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I. K. Taimni
Enseñanza de un Maestro
Proemio
Un
creciente número de personas
inteligentes
propensas a lo espiritual,
está apartándose de las ideas
ortodoxas sobre religión y filosofía,
para emprender la
búsqueda
de la Realidad Primaria que está oculta en lo interno de todo
ser
humano,
y que es la meta final de todo empeño espiritual y
autodisciplina.
I. K. Taimni
El día 1 de agosto de 2004 en el
CiberEscrito 125, "Preguntas con Respuesta 2004" supuse que la
Misión de CiberEscritor finalizaba y señalé:
¿Qué me faltó escribir y hubiera deseado como
CiberEscrito dejar?
Me hubiera agradado haber logrado escribir 6 títulos más:
1.- El dedicado a Leonardo da Vinci un genio del futuro nacido en el
pasado.
2.- El dedicado al Dr.
Albert Schweitzer.
3.- El dedicado al último Maestro que estuvo entre nosotros con
forma física, I. K. Taimni.
4.- Repetita Iuvant -III- con las claves más relevantes dejadas
en estos 125 escritos.
5.- Un relato de ficción sobre las vivencias de Zoltan en su
Misión Tierra y los recuerdos de su mundo en la cuarta
dimensión.
6.- Un relato imaginario de mi visita a la quinta dimensión y
verme
como alma preparando la nueva encarnación en el trabajo grupal
de seres
afines entre sí.
Tal parece no estaba escrito que finalizara la labor en el Portal Mundo
Mejor y, el anhelo 2 se hizo realidad con el escrito N° 316 al igual que el 3
lo había sido antes con el título N °195. Hoy, por una causalidad,
dedico un segundo título a ese anhelo 3, lo escribo separado por 231 nuevos
escritos del pretérito 125, para no decir 5 años 8 meses... de agosto del 2004.
Cabe la pregunta sobre el por qué no surgió un título para Leonardo da Vinci, o
un Repetita Iuvant III, no sobre la base de los primeros 125 títulos sino del
global 355, aun cuando hay dos Repetita Iuvant más que son puntuales, uno sobre
Música, el N° 160 y otro sobre la Reprogramación Mental, el 209, por si
alguien lo olvidó Repetita Iuvant significa que las repeticiones
son útiles.
Los dos
relatos de ficción del anhelo 5 y 6 quizá se han visto frenados por una
máxima para estos tiempos:
Pasó la hora de caminar, prepárate ya para correr.
CORSA, CORSA, CORSA
RUN, RUN, RUN
CORRIDA, CORRIDA, CORRIDA
LAUF, LAUF, LAUF
COURSE, COURSE, COURSE
CORRE, CORRE, CORRE
Y, los 43 títulos, del 313 al 356, de la última sección NetEscritos,
de una u otra forma, en su contenido DE ADVERTENCIA, son cual
instructivo para la carrera que lo es contra el tiempo...
Carrera que todos debiéramos correr y podemos ganar en este fin de tiempo que ya se
inició y los más ignoran o no están preparados
para afrontar y serán sorprendidos por los acontecimientos que
más los frenarán. Esta es una carrera contra uno mismo,
un correr en que lo
denso mental en cada uno tiene que ser superado por lo sutil durante
una
maratón cuya META no es inalcanzable.
Desarrollo
Tal vez no haya más
irónico ni
más trágico en la vida humana que el fanatismo religioso,
que anula el verdadero
propósito de la religión
y la razón de su existencia promoviendo
el odio y el conflicto entre los hombres,
y bloqueando totalmente sus
potencialidades
superiores.
I. K. Taimni
El día 4 de julio de 1982 fui invitado a dar una Charla en la
Sociedad Teosófica de Chile, allí, al inicio señalé:
Humilde y respetuosamente me permito rendir un homenaje a un
Teósofo, desencarnado hace pocos años, para mi modesto
entender, un Maestro, me refiero a I. K. Taimni. Su Enseñanza
escrita ha dado LUZ en mi Sendero.
La
Enseñanza de Taimni dio Luz en mi sendero al permitirme entender
a Dios actuando desde lo Inmanifestado en ÉL en lo Manifestado
por ÉL, que es donde nos encontramos en un ciclo de retorno a
ÉL, ciclo iniciado cuando cada uno como Espíritu
individual desde ÉL emanó con una específica
Misión a cumplir pasando por una serie de mundos en los
diferentes planos de Su Creación, siendo esa Creación
fruto del PENSAMIENTO de DIOS. La Cosmovisión con su
Cosmogénesis perdió parte de sus velos y eso quedó
en mi primer libro del año 1982 y, en especial, más
ampliado en muchos
títulos que son parte del Portal de InterNet a contar del
año 1998, como lo es por el ejemplo dar sentido al sin sentido
inicial del paradigma big-bang de la Ciencia que, cual regalo
de cumpleaños recibí y logré escribir en una
madrugada de noviembre de 2005. Ese título 226 se llamó
GOD
BANG. Ellos, los sabios de la materia, nos dicen:
La
relatividad general indica que hace aproximadamente 10 o 20 mil
millones de
años el universo estaba infinitamente contraído: la
distancia entre dos puntos
cualesquiera era cero, la densidad de la materia era infinita y el
volumen del
universo entero era cero. El universo pasó a estar en un estado
muy singular; Sucedió un evento
singular, muy semejante a una gran
explosión el momento de su origen, que es
llamado el
"Big Bang" o Gran Explosión...
Sobre la base de la Enseñanza supramaterial de Taimni pude replicarles que:
Siento
que, no de hace 10 o 20 mil millones de años, sino que a lo
menos 150 mil
millones de años, vivimos la presencia de la realidad
infinitamente contraída
del vacío absoluto como fruto de una Idea Divina de materia de
densidad
infinita y volumen cero, idea previa a la Manifestación
Universal de nuestra
evolución. Sin embargo captamos que ese vacío de infinita
contracción con
volumen cero y densidad infinita de materia no lo es tal, es ya un
poderoso
OmniPensamiento con expansiva Fuerza, Energía e
Información que por SU Programación
permite a las dimensiones, el tiempo y el espacio ser para la VIDA sin
AZAR
sino que en un perfecto orden cósmico LA MENTE DIVINA Ideado.
Ese vacío sin
límites es latente Inteligencia Pura infinita que al hacerse
manifiesto crea, a
la velocidad del pensamiento, bruscamente, la Expresión
Manifestada formando un
punto en el espacio-tiempo relativo que ÉL ha creado. Ese punto
infinitesimal
dotado de infinitas potencialidades, da lugar a la explosión
cósmica desde la
Mente de DIOS, que he llamado GOD Bang
cual gran explosión inicial para este universo,
seguida de innúmeres pequeñas explosiones de programada energía mental en un vacío que, a
pesar del universo con sus
galaxias, sigue vacío desde el punto de vista físico de
la materia y, por la acción
de la Divina Mente estalla en su creadora idea conceptual y se hace
realidad
manifiesta inentendible para nuestras limitadas mentes expresadas por
un
cerebro de tercera dimensión: Y a la velocidad del Divino
pensamiento se
expande en una maravillosa e infinita secuencia de constantes e
ininterrumpidas
pequeñas explosiones de
renovada
Fuerza, Energía e Información, obra Pura de la
acción Creadora del Pensamiento
de DIOS plasmado en realidad manifestada por SU
Voluntad que todo lo compenetra y
que a todo le permite armónicamente ser. Lo hace sin azar en una
matriz
holográfica preestablecida de lógica secuencia. Toma forma lo Manifestado en la matriz conceptual
del Pensamiento Divino y se plasman los modelos de las subpartículas cuyas
agrupaciones darán lugar a partículas y átomos con los elementos de cada una de
las dimensiones y sus subniveles, donde cada átomo está separado de su vecino
como un sol lo está de otro sol, por un 99.99% de vacío. Se plasman las
matrices de las agrupaciones de átomos que pasarán a ser moléculas y en su
conjunto células. Se plasman las matrices de los sistemas solares con sus
planetas, donde cada sol está separado del vecino por un vacío de 5 años luz de
distancia a lo menos, es decir todo ese Micro y MegaUniverso al que la
agregación de conjuntos de miles de millones de sistemas solares va dando lugar
a galaxias, cuyo conjunto dará lugar a hipergalaxias, su conjunto da lugar a
megagalaxias en variados planos de la vibración de la Inteligencia Pura del
Pensamiento primigenio. Es un 99.99% de aparente vacío que para
nuestros sentidos
será lo sólido gracias a la mente que viene estructurada
por el alma para
sentir sólido lo que llamamos materia, pero que para la realidad
atómica es a
su vez un 99.99% de vacío sustentado en aparentes condensaciones
llamadas
partículas y subpartículas que no son tales, aunque para
la mente son. Vemos,
vivimos y vivenciamos en una ilusoria realidad o "Maya" fruto de la
conceptualización de nuestra mente hecha al aparente
vacío que toda la
Manifestación es. Vacío que representa Absoluta
Inteligencia Pura Creadora en
constante actividad, la que a todo le permite ser y existir, y ser
nosotros
reales en una existencia aparentemente inexistente, un TODO sustentado
en la
indivisible unidad del Primigenio Pensamiento que permite ser a la
Creación
Universal, en un matemático lógico orden perfecto con una
natural razón de ser
como es la de dar el "terreno" para la acción de nuestros
espíritus
que emergerán desde lo Inmanifestado para desarrollarse en lo
creado.
A la velocidad de la
Instantaneidad del Divino Pensamiento surgido desde la Inmanifestado en
DIOS,
apareció lo Manifestado en DIOS, cual si siempre el universo
hubiese estado
allí, sin pasado previo. Eso, si así quieren llamarlo,
fue el Big Bang seguido
de continuos Little Bangs que seguirán hasta un infinito. Sin
embargo, todo lo
creado debe, a su debido tiempo, finalizar y este universo en aparente
eterna
expansión dejará de ser cuando los espíritus
emanados desde DIOS, con su Misión
cumplida logren manifestar los atributos necesarios para su
desarrollo... En un
ciclo de nunca acabar ante la emanación desde DIOS de nuevos
espíritus que
requerirán nuevos universos. Todo está regido por un
Propósito estructurado en
una Cósmica CAUSALIDAD. Causalidad de la que cada uno como ser
humano es
importante.
De la amplia y variada
Enseñanza Esotérica y práctica de Iqbal Kishen
Taimni (1896 - 1978) rescato lo siguiente:
a.)
Aunque la Verdad es cuestión de realización directa por propio esfuerzo
individual, tenemos a nuestra disposición una preciosa literatura que
da las experiencias y recomendaciones de los que han obtenido
realizaciones directas de esta Verdad en diferentes grados siguiendo
diferentes métodos. Los Upanishads y otros tratados similares
pertenecientes a otras religiones, están llenos de experiencias y
exhortaciones de quienes han obtenido vislumbres de la Verdad Suprema y
han querido compartir sus experiencias con otros que también estaban
buscando la misma Verdad bajo otro nombre y siguiendo un método
diferente.
El estudiante, sin embargo, debe ejercer su
discernimiento al revisar esa literatura, y tratar no solamente de
separar lo profundo de lo espurio, sino también notar a qué categoría
pertenece cada tratado. Un tratado puede dar en términos brillantes las
experiencias particulares de un místico que haya elevado temporalmente
su conciencia a un nivel más elevado en un éxtasis. Otro puede
presentar un panorama exquisitamente bello de horizontes cada vez más
amplios en la larga jornada hacia nuestra meta espiritual. Un tercero
puede darnos no sólo una vislumbre inspiradora de nuestro objetivo
espiritual, de una manera magistral, sino
también trazar los principios generales en que se sustentan los
métodos para alcanzarlo.
b.)
¿Qué es esta mente por
intermedio de la cual nos ponemos en contacto tanto con el mundo
exterior como con la Realidad que subyace en la base de este mundo
externo? No es fácil explicar la naturaleza de la mente sin
entrar en un número de preguntas de naturaleza
filosófica. Hablando aproximadamente, se puede decir que la
mente es un misterioso producto de la interacción de consciencia
y materia. Donde quiera que la conciencia funcione a través de
un vehículo, el cual siempre tiene una base material, la mente
entra en juego, dependiendo su sutileza de la densidad de la materia
que compone el vehículo. Por lo tanto, la mente depende para
existir de ambas: la materia y la consciencia. Ahora podemos considerar
a la consciencia pura como la Realidad que es indivisible, inmutable y
sin atributos. Por lo tanto, cuando la consciencia se manifiesta en los
distintos planos dotados con diferentes clases de atributos, no se
trata de la consciencia misma sino de los diferentes grados de o
mente. Los fenómenos de los planos superiores, especialmente
aquellos a los que nos referimos como “espirituales”,
parecen tener lugar en la consciencia, puesto que son infinitamente
más gloriosos y sutiles comparados con los del físico, o
aún con los planos superfísicos más densos. Pero
en realidad ellos tienen lugar en los grados más sutiles de la
mente los cuales son tan sutiles que solamente una percepción
aguda puede distinguirlos de la consciencia pura. Desde el más
alto punto de vista filosófico cada expresión de la
consciencia, por más sutil que pueda ser, debe ser considerada
como un fenómeno mental porque, donde quiera que haya forma y
atributo existe una consciencia condicionada y esto significa la
presencia de la mente. Es cierto que la explicación anterior no
esclarece la naturaleza de la mente misma, pero intentarlo sería
entrar en cuestiones altamente filosóficas.
Al menos se
verá, que la percepción de las verdades de la vida
superior en general, y del Ser Divino que buscamos contactar
en particular, depende de las condiciones de nuestros
vehículos, de cuán puros y sensitivos sean y en
qué grado puedan reflejar SU conciencia en nuestra mente.
Detengámonos
por un momento sobre los factores que determinan el reflejo de la
Conciencia Divina en nuestra mente y por lo tanto, nuestra
realización de aquélla Verdad Suprema que está
oculta en esa conciencia. Al tratar estos factores no podemos menos que
trasladarnos a otro tipo de ilustración, cambiando de la esfera
de luz a la del sonido. Consideremos los factores que determinan la
calidad o perfección de la música producida por un
instrumento musical como el sitar. ¿De qué depende la
perfección de la música producida por un sitar en lo que
al instrumento se refiere? Depende también del músico,
pero dejemos al músico por el momento y consideremos el
instrumento solamente. Si examinamos este asunto cuidadosamente veremos
que la calidad de la música depende de tres factores: 1) el
material de las cuerdas; 2) la tensión a la cual están
sujetas; 3) la armonización o afinación de las cuerdas
entre sí.
Con respecto al
primer factor, podemos ver que la aleación de que están
hechas las cuerdas es de gran importancia. No se puede usar cualquier
clase de cuerdas sobre la caja de resonancia de un sitar y obtener de
él las notas correctas. Las aleaciones deben ser de un tipo
especial, capaces de producir las notas puras y delicadas con los
armónicos necesarios que imparten esa exquisita calidad a la
buena música instrumental. Segundo, las cuerdas deben estar
sujetas a una tensión definida para producir las notas
requeridas. Una cuerda flojamente tensada no puede producir sonido
alguno. Debe estar sujeta a una tensión, la cual debe ser
finamente ajustada para producir una nota definida. El tercer factor
importante es la afinación del instrumento, la
armonización de las notas entre sí. Las notas requeridas
pueden ser producidas por las distintas cuerdas pero si ellas no
están apropiadamente afinadas entre sí, el efecto total
será discordante y no musical.
En forma similar,
la capacidad de nuestros vehículos para reflejar la conciencia
más elevada o para hacer descender fuerzas espirituales desde
los planos superiores, depende de tres factores. Primero, de la
naturaleza del material que compone los vehículos: cuánto
más fino sea este material, más fácilmente el
vehículo podrá responder a las vibraciones más
sutiles de los planos superiores con su capacidad general para responder
a las diferentes clases de vibraciones espirituales, mentales o
emocionales. Cuánto más predomine la materia sutil
más efectivamente puede servir el vehículo como un
instrumento de la consciencia superior. El segundo factor es el
afinamiento de la mente a los ideales más elevados lo cual
corresponde a la tensión de las cuerdas en el instrumento
musical. Si la mente está llena de emociones y
aspiraciones correctas, y si se halla presente un alto grado de
auto-entrega y el alma está anhelando la unión la
Conciencia Divina, sólo entonces el Divino Músico
podrá ejecutar sobre los vehículos y producir exquisita
música. Las aspiraciones vagas y débiles del aspirante
corriente son como una cuerda insuficientemente tensada que solamente
puede producir una nota baja y apagada. El tercer factor es la
armonización de los diferentes vehículos entre ellos
mismos. Todos ellos no sólo deberían estar afinados con
los ideales más elevados sino que también deberían
estar perfectamente armonizados entre ellos. Si los deseos arrastran al
aspirante en direcciones diferentes, o si la intuición no
aprueba lo que la mente decide, se tiende al conflicto interno y a la
desarmonía, y su mente es como un carro de guerra cuyos caballos
lo arrastran en diferentes direcciones. Todos los vehículos
deben estar sintonizados con un ideal, aunque éste pueda no ser
el supremo, para que puedan estar adecuadamente armonizados entre
sí. De esta manera se establece un círculo virtuoso
—si se puede usar esta frase— de las prácticas que
elevan gradualmente el nivel general de su mente y el nuevo nivel
así obtenido permite ascender a un grado mayor de
aspiración, exaltación e iluminación. El proceso
no es diferente de la construcción de un rascacielos en el cual
la terminación de cada piso sucesivo permite que todo el proceso
de construcción se transfiera al próximo nivel superior.
c.)
Aforismo del lat. aphorismus, y este del griego
ἀφορισμός -definir- es una sentencia breve
que se propone como regla en alguna ciencia o arte, es
una declaración o sentencia concisa; acordada por un gran
número de
eruditos en el tema; que pretende expresar un principio o la verdad en
una manera concisa, incoherente y en apariencia cerrada. Entre nosotros
se usan muchos aforismos populares anónimos y otros con autor
conocido:
- Lo bueno, si breve, dos veces bueno. - Baltasar Gracián
- Lo que no te mata, te hace más fuerte. - Friedrich Nietzsche
- La filosofía no es una doctrina, sino una actividad. - Ludwig Wittgenstein
- La gente pierde su empatía, cuando más la necesita. - Arturo Mendívil
- La muerte no es más que el paso a una mejor onda
craneal, te sitúa fuera de tu percepción sin
límite. - Jonás Barnaby
- El tiempo perdido nunca se vuelve a encontrar. - Benjamin Franklin
- La enfermedad es la mayor imperfección del hombre. - Georg Christoph Lichtenberg
- El mejor juguete de un niño es... otro niño. -Rafael Soriano
- Más das, más recibes. - Duque de Yñigo
- A los hombres fuertes les pasa lo que a los barriletes; se elevan cuando es mayor el viento que se opone a su ascenso. -José Ingenieros
- A algunos hombres los disfraces no los disfrazan, sino los revelan. Cada uno se disfraza de aquello que es por dentro. -Chesterton
- La duda es uno de los nombres de la inteligencia. -J. L. Borges
- Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a llevársela. -Pitágoras
- Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad. -José Martí
- Bendito el hombre que no teniendo nada que decir se abstiene de demostrarlo con sus palabras. -G. Eliot
- Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin, o conformidad con lo inepto, sino voluntad de bien. -Antonio Machado
- Creeré siempre en la inmortalidad... tanto tiempo como siga vivo. -Leonid S. Sujorúkov
- El Orden de la poesía sólo es posible como emanación del Caos. -Enrique G. Gallegos
- Las leyes condenan al que roba un pan y absuelven a quién roba una ilusión. José Narosky
- La violencia es la hija bastarda de la impunidad y la corrupción. J. F. Ochoa
- La inteligencia viste de inocencia la violencia. -G. Antuan Suárez
- Uno de los síntomas de que se acerca una crisis nerviosa es creer que el propio trabajo es terriblemente importante. -Bertrand Russell
- El futuro nos tortura, el pasado nos encadena. He aquí porqué se nos escapa el presente. Gustave Flaubert
- La mayoría de las ideas fundamentales de la ciencia son
esencialmente sencillas y, por regla general pueden ser expresadas en
un lenguaje comprensible para todos. Albert Einstein.
- Un aforismo es un novela de una línea. -Leonid S. Sukhorukov
I.
K. Taimni
en varias obras se ha encargado de dar a conocer lo breve de aforismos
milenarios
hindú, ellos representan la síntesis de un conocimiento
oculto dejados
para ser ampliados en una
compleja Enseñanza Revelada, misión que Taimni
cumplió dando forma a lo
abstracto e incomprensible para los más de manera comprensible
para los más que anhelan Pensar Mejor... 10 Aforismos u ocultas
Enseñanzas relacionadas
con la comprensión subconsciente para nuestro necesario y
quizá "urgente" Despertar, de Taimni, acá
dejaré en el Exotérico CiberEspacio:
1.
Aforismo:
La Realidad Suprema, en su aspecto como Conciencia
Universal, absolutamente autónoma y completa en sí misma,
es la causa fundamental de la manifestación y de llevar un
sistema manifestado hasta su señalada consumación.
Es obvio que si un aspirante, envuelto en este mundo
de limitaciones e ilusiones, ha perdido la conciencia de su
naturaleza Divina como resultado de ese envolvimiento, deberá
reconocer la naturaleza esencial de este mundo en que está
envuelto, si quiere comprender y aplicar los medios necesarios para
recobrar su libertad. Para este propósito no necesita adquirir
un conocimiento detallado de cosmogénesis y los problemas
filosóficos relacionados, sino únicamente aquel
conocimiento fundamental y esencial acerca de la naturaleza del
universo, que arroje luz sobre el proceso del envolvimiento y los
medios de obtener Liberación.
Para comprender el significado profundo de este aforismo,
téngase en cuenta la doctrina Oculta de que el universo
manifestado es la aparición periódica de un
fenómeno mental, que emerge del estado Inmanifestado de la
Realidad y después de cumplir su carrera se fusiona en la misma
Realidad. No es pues cuestión de 'crear' en el sentido
ordinario, sino de proyectar de adentro hacia fuera y luego retraer de
afuera hacia dentro. Aunque en verdad no puede haber ni 'adentro' ni
'afuera' en una Realidad que por ser un estado integrado abarca todo
sin que nada pueda existir fuera de ella. Pero empleamos estas palabras
porque tratamos de considerar estas cosas desde abajo, desde los planos
inferiores de la manifestación, y vemos que el universo
manifestado sale de algo Inmanifestado que no podemos visualizar ni
comprender realmente.
Si este orden y modo de manifestación están inherentes en
la Naturaleza Divina, y si la manifestación tiene lugar conforme
a esta naturaleza inherente, entonces esto implica cierto grado de
pre-determinismo. Pero esta clase pre-determinación puede
coexistir con la Autonomía, del mismo modo que la existencia de
leyes naturales puede coexistir con la libertad de utilizar esas leyes
para lograr ciertos resultados deseados. Por ejemplo, no obstante la
ley de gravitación, podemos lanzar vehículos espaciales
que al llegar a cierta distancia quedan independientes de la
gravitación.
De la misma manera, la conciencia existe en varias 'capas' que dependen
de la densidad de la materia en que funciona. Cuanto más
desciende la conciencia a niveles más densos de
manifestación, más restringida queda en su libertad y
poder. Pero puede retrotraerse a sus niveles más internos, y al
hacerlo así aumenta su libertad Volitiva hasta que en el nivel
más interno se vuelve absoluta. El los planos espirituales su
libertad es mucho mayor y crece firmemente a medida que se acerca al
Centro de la Realidad. Se verá, pues, que este estado más
elevado de la Realidad es el que es Autónomo, y no sus
expresiones en la Naturaleza, o Materia.
El alma individual, por ser una
expresión de la Realidad Suprema, es libre en su naturaleza
más íntima; pero al quedar envuelta en la
manifestación queda restringida su libertad, y cuanto más
bajo sea el nivel al que descienda mayor será esa
restricción. Este proceso de restricción progresiva se
reversa gradualmente con la evolución de la conciencia, hasta
que recobra su libertad inherente cuando vuelve a alcanzar la plena
comprensión de la Realidad en la cual tiene su centro. Recobrar
esta comprensión por medio del reconocimiento o
realización de su naturaleza Real, es el objeto de la
Realización Directa con la cual se obtiene la Libertad absoluta
o Liberación.
Nótese la profunda significación de la parte de este
aforismo que implica el proceso total de la manifestación desde
el principio hasta el final. Conforme a la doctrina Oculta, el universo
manifestado no sólo aparece periódicamente sino que
recorre su carrera de acuerdo con un Plan que está presente en
la Mente Divina y que se desenvuelve conforme a la Ideación que
ocurre en esa Mente. Sólo cuando la conciencia de un individuo
es capaz de hacer contacto con la Mente Divina, se da cuenta cabal del
funcionamiento de esa Mente y conoce el esplendor de las Realidades
internas que están ocultas en los planos espirituales
respaldando el funcionamiento aparentemente sin propósito y
caótico del universo físico. La Ciencia, que no ve sino
esta corteza externa y no se da cuenta de la existencia de estas
realidades internas, naturalmente no ve el universo sino como 'un
concurso fortuito de átomos' o una expresión
caótica de energía en múltiples formas. Sus
teorías acerca de la naturaleza y origen del universo tienen que
ser falsas, por consiguiente, pues están basadas en datos muy
incompletos y en postulados arbitrarios.
2.
Aforismo:
La Realidad Suprema, al descender de la etapa de Conciencia
pura; se contrae y se identifica con las imágenes de los objetos
presentes en el campo de la conciencia, y de este modo se convierte en
la mente individual.
Este aforismo arroja luz sobre la naturaleza del mecanismo mental
de múltiples capas que surge a la existencia, que alborota el
campo de la conciencia, que estorba la comprensión de sí
mismo y así esclaviza al Yo Individual. Este mundo o mecanismo
mental, en conjunto, que aparee en el campo de la conciencia, es lo que
el aforismo llama “la mente individual”.
¿De qué naturaleza es la mente individual? Según
este aforismo, esta mente no es sino un derivado o una forma degradada
de la Realidad Suprema. Nace cuando la Conciencia pura desciende a un
estado inferior y produce un
mundo manifestado en una escala macrocósmica o
microcósmica.
¿Cómo es ese descenso de la Conciencia pura? En
términos del pensamiento moderno, podemos describirlo mejor como
una diferenciación del estado integrado de Conciencia pura, en
múltiples estados mentales que se presentan en diferentes planos
de manifestación. Este proceso es análogo al de la
dispersión de la luz blanca en un espectro multicolor por un
prisma.
El papel del prisma en el fenómeno de la luz, corresponde al
papel del Punto en la diferenciación de la Conciencia en
diversos estados mentales. La Conciencia pura, al pasar a través
del Punto por medio del cual se proyecta el mundo manifestado, se
diferencia; y entonces aparece en el campo de la conciencia un mundo
mental. Este mundo mental corresponde al plano de la
manifestación, y depende del Yo Individual. Este mundo mental se
deriva de la Conciencia, se compone de los productos diferenciados y
degradados de la Conciencia, obscurece la Conciencia, y ata al
individuo al mundo mental que se ha formado en el campo de la
conciencia.
Este mundo mental, en su conjunto, que existe en diferentes planos, es
lo que mantiene cautiva al alma individual
hasta que alcance la Realización Directa y perciba la mente como
una parte integral aunque diferenciada de la conciencia.
Es interesante observar los aforismos que
dicen: "Entonces el Perceptor queda establecido en su propia naturaleza
esencial y fundamental", y "En otros estados (el Perceptor) se
identifica con las modificaciones (de la mente)". Esta última
frase corresponde a la frase "se contrae y se identifica con las
imágenes de los objetos presentes en el campo de la conciencia"
del aforismo que estamos comentando. Ya sea que digamos que la
Conciencia Universal se contrae en la forma de los objetos de
percepción presentes en el mundo mental, o que la Conciencia
pura se identifica con los objetos presentes en la mente, nos estamos
refiriendo esencialmente a la misma transformación parcial del
estado de conciencia integrado a los estados mentales diferenciados que
resultan.
El punto importante y significativo que anotar en este aforismo, es que
la mente no es un principio enteramente diferente e independiente, sino
un producto degradado y diferenciado de la conciencia, inseparable de
ésta. Y a esto se debe a que la mente puede revertirse al estado original de
Conciencia pura de donde se derivó. También es por esta
razón que el universo puede aparecer y existir como un
fenómeno puramente mental en la Conciencia Divina, y luego
fundirse otra vez en esa misma Conciencia al llegar la hora de la
disolución.
3.
Aforismo:
El yo inferior, que no tiene sino conocimiento ilusorio, no es sino esta mente en su naturaleza esencial.
El Yo Espiritual del hombre es un centro de Conciencia de la
Realidad Suprema. Aunque es eterno y esencialmente de la misma
naturaleza que el Ser Universal, su conciencia se obscurece
al quedar envuelto en la manifestación. Este obscurecimiento es
apenas parcial en los planos espirituales. Y cuando ha desarrollado
adecuadamente sus potencialidades ocultas, el Yo Espiritual puede
recobrar la plena conciencia de su Ser Real y así liberarse del
sutil mecanismo mental en que está aprisionado. Este estado es
el que se llama Liberación.
Este desenvolvimiento de las potencialidades infinitas que están
inherentes en el centro de Conciencia de todo ser humano, se logra por
el proceso dual de Reencarnación y Karma, como lo saben bien los
estudiantes de Ocultismo. La expresión parcial del Yo Espiritual
en cada encarnación produce la formación de una entidad
casi independiente pero temporal, en los tres planos más bajos.
Esta entidad es el yo inferior.
Por tanto se verá que se puede considerar como triple la
naturaleza del hombre, consistente de los elementos Real, espiritual y
temporal. El alma o conciencia
pura funciona en el mundo de la Realidad sin que lo afecten las
ilusiones de los mundos de manifestación, y esa mismo alma funciona en los mundos de manifestación
envuelto en todas sus ilusiones y limitaciones.
En esta concepción dual se considera que los mundos espirituales
y los mundos temporales son las partes superior e inferior de un
mecanismo psíquico en el que el alma está
envuelta. Se considera que la mente y las ilusiones que ella crea
difieren solamente en cuanto a sutileza en los planos espirituales y
temporales. Y se considera que el alma alcanza la
Liberación solamente cuando transciende por completo la mente y
logra plena comprensión de la Realidad.
Es difícil comprender la naturaleza del Yo Superior porque
él está por encima del campo de la mente inferior en
donde la mayoría de nosotros estamos confinados. Pero podemos
comprender hasta cierto punto la naturaleza del yo inferior que ocupa
cuerpos en los tres planos inferiores y vive en el mundo mental que
crea con sus propios pensamientos, emociones y deseos. Como este yo
inferior es una expresión parcial o reflejo del Yo Superior, el
conocimiento acerca de la naturaleza del yo inferior puede permitirnos
vislumbrar algo de la naturaleza del Yo Superior.
¿Cuál es la naturaleza de este yo inferior? Un
análisis cuidadoso e impersonal de la vida de un ser humano
corriente nos permitirá comprender la verdad indicada en este
aforismo; que el hombre común no tiene la más ligera
comprensión de su naturaleza Real y está por tanto
completamente inmerso en la vida ilusoria de los mundos inferiores; que
no es nada más que una criatura de su mente inferior y de las
emociones y deseos asociados con esa mente inferior como partes de
ella. Aunque está enraizado en el alma y es una
expresión muy parcial de esa alma,
difícilmente hay alguna oportunidad de comunicación entre
el Yo Superior y el yo inferior.
Es cierto que todas las fuerzas y energías que mantienen la vida
del yo inferior provienen al fin y al cabo de la Realidad Única
que es la base del universo. Pero como el yo inferior no tiene
conciencia de esto, su vida puede considerarse prácticamente
como un fenómeno puramente mental. En el hombre la
expresión de su naturaleza espiritual significa por lo menos una
comprensión parcial de sus potencialidades Divinas y de su
destino, y algún esfuerzo siquiera por regular su conducta de
conformidad con las leyes e ideales de la vida espiritual. Si no hay
absolutamente nada de esto, se puede considerar al individuo
prácticamente como una criatura mental sujeta a las ilusiones
que la mente crea.
El Yo Superior también funciona en el campo de
la mente, aunque de una mente de naturaleza mucho más sutil, y
con una comprensión parcial de la naturaleza espiritual del
hombre y del universo. Por tanto, las ilusiones a que el Yo Superior
está sujeto son de índole más sutil y no las puede
comprender el yo inferior. Empero, existen esas ilusiones y hay que
superarlas completamente antes de poder alcanzar la Liberación.
4.
Aforismo:
De la Realidad Suprema se deriva el alma individual, envuelta en
ilusiones mundanas, como resultado de la limitación del Poder
Divino y del obscurecimiento de la Conciencia Divina al funcionar esa
Realidad por medio de un centro individualizado.
Este aforismo y otros arrojan más luz sobre la
índole y el comportamiento del individuo corriente que vive su
vida en las limitaciones e ilusiones de los mundos inferiores. La Conciencia Universal, al
centralizarse y quedar limitada, se convierte en la mente del individuo
y provee la base del mundo mental, que él crea en torno a ese
centro.
Pero conciencia y
poder son polos relacionados y deben funcionar juntos
en la manifestación. Y así, cuando la Conciencia
Universal se centraliza y se limita y forma la mente individual, el
Poder Universal también debe quedar centralizado y limitado
simultáneamente en su funcionamiento en la vida del individuo.
Esta simultánea limitación del poder y de la conciencia
es lo que da por resultado el envolvimiento del alma en las
ilusiones y limitaciones de los mundos inferiores. De suerte que aunque
no podemos entender, mientras
no hayamos alcanzado la Realización Directa, por qué el
alma queda envuelta en los mundos inferiores, sí
podemos obtener alguna idea acerca del mecanismo de este envolvimiento.
El hecho que el Alma Individual entre a la
existencia como resultado de la centralización y
contracción de la Conciencia y Poder Divinos, es de gran
significación porque nos da una guía con respecto al
método para liberar al individuo de las ilusiones y consecuentes
limitaciones de la vida en los mundos inferiores. Lo que esa
centralización y contracción hizo, puede deshacerlo la
descentralización y expansión de la conciencia limitada
del individuo. Cuando ese ego personal
queda completamente disuelto, la conciencia individual queda
'descentralizada', se ensancha y se unifica con la Conciencia
Universal. Y cuando la conciencia queda libre de las limitaciones
debidas a su centralización, desaparecen simultáneamente
las limitaciones causadas sobre los poderes. Esto es lo
que realmente significa la Realización Directa.
El oscurecimiento de la conciencia y limitación del poder, en el
caso de un alma, son producidos por la centralización
de la Conciencia y del Poder Universal que son infinitos y libres. La Ilusión primordial que sustenta el mundo de la
manifestación, se llama Maya.
Como resultado de la centralización de la Conciencia y del
nacimiento de un individuo separado con un mundo mental limitado en el
que queda confinado y funciona, entra en juego una nueva fuerza llamada
Karma, la cual afecta su vida en todos los campos y regula el
desenvolvimiento sus potencialidades. Esta fuerza que es acumulativa,
se convierte en un factor permanente en la vida del individuo, y lo ata
a los mundos inferiores en que está envuelto. Hay que agotarla o
disiparla completamente por la acción que no causa karma,
antes de poder alcanzar la liberación de las ilusiones de los
mundos inferiores.
Se Verá por
tanto que hay tres factores definidos en la vida del alma individual:
Ilusión, Centralización y
Karma, los cuales la mantienen envuelta en los mundos inferiores
ilusorios, y que quien aspira a la Realización Directa tiene que
tomarlos todos en cuenta al preparar los medios de liberarse de
los agentes que
oscurecen la Conciencia y que estorban el fluir del Poder Divino en el
individuo.
Estos tres agentes
oscurecedores son los que mantienen al alma envuelta en las
ilusiones de los mundos inferiores
y atada a la rueda de nacimientos y muertes. Y solamente cuando el
alma logra librarse de todos los tres puede alcanzar su
Liberación.
Al considerar las limitaciones que se le imponen a la Conciencia y
Poder al pasar a través de un centro, es necesario recordar que
lo que impone estas limitaciones no es realmente la
centralización de la Realidad, sino la falta de desarrollo y de
receptividad del mecanismo que se forma alrededor de ese centro. Lo que
realmente limita a un centro es el círculo que lo rodea, y no el
centro mismo. Un centro de una esfera con infinitos radios, difiere del
estado vacío ilimitado en calidad y no en cantidad. Los Logos de
los sistemas manifestados también tienen que trabajar a
través de un centro de conciencia en la Realidad Suprema, pero
son Omniscientes y Omnipresentes en lo que atañe a sus propios
sistemas. Incluso el Absoluto tiene dos aspectos, el Vacío
ilimitado y la Plenitud central, que se concentran en el Gran Punto
Eterno.
5.
Aforismo:
La causa esencial de que el alma quede cautiva en los mundos
ilusorios, es que se envanece con su propio poder limitado, por falta
de conocer aquella Realidad que es la fuente de todo poder.
¿Cuál es el estado mental que explica el cautiverio del
alma en lo Ilusorio? En otras palabras, ¿cuál es la causa
esencial de que el alma quede envuelta en las ilusiones de los
mundos inferiores, a pesar de ser esencialmente Divina y de tener su
verdadero hogar en el mundo de la Realidad?
Según este aforismo, la causa es que tomamos equivocadamente los
poderes Divinos limitados que descienden de lo alto a través del
centro de nuestra conciencia individual, y nos envanecemos con ellos
creyendo que son nuestros. Lo cierto es que todos esos poderes, sin
excepción, tienen su fuente en el amplisimo Poder Divino
inherente en la Conciencia Divina, y se nos han dado temporalmente para
que podamos funcionar en estos mundos como instrumentos de la Vida
Divina. Su fuente no está en la individualidad, ni le pertenecen
a ella. Nuestro engreimiento consiste en que nos imaginamos que su
fuente está en nosotros; y no en que los utilicemos.
Esta ilusión es semejante a la que tenemos con respecto a la
conciencia. Lo cierto es que nuestra conciencia individual es una
expresión parcial de la Conciencia Divina, y que nuestra mente
es una expresión parcial de la Mente Divina; pero por falta de
discernimiento las consideramos como de propiedad nuestra y nos creemos
libres para utilizarlas como queramos. Lo cual produce un falso sentido
de egotismo con brotes tales como el orgullo, el mal uso del poder, la
adhesión, el egoísmo.
Estas cosas nos suceden a todos, pero los efectos son más
pronunciados en personas colocadas en posiciones donde pueden ejercer
un grado extraordinario de poder, político, mental,
económico o de cualquier orden. La corrupción mental y
moral que generalmente sigue a la posesión y uso del poder, es
un fenómeno bien conocido que vemos por todas partes. Se vuelve
cada vez más común y prominente y desmoralizador en sus
efectos, porque el crecimiento de las instituciones democráticas
y socialistas le da a un mayor número de gente la oportunidad de
obtener poder y usarlo mal en sus propósitos egoístas.
Esto se disfraza generalmente bajo el manto de trabajo en pro del
mejoramiento de las condiciones económicas, sociales o
políticas de los demás, y por eso logra engañar a
muchos. Pero los que tienen algún discernimiento y no
están aprovechándose personalmente en forma directa o
indirecta, pueden ver claro esas artimañas que se adoptan para
disfrazar la naturaleza egoísta y algunas veces desvergonzada de
tales actividades.
Esta tendencia está acentuándose más y más
y adquiriendo proporciones alarmantes. Pero los que buscan el poder y
logran obtenerlo, y los que derivan provecho de tales personas, son tan
numerosos, que estas cosas se toman como naturales y hasta se las
considera como uso legítimo de la libertad y los derechos
humanos.
¿No hay, entonces, esperanza de librarnos de este mal que ha
impregnado nuestras sociedades y está desorganizándolas y
desmoralizándolas lenta y continuamente? Si la hay, y se apoya
en la inviolable ley de Dharma o Rectitud que sostiene el universo y
que endereza todo lo torcido y destruye todo lo malo en el curso del
tiempo y trae sufrimiento tarde o temprano al malhechor. Cada mal lleva
en sí la semilla de su propia destrucción y el fruto de
su propio sufrimiento característico. Individuos que se adueñan del poder o lo
consiguen y luego lo usan mal para propósitos egoístas o
dañinos, se atraen su propia destrucción o desgracia
tarde o temprano. Similarmente, sociedades o naciones en que la lucha
por el poder y su mal uso son lo corriente, tienen que soportar las
terribles consecuencias de los males que han ocasionado en formas
inesperadas e impredecibles.
Que individuos o comunidades no sigan, pues, bajo el engaño de
que pueden gozar de los frutos que han recogido por el mal uso del
poder que se les confió. Esos mismos frutos se tornarán
amargos en sus bocas y serán la mayor causa de infelicidad y
sufrimiento en sus vidas. Y cuando más crece el mal, más
se acerca el día del pago, con creciente rapidez.
¿A qué se debe que la gente que hace mal uso del poder
pierde gradualmente la conciencia de este hecho y generalmente lo usa
cada vez peor? A que las acciones malas de cualquier clase,
física, emocional o mental, anublan velozmente a la
facultad espiritual del discernimiento, que es la que puede distinguir
entre lo bueno y lo malo. Esto crea un círculo vicioso del cual
es difícil escaparse, especialmente si se ha pasado de cierto
punto. Solamente el desastre que piadosamente le sobreviene al
malhechor rompe este círculo vicioso y le muestra, al menos por
un tiempo, la futilidad de buscar atolondradamente el poder y las
desastrosas consecuencias de usarlo mal.
Estos ejemplos extremos de egoísmo que conduce al mal uso del
poder, se dan para hacer ver al estudiante no sólo las
consecuencias peligrosas de emplear mal el poder que se le ha confiado,
sino también para mostrarle cómo nos envolvemos
más y más en las ilusiones de la vida por el mal vivir.
Pero esto no significa que los que llevan una vida comparativamente
decente están libres de las ilusiones. Ciertamente pueden evitar
las complicaciones que provienen de un mal vivir, y la falta de paz
mental que lo acompaña. Pero todavía están sujetos
a Maya, la Ilusión básica de la vida, tal como los
demás. Para librarse de esta Ilusión básica el
aspirante no sólo ha de basar su vida en la justicia, sino
también en la severa disciplina.
El estado de cautiverio en las ilusiones y limitaciones de los mundos
inferiores tiene dos aspectos, uno relacionado con la conciencia y otro
con el poder. Puesto que conciencia y poder están indisolublemente
unidos, las ilusiones referentes a ellos se presentan siempre juntas y
no pueden distinguirse fácilmente. Y, por la misma razón,
sólo es posible transcenderlas simultáneamente cuando
tiene lugar la Realización Directa.
6.
Aforismo:
La mente individual puede revertirse al estado de Conciencia
pura, penetrando hacia su fuente central, y al contemplarla convertirse
en la Realidad Suprema...
La centralización de la Conciencia Universal, su
diferenciación y extroversión en los planos inferiores,
es el proceso esencial por el cual se forma la mente individual que
funciona en los mundos inferiores y queda cautiva en sus ilusiones y
limitaciones. La razón indica, por tanto, que el medio de
terminar este cautiverio y darnos cuenta del estado integrado de
conciencia y realizar nuestra naturaleza Real, será
esencialmente cuestión de revertir el proceso por el cual se
formó y entró a funcionar la mente individual. Esto es lo
que trata de indicarnos este aforismo.
Es obvio que el primer paso para acabar con este cautiverio y
readquirir conciencia de nuestra naturaleza Real, debe ser revertir la
dirección de la mente. La mente del individuo corriente que vive
la vida del mundo está extrovertida, y no sólo se
mantiene ocupada en las cosas del mundo externo sino que se engolfa tan
completamente en ellas que ni siquiera se da cuenta del ello.
Ahora bien, el mundo externo en el que nuestra conciencia está
inmersa, es un fenómeno ilusorio, temporal y siempre cambiante,
sin nada de valor Real. No puede satisfacer el hambre del alma que ha
sido privada de su herencia Divina y que está ocupada en buscar
constante, ciega y fútilmente lo que ha perdido, en esta vida
ilusoria y cambiante del mundo. Es como un venado sediento que busca
agua en un desierto, corriendo tras un espejismo huidizo hasta caer
muerto.
¿Dónde está esa Realidad que el alma ha
perdido y que es lo único que puede satisfacer su profunda
hambre y darle permanente paz, felicidad y libertad de las ilusiones y
limitaciones de la vida? No está en el mundo externo, sino
dentro y más allá del centro de su propia conciencia,
bajo múltiples capas de esplendores inimaginables de Existencia
pura, y dotada de infinito saber, poder y gloria. Esta Realidad es
nuestro Yo Real y no está fuera de nosotros. De suerte que el
primer paso para reconquistar nuestra herencia Divina es dirigir la
mente hacia dentro, hacia el centro de nuestra conciencia.
El segundo paso es elevar la mente, o penetrar dentro de sus capas
más hondas, paso a paso, por métodos que forman parte de
la autodisciplina. Esta mente se ha formado y debe su
existencia al descenso de la Conciencia a través de un centro
individual. Por tanto, la desaparición y eliminación de
la mente que estorba la plena comprensión de la Realidad debe
depender necesariamente del ascenso de la conciencia a través
del mismo centro.
Y cuando se logra este ascenso de un modo completo e
irreversible, ¿qué tendrá que ocurrir como
resultado? La conciencia aprisionada emergerá al otro lado de
ese centro, en el mundo de la Realidad de donde descendió a
quedar cautiva en los mundos inferiores y empezar su larga jornada en
estos mundos para desarrollar sus infinitas potencialidades Divinas. Y
cuando emerge y se establece permanentemente en el mundo de la
Realidad, el alma sigue ahora permanentemente consciente de su
naturaleza Real, a la vez que conserva todo el conocimiento y los
poderes de los mundos inferiores, sin sus ilusiones y limitaciones.
Para conquistar esta doble ventaja fue enviada el alma al
exilio en estos mundos inferiores de la manifestación.
La diferenciación de la Conciencia en una infinita variedad de
estados mentales, y la reintegración de estos estados en la
Conciencia, puede entenderse mejor con un simple experimento
científico. Tomamos un rayo de luz y lo pasamos a través
de un prisma de cristal que lo separa en un espectro de colores
colocados en cierto orden. Este espectro lo proyectamos sobre una hoja
de papel blanco, en la cual veremos los siete colores componentes en
que se ha descompuesto la luz blanca. ¿Se pueden reintegrar esos
colores en pura luz blanca? Sí; retiramos la hoja de papel y
hacemos pasar el haz de luces a través de otro prisma invertido
de igual tamaño que el anterior. La luz que emerge de este
segundo prisma será entonces idéntica a la que el primer
prisma dispersó. La diferenciación de la Conciencia en diferentes estados
mentales cuando pasa a través de un centro, y su
reintegración en Conciencia pura al retropasarla a través
de ese centro, es de carácter análogo.
Se verá, pues, que ese centro de Conciencia tiene un
carácter singular y fascinante, incluso para un intelecto que no
pueda comprender estas trascendentales realidades internas. Es como un
umbral que conecta dos mundos. De un lado está el mundo de la
Realidad con un infinito saber, poder y gloria, totalmente
inimaginable. Del otro lado está el mundo de la
manifestación en diversos planos que contiene innumerables
mundos regados por el espacio, los cuales son de índole mental
pero parecen reales a las almas que están evolucionando
en ellos.
El hecho de que la mente es una forma diferenciada de conciencia y se
deriva de la conciencia, también da una pista al misterio de que
no sea posible captar esa mente en su condición inmodificada y
saber lo que realmente es ella. Pues cuando se la libra de sus
modificaciones, el estado mental diferenciado es sustituido por el
estado integrado de conciencia, en el cual el conocedor, lo conocido y
el conocimiento se encuentran fusionados en un solo estado.
Puesto que el mundo en que vivimos es esencialmente mental en su
naturaleza, es fácil ver cómo la conciencia es la base
primaria del universo manifestado.
7.
Aforismo:
MAYA es la incapacidad para discernir que los fenómenos no son sino expresiones diferenciales de la conciencia.
El modo como el conocimiento inferior que existe en el campo de la
mente se convierte en una fuente de ataduras, se verá
fácilmente si recordamos que el surgimiento de la mente de la
conciencia va acompañado por la presencia de un contenido que
recarga la conciencia tal como las nubes recargan la atmósfera
cuando el vapor de agua se condensa del estado gaseoso al
líquido. El símil de las nubes que nos impiden ver el sol
ilustra apenas parcialmente la sujeción de la mente a las
ilusiones y limitaciones del universo manifestado. Todos los
atavíos del mundo fenomenal sirven para mantenernos sometidos
mientras no alcancemos la percepción de la Realidad y podamos
ver lo manifestado también como un aspecto de la Realidad
Inmanifestada. Solamente cuando alcancemos esa percepción
desaparece la distinción entre lo irreal y lo Real.
8.
Aforismo:
El Espíritu es Conciencia Pura.
El Espíritu
individual que es el Ser más íntimo del hombre, es
esencialmente de la naturaleza de la Conciencia Pura o de la Realidad
en su aspecto extrovertido de conciencia. No hay sino una Realidad
Primaria que sustenta la existencia tanto manifestada como
inmanifestada. Esta Realidad es un estado integrado, inmodificable,
indivisible, sin distinciones y totalmente fuera de la
comprensión humana, aunque puede ser conocida por
percepción directa penetrando y trascendiendo todos los niveles
de la mente en el campo de la manifestación. Lo cual capacita a
la conciencia para darse cuenta de su subyacente naturaleza Real en el
campo de lo inmanifestado.
El Espíritu
es una expresión centralizada de esta Realidad a través
de un punto en el que la Realidad existe no sólo en su
naturaleza esencial sino conteniendo el Todo en una forma potencial.
Esto explica la continua e infinita expansión de la conciencia
en los Espíritus individuales y el desarrollo simultáneo
de los poderes correspondientes, a medida que la evolución
avanza y lo que está latente se vuelve activo. Los
diferentes Espíritus individuales, representan, pues,
expresiones diferentes de la misma Realidad Primaria que es completa,
indivisible e integrada, por medio de diferentes centros de conciencia,
cada uno de los cuales se convierte gradualmente en una
expresión separada de la Vida y Conciencia Divinas, conforme a
su unicidad individual, y representa
su propio papel distintivo en el drama de la manifestación.
Aunque estos centros de Vida y Conciencia Divina parecen como dispersos
por doquiera en el campo Tempo-Espacial mirado desde abajo por medio
del instrumento intelectual, son en realidad concéntricos,
enraizados en el Gran Centro a través del cual surge siempre un
universo manifestado de lo inmanifestado, y en el cual continúa
funcionando durante el período de manifestación.
De suerte que estos
centros están separados entre sí y sin embargo no
están aislados. En el campo de la manifestación funcionan
separadamente a través del principio mental que les sirve de
agente, y pueden considerarse separados. En el campo de lo
inmanifestado tienen sus raíces en la Realidad Una y pueden
considerarse como no separados. El misterio de esta paradoja puede
resolverse únicamente por Realización Directa cuando la
conciencia del alma queda centralizada en su propio centro individual y
a la vez en el Gran Centro común.
Este Punto es el
que centraliza la Conciencia Pura, pone en acción el principio
Mente y crea los mundos mentales individuales en que el Alma queda
aprisionada. Y por esta razón es necesario penetrar a
través de este Punto para alcanzar la Realización Directa
y quedar establecido en el mundo de la Realidad. En este estado
más elevado, la Conciencia del alma existe en constante
unificación con la Conciencia Universal; adquiere todos los
atributos y poderes Divinos inherentes en la Conciencia Pura, y puede
así cumplir cualquier función en el universo manifestado,
como un Espíritu Funcionario.
9.
Aforismo:
El conocimiento mental ata.
El conocimiento
viciado por las ilusiones de la mente, es la causa del cautiverio del
alma en los mundos inferiores. Aunque la conciencia sustentadora de
estas mentes es esencialmente de la misma naturaleza de la Conciencia
Universal, se llena y se obscurece con las imágenes que se
acumulan en la mente como resultado de las experiencias por las que el
individuo pasa en el mundo de la manifestación. La mente se
torna así en un instrumento para recoger y almacenar estas
imágenes mentales que oscurecen la conciencia.
Estas
imágenes mentales son producidas inicialmente por los
órganos sensorios, y en su estado primo se llaman sensaciones.
Pero con esta materia prima la mente elabora una estructura de
conocimiento muy compleja, con sus poderes inherentes de
imaginación, memoria, razón, etc. En efecto, la
evolución de la mente consiste en la elaboración de una
estructura de conocimiento más y más compleja y sutil,
como puede verse al comparar la mente de un salvaje con la de una
persona altamente civilizada.
Es necesario
recordar que mientras está ocurriendo en la mente esta
acumulación y elaboración de conocimiento en diversos
modos, la conciencia en su forma pura permanece como base de la mente y
no sólo provee el poder iluminador tras de la mente sino que es
la fuente de su conocimiento, y sin esta base de conciencia integrada
no podría aparecer el conocimiento diferenciado en la mente para
continuar creciendo hasta un punto infinito.
10.
Aforismo:
El tremendo esfuerzo que requiere la manifestación de un universo, viene de la Voluntad Divina.
Este tremendo
esfuerzo surge inicialmente como “Sonido” Integrado, del
cual se derivan todas las formas de vibración y modos de
movimiento en el campo de la manifestación, y procede de la
Conciencia Universal.
Considerando la
infinita variedad y cantidad de estados mentales y tipos de
conocimiento que existen en el universo manifestado, tanto visible como
invisible, podemos tener alguna idea de la naturaleza tremenda de este
subyacente “Sonido” integrado y potencial mencionado en
este aforismo que significa tremendo, formidable, terrible. A la
Conciencia Universal que sostiene la manifestación,
también se le da a veces este mismo nombre porque esta tremenda
efusión de Poder primario es el resultado del ejercicio de la
Voluntad Divina para producir un período de Actividad
después de uno de Reposo. Es un acto de la Voluntad Divina lo
que hace que el Poder Divino que está unido con la Conciencia
Divina en lo Inmanifestado, se separe de esa Conciencia y cree la
tremenda cantidad de Energía que requiere el funcionamiento de
la maquinaria del sistema manifestado.
d.)
Precisamente porque el hombre
contiene dentro
de sí el misterio final de su existencia,
oculta tras las
más
intensas honduras de su mente, es que puede llegar a ser consciente de
él,
trascendiendo sistemáticamente las diferentes capas
de
la mente.
I. K. Taimni
EL LIBRE ALBEDRÍO Y LA PREDESTINACIÓN
Un importante problema
filosófico sobre el cual la doctrina oculta de la
Creación Divina y el Plan Divino arrojan cierta luz es respecto
del libre albedrío y la predestinación.
Estas palabras encierran dos puntos de vista extremos en
relación con el asunto de si el hombre es dueño de su
destino, o no. Hay personas que por su naturaleza, o por una mala
interpretación de las doctrinas religiosas, son fatalistas en su
actitud hacia los problemas de la vida. Piensan que todo el futuro
está predestinado por Dios o por la ley del Karma, y que nada
podemos hacer salvo resignarnos a un destino inexorable. Esta
filosofía, si se sigue de una forma poco inteligente, puede
llevar al desarrollo de una mentalidad negativa o pasiva, que
minará todos los esfuerzos e iniciativas en la vida. Pero por
suerte para quienes profesan sumisión a la voluntad de Dios o
resignación ante el Karma, ellos no practican lo que profesan o
lo hacen solamente cuando les conviene. De hecho, las vidas de estos
hombres ofrecen un asombroso contraste con las creencias que profesan,
porque se comportan como si todo en el mundo dependiera de su voluntad
personal y no hubiera otras fuerzas que tener en cuenta para determinar
el curso de los acontecimientos. De este modo, el fatalismo,
a pesar del amplio dogma prevaleciente entre ciertas comunidades, no es
una fuerza muy activa o efectiva en la vida humana. Como todas las
demás cosas relacionadas con las creencias religiosas, pocas
personas toman este dogma seriamente y su sumisión a Dios no
significa mucho dentro de la realidad de sus vidas.
También está el otro
punto de vista extremo, que contempla al hombre en completo control de
su destino, capaz de hacer cuanto quiera. Este punto de vista es
naturalmente muy popular en el mundo moderno, porque la
filosofía materialista, tan de moda, ha lanzado por la borda no
sólo a Dios sino a la ley del Karma, según la cual el
hombre recoge lo que siembra. Es natural que cuando las naciones y los
individuos insisten en su derecho a hacer lo que quieran, sin tener en
cuenta cómo sus actos afectan a los demás, la idea del
libre albedrío se tome como un hecho. Estas personas no se
molestan en pensar si esta idea es aceptable. Creemos lo que queremos
creer y lo que se aviene a nuestras tendencias naturales, aunque
nuestras creencias contrasten con los hechos más obvios de la
existencia. Creer que el hombre es capaz de hacer cuanto quiera, cuando
ni siquiera sabe con certeza si estará vivo mañana,
cuando existen las voluntades de tres mil millones de personas para
tomarse en cuenta, cuando la tierra en que vive es apenas una mota de
polvo en un vasto universo de incertidumbres
atemorizantes y misterios desconocidos; creer que esta expresión
física, efímera y endeble a la cual llamamos hombre tiene
una completa y libre voluntad bajo tales condiciones, es ciertamente
vivir en un mundo de simulación que no guarda relación
alguna con las realidades de nuestra existencia y nuestras experiencias
comunes.
Por lo tanto, es obvio que ni el libre
albedrío ni la predestinación representan factores
verdaderos de nuestra existencia, y la verdad respecto de este asunto
no puede
hallarse en una filosofía superficial de la vida que no toma en
cuenta los hechos más relevantes de nuestra existencia, y que
rehúsa adentrarse en los aspectos más profundos de la
vida. Este universo se basa en hechos, no solo físicos y
visibles, sino suprafísicos e invisibles, siendo el
último mucho más significativo y vital que el anterior.
Nosotros no podemos apartarnos de estos hechos de nuestra vida interna
asumiendo arbitrariamente que no existen, como la filosofía
materialista lo ha hecho. Uno de estos importantes hechos, basado en la
experiencia de innumerables místicos, ocultistas, videntes y
sabios, es que hay un mundo interior de Realidad oculta dentro del
mundo fenoménico y siempre cambiante en que vivimos, y que este
mundo fenoménico es una sombra del mundo espiritual interior. Si
esto es un hecho, entonces lo que sucede de ahí para abajo
estará determinado en gran medida por la relación
existente entre ambos mundos.
Es difícil concebir la
naturaleza de la relación que existe entre el mundo espiritual
según éste se abre a la Mente Divina, y la sombra que
éste proyecta sobre el espacio y el tiempo. Por eso los
filósofos han especulado tanto sobre el enigma del libre
albedrío y la predestinación desde tiempos inmemoriales,
sin poder llegar a conclusión definitiva alguna.
Hay ciertos hechos de la Naturaleza
que llevan a la conclusión de que la predestinación, en
una de sus formas más rígidas, forma la base del
universo, y que la secuencia
y la naturaleza de cuanto acontece están predeterminadas de una
manera tan rígida como la imagen que se proyecta en una pantalla
cinematográfica está predeterminada por el rollo de
película puesto en el proyector. Tómese, por ejemplo, la
posibilidad de ver el futuro de una forma detallada, como un hecho del
cual no cabe duda. Un artículo publicado en la revista
Reader’s Digest (edición de septiembre de 1965) bajo el
título “The Crystal Ball” (La Bola de Cristal) que
muestra cuán definido y preciso puede verse el futuro, deja al
lector espantado y preguntándose si el libre albedrío
acaso existe en su sentido más común.
Matemáticamente, si un acontecimiento del futuro puede verse
como algo fijo en espacio y tiempo, todos los hechos que le preceden
han de ser necesariamente fijos. Y dado que todos los acontecimientos
en el universo están vinculados y teóricamente no pueden
separarse, han de estar fijos como cada imagen proyectada en una
pantalla cinematográfica ya está predeterminada y
presente dentro de cada rollo de película. Aquí tenemos
la predestinación es su forma más rígida.
Luego hay otros hechos que apuntan de
manera igualmente decisiva a la conclusión de que el hombre
tiene libre albedrío y que su destino, al menos hasta cierto
punto, está en sus propias manos. Todos los grandes maestros
espirituales de la humanidad, con una misma voz y en términos
claros, han exhortado a los seres humanos a elevarse por sobre los
mundos inferiores de la ilusión, la miseria y las limitaciones,
al mundo de la Realidad para liberarse de esas ilusiones y
limitaciones. Ellos conocen ambos mundos —el real y el
irreal— y no exhortarían a los aspirantes a hacer un
máximo esfuerzo para librarse de esas limitaciones e ilusiones,
si la predestinación en su forma más rígida fuese
la verdad que subyace en la existencia. Eso sería claramente una
burla.
El simple hecho de que la ley del
Karma regula la vida de los seres humanos y trae a cada individuo los
frutos de sus acciones, pensamientos y deseos, apunta hacia la
presencia del libre albedrío en el hombre, y a su
educación y evolución como entidad espiritual a
través del ejercicio de su libre albedrío. Es cierto que
en una etapa más temprana de su evolución, cuando el
hombre todavía está bajo un completo dominio de sus
instintos animales, deseos y pensamientos, no parece tener mucho
espacio para ejercitar su libre albedrío, conque su
evolución es guiada por agentes educativos externos, por el
placer y el dolor, y por la presión en general de la Voluntad
Divina para la evolución. Pero a medida que el hombre va
evolucionando y adquiriendo un mayor control de su mente y sus deseos,
el libre albedrío va desempeñando un papel cada vez
más dominante en su vida, y su evolución está cada
vez más autodirigida. El hombre es completamente
libre para liberarse a sí mismo de las ilusiones y las
limitaciones en que está envuelto, y establecerse en el mundo de
la Realidad al cual realmente pertenece. Todas estas cosas y muchas
más apuntan al hecho de que el hombre tiene libre
albedrío y que éste va aumentando según él
evoluciona y se acerca a la meta de evolución humana. Y cuando
alcanza su meta y comprende su verdadera naturaleza divina, uniendo su
conciencia a la Conciencia Divina, su voluntad se torna completamente
libre, porque está felizmente unida a la Voluntad Divina y se
convierte en un instrumento consciente de la Divina Voluntad.
De este modo, ambas doctrinas
—la predestinación y el libre albedrío—
aunque ambas son aparentemente contradictorias, parecen ser realidades
de la existencia en relación con la vida humana al menos, y
juntas constituyen una paradoja de la vida superior. Tales paradojas
conectadas con las últimas preguntas no pueden resolverse a
través del intelecto, sino de la luz de la Realidad, y yo no
trato de buscarles una solución que no es posible. Pero como
este asunto no sólo es interesante desde el punto de vista
filosófico, sino que es de la mayor importancia para el
aspirante, me gustaría mencionarlo, al menos brevemente, para
eliminar el paralizante error que yace en las mentes de algunos
aspirantes de que su futuro está predeterminado y que, en
consecuencia, no vale la pena hacer esfuerzo alguno para salir de las
ilusiones y las miserias en la cual se encuentran. Un error así,
incluso aunque no esté claramente definido y exista solamente en
la mente subconsciente, mina insidiosamente todas nuestras urgencias
espirituales y lleva a la confusión y la frustración
mentales. Siendo así, aún cuando no podamos resolver la
paradoja del libre albedrío y la predestinación que hemos
discutido anteriormente, debemos estudiar y pensar en este asunto hasta
que estemos bien seguros de que el libre albedrío, de alguna
manera y en algún grado, desempeña una parte importante
en la vida del hombre y que él puede tomar parte activa en su
salvación, si lo desea.
La diferencia o propiedades se debe a los distintos senderos.
Se verá, por lo tanto, que el ocultismo reconoce “los
distintos senderos”, o sea, “la posible variación en
el curso de los acontecimientos”, como mismo el mundo espiritual
en la Mente Divina se refleja en el mundo fenoménico. Esto
significa al menos que la predestinación de una forma
rígida no existe. El curso de los acontecimientos en el mundo
fenoménico no reproduce el mundo o el plan en la Mente Divina
rígidamente como una imagen cinematográfica reproduce la
película proyectada en la pantalla, es decir,
mecánicamente y con los detalles exactos. La relación
puede considerarse similar a la relación que hay entra la idea
de un arquitecto como ésta existe en su mente, y la
construcción de cal y piedra que se erige según el plano
arquitectónico. Cuando se construye un edificio, dicha
construcción puede seguir innumerables “senderos”.
El constructor puede crear grupos de habitaciones ADC, CFI, o ABC o AEI.
A B C
D E F
G H I
Puede completar el ala izquierda antes
de comenzar la derecha o viceversa, o puede comenzar por la base y
construir de la manera usual. Hay cientos de formas, que difieren en
mayores o menores detalles, de construir el edificio completo, pero
cuando éste se termine esas cosas no tendrán importancia
alguna. En ambos casos el edificio estará terminado y
será una reproducción de lo que el arquitecto
tenía en su mente. Y cuando esté completo y perfecto, la
forma en que éste se construyó, todos los detalles, etc.,
no sólo serán irrelevantes sino que se habrán
convertido en una ilusión, un simple recuerdo.
Ahora bien, ¿cuáles son
las diferencias en estos detalles, dentro de las distintas formas de
construir el edificio completo? Según el aforismo, éstas
son simples diferencias en cuanto a la aparición de las
distintas propiedades de una forma latente. Por lo tanto, el
construir el edificio de una forma u otra, difiere solamente en el
conjunto de propiedades que emerge, que puede ser uno u otro, con todas
las propiedades estando presentes siempre de manera latente, pero
sólo unas pocas pasando de esa condición latente a una
condición activa, según las circunstancias. Estos
acontecimientos se verán como esencialmente correctos, acordes
con los hechos y las teorías científicas.
Hemos tomado la construcción de
un solo edificio para ilustrar este punto. Pudiera objetarse que un
edificio es una parte insignificante de un universo siempre cambiante
y en evolución, para reflejar el Plan Divino. ¿Qué
hay respecto del universo completo? Si pensamos cuidadosamente
hallaremos que podemos dividir el edificio en sus partes componentes, y
que lo que se ha dicho del edificio completo aplica igualmente a cada
una de sus partes. Por ejemplo, si tomamos una sola habitación,
el mismo razonamiento aplicará lo mismo a la construcción
de la habitación que a una pared. En forma similar, procediendo
en otra dirección podemos ir paso a paso al universo como un
todo. El mismo principio aplica en todos los casos, sin tener en cuenta
el tamaño o la naturaleza del fenómeno que ocurre.
De esta forma, vemos que en el Plan
Cósmico el universo completo o cualquier sistema particular
manifestado (el Sistema Solar) está presente en la forma
integrada arquetípica completa. Esto acontece de una forma
expandida perfecta en la Mente Divina y es la base del Mundo
Divino al cual nos referimos anteriormente. Cuando este Mundo Divino se
proyecta en los planos fenoménicos inferiores, todos los
fenómenos en sí mismos toman una forma tal, que el Plan
Divino se completa en el Logos como está presente en la Mente
Divina. Pero los fenómenos no siguen un curso rígido,
como explicamos anteriormente. Hay elasticidad y espacio para las
diferencias que permitirán realizar el Plan, pero presionado por
la Voluntad Divina que está detrás de él, y por la
Sabiduría Divina que lo guía, el Plan se completa tal y
como está presente en la Mente Divina.
¿Qué causa estas
diferencias de sendero e incertidumbre en los métodos?
¿Por qué el Plan Divino en su trabajo no sigue una
línea exacta predeterminada, según la Voluntad Divina? En
otras palabras, ¿qué frustra la Voluntad Divina, no
importa cuán poco sea? La razón es obvia. Junto con el
Logos, hay innumerables almas evolucionando en el sistema manifestado.
Estas almas son parte de la Vida Divina, pero para su evolución
y desarrollo tienen que trabajar bajo ilusiones y limitaciones en sus
primeras etapas. Esto introduce toda clase de complicaciones y demoras.
El Logos tiene que realizar su Plan (contemplado desde arriba), no
solo, sino llevando a todas las almas consigo. Estas almas son a
semejanza suya, y tienen voluntades y deseos que satisfacer. Si las
voluntades de las almas no evolucionadas las llevan a alejarse del Plan
Divino en su trabajo, y ello es para permitir el funcionamiento del
libre albedrío en ellas tanto como sea posible, tiene que haber
elasticidad en el cumplimiento del Plan. Pero como las almas son
también parte de la Conciencia Divina, a medida que éstas
evolucionan, sus voluntades separadas se funden totalmente con el Plan
Divino.
De lo anterior se verá que
tanto la predestinación como el libre albedrío son
reales, y que ambos cumplen su parte dentro del universo en
evolución. El solo hecho de que haya un Plan Divino respaldado
por una Voluntad Divina significa que existe un cierto grado o forma de
predestinación. Pero el hecho de que en el cumplimiento del Plan
hay elasticidad y una considerable amplitud para las almas que
evolucionan en el universo, significa también que hay libre
albedrío para las almas. En las primeras etapas, esta voluntad,
expresándose como deseo, trae consecuencias tanto agradables
como desagradables, pero el individuo aprende gradualmente a trabajar
según la Voluntad Divina. De este modo, las complicaciones y las
frustraciones van disminuyendo según las almas evolucionan, y
cuando éstas se auto-realizan, sus voluntades se funden con la
Divina Voluntad. Es obvio, por lo tanto, que la predestinación y
el libre albedrío coexisten, y que en el Plan hay que permitir
esos ajustes, demoras y complicaciones que son parte de un universo
fenoménico con innumerables almas evolucionando dentro de
él. La discusión anterior sobre la coexistencia del libre
albedrío y la predestinación no debe dar la
impresión de que el Plan Divino se expresa en su forma
más perfecta en los mundos inferiores del espacio y el tiempo.
Estos mundos son mundos temporales de ilusión y lo más
que pueden hacer es reflejar las distintas etapas del Plan de una forma
imperfecta. El Plan está presente en toda perfección en
el mundo Divino, que está por encima del espacio y el tiempo. No
podemos concebir esta forma trascendental del Plan porque está
más allá del tiempo y el espacio. Contiene las distintas
etapas, tanto como la forma final (relativamente final para una era), de una forma integrada, como mismo una fórmula
resumida en una serie contiene las formas integrada y expandida de
dicha serie. Pero cuando esta fórmula desciende al plano del
espacio y el tiempo para su manifestación, los diferentes
términos de la serie se escriben progresivamente como se ilustra
a continuación:
F(X) = f(х1) + f(x2) + f(х3) + f(x4) . . . . . . ∞
La forma integrada siempre queda en lo
Eterno y sus términos diferenciados aparecen uno detrás
del otro en el mundo del espacio y el tiempo. Pero la aparición
de estos términos en el mundo fenoménico no es más
que la aparición sucesiva de las distintas
propiedades cualidades o atributos. En los otros
mundos esto es ilusorio. El Plan real, basado en la Ideación
Divina en su plenitud y perfección, sólo puede
manifestarse en el Mundo Divino, conque únicamente aquellos que
trascienden los mundos inferiores y se elevan al mundo superior pueden
percibir este Plan en su perfección. En los mundos inferiores
sólo vemos sus sombras imperfectas, una detrás de la otra.
Las ideas anteriores también
servirán para arrojar cierta luz sobre el asunto de “los
distintos senderos” a que nos referimos en el aforismo
previamente citado, que nos permite vislumbrar el aspecto de la
relación existente entre lo Manifestado y lo No Manifiesto.
Puede ser que haya algunas personas
inclinadas a considerar estas ideas como simples especulaciones
filosóficas. Son simples especulaciones, si manejamos estas
ideas como lo hacen los filósofos académicos. Pero si
constituyen los mejores esfuerzos de un aspirante para conocer por
medio del intelecto lo que realmente está más allá
del intelecto, ello prepara el camino o sienta las bases para ese
conocimiento directo que llega cuando el aspirante, luego de realizar
intensos esfuerzos por conocer las realidades de la vida superior,
logra finalmente romper la barrera del intelecto y se encuentra, frente
a frente, con esas realidades que fueran el objeto de su
búsqueda.
e.)
La historia ha
mostrado, una y otra vez,
que
el mero hecho de que grandes masas de individuos adhieran
a una
ideología
a modo de vida particular,
no significa necesariamente que tengan
razón.
La mente de la masa es muy gobernable por la sugestión y la
regimentación,
y puede ser fácilmente influenciado apelando a los instintos
inferiores,
a prejuicios estrechos y a las bajas pasiones de la humanidad.
I. K. Taimni
LA RELACIÓN ENTRE LA MENTE Y LA MATERIA
LA BASE MENTAL DE LA MATERIA
En la cadena que estamos considerando:
Realidad - Consciencia - Mente - Materia, la última relación
entre mente y materia, aunque la más cercana a nosotros, es la
más difícil de comprender. El estudiante está tan
acostumbrado a considerar a la materia como algo tangible y material
que a su mente le resulta extremadamente difícil imaginarla como
un aspecto de la mente. Sin embargo, la inexorable lógica de los
más recientes descubrimientos científicos, las doctrinas
del Ocultismo y los hechos de nuestra experiencia corriente parecen
llevar a la conclusión de que estamos viviendo en un mundo
puramente mental y que la llamada materia es meramente un aspecto de la
mente. Veamos en primer lugar unos pocos hechos importantes del dominio
del conocimiento científico y de nuestra experiencia
común a fin de preparar el terreno para comprender esta
relación entre mente y materia.
El primer hecho muy conocido que hemos de recordar es que la materia,
tal como la Ciencia la conoce, es en su mayor parte espacio
vacío. Está constituida por partículas
infinitesimales separadas por enormes distancias y moviéndose,
en muchos casos, con velocidades inimaginables. Un cálculo
grosero muestra que la proporción de espacio realmente ocupado
por estas partículas respecto al espacio vació en que
ellas se mueven es tan pequeño, que si todo el espacio
vacío del cuerpo humano fuese eliminado, la materia condensada
se reduciría a una partícula tan insignificante que
haría falta una lente de aumento para poderla ver. Sin embargo,
éste no es el límite a que ha llegado la Ciencia, en su
exploración de la naturaleza de la materia. De acuerdo con las
conclusiones de los físicos modernos, aun las mismas
infinitesimales partículas que componen la materia no son sino
radiaciones, como lo mostrará la siguiente cita de la
conocidísima obra de Sir James Jeans, El Universo Misterioso:
Para
resumir los resultados principales de este capítulo y del
precedente, la tendencia de la física moderna es a resolver todo
el universo material en ondas, y en nada más que ondas. Estas
ondas son de dos clases: ondas «envasadas» y las que
llamamos materia, y ondas no envasadas a las que llamamos
radiación o luz, El proceso de aniquilación de la materia
no es sino el proceso “de «desenvasar» las ondas de
energía aprisionadas y liberarlas para que viajen por el espacio.
Creo que deberíamos depositar
en la memoria estas afirmaciones del libro de Jeans y sopesarlas
cuidadosamente, para que las ideas penetren en nuestra mente y nos
permitan tomar consciencia de su enorme significación.
De lo anterior se ve que los hechos
descubiertos por la Ciencia indican la probabilidad de que el universo
físico sea un fenómeno puramente mental sin base material
alguna. Ésta es la doctrina del Ocultismo con relación a
la naturaleza esencial del universo, la cual lo considera como una
expresión de la Ideación Divina. Naturalmente que la
misma mente, según la dicha doctrina, es una modificación
de la consciencia, o un fenómeno en el medio básico de la
consciencia, tal como se ha visto en el capítulo anterior. De
modo que la base de este universo es realmente consciencia, o en
última instancia, Realidad, y la máxima oculta:
“En verdad, este universo manifestado no es sino Dios” no
constituye tan sólo una doctrina filosófica sino
también una verdad hacia la que apuntan inequívocamente
los últimos descubrimientos en el campo de la Ciencia.
Habiéndonos familiarizado con las conclusiones
científicas y las doctrinas del Ocultismo respecto de la
naturaleza esencialmente mental del universo podemos ahora dar el
siguiente paso y tratar de ver cómo podemos explicar la
existencia de un universo aparentemente material y tangible existente
fuera de nosotros.
La aparición de un universo
espiritual en la Realidad depende, como ya lo hemos visto, del
establecimiento de la relación sujeto-objeto en la Consciencia
Integrada por la cual viene a la existencia la Mente y se hace posible
la Ideación Divina pero en los planos inferiores tenemos que
incluir la percepción de un mundo aparentemente material externo
a nosotros. No solamente vemos a este mundo como exterior a nosotros,
sino que aparece como compuesto de partículas como átomos
y moléculas y vibraciones interactuando mutuamente.
Al considerar este fenómeno
hemos de tomar en cuenta dos importantes doctrinas. La primera puede
formularse diciendo que el mundo mental de un individuo es en su mayor
parte resultado de la interacción de la Mente Divina y la mente
individual. La segunda es su
psicología.
Consideremos ahora brevemente la
primera de estas dos doctrinas y veamos que significa si examinamos
cuidadosamente el contenido y las actividades de nuestra mente
encontramos que el mundo mental se produce en nuestra mente de las
siguientes maneras:
(a) Sin ningún contacto con el
mundo externo como resultado de la actividad subjetiva de nuestra
propia mente como en los sueños, ensoñaciones,
alucinaciones, o como cuando estamos concentrados en algún
esfuerzo mental.
(b) Por la imposición de las
imágenes mentales presentes en otra mente o en la nuestra, como
en la transferencia de pensamiento o en la sugestión
hipnótica cuando el hipnotizador es lo suficientemente capaz
como para hacerle ver, oír o sentir al sujeto lo que quiera.
(c) Como resultado de estímulos
provenientes del mundo externo y que afectan nuestra mente a
través de los órganos de los sentidos. Dicho
estímulo es realizado, según la Ciencia, por
átomos, moléculas y las vibraciones emanadas de ellos y
que inciden sobre los órganos de los sentidos. Lo que es
importante retener acerca de esta clase de estímulos, es que la
imagen del mundo que produce no tiene ni la más mínima
semejanza con el mundo externo este contiene sólo átomos
y moléculas y sus combinaciones. Los órganos de los
sentidos, a través de los que se reciben los estímulos,
también contienen nada más que átomos
y moléculas; pero, cuando el mundo externo actúa sobre
estos órganos de los sentidos, produce en la mente impresiones
de color, forma, olor, gusto, etc., las que obviamente no están
presentes, como tales, en los agregados de átomos y
moléculas. El mundo que aparece en la mente individual como
resultado de ese estímulo externo proviene, en realidad, del
exterior aunque la fuente del estímulo sea aparentemente
externa. Más aún, hemos de recordar que hay una
relación matemática entre la naturaleza de los
estímulos provenientes del mundo externo y las correspondientes
imágenes sensoriales que provocan
en la mente. Así, por ejemplo, vibraciones luminosas de una
longitud de onda particular producen siempre una sensación
olorosa particular cuando inciden sobre la mucosa nasal o una
determinada sensación gustativa cuando entran en contacto con el
paladar. Los estímulos externos no producen sensaciones al azar,
sino de acuerdo con leyes definidas que poseen una base
matemática. El mundo interior de formas, colores, etc., si bien
muy distinto del mundo físico exterior de átomos y
moléculas está natural y matemáticamente
relacionado con él.
Este hecho es de gran importancia
porque muestra que también el mundo mental en que vivimos, tanto
como el mundo físico de la Ciencia esta gobernado por leyes naturales
matemáticas o inmutables. La tendencia de la Ciencia moderna a
mantener al mundo de la mente separado del dominio de las leyes
naturales, tendencia que es responsable de muchos de los desarreglos
mentales y enfermedades de la civilización moderna, es el
resultado, según lo visto, del prejuicio y de lo que es mental y no
de un acercamiento racional a los problemas de la vida como un todo.
Cualquier tonto puede advertir que si dos cosas están
relacionadas natural y matemáticamente y que si el
comportamiento de una está regido por leyes precisas e
inmutables, entonces el comportamiento de la otra también
necesariamente estará gobernado por tal tipo de leyes, porque de
otra manera no sería posible la existencia entre ellas de
ninguna relación matemática. No podríamos tener un
universo una mitad del cual fuera un cosmos y la otra un caos, pero los
cientistas modernos, que se enorgullecen de su concepción
racionalista de la vida no pueden ver este hecho tan simple y
continúan tratando a los fenómenos mentales y a los de la
consciencia como si carecieran de base científica y se produjeran al azar.
Volviendo al tema en discusión,
o sea, los contenidos do la imagen de nuestro cambiante mundo, hallamos
que está constituida por la concurrencia de otras dos que se
mezclan la mayor parte del tiempo y que de tanto en tanto afloran
individualmente. Una de las corrientes deriva de la actividad
individual de nuestra propia mente y la otra de los
estímulo recibidos de fuentes externas. Por ejemplo,
cuando soñamos o imaginamos algo o estamos empeñados en
alguna actividad individual de nuestra mente. Cuando ella está
percibiendo al mundo exterior a través de los órganos de
los sentidos y la actividad originada en nuestra propia mente queda
entre tanto en suspenso, estamos ante la corriente de actividad de
nuestra mente originada estimulada por una fuente externa. En
general, ambas corrientes de pensamiento están
simultáneamente presentes entremezcladas y es difícil
separarlas.
Si analizamos la segunda corriente de
pensamiento hallamos que deriva, a su vez, de dos clases de fuentes y
que podemos considerarla como integrada por dos corrientes. Un conjunto
de estímulos proviene de la actividad mental de otros individuos
y otro conjunto de la actividad mental del Logos de nuestro sistema
solar. Por ejemplo: escuchando una conferencia o leyendo un libro,
nuestra mente está siendo estimulada por los pensamientos de
otra persona; cuando contemplamos un amanecer o percibimos el mundo que
nos rodea, nuestra mente está siendo afectada por la actividad
de la Mente Divina, porque todo el sistema solar es la expresión
de la Mente del Logos Solar y como Su Mente desarrolla, en diferentes
niveles, a las almas a Él adscriptas, reciben en sus mentes
impresiones de la Mente Divina en concordancia con su ubicación
en el tiempo, en el espacio, en el plano de existencia y grado de
desarrollo de sus correspondientes vehículos.
De lo dicho debería quedar bien
claro que en el universo hay solamente tres clases de actividad mental:
1) la Ideación Cósmica, que cuenta para la
aparición y desarrollo de todo el cosmos; 2) la Ideación
Divina que cuenta para la aparición y desarrollo de sistemas
solares, y 3) la Ideación individual, que cuenta para la
actividad mental de las innumerables almas que están
evolucionando en el Cosmos y que están en diferentes capas de
desarrollo mental. Estas tres clases de actividad mental corresponden a
las tres realidades básicas en el universo manifestado: el Logos
Cósmico, los Logos Solares y las Almas, y que
pueden considerarse derivadas del Espíritu y como
proporcionándole medios de expresión en esos tres
niveles. La actividad mental en cada uno de éstos puede
considerarse como un reflejo de la correspondiente entidad espiritual.
Es cierto que hay tremendas diferencias en estas actividades mentales
mencionadas como Ideación Cósmica, Ideación Divina
e ideación individual, pero estas diferencias
se deben solamente a las diferencias de nivel evolutivo, pues el
proceso es esencialmente el mismo, porque el Logos Cósmico, los
Logos Solares y las Almas son esencialmente lo mismo, y la mente en cualquier nivel de actividad es esencialmente la misma.
Los fenómenos mentales,
clasificados según las tres designaciones anteriores, originan
todo el Proceso Cósmico y el mundo de imágenes producidas
en la mente de cada individuo involucrado en el proceso. Como ya
se ha indicado, una gran parte de la corriente de imágenes que
pasa por la mente de un individuo es el resultado de impactos de la
Mente Divina sobre la mente individual. La Mente Divina, actuando en
cada plano actúa sobre la mente individual en ese plano y
produce una serie de imágenes correspondientes, natural y
automáticamente, de acuerdo con la naturaleza de estas
imágenes y del mecanismo a través del cual se verifica la
interacción. Estamos usando la palabra “mente” en su
más amplio sentido y no en el mero sentido de intelecto o nivel
mental concreto inferior con el que estamos familiarizados. A medida
que nuestra consciencia se va interiorizando hacia su centro, la
naturaleza de estas imágenes debe necesariamente cambiar, porque
estamos entrando en contacto con la Mente Divina mediante el mecanismo
mental diferente que hemos sido capaces de desarrollar en cada plano
particular.
Es fácil de comprender esta
interacción entre la Mente Divina y la individual de una manera
general, pero hemos de tener en cuenta el hecho importante de que
existe un modus operandi involucrado en esta interacción, y a
menos que tengamos una idea de este mecanismo, nuestras ideas
continuarán siendo vagas e inciertas y la doctrina no
encontrará aceptación inmediata entre quienes adoptan una
actitud racionalista hacia estos problemas. No basta con limitarse a
decir que la imagen del mundo producida en una mente individual es en
gran parte resultado del impacto de la Mente Divina en la mente
individual. Debemos tener,
al menos, alguna idea acerca de cómo esto se verifica. Por
ejemplo: en el plano físico, la Mente Divina actúa sobre
la mente individual mediante la instrumentalidad de los órganos
de los sentidos. ¿Cómo se produce esta acción de
una mente a otra mediante un mecanismo aparentemente material?
Los descubrimientos realizados en el
dominio de la Ciencia nos han proporcionado algunos hechos y
fenómenos interesantes que aclaran un tanto estos interrogantes
y nos permiten lograr una vislumbre acerca de la naturaleza del
mecanismo que permite la acción de mente a mente.
Si sólo existe un mundo mental
en el que tienen lugar todos estos fenómenos aparentemente
físicos y si el mundo material en el sentido ordinario, es
totalmente inexistente, este mecanismo mediante el cual se verifica la
percepción sensorial ha de ser también de naturaleza
mental. La Mente Divina debe actuar sobre la mente individual a
través de un mecanismo mental y es la naturaleza de este
mecanismo mental la que vamos ahora a estudiar de modo general.
Las ondas sonoras producidas al hablar
pueden ser convertidas en impulsos eléctricos por el mecanismo
representado por el teléfono; estos impulsos eléctricos
se encaminan a lo largo de un cable y cuando llegan al receptor son
nuevamente convertidos en ondas sonoras de tipo exactamente similar a
las ondas sonoras originales Otro ejemplo la música que se
irradia desde una emisora de radio. Un aparato convierte a las ondas
sonoras en ondas electromagnéticas que llenan el espacio.
Cualquier aparato radiorreceptor las capta, las vuelve a convertir en
ondas sonoras y oímos la música exactamente como ella fue
transmitida por la emisora.
Este principio se utiliza de muchas
maneras en las invenciones científicas y proporcionan una clave
del mecanismo de interacción entre la Mente Divina y las mentes
individuales. Muestra cómo las ideas presentes en la Mente
Divina pueden reproducirse en las mentes individuales mediante la
instrumentalidad de un mecanismo intermedio. La Ideación Divina
puede compararse como la emisora de la música o de las
imágenes mediante un poderoso transmisor. La aparición de
las imágenes mentales en las mentes individuales es como
la reproducción de la música o imágenes de TV. en
los receptores de radio o de televisión.
Sin embargo, hay un punto de
diferencia que debe ser destacado. La imagen del mundo en la mente
individual no es una reproducción exacta del Pensamiento Divino
sino solamente una reproducción parcial y frecuentemente
distorsionada en los planos espirituales, no solamente en los
inferiores. Esto se debe, obviamente a las limitaciones e
imperfecciones de la mente individual. También en el ejemplo de
la radio vemos que la calidad de los aparatos receptores hace grandes
diferencias en la calidad de lo recibido. Cada radio es sensible
solamente a ciertas bandas de longitudes de onda y puede captar
sólo ondas electromagnéticas dentro de esos
límites. La reproducción también depende de la
calidad de los materiales usados y de la eficiencia con que las partes
estén calibradas entre sí. Las limitaciones de la mente
humana son similares. En primer lugar están las limitaciones
surgidas de las diferencias entre los planos que funcionan en
diferentes números de dimensiones de espacio y de escalas de
tiempo. Estas diferencias imponen ciertas limitaciones a la consciencia
que actúa en cada plano, limitaciones que crecen a medida que
aumenta la densidad del plano. Estas limitaciones son propias del
funcionamiento de la consciencia en cada plano y restringen a todas las
mentes actuantes en él. Así, la mente inferior, actuando
mediante el cuerpo mental inferior sólo puede trabajar con
imágenes de objetos concretos y realmente le es imposible
comprender las ideas y arquetipos abstractos existentes en la Mente
Divina. Solamente la mente superior, actuando mediante el cuerpo causal
puede hacerlo.
La imagen del mundo del Pensamiento
Divino que se desarrolla en una mente individual también depende
de la ubicación del individuo en el tiempo y en el espacio. No
difiere de la formación producida en un globo de vidrio espejado
que se desplaza en una calle bulliciosa. La naturaleza de esta imagen
dependerá, en cada instante, de la ubicación del globo y
de la hora del día, y cambiará continuamente.
En segundo lugar están las
limitaciones causadas por la falta de desarrollo y de sensibilidad a
medida que la mente se desarrolle y sus vehículos evolucionen en
los diferentes planos, será capaz de captar más y
más vibraciones de la
Mente Divina y de alcanzar una comprensión mas completa y mas
fiel de lo que está presente en la Mente Divina en cada plano.
El tema que estamos estudiando es una
de esas áreas obscuras de pensamiento que exigen una cuidadosa
investigación a fin de aclararla y hacerla lo suficientemente
inteligible para su integración con las enseñanzas del
Ocultismo. Es un elemento indispensable para desarrollar una
concepción inteligible con respecto a la naturaleza espiritual
del universo que esté en concordancia con la doctrina oculta y
la experiencia de aquellos que han podido penetrar en estos los
más profundos misterios de la existencia Tan sólo una
concepción racional y razonable tal puede erguirse frente a las
concepciones materialistas de la Ciencia ortodoxa, que la gente acepta
sin cuestionar porque está hipnotizada por sus logros
espectaculares. Existe una falsa idea muy generalizada que hay una vasta
cantidad de hechos científicos detrás de las
teorías de la ciencia concerniente al origen y naturaleza del
universo, pero el hecho real es que son esos mismos hechos los que han
socavado los fundamentos de la filosofía materialista y han
proporcionado una creciente corroboración de las doctrinas de la
filosofía del Ocultismo.
En la consideración de este
problema del mecanismo mental subyace tras la percepción mental,
todo cuanto es posible hacer en este breve esquema es señalar
las características salientes de las doctrinas ocultas
fundamentales implicadas, las que proporcionan, sobre la base de un
cuidadoso estudio, una teoría coherente y razonable de la
percepción mental. En la raíz misma de esta teoría
de la percepción mental encontramos la más fundamental de
las doctrinas de la filosofía Oculta, la que dice que el
Universo está basado en una Realidad Ultima y que deriva de Ella
que es, en esencia, de la misma naturaleza de la Consciencia pura, y
que el universo es puramente un fenómeno mental, utilizando las
palabras mental” y “fenómeno” en su sentido
más amplio y profundo. Cómo la mente es considerada como
una mera modificación o derivado de la Consciencia en esta
filosofía, no hay contradicción entre las dos ideas en la
afirmación anterior.
La segunda de las doctrinas implicadas
en la teoría oculta de la percepción mental, si bien no
explícitamente establecida, expresa que la mente no solamente
actúa mediante la relación sujeto-objeto sino, que en el
descenso de su involución se divide, por así decirlo, en
dos corrientes, una que sirve de base a la función subjetiva y
la otra a la función objetiva. Ya hemos visto en otra parte
cómo el origen mismo de la mente se debe a la aparición
de la relación sujeto-objeto en la Consciencia integrada. Queda
establecida la relación Yo y No-Yo entre ambos. Esta es la
raíz o fundamento del Principio Mental, y todos los
fenómenos mentales y operaciones mentales, desde la más
elevada a la más baja, son derivados de ella. Ideación
Cósmica, Ideación Divina a ideación individual,
son todas expresiones, en todos los niveles, del Principio Mental,
tanto en su aspecto subjetivo como en el objetivo.
Ahora bien, esta diferenciación
que constituye la relación sujeto-objeto nos da tan sólo
una idea del principio general subyacente en el funcionamiento de la
mente en todos los niveles, pero no nos da ninguna indicación
respecto al modus operandi o aspecto instrumental del
proceso. Cabe señalar que si bien la bifurcación del
Principio Mental en dos corrientes que sirven de fundamento a los
aspectos subjetivo y objetivo tiene lugar en un nivel muy inferior,
ella no es sino un reflejo de una diferenciación de la
consciencia que se produce a un nivel muy elevado.
f.)
El hecho que un misterio esté más allá
del alcance de la comprensión humana
no significa que no debamos intentar
comprenderlo, hasta donde ello sea posible,
dentro del dominio del intelecto.
I. K. Taimni
Sobre la Meditación
Es esencial comprender
que la meditación puede representar una práctica muy
peligrosa… si se entra en el camino del Conocedor sin la
adecuada comprensión de lo que se está haciendo. Se debe
aprender a conocer los campos de percepción que se abren a
medida que uno se hace más sensible… Hay que saber
discernir entre lo ilusorio y lo real. Desconfiar de los elogios y
promesas mesiánicas. Hay que procurar dar un paso adelante, pero
antes dos pasos en sencillez y moralidad. El primer mundo que el
aspirante alcanza generalmente es el psíquico, el de la
ilusión. Esto tiene su utilidad y penetrar en él es una
de las experiencias más valiosas, siempre que las reglas del
amor y la impersonalidad guíen al aspirante y todos los
contactos sean sometidos a la mente discriminadora y al sentido
común. El deseo del aspirante por progresar y su arduo esfuerzo
le han obligado a despertarse o a ser consciente en el plano
psíquico, el plano de las ilusiones vanas, de los deseos y de
las realizaciones ilusorias. En tal reino se pone en contacto con una
forma mental de Cristo o de algún grande y reverenciado
Instructor. El mundo de la ilusión está lleno de estas
formas mentales construidas en el transcurso de las edades por los
amorosos pensamientos de los
seres humanos, y el individuo, actuando por medio de su propia
naturaleza psíquica, llega a hacer contacto con tal forma
mental, la confunde con la realidad y se la imagina diciendo todo lo que él quisiera que dijera. Mientras
se encuentra en tal condición, su imaginación empieza a
actuar, ve cuanto quiere ver y oye magníficas palabras de
reconocimiento, que es lo que él ansía. No se le ocurre
pensar que los guías de la raza están demasiado ocupados
con sus actividades grupales y el entrenamiento de los pensadores
más avanzados y líderes de la humanidad, mediante los
cuales, Ellos actúan, para emplear su tiempo con los infantes de
la raza.
La palabra "meditación" incluye
una gran variedad de ejercicios mentales practicados por personas que
se sienten animadas por algún tipo de ideal espiritual y se han
propuesto realizar dicho ideal en su vida, por lo menos hasta cierto
punto. Dado que la actividad y la disciplina de la mente que comprende
la meditación abarcan un muy extenso campo, no es fácil
tratar el tema en forma sistemática ni en toda su
amplitud. Tampoco es fácil definir el propósito de
la meditación, ya que depende de la base mental del individuo,
de su temperamento y de su evolución espiritual. Pero puede
indicárselo, en los términos más generales,
diciendo que dicho propósito consiste en llevar la personalidad
inferior a contacto consciente con el Yo Superior, haciendo, de este
modo, que dicha personalidad perciba cada vez mejor su origen, destino
y naturaleza, que son todos divinos. Todos aquellos que meditan
regularmente –porque consideran dicha ciencia como parte de una
disciplina espiritual sistemática– necesariamente han de
creer que tras el mundo físico se oculta otro, real, espiritual,
de inimaginable esplendor; y que es posible para el ser humano ponerse
en contacto, por medio de la meditación, con ese mundo interno,
en medida cada vez mayor. Porque, de no ser así, no
habría motivo para entregarse a esta clase de actividad mental.
El mundo de la Realidad se halla
oculto dentro de la mente de todo ser humano, y puede conocerse
más y más, al penetrar progresivamente en niveles
más profundos de la mente. Por eso es necesario, en toda
verdadera disciplina espiritual, no sólo ejercitar el principio
pensante de diversos modos, sino también entrar en sus
profundidades por medio de la meditación. El conocimiento
ordinario puede adquirirse mediante la actividad mental que se limite a
lo que puede llamarse la superficie de las cosas, a la
observación de los fenómenos físicos, al acopio de
datos sensoriales, y al trabajo sobre dichos datos mediante procesos
intelectuales de comparación, razonamiento, etc. Pero el
conocimiento acerca de los mundos invisibles y más sutiles, de
naturaleza mental, que se encuentran ocultos tras del mundo
físico, no puede adquirirse de ese modo. Es necesario
introducirse en las capas más hondas de la mente y de la
conciencia. La diferencia que
existe entre estos dos tipos de actividad mental puede comprenderse
comparándola con las técnicas de la natación. El
individuo que haya aprendido a nadar por la superficie del agua puede
explorar todo cuanto se encuentre en ella; la totalidad del mundo que
se halla en contacto con la extensión de los océanos
está abierto a su observación e investigación.
Pero muchos otros mundos, en variedad infinita, se ocultan bajo la
superficie, en diferentes lugares y a diversas profundidades, y
sólo podrá ponerse en contacto con esos mundos e
investigarlos cuando aprenda a sumergirse, a pasar del exterior a las
honduras del agua; el proceso de nadar por debajo es algo distinto de
la natación corriente, presenta problemas diferentes y necesita
técnicas diversas. La diferencia entre la actividad mental
corriente y la meditación es de índole análoga a
la que existe entre las dos clases de natación.
El proceso ordinario del pensar,
aunque sea profundo y se proponga un fin determinado, implica solamente
movimientos mentales a nivel de superficie. En el razonamiento
riguroso, que representa quizás la forma superior y más
difícil de este tipo de actividad, la mente actúa de modo
disciplinado, pero su movimiento sigue siendo por encima, si podemos
expresarnos así; no es un movimiento que lleve a un nivel cada
vez más hondo de la mente; ésta puede entregarse a una
actividad concentrada y prolongada, pero mientras actúe de ese
modo solamente estará en relación, y por lo tanto
podrá conocer, únicamente, lo que se relaciona con la
vida externa. Todos los logros en el reino de la razón, hasta
los de más notable índole, son asequibles a esta clase de
actividad mental, pero los mundos más sutiles y reales que se
ocultan en capas más profundas, no pueden explorarse ni
conocerse por tales medios. Porque ello requiere una diferente clase de
actividad, que puede definirse como movimiento de la mente en
profundidad. En este tipo de funcionamiento, también
actúa la mente, por supuesto, pero el individuo trata, al mismo
tiempo, de ingresar progresivamente en su naturaleza íntima.
Casi todos los que hemos aprendido a
usar con eficiencia nuestra mente, no nos damos cuenta que ejercitarla
en un tipo determinado de actividad llega, después
de cierto tiempo a no necesitar casi esfuerzo alguno; en realidad, no
llegamos a ser realmente eficientes hasta que esa actividad se realiza
sin ningún esfuerzo. El orador ya bien dotado de experiencia,
una vez que ha dominado la técnica de escoger y ordenar sus
ideas, puede levantarse y hablar durante el tiempo que quiera, con toda
fluidez, sin ninguna interrupción. El periodista ya ducho en sus
tareas toma la pluma y llena página tras página de
comentarios, casi sin esfuerzo alguno; le basta con elegir sus ideas de
entre el diluvio de material escrito que fluye de las prensas, y
expresarlas en forma vívida, llamativa. Porque una vez que se ha
dominado la técnica de poner en orden las ideas y de expresarlas
con efectividad, el resto es cosa fácil.
Esto, como bien salta a la vista, no
se diferencia mucho del aprendizaje de la natación. Una vez que
la persona ha adquirido la destreza necesaria para mantenerse
a flote, nadar se reduce a una simple cuestión de resistencia
física y de ejecutar ciertos movimientos corporales; ya no se
necesita especial esfuerzo, en el verdadero sentido de la palabra, para
seguir nadando. Casi todas nuestras actividades mentales pertenecen a
este tipo. Nuestra mente avanza por los surcos habituales, o se
ejercita, casi sin esfuerzo, en hacer las cosas cuya técnica
tiene ya dominada en mayor o menor grado; no tiene que mantenerse
concentrada ni impulsada en una determinada dirección por un
movimiento de la voluntad o por la dominadora atracción de un
objeto a lograr, o de un problema a resolver. Por tanto, no se la
emplea habitualmente para un esfuerzo sostenido, encaminado hacia un
objetivo bien definido, y motivado por la presión continua de la
voluntad o de la atracción que es, precisamente, todo lo que se
requiere para el éxito de la meditación. Así pues,
el mero hecho de sentarse en determinada postura y de hacer que el
pensamiento produzca una serie bien hilvanada de ideas sobre un
determinado tema, no es verdadera meditación, aun cuando esto es
lo que casi todo el mundo realiza. Es evidente que este tipo de
ejercicio mental es, en realidad, lo mismo que escribir un articulo sin
pluma ni papel o como dar una conferencia sin hablar. Tampoco puede
considerarse como meditación, en el verdadero sentido de la
palabra, la práctica corriente de permitir que la mente se mueva
a lo largo de acostumbrados y ya muy recorridos surcos creados por la
repetición de textos religiosos, aunque esto es lo que hacen
casi todas las personas religiosas cuando "meditan" durante su diaria
observancia.
Es tendencia general la de convertir
todo tipo de actividad necesaria en una rutina, a fin de que la mente
no se vea obligada a un gran trabajo ni tampoco tenga que elegir entre
diferentes modos de acción o entre diferentes ideas. Esto es lo
que motiva, también, la gran popularidad de los rituales en el
cumplimiento de los deberes religiosos; el propósito consiste en
tener, por lo menos las formas de la vida religiosa, aunque carezcan de
sustancia. Pero, cualquiera puede darse cuenta que, en tales
condiciones, el estancamiento resulta inevitable. Acaso, no haya, en el
sendero de desarrollo espiritual, obstáculo mayor que el falso
sentido, de logro y seguridad que engendra la rutina.
Y, ¿por qué no es
posible producir el estado mental necesario, cuando nos sentamos a
meditar? Primeramente porque nuestro interés por las cosas sobre
las cuales queremos meditar carece de la necesaria intensidad y
profundidad. Probablemente, nos imaginamos que queremos hallar la
realidad que creemos escondida dentro de las capas profundas de nuestra
mente y conciencia, pero se trata de un mero pensamiento vago, motivado
por un deseo igualmente vago; no hay propósito claramente
definido y dinámico; no hay intensidad de deseo, en el
trasfondo, de resolver los problemas de nuestra vida interna y de
descifrar los misterios de nuestra existencia. Aquellos de nosotros que
no logramos éxito en la meditación, deberíamos
hacer un buen examen de conciencia y un buen autoanálisis. Ello
nos capacitaría para ver, con nuestros propios ojos, que la
causa fundamental del fracaso reside, probablemente, en una grave
carencia de fervor y de diligencia; hemos emprendido el método
antes de querer, de anhelar de veras aquellas cosas que son objeto de
la meditación. Es como poner el carro
delante del caballo. Tenemos que darnos cuenta que existen problemas,
antes de emprender la solución de esos problemas. El objeto de
la disciplina consiste en resolver los problemas de la vida interna por
medio de la introducción en los estratos escondidos de la mente
y la conciencia, que es donde únicamente puede hallarse la
solución de dichos problemas; pero si ellos no existen para
nosotros, es inútil sentarse a meditar día tras
día en cómo resolverlos. La meditación no es un
fin en sí misma; es meramente un medio para lograr un fin.
Es necesario tener cuidadosamente en
cuenta que todo conocimiento referido a las realidades espirituales de
la vida se obtiene, no por medio de la facultad intelectual de la
razón, sino mediante la facultad de la intuición, poco
conocida en general, y sospechosa para muchos. La verdadera
intuición no es, como suponen las personas de mentalidad
esencialmente materialista, una capacidad de barruntar la verdad de
modo misterioso pero no digno de confianza. Es la facultad de
percepción directa de la verdad que se produce cuando, en alguna
forma, la conciencia del buscador se sintoniza con la conciencia
Divina. En esta última todas las realidades de la existencia se
hallan externamente presentes en su verdadera forma; al ejercerse la
intuición corriente en las primeras etapas, la conciencia del
investigador salta, como si dijéramos, por encima de las
barreras del intelecto, y mediante la percepción directa puede
aprehender cualquier realidad, por lo menos parcialmente.
g.)
No empezamos una nueva
encarnación
en el mismo punto en que quedamos al terminar la anterior,
como
generalmente
se supone. La comenzamos un nivel más alto.
I. K. Taimni
Las repulsiones nos atan tanto como las atracciones.
Si examinamos nuestra vida mental, encontramos que todas las imágenes que pasan por nuestra mente, y nuestras experiencias, se congregan en un centro egoico que las relaciona y las coordina a todas en un conjunto armonioso e integrado. Sin un centro tal de conciencia no podría haber vida mental significativa y continua. Todas nuestras experiencias e imágenes mentales permanecerían esparcidas de una manera fortuita, sin nada que las conglomere en una vida singular y diferente de las vidas de otros individuos.
Todo el Universo está basado en el movimiento vibratorio,
toda forma de conocimiento es una vibración particular. Todo es
de índole mental, la materia es energía condensada, esa
energía
no existe en un vacío absoluto, existe en la Mente que se deriva
de la Consciencia. Cada vibración posee una base
matemática
y es obra del Poder Divino. Cada conocimiento que surge en la mente
está
basado en una específica combinación de vibraciones
relacionadas
matemáticamente.
En la base del Universo existe una enorme Fuente de
Energía,
de ella surgen todas las infinitas variedades de vibraciones, esa
Energía
está contenida en forma potencial e integrada en su propia
Fuente,
es el resultado del Ejercicio de la Voluntad Divina.
El espíritu puede experimentar la Realidad Una en su
aspecto
de Consciencia Pura, si logra desenredarse de las ilusiones creadas por
la manifestación que lo envuelve y, penetra en su propio centro
para emerger al otro lado; quedando en el campo de la Consciencia Pura.
La Liberación no es el Fin como muchos equivocadamente han
supuesto, al fundirnos en la Realidad Una no desaparecemos, luego de
ganar
el Divino Potencial se reaparece en una Realidad Superior.
Existe sólo una única fuente de todo
saber
real y verdadero: La Realidad Una que sustenta y contiene todo el
universo
en su vasto alcance. Y que por tanto todos los que descubren y
transmiten
semejante saber son meramente canales por los cuales este saber fluye
desde
el Centro más íntimo al mundo exterior.
Un elevado
conocimiento
es difícil de comprender por lo abstracto. El hombre no es un
animal
evolucionado, es un Ser Mental que se sirve del cuerpo físico
para
evolucionar. La búsqueda de la Verdad debe realizarse en la
propia
Mente Superior. El intelecto sólo puede captar aspectos
separados
de las ideas trascendentes, sin darnos la percepción total de la
Verdad. La mente nos prepara para esa percepción al liberarnos
de
la limitación del intelecto, para ello el primer paso es ser
conscientes
de la propia ignorancia. El alma tiene urgencia de encontrase a
sí
misma. La Sabiduría consiste en aprender correctamente nuestras
lecciones y tan pronto como sea posible, porque tarde o temprano
tenemos
que aprenderlas. Las realidades de la vida se hallan en las
profundidades
de nuestra consciencia, allí donde el intelecto no puede
penetrar.
Lo que percibimos como un mundo externo a nosotros, es simplemente una
siempre cambiante imagen mental dentro de nuestra propia mente. Tan
sólo
cuando un individuo, poseyendo las cualidades necesarias, se sumerge en
su propia consciencia, adquiere el conocimiento y llega a conocer las
verdades
más profundas de la existencia.
El cosmos no sólo es ilimitado sino que la existencia de
innumerables
nebulosas en el espacio muestra que incontables sistemas solares
están
en proceso de formación constante, de modo que no habrá
escasez
de vehículos cuando las almas, que ahora están
evolucionando
como seres humanos, sean en un futuro distante Logos Solares y tengan
necesidad
de sistemas solares para su expansión. ¿Por qué
hemos
de suponer que vivir en lo eterno implique necesariamente vivir en la
incambiabilidad?
El conocimiento amplio y general del Ocultismo nos ayuda a
comprender
el sentido de los hechos científicos; el conocimiento
pormenorizado
y preciso de la Ciencia nos ayuda a comprender el modus operandi
de las leyes y procesos que forman una parte del conocimiento oculto.
Cuando finaliza una encarnación, el alma se desprende de
sus
tres cuerpos inferiores (físico, astral y mental), uno tras del
otro, retrae la esencia de sus experiencias durante su última
encarnación
en su cuerpo causal y la asimila para su crecimiento y desarrollo de
facultades
potenciales. Cuando este trabajo se ha completado, el alma desciende
otra
vez a los mundos inferiores con facultades y poderes adicionales, y el
ciclo de reencarnación se repite del mismo modo.
La manifestación significa un impulso hacia afuera, del
centro
a la periferia y retorno al centro otra vez, de la consciencia. Dado
que
la consciencia potencial necesita un medio para expresar y desarrollar
sus potencialidades cuando desciende a la manifestación, este
descenso
está precedido por la formación de un sistema manifestado
de variedad de grados de mente y materia. Es en este campo, y mediante
los mecanismos que gradualmente desenvuelve por sí mismo, que
desarrolla
sus potencialidades, poderes y facultades que están ocultas en
ella.
La simple idea de un Ritmo Cósmico reconcilia y fusiona
las
concepciones del punto adimensional y del Espacio ilimitado de una
concepción
inteligible que concuerda con las ideas de la Ciencia moderna. Es
así
que, entonces, la Realidad Última es concebida como una
oscilación
de la consciencia, en que alternativamente ella se expande hasta una
esfera
ilimitada de radio infinito y luego se contrae hasta un punto ideal,
pasando
por todas las etapas intermedias representadas por esferas
concéntricas
de radios diferentes. Esta alternancia de contracción a un punto
y expansión al infinito muestra por un lado la naturaleza
dinámica
de la Realidad y por el otro se muestra cómo el Punto ideal y el
Espacio infinito sirven, ambos, alternativamente, como vestiduras de
esa
Realidad. Se verá en esta alternante asunción de dos
extremos
y opuestos, una analogía con el estado de resonancia que
acontece
en un fenómeno donde muestra las características de dos
estados
opuestos simultáneamente. No es ni uno ni otro de ambos
extremos,
sino un equilibrio dinámico entre ambos.
El hecho de que muchas de las realidades de la vida interna
estén
más allá de la comprensión de la mente humana, no
quiere decir que debamos permitir que nuestra mente permanezca en
estado
de confusión con relación a ellas, en una nube de ideas
vagas
y oscuras. Cuando decimos que las realidades de los mundos espirituales
están más allá del dominio del intelecto, lo que
queremos
significar es que el intelecto no puede tener una percepción
directa
de esas realidades, la cual sólo es posible cuando el intelecto
es trascendido y la consciencia puede conocer las realidades por
unificación
con ellas o sea conocimiento por confundimiento; pero el intelecto
puede
llegar a cierto límite en su empeño por conocer estas
realidades,
por más restringido que ese límite pueda ser.
No podemos acercarnos a esas realidades espirituales dejando que
la mente permanezca en una condición confusa y nebulosa con
relación
a dichas realidades. Algunos creen que al esforzarnos por tener ideas
claras
y distintas lo que hacemos en realidad es condicionar la mente y que
una
mente así condicionada es incapaz de percibir o reflejar dentro
de sí misma las realidades de la vida. Pienso que esta idea
también
es una idea errónea. Una mente con ideas confusas y vagas acerca
de cualquier realidad está tanto o más condicionada que
una
mente que posee ideas claras y definidas. La actitud adecuada a adoptar
en este problema es tener una idea bien clara de las limitaciones del
intelecto
y de cuán lejos podremos ir en nuestro acercamiento a estas
realidades
mediante el instrumento del intelecto, y dentro del campo de esas
limitaciones
utilizar el intelecto tan rigurosa y eficazmente como sea posible.
Tampoco
soy de los que creen que puede erigirse el edificio de la
Sabiduría
Divina sin ningún fundamento o sobre cimientos de arena. Creo
que
solamente sobre la base de un sólido conocimiento intelectual es
que puede construirse el templo de la Sabiduría Divina, y
sólo
en un templo tal podrá descender el espíritu y realizar
su
trabajo.
Es necesario que
todos nosotros nos demos cuenta de que podemos comunicar a otros
solamente lo que nosotros mismos poseemos; y que ninguna cantidad de
charlas y discursos pueden habilitarnos para ejercitar esta
dinámica influencia espiritual sobre otros, si las facultades
espirituales dentro de nosotros están aún dormitando. Por
medio de charlas y conferencias podemos ciertamente afectar las mentes
de los hombres, podemos comunicar ideas y cambiar convicciones. Por el
fervor emocional podemos despertar sus pasiones y emociones y hacerles
hacer cualquier cosa en el calor del momento. Pero para tocar y
despertar sus más profundas intuiciones y aspiraciones debemos
estar espiritualmente despiertos y tratar de vivir la vida interna del
Espíritu.
El bien y el mal son relativos, y lo que estimamos
bueno puede no serlo en otras circunstancias; pero la pureza de
intención produce dos resultados directos. El uno es que nos
libra del conflicto interno que atormenta la vida de todos los
inescrupulosos y les produce un estado mental enfermizo. El otro es que
purifica por grados la mente y permite que la luz de la
Intuición la ilumine más y más. Una de las
consecuencias más indeseables de hacer compromisos con el mal es
que muy pronto nos envuelve en un círculo vicioso del cual es
muy difícil salirse. Los actos, pensamientos y emociones
impuros, nublan más y más la Intuición, lo cual va
disminuyendo nuestra capacidad de ver si cierto acto es bueno o malo, y
nos enreda más en lo malo. Esto es lo que les sucede a personas
normales que gradualmente se deslizan a una vida mala y ni siquiera se
dan cuenta de que están haciendo cosas impropias: su
función Intuicional de discernir se ha apagado e interrumpido.
Este universo físico externo es una proyección o reflejo del
universo interno espiritual, un hecho que se sugiere en la máxima
oculta: "Así en el cielo como en la tierra".
h.)
El mecanismo mental
subyacente en la materia
En el estudio de
cómo la Mente Divina afecta a la mente individual debemos tener una
idea general bien clara acerca de las metas a las que aspiramos. En
primer lugar, nos estamos limitando aquí a la interacción al nivel más
bajo, o sea, a la percepción de un mundo externo a través de
instrumentos que llamamos órganos de los sentidos. Esta interacción
tiene lugar a diferentes niveles a través de la actuación de vehículos
que hemos desarrollado en planos sucesivos, pero como es difícil
comprender aun parcialmente qué clase de imágenes del mundo aparecen en
la mente en niveles superiores como resultado de esta interacción,
limitémonos al plano más bajo con cuyos fenómenos estamos más
familiarizados.
El mecanismo de la percepción de los sentidos,
como lo entiende la Ciencia, es bien conocido. Los átomos y moléculas
emiten diversas clases de vibraciones. Éstas excitan a los órganos de
los sentidos y producen en ellos respuestas que dependen de la
naturaleza del órgano sensorial afectado y de la vibración. En el caso
de los sentidos del olfato y del gusto se trata de un contacto real de
átomos y moléculas con el órgano del respectivo sentido el que ocasiona
la respuesta, y la naturaleza de ésta depende de la constitución de la
molécula. Estas impresiones que se producen en los órganos de los
sentidos se convierten en impulsos nerviosos que son transmitidos a los
correspondientes centros en el cerebro físico. Entonces ocurre algo en
el cerebro que convierte, a su vez, a los impulsos nerviosos en
sensaciones. La Ciencia no conoce nada acerca del mecanismo de esta
última transformación, y no puede explicar cómo impulsos puramente
nerviosos se transforman en el cerebro en imágenes mentales sensoriales.
El Ocultismo, que ha investigado la constitución total del hombre, sabe
que esta transformación se produce por la intervención de una
clase especial de materia que actúa como vehículo de la fuerza vital y
que puede ser considerado como un compuesto de materia y mente que
permite a la mente afectar a la materia y a la materia afectar a la
mente.
Se advierte, por lo tanto, que en el proceso de la
percepción sensorial hay involucrado un mecanismo muy complicado, y que
nuestro conocimiento de este mecanismo es incompleto. No entraremos
aquí en una consideración pormenorizada de este complicado mecanismo,
lo cual no haría sino confundir a la mente más que llevarla a una
comprensión del problema. El mejor método para la consideración de
estos temas es limitarnos, por lo menos al comienzo, a los principios
generales y a los hechos más salientes para no embarazarnos en una red
de pormenores.
Quien estudia estas cosas concernientes a los
mecanismos de la manifestación no por sí mismas sino como un escalón
hacia el conocimiento real. El sabe que nada puede ser conocido
definitivamente en tanto sea estudiado aisladamente y no sea visto como
parte del Todo del cual todas las cosas derivan y en el cual tienen su
ser. Toma este conocimiento parcial respecto a todo ligera y
tentativamente, tan sólo como un medio para conocer aquella Verdad
última que subyace en la base del universo manifestado, conocida
la cual todo puede ser conocido real y plenamente. El perseguir el
conocimiento intelectual por sí mismo y por el deleite por esta clase
de conocimiento fragmentario que tan de moda está hoy, no tendrá ya
lugar en su vida. Este es un ideal que sólo puede ser aceptado y
nutrido por quienes aun no han despertado a las realidades de la vida y
se conforman con vivir y morir dentro del marco de las limitaciones y
atracciones de este mundo ilusorio, sin haber dedicado siquiera un sólo
pensamiento a los grandes misterios de la vida que nos enfrentan desde
todos lados.
En segundo lugar,
nuestro fin al estudiar el
mecanismo de la percepción sensorial aquí no es el de
obtener un conocimiento acerca de sus varios constituyentes sino tener
una idea
general e inteligible respecto al modus operandi de la
interacción
entre la Mente Divina y la mente individual. La concepción del
modus
operandi no ha de basarse sobre átomos y moléculas y
entidades físicas
porque, aun de acuerdo a la Ciencia, átomos y moléculas
no existen tal
como las imaginamos. Ellos son tan sólo “radiación
envasada” o modos de
movimiento. Tal movimiento sin
un medio físico es imposible; por lo tanto, el mecanismo y modus
operandi de la percepción sensorial ha de ser básicamente
un fenómeno
mental, y esto concordará entonces con las más elevadas
doctrinas del
Ocultismo, según las cuales todo este universo manifestado es,
en
última instancia, un fenómeno mental basado en la
consciencia.
Empero, decir que la percepción de un mundo aparentemente externo
constituido de átomos y moléculas es un fenómeno puramente mental y que
ninguna clase de materia interviene en el proceso, no implica
necesariamente afirmar que no haya ningún mecanismo involucrado. En
efecto, el estudio científico de este fenómeno ha probado más allá de
toda duda, que no sólo hay un mecanismo implicado sino que este
mecanismo actúa en concordancia con leyes matemáticas precisas. Aunque
este mecanismo sea esencialmente mental, ha de estar basado en leyes
precisas con base matemática. Lo que ha sucedido como resultado de los
últimos descubrimientos científicos no es la idea de que un mecanismo
definido subyacente en la percepción sensorial se haya desmoronado,
sino que un mecanismo puramente mental ha reemplazado a un mecanismo
puramente físico o a un mecanismo físico mental, porque la existencia
de la mente aparte de la materia todavía no esta totalmente aceptada
por la Ciencia ortodoxa y existen todavía muchos empecinados que
insisten en creer que la mente, tal como la conocemos es un mero
subproducto de procesos biológicos, químicos y físicos.
Si sólo
existe un mundo mental en el que tienen lugar todos estos fenómenos
aparentemente físicos y si el mundo material en el sentido ordinario,
es totalmente inexistente, este mecanismo mediante el cual se verifica
la percepción sensorial ha de ser también de naturaleza mental. La Mente
Divina debe actuar sobre la mente individual a través de un mecanismo
mental y es la naturaleza de este mecanismo mental la que vamos ahora a
estudiar de modo general.
Comencemos nuestro estudio con una
breve consideración en torno a un principio natural que opera en el así
llamado dominio de los fenómenos físicos y que puede ser llamado
principio objeto-imagen. De acuerdo con él, es posible convertir un
tipo de fenómeno físico en otro tipo de fenómeno y volver al tipo de
fenómeno inicial mediante la instrumentalidad de un mecanismo
intermediario que actúa automáticamente. Tomemos unos ejemplos
concretos para ilustrar este principio. Las ondas sonoras producidas al
hablar pueden ser convertidas en impulsos eléctricos por el mecanismo
representado por el teléfono; estos impulsos eléctricos se encaminan
a lo largo de un cable y cuando llegan al receptor son nuevamente
convertidos en ondas sonoras de tipo exactamente similar a las ondas
sonoras originales Otro ejemplo la música que se irradia desde una
emisora de radio. Un aparato convierte a las ondas sonoras en ondas
electromagnéticas que llenan el espacio. Cualquier aparato
radiorreceptor las capta, las vuelve a convertir en ondas sonoras y
oímos la música exactamente como ella fue transmitida por la emisora.
Este principio se utiliza de muchas maneras en las invenciones
científicas y proporcionan una clave del mecanismo de interacción entre
la Mente Divina y las mentes individuales. Muestra cómo las ideas
presentes en la Mente Divina pueden reproducirse en las mentes
individuales mediante la instrumentalidad de un mecanismo intermedio.
La Ideación Divina puede compararse como la emisora de la música o de
las imágenes mediante un poderoso transmisor. La aparición de las
imágenes mentales en las mentes individuales es como la reproducción de
la música o imágenes de TV. en los receptores de radio o de televisión.
Sin
embargo, hay un punto de diferencia que debe ser destacado. La imagen
del mundo en la mente individual no es una reproducción exacta del
Pensamiento Divino sino solamente una reproducción parcial y
frecuentemente distorsionada en los planos espirituales, no solamente
en los inferiores. Esto se debe, obviamente a las limitaciones e
imperfecciones de la mente individual. También en el ejemplo de la
radio vemos que la calidad de los aparatos receptores hace grandes
diferencias en la calidad de lo recibido. Cada radio es sensible
solamente a ciertas bandas de longitudes de onda y puede captar sólo
ondas electromagnéticas dentro de esos límites. La reproducción también
depende de la calidad de los materiales usados y de la eficiencia con
que las partes estén calibradas entre sí. Las limitaciones de la mente
humana son similares. En primer lugar están las limitaciones surgidas
de las diferencias entre los planos que funcionan en diferentes números
de dimensiones de espacio y de escalas de tiempo. Estas diferencias
imponen ciertas limitaciones a la consciencia que actúa en cada plano,
limitaciones que crecen a medida que aumenta la densidad del plano.
Estas limitaciones son propias del funcionamiento de la consciencia en
cada plano y restringen a todas las mentes actuantes en él. Así, la
mente inferior, actuando mediante el cuerpo mental inferior sólo puede
trabajar con imágenes de objetos concretos y realmente le es imposible
comprender las ideas y arquetipos abstractos existentes en la Mente
Divina. Solamente la mente superior, actuando mediante el cuerpo causal
puede hacerlo.
La imagen del mundo del Pensamiento Divino que se
desarrolla en una mente individual también depende de la ubicación del
individuo en el tiempo y en el espacio. No difiere de la formación
producida en un globo de vidrio espejado que se desplaza en una calle
bulliciosa. La naturaleza de esta imagen dependerá, en cada instante,
de la ubicación del globo y de la hora del día, y cambiará
continuamente.
En segundo lugar están las limitaciones causadas
por la falta de desarrollo y de sensibilidad. A medida que la mente se
desarrolle y sus vehículos evolucionen en los diferentes planos, será
capaz de captar más y más vibraciones de la Mente Divina y de alcanzar
una comprensión mas completa y mas fiel de lo que está presente en la
Mente Divina en cada plano.
A medida que la Consciencia
individual retrocede hacia su centro, y comienza a actuar a través de
vehículos de sutilidad cada vez mayor, entre en contacto con los
diferentes niveles de la Mente Divina. Una idea general del principio
involucrado en la interacción entre la Mente Divina y la mente
individual puede obtenerse del principio objeto-imagen antes
mencionado, pero esto no aclara nada acerca de la naturaleza del
complicado mecanismo a través de cuya instrumentalidad se transmiten
las ideas de la Mente Divina a la mente individual. El proceso inverso,
por el cual las ideas en la mente individual son percibidas por la
Mente Divina no requiere, naturalmente, ningún mecanismo, a causa de la
capacidad de la Mente Divina para ejercitar la percepción
no-instrumental. Este complicado mecanismo intermedio es necesario tan
sólo en las primeras etapas de la evolución, aun en el caso de un
individuo, y si bien una persona auto-realizada aun lo utiliza, es por
conveniencia y no porque le sea obligatorio usarlo. En el caso del
Logos, naturalmente, la percepción y la acción son ambas no
instrumentales, dadas Su Omnisciencia y Su Omnipotencia. Sin embargo,
todavía no es fácil dar una idea clara y definida porque implica muchas
doctrinas ocultas de sutilísima naturaleza y además los vínculos que
las conectan. No se ha hecho hasta ahora ningún esfuerzo por aclarar
esta complicada cuestión para lograr así una idea satisfactoria de los
numerosos factores que encierra. Somos muy propensos a dar las cosas
por sentadas en materia de religión y filosofía. Estudiamos doctrinas
ocultas de la mayor significación, las memorizamos, las exponemos, las
preconizamos pero no hacemos nada para comprenderlas realmente. Cuando
aparecen discrepancias no hacemos nada para explicarlas, donde hay
obscuridades no hacemos nada para aclararlas. Cuando encontramos
fragmentos inconexos de alguna idea maravillosa, tampoco hacemos nada
para reunirlos en un todo integrado. Cuando faltan algunas ideas en un
concepto incompleto, no nos tomamos el trabajo de encontrarlas para
completar el concepto y aclarar su significado. Esta es la razón por la
cual algunas de estas ideas y doctrinas, que son de gran significación
e importancia para el hombre, han permanecido rodeadas por una
atmósfera de misterio y de piadosa devoción sin ejercer ninguna
influencia dinámica ni en nuestro vivir ni en nuestro pensar. Ellas han
sido transmitidas de una generación a otra, siglo tras siglo, como
bienes muebles y han permanecido prácticamente desconocidas para
Occidente. Quedó para los eruditos occidentales ponerlas al alcance del
mundo en general, en su mayor parte bajo forma de traducciones que nos
permitieron, hasta cierto punto, advertir su valor; pero todos estos
eruditos, que dedicaron a esta tarea una enorme cantidad de trabajo e
hicieron una obra monumental al abrir este nuevo campo de pensamiento
para Occidente, carecieron de penetración intuitiva y no pudieron
apreciar ni exponer el sentido interno de estas ideas. Como eruditos
que eran, estuvieron dedicados a tratarlas como meros problemas de
investigación escolástica, con gran cuidado, precisión y entusiasmo en
lo que se refiere a la forma externa, pero con total indiferencia
respecto a verdades profundas y significativas que ellas encerraban.
El tema que estamos estudiando es una de esas áreas obscuras de
pensamiento que exigen una cuidadosa investigación a fin de aclararla y
hacerla lo suficientemente inteligible para su integración con las
enseñanzas del Ocultismo. Es un elemento indispensable para desarrollar
una concepción inteligible con respecto a la naturaleza espiritual del
universo que esté en concordancia con la doctrina oculta y la
experiencia de aquellos que han podido penetrar en estos los más
profundos misterios de la existencia Tan sólo una concepción racional y
razonable tal puede erguirse frente a las concepciones materialistas de
la Ciencia ortodoxa, que la gente acepta sin cuestionar porque está
hipnotizada por sus logros espectaculares. Existe una falsa idea muy
generalizada que hay una vasta cantidad de hechos científicos detrás de
las teorías de la ciencia concerniente al origen y naturaleza del
universo, pero el hecho real es que son esos mismos hechos los que han
socavado los fundamentos de la filosofía materialista y han
proporcionado una creciente corroboración de las doctrinas de la
filosofía del Ocultismo.
En la consideración de este problema
del mecanismo mental subyace tras la percepción mental, todo cuanto es
posible hacer en este breve esquema es señalar las características
salientes de las doctrinas ocultas fundamentales implicadas, las que
proporcionan, sobre la base de un cuidadoso estudio, una teoría
coherente y razonable de la percepción mental. En la raíz misma de esta
teoría de la percepción mental encontramos la más fundamental de las
doctrinas de la filosofía Oculta, la que dice que el Universo está
basado en una Realidad Ultima y que deriva de Ella que es, en esencia,
de la misma naturaleza de la Consciencia pura, y que el universo es
puramente un fenómeno mental, utilizando las palabras mental” y
“fenómeno” en su sentido más amplio y profundo. Cómo la mente es
considerada como una mera modificación o derivado de la Consciencia en
esta filosofía, no hay contradicción entre las dos ideas en la
afirmación anterior.
La segunda de las doctrinas implicadas en
la teoría oculta de la percepción mental, si bien no explícitamente
establecida, expresa que la mente no solamente actúa mediante la
relación sujeto-objeto sino, que en el descenso de su involución se
divide, por así decirlo, en dos corrientes, una que sirve de base a la
función subjetiva y la otra a la función objetiva. Ya hemos visto en
otra parte cómo el origen mismo de la mente se debe a la aparición de
la relación sujeto-objeto en la Consciencia integrada. Esta es la raíz
o fundamento del Principio Mental, y todos los fenómenos mentales y
operaciones mentales, desde la más elevada a la más baja, son derivados
de ella. Ideación Cósmica, Ideación Divina a ideación individual, son
todas expresiones, en todos los niveles, del Principio Mental, tanto en
su aspecto subjetivo como en el objetivo. Ahora bien, esta
diferenciación que constituye la relación sujeto-objeto nos da tan sólo
una idea del principio general subyacente en el funcionamiento de la
mente en todos los niveles, pero no nos da ninguna indicación respecto
al modus operandi o aspecto instrumental del proceso.
Cabe
señalar que si bien la bifurcación del Principio Mental en dos
corrientes que sirven de fundamento a los aspectos subjetivo y objetivo
tiene lugar en un nivel muy inferior, ella no es sino un reflejo de una
diferenciación de la consciencia que se produce a un nivel muy elevado.
El universo objetivo cognoscible mediante nuestros cinco órganos de los
sentidos no es sino una expresión de la misma Realidad que actúa como
el conocedor y que “ve” al universo objetivo a través de los tres ojos,
de los cuales dos representan la percepción instrumental, mientras que
el tercero representa la percepción no-instrumental. Por lo tanto, El
es no sólo el «vidente” sino que también lo “visto”. El material mismo
del cual está compuesto el universo es una expresión de Su Consciencia
y es fácil ver que esto sólo es posible si el material es de naturaleza
mental. En uno de Sus aspectos mentales, El es el conocedor y en el
otro aspecto, lo conocido.
La percepción del universo físico
mediante los cinco órganos físicos de los sentidos es el resultado del
encuentro de los aspectos subjetivo y objetivo de la mente en el nivel
más bajo.
De acuerdo con la doctrina de lo subjetivo y lo objetivo, se une a la
mente en su aspecto subjetivo, verificándose entonces la percepción del
universo objetivo. Algunos
agregados de átomos y moléculas que poseen propiedades específicas,
estimulan determinadas sensaciones y sirven de vehículos a lo
subjetivo. Otros agregados de átomos, moléculas que han sido
organizadas en órganos de los sentidos, con funciones específicas,
sirven de vehículos a lo objetivo. El material básico en el caso de
ambos es el mismo, o sea átomos, moléculas y vibraciones actuando entre
ellos, pero las funciones son diferentes.
Iqbal
Kishen Taimni
Reflexión
Sobre la base de la Enseñanza
de Taimni y otros Maestros, más Intuición e Imaginación intenté entender como
Occidental la CosmoGénesis que titulé GOD-BANG, cuya síntesis dejé al inicio. Sobre
esa misma base elaboré una AntropoGénesis que ahora me lleva a señalar a modo
previo un Aforismo:
Todo Ángel antes fue hombre.
Todo Logos antes fue espíritu.
Esa es nuestra línea de Evolución que intentaré sintetizar.
Uno de
los temas menos entendibles es nuestro cuerpo físico regido por el cerebro y el
por qué lo de la individualidad dada en las personales huellas dactilares
y ADN, es decir, para la materia somos individuos únicos y no clonados.
Más se complica la cosa cuando se habla de mente, alma, espíritu y Dios. Eso
intentaré reseñar no en lo oculto sino que en lo abierto a la mentalidad occidental.
Un
aglutinado extracto de lo que pienso y siento del Génesis
nuestro que por años fue oculto y ahora está abierto, dice:
Como
seres humanos vivimos
en un plano material no por la materia en sí sino por
lo que a la materia le permite ser. Habitamos un planeta marginal de un
sistema solar marginal de la galaxia con sus miles de millones de sistemas
solares y, pensar que todavía hay gente que supone somos los
únicos pensantes del Universo Creado por lo Divino. Nada de bien dejan al
creador con ese aserto.
Producido el
God-Bang emergen de Dios los Logos que antes fueron espíritus
con su Misión cumplida, ellos ahora dan la forma y "mente" a los sistemas
solares, que lo son por estar de manera preexistente en el
Pensamiento de Dios... Fue
un OmniPensamiento de Dios el que desde lo Inmaniferstado en Él
llenó todo lo infinito que pasó a ser Manifestado para
cumplir la función de ciclos de evolución de vida a los
espíritus que desde Él emergerían siendo partes
autónomas de Él. Lo Manifestado, algo tan sólido y
real para nosotros es un 99.99% de vacío sustentado sobre un
0.01%
probable o inexistente en cuanto materia, sin embargo ese
vacío es un lleno de Inteligencia Pura de Dios manifestada en SU OmniPensamiento. Todo es Mental de tipo escalar.
En las dimensiones Manifestadas, Creados
los mundos, aquellos millardos que adquieren potencialidades para la Vida
dan la nota para que, desde lo Inmanifestado en Dios, emergieron una miríada de
chispas divinas o espíritus, cada uno dotado con sus atributos potenciales e
individuales. Esos espíritus es lo que somos nosotros, que como espíritus a
crecer estamos en la séptima dimensión. Cada uno de los espíritus tiene mente
espiritual y con su pensamiento da la forma al alma en la quinta
dimensión, la que nace con su mente programada con potencialidades que
sólo logrará desarrollar mediante encarnaciones naturales y progresivas,
primero en nuestra tercera dimensión y después en la cuarta dimensión para
finalizar su ciclo actuando como alma liberada antes de "morir"
porque ya el espíritu desarrollado retornará a Dios. En lo Inmanifestado en
Dios ese espíritu con Misión cumplida recibe nuevos atributos y emerge desde
Dios cual Logos a realizar Su Cósmico Plan bajo las directrices del Plan Divino...
Hace millones de años el planeta Tierra, en su
vibración, dio la nota apta para recibir a la Vida, llegaron seres de quinta
dimensión o almas evolucionadas, venían a cumplir la tarea para
"sembrar" vida vegetal, luego otros se encargaron de ayudar a dar
forma a especies que recibieron mente grupal, una para cada especie en los
mares, cielo y tierra... Una vez que por evolución se logró tener un
grupo sin mente de homínidos aptos, almas con diferentes niveles de evolución
en los cursos de la materia, fueron asignadas a este orbe planetario junto a
una mayoría de jóvenes almas. Ingenieros genetistas espaciales de cuarta
dimensión actuaron sobre óvulos de hembras humanoides hasta lograr lo adecuado
a sus propósitos, a la vez actuaron sobre espermios de Ellos y, por la
unión del óvulo homínido y espermio de "Ellos" se logró el zigoto o
huevo perfecto. Entonces almas asignadas a continuar sus cursos en la materia
dieron la mente al embrión que se había alojado en la matriz de una de
"Ellas", fueron varios adanes y varias evas que sirvieron como los
primeros cuerpos físicos para que almas algo evolucionadas iniciaran el primer
ciclo de la raza humana en el planeta Tierra. La labor de Esos Seres ingenieros
genéticos de cuarta y quinta dimensión, actuando en este planeta, había
finalizado y la Tierra quedaba bajo el dominio pensante del hombre, regido por
jóvenes almas que bajo inicial supervisión de mayores, hace más de 30.000 años
iniciaron el peregrinar ascendente de ciclos de vidas en este mundo.
Desde su inicio, las
almas asignadas a los cursos de
la materia en la Tierra, nacieron con un cerebro especial, cerebro que
además de ser biológico es cuántico lo que lo
faculta para ser regido por la mente y conectarla a la materia
interactuando con ella que rige al cerebro. A la vez
nacieron con un genoma celular mixto, 50% homínido y 50% divino,
es decir no 100% terrícola.
Durante nuestra evolución iniciada con un pasivo cerebro derecho
se activó el hemisferio
cerebral izquierdo que nos conectó cada vez más a la
materia, ahora, por libre albedrío
se reactiva el hemisferio derecho que nos liga a lo divino. Este
proceso de Desarrollo, por haber nacido nosotros en estos tiempos tan
sorprendentes, se ve acelerado si se logra
Pensar Mejor.
Cada
vida o encarnación nuestra faculta al
alma a crecer al desarrollar alguno de sus atributos en el plano de la
tercera dimensión. En el plano del alma sólo vibra lo
positivo
del humano pensar, siendo cada acción fruto de un propio
pensamiento.
Nada negativo vibra en el alma, la que lo ignora por ser para ella un
inexistente. Por lo tanto ninguna negativa acción en
un
cuerpo de tercera dimensión afecta al alma, si da lugar a Karma
que, en la próxima encarnación será ajustado. Toda
mala
acción
es fruto de la falta de manifestación de un atributo positivo
del alma
que, en esta o en la siguiente encarnación
se manifestará. Jamás el alma valoraría lo que es y su potencial
si en lo denso de la oscuridad y negativos valores no encuentra la luz
y lo sutil que le permite desarrollarse para su cósmica
misión, superando acá, vida a vida lo negativo, crece allá en su
Luz. Como
individuos dotados de mente a cada
instante
realizamos, si Pensamos Bien y sin tener la más mínima
idea de ello, una
constante,
sorprendente y maravillosa alquimia cerebral. Con el poder del
Pensamiento Positivo estamos reprogramando la propia mente que es
autorreprogramable
y autoexpansiva, además se permite el desarrollo cuántico cerebral que
facilita una mejor y mayor expresión mental sutil, a su vez se
logra una mutación celular al ser transmutados genes primitivos
en divinos, es decir ese parejo 50% inicial pretérito ahora,
según evolución personal, tiene un mayor componente
divino que primitivo...
Por lo tanto somos más, mucho más que seres
materiales pensantes, somos lo que al cerebro le permite ser y manifestar en la
Tierra el pensamiento gracias a la mente; somos almas que a la mente humana le permite pensar; somos espíritu
que al alma con su propia mente le permite ser. Cumplida la Misión en los diferentes planos de lo
Manifestado en Dios, seremos espíritus plenos en retorno a Dios para, en ÉL,
adquirir nuevas potencialidades y emerger como LOGOS ante nuevos universos,
dimensiones y allí dar forma a galaxias con sus sistemas solares, viendo como
desde lo Inmanifestado en Dios emergen jóvenes espíritus a cumplir la Misión
que, para ese futuro nosotros ya cumplimos hace tantas eras previas algo tan lejano para
la mente racional y tan cercano para la Mente Divina...
Finale
Quienes practican lo que predican ejercen mucha mayor
influencia sobre sus oyentes que quienes meramente comunican altos ideales en el plano
intelectual. Este es el secreto de la gran influencia que ejercen todos, los santos y sabios y
grandes mentores religiosos sobre sus seguidores.
I. K. Taimni
Al año 2010
¿hay personas autorrealizadas o Liberadas entre nosotros?
¿Hay seres que superaron
la etapa de la humana encarnación actuando de misioneros en este
plano? Lo ignoro y, si los hay, ellos no se muestran. ¿Hay
algún humano que los pueda reconocer? Al respecto Taimni dice:
El
ciclo de renacimientos y muertes sólo puede cerrarse el quedar
trascendido el conocimiento mental inferior basado en ilusiones de
diversas clases.
Las actividades, el estado mental, y los modos de trabajar de todos los
individuos Liberados que toman parte en el cumplimiento del Plan Divino
son bastante diferentes de los de personas ordinarias, aunque
externamente puedan comportarse como éstas en ciertos aspectos.
Aunque su mente esté absorta en el trabajo en el plano
físico, no se interrumpe el contacto con el mundo de la
Realidad, e instantáneamente pueden hacerse activamente
conscientes de ese mundo retirándose a los niveles más
íntimos de su conciencia.
Debido a que un individuo Liberado tiene su conciencia firmemente
establecida en el mundo de la Realidad, y por tanto está
perfectamente desapegado de la vida y los halagos del mundo manifestado
su personalidad desaparece tan pronto como ha cumplido la tarea que se
ha impuesto. No solamente no siente apego por los mundos inferiores
sino que tampoco tiene rastros de karmas por eliminar, los cuales hacen
necesario a veces que almas muy altamente avanzadas desciendan a los
mundos inferiores temporalmente. Nadie queda verdaderamente libre
mientras no haya cruzado el umbral de Nirvana y se haya Liberado en el
sentido real.
Cuando
estos grandes Seres vienen a vivir entre los hombres, tienen especial
cuidado en pasar inadvertidos y por tanto viven su vida externa como
los demás hombres, hasta donde ello es posible. El hombre
ordinario, que no ha desarrollado aún el discernimiento, juzga a
estos grandes seres por su comportamiento y actividades externas; y
como no encuentra en ellos nada notable tiende a pasar por alto su
grandeza y su estatura moral y espiritual. Para reconocer la grandeza
espiritual se requiere perspicacia y desarrollo espiritual. Necesitamos
haber desarrollado en nosotros mismos, por lo menos hasta cierto punto,
algo de lo que podemos ver y apreciar en otros.
Por las señales
considero que terminó la etapa del pausado caminar, tengo plena
confianza en que quien se lo proponga podrá correr y
su personal carrera de vida en esta vida ganar. El rival a vencer es
uno mismo. I. K. Taimni mostró lo que fue oculto y en estos
tiempos
deja de serlo. No es fácil entender lo abstracto porque vivimos
bajo el dominio de una mente concreta. Sin embargo nuestra alma
programó en la mente subconsciente las claves para entender lo
abstracto cuando ello llegara a nosotros.
Amigas, Amigos:
No sigan buscando al
eslabón perdido, no hay monos ni monas en el camino previo, en lo físico hay
analogías y muchas para todos los vivientes planetarios y, una de esas
analogías como raza ya no existe, ellos, no pensantes, sirvieron al
propósito de genetistas espaciales interdimensionales... Nos diferencia
un cerebro cuántico-biológico, nos diferencia un ADN con genes divinos,
nos diferencia tener mente individual y no grupal, por última, nos
diferencia ser regidos por un alma propia que nos permite ser en un
ciclo ascendente de vidas sin perder la individualidad pensante...
No temo a la crítica al decir que el Conocimiento esotérico Revelado a Taimni y por
él mostrado en su círculo interno, es lo más trascendente
que en el siglo XX se conoció para ser abierto ahora y hacerlo sin importar a quien le llegue. Insisto
que él, Taimni, fue el último Maestro encarnado actuando antes del
Cambio, Cambio cada vez más manifiesto, Cambio que no es
Apocalíptico en cuanto caos, más bien es
AntiApocalíptico en cuando orden por la Luz que fluye a las
mentes humanas y por su intermedio llega a la Tierra y lo hace para todos por igual.
A mirada humana no
será ni es para nada fácil comprender
lo ya desatado, algo cada vez más sorprendente, no solo en lo
climático; en todo orden de cosas. El Maestro Taimni en su
Enseñanza usó frases encriptadas o complejas,
entrelazadas con algunas de tipo simple y práctico a modo de
refuerzo para facilitar el entendimiento de lo complejo destinado a los
adeptos. Cada uno en su interior es un adepto en la visión
interna del Saber y, en su subconsciente mental lo entenderá si
el consciente mental se abre a la Luz del entendimiento supra racional.
Si nacimos ahora lo fue porque el alma programó al subconsciente
para entender lo oculto cuanto el consciente se lo hace conocer, la
interpretación válida no será la racional,
será lo subconsciente que representa la Voz de la propia alma en
la encarnación lo que al consciente le hará entender.
Entender a modo de ejemplo que, más allá de las
catástrofes físicas planetarias se vive una acelerada
Divinización humana, proceso que conlleva la masiva
eliminación de energía negativa primitiva de lo humanoide
genético que se va transmutando en divino. Proceso que da lugar
a la sutilización mental con masiva eliminación de
energía mental negativa por la transmutación de las
partículas mentales densas en sutiles. El centro de este proceso
se encuentra en la mente y su llave es el Mejor Pensar, esa es la llave
del secreto arcano del Cambio que vivimos, todos la tenemos, todos la
podemos utilizar, se llama MEJOR PENSAR...
Buscad en lo interno. Pedid
al Padre la Fuerza para
entender los tiempos y con Actitud Mental Positiva saber enfrentarlos para seguir adelante. Hacedlo con
el
convencimiento que todos estamos preparados en un mundo en que la
mayoría vive bloqueado mentalmente por no querer entender que
somos más que un cerebro pensante. Este escrito queda para que
cada lector por sí mismo logre entender qué es y saber
que
la carrera la puede ganar y, en lo posible frente a los remezones de
estos tiempos, entender el Aviso que ellos traen a una humanidad que no
quiere ver ni escuchar. Quien lo entienda, al así hacerlo
engrosará las filas del 1% que desde hace años ya
está en carrera para ayudar a que la nota humana abra las
puertas a lo divino que ahora actúa para nuestro
ascenso evolutivo que, a su debido tiempo, todos lograremos realizar.
Y, en tu correr no olvides que:
No temas ir despacio, solo teme no avanzar
Dr.
Iván Seperiza Pasquali
Quilpué
-
Chile
Abril de
2010
Con
la absoluta certeza que pasaremos 2013 y conoceremos la Verdad que nos
Liberará.
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