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I. K. Taimni
Enseñanza de un Maestro

Proemio

Un creciente número de personas inteligentes propensas a lo espiritual,
está apartándose de las ideas ortodoxas sobre religión y filosofía,
para emprender la búsqueda de la Realidad Primaria que está oculta en lo interno de todo ser humano,
y que es la meta final de todo empeño espiritual y autodisciplina.

I. K. Taimni


El día 1 de agosto de 2004 en el CiberEscrito 125, "Preguntas con Respuesta 2004" supuse que la Misión de CiberEscritor finalizaba y señalé:
 
¿Qué me faltó escribir y hubiera deseado como CiberEscrito dejar?

Me hubiera agradado haber logrado escribir 6 títulos más:

1.- El dedicado a Leonardo da Vinci un genio del futuro nacido en el pasado.
2.- El dedicado al Dr. Albert Schweitzer.
3.- El dedicado al último Maestro que estuvo entre nosotros con forma física, I. K. Taimni.
4.- Repetita Iuvant -III- con las claves más relevantes dejadas en estos 125 escritos.
5.- Un relato de ficción sobre las vivencias de Zoltan en su Misión Tierra y los recuerdos de su mundo en la cuarta dimensión.
6.- Un relato imaginario de mi visita a la quinta dimensión y verme como alma preparando la nueva encarnación en el trabajo grupal de seres afines entre sí.

Tal parece no estaba escrito que finalizara la labor en el Portal Mundo Mejor y, el anhelo 2 se hizo realidad con el escrito N° 316 al igual que el 3 lo había sido antes con el título N °195. Hoy, por una causalidad, dedico un segundo título a ese anhelo 3, lo escribo separado por 231 nuevos escritos del pretérito 125, para no decir 5 años 8 meses... de agosto del 2004. Cabe la pregunta sobre el por qué no surgió un título para Leonardo da Vinci, o un Repetita Iuvant III, no sobre la base de los primeros 125 títulos sino del global 355, aun cuando hay dos Repetita Iuvant más que son puntuales, uno sobre Música, el N° 160 y otro sobre la Reprogramación Mental, el 209, por si alguien lo olvidó Repetita Iuvant significa que las repeticiones son útiles.

Los dos relatos de ficción del anhelo 5 y 6 quizá se han visto frenados por una máxima para estos tiempos:

Pasó la hora de caminar, prepárate ya para correr.

CORSA, CORSA, CORSA
RUN, RUN, RUN
CORRIDA, CORRIDA, CORRIDA
LAUF, LAUF, LAUF
COURSE, COURSE, COURSE
CORRE, CORRE, CORRE

Y, los 43 títulos, del 313 al 356, de la última sección NetEscritos, de una u otra forma, en su contenido DE ADVERTENCIA, son cual instructivo para la carrera que lo es contra el tiempo... Carrera que todos debiéramos correr y podemos ganar en este fin de tiempo que ya se inició y los más ignoran o no están preparados para afrontar y serán sorprendidos por los acontecimientos que más los frenarán. Esta es una carrera contra uno mismo, un correr en que lo denso mental en cada uno tiene que ser superado por lo sutil durante una maratón cuya META no es inalcanzable.


Desarrollo

Tal vez no haya más irónico ni más trágico en la vida humana que el fanatismo religioso,
que anula el verdadero propósito de la religión
y la razón de su existencia promoviendo el odio y el conflicto entre los hombres,
y bloqueando totalmente sus potencialidades superiores.

I. K. Taimni

El día 4 de julio de 1982 fui invitado a dar una Charla en la Sociedad Teosófica de Chile, allí, al inicio señalé:

Humilde y respetuosamente me permito rendir un homenaje a un Teósofo, desencarnado hace pocos años, para mi modesto entender, un Maestro, me refiero a I. K. Taimni. Su Enseñanza escrita ha dado LUZ en mi Sendero.   



La Enseñanza de Taimni dio Luz en mi sendero al permitirme entender a Dios actuando desde lo Inmanifestado en ÉL en lo Manifestado por ÉL, que es donde nos encontramos en un ciclo de retorno a ÉL, ciclo iniciado cuando cada uno como Espíritu individual desde ÉL emanó con una específica Misión a cumplir pasando por una serie de mundos en los diferentes planos de Su Creación, siendo esa Creación fruto del PENSAMIENTO de DIOS. La Cosmovisión con su Cosmogénesis perdió parte de sus velos y eso quedó en mi primer libro del año 1982 y, en especial, más ampliado en muchos títulos que son parte del Portal de InterNet a contar del año 1998, como lo es por el ejemplo dar sentido al sin sentido inicial del paradigma big-bang de la Ciencia que, cual regalo de cumpleaños recibí y logré escribir en una madrugada de noviembre de 2005. Ese título 226 se llamó GOD BANG. Ellos, los sabios de la materia, nos dicen:

La relatividad general indica que hace aproximadamente 10 o 20 mil millones de años el universo estaba infinitamente contraído: la distancia entre dos puntos cualesquiera era cero, la densidad de la materia era infinita y el volumen del universo entero era cero. El universo pasó a estar en un estado muy singular; Sucedió un evento singular, muy semejante a una gran explosión  el  momento de su origen, que es llamado el "Big Bang" o Gran Explosión...

Sobre la base de la Enseñanza supramaterial de Taimni pude replicarles que:

Siento que, no de hace 10 o 20 mil millones de años, sino que a lo menos 150 mil millones de años, vivimos la presencia de la realidad infinitamente contraída del vacío absoluto como fruto de una Idea Divina de materia de densidad infinita y volumen cero, idea previa a la Manifestación Universal de nuestra evolución. Sin embargo captamos que ese vacío de infinita contracción con volumen cero y densidad infinita de materia no lo es tal, es ya un poderoso OmniPensamiento con expansiva Fuerza, Energía e Información que por SU Programación permite a las dimensiones, el tiempo y el espacio ser para la VIDA sin AZAR sino que en un perfecto orden cósmico LA MENTE DIVINA Ideado. Ese vacío sin límites es latente Inteligencia Pura infinita que al hacerse manifiesto crea, a la velocidad del pensamiento, bruscamente, la Expresión Manifestada formando un punto en el espacio-tiempo relativo que ÉL ha creado. Ese punto infinitesimal dotado de infinitas potencialidades, da lugar a la explosión cósmica desde la Mente de DIOS, que he llamado GOD Bang cual gran explosión inicial para este universo, seguida de innúmeres pequeñas explosiones de programada energía mental en un vacío que, a pesar del universo con sus galaxias, sigue vacío desde el punto de vista físico de la materia y, por la acción de la Divina Mente estalla en su creadora idea conceptual y se hace realidad manifiesta inentendible para nuestras limitadas mentes expresadas por un cerebro de tercera dimensión: Y a la velocidad del Divino pensamiento se expande en una maravillosa e infinita secuencia de constantes e ininterrumpidas  pequeñas explosiones de renovada  Fuerza, Energía e Información, obra Pura de la acción Creadora del Pensamiento de DIOS plasmado en realidad manifestada por SU  Voluntad  que todo lo compenetra y que a todo le permite armónicamente ser. Lo hace sin azar en una matriz holográfica preestablecida de lógica secuencia. Toma forma lo Manifestado en la matriz conceptual del Pensamiento Divino y se plasman los modelos de las subpartículas cuyas agrupaciones darán lugar a partículas y átomos con los elementos de cada una de las dimensiones y sus subniveles, donde cada átomo está separado de su vecino como un sol lo está de otro sol, por un 99.99% de vacío. Se plasman las matrices de las agrupaciones de átomos que pasarán a ser moléculas y en su conjunto células. Se plasman las matrices de los sistemas solares con sus planetas, donde cada sol está separado del vecino por un vacío de 5 años luz de distancia a lo menos, es decir todo ese Micro y MegaUniverso al que la agregación de conjuntos de miles de millones de sistemas solares va dando lugar a galaxias, cuyo conjunto dará lugar a hipergalaxias, su conjunto da lugar a megagalaxias en variados planos de la vibración de la Inteligencia Pura del Pensamiento primigenio. Es un 99.99% de aparente vacío que para nuestros sentidos será lo sólido gracias a la mente que viene estructurada por el alma para sentir sólido lo que llamamos materia, pero que para la realidad atómica es a su vez un 99.99% de vacío sustentado en aparentes condensaciones llamadas partículas y subpartículas que no son tales, aunque para la mente son. Vemos, vivimos y vivenciamos en una ilusoria realidad o "Maya" fruto de la conceptualización de nuestra mente hecha al aparente vacío que toda la Manifestación es. Vacío que representa Absoluta Inteligencia Pura Creadora en constante actividad, la que a todo le permite ser y existir, y ser nosotros reales en una existencia aparentemente inexistente, un TODO sustentado en la indivisible unidad del Primigenio Pensamiento que permite ser a la Creación Universal, en un matemático lógico orden perfecto con una natural razón de ser como es la de dar el "terreno" para la acción de nuestros espíritus que emergerán desde lo Inmanifestado para desarrollarse en lo creado. A la velocidad de la Instantaneidad del Divino Pensamiento surgido desde la Inmanifestado en DIOS, apareció lo Manifestado en DIOS, cual si siempre el universo hubiese estado allí, sin pasado previo. Eso, si así quieren llamarlo, fue el Big Bang seguido de continuos Little Bangs que seguirán hasta un infinito. Sin embargo, todo lo creado debe, a su debido tiempo, finalizar y este universo en aparente eterna expansión dejará de ser cuando los espíritus emanados desde DIOS, con su Misión cumplida logren manifestar los atributos necesarios para su desarrollo... En un ciclo de nunca acabar ante la emanación desde DIOS de nuevos espíritus que requerirán nuevos universos. Todo está regido por un Propósito estructurado en una Cósmica CAUSALIDAD. Causalidad de la que cada uno como ser humano es importante.

De la amplia y variada Enseñanza Esotérica y práctica de Iqbal Kishen Taimni (1896 - 1978) rescato lo siguiente:

a.)

    Aunque la Verdad es cuestión de realización directa por propio esfuerzo individual, tenemos a nuestra disposición una preciosa literatura que da las experiencias y recomendaciones de los que han obtenido realizaciones directas de esta Verdad en diferentes grados siguiendo diferentes métodos. Los Upanishads y otros tratados similares pertenecientes a otras religiones, están llenos de experiencias y exhortaciones de quienes han obtenido vislumbres de la Verdad Suprema y han querido compartir sus experiencias con otros que también estaban buscando la misma Verdad bajo otro nombre y siguiendo un método diferente.
    El estudiante, sin embargo, debe ejercer su discernimiento al revisar esa literatura, y tratar no solamente de separar lo profundo de lo espurio, sino también notar a qué categoría pertenece cada tratado. Un tratado puede dar en términos brillantes las experiencias particulares de un místico que haya elevado temporalmente su conciencia a un nivel más elevado en un éxtasis. Otro puede presentar un panorama exquisitamente bello de horizontes cada vez más amplios en la larga jornada hacia nuestra meta espiritual. Un tercero puede darnos no sólo una vislumbre inspiradora de nuestro objetivo espiritual, de una manera magistral, sino también trazar los principios generales en que se sustentan los métodos para alcanzarlo.


b.)

¿Qué es esta mente por intermedio de la cual nos ponemos en contacto tanto con el mundo exterior como con la Realidad que subyace en la base de este mundo externo? No es fácil explicar la naturaleza de la mente sin entrar en un número de preguntas de naturaleza filosófica. Hablando aproximadamente, se puede decir que la mente es un misterioso producto de la interacción de consciencia y materia. Donde quiera que la conciencia funcione a través de un vehículo, el cual siempre tiene una base material, la mente entra en juego, dependiendo su sutileza de la densidad de la materia que compone el vehículo. Por lo tanto, la mente depende para existir de ambas: la materia y la consciencia. Ahora podemos considerar a la consciencia pura como la Realidad que es indivisible, inmutable y sin atributos. Por lo tanto, cuando la consciencia se manifiesta en los distintos planos dotados con diferentes clases de atributos, no se trata de la consciencia misma sino de los diferentes grados de o mente. Los fenómenos de los planos superiores, especialmente aquellos a los que nos referimos como “espirituales”, parecen tener lugar en la consciencia, puesto que son infinitamente más gloriosos y sutiles comparados con los del físico, o aún con los planos superfísicos más densos. Pero en realidad ellos tienen lugar en los grados más sutiles de la mente los cuales son tan sutiles que solamente una percepción aguda puede distinguirlos de la consciencia pura. Desde el más alto punto de vista filosófico cada expresión de la consciencia, por más sutil que pueda ser, debe ser considerada como un fenómeno mental porque, donde quiera que haya forma y atributo existe una consciencia condicionada y esto significa la presencia de la mente. Es cierto que la explicación anterior no esclarece la naturaleza de la mente misma, pero intentarlo sería entrar en cuestiones altamente filosóficas.
    Al menos se verá, que la percepción de las verdades de la vida superior en general, y del Ser Divino que buscamos contactar en particular, depende de las condiciones de nuestros vehículos, de cuán puros y sensitivos sean y en qué grado puedan reflejar SU conciencia en nuestra mente.
    Detengámonos por un momento sobre los factores que determinan el reflejo de la Conciencia Divina en nuestra mente y por lo tanto, nuestra realización de aquélla Verdad Suprema que está oculta en esa conciencia. Al tratar estos factores no podemos menos que trasladarnos a otro tipo de ilustración, cambiando de la esfera de luz a la del sonido. Consideremos los factores que determinan la calidad o perfección de la música producida por un instrumento musical como el sitar. ¿De qué depende la perfección de la música producida por un sitar en lo que al instrumento se refiere? Depende también del músico, pero dejemos al músico por el momento y consideremos el instrumento solamente. Si examinamos este asunto cuidadosamente veremos que la calidad de la música depende de tres factores: 1) el material de las cuerdas; 2) la tensión a la cual están sujetas; 3) la armonización o afinación de las cuerdas entre sí.
    Con respecto al primer factor, podemos ver que la aleación de que están hechas las cuerdas es de gran importancia. No se puede usar cualquier clase de cuerdas sobre la caja de resonancia de un sitar y obtener de él las notas correctas. Las aleaciones deben ser de un tipo especial, capaces de producir las notas puras y delicadas con los armónicos necesarios que imparten esa exquisita calidad a la buena música instrumental. Segundo, las cuerdas deben estar sujetas a una tensión definida para producir las notas requeridas. Una cuerda flojamente tensada no puede producir sonido alguno. Debe estar sujeta a una tensión, la cual debe ser finamente ajustada para producir una nota definida. El tercer factor importante es la afinación del instrumento, la armonización de las notas entre sí. Las notas requeridas pueden ser producidas por las distintas cuerdas pero si ellas no están apropiadamente afinadas entre sí, el efecto total será discordante y no musical.
    En forma similar, la capacidad de nuestros vehículos para reflejar la conciencia más elevada o para hacer descender fuerzas espirituales desde los planos superiores, depende de tres factores. Primero, de la naturaleza del material que compone los vehículos: cuánto más fino sea este material, más fácilmente el vehículo podrá responder a las vibraciones más sutiles de los planos superiores con su capacidad general para responder a las diferentes clases de vibraciones espirituales, mentales o emocionales. Cuánto más predomine la materia sutil más efectivamente puede servir el vehículo como un instrumento de la consciencia superior. El segundo factor es el afinamiento de la mente a los ideales más elevados lo cual corresponde a la tensión de las cuerdas en el instrumento musical. Si la mente está llena de emociones y aspiraciones correctas, y si se halla presente un alto grado de auto-entrega y el alma está anhelando la unión la Conciencia Divina, sólo entonces el Divino Músico podrá ejecutar sobre los vehículos y producir exquisita música. Las aspiraciones vagas y débiles del aspirante corriente son como una cuerda insuficientemente tensada que solamente puede producir una nota baja y apagada. El tercer factor es la armonización de los diferentes vehículos entre ellos mismos. Todos ellos no sólo deberían estar afinados con los ideales más elevados sino que también deberían estar perfectamente armonizados entre ellos. Si los deseos arrastran al aspirante en direcciones diferentes, o si la intuición no aprueba lo que la mente decide, se tiende al conflicto interno y a la desarmonía, y su mente es como un carro de guerra cuyos caballos lo arrastran en diferentes direcciones. Todos los vehículos deben estar sintonizados con un ideal, aunque éste pueda no ser el supremo, para que puedan estar adecuadamente armonizados entre sí. De esta manera se establece un círculo virtuoso —si se puede usar esta frase— de las prácticas que elevan gradualmente el nivel general de su mente y el nuevo nivel así obtenido permite ascender a un grado mayor de aspiración, exaltación e iluminación. El proceso no es diferente de la construcción de un rascacielos en el cual la terminación de cada piso sucesivo permite que todo el proceso de construcción se transfiera al próximo nivel superior.


c.)

Aforismo del lat. aphorismus, y este del griego ἀφορισμός -definir- es una sentencia breve que se propone como regla en alguna ciencia o arte, es una declaración o sentencia concisa; acordada por un gran número de eruditos en el tema; que pretende expresar un principio o la verdad en una manera concisa, incoherente y en apariencia cerrada. Entre nosotros se usan muchos aforismos populares anónimos y otros con autor conocido:
Lo bueno, si breve, dos veces bueno. - Baltasar Gracián
Lo que no te mata, te hace más fuerte. - Friedrich Nietzsche
La filosofía no es una doctrina, sino una actividad. - Ludwig Wittgenstein
La gente pierde su empatía, cuando más la necesita. - Arturo Mendívil
La muerte no es más que el paso a una mejor onda craneal, te sitúa fuera de tu percepción sin límite. - Jonás Barnaby
El tiempo perdido nunca se vuelve a encontrar. - Benjamin Franklin
La enfermedad es la mayor imperfección del hombre. - Georg Christoph Lichtenberg
El mejor juguete de un niño es... otro niño. -Rafael Soriano
Más das, más recibes. - Duque de Yñigo
A los hombres fuertes les pasa lo que a los barriletes; se elevan cuando es mayor el viento que se opone a su ascenso. -José Ingenieros
A algunos hombres los disfraces no los disfrazan, sino los revelan. Cada uno se disfraza de aquello que es por dentro. -Chesterton
La duda es uno de los nombres de la inteligencia. -J. L. Borges
Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a llevársela. -Pitágoras
Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad. -José Martí
Bendito el hombre que no teniendo nada que decir se abstiene de demostrarlo con sus palabras. -G. Eliot
Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin, o conformidad con lo inepto, sino voluntad de bien. -Antonio Machado
Creeré siempre en la inmortalidad... tanto tiempo como siga vivo. -Leonid S. Sujorúkov
El Orden de la poesía sólo es posible como emanación del Caos. -Enrique G. Gallegos
Las leyes condenan al que roba un pan y absuelven a quién roba una ilusión. José Narosky
La violencia es la hija bastarda de la impunidad y la corrupción. J. F. Ochoa
La inteligencia viste de inocencia la violencia. -G. Antuan Suárez
Uno de los síntomas de que se acerca una crisis nerviosa es creer que el propio trabajo es terriblemente importante. -Bertrand Russell
El futuro nos tortura, el pasado nos encadena. He aquí porqué se nos escapa el presente. Gustave Flaubert
La mayoría de las ideas fundamentales de la ciencia son esencialmente sencillas y, por regla general pueden ser expresadas en un lenguaje comprensible para todos. Albert Einstein.
Un aforismo es un novela de una línea. -Leonid S. Sukhorukov

I. K. Taimni en varias obras se ha encargado de dar a conocer lo breve de aforismos milenarios hindú, ellos representan la síntesis de un conocimiento oculto dejados para ser ampliados en una compleja Enseñanza Revelada, misión que Taimni cumplió dando forma a lo abstracto e incomprensible para los más de manera comprensible para los más que anhelan Pensar Mejor... 10 Aforismos u ocultas Enseñanzas relacionadas con la comprensión subconsciente para nuestro necesario y quizá "urgente"  Despertar, de Taimni, acá dejaré en el Exotérico CiberEspacio:

1.

Aforismo:
La Realidad Suprema, en su aspecto como Conciencia Universal, absolutamente autónoma y completa en sí misma, es la causa fundamental de la manifestación y de llevar un sistema manifestado hasta su señalada consumación.

    Es obvio que si un aspirante, envuelto en este mundo de limitaciones e ilusiones, ha perdido la conciencia de su naturaleza Divina como resultado de ese envolvimiento, deberá reconocer la naturaleza esencial de este mundo en que está envuelto, si quiere comprender y aplicar los medios necesarios para recobrar su libertad. Para este propósito no necesita adquirir un conocimiento detallado de cosmogénesis y los problemas filosóficos relacionados, sino únicamente aquel conocimiento fundamental y esencial acerca de la naturaleza del universo, que arroje luz sobre el proceso del envolvimiento y los medios de obtener Liberación.
    Para comprender el significado profundo de este aforismo, téngase en cuenta la doctrina Oculta de que el universo manifestado es la aparición periódica de un fenómeno mental, que emerge del estado Inmanifestado de la Realidad y después de cumplir su carrera se fusiona en la misma Realidad. No es pues cuestión de 'crear' en el sentido ordinario, sino de proyectar de adentro hacia fuera y luego retraer de afuera hacia dentro. Aunque en verdad no puede haber ni 'adentro' ni 'afuera' en una Realidad que por ser un estado integrado abarca todo sin que nada pueda existir fuera de ella. Pero empleamos estas palabras porque tratamos de considerar estas cosas desde abajo, desde los planos inferiores de la manifestación, y vemos que el universo manifestado sale de algo Inmanifestado que no podemos visualizar ni comprender realmente.
    Si este orden y modo de manifestación están inherentes en la Naturaleza Divina, y si la manifestación tiene lugar conforme a esta naturaleza inherente, entonces esto implica cierto grado de pre-determinismo. Pero esta clase pre-determinación puede coexistir con la Autonomía, del mismo modo que la existencia de leyes naturales puede coexistir con la libertad de utilizar esas leyes para lograr ciertos resultados deseados. Por ejemplo, no obstante la ley de gravitación, podemos lanzar vehículos espaciales que al llegar a cierta distancia quedan independientes de la gravitación.
    De la misma manera, la conciencia existe en varias 'capas' que dependen de la densidad de la materia en que funciona. Cuanto más desciende la conciencia a niveles más densos de manifestación, más restringida queda en su libertad y poder. Pero puede retrotraerse a sus niveles más internos, y al hacerlo así aumenta su libertad Volitiva hasta que en el nivel más interno se vuelve absoluta. El los planos espirituales su libertad es mucho mayor y crece firmemente a medida que se acerca al Centro de la Realidad. Se verá, pues, que este estado más elevado de la Realidad es el que es Autónomo, y no sus expresiones en la Naturaleza, o Materia.
    El alma individual, por ser una expresión de la Realidad Suprema, es libre en su naturaleza más íntima; pero al quedar envuelta en la manifestación queda restringida su libertad, y cuanto más bajo sea el nivel al que descienda mayor será esa restricción. Este proceso de restricción progresiva se reversa gradualmente con la evolución de la conciencia, hasta que recobra su libertad inherente cuando vuelve a alcanzar la plena comprensión de la Realidad en la cual tiene su centro. Recobrar esta comprensión por medio del reconocimiento o realización de su naturaleza Real, es el objeto de la Realización Directa con la cual se obtiene la Libertad absoluta o Liberación.
    Nótese la profunda significación de la parte de este aforismo que implica el proceso total de la manifestación desde el principio hasta el final. Conforme a la doctrina Oculta, el universo manifestado no sólo aparece periódicamente sino que recorre su carrera de acuerdo con un Plan que está presente en la Mente Divina y que se desenvuelve conforme a la Ideación que ocurre en esa Mente. Sólo cuando la conciencia de un individuo es capaz de hacer contacto con la Mente Divina, se da cuenta cabal del funcionamiento de esa Mente y conoce el esplendor de las Realidades internas que están ocultas en los planos espirituales respaldando el funcionamiento aparentemente sin propósito y caótico del universo físico. La Ciencia, que no ve sino esta corteza externa y no se da cuenta de la existencia de estas realidades internas, naturalmente no ve el universo sino como 'un concurso fortuito de átomos' o una expresión caótica de energía en múltiples formas. Sus teorías acerca de la naturaleza y origen del universo tienen que ser falsas, por consiguiente, pues están basadas en datos muy incompletos y en postulados arbitrarios.

2.

Aforismo:
La Realidad Suprema, al descender de la etapa de Conciencia pura; se contrae y se identifica con las imágenes de los objetos presentes en el campo de la conciencia, y de este modo se convierte en la mente individual.

    Este aforismo arroja luz sobre la naturaleza del mecanismo mental de múltiples capas que surge a la existencia, que alborota el campo de la conciencia, que estorba la comprensión de sí mismo y así esclaviza al Yo Individual. Este mundo o mecanismo mental, en conjunto, que aparee en el campo de la conciencia, es lo que el aforismo llama “la mente individual”.
    ¿De qué naturaleza es la mente individual? Según este aforismo, esta mente no es sino un derivado o una forma degradada de la Realidad Suprema. Nace cuando la Conciencia pura desciende a un estado inferior y produce un mundo manifestado en una escala macrocósmica o microcósmica.
    ¿Cómo es ese descenso de la Conciencia pura? En términos del pensamiento moderno, podemos describirlo mejor como una diferenciación del estado integrado de Conciencia pura, en múltiples estados mentales que se presentan en diferentes planos de manifestación. Este proceso es análogo al de la dispersión de la luz blanca en un espectro multicolor por un prisma.
    El papel del prisma en el fenómeno de la luz, corresponde al papel del Punto en la diferenciación de la Conciencia en diversos estados mentales. La Conciencia pura, al pasar a través del Punto por medio del cual se proyecta el mundo manifestado, se diferencia; y entonces aparece en el campo de la conciencia un mundo mental. Este mundo mental corresponde al plano de la manifestación, y depende del Yo Individual. Este mundo mental se deriva de la Conciencia, se compone de los productos diferenciados y degradados de la Conciencia, obscurece la Conciencia, y ata al individuo al mundo mental que se ha formado en el campo de la conciencia.
    Este mundo mental, en su conjunto, que existe en diferentes planos, es lo que mantiene cautiva al alma individual hasta que alcance la Realización Directa y perciba la mente como una parte integral aunque diferenciada de la conciencia.
    Es interesante observar los aforismos que dicen: "Entonces el Perceptor queda establecido en su propia naturaleza esencial y fundamental", y "En otros estados (el Perceptor) se identifica con las modificaciones (de la mente)". Esta última frase corresponde a la frase "se contrae y se identifica con las imágenes de los objetos presentes en el campo de la conciencia" del aforismo que estamos comentando. Ya sea que digamos que la Conciencia Universal se contrae en la forma de los objetos de percepción presentes en el mundo mental, o que la Conciencia pura se identifica con los objetos presentes en la mente, nos estamos refiriendo esencialmente a la misma transformación parcial del estado de conciencia integrado a los estados mentales diferenciados que resultan.
    El punto importante y significativo que anotar en este aforismo, es que la mente no es un principio enteramente diferente e independiente, sino un producto degradado y diferenciado de la conciencia, inseparable de ésta. Y a esto se debe a que la mente puede revertirse al estado original de Conciencia pura de donde se derivó. También es por esta razón que el universo puede aparecer y existir como un fenómeno puramente mental en la Conciencia Divina, y luego fundirse otra vez en esa misma Conciencia al llegar la hora de la disolución.

3.

Aforismo:
El yo inferior, que no tiene sino conocimiento ilusorio, no es sino esta mente en su naturaleza esencial.

    El Yo Espiritual del hombre es un centro de Conciencia de la Realidad Suprema. Aunque es eterno y esencialmente de la misma naturaleza que el Ser Universal, su conciencia se obscurece al quedar envuelto en la manifestación. Este obscurecimiento es apenas parcial en los planos espirituales. Y cuando ha desarrollado adecuadamente sus potencialidades ocultas, el Yo Espiritual puede recobrar la plena conciencia de su Ser Real y así liberarse del sutil mecanismo mental en que está aprisionado. Este estado es el que se llama Liberación.
    Este desenvolvimiento de las potencialidades infinitas que están inherentes en el centro de Conciencia de todo ser humano, se logra por el proceso dual de Reencarnación y Karma, como lo saben bien los estudiantes de Ocultismo. La expresión parcial del Yo Espiritual en cada encarnación produce la formación de una entidad casi independiente pero temporal, en los tres planos más bajos. Esta entidad es el yo inferior.
    Por tanto se verá que se puede considerar como triple la naturaleza del hombre, consistente de los elementos Real, espiritual y temporal. El alma o conciencia pura funciona en el mundo de la Realidad sin que lo afecten las ilusiones de los mundos de manifestación, y esa mismo alma funciona en los mundos de manifestación envuelto en todas sus ilusiones y limitaciones.
    En esta concepción dual se considera que los mundos espirituales y los mundos temporales son las partes superior e inferior de un mecanismo psíquico en el que el alma está envuelta. Se considera que la mente y las ilusiones que ella crea difieren solamente en cuanto a sutileza en los planos espirituales y temporales. Y se considera que el alma alcanza la Liberación solamente cuando transciende por completo la mente y logra plena comprensión de la Realidad.
    Es difícil comprender la naturaleza del Yo Superior porque él está por encima del campo de la mente inferior en donde la mayoría de nosotros estamos confinados. Pero podemos comprender hasta cierto punto la naturaleza del yo inferior que ocupa cuerpos en los tres planos inferiores y vive en el mundo mental que crea con sus propios pensamientos, emociones y deseos. Como este yo inferior es una expresión parcial o reflejo del Yo Superior, el conocimiento acerca de la naturaleza del yo inferior puede permitirnos vislumbrar algo de la naturaleza del Yo Superior.
    ¿Cuál es la naturaleza de este yo inferior? Un análisis cuidadoso e impersonal de la vida de un ser humano corriente nos permitirá comprender la verdad indicada en este aforismo; que el hombre común no tiene la más ligera comprensión de su naturaleza Real y está por tanto completamente inmerso en la vida ilusoria de los mundos inferiores; que no es nada más que una criatura de su mente inferior y de las emociones y deseos asociados con esa mente inferior como partes de ella. Aunque está enraizado en el alma y es una expresión muy parcial de esa alma, difícilmente hay alguna oportunidad de comunicación entre el Yo Superior y el yo inferior.
    Es cierto que todas las fuerzas y energías que mantienen la vida del yo inferior provienen al fin y al cabo de la Realidad Única que es la base del universo. Pero como el yo inferior no tiene conciencia de esto, su vida puede considerarse prácticamente como un fenómeno puramente mental. En el hombre la expresión de su naturaleza espiritual significa por lo menos una comprensión parcial de sus potencialidades Divinas y de su destino, y algún esfuerzo siquiera por regular su conducta de conformidad con las leyes e ideales de la vida espiritual. Si no hay absolutamente nada de esto, se puede considerar al individuo prácticamente como una criatura mental sujeta a las ilusiones que la mente crea.
    El Yo Superior también funciona en el campo de la mente, aunque de una mente de naturaleza mucho más sutil, y con una comprensión parcial de la naturaleza espiritual del hombre y del universo. Por tanto, las ilusiones a que el Yo Superior está sujeto son de índole más sutil y no las puede comprender el yo inferior. Empero, existen esas ilusiones y hay que superarlas completamente antes de poder alcanzar la Liberación.

4.   

Aforismo:
De la Realidad Suprema se deriva el alma individual, envuelta en ilusiones mundanas, como resultado de la limitación del Poder Divino y del obscurecimiento de la Conciencia Divina al funcionar esa Realidad por medio de un centro individualizado.

    Este aforismo y otros arrojan más luz sobre la índole y el comportamiento del individuo corriente que vive su vida en las limitaciones e ilusiones de los mundos inferiores. La Conciencia Universal, al centralizarse y quedar limitada, se convierte en la mente del individuo y provee la base del mundo mental, que él crea en torno a ese centro.
    Pero conciencia y poder son polos relacionados y deben funcionar juntos en la manifestación. Y así, cuando la Conciencia Universal se centraliza y se limita y forma la mente individual, el Poder Universal también debe quedar centralizado y limitado simultáneamente en su funcionamiento en la vida del individuo. Esta simultánea limitación del poder y de la conciencia es lo que da por resultado el envolvimiento del alma en las ilusiones y limitaciones de los mundos inferiores. De suerte que aunque no podemos entender, mientras no hayamos alcanzado la Realización Directa, por qué el alma queda envuelta en los mundos inferiores, sí podemos obtener alguna idea acerca del mecanismo de este envolvimiento.
    El hecho que el Alma Individual entre a la existencia como resultado de la centralización y contracción de la Conciencia y Poder Divinos, es de gran significación porque nos da una guía con respecto al método para liberar al individuo de las ilusiones y consecuentes limitaciones de la vida en los mundos inferiores. Lo que esa centralización y contracción hizo, puede deshacerlo la descentralización y expansión de la conciencia limitada del individuo. Cuando ese ego personal queda completamente disuelto, la conciencia individual queda 'descentralizada', se ensancha y se unifica con la Conciencia Universal. Y cuando la conciencia queda libre de las limitaciones debidas a su centralización, desaparecen simultáneamente las limitaciones causadas sobre los poderes. Esto es lo que realmente significa la Realización Directa.
    El oscurecimiento de la conciencia y limitación del poder, en el caso de un alma, son producidos por la centralización de la Conciencia y del Poder Universal que son infinitos y libres. La Ilusión primordial que sustenta el mundo de la manifestación, se llama Maya. 
    Como resultado de la centralización de la Conciencia y del nacimiento de un individuo separado con un mundo mental limitado en el que queda confinado y funciona, entra en juego una nueva fuerza llamada Karma, la cual afecta su vida en todos los campos y regula el desenvolvimiento sus potencialidades. Esta fuerza que es acumulativa, se convierte en un factor permanente en la vida del individuo, y lo ata a los mundos inferiores en que está envuelto. Hay que agotarla o disiparla completamente por la acción que no causa karma, antes de poder alcanzar la liberación de las ilusiones de los mundos inferiores.
    Se Verá por tanto que hay tres factores definidos en la vida del alma individual: Ilusión, Centralización y Karma, los cuales la mantienen envuelta en los mundos inferiores ilusorios, y que quien aspira a la Realización Directa tiene que tomarlos todos en cuenta al preparar los medios de liberarse de los agentes que oscurecen la Conciencia y que estorban el fluir del Poder Divino en el individuo.
    Estos tres agentes oscurecedores son los que mantienen al alma envuelta en las ilusiones de los mundos inferiores y atada a la rueda de nacimientos y muertes. Y solamente cuando el alma logra librarse de todos los tres puede alcanzar su Liberación.
    Al considerar las limitaciones que se le imponen a la Conciencia y Poder al pasar a través de un centro, es necesario recordar que lo que impone estas limitaciones no es realmente la centralización de la Realidad, sino la falta de desarrollo y de receptividad del mecanismo que se forma alrededor de ese centro. Lo que realmente limita a un centro es el círculo que lo rodea, y no el centro mismo. Un centro de una esfera con infinitos radios, difiere del estado vacío ilimitado en calidad y no en cantidad. Los Logos de los sistemas manifestados también tienen que trabajar a través de un centro de conciencia en la Realidad Suprema, pero son Omniscientes y Omnipresentes en lo que atañe a sus propios sistemas. Incluso el Absoluto tiene dos aspectos, el Vacío ilimitado y la Plenitud central, que se concentran en el Gran Punto Eterno.

5.

Aforismo:
La causa esencial de que el alma quede cautiva en los mundos ilusorios, es que se envanece con su propio poder limitado, por falta de conocer aquella Realidad que es la fuente de todo poder.

    ¿Cuál es el estado mental que explica el cautiverio del alma en lo Ilusorio? En otras palabras, ¿cuál es la causa esencial de que el alma quede envuelta en las ilusiones de los mundos inferiores, a pesar de ser esencialmente Divina y de tener su verdadero hogar en el mundo de la Realidad?
    Según este aforismo, la causa es que tomamos equivocadamente los poderes Divinos limitados que descienden de lo alto a través del centro de nuestra conciencia individual, y nos envanecemos con ellos creyendo que son nuestros. Lo cierto es que todos esos poderes, sin excepción, tienen su fuente en el amplisimo Poder Divino inherente en la Conciencia Divina, y se nos han dado temporalmente para que podamos funcionar en estos mundos como instrumentos de la Vida Divina. Su fuente no está en la individualidad, ni le pertenecen a ella. Nuestro engreimiento consiste en que nos imaginamos que su fuente está en nosotros; y no en que los utilicemos.
    Esta ilusión es semejante a la que tenemos con respecto a la conciencia. Lo cierto es que nuestra conciencia individual es una expresión parcial de la Conciencia Divina, y que nuestra mente es una expresión parcial de la Mente Divina; pero por falta de discernimiento las consideramos como de propiedad nuestra y nos creemos libres para utilizarlas como queramos. Lo cual produce un falso sentido de egotismo con brotes tales como el orgullo, el mal uso del poder, la adhesión, el egoísmo.
    Estas cosas nos suceden a todos, pero los efectos son más pronunciados en personas colocadas en posiciones donde pueden ejercer un grado extraordinario de poder, político, mental, económico o de cualquier orden. La corrupción mental y moral que generalmente sigue a la posesión y uso del poder, es un fenómeno bien conocido que vemos por todas partes. Se vuelve cada vez más común y prominente y desmoralizador en sus efectos, porque el crecimiento de las instituciones democráticas y socialistas le da a un mayor número de gente la oportunidad de obtener poder y usarlo mal en sus propósitos egoístas. Esto se disfraza generalmente bajo el manto de trabajo en pro del mejoramiento de las condiciones económicas, sociales o políticas de los demás, y por eso logra engañar a muchos. Pero los que tienen algún discernimiento y no están aprovechándose personalmente en forma directa o indirecta, pueden ver claro esas artimañas que se adoptan para disfrazar la naturaleza egoísta y algunas veces desvergonzada de tales actividades.
    Esta tendencia está acentuándose más y más y adquiriendo proporciones alarmantes. Pero los que buscan el poder y logran obtenerlo, y los que derivan provecho de tales personas, son tan numerosos, que estas cosas se toman como naturales y hasta se las considera como uso legítimo de la libertad y los derechos humanos.
    ¿No hay, entonces, esperanza de librarnos de este mal que ha impregnado nuestras sociedades y está desorganizándolas y desmoralizándolas lenta y continuamente? Si la hay, y se apoya en la inviolable ley de Dharma o Rectitud que sostiene el universo y que endereza todo lo torcido y destruye todo lo malo en el curso del tiempo y trae sufrimiento tarde o temprano al malhechor. Cada mal lleva en sí la semilla de su propia destrucción y el fruto de su propio sufrimiento característico. Individuos que se adueñan del poder o lo consiguen y luego lo usan mal para propósitos egoístas o dañinos, se atraen su propia destrucción o desgracia tarde o temprano. Similarmente, sociedades o naciones en que la lucha por el poder y su mal uso son lo corriente, tienen que soportar las terribles consecuencias de los males que han ocasionado en formas inesperadas e impredecibles.
    Que individuos o comunidades no sigan, pues, bajo el engaño de que pueden gozar de los frutos que han recogido por el mal uso del poder que se les confió. Esos mismos frutos se tornarán amargos en sus bocas y serán la mayor causa de infelicidad y sufrimiento en sus vidas. Y cuando más crece el mal, más se acerca el día del pago, con creciente rapidez.
    ¿A qué se debe que la gente que hace mal uso del poder pierde gradualmente la conciencia de este hecho y generalmente lo usa cada vez peor? A que las acciones malas de cualquier clase, física, emocional o mental, anublan velozmente a la facultad espiritual del discernimiento, que es la que puede distinguir entre lo bueno y lo malo. Esto crea un círculo vicioso del cual es difícil escaparse, especialmente si se ha pasado de cierto punto. Solamente el desastre que piadosamente le sobreviene al malhechor rompe este círculo vicioso y le muestra, al menos por un tiempo, la futilidad de buscar atolondradamente el poder y las desastrosas consecuencias de usarlo mal.
    Estos ejemplos extremos de egoísmo que conduce al mal uso del poder, se dan para hacer ver al estudiante no sólo las consecuencias peligrosas de emplear mal el poder que se le ha confiado, sino también para mostrarle cómo nos envolvemos más y más en las ilusiones de la vida por el mal vivir. Pero esto no significa que los que llevan una vida comparativamente decente están libres de las ilusiones. Ciertamente pueden evitar las complicaciones que provienen de un mal vivir, y la falta de paz mental que lo acompaña. Pero todavía están sujetos a Maya, la Ilusión básica de la vida, tal como los demás. Para librarse de esta Ilusión básica el aspirante no sólo ha de basar su vida en la justicia, sino también en la severa disciplina.
    El estado de cautiverio en las ilusiones y limitaciones de los mundos inferiores tiene dos aspectos, uno relacionado con la conciencia y otro con el poder. Puesto que conciencia y poder están indisolublemente unidos, las ilusiones referentes a ellos se presentan siempre juntas y no pueden distinguirse fácilmente. Y, por la misma razón, sólo es posible transcenderlas simultáneamente cuando tiene lugar la Realización Directa.

6.

Aforismo:
La mente individual puede revertirse al estado de Conciencia pura, penetrando hacia su fuente central, y al contemplarla convertirse en la Realidad Suprema...

    La centralización de la Conciencia Universal, su diferenciación y extroversión en los planos inferiores, es el proceso esencial por el cual se forma la mente individual que funciona en los mundos inferiores y queda cautiva en sus ilusiones y limitaciones. La razón indica, por tanto, que el medio de terminar este cautiverio y darnos cuenta del estado integrado de conciencia y realizar nuestra naturaleza Real, será esencialmente cuestión de revertir el proceso por el cual se formó y entró a funcionar la mente individual. Esto es lo que trata de indicarnos este aforismo.
    Es obvio que el primer paso para acabar con este cautiverio y readquirir conciencia de nuestra naturaleza Real, debe ser revertir la dirección de la mente. La mente del individuo corriente que vive la vida del mundo está extrovertida, y no sólo se mantiene ocupada en las cosas del mundo externo sino que se engolfa tan completamente en ellas que ni siquiera se da cuenta del ello.
    Ahora bien, el mundo externo en el que nuestra conciencia está inmersa, es un fenómeno ilusorio, temporal y siempre cambiante, sin nada de valor Real. No puede satisfacer el hambre del alma que ha sido privada de su herencia Divina y que está ocupada en buscar constante, ciega y fútilmente lo que ha perdido, en esta vida ilusoria y cambiante del mundo. Es como un venado sediento que busca agua en un desierto, corriendo tras un espejismo huidizo hasta caer muerto.
    ¿Dónde está esa Realidad que el alma ha perdido y que es lo único que puede satisfacer su profunda hambre y darle permanente paz, felicidad y libertad de las ilusiones y limitaciones de la vida? No está en el mundo externo, sino dentro y más allá del centro de su propia conciencia, bajo múltiples capas de esplendores inimaginables de Existencia pura, y dotada de infinito saber, poder y gloria. Esta Realidad es nuestro Yo Real y no está fuera de nosotros. De suerte que el primer paso para reconquistar nuestra herencia Divina es dirigir la mente hacia dentro, hacia el centro de nuestra conciencia.
    El segundo paso es elevar la mente, o penetrar dentro de sus capas más hondas, paso a paso, por métodos que forman parte de la autodisciplina. Esta mente se ha formado y debe su existencia al descenso de la Conciencia a través de un centro individual. Por tanto, la desaparición y eliminación de la mente que estorba la plena comprensión de la Realidad debe depender necesariamente del ascenso de la conciencia a través del mismo centro.
    Y cuando se logra este ascenso de un modo completo e irreversible, ¿qué tendrá que ocurrir como resultado? La conciencia aprisionada emergerá al otro lado de ese centro, en el mundo de la Realidad de donde descendió a quedar cautiva en los mundos inferiores y empezar su larga jornada en estos mundos para desarrollar sus infinitas potencialidades Divinas. Y cuando emerge y se establece permanentemente en el mundo de la Realidad, el alma sigue ahora permanentemente consciente de su naturaleza Real, a la vez que conserva todo el conocimiento y los poderes de los mundos inferiores, sin sus ilusiones y limitaciones. Para conquistar esta doble ventaja fue enviada el alma al exilio en estos mundos inferiores de la manifestación.
    La diferenciación de la Conciencia en una infinita variedad de estados mentales, y la reintegración de estos estados en la Conciencia, puede entenderse mejor con un simple experimento científico. Tomamos un rayo de luz y lo pasamos a través de un prisma de cristal que lo separa en un espectro de colores colocados en cierto orden. Este espectro lo proyectamos sobre una hoja de papel blanco, en la cual veremos los siete colores componentes en que se ha descompuesto la luz blanca. ¿Se pueden reintegrar esos colores en pura luz blanca? Sí; retiramos la hoja de papel y hacemos pasar el haz de luces a través de otro prisma invertido de igual tamaño que el anterior. La luz que emerge de este segundo prisma será entonces idéntica a la que el primer prisma dispersó. La diferenciación de la Conciencia en diferentes estados mentales cuando pasa a través de un centro, y su reintegración en Conciencia pura al retropasarla a través de ese centro, es de carácter análogo. 
    Se verá, pues, que ese centro de Conciencia tiene un carácter singular y fascinante, incluso para un intelecto que no pueda comprender estas trascendentales realidades internas. Es como un umbral que conecta dos mundos. De un lado está el mundo de la Realidad con un infinito saber, poder y gloria, totalmente inimaginable. Del otro lado está el mundo de la manifestación en diversos planos que contiene innumerables mundos regados por el espacio, los cuales son de índole mental pero parecen reales a las almas que están evolucionando en ellos.
    El hecho de que la mente es una forma diferenciada de conciencia y se deriva de la conciencia, también da una pista al misterio de que no sea posible captar esa mente en su condición inmodificada y saber lo que realmente es ella. Pues cuando se la libra de sus modificaciones, el estado mental diferenciado es sustituido por el estado integrado de conciencia, en el cual el conocedor, lo conocido y el conocimiento se encuentran fusionados en un solo estado.
    Puesto que el mundo en que vivimos es esencialmente mental en su naturaleza, es fácil ver cómo la conciencia es la base primaria del universo manifestado.

7.

Aforismo:
MAYA es la incapacidad para discernir que los fenómenos no son sino expresiones diferenciales de la conciencia.

El modo como el conocimiento inferior que existe en el campo de la mente se convierte en una fuente de ataduras, se verá fácilmente si recordamos que el surgimiento de la mente de la conciencia va acompañado por la presencia de un contenido que recarga la conciencia tal como las nubes recargan la atmósfera cuando el vapor de agua se condensa del estado gaseoso al líquido. El símil de las nubes que nos impiden ver el sol ilustra apenas parcialmente la sujeción de la mente a las ilusiones y limitaciones del universo manifestado. Todos los atavíos del mundo fenomenal sirven para mantenernos sometidos mientras no alcancemos la percepción de la Realidad y podamos ver lo manifestado también como un aspecto de la Realidad Inmanifestada. Solamente cuando alcancemos esa percepción desaparece la distinción entre lo irreal y lo Real.

8.

Aforismo:
El Espíritu es Conciencia Pura.

    El Espíritu individual que es el Ser más íntimo del hombre, es esencialmente de la naturaleza de la Conciencia Pura o de la Realidad en su aspecto extrovertido de conciencia. No hay sino una Realidad Primaria que sustenta la existencia tanto manifestada como inmanifestada. Esta Realidad es un estado integrado, inmodificable, indivisible, sin distinciones y totalmente fuera de la comprensión humana, aunque puede ser conocida por percepción directa penetrando y trascendiendo todos los niveles de la mente en el campo de la manifestación. Lo cual capacita a la conciencia para darse cuenta de su subyacente naturaleza Real en el campo de lo inmanifestado.
    El Espíritu es una expresión centralizada de esta Realidad a través de un punto en el que la Realidad existe no sólo en su naturaleza esencial sino conteniendo el Todo en una forma potencial. Esto explica la continua e infinita expansión de la conciencia en los Espíritus individuales y el desarrollo simultáneo de los poderes correspondientes, a medida que la evolución avanza y lo que está latente se vuelve activo. Los diferentes Espíritus individuales, representan, pues, expresiones diferentes de la misma Realidad Primaria que es completa, indivisible e integrada, por medio de diferentes centros de conciencia, cada uno de los cuales se convierte gradualmente en una expresión separada de la Vida y Conciencia Divinas, conforme a su unicidad individual, y representa su propio papel distintivo en el drama de la manifestación. Aunque estos centros de Vida y Conciencia Divina parecen como dispersos por doquiera en el campo Tempo-Espacial mirado desde abajo por medio del instrumento intelectual, son en realidad concéntricos, enraizados en el Gran Centro a través del cual surge siempre un universo manifestado de lo inmanifestado, y en el cual continúa funcionando durante el período de manifestación.
    De suerte que estos centros están separados entre sí y sin embargo no están aislados. En el campo de la manifestación funcionan separadamente a través del principio mental que les sirve de agente, y pueden considerarse separados. En el campo de lo inmanifestado tienen sus raíces en la Realidad Una y pueden considerarse como no separados. El misterio de esta paradoja puede resolverse únicamente por Realización Directa cuando la conciencia del alma queda centralizada en su propio centro individual y a la vez en el Gran Centro común.
    Este Punto es el que centraliza la Conciencia Pura, pone en acción el principio Mente y crea los mundos mentales individuales en que el Alma queda aprisionada. Y por esta razón es necesario penetrar a través de este Punto para alcanzar la Realización Directa y quedar establecido en el mundo de la Realidad. En este estado más elevado, la Conciencia del alma existe en constante unificación con la Conciencia Universal; adquiere todos los atributos y poderes Divinos inherentes en la Conciencia Pura, y puede así cumplir cualquier función en el universo manifestado, como un Espíritu Funcionario.

9.

Aforismo:
El conocimiento mental ata.

    El conocimiento viciado por las ilusiones de la mente, es la causa del cautiverio del alma en los mundos inferiores. Aunque la conciencia sustentadora de estas mentes es esencialmente de la misma naturaleza de la Conciencia Universal, se llena y se obscurece con las imágenes que se acumulan en la mente como resultado de las experiencias por las que el individuo pasa en el mundo de la manifestación. La mente se torna así en un instrumento para recoger y almacenar estas imágenes mentales que oscurecen la conciencia.
    Estas imágenes mentales son producidas inicialmente por los órganos sensorios, y en su estado primo se llaman sensaciones. Pero con esta materia prima la mente elabora una estructura de conocimiento muy compleja, con sus poderes inherentes de imaginación, memoria, razón, etc. En efecto, la evolución de la mente consiste en la elaboración de una estructura de conocimiento más y más compleja y sutil, como puede verse al comparar la mente de un salvaje con la de una persona altamente civilizada.
    Es necesario recordar que mientras está ocurriendo en la mente esta acumulación y elaboración de conocimiento en diversos modos, la conciencia en su forma pura permanece como base de la mente y no sólo provee el poder iluminador tras de la mente sino que es la fuente de su conocimiento, y sin esta base de conciencia integrada no podría aparecer el conocimiento diferenciado en la mente para continuar creciendo hasta un punto infinito.

10.

Aforismo:
El tremendo esfuerzo que requiere la manifestación de un universo, viene de la Voluntad Divina.

    Este tremendo esfuerzo surge inicialmente como “Sonido” Integrado, del cual se derivan todas las formas de vibración y modos de movimiento en el campo de la manifestación, y procede de la Conciencia Universal.
    Considerando la infinita variedad y cantidad de estados mentales y tipos de conocimiento que existen en el universo manifestado, tanto visible como invisible, podemos tener alguna idea de la naturaleza tremenda de este subyacente “Sonido” integrado y potencial mencionado en este aforismo que significa tremendo, formidable, terrible. A la Conciencia Universal que sostiene la manifestación, también se le da a veces este mismo nombre porque esta tremenda efusión de Poder primario es el resultado del ejercicio de la Voluntad Divina para producir un período de Actividad después de uno de Reposo. Es un acto de la Voluntad Divina lo que hace que el Poder Divino que está unido con la Conciencia Divina en lo Inmanifestado, se separe de esa Conciencia y cree la tremenda cantidad de Energía que requiere el funcionamiento de la maquinaria del sistema manifestado.


d.)

Precisamente porque el hombre contiene dentro de sí el misterio final de su existencia,
oculta tras las más intensas honduras de su mente, es que puede llegar a ser consciente de él,
trascendiendo sistemáticamente las diferentes capas de la mente.

I. K. Taimni


EL LIBRE ALBEDRÍO Y LA PREDESTINACIÓN

Un importante problema filosófico sobre el cual la doctrina oculta de la Creación Divina y el Plan Divino arrojan cierta luz es respecto del libre albedrío y la predestinación. Estas palabras encierran dos puntos de vista extremos en relación con el asunto de si el hombre es dueño de su destino, o no. Hay personas que por su naturaleza, o por una mala interpretación de las doctrinas religiosas, son fatalistas en su actitud hacia los problemas de la vida. Piensan que todo el futuro está predestinado por Dios o por la ley del Karma, y que nada podemos hacer salvo resignarnos a un destino inexorable. Esta filosofía, si se sigue de una forma poco inteligente, puede llevar al desarrollo de una mentalidad negativa o pasiva, que minará todos los esfuerzos e iniciativas en la vida. Pero por suerte para quienes profesan sumisión a la voluntad de Dios o resignación ante el Karma, ellos no practican lo que profesan o lo hacen solamente cuando les conviene. De hecho, las vidas de estos hombres ofrecen un asombroso contraste con las creencias que profesan, porque se comportan como si todo en el mundo dependiera de su voluntad personal y no hubiera otras fuerzas que tener en cuenta para determinar el curso de los acontecimientos. De este modo, el fatalismo, a pesar del amplio dogma prevaleciente entre ciertas comunidades, no es una fuerza muy activa o efectiva en la vida humana. Como todas las demás cosas relacionadas con las creencias religiosas, pocas personas toman este dogma seriamente y su sumisión a Dios no significa mucho dentro de la realidad de sus vidas.

También está el otro punto de vista extremo, que contempla al hombre en completo control de su destino, capaz de hacer cuanto quiera. Este punto de vista es naturalmente muy popular en el mundo moderno, porque la filosofía materialista, tan de moda, ha lanzado por la borda no sólo a Dios sino a la ley del Karma, según la cual el hombre recoge lo que siembra. Es natural que cuando las naciones y los individuos insisten en su derecho a hacer lo que quieran, sin tener en cuenta cómo sus actos afectan a los demás, la idea del libre albedrío se tome como un hecho. Estas personas no se molestan en pensar si esta idea es aceptable. Creemos lo que queremos creer y lo que se aviene a nuestras tendencias naturales, aunque nuestras creencias contrasten con los hechos más obvios de la existencia. Creer que el hombre es capaz de hacer cuanto quiera, cuando ni siquiera sabe con certeza si estará vivo mañana, cuando existen las voluntades de tres mil millones de personas para tomarse en cuenta, cuando la tierra en que vive es apenas una mota de polvo en un vasto universo de incertidumbres atemorizantes y misterios desconocidos; creer que esta expresión física, efímera y endeble a la cual llamamos hombre tiene una completa y libre voluntad bajo tales condiciones, es ciertamente vivir en un mundo de simulación que no guarda relación alguna con las realidades de nuestra existencia y nuestras experiencias comunes.

Por lo tanto, es obvio que ni el libre albedrío ni la predestinación representan factores verdaderos de nuestra existencia, y la verdad respecto de este asunto no puede hallarse en una filosofía superficial de la vida que no toma en cuenta los hechos más relevantes de nuestra existencia, y que rehúsa adentrarse en los aspectos más profundos de la vida. Este universo se basa en hechos, no solo físicos y visibles, sino suprafísicos e invisibles, siendo el último mucho más significativo y vital que el anterior. Nosotros no podemos apartarnos de estos hechos de nuestra vida interna asumiendo arbitrariamente que no existen, como la filosofía materialista lo ha hecho. Uno de estos importantes hechos, basado en la experiencia de innumerables místicos, ocultistas, videntes y sabios, es que hay un mundo interior de Realidad oculta dentro del mundo fenoménico y siempre cambiante en que vivimos, y que este mundo fenoménico es una sombra del mundo espiritual interior. Si esto es un hecho, entonces lo que sucede de ahí para abajo estará determinado en gran medida por la relación existente entre ambos mundos.

Es difícil concebir la naturaleza de la relación que existe entre el mundo espiritual según éste se abre a la Mente Divina, y la sombra que éste proyecta sobre el espacio y el tiempo. Por eso los filósofos han especulado tanto sobre el enigma del libre albedrío y la predestinación desde tiempos inmemoriales, sin poder llegar a conclusión definitiva alguna.

Hay ciertos hechos de la Naturaleza que llevan a la conclusión de que la predestinación, en una de sus formas más rígidas, forma la base del universo, y que la secuencia y la naturaleza de cuanto acontece están predeterminadas de una manera tan rígida como la imagen que se proyecta en una pantalla cinematográfica está predeterminada por el rollo de película puesto en el proyector. Tómese, por ejemplo, la posibilidad de ver el futuro de una forma detallada, como un hecho del cual no cabe duda. Un artículo publicado en la revista Reader’s Digest (edición de septiembre de 1965) bajo el título “The Crystal Ball” (La Bola de Cristal) que muestra cuán definido y preciso puede verse el futuro, deja al lector espantado y preguntándose si el libre albedrío acaso existe en su sentido más común. Matemáticamente, si un acontecimiento del futuro puede verse como algo fijo en espacio y tiempo, todos los hechos que le preceden han de ser necesariamente fijos. Y dado que todos los acontecimientos en el universo están vinculados y teóricamente no pueden separarse, han de estar fijos como cada imagen proyectada en una pantalla cinematográfica ya está predeterminada y presente dentro de cada rollo de película. Aquí tenemos la predestinación es su forma más rígida.

Luego hay otros hechos que apuntan de manera igualmente decisiva a la conclusión de que el hombre tiene libre albedrío y que su destino, al menos hasta cierto punto, está en sus propias manos. Todos los grandes maestros espirituales de la humanidad, con una misma voz y en términos claros, han exhortado a los seres humanos a elevarse por sobre los mundos inferiores de la ilusión, la miseria y las limitaciones, al mundo de la Realidad para liberarse de esas ilusiones y limitaciones. Ellos conocen ambos mundos —el real y el irreal— y no exhortarían a los aspirantes a hacer un máximo esfuerzo para librarse de esas limitaciones e ilusiones, si la predestinación en su forma más rígida fuese la verdad que subyace en la existencia. Eso sería claramente una burla.

El simple hecho de que la ley del Karma regula la vida de los seres humanos y trae a cada individuo los frutos de sus acciones, pensamientos y deseos, apunta hacia la presencia del libre albedrío en el hombre, y a su educación y evolución como entidad espiritual a través del ejercicio de su libre albedrío. Es cierto que en una etapa más temprana de su evolución, cuando el hombre todavía está bajo un completo dominio de sus instintos animales, deseos y pensamientos, no parece tener mucho espacio para ejercitar su libre albedrío, conque su evolución es guiada por agentes educativos externos, por el placer y el dolor, y por la presión en general de la Voluntad Divina para la evolución. Pero a medida que el hombre va evolucionando y adquiriendo un mayor control de su mente y sus deseos, el libre albedrío va desempeñando un papel cada vez más dominante en su vida, y su evolución está cada vez más autodirigida. El hombre es completamente libre para liberarse a sí mismo de las ilusiones y las limitaciones en que está envuelto, y establecerse en el mundo de la Realidad al cual realmente pertenece. Todas estas cosas y muchas más apuntan al hecho de que el hombre tiene libre albedrío y que éste va aumentando según él evoluciona y se acerca a la meta de evolución humana. Y cuando alcanza su meta y comprende su verdadera naturaleza divina, uniendo su conciencia a la Conciencia Divina, su voluntad se torna completamente libre, porque está felizmente unida a la Voluntad Divina y se convierte en un instrumento consciente de la Divina Voluntad.

De este modo, ambas doctrinas —la predestinación y el libre albedrío— aunque ambas son aparentemente contradictorias, parecen ser realidades de la existencia en relación con la vida humana al menos, y juntas constituyen una paradoja de la vida superior. Tales paradojas conectadas con las últimas preguntas no pueden resolverse a través del intelecto, sino de la luz de la Realidad, y yo no trato de buscarles una solución que no es posible. Pero como este asunto no sólo es interesante desde el punto de vista filosófico, sino que es de la mayor importancia para el aspirante, me gustaría mencionarlo, al menos brevemente, para eliminar el paralizante error que yace en las mentes de algunos aspirantes de que su futuro está predeterminado y que, en consecuencia, no vale la pena hacer esfuerzo alguno para salir de las ilusiones y las miserias en la cual se encuentran. Un error así, incluso aunque no esté claramente definido y exista solamente en la mente subconsciente, mina insidiosamente todas nuestras urgencias espirituales y lleva a la confusión y la frustración mentales. Siendo así, aún cuando no podamos resolver la paradoja del libre albedrío y la predestinación que hemos discutido anteriormente, debemos estudiar y pensar en este asunto hasta que estemos bien seguros de que el libre albedrío, de alguna manera y en algún grado, desempeña una parte importante en la vida del hombre y que él puede tomar parte activa en su salvación, si lo desea.

La diferencia o propiedades se debe a los distintos senderos. Se verá, por lo tanto, que el ocultismo reconoce “los distintos senderos”, o sea, “la posible variación en el curso de los acontecimientos”, como mismo el mundo espiritual en la Mente Divina se refleja en el mundo fenoménico. Esto significa al menos que la predestinación de una forma rígida no existe. El curso de los acontecimientos en el mundo fenoménico no reproduce el mundo o el plan en la Mente Divina rígidamente como una imagen cinematográfica reproduce la película proyectada en la pantalla, es decir, mecánicamente y con los detalles exactos. La relación puede considerarse similar a la relación que hay entra la idea de un arquitecto como ésta existe en su mente, y la construcción de cal y piedra que se erige según el plano arquitectónico. Cuando se construye un edificio, dicha construcción puede seguir innumerables “senderos”. El constructor puede crear grupos de habitaciones ADC, CFI, o ABC o AEI.

A B C
D E F
G H I

Puede completar el ala izquierda antes de comenzar la derecha o viceversa, o puede comenzar por la base y construir de la manera usual. Hay cientos de formas, que difieren en mayores o menores detalles, de construir el edificio completo, pero cuando éste se termine esas cosas no tendrán importancia alguna. En ambos casos el edificio estará terminado y será una reproducción de lo que el arquitecto tenía en su mente. Y cuando esté completo y perfecto, la forma en que éste se construyó, todos los detalles, etc., no sólo serán irrelevantes sino que se habrán convertido en una ilusión, un simple recuerdo.

Ahora bien, ¿cuáles son las diferencias en estos detalles, dentro de las distintas formas de construir el edificio completo? Según el aforismo, éstas son simples diferencias en cuanto a la aparición de las distintas propiedades de una forma latente. Por lo tanto, el construir el edificio de una forma u otra, difiere solamente en el conjunto de propiedades que emerge, que puede ser uno u otro, con todas las propiedades estando presentes siempre de manera latente, pero sólo unas pocas pasando de esa condición latente a una condición activa, según las circunstancias. Estos acontecimientos se verán como esencialmente correctos, acordes con los hechos y las teorías científicas.

Hemos tomado la construcción de un solo edificio para ilustrar este punto. Pudiera objetarse que un edificio es una parte insignificante de un universo siempre cambiante y en evolución, para reflejar el Plan Divino. ¿Qué hay respecto del universo completo? Si pensamos cuidadosamente hallaremos que podemos dividir el edificio en sus partes componentes, y que lo que se ha dicho del edificio completo aplica igualmente a cada una de sus partes. Por ejemplo, si tomamos una sola habitación, el mismo razonamiento aplicará lo mismo a la construcción de la habitación que a una pared. En forma similar, procediendo en otra dirección podemos ir paso a paso al universo como un todo. El mismo principio aplica en todos los casos, sin tener en cuenta el tamaño o la naturaleza del fenómeno que ocurre.

De esta forma, vemos que en el Plan Cósmico el universo completo o cualquier sistema particular manifestado (el Sistema Solar) está presente en la forma integrada arquetípica completa. Esto acontece de una forma expandida perfecta en la Mente Divina y es la base del Mundo Divino al cual nos referimos anteriormente. Cuando este Mundo Divino se proyecta en los planos fenoménicos inferiores, todos los fenómenos en sí mismos toman una forma tal, que el Plan Divino se completa en el Logos como está presente en la Mente Divina. Pero los fenómenos no siguen un curso rígido, como explicamos anteriormente. Hay elasticidad y espacio para las diferencias que permitirán realizar el Plan, pero presionado por la Voluntad Divina que está detrás de él, y por la Sabiduría Divina que lo guía, el Plan se completa tal y como está presente en la Mente Divina.

¿Qué causa estas diferencias de sendero e incertidumbre en los métodos? ¿Por qué el Plan Divino en su trabajo no sigue una línea exacta predeterminada, según la Voluntad Divina? En otras palabras, ¿qué frustra la Voluntad Divina, no importa cuán poco sea? La razón es obvia. Junto con el Logos, hay innumerables almas evolucionando en el sistema manifestado. Estas almas son parte de la Vida Divina, pero para su evolución y desarrollo tienen que trabajar bajo ilusiones y limitaciones en sus primeras etapas. Esto introduce toda clase de complicaciones y demoras. El Logos tiene que realizar su Plan (contemplado desde arriba), no solo, sino llevando a todas las almas consigo. Estas almas son a semejanza suya, y tienen voluntades y deseos que satisfacer. Si las voluntades de las almas no evolucionadas las llevan a alejarse del Plan Divino en su trabajo, y ello es para permitir el funcionamiento del libre albedrío en ellas tanto como sea posible, tiene que haber elasticidad en el cumplimiento del Plan. Pero como las almas son también parte de la Conciencia Divina, a medida que éstas evolucionan, sus voluntades separadas se funden totalmente con el Plan Divino.

De lo anterior se verá que tanto la predestinación como el libre albedrío son reales, y que ambos cumplen su parte dentro del universo en evolución. El solo hecho de que haya un Plan Divino respaldado por una Voluntad Divina significa que existe un cierto grado o forma de predestinación. Pero el hecho de que en el cumplimiento del Plan hay elasticidad y una considerable amplitud para las almas que evolucionan en el universo, significa también que hay libre albedrío para las almas. En las primeras etapas, esta voluntad, expresándose como deseo, trae consecuencias tanto agradables como desagradables, pero el individuo aprende gradualmente a trabajar según la Voluntad Divina. De este modo, las complicaciones y las frustraciones van disminuyendo según las almas evolucionan, y cuando éstas se auto-realizan, sus voluntades se funden con la Divina Voluntad. Es obvio, por lo tanto, que la predestinación y el libre albedrío coexisten, y que en el Plan hay que permitir esos ajustes, demoras y complicaciones que son parte de un universo fenoménico con innumerables almas evolucionando dentro de él. La discusión anterior sobre la coexistencia del libre albedrío y la predestinación no debe dar la impresión de que el Plan Divino se expresa en su forma más perfecta en los mundos inferiores del espacio y el tiempo. Estos mundos son mundos temporales de ilusión y lo más que pueden hacer es reflejar las distintas etapas del Plan de una forma imperfecta. El Plan está presente en toda perfección en el mundo Divino, que está por encima del espacio y el tiempo. No podemos concebir esta forma trascendental del Plan porque está más allá del tiempo y el espacio. Contiene las distintas etapas, tanto como la forma final (relativamente final para una era), de una forma integrada, como mismo una fórmula resumida en una serie contiene las formas integrada y expandida de dicha serie. Pero cuando esta fórmula desciende al plano del espacio y el tiempo para su manifestación, los diferentes términos de la serie se escriben progresivamente como se ilustra a continuación:

F(X) = f(х1) + f(x2) + f(х3) + f(x4) . . . . . .

La forma integrada siempre queda en lo Eterno y sus términos diferenciados aparecen uno detrás del otro en el mundo del espacio y el tiempo. Pero la aparición de estos términos en el mundo fenoménico no es más que la aparición sucesiva de las distintas propiedades cualidades o atributos. En los otros mundos esto es ilusorio. El Plan real, basado en la Ideación Divina en su plenitud y perfección, sólo puede manifestarse en el Mundo Divino, conque únicamente aquellos que trascienden los mundos inferiores y se elevan al mundo superior pueden percibir este Plan en su perfección. En los mundos inferiores sólo vemos sus sombras imperfectas, una detrás de la otra.

Las ideas anteriores también servirán para arrojar cierta luz sobre el asunto de “los distintos senderos” a que nos referimos en el aforismo previamente citado, que nos permite vislumbrar el aspecto de la relación existente entre lo Manifestado y lo No Manifiesto.

Puede ser que haya algunas personas inclinadas a considerar estas ideas como simples especulaciones filosóficas. Son simples especulaciones, si manejamos estas ideas como lo hacen los filósofos académicos. Pero si constituyen los mejores esfuerzos de un aspirante para conocer por medio del intelecto lo que realmente está más allá del intelecto, ello prepara el camino o sienta las bases para ese conocimiento directo que llega cuando el aspirante, luego de realizar intensos esfuerzos por conocer las realidades de la vida superior, logra finalmente romper la barrera del intelecto y se encuentra, frente a frente, con esas realidades que fueran el objeto de su búsqueda.

e.)

La historia ha mostrado, una y otra vez,
que el mero hecho de que grandes masas de individuos adhieran
a una ideología a modo de vida particular,
no significa necesariamente que tengan razón.
La mente de la masa es muy gobernable por la sugestión y la regimentación,
y puede ser fácilmente influenciado apelando a los instintos inferiores,
a prejuicios estrechos y a las bajas pasiones de la humanidad.

I. K. Taimni


LA RELACIÓN ENTRE LA MENTE Y LA MATERIA 
LA BASE MENTAL DE LA MATERIA


En la cadena que estamos considerando: Realidad - Consciencia - Mente - Materia, la última relación entre mente y materia, aunque la más cercana a nosotros, es la más difícil de comprender. El estudiante está tan acostumbrado a considerar a la materia como algo tangible y material que a su mente le resulta extremadamente difícil imaginarla como un aspecto de la mente. Sin embargo, la inexorable lógica de los más recientes descubrimientos científicos, las doctrinas del Ocultismo y los hechos de nuestra experiencia corriente parecen llevar a la conclusión de que estamos viviendo en un mundo puramente mental y que la llamada materia es meramente un aspecto de la mente. Veamos en primer lugar unos pocos hechos importantes del dominio del conocimiento científico y de nuestra experiencia común a fin de preparar el terreno para comprender esta relación entre mente y materia.

El primer hecho muy conocido que hemos de recordar es que la materia, tal como la Ciencia la conoce, es en su mayor parte espacio vacío. Está constituida por partículas infinitesimales separadas por enormes distancias y moviéndose, en muchos casos, con velocidades inimaginables. Un cálculo grosero muestra que la proporción de espacio realmente ocupado por estas partículas respecto al espacio vació en que ellas se mueven es tan pequeño, que si todo el espacio vacío del cuerpo humano fuese eliminado, la materia condensada se reduciría a una partícula tan insignificante que haría falta una lente de aumento para poderla ver. Sin embargo, éste no es el límite a que ha llegado la Ciencia, en su exploración de la naturaleza de la materia. De acuerdo con las conclusiones de los físicos modernos, aun las mismas infinitesimales partículas que componen la materia no son sino radiaciones, como lo mostrará la siguiente cita de la conocidísima obra de Sir James Jeans, El Universo Misterioso:


Para resumir los resultados principales de este capítulo y del precedente, la tendencia de la física moderna es a resolver todo el universo material en ondas, y en nada más que ondas. Estas ondas son de dos clases: ondas «envasadas» y las que llamamos materia, y ondas no envasadas a las que llamamos radiación o luz, El proceso de aniquilación de la materia no es sino el proceso “de «desenvasar» las ondas de energía aprisionadas y liberarlas para que viajen por el espacio.

Creo que deberíamos depositar en la memoria estas afirmaciones del libro de Jeans y sopesarlas cuidadosamente, para que las ideas penetren en nuestra mente y nos permitan tomar consciencia de su enorme significación.

De lo anterior se ve que los hechos descubiertos por la Ciencia indican la probabilidad de que el universo físico sea un fenómeno puramente mental sin base material alguna. Ésta es la doctrina del Ocultismo con relación a la naturaleza esencial del universo, la cual lo considera como una expresión de la Ideación Divina. Naturalmente que la misma mente, según la dicha doctrina, es una modificación de la consciencia, o un fenómeno en el medio básico de la consciencia, tal como se ha visto en el capítulo anterior. De modo que la base de este universo es realmente consciencia, o en última instancia, Realidad, y la máxima oculta: “En verdad, este universo manifestado no es sino Dios” no constituye tan sólo una doctrina filosófica sino también una verdad hacia la que apuntan inequívocamente los últimos descubrimientos en el campo de la Ciencia. Habiéndonos familiarizado con las conclusiones científicas y las doctrinas del Ocultismo respecto de la naturaleza esencialmente mental del universo podemos ahora dar el siguiente paso y tratar de ver cómo podemos explicar la existencia de un universo aparentemente material y tangible existente fuera de nosotros.

La aparición de un universo espiritual en la Realidad depende, como ya lo hemos visto, del establecimiento de la relación sujeto-objeto en la Consciencia Integrada por la cual viene a la existencia la Mente y se hace posible la Ideación Divina pero en los planos inferiores tenemos que incluir la percepción de un mundo aparentemente material externo a nosotros. No solamente vemos a este mundo como exterior a nosotros, sino que aparece como compuesto de partículas como átomos y moléculas y vibraciones interactuando mutuamente.

Al considerar este fenómeno hemos de tomar en cuenta dos importantes doctrinas. La primera puede formularse diciendo que el mundo mental de un individuo es en su mayor parte resultado de la interacción de la Mente Divina y la mente individual. La segunda es su  psicología.

Consideremos ahora brevemente la primera de estas dos doctrinas y veamos que significa si examinamos cuidadosamente el contenido y las actividades de nuestra mente encontramos que el mundo mental se produce en nuestra mente de las siguientes maneras:
(a) Sin ningún contacto con el mundo externo como resultado de la actividad subjetiva de nuestra propia mente como en los sueños, ensoñaciones, alucinaciones, o como cuando estamos concentrados en algún esfuerzo mental.
(b) Por la imposición de las imágenes mentales presentes en otra mente o en la nuestra, como en la transferencia de pensamiento o en la sugestión hipnótica cuando el hipnotizador es lo suficientemente capaz como para hacerle ver, oír o sentir al sujeto lo que quiera.
(c) Como resultado de estímulos provenientes del mundo externo y que afectan nuestra mente a través de los órganos de los sentidos. Dicho estímulo es realizado, según la Ciencia, por átomos, moléculas y las vibraciones emanadas de ellos y que inciden sobre los órganos de los sentidos. Lo que es importante retener acerca de esta clase de estímulos, es que la imagen del mundo que produce no tiene ni la más mínima semejanza con el mundo externo este contiene sólo átomos y moléculas y sus combinaciones. Los órganos de los sentidos, a través de los que se reciben los estímulos, también contienen nada más que átomos y moléculas; pero, cuando el mundo externo actúa sobre estos órganos de los sentidos, produce en la mente impresiones de color, forma, olor, gusto, etc., las que obviamente no están presentes, como tales, en los agregados de átomos y moléculas. El mundo que aparece en la mente individual como resultado de ese estímulo externo proviene, en realidad, del exterior aunque la fuente del estímulo sea aparentemente externa. Más aún, hemos de recordar que hay una relación matemática entre la naturaleza de los estímulos provenientes del mundo externo y las correspondientes imágenes sensoriales que provocan en la mente. Así, por ejemplo, vibraciones luminosas de una longitud de onda particular producen siempre una sensación olorosa particular cuando inciden sobre la mucosa nasal o una determinada sensación gustativa cuando entran en contacto con el paladar. Los estímulos externos no producen sensaciones al azar, sino de acuerdo con leyes definidas que poseen una base matemática. El mundo interior de formas, colores, etc., si bien muy distinto del mundo físico exterior de átomos y moléculas está natural y matemáticamente relacionado con él.

Este hecho es de gran importancia porque muestra que también el mundo mental en que vivimos, tanto como el mundo físico de la Ciencia esta gobernado por leyes naturales matemáticas o inmutables. La tendencia de la Ciencia moderna a mantener al mundo de la mente separado del dominio de las leyes naturales, tendencia que es responsable de muchos de los desarreglos mentales y enfermedades de la civilización moderna, es el resultado, según lo visto, del prejuicio y de lo que es mental y no de un acercamiento racional a los problemas de la vida como un todo. Cualquier tonto puede advertir que si dos cosas están relacionadas natural y matemáticamente y que si el comportamiento de una está regido por leyes precisas e inmutables, entonces el comportamiento de la otra también necesariamente estará gobernado por tal tipo de leyes, porque de otra manera no sería posible la existencia entre ellas de ninguna relación matemática. No podríamos tener un universo una mitad del cual fuera un cosmos y la otra un caos, pero los cientistas modernos, que se enorgullecen de su concepción racionalista de la vida no pueden ver este hecho tan simple y continúan tratando a los fenómenos mentales y a los de la consciencia como si carecieran de base científica y se produjeran al azar.

Volviendo al tema en discusión, o sea, los contenidos do la imagen de nuestro cambiante mundo, hallamos que está constituida por la concurrencia de otras dos que se mezclan la mayor parte del tiempo y que de tanto en tanto afloran individualmente. Una de las corrientes deriva de la actividad individual de nuestra propia mente y la otra de los estímulo recibidos de fuentes externas. Por ejemplo, cuando soñamos o imaginamos algo o estamos empeñados en alguna actividad individual de nuestra mente. Cuando ella está percibiendo al mundo exterior a través de los órganos de los sentidos y la actividad originada en nuestra propia mente queda entre tanto en suspenso, estamos ante la corriente de actividad de nuestra mente originada estimulada por una fuente externa. En general, ambas corrientes de pensamiento están simultáneamente presentes entremezcladas y es difícil separarlas.

Si analizamos la segunda corriente de pensamiento hallamos que deriva, a su vez, de dos clases de fuentes y que podemos considerarla como integrada por dos corrientes. Un conjunto de estímulos proviene de la actividad mental de otros individuos y otro conjunto de la actividad mental del Logos de nuestro sistema solar. Por ejemplo: escuchando una conferencia o leyendo un libro, nuestra mente está siendo estimulada por los pensamientos de otra persona; cuando contemplamos un amanecer o percibimos el mundo que nos rodea, nuestra mente está siendo afectada por la actividad de la Mente Divina, porque todo el sistema solar es la expresión de la Mente del Logos Solar y como Su Mente desarrolla, en diferentes niveles, a las almas a Él adscriptas, reciben en sus mentes impresiones de la Mente Divina en concordancia con su ubicación en el tiempo, en el espacio, en el plano de existencia y grado de desarrollo de sus correspondientes vehículos.

De lo dicho debería quedar bien claro que en el universo hay solamente tres clases de actividad mental: 1) la Ideación Cósmica, que cuenta para la aparición y desarrollo de todo el cosmos; 2) la Ideación Divina que cuenta para la aparición y desarrollo de sistemas solares, y 3) la Ideación individual, que cuenta para la actividad mental de las innumerables almas que están evolucionando en el Cosmos y que están en diferentes capas de desarrollo mental. Estas tres clases de actividad mental corresponden a las tres realidades básicas en el universo manifestado: el Logos Cósmico, los Logos Solares y las Almas, y que pueden considerarse derivadas del Espíritu y como proporcionándole medios de expresión en esos tres niveles. La actividad mental en cada uno de éstos puede considerarse como un reflejo de la correspondiente entidad espiritual. Es cierto que hay tremendas diferencias en estas actividades mentales mencionadas como Ideación Cósmica, Ideación Divina e ideación individual, pero estas diferencias se deben solamente a las diferencias de nivel evolutivo, pues el proceso es esencialmente el mismo, porque el Logos Cósmico, los Logos Solares y las Almas son esencialmente lo mismo, y la mente en cualquier nivel de actividad es esencialmente la misma.

Los fenómenos mentales, clasificados según las tres designaciones anteriores, originan todo el Proceso Cósmico y el mundo de imágenes producidas en la mente de cada individuo involucrado en el proceso. Como ya se ha indicado, una gran parte de la corriente de imágenes que pasa por la mente de un individuo es el resultado de impactos de la Mente Divina sobre la mente individual. La Mente Divina, actuando en cada plano actúa sobre la mente individual en ese plano y produce una serie de imágenes correspondientes, natural y automáticamente, de acuerdo con la naturaleza de estas imágenes y del mecanismo a través del cual se verifica la interacción. Estamos usando la palabra “mente” en su más amplio sentido y no en el mero sentido de intelecto o nivel mental concreto inferior con el que estamos familiarizados. A medida que nuestra consciencia se va interiorizando hacia su centro, la naturaleza de estas imágenes debe necesariamente cambiar, porque estamos entrando en contacto con la Mente Divina mediante el mecanismo mental diferente que hemos sido capaces de desarrollar en cada plano particular.

Es fácil de comprender esta interacción entre la Mente Divina y la individual de una manera general, pero hemos de tener en cuenta el hecho importante de que existe un modus operandi involucrado en esta interacción, y a menos que tengamos una idea de este mecanismo, nuestras ideas continuarán siendo vagas e inciertas y la doctrina no encontrará aceptación inmediata entre quienes adoptan una actitud racionalista hacia estos problemas. No basta con limitarse a decir que la imagen del mundo producida en una mente individual es en gran parte resultado del impacto de la Mente Divina en la mente individual. Debemos tener, al menos, alguna idea acerca de cómo esto se verifica. Por ejemplo: en el plano físico, la Mente Divina actúa sobre la mente individual mediante la instrumentalidad de los órganos de los sentidos. ¿Cómo se produce esta acción de una mente a otra mediante un mecanismo aparentemente material?

Los descubrimientos realizados en el dominio de la Ciencia nos han proporcionado algunos hechos y fenómenos interesantes que aclaran un tanto estos interrogantes y nos permiten lograr una vislumbre acerca de la naturaleza del mecanismo que permite la acción de mente a mente.

Si sólo existe un mundo mental en el que tienen lugar todos estos fenómenos aparentemente físicos y si el mundo material en el sentido ordinario, es totalmente inexistente, este mecanismo mediante el cual se verifica la percepción sensorial ha de ser también de naturaleza mental. La Mente Divina debe actuar sobre la mente individual a través de un mecanismo mental y es la naturaleza de este mecanismo mental la que vamos ahora a estudiar de modo general.

Las ondas sonoras producidas al hablar pueden ser convertidas en impulsos eléctricos por el mecanismo representado por el teléfono; estos impulsos eléctricos se encaminan a lo largo de un cable y cuando llegan al receptor son nuevamente convertidos en ondas sonoras de tipo exactamente similar a las ondas sonoras originales Otro ejemplo la música que se irradia desde una emisora de radio. Un aparato convierte a las ondas sonoras en ondas electromagnéticas que llenan el espacio. Cualquier aparato radiorreceptor las capta, las vuelve a convertir en ondas sonoras y oímos la música exactamente como ella fue transmitida por la emisora.

Este principio se utiliza de muchas maneras en las invenciones científicas y proporcionan una clave del mecanismo de interacción entre la Mente Divina y las mentes individuales. Muestra cómo las ideas presentes en la Mente Divina pueden reproducirse en las mentes individuales mediante la instrumentalidad de un mecanismo intermedio. La Ideación Divina puede compararse como la emisora de la música o de las imágenes mediante un poderoso transmisor. La aparición de las imágenes mentales en las mentes individuales es como la reproducción de la música o imágenes de TV. en los receptores de radio o de televisión.

Sin embargo, hay un punto de diferencia que debe ser destacado. La imagen del mundo en la mente individual no es una reproducción exacta del Pensamiento Divino sino solamente una reproducción parcial y frecuentemente distorsionada en los planos espirituales, no solamente en los inferiores. Esto se debe, obviamente a las limitaciones e imperfecciones de la mente individual. También en el ejemplo de la radio vemos que la calidad de los aparatos receptores hace grandes diferencias en la calidad de lo recibido. Cada radio es sensible solamente a ciertas bandas de longitudes de onda y puede captar sólo ondas electromagnéticas dentro de esos límites. La reproducción también depende de la calidad de los materiales usados y de la eficiencia con que las partes estén calibradas entre sí. Las limitaciones de la mente humana son similares. En primer lugar están las limitaciones surgidas de las diferencias entre los planos que funcionan en diferentes números de dimensiones de espacio y de escalas de tiempo. Estas diferencias imponen ciertas limitaciones a la consciencia que actúa en cada plano, limitaciones que crecen a medida que aumenta la densidad del plano. Estas limitaciones son propias del funcionamiento de la consciencia en cada plano y restringen a todas las mentes actuantes en él. Así, la mente inferior, actuando mediante el cuerpo mental inferior sólo puede trabajar con imágenes de objetos concretos y realmente le es imposible comprender las ideas y arquetipos abstractos existentes en la Mente Divina. Solamente la mente superior, actuando mediante el cuerpo causal puede hacerlo.

La imagen del mundo del Pensamiento Divino que se desarrolla en una mente individual también depende de la ubicación del individuo en el tiempo y en el espacio. No difiere de la formación producida en un globo de vidrio espejado que se desplaza en una calle bulliciosa. La naturaleza de esta imagen dependerá, en cada instante, de la ubicación del globo y de la hora del día, y cambiará continuamente.

En segundo lugar están las limitaciones causadas por la falta de desarrollo y de sensibilidad a medida que la mente se desarrolle y sus vehículos evolucionen en los diferentes planos, será capaz de captar más y más vibraciones de la Mente Divina y de alcanzar una comprensión mas completa y mas fiel de lo que está presente en la Mente Divina en cada plano.

El tema que estamos estudiando es una de esas áreas obscuras de pensamiento que exigen una cuidadosa investigación a fin de aclararla y hacerla lo suficientemente inteligible para su integración con las enseñanzas del Ocultismo. Es un elemento indispensable para desarrollar una concepción inteligible con respecto a la naturaleza espiritual del universo que esté en concordancia con la doctrina oculta y la experiencia de aquellos que han podido penetrar en estos los más profundos misterios de la existencia Tan sólo una concepción racional y razonable tal puede erguirse frente a las concepciones materialistas de la Ciencia ortodoxa, que la gente acepta sin cuestionar porque está hipnotizada por sus logros espectaculares. Existe una falsa idea muy generalizada que hay una vasta cantidad de hechos científicos detrás de las teorías de la ciencia concerniente al origen y naturaleza del universo, pero el hecho real es que son esos mismos hechos los que han socavado los fundamentos de la filosofía materialista y han proporcionado una creciente corroboración de las doctrinas de la filosofía del Ocultismo.

En la consideración de este problema del mecanismo mental subyace tras la percepción mental, todo cuanto es posible hacer en este breve esquema es señalar las características salientes de las doctrinas ocultas fundamentales implicadas, las que proporcionan, sobre la base de un cuidadoso estudio, una teoría coherente y razonable de la percepción mental. En la raíz misma de esta teoría de la percepción mental encontramos la más fundamental de las doctrinas de la filosofía Oculta, la que dice que el Universo está basado en una Realidad Ultima y que deriva de Ella que es, en esencia, de la misma naturaleza de la Consciencia pura, y que el universo es puramente un fenómeno mental, utilizando las palabras mental” y “fenómeno” en su sentido más amplio y profundo. Cómo la mente es considerada como una mera modificación o derivado de la Consciencia en esta filosofía, no hay contradicción entre las dos ideas en la afirmación anterior.

La segunda de las doctrinas implicadas en la teoría oculta de la percepción mental, si bien no explícitamente establecida, expresa que la mente no solamente actúa mediante la relación sujeto-objeto sino, que en el descenso de su involución se divide, por así decirlo, en dos corrientes, una que sirve de base a la función subjetiva y la otra a la función objetiva. Ya hemos visto en otra parte cómo el origen mismo de la mente se debe a la aparición de la relación sujeto-objeto en la Consciencia integrada. Queda establecida la relación Yo y No-Yo entre ambos. Esta es la raíz o fundamento del Principio Mental, y todos los fenómenos mentales y operaciones mentales, desde la más elevada a la más baja, son derivados de ella. Ideación Cósmica, Ideación Divina a ideación individual, son todas expresiones, en todos los niveles, del Principio Mental, tanto en su aspecto subjetivo como en el objetivo.

Ahora bien, esta diferenciación que constituye la relación sujeto-objeto nos da tan sólo una idea del principio general subyacente en el funcionamiento de la mente en todos los niveles, pero no nos da ninguna indicación respecto al modus operandi o aspecto instrumental del proceso. Cabe señalar que si bien la bifurcación del Principio Mental en dos corrientes que sirven de fundamento a los aspectos subjetivo y objetivo tiene lugar en un nivel muy inferior, ella no es sino un reflejo de una diferenciación de la consciencia que se produce a un nivel muy elevado. 

f.)

El hecho que un misterio esté más allá
del alcance de la comprensión humana
no significa que no debamos intentar
comprenderlo, hasta donde ello sea posible,
dentro del dominio del intelecto. 
I. K. Taimni

Sobre la Meditación

Es esencial comprender que la meditación puede representar una práctica muy peligrosa… si se entra en el camino del Conocedor sin la adecuada comprensión de lo que se está haciendo. Se debe aprender a conocer los campos de percepción que se abren a medida que uno se hace más sensible… Hay que saber discernir entre lo ilusorio y lo real. Desconfiar de los elogios y promesas mesiánicas. Hay que procurar dar un paso adelante, pero antes dos pasos en sencillez y moralidad. El primer mundo que el aspirante alcanza generalmente es el psíquico, el de la ilusión. Esto tiene su utilidad y penetrar en él es una de las experiencias más valiosas, siempre que las reglas del amor y la impersonalidad guíen al aspirante y todos los contactos sean sometidos a la mente discriminadora y al sentido común. El deseo del aspirante por progresar y su arduo esfuerzo le han obligado a despertarse o a ser consciente en el plano psíquico, el plano de las ilusiones vanas, de los deseos y de las realizaciones ilusorias. En tal reino se pone en contacto con una forma mental de Cristo o de algún grande y reverenciado Instructor. El mundo de la ilusión está lleno de estas formas mentales construidas en el transcurso de las edades por los amorosos pensamientos de los seres humanos, y el individuo, actuando por medio de su propia naturaleza psíquica, llega a hacer contacto con tal forma mental, la confunde con la realidad y se la imagina diciendo todo lo que él quisiera que dijera. Mientras se encuentra en tal condición, su imaginación empieza a actuar, ve cuanto quiere ver y oye magníficas palabras de reconocimiento, que es lo que él ansía. No se le ocurre pensar que los guías de la raza están demasiado ocupados con sus actividades grupales y el entrenamiento de los pensadores más avanzados y líderes de la humanidad, mediante los cuales, Ellos actúan, para emplear su tiempo con los infantes de la raza.


La palabra "meditación" incluye una gran variedad de ejercicios mentales practicados por personas que se sienten animadas por algún tipo de ideal espiritual y se han propuesto realizar dicho ideal en su vida, por lo menos hasta cierto punto. Dado que la actividad y la disciplina de la mente que comprende la meditación abarcan un muy extenso campo, no es fácil tratar el tema en forma sistemática ni en toda su amplitud. Tampoco es fácil definir el propósito de la meditación, ya que depende de la base mental del individuo, de su temperamento y de su evolución espiritual. Pero puede indicárselo, en los términos más generales, diciendo que dicho propósito consiste en llevar la personalidad inferior a contacto consciente con el Yo Superior, haciendo, de este modo, que dicha personalidad perciba cada vez mejor su origen, destino y naturaleza, que son todos divinos. Todos aquellos que meditan regularmente –porque consideran dicha ciencia como parte de una disciplina espiritual sistemática– necesariamente han de creer que tras el mundo físico se oculta otro, real, espiritual, de inimaginable esplendor; y que es posible para el ser humano ponerse en contacto, por medio de la meditación, con ese mundo interno, en medida cada vez mayor. Porque, de no ser así, no habría motivo para entregarse a esta clase de actividad mental.

El mundo de la Realidad se halla oculto dentro de la mente de todo ser humano, y puede conocerse más y más, al penetrar progresivamente en niveles más profundos de la mente. Por eso es necesario, en toda verdadera disciplina espiritual, no sólo ejercitar el principio pensante de diversos modos, sino también entrar en sus profundidades por medio de la meditación. El conocimiento ordinario puede adquirirse mediante la actividad mental que se limite a lo que puede llamarse la superficie de las cosas, a la observación de los fenómenos físicos, al acopio de datos sensoriales, y al trabajo sobre dichos datos mediante procesos intelectuales de comparación, razonamiento, etc. Pero el conocimiento acerca de los mundos invisibles y más sutiles, de naturaleza mental, que se encuentran ocultos tras del mundo físico, no puede adquirirse de ese modo. Es necesario introducirse en las capas más hondas de la mente y de la conciencia. La diferencia que existe entre estos dos tipos de actividad mental puede comprenderse comparándola con las técnicas de la natación. El individuo que haya aprendido a nadar por la superficie del agua puede explorar todo cuanto se encuentre en ella; la totalidad del mundo que se halla en contacto con la extensión de los océanos está abierto a su observación e investigación. Pero muchos otros mundos, en variedad infinita, se ocultan bajo la superficie, en diferentes lugares y a diversas profundidades, y sólo podrá ponerse en contacto con esos mundos e investigarlos cuando aprenda a sumergirse, a pasar del exterior a las honduras del agua; el proceso de nadar por debajo es algo distinto de la natación corriente, presenta problemas diferentes y necesita técnicas diversas. La diferencia entre la actividad mental corriente y la meditación es de índole análoga a la que existe entre las dos clases de natación.

El proceso ordinario del pensar, aunque sea profundo y se proponga un fin determinado, implica solamente movimientos mentales a nivel de superficie. En el razonamiento riguroso, que representa quizás la forma superior y más difícil de este tipo de actividad, la mente actúa de modo disciplinado, pero su movimiento sigue siendo por encima, si podemos expresarnos así; no es un movimiento que lleve a un nivel cada vez más hondo de la mente; ésta puede entregarse a una actividad concentrada y prolongada, pero mientras actúe de ese modo solamente estará en relación, y por lo tanto podrá conocer, únicamente, lo que se relaciona con la vida externa. Todos los logros en el reino de la razón, hasta los de más notable índole, son asequibles a esta clase de actividad mental, pero los mundos más sutiles y reales que se ocultan en capas más profundas, no pueden explorarse ni conocerse por tales medios. Porque ello requiere una diferente clase de actividad, que puede definirse como movimiento de la mente en profundidad. En este tipo de funcionamiento, también actúa la mente, por supuesto, pero el individuo trata, al mismo tiempo, de ingresar progresivamente en su naturaleza íntima.

Casi todos los que hemos aprendido a usar con eficiencia nuestra mente, no nos damos cuenta que ejercitarla en un tipo determinado de actividad llega, después de cierto tiempo a no necesitar casi esfuerzo alguno; en realidad, no llegamos a ser realmente eficientes hasta que esa actividad se realiza sin ningún esfuerzo. El orador ya bien dotado de experiencia, una vez que ha dominado la técnica de escoger y ordenar sus ideas, puede levantarse y hablar durante el tiempo que quiera, con toda fluidez, sin ninguna interrupción. El periodista ya ducho en sus tareas toma la pluma y llena página tras página de comentarios, casi sin esfuerzo alguno; le basta con elegir sus ideas de entre el diluvio de material escrito que fluye de las prensas, y expresarlas en forma vívida, llamativa. Porque una vez que se ha dominado la técnica de poner en orden las ideas y de expresarlas con efectividad, el resto es cosa fácil.

Esto, como bien salta a la vista, no se diferencia mucho del aprendizaje de la natación. Una vez que la persona ha adquirido la destreza necesaria para mantenerse a flote, nadar se reduce a una simple cuestión de resistencia física y de ejecutar ciertos movimientos corporales; ya no se necesita especial esfuerzo, en el verdadero sentido de la palabra, para seguir nadando. Casi todas nuestras actividades mentales pertenecen a este tipo. Nuestra mente avanza por los surcos habituales, o se ejercita, casi sin esfuerzo, en hacer las cosas cuya técnica tiene ya dominada en mayor o menor grado; no tiene que mantenerse concentrada ni impulsada en una determinada dirección por un movimiento de la voluntad o por la dominadora atracción de un objeto a lograr, o de un problema a resolver. Por tanto, no se la emplea habitualmente para un esfuerzo sostenido, encaminado hacia un objetivo bien definido, y motivado por la presión continua de la voluntad o de la atracción que es, precisamente, todo lo que se requiere para el éxito de la meditación. Así pues, el mero hecho de sentarse en determinada postura y de hacer que el pensamiento produzca una serie bien hilvanada de ideas sobre un determinado tema, no es verdadera meditación, aun cuando esto es lo que casi todo el mundo realiza. Es evidente que este tipo de ejercicio mental es, en realidad, lo mismo que escribir un articulo sin pluma ni papel o como dar una conferencia sin hablar. Tampoco puede considerarse como meditación, en el verdadero sentido de la palabra, la práctica corriente de permitir que la mente se mueva a lo largo de acostumbrados y ya muy recorridos surcos creados por la repetición de textos religiosos, aunque esto es lo que hacen casi todas las personas religiosas cuando "meditan" durante su diaria observancia.

Es tendencia general la de convertir todo tipo de actividad necesaria en una rutina, a fin de que la mente no se vea obligada a un gran trabajo ni tampoco tenga que elegir entre diferentes modos de acción o entre diferentes ideas. Esto es lo que motiva, también, la gran popularidad de los rituales en el cumplimiento de los deberes religiosos; el propósito consiste en tener, por lo menos las formas de la vida religiosa, aunque carezcan de sustancia. Pero, cualquiera puede darse cuenta que, en tales condiciones, el estancamiento resulta inevitable. Acaso, no haya, en el sendero de desarrollo espiritual, obstáculo mayor que el falso sentido, de logro y seguridad que engendra la rutina.

Y, ¿por qué no es posible producir el estado mental necesario, cuando nos sentamos a meditar? Primeramente porque nuestro interés por las cosas sobre las cuales queremos meditar carece de la necesaria intensidad y profundidad. Probablemente, nos imaginamos que queremos hallar la realidad que creemos escondida dentro de las capas profundas de nuestra mente y conciencia, pero se trata de un mero pensamiento vago, motivado por un deseo igualmente vago; no hay propósito claramente definido y dinámico; no hay intensidad de deseo, en el trasfondo, de resolver los problemas de nuestra vida interna y de descifrar los misterios de nuestra existencia. Aquellos de nosotros que no logramos éxito en la meditación, deberíamos hacer un buen examen de conciencia y un buen autoanálisis. Ello nos capacitaría para ver, con nuestros propios ojos, que la causa fundamental del fracaso reside, probablemente, en una grave carencia de fervor y de diligencia; hemos emprendido el método antes de querer, de anhelar de veras aquellas cosas que son objeto de la meditación. Es como poner el carro delante del caballo. Tenemos que darnos cuenta que existen problemas, antes de emprender la solución de esos problemas. El objeto de la disciplina consiste en resolver los problemas de la vida interna por medio de la introducción en los estratos escondidos de la mente y la conciencia, que es donde únicamente puede hallarse la solución de dichos problemas; pero si ellos no existen para nosotros, es inútil sentarse a meditar día tras día en cómo resolverlos. La meditación no es un fin en sí misma; es meramente un medio para lograr un fin.

Es necesario tener cuidadosamente en cuenta que todo conocimiento referido a las realidades espirituales de la vida se obtiene, no por medio de la facultad intelectual de la razón, sino mediante la facultad de la intuición, poco conocida en general, y sospechosa para muchos. La verdadera intuición no es, como suponen las personas de mentalidad esencialmente materialista, una capacidad de barruntar la verdad de modo misterioso pero no digno de confianza. Es la facultad de percepción directa de la verdad que se produce cuando, en alguna forma, la conciencia del buscador se sintoniza con la conciencia Divina. En esta última todas las realidades de la existencia se hallan externamente presentes en su verdadera forma; al ejercerse la intuición corriente en las primeras etapas, la conciencia del investigador salta, como si dijéramos, por encima de las barreras del intelecto, y mediante la percepción directa puede aprehender cualquier realidad, por lo menos parcialmente.

g.)

No empezamos una nueva encarnación 
en el mismo punto en que quedamos al terminar la anterior, 
como generalmente se supone. La comenzamos un nivel más alto.
I. K. Taimni

    Las repulsiones nos atan tanto como las atracciones.
    Si examinamos nuestra vida mental, encontramos que todas las imágenes que pasan por nuestra mente, y nuestras experiencias, se congregan en un centro egoico que las relaciona y las coordina a todas en un conjunto armonioso e integrado. Sin un centro tal de conciencia no podría haber vida mental significativa y continua. Todas nuestras experiencias e imágenes mentales permanecerían esparcidas de una manera fortuita, sin nada que las conglomere en una vida singular y diferente de las vidas de otros individuos.
    Todo el Universo está basado en el movimiento vibratorio, toda forma de conocimiento es una vibración particular. Todo es de índole mental, la materia es energía condensada, esa energía no existe en un vacío absoluto, existe en la Mente que se deriva de la Consciencia. Cada vibración posee una base matemática y es obra del Poder Divino. Cada conocimiento que surge en la mente está basado en una específica combinación de vibraciones relacionadas matemáticamente.
    En la base del Universo existe una enorme Fuente de Energía, de ella surgen todas las infinitas variedades de vibraciones, esa Energía está contenida en forma potencial e integrada en su propia Fuente, es el resultado del Ejercicio de la Voluntad Divina.
    El espíritu puede experimentar la Realidad Una en su aspecto de Consciencia Pura, si logra desenredarse de las ilusiones creadas por la manifestación que lo envuelve y, penetra en su propio centro para emerger al otro lado; quedando en el campo de la Consciencia Pura. 
    La Liberación no es el Fin como muchos equivocadamente han supuesto, al fundirnos en la Realidad Una no desaparecemos, luego de ganar el Divino Potencial se reaparece en una Realidad Superior. 
    Existe sólo una única fuente de todo saber real y verdadero: La Realidad Una que sustenta y contiene todo el universo en su vasto alcance. Y que por tanto todos los que descubren y transmiten semejante saber son meramente canales por los cuales este saber fluye desde el Centro más íntimo al mundo exterior.
    Un elevado conocimiento es difícil de comprender por lo abstracto. El hombre no es un animal evolucionado, es un Ser Mental que se sirve del cuerpo físico para evolucionar. La búsqueda de la Verdad debe realizarse en la propia Mente Superior. El intelecto sólo puede captar aspectos separados de las ideas trascendentes, sin darnos la percepción total de la Verdad. La mente nos prepara para esa percepción al liberarnos de la limitación del intelecto, para ello el primer paso es ser conscientes de la propia ignorancia. El alma tiene urgencia de encontrase a sí misma. La Sabiduría consiste en aprender correctamente nuestras lecciones y tan pronto como sea posible, porque tarde o temprano tenemos que aprenderlas. Las realidades de la vida se hallan en las profundidades de nuestra consciencia, allí donde el intelecto no puede penetrar. Lo que percibimos como un mundo externo a nosotros, es simplemente una siempre cambiante imagen mental dentro de nuestra propia mente. Tan sólo cuando un individuo, poseyendo las cualidades necesarias, se sumerge en su propia consciencia, adquiere el conocimiento y llega a conocer las verdades más profundas de la existencia.

    El cosmos no sólo es ilimitado sino que la existencia de innumerables nebulosas en el espacio muestra que incontables sistemas solares están en proceso de formación constante, de modo que no habrá escasez de vehículos cuando las almas, que ahora están evolucionando como seres humanos, sean en un futuro distante Logos Solares y tengan necesidad de sistemas solares para su expansión. ¿Por qué hemos de suponer que vivir en lo eterno implique necesariamente vivir en la incambiabilidad?
    El conocimiento amplio y general del Ocultismo nos ayuda a comprender el sentido de los hechos científicos; el conocimiento pormenorizado y preciso de la Ciencia nos ayuda a comprender el modus operandi de las leyes y procesos que forman una parte del conocimiento oculto.
    Cuando finaliza una encarnación, el alma se desprende de sus tres cuerpos inferiores (físico, astral y mental), uno tras del otro, retrae la esencia de sus experiencias durante su última encarnación en su cuerpo causal y la asimila para su crecimiento y desarrollo de facultades potenciales. Cuando este trabajo se ha completado, el alma desciende otra vez a los mundos inferiores con facultades y poderes adicionales, y el ciclo de reencarnación se repite del mismo modo.
    La manifestación significa un impulso hacia afuera, del centro a la periferia y retorno al centro otra vez, de la consciencia. Dado que la consciencia potencial necesita un medio para expresar y desarrollar sus potencialidades cuando desciende a la manifestación, este descenso está precedido por la formación de un sistema manifestado de variedad de grados de mente y materia. Es en este campo, y mediante los mecanismos que gradualmente desenvuelve por sí mismo, que desarrolla sus potencialidades, poderes y facultades que están ocultas en ella.
    La simple idea de un Ritmo Cósmico reconcilia y fusiona las concepciones del punto adimensional y del Espacio ilimitado de una concepción inteligible que concuerda con las ideas de la Ciencia moderna. Es así que, entonces, la Realidad Última es concebida como una oscilación de la consciencia, en que alternativamente ella se expande hasta una esfera ilimitada de radio infinito y luego se contrae hasta un punto ideal, pasando por todas las etapas intermedias representadas por esferas concéntricas de radios diferentes. Esta alternancia de contracción a un punto y expansión al infinito muestra por un lado la naturaleza dinámica de la Realidad y por el otro se muestra cómo el Punto ideal y el Espacio infinito sirven, ambos, alternativamente, como vestiduras de esa Realidad. Se verá en esta alternante asunción de dos extremos y opuestos, una analogía con el estado de resonancia que acontece en un fenómeno donde muestra las características de dos estados opuestos simultáneamente. No es ni uno ni otro de ambos extremos, sino un equilibrio dinámico entre ambos.
    El hecho de que muchas de las realidades de la vida interna estén más allá de la comprensión de la mente humana, no quiere decir que debamos permitir que nuestra mente permanezca en estado de confusión con relación a ellas, en una nube de ideas vagas y oscuras. Cuando decimos que las realidades de los mundos espirituales están más allá del dominio del intelecto, lo que queremos significar es que el intelecto no puede tener una percepción directa de esas realidades, la cual sólo es posible cuando el intelecto es trascendido y la consciencia puede conocer las realidades por unificación con ellas o sea conocimiento por confundimiento; pero el intelecto puede llegar a cierto límite en su empeño por conocer estas realidades, por más restringido que ese límite pueda ser.
    No podemos acercarnos a esas realidades espirituales dejando que la mente permanezca en una condición confusa y nebulosa con relación a dichas realidades. Algunos creen que al esforzarnos por tener ideas claras y distintas lo que hacemos en realidad es condicionar la mente y que una mente así condicionada es incapaz de percibir o reflejar dentro de sí misma las realidades de la vida. Pienso que esta idea también es una idea errónea. Una mente con ideas confusas y vagas acerca de cualquier realidad está tanto o más condicionada que una mente que posee ideas claras y definidas. La actitud adecuada a adoptar en este problema es tener una idea bien clara de las limitaciones del intelecto y de cuán lejos podremos ir en nuestro acercamiento a estas realidades mediante el instrumento del intelecto, y dentro del campo de esas limitaciones utilizar el intelecto tan rigurosa y eficazmente como sea posible. Tampoco soy de los que creen que puede erigirse el edificio de la Sabiduría Divina sin ningún fundamento o sobre cimientos de arena. Creo que solamente sobre la base de un sólido conocimiento intelectual es que puede construirse el templo de la Sabiduría Divina, y sólo en un templo tal podrá descender el espíritu y realizar su trabajo.
    Es necesario que todos nosotros nos demos cuenta de que podemos comunicar a otros solamente lo que nosotros mismos poseemos; y que ninguna cantidad de charlas y discursos pueden habilitarnos para ejercitar esta dinámica influencia espiritual sobre otros, si las facultades espirituales dentro de nosotros están aún dormitando. Por medio de charlas y conferencias podemos ciertamente afectar las mentes de los hombres, podemos comunicar ideas y cambiar convicciones. Por el fervor emocional podemos despertar sus pasiones y emociones y hacerles hacer cualquier cosa en el calor del momento. Pero para tocar y despertar sus más profundas intuiciones y aspiraciones debemos estar espiritualmente despiertos y tratar de vivir la vida interna del Espíritu.
    El bien y el mal son relativos, y lo que estimamos bueno puede no serlo en otras circunstancias; pero la pureza de intención produce dos resultados directos. El uno es que nos libra del conflicto interno que atormenta la vida de todos los inescrupulosos y les produce un estado mental enfermizo. El otro es que purifica por grados la mente y permite que la luz de la Intuición la ilumine más y más. Una de las consecuencias más indeseables de hacer compromisos con el mal es que muy pronto nos envuelve en un círculo vicioso del cual es muy difícil salirse. Los actos, pensamientos y emociones impuros, nublan más y más la Intuición, lo cual va disminuyendo nuestra capacidad de ver si cierto acto es bueno o malo, y nos enreda más en lo malo. Esto es lo que les sucede a personas normales que gradualmente se deslizan a una vida mala y ni siquiera se dan cuenta de que están haciendo cosas impropias: su función Intuicional de discernir se ha apagado e interrumpido.
    Este universo físico externo es una proyección o reflejo del universo interno espiritual, un hecho que se sugiere en la máxima oculta: "Así en el cielo como en la tierra".



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El mecanismo mental subyacente en la materia

    En el estudio de cómo la Mente Divina afecta a la mente individual debemos tener una idea general bien clara acerca de las metas a las que aspiramos. En primer lugar, nos estamos limitando aquí a la interacción al nivel más bajo, o sea, a la percepción de un mundo externo a través de instrumentos que llamamos órganos de los sentidos. Esta interacción tiene lugar a diferentes niveles a través de la actuación de vehículos que hemos desarrollado en planos sucesivos, pero como es difícil comprender aun parcialmente qué clase de imágenes del mundo aparecen en la mente en niveles superiores como resultado de esta interacción, limitémonos al plano más bajo con cuyos fenómenos estamos más familiarizados.
    El mecanismo de la percepción de los sentidos, como lo entiende la Ciencia, es bien conocido. Los átomos y moléculas emiten diversas clases de vibraciones. Éstas excitan a los órganos de los sentidos y producen en ellos respuestas que dependen de la naturaleza del órgano sensorial afectado y de la vibración. En el caso de los sentidos del olfato y del gusto se trata de un contacto real de átomos y moléculas con el órgano del respectivo sentido el que ocasiona la respuesta, y la naturaleza de ésta depende de la constitución de la molécula. Estas impresiones que se producen en los órganos de los sentidos se convierten en impulsos nerviosos que son transmitidos a los correspondientes centros en el cerebro físico. Entonces ocurre algo en el cerebro que convierte, a su vez, a los impulsos nerviosos en sensaciones. La Ciencia no conoce nada acerca del mecanismo de esta última transformación, y no puede explicar cómo impulsos puramente nerviosos se transforman en el cerebro en imágenes mentales sensoriales. El Ocultismo, que ha investigado la constitución total del hombre, sabe que esta transformación se produce por la intervención de una clase especial de materia que actúa como vehículo de la fuerza vital y que puede ser considerado como un compuesto de materia y mente que permite a la mente afectar a la materia y a la materia afectar a la mente.
    Se advierte, por lo tanto, que en el proceso de la percepción sensorial hay involucrado un mecanismo muy complicado, y que nuestro conocimiento de este mecanismo es incompleto. No entraremos aquí en una consideración pormenorizada de este complicado mecanismo, lo cual no haría sino confundir a la mente más que llevarla a una comprensión del problema. El mejor método para la consideración de estos temas es limitarnos, por lo menos al comienzo, a los principios generales y a los hechos más salientes para no embarazarnos en una red de pormenores.
    Quien estudia estas cosas concernientes a los mecanismos de la manifestación no por sí mismas sino como un escalón hacia el conocimiento real. El sabe que nada puede ser conocido definitivamente en tanto sea estudiado aisladamente y no sea visto como parte del Todo del cual todas las cosas derivan y en el cual tienen su ser. Toma este conocimiento parcial respecto a todo ligera y tentativamente, tan sólo como un medio para conocer aquella Verdad última que subyace en la base del universo manifestado, conocida la cual todo puede ser conocido real y plenamente. El perseguir el conocimiento intelectual por sí mismo y por el deleite por esta clase de conocimiento fragmentario que tan de moda está hoy, no tendrá ya lugar en su vida. Este es un ideal que sólo puede ser aceptado y nutrido por quienes aun no han despertado a las realidades de la vida y se conforman con vivir y morir dentro del marco de las limitaciones y atracciones de este mundo ilusorio, sin haber dedicado siquiera un sólo pensamiento a los grandes misterios de la vida que nos enfrentan desde todos lados.
    En segundo lugar, nuestro fin al estudiar el mecanismo de la percepción sensorial aquí no es el de obtener un conocimiento acerca de sus varios constituyentes sino tener una idea general e inteligible respecto al modus operandi de la interacción entre la Mente Divina y la mente individual. La concepción del modus operandi no ha de basarse sobre átomos y moléculas y entidades físicas porque, aun de acuerdo a la Ciencia, átomos y moléculas no existen tal como las imaginamos. Ellos son tan sólo “radiación envasada” o modos de movimiento. Tal movimiento sin un medio físico es imposible; por lo tanto, el mecanismo y modus operandi de la percepción sensorial ha de ser básicamente un fenómeno mental, y esto concordará entonces con las más elevadas doctrinas del Ocultismo, según las cuales todo este universo manifestado es, en última instancia, un fenómeno mental basado en la consciencia.
    Empero, decir que la percepción de un mundo aparentemente externo constituido de átomos y moléculas es un fenómeno puramente mental y que ninguna clase de materia interviene en el proceso, no implica necesariamente afirmar que no haya ningún mecanismo involucrado. En efecto, el estudio científico de este fenómeno ha probado más allá de toda duda, que no sólo hay un mecanismo implicado sino que este mecanismo actúa en concordancia con leyes matemáticas precisas. Aunque este mecanismo sea esencialmente mental, ha de estar basado en leyes precisas con base matemática. Lo que ha sucedido como resultado de los últimos descubrimientos científicos no es la idea de que un mecanismo definido subyacente en la percepción sensorial se haya desmoronado, sino que un mecanismo puramente mental ha reemplazado a un mecanismo puramente físico o a un mecanismo físico mental, porque la existencia de la mente aparte de la materia todavía no esta totalmente aceptada por la Ciencia ortodoxa y existen todavía muchos empecinados que insisten en creer que la mente, tal como la conocemos es un mero subproducto de procesos biológicos, químicos y físicos.
     Si sólo existe un mundo mental en el que tienen lugar todos estos fenómenos aparentemente físicos y si el mundo material en el sentido ordinario, es totalmente inexistente, este mecanismo mediante el cual se verifica la percepción sensorial ha de ser también de naturaleza mental. La Mente Divina debe actuar sobre la mente individual a través de un mecanismo mental y es la naturaleza de este mecanismo mental la que vamos ahora a estudiar de modo general.
    Comencemos nuestro estudio con una breve consideración en torno a un principio natural que opera en el así llamado dominio de los fenómenos físicos y que puede ser llamado principio objeto-imagen. De acuerdo con él, es posible convertir un tipo de fenómeno físico en otro tipo de fenómeno y volver al tipo de fenómeno inicial mediante la instrumentalidad de un mecanismo intermediario que actúa automáticamente. Tomemos unos ejemplos concretos para ilustrar este principio. Las ondas sonoras producidas al hablar pueden ser convertidas en impulsos eléctricos por el mecanismo representado por el teléfono; estos impulsos eléctricos se encaminan a lo largo de un cable y cuando llegan al receptor son nuevamente convertidos en ondas sonoras de tipo exactamente similar a las ondas sonoras originales Otro ejemplo la música que se irradia desde una emisora de radio. Un aparato convierte a las ondas sonoras en ondas electromagnéticas que llenan el espacio. Cualquier aparato radiorreceptor las capta, las vuelve a convertir en ondas sonoras y oímos la música exactamente como ella fue transmitida por la emisora.
    Este principio se utiliza de muchas maneras en las invenciones científicas y proporcionan una clave del mecanismo de interacción entre la Mente Divina y las mentes individuales. Muestra cómo las ideas presentes en la Mente Divina pueden reproducirse en las mentes individuales mediante la instrumentalidad de un mecanismo intermedio. La Ideación Divina puede compararse como la emisora de la música o de las imágenes mediante un poderoso transmisor. La aparición de las imágenes mentales en las mentes individuales es como la reproducción de la música o imágenes de TV. en los receptores de radio o de televisión.
    Sin embargo, hay un punto de diferencia que debe ser destacado. La imagen del mundo en la mente individual no es una reproducción exacta del Pensamiento Divino sino solamente una reproducción parcial y frecuentemente distorsionada en los planos espirituales, no solamente en los inferiores. Esto se debe, obviamente a las limitaciones e imperfecciones de la mente individual. También en el ejemplo de la radio vemos que la calidad de los aparatos receptores hace grandes diferencias en la calidad de lo recibido. Cada radio es sensible solamente a ciertas bandas de longitudes de onda y puede captar sólo ondas electromagnéticas dentro de esos límites. La reproducción también depende de la calidad de los materiales usados y de la eficiencia con que las partes estén calibradas entre sí. Las limitaciones de la mente humana son similares. En primer lugar están las limitaciones surgidas de las diferencias entre los planos que funcionan en diferentes números de dimensiones de espacio y de escalas de tiempo. Estas diferencias imponen ciertas limitaciones a la consciencia que actúa en cada plano, limitaciones que crecen a medida que aumenta la densidad del plano. Estas limitaciones son propias del funcionamiento de la consciencia en cada plano y restringen a todas las mentes actuantes en él. Así, la mente inferior, actuando mediante el cuerpo mental inferior sólo puede trabajar con imágenes de objetos concretos y realmente le es imposible comprender las ideas y arquetipos abstractos existentes en la Mente Divina. Solamente la mente superior, actuando mediante el cuerpo causal puede hacerlo.
    La imagen del mundo del Pensamiento Divino que se desarrolla en una mente individual también depende de la ubicación del individuo en el tiempo y en el espacio. No difiere de la formación producida en un globo de vidrio espejado que se desplaza en una calle bulliciosa. La naturaleza de esta imagen dependerá, en cada instante, de la ubicación del globo y de la hora del día, y cambiará continuamente.
    En segundo lugar están las limitaciones causadas por la falta de desarrollo y de sensibilidad. A medida que la mente se desarrolle y sus vehículos evolucionen en los diferentes planos, será capaz de captar más y más vibraciones de la Mente Divina y de alcanzar una comprensión mas completa y mas fiel de lo que está presente en la Mente Divina en cada plano.
    A medida que la Consciencia individual retrocede hacia su centro, y comienza a actuar a través de vehículos de sutilidad cada vez mayor, entre en contacto con los diferentes niveles de la Mente Divina. Una idea general del principio involucrado en la interacción entre la Mente Divina y la mente individual puede obtenerse del principio objeto-imagen antes mencionado, pero esto no aclara nada acerca de la naturaleza del complicado mecanismo a través de cuya instrumentalidad se transmiten las ideas de la Mente Divina a la mente individual. El proceso inverso, por el cual las ideas en la mente individual son percibidas por la Mente Divina no requiere, naturalmente, ningún mecanismo, a causa de la capacidad de la Mente Divina para ejercitar la percepción no-instrumental. Este complicado mecanismo intermedio es necesario tan sólo en las primeras etapas de la evolución, aun en el caso de un individuo, y si bien una persona auto-realizada aun lo utiliza, es por conveniencia y no porque le sea obligatorio usarlo. En el caso del Logos, naturalmente, la percepción y la acción son ambas no instrumentales, dadas Su Omnisciencia y Su Omnipotencia. Sin embargo, todavía no es fácil dar una idea clara y definida porque implica muchas doctrinas ocultas de sutilísima naturaleza y además los vínculos que las conectan. No se ha hecho hasta ahora ningún esfuerzo por aclarar esta complicada cuestión para lograr así una idea satisfactoria de los numerosos factores que encierra. Somos muy propensos a dar las cosas por sentadas en materia de religión y filosofía. Estudiamos doctrinas ocultas de la mayor significación, las memorizamos, las exponemos, las preconizamos pero no hacemos nada para comprenderlas realmente. Cuando aparecen discrepancias no hacemos nada para explicarlas, donde hay obscuridades no hacemos nada para aclararlas. Cuando encontramos fragmentos inconexos de alguna idea maravillosa, tampoco hacemos nada para reunirlos en un todo integrado. Cuando faltan algunas ideas en un concepto incompleto, no nos tomamos el trabajo de encontrarlas para completar el concepto y aclarar su significado. Esta es la razón por la cual algunas de estas ideas y doctrinas, que son de gran significación e importancia para el hombre, han permanecido rodeadas por una atmósfera de misterio y de piadosa devoción sin ejercer ninguna influencia dinámica ni en nuestro vivir ni en nuestro pensar. Ellas han sido transmitidas de una generación a otra, siglo tras siglo, como bienes muebles y han permanecido prácticamente desconocidas para Occidente. Quedó para los eruditos occidentales ponerlas al alcance del mundo en general, en su mayor parte bajo forma de traducciones que nos permitieron, hasta cierto punto, advertir su valor; pero todos estos eruditos, que dedicaron a esta tarea una enorme cantidad de trabajo e hicieron una obra monumental al abrir este nuevo campo de pensamiento para Occidente, carecieron de penetración intuitiva y no pudieron apreciar ni exponer el sentido interno de estas ideas. Como eruditos que eran, estuvieron dedicados a tratarlas como meros problemas de investigación escolástica, con gran cuidado, precisión y entusiasmo en lo que se refiere a la forma externa, pero con total indiferencia respecto a verdades profundas y significativas que ellas encerraban.
    El tema que estamos estudiando es una de esas áreas obscuras de pensamiento que exigen una cuidadosa investigación a fin de aclararla y hacerla lo suficientemente inteligible para su integración con las enseñanzas del Ocultismo. Es un elemento indispensable para desarrollar una concepción inteligible con respecto a la naturaleza espiritual del universo que esté en concordancia con la doctrina oculta y la experiencia de aquellos que han podido penetrar en estos los más profundos misterios de la existencia Tan sólo una concepción racional y razonable tal puede erguirse frente a las concepciones materialistas de la Ciencia ortodoxa, que la gente acepta sin cuestionar porque está hipnotizada por sus logros espectaculares. Existe una falsa idea muy generalizada que hay una vasta cantidad de hechos científicos detrás de las teorías de la ciencia concerniente al origen y naturaleza del universo, pero el hecho real es que son esos mismos hechos los que han socavado los fundamentos de la filosofía materialista y han proporcionado una creciente corroboración de las doctrinas de la filosofía del Ocultismo.
    En la consideración de este problema del mecanismo mental subyace tras la percepción mental, todo cuanto es posible hacer en este breve esquema es señalar las características salientes de las doctrinas ocultas fundamentales implicadas, las que proporcionan, sobre la base de un cuidadoso estudio, una teoría coherente y razonable de la percepción mental. En la raíz misma de esta teoría de la percepción mental encontramos la más fundamental de las doctrinas de la filosofía Oculta, la que dice que el Universo está basado en una Realidad Ultima y que deriva de Ella que es, en esencia, de la misma naturaleza de la Consciencia pura, y que el universo es puramente un fenómeno mental, utilizando las palabras mental” y “fenómeno” en su sentido más amplio y profundo. Cómo la mente es considerada como una mera modificación o derivado de la Consciencia en esta filosofía, no hay contradicción entre las dos ideas en la afirmación anterior.
    La segunda de las doctrinas implicadas en la teoría oculta de la percepción mental, si bien no explícitamente establecida, expresa que la mente no solamente actúa mediante la relación sujeto-objeto sino, que en el descenso de su involución se divide, por así decirlo, en dos corrientes, una que sirve de base a la función subjetiva y la otra a la función objetiva. Ya hemos visto en otra parte cómo el origen mismo de la mente se debe a la aparición de la relación sujeto-objeto en la Consciencia integrada. Esta es la raíz o fundamento del Principio Mental, y todos los fenómenos mentales y operaciones mentales, desde la más elevada a la más baja, son derivados de ella. Ideación Cósmica, Ideación Divina a ideación individual, son todas expresiones, en todos los niveles, del Principio Mental, tanto en su aspecto subjetivo como en el objetivo. Ahora bien, esta diferenciación que constituye la relación sujeto-objeto nos da tan sólo una idea del principio general subyacente en el funcionamiento de la mente en todos los niveles, pero no nos da ninguna indicación respecto al modus operandi o aspecto instrumental del proceso. 
    Cabe señalar que si bien la bifurcación del Principio Mental en dos corrientes que sirven de fundamento a los aspectos subjetivo y objetivo tiene lugar en un nivel muy inferior, ella no es sino un reflejo de una diferenciación de la consciencia que se produce a un nivel muy elevado. El universo objetivo cognoscible mediante nuestros cinco órganos de los sentidos no es sino una expresión de la misma Realidad que actúa como el conocedor y que “ve” al universo objetivo a través de los tres ojos, de los cuales dos representan la percepción instrumental, mientras que el tercero representa la percepción no-instrumental. Por lo tanto, El es no sólo el «vidente” sino que también lo “visto”. El material mismo del cual está compuesto el universo es una expresión de Su Consciencia y es fácil ver que esto sólo es posible si el material es de naturaleza mental. En uno de Sus aspectos mentales, El es el conocedor y en el otro aspecto, lo conocido.
    La percepción del universo físico mediante los cinco órganos físicos de los sentidos es el resultado del encuentro de los aspectos subjetivo y objetivo de la mente en el nivel más bajo.
    De acuerdo con la doctrina de lo subjetivo y lo objetivo, se une a la mente en su aspecto subjetivo, verificándose entonces la percepción del universo objetivo. Algunos agregados de átomos y moléculas que poseen propiedades específicas, estimulan determinadas sensaciones y sirven de vehículos a lo subjetivo. Otros agregados de átomos, moléculas que han sido organizadas en órganos de los sentidos, con funciones específicas, sirven de vehículos a lo objetivo. El material básico en el caso de ambos es el mismo, o sea átomos, moléculas y vibraciones actuando entre ellos, pero las funciones son diferentes.
Iqbal Kishen Taimni



Reflexión

Sobre la base de la Enseñanza de Taimni y otros Maestros, más Intuición e Imaginación intenté entender como Occidental la CosmoGénesis que titulé GOD-BANG, cuya síntesis dejé al inicio. Sobre esa misma base elaboré una AntropoGénesis que ahora me lleva a señalar a modo previo un Aforismo:

Todo Ángel antes fue hombre.
Todo Logos antes fue espíritu.

Esa es nuestra línea de Evolución que intentaré sintetizar.

Uno de los temas menos entendibles es nuestro cuerpo físico regido por el cerebro y el por qué lo de la individualidad dada en las personales huellas dactilares y ADN, es decir, para la materia somos individuos únicos y no clonados. Más se complica la cosa cuando se habla de mente, alma, espíritu y Dios. Eso intentaré reseñar no en lo oculto sino que en lo abierto a la mentalidad occidental.

Un aglutinado extracto de lo que pienso y siento del Génesis nuestro que por años fue oculto y ahora está abierto, dice:

Como seres humanos vivimos en un plano material no por la materia en sí sino por lo que a la materia le permite ser. Habitamos un planeta marginal de un sistema solar marginal de la galaxia con sus miles de millones de sistemas solares y, pensar que todavía hay gente que supone somos los únicos pensantes del Universo Creado por lo Divino. Nada de bien dejan al creador con ese aserto.

Producido el God-Bang emergen de Dios los Logos que antes fueron espíritus con su Misión cumplida, ellos ahora dan la forma y "mente" a los sistemas solares, que lo son por estar de manera preexistente en el Pensamiento de Dios...  Fue un OmniPensamiento de Dios el que desde lo Inmaniferstado en Él llenó todo lo infinito que pasó a ser Manifestado para cumplir la función de ciclos de evolución de vida a los espíritus que desde Él emergerían siendo partes autónomas de Él. Lo Manifestado, algo tan sólido y real para nosotros es un 99.99% de vacío sustentado sobre un 0.01% probable o inexistente en cuanto materia, sin  embargo ese vacío es un lleno de Inteligencia Pura de Dios manifestada en SU OmniPensamiento. Todo es Mental de tipo escalar.
En las dimensiones Manifestadas, Creados los mundos, aquellos millardos que adquieren potencialidades para la Vida dan la nota para que, desde lo Inmanifestado en Dios, emergieron una miríada de chispas divinas o espíritus, cada uno dotado con sus atributos potenciales e individuales. Esos espíritus es lo que somos nosotros, que como espíritus a crecer estamos en la séptima dimensión. Cada uno de los espíritus tiene mente espiritual y con su pensamiento da la forma al alma en la quinta dimensión, la que nace con su mente programada con potencialidades que sólo logrará desarrollar mediante encarnaciones naturales y progresivas, primero en nuestra tercera dimensión y después en la cuarta dimensión para finalizar su ciclo actuando como alma liberada antes de "morir" porque ya el espíritu desarrollado retornará a Dios. En lo Inmanifestado en Dios ese espíritu con Misión cumplida recibe nuevos atributos y emerge desde Dios cual Logos a realizar Su Cósmico Plan bajo las directrices del Plan Divino...

Hace millones de años el planeta Tierra, en su vibración, dio la nota apta para recibir a la Vida, llegaron seres de quinta dimensión o almas evolucionadas, venían a cumplir la tarea para "sembrar" vida vegetal, luego otros se encargaron de ayudar a dar forma a especies que recibieron mente grupal, una para cada especie en los mares, cielo y  tierra... Una vez que por evolución se logró tener un grupo sin mente de homínidos aptos, almas con diferentes niveles de evolución en los cursos de la materia, fueron asignadas a este orbe planetario junto a una mayoría de jóvenes almas. Ingenieros genetistas espaciales de cuarta dimensión actuaron sobre óvulos de hembras humanoides hasta lograr lo adecuado a sus propósitos, a la vez actuaron sobre espermios de Ellos y, por la unión del óvulo homínido y espermio de "Ellos" se logró el zigoto o huevo perfecto. Entonces almas asignadas a continuar sus cursos en la materia dieron la mente al embrión que se había alojado en la matriz de una de "Ellas", fueron varios adanes y varias evas que sirvieron como los primeros cuerpos físicos para que almas algo evolucionadas iniciaran el primer ciclo de la raza humana en el planeta Tierra. La labor de Esos Seres ingenieros genéticos de cuarta y quinta dimensión, actuando en este planeta, había finalizado y la Tierra quedaba bajo el dominio pensante del hombre, regido por jóvenes almas que bajo inicial supervisión de mayores, hace más de 30.000 años iniciaron el peregrinar ascendente de ciclos de vidas en este mundo.

Desde su inicio, las almas asignadas a los cursos de la materia en la Tierra, nacieron con un cerebro especial, cerebro que además de ser biológico es cuántico lo que lo faculta para ser regido por la mente y conectarla a la materia interactuando con ella que rige al cerebro. A la vez nacieron con un genoma celular mixto, 50% homínido y 50% divino, es decir no 100% terrícola. Durante nuestra evolución iniciada con un pasivo cerebro derecho se activó el hemisferio cerebral izquierdo que nos conectó cada vez más a la materia, ahora, por libre albedrío se reactiva el hemisferio derecho que nos liga a lo divino. Este proceso de Desarrollo, por haber nacido nosotros en estos tiempos tan sorprendentes, se ve acelerado si se logra Pensar Mejor.

Cada vida o encarnación nuestra faculta al alma a crecer al desarrollar alguno de sus atributos en el plano de la tercera dimensión. En el plano del alma sólo vibra lo positivo del humano pensar, siendo cada acción fruto de un propio pensamiento. Nada negativo vibra en el alma, la que lo ignora por ser para ella un inexistente. Por lo tanto ninguna negativa acción en un cuerpo de tercera dimensión afecta al alma, si da lugar a Karma que, en la próxima encarnación será ajustado. Toda mala acción es fruto de la falta de manifestación de un atributo positivo del alma que, en esta o en la siguiente encarnación se manifestará. Jamás el alma valoraría lo que es y su potencial si en lo denso de la oscuridad y negativos valores no encuentra la luz y lo sutil que le permite desarrollarse para su cósmica misión, superando acá, vida a vida lo negativo, crece allá en su Luz. Como individuos dotados de mente a cada instante realizamos, si Pensamos Bien y sin tener la más mínima idea de ello, una constante, sorprendente y maravillosa alquimia cerebral. Con el poder del Pensamiento Positivo estamos reprogramando la propia mente que es autorreprogramable y autoexpansiva, además se permite el desarrollo cuántico cerebral que facilita una mejor y mayor expresión mental sutil, a su vez se logra una mutación celular al ser transmutados genes primitivos en divinos, es decir ese parejo 50% inicial pretérito ahora, según evolución personal, tiene un mayor componente divino que primitivo... 

Por lo tanto somos más, mucho más que seres materiales pensantes, somos lo que al cerebro le permite ser y manifestar en la Tierra el pensamiento gracias a la mente; somos almas que a la mente humana le permite pensar; somos espíritu que al alma con su propia mente le permite ser. Cumplida la Misión en los diferentes planos de lo Manifestado en Dios, seremos espíritus plenos en retorno a Dios para, en ÉL, adquirir nuevas potencialidades y emerger como LOGOS ante nuevos universos, dimensiones y allí dar forma a galaxias con sus sistemas solares, viendo como desde lo Inmanifestado en Dios emergen jóvenes espíritus a cumplir la Misión que, para ese futuro nosotros ya cumplimos hace tantas eras previas algo tan lejano para la mente racional y tan cercano para la Mente Divina...



Finale

Quienes practican lo que predican ejercen mucha mayor
influencia sobre sus oyentes que quienes meramente comunican altos ideales en el plano
intelectual. Este es el secreto de la gran influencia que ejercen todos, los santos y sabios y
grandes mentores religiosos sobre sus seguidores.
I. K. Taimni

Al año 2010 ¿hay personas autorrealizadas o Liberadas entre nosotros? ¿Hay seres que superaron la etapa de la humana encarnación actuando de misioneros en este plano? Lo ignoro y, si los hay, ellos no se muestran. ¿Hay algún humano que los pueda reconocer? Al respecto Taimni dice:

El ciclo de renacimientos y muertes sólo puede cerrarse el quedar trascendido el conocimiento mental inferior basado en ilusiones de diversas clases.
Las actividades, el estado mental, y los modos de trabajar de todos los individuos Liberados que toman parte en el cumplimiento del Plan Divino son bastante diferentes de los de personas ordinarias, aunque externamente puedan comportarse como éstas en ciertos aspectos. Aunque su mente esté absorta en el trabajo en el plano físico, no se interrumpe el contacto con el mundo de la Realidad, e instantáneamente pueden hacerse activamente conscientes de ese mundo retirándose a los niveles más íntimos de su conciencia.
Debido a que un individuo Liberado tiene su conciencia firmemente establecida en el mundo de la Realidad, y por tanto está perfectamente desapegado de la vida y los halagos del mundo manifestado su personalidad desaparece tan pronto como ha cumplido la tarea que se ha impuesto. No solamente no siente apego por los mundos inferiores sino que tampoco tiene rastros de karmas por eliminar, los cuales hacen necesario a veces que almas muy altamente avanzadas desciendan a los mundos inferiores temporalmente. Nadie queda verdaderamente libre mientras no haya cruzado el umbral de Nirvana y se haya Liberado en el sentido real.
Cuando estos grandes Seres vienen a vivir entre los hombres, tienen especial cuidado en pasar inadvertidos y por tanto viven su vida externa como los demás hombres, hasta donde ello es posible. El hombre ordinario, que no ha desarrollado aún el discernimiento, juzga a estos grandes seres por su comportamiento y actividades externas; y como no encuentra en ellos nada notable tiende a pasar por alto su grandeza y su estatura moral y espiritual. Para reconocer la grandeza espiritual se requiere perspicacia y desarrollo espiritual. Necesitamos haber desarrollado en nosotros mismos, por lo menos hasta cierto punto, algo de lo que podemos ver y apreciar en otros.


Por las señales considero que terminó la etapa del pausado caminar, tengo plena confianza en que quien se lo proponga podrá correr y su personal carrera de vida en esta vida ganar. El rival a vencer es uno mismo. I. K. Taimni mostró lo que fue oculto y en estos tiempos deja de serlo. No es fácil entender lo abstracto porque vivimos bajo el dominio de una mente concreta. Sin embargo nuestra alma programó en la mente subconsciente las claves para entender lo abstracto cuando ello llegara a nosotros.

Amigas, Amigos:

No sigan buscando al eslabón perdido, no hay monos ni monas en el camino previo, en lo físico hay analogías y muchas para todos los vivientes planetarios y, una de esas analogías como raza ya no existe, ellos, no pensantes, sirvieron al propósito de genetistas espaciales interdimensionales... Nos diferencia un cerebro cuántico-biológico, nos diferencia un ADN con genes divinos, nos diferencia tener mente individual y no grupal, por última, nos diferencia ser regidos por un alma propia que nos permite ser en un ciclo ascendente de vidas sin perder la individualidad pensante...

No temo a la crítica al decir que el Conocimiento esotérico Revelado a Taimni y por él mostrado en su círculo interno, es lo más trascendente que en el siglo XX se conoció para ser abierto ahora y hacerlo sin importar a quien le llegue. Insisto que él, Taimni, fue el último Maestro encarnado actuando antes del Cambio, Cambio cada vez más manifiesto, Cambio que no es Apocalíptico en cuanto caos, más bien es AntiApocalíptico en cuando orden por la Luz que fluye a las mentes humanas y por su intermedio llega a la Tierra y lo hace para todos por igual.


A mirada humana no será ni es para nada fácil comprender lo ya desatado, algo cada vez más sorprendente, no solo en lo climático; en todo orden de cosas. El Maestro Taimni en su Enseñanza usó frases encriptadas o complejas, entrelazadas con algunas de tipo simple y práctico a modo de refuerzo para facilitar el entendimiento de lo complejo destinado a los adeptos. Cada uno en su interior es un adepto en la visión interna del Saber y, en su subconsciente mental lo entenderá si el consciente mental se abre a la Luz del entendimiento supra racional. Si nacimos ahora lo fue porque el alma programó al subconsciente para entender lo oculto cuanto el consciente se lo hace conocer, la interpretación válida no será la racional, será lo subconsciente que representa la Voz de la propia alma en la encarnación lo que al consciente le hará entender.

Entender a modo de ejemplo que, más allá de las catástrofes físicas planetarias se vive una acelerada Divinización humana, proceso que conlleva la masiva eliminación de energía negativa primitiva de lo humanoide genético que se va transmutando en divino. Proceso que da lugar a la sutilización mental con masiva eliminación de energía mental negativa por la transmutación de las partículas mentales densas en sutiles. El centro de este proceso se encuentra en la mente y su llave es el Mejor Pensar, esa es la llave del secreto arcano del Cambio que vivimos, todos la tenemos, todos la podemos utilizar, se llama MEJOR PENSAR...

Buscad en lo interno. Pedid al Padre la Fuerza para entender los tiempos y con Actitud Mental Positiva saber enfrentarlos para seguir adelante. Hacedlo con el convencimiento que todos estamos preparados en un mundo en que la mayoría vive bloqueado mentalmente por no querer entender que somos más que un cerebro pensante. Este escrito queda para que cada lector por sí mismo logre entender qué es y saber que la carrera la puede ganar y, en lo posible frente a los remezones de estos tiempos, entender el Aviso que ellos traen a una humanidad que no quiere ver ni escuchar. Quien lo entienda, al así hacerlo engrosará las filas del 1% que desde hace años ya está en carrera para ayudar a que la nota humana abra las puertas a lo divino que ahora actúa para nuestro ascenso evolutivo que, a su debido tiempo, todos lograremos realizar. Y, en tu correr no olvides que:


No temas ir despacio, solo teme no avanzar



Dr. Iván Seperiza Pasquali
Quilpué - Chile
Abril de 2010
Con la absoluta certeza que pasaremos 2013 y conoceremos la Verdad que nos Liberará.
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