas, y  adaptemos estos conceptos con los de la Teoría Cuántica.
TAO.
En algunas filosofías espirituales, todo el mundo conocido se considera como manifestaciones de un ente  universal,  indefinible,  ilimitado, e innombrable llamado  el Tao.
En Física Cuántica se le denomina el Campo Unificado.
En cierto sentido, se podría pensar en el Tao como un océano infinito que incluye todo lo conocido  y a nosotros, como objetos dentro de ese océano universal. Estamos por lo tanto ligados a todo y  a todos los demás a través de nuestra expresión común y manifestación a través del Tao.
YIN YANG.
El concepto filosófico chino de Yin Yang describe cómo  fuerzas aparentemente opuestas, están interconectadas y son interdependientes en el mundo natural.
Como el Tao Te King dice:
"Cuando la gente ve la belleza, aparece lo feo.
Cuando la gente ve que algunas cosas son buenas, aparece lo malo.
El ser y el no-ser se crean mutuamente.
Lo difícil y lo  fácil se complementan.
Largo y corto se definen mutuamente.
Alto y bajo dependen  el uno del otro.
Antes y después  se siguen  el uno al otro."
Así pues, la realidad es dualista en esta posición filosófica. (Dualidad Onda-Partícula en Física Cuántica).
Principios del Tao Cuántico.
*Como las ondas creadas en un estanque cuando se lanza una piedra en el agua, nosotros (y todo lo demás) somos  formas de onda creados, integrados y propagándonos  a través del medio universal que llamamos Tao.
*La mecánica cuántica muestra que nuestros cuerpos físicos existen tanto en forma de ondas como partículas, pero la pregunta siempre ha sido, ¿Hacia dónde se propagan estas ondas? Alineamos la teoría cuántica actual con este marco que indica  que la estructura donde nuestras formas de onda están incrustadas es en el Tao.(Campo Unificado).
*Nuestros cuerpos físicos y otros objetos dentro de nuestro mundo físico  consciente representan funciones de onda que han colapsado convirtiéndose en cuerpos Físicos.
En el mudo Cuántico cuando una función de onda colapsa   su ondulación se concentra,  y asume las propiedades físicas, convirtiéndose en una partícula física real.
*El entorno Tao se ve afectado localmente por nuestra observación consciente y manifiesta nuestra realidad compartida o común a medida que avanzamos por la vida.
El acto de nuestra observación hacia afuera y hacia adentro, que forma  nuestro dominio consciente,  crea la realidad que nos rodea mediante el colapso de las funciones de onda de nuestro entorno para que sean "reales", así como las olas ondulando a través de un estanque  distorsionan  la zona del estanque por la  que están pasando.
*Podemos influir en  acontecimientos y objetos independientemente de la distancia que nos separa de ellos,  ya que todos estamos interconectados y somos expresiones y manifestaciones del medio llamado Tao.
Esta es una consecuencia directa del llamado "entrelazamiento Cuántico", que establece que los objetos que han sido conectados entre sí una vez están conectados para siempre, de modo que un objeto puede influir en los demás, incluso a grandes distancias.
LA DUALIDAD DE LA EXISTENCIA.
El principio  filosófico Yin-Yang en el taoísmo, el budismo y otras religiones se corresponde con la dualidad onda-partícula en la teoría cuántica.
Como vemos las similitudes son extraordinarias, entre el Tao y la Teoría Cuántica.
De hecho, la Teoría Cuántica no hace sino  reforzar  el mensaje que los maestros espirituales han pregonado en el mundo desde sus comienzos.
http://www.cuanticamania.com/2011/02/el-tao-te-king.html


Thoth, Taoísmo y Teoría Cuántica
UN FASCINANTE HILO CONDUCTOR A TRAVÉS DEL ESPACIO-TIEMPO:
Las enseñanzas de Thoth, El Libro del Equilibrio y la Armonía, y la moderna Teoría Cuántica
Hermes, Dyehuty, Thoth
    El pasado día 9 de febrero en el curso de la Física Cuántica a la Conciencia hice con mis alumnos una lectura conjunta de tres textos escritos en épocas bien distintas en la historia de la humanidad, así como en diferentes puntos de la geografía mundial: un texto de “El Kybalión” atribuido a las enseñanzas del dios egipcio Thoth, un extracto de las “Sentencias” del Libro del Equilibrio y la Armonía, recopilado por Li Daoqun, heredero de Tao Te King, I Ching y Zhuangzi (Chuang Tse), filósofo taoísta,  y un fragmento del libro “El Yo Cuántico” de Danah Zohar.
    Los tres presentan un denominador común: en esencia somos energía, somos vibración, somos onda, además de tener forma (un cuerpo) y estar constituidos por minúsculas partículas.
En esta visión histórica, parto de Thoth, en egipcio Djehuty, deidad lunar, dios de la sabiduría, la escritura y la magia. Patrón de los escribas, las artes y las ciencias, era el escriba celestial del Libro de la Vida, donde anotaba los pensamientos, las palabras y los actos de los hombres en la ceremonia del Juicio del difunto. Los griegos lo identificaron como Hermes, conocido también como Hermes Trismegisto, el tres veces grande, y del cual emanaron las leyes herméticas.
    Los registros de Thoth retroceden hasta los tiempos míticos de la misteriosa tierra de Khemt. En el Mito de la Creación según la Cosmogonía de Hermópolis del huevo primordial surge la divinidad creadora que a su vez crea el mundo. Egipto era gobernado por dioses primigenios (en diferentes versiones según el territorio), era cuna de grandes saberes y misterios que fueron diseminándose por todo el globo, aunque no siempre se tiene en cuenta este gran despliegue del Antiguo Egipto. Algunos eruditos en el tema consideran que flotas navales egipcias (naves hechas de papiro)  llegaron hasta la misma Polinesia, como se puede deducir por algunos paralelismos lingüísticos, tales como los términos Ra (sol, fuente de energía vital, término común en toda la Polinesia) o Aku-Aku en pascuense y Akh en egipcio antiguo (espíritu iluminado).
    Grandes conocimientos custodiados en la magna biblioteca de Alejandría se perdieron debido a su posterior destrucción, no obstante, podemos leer estos poderosos saberes herméticos en fragmentos que han sobrevivido a lo largo de algunos milenios. En el Kybalión podemos leer:
   “Nada está inmóvil, todo se mueve, todo vibra”  Todo está en movimiento y tiene una frecuencia de vibración. –Según la física cuántica esto es absolutamente cierto, ya que sabemos que toda partícula en movimiento tiene una longitud de onda asociada y una frecuencia de vibración, según la relación de De Broglie. Además, toda partícula subatómica está en movimiento continuo, incluso si dirigimos nuestra mirada al mar fluctuante de partículas virtuales del Campo de Punto Cero, hay un baile frenético de estos diminutos seres que poblan el éter. Ahí entrarían en juego las diferentes frecuencias de vibración, responsables de que en una porción pequeñísima de este éter cuántico haya una densidad energética muy notable.
    Sabemos que la materia puede crearse de la propia luz que disminuye su frecuencia de vibración, hecho comprobado en 1932 por el experimento de Carl Anderson, en el cual atrapando un fotón de luz gamma y haciéndolo pasar por una cámara de hidrógeno líquido “se convierte” literalmente en un par de partículas (electrón y su antipartícula, el positrón). Al transferir energía a los núcleos de hidrógeno de la cámara, pierde energía, disminuyendo su frecuencia. En este sentido la materia se puede considerar luz densa.
    A Salvador Dalí le apasionaban estos procesos a nivel subatómico y a través de algunos lienzos plasmaba este dinamismo mágico de creación y destrucción de la materia, imaginándose los átomos como grumos de materia-energía flotando por el espacio. El autor del Tao de la Física, Fritjof Capra, comparaba estos “vaivenes cuánticos” con la Danza de Shiva, que simboliza el eterno ritmo de vida de creación y destrucción, de muerte y renacimiento.
     Dirigiéndonos ahora hacia la Antigua China, en las Sentencias del Libro del Equilibrio y la Armonía se dicta:
   “Todos los seres son una forma y una energía. Forma y energía son espíritu. Espíritu es apertura total.”
    Según las leyes herméticas, el espíritu es el estado de máxima vibración. A medida que va disminuyendo la frecuencia, lo sutil se vuelve denso, la energía se condensa en materia. El proceso de sabiduría interior consistiría en sumergir el espíritu en la mente y reunir la energía en el cuerpo. Sería aumentar el estado de vibración, estar en calma y en apertura total, fluyendo con los ritmos del universo y de la vida. Transmutar  la materia en luz. Esto es realmente una poderosa alquimia interior.
    Según la fórmula de Einstein de equivalencia materia-energía, si somos capaces de crear energía por fisión del átomo, ¿no podríamos crear más luz coherente en nuestro cuerpo simplemente ordenando adecuadamente nuestra química interna con un pensamiento positivo y una buena predisposición? Se sabe que las células poseen un campo de luz coherente, el campo biofotónico, responsable de la mitosis y comunicación celular.
    Mecanismos biológicos tales como la fotosíntesis, los procesos neuronales, reacciones enzimáticas, etc. comparten características cuánticas. Cada vez más salen a la luz artículos de investigación en esta línea. Tal como dice Danah Zohar en El Yo Cuántico nuestra conciencia es la relación entre partículas elementales escritas en grande, la conciencia es un fenómeno de onda cuántica. Mente y Cuerpo serían reflejo de la dualidad onda-partícula que caracteriza todo ente cuántico. Dentro de nuestro cerebro tienen lugar procesos de coherencia cuántica, que dan lugar a la existencia de múltiples estados a la vez, así como la interconectividad instantánea en amplias regiones del cerebro. Y tan solo esto es la punta del iceberg.
    Hay una profunda sabiduría esparcida a lo largo de la historia y de la geografía terrestre, a veces hundiendo sus raíces en tiempos míticos, casi olvidados pero recuperados gracias a algún fragmento o rollo de papiro, otros que permanecen en la profunda memoria de los ancestros, u otros que son recuperados a menudo gracias a una chispa de intuición del científico por descubrir los misterios de la propia existencia.
    Según Zhuangzi hay que fundirse con la Ley de la unidad universal, pues el universo es la unidad de todas las cosas y quien alcanza esta unidad y se identifica con ella posee una paz interior imperturbable.
http://teresaversyp.com/articulos/thot-taoismo-y-teoria-cuantica/


Tao y ciencia
Todas las religiones tratan de tener una interpretación humana de lo trascendente (o divino). Entre las creencias asiáticas el Tao es una fuerza poderosa y estructural de los universos físicos y el Dao es el camino verdadero y persistente del final de la purificación. (Budismo, Taohísmo).
Hoy, los humanos tenemos la ciencia, la física cuántica, la regresión hipnótica y la espiritualidad científica, para poder comprender muchas cosas, más de lo que la inspiración y meticulosidad de los ancestros pudieron alcanzar muy trabajosamente.
Me causó un gran estupor, saber de las vidas pasadas. Sé de mis dos vidas anteriores en Europa. Creo que a ellos, lo mismo les acontecería.
Saber que vida hicimos, nuestra sexualidad, nuestras ocupaciones, nuestros nacimientos y muertes, etc, hoy está en nuestras manos y más si nuestras vidas acontecieron en lugares con archivos fehacientes..
Es comprender el significado principal de nuestras vidas, la simbiosis de las almas con los cuerpos que nos tocan vivir.
La suspensión- en determinadas circunstancias- de las leyes propias de la Química, Física y Biología tradicionales, desde el trabajoso avance de la Física Cuántica, va acercando a estas religiones asiáticas con la ciencia moderna.
Es extraordinario vislumbrar las acciones y deseos que tendremos y tendríamos. Todo depende de las relaciones de nuestra alma y los cuerpos en que nos reencarnamos. El ascenso desde la animalidad hasta nuestra actual elevación corporal y espiritual. Más, con bastante certeza “ver” a lo que finalmente llegaremos.
Nuestra vida es un continuo, de diversas características y que inevitablemente nos conducen a ser almas puras, seres de “luz”, que con nuestros Taos y Daos, nos permitirán no reencarnar más, puesto que nuestros conocimientos nos liberan de vestirnos de carne y huesos.
Una gran aproximación la encontramos con F. Caprra, que nos muestra una ligación entre los mundos de la física cuántica y el Taoismo.
Encontrar a estos autores, me reconforta, pues veo que mi trabajo mental , me aproxima a las consecuencias que ellos cimentaron. Les hago de continuación y ni siquiera los conocía.
Es que los caminos temporales han sido desandados infinitas veces y cada vez a muchos, nos parece encontrar lugares , situaciones y explicaciones ya trajinadas. O sea es un “deyavous” cósmico y perenne.
Si releen mi Cosmogonía, o las líneas sobre “la libertad”, la “estructuralización” del mundo físico, etc., comprobarán que la unión de las viejas religiones y el conocimiento físico cuántico se venía dando y que hoy produce un acercamiento máximo, donde los límites se des -configuran.
Por lo tanto la de –coherencia del mundo, ante la re -combinación aleatoria, sin dejar de ser casuística, configura una suma algebraica de factores de resultados no del todo razonables.
Todo lo cual indica que el Tao y el Dao, persisten dentro de nuestros temas de interés hasta las últimas consecuencias y los últimos tiempos.
http://asusta2.com.ar/2010/03/24/tao-y-ciencia/



Del libro “La Completa Encarnación” del Doctor Rubén Feldman Gonzalez 
...Y en términos de la gente que he conocido, Krishnamurti ha sido la más sincera, el hombre más bello que jamás haya conocido. Inclusive escribí que Pablo dijo, “La Mente de Cristo está en todos nosotros.”
Eso es lo que San Pablo dijo en la Cristiandad. La Mente de Cristo está en todos nosotros. Y yo no podía creerlo, principalmente por lo que ocurrió en Argentina en los 60’s y 70’s.
Esa locura.
Cuando conocí a Jiddu Krishnamurti, vi la mente de Cristo en acción. Kristos original.
Así que por favor, descarten todo chisme alrededor de Krishnamurti, por favor háganlo.
Interlocutor: ¿Cuál es su relación, en Percepción Unitaria, con el concepto de Tao y el concepto de Zen?
RFG: Bueno, verás, me inclino a decir que estas personas, como Lao Tse y Chuang Tse, la tuvieron.
Jesukristos hablaba de “metanoia”. El problema, aún si lo describimos, es que él habla de “metanoia” en griego, una palabra que de acuerdo a los nuevos teólogos significa “ir más allá de todo pensamiento y conocimiento”. “Metanoia” fue traducido como “arrepentirse”, que en latín significa volver a tener pena, volver a estar triste por lo que se hizo en el pasado.
NADA QUE VER con el original “metanoia”. Nada. Y eso es lo que le sucedió a esas personas, fueron distorsionadas la mayoría de ellos, no tanto Lao Tse quizás.
Pero Krishnamurti me recomendó leer a Lao Tse.
Déjenme contarles esto: el ideograma (palabra) chino para Tao es un pie seguido de una cabeza. Eso significa “encarnado de los pies a la cabeza”… eso es el Tao, lo sagrado.
Eso es si se divide el ideograma en dos partes.
Pero si se lo divide en tres partes, entonces se obtienen tres símbolos:
El pie, la ceja y el sol.
El sol bajo la ceja está justo bajo el horizonte. Significa el comienzo o el final del día. Entonces la palabra Tao divida en tres partes y no en dos significa: “Caminar constantemente con la vida y la muerte, con el principio y el fin.”
El primer paso es el último: La Percepción Unitaria.
Interlocutor: La idea esencial del Zen parece ser trascender inmediatamente al pensamiento.
RFG: Sí, por supuesto.
http://elespirituenelatomo.blogspot.com/2013/05/jesukristos-tao-y-zen.html


Esa Energía, Dios, cuyos nombres pueden variar, pero señalan siempre la misma Energía subyacente, el Tao Te King decía lo mismo: "El Tao es vacío, imposible de colmar, y por eso, inagotable en su acción. En su profundidad reside el origen de todas las cosas y unifica el mundo". Lo cuántico faculta entender mejor este planteamiento del pasado que se hace presente gracias a lo cuántico.


-II-

Del cómo la Física Cuántica nos ayuda a comprender el milenario Budismo

Budismo y Física cuántica

Las concepciones de la realidad de Nagarjuna y de la física cuántica.
Christian Thomas Kohl
Que es la realidad? Los modos de pensamiento del mundo moderno están listos para responder de cuatro formas diferentes, entre las cuales oscilan: Las religiones judea, cristiana e islámica hablan de un Dios Creador que mantiene el mundo. Representa la realidad fundamental. Si El se separa de este mundo solo un instante, el mundo se desvanecería instantáneamente. El mundo solo puede existir porque El lo mantiene y lo vigila; Este modo de pensamiento es tan fundamental que incluso números científicos de la naturaleza no pueden liberarse de él. En lugar del Dios creador, tienen leyes de la naturaleza o partículas elementales que son el fundamento de todo lo que nos rodea.
Un segundo modo de pensamiento considera desde René Descartes, los temas o los modos de pensamientos subjetivos como fundamentales. Todo el resto es solamente un derivado secundario.
Según un tercer modo de pensamiento la realidad fundamental es un modo global , o entero u holístico.
Debe existir a partir de estos dos: el sujeto y el objeto.
Este concepto designa la doctrina por la cual el universo es un todo indivisible que no puede ser explicado por sus diferentes partes, consideradas separadamente.
Un cuarto modo de pensamiento no se ocupa más de la realidad, la podríamos llamar “instrumentalista”. En este modo de pensamiento, nuestras concepciones no reflejan de ninguna manera una realidad cualquiera. Ya no se trata de una realidad sino mas bien de informaciones sobre una realidad de la cual no tenemos ningún conocimiento.
El budismo rechaza estas 4 concepciones de la realidad. Por eso fue considerado como nihilista. Cuando no se cree en un Dios Creador, en las leyes de la naturaleza, a un objeto permanente, a un sujeto absoluto, ni a los 2 a la vez, en otras palabras, a nada, entonces en que creemos? Qué se podría considerar como realidad fundamental? La respuesta buddhista es simple. Es tan simple, que la consideramos apenas como una expresión filosófica: Las cosas dependen unas de otras. Por ejemplo, una cosa es dependiente de su causa. No hay efecto sin causa y no hay causa sin efecto. No hay fuego sin combustible, no hay acción sin agente y vice-versa. Las cosas dependen de otras cosas, de las cuales difieren, pero no estallan en pedazos objetivos e independientes: no son ni objetivos ni subjetivos.
Esta concepción budista de la realidad es, a menudo, desaprobada y rechazada. Sin embargo, un modo de pensamiento moderno tiene puntos comunes. La física cuántica, se preocupa igualmente de la realidad fundamental. Qué es lo fundamental en la física cuántica? Son las partículas, las ondas, los campos de fuerza, las leyes de la naturaleza, los modelos de pensamiento o las informaciones? La física cuántica ha llegado a un resultado que expresa con las nociones claves de complementaridad, interacción y el fenómeno de entrelazamiento cuántico. Según esta concepción, no hay objetos cuánticos independientes, sino complementarios: son partículas y ondas. Los objetos cuánticos están en correlación aunque están separados por una larga distancia, sin que hayan sido una preocupación de la filosofía, la física cuántica ha producido una concepción física de la realidad según la cual la realidad fundamental consiste en una interacción de sistemas que tienen una correlación con los otros sistemas y con sus propios elementos. Esta concepción física de la realidad no pueden ser sistemas independientes, ni tener como fundamento, leyes de la naturaleza independientes y objetivas o de modelos de pensamientos subjetivos, tampoco ser un todo místico y no consiste solamente en informaciones.
Tenemos aquí un paralelo sorprendente entre la concepción filosófica de la realidad en el budismo y una concepción física en la física cuántica, que Christian Thomas Kohl ha demostrado en su libro sobre el budismo y la física cuántica.
http://es.scribd.com/doc/3244251/Budismo-y-Fisica-cuantica


En Occidente estamos acostumbrados a asociar la ciencia con la tecnología, la cual disfrutamos o padecemos según los casos. Sin embargo, la ciencia nos es mucho menos conocida.
La ciencia es primeramente una actitud, es la forma en que vamos a buscar las respuestas a nuestras preguntas. Podríamos decir que hay dos actitudes fundamentales: la científica y la religiosa.
En la ciencia, siempre tenemos meras teorías, nunca estamos seguros de nada al cien por cien. Sabemos que cualquier teoría, por genial que pueda parecernos, no representa la verdad ni la realidad, sino una aproximación o un modelo. Investigamos para encontrar una aproximación a la realidad nueva y mejor, y dicha búsqueda se convierte en algo apasionante. Cuando algo nuevo, aún no comprendido por el género humano, se revela al investigador por primera vez, esa experiencia tiene algo de éxtasis místico, y ése es el motor oculto de la búsqueda científica.
En la ciencia, la duda es sana, es fecunda. La crítica hacia las ideas y teorías de otros científicos es deseable porque ayuda a construir ciencia, a ver los puntos débiles de la teoría. Albert Einstein fue un científico admirado y admirable, pero que dijo también muchas tonterías y estaba equivocado en algunas cosas fundamentales.
En la religión, tal como la entendemos en Occidente, nos adherimos a una revelación de la Verdad. La duda, la crítica se considera peligrosa, desaconsejable y herética. Los representantes religiosos suelen estar investidos de una cierta representación de dicha verdad y su importancia radica en esa investidura, no en lo que ellos mismos piensan, dicen o son.
La religión se pretende segura y verdadera, mientras que la ciencia siempre se reconoce equivocada.
Albert Einstein dijo en cierta ocasión que, a su juicio, el budismo era la única religión compatible con la ciencia.
El budismo es una religión con actitud científica, a pesar de que muchos budistas no la tengan. El Buda no es un Dios, sino un sabio, un Einstein de lo espiritual que vivió hace 2500 años. Mediante la reflexión y la meditación, descubrió verdades importantes, leyes del mundo interior, de la misma manera que los físicos han descubierto algunas del mundo exterior, las leyes de la física.
Eminentemente práctico, el Buda no se entretenía en discusiones teóricas acerca de la existencia o inexistencia de un Dios personal, sino que ofreció una solución para el sufrimiento humano, que había nacido de su propia comprensión de la naturaleza de la realidad. Sentado bajo un árbol, el árbol del bodhi, alcanzó la iluminación, comprendió la naturaleza vacía de los fenómenos, entendió la raíz del sufrimiento y se decidió a compartir con sus semejantes lo que había descubierto.
Muchos siglos después, en Occidente, el célebre Isaac Newton, físico y matemático inglés, se esforzaba también en comprender la naturaleza del mundo, esta vez exterior. Newton obtuvo también su ‘iluminación’ cuando descansaba bajo un manzano. Una manzana le cayó en la cabeza y de ahí nació toda la mecánica Newtoniana, que explicaba no sólo la caída de las frutas sino incluso el movimiento de los planetas y las estrellas.
La mecánica de Newton, como cualquier teoría física, no era simplemente un conjunto de fórmulas matemáticas, sino que llevaba implícita una visión del mundo. El mundo físico se presentaba como algo existente en sí mismo, como una realidad exterior independiente de nosotros, con un espacio y un tiempo absolutos, donde los cuerpos evolucionaban según leyes precisas de una manera determinista. La física de Newton estaba muy impregnada de la filosofía de Aristóteles.
Pasaron algunos siglos y la física avanzó bastante, se descubrieron la electricidad, el magnetismo, el electromagnetismo de Maxwell; pero la filosofía subyacente a la física seguía siendo la misma hasta que llegó la gran revolución a principios del siglo XX. Albert Einstein, Plank, Niels Bohr, Scrödinger, Pauli, Heisenberg… aparecieron en el panorama científico y con ellos los dos pilares de la física moderna: la teoría de la Relatividad de Einstein y la física cuántica.
Ambas teorías, realmente geniales, y muy diferentes entre sí, introducían un cambio radical en nuestra visión del mundo. Por decirlo de alguna manera, nos obligaban a considerar la situación del ‘observador mismo’ como parte inseparable de la realidad física. Según la teoría de la Relatividad, no hay ahí fuera, en el exterior, algo absoluto como el tiempo, el espacio o la energía, que sea independiente del observador. La física cuántica llega aún más lejos y plantea que nada es siquiera independiente del ‘hecho mismo’ de la observación. La observación es la que crea el fenómeno, y este mismo no existe en sí, sin el hecho de su observación, viene a decir la física cuántica.
La física moderna ha acabado con la visión del mundo como un lugar poblado de realidades absolutas. No hay observadores privilegiados, dice la teoría de la Relatividad. Cada observador mide unos valores y propiedades de la realidad, que son distintos de los que mide otro observador, sin que ninguno tenga derecho a proclamar los suyos como más ciertos que los de otros. El mundo exterior físico se comporta así.
La precisión de ambas teorías, Relatividad y física cuántica, es impresionante. Explican y predicen acontecimientos con una exactitud superior a 20 cifras decimales, explican el átomo, las partículas subatómicas, la luz, los agujeros negros y la expansión del Universo. Son teorías fascinantes que nos han acercado a la comprensión de la realidad, pero asombrosamente, su filosofía subyacente ha resultado ser muy cercana al budismo.
Hace 2500 años, Sidharta Gautama enseñaba sobre la naturaleza vacía de los fenómenos, en un sentido muy semejante a la Relatividad y la física cuántica. El Buda explicaba que los fenómenos no tienen una existencia inherente, independiente. Nuestro gran error consiste en atribuirles ambas cualidades. Nuestro cuerpo físico, nuestra propia imagen, nuestra cuenta bancaria son simples fenómenos, puras apariencias a las que atribuimos significados y valores de los que carecen en sí mismas. El juego de nuestra mente, que crea el significado y luego se lo atribuye al objeto como propio, es la trampa que nos sumerge en el sufrimiento. Lo que llamamos 'yo' no es más que un fenómeno y ésa es la gran Ignorancia.
En física cuántica, las partículas no tienen un 'yo' propio. Los electrones son indistinguibles entre sí y por ello mutuamente intercambiables. No existen, en la teoría cuántica, propiedades ocultas de un electrón que permita distinguirlo de otro en los experimentos.
En una teoría alternativa a la física cuántica, llamada física Bohmiana, sí se contempla la existencia de propiedades ocultas, pero han de ser 'globales' para que la teoría concuerde con los experimentos. Esto significa que si existieran variables ocultas serían propiedades del Universo en su conjunto, no de un electrón en particular. El electrón no tiene características 'personales' que permitan distinguirle de otros. Carece de 'yo' propio.
El Buda explicaba también la 'vacuidad' como 'interdependencia'. Todos los fenómenos están interconectados. Cualquier cosa que ocurre aquí tiene relación con lo que ocurre en el resto del Universo, y esto es lo que viene a decir la física Bohmiana: un científico terrestre desdobla una partícula de luz (fotón) en dos (fotones). Si se le ocurre medir las propiedades de uno de ellas, el simple hecho de la medición tiene efecto en el resultado que un hipotético científico extraterrestre obtendría en el futuro con el otro fotón. No importa el hecho de que sus posiciones en el espacio y el tiempo impidan la conexión 'causal'. Las medidas son interdependientes. ¿Y dónde, podríamos preguntarnos, está registrada esa interdependencia? ¿Dónde está la información de qué es lo que hace un científico y lo que hace el otro, si no hay una relación 'causal'? En el Universo, en la 'mente común', en la 'mente una' del Universo que interconecta todo, la única que en realidad está haciendo todas las mediciones aquí y en Orión. Es la mejor respuesta que se nos ocurre…
No deja de asombrar el hecho de que, mirando al mundo exterior, la física, la ciencia objetiva haya descubierto el mismo principio que otro científico, esta vez del mundo interior, Sidharta Gautama, encontró en su meditación hace 25 siglos.
Personalmente, nunca me he convertido al budismo. No me he adherido al budismo con una actitud religiosa. Más bien, me siento budista por descubrimiento. Es lo más parecido, en actitud y en pensamiento, a lo que sinceramente pienso y siento. No puedo concebir un Dios personal bueno y sabio, compatible con las observaciones experimentales del mundo y la naturaleza. El mundo es, como decía el Buda, un océano de sufrimiento, y el Budismo, es como decía Einstein la religión más compatible con la ciencia.
Mi reconocimiento y gratitud a mi Lama-Amigo, el Lama Gangchen Rimpoché. En él se reconcilian finalmente la cabeza y el corazón.
http://www.esquinamagica.com/articulos.php?idar=558&id1=40


Física Cuántica y Budismo
Alan Wallace tiene  58 años y vive en California.
 Licenciado en Física, y doctor en Filosofía de la Ciencia y Estudios Religiosos , fué ordenado monje por el Dalai Lama.
"La física cuántica y el budismo dicen lo mismo" asegura Alan Wallace en una entrevista reciente.
Esa el la conclusión después de toda una vida dedicada al estudio del Budismo, la meditación y la Física Cuántica.
A los 20 años viajó por Europa lleno de preguntas existenciales. Tropezó con “El libro tibetano de la gran liberación”, que trata sobre la naturaleza de la mente, y quedó asombrado.
¿Hasta qué punto?
Estudié el idioma tibetano para poder estudiar budismo, me compré un billete de ida a India y acabé siendo ordenado monje por su santidad el Dalai Lama.
¿Entonces lo de la física vino después?
Tras 14 años viviendo con los tibetanos, estudiando budismo y meditando, decidí integrar esos estudios en la física. El budismo se ocupa del conocimiento de la realidad, no está apegado a creencias religiosas; y para ahondar en la realidad se necesita la física.
Entonces, ¿la física ha completado su visión budista del mundo?
Sí. La fortaleza de la ciencia, con la tecnología y la matemática, no la encuentras en el budismo; pero el budismo tiene un método muy sofisticado para investigar y observar directamente la mente; en eso la ciencia occidental es muy débil.
Las leyes de la física cuántica ya fueron expuestas hace 2.000 años por el budismo.
En 1997 traduje una conversación entre el Dalai Lama y un eminente físico experimental austriaco, Anton Zeilinger, que le explicaba al Dalai Lama que cuando en la física cuántica investigas la naturaleza de una partícula elemental, como un electrón, no la encuentras, está vacía. Es decir, que el electrón sólo existe en relación con el sistema de medición y el observador, no es posible observar un sistema sin perturbarlo.
¿Y qué dijo el Dalai Lama?
“¡Sorprendente!, ¡¿cómo puedes haber llegado a este descubrimiento sin conocer el camino de en medio o su escuela filosófica, el madyamika?!”. Zeilinger se quedó atónito y preguntó: “¿Qué es el madyamika?”.
Entonces el Dalai Lama explicó que para el budismo el yo, como tal, no existe, ya que aquello que denominamos compulsivamente “mi yo” está permanentemente cambiando; pero Arya Nagarjuna fue todavía más allá.
¿El fundador de la filosofía madyamika?
Sí, una línea particularmente avanzada dentro del budismo, fundada alrededor del año 200 de la era cristiana, y que sirvió de fundamento filosófico para la principal rama del budismo actual, el mahayana.
¿Cuál fue ese paso más allá?
Pura cuántica: negó la existencia independiente no sólo del yo, el observador, sino también del objeto, el observado; e incluso de la observación misma. El término madyamika deriva directamente del que empleó Nagarjuna para referirse al camino de en medio, aludiendo al espacio entre el nihilismo y el materialismo.
¿Y qué dijo Anton Zeilinger?
“¡Esto es sorprendente!, ¡¿cómo puedes saberlo sin conocer nada de física cuántica?!”, e invitó al Dalai lama a su laboratorio en Austria. Allí observé algo muy interesante…
La tecnología que tenía Antón, los budistas no la tienen; los experimentos que ellos llevan a cabo, los budistas no los hacen. Pero los budistas practican samadi, que es una alta concentración en un solo punto, un método contemplativo para investigar la mente y los fenómenos objetivos.
¿Y así llegan a la misma visión que los físicos cuánticos?
Exacto, pero los budistas hacen una aplicación práctica: al darte cuenta de que nada existe independientemente, ni los átomos, ni las personas, ni las culturas…, brota naturalmente la compasión.
¿Usted cree?
Mi bienestar está relacionado con tu bienestar; mi sufrimiento, con tu sufrimiento. Pretender buscar mi felicidad y mi seguridad como si yo fuera una isla es una estupidez. De esta sabiduría viene el altruismo, y ahí es donde budismo y ciencia se separan, porque el altruismo no es común en la ciencia.
¿Qué se estudia en su instituto?
La conciencia desde la óptica de la ciencia, el budismo, y la psicología conductual; el conocimiento de la mente, el origen del pensamiento, la naturaleza de la conciencia. Investigamos en temas muy prácticos, por ejemplo, cómo calmar las emociones destructivas: desórdenes hiperactivos y déficit de atención.
Muy comunes.
Junto con un equipo científico de la Universidad de California hicimos un estudio que ha durado siete años sobre cómo cultivar el dominio emocional. Entrenamos con meditaciones budistas esenciales durante 45 horas a maestras de escuela aquejadas de estrés, ansiedad, depresión e insomnio. Los síntomas desaparecieron y cinco meses después seguían sin reaparecer. Otro experimento significativo ha sido el proyecto Shamaka.
¿Eso es un tipo de meditación?
Sí, para obtener mayor concentración. Organizamos un retiro de tres meses con 70 personas neófitas en la materia que meditaron ocho horas diarias y conseguimos un nivel de concentración altísimo, lo que se deriva en efectividad, autoestima y alegría en las tareas: creo que pronto veremos revolucionado el mundo del trabajo.
¿Alguna conclusión?
Ciencia y espiritualidad están dándose la mano, no para convertirse ni para conquistarse, sino para aprender una de otra, y eso no tiene precedentes.
Alan Wallace fué en busca de respuestas existenciales y  se topó con el budismo y el Dalai Lama, que nos dice: “Aunque los científicos estudien principalmente la materia, no pueden pasar por alto la conciencia; aunque los especialistas del espíritu se centren en el desarrollo de la mente, no pueden pasar completamente por alto las necesidades físicas”.
Así, este hombre se convirtió en un físico budista que ha creado el Instituto de Estudios de la Conciencia, donde se profundiza en la mente humana y sus posibilidades aunando esfuerzos y metodologías de la ciencia y del budismo.
http://www.cuanticamania.com/2011/02/fisica-cuantica-y-budismo-de-la-mano.html


El Budismo y la Física Cuántica
A menudo relacionamos el Budismo y la Física Cuántica, pero para los no iniciados no está clara cuál es esa relación. Ambas son “maneras” muy cercanas de mirar, de percibir la realidad. Ambos se escapan del mundo real, tangible, y establecen sus lares en el mundo de la conciencia, del espíritu, o de la ciencia aún inexplicada. Ambas nos dicen que la realidad en que vivimos no existe, es una ilusión, y que la creamos de acuerdo a nuestra propia consciencia. Ambas nos dicen que, pese a todo nuestro intelecto, nunca podremos explicarnos realmente la realidad que creamos porque apenas nos planteamos el problema la misma cambia, es intervenida. Ambas nos dicen que no somos hechos de materia sino de ondas vibrando a determinadas frecuencias, y que dependiendo de esas frecuencias vivimos en determinadas dimensiones. Ambas nos dicen muchas cosas acerca de nosotros mismos, por lo que vale la pena adentrarse en los misterios, tanto del budismo como de la física cuántica.
La física cuántica no es para altos matemáticos ni físicos renombrados; es para usted y yo, para el grueso público. La vivimos y la usamos a diario, permanentemente. No lo sabemos, porque no necesitamos saberlo ¿Acaso usted necesita saber mecánica para manejar un vehículo?
http://4grandesverdades.wordpress.com/2009/09/18/el-budismo-y-la-fisica-cuantica-reflexiones-de-mariano-merino/


Física moderna y budismo apelan por igual a la compasión universal
El físico norteamericano de la universidad estadounidense de Colgate, Victor Mansfield, publicó recientemente un libro titulado: Tibetan Buddhism and Modern Physics: Toward a Union of Love and Knowledge, en el que se aborda el tema de la relación existente entre la religión budista y la física cuántica. Principios como el vacío y la indivisibilidad o interconexión de todas las realidades aparecen en ambas líneas de conocimiento, señala el autor. Enmarcada en la ya tradicional síntesis entre cuántica y espiritualidad oriental, esta obra concluye que, dado que la religión budista apela a la compasión y que la ciencia moderna también ha descubierto valores similares, esta última debería servir para mejorar el mundo y garantizar la felicidad de todos. El prólogo ha sido escrito por el Dalai Lama.
Víctor Mansfield, profesor de física y de astronomía de la Universidad de Colgate del estado de Nueva York, en Estados Unidos, acaba de publicar un libro titulado Tibetan Buddhism and Modern Physics: Toward a Union of Love and Knowledge (Budismo tibetano y física moderna: hacia la unión entre amor y conocimiento), en el que se vuelve a abordar la relación que, para diversos autores y pensadores, existe entre la religión budista y la física moderna.
Publicada por la editorial Templeton Foundation Press de la Fundación John Templeton, la obra se centra en las complejas cuestiones del diálogo y la colaboración entre budismo y ciencia, revelando las conexiones y diferencias existentes entre ambas cosmovisiones, que a priori podría parecer que no tienen nada en común.
Asimismo, el libro responde a la sincera petición del Dalai Lama de que se desarrolle una colaboración entre ciencia y Budismo, tal y como se muestra en la introducción a la obra, escrita por el propio Tenzin Gyatso. Por otro lado la llamada Oficina de Su Santidad se encargará de la traducción de la obra al chino y al tibetano.
El principio del vacío
Con un lenguaje claro y atractivo, Tibetan Buddhism and Modern Physics describe cómo el principio del vacío o sunyata (lo carente de realidad, sin identidad, lo deshabitado), núcleo filosófico del budismo tibetano, está íntimamente relacionado con la no-localidad cuántica y otras características fundacionales de la mecánica de la física subatómica.
Detalladas conexiones entre el vacío, el principio de la relatividad, y la naturaleza del tiempo también han sido exploradas por el autor. Para los budistas tibetanos, la interconexión profunda que implica el vacío demanda la práctica de la compasión universal.
Dada la relación que Mansfield y otros pensadores han visto entre dicho sunyata y el vacío descrito por la física cuántica, esta rama de la ciencia debería animar también a una actitud compasiva hacia todo lo que nos rodea.
Pero el libro no se centra sólo en las similitudes entre física cuántica y budismo, sino que también explora un conflicto significativo que surge entre ambas líneas de conocimiento: las consideraciones acerca de la causalidad. En física, la causalidad se limita a describir la relación entre causas y efectos.
En el budismo, por el contrario, la causalidad ha tenido siempre un significado espiritual, esto es, jamás es ciega sino que está llena de sentido (los actos de cada sujeto tienen efectos y estos efectos volverán siempre al sujeto por la interdependencia entre éste y la totalidad del cosmos). En resumen, nadie puede librarse de su karma.
Ciencia y compasión
Según publica Templeton Press, el libro concluye con una respuesta a la pregunta: ¿cómo podría el viaje a través de la física moderna y el budismo tibetano aplicarse a un mundo en la actualidad dolorosamente polarizado? Es decir, que el mensaje central de la obra es que la compasión universal puede acompañar la expansión de la visión científica, uniendo de esta manera el amor al conocimiento más profundo de la realidad.
En esta línea, en la introducción que antes hemos mencionado a la obra, el Dalai Lama declara “no tengo ninguna duda de que la ciencia y la tecnología pueden contribuir a la felicidad de todos nosotros, y de que la ciencia es una vasta y hermosa fuente de conocimiento. Sin embargo, a pesar de sus logros en numerosos campos, aún no hemos dado con la forma de aplicar la ciencia y la tecnología a la erradicación de la infelicidad que atenaza a tanta gente en el mundo”.
El Dalai Lama añade, “ciertamente, creo que el remedio básico para el sufrimiento anímico, por naturaleza, radica en la mente misma y que el potencial para la resolución real de los problemas de la mente existe sólo en el nivel mental. Por consiguiente, aunque necesitamos evidentemente de la ciencia y de la tecnología, también necesitamos de nuestra espiritualidad, del trabajo en el corazón y en la compasión que apuntalan nuestra felicidad esencial”.
Tanto la tradición budista como la ciencia moderna están ocupadas en conocer la realidad a diversos niveles, a través de la investigación, y no sólo teóricamente sino también en la práctica. Tanto si nos acercamos al mundo a través de la ciencia como si lo hacemos a través de la espiritualidad, debemos aceptarlo tal y como es, señala el Dalai Lama.
Verdad en ambas direcciones
Antes de Mansfield, otros físicos han explorado la conexión entre la física moderna y las filosofías orientales. El primero en hacerlo fue el norteamericano de origen austriaco Fritjof Capra, que en 1975 publicó “El Tao de la Física”, en el que se exploraban las correspondencias entre las teorías de la física cuántica y tradiciones místicas como el Hinduismo, el Budismo o el Taoísmo. En esta obra, Capra demostró que la visión que poseen físicos y místicos presenta ciertos paralelismos y que la religión o el misticismo pueden acercarse a la ciencia, aunque sean aparentemente irreconciliables.
Otros textos que han analizado el estrecho vínculo entre física moderna y filosofías orientales han sido “La Danza de los Maestros de Wu Li”, de Gary Kuzav o “El infinito en la palma de la mano”, de Matthieu Ricard y Xuan Thuan Trinh.
Todos estos autores coinciden en señalar los puntos de concordancia entre filosofías orientales y ciencia moderna. Entre ellos, además de la concepción del vacío, se encuentra la idea del universo como una totalidad indivisible, es decir, la interconexión entre todas las cosas, particularmente entre el observador y lo observado, eje central de la teoría de la relatividad y de la mecánica cuántica.
Las causas de estas similitudes podrían encontrarse, según algunos, en que en ambas líneas de investigación se hace un esfuerzo igualmente riguroso por avanzar y profundizar en el conocimiento de la realidad y, por lo tanto, se alcanzarían conclusiones igualmente verdaderas en ambas direcciones.
http://www.webislam.com/articulos/33298-fisica_moderna_y_budismo_apelan_por_igual_a_la_compasion_universal.html


El concepto de shunyata en el budismo y la nueva ciencia
El concepto de shunyata, es uno de los más importantes y menos comprendidos de la filosofía budista. Shunyata en sánscrito, o ku en japonés, ha sido traducido indistintamente como latencia, insustancialidad, vacío y también como lo insondable. Sin embargo estas interpretaciones confunden más de lo que iluminan. Hoy tenemos la oportunidad de entender cabalmente el significado de esta noción gracias a los hallazgos de la física cuántica y los planteamientos de la cibernética.
Para quienes se han adentrado en la filosofía budista existe un concepto abstruso, enigmático y polémico, el concepto de shunyata, traducido típicamente como “vacío” o “vacuidad”. Tan polémico ha sido que el cibernetista y neurobiólogo budista y chileno -ya fallecido- Francisco Varela sostuvo que la mejor traducción para shunyata era en realidad “sobreabundancia”, descartando así, de la manera más radical, la interpretación tradicional del término sánscrito. Nos preguntamos entonces, por qué extraña razón shunyata se traduce tradicionalmente como vacuidad. Por otra parte la importancia que esta concepción tiene es gravitante.
Según Francisco Varela, la palabra shunya se empleaba en la antigua India para denotar el vientre preñado de una madre. Al usar el término shunya, entonces, el Buda quería expresar la idea de que la realidad de las cosas es “sobreabundante”, es decir, que la realidad desborda cualquier descripción que pretenda encasillar a una cosa. Este concepto filosófico, al parecer, fue demasiado ininteligible y escapó en su verdadero significado a los primeros traductores occidentales, quienes sencillamente entendieron que el budismo era una filosofía nihilista, o sea, que negaba la existencia de la realidad, relegando de esta forma -automáticamente- al budismo a la categoría de creencia primitiva.
El desarrollo de las ciencias durante el siglo XX nos ha abierto por fin ojos y oídos. Actualmente podemos entender correctamente esta concepción epistemológica para descubrir que el concepto de shunyata alude a un conocimiento que poco a poco ha empezado a generalizarse en nuestra propia cultura.
El yo: Un espejismo de espejismos
Buda sostuvo que el yo, como tal, no existe, ya que aquello que denominamos compulsivamente “mi yo” está permanentemente cambiando y se trata de un simple concepto que emerge en cinco etapas analíticas que él denominó skandas.
Decía, entonces, que el yo se podía entender como una sucesión de personalidades individuales. Esta idea puede parecer difícil pero se trata de algo muy simple. Uno mismo se percata fácilmente que su personalidad va cambiando con el tiempo e, inclusive, muchas veces, hasta se yuxtaponen: mi personalidad como esposo, como padre, mi personalidad como hijo, como jefe, como subordinado, entre otras.
En efecto recordemos que la palabra personalidad fue introducida al lenguaje cotidiano por el psicoanálisis. Jung sostenía que la “persona” era la máscara o careta con que enfrentábamos las diversas situaciones que se nos plantean.
En definitiva, cada una de estas personalidades yuxtapuestas y cambiantes se componen de múltiples disposiciones emocionales (samskhara), todavía más efímeras, aunque no por eso inofensivas. Por ejemplo, si veo un hermoso reloj de pared que me gustaría comprar pero lo encuentro muy caro para mi presupuesto, desarrollaré una disposición emocional negativa consiente o inconsciente. Si acumulo muchas de estas emociones negativas, se manifiestan luego como un síntoma o incluso una patología: “estrés”. Así pues, cada una de nuestras múltiples personalidades se puede visualizar como emergiendo de la interrelación entre las efímeras disposiciones emocionales que tenemos durante el transcurso de nuestras vidas.
Sin embargo estas emociones que dan origen a nuestras personalidades no podrían surgir si no tenemos procesos cognitivos que nos permitan construir objetos de pensamiento. En el ejemplo del reloj estos objetos de pensamiento son el reloj por una parte y el dinero por otra, a los cuales podríamos agregar otros elementos más abstractos como el estatus o el denominado “buen gusto”, la “elegancia”. En consecuencia, cada disposición emocional involucra a su vez construcciones mentales que el Buda denominó samjñas.
Pero esta cadena continúa, ya que la construcción cognitiva de objetos y conceptos no es posible sin una percepción sensorial (vedana) previa. En el caso del reloj, para poder saber que existe es importante que yo lo haya visto. Si me gustó mucho es posible incluso que haya persuadido al dependiente para que me dejara tocarlo, ya que de esa forma le otorgo más realidad a mi construcción cognitiva, que ahora tiene un apoyo visual y otro kinestésico. Si luego escucho su tic tac tengo la imagen completa de lo que denomino un objeto real.
El Buda sostenía que esa sensación (visual, auditiva, kinestésica, olfativa o gustativa) de la cual emergía la percepción de un objeto tampoco era el fundamento último de la realidad, sino que sólo era posible debido a la interacción de realidades físicas (rupas) que originan cualquier percepción.
De esta forma el yo se presenta como un espejismo de espejismos en cinco niveles sucesivos de propiedades emergentes (skandas) y, en definitiva, el observador surge únicamente de las observaciones que él mismo hace.
Al poco tiempo la filosofía tradicional budista (Abhidharma) profundizó el tema de los cinco niveles o skandas, dando origen al concepto de dharma (con minúscula). Los dharmas son los constituyentes básicos de la realidad o, mejor dicho, patrones o procesos básicos que se experimentan como lo que forma el flujo de fenómenos mentales y físicos. Esto significa que los dharmas no solamente corresponden al plano que nosotros denominamos físico (rupa) sino que abarca a todos los cinco niveles de skandas ya descritos. De este modo, el Abidharma refina el análisis de los cinco skandas para proporcionar una enumeración y caracterización minuciosa de todos los dharmas.
La filosofía del medio
Hasta ahora se ha descrito la filosofía del no-yo (anatmán), la cual es compartida por todas las escuelas de budismo. La enseñanza de shunyata que podemos asimilar a los descubrimientos de la física moderna va más allá del anatmán y proviene de una línea particularmente avanzada dentro del budismo, la filosofía Madhyamaka, que surgió aproximadamente al comienzo de la era cristiana, hace unos dos milenios, y que sirvió de fundamento filosófico para la principal rama del budismo actual, el Mahayana.
Uno de sus principales exponentes fue el gran filósofo Nagarjuna (aprox. 150-250 D.C.), quien fue un paso más allá que el Abhidharma, al negar la existencia independiente (esto es: en sí) no sólo del yo sino que también del objeto observado e incluso de la observación o distinción misma. Para Nagarjuna, el Abhidharma descomponía al individuo en dharmas cada uno con una naturaleza propia inherente. La principal crítica de Nagarjuna, entonces, a la filosofía tradicional budista de la época, es que ésta comprendía el no-yo o shunya de los individuos, pero no la cualidad de shunyata de los dharmas mismos.
El nombre madhyamaka significa literalmente “el camino del medio” y corresponde al mismo término empleado por el Buda para definir su sistema meditativo y moral. Buda escogió esa denominación para evidenciar que el camino que él propone es un modo de vida intermedio entre el hedonismo sensual, por un lado, y el ascetismo masoquista, por el otro. Nagarjuna astutamente emplea esa misma palabra para expresar la idea de que, así como la vida del sabio busca el equilibrio entre los extremos, así entonces la filosofía debe buscar el equilibrio entre los puntos de vista más radicales y opuestos. En efecto, en la época de Nagarjuna se habían decantado dos grandes posiciones filosóficas en disputa: el punto de vista del objetivismo y el del nihilismo. Desde el punto de vista del objetivista extremo, tanto el observador como el objeto e incluso la distinción misma existen de manera independiente. Este punto de vista es fácilmente criticable porque resulta bastante evidente (al menos, a mí me parece así) que el fenómeno de distinción no puede existir sin observador y objeto; para poder observar un reloj tiene que existir tanto el reloj como el observador.
Por otra parte, el propio Buda, como hemos visto, mostró que el observador carece de existencia sólida, permanente y absoluta, ya que el observador emerge de las distinciones u observaciones y por lo tanto no existe con independencia de éstas.
El último paso lo da Nagarjuna al sostener que incluso el objeto de observación (el reloj, en nuestro ejemplo) carece de existencia independiente. Él demostró esto con un argumento lógico: si un objeto existiera pero no pudiera ser observado jamás ¿qué sentido tiene decir que existe? Nagarjuna sostuvo que jamás podría darse un objeto existente que sea completamente imposible de observar. Dicho de otra forma, el objeto para constituirse como tal requiere la participación de al menos un sujeto que realice la observación. Ahora bien, si es un requisito para la existencia del objeto que éste pueda ser observado por alguien, entonces acabamos de demostrar que el objeto solamente existe en la medida que existe para alguien y, por lo tanto, no es independiente; no existe de manera absoluta, ya que para que surja como objeto hay un requisito lógico que es imprescindible y necesario: la existencia de -al menos- un observador que lo distinga.
De esta manera Nagarjuna derriba completamente la postura absolutista extrema. Sin embargo esta crítica se mal interpretó durante milenios en occidente, llegándose al extremo de pensar que el budismo era nihilista, que sostenía la inexistencia de las cosas. Es curioso que fuera el propio Nagarjuna quien aclaró esto desde un comienzo. En efecto, como hemos visto, el nombre de la filosofía Madhyamaka -el camino del medio- alude precisamente al espacio entre el nihilismo y el absolutismo filosófico. Nagarjuna sostenía que negar la existencia de los observadores o de los objetos era evidentemente estéril, pues nuestra experiencia fundamental cotidiana lo desmienten con total claridad e irrefutabilidad, en la medida que lo que existe para mí - como fenómeno - soy yo y mi circunstancia, si queremos emplear el lenguaje de Ortega y Gasset.
El origen dependiente
En definitiva shunyata no se refiere a que la realidad sea vacía, que la realidad no exista, que sería la postura nihilista; se refiere, en cambio, a la interdependencia de todas las cosas, en tibetano “ten del” (origen dependiente). El principio de origen dependiente se aplica en tres formas: causalidad, abstracción y distinción.
El origen dependiente se aplica al fenómeno de la causalidad mostrando que todos los fenómenos son a la vez causa y efecto y que, simultáneamente, todos los fenómenos tienen -a su vez- causas y efectos. De esta manera se comprueba que no existe fenómeno alguno que sea totalmente independiente del resto. Por ejemplo uno puede pensar que los brotes de virus hanta no están relacionados con las inundaciones y, en efecto, en primera instancia, no existe relación directa entre ambos fenómenos.
Sin embargo, ambos tienen causas comunes. Se sabe que las inundaciones se deben a alteraciones climatológicas como los fenómenos del Niño y de la Niña, los cuales se gatillan por variaciones en la temperatura promedio del planeta. A su vez, el calentamiento global tiene un efecto negativo sobre el sistema inmunológico de los roedores, particularmente del ratón colilarga, portador del hanta.
El concepto de origen dependiente también se aplica con relación a los distintos niveles de abstracción que se dan en la observación. Un sistema puede ser percibido como unidad simple o como unidad compuesta. Cualquier cosa visible siempre estará inserta en algo que lo contiene y a su vez estará formada por cosas que la componen, por lo tanto existe un origen lógico dependiente de los compuestos en términos de sus componentes.
Ahora bien, a pesar que todo está conformado por componentes, estos componentes no definen al todo, ya que los componentes de un sistema siempre cambian, aunque el sistema - como totalidad - se mantenga. Esta idea fue expresada en tiempos del Buda por el filósofo griego Heráclito, en su célebre sentencia: “Nadie se baña dos veces en el mismo río”. En efecto, si nos preguntamos dónde está la identidad de un río determinado, concluiremos que no se encuentra en el agua siempre mutante que lo conforma. El concepto de origen dependiente se aplica aquí en términos de distinción. Esto significa que si buscamos la verdadera identidad de un sistema, no la encontraremos en sus componentes. Lo mismo ocurre con un equipo de fútbol, por ejemplo. Sus jugadores van cambiando con el tiempo, hasta el diseño de la camiseta, los gritos de la barra, el estilo de juego, todo va cambiando, pero sigue siendo “el mismo” equipo, ¿por qué?. Según el madhyamaka, únicamente gracias a la capacidad organizadora que tenemos como observadores de distinguir cosas y dotarlas así de identidad. En resumen, el planteamiento de Nagarjuna es el siguiente: “Las cosas derivan su ser y su naturaleza de su interdependencia mutua y en sí mismas no son nada”. Esa es en definitiva la idea de shunyata. No significa que las cosas no existan, sino que existen pero son mutuamente interdependientes y, por lo tanto, no tienen existencia aislada o en sí mismas.
El punto de vista de la mecánica cuántica
Durante el siglo XX, el pensamiento cosmopolita de raigambre occidental ha redescubierto esta filosofía al percatarse que la ciencia contemporánea corrobora de la manera más radical y categórica los preceptos de la filosofía Madhyamaka. En primer término ha sido la física y particularmente la mecánica cuántica la que ha establecido con la rigurosidad propia del método científico que, en efecto, cuando uno descompone un objeto físico en sus componentes llega a un punto muerto que es la partícula-onda. Se trata de una entidad inimaginable pero susceptible de representar matemáticamente como la probabilidad de que pase algo. Por ello Bertrand Rusell decía: “El hombre corriente piensa que la materia es sólida; pero el físico piensa que es una onda de probabilidad, que ondula en la nada. Dicho brevemente: la materia en un lugar determinado es definida como la probabilidad de ver en ese lugar un fantasma”. En consecuencia la partícula-onda no existe en sí, no tiene existencia intrínseca, su naturaleza es shunyata, sólo existe en la medida en que interactúa con otras partículas cuánticas, ya que su origen es dependiente.
La segunda variante del origen dependiente, la que dice relación con los sistemas como unidades compuestas, se aplica aquí de manera casi profética, ya que durante el siglo XX se ha establecido que todas las partículas cuánticas existen como combinaciones de otros tipos de partículas cuánticas. Llegamos así a un punto en que no es necesario seguir descendiendo en la pirámide reduccionista. Podemos estar confiados que esta pirámide se yergue sobre cimientos recursivos, no es necesario afanarse en buscar el verdadero átomo (indivisible): todas las cosas son tomos (partes).
Cabe aclarar que incluso aquella rama de la física moderna que es la cromodinámica cuántica, fundada por el premio Nobel Murray Gell-Mann, llega a conclusiones similares por una vía distinta. Para Gell-Mann las partículas cuánticas sí se pueden dividir, en subpartículas denominadas quarks. Sin embargo estos quarks tienen un comportamiento tan bizarro -denominado “confinamiento”- que más bien pareciera tratarse de un simple mecanismo mnemotécnico para calcular o acordarse de las características de cada partícula cuántica “verdadera”, ya que -precisamente- el principio de confinamiento impide la división de la partícula, volviéndose así a la idea original de que todas las cosas son compuestas.
Dicho de otra manera, cuando buscamos los componentes básicos de la naturaleza se llega a las partículas cuánticas. Una vez allí podemos optar por dos vías. La primera consiste en reconocer sencillamente que todas las partículas existen como combinación de otras. La segunda posibilidad es forzar a la naturaleza a descender otro peldaño, para encontrarnos con los quarks. Pero la característica única de estas subpartículas es que nunca existen en forma independiente o separada. Están confinados y, por lo tanto, debemos admitir que solamente existen en la medida en que forman parte de una partícula que los contiene. En cualquiera de los dos casos el budismo tiene la razón: los quarks y las partículas cuánticas presentan origen dependiente.
Finalmente, la tercera forma del origen dependiente también se manifiesta en mecánica cuántica. Me refiero a la dependencia objeto-observador. Las partícula-ondas cuánticas tienen una peculiaridad muy interesante, su propia constitución queda indefinida si la partícula no es perturbada. Ahora bien, para observarla, es necesario perturbarla. Esto es lo que estableció matemáticamente Werner Heisenberg en el famoso principio de incertidumbre o indeterminación. En efecto, la física cuántica ha introducido el concepto de partícula virtual para referirse a las posibilidades invisibles de estructura interna que tiene una partícula en el ínterin que no es perturbada (recordemos que las partículas cuánticas existen como combinaciones de otras partículas). Esto significa que la partícula propiamente tal solamente aparece tras la participación de un observador, volviéndose así a caer en la idea de origen dependiente. Más adelante la cibernética, particularmente su vertiente más actual que se denomina “de segundo orden”, ha generalizado el principio de Heisenberg para todos los sistemas. En otras palabras, nunca es posible observar a un sistema sin perturbarlo. Esta idea implica que en un sentido filosófico y profundo el sistema depende a tal extremo del observador para originarse como tal que resulta más práctico asumir sencillamente que el observador y el sistema forman parte de un solo sistema cibernético. Es decir que para la cibernética de segundo orden la naturaleza se revela como una pintura de Escher en que la mano se dibuja a sí misma, el observador forma parte del cuadro que mira, o algo por el estilo. Esta idea ha trascendido el ámbito de las ciencias y ha llegado a la filosofía bajo la denominación de constructivismo radical.
No es extraño entonces que las escuelas más avanzadas de filosofía contemporánea, aquellas que se hacen cargo de los descubrimientos hechos por la física, la cibernética y la neurociencia, acaben coincidiendo con los postulados fundamentales de la rama más elevada de la filosofía budista.
http://elquecorreconlobos.blogspot.com/2007/10/el-concepto-de-shunyata-en-el-budismo-y.html



Dalai Lama y Física Cuántica
La doctrina budista clásica constata que todo es impermanente y transitorio. El hinduismo y la visión ordinaria del hombre concede a las cosas reales o circunstancias mundanas estabilidad y consistencia ontológica. Pero, en verdad, se trata de un profundo error que causa el sufrimiento.

El budismo cambia el punto de vista y establece la ley universal de la “originación dependiente” que nos dice que todo estado fenoménico es inconsistente y es sólo un momento de una cadena de interacciones en dependencia. Esta cadena de causas y efectos produce la ilusión de un mundo real fenoménico que es pura inconsistencia transitoria.
El origen del sufrimiento consiste en el karma que nos hace quedar atrapados por esta falsa consistencia del mundo fenoménico. La liberación consiste en huir del mundo transitorio y evitar caer en él por la re-encarnación.
La mecánica cuántica, según la explicación en que insiste el Dalai Lama, ha contribuido a explicar la materia microfísica (el fondo verdadero de las cosas) como un fluir inconsistente muy semejante al que defendía la doctrina tradicional del budismo mahayana. Tanto la teoría atómica como la de partículas fueron prefiguradas en la física budista, con una idea del “vacío” como fondo y origen de las cosas.
“La naturaleza paradójica de la realidad, tal como la revelan la filosofía budista del vacío y la física moderna, representa un gran desafío a los límites del conocimiento humano … El problema filosófico al que se enfrenta la física a la luz de la mecánica cuántica es si la noción misma de la realidad –definida en términos de unos constituyentes esencialmente reales de la materia- resulta sostenible.
Como dice el Dalai Lama:
“En el centro de la cosmología budista no sólo existe la idea de la existencia de múltiples sistemas cósmicos –infinitamente más que los granos de arena del río Ganges, según algunos textos- sino también la noción de que se encuentran en constante proceso de formación y destrucción".
Esto significa que el universo no tiene un comienzo absoluto.
Las preguntas que esta idea plantea a la ciencia son fundamentales. ¿Hubo un único big bang o hubo muchos? ¿Hay un único universo o hay muchos, un número infinito de ellos como apunta la teoría de los Universos paralelos? ¿Es el universo finito o infinito como aseveran los budistas? ¿Nuestro universo seguirá expandiéndose indefinidamente o se decelerará, se detendrá incluso, hasta que todo acabe en una gran implosión? ¿Forma nuestro universo parte de un cosmos en eterno estado de reproducción?
Los científicos debaten intensamente en torno a estas preguntas. Desde el punto de vista budista surge una pregunta adicional. Aún admitiendo que sólo hubo una gran explosión cósmica, podemos preguntar, ¿fue aquel el origen del universo entero o únicamente el comienzo de nuestro sistema cósmico en particular?
http://www.cuanticamania.com/2011/04/dalai-lama-y-fisica-cuantica.html


El abstracto concepto budista sobre la mente señala: 

La Mente es sin principio, es no nacida e indestructible. No tiene forma ni apariencia. No pertenece a la categoría de las cosas que existen o no existen, ni puede ser pensada en términos de nuevo o viejo. Transciende todos los límites, medidas, nombres, conjeturas y comparaciones. Es como el vacío sin límites que no puede ser medido o profundizado
como cuando el sol gira traspasando su brillantez sobre las cuatro esquinas de la tierra. Porque cuando el sol se levanta iluminando la tierra completa, el vacío no adquiere más brillantez; y cuando el sol se pone, el vacío no se hace más oscuro. Los fenómenos de la luz y la oscuridad alternan uno con el otro, pero la naturaleza del vacío permanece fija.
La Mente en sí misma es no mente. Decir que la Mente es no mente implica algo existente. Esta Mente pura, el origen de todo, brilla por siempre y con toda su brillantez y perfección propia. Arriba, debajo y alrededor de ustedes, todo existe espontáneamente, porque no hay algo que esté fuera de la Mente. La Mente verdadera es expresada en las percepciones, ella no forma parte de esas percepciones ni tampoco esta separada de ellas.
Cuando los pensamientos surgen, todas las cosas surgen. Cuando los pensamientos se desvanecen , todas las cosas se desvanecen.
Fuera de nuestra mente no hay nada.

La pretérita Enseñanza sobre la mente se la entiende mejor bajo la moderna óptica cuántica que manifiesta:

Todo el coro del cielo y todas las cosas de la tierra, en una palabra, todos los cuerpos que forman la poderosa estructura del mundo, no poseen substancia alguna sin nuestra mente y mientras no sean percibidos por mí, o existan en mi mente o en la de cualquier otro espíritu creado, no tienen existencia alguna o bien subsisten en la mente de algún Espíritu Eterno.
Berkeley (1685 - 1753)

° Las partículas mismas ni siquiera existen hasta que las observamos, y que la realidad a un nivel cuántico no existe hasta que es observada.
° La Física Cuántica comienza a abrir un nuevo camino al conocimiento verdadero reconociendo la divinidad en nosotros mismos y el poder de co-creación que todos poseemos. El hombre se da cuenta de que puede elegir y crear de forma consciente cómo quiere interrelacionarse con la realidad.
° Si las partículas subatómicas pueden existir de forma simultánea en una infinidad de posibles lugares, somos en potencia capaces de colapsar en una infinidad de posibles realidades. Es decir, si puedes imaginar un acontecimiento futuro en tu vida basándote en cualquiera de tus deseos, esta realidad ya existe como posibilidad en el campo cuántico, esperando a que la observes. Si tu mente puede influir en la aparición de un electrón, en teoría también puede influir en la aparición de cualquier posibilidad.
° La percepción y la aparición de un objeto en el universo son lo mismo.
° De un modo u otro, la materia no podía existir sin una conciencia que la percibiera.
° En una auténtica perspectiva en el seno de la física cuántica el observador y lo observado se convierten en uno.
° En todo momento la elección de un observador para medir una propiedad particular de un sistema, fuerza al sistema a emerger de un estado de probabilidad a uno real.
° Los electrones son en cierto sentido conscientes, la mente del físico se vincula con la mente del electrón. Vincular lo observado con el observador. Se trata de una sola mente en funcionamiento.
° La elección de un observador de medir una propiedad física concreta, realmente la crea o lleva el estado de dicha propiedad a la existencia simplemente observándola. El mundo, a su vez, era una simple concepción de nuestros pensamientos.
° Incluso las partículas elementales se encuentran dotadas de una cierta forma y nivel de (proto) conciencia. De algún modo y en una cierta medida, toda la materia es consciente, no pudiéndose afirmar que la conciencia sea categóricamente inmaterial. En ese caso, no existe una división categórica entre la materia y la mente.
° La materia y la mente no están separadas y no son realidades diferentes; son aspectos de una realidad más profunda que tiene tanto un aspecto material externo, como un aspecto mental interno.
° El registro de una imagen de un objeto en la mente del observador crea un objeto nítido en el mundo. El acto “exterior”, la aparición repentina del objeto, es simultáneo a la observación del objeto. Se trata de una relación mente-materia. Se trata de la acción de la conciencia.
° La mente es la matriz de toda materia.
° Eso que llamamos realidad, no es otra cosa que una construcción de nuestra mente. nuestra mente y su funcionamiento, tiene una estrecha relación con esas leyes del mundo cuántico.
° Afuera es un espejo de Adentro, y en consecuencia el Universo es Mental, lo cual acerca al Hombre a Dios.

Son necesarios los observadores para dar existencia al mundo porque vivimos en un universo de participación.
Más allá de las partículas, de los campos de fuerza, de la geometría, del espacio y del tiempo,
está el último elemento constitutivo de todo ello, el acto todavía más sutil del observador que participa.
John Wheeler (1911 - 2008)


TAO TE  KING
de
LAO TSE



Primera parte: El libro del Tao
-I-

El Tao que puede llamarse Tao
no es el verdadero Tao.
El nombre que se le puede dar
no es su verdadero nombre.
Sin nombre es el principio del Cielo y la Tierra;
y con nombre, es la madre de las diez mil cosas.
Desde el No-Ser comprendemos su esencia;
y desde el Ser, sólo vemos su apariencia.
Ambas cosas, Ser y No-Ser, tienen el mismo
origen, aunque distinto nombre.
Su identidad es el Misterio.
Y en este Misterio
se halla la puerta de toda maravilla.



-II-

Todo el mundo toma lo bello por bello,
y eso es porque conocen qué es lo feo.
Todo el mundo toma el bien por el bien,
y eso es porque conocen qué es el mal.
Porque, el Ser y el No-Ser se engendran mutuamente.
Lo fácil y lo difícil se complementan.
Lo largo y lo corto se forman el uno de otro.
Lo alto y lo bajo se aproximan.
El sonido y el tono armonizan entre sí.
El antes y el después se suceden recíprocamente.
Por ello, el Sabio maneja sus asuntos sin interferir,
y difunde sus enseñanzas sin adoctrinar.
No niega la existencia de las innumerables cosas.
Las construye sin atribuirse nada.
Hace su trabajo sin acumular nada por él.
Cumple su tarea sin vanagloriarse de ella, y,
precisamente por no vanagloriarse,
nadie se la puede quitar.



-III-

No ensalzar los talentos
para que el pueblo no compita.
No estimar lo que es difícil de adquirir
para que el pueblo no se haga ladrón.
No mostrar lo codiciable
para que su corazón no se ofusque.
El sabio gobierna de modo que
vacía el corazón de deseos,
llena el vientre de alimentos,
debilita la ambición,
y fortalece hasta los huesos.
Así evita que el pueblo tenga codicia
y ambiciones,
para que los oportunistas
no busquen aventajarse de los otros.
Quien practica la no-acción,
todo lo gobierna.



-IV-

El Tao es vacío,
imposible de colmar,
y por eso, inagotable en su acción.
En su profundidad reside el origen
de todas las cosas.
Suaviza sus asperezas,
disuelve la confusión,
atempera su esplendor,
y se identifica con el polvo.
Por su profundidad parece ser eterno.
No sé quién lo concibió,
pero es más antiguo que los dioses.



-V-

El Universo es imparcial:
ve a las diez mil cosas como imitaciones.
El sabio es imparcial:
ve a la gente como simulaciones.
El universo es como un fuelle,
vacío, pero nunca agotado.
Cuanto más se mueve,
más produce.
De igual modo, Cuanto más cosas ambiciamos,
más pobres nos hacemos;
es mejor buscar el conocimiento interno.



-VI-

La Esencia del Todo no muere.
Es la Mujer Misteriosa, Madre del Universo.
El camino de la Mujer Misteriosa
es la raíz del Cielo y de la Tierra.
Su duración es perenne, su eficiencia infatigable.


-VII-

El cielo y la tierra son eternos.
El cielo y la tierra deben su eterna duración
a que no hacen de sí mismos
la razón de su existencia.
Por ello son eternos.
El sabio queda atrás, por lo mismo es el primero.
Está desapegado, por eso es uno con todo.
A través de sus acciones generosas logra la plenitud.


-VIII-

La Suprema Bondad es como el agua.
El agua es buena y útil a los diez mil seres por igual.
No tiene preferencias por ninguno en especial.
Fluye en sitios que los hombres suelen rechazar,
al igual que sucede con el Tao.
Por esto, estar cerca del Tao implica que:
Al escoger tu morada,
has de saber cómo no apartarte de la tierra.
Al cultivar tu mente,
has de saber cómo bucear en las profundidades ocultas.
Al tratar con los demás,
has de saber ser amable y bondadoso.
Al hablar, has de saber medir tus palabras.
Al gobernar, has de saber cómo promover el equilibrio.
Al administrar, has de saber ser eficaz y justo.
Cuando actúes,
has de saber escoger el momento oportuno.
El Sabio que consiente en ello no rivaliza con los otros,
y Por lo tanto, no se equivoca.


-IX-

La tinaja demasiado llena caerá por su propio peso.
Afilar en demasía la espada la desgastará
y no durará mucho tiempo.
Si al salón se le llena de jade y piedras preciosas,
alguien intentará robarlo.
El rico y orgulloso se pierde a sí mismo,
y en consecuencia atraerá la desgracia.
El hombre que surca el Sendero del Cielo
se retira luego de finalizar su obra.


-X-

Unir cuerpo y mente en un conjunto
del que no puedan disociarse.
Equilibrar el Chi hasta hacerlo
tan armónico como el de un recién nacido.
Purificar la visión interna hasta
dejarla libre de todo vicio.
Querer al pueblo y gobernar la nación
practicando el Wu-Wei.
Abrir y cerrar las puertas del cielo
siendo como la Mujer Misteriosa.
Conocer y comprenderlo todo
usar la inteligencia.
Engendrar y criar,
Alimentar y educar
engendrar sin apropiarse,
obrar sin pedir nada a cambio,
guiar sin dominar,
esta es la Gran Virtud.



-XI-

Treinta radios convergen en el centro de una rueda,
pero es su vacío
lo que hace útil al carro.
Se moldea la arcilla para hacer la vasija,
pero de su vacío
depende el uso de la vasija.
Se abren puertas y ventanas
en los muros de una casa,
y es el vacío
lo que permite habitarla.
En el Ser centramos nuestro interés,
pero del No-Ser depende la utilidad.



-XII-

Los cinco colores ciegan al hombre.
Los cinco sonidos ensordecen al hombre.
Los cinco sabores embotan al hombre.
La carrera y la caza ofuscan al hombre.
Los tesoros corrompen al hombre.
Por eso, el sabio atiende al vientre
y no al ojo.
Por eso, rechaza esto y prefiere aquello.


-XIII-

"El favor y la desgracia inquietan por igual".
"La fortuna es un gran dolor como nuestro cuerpo".
¿Qué quiere decir: favor y desgracia inquietan
por igual ?
El favor eleva y la desgracia abate.
Conseguir el favor es la inquietud.
Perderlo es la inquietud.
Este es el sentido de
«favor y desgracia inquietan por igual»
¿Qué quiere decir: la fortuna es un gran dolor como
nuestro cuerpo?
La causa por la que padezco dolor es mi propio cuerpo.
Si no lo tuviese,
¿qué dolor podría sentir?
Por esto, quien estime al mundo igual a la fortuna de
su propio cuerpo,
puede gobernar el mundo.
Quien ame al mundo como a su propio cuerpo,
se le puede confiar el mundo.


-XIV-

Se le llama invisible porque mirándole
no se le ve.
Se le llama inaudible porque escuchándole
no se le oye.
Se le llama impalpable porque tocándole
no se le siente.
Estos tres estados son inescrutables
y se confunden en uno solo.
En lo alto no es luminoso,
en lo bajo no es oscuro.
Es eterno y no puede ser nombrado,
retorna al no-ser de las cosas.
Es la forma sin forma
y la imagen sin imagen.
Es lo confuso e inasible.
De frente no ves su rostro,
por detrás no ves su espalda.
Quien es fiel al Tao antiguo
domina la existencia actual.
Quien conoce el primitivo origen
posee la esencia del Tao.



-XV-

Los sabios perfectos de la antigüedad
eran tan sutiles, agudos y profundos
que no podían ser conocidos.
Puesto que no podían ser conocidos,
sólo se puede intentar describirlos:
Eran prudentes, como quien cruza un arroyo en invierno;
cautos, como quien teme a sus vecinos por todos lados;
reservados, como un huésped;
inconstantes, como el hielo que se funde;
compactos, como un tronco de madera;
amplios, como un valle;
confusos, como el agua turbia.
¿Quién puede, en la quietud, pasar lentamente de lo
turbio a la claridad?
¿Quién puede, en el movimiento, pasar lentamente
de la calma a la acción?
Quien sigue este Tao
no anhela la abundancia.
Por no estar colmado
puede ser humilde,
eludir lo vulgar
y alcanzar la plenitud.



-XVI-

Vacía tu mente de deseos y ambiciones
para conservar la paz.
De la aparición bulliciosa de todas las cosas,
contempla su retorno.
Todos los seres crecen agitadamente,
pero luego, cada uno vuelve a su raíz.
Volver a su raíz es hallar el reposo.
Reposar es volver a su destino.
Volver a su destino es conocer la eternidad.
Conocer la eternidad es ser iluminado.
Quien no conoce la eternidad
camina ciegamente a su desgracia.
Quien conoce la eternidad
da cabida a todos.
Quien da cabida a todos es universalista.
Quien es universalista es parte de la Naturaleza.
Quien es parte de la Naturaleza es como el Tao
Quien es como el Tao alcanza la inmortalidad,
ya que el cuerpo perecerá, pero el Tao no.


-XVII-

De los buenos líderes, la gente no nota su existencia.
A los no tan buenos, la gente les honrará y alabará.
A los mediocres, les temerán
y a los peores les odiarán.
Cuando se haya completado el trabajo de los mejores líderes,
la gente dirá: "lo hemos hecho nosotros"


-XVIII-

Cuando se abandona el Tao
aparecen la "ética" y la "moral".
Con la "verdad" y la "justicia"
surgen los grandes hipócritas.
Cuando no existe armonía entre los parientes,
hablan de "lealtad a la familia" y de "honrar a los padres".
Cuando hay revueltas en el reino,
aparecen el "patriotismo" y el "nacionalismo",
inventando así la fidelidad del buen súbdito.
Cuando el Tao se pierde aparece la falsedad.



-XIX-

Prescribe la sabiduría, descarta la santidad,
y el pueblo se beneficiará cien veces.
Prescribe la bondad humana, descarta la moralidad,
Y el pueblo será abnegado y compasivo.
Prescribe la habilidad, descarta el provecho,
y así bandidos y ladrones desaparecerán.
Pero estas tres normas no bastan.
Por esto, atiende a lo sencillo y genuino,
reduce tu egoísmo, y restringe los deseos.



-XX-

Suprime el adoctrinamiento y no habrá preocupaciones.
¿Qué diferencia hay entre el sí y el no?
¿Qué diferencia hay entre el bien y el mal?
¡El dicho “lo que otros evitan, yo también deberé evitar”
cuán falso y superficial es!
No es posible abarcar todo el saber.
Todo el mundo se distrae y disfruta,
como cuando se presencia un gran sacrificio,
o como cuando se sube a los jardines de una torre en primavera.
Sólo yo doy cabida a la duda,
no copiando lo que otros hacen,
como un recién nacido que aún no sabe sonreír.
Como quien no sabe a dónde dirigirse,
como quien no tiene hogar.
Todo el mundo vive en la abundancia,
sólo yo parezco desprovisto.
Consideran mi mente como la de un loco
por sentir umbrías confusiones y críticas.
Todo el mundo brilla porque solo las luces buscan,
sólo yo me atrevo a transitar por las tinieblas.
Todo el mundo se conforma con su felicidad,
sólo yo me adentro en mi depresión.
Soy como quien deriva en alta mar,
voy contra la corriente si un rumbo predestinado.
Todo el mundo es puesto en algún uso;
sólo yo soy un ermitaño intratable y aburrido.
Sólo yo soy diferente a todos los demás
porque aprecio a la Madre Naturaleza que me nutre.



-XXI-

El Sabio adquiere el Conocimiento al seguir al Tao.
El Tao es algo confuso e intangible.
Es confuso e intangible, pero adquiere formas.
Es confuso pero poderoso porque abarca muchas cosas.
Es profundo y caótico pero contiene una esencia.
Esta esencia es la Verdadera Naturaleza.
Desde los tiempos más remotos hasta hoy,
jamás se ha podido prescindir de los nombres
para entender las cosas.
¿Cómo se puede entonces conocer la Verdadera Naturaleza?
A través de ella misma.



-XXII-

Lo humillado será engrandecido.
Lo inclinado será enderezado.
Lo vacío será lleno.
Lo envejecido será renovado.
Al que menos tenga, más se le dará.
Al que más tenga, más le será quitado.
Lo sencillo y puro será alcanzado,
pero lo complicado y extenso causará confusión.
Por esto, el sabio abraza la unidad
y es el modelo del mundo.
Destaca porque no se exhibe.
Brilla porque no se guarda.
Merece honores, porque no se ensalza.
Posee el mando, porque no se impone.
Nadie le combate porque él a nadie oprime.
“Si eres humilde, te conservarás resplandeciente”
dice un antiguo proverbio.
¿Quién es capaz de considerar vanas estas palabras?
Pues por esto mismo, el sabio preservará su grandeza.



-XXIII-

Hablar poco es lo natural.
Un huracán no dura toda la mañana.
Un aguacero no dura todo el día.
¿Quién hace estas cosas?
El cielo y la tierra.
Sí las cosas del cielo y la tierra
no pueden durar eternamente,
¿cómo pretende el hombre que sus cosas sí lo hagan?
Así, quien acepta al Tao
se une al Tao.
Quien acepta la virtud,
se une a la virtud.
Quien acepta la pérdida,
se une a esa pérdida.
Quien se identifica con una de estas cosas,
por ella es acogido y podrá avanzar plenamente.
Ábrete al Tao,
después confía en tus respuestas naturales
y todo encajará en su sitio.



-XXIV-

Quien se sostiene de puntillas no permanece mucho tiempo en pie.
Quien da largos pasos no puede ir muy lejos.
Quien quiere brillar
no alcanza la iluminación.
Quien pretende ser alguien
no lo será naturalmente.
Quien se ensalza no merece honores.
Quien se vanagloria
no realiza ninguna obra.
Para los seguidores del Tao, estos excesos son como excrecencias
y restos de basura que a todos repugnan.
Por eso, quien posee el Tao
no se detiene en ellos, sino que los rechaza.



-XXV-

Aún antes que el Cielo y la Tierra, existía algo
indefinido pero completo en sí mismo; este Caos inagotable
era único e ilimitado: sin sonido, sin forma,
de nada depende y permanece inalterado,
se lo puede considerar el origen del Universo.
No sé su nombre,
pero lo llamo Tao.
Si me esfuerzo en darle otro nombre
lo llamo «grande».
Es grande porque se extiende.
Su expansión le lleva lejos.
La lejanía le hace retornar.
El Tao, pues, es grande y el Cielo es grande.
La Tierra es grande y también lo es el Hombre.
En el Universo hay cuatro cosas grandes,
y el Hombre es una de ellas.
El Hombre fluye de la Tierra.
La Tierra fluye del Cielo.
El Cielo fluye del Tao.
El Tao fluye por si mismo.



-XXVI-

Lo pesado es la raíz de lo ligero.
La calma somete a lo agitado.
Así, el sabio cuando viaja
no se aleja de la caravana.
Aunque pudiera divagar por los paisajes más excelsos,
conserva su paz y se hace superior.
¡Cuanta más atención debería poner el señor
del imperio en la esfera terrestre de su persona,
en vez de ocuparse de sus diez mil carruajes!
Quien se comporta superficialmente
pierde la raíz de su poder.
Quien se ofusca,
se pierde a sí mismo.



-XXVII-

Un buen caminante no deja huellas.
Un buen orador no se equivoca ni ofende.
Un buen contable no necesita útiles de cálculo.
Un buen cerrajero no usa barrotes ni cerrojos,
y nadie puede abrir lo que ha cerrado.
Quien ata bien no utiliza cuerdas ni nudos,
y nadie puede desatar lo que ha atado.
Así, el sabio siempre ayuda a los hombres,
por eso a nadie desampara.
El sabio siempre salva a las cosas,
por eso a ninguna descuida.
De él se dice que está deslumbrado por la luz.
Por esto, el hombre bueno no se considera maestro
de los hombres, sino que les enseña;
y el hombre que no es bueno estima como buenas las
riquezas que de los hombres obtiene.
No amar el magisterio ni la materia de los hombres,
y aparentar ignorancia, siendo iluminado,
Este es un principio esencial del Tao.



-XXVIII-

Conoce la fuerza del hombre,
aunque conserva la suavidad de una mujer.
Sé la corriente del universo.
Siendo la corriente del universo,
La verdad y el no desvío se torna inocente
Como un niño pequeño.
Conoce el blanco, aunque conserva el negro.
Sé un ejemplo para el cosmos.
Siéndolo, cada verdad y no desvío
regresa al infinito.
Conoce el honor, conserva la humildad.
Sé el valle del universo.
Mientras seas como el valle del universo
la virtud eterna te colmará
y retornarás a la sencillez.
Al volver a la sencillez se regresa a lo primordial, al tronco en bruto,
y en manos del sabio, el tronco es convertido en utensilios.
Estos utensilios son funcionarios del sabio,
por eso el Sabio no destruye el tronco,
sino que lo convierte en herramientas útiles para el mundo.



-XXIX-

Quien pretende el dominio del mundo
y mejorar éste,
se encamina al fracaso.
El mundo es tan sagrado y vasto que no puede ser dominado.
Quien lo domina lo empeora,
quien lo tiene lo pierde.
Porque, en el mundo todo tiene su tiempo y lugar,
unas cosas van por delante, otras por detrás.
A veces soplan suavemente, otras con fuerza.
Unas cosas son vigorosas, otras débiles.
A veces permanecen, otras veces caen.
Por esto, el sabio rechaza todo exceso,
desecha los absolutos
y descarta toda exhuberancia.



-XXX-

Quien gobierna ateniéndose al Tao
no intenta dominar el mundo mediante la fuerza de las armas.
Está en la naturaleza de las armas militares volverse
contra los propios hombres que las crearon.
Donde se estacionan los ejércitos, sólo crecen después zarzas y espinos.
Durísimos años de hambruna de seguro seguirán a una gran guerra.
Así, el sabio busca el progreso de su pueblo,
y no el dominio de los pueblos vecinos.
Por eso no intenta conquistar por la fuerza.
Sin jactancia,
Sin obstinación,
Sin enriquecerse,
Ese es el método del sabio,
Porque expandirse excesivamente es precipitar el decaimiento,
y esto es contrario al Tao, y lo que es contrario al Tao
generará su propia destrucción.



-XXXI-

Las armas son instrumentos nefastos.
El hombre del Tao nunca se sirve de ellas.
El hombre de bien considera a la izquierda
como sitio de honor,
pero se inclina a la derecha cuando porta armas.
El sabio prefiere la izquierda.
El soldado prefiere la derecha.
Las armas son instrumentos nefastos,
no adecuados para el hombre de bien.
Sólo las usa en caso de necesidad,
y lo hace comedidamente,
sin alegría en la victoria.
El que se alegra de vencer
es el que goza con la muerte de los hombres.
Y quien se complace en matar hombres
no puede prevalecer en el mundo.
Para los grandes acontecimientos
el sitio de honor es la izquierda,
y la derecha para los hechos luctuosos.
En el ejército,
El comandante adjunto se coloca a la izquierda,
El comandante en jefe, a la derecha.
Esta es la misma disposición que se usa en los ritos fúnebres.
Esto significa que la guerra se compara a un servicio funerario.
Cuando ha sido matada mucha gente,
sólo es justo que los supervivientes lloren por los muertos.
Por esto, incluso una victoria es un funeral.



-XXXII-

El Tao, en su eternidad, carece de nombre.
Aunque mínimo en su unidad,
nada en el mundo puede subyugarle.
Si los príncipes y los reyes
se tornaran al Tao
los diez mil seres serían agasajados
como huéspedes de honor.
El cielo y la tierra
se unirían para llover dulce rocío.
El pueblo, sin gobierno
por sí mismo se ordenaría con equidad.
Cuando en el principio se dividió, dio formas a las diez mil cosas,
y a estas cosas se les dio nombres.
Demasiados nombres ahora hay, llegando así la hora de detenerse
para resguardarse del peligro.
El Tao en el universo
es comparable
al torrente de un valle que fluye
hacia el río y el mar.



-XXXIII-

El que conoce a los demás es inteligente.
El que se conoce a sí mismo es iluminado.
El que domina a los demás es fuerte.
El que se domina a sí mismo es poderoso.
El que se contenta es rico.
El que se esfuerza sin cesar es voluntarioso.
El que permanece en su puesto, vive largamente
El que muere y no perece, es eterno.



-XXXIV-

El Gran Tao es como un río que fluye en todas las direcciones.
Los diez mil seres y las diez mil cosas le deben la existencia
y él a ninguno se la niega.
El Tao cumple su propósito sin apropiarse de nada.
Cuida y alimenta a los diez mil seres
sin adueñarse de ellos.
Carece de ambiciones,
por eso puede ser llamado pequeño.
Los diez mil seres retornan a él sin que los reclame,
y por eso puede ser llamado grande.
De la misma forma, el sabio nunca se considera grande,
y así, perpetúa su grandeza.


-XXXV-

El que obtenga la Gran Forma Original
adquirirá el paradigma para el mundo.
El mundo no sufrirá mal alguno
y quedará en paz, prosperidad y equilibrio.
La música y los manjares
detienen al caminante,
pero lo que exhala el Tao
no tiene sabor.
Se mira el Tao y no complace a la vista.
Se escucha el Tao y no complace al oído.
Se bebe del Tao y es inagotable.


-XXXVI-

Para que algo sea contraído,
antes debe ser expandido.
Para que algo sea debilitado,
antes debe ser fortalecido.
Para que algo sea destruido,
antes debe ser levantado.
Para que alguien obtenga algo,
antes alguien debe haberlo dado.
Este es el Misterio Oculto.
Lo tierno y lo débil
vencen lo duro y fuerte.
Los peces no deben salir de las profundidades de las aguas,
al igual que el reino no debe exhibir sus armas.



Segunda parte: El libro del Te

-XXXVII-

El Tao, por su naturaleza, no actúa,
pero nada hay que no sea hecho por él.
Si los príncipes y los reyes
pudieran adherírsele,
todos los seres evolucionarían por sí mismos.
Si al evolucionar aún persistiera el deseo codicioso,
yo los retornaría a la simplicidad sin nombre.
En la simplicidad sin nombre no existe el deseo.
Sin deseos es posible la paz
y el mundo se ordenaría por sí mismo.



-XXXVIII-

La virtud superior no se precia de virtuosa,
esa es su virtud.
La virtud inferior aprecia su propia virtud,
por eso no tiene virtud.
La virtud superior no actúa por intereses personales.
La virtud inferior sí actúa por intereses personales.
La bondad actúa sin requerir de motivaciones para hacerlo.
La justicia actúa, pero requiere de motivaciones para hacerlo.
El ritual actúa
y, al no hallar respuesta, la impone por la fuerza.
Así, perdido el Tao, queda la virtud.
Perdida la virtud, queda la bondad.
Perdida la bondad, queda la justicia.
Perdida la justicia, queda el ritual.
El ritual es sólo la apariencia de la fe y la lealtad,
pero es en realidad el origen de todo desorden y confusión.
La precognición es sólo una flor del Tao
y suele dar origen a la necedad.
Así, el sabio
observa lo profundo y no lo superficial.
Se atiene al fruto y no a la flor,
rechaza esto y prefiere aquello.



-XXXIX-

De las cosas antiguas no faltan las que alcanzaron la Unidad:
El Cielo alcanzó la Unidad y se hizo diáfano;
La Tierra alcanzó la Unidad y se volvió tranquila;
El Chi alcanzó la Unidad y se hizo poderoso;
Los manantiales alcanzaron la Unidad y quedaron colmados;
Los diez mil seres alcanzaron la Unidad y pudieron reproducirse;
Los reyes y príncipes alcanzaron la Unidad y se
convirtieron en gobernantes soberanos del mundo.
Todos ellos son lo que son en virtud de la Unidad.
Si el Cielo no fuera diáfano, estallaría en pedazos;
Si la Tierra no estuviera tranquila, se derrumbaría en fragmentos;
Si los manantiales no estuvieran colmados, se secarían;
Si el Chi no fuera poderoso, dejaría de existir;
Si los diez mil seres no pudieran reproducirse,
acabarían por extinguirse;
Si los reyes y príncipes no fueran los gobernantes soberanos, vacilarían y caerían sus imperios.
Por esto, lo humilde es la raíz de la nobleza.
Por sobre el pueblo se funda la aristocracia.
Es por esto por lo que reyes y príncipes se denominan a sí mismos
"El Desvalido", "El Ignorante" y "El Indigno".
Esto es porque ellos saben que dependen del humilde.
Por lo tanto, el honor máximo es de aquel que no lo pretende.
El Sabio no prefiere ser como el jade,
sino como el más vulgar guijarro.



-XL-

La transmutación de los contrarios
es el movimiento del Tao.
La flexibilidad es la manifestación del Tao.
Los diez mil seres han nacido del Ser
y el Ser ha nacido del No-Ser.



-XLI-

Los estudiantes sabios escuchan al Tao
y lo practican diligentemente.
Los estudiantes mediocres escuchan al Tao
y lo abandonan una y otra vez.
Los estudiantes vulgares escuchan al Tao
y se ríen de él.
Si gente como esa no se riera,
el Tao no sería lo que es.
En consecuencia se dice que:
El pasado brillante parece empañado.
Progresar parece retroceder.
El modo fácil parece arduo.
La mayor Virtud parece vacía.
La gran pureza parece sombría.
La Virtud más sana parece inadecuada.
La fuerza de la Virtud parece frágil.
La Virtud real parece irreal.
El perfecto cuadrado parece sin ángulos.
Los grandes talentos maduran tarde.
Las notas más agudas son difíciles de oír.
Las más grandes formas no tienen forma.
El Tao es oculto y sin nombre.
Sólo el Tao alimenta y
logra que todo se realice.


-XLII-

El Tao engendra al Uno,
El Uno engendra al Dos,
El Dos engendra al Tres.
El Tres engendra a los diez mil seres.
Los diez mil seres llevan el Yin en sus espaldas y el Yang en sus frentes,
Y la armonía de su Chi depende del equilibrio de estas dos fuerzas.
Los hombres aborrecen la soledad, la pobreza, la indignidad,
y estos nombres los usan los soberanos para sus títulos.
Porque unos ganan perdiendo, y otros pierden ganando.
Yo enseño lo que otros han enseñado:
«el hombre que vive violentamente, morirá violentamente».
Esta es la guía de mi enseñanza.



-XLIII-

Lo más blando del mundo
vence a lo más duro.
La nada penetra donde no hay resquicio.
Por esto conozco la utilidad del no-interferir.
Pocas cosas bajo el cielo son tan instructivas como las lecciones del silencio,
o tan beneficiosas como los frutos del no-interferir.
Pocos en el mundo llegan a comprenderlo.


-XLIV-

¿Qué es más íntimo a nuestra naturaleza,
la fama o el propio cuerpo?
¿Qué es más apreciable, la salud o la riqueza?
¿Qué nos duele más,
ganar una cosa o perder la otra?
Quien se apega a las cosas, mas sufre por ellas.
Quien acumula muchas cosas, mas peligra de perderlas.
Quien se contenta con lo justo nunca es agraviado.
Quien sabe medirse no sufre peligros
y vivirá largamente.



-XLV-

La Gran Perfección parece insuficiente,
pero surte un efecto infinitamente eficaz.
La Gran Plenitud es de apariencia vacía,
pero su acción es inagotable.
La Gran Rectitud es en apariencia torcida.
La Gran Habilidad es en apariencia torpe.
La Gran Elocuencia es en apariencia incongruente.
El movimiento vence al frío.
La quietud vence al calor.
Lo pacífico y sereno son las cosas que restauran
el orden del Universo.



-XLVI-

Cuando el Tao reina en el mundo
los caballos de guerra acarrean estiércol.
Cuando no hay Tao en el mundo
Los campos se usan para criar caballos de guerra.
No hay mayor error que consentir los deseos.
No hay mayor desgracia que ser insaciable.
No hay mayor vicio que ser codicioso.
Quien sepa moderarse al obtener lo suficiente,
siempre estará saciado.


-XLVII-

Sin salir de la puerta
se conoce el mundo.
Sin mirar por la ventana
se ve el camino del cielo.
Cuanto más lejos se va,
menos se aprende.
Así, el sabio,
No da un paso y llega,
No mira y conoce,
No interfiere y cumple.



-XLVIII-

Al buscar conocimiento mediante el estudio,
cada día se adquiere algo.
Al buscar conocimiento mediante el Tao,
cada día hay que desprenderse de algo.
Desprendiéndose de cada vez más
se llega al estado de la No-Interferencia.
Al No-Interferir
nada se deja sin hacer.
El mundo debe regirse dejando que las cosas fluyan.
Nada puede ser regido interfiriendo contra las cosas.


-XLIX-

El Sabio no tiene intereses propios,
Hace suyos los intereses del pueblo.
Es bueno con los buenos
y también con los que no son buenos,
y así consigue que estos se tornen a la bondad.
Confía en el sincero
y también en los que no son sinceros,
y así consigue que estos se vuelvan dignos de confianza.
El Sabio vive en el respeto de todos.
Fusiona su mente con el mundo.
Las cien familias dirigen sus oídos y sus ojos hacia él,
Y él los educa como si fueran sus hijos.



-L-

Vivir es llegar y morir es volver.
Tres hombres de cada diez caminan hacia la vida.
Tres hombres de cada diez caminan hacia la muerte.
Tres hombres de cada diez mueren en el ansia de vivir.
Esto es porque viven sus vidas frenéticamente.
¿Cómo puede entonces sobrevivir el décimo hombre?
El hombre que sabe vivir
viaja sin temor a los búfalos y a los tigres,
y va desarmado al combate.
El búfalo no encuentra donde hincarle el cuerno,
El tigre no encuentra donde clavarle su garra,
El arma del enemigo no encuentra donde hundir su filo.
¿Por qué?
Porque este hombre desechó sus puntos débiles,
burlando así su destino de morir.



-LI-

El Tao engendra.
La virtud nutre.
La materia conforma.
La Energía perfecciona.
Por esto, los diez mil seres
respetan al Tao
y honran la virtud.
Este respeto al Tao y honor a la Virtud
no ha de ser impuesto por nadie, sino que es espontáneo,
por ser la propia naturaleza.
Porque el Tao los engendra,
la virtud los nutre,
los hace crecer, los perfecciona,
los conserva, los madura
y los protege.
Engendrar y criar,
Engendrar sin apropiarse,
Obrar sin pedir nada a cambio,
Guiar sin dominar,
Esta es la Gran Virtud.


-LII-

Todo cuanto existe tuvo un Origen Común.
Este Origen es la madre del Universo.
Quien conoce a la madre
conoce a los hijos.
Quien conoce a los hijos
preserva a la madre
y su vida no correrá peligro.
Quien tapa los orificios,
y cierra las puertas,
vivirá sin problemas.
Quien abre los orificios,
y aumenta sus trabajos,
vivirá su vida asediado.
Ser lúcido es ver lo ínfimo.
Guiarse por lo flexible otorga fortaleza.
Usar la luz,
retornar y restituir la Iluminación.
No abandonar la vida de uno a la calamidad.
De esta manera, se practica la eternidad.



-LIII-

Quisiera poseer la sabiduría
para poder marchar por el Gran Camino
sin temor a desviarme.
El Gran Camino es llano y recto,
pero la gente elige los senderos tortuosos.
Cuando la corte imperial se adorna de esplendor,
los campos se llenan de malas hierbas
y los graneros quedan vacíos.
Los barones y reyes visten ropas lujosas,
Tienen mas posesiones de las que llegan a usar,
se hartan de bebida y de manjares,
Acumulan tesoros y riquezas en exceso.
Son gobernantes-ladrones.
Robar y ostentar no es seguir al Tao.



-LIV-

Lo que está bien arraigado no será arrancado.
Lo que está bien abrazado no será soltado.
Será honrado de generación en generación.
Si la cultivas en tí mismo,
la virtud será verdadera.
Si la cultivas en tu familia,
la virtud será abundante.
Si la cultivas en tu pueblo,
la virtud será grande.
Si la cultivas en el Estado,
la virtud será poderosa.
Si la cultivas en el mundo,
la virtud será universal.
Por esto, conoce a otros por sí mismos;
Mira a la familia como familia.
Mira al pueblo como pueblo.
Mira al Estado como Estado.
Mira al universo como universo.
¿Cómo puedo entonces conocer el mundo?
Porque lo veo por mi mismo.



-LV-

Quien alcanza la mayor virtud
es como un recién nacido.
Los reptiles venenosos no le pican.
Las fieras salvajes no le atacan.
Las aves rapaces no le arrebatan.
Tiene blandos los huesos
y débiles los tendones,
pero agarra firmemente.
Ignora la unión de los sexos,
pero posee la íntegra plenitud de su hombría.
Grita todo el día,
pero no enronquece;
porque posee la perfecta armonía.
Conocer la armonía es eternidad.
Conocer la eternidad es ser iluminado.
Precipitar el crecimiento de la vida es nefasto.
Reprimir la Energía causa esfuerzo.
Si demasiada Energía es usada, le sigue el agotamiento.
Los diez mil seres, cuando crecen demasiado,
empiezan a envejecer.
Esto ocurre a todo lo contrario al Tao,
y lo que es contrario al Tao generará su propia destrucción.


-LVI-

El que sabe no habla.
El que habla no sabe.
Habla solo lo necesario,
Controla tus emociones,
Simplifica los problemas,
Deshazte de la confusión,
Atenúa tu resplandor,
Identifícate con el polvo,
Esta es la Misteriosa Totalidad.
Quien ha alcanzado este estado,
No se preocupa por el amor o el odio,
ni por el auge o el fracaso.
A la Misteriosa Totalidad,
No se le puede atraer;
no se le puede rechazar;
no se le puede beneficiar;
no se le puede perjudicar;
no se le puede honrar;
Por eso, es lo máximo que un hombre podrá alcanzar.



-LVII-

Se gobierna al Estado con leyes ordinarias.
Se lucha en la guerra con tácticas extraordinarias.
Pero solo con la no-interferencia se ganará el mundo.
¿Cómo lo sé?
Porque he visto esto:
Cuantas más restricciones se imponen y más artificiales
son los tabúes que hay en el mundo,
más se empobrece la gente.
Cuantas más armas y soldados existen,
mas desorden y conflicto hay en el reino.
Cuanto más oportunistas son los hombres,
mas cosas nefastas ocurren.
Cuanta más prominencia se dá a las leyes y regulaciones,
más ladrones y bandidos aparecen.
Por eso el sabio dice:
Yo no causo interferencia,
y así el pueblo por sí mismo progresa.
Yo fomento la quietud,
y así el pueblo por sí mismo prospera.
Yo no emprendo ningún negocio,
y así el pueblo por sí mismo se enriquece.
Yo nada deseo,
y así el pueblo por sí mismo retorna a la sencillez.


-LVIII-

Cuando el gobierno es discreto,
el pueblo es diligente.
Cuando el gobierno es vigilante,
el pueblo es indolente.
La desdicha tiene su origen en la dicha.
La dicha acecha a la desdicha.
Lo supremo es no dar órdenes
¿Pero quien se da cuenta de ello?
Lo correcto se convierte en incorrecto
y el bien se convierte en calamidad.
Pero el hombre no lo entiende,
porque desde hace tiempo es engañado.
Por eso el sabio es recto pero no tajante,
es anguloso pero no hiriente,
es firme pero no insolente,
es iluminado pero no encandila.



-LIX-

Para gobernar al pueblo en armonía con el Universo,
lo mejor es la moderación.
La moderación implica renunciar a intereses personales.
Quien consigue pronto la moderación,
acumula mucha virtud.
Con la virtud acumulada,
vencerá en todo.
Venciendo en todo,
llegará a límites insospechados.
Al no guiarse por límites se puede ser un gran guía.
Un gran guía puede poseer la Madre del reino, y
puede ser perdurable en ello.
El Tao implica adquirir raíces profundas y bases firmes.
Esto conlleva a una larga vida con la visión de la Mutación Perpetua.



-LX-

Se debe gobernar un gran Estado
tal como se fríen los pececillos, con cuidado
para que no se desentrañen.
Si se gobernara el mundo con el Tao,
el mal no tendría poder.
No porque el mal careciera de poder,
sino porque éste no dañaría a los hombres.
El mal no dañaría a los hombres,
y tampoco el sabio los dañaría.
Si no se atacaran mutuamente, unirían sus Energías
y así ambos aumentarían su Poder.



-LXI-

Un gran reino es como un cauce profundo
hacia el que todo fluye.
Es como la hembra del mundo.
La hembra,
domina al macho al mostrarse cautelosa con él.
un gran reino, mostrándose cauteloso,
adquiere un reino pequeño.
Un reino pequeño, mostrándose cauteloso,
adquiere un gran reino.
Por lo tanto, uno adquiere mostrándose cauteloso,
el otro adquiere mostrándose cauteloso.
Un gran reino, sin sobrepasar sus fronteras,
reúne a todos y los nutre.
Un reino pequeño, sin sobrepasar sus fronteras,
sirve a la gente.
Asi, ambos reciben lo que desean.
Para provecho de ambos y el logro de sus deseos,
el más grande debe mostrarse cauteloso.


-LXII-

El Tao se halla oculto en lo más profundo
de los diez mil seres.
Es el tesoro del hombre bueno,
y el amparo del que no es bueno.
Las bellas palabras ganan honores,
los bellos actos elevan al hombre.
Así, al coronarse un emperador,
y nombrar a sus tres ministros,
mejor que llevar jade en las manos,
y presentar la cuadriga,
vale más cumplir con el Tao.
Los antiguos estimaban al Tao, y por eso buscaban poseerle
y evitar el ofenderle.
Esto es porque el Tao es lo máximo que un hombre podrá alcanzar.


-LXIII-

Actuar y no actuar,
realizar y no realizar,
sabroso e insípido,
grande y pequeño,
mucho y poco,
en todo rige la virtud.
Acomete la dificultad por su lado más fácil.
Ejecuta lo grande comenzando por lo más pequeño.
Las cosas más difíciles se hacen siempre abordándolas
en lo que es más fácil,
y las cosas grandes en lo que es más pequeño.
Por eso el sabio nunca realiza cosas grandes,
y así es como puede llevar a cabo grandes cosas.
El que promete a la ligera,
no cumple con su promesa.
El que todo lo encuentra fácil,
hallará la vida difícil.
Por eso, el sabio en todo considera la dificultad,
y en nada la halla.



-LXIV-

Lo que está en reposo es fácil de retener.
Lo que no ha sucedido es fácil de resolver.
Lo que es frágil es fácil de romper.
Lo que es pequeño es fácil de dispersar.
Prevenir antes de que suceda,
y ordenar antes de que aparezca el desorden.
El árbol que casi no puede rodearse con los brazos,
brotó de una semilla minúscula.
La torre de nueve pisos,
comenzó siendo un montón de tierra.
Un viaje de mil leguas,
comienza con el primer paso.
Al manejar sus asuntos, la gente suele estropearlos
justo al borde de su culminación.
Prestando total atención al principio y con paciencia al final,
nada se echa a perder.
Por eso, el Sabio carece de deseos,
no codicia los bienes de difícil alcance,
aprende a olvidar lo que le habían inculcado.
Le devuelve a los hombres la fluidez que han perdido,
y así, sin dominarlos,
favorece la evolución natural de los diez mil seres.


-LXV-

Los antiguos que seguían el Tao
no necesitaban esclarecer con ello al pueblo,
ya que lo conservaban en su sencillez natural.
El pueblo se volvió difícil de gobernar
cuando recibió el adoctrinamiento.
Quien gobierna adoctrinando
arruina el Estado.
Quien gobierna sin servirse de la astucia
enriquece el Estado.
Conocer estas dos cosas
es conocer la verdadera norma.
Conocer esta norma
es poseer la Misteriosa Virtud.
La Misteriosa Virtud es profunda y extensa;
es lo inverso a todas las cosas,
pero por ella todo se armoniza.



-LXVI-

Los ríos y los mares son los reyes de los Cien Valles
porque se mantienen abajo.
Por esto, pueden ser reyes de todos los valles.
Así, el sabio, si desea estar sobre el pueblo,
baja sus palabras hacia ellos.
Para ser la cabeza del pueblo,
se queda abajo.
Así, el sabio permanece arriba
y el pueblo no siente su peso.
Conserva el primer puesto
sin dejar al pueblo atrás.
Todo el mundo lo alza con entusiasmo
sin cansarse de él.
Como a nadie oprime,
nadie le ataca.



-LXVII-

Todo el mundo dice que mi Tao es grande
y no lo parece.
Precisamente porque es grande,
pero no lo parece.
Si lo pareciera hubiera dejado de serlo,
y hace mucho tiempo que sería pequeño.
Tengo Tres Tesoros que guardo con cuidado
y vigilo estrechamente:
el primero es la Compasión,
el segundo es la Moderación,
el tercero es la Humildad.
Por la Compasión puedo ser valeroso.
Por la Moderación puedo ser generoso.
Por la Humildad puedo ser el primero, sin parecerlo.
Los hombres de hoy,
quieren ser valerosos sin ser compasivos,
quieren ser generosos sin moderarse,
quieren ser líderes sin ser humildes,
Pues obviamente esto conlleva a la destrucción.
Quien ataca con Compasión, vence.
Quien se defiende con Compasión, resiste.
Los hombres buscan la Compasión en el Cielo, pero
el Cielo busca la Compasión en los hombres.



-LXVIII-

Un buen militar no es belicoso.
Un buen guerrero no es irascible.
Un buen vencedor evita la guerra.
Un buen empleador se supedita ante sus empleados.
Esta es la virtud del no-confrontar,
el método que los hombres deberían aplicar.
Este es el modo más perfecto
de entrar en Armonía con el Cielo.


-LXIX-

Los estrategas militares tienen un proverbio:
«Es preferible ser huésped que anfitrión.
Es preferible retroceder un pie
que avanzar una pulgada».
Esto implica no hacer el primer movimiento.
A esto se llama
avanzar sin que lo parezca,
arremangarse sin desnudar los brazos,
capturar al enemigo sin enfrentarse a él,
empuñar las armas como si no estuvieran.
No hay peligro mayor
que subestimar al enemigo,
ya que el que lo hace pierde lo que atesora.
Los que toman las armas para pelear,
llevan la aflicción a muchas casas.


-LXX-

Mis palabras son fáciles de comprender
y fáciles de practicar.
Pero nadie bajo el Cielo las comprende,
y nadie en la Tierra las practica.
Mis palabras tienen orígenes ancestrales,
Mis acciones son disciplinadas,
Pero todos ignoran mis enseñanzas,
porque todos me ignoran a mí.
Raros son los que me siguen
y eso resalta mi valor.
El sabio oculta bajo sus pobres ropajes
piedras preciosas en su corazón.



-LXXI-

Conocer y no saberlo,
ésta es la perfección.
No conocer y creer saberlo,
éste es el mal.
Conocer el propio mal
es liberarse del mal.
El sabio no tiene mal;
porque lo reconoce, no lo padece.



-LXXII-

Cuando el pueblo no teme al poder,
es cuando ese poder mas los amenaza.
No condenarlos en casas estrechas,
No atosigarlos en sus trabajos.
No permitir la pena y así no habrá sufrimiento.
por eso, el sabio se conoce
pero no se exhibe.
Se respeta a sí mismo
pero no es arrogante.
Deja esto y sigue aquello.



-LXXIII-

El valor del osado le conduce a la muerte.
El valor del prudente le conserva la vida.
Uno es el perjudicado
y el otro el beneficiado.
No todos son favorecidos por el Cielo.
Incluso el sabio se desconcierta ante tal cuestión.
Por eso, el Tao del Cielo es
saber vencer sin batallar,
saber responder sin palabras,
saber acudir sin haber sido llamado,
saber establecer planes sin presura.
Amplia es la red del Cielo
y de anchas mallas,
pero nada se le escapa.



-LXXIV-

Sí los hombres no temen a la muerte,
¿Cómo atemorizarlos con la muerte?
Pero si temen a la muerte,
como siempre temen,
y el que viola la ley puede ser apresado y ejecutado,
¿quién se atreverá entonces a violar la ley?
Existe siempre un funcionario Ejecutor.
Matar, para el Gran Ejecutor,
es como cortar madera para el maestro carpintero;
será afortunado si no se hiere su propia mano.


-LXXV-

El pueblo pasa hambre porque sus superiores consumen en exceso sobre lo que recaudan.
Por esta razón el pueblo pasa hambre.
El pueblo se rebela porque sus superiores interfieren demasiado
para así satisfacer sus intereses personales.
Por esta razón el pueblo se rebela.
El pueblo piensa poco en la muerte
porque sus superiores exigen demasiado de la vida.
Por esta razón el pueblo piensa poco en la muerte.
Quien hace mucho por la vida
la vive con mucha dificultad.
y por eso no la puede estimar.



-LXXVI-

El hombre al nacer es blando y flexible,
y al morir queda duro y rígido.
Las plantas al nacer son tiernas y flexibles
y al morir quedan duras y secas.
Lo duro y lo rígido
son propiedades de la muerte.
Lo blando y flexible
son propiedades de la vida.
Por esto, la fortaleza de las armas
es la causa de su derrota,
y el árbol robusto es derribado por las hachas.
Lo grande y poderoso caerá;
lo humilde y débil se levantará.



-LXXVII-

El Tao del cielo
semeja al que tensa el arco.
Hace rebajar lo alto y hace levantar lo bajo.
Si la cuerda es demasiado larga se la acorta.
Si no hay suficiente cuerda, se la alarga.
El Tao del cielo
es quitar al que le sobra
y dar al que le falta.
La ley del hombre,
sin embargo, es muy distinta:
quita al que le falta
y añade al que le sobra.
¿Qué hombre que tiene de sobra
le daría sus riquezas al mundo?
Sólo el hombre que posee al Tao.
Por eso, el sabio
hace su trabajo sin acumular nada por él,
realiza su obra sin apropiarse de ella,
y no se vanagloria de su sabiduría.



-LXXVIII-

Bajo el cielo no hay nada tan blando y maleable como el agua;
Pero no hay nada como el agua
para erosionar lo duro y rígido.
El agua no es sustituible.
Lo débil puede sobreponerse a lo fuerte;
lo blando puede sobreponerse a lo rígido;
Nadie desconoce esta verdad
pero nadie se atreve a ponerla en práctica.
Por eso el sabio dice:
Aquel que asume la responsabilidad
por todas las corrupciones de un reino,
merece ser su soberano.
Aquel que soporta todos los males de un reino,
puede ser soberano del imperio.
Las palabras de la Verdad parecen paradójicas.



-LXXIX-

Aunque la paz se haga entre grandes enemigos,
persiste entre ambos algo de rencor.
¿Cómo es posible que esto sea bueno?
Por ello, el sabio guarda la mitad izquierda de su contrato,
pero no pide cuentas a los hombres.
El hombre Virtuoso solo pide a los demás
que cumplan con sus obligaciones.
El hombre que no tiene virtud pide a los demás
que le paguen sus impuestos.
El Tao del Cielo carece de afectos personales,
pero siempre armoniza con los hombres buenos.



-LXXX-

Un reino pequeño, de poca población,
no emplearía todas sus cosas.
Los habitantes no se aventurarían a una expedición lejana,
por temor a pérdidas graves de vida.
Aunque tuvieran buques y carruajes,
no tendrían necesidad de usarlos.
Aunque tuvieran armas y armaduras,
no necesitarían valerse de estas.
El pueblo volvería a ocuparse
de anudar cuerdas.
Encontraría su comida sencilla pero buena;
sus ropas, finas pero simples;
sus casas, tranquilas y seguras,
sus costumbres sencillas y alegres.
En dos reinos vecinos,
tan cercanos que mutuamente se oirían sus perros y gallos,
los pobladores morirían muy ancianos
sin haberse entrometido nunca los unos con los otros.



-LXXXI-

Las palabras veraces no son agradables;
Las palabras agradables no son veraces.
El hombre bueno no gusta de discutir;
El hombre que gusta de discutir, no es bueno.
El sabio no es erudito
y el erudito no es sabio.
El sabio nunca trata de atesorar cosas.
cuanto más vive para los demás, más plena es su vida.
El Tao del Cielo beneficia y no perjudica.
El Tao del Sabio es obrar, no rivalizar.


Cuántica Conclusión

Somos pensamientos en la mente de un gigante.
Jorge Luis Borges

Se inició el siglo XX pasando al segundo milenio en 1900 mientras pensadores occidentales maduraban los postulados de la Ciencia de la Mente, mientras Max Planck concretaba su fórmula cuántica y Albert Einstein su fórmula de la relatividad con toda la revolución del pensamiento que a todo ello dio lugar. Se iniciaba a su vez en las sombras una enigmática agregación de ambiciosas mentes humanas que crecía ligada por el apego a lo denso del poder, agregación que, de manera gradual se extendió por todo el mundo sobre la base de lo negativo mental en su poderosa ligazón a la materia. Ese conjunto con mucho poder en la sombra es, en su cara visible el Nuevo Orden Mundial en donde el hombre-masa es rebaño y los menos con más, ignotos siervos del dinero, avasallan a los más con menos. Es un ente real carente de sentimientos, siendo el dominio material mundial su meta ignorando el dolor ajeno y su responsabilidad...

Para la sabiduría milenaria oriental:

Mi conexión con el cuerpo y sus partes está disuelta. Mis órganos perceptivos están desconectados. Así, dejando mi forma material y diciendo adiós a mi conocimiento, llego a ser uno con el Gran Omnipenetrante. A esto lo llamo sentarse y olvidarse de todas las cosas
Chuang Tzu

El objeto material llega a ser algo diferente de lo que ahora vemos, no es un objeto separado sobre el fondo o en medio del resto de la naturaleza, sino una parte indivisible e incluso de un modo sutil, una expresión de la unidad de todo cuanto vemos.
S. Aurobindo

Las cosas derivan su ser y su naturaleza de su interdependencia mutua y en sí mismas no son nada.
Nagarjuna

El budista no cree en un mundo externo que exista independiente y separadamente, y en cuyas fuerzas dinámicas pueda él insertarse. Para él el mundo externo y su mundo interior son sólo dos lados de la misma tela, en la que los hilos de todas las fuerzas y de todos los sucesos, de todas las formas de consciencia y de sus objetos, están entretejidos formando una red inseparable de relaciones sin fin, mutuamente condicionadas. La experiencia de una dimensión más elevada se logra mediante la integración de experiencias de diferentes centros y niveles de conciencia. Por ello ciertas experiencias de meditación son indescriptibles en el plano de conciencia tridimensional y en un sistema de lógica de reducidas posibilidades de expresión que limita el proceso del pensamiento.
Lama Anagarika Govinda

La eseidad no es ni la existencia, ni la no-existencia, ni lo que es a la vez existencia y no-existencia ni lo que no es ni existencia ni no-existencia.
Que quede claro que el espacio no es más que un modo de particularización y que no tiene una existencia real por sí mismo. El espacio sólo existe en relación con nuestra consciencia particularizante.
Ashvaghosha

La tranquilidad absoluta es el momento presente. Aunque es en este momento, este momento no tiene límite, y en esto radica su eterna delicia.
Hui-neng

La idea fundamental del budismo es trascender el mundo de los opuestos, mundo construido con distinciones intelectuales y corrupciones emocionales, y llegar a realizar el mundo espiritual de la no diferenciación, que implica alcanzar un punto de vista absoluto. En este mundo espiritual no existen divisiones de tiempo tales como pasado, presente y futuro; porque se han contraído a sí mismas en un simple momento del presente, donde la vida palpita en su verdadero sentido. En ese momento presente de iluminación están envueltos el pasado y el futuro y no es algo que permanezca inmóvil con todos sus contenidos, sino que se mueve incesantemente.
D. T. Suzuki

El tiempo, el espacio y la causalidad, son como un cristal a través del cual se ve lo Absoluto. En lo Absoluto no hay tiempo, ni espacio, ni causalidad.
Swami Vivekananda

Desde el moderno prisma cuántico tenemos:
En mi carácter de Físico y como hombre que ha dedicado su vida a la ciencia auténtica, a la investigación de la Materia, me creo a salvo de la sospecha de un fantasioso irresponsable. Por ello, y a raíz de mis exploraciones en el campo atómico, declaro lo siguiente: No existe la materia en sí. Toda materia nace y permanece únicamente en virtud de una Fuerza que pone en vibración las partículas intraatómicas y las mantiene vinculadas semejando al más pequeño sistema solar del mundo. Siendo que en el Universo no existe fuerza inteligente ni fuerza eterna (abstracta) alguna (la humanidad nunca pudo inventar un “perpetum mobile”), debemos admitir detrás de la Fuerza mencionada la presencia de un Espíritu consciente inteligente, o sea que el fundamento esencial de la materia es dicho espíritu. Ahora bien: como a su vez los seres espirituales no pueden ser por sí mismos, sino que deben ser creados, no vacilo en denominar a ese misterioso Creador como lo han nombrado todos los pueblos cultos de la Tierra en los pasados milenios: Dios.
Max Planck


Mi religión consiste en una humilde admiración por el infinito espíritu superior que se revela a sí mismo en los pequeños detalles que podemos percibir con nuestras mentes frágiles y débiles. Esa profunda convicción emotiva de la presencia de un poder razonador superior, que se revela en el incomprehensible universo, forma mi idea de Dios.
Albert Einstein

Nos creemos genios porque hemos construido cohetes gigantescos y muy pronto enviaremos un hombre a la Luna, pero lo cierto es que nada más somos discípulos de "seres" mucho más inteligentes que nosotros.
Wernher von Braun

Para decirlo crudamente: la sustancia del mundo es la sustancia mental.

Sir Arthur Eddington

El espacio y el tiempo tomados por separado se han desvanecido en puras sombras, y sólo una especie de combinación de los dos conserva alguna realidad.
Hermann Minkowski  
En este principio cuántico, nada es más importante que esto, pues destruye el concepto del mundo como "algo exterior".
John Wheeler

Si, preguntamos por ejemplo si la posición del electrón permanece siendo la misma, hemos de decir que "no"; si preguntamos si la posición del electrón varió con el tiempo, tenemos que decir que "no"; si preguntamos si el electrón esta en reposo, debemos decir que "no"; si preguntamos si está en movimiento, hemos de decir que "no".
Robert Oppenheimer
Llegamos a la gran barrera del pensamiento pues comenzamos a luchar con los conceptos de tiempo y espacio anteriores a nuestra experiencia cotidiana. Me siento como si de pronto me hubiera adentrado en un gran banco de niebla, donde el mundo conocido ha desaparecido.
sir Bernard Lovell

En la física moderna hemos dividido el mundo no en diferentes grupos de objetos, sino en grupos distintos de conexiones... Lo que podemos distinguir es el tipo de conexión más importante para un cierto fenómeno... De este modo el mundo aparece como una complicada telaraña de sucesos, donde conexiones de diferentes especies, se alternan, se trasladan, o se combinan, determinando así la textura de la totalidad.
W. Heisenberg


No esperes el cambio de los paradigmas que te rodean, uno a uno ellos caerán, el verdadero Cambio inícialo ya en ti mismo por la vía interior de la propia mente hacia un nuevo modelo de pensamiento superior que al Nuevo Orden disolverá.

¿O la creación proviene del yo superior? en cuyo caso suele ser subconsciente y la elaboración de algún karma profundamente oculto. Así que, mientras las creaciones son maravillosas para el espíritu, para la personalidad desconectada parecen arbitrarias, injustas, y dan lugar a los sentimientos de impotencia y victimización.
Arntz, Chasse y Vicente


Epílogo

No es nada de fácil en estos tiempos pensar, escribir y defender el Pensar Positivo. La Milenaria Enseñanza lo destaca: Eres el resultado de lo que has pensado, serás el fruto de lo que desde ahora pienses. De acuerdo pero cómo lograrlo si se está rodeado de una atmósfera mental planetaria negativa que da la impresión nos lleva al abismo. Ignoro en estos tiempos cuál sería el Tao Te King si Lao Tse tuviera que ahora redactarlo y si Buda lograría Enseñar lo que enseñó; qué escribirían, como lo enseñarían. Pareciera que la Ciencia moderna en sus fórmulas y laboratorio experimental viera lo que trasciende la realidad mente materia e ignorara la realidad presente mundial vivencial que los rodea. Si es así, dichosos ellos por su abstracción...

Intento ser realista y para ello soy favorecido al no pertenecer a humano grupo alguno ni tener seguidores a los que expresarles lo que desean escuchar y no la sana enseñanza que deben conocer. El Conocimiento no se da, se recibe, nada de lo que escuches o leas, dígalo quien lo diga debes aceptarlo sin previo discernir su validez o no. ¿Estamos en condición de discernir? Por qué lo digo, reitero lo que los más prefieren ignorar: La crisis económica es galopante. La crisis por corrupción es alarmante. La indiferencia culposa de las autoridades agrava ambas crisis. La violencia, aberraciones sexuales, drogadicción, criminalidad, prostitución, explotación de niños y mujeres... Todo ello en un despertar de lo negativo cada vez a más temprana edad, supera nuestra imaginación... ... ... 

No resulta nada de fácil transitar rodeado por tanto sufrimiento, dolor, depresión, ansiedad, injusticias, aberraciones de todo tipo en un derrumbe grupal de paradigmas, sectarismos, fanatismos que se exacerban por la alta media mundial de mal pensar que hace que el planeta se defienda frente a este tóxico agresor humano inconsciente con un extraño Cambio Climático que se manifiesta en muchas formas alarmantes; todo ello con los más viviendo carentes de esperanza y faltos de fe con convicción. ¿Cómo permanecer indiferente a todo ello?

En esta confusión dado que humano soy, en un mundo tenso, angustiado, carente de futuro... me piden ser optimista, relajado, sonreír y Pensar Mejor: Llegó una Respuesta: Es hora de poner Luz en la oscuridadLa Luz se recibe por la mente de los humanos y por nuestra mente desciende a la Tierra. Y esa idea fuerza permitió a este escrito 402 ser una realidad y, junto con el 399 y el 401 dar forma a una cuántica trilogía. Si preguntas sobre el título 400, es eso; un título que no está y cual electrón se ignora dónde y cuándo en el Ciberespacio emergerá o si en otra realidad se quedará.

La historia nos demuestra que previo al derrumbe de una cultura o civilización poderosa mucho de esto que ahora es y sucede en el ámbito planetario da que pensar ya que en conjunto las señales negativas van aumentando en frecuencia, intensidad y magnitud... ¿Cuál será el derrumbe? La Voz dice: Cambia tú primero en vez de pretender que los demás cambien. Sigue la vía interior y la liberación lograrás porque no estás solo y ayuda os llega por la vía interior. La liberación se logrará al final del sendero en un proceso cósmico de este Fin de Tiempo, que para entenderlo sería similar a la caída de la costra densa de la crisálida para dar paso a la liberada mariposa desplegando nuestras alas mentales hacia una sutil nueva realidad que nos aguarda. En la confusión para quien es LIBRE y puede contemplar y analizar lo que sucede y los más no ven o prefieren ignorar, viene a la memoria la figura de Nelson Mandela quien estuvo 27 años en prisión. Fue liberado el día 11 de febrero de 1990, como abogado y político trabajó en conjunto con el que era presidente de Sudáfrica, Frederik Willem de Klerk, liderando a su partido en las negociaciones para conseguir una democracia multirracial en Sudáfrica, cosa que se logró en 1994, con las primeras elecciones democráticas por sufragio universal. Por su trabajo en conjunto, tanto Nelson Mandela como Frederik Willem de Klerk recibieron el Premio Nobel de la Paz de 1993. Posteriormente Mandela ganó las elecciones y fue presidente de Sudáfrica desde 1994 hasta 1999. Su prioridad estuvo frecuentemente en la reconciliación nacional. Mandela tuvo el raro don de saber perdonar, algo tan necesario en la actual memoria mundial y que, por ejemplo, aún en mi Patria no se ha sabido lograr. Mandela estando en prisión escribió un poema que finaliza así:

Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma

Leerlo me anima a seguir adelante pues como capitán de mi alma, sin importar lo externo mundano soy el amo de mi destino si así me lo propongo y por eso sigo adelante con el anhelo de un Mundo Mejor.


¿Se puede? ¡Sí se puede! Se puede y así será. Lo sutil en nosotros triunfará y lo hará en medio de necesarias calamidades que se incrementarán para que logremos Despertar y entender nuestra realidad y justa razón de ser sabiendo que Todos tenemos una meta.

La evolución del metaverso mediante la evolución cíclica de los universos conduce a la completa realización de los potenciales evolutivos codificados en el pleno cósmico esencial: a la completa congruencia de todas las cosas que existen en el espacio y el tiempo. Marca el logro total de la creatividad divina, que es la congruencia definitiva en la mente de Dios.
Laszlo

En estado fetal de esta encarnación se recibe por parte del alma a la mente. Manas es la mente sutil que en su descenso a la materia se densifica cual Kama el cual se ancla a la materia y nos hace olvidar la razón de ser. Ahora Kama, por vivirse un Fin de Tiempo especial, se debilita al irse transmutando a su sutil realidad de Manas, Kama reacciona, no desea dejar lo mundano y se liga más y más a lo material, se potencia con sus mayoritarios 90% pares de hombre-masa, en donde mientras más corrupto y amoral sean sus líderes en todo orden de cosas, la masa los admira como nobles y dignos de imitar. Esto es en el ámbito mundial y resulta preocupante apreciar como en la puerta del horno el pan generacional se puede quemar y la hornada fracasar. Ante esta realidad en parte expuesta es nuestro deber si estamos despiertos dar Luz en donde nos encontremos. Estamos en la trinchera del fango de la vida viendo la realidad con la esperanza que la Luz prevalecerá por sobre las tinieblas. Entendiendo entonces que toda esta basura mental humana mayoritaria lo es por una acelerada depuración en cada uno de lo denso mental, cerebral y del genoma celular, que da gradual paso a lo sutil que prevalecerá. Es una lucha en la que, de manera aparente triunfa lo denso mientras se disuelve de manera definitiva por ser transmutado en sutil. Sobre esta base, sobre la base de la milenaria Sagrada Enseñanza que nos fue legada, sobre la base de los postulados de la Ciencia de la Mente y de los sorprendentes descubrimientos de la Física Cuántica y la Relatividad, quizá cual Quijote contra los molinos de viento, sigo insistiendo en Pensar Mejor, ya que la mente rige a la materia, al Pensar Mejor por lógica un MUNDO MEJOR se tendrá y eso tendremos porque así está escrito y lo será...


Sé el cambio que quieres ver en el mundo
Gandhi





Dr. Iván Seperiza Pasquali
Quilpué, Chile
Julio de 2013
http://www.isp2002.co.cl/
isp2002@vtr.net