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1%
Campo Mórfico para lograrlo 
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El título del presente escrito engloba tres conceptos, al referirme al 1% estoy pensando en el efecto imán y su relación con un especial grupo de anónimas personas en Misión. Al hablar sobre el campo mórfico recuerdo la Enseñanza del sabio Rupert Sheldrake y si además escribo "para lograrlo" quiere decir que el conjunto va dirigido para el mejor entendimiento, Información y Resonancia de esa especial Misión...
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El capicúa escrito 343 lo dediqué al científico inglés Rupert Sheldrake y su revolucionaria e intuitiva tesis de la Resonancia Mórfica.
En el portal de InterNet quedaron dos títulos a continuación, el 344 motivado por el 343 y el 345 un rescate desde disquete de mi primer libro computacional del año 1992. Suponía que con esto se cerraba la página en cuanto a agregar al Portal un nuevo escrito, sin embargo, estando en kinesioterapia, el amigo kinesiólogo me comenta sobre unos trabajos realizados con ratas a las que se les enseñaba y luego limitaban específicas áreas cerebrales para comprobar después que las ratas mantenían su memoria adquirida en el laboratorio. A pesar de estar sin esas áreas corticales, seguían funcionando como si las tuvieran, es decir, la capacidad plástica neuronal cerebral no era como el paradigma lo señala, está más allá. ¿Dónde? Respondí: La memoria se encuentra en la Información por sobre el cerebro y mucho más allá de lo que el método científico pueda encontrar, no está en el cerebro está en la mente y hay una Información más allá del tiempo y del espacio que explica la acción y función de los campos y la resonancia mórfica... Mi mente se conectó, recordé los campos mórficos, pedí papel y lápiz para no perder las ideas que ampliaban la respuesta... y llegaron para motivar este nuevo escrito de noviembre del año 2009, escrito que según lo programado ya no debería ser por estar el CiberEdificio completado. Pero eso es material y este edificio del Portal Mundo Mejor situado en la nueva envoltura planetaria como lo es la de InterNet, carece de los límites de la materia arquitectónica y puede crecer, variar o demoler según sea la voluntad de su autor... Es más fácil destruir que construir, este CiberPortal tomó 10 años en llegar a su nivel 346 y, en un minuto, lo puedo hacer desaparecer...

Miré el Portal y a vuelo de pájaro lo que allí postulo, entonces pensé que es diferente intuir algo futuro a vivir en ese algo intuido. A la luz del mundo actual me sentí cual "pollo en corral ajeno", es decir, un lobo estepario aislado del mundo que se pregunta: ¿Por qué los más ignoran la realidad planetaria que los lleva a ser parte del gran islote de hombres masa siervos de ajenas opiniones que conducen al abismo? ¿Por qué el desmedido servilismo de los más al ídolo becerro de oro? ¿Por qué tantos recurren al bloqueo mental para ignorar lo que sucede, algunos con daño cerebral irreversible como sucede en la drogadicción? ¿Por qué debo volver a escribir? La respuesta fue que no pierda energía en esa mayoría y la concentre en la razón de ser del islote minoría del 1% Pensando Mejor. Este nuevo escrito no interesa quién o cuántos lo lean, solo interesa que LIBREMENTE circule por el CiberEspacio cumpliendo su Misión... y, de alguna manera pueda en algo ser aporte a los Amigos del 1%...

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A manera de entendimiento de algo complejo-abstracto y novedoso, con la esperanza de dimensionar esta realidad, veamos un artículo formato Conferencia de quien ha remecido al materialismo mecanicista y brindado nuevo lenguaje a quienes nos consideramos más, mucho más que un cuerpo con un cerebro pensante:


Mente, memoria y arquetipo
Rupert Sheldrake   
Fecha publicación: 14.11.2007
Traducción: Vanessa M. Servant

Resonancia Mórfica e Inconsciente Colectivo

En este artículo discutiré el concepto de memoria colectiva como base para comprender el concepto junguiano de inconsciente colectivo. El inconsciente colectivo sólo cobra sentido en el contexto de alguna noción de memoria colectiva. Esto nos lleva a un examen de largo alcance sobre la naturaleza y el principio de la memoria, no sólo en los seres humanos, o en el reino animal, ni siquiera sólo en el ámbito de la vida, sino en el universo como un todo. Una perspectiva tan abarcadora es parte de un cambio de paradigma muy profundo que está aconteciendo en la ciencia: el cambio de una visión mecanicista del mundo a una evolucionista y holística.

Esta visión cartesiana y mecanicista es, en muchos sentidos, el paradigma predominante todavía hoy en día, especialmente en biología y medicina. El noventa por ciento de los biólogos estaría orgulloso de declararse biólogos mecanicistas. Aunque la física ha ido más allá de la visión mecanicista, gran parte de nuestro pensamiento sobre la realidad física está todavía moldeada por ella, incluso en aquellos de nosotros a los que nos gustaría creer que hemos ido más allá de este marco de pensamiento. Por consiguiente examinaré brevemente algunos de los supuestos fundamentales de la visión mecanicista del mundo a fin de mostrar cómo sigue profundamente arraigada en la forma de pensar de la mayoría de nosotros.

LAS RAÍCES MECANICISTAS EN EL MISTICISMO NEOPLATÓNICO

Es interesante observar que las raíces de la visión mecanicista del mundo del siglo XVII pueden remontarse a la religión mística de la antigüedad. La visión mecanicista fue de hecho una síntesis de dos tradiciones de pensamiento, ambas basadas en la intuición mística de que la realidad es atemporal e inmutable. Una de estas tradiciones proviene de Pitágoras y Platón, quienes estaban fascinados por las verdades eternas de las matemáticas. En el siglo XVII, esto evolucionó a una visión de la naturaleza como estando gobernada por ideas eternas, proporciones, principios o leyes que existían dentro de la mente de Dios. Dicha visión del mundo acabó por hacerse dominante y, gracias a filósofos y científicos tales como Copérnico, Kepler, Descartes, Galileo y Newton, fue incorporada a las bases de la física moderna.

Básicamente, expresaban la idea de que los números, las proporciones, las ecuaciones y los principios matemáticos son más reales que el mundo físico que experimentamos. Incluso hoy, muchos matemáticos se inclinan hacia este tipo de misticismo pitagórico o platónico. Piensan en el mundo físico como una cosificación de los principios matemáticos, como un reflejo de las leyes eternas numéricas y matemáticas. Esta visión es extraña al pensamiento de la mayoría de nosotros, quienes tomamos al mundo físico como el mundo “real” y a las ecuaciones matemáticas como una descripción artificial, y posiblemente inexacta, de ese mundo “real”. No obstante, esta visión mística ha evolucionado hasta el actual y predominante punto de vista científico de que la naturaleza está gobernada por leyes eternas, inalterables, inmutables y omnipresentes. Las leyes de la naturaleza son siempre y en todo lugar.

RAÍCES MATERIALISTAS EN EL ATOMISMO

La segunda de las visiones de inmutabilidad que emergió en el siglo XVII proviene de la tradición atomista del materialismo, la cual trató una cuestión que estaba ya profundamente arraigada en el pensamiento griego, a saber, el concepto de realidad inmutable. Parménides, un filósofo presocrático, tuvo la idea de que sólo el ser es; el no-ser no es. Si algo es, no puede cambiar porque, a fin de cambiar, debería combinar ser y no-ser, lo cual era imposible. Por lo tanto, concluyó que la realidad era una esfera homogénea e inmutable. Por desgracia para Parménides, el mundo que experimentamos no es homogéneo, inmutable o esférico. A fin de hacer prevalecer su teoría, Parménides sostuvo que el mundo que experimentamos es una ilusión. Esta no era una solución muy satisfactoria, y los pensadores de la época intentaron hallar un modo de resolver este dilema.

La solución de los atomistas fue afirmar que la realidad consiste en un gran número de esferas (o partículas) homogéneas e inmutables: los átomos. En lugar de una gran esfera inmutable, hay muchas esferas pequeñas e inmutables moviéndose en el vacío. Las apariencias cambiantes del mundo pudieron entonces ser explicadas en términos de los movimientos, permutaciones y combinaciones de los átomos. Esta es la intuición original del materialismo: que la realidad consistía en materia atómica eterna y en el movimiento de esta materia.

Finalmente, la combinación de esta tradición materialista con la tradición platónica dio origen a la filosofía mecánica que emergió en el siglo XVII, y produjo un dualismo cósmico que ha estado entre nosotros desde entonces. Por una parte tenemos átomos eternos de materia inerte; por otra, leyes no-materiales e inmutables que son antes bien ideas que cosas físicas y materiales. En este tipo de dualismo, ambas partes son inmutables; una creencia que no sugiere inmediatamente la idea de un universo en evolución. De hecho, los físicos han sido muy reacios a aceptar la idea de evolución precisamente porque encaja muy pobremente con la noción de materia eterna y leyes inmutables. En la física moderna, la materia es vista ahora como una forma de energía; la energía eterna ha remplazado a la materia eterna, pero poco más ha cambiado.

LA EMERGENCIA DEL PARADIGMA EVOLUCIONISTA

No obstante, el paradigma evolucionista ha ido ganando terreno continuamente durante los últimos dos siglos. En el siglo XVIII, los desarrollos social, artístico y científico se veían generalmente como un proceso progresivo y evolutivo. La revolución industrial hizo de este punto de vista una realidad económica en parte de Europa y América. A principios del siglo XIX había varias filosofías evolucionistas y, para la década de 1840, la teoría evolucionista del marxismo había sido publicada. En este contexto teórico de evolucionismo social y cultural, Darwin propuso su teoría biológica de la evolución, la cual amplió la visión evolucionista a toda la vida. Sin embargo esta visión no se extendía al universo entero. Irónicamente, Darwin y los neodarwinistas intentaron encajar la evolución de la vida sobre la tierra dentro de un universo estático, o lo que era peor, un universo que en realidad se pensaba que estaba decayendo termodinámicamente y dirigiéndose hacia una “muerte térmica”.

Todo cambió en 1966 cuando los físicos aceptaron finalmente una cosmología evolucionista en la que el universo ya no era eterno. En lugar de eso, el universo se originó en un Big Bang [Gran Explosión] alrededor de 15 billones de años atrás y ha estado evolucionando desde entonces. Así que ahora tenemos una física evolucionista. Pero tenemos que recordar que esta física tiene sólo alrededor de 20 años de antigüedad, y que las implicaciones y consecuencias del descubrimiento del Big Bang no se conocen completamente todavía.

La propia física está apenas empezando a adaptarse a esta nueva visión, la cual, como hemos visto, desafía el supuesto más fundamental de la física desde los tiempos de Pitágoras: la idea de leyes eternas. Tan pronto como tenemos un universo en evolución nos enfrentamos con la cuestión de: ¿qué pasa con las leyes eternas de la naturaleza? ¿Dónde estaban dichas leyes antes del Big Bang? Si las leyes de la naturaleza existían antes del Big Bang, entonces está claro que no son físicas; de hecho, son metafísicas. Esto pone al descubierto la suposición metafísica que subyace a la idea de leyes eternas a lo largo del tiempo.

¿LEYES DE LA NATURALEZA, O SIMPLEMENTE HÁBITOS?

Existe sin embargo una alternativa: la de que el universo es más como un organismo que como una máquina. El Big Bang recuerda las historias míticas de la incubación del huevo cósmico: crece y, según crece, sufre una diferenciación interna que es más parecida a la de un gigantesco embrión cósmico que a una enorme máquina de una teoría mecanicista. A partir de esta alternativa orgánica, podría tener sentido pensar en las leyes de la naturaleza como si fueran más bien hábitos. Quizás las leyes de la naturaleza son hábitos del universo, y quizás el universo posee una memoria incorporada.

Hace unos 100 años, el filósofo americano C.S. Pierce dijo que si nos tomáramos la evolución seriamente, si pensáramos que el universo entero evoluciona, entonces deberíamos pensar en las leyes de la naturaleza como de algún modo asemejables a hábitos. Esta idea era en realidad bastante corriente, especialmente en América. Fue expuesta por William James y otros filósofos americanos, y debatida bastante profusamente a finales de este último siglo. En Alemania, Nietzsche fue lo suficientemente lejos como para sugerir que las leyes de la naturaleza sufrían la selección natural: Quizás había muchas leyes naturales al principio, pero sólo sobrevivieron las que se revelaron exitosas. Por tanto, el universo que vemos posee leyes que han evolucionado mediante selección natural.

Los biólogos también pasaron a interpretar los fenómenos en términos de hábito. El más interesante de tales teóricos fue el escritor inglés Samuel Butler, cuyos libros más importantes sobre este tema fueron Life and Habit [Vida y Hábito] (1878) y Unconscious Memory [Memoria Inconsciente] (1881). Butler sostuvo que la totalidad de la vida implicaba una memoria inconsciente inherente a la misma. Los hábitos, los instintos de los animales, la forma en que se desarrollan los embriones, todo reflejaba un principio básico de memoria inherente a la vida. Incluso propuso que debe haber una memoria inherente a átomos, moléculas, y cristales. Hubo, pues, un período al final del último siglo en el que la biología fue vista en términos evolutivos. Es sólo desde 1920 que el pensamiento mecanicista ha llegado a predominar sobre el pensamiento biológico.

¿CÓMO SURGE LA FORMA?

La hipótesis de causación formativa, que es la base de mi trabajo, parte del problema de la forma biológica. Dentro de la biología ha existido un prolongado debate sobre la forma en la que los embriones y organismos se desarrollan. ¿Cómo crecen las plantas a partir de las semillas? ¿Cómo se desarrollan embriones a partir de huevos fertilizados? Por supuesto esto es un problema sólo para los biólogos, no para los embriones y los árboles, los cuales ¡simplemente lo hacen! Sin embargo, los biólogos encuentran difícil hallar una explicación causal para la forma. En física, en cierto sentido, la causa es igual al efecto. La cantidad de energía, de materia y de momentum [impulso] antes de un cambio dado es igual a la cantidad posterior. La causa está contenida en el efecto y el efecto en la causa. Sin embargo, cuando consideramos el crecimiento de un roble a partir de una bellota, no parece haber de ninguna manera obvia una equivalencia de causa y efecto.

En el siglo XVII, la teoría mecanicista principal de la embriología era simplemente que el roble estaba contenido en la bellota. Dentro de cada bellota había un roble en miniatura que se inflaba según el roble crecía. Esta teoría era aceptaba de manera bastante amplia, y era la más consistente con el enfoque mecanicista, tal y como entonces se comprendía. Sin embargo, como los críticos señalaron rápidamente, si el roble se infla y él mismo produce bellotas, entonces el roble inflable debe contener bellotas inflables que contienen robles inflables, y así ad infinitum.

Si, por otra parte, más forma provenía de menos forma (cuyo nombre técnico es “epigénesis”), entonces ¿de dónde proviene la menos forma? ¿Cómo aparecían las estructuras que no estaban ahí anteriormente? Ni platónicos ni aristotélicos tenían ningún problema con esta cuestión. Los platónicos decían que la forma proviene del arquetipo platónico: si hay un roble, entonces hay una forma arquetípica de un roble, y todos los robles reales son simplemente reflejos de este arquetipo. Como este arquetipo está más allá del espacio y el tiempo, no hay necesidad de incorporarlo a la forma física de la bellota. Los aristotélicos, por su parte, sostenían que todas las especies tienen su propio tipo de alma, y el alma es la forma del cuerpo. El cuerpo está en el alma, no el alma en el cuerpo. El alma es la forma del cuerpo, está alrededor del cuerpo y contiene el objetivo de desarrollarse (lo cual formalmente se denomina “entelequia”). Un alma de roble contiene al eventual roble.

¿ES EL ADN UN PROGRAMA GENÉTICO?

No obstante, una visión mecanicista del mundo niega el animismo en todas sus formas. Niega la existencia del alma y la de cualesquiera principios organizativos no-materiales. Por consiguiente, los mecanicistas deben poseer algún tipo de preformacionismo. A finales del siglo XIX, la teoría del biólogo alemán August Weissman sobre el plasma germinal reavivó la idea del preformacionismo; La teoría de Weissman establecía “determinantes”, que supuestamente hacían crecer al organismo dentro del embrión. Este es el antecesor de la actual idea de programación genética, la cual constituye otro resurgimiento del preformacionismo bajo un disfraz moderno.

Como veremos, este modelo no funciona demasiado bien. Se supone que el programa genético es idéntico al ADN, el compuesto químico genético. La información genética está codificada en el ADN y este código forma el programa genético. Pero un salto tal requiere proyectar sobre el ADN propiedades que realmente no posee. Sabemos lo que hace el ADN: codifica las proteínas; codifica la secuencia de aminoácidos que forman las proteínas. No obstante, existe una gran diferencia entre codificar la estructura de una proteína –un constituyente químico del organismo– y programar el desarrollo de un organismo entero. Es la diferencia entre fabricar ladrillos y construir una casa con esos ladrillos. Necesitas los ladrillos para construir la casa. Si tienes ladrillos defectuosos, la casa será defectuosa. Pero el plano de la casa no está contenido en los ladrillos, o en el mallado de alambre, o en las vigas, o el cemento.

Análogamente, el ADN sólo codifica los materiales a partir de los cuales el cuerpo es construido: las enzimas, las proteínas estructurales, etcétera. No hay evidencia de que también codifique el plano, la forma, la morfología del cuerpo. Para ver esto más claramente, piense en sus brazos y piernas. La forma de los brazos y las piernas es diferente; es obvio que tienen una forma diferente entre sí. Sin embargo, los compuestos químicos de los brazos y las piernas son idénticos. Los músculos son los mismos, las células nerviosas son las mismas, las células de la piel son las mismas, y el ADN es el mismo en todas las células de los brazos y de las piernas. De hecho, el ADN es el mismo en todas las células del cuerpo. Sólo el ADN no puede explicar la diferencia de forma; se necesita algo más para explicar la forma.

En la biología mecanicista actual, se suele asumir que esto depende de lo que se llama “patrones complejos de interacción físico-química no comprendidos plenamente todavía.” Así, la teoría mecanicista actual no constituye una explicación sino meramente la promesa de una explicación. Es lo que Sir Karl Popper ha llamado un “mecanismo promisorio”; implica emitir pagares para futuras explicaciones que todavía no existen. Como tal, no es realmente un argumento objetivo; es meramente una declaración de fe.

¿QUÉ SON LOS CAMPOS MÓRFICOS?

La cuestión del desarrollo biológico, de la morfogénesis, está actualmente bastante abierta y es tema de mucho debate dentro de la propia biología. Una alternativa al enfoque mecanicista/reduccionista, que ha estado dando vueltas desde el 1920 es la idea de campos morfogenéticos (moduladores de forma). En este modelo, los organismos que crecen están modulados por campos que están tanto dentro como alrededor de ellos, campos que contienen, como si se dijera, la forma del organismo. Esto se encuentra más próximo a la tradición aristotélica que a cualquiera de los otros enfoques tradicionales. Según va desarrollándose un roble, la bellota está asociada con un campo de roble, una estructura organizadora invisible que organiza el desarrollo del roble; es como un molde del roble, dentro del cual crece el organismo que se desarrolla.

Un hecho que conduce al desarrollo de esta teoría es la notable habilidad que poseen los organismos para reparar los daños. Si cortas un árbol en pequeños pedazos, cada pedacito, tratado convenientemente, puede crecer como un nuevo árbol. De modo que a partir de un diminuto fragmento, puedes obtener una totalidad. Las máquinas no hacen eso; no tienen este poder de permanecer íntegras si retiras partes de ellas. Pica un ordenador en pedacitos y todo lo que obtienes es un ordenador roto. No se regenera en la forma de montones de pequeños ordenadores. Pero si cortas un gusano platelminto en pedacitos, cada pedazo puede crecer como un nuevo platelminto.

Otra analogía es la del imán. Si partes un imán en pedacitos, obtienes montones de pequeños imanes, cada uno con su campo magnético completo. Esta es una propiedad holística que poseen los campos y que no tienen los sistemas mecánicos, a no ser que estén asociados a campos. Otro ejemplo más todavía es el holograma, cualquier parte del cual contiene la totalidad. Un holograma está basado en patrones de interferencia en el interior de campos electromagnéticos. Los campos tienen así una propiedad holística que resultaba muy atractiva para los biólogos que desarrollaron este concepto de campos morfogenéticos.

Cada especie tiene sus propios campos, y en el interior de cada organismo existen campos dentro de campos. Dentro de cada uno de nosotros está el campo de todo el cuerpo; campos para los brazos y piernas y campos para los riñones e hígados; en el interior hay campos para los diferentes tejidos dentro de estos órganos, y después campos para las células, y campos para las estructuras subcelulares, y campos para las moléculas, etcétera. Existe una serie entera de campos dentro de campos. La esencia de esta hipótesis que estoy proponiendo es que estos campos, que están ya aceptados bastante ampliamente dentro de la biología, poseen una especie de memoria inherente que se deriva de formas previas de un tipo similar. El campo del hígado está modulado por las formas de hígados anteriores y el campo del roble por las formas y organización de robles anteriores. A través de estos robles, mediante un proceso llamado “resonancia mórfica”, la influencia de lo similar sobre lo similar, existe una conexión entre campos similares. Esto significa que la estructura de campos tiene una memoria acumulativa, basada en lo que le ha ocurrido a la especie en el pasado. Esta idea se aplica no solo a los organismos vivos sino también a moléculas proteicas, cristales e incluso a átomos. En el reino de los cristales, por ejemplo, la teoría diría que la forma que adopta un cristal depende de su campo mórfico característico.

“Campo mórfico” es un término más amplio que incluye los campos tanto de forma como de comportamiento. De aquí en adelante, usaré la palabra “campo mórfico” en lugar de “morfogenético”.

QUÍMICOS BARBUDOS e ITINERANTES

Si sintetizas un nuevo compuesto y lo cristalizas, la primera vez no existirá un campo mórfico para él. Por lo tanto, puede ser muy difícil que cristalice; tendrás que esperar a que emerja un campo mórfico. Sin embargo, la segunda vez, incluso si lo sintetizas en alguna otra parte del mundo, habrá una influencia por parte de la primera cristalización, de modo que debería cristalizar un poco más fácilmente. La tercera vez habrá una influencia de las primera y segunda, y así sucesivamente. Debido a la influencia acumulativa de los cristales previos, cuanto más frecuentemente sea cristalizado dicho compuesto, debería resultar cada vez más fácil cristalizarlo. Y, de hecho, esto es exactamente lo que ocurre. Los químicos de síntesis observan que los nuevos compuestos son generalmente muy difíciles de cristalizar. Pero según avanza el tiempo, generalmente se consiguen cristalizar con mayor facilidad en todo el mundo. La explicación convencional es que esto ocurre porque fragmentos de cristales previos [que actuarían como nuevos núcleos de cristalización] son trasportados de laboratorio en laboratorio en las barbas de químicos itinerantes. Y cuando no ha habido ningún químico itinerante, se asume entonces que los fragmentos flotan en la atmósfera como microscópicas partículas de polvo.

Quizá los químicos itinerantes transportan efectivamente fragmentos sobre sus barbas y quizá partículas de polvo pululan de hecho por la atmósfera. Sin embargo, si uno mide en diferentes partes del mundo el ritmo de cristalización bajo rigurosas condiciones de control y en recipientes sellados, todavía debería observar un ritmo acelerado de cristalización. Este experimento aún no ha sido realizado. Pero un experimento relacionado con los ritmos de las reacciones químicas de nuevos procesos de síntesis está siendo considerado en el presente por una gran compañía química en Gran Bretaña. Y es que, si estas cosas ocurren, sus consecuencias para la industria química son harto importantes.

UNA NUEVA CIENCIA DE LA VIDA

Existe un gran número de experimentos que pueden realizarse en el campo de la forma biológica y el desarrollo de la forma. En consecuencia, se aplican los mismos principios al comportamiento, las formas de comportamiento y los patrones de comportamiento. Considérese la hipótesis de que si se entrenan ratas para que aprendan un nuevo truco en Santa Bárbara, entonces ratas a todo lo largo y ancho y del mundo deberían ser capaces de aprender a hacer el mismo truco más rápidamente, simplemente porque las ratas de Santa Bárbara lo han aprendido. Este nuevo patrón de aprendizaje estará, como si dijéramos, en la memoria colectiva de las ratas, en el campo mórfico de las ratas, con el que otras ratas pueden sintonizar por resonancia mórfica, simplemente porque son ratas y porque están en circunstancias similares. Puede parecer poco probable, pero este tipo de cosas ocurre o no ocurre.

Entre el vasto número de artículos sobre la psicología de las ratas que hayamos en los archivos de experimentos, hay cierto número de ejemplos experimentales en los cuales los investigadores han monitorizado de hecho ritmos de aprendizaje a lo largo del tiempo y han descubierto misteriosos incrementos. En mi libro Una Nueva Ciencia de la Vida [A New Science of Life], describo una serie tal de experimentos, que se extendió por un período de 50 años. Un experimento empezado en Harvard y luego continuado en Escocia y Australia, demostró que las ratas incrementaron su ritmo de aprendizaje más de diez veces. Se trata de un fenómeno enorme, no de algún resultado marginal estadísticamente significativo. Este ritmo mejorado de aprendizaje ocurrió en situaciones de aprendizaje idénticas, en estas tres localizaciones separadas y en todas las ratas de la misma raza, no sólo en ratas descendientes de padres entrenados.

Existen otros ejemplos de difusión espontánea de nuevos hábitos en animales y aves, que proporcionan al menos evidencia circunstancial de la teoría de resonancia mórfica. El mejor documentado de éstos lo constituye el comportamiento de los herrerillos azules, un pequeño pájaro de cabeza azulada común en toda Gran Bretaña. Todavía hoy se reparte leche fresca de puerta en puerta cada mañana en Gran Bretaña. Hasta alrededor del año 1950, los tapones de las botellas de leche se hacían de cartón. En 1921, en Southampton, se observó un extraño fenómeno. Cuando la gente salía por la mañana a recoger sus botellas de leche, encontraba pequeños trozos de cartulina todo en rededor de la base de la botella, y que la crema de la parte superior de la botella había desaparecido. Una observación más estrecha reveló que esto era causado por los herrerillos azules, los cuales se sentaban sobre la boca de la botella, extraían la cartulina con sus picos, y después bebían la crema. ¡Incluso se dieron varios casos trágicos en los que herrerillos azules fueron descubiertos ahogados con la cabeza en la leche!

Este incidente produjo un considerable interés. El hecho apareció entonces en otro lugar de Gran Bretaña, a cerca de 50 millas de distancia; y después en algún otro lugar a 100 millas de distancia. Fuere cuando fuere que comenzara el fenómeno de los herrerillos azules, empezó a extenderse localmente, presumiblemente por imitación. Sin embargo, los herrerillos azules son criaturas muy hogareñas, y normalmente no viajan más de cuatro o cinco millas. Por lo tanto, la diseminación del comportamiento a lo largo de grandes distancias sólo podía explicarse en términos de un descubrimiento independiente del hábito.

El hábito del herrerillo azul fue cartografiado a lo largo y ancho de Gran Bretaña hasta 1947. Para entonces se había vuelto más o menos universal. Las personas que realizaron el estudio llegaron a la conclusión de que debió ser “inventado” de manera independiente por lo menos 50 veces. Aún más, el ritmo de extensión del hábito se aceleró con el paso del tiempo. En otros lugares de Europa donde las botellas de leche son repartidas al pie de las escaleras de las casas, tales como Escandinavia y Holanda, el hábito también afloró durante los años 1930, extendiéndose de una manera similar. He aquí un modelo de comportamiento que se extendió de un modo tal que parecía acelerarse con el tiempo, y que podría proporcionar un ejemplo de resonancia mórfica.

Pero existe una evidencia aún más fuerte de la resonancia mórfica. Debido a la ocupación alemana de Holanda, el reparto de leche cesó durante 1939-40. Los repartos no se reanudaron hasta 1948. Como los herrerillos azules suelen vivir sólo dos o tres años, probablemente no quedaban herrerillos azules vivos en 1948 que habían vivido en la época en que la leche fue repartida por última vez. Sin embargo, en cuanto se retomó el reparto de leche en 1948, la apertura de botellas de leche por los herrerillos azules surgió rápidamente en lugares bastante separados de Holanda, extendiéndose de manera extremadamente rápida hasta que, en uno o dos años, era una vez más universal. Tal comportamiento se difundió con mucha más rapidez, y surgió independientemente con una frecuencia mucho mayor, la segunda vez que la primera. Este ejemplo prueba la propagación evolutiva de un nuevo hábito que probablemente no es genética sino que depende más bien de una especie de memoria colectiva debida a la resonancia mórfica.

Lo que estoy sugiriendo es que la herencia no depende sólo del ADN, el cual permite a los organismos construir los bloques constructivos químicos –las proteínas–, sino también de la resonancia mórfica. La herencia tiene así dos aspectos: uno, una herencia genética que da cuenta de la herencia de las proteínas mediante el control de la síntesis proteica por parte del ADN; el segundo, una forma de herencia basada en los campos mórficos y la resonancia mórfica, que es no-genética y que se hereda directamente de los miembros pasados de la especie. Este último mecanismo de herencia está relacionado con la organización de forma y comportamiento.

LA ALEGORÍA DEL APARATO DE TELEVISIÓN

Las diferencias y conexiones entre estas dos formas de herencia se vuelven más fáciles de comprender si consideramos la analogía de la televisión. Piensa en las imágenes de la pantalla como la forma, objeto de nuestro interés. Si no supieras cómo surgió la forma [las imágenes], la explicación más obvia sería que dentro del aparato había personitas cuyas sombras estabas viendo proyectadas en la pantalla. Los niños piensan a menudo de esta manera. Si apartas la tapa del aparato, y miras dentro, encuentras que allí no hay personitas. Después podrías ser más sutil y especular con que las personitas son microscópicas y están de hecho dentro de los cables del aparato de TV. Pero si miras los cables a través de un microscopio, tampoco allí puedes encontrar ninguna personita.

Podrías volverte todavía más sutil y proponer que las personas diminutas de la pantalla surgen de hecho a través de una “compleja interacción entre partes del aparato que no se comprenden completamente todavía”. Podrías pensar que esta teoría sería probada si cortaras unos pocos transistores del aparato. La gente desaparecería. Si repusieras los transistores, volverían a aparecer. Esto podría proporcionar evidencia convincente de que las imágenes surgen de dentro del aparato, y enteramente sobre la base de una interacción interna.

Supón que alguien sugiriera que las imágenes de las personitas vienen del exterior del aparato, y que el aparato toma las imágenes como resultado de vibraciones invisibles a las que el aparato está sintonizado. Esto sonaría probablemente como una explicación muy oculta y mística. Podrías negar que nada llega al interior del aparato. Podrías incluso “probarlo”•pesando el aparato apagado y encendido; pesaría lo mismo. Por lo tanto, podrías concluir que nada está entrando al aparato.

Creo que ésta es la posición de la biología moderna, que intenta explicar todo en términos de lo que ocurre en el interior. Cuanto más explicaciones para la forma se buscan en el interior, tanto más elusivas prueban ser dichas explicaciones, y tanto más se adscriben a interacciones incluso más sutiles y complejas, lo cual siempre elude toda investigación. Tal y como estoy sugiriendo, las formas y patrones de comportamiento son de hecho sintonizadas dentro por conexiones invisibles que surgen fuera del organismo. El desarrollo de la forma es un resultado de tanto la organización interna del organismo y la interacción de los campos mórficos a los que está sintonizado.

Las mutaciones genéticas pueden afectar a este desarrollo. Piénsese de nuevo en el aparato de TV. Si mutamos un transistor o un condensador dentro del aparato, puedes obtener imágenes o sonidos distorsionados. Pero esto no prueba que las imágenes y el sonido estén programados por estos componentes. Ni tampoco prueba que estén programadas por los genes, si encontramos que hay alteraciones de forma y comportamiento como resultado de una mutación genética la forma y el comportamiento.

Existe otro tipo de mutación que es particularmente interesante. Imagina una mutación en el circuito de sintonización de tu aparato, tal que altera la frecuencia de resonancia del circuito de sintonización. El sintonizar tu TV depende de un fenómeno de resonancia: el sintonizador resuena a la misma frecuencia que la de la señal transmitida por las diferentes estaciones. Así los diales de sintonización se miden en hertzios, que es una medida de frecuencia. Imagina una mutación en el sistema de sintonización de manera tal que sintonizas un canal y en realidad aparece otro. Podrías rastrear la causa hasta llegar a un solo condensador o una sola resistencia que habría sufrido una mutación. Pero no sería válido concluir de ahí que los nuevos programas que estás viendo, las diferentes personas, las diferentes películas y anuncios, están programados dentro del componente que ha cambiado. Ni prueba tampoco que la forma y el comportamiento estén programados en el ADN cuando las mutaciones genéticas conducen a cambios en la forma y el comportamiento. El supuesto habitual es que si puedes ver que algo se altera como resultado de una mutación, entonces eso debe estar programado por, o controlado por, o determinado por, un gene. Espero que esta analogía de la TV deje claro que ésta no es la única conclusión. Podría ocurrir que estuviera afectando al sistema de sintonización.

UNA NUEVA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN

Se está realizando un trabajo ingente en la investigación biológica contemporánea sobre dichas mutaciones “de sintonización” (formalmente llamadas “mutaciones homeóticas”). El animal más usado en tales investigaciones es la Drosophila, la mosca de la fruta. Se ha encontrado que todo un rango de mutaciones produce varias monstruosidades. Un tipo de éstas, llamado “antennapedia”, lleva a que las antenas se transformen en patas. Las desafortunadas moscas, que contienen sólo un gen alterado, producen patas que crecen hacia fuera de sus cabezas en lugar de antenas. Existe otra mutación que lleva al segundo o tercer par de patas de la Drosophila a transformarse en antenas. Normalmente las moscas tienen un par de alas y, en el segmento posterior a éstas hay unos pequeños órganos equilibradores llamados “cabestros”. Otra mutación conduce a que el segmento que normalmente porta los cabestros se transforme en un duplicado del primer segmento, de manera que estas moscas tienen cuatro alas en lugar de dos. Se les llama “mutantes bitorácicas”.

Todas estas mutaciones dependen de genes individuales. Propongo que estas mutaciones de los genes individuales alteran de algún modo la sintonización de una parte del tejido embrionario, de tal forma que sintonizan con un campo mórfico diferente del que normalmente sintonizarían, surgiendo así un conjunto diferente de estructuras; justo como sintonizar un canal diferente de TV.

A partir de estas analogías, uno puede ver cómo tanto la genética como la resonancia mórfica están involucrados en la herencia. Por supuesto, una nueva teoría de la herencia conduce a una nueva teoría de la evolución. Al día presente, la teoría evolucionista está basada en el supuesto de que virtualmente toda herencia es genética. La sociobiología y el neodarwinismo en todas sus variantes se basan en la selección genética, la frecuencia genética, etcétera. La teoría de la resonancia mórfica conduce a una visión mucho más amplia que permite una vez más tomar seriamente una de las grandes herejías de la biología, a saber, la idea de la herencia de características adquiridas. Los comportamientos que aprenden los organismos, o las formas que desarrollan, pueden ser heredados por otros, incluso si no descienden de los organismos originales, por resonancia mórfica.

UN NUEVO CONCEPTO DE MEMORIA

Cuando consideramos la memoria, esta hipótesis conduce a una aproximación muy diferente de la tradicional. El concepto clave de resonancia mórfica es que cosas similares influyen sobre cosas similares a través del espacio y el tiempo. El grado de influencia depende del grado de similitud. La mayoría de los organismos son más similares a ellos mismos en el pasado de lo que lo son a cualquier otro organismo. Yo soy más similar a mí mismo hace cinco minutos que lo que lo soy a ti; todos nosotros somos más como nosotros en el pasado que cualquier otro. Lo mismo es cierto para cualquier otro organismo. Esta auto-resonancia con los estados pasados de un mismo organismo en el ámbito de la forma ayuda a estabilizar los campos morfogenéticos, a estabilizar la forma del organismo, incluso aunque los constituyentes químicos de las células estén funcionando y cambiando. Los patrones habituales de comportamiento también son sintonizados por el proceso de auto-resonancia. Si comienzo montando en bicicleta, por ejemplo, el patrón de actividad de mi sistema nervioso y mis músculos, en respuesta a mantener el equilibrio sobre la bicicleta, me sintoniza inmediatamente por similitud a todas las ocasiones previas en las que he montado en bicicleta. Esta experiencia de montar en bicicleta se da por resonancia mórfica acumulativa con todas esas ocasiones pasadas. No es una memoria verbal o intelectual; es una memoria corporal de montar en bicicleta.

Esto también se aplicaría a mi memoria de hechos reales: lo que hice ayer en Los Ángeles o el año pasado en Inglaterra. Cuando pienso en estos sucesos particulares, estoy sintonizando con las ocasiones en las que estos sucesos ocurrieron. Existe una conexión causal directa a través del proceso de sintonización. Si esta hipótesis es correcta, no es necesario asumir que los recuerdos están almacenados en el cerebro.

EL MISTERIO DE LA MENTE

Todos nosotros hemos crecido con la idea de que los recuerdos están almacenados en el cerebro. Usamos la palabra “cerebro” de manera intercambiable con “mente” o “memoria”. Estoy sugiriendo que el cerebro es más como un sistema de sintonización que un dispositivo de almacenamiento de memoria. Uno de los argumentos principales para la localización de la memoria en el cerebro es el hecho de que ciertos tipos de daño cerebral pueden conducir a una pérdida de memoria. Si el cerebro es dañado en un accidente de coche y alguien pierde la memoria, entonces la suposición obvia es que el tejido de la memoria ha debido ser destruido. Pero esto no es necesariamente así.

Considérese de nuevo la analogía de la TV. Si dañara tu aparato de TV para que fueras incapaz de recibir ciertos canales, o si hiciera enmudecer al aparato de TV mediante la destrucción de la parte relacionada con la producción de sonido a fin de que todavía pudieras recibir imágenes pero no sonido, esto no probaría que el sonido o las imágenes estaban almacenadas dentro del aparato de TV. Meramente demostraría que yo había afectado el sistema de sintonización para que tú no pudieras ya recibir la señal correcta. La pérdida de memoria por daño cerebral no prueba ya que la memoria esté almacenada dentro del cerebro. De hecho, la mayor parte de la memoria perdida es temporal: la amnesia que sigue a una conmoción, por ejemplo, es a menudo temporal. Esta recuperación de memoria es muy difícil de explicar en términos de teorías convencionales: si los recuerdos han sido destruidos porque el tejido de memoria ha sido destruido, no deberían regresar de nuevo; y sin embargo a menudo lo hacen.

Los experimentos sobre estimulación eléctrica del cerebro por Wilder Penfield y otros sugieren otro argumento a favor de la localización de la memoria en el interior del cerebro. Penfield estimuló los lóbulos temporales de los cerebros de pacientes epilépticos y encontró que algunos de estos estímulos podían provocar respuestas vívidas que los pacientes interpretaban como recuerdos de cosas que habían hecho en el pasado. Penfield supuso que, de hecho, estaba estimulando recuerdos que estaban almacenados en el córtex. Volviendo de nuevo a la analogía de la TV, si estimulara el circuito de sintonización de tu aparato de TV y saltara a otro canal, esto no probaría que la información estaba almacenada dentro del circuito de sintonización. Es interesante que, en su último libro, The Mistery of the Mind [El Misterio de la Mente], el propio Penfield abandonaba la idea de que los experimentos probaban que la memoria estaba dentro del cerebro. Y llegaba a la conclusión de que la memoria no estaba almacenada en absoluto en el córtex.

Ha habido muchos intentos de localizar trazas de memoria en el interior del cerebro, el más conocido de los cuales fue realizado por Kart Lashley, el gran neurofisiólogo americano. Entrenó ratas para que aprendieran trucos, después cortó pedazos de sus cerebros para determinar si las ratas todavía podían hacer trucos. Para su asombro, encontró que podía retirar más del cincuenta por ciento del cerebro –cualquier 50%– y no había virtualmente ningún efecto en la retención de este aprendizaje. Cuando retiró todo el cerebro, las ratas no podían realizar ya los trucos, así que concluyó que el cerebro era necesario de algún modo a la ejecución de la tarea, lo cual no es precisamente una conclusión muy sorprendente. Lo que fue sorprendente fue cuánto del cerebro podía suprimir sin afectar a la memoria.

Otros investigadores han encontrado resultados similares incluso con invertebrados como el pulpo. Esto condujo a un experimentador a especular con que la memoria estaba tanto en cualquier sitio como en ninguno en particular. El mismo Lashley concluyó que los recuerdos están almacenados de una manera distribuida por todo el cerebro, ya que no pudo encontrar las trazas de memoria que requería la teoría clásica. Su estudiante, Karl Pribram, extendió esta idea con la teoría holográfica del almacenamiento de memoria: la memoria es como una imagen holográfica, almacenada como un patrón de interferencia por todo el cerebro.

Lo que Lashley y Pribram (al menos en alguno de sus escritos) no parecen haber considerado es la posibilidad de que los recuerdos pueden no estar almacenados en el cerebro en absoluto. La idea de que no están almacenados en el interior del cerebro es más consistente con los datos disponibles que con las teorías convencionales o la teoría holográfica.

Han surgido muchas dificultades al tratar de localizar el almacenamiento de memoria en el cerebro; en parte porque el cerebro es mucho más dinámico de lo que previamente se pensaba. Si el cerebro está para servir como almacén de memoria, entonces el sistema de almacenamiento tendría que permanecer estable; sin embargo ahora se sabe que las células nerviosas funcionan mucho más rápidamente de lo que se pensaba previamente. Todas las sustancias químicas en las sinápsis y las estructuras nerviosas y moleculares están funcionando y cambiando todo el tiempo. Con un cerebro muy dinámico, es difícil ver como se almacenan los recuerdos.

Hay también un problema lógico, que varios filósofos han señalado, con las teorías convencionales de almacenamiento de memoria. Todas las teorías convencionales asumen que los recuerdos están de alguna forma codificados y localizados en una memoria almacenada en el cerebro. Cuando son necesarias son recuperadas por un sistema de recuperación. A esto se le llama modelo de codificación, almacenaje y recuperación. No obstante, para que un sistema de recuperación recupere algo, debe saber lo que quiere recuperar; un sistema de recuperación de memoria debe saber lo que la memoria está buscando. Así debe ser posible reconocer el recuerdo que está intentando recuperar. A fin de reconocerlo, el propio sistema de recuperación debe tener algún tipo de memoria. Por lo tanto, el sistema de recuperación debe tener un sistema de sub-recuperación para recuperar sus recuerdos de su almacén. Esto conduce a una regresión infinita. Varios filósofos argumentan que éste es un fallo lógico fatal en cualquier teoría convencional sobre el almacenamiento de memoria. Sin embargo, en general, los teóricos de la memoria no están demasiado interesados en lo que dicen los filósofos, así que no se molestan en replicar a este argumento. Sin embargo, a mí me parece en verdad bastante poderoso.

Al considerar la teoría de la resonancia mórfica de la memoria, podríamos preguntar: si sintonizamos con nuestras propios recuerdos, entonces ¿por qué no sintonizamos también con los de otras personas? Creo que lo hacemos, y toda la base del enfoque que estoy sugiriendo es que hay una memoria colectiva con la que todos nosotros estamos sintonizados, la cual conforma un trasfondo contra el cual se desarrolla nuestra experiencia y contra el cual se desarrollan nuestros recuerdos individuales. Este concepto es muy similar a la noción de memoria colectiva.

Jung pensaba en la memoria inconsciente como una memoria colectiva: la memoria colectiva de la humanidad. Pensaba que la gente estaría más sintonizada con miembros de su propia familia y raza y grupo social y cultural, pero que no obstante habría una resonancia de fondo de toda la humanidad: una experiencia común o promediada de cosas básicas que toda la gente experimenta (e.g. la conducta materna y varios patrones sociales y estructuras de experiencia y pensamiento). No sería tanto una memoria de personas particulares del pasado como un promedio de las formas básicas de las estructuras de memoria; estos son los arquetipos. La noción de Jung de inconsciente colectivo tiene extremadamente buen sentido en el contexto del enfoque general que estoy avanzando. La teoría de la resonancia mórfica conduce a una reafirmación radical del concepto junguiano de inconsciente colectivo.

Esto necesita ser reafirmado porque el contexto mecanicista corriente de la biología, la medicina y la psicología convencional niega que pueda haber una cosa tal como el inconsciente colectivo El concepto de una memoria colectiva de una raza o una especie ha sido excluido incluso como posibilidad teórica. De acuerdo a la teoría convencional, no puedes tener ninguna herencia de características adquiridas; sólo puedes tener una herencia de mutaciones genéticas. Según las premisas de la biología convencional, no habría modo de que las experiencias y mitos de, por ejemplo, las tribus africanas, tuvieran alguna influencia en los sueños de alguien de descendencia no africana en Suiza; lo cual era el tipo de cosa que Jung pensaba que de hecho ocurría. Desde el punto de vista convencional, esto es bastante imposible, y es la razón por la que la mayoría de biólogos y otros expertos dentro de la corriente dominante de la ciencia no toman en serio la idea de inconsciente colectivo. Se la considera una idea rara y alternativa que puede tener algún valor poético como una especie de metáfora, pero que no tiene ninguna relevancia para la ciencia propiamente dicha, ya que es un concepto completamente insostenible desde el punto de vista de la biología normal.

La aproximación que estoy proponiendo es muy similar a la idea junguiana de inconsciente colectivo. La diferencia principal es que la idea de Jung se aplicaba principalmente a la experiencia humana y a la memoria colectiva humana. Lo que estoy sugiriendo es que un principio muy similar opera en todo el universo, no sólo en los seres humanos. Si el tipo de cambio radical de paradigma del que estoy hablando sigue adelante dentro de la biología –si la hipótesis de resonancia mórfica es siquiera aproximadamente correcta– entonces la idea de Jung de inconsciente colectivo se convertiría en una idea dominante: los campos morfogenéticos y el concepto de inconsciente colectivo cambiarían completamente el contexto de la moderna psicología.

Rupert Sheldrake   
http://www.sheldrake.org
Fuentes:
Fundación Carl Gustav Jung
http://www.fcgjung.com.es/art_150.html


El doctor Rupert Sheldrake nació en 1942, estudió Ciencias Naturales en Cambridge y Filosofía en Harvard. Se doctoró en bioquímica en Cambridge y fue miembro investigador de la Royal Society y del Clare College de Cambridge. Es biólogo, filósofo y creador de la hipótesis de los campos y resonancia mórfica. Su estadía en la India marcó el rumbo de su vida, en especial con el padre Bede Griffiths. Él lo explica así:

Fueron siete años que realmente marcaron un cambio de rumbo. Pude conocer y compartir una cultura y una forma de vivir completamente diferente a la nuestra, basada en conceptos más holísticos y espirituales. Llegué siendo un científico ateo, pero allí comencé a interesarme por la meditación y las prácticas espirituales. También reconocí que pese a todo mi interés, jamás me convertiría en un hindú. De modo que ese tiempo me sirvió para volver a mirar hacia mis propias raíces y volver a ser cristiano. Encontré un maestro que me ayudó muchísimo, el padre Bede Griffiths, un monje benedictino que vivió unos treinta años en India, vestía los hábitos naranja de los santos hindúes, y en su ashram se practicaban las costumbres hindúes, se leían los Upanishads, se comía con las manos sentados en el piso. En realidad allí se trataba de tender un puente entre la tradición hindú y la occidental cristiana. Esto fue para mí un gran aprendizaje, porque mi propia intención era tender puentes entre estas áreas. De modo que podría decir que me hice cristiano en la India. De hecho allí fui confirmado por un obispo indio. De modo que ahora sigo un camino cristiano, aunque no soy miembro de la iglesia católica. En cambio pertenezco a la Iglesia de Inglaterra.

En la extensa Conferencia de páginas precedentes, dictada hace dos años, titulada Mente, Memoria y Arquetipo, Rupert Sheldrake se pasea por el amplio campo de la neovisión cósmica que él expone. Me interesa destacar lo del Campo Mórfico, repasemos algunos conceptos sobre la base 
de la revolucionaria y futurista Enseñanza de Sheldrake, quien ha dicho:

Los Campos Mórficos podemos entenderlos como estructuras inmateriales, por lo tanto no perceptibles empíricamente, que se encuentran en la naturaleza y representan un soporte para que la información fluya entre y por los organismos. Pienso que los campos mórficos funcionan a través de la formación de patrones de eventos que, de otra forma, serían indeterminados. La Teoría Cuántica preconiza que los eventos ocurren probabilísticamente y bajo mi punto de vista los campos mórficos actúan restringiendo las posibilidades de forma que, de todos los hechos posibles que podrían sobrevenir, solamente algunos efectivamente suceden. Mi hipótesis de causalidad formativa a través de los campos mórficos está estrechamente relacionada con la teoría cuántica, proveyendo un entendimiento mucho más plausible y satisfactorio del fenómeno del universo que aquella de los universos paralelos.

El instinto de conservación de los animales podrían explicarse por los campos mórficos. Si muchos animales de la especie X, antes de morir sienten el olor de su depredador Y, llegará un momento en que esa información sea receptada por toda la especie X, y cuando cualquiera de sus integrantes sienta el olor de Y, emprenderá una rápida huida. La hipótesis de los campos mórficos contradice las teorías evolucionistas de Lamark y Darwin, ello lleva a su rachazo dado que un paradigma no es fácil de cambiar, los científicos prefieren ignorar algo si ese algo los hace dudar sobre la validez de su dogma. Igual los paradigmas van dando lugar a nuevos conjuntos de ideas que cambian la orientación de la Ciencia en determinadas áreas.


El proceso de “aprendizaje” o propagación de la información, se llama “resonancia mórfica”. ¿De que depende la manifestación de la resonancia mórfica en un caso concreto? De:

1) la repetición en la mayor cantidad de individuos de la circunstancia que generó el aprendizaje (en el caso anterior, la cantidad de animales que percibieron el olor de su depredador antes de morir, sería inmensa), y de:

2) la analogía entre el ser que “transmite” y “recibe” la información, y de sus circunstancias. Sobre este último requisito, cabe aclarar que no bastaría únicamente con que los sujetos pertenezcan a la misma especie. Deberían también atravesar circunstancias similares a las que originaron el primer “aprendizaje”, y que exista cierta “afinidad” o “identificación”. Más adelante retomaré este punto.

Una vez establecidos estos campos a través de determinada conducta inicial, ésta es transmitida a otros individuos por medio de la resonancia mórfica. De modo similar, cuando en una especie se produce una variante evolutiva, ésta tiende a extenderse siguiendo el mismo principio.

Por este principio de la “similitud” se explicaría por qué los hermanos gemelos están tan sincronizados entre ellos. La “empatía” o capacidad para “situarse en el lugar del otro”, es decir, poder comprender a nuestros semejantes, puede ser otro factor que haga más probable la percepción de información generada por los demás. Los lazos afectivos seguramente son otro facilitador de estos fenómenos.

Las mentes de todos los individuos de una especie -incluido el hombre- se encuentran unidas y forman parte de un mismo campo mental planetario.
La mente no es tan sólo la actividad del cerebro, sino que éste es el sustento físico a través del cual esta se manifiesta. La mente no se encuentra confinada en el cerebro sino que se extiende hacia el mundo que le rodea. La memoria no se almacena en el cerebro sino que resuena con la de su organismo. Los intentos de localizar rastros de ella nunca han tenido éxito. La memoria colectiva es el trasfondo de nuestra mente.

La propia materia se compone de campos y energía. Y, según la física moderna, en toda la naturaleza están presentes esos campos invisibles alrededor de los cuales se organizan todas las cosas, incluida la materia. Todo el universo está lleno del campo gravitatorio. Cualquier sala en la que nos encontremos está llena de ondas de radio, televisión y telefonía móvil. El mundo está lleno de campos e información invisibles. Por tanto, mi idea de que los campos y la información invisibles intervienen en el mundo no difiere totalmente de lo que afirma la ciencia moderna. De hecho, es una continuación de este paso de la materia a los campos en el que se basa el avance de toda la ciencia de los últimos 150 años.

Una alternativa al enfoque mecanicista/reduccionista, que ha estado dando vueltas desde el 1920 es la idea de campos morfogenéticos (moduladores de forma). En este modelo, los organismos que crecen están modulados por campos que están tanto dentro como alrededor de ellos, campos que contienen, como si se dijera, la forma del organismo. Esto se encuentra más próximo a la tradición aristotélica que a cualquiera de los otros enfoques tradicionales. Según va desarrollándose un roble, la bellota está asociada con un campo de roble, una estructura organizadora invisible que organiza el desarrollo del roble; es como un molde del roble, dentro del cual crece el organismo que se desarrolla. Un hecho que conduce al desarrollo de esta teoría es la notable habilidad que poseen los organismos para reparar los daños. Si cortas un árbol en pequeños pedazos, cada pedacito, tratado convenientemente, puede crecer como un nuevo árbol. De modo que a partir de un diminuto fragmento, puedes obtener una totalidad. Las máquinas no hacen eso; no tienen este poder de permanecer íntegras si retiras partes de ellas. Pica un computador en pedacitos y todo lo que obtienes es un computador roto. No se regenera en la forma de montones de pequeños computadores. Pero si cortas un gusano platelminto en pedacitos, cada pedazo puede crecer como un nuevo platelminto. Otra analogía es la del imán. Si partes un imán en pedacitos, obtienes montones de pequeños imanes, cada uno con su campo magnético completo. Esta es una propiedad holística que poseen los campos y que no tienen los sistemas mecánicos, a no ser que estén asociados a campos. Otro ejemplo más todavía es el holograma, cualquier parte del cual contiene la totalidad. Un holograma está basado en patrones de interferencia en el interior de campos electromagnéticos. Los campos tienen así una propiedad holística que resultaba muy atractiva para los biólogos que desarrollaron este concepto de campos morfogenéticos.

Mi hipótesis actúa no solamente en organismos vivos, sino también en moléculas y cristales. Pienso que ambos llevan una especie de memoria. Y esto genera consecuencias verificables. Por ejemplo, en Química, si un nuevo tipo de cristal es formado, no existirá un campo mórfico listo para él. Pero cuanto más es cristalizado, mas fácil se realiza el proceso, se desarrolla, a través justamente de la resonancia mórfica de sus precedentes congéneres. La sustancia se cristalizará más fácilmente en el mundo entero. En verdad este es un fenómeno bastante conocido, en que pese a que los químicos usualmente alegan que esto ocurre debido a fragmentos microscópicos de los cristales que ¡son llevaos de laboratorio en laboratorio ante las barbas de los científicos migrantes! O que estos mismos fragmentos son llevados por el aire en forma de partículas invisibles de polvo. No concuerdo, obviamente. 

Cada especie tiene sus propios campos, y en el interior de cada organismo existen campos dentro de campos. Dentro de cada uno de nosotros está el campo de todo el cuerpo; campos para los brazos y piernas y campos para los riñones e hígados; en el interior hay campos para los diferentes tejidos dentro de estos órganos, y después campos para las células, y campos para las estructuras subcelulares, y campos para las moléculas, etcétera. Existe una serie entera de campos dentro de campos. La esencia de esta hipótesis que estoy proponiendo es que estos campos, que están ya aceptados bastante ampliamente dentro de la biología, poseen una especie de memoria inherente que se deriva de formas previas de un tipo similar. El campo del hígado está modulado por las formas de hígados anteriores y el campo del roble por las formas y organización de robles anteriores. A través de estos robles, mediante un proceso llamado “resonancia mórfica”, la influencia de lo similar sobre lo similar, existe una conexión entre campos similares. Esto significa que la estructura de campos tiene una memoria acumulativa, basada en lo que le ha ocurrido a la especie en el pasado. Esta idea se aplica no solo a los organismos vivos sino también a moléculas proteicas, cristales e incluso a átomos. En el reino de los cristales, por ejemplo, la teoría diría que la forma que adopta un cristal depende de su campo mórfico característico.

Mis teorías implican una visión holística de la realidad en la que la naturaleza no está formada sólo por pequeñas piezas, como átomos y moléculas, sino que se compone de muchos niveles de organización. El Todo contiene unas partes que a su vez son todos. Del mismo modo que el cuerpo contiene órganos que contienen tejidos que contienen células, cada sociedad de organismos contiene individuos. En cada nivel existe una globalidad que es más que la suma de las partes. Lo que yo propongo es que, en cada uno de estos niveles, la totalidad se organiza en campos mórficos. Estos campos tienen una organización propia y son la base de la organización del Todo. Además, cada uno de estos campos mórficos tiene una especie de memoria. Por tanto, la nueva visión de la realidad que propongo implica un universo en evolución, en el que las denominadas leyes naturales son más bien hábitos y existe una especie de memoria intrínseca en la naturaleza.

Los organismos vivos no sólo heredan los genes, sino también los campos mórficos. Los genes se reciben materialmente de los antepasados, y permiten elaborar ciertos tipos de moléculas proteínicas; los campos mórficos se heredan de un modo no-material, por medio de la resonancia mórfica, no sólo de los antepasados directos, sino también de los demás miembros de la especie. El organismo en desarrollo se sincroniza con los campos mórficos de su especie, y de tal modo se basa en una memoria mancomunada o colectiva.

Esta idea permite ver el funcionamiento de la memoria individual, la herencia de los instintos, las capacidades de conducta como aspectos diferentes de un mismo fenómeno. Todos dependen de resonancia mórfica, pero el funcionamiento de la memoria individual es más específico que la herencia de instintos y conductas. La memoria, las capacidades individuales de aprendizaje operan contra el fondo de una memoria colectiva heredada por la resonancia mórfica de los miembros anteriores de la especie. En el reino humano, un concepto de este tipo ya aparece en la teoría junguiana del inconsciente colectivo como memoria colectiva heredada. La hipótesis de la resonancia mórfica permite considerar el inconsciente colectivo no sólo como un fenómeno humano sino como un aspecto de un proceso más general, en virtud del cual los hábitos se heredan en todo el mundo natural.

Una manera sencilla de demostrar la existencia de los campos mórficos es creando un nuevo campo mórfico para luego observar su desarrollo.

La hipótesis de los campos mórficos y resonancia mórfica, es que a través de los cuales, influencias pasadas afectarían acontecimientos presentes, en la base de similitudes. Esta hipótesis lleva a la idea de que cada especie posee un tipo de memoria colectiva, alimentada y compartida por cada uno de sus componentes simultáneamente.
     
Los campos mórficos explican como los organismos vivos están integrados y como sus diferentes partes trabajan juntas. Naturalmente ella no niega la influencia de campos electromagnéticos, y de la química, justamente por incluirlas y a los aspectos conocidos de la Física en su modo más abarcativo. Bajo este foco, la herencia no es exclusivamente genética. Los genes permiten a los organismos producir determinadas proteínas y algunos están envueltos en el control de la síntesis proteica, pero generar las proteínas ciertas no es suficiente para construir una vida, mucho menos dotarlas de sus formas hereditarias de comportamiento, sus instintos, lo que se da justamente en virtud de los campos mórficos, que no son transmitidos genéticamente, pero sí por intermedio de la resonancia mórfica, una influencia directa del pasado en el presente, a través del tiempo. Los campos mórficos no solo ayudan a comprender el desarrollo de la forma y del comportamiento, también por igual, la organización de los grupos sociales. Una bandada de pájaros o un cardumen, poseen un campo mórfico que unen sus miembros entre sí, igual que cuando un miembro abandona el grupo, el campo no se rompe, al contrario “se estira” atrás del desertor, manteniendo la conexión original tal como si lo hiciera a través de un elástico invisible. Pienso hasta que esa conexión entre miembros de un mismo grupo constituye la base de la llamada telepatía.

Los campos mórficos llevan información, no energía, y son utilizables a través del espacio y del tiempo sin perdida alguna de intensidad después de haber sido creados. Son campos no físicos que ejercen influencia sobre sistemas que presentan algún tipo de organización inherente.

Los campos mórficos actúan sobre la materia imponiendo patrones restrictivos sobre procesos energéticos cuyos resultados son indeterminados o probabilísticos. Por ejemplo, dentro de un sistema dado un proceso físico-químico puede seguir diversos caminos posibles. ¿Qué es lo que hace al sistema optar por uno de ellos? Desde el punto de vista mecanicista esta elección estaría en función de las diferentes variables físico-químicas que influyen en el sistema: temperatura, presión, sustancias presentes, polaridad, etc., cuya combinación decantaría el proceso por un camino determinado. Si fuese posible controlar todas las variables en juego se podría predecir el resultado final del proceso. Sin embargo no es así, sino que el resultado final queda sujeto al azar convirtiéndose en un suceso probabilístico, algo cuantificable únicamente mediante análisis estadístico. Pues bien, el campo mórfico relacionado con el sistema reducirá considerablemente la amplitud probabilística del proceso llevando el resultado en una dirección determinada. Los campos mórficos funcionan modificando eventos probabilísticos

Un campo mórfico no es una estructura inmutable sino que cambia al mismo tiempo que cambia el sistema con el que esta asociado. El campo mórfico de un helecho tiene la misma estructura que el campo mórfico de helechos anteriores del mismo tipo. Los campos mórficos de todos los sistemas pasados se hacen presentes para sistemas similares subsecuentes e influyen en ellos de forma acumulativa a través del espacio y el tiempo. La palabra clave aquí es "hábito", siendo el factor que origina los campos mórficos. A través de los hábitos los campos mórficos van variando su estructura dando pie así a los cambios estructurales de los sistemas a los que están asociados. Por ejemplo, en un bosque de coníferas se genera el habito de extender las raíces a mayor profundidad para absorber mas nutrientes. El campo mórfico de la conífera asimila y almacena esta información que es heredada luego no solo por ejemplares en su entorno sino en bosques de coníferas a lo largo del planeta a través de resonancia mórfica. Somos más parecidos a cómo éramos nosotros mismos que a cualquier otro organismo; creo que eso implica que estamos específicamente sintonizados con nuestro pasado, y explica por qué nuestro pasado influye sobre nosotros.

En las herméticas escuelas iniciáticas uno de los métodos de la Enseñanza era el de la repetición de ideas alternadas con otras nuevas. En este caso bien vale un Repetita Iuvant (las repeticiones son útiles), repeticiones controladas favorecen en uno la aparición de campos mórficos de memoria que facilitan la comprensión y el aprendizaje.

Rupert Sheldrake define así los Campos Mórficos:   
  
           
Los campos mórficos son regiones no materiales de influencia que actúan a través del tiempo y del espacio. Se localizan tanto en los sistemas que organizan como a su alrededor. Son patrones organizados de influencia potenciales, y pueden volver a aparecer físicamente en otro tiempo y lugar, en el momento y lugar en que las condiciones físicas sean adecuadas, contienen una especie de memoria acumulativa y tienden a ser cada vez más habituales. Existe en la naturaleza una tendencia (inteligente) a archivar la serie de acontecimientos que suceden y así influir en las sucesiones futuras.

La "Resonancia Mórfica" es la propagación de la información que se encuentra en los Campos de la naturaleza ya citados. Así, se conoce que el hábito o repetición es fundamental para que este proceso ocurra. Al afirmar que los Campos Mórficos poseen memoria también se hace énfasis en que esta es acumulativa, entonces, cuando dicha repetición ha tenido lugar a escala astronómica a través de miles de millones de años, como en el caso de muchos átomos, moléculas y cristales, la naturaleza de tales objetos es tan habitual que resulta inmutable, o aparentemente eterna. En resumidas cuentas, la repetición de un evento hace que se forme un Campo Mórfico que es determinante para futuras apariciones del evento.  
       
Esta idea permite ver el funcionamiento de la memoria individual, la herencia de los instintos, las capacidades de conducta como aspectos diferentes de un mismo fenómeno. Todos dependen de resonancia mórfica, pero el funcionamiento de la memoria individual es más específico que la herencia de instintos y conductas. La memoria, las capacidades individuales de aprendizaje operan contra el fondo de una memoria colectiva heredada por la resonancia mórfica de los miembros anteriores de la especie. En el reino humano, un concepto de este tipo ya aparece en la teoría junguiana del inconsciente colectivo como memoria colectiva heredada. La hipótesis de la resonancia mórfica permite considerar el inconsciente colectivo no sólo como un fenómeno humano sino como un aspecto de un proceso más general, en virtud del cual los hábitos se heredan en todo el mundo natural.

¿Cómo sabe el ADN de la célula de un brazo que está en el brazo y no en el hígado?, ¿por qué a lo largo de nuestra vida tenemos el mismo rostro si nuestras células se renuevan sin cesar? Para explicarlo no sirven los parámetros físicos conocidos, ya que las formas de vida están determinadas por una extraña fuerza no energética, que provoca todas las formas pasadas; un campo que actúa más allá del espacio y el tiempo: el campo mórfico. Estos campos permiten la transmisión de información entre organismos de la misma especie sin mediar efectos espaciales. Es como si dentro de cada especie del universo, sea ésta una partícula o una galaxia, un protozoo o un ser humano, existiese un vínculo que actuara instantáneamente en un nivel sub-cuántico fuera del espacio y el tiempo. Este vínculo es el campo mórfico. Se trata de una transmisión de información y no de energía. Las células aciertan con el campo morfogenético correspondiente gracias a un fenómeno de resonancia mórfica. El ADN sería como una antena que captaría los mensajes mórficos.

Los campos mórficos son campos de forma; campos, patrones o estructuras de orden. Estos campos organizan no solo los campos de organismos vivos sino también de cristales y moléculas. Cada tipo de molécula, cada proteína por ejemplo, tiene su propio campo mórfico -un campo de hemoglobina, un campo de insulina, etc. De igual manera cada tipo de cristal, cada tipo de organismo, cada tipo de instinto o patrón de comportamiento tiene su campo mórfico. Estos campos son los que ordenan la naturaleza. Hay muchos tipos de campos porque hay muchos tipos de cosas y patrones en la naturaleza… Esta hipótesis es inevitablemente polémica, pero puede someterse a prueba con experimentos, y ya existen considerables observaciones circunstanciales en su favor. Por ejemplo, cuando se cristaliza por primera vez una sustancia química orgánica (digamos, una nueva droga), no habrá ninguna resonancia mórfica de cristales anteriores de este tipo. Tiene que crearse un nuevo campo mórfico; entre la variedad de maneras energéticamente posibles en que la sustancia podría cristalizar, sólo una cobra realidad. La próxima vez que esta sustancia cristalice en cualquier lugar del mundo, la resonancia mórfica de los primeros cristales aumentará la posibilidad de esta misma pauta de cristalización, y así sucesivamente. A medida que la pauta se convierte en algo cada vez más habitual, aparece una memoria acumulativa. Como consecuencia, el cristal tenderá a formarse más fácilmente en todo el mundo. Esta tendencia es bien conocida; por lo general, resulta difícil que cristalicen nuevos compuestos; a veces se necesitan semanas, o incluso meses, para su formación en soluciones sobresaturadas. A medida que pasa el tiempo, tienden a aparecer con más facilidad en todo el mundo. 

Los campos mórficos funcionan modificando eventos probabilísticos. Casi toda la naturaleza es inherentemente caótica. No es rígidamente determinada. La dinámica de las olas, los patrones atmosféricos, el flujo turbulento de los fluidos, el comportamiento de la lluvia, todas estas cosas son propiamente indeterminadas, como lo son los eventos cuánticos en la teoría cuántica. Con el decaimiento del átomo de uranio no puedes predecir si el átomo declinará hoy o en los próximos 50.000 años. Es meramente estadístico. Los campos mórficos funcionan modificando la probabilidad de sucesos puramente aleatorios. En vez de una gran aleatoriedad, de algún modo la enfocan, de forma que ciertas cosas ocurren en vez de otras. Así es como creo que funcionan.

Estos campos tienen características propias, pertenecen a un grupo más grande de campos que llamo mórficos, tienen la capacidad para evolucionar, y contienen una memoria intrínseca proporcionada por un proceso de “resonancia mórfica”. Es una “causación formativa” que supone que cada sistema organizado está formado por niveles inferiores que reciben sus propiedades características del campo mórfico y lo convierte en algo más que la suma de sus partes. La resonancia mórfica son los modos en que se transfiere la información de un sistema anterior a uno posterior, o sea la influencia de modelos sobre otros similares a través del espacio tiempo que provienen del pasado y no se debilitan ni con la distancia ni con el paso del tiempo.

Desde el comienzo de su existencia, el universo fue adquiriendo ciertos hábitos particulares y desechando algunos otros. Con el tiempo, tales hábitos se desarrollaron como una suerte de memoria incorporada o, desde el punto de vista mayoritario, como “leyes de la naturaleza”. Cada especie animal, vegetal o mineral posee una memoria colectiva a la que contribuyen todos los miembros de la especie y a la cual conforman.

El ADN codifica las proteínas. No obstante, existe una gran diferencia entre codificar la estructura de una proteína y programar el desarrollo de un organismo entero. Es la diferencia entre fabricar ladrillos y construir una casa con esos ladrillos

Los científicos genéticos saben desde hace años, que la molécula de ADN sólo codifica los ladrillos estructurales a partir de los cuales el cuerpo toma forma, y funciona. Pero de aquí a saber cómo las células especializadas del ojo, el páncreas o los nervios “saben” dónde formarse continúa en el más profundo de los misterios. “El ADN solo no puede explicar la diferencia de forma; se necesita algo más para explicar la forma”.

En ocasiones, nuestro pensamiento parece estar ligado al del resto de los seres de la raza humana. Según la ciencia actual, esto se reduciría a mecanismos psicológicos; todos somos partes de un gran campo mórfico. 

Cuando los científicos en los laboratorios de cualquier parte del mundo intentan sintetizar un nuevo tipo de cristal, frecuentemente dan nota de cuán difícil y extenuante puede resultar dicha tarea. Sin embargo, cada vez que el hecho llega a consumarse, los demás laboratoristas del mundo, inevitablemente, no tardan mucho más en alcanzar la síntesis del nuevo compuesto químico. De hecho, cuantas más veces se produzca la cristalización del compuesto en cuestión, tanto más fácil logrará hacerse el procedimiento en las veces subsiguientes.

El comportamiento de los monos de Koshima y el aparentemente inconexo fenómeno de cristalización simultánea en distintos laboratorios del mundo, responde a un mismo orden de sucesos. Si cada hecho, acción, o creación formara o reforzara una suerte de “memoria inherente” en el espacio del universo, esto podría alterar otro hecho dado en un tiempo futuro sobre elementos similares. Es decir que, si la acción de lavar batatas de un mono surgiera sin un patrón o “campo mórfico” preexistente en el universo, cuando el segundo mono lo hiciera, la acción parecería más “instintiva” a la especie. Si los siguientes monos decidieran intentarlo, el campo mórfico correspondiente a “lavar batatas” sería usado y a la vez reforzado por tales acciones, y así, un mono que no estuvo en contacto físico con otro de su misma especie, podría conectar aún su comportamiento con el de sus iguales mediante el campo mórfico universal. Del mismo modo, un compuesto químico que carece de campo mórfico en el presente será mucho más difícil de cristalizar que otro cuyo campo haya sido ya formado por un primer compuesto.
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El magistral planteamiento de Rupert Sheldrake del concepto de campo mórfico me permite una personal interpretación  orientada a estos tiempos de Fin de Tiempo que lo resumo así pensando en un especial 1% de la población pensante:

        Para que exista resonancia mórfica primero debe surgir un campo mórfico formado por la unión de similares experiencias nuevas, el cual ES específica Información que comparten esos algunos previo dar lugar a la resonancia cuya "transmisión" puede llegar a toda la especie de esos algunos. O sea, si a un grupo de ratas en determinado tiempo se les enseña en un laboratorio de Quilpué a salir de un laberinto, después otro grupo de ratas de un laboratorio de Jerusalén, en similar laberinto, lo logrará en menor tiempo y viceversa. El aprendizaje manifestado por las ratas en Quilpué de manera misteriosa se “transmite” a las ratas de Jerusalén y otros lugares. Acá nada que ver el ADN ni la herencia física que los mecanicistas postulan, Sheldrake menciona dos herencias, la del ADN y la de los campos mórficos, la cual facilita por afinidad la resonancia si esta llega a suceder, o así, a su debido tiempo deberá ocurrir. Una es física, la del ADN, la otra es hipotética por ser Información sin importar tiempo y espacio. Acá lo único ponderable es que se trata de la misma especie animal estimulada por la Información de una resonancia mórfica propia de la especie. Logrado el campo mórfico o nivel crítico mínimo de aprendizaje se genera una resonancia que se irradia a la especie transmitiendo INFORMACIÓN y lo hace por medio de "algo" que la física ignora y ese algo está en el 99.99% de la materia que es VACÍO, me explico: Un sol está a 5 años luz del sol vecino = separado por VACÍO, en similar proporción lo está un átomo de otro = VACÍO, un electrón de otro = VACÍO... Como materia somos materiales en apariencia por representar un 99.99% de vacío no físico sustentado en un 0.01% de algo que sería una probabilidad matemática. Y somos reales porque nuestra alma programó a nuestra mente para que en este vacío viviéramos como en una sólida realidad: SOMOS UNA REALIDAD MENTAL INMERSOS EN UNA IRREALIDAD FÍSICA... Pues bien, ese 99.99% de vacío no lo es tal dado que representa un 100% de Inteligencia Pura y esa Inteligencia Pura emanada del Pensamiento de Dios permite la acción de la resonancia de campos mórficos en todo nivel vivo e inerte de este mundo, sistema solar, galaxias... y los diferentes planos dimensionales de la creación desde nuestra tercera a la séptima dimensión.
        Pues bien, en este ahora, en medio de las manifestaciones del cambio propio de Fin de Tiempo, intentemos favorecer la causalidad formativa que da estructura al campo mórfico del 1% de Mejor Pensar humano, campo marcado por la fuerza inicial del instinto de conservación individual y de la especie.

Como seres humanos somos individuales partes de un conjunto llamado Cosmos y nos encontramos en tránsito por lo ilusorio de la materia que, por la mente, nos parece real. Para el materialista mecanicista somos un aleatorio cerebro pensante, desde lo que me corresponde postular digo que nuestro cerebro es el computador periférico de la mente que rige al cerebro siendo la intermediaria para el alma, el alma es la intermediaria del espíritu que es lo que en esencia cada uno es como un ente emanado desde DIOS con una individual y específica misión en un ciclo de vidas en espiral ascendente por los diferentes planos dimensionales en nuestro retorno a DIOS. Lo importante es saber que, ahora, en este hoy y acá, somos pensantes y cada uno con su modo de pensar puede hacer de un infierno un Cielo: Y hacia allá vamos en un peregrinar de ciclos ascendentes de vida.
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Carl Gustav Jung en 1961 poco antes de morir, de manera visionario-profética dijo:

Mi conciencia de Médico me aconseja cumplir con el deber de advertir, que a la Humanidad le esperan hechos tales, que corresponden al Fin de una Era y me inquieta la suerte de aquellos que sin estar preparados hayan de ser sorprendidos por los acontecimientos... advertir a los menos de quienes puedo hacerme oír y se extravíen ante el carácter incomprensible de los acontecimientos. Hasta ahora, que yo sepa, nadie se ha sentido movido a considerar los posibles efectos psíquicos del cambio que es de prever

Se habla de los efectos físicos del Cambio Climático pero no se hace referencia a lo que Jung visionó y es realidad: Lo negativos efectos psíquicos del cambio, Cambio que no es solo climático... Os invito a mirar InterNet, la televisión, los periódicos, revistas... y, de manera objetiva evaluar: ¿Qué predomina?

Lo prioritario que a diario vemos sin ver o sin querer mirar ni ver, son los negativos efectos psíquicos del cambio del que somos parte. Somos un manicomio planetario con un 1% de sanadores que intentará ayudar a los más posible antes de entrar a la etapa de locura irreversible.
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De joven me llamó la atención del por qué las moscas, zancudos... mutaban genéticamente para lograr ser resistentes al DDT y bacterias mutaban sus genes para ser resistentes a la Penicilina. La Ciencia no me ofreció una respuesta convincente sobre este fenómeno que en vida hace mutar de manera positiva para sobrevivir, algo que para los más, sin analizarlo, es algo natural... Ahora el campo mórfico en parte me ayuda a entenderlo.

Si los insectos y bacterias mutaron para salvar su especia, es válida la pregunta: ¿Qué sucede con el hombre? Desde los años 30 se han manifestado en el plano oculto favorables mutaciones embrionarias que han permitido nacer a lo que llamo Niños de Luz. Pienso que ahora similar mutación, al menos en un 1% está sucediendo en vida...

Me inclino a pensar que para que estas causalidades ocurran ha sido necesario la aparición de aislados casos inexplicables que, en el tiempo al suceder otros, dan lugar a un campo mórfico cuya Información lleva a resonancia de variada magnitud que favorece a su réplica en otros miembros de la especie gracias a esa Información que está más allá del tiempo y del espacio y se desplazaría por el plano astral terrestre. En nuestro caso ayudando a que un 1% logre Pensar Mejor...

Por nuestro predominante pensar basura con más de un 70% diario de negativa emisión mental,
somos los responsables del calentamiento global con su cambio climático, de tener a la humanidad convertida en una Sodoma y Gomorra mundial con todos los valores ético-morales considerados como obsoletos del pasado... Algo pasa para que esto así suceda y permita a la Profecía de Fin de Tiempo cumplirse. No olvidemos que la profecía tiene una cara visible externa y otra interna secreta. Esa cara interna centra la solución para evitar el caos final en un 1% de los humanos. Cambios cósmicos favorecen ahora que cada Buen Pensar anule lo negativo de 100 pensamientos basura. Ellos serán los imanes humanos que anularán la negativa imantación del resto: Uno pensando bien en su cuántica radiancia superará mentalmente a 100 pensando mal...
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Para el diluvio las historias de las tribus Teutónicas de Escandinavia hablan del cataclismo. Uno de estos relatos, refleja el caos del mundo cuando el poderoso lobo Fenrir se sacudió, haciendo temblar al mundo. El árbol antiguo de fresno Yggdrasil (considerado como el eje de la Tierra) fue sacudido desde sus raíces, hasta sus ramas más altas. Las montañas se derrumbaron o se partieron desde abajo hasta arriba. Los hombres fueron forzados a apartarse de sus hogares y la raza humana fue erradicada de la superficie de la Tierra. El mismo mundo estaba empezando a perder su forma. Ya las estrellas estaban a la deriva y caían al vacío. Las flamas salían de las fisuras de las rocas; por todos lados se oía el silbido del vapor. Todos los seres vivientes, toda vida vegetal fue exterminada. Y todos los ríos, todos los mares crecieron y se desbordaron. Por todos lados, las olas chocaban entre ellas. Ellas crecían y hervían cubriendo lentamente todas las cosas. La tierra se hundió en el mar. Después, la tierra lentamente empezó a salir de las olas. Las montañas se levantaron, el hombre también reapareció y escondidos en el tronco del fresno Yggdrasil los ancestros de una raza humana futura habían escapado de la muerte.

En el ámbito de la Ciencia se enseña que el eje de la Tierra tiene una inclinación de 23,5°, eso sería lo natural para el establecido orden que rige el humano pensar y permite de por siempre, según dicen, disfrutar de las cuatro estaciones... A su vez se nos señala que la Tierra en miles de años, 80.000 y 120.000, se mueve entre el eje inclinado de 24.5° y 21.5°. Sin embargo hacia el año 1760 el sabio jesuita chileno en el exilio en Roma escribió algo diferente al paradigma del orden establecido, algo que mi intuición me dice fue y será real:


* Hasta el diluvio universal parece más que verosímil, que nuestro globo, con toda su atmósfera y todo lo que llamamos naturaleza, había perseverado en el mismo estado físico en que había salido de las manos del Criador. Mas, habiendo llegado esta época terrible, parece igualmente cierto que todo se alteró, tierra, mar y atmósfera, y todo quedó en esta alteración y desconcierto hasta el día de hoy. Se alteró la superficie de la tierra, ocupando las aguas desde entonces hasta la presente una gran parte de lo que antes era un continente unido. Se alteró también, y por la misma causa general toda la atmósfera de la tierra, pasando generalmente todos los climas o cielos diferentes, de la benignidad al rigor; de la templanza a la intemperie; de la uniformidad quieta y pacífica, a la inquietud y mudanza casi continua.
* El aspecto actual de esta superficie, y todos los descubrimientos de sus curiosos observadores, nos obligan a creer, sin poder racionalmente dudarlo, que las aguas del mar ocuparon esta que ahora es árida, o a lo menos una gran parte de ella, en otros tiempos muy anteriores; y éste no de paso sino establemente por muchos siglos. ¿Por qué? Porque en todo, o casi todo lo que ahora se llama árida o tierra habitable se hallan a cada paso despojos claros y palpables de los vivientes del mar, no solamente en la superficie de la tierra, o a poca distancia, sino hasta 60 y 80 pies, y tal vez más de profundidad; y esto no solamente en valles o tierras llanas, sino también en las colinas y montes secundarios, a los cuales se les da este nombre, porque parecen hechos después accidentalmente, por el movimiento y concurso violento y confuso de diversas materias.
* De este principio cierto e innegable, combinado con la historia sagrada, se sigue legítimamente, y se concluye evidentemente, que nuestro globo terráqueo no está ahora como estuvo en los primeros tiempos de su juventud. Por consiguiente, que ha sucedido en él en tiempos remotísimos, respecto de nosotros, algún accidente grande y extraordinario, o algún transtorno universal de todas sus cosas, que lo hizo mudar enteramente de semblante: que obligó a las aguas inferiores a mudar de sitio; que convirtió el mar en seca, y también la seca en mar: que hizo formarse nuevos mares, nuevos ríos, nuevos valles, nuevas colinas, nuevos montes: en suma, una nueva tierra. Este accidente no puede ser otro, por más que se fatiguen los filósofos, que el diluvio universal de Noé.
* La misma causa general que produjo en todo nuestro globo un nuevo mar y una nueva árida, mudó también necesariamente todo el aspecto del cielo: quiero decir, no solamente el antiguo orden y temperamento de nuestra atmósfera, sino el antiguo orden y disposición del sol, de la luna, y de todos los cuerpos celestes, respecto del globo terráqueo. ¿Qué causa fue ésta? A mí me parece que no fue algún encuentro casual de nuestro globo con algún cometa... la hizo mover repentinamente de un polo a otro: quiero decir, inclinó el eje de la tierra 23 grados y medio, haciéndolo mirar por una de sus extremidades hacia la estrella que ahora llamamos Polar, o hacia la extremidad de la cola de la "Ursa" (osa) menor.
* Con esta repentina inclinación del eje de la tierra se debieron seguir al punto dos consecuencias necesarias. Primera: que todo cuanto había en la superficie del globo, así líquido como sólido, perdiese su equilibrio: el cual perdido, todo quedase en sumo desorden y confusión, no menos horrible que universal: que todo se desordenase, todo se trastornase, todo se confundiese, cayendo todas las cosas unas sobre otras, y mezclándose todas entre sí.
* La segunda consecuencia que debió seguirse necesariamente de la inclinación del eje de la tierra fue, que el círculo o línea equinoccial, que hasta entonces había sido una misma con la elíptica, se dividiese en dos, y que esta última cortase a la primera en dos puntos diametralmente opuestos, que llamamos nodos: esto es, en el primer grado de Aries, y en el primero de Libra. De lo cual resultó que nuestro globo no mirase ya directamente al sol por su Ecuador, sino solamente dos días cada año, el 21 de marzo y el 22 de septiembre; presentando siempre en todos los demás días del año, nuevos puntos de su superficie al rayo directo del sol. ¿Y de aquí qué resultó? Resultaron necesariamente las cuatro estaciones, que llamamos primavera, verano, otoño, e invierno: las cuales, desde los días de Noé, hasta los del Señor, han sido, son y serán la ruina de la salud del hombre, y como un castigo, o pestilencia universal, que ha acortado nuestros días, y los han hecho penosísimos, y aun casi insufribles.
* ¿Pues no había antes del diluvio estas cuatro estaciones? No, amigo, no las había, según yo pienso y según han pensado antes de mi algunos otros autores graves, religiosos y píos. Yo soy de parecer que antes del diluvio universal de Noé, no había estas cuatro estaciones del año, que en el presente son nuestra turbación y nuestra ruina; sino que nuestro globo gozaba siempre de un perpetuo equinoccio. En esta hipótesis, digo, todo me es fácil, y me parece que lo entiendo todo; así las observaciones de los naturalistas, como todo lo que leo en las Santas Escrituras.
* En esta hipótesis, lo primero: todos los climas, y aun todos los círculos paralelos al Ecuador, aunque diversos entre sí, debía cada uno ser siempre uniforme consigo mismos: lo mismo el mes de marzo, que en el de junio; y lo mismo en éste, que en septiembre y diciembre. Lo segundo: la atmósfera de la tierra, siendo en todas partes uniforme, debía en todas partes estar quieta, no cierto con aquella quietud que tiene el nombre inercia, o de inmovilidad, como está quieto un peñasco o un monte, sino con aquella especie de quietud natural y respectiva, que compete a un fluido cuando no es agitado violentamente por alguna causa externa que le obligue a perder su paz, su quietud, o lo que es lo mismo, su equilibrio; el cual equilibrio no impide, antes fomenta en todos los fluidos un movimiento interno, suave, pacífico y benéfico de todas sus partes. Lo tercero: en aquellos tiempos no había, ni podía haber huracanes o vientos violentísimos, no había ni podía haber naturalmente nubes horribles, densas, oscuras por el concurso y mezcla de diversos vapores y exhalaciones de toda especie: no había frotamiento violento de unas con otras por la contrariedad de los vientos: no se encendía con este frotamiento el fuego eléctrico: por consiguiente, no había aquellas lluvias gruesas y violentas, ni aquellas tempestades, ni aquellos truenos, ni aquellos rayos que ahora nos causan tanto pavor, y no solo pavor, sino daños y ruinas reales y verdaderas: así en los habitadores de la tierra, como en todas las obras de sus manos.
* De aquí resulta, y debía resultar naturalmente, sin milagro alguno que las constipaciones, las pestilencias, las enfermedades de toda especie, que ahora son sin número, eran entonces o pocas o ningunas: y que los hombres, y aun las bestias, vivían naturalmente diez o doce veces más de lo que ahora viven, muriendo de pura vejez, después de haber vivido sanos y robustos, unos 700, otros 800, y algunos más de 900 años, como consta de la historia sagrada.

* Conque los nuevos cielos y nueva tierra, o del mundo nuevo que esperamos después del presente, debe ser sin comparación mejor que el presente, y esto no solamente en lo moral, sino también en lo físico y material. En lo moral, porque en él habitará la justicia. También en lo físico y material, porque el mundo nuevo que esperamos, lo esperamos según las promesas de Dios.
* Esta gran mudanza que esperamos de nuestro mundo presente del mal en bien, me parece a mí, según mi sistema, que debe comenzar por donde comenzó en tiempo de Noé, de bien en mal. Quiero decir, por la restitución del eje de la tierra a aquel mismo sitio donde estaba antes del diluvio, o lo que es lo mismo, por la unión de la eclíptica con el Ecuador.
* Lo primero que se comprende al punto, en esta hipótesis, es los anuncios terribles, que para el día grande del Señor se hallan a cada paso en los profetas, en los Salmos, en los Evangelios, en los escritos de los Apóstoles y en el Apocalipsis. Para ver con los ojos esta concordancia, imaginemos por un momento, que ahora en nuestros días sucede esta inclinación del eje de la tierra, necesaria para que la eclíptica y la equinoccial se unan entre sí y formen una misma línea individual: imaginemos también, que somos dueños de nuestra imaginación, que desde cierta altura competente y segura observemos con buenos telescopios todas las cosas particulares que suceden aquí abajo, de resulta natural y forzosa de la unión de estas dos líneas o círculos máximos, que ahora se cortan mutuamente, y producen en este corte oblicuo las cuatro estaciones enemigas.
* En este caso que suponemos repentino y violento, en este caso, digo, deben seguirse naturalmente todas estas consecuencias anunciadas en la Escritura de la verdad. Primera: que nuestra tierra o nuestro globo, moviéndose de polo a polo, se mueva realmente de su lugar.
* Segunda consecuencia: que moviéndose la tierra violentamente de un polo a otro, piensen todos sus habitantes, que los cielos o todos los cuerpos celestes, sol, luna, planetas y estrellas, se muevan con la misma violencia o ligereza, en sentido contrario. Esta apariencia o ilusión es tan frecuente como natural.
* Tercera consecuencia: que moviéndose la tierra violentamente de un polo a otro, se turbe y oscurezca horriblemente toda nuestra atmósfera, y que esta turbación y mezcla de tantas partículas heterogéneas, que nadan en ella, nos impida entonces el aspecto libre de los cuerpos celestes; no como lo hacen ahora las nubes, las cuales aunque sean densísimas, siempre dejan pasar muchos rayos de luz, suficientes para distinguir el día de la noche; sino de otro modo insólito e infinitamente más horrible, que sin ocultarnos del todo estos cuerpos celestes, no lo hagan aparecer, ya negros, ya pálidos, ya sanguíneos; produciendo en nuestra superficie otra especie de oscuridad muy semejante a las tinieblas de Egipto: ni las llamas puras de las estrellas podían alumbrar aquella noche horrorosa.
* Cuarta consecuencia: que moviéndose la tierra violentamente de un polo a otro, todas cuantas cosas se hallan en su superficie, pierdan su equilibrio; el cual perdido, todas caigan unas sobre otras confusa e irremediablemente, así como sucedió en los días de Noé.
* Quinta consecuencia: que moviéndose la tierra de un polo a otro, pierdan también su equilibrio, por la misma causa general, las aguas del mar; el cual perdido, se alboroten, se conturben, se derramen sobre muchos lugares, de lo que ahora es árida, y espanten con sus bramidos horribles aun a los que se hallan distantes de sus playas. No hay que temer por esto que suceda en nuestra tierra otro diluvio.
* Sexta consecuencia: que moviéndose la tierra violentamente de un polo a otro, no solamente se conturbe toda la atmósfera, se enturbie, se oscurezca por la multitud de vapores y exhalaciones de toda especie, como vimos en la tercera consecuencia; sino que mezclándose éstas entre sí, y chocando violenta y confusamente las unas con las otras, exciten con este frotamiento el fuego eléctrico, y produzcan por consiguiente una prodigiosa multitud de rayos, los cuales consuman y conviertan en ceniza la mayor y máxima parte de los hombres, y de las obras de sus manos; pues esto es lo que se anuncia frecuentísimamente en las Escrituras. Esto es lo que se lee en el Evangelio, cuando se dice: las estrellas caerán del cielo: las cuales palabras, según yo pienso con otros muchísimos, no pueden tener otro verdadero sentido.
* Todas estas cosas son buenas, y pueden ser utilísimas, si se busca sinceramente la verdad, y si esta verdad sea dulce o amarga, se recibe y abraza después de conocida. Dije que es incierto cuánto tiempo durará el día grande y horrible de la venida del Señor. Ahora me parece cierto que no puede durar menos que el espacio de 45 días naturales.

Según la Ciencia si el eje de la tierra estuviera perpendicular al plano de su órbita, la luz del sol se extendería de polo a polo, y los días y las noches serían siempre de igual duración, es decir, doce horas cada uno, y cada porción de la tierra en la misma latitud recibiría continuamente la misma cantidad de calor y de luz. Por lo tanto, la posición inclinada de la tierra es la causa de las regiones árticas y antárticas de los dos polos y de las estaciones del año.

Se sabe que el Polo Norte o Ártico para el año 2020 en verano será navegable, se demuestra que el Polo Sur o Antártida pierde, más rápido de lo supuesto, metros de su espesor en hielo. El Ártico es una masa de hielo sobre el mar, la Antártida tiene mucho mayor espesor en hielo por estar sobre tierra firme...

El año 2004 el Pentágono consideró un problema de Seguridad Nacional lo siguiente:

* El 2007 violentas tormentas destruirán algunas barreras costeras.
* Cerca de 2010 EE.UU. y Europa vivirán un tercio más de días con temperaturas sobre los 40°C. Esto acarreará serios problemas en la producción agrícola.
* Entre 2010 y 2020, Europa registrará una abrupta caída en su temperatura. El clima de Gran Bretaña se volverá seco y frío asemejándose al de Siberia.
* El cambio climático generará una proliferación de la energía atómica, tanto como fuente de calor como en la producción de armamentos nucleares.
* Zonas ricas como Estados Unidos y Europa se convertirán en "fortalezas virtuales" para evitar la llegada de millones de inmigrantes.
* Habrá guerras por problemas de supervivencia.
* Las fuentes de agua dulce se convertirán en campos de batalla, siendo las de mayor riesgo el Nilo, el Danubio y el Amazonas.
* La guerra y el hambre reducirán la población de la Tierra, hasta un nivel que el planeta pueda abastecer y tolerar.
Los cambios en el clima podrían generar megasequías, migraciones masivas y guerras —algunas nucleares—. La amenaza es mayor a la del terrorismo. Los cambios climáticos deben dejar de ser un debate científico para convertirse en un problema de seguridad nacional estadounidense.
25-02-2004

Han pasado 5 años y surge esta actual información:

El cambio climático ya está aquí
Ramón Gallego Gil
25-10-09
http://www.latribunadeciudadreal.net/noticia.cfm/Opini%C3%B3n/20091025/cambio/climatico/ya/aqui/887BB60B-1A64-968D-59A63DFDEFBF2E5A

Si hacemos caso de prestigiosos científicos expertos en los océanos, este invierno lo mas probable es que caiga nieve en nuestra tierra en cantidad nunca vista. Sin embargo, todo el mundo habla del calentamiento global del planeta. Todos los días escuchamos las noticias sobre la discusión de la reducción de emisiones de gases con efecto invernadero (CO2, metano etc.,) y más de uno está instalado en la creencia de que las cosas no deben ir tan mal cuando las grandes potencias no quieren reducir las gigatoneladas de CO2 que le pudieran corresponder, para que en el 2020 podamos pensar que estamos en el buen camino controlando el calentamiento de la tierra. La cosa no va por ahí. Quizá convendría hablar de los antecedentes recientes para comprender qué es lo que está ocurriendo.
Un informe de 2002 por la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (NAS), dijo: «la evidencia disponible sugiere que los cambios abruptos de clima no sólo son posibles sino probables en el futuro, posiblemente con grandes impactos en los ecosistemas y las sociedades.»
Tengo que decir que según la doctrina científica los posibles cambios abruptos del clima tienen origen en el comportamiento de las corrientes marinas, en la temperatura de éstas y en la densidad de sus aguas (Robert Gagosian, Presidente de la Woods Hole Occeanográphic Institution, entre otros). Así la llamada Corriente Termohalina (THC), que recorre el Océano Pacífico y sube por el Atlántico, lleva por su recorrido superficial calor hacia el Atlántico Norte y refresca con las aguas profundas que emergen en el Pacífico por el hemisferio sur.
Basándose en al información recogida el Departamento de Estado de los EEUU advirtió en 2004 del debilitamiento de hasta un 30% de la THC en las últimas décadas, debido al calentamiento global, con el riesgo probable de parada en las dos próximas décadas. En el mismo sentido están trabajando científicos europeos y australianos. Si esto ocurriera así, Europa y el Norte de EEUU y Canadá sufrirían un enfriamiento muy acusado, llamada por algunos mini edad de hielo, y el hemisferio sur un calentamiento con graves problemas meteorológicos en ambos casos. La clave está en si el deshielo del Ártico es más rápido de lo que se había estimado o no.
Los últimos datos de este verano avanzan la posibilidad de que el deshielo sea mayor de lo previsto. ¿Y que importancia tiene esto para el comportamiento de la cinta transportadora de calor que supone la THC? La respuesta esta precisamente en la naturaleza de las corrientes marinas que además de los vientos en superficie y de los movimientos de las mareas que produce la Luna, es la mayor o menor densidad y calor que tienen las aguas las que hacen que se impulsen. Las aguas frías tienen mayor densidad (y peso consecuentemente) que las calientes y las aguas saladas mas densidad también que las dulces.
El deshielo del Ártico y de Groenlandia está vertiendo ingentes cantidades de agua dulce, menos densa, sobre el Atlántico norte, allá donde habitualmente se hundían en las profundidades por su mayor densidad las aguas, por ser mas frías y mas saladas. El deshielo está provocando que la THC se vaya debilitando y solo cabe preguntarse cuando puede ocurrir su parada.
Los últimos datos por la doctrina científica avanzan que esta probabilidad se va convirtiendo en certeza conforme se confirma el deshielo imprevisto y cuantioso del Ártico. El año entrante, 2010, parece ser el que puede dar los primeros síntomas de cambio abrupto, que se confirmaría en el 2012. Si es así, no cabe esperar grandes cosas de las negociaciones de Copenhague. La suerte está echada. Como suele ocurrir en estos temas la política irá a remolque de los acontecimientos. Cuando sintamos el frío, mas de uno soltará aquello que se dice por esta tierra de los mecagüenes, sintomática real de los que presumen de vivir en la realidad y desprecian las advertencias más que motivadas, convirtiendo la predicción científica en utopía. 

Es real que los plazos que la Ciencia fija se acortan sin que los científicos logren entender el por qué. Hoy, en cuanto clima, ya se habla del próximo año 2010 con primeros severos síntomas y el 2012 con la enfermedad climática manifestada. La repentina glaciación del hemisferio Norte advertida por el Pentágono se adelantó y a nosotros los del Sur nos llegaría un calentamiento con graves problemas meteorológicos tanto para los del Sur como para los del Norte...

Pienso que por ser el planeta una esfera circulando con un eje inclinado de 23.5° entorno del Sol, al deshielarse los polos, como ahora sucede, llegará ese deshielo a un punto crítico en el que bruscamente hará variar el eje de la Tierra hacia su vertical. ¿Cuántos grados? lo ignoro, según Lacunza 
(1731-1801), la Tierra recuperará su natural verticalidad de manera brusca y él hace un relato de esos días, relato digno de tenerse en cuenta... El Paradigma de la Ciencia supone que por cientos de miles de años hemos estado inclinados entre 21.5° y 24.5° con una prolongada estabilidad de 23.5°... Otros hablan de cambios cíclicos fruto de variados cataclismos cada 11.000 años y lo hacen sin referirse a la inclinación en el eje de la Tierra como el sabio Lacunza hace 250 años advirtió a los actuales...

Esta posible brusca verticalización fruto del Calentamiento Global con su Cambio Climático, obra humana, no tiene nada que ver con alguna cercana pasada de un planeta con órbita de cometa, el cual habría ya pasado el año 2000 más lejos de lo que se suponía... ¿Quién lo alejó?

Los científicos alarmados comprueban que todos sus cálculos de manera rápida se ven superados por el acortamiento de los plazos como si el tiempo pasara más veloz de lo que ellos suponen. Predicen el 2000 algo para el 2050 y ese algo ya sucedió...
Somos los RESPONSABLES del NEGATIVO CAMBIO planetario, a su vez podemos ser los gestores de revertir lo negativo hacia un POSITIVO CAMBIO. Con nuestra mente, por el predominante pensar basura hemos causado el caos actual; será con nuestra mente que logremos la solución al Pensar Mejor. Esto va dirigido a los Señores del 1% del Mejor Pensar.
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El 1%

¿Utopía?
¿Imaginación?
¿Fantasía?
¿Anhelo?

Por el contrario:

UNA REALIDAD


REALIDAD que depende de nosotros, depende del humano pensar. El humano pensar es un acto consciente, por desgracia muy limitado para el hombre masa que es mayoría en todo orden cultural, social, político, filosófico, religioso, artístico, literario, científico... del ámbito planetario actual, ámbito que con argumentos llamo de la Sodoma y Gomorra mundial. Igual, esa minoría LIBRE del 1% es suficiente para que su campo mórfico entre en poderosa resonancia creando las condiciones para salvar al mundo y el género humano... Género responsable de cómo está el mundo.

Peter Russell dice algo que me ayuda a hacer entender la alerta del 1%:

Aplicando la teoría de Sheldrake al desarrollo de unos estados superiores de conciencia, cabe predecir que cuantos más individuos empiecen a potenciar sus propios niveles de conciencia, más poderoso se hará el campo morfogenético y más sencillo resultará entonces el impulso hacia la iluminación.

Digo alerta porque pasó ya la hora del idílico caminar y vivimos los tiempos del "sálvese quien pueda" y debemos correr... Los nacidos para correr correrán, no son por azar los del 1% de Mejores Pensantes, lo son por evolución del alma, evolución que no se expresa en una encarnación llena de honores, títulos, dinero, grados... Es el AURA la que señala a esos escogidos que actúan y actuarán como depuradores psíquico-magnéticos mentales, cuya potencia en su campo mórfico de pensamiento dará lugar a una Resonancia cuya Energía es 100 veces superior a la del negativo pensar predominante. Por lo tanto, ese 1% neutralizará los caóticos efectos de nuestro 70% de diario pensar basura, anulará los lazos que ligan al hombre masa y estimulará al conjunto humano a ser LIBRE y, LBREMENTE conocer la Verdad que nos será dada y nos LIBERARÁ...

La mente es un imán y conviene recordar algo de lo aprendido en física:

IMANES
Un imán es toda sustancia que posee o ha adquirido la propiedad de atraer el hierro. Normalmente son barras o agujas imantadas de forma geométrica regular y alargada. Existen tres tipos de imanes:
Imanes naturales.- La magnetita es un potente imán natural, tiene la propiedad de atraer todas las sustancias magnéticas. Su característica de atraer trozos de hierro es natural. Esta compuesta por óxido de hierro. Las sustancias magnéticas son aquellas que son atraídas por la magnetita.
Imanes artificiales permanentes.- Son las sustancias magnéticas que al frotarlas con la magnetita, se convierten en imanes, y conservan durante mucho tiempo su propiedad de atracción.
Imanes artificiales temporales.- Aquellos que producen un campo magnético sólo cuando circula por ellos una corriente eléctrica. Un ejemplo es el electroimán.
PARTES DE UN IMÁN
  • Eje Magnético.- Eje magnético de la barra de la línea que une los dos polos.
  • Línea neutra.- Línea de la superficie de la barra que separa las zonas polarizadas.
  • Polos.- Son los dos extremos del imán donde las fuerzas de atracción son más intensas. Son el polo norte y el polo sur.
INTERACCIÓN ENTRE IMANES
Los polos magnéticos del de diferente nombre se atraen; los del mismo nombre se repelen. Si se rompe un imán, cada uno de los trozos se comporta como nuevo imán, y presenta sus propios polos norte y sur. Cuando se aproxima una aguja imantada o brújula a un imán, el polo sur de la aguja se orienta hacia el polo norte debido a la atracción entre ambos. Es imposible separar los polos de un imán.
CAMPO MAGNÉTICO
Es la región del espacio en la que actúa una fuerza sobre una aguja imantada o sobre un imán. Un imán altera el espacio a su alrededor: pequeñas agujas imantadas o trozos de hierro, son atraídos por el imán, pero no experimenten ningún efecto en ausencia del mismo. Los campos magnéticos se representan mediante líneas de fuerza. El campo es más intenso en las regiones próximas a las líneas de fuerza (los polos).
http://html.rincondelvago.com/imanes_1.html

El nombre de magnetismo, proviene de Magnesia, una ciudad de la antigua Grecia en la que abundaba un mineral con propiedades magnéticas (es decir, capaz de atraer al hierro y a otros metales). Este mineral se conoce ahora con el nombre de magnetita.
El magnetismo es la propiedad que presentan algunas sustancias de atraer objetos elaborados con ciertos materiales metálicos; y a los cuerpos que presentan dicha propiedad se les denomina imanes.
 
Por su naturaleza existen dos tipos de imanes:
    • Imán natural: aquel que atrae el hierro por su propia composición.
    • Imán artificial: aquel que ha sido magnetizado por medio de una imantación. 
La imantación de dichos imanes puede realizarse por frotamiento, por contacto o por medio de una corriente eléctrica.
 
No toda sustancia puede ser imantada; depende de la naturaleza de los átomos que la forman.
 
La duración de la imantación no es igual en todos los cuerpos. Según la sustancia, este efecto puede durar más o menos tiempo. Así pues, podemos obtener dos clases de imanes artificiales. 
    • Temporal: aquel que presenta la imantación bajo determinadas condiciones.
    • Permanente: aquel que conserva la propiedad de magnetismo durante mucho tiempo.
http://cl.kalipedia.com/ecologia/tema/magnetismo-imanes.html?x=20070924klpcnafyq_332.Kes&ap=0

La imantación es el proceso mediante el cual los momentos dipolares magnéticos de un material se alinean, o tienden a alinearse; en términos sencillos es el procedimiento para darle propiedades magnéticas a una barra de hierro o acero. Un imán puede comunicar su imantación a otro cuerpo no imantado, y esta imantación, que recibe el nombre de inducida, puede ser remanente (si cesa cuando lo hace el efecto inductor) o permanente (si persiste cuando cesa el efecto inductor). Cuando se acerca un imán potente a la brújula podemos observar que el polo norte de la aguja de la brújula es atraído por el polo sur del imán . Si se cambia la orientación del imán respecto a la brújula se puede observar que ahora el polo norte del imán repele al polo norte de la aguja y atrae a su polo sur. Esto se debe a que la atracción del imán es más fuerte que la que ejerce la Tierra sobre la brújula.

La mente es cual sutil imán que podemos alinear hacia una polaridad negativa o hacia su polaridad positiva. Eso se logra mediante el consciente acto de pensar, acto voluntario que muchos han olvidado al seguir ajenas ideas y no discernir.

La cuántica relación mente-cerebro es posible gracias a un 10% de las neuronas que ha activado su potencial latente para la función de salto cuántico con la mente. Cual efecto imán se requiere del 1% de personas, por resonancia mórfica agrupados en un islote mental subconsciente planetario Pensando Mejor para que esa resonancia rodee al planeta por sobre la Noosfera, ayude a limpiar a la misma de la basura mental que la oscurece por nuestro prioritario basura pensar y sirva de imán para atraer a la LUZ Cósmica de Fin de Tiempo... Ese 1% de personas es lo adecuado para que la Luz fluya por las mentes humanas y se irradie hacia el mundo...

Es suficiente la potencia del 1% de Mejores Pensantes para inducir una mórfica resonancia positiva de Luz y Amor que se reforzará a contar del año 2012 anulando la cara oscura de la profecía y manifestando su Verdad luminosa. Los apocalípticos tan solo interpretan la letra oscura de la Profecía e ignoran su lado de Luz que nos señala:

Muchos ven lo negativo de las profecías y ahora intentan crear resonancia con diciembre del 2012, sin embargo el paradigma de los Profetas, Nostradamus (1503-1566) nos legó una positiva profecía que situaría para después del año 2012... 

Le régne humain d'Angelique geniture
 Fera son régne paix union tenir.
 Captive guerre demy sa closture,
 Longtemps la paix leur fera maintenir.

 La época humana de origen sobrenatural
 dará paz y unión.
 La guerra, guardada casi en cautiverio,
 dejará reinar a la paz por largo tiempo.

El gran profeta argentino Benjamín Solari Parravicini (1889-1974) en psicografías dejó esta Voz de Esperanza de apoyo a la labor del 1%:

El Hombre será hombre y la mujer será mujer, y Dios morará entre los hombres, comenzará una era de amor, luz y paz...
Los interplanetarios invisibles al ojo humano, mensajeros de Dios son, y llegarán en más y en más, para evitar el estallido de la atómica, ellos tratarán de imponer la hermandad y el amor al prójimo y hasta infiltrarán en la juventud desubicada, la meditación mística y el retiro de todo mal. (1939).
El hombre redimido y de propia luz superior en el final de los tiempos, vera al ser del invisible astral, el que rodea y cohabita su casa, protegiendo su destino. Al Ángel que con el habla telepáticamente, revelándole los misterios al llegar. Será así el comenzar del amor. Cerebros pensantes que fueron humanos, llegaran en retorno a la Tierra por amor a sus familiares y amistades. Les aconsejaran , enseñaran y guiarán en el instante del gran caos. (1960)

Los apocalípticos hablan de diciembre del 2012 sobre la base de supuestas interpretaciones de las profecías maya. Si las hay, no son de los mayas sino que de los seres que allí estuvieron dejando a los futuros un Mensaje... Mensaje perdido en gran parte por la fanática acción de un obispo que venía con los españoles... Por igual, la llamada séptima o última profecía para nada es de tipo apocalíptico, por el contrario, refuerza el humilde llamado que hago a los Amigos del 1%. Se trataría de un Mensaje de Esperanza sobre la base de quienes hayan logrado la armonía y la paz interior propia del Mejor Pensar, lo cual atenuaría todo lo negativo que ya nos rodea y los más prefieren ignorar. Para ignorarlo se busca a como de lugar la legalización del consumidor drogadicto; para ignorarlo se destruye el sagrado sentido de familia; para ignorarlo se adora al becerro de oro; para ignorarlo lo ético y moral es un estorbo; para ignorarlo la violencia pasa a ser normal, al igual que el libertinaje sexual a edad cada vez menor... En medio de esas tinieblas de mal pensar, lógico que se dificulta Pensar Bien. Por fortuna no estamos solos y tan solo se pide un 1% de colaboración humana para que la Luz que nos Ama sea en la Tierra...


Para que estos Seres nos ayuden y la época humana de origen sobrenatural acá sea, se requiere ahora a lo menos que ese 1% de personas se active. Todo Pensamiento Positivo nuestro neutraliza a 100 negativos; toda partícula mental sutil del Buen Pensar neutraliza a 100 densas del pensar basura; cada Mejor Pensamiento de cada uno fluye hacia la Noosfera y ayuda a limpiar lo sucio de 100 malos pensares...

Lograr ser parte del 1% de Mejores Pensante planetarios reforzará la positiva resonancia subconsciente que morfogénicamente atenuará lo denso predominante y su imantación mental servirá para facilitar el paso de la Luz y el Amor para que fluyan al planeta por las mentes humanas no dormidas, haciendo realidad la Redención profetizada por Parravicini y Nostradamus.

Sostengo que todo es mental y la materia una necesaria ilusión evolutiva de la mente para el desarrollo del alma que necesita en este plano conocer lo sutil y positiva que ella es superando, vida a vida lo denso y negativo que acá vamos dejando atrás. La mente tiene partículas densas y sutiles, con cada Buen Pensar vamos aumentando el porcentaje de sutiles partículas y anulando la acción de sus densas opuestas, las que por mórfica resonancia además son transmutadas en sutiles para esa área del pensar. Por lo tanto la reiteración del Mejor Pensar da lugar a una alquimia mental transmutativa favorable que, al pasar de manera cuántica al cerebro activa la entrada en acción de nuevas neuronas para el salto cuántico con la mente, en lo que llamo nuestro desarrollo cerebral. Esa energía de resonancia mórfica mental en el genoma con su ADN da lugar a tenues mutaciones favorables que van en aumento.

A un mayor desarrollo cerebral hay una mayor expresión mental que a su vez induce un mayor desarrollo cerebral en un círculo virtuoso de evolución. La positiva resonancia mórfica personal es guardada en el subconsciente mental que entra en resonancia mórfica con otros subconscientes afines potenciándose en lo positivo y creando un campo que llamo el del islote humano del 1%.

Seres que llegan con la LUZ que circunda el planeta no deben interferir con nuestra evolución y desarrollo, actuarán según el Plan Cósmico si el 1% de la raza de los hombres da la nota que vibre con Ellos y favorecerán que la LUZ fluya a las humanas mentes y por nuestro intermedio descienda a la Tierra. Ignoro si podremos comprender el por qué ya conviene hacer el esfuerzo y sacrificio de Pensar Mejor en medio del fragor de la Sodoma y Gomorra mundial. Quizá... ¡Piénsenlo Amigos!

Ser reiterativo y destacar lo del 1% como lo hago en varios escritos precedentes y cada vez con mayor urgencia, es recordar que la mente es cual imán en el que es suficiente un 1% positivo, en uno mismo, para dar, por imantación, una cualidad positiva al conjunto del propio pensar, conjunto mental subconsciente individual que, más allá del tiempo y del espacio entra en una favorable resonancia mórfica con los otros subconsciente humanos positivamente imantados. 

Para nada es fácil en este Fin de Tiempo Pensar Mejor y allí reside el mérito de quienes, paso a paso lo van logrando sin temer ir despacio, solo preocupados de no avanzar. Sabiendo que ante cada detención o caída tenemos la Fuerza para seguir adelante al VER que por sobre las tinieblas está la LUZ...

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Anexo

Varios "milagros" pretéritos la Ciencia los ha develado, fueron hechos ahora explicables. Sin embargo en la actualidad abundan casos, que son aislados y que la Ciencia no puede explicar. Por ser aislados no dan lugar al conjunto de un campo mórfico y por lo tanto su resonancia carece de eco replicable entre nosotros, pero sí a algunos nos da que pensar sobre lo poco que sabemos de la vida, es más: Mientras más aprendo menos sé por que se amplía el límite de mi ignorancia... Por una causalidad me nace referirme otra vez al, como llamarlo: El caso Leslie Lemke.

Leslie Lemke un Milagro de Amor

Lo que relataré algunos lo rotulan de genio autista. El Autismo es un desorden genético del sistema nervioso que afecta la forma como el cerebro se desarrolla y funciona, representa un variado desorden del desarrollo cerebral y no es autista un ser que nace sin ojos y casi sin cerebro... Al leer que a Leslie Lemke lo califican de genio autista me sentí molesto por la facilidad con la que se dicen, repiten y copian cosas erradas, como ahora lo veremos en este caso puntual:

Este relato surge dado que tuve en suerte leer la revista Selecciones del Reader’s Digest de Diciembre de1982 y después por causalidad pude verlo en vivo dos veces en un programa de TV. llamado “Esto es Increíble”. lo he titulado "Un milagro de amor". Milagro porque el racionalismo del paradigma de la Ciencia no lo puede explicar.

En un hospital de los EE.UU. nace el año 1950 un niño hijo de un humilde matrimonio joven, el que fue abandonado por sus padres al enterarse del diagnóstico de recién nacido. Nació como un niño vegetal, sin ojos, con parálisis cerebral, con cerebro muy atrofiado; casi sin corteza cerebral... Padecía un marcado retardo que le impedía vivir por sí mismo; era un ser vegetal que estaba condenado a morir apenas fuera desconectado de los aparatos que lo mantenían artificialmente con vida. Carecía de reflejos y no podía reaccionar a los estímulos.

May Lemke era una menuda mujer de 50 años que ya había educado a todos sus hijos y como dama de rojo colaboraba en ese Hospital, se interesó por el niño abandonado. Pidió autorización para llevarlo a su casa luego de consultarlo con su marido, se le dijo que moriría a las pocas horas pues era imposible que viviera, ella señaló que lo cuidaría y que si moría moriría con amor. Insistió y pudo llevarlo. Los médicos no se explicaron cómo el niño, bautizado como Leslie Lemke, siguió viviendo. Ese hecho ya fue sorprendente. Lo cuidó en forma abnegada brindándole amor. Tenía 16 años Leslie cuando pudo moverse un poco por primera vez gracias a los esfuerzos de May. A los 18 le compran un piano para estimularlo. La pequeña May con mucho esfuerzo lograba sentar a Leslie frente al piano, era un joven de gran altura y peso, carente de toda actividad, al no tener casi cerebro vivía absolutamente desconectado del mundo. May hacía apoyar al gigantón vegetal las manos sobre las teclas del piano. Al cumplir los 19 años de edad, Leslie no caminaba, no hablaba, su vida era ausente y pasiva.

Una noche, a las tres de la madrugada, se escucha una música en el hogar de los Lemke. May pregunta a su marido si la radio se había quedado encendida. Baja del dormitorio del segundo piso a la sala del piano y casi cae desmayada por la impresión al encontrar a Leslie sentado frente al piano tocando magistralmente el Concierto para piano N°1 de Tchaikovsky. Allí, ante ella estaba el MILAGRO que por 19 años había pedido: Un ser vegetal, sin ojos, casi sin cerebro, un vegetal, bruscamente había despertado y por sí mismo se levantó, caminó, se sentó enfrente del piano y ejecutó un difícil concierto que alguna vez había escuchado pasivamente en la radio. Desde ese día todo cambió aceleradamente en la vida de los Lemke, los progresos de Leslie fueron constantes. Hoy camina, baila, habla de manera coherente y fluida, puede llorar, canta maravillosamente y da conciertos y conferencias con el fin de reunir fondos en favor de los niños mentalmente minusválidos.

Ahora que Leslie creó una Fundación para ayudar a niños discapacitados cerebralmente, que para lograr reunir fondos da conciertos benéficos de piano, que da charlas donde además canta, que participa en conferencias... ¿Cómo explicar lo sucedido en un ser ciego y descerebrado que nació vegetal sin las herramientas físicas para sobrevivir, y que luego de 18 años de vida vegetal bruscamente despertó como genio? Yo no lo entiendo, supera mi limitada capacidad de imaginación, y tú amable lector, ¿logras realmente comprenderlo?

En una entrevista se le preguntó:

¿Qué es para ti la música?

Respondió:

 "La música es amor."

Luego se le dijo ¿Cuál es tu oración favorita?

Señaló:

"Amada creación, en el nombre de Jesucristo te agradezco todas las cosas buenas que haces por mí." 

Pienso que, por la misteriosa Fuerza del Amor las escasas neuronas cerebrales de Leslie se multiplicaron y los portales de salto cuántico cerebro-mente se activaron en su cerebro permitiendo a la mente manifestarse por y hacerlo de manera brusca luego de un solapado proceso gradual de “misterioso” desarrollo neuronal.

Lo que sucedió yo no lo entiendo, supera mi limitada capacidad médica racional de imaginación que tan solo logro definir como de “Un Milagro de Amor” inducido de manera cuántica por el amor de Mey Lemke sobre la escasa materia cerebral de Leslie. ¿De qué o quién fue intermediaria Mey? ¿Qué Fuente de Energía usó a Mey de intermediaria? Como médico desearía saber: ¿Cómo poder acceder a esa Fuente de Energía para Sanar a los demás?



 Leslie Lemke con sus adoptivos padres

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Cuando, como suprahumanos seamos considerados dioses nuestro cerebro tendrá un desarrollo cuántico no del humano 10%, sino que hasta del 50% y la mente se manifestará exponencialmente mejor en su causalidad formativa, dominando con ella lo que ahora llamamos materia. La resonancia mórfica controlada será la norma y puede que no haya lugar para "milagros", puede que...

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Como humanos solo podemos existir acá en el presente.
Lo pasado ya pasó, el futuro es algo incierto.
Solo el presente, en cada segundo de vida es lo real.

Más allá de opiniones expresadas por entusiastas CiberLectores, la realidad real es que:

Soy humano, humano yo soy.
Al escribir me dirijo a pares humanos.
Humanamente pensé que con el rescatado escrito de 1992, el ahora 345,
no volvería a realizar un nuevo título para el Portal.

Como humano he vuelto esto a relatar porque así la Voz Interior lo solicitó.
Lo hice pensando que "pronto" varios de ustedes, Amigos CiberLectores, serán Suprahumanos.
Desde acá quizá ese día me diga:
El hombre que soy contempla tristemente al hombre que pude haber sido... quizá.

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Aunque uno no sea un dinámico participante del 1%, conviene tener presente que con cada Pensamiento Positivo nuestro reforzamos la resonancia mórfica que ellos han iniciado y lo es en beneficio de todos por igual, planeta incluido. El campo de resonancia no tan solo recibe el refuerzo de nuestro Buen Pensar, a su vez, por imantación retorna a nuestro subconsciente mental para ayudar a que nos sea más fácil Pensar Mejor.
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En un calendario Visualiza el año:
2013
Y mentalmente repite:

Será un año de PAZ con FE y ESPERANZA
 en un MUNDO MEJOR


¿Cuánto falta?

Amigos, aun tenemos tiempo para aprender a
 PENSAR MEJOR
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Y la Luz vencerá a las tinieblas

De manera servil, pasiva e inconsciente el oscurecido y tenebroso gran islote planetario del hombre masa actúa para pulsar el botón rojo que lleva al abismo.

LIBREMENTE, en forma dinámica Subconsciente, el integrante del luminoso islote planetario del 1% actúa para pulsar el BOTÓN VERDE
que salvará a la raza de los hombres...
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Tetractys de Pitágoras

EL UNO "1" está como el primer punto cercano al vértice del triángulo. Es lo indivisible limitado en sí mismo, pero ilimitado en su potencia. representa al espíritu, nuestro germen de lo Manifestado, la cifra potencial de la Manifestación de lo Absoluto.

EL DOS "2" está debajo del uno dentro del triángulo, muestra la dualidad dada por la creación humana. Es el símbolo de la manifestación de lo espiritual y material que dan paso al número siguiente.

EL TRES "3" bajo el dos señala la tríada de la naturaleza en su manifestación y función. Es el símbolo del alma.

EL CUATRO "4" bajo el tres y sobre la base del triángulo, corresponde a lo humano, lo terrenal  y la llave de la naturaleza.

Suman "10" o el conjunto englobado en el cero y el uno que dan paso a la década, representación del principio absoluto universal y síntesis de la creación por ser la primera y la última cifra reunidas.

A su vez, la matemática representación pitagórica de dios es una ecuación:

0 : infinito = 1

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Epílogo

Más una vez, desde mi primer libro me pregunté por qué escribo y para qué lo hago. Algunos sueños lúcidos o revelaciones en parte me permitieron entender esta Misión, Misión de la que yo soy un simple intermediario y nada más.

Ahora, por fin comprendo el sentido de esa Misión. Los 346 escritos son un hilo conductor que lleva a un Portal Objetivo que ignoraba.

Ese Objetivo propio de Fin de Era, se trata del 1% de Mejores Pensantes de nuestro atribulado planeta azul. Una Tierra que con tanto Amor nos acogió y a la que hemos enfermado de gravedad por nuestra irresponsable soberbia fruto de la ignorancia del real sentido de lo que somos y del por qué hemos nacido en un Fin de Era.

El Portal Mundo Mejor se siente orgulloso de haber servido, en alguna forma, a la noble Misión de ayudar a activar a más de uno que ya es parte dinámica del 1%.

Uno solo no crea un campo mórfico, varios por afinidad, sin perder la individualidad, sí lo hacen. Quien esto escribe ha sido un simple intermediario que cual lobo estepario sabe que tan solo la selecta manada, actuando en resonancia mórfica, puede salvar a su especie en peligro de extinción.

La nota humana del 1% comenzó a ser audible a oídos suprahumanos que ahora preparan el terreno para la llegada de la Luz a la Tierra, Luz que primero fluirá por la mente de la raza de los hombres y después será, por Sí Misma, una y consubstancial con nosotros y el planeta.
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Dr. Iván Seperiza Pasquali

Quilpué - Chile
Noviembre de 2009

Con la absoluta certeza que pasaremos 2013 y conoceremos la Verdad que nos Liberará.
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